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Segundo Examen Parcial

Teorías de la Educación y Sistema Educativo Argentino


Cátedra Única Código: 901

Nombre/s y apellido/s: Butera, Sabrina


Pagliaretta, Nadia Teresa

Docente: Caldo, Martín Javier

Número de comisión: 7
Consignas

1) Relacionen la viñeta que aparece a continuación con el rol de los organismos


internacionales en la definición de políticas públicas en educación y vinculen con la
interpretación de los valores educativos desde el marco de la moderna derecha.
Luego ejemplifiquen con dos recomendaciones implementadas en nuestro país
durante la década de 1990 por los organismos internacionales en materia educativa.

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Puntaje asignado: 2,50 puntos

2) Expliquen por qué a partir de la década de 1960 se puede sostener que se pasó
de una centralización uniformante del sistema educativo a una descentralización
anárquica.
Puntaje asignado: 2,50 puntos

3) Compare la organización institucional y la definición de la política curricular en los


dos ciclos de reformas. Teniendo en cuenta estos aspectos y otros que considere
relevantes, analice el rol del Estado en la última reforma educativa.
Puntaje asignado: 2,50 puntos

4) ¿Cómo aparece regulada la función de la evaluación de la calidad en el marco de


la Ley de Educación Superior? ¿Qué órganos del Estado tienen competencias en
esta materia según dicha ley? Caracterice su acción en función del régimen de
títulos para las carreras de interés público.
Puntaje asignado: 2,50 puntos

Fecha de entrega de producción escrita: jueves 16 de junio

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1) La viñeta pone en evidencia que en las políticas educativas, los debates no se
desarrollan sólo en el contexto nacional, sino en el mundo globalizado. Rizvi y
Lingard, (2013) explican que los gobiernos nacionales se encuentran sujetos a los
organismos internacionales y valores educativos dominantes en un imaginario social
neoliberal.
Oreja Cerruti y Vior, (2016) destacan los organismos internacionales que incidieron
en la definición, financiamiento y condicionamiento de políticas públicas en América
Latina en la década de los ‘90. Entre ellos, señalan a la Organización de los Estados
Americanos (OEA), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), a través de ORTALC, su oficina regional, la
Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(OEI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco
Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según Rizvi y Lingard, (2013), el cambio de postura social-democrática hacia la
tendencia de la reorientación de valores neoliberales en políticas de privatización se
expresa con los ideales de la moderna derecha. Posición política que destaca
valores de libertad, seguridad y eficacia, con el propósito de formar capital humano
ante demandas de las industrias de conocimiento para competir y supeditarse a los
intereses económicos dominantes. Como consecuencia, los imperativos emergentes
de los organismos internacionales, las nuevas tecnologías, los nuevos modos de
acceso al conocimiento, producción, cultura, ética, implican una reconceptualización
de la educación que garantice la capacidad rápida y eficaz para resolver problemas
y adaptarse a cualquier situación mediante un aprendizaje continuo con objetivos de
incrementar la productividad.
Las propuestas de reformas a partir de la década de 1950 mediante la privatización,
la transferencia de servicios del sector público al sector privado, incluyendo la
educación, culminó con la provincialización del sistema educativo y la desregulación
de la educación privada. La Ley de Transferencias de servicios educativos (1991)
concluyó el proceso de descentralización iniciado a fines de los setenta, trasladando
la responsabilidad de la educación secundaria y superior no universitaria a las
provincias y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Por lo tanto, el Estado al
ceder su responsabilidad a las provincias queda ante un rol de subsidiariedad,
dificultando el cumplimiento de obligaciones. Así como los derechos de propiedad y
vida digna no es “para todos”, privilegia al sector capitalista. En paralelo, la justicia
se ausenta en los sectores vulnerados de poco acceso y explotación laboral. Se
implementaron recomendaciones como la reasignación del gasto a favor del nivel
primario, la focalización del gasto social, establecimiento de sistemas de información
y evaluación, reducción de la formación inicial de los docentes por formas más
eficientes y promoción de escalas salariales "competitivas" e incentivos por
desempeño. Para el Nivel Superior se recomendó el fomento del desarrollo de
instituciones privadas, la diversificación institucional y el cobro de derechos de
matrícula acompañado de sistemas de becas selectivas y de préstamos para los
estudiantes más pobres (Klecs, 2008; Vior y Oreja Cerruti, 2014; Coraggio, 1995).
La Ley Federal de Educación (1993) incluyó a la educación privada dentro del
esquema público y adjudicó como función correspondiente al Ministerio de
Educación de la Nación, la evaluación de calidad de la educación. El primer
operativo nacional de evaluación de la calidad de la educación se llevó a cabo en
1994 y consistió en la aplicación de pruebas de lengua y matemáticas a los alumnos
del 7º año del ex nivel primario.

