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ALUMNO:

Genebroso tuesta, Billy

PROFESION:
Derecho y Ciencia Políticas

DOCENTE:
Chipana rojas, Edgar

CICLO:
VIII

TEMA:
Proceso único de ejecución de resoluciones judiciales
y de garantía real.”

PUCALLPA – 2020
INTRODUCCION

El proceso único de ejecución tiene como fin que se cumpla con un derecho que
ya ha sido reconocido en un título ejecutivo, a diferencia del proceso cognitivo o
de conocimiento, en el que se persigue la constitución, declaración o extinción
de una relación jurídica.

Antes de la modificatoria realizada al Código Procesal Civil (CPC) mediante


Decreto Legislativo 1069[1], se distinguía entre procesos ejecutivos y procesos
de ejecución. Debido a una confusión en los operadores respecto al trámite
diferenciado de cada uno de ellos, así como a sus causales de contradicción, se
introdujo una serie de modificaciones al Título V de la sección quinta del CPC,
estableciéndose así un “proceso único de ejecución”. Sin embargo, si bien el
trámite respectivo ha sido simplificado, todavía es posible distinguir, en cierto
modo, entre ejecución de títulos ejecutivos de naturaleza judicial, ejecución de
títulos de naturaleza extrajudicial, ejecución de obligación de dar suma de dinero,
entro otros. Es decir, no se llegó al fin de establecer un proceso “único de
ejecución
1. “EL PROCESO DE EJECUCION”
Antecedentes:
La Ejecución de sentencia ha sido concebida inicialmente como una etapa del proceso. El
Código de Procedimientos Civiles de 1912 consideraba a la Etapa Ejecutiva como la
ultima que tenía que discurrir después de la sentencia –que culminaba la Etapa
Resolutiva- de modo que el cumplimiento de lo resuelto en el fallo debía ser ventilado en
el mismo proceso, con cierta lógica secuencial.
Ese mismo esquema lo adaptaron los Decretos Supremos 07-71-TR y 03-80-TR, que
fueron los primeros cuerpos legales orgánicos que se ocuparon de regular el Proceso
Laboral, sometiéndose incluso a la aplicación supletoria del Código de Procedimientos
Civiles antes mencionado, de tal manera que no había que formar un cuaderno aparte, ni
dar mayores explicaciones que el hecho de encontrarse con la sentencia consentida o
ejecutoriada.
Posteriormente, con la promulgación del Código Procesal Civil de 1993 se introduce el
diseño de un grupo de procesos independientes destinados al cumplimiento de
obligaciones radicadas en un Titulo dentro del cual se considero como una de sus
modalidades a la sentencia judicial, equiparándola a otras formas como: letras de cambio,
escrituras públicas, resoluciones administrativas, etc. De acuerdo a la procedencia de los
Títulos se establecen tres variedades de procesos: el Ejecutivo, el de Ejecución de
resoluciones y el de Ejecución de garantías, según si el titulo tenia autonomía formal o,
surgía de la conclusión de un proceso previo o, estaba cubierto con una garantía real.
La Ley Procesal de Trabajo 26636 trata de adoptar el sistema del Código Procesal Civil,
aunque lo hace imperfectamente por adecuarlo a las instituciones laborales que tenía que
manejar, es así que separa dos grupos de Títulos, los Ejecutivos por un lado y, por el otro
los de ejecución, pero no hace lo mismo con el proceso, el cual lo regula en forma simple
como Proceso de Ejecución, sin darle un trámite especial, obligando a que se aplique
supletoriamente el Código Procesal Civil de manera confusa. Lo que si queda claro es
que la ejecución de una sentencia debe hacerse en un nuevo proceso, aunque en el mismo
Juzgado, de manera que se modifica el esquema tradicional que se venía aplicando, sin
embargo de lo cual la costumbre ha ido forjando una retracción de esta norma, tratando
de volver a la anterior, que ha sido recogida por la nueva Ley.
En el año 2008 se promulga el Decreto Legislativo 1069 que modifica el Código Procesal
Civil, sustituyendo entre otros, todo el Titulo V que se refería al Proceso de Ejecución,
cambiándole la fisonomía a este proceso que, de ser múltiple lo convierte en UNICO y lo
simplifica con la intención de mejorar la administración de justicia en materia comercial.
La relevancia de esta norma para nuestro análisis radica en su adscripción casi total en el
