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2. El buen estudiante organiza su trabajo, su material y su tiempo.
Aunque creas que tienes tiempo de sobra, comienza tus jornadas de estudio con
bastante anticipación para los exámenes.
Haz un plan semanal(horario), de manera que todos los días dediques un tiempo al estudio y a
preparar el material que necesitas para cada área o curso.
Organización
Una organización anticipada te ayudará a ser más eficiente y distribuir el tiempo de forma lógica.
Cuando te pongas a estudiar, no ordenes tus apuntes o empieces a buscar la información que te
falte. El tiempo de estudio debes dedicarlo a leer, hacer resúmenes y resolver las dudas que te
puedan surgir.
Si te basas en el cumplimiento de un plan u horario, será más difícil que caigas en la multitarea, o
que el reparto de tiempo sea desigual.
Sé estricto con el cumplimiento de tu plan, y modifícalo si ves que pasan los días y no cumples los
objetivos marcados.
Espacio adecuado
Importante es el cómo, como el dónde estudiar. Así que prepara un lugar donde tengas todo lo que
necesitas.
Créate un lugar de trabajo con el material básico para el estudio, y donde haya pocas
distracciones.
Si estudias en la biblioteca: organiza tu mochila con el material que vayas a necesitar para tu
jornada y para cumplir las tareas asignadas.
Sé consciente de tu rendimiento y reparte el tiempo y las tareas de forma lógica y realista.
No es sano dedicar 12 horas un día porque has estado dos días sin hacer nada. Además, a mitad de
esas intensas jornadas, el cansancio se hará presente e irás rindiendo menos.
El miedo a equivocarse
El miedo a equivocarse también es natural. Preguntar algo ridículo y que todos se rían nos
hace callarnos la boca. Aunque tal vez tengamos una duda producida por alguna omisión del
profesor que no sólo nos ayudaría a nosotros, sino a todos los demás.
En este caso lo mejor es perder el miedo a equivocarse. Algo que no nos enseñan en tantos años
de educación formal y que debemos aprender por nosotros mismos.
2. Pide apuntes siempre que faltes. Si por un motivo u otro debiste
ausentarte de clase por algunos días u horas, es importante que pidas los
apuntes a alguno de tus compañeros. Ponte al día con el calendario de
trabajos y exámenes en caso de que haya habido modificaciones.
3. Llega en hora. Llegar en hora no sólo implica que tendrás lugar donde
sentarte, sino también que contarás con el tiempo necesario para prepararte
antes de que entre el profesor. Siéntate correctamente en tu sitio y
mantén a mano todo el material requerido para el área u curso.
Nunca una frase fue tan cierta para vivir mejor. Cuando terminamos algo, ya no tenemos que
preocuparnos más por esa cuestión. Lo hecho, hecho está, y podremos dedicarnos nuestro tiempo
a nosotros sin tener preocupaciones en la cabeza.
Hay muchas cosas que nos surgen en un momento dado y que no hacemos porque las dejamos para
un momento “más adecuado”. El momento más adecuado suele ser ahora. La gran mayoría de
ellas, son pequeñas cosas que podemos resolver al instante sin dejar que se acumulen. Siempre que
surja algo, hay que ver si lo podemos resolver “sobre la marcha” y así aprovechamos mejor nuestro
tiempo y dejamos a nuestra ocupada mente tranquila.
Te proponemos una dinámica cada vez que una tarea te venga a la mente, o que te pidan que hagas
algo. La pregunta es: ¿Puedo hacerlo ya? Y si la respuesta es sí, hazlo, sin excusas, hazlo. Si la
respuesta es no, tienes que tener un porqué, y un porqué importante (por ejemplo, si tienes otra tarea
urgente o estás en un momento que has decidido que sea de “no distracción” ¿Fácil? ¡Tu día a día
será mucho más fácil! Te sorprenderás de cuánto tiempo y preocupaciones ahorras, y verás cómo
mejora tu vida.
7. El buen estudiante estudia en un lugar adecuado y está concentrado (sin television, música,
celular…)
La palabra parece bastante obvia, pero recuerda que hay maneras
correctas de estudiar. Revisar el material con varios días de antelación, en
pequeñas porciones y usando métodos distintos son las mejores maneras
que han sido probadas efectivas ante un examen.
Los maestros asignan libros de texto por una causa y es para suplementar
la información y las discusiones que se den en clase. Lee todo el material
que sea asignado y aprende a identificar secciones que sean críticas.
Dormir lo suficiente. Es indispensable que el cuerpo se encuentre en forma. Para ello, hay que
dormir lo suficiente. Lo habitual son 8 horas cada 24 horas.
Descansar y desconectar
Tan importante es ser disciplinado durante las horas de trabajo, como dedicar tiempo a desconectar
y descansar.
Si tuvieses una meta de este tipo, no perderías tiempo con pensamientos improductivos.
¡Tendrías fuego en tus ojos! Podrías pensar que después de preparar el examen, dispones de
27 días para hacer lo que quieras. Podrías pensar ser el mejor y tener una capacidad fuera
de lo normal.
En resumen, ¡¡¡estos son pensamientos poderosos que vienen de una meta súper
motivante!!!
Pero ten cuidado con tus motivaciones en el estudio: querer aprobar el examen de
ingeniería eléctrica con una buena nota porque quieres graduarte a tiempo, no siempre es
una buena motivación. Es superficial poner el foco en el examen.
Si, sin embargo, entiendes que gracias a la preparación de este examen, podrías ser capaz
de diseñar los sistemas de transporte de una ciudad entera ( y quieres ser ingeniero), podrías
estar mucho más motivado e interesado.
Cada 25 minutos de intenso trabajo puedes tomarte 5/10 minutos de descanso para
responder mensajes, tomar un poco de agua o comer fruta. A continuación, empiezas de
nuevo con otra sesión de 25 minutos. El objetivo es llevar tu productividad al máximo
durante un tiempo no demasiado largo. De esta manera, ¡usarás todos tus recursos al
máximo!
Un científico reconocido, Tomas Edison -inventor entre otras cosas de la lámpara eléctrica
y el gramófono-sostenía que el genio está compuesto por un 1% de inspiración y un 99%
de transpiración.
De este modo indicaba que debemos prestar atención al uso de nuestras capacidades
Todos tenemos un cerebro con -aproximadamente- la misma cantidad de células (diez mil
millones!).