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UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPÁN

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

PSICOTERAPIA II

Informe Final “Terapia Cognitiva de Aaron Beck”

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

LILIA

A lo largo de la historia de la psicología terapéutica, ha sido el pensamiento, las creencias


propias de cada contexto social y lo que ha vivido el hombre en cada época que ha determinado un
modelo de intervención psicológica para atender a las personas que sufren algún problema o
trastorno psicológico. Así cada etapa de la historia en general tiene un tipo de pensamiento; en el
campo psicológico también, desde el psicoanálisis, el existencialismo hasta el modelo Cognitivo-
Conductual que ve al hombre volcado de ideas irracionales o pensamientos cognitivos
deformados, esquemas depresivos de pensamiento.
El modelo de la terapia cognitiva fue planteada por Aaron Beck en el año de 1967 y fue
desarrollada para tratar la depresión. Este psiquiatra refiere que los trastornos psicológicos que
puede padecer una persona surgen a raíz de los pensamientos erróneos que tiene y la manera
incorrecta de interpretar lo que le ocurre en su día a día. De manera que todos estos pensamientos
e interpretaciones que va haciendo la persona a lo largo del tiempo, al repetirse tanto, finalmente
se convierten en formas estereotipadas y rígidas acerca de su propia percepción de lo que le
ocurre y de su conducta. Es decir, la persona depresiva tiene pensamientos negativos de sí mismo
sobre lo que perciben de él las otras personas así como considerar que su futuro es
desesperanzador y eso lo llena de angustia y desesperación generando en el estados de
depresión.
Debemos tener en cuenta que si bien la terapia cognitiva se desarrolló para tratar
problemas relacionados con la depresión, después se fueron desarrollando diseños a partir de la
misma teoría que sirven para tratar otro tipo de trastornos mentales y problemas relacionados con
el malestar emocional. Debido a que en esta terapia se propone que la conducta y las emociones
de la persona están basados en su manera de percibir su mundo; por lo que se puede concluir que
los pensamientos que tiene una persona están directamente relacionados con sus emociones y
con su conducta.
A continuación, se abordarán las diferentes definiciones sobre la Terapia Cognitiva
Conductual, la historia, el modelo cognitivo, los tipos de cogniciones, La depresión según Beck, las
técnicas de esta terapia y su aplicación.

NO SE TOCARÁ LOS PRINCIPIOS QUE ESTÁN RELACIONADOS CON LA


TRIADA?
ESTE SERÁ EL TEXTO ACADÉMICO, SE HARÁ DIAPOSITIVAS?

I. MARCO TEÓRICO
1.1. Análisis del tema, Definición de la TC de Aaron Beck - MARY CARMEN

1.2. Historia - PERCY


La terapia cognitiva fue fundada a partir de los hallazgos empíricos que llevó a cabo
Aaron T. Beck, un psiquiatra con formación psicoanalítica, quien inició una nueva
línea de investigación clínica, que derivó en el desarrollo de un sistema de
psicoterapia, la terapia cognitiva. Así, la terapia cognitiva ha tenido como base los
datos empíricos, creciendo de forma significativa y dramática desde su concepción
en los 60 como un conjunto de premisas y herramientas clínicas para tratar la
depresión y los pacientes suicidas.

En palabras del propio Aaron T. Beck, su teoría cognitiva es el resultado de muchos


años de investigación y práctica clínica. De alguna manera, constituye el producto
final de la estrecha colaboración entre numerosas investigadores y pacientes.
Además de la contribución de todos ellos, la terapia cognitiva refleja probablemente
una serie de cambios graduales que se han venido dando en las ciencias de la
conducta desde hace varios años, pero que sólo recientemente ha surgido como
una tendencia a tener en cuenta.

Los primeros orígenes de la terapia cognitiva de la depresión surgieron en 1956,


cuando se propone validar determinados conceptos psicoanalíticos acerca de la
depresión. En aquella época, se pensaba que las formulaciones psicoanalíticas eran
correctas, aunque no habían logrado una aceptación generalizada debido a una
cierta “resistencia” por parte de los psicólogos y psiquiatras teóricos, atribuible en
parte a la falta de datos empíricos que apoyasen tales formulaciones.

Los resultados iniciales de los estudios empíricos parecían apoyar su fe en los


factores psicodinámicos específicos sobre la depresión, sin embargo, experimentos
posteriores presentaron algunos resultados inesperados que parecían contradecir
esta hipótesis. Tales inconsistencias lo llevaron a evaluar de un modo crítico la
teoría psicoanalítica de la depresión y, finalmente, toda la estructura del
psicoanálisis.