texto de la nueva Ley Procesal de Trabajo, de manera que sirve de explicación para la
modificación del Proceso Ejecutivo en el ámbito laboral, como veremos más adelante.
1.1 NATURALEZA DEL PROCESO DE EJECUCION:
El Proceso de Ejecución es diferente al Proceso de Cognición, representado por los
Procesos Ordinario y Abreviado, tanto por su contenido como por su estructura y
finalidad, ya que aquel no parte del conflicto de derechos, que es atendido más bien por
este último, el que lo resuelve en forma declarativa o constitutiva a través de una
sentencia.
El proceso de ejecución no tiene por finalidad resolver un conflicto, por lo que en su
interior no existe debate posicional, ni actuación probatoria, ni expedición de una
sentencia, sino por el contrario se inicia con la acreditación de un derecho reconocido o
declarado a través de un Título que se encuentre pendiente de cumplimiento. Carnelutti
señalaba que “el proceso de conocimiento declarativo es de pretensión discutida, mientras
que el proceso de ejecución es de pretensión insatisfecha” lo que permite afirmar que este
proceso ejecutivo “no persigue que se declare la existencia o certeza de la obligación,
sino el cumplimiento de la misma” como lo sostiene Elvito Rodriguez Dominguez1
El inicio del proceso está en el Titulo que se califica debidamente, para luego expedirse
un Mandato de ejecución que no permite la discusión del origen del derecho, sino
únicamente la argumentación sobre la exigibilidad de la obligación que contiene dicho
título, la misma que en caso no tener fundamento adecuado, induce al Juez a emplear
todos los medios imperativos, forzosos, coactivos o coercitivos que la Ley franquea para
lograr el cumplimiento de la obligación de parte del deudor u ofensor. Ello determina que
sea un proceso breve, expeditivo y conminatorio que no admite mayor debate entre las
partes, prohibiéndose los artículos de nulidad y la concesión de medios impugnatorios
con efecto suspensivo, hasta que no se haya dado cumplimiento a la obligación ejecutada.
Pese a que la naturaleza de este proceso es especial, se discute todavía su AUTONOMÍA,
por cuanto uno de los principales títulos de ejecución son las sentencias expedidas en los
procesos de conocimiento, como hemos analizado en el punto anterior. Sin embargo, el
Código Procesal Civil de 1993 y el subsecuente Decreto Legislativo 1069, le reconocen
plena autonomía y lo consideran como uno más de los modelos procesales, que debe
tramitarse en forma independiente del proceso de cognición que origine la sentencia, si
esta es el titulo ejecutivo que se busca dar cumplimiento.
1.2 LOS TITULOS EJECUTIVOS
Son definidos por Giuseppe Chiovenda2 como “el acto jurídico del que resulta la voluntad
concreta de la Ley, contenido necesariamente en un documento escrito” refiriéndose al
derecho cuando hace referencia a la voluntad de la Ley. Esto es que, el Titulo tiene que
ser un documento que contiene una declaración o el reconocimiento de una obligación
por parte de una persona a favor de otra, sujeto al cumplimiento de determinadas
formalidades que le den autenticidad.
El contenido del Título para determinar su eficacia, se centra en la obligación, que debe
ser cierta, expresa y exigible, fuera de lo cual, si se trata de una obligación de dar suma
de dinero como la mayoría de las laborales, debe ser además liquida o liquidable, para dar
facilidad a la ejecución, ya que como hemos dicho, en el proceso de ejecución no son
debatibles las obligaciones que se exigen.
La diferencia que antes había entre Títulos Ejecutivos y Títulos de ejecución ha
desaparecido y, ahora solo se ha regulado el Titulo Ejecutivo Único, que en su mayoría
está conformado por lo que antes era considerado como Titulo de Ejecución, que
representaba lo más característico, ya que para dar cabida a algunos Títulos Ejecutivos
equivalentes a la letra de cambio, se incluyo en forma confusa dos tipos de Actas, que
eran la de Reconocimiento Administrativo y la de Conciliación extrajudicial, cuya
identificación no era muy clara y se prestaba a una serie de interpretaciones, que hicieron
que en ningún momento se utilizaran estos Títulos ejecutivos en algún proceso que
hubiera sido registrado históricamente.
1.3 LOS TÍTULOS EJECUTIVOS REGULADOS EN EL CÓDIGO PROCESAL
CIVIL