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2) Paviglianiti (1998) plantea que Argentina en materia de educación pasó de un
modelo en el que el gobierno nacional tenía un peso muy elevado y tendía a
imponer su sistema (centralización uniformante) a una descentralización anárquica.

Esto se produce porque, tras la llegada al poder de grupos portadores de las


ideologías neoliberales de la nueva derecha, el gobierno nacional pasó de tener un
rol hegemónico en el ejercicio de la educación institucionalizada. Con un gran
número de escuelas a su cargo y una unidad nacional soportada sobre la base del
currículum unificado (conseguida por una fuerte regulación de las currículas y la
validez de los títulos tanto privados como provinciales) a ocupar un rol subsidiario
facilitando la acción del sector privado y derivando la responsabilidad del
crecimiento y sostenimiento de la educación básica y media a los gobiernos
provinciales.

Scioscioli (2015) ubica el punto de partida a la descentralización en el año 1962


cuando de manera unilateral y arbitraria, durante el gobierno de Frondizi, se intentó
transferir en forma masiva a las instituciones educativas nacionales de nivel primario
a las jurisdicciones provinciales. Si bien ese intento falló, en 1970 se derogó la ley
Láinez, lo cual significó que el Estado nacional no crearía más escuelas en territorio
provincial. En 1978 el gobierno militar puso en marcha un nuevo plan de
descentralización y se transfirieron obligatoriamente las escuelas primarias , a la vez
que se exigió a las provincias que aceptarán dichas instituciones.

Paviglianiti (1998) destaca que el traspaso se efectuó sin que se modificara el


régimen de distribución de impuestos entre la Nación y sus provincias, careció de
gradualidad y posibilidad de discusión. Tampoco se establecieron mecanismos
reguladores para garantizar un mínimo de oferta educativa, ni se proveyeron normas
sobre la distribución de recursos para asegurar la prestación del servicio educativo
en todo el territorio del país. Se presentó a la transferencia como la mejor modalidad
para permitir una realización más plena del federalismo constitucional, un mejor uso
de recursos, una mayor reorganización de los sistemas educativos superpuestos en
un mismo territorio, y el acercamiento de las decisiones a cada uno de los
establecimientos educacionales. Sin embargo, la transferencia operó con
exclusividad sobre la base de un criterio “economicista''. Se trata de un objetivo real
de reducción del déficit fiscal y de burocracia federal de manera que ello implicó una
imposición de asignación de competencias del gobierno federal a las provincias por
motivos económicos

En cuanto a la facilitación de la acción del sector privado en materia de educación


se producen dos acciones:
1) Se le concede a este sector mayor acceso a fondos públicos mediante la Ley
14.473 de 1958
2) Se produjo una desregulación académica del sector privado ya que en 1960
se derogó la ley 934 que establecía que los alumnos de establecimientos
privados debían rendir examen en los establecimientos nacionales para dar
validez a sus estudios. Posteriormente, en 1964 se les permitió desarrollar
planes de estudio que no sean exactamente los oficiales, produciéndose una
multiplicación de planes.