Beck reformuló la psicopatología de la depresión, a la vez que la de otros trastornos


neuróticos, a razón de las nuevas observaciones clínicas y de los estudios
experimentales y correlacionales, así como de los repetidos intentos por su parte
para intentar dar sentido a la evidencia que contradecía la teoría psicoanalítica. El
resultado de que los pacientes depresivos no necesitan sufrir lo animó a buscar
otras explicaciones de su conducta, la cual, al menos en apariencia, parece reflejar
una necesidad de sufrimiento.

Posteriores investigaciones, incluidos el desarrollo y comprobación de nuevos


instrumentos, validaron la idea de que el paciente depresivo distorsiona
sistemáticamente sus experiencias en una dirección negativa. Encontró que el
paciente depresivo tiene una visión global negativa de sí mismo, del mundo, y del
futuro, que quedaba expresada dentro de un amplio rango de distorsiones cognitivas
negativas. A medida que aumentaba la evidencia en apoyo del papel preponderante
de las distorsiones cognitivas, minimizó la sintomatología depresiva del individuo.
Con este propósito, elaboró varias técnicas para corregir las distorsiones y para
ajustar a la realidad el sistema de procesamiento de la información de los pacientes,
técnicas basadas en la aplicación de la lógica y de reglas de evidencia.

El movimiento de la terapia de conducta contribuyó sustancialmente al desarrollo de


la terapia cognitiva. El conductismo metodológico, con su énfasis en los objetivos
específicos, al delimitar los procedimientos concretos para lograr dichos objetivos y
proporcionar retroalimentación, abrió nuevas dimensiones a la terapia cognitiva e
hizo que algunos autores se refiriesen a este enfoque con una nueva denominación:
“terapia de conducta cognitiva”.

El modelo cognitivo de Beck es una de las principales terapias cognitivas en la


actualidad. Cabe destacar, que es una de las terapias cognitivas más estudiadas,
sobre todo, a través de ensayos clínicos controlados, considerados actualmente
como tratamientos empíricamente validados. Otro rasgo que cabe destacar al
modelo cognitivo de Beck, es el amplísimo rango de aplicación que ha
experimentado este tipo de terapia cognitiva. Fundamentalmente, la terapia
cognitiva de Beck se desarrolló para el tratamiento de pacientes con trastornos
depresivos y fue ampliando su rango de aplicación al campo de los trastornos de
ansiedad y fobias, y más recientemente, se empezó a aplicar al campo de los
trastornos de la personalidad.

1.3. Modelo Cognitivo - BIRNNA


La terapia cognitiva se basa en el modelo cognitivo, que plantea la hipótesis de que las
percepciones de los eventos influyen sobre las emociones y los comportamientos de las
personas. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas, sino más bien por
el modo como las personas interpretan esas situaciones (Beck, 1964; Ellis, 1962).
Según (Beck.J,1995 )Los sentimientos de las personas están asociados con su forma de pensar e
interpretar una situación. No es la situación misma la que determina en forma directa lo que
siente. La respuesta emocional está condicionada por la percepción de la situación. El terapeuta
cognitivo se interesa especialmente por el nivel de pensamiento que opera simultáneamente con
el pensamiento superficial, que es el más evidente. Mientras usted lee, puede identificar distintos
niveles en sus propios pensamientos. Una parte de su mente se centra en la información que
aparece en el texto, está comprendiendo e integrando los datos fácticos que este provee. En otro
nivel, es posible que usted esté desarrollando una actividad rápida de evaluación. Esta actividad
corresponde a los llamados pensamientos automáticos, que no surgen de una deliberación o un
razonamiento, sino que parecen brotar de manera automática y suelen ser veloces y breves. Es
posible que usted no sea demasiado consciente de estos pensamientos y que sólo tome
conciencia de la emoción que surge de ellos. Por esta razón, muchas veces los pensamientos
automáticos son aceptados como ciertos, sin ser sometidos a ninguna clase de crítica. No
obstante, es posible aprender a identificar los pensamientos automáticos por medio de la
observación de los cambios afectivos.Cabe preguntarse de dónde surgen los pensamientos
automáticos. ¿Por qué razón distintas personas interpretan la misma situación de modos
completamente diferentes? ¿Por qué una misma persona puede identificar una situación de dos
maneras distintas en dos momentos diferentes? La respuesta a estas preguntas se relaciona con
un fenómeno cognitivo más perdurable: Las creencias