Para iniciar un proceso ejecutivo, según el artículo 690º-A del CPC, a la demanda
ejecutiva se tiene que acompañar un título ejecutivo (además de los requisitos que
establecen el artículo 424º y 425º del Código Civil). Y, de conformidad con el artículo
688º del CPC, sólo se puede promover ejecución en virtud de títulos ejecutivos de
naturaleza judicial o extrajudicial según sea el caso. Son títulos ejecutivos los
siguientes:

1. Las resoluciones judiciales firmes;


2. Los laudos arbitrales firmes;
3. Las Actas de Conciliación de acuerdo a ley;
4. Los Títulos Valores que confieran la acción cambiaria (…),
5. La constancia de inscripción y titularidad expedida por la Institución de
Compensación y Liquidación de Valores (…)
6. La prueba anticipada que contiene un documento privado reconocido;
7. La copia certificada de la Prueba anticipada que contiene una absolución de
posiciones, expresa o ficta;
8. El documento privado que contenga transacción extrajudicial;
9. El documento impago de renta por arrendamiento, siempre que se acredite
instrumentalmente la relación contractual;
10. El testimonio de escritura pública;
11. Otros títulos a los que la ley les da mérito ejecutivo.

1.4 LAS CAUSALES DE CONTRADICCIÓN EN NUESTRO CÓDIGO


PROCESAL CIVIL

Luego de interpuesta la demanda ejecutiva, el Juez la califica y en el caso que la admita


emitirá un mandato ejecutivo, tras lo cual se emplaza al demandado (que en estos
procesos es denominado ejecutado), quien dentro de cinco días de notificado con el
mandato ejecutivo, puede contradecir la ejecución y proponer excepciones procesales o
defensas previas. En el mismo escrito puede presentar los medios probatorios
pertinentes; de lo contrario, el pedido será declarado inadmisible. Sólo son admisibles la
declaración de parte, los documentos y la pericia (Artículo 690-D CPC).
En el proceso único de ejecución, las causales para contradecir la demanda ejecutiva son
taxativas ya que sólo puede invocar las señaladas en ese artículo, caso contrario el juez
declarará liminarmente la improcedencia de la contradicción (Artículo 690-D CPC).

Así, la contradicción sólo podrá fundarse según la naturaleza del título en:

“1) Inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en el título;

2) Nulidad formal o falsedad del título; o, cuando siendo éste un título valor emitido en
forma incompleta, hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos
adoptados, debiendo en este caso observarse la ley de la materia;

3) La extinción de la obligación exigida;

Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, sólo podrá


formularse contradicción, dentro del tercer día, si se alega el cumplimiento de lo
ordenado o la extinción de la obligación, que se acredite con prueba instrumental.

La contradicción que se sustente en otras causales será rechazada liminarmente por el


Juez, siendo esta decisión apelable sin efecto suspensivo.”

1.5 TRÁMITE DEL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

En el proceso único de ejecución, si hay contradicción y/o excepciones procesales o


defensas previas, se concede traslado al ejecutante, quien deberá absolverla dentro de tres
días proponiendo los medios probatorios pertinentes. Con la absolución o sin ella, el Juez
resolverá mediante un auto, observando las reglas para el saneamiento procesal, y
pronunciándose sobre la contradicción propuesta.