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3)El primer ciclo de reformas, se desarrolla en período neoliberal con
descentralización del Estado y un rol subsidiario. Como se mencionó en la pregunta
(1), mediante La ley de transferencia de servicios educativos (1991) y políticas de
privatización y desregulación, se trasladó la responsabilidad de la educación
secundaria y superior no universitaria a las provincias y al Gobierno de CABA. La
Ley Federal de Educación (1993) reorganizó la estructura académica con intención
de conservar algo de unidad del sistema educativo y garantizar por parte del estado
el derecho a la educación. Extendió la obligatoriedad de siete a diez años de
estudio; incluyó a la educación privada dentro del sistema público; modificó los
diseños curriculares; redefinió las responsabilidades de las instituciones con tres
niveles de gobierno: Consejo Federal, Ministerio Nacional y Jurisdireccional. Por
otra parte, es sancionada la Ley de Educación superior (1995) desarrollada en la
pregunta (4), la cual reconoce la autonomía académica e institucional de las
universidades.
Ruiz (2010) explica que fue necesario establecer acuerdos entre el Estado Nacional
y los Estados Provinciales). Surgieron nuevos tipos de resolución de problemas
entre políticos, administradores escolares de las jurisdicciones y el poder ejecutivo
nacional, cuyo encargado de las decisiones es el Consejo Federal de Cultura y
Educación. Sin embargo, al ser ambigua la ley respecto de la ejecución por parte del
CFCE, su incumplimiento no implicaba ningún tipo de sanción.
En la redefinición de los contenidos, se establecen los Contenidos Básicos
Curriculares (CBC) para todos los niveles de la Educación General Básica y la
Formación Docente, propuestos por el gobierno nacional y aprobados por el
Consejo Federal de Cultura y Educación. Por lo cual, cada provincia debía asumir la
responsabilidad de elaborar sus propios diseños curriculares que podían ser
adaptados a las situaciones que enfrenta cada institución (Tedesco, 2010)
En consecuencia, comienzan perpetuarse la diversificación en el sistema educativo,
reclamos y paros por aumento de la pobresa y desigualdad durante la crisis del
2001-2002. En el 2003 asume la presidencia Nestor Kirchner, período por el cual, el
Estado intenta recentralizarse en un rol más principal sobre la acción del sistema
educativo argentino.
Kruger (2016) ubica a partir de 2005 una segundo ciclo de reformas encarnadas en
tres cuatro leyes: La ley Nacional de educación Técnico profesional; la Ley de
Financiamiento Educativo; y La Ley de Educación Nacional. Además se
sancionaron: la Ley de 180 días, Ley Paritaria Doente, Ley de ESI. En cuanto a la
organización institucional, la ley 26206 mantiene tres niveles de gobierno del
sistema educativo y apela a la concertación en el ámbito del Consejo Federal de
Educación (ex CFCE), las resoluciones del consejo pasan a ser de aplicación
obligatoria en las jurisdicciones provinciales. En cuanto a la definición de la política
curricular, la ley 26.206 concluye el proceso iniciado con la Ley 24.195 en cuanto al
derecho a la educación y se extiende la obligatoriedad hasta la secundaria, se
modifica la estructura académica, se renombran los niveles con distintas
modalidades como por ejemplo los régimenes especiales de enseñanza en
educación rural. Se otorgan subsidios, asistencia a sectores de bajos recursos, se
reemplazaron los CBC por los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) que
abarcan todos los niveles de escolaridad obligatoria. La ley de ducación Tecnico
Profesional, brinda opciones de formación y empleabilidad. En la última reforma, se
refuerza la centralidad del Estado dándole más poder al CNE, con la Ley de
Financiamiento educativo para asegurar las condiciones materiales y planificar a
largo plazo. A través del INFD e INED se maneja el catálogo de títulos, formación

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docente y registro de institución para validez y reconocimiento. El Estado se
posiciona como prestador garante de la inclusión educativa con políticas
universales.
4) Buchbinder (2005) propone que en el contexto privatizador y conservador de la
década del 90 se pusieron en cuestión el sentido social, la prioridad, y la naturaleza
de la inversión en educación superior. La lógica del mercado debía reemplazar la
lógica pública de las instituciones que formaran los profesionales que el nuevo
sistema socioeconómico requería . Como reforma educativa, las recomendaciones
de mejorar la calidad desde el BM y el BID se fue acentuando, con la insistencia de
instalar sistemas de evaluación de estudiantes, docentes e instituciones.

La evaluación de la calidad en el marco de la Ley de Educación Superior Nº 24.521,


sancionada en 1995 está regulada por la acreditación de carreras de grado. Las
instituciones universitarias deben asegurar el funcionamiento de instancias de
evaluación. Por las cuales, analizan logros y dificultades en el cumplimiento de sus
funciones y sugieren medidas para mejorar. Las autoevaluaciones se
complementaran con evaluaciones externas, como mínimo cada seis (6) años. Las
funciones que abarca son de docencia, investigación y extensión, en el caso de las
instituciones universitarias nacionales, también la gestión institucional. Las
evaluaciones externas estarán a cargo de la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (CONEAU) o de entidades privadas constituidas con ese
fin (Ley de Educación Superior 24.521, Art. 44.).