a) Creencias a partir de su infancia, las personas desarrolla ciertas creencias acerca de ella
mismas, las otras personas y el mundo. Las creencias centrales son ideas tan fundamentales
y profundas que no se suele expresar, ni siquiera ante uno mismo. Estas ideas son
consideradas por la persona como verdades absolutas, creyendo que es así como las
personas “Son”. Esta creencia puede activarse, o bien solamente cuando está deprimido, o
bien la mayor parte del tiempo. Cuando se activa esta creencia central, interpreta las
situaciones a través de la lente de esta creencia, aun cuando la interpretación pueda ser, a la
luz de un análisis racional, completamente falsa.Las creencias centrales constituyen el nivel
más esencial de creencia. Son globales, rígidas y se generalizan en exceso. Los
pensamientos automático, que son las palabras e imágenes que pasan por la mente de la
persona, son, en cambio, específicos para cada situación y se considera que constituyen el
nivel más superficial de la cognición.(Beck.J,1995 )
b) Actitudes, reglas y presunciones las creencias centrales inciden en el desarrollo de una
clase intermedia de creencias, que consisten en actitudes, reglas y presunciones, a menudo
no expresada. Estas creencias influyen en las forma de ver una situación, y esa visión a su
vez influye en el modo como piensa, siente y se comporta. Se describe, a continuación, la
relación entre las creencias intermedias, las creencias centrales y los pensamientos
automáticos.¿Cómo se originan las creencias centrales y las intermedias?. Desde las
primeras etapas de su desarrollo, las personas tratan de comprender su entorno. Necesitan,
además, organizar sus experiencias de una manera coherente para lograr la adaptación que
necesitan (Rosen,1988).Sus interacciones con el mundo y con los demás las llevan a ciertos
aprendizajes que conforman sus creencias y son variables en cuanto a su grado de
exactitud y funcionalidad. Las creencias disfuncionales pueden ser “desaprendidas” y en su
lugar se pueden aprender otras creencias basadas en la realidad y más funcionales. Esto es
muy importante para los terapeutas cognitivos.
c) Relación entre la conducta y los pensamiento automáticos, según (Beck.J,1995 )En una
situación específica, las creencias subyacentes de una persona influyen sobre sus
percepciones, y esto se expresa por medio de pensamientos automáticos específicos para
esta situación. Estos pensamientos, a su vez, inciden sobre las emociones.Las preguntas
básicas que se plantea el terapeuta son: “¿Cómo llegó este paciente a esta situación?¿Qué
debilidad y acontecimientos de su vida(traumas, experiencias, interacciones)fueron
significativos al respecto?¿Cuáles son sus pensamientos automáticos y de qué creencias
surgen ?.Es importante que el terapeuta se ubique en el lugar del paciente para que pueda
así desarrollar empatía respecto de la situación que está atravesando, comprender cómo se
siente y percibe el mundo a través de sus ojos. Las conductas, las percepciones, los
pensamientos y emociones del paciente se harán comprensibles a partir de su historia y si
conjunto de creencias.

Distorsiones cognitivas: (Priscilla)


Las distorsiones cognitivas serían errores sistemáticos en el pensamiento de un paciente que
mantienen sus conexiones a pesar de la evidencia en contra, esto nos da a entender que
desempeñan un papel predominante en la psicopatología al producir la perturbación emocional estas
serían distorsiones de la realidad que se realizan de forma sistemática y que tienen como
consecuencia un sesgo hacia nosotros mismos (Beck, 1963). Las interpretaciones erróneas de la
realidad que llevan a la persona a percibir el mundo de otra manera poco objetiva. También se
presentan pensamientos automáticos y desencadenan emociones negativas (por ejemplo: tristeza,
miedo, soledad, desesperación, ira y odio) que dan lugar a conductas no deseadas o desadaptativas.
Estas distorsiones aparecen en ideas para el problema específico del paciente( por ejemplos un
paciente depresivo muestra distorsiones en temas relacionados como su valor personal, mientras un
paciente ansioso cuestiona relaciones con peligro.
Tal y como lo plantea Beck (1963,1976) se define como una cognición que persiste frente a la firme
evidencia o conducen al individuo que saquen conclusiones erróneas, aunque la percepción de una
situación sea la correcta.
Las distorsiones cognitivas tiene las caracteristicas parecidas de los pensamientos automáticos ( se
caracterizan por tratarse de mensajes específicos y repetitivos, compuestos por escasas palabras o
una imagen visual muy concreta, habitualmente encabezan miedos, autoreproches o recuerdos
dolorosos, representan una breve reconstrucción de un suceso pasado.
Los sesgos cognitivos es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento
mental , lo que lleva una distorsión, juicio errado, interpretación incoherente o ilógica, la existencia de
los sesgos cognitivos surgen como necesidad evolutiva para la emisión de juicios que utiliza nuestro
cerebro para asumir una posición rápida antes ciertos estímulos, problemas o situaciones, que
debido a la incapacidad de procesar toda la información disponible se filtra de una manera selectiva o
objetiva.
Tras los sentimientos negativos (ansiedad, ira, depresión…) existen unos pensamientos irracionales
que los provocan. Son las llamadas distorsiones cognitivas. Estos pensamientos ocultan, ignoran o
disfrazan la realidad y harán estériles nuestros esfuerzos para conseguir lo que nos proponemos.
Disponemos de un amplio sistema de calificación de las distorsiones cognitivas por ejemplo la más
importantes :