Cuando la actuación de los medios probatorios lo requiera o el Juez lo estime necesario,


señalará día y hora para la realización de una audiencia, la que se realizará con las reglas
establecidas para la audiencia única.

En este tipo de procesos, cabe la posibilidad de realizar audiencia de pruebas, cuando la


actuación de los medios probatorios lo requiera o el juez lo estime necesario, la que se
realizará con las reglas establecidas para la audiencia única que se encuentra regulada en
el artículo 555° del CPC.

Si no se formula contradicción, el Juez expedirá un auto sin más trámite, ordenando llevar
adelante la ejecución. En este punto, hay que precisar que antes el Juez resolvía mediante
sentencia en este tipo de procesos, sin embargo, en este tipo de procesos el Juez no declara
un derecho sino que ejecuta un título ejecutivo que contenía un derecho ya declarado,
porque se vio oportuno precisar que ente tipo de procesos no se emite sentencia sino que
se el Juez emite un auto en el que se pronuncia sobre la contradicción propuesta.

En el caso que se quiera apelar el auto que resuelve la contradicción, se tiene el plazo de
tres días para hacerlo, desde el día siguiente a su notificación, y es concedida con efecto
suspensivo.

1.6 EL TÍTULO EJECUTIVO EN EL PROCESO DE EJECUCIÓN DE


GARANTÍAS

Un caso controvertido en los procesos ejecutivos ha sido el referido a los procesos de


ejecución de garantías. Al respecto, el artículo 720º del CPC, regula sobre el proceso de
ejecución de garantías lo siguiente:

“1). Procede la ejecución de garantías reales, siempre que su constitución cumpla con las
formalidades que la ley prescribe y la obligación garantizada se encuentre contenida en
el mismo documento o en cualquier otro título ejecutivo.

2). El ejecutante anexará a su demanda el documento que contiene la garantía, y el estado


de cuenta del saldo deudor.

3) Si el bien fuere inmueble, debe presentarse documento que contenga tasación


comercial actualizada realizada por dos ingenieros y/o arquitectos colegiados, según
corresponda, con sus firmas legalizadas. Si el bien fuere mueble, debe presentarse similar
documentos de tasación, la que, atendiendo a la naturaleza del bien, debe ser efectuada
por dos peritos especializados, con sus firmas legalizadas.

4) No será necesaria la presentación de nueva tasación si las partes han convenido el valor
actualizado de la misma.
5) Tratándose de bien registrado se anexará el respectivo certificado de gravamen.”

Si bien la norma señala los requisitos para iniciar un proceso de ejecución de grantías,
antes de la sentencia de pleno casatorio, existía una confusión sobre cuál era el requisito
de procedencia en los procesos de ejecución de garantías, por ejemplo se aprecian las
siguientes sentencias:

En la Casación 1795-2001, Lima, se indicó: “Para iniciar un proceso de ejecución de


garantías no se requiere presentar documento probatorio que sustente la obligación
garantizada, ya que la escritura pública que se acompaña a la demanda constituye de
por sí un título de ejecución. En ese sentido, el criterio de la Sala Superior no es correcto,
ya que pretende que el actor acredite la obligación, ya sea con títulos valores y otros
medios probatorios, criterio que rebasa las exigencias de la norma adjetiva, más si se
advierte que este no es un proceso ejecutivo sino de ejecución de garantías reales”.

En sentido opuesto, la Casación 2166-2001-Arequipa, refirió: “De acuerdo a lo previsto


en nuestro ordenamiento procesal, en un proceso de ejecución de garantías el ejecutante
anexará a su demanda como requisitos: el documento que contiene las garantías (siendo
este el título que apareja ejecución) y el estado de cuenta de saldo deudor; y, si el bien
fuera inmueble debe presentarse documento que contenga tasación comercial
actualizada realizada por dos ingenieros y/o arquitectos colegiados, según corresponda,
con sus firmas legalizadas”.

Como se aprecia en algunos casos se indicaba que era suficiente presentar la escritura
pública, mientras que en otros casos se requería documentos adicionales para acreditar la
obligación.