Ruiz (2010) ubica según la Ley de Educación superior, al órgano de coordinación: el


Consejo de Universidades, el Comité Ejecutivo de Consejo Interuniversitario
Nacional, la Comisión Directiva del Consejo de rectores de Universidades Privadas,
un representante de cada uno de los siete Consejos Regionales de Planificación de
la Educación superior y un representante del Consejo Federal de Educación(CFE).
El Consejo de Universidades debe expedirse sobre el asunto de régimen de títulos
que corresponde al Ministerio de Educación determinar en acuerdo con el Consejo
de Universidades. La acreditación de carreras de grado por parte de la CONEAU
requiere aprobación previa por parte del Ministerio de Educación en acuerdo con el
Consejo de Universidades. La CONEAU está compuesta por doce (12) miembros,
designados por el Poder Ejecutivo nacional a propuesta de los organismos: tres por
el Consejo Interuniversitario Nacional de Educación, uno por el Consejo de Rectores
de Universidades Privadas, uno por la Academia Nacional de Educación, tres por
cada una de las Cámaras del Honorable Congreso de la Nación y uno por el
Ministerio de Cultura y Educación. Duran en sus funciones cuatro años. Esta
Comisión cuenta con un presupuesto propio (Ley de Educación Superior 24.521,
Art. 47.). En función del régimen de títulos para las carreras de interés público, los
planes de estudio deben respetar tanto la carga horaria como contenidos
curriculares básicos y los criterios sobre intensidad de la formación practica que
determine el Ministerio de Cultura y Educación, en acuerdo con el Consejo de
Universidades. Como se mencionó anteriormente, la acreditación periódica (cada
tres años) de carreras de grado cuyos títulos corresponden a profesiones que son
reguladas por el Estado le es asignada la tarea a la CONEAU o por entidades
privadas constituidas con ese fin debidamente reconocidas. Define también que es
el Ministerio de Cultura y Educación quien determinará con criterio restrictivo, en
acuerdo con el Consejo de Universidades, la nómina de tales títulos, así como las
actividades profesionales reservadas exclusivamente para ellos.

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Bibliografía
-Buchbinder, P (2005). Historia de las universidades Argentinas. Editorial
Sudamericana

- Krûger, N. (2016). Equidad educativa interna y externa: principales


tendencias en Argentina durante las últimas décadas. Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos, Vol. XLVI, 2, 39-78

-Ley de Educación Nacional, Nº 26.206, 2006.

-La Ley Estatuto del docente y su reglamentación, Nº 14.473, 1958

-La Ley Federal de Educación, N.º 24.195, 1993.

La Ley de Transferencias de servicios educativos, Nº 24.049, 1991

- Oreja Cerruti, M. y Vior, S. (2016). La educación y los Organismos


Internacionales de crédito. Préstamos y recomendaciones para América
Latina (2000-2015). Journal of Supranational Policies of Education, 4, 18-37

- Paviglianiti, N. (1988). Diagnóstico de la administración central de la


educación. Buenos Aires: MEyJ.

- Rizvi, F. y Lingard, B. (2013). Políticas educativas en un mundo globalizado.


Madrid:Ediciones Morata.

- Ruiz, G. (2010). La constitución del Estado Evaluador en la Argentina: su


análisis a través de la definición del régimen de títulos universitarios. En
Ruiz, G. y Cardinaux, N. (comp.), La autonomía universitaria. Definiciones
normativas y jurisprudenciales en clave histórica y actual (pp. 133-152).
Buenos Aires: La Ley / Facultad de Derecho de la UBA.

- Scioscioli, S. (2015). La educación básica como derecho fundamental.


Implicancias y alcances en el contexto de un Estado federal. Buenos Aires:
EUDEBA.

- Senen Gonzalez, S. (2001). Argentina: centro y periferias en la reforma


educativa: macroproyectos y micropolítica (1993-1999). LASA. Mimeo.

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