● Filtraje o abstracción selectiva: Consiste en seleccionar en forma de "visión de túnel" un


solo aspecto de una situación, aspecto que tiñe toda la interpretación de la situación y no se
percata de otros que lo contradicen.

Por ejemplo: Estefania encuentra con un amigo y hablan de muchos temas agradables, sin embargo
discuten de política, y al marcharse a casa se siente irritado pensando en las críticas de aquel hacia
sus ideas políticas, olvidando los otros temas agradables compartidos. Se filtra lo negativo, lo positivo
se olvida. Palabras claves para detectar esta distorsión son: "No puedo soportar esto", "No aguanto
que ", "Es horrible", "Es insoportable".

● Pensamientos Polarizado: Consiste en valorar los acontecimientos en forma extrema sin


tener en cuenta los aspectos intermedios. Las cosas se valoran como buenas o malas,
blancas o negras, olvidando grados intermedios.

Por ejemplo: Un chico que recibe un no al invitar a una chica piensa: "Solamente me pasan cosas
malas". Otra persona que no encuentra trabajo piensa: "Soy un incompetente e inútil". Palabras
claves para detectar esta distorsión son todas aquellas que extreman las valoraciones olvidando los
grados intermedios y matices. Ejemplos: "Fracasado", "Cobarde", "inútil", etc.

● Sobregeneralización: Esta distorsión del pensamiento consiste en sacar una conclusión


general de un solo hecho particular sin base suficiente.

Por ejemplo: Antonio que busca trabajo y no lo encuentra y concluye: "Nunca conseguiré un
empleo". Otra persona que se siente triste y piensa: "Siempre estaré así". Palabras claves
que indican que una persona está sobre generalizando son: "Todo, nadie, nunca, siempre,
todos, ninguno".

● Interpretación del pensamiento: Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los
sentimientos e intenciones de los demás. A veces, esas interpretaciones se basan en un
mecanismo llamado proyectivo que consiste en asignar a los demás los propios sentimientos
y motivaciones, como si los demás fueran similares a uno mismo.
Por ejemplo: Miguel nota cómo lo miran unos extraños y piensa: "Se que piensan mal de mí".
Otra persona está esperando a otra en una cita y esta tarda cinco minutos y sin mediar
prueba alguna, se le viene a su cabeza: "Se que me está mintiendo y engañando". Palabras
claves de esta distorsión son: "Eso es porque...”, "Eso se debe a...”, "Se que eso es por...".

● Visión Catastrófica: Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los


intereses personales, en ponerse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo.

Por ejemplo: Melisa está viendo la estadística de accidente de tráfico por la televisión y se le
pasa por la cabeza: "Y si me ocurriera a mi". Otra oye la noticia de que una persona perdió el
control y se suicidó, y piensa: "¿Y si me ocurre a mi igual?".La palabra clave que suele
indicar esta distorsión suele ser:" ¿Y si me ocurre a mi... tal cosa?".

● Personalización: Consiste en el hábito de relacionar, sin base suficiente, los hechos del
entorno con uno mismo.

Ejemplo: En el trabajo una persona tenía la impresión de que cada vez que el encargado
hablaba de que había que mejorar la calidad del trabajo se referían exclusivamente a él. Esta
persona pensaba: "Se que lo dice por mi". Una mujer que escuchaba a su marido quejarse
de lo aburrido del fin de semana, pensaba: "Seguro que piensa que soy aburrida". Un tipo de
personalización consiste en el hábito de compararse con otras personas de manera
frecuente: "Soy menos sociable que José", "A él le hacen caso pero no a mi". Palabras
claves son: "Lo dice por mi", "Hago esto mejor (o peor) que tal".

● Falacia de control: Consiste en cómo la persona se ve a sí misma de manera extrema


sobre el grado de control que tiene sobre los acontecimientos de su vida. O bien la persona
se suele creer muy competente y responsable de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en
el otro extremo se ve impotente y sin que tenga ningún control sobre los acontecimientos de
su vida.