Por ello, y a fin de unificar criterios respecto a cuál era el título ejecutivo en los procesos
de ejecución de garantías, en la sentencia de Pleno Casatorio 2402-2012, Lambayeque,
se establecieron los requisitos de procedencia, ya sea el supuesto de personas ajenas al
sistema financiero o a favor de empresas que lo integran, y se estableció, entre otros, lo
siguiente:

1) En el caso de ejecución de garantías de personas ajenas al sistema financiero, a la


demanda debe acompañarse: i) documento constitutivo de la garantía real; y, ii) el estado
de cuenta de saldo deudor, suscrito por el acreedor, detallando los pagos a cuenta, si
hubiere desde el nacimiento de la obligación hasta la fecha de liquidación del saldo
deudor, así como los demás documentos indicados en el artículo 720 del CPC.

2) En el caso de ejecución de garantías a favor de empresas que integran el sistema


financiero, a la demanda debe acompañarse: i) documento constitutivo de la garantía real;
y, ii) el estado de cuenta de saldo deudor, suscrito por el apoderado de la entidad del
sistema financiero con facultades para liquidación de operaciones, detallando
cronológicamente los cargos y abonos desde el nacimiento de la relación obligatoria hasta
la fecha de liquidación del saldo deudor, con expresa indicación del tipo de operación
para obtener el saldo deudor; así como los demás documentos indicados en el artículo 720
del CPC.

1.7 MEDIDAS DE EJECUCION:

Son aquellas que se adoptan, como eje central del proceso, para conminar al ejecutado al
cumplimiento de sus obligaciones y hacerlas efectivas de manera que un titulo de
ejecución no sea un mero instrumento ilusorio que nunca va a cumplirse, por lo que estas
varian de acuerdo al tipo de obligación que se ejecuta y, son las siguientes:
1.5.1 Ejecución Forzada:
cuando es una obligación de dar suma de dinero, está dirigida contra el patrimonio del
deudor, consistente en bienes inmuebles, muebles, vehículos, naves, cuentas bancarias,
rentas, negocios, acciones y todo aquello sujeto a propiedad por parte de este, que pueden
afectarse con gravámenes que terminan con la realización de los bienes, esto es el remate,
venta o retención que permitan su licuación en dinero, para satisfacer la deuda cobrada.
Esta medida se adopta a iniciativa del ejecutante cuando señala los bienes que pueden ser
afectados, pero si este acreedor desconoce la existencia de bienes de propiedad del
deudor, podrá pedir al Juez que lo requiera en un término perentorio para que señale los
bienes libres que posea o, por lo menos, bienes parcialmente gravados cuyo saldo de
cobertura resulte cuantitativamente suficiente para igualar el valor de la ejecución. En
caso en que el ejecutado no cumpla con este mandato, se puede declarar su insolvencia y
por lo tanto, su disolución y liquidación si se trata de una persona jurídica.
1.5.2 Multa:
tratándose de obligaciones de hacer o no hacer que motiven un incumplimiento
injustificado, el Juez puede imponer una sanción económica al ejecutado, que sirva para
amedrentarlo, cuyo monto no está regulado por la Ley, por lo que habrá que remitirse a
la Ley Orgánica del Poder Judicial que en su artículo 9º establece esa facultad de imponer
multas y, el Código Procesal Civil en su artículo 110 señala los parámetros para ellas: “no
menor de cinco ni mayor de 20 Unidades de Referencia Procesal” –que en los años 2010
y
2011 representan de S/. 1,800.00 a 7,200.00- y, si se mantiene en estado de
incumplimiento, la Ley permite aplicarle nuevas multas sucesivas, acumulativas y
crecientes en 30% hasta que cumpla el mandato, lo que no dice es si esas sanciones son
indefinidas o tienen un plazo o un numero sucesivo máximo, porque podría imponérsele
30, 50 o 100 multas, cada 15 días y permanecer inalterable el ánimo del sujeto obligado,
lo cual sería una burla para la Administración de Justicia, entonces creo que el criterio de
razonabilidad del Juez debe establecer un máximo de 3 multas sucesivas con un
incremento del 60% y en caso negativo, pasar a la siguiente medida.
1.5.3 Denuncia penal:
Cuando las multas sucesivas, acumulativas y crecientes no surtan ningún efecto, significa
que el obligado está incurriendo en un abierto desacato frente a la Autoridad Judicial, al
negarse a cumplir el mandato ejecutivo y, además al pago de las sanciones económicas
que se le imponen, aunque puede darse el caso que el deudor si acepte pagar las multas a
cambio de mostrar su reticencia al cumplimiento de la obligación principal, frente a lo
cual solo cabe concluir que dicha actitud no justificaría de ninguna
manera su negativa al mandato principal, por lo que pague o no las multas impuestas, el
desacato se produce y la Ley autoriza que se proceda a denunciar penalmente al infractor,
ante la Fiscalía correspondiente. Se ha tipificado expresamente el delito en que se incurre,
que es el de desobediencia o resistencia a la autoridad que está sancionado en el artículo
368 del Código Penal con una pena privativa de la libertad no mayor de dos anos,
calificando la conducta del que “desobedece o resiste la orden impartida por un
funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones”
Anteriormente, la Legislación dictada sobre estos temas consideraba que el delito que se
ajustaba mas a la conducta del empleador que incumplía un mandato judicial, era el de
Violación del la libertad de trabajo que se encuentra previsto hasta la fecha en el artículo
168 del citado Código Penal en su párrafo final que dice: “La misma pena se aplicara al
que incumple las resoluciones consentidas o ejecutoriadas dictadas por la autoridad
competente…” cuyo tipo se ajusta más específicamente a la conducta de los protagonistas
de la relación laboral que está en juego, sin embargo la pena es la misma que el anterior
delito, 2 anos.
CONCLUSION

