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LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA

CICLO ESCOLAR 2019 – 2020

PRIMER SEMESTRE

GRUPO “A”

Informe de Practica Docente

PRESENTA

C. Fernando Martinez Cabrera

COORDINADOR DEL CURSO

MTRA. Gisela Cueto Zárate

CD. IXTEPEC, OAX. MAYO, 2020


PRACTICA DOCENTE

La práctica docente, por lo tanto, está influenciada por múltiples factores: desde la

propia formación académica del docente hasta las singularidades de la escuela en la que

trabaja, pasando por la necesidad de respetar un programa obligatorio que es regulado por

el Estado y las diversas respuestas y reacciones de sus alumnos.

Puede decirse que la práctica docente está determinada por el contexto social, histórico e

institucional. Su desarrollo y su evolución son cotidianos, ya que la práctica docente se

renueva y se reproduce con cada día de clase.

Figura 1. Practica Docente

Conceptualizar el término de práctica docente no es sencillo, ya que en ella se

encuentran contradicciones porque se mueve entre la política educativa y el hacer de los

docentes en el vivir diario cara a cara con la docencia; de compartir con los alumnos

situaciones académicas, pero también familiares, económicas, políticas y sociales.

La práctica docente es una praxis social, es decir, un contacto directo con situaciones,

eventos o personas que la hace objetiva al ser intencional, porque en ella intervienen

significados, percepciones y acciones de todos aquellos implicados: alumnos, padres de

familia, docentes, directivos; además de asuntos políticos, institucionales, laborales,

administrativos, normativos, entre otros. “La práctica docente, por su conformación, es


heterogénea e histórica y concreta los significados de que se han apropiado los profesores

durante su vida profesional” (Fregoso)

Los docentes, en su práctica como un ejercicio cotidiano, dan cuenta día a día de los

éxitos y desventuras que tienen al ejercerla y también la posibilidad para mostrar sus

capacidades de reflexionar su hacer. La práctica docente implica un sinfín de relaciones; la

primera de ellas, fundamental para ejercerla, es la del maestro con sus alumnos y, con ello,

el desprendimiento hacia otras relaciones como lo son las de sus padres, amigos, otros

compañeros maestros, directivos grupos gremiales y comunidad. 

La realidad docente de una institución educativa depende de la percepción que haga

cada uno de los involucrados en ella, de los saberes e intereses que les trastoque y la

participación que tengan, buena o mala, dependerá del lugar y situación que viva en ella., la

realidad para algunos será perversa, mientras que para otros será considerada justa. En

ocasiones esas diferencias entre grupos generan en las instituciones conflictos que provocan

crisis y con ello perturbación, inestabilidad, conmoción, dejando al descubierto situaciones

producto a veces de luchas desleales que sin duda y de cualquier forma obligan a hacerse

cambios.

 La práctica docente está inmersa en un continuo cambio por el entramado de

situaciones de la vida cotidiana que se presentan por medio de las relaciones y donde el

diálogo es una posibilidad para enfrentar las crisis. Es con el diálogo donde las personas

aclaramos situaciones, malos entendidos, desencuentros; también dialogando construimos,

acordamos, entramos en razón, “por medio del diálogo, los maestros irán recuperando los
dos grandes elementos que sirven de punto de partida para el trabajo: su experiencia y su

saber pedagógico” (Fierro, 2006, pág. 27)

Conclusiones

El espacio educativo es un lugar de conflicto en el que se juegan luchas de poder y donde


las pulsiones personales o formativas no se hacen esperar cuando las relaciones entre los
sujetos se dan ya que el actuar está regulado por lo que cada profesor cree, sabe y supone.
El tipo de relaciones que se dan en las prácticas docentes posibilitan o no programas
educativos, proyectos institucionales e incluso el éxito o fracaso de una reforma educativa.

El cambio es una condición necesaria y obligada para transformarnos, rompiendo con la


tradición y la costumbre sí de mejorar la práctica docente se trata. El diálogo entre las
prácticas docentes, es un potencializador para rescatar las experiencias y los saberes
pedagógicos, que les convierte en expertos. Para lograr que los formadores de docentes
quieran y generen cambios verdaderos, es conveniente que sean reconocidos valorando sus
saberes docentes y evitando ser blanco para los medios de comunicación que se encargan
de satanizar la labor.

Ser docente vigente reta o provoca desafiar la propia formación, porque para ello se
requiere voluntad, actitud, decisión y esfuerzo para movilizarnos, comprometernos y
cambiar mejorando la práctica docente. La historia de la educación en México con sus
políticas educativas, ha legitimado y desprestigiado la práctica de los docentes cuando así a
convenido a sus intereses.

Bibliografía

Molina, F. (2010). La interculturalidad y el papel del profesorado en las Reformas


educativas. Ra Ximhai Vol 6 Núm 1 enero-abril, 131-134.
Suñer, E. T. (s.f.). Academia Nacional de Educacción. Recuperado el 15 de enero de
2013, de http://www.educ.ar

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