Ejemplo: "Si otras personas cambiaran de actitud yo me sentiría bien", "Yo soy el
responsable del sufrimiento de las personas que me rodean". Palabras claves son: "No
puedo hacer nada por...”, "Solo me sentiré bien si tal persona cambia tal", "Yo soy el
responsable de todo...”

● FALACIA DE JUSTICIA: Consiste en la costumbre de valorar como injusto todo aquello que
no coincide con nuestros deseos.
Ejemplo:Una persona suspende un examen y sin evidencia piensa: "Es injusto que me hayan
suspendido". Otra piensa sobre su pareja:"Si de verdad me apreciara no me diría eso".
Palabras claves son: "No hay derecho a...”, "Es injusto que...”, "Si de verdad tal,
entonces...cual".

● RAZONAMIENTO EMOCIONAL: Consiste en creer que lo que la persona siente


emocionalmente es cierto necesariamente. Si una persona se siente irritado es porque
alguien ha hecho algo para alterar, si se siente ansioso es que hay un peligro real, etc. Las
emociones sentidas se toman como un hecho objetivo y no como derivadas de la
interpretación personal de los hechos. Las palabras claves en este caso son: "Si me siento
así es porque soy/ o a ocurrido...”

● FALACIA DE CAMBIO: Consiste en creer que el bienestar de uno mismo depende de


manera exclusiva de los actos de los demás. La persona suele creer que para cubrir sus
necesidades son los otros quienes han de cambiar primero su conducta, ya que creen que
dependen solo de aquellos.

Ejemplo: Un hombre piensa: "La relación de mi matrimonio solo mejorará si cambia mi


mujer". Las palabras claves son: "Si tal cambiará tal cosa, entonces yo podría tal cosa".

● 11. ETIQUETAS GLOBALES: Consiste en poner un nombre general o etiqueta globalizadora


a nosotros mismos o a los demás casi siempre designándolos con el verbo "Ser". Cuando
etiquetamos globalizamos de manera general todos los aspectos de una persona o
acontecimiento bajo el prisma del ser, reduciéndolo a un solo elemento. Esto produce una
visión del mundo y las personas estereotipada e inflexible.

Por ejemplo una persona piensa de los negros:"Los negros son unos gandules”.
Un paciente piensa de manera idealizada de su terapeuta: "Es una persona estupenda". En
este caso las palabras clave p "Es una persona estupenda". Es el efecto de englobar bajo
una etiqueta hechos distintos y particulares de modo inadecuado. Por ejemplo: Una hombre
cada vez que tenía ciertas dificultades para hablar con una mujer que le agradaba, se decía,
"Soy tímido, por eso me pasa esto". Las palabras claves son: "Soy un", "Es un", "Son unos”.

● 12. CULPABILIDAD: Consiste en atribuir la responsabilidad de los acontecimientos bien


totalmente a uno mismo, bien a otros, sin base suficiente y sin tener en cuenta otros factores
que contribuyen a los acontecimientos.

Por ejemplo una madre cada vez que sus hijos alborotaban o lloraban tendía a irritarse con
ellos y consigo misma echándose la culpa de no saber educarlos mejor. Otra persona que
estaba engordando culpaba a su cónyuge por ponerle alimentos demasiado grasos. Otra
característica de la culpa es que a menudo no lleva a la persona a cambiar de conducta sino
solo a darle vueltas a los malos actos. En este caso las palabras claves aparecen en torno a:
"Mi culpa", "Su culpa", "Culpa de...”.

● 13. LOS DEBERÍAS: Consiste en el hábito de mantener reglas rígidas y exigentes sobre
cómo tienen que suceder las cosas. Cualquier desviación de esas reglas u normas se
considera intolerable o insoportable y conlleva alteración emocional extrema. Algunos
psicólogos han considerado que esta distorsión está en la base de la mayoría de los
trastornos emocionales.