1) El proceso único de ejecución tiene como fin que se cumpla con un derecho que ya ha
sido reconocido en un título ejecutivo, a diferencia del proceso cognitivo o de
conocimiento, en el que se persigue la constitución o declaración de una relación jurídica.

2) Para iniciar un proceso ejecutivo, según el artículo 690º-A del CPC, a la demanda
ejecutiva se tiene que acompañar un título ejecutivo. Además, y conforme al artículo 689º
del CPC, procede la ejecución cuando la obligación contenida en el título es cierta,
expresa y exigible.

3) En el proceso único de ejecución, las causales para contradecir la demanda ejecutiva


son taxativas ya que sólo puede invocar las señaladas en ese artículo, caso contrario el
juez declarará liminarmente la improcedencia de la contradicción. Las causales son:
inexigibilidad, nulidad formal o falsedad, extinción de la obligación, iliquidez de la
obligación; y en caso de títulos valores que se hayan completado en forma contraria a los
acuerdos adoptados.

2) Según el artículo 720º del CPC, procede la ejecución de garantías reales, siempre que
su constitución cumpla con las formalidades que la ley prescribe y la obligación
garantizada se encuentre contenida en el mismo documento o en cualquier otro título
ejecutivo; anexar el estado de cuenta de saldo deudor, y demás requisitos señalados en el
citado artículo.

3) A fin de unificar criterios respecto a cuál era el título ejecutivo en los procesos de
ejecución de garantías, en la sentencia de Pleno Casatorio 2402-2012, Lambayeque, se
establecieron los requisitos de procedencia, ya sea el supuesto de personas ajenas al
sistema financiero o a favor de empresas que lo integran, ratificándose que era necesario
presentar además del saldo deudor, el documento constitutivo de la garantía real.
BIBLIOGRAFÍA

 Cardenas, Christian. «El título ejecutivo en los procesos de ejecución de


garantías». En: Actualidad Civil. Nº 10. Abril de 2015. Lima: Pacífico.
 Gaceta Jurídica. (2014): El Código Procesal Civil explicado en su
jurisprudencia. Lima: Gaceta Jurídica.
 Ledesma, Narvaez. (2008). Comentarios al Código Procesal Civil. Lima,
Gaceta Jurídica.

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