NOVEDADES Y CONSECUENCIAS DE LA LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN
La Ley Federal de Educación N°24195 del año 1993, fue la primera ley orgánica del país y una de las leyes que cambió el foco de la educación como derecho que el Estado debía garantizar, hacia el entendimiento de la misma como producto de consumo. A partir de la LFE se crea la Educación General Básica (EGB), que está dividida en tres ciclos y el último de estos incorpora dos años de la antigua secundaria, también se produce la extensión de la obligatoriedad escolar a diez años.
La implementación de estos cambios es poco comprensible, pues
hubiera sido más razonable mejorar las estrategias de articulación de primaria y secundaria, que era donde se producía la pérdida de matrícula, antes que promover el cambio estructural que implicó cargas económicas y de recursos educativos que muchas jurisdicciones no poseían. La modificación estructural decantó en un caos en el sistema. Se registró una mayor incorporación de los sectores populares a los últimos años de la EGB, pero es difícil asociarlo con el cambio estructural, debido a que este fenómeno se venía registrando desde años anteriores.
En este periodo se focalizó el gasto público en los sectores más
necesitados y se derivó a los sectores con mayor capacidad adquisitiva, al mercado. Esto derivó en un proceso de descentralización que promovió bajo la idea de “competencia”, la introducción de mecanismos en el ámbito educativo para alcanzar la “eficiencia” y “racionalidad” que remarcaba el valor de la desigualdad. La descentralización tuvo dos efectos: Por un lado se profundizó el proceso de desinstitucionalización del Estado y se produjo el desplazamiento de los sectores medios del circuito educativo público al privado, pues el Estado había focalizado su rol educativo a una tarea asistencial.
En los ´90 se produjo una sectorización y las instituciones escolares se
abocaron a la creación de proyectos. Competían entre sí en la elaboración de los mismos para obtener financiamiento oficial y prestigio.