Ejemplos de este caso son: Un medico se irritaba constantemente con los pacientes que no
seguían sus prescripciones y pensaba: "Deberían de hacerme caso"; eso impedía que
revisara sus actuaciones o explorará los factores que podían interferir en el seguimiento de
sus indicaciones.
Un hombre estaba preocupado excesivamente por los posibles errores que podría cometer
en su trabajo ya que se decía "debería ser competente y actuar como profesional, y no
debería cometer errores”. Las palabras claves como puede deducirse son: "debería de...",
"No debería de...”, "Tengo que...”, "No tengo que...", "Tiene que...”. Albert Ellis, uno de los
terapeutas cognitivos más eminentes, llama a este hábito "Creencias Irracionales" y las
contrapone a las "Creencias Racionales" caracterizadas por lo que la persona desea o
prefiere respecto a sus objetivos o metas. Afirma que los deberías producen emociones
extremas y trastornos y los deseos personales derivados de las creencias racionales pueden
producir malestar cuando no se consiguen, pero no de manera extrema como las exigencias
de los "deberías", que además nos aleja de conseguir nuestros objetivos al marcarnos solo
un camino rígido.
● 14. TENER RAZÓN: Consiste en la tendencia a probar de manera frecuente, ante un
desacuerdo con otra persona, que el punto de vista de uno es el correcto y cierto. No importa
los argumentos del otro, simplemente se ignoran y no se escuchan.

Por ejemplo: Una pareja discutía frecuentemente por la manera de educar a los hijos, cada
uno se decía: "Yo llevo razón, él/ella está equivocado" y se enredaban en continuas
discusiones con gran irritación de ambos. No llegaban a ningún acuerdo tan solo era una
lucha de poder, de sobresalir con su razón particular. Las palabras claves que denotan esta
distorsión son: "Yo llevo razón", "Se que estoy en lo cierto él/ella está equivocado".

● 15. FALACIA DE RECOMPENSA DIVINA: Consiste en la tendencia a no buscar solución a


problemas y dificultades actuales suponiendo que la situación mejorará "mágicamente" en el
futuro, o uno tendrá una recompensa en el futuro si la deja tal cual. El efecto suele ser el
acumular un gran malestar innecesario, el resentimiento y el no buscar soluciones que
podrían ser factibles en la actualidad.

Por ejemplo: Una mujer toleraba que su marido llegara bebido a altas horas y diera voces.
Ella se decía:"Si aguanto el día de mañana se dará cuenta de lo que hago por él”. Sin
embargo iba acumulando gran ira y respondía de manera indirecta a su malestar cuando su
pareja le solicitaba relación sexual y ella se oponía por "estar cansada y con dolor de
cabeza". En este caso las palabras claves que indican esta distorsión son: "El día de mañana
tendré mi recompensa”, “las cosas mejoraran en un futuro".

(Falta terminar)

El modelo cognitivo de la depresión - Claudia


Surgió a partir de observaciones clínicas sistemáticas y de investigaciones experimentales. Esta
interacción entre los enfoques clínico y experimental ha facilitado el desarrollo progresivo del modelo
y del tipo de terapia que de él se deriva (Beck, 1976). El modelo cognitivo postula tres conceptos
específicos para explicar el sustrato psicológico de la depresión: (1) la tríada cognitiva, (2) los
esquemas, y (3) los errores cognitivos.

Concepto de tríada cognitiva


La tríada cognitiva consiste en tres patrones cognitivos principales que inducen al paciente a
considerarse a sí mismo, su futuro y sus experiencias de un modo idiosincrático.
El primer componente de la tríada se centra en la visión negativa del paciente acerca de sí mismo. El
paciente se ve desgraciado, torpe, enfermo, con poca valía. Tiende a atribuir sus experiencias
desagradables a un defecto suyo, de tipo psíquico, moral, o físico.
El segundo componente de la tríada cognitiva se centra en la tendencia del depresivo a interpretar
sus experiencias de una manera negativa. Le parece que el mundo le hace demandas exageradas
y/o le presenta obstáculos insuperables para alcanzar sus objetivos.
El tercer componente de la tríada cognitiva se centra en la visión negativa acerca del futuro. Cuando
la persona depresiva hace proyectos de gran alcance, está anticipando que sus dificultades o
sufrimientos actuales continuarán indefinidamente.

