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PORTADA

INTRODUCCIÓN

En el siguiente documento se va a presentar un análisis del largometraje titulado


“Un viaje de 10 metros”, dirigido por Lasse Hallstrom y que tiene a Helen Mirren en el
papel de la dueña del mejor restaurante de Saint Antonin. Este estatus hace que Madame
Mallory sea una persona ambiciosa que se opone al nuevo restaurante hindú que la
familia Kadam abre justo frente al suyo.

Una serie de acontecimientos dramáticos y románticos se desarrolla a


continuación para darnos a todos una poderosa enseñanza.

DESARROLLO

Hassam es un joven hindú, nacido en Bombay, cuya familia es muy unida. Su medio
de subsistencia es un popular restaurante que lidera su madre. Todos los días el niño la
acompaña al mercado a comprar los víveres necesarios y aprende de ella.

Un ataque motivado por diferencias políticas acaba con el restaurante familiar y la


vida de la mamá de Hassam, dejando a la familia sin rumbo fijo. Solicitan asilo en Reino
Unido y se mudan. El joven hindú intenta seguir aprendiendo de cocina pero el clima
británico y la ubicación de su casa no se lo permiten. Poco tiempo después, el padre de
Hassam toma la decisión de mudarse al sur de Francia. En el camino tienen un pequeño
accidente y una generosa joven francesa llamada Marguerite se acerca a ayudarlos, les
ofrece una cuerda para movilizar el automóvil en el que viajan y comida para recobrar
fuerzas.

Durante el trayecto el papá de Hassam ve una villa abandonada en venta y decide


comprarla para abrir su restaurante pero sus hijos piensan que es mala idea ya que justo
al frente se encuentra ubicado el mejor restaurante en 80km a la redonda y que tiene una
estrella Michelín. El señor no se siente intimidado por esto y lograr comprar la villa.

Desde este momento se observa el rechazo de Madame Mallory hacia la familia de


Hassam, quizá motivado por su manera de vivir tan conservadora y ambiciosa. Expresa en
numerosas ocasiones que la cultura hindú no es refinada pero sí muy ruidosa y que eso no
le agrada en lo más mínimo. Mallory pone en marcha un plan de sabotaje para intentar
frenar la apertura del restaurante pero la astucia del papá de Hassam hace que la
inauguración sea un éxito.

Marguerite y Hassam empiezan una agradable relación amistosa. Ella le facilita


varios libros de comida francesa para que él practique y aprenda. Hassam así lo hace y da
a probar a Marguerite cinco salsas típicas de la cocina gala, con las cuales ella queda
encantada. Durante este lapso de tiempo, se desata una guerra entre los dueños de los
restaurantes. Para apaciguar la situación, Hassam entra a Le Saule Pleureur y ofrece un
plato típico francés a Madame Mallory, ella lo prueba y finge que no le gusta pero
seguidamente observamos que realmente sí lo disfrutó.

Una noche después del trabajo, Jean-Pierre, se acerca al restaurante hindú y lo


quema. Por fortuna, Hassam está presente y los daños son mínimos; a excepción de sus
manos que resultan con quemaduras. Se observa a continuación la imposición de la
justicia y el cambio de actitud de la dueña de Le Saule Pleureur, quien despide a Jean-
Pierre y limpia el muro del restaurante hindú, dejando claro que en el pueblo hay espacio
para los dos. A partir de este momento se crea un ambiente de reconciliación y Hassam se
ofrece a preparar una omelet. Madame Malory accede y ayuda al joven que tiene las
manos lesionadas. La señora prueba la tortilla y le encanta. Además, ofrece una prueba a
Hassam en su restaurante. El padre del muchacho se niega al principio pero entre todos
logran convencerlo. Hassam se esfuerza mucho en su nuevo trabajo y decide fusionar las
dos cocinas: la hindú y la francesa. En un principio la Señora Mallory reprocha a Hassam
que haya cambiado una receta de 200 años de antigüedad pero él responde de manera
muy acertada “¿No cree que 200 años son suficientes?”, con esto quiere trasmitir que las
tradiciones son muy importantes para todos pero también debemos abrir espacio a las
nuevas ideas.

Gracias al gran trabajo de todo el personal de Le Saule Pleureur, el restaurante


gana otra estrella Michelin y su dueña celebra tras 30 años de espera. Este logro da a
Hassam gran reconocimiento y es enviado a París para sacar provecho a su gran talento.
Lamentablemente, después de 1 año en la capital y a pesar de haber creado numerosas
recetas con su estilo personal, haber usado técnicas totalmente novedosas y haber
ganado un gran reconocimiento en el medio, se da cuenta de que no es feliz. Una escena
muy simbólica nos lo deja claro: un compañero de trabajo comparte con él un plato hindú
y Hassam no puede contener su emoción, al punto de soltarse a llorar. Es entonces
cuando decide regresar a Saint Antonin y a Le Saule Pleureur. Al llegar propone a
Marguerite que sea su socia y ella acepta. Él queda a cargo del restaurante y se propone a
ganar la tercera estrella para el mismo.

CONCLUSIÓN

La película nos da un ligero enfoque hacia el rechazo cultural que se puede


producir en algunos lugares. Al principio se observa este rechazo por motivos políticos y
más adelante por motivos de xenofobia.

En el largometraje se deja claro el gran daño social que se genera cuando nos
dejamos cegar por el odio y la insensatez, y a su vez nos demuestra cómo podemos ser
parte del cambio para frenar las discrepancias culturales: la tolerancia. También nos
enseña el dulce sabor de la reconciliación y de la satisfacción de hacer las cosas de manera
correcta, sin hacer daño a nadie.

Además, la historia impulsa al espectador a seguir sus pasiones y a no sentirnos por


debajo de nadie simplemente por no ser como los demás. Nos impulsa a cuidar nuestra
cultura pero sin intentar menospreciar al vecino.

Por otra parte, pone de ejemplo lo corrosiva que es la envidia en cualquier tipo de
relación y nos invita a dejarla de lado y trabajar en equipo.

También nos muestra de manera bastante clara que el éxito es algo subjetivo.
Podemos ver cómo el personaje principal se va a París a cocinar en uno de los
restaurantes más innovadores de la ciudad e incluso es candidato a ganar otra Estrella
Michelín. Sin embargo, no está contento y comenta que los raviolis de champiñones le
parecían más ricos cuando vivía en Saint Antonin. Todo esto nos enseña que el éxito
compartido con tus seres queridos es el único que vale la pena.

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