Principios de la terapia cognitiva y la triada cognitiva

Principios sobre los que se rige esta terapia para tratar la depresión y otros trastornos del estado del
ánimo.
1) Primer principio o triada cognitiva de Beck. Se basa principalmente en la formulación
dinámica del paciente y los problemas que presenta en términos cognitivos. Es decir, se
identifican los pensamientos irracionales del paciente que presenta actualmente así como
también aquellas acciones que lleva a cabo y que le generan problemas. También se
analizan sus ideas y su sistema de creencias. Todo esto tiene como finalidad que el paciente
logre también identificarlos y hacer consciencia de ellos para que después los modifique y
encuentre nuevas respuestas más positivas y adaptativas.
2) Segundo principio. Este tipo de terapia requiere que se establezca una buena alianza
terapéutica entre el cliente y el terapeuta.
3) Tercer principio. Hace énfasis en la participación y colaboración activa. Está comprobado
que los pacientes que se muestran más participativos durante el tratamiento, tienen un 50%
de probabilidades de encontrar la ayuda que necesitan y finalmente resolver sus problemas.
4) Cuarto principio. Esta terapia está orientada hacia la consecución de objetivos y se centra
en determinados problemas. Por lo que desde la primer sesión, se establecen con el
paciente los problemas sobre los que se va a trabajar.
5) Quinto principio. La terapia cognitiva está centrada en el presente. Por lo que se le explica
al paciente lo que es actuar en el aquí y ahora y si este actúa en base a ello. También se le
explica cómo es que los pensamientos que tiene relacionados con el pasado o el futuro están
afectando en su bienestar emocional del presente.
6) Sexto principio. Esta terapia es educativa ya que tiene como objetivo enseñar al paciente a
que logre ser su propio terapeuta enseñándole a identificar todos aquellos pensamientos
automáticos negativos, sus creencias irracionales y de donde provienen para que aprenda
finalmente a modificarlos por otros más adaptables y positivos.
7) Séptimo principio. Este tipo de terapia suele ser limitada con el tiempo. Es decir, se
pretende que el paciente ya muestra mejoras a partir de la cuarta sesión y que para la sesión
catorce ya cuente con las herramientas suficientes para ir aliviando los síntomas que
presenta. Sin embargo, todos los casos son diferentes.
8) Octavo principio. Las sesiones en este tipo de terapia son estructuradas. Es decir, llevan un
guión y un orden lógico que debe de seguirse para facilitar que el paciente practique la auto
terapia y para permitir el psicólogo prestar atención en lo más importante de el paciente.
9) Noveno principio. Esta terapia ayuda a que el paciente logre identificar así como también
evaluar y analizar los pensamientos y comportamientos disfuncionales son los que cuenta.
10) Décimo principio. Posee muchas técnicas que se pueden utilizar para lograr con el paciente
modificar sus pensamientos, estado de ánimo y su conducta.

Organización estructural del pensamiento depresivo(ESQUEMAS)


Un segundo componente del modelo cognitivo es el que se refiere al modelo de esquemas. Este
concepto se utiliza para explicar por qué mantiene el paciente depresivo actitudes que le hacen sufrir
y son contraproducentes, incluso en contra de la evidencia objetiva de que existen factores positivos
en su vida. Cualquier situación está compuesta por un amplio conjunto de estímulos. El individuo
atiende selectivamente a estímulos específicos, los combina y conceptualiza la situación.
Cuando una persona se enfrenta a una circunstancia. El esquema es la base para transformar los
datos en cogniciones (definidas como cualquier idea con un contenido verbal o gráfico). Así, un
esquema constituye la base para localizar, diferenciar y codificar el estímulo con que se enfrenta el
individuo. Este categoriza y evalúa sus experiencias por medio de una matriz de esquemas.
Los tipos de esquemas empleados determinan el modo como un individuo estructurará distintas
experiencias. Un esquema puede permanecer inactivo durante largos períodos de tiempo y ser
activado por inputs ambientales específicos (por ejemplo, situaciones generadoras de ansiedad).
Estos esquemas activados en una situación específica determinan directamente la manera de
responder de la persona. En los estados psicopatológicos tales como la depresión, las
conceptualizaciones de los pacientes acerca de determinadas situaciones se distorsionan de tal
modo que se ajustan a esquemas inadecuados prepotentes.

Errores en el procesamiento de la información


Los errores sistemáticos que se dan en el pensamiento del depresivo mantienen la creencia del
paciente en la validez de sus conceptos negativos, incluso a pesar de la existencia de evidencia
contraria (Beck, 1967).
1. Inferencia arbitraria (relativo a la respuesta): se refiere al proceso de adelantar una determinada
conclusión en ausencia de la evidencia que la apoye o cuando la evidencia es contraria a la
conclusión.
2. Abstracción selectiva (relativo al estímulo): consiste en centrarse en un detalle extraído fuera de su
contexto, ignorando otras características más relevantes de la situación, y conceptualizar toda la
experiencia en base a ese fragmento.
3. Generalización excesiva (relativo a la respuesta): se refiere al proceso de elaborar una regla
general o una conclusión a partir de uno o varios hechos aislados y de aplicar el concepto tanto a
situaciones relacionadas como a situaciones inconexas.
4. Maximización y minimización (relativo a la respuesta): quedan reflejadas en los errores cometidos
al evaluar la significación o magnitud de un evento; errores de tal calibre que constituyen una
distorsión.
5. Personalización (relativo a la respuesta): se refiere a la tendencia y facilidad del cliente para
atribuirse a sí mismo fenómenos externos cuando no existe una base firme para hacer tal conexión.
6. Pensamiento absolutista, dicotómico (relativo a la respuesta): se manifiesta en la tendencia a
clasificar todas las experiencias según una o dos categorías opuestas; por ejemplo, impecable o
sucio, santo o pecador. Para describirse a sí mismo, el paciente selecciona las categorías del
extremo negativo.

Una manera de abordar el desorden de pensamiento presente en la depresión es conceptualizar


términos de modos “primitivos” de organizar la realidad vs. modos “maduros”. Parece claro que las
personas depresivas tienden a estructurar sus experiencias de un modo bastante primitivo. Tienden a
emitir juicios globales respecto a los acontecimientos que afectan su vida. Sus contenidos de
pensamiento tienen una gran probabilidad de ser extremos, negativos, categóricos, absolutistas, etc.
La respuesta emocional, por lo tanto, tiende a ser negativa y extrema. En contraposición a este tipo
de pensamiento primitivo, un pensamiento más maduro integra automáticamente las situaciones en
varias dimensiones.

Predisposición y desencadenamiento de la depresión


La teoría propone que algunas experiencias tempranas proporcionan la base para formar conceptos
negativos sobre uno mismo, el futuro y el mundo. Estos conceptos negativos (esquemas) pueden
permanecer latentes y ser activos por determinadas circunstancias, análogas a las experiencias
inicialmente responsables de la formación de las actitudes negativas. Por ejemplo, la ruptura
matrimonial puede activar el concepto de pérdida irreversible asociado con la muerte de uno de los
padres acaecida durante la infancia del individuo. En otro orden de cosas, la depresión puede ser
desencadenada por una anormalidad o una enfermedad física que activa la creencia latente en una
persona de que está destinada a una vida de sufrimiento. Las situaciones desagradables de la vida –
incluso las extremadamente adversas– no conducen necesariamente a una depresión, a no ser que
la persona esté especialmente sensibilizada hacia un tipo concreto de situación, debido a la
naturaleza de su organización cognitiva. En respuesta a situaciones traumatizantes, las persona
media aún mantendría su interés por otros aspectos no traumáticos de su vida, valorándose de forma
realista. Por el contrario, el pensamiento de la persona con tendencia a la depresión aparece
bastante constreñido, desarrollando ideas negativas acerca de todos los aspectos de su vida.
Existe una considerable evidencia empírica a favor del modelo cognitivo de la depresión.
Recientemente (Beck y Rush, 1978) han sido revisados los datos obtenidos en observaciones
clínicas y estudios experimentales. Estos trabajos apoyan la presencia e interrelación de los
componentes de la “tríada cognitiva” en la depresión. Algunos estudios apoyan la existencia de
ciertos déficits cognitivos específicos (por ejemplo, deterioro del razonamiento abstracto y de la
atención selectiva) en las personas depresivas o suicidas.
Técnicas - Brenda

Aunque su nombre sea Terapia Cognitiva de Beck, esta incluye técnicas cgnitivas y
conductuales lo que se pretende es modificar las cogniciones del sujeto, que son elemento
causal de la conducta, normalmente se pensaba que primero se cambiaba la conducta para
cambiar el pensamiento, por esto, cualquier técnica que se usa, bien sea cognitiva o
conductual, se orienta a cambiar en principio los pensamientos distorsionados
(cogniciones) para luego modificar el núcleo más profundo y arraigado.(Colli, 2019)

Las técnicas cognitivas que se incluyen en la terapia cognitiva de la depresión son


(Dobson y Franche, 1991): el registro diario de pensamientos disfuncionales, la
comprobación de la realidad, las técnicas de reatribución, las técnicas de solución de
problemas, el diseño de experimentos, la refutación con respuestas racionales y la
modificación de las suposiciones disfuncionales.

Aplicación - AMY

I. CONCLUSIONES

II. RECOMENDACIONES

III. BIBLIOGRAFÍA

Beck,J. (1995). Terapia Cognitiva: Conceptos Básicos y profundización.


España: Gedisa

Beck, A. (2009). Terapia cognitiva de la depresión. Editorial Desclée de


Brouwer.
Gabalda, I. C. (2009). Manual teórico-práctico de psicoterapias cognitivas (2a.
ed.). España: Editorial Desclée De Brouwer.

Keegan, E. (2007), Escritos de psicoterapia cognitiva, Buenos Aires, Eudeba.

Colli, A. M. (2019). Teorías de la psicoterapia conceptos, ejercicios y casos : Manual


para estudiantes, consejeros y psicólogos clínicos. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
IV. ANEXOS

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