Reforma educativa y reestructuración del gobierno de la educación en la
Provincia de Río Negro
“Doctora en Educación, Políticas Públicas y Profesión Docente”
Docente e investigadora del Departamento de Política Educacional de la
Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional del Comahue.
Río Negro se caracterizó por implementar políticas educativas
tendientes a la organización y expansión del Sistema Público de Educación. Orientadas por la concepción de educación como derecho y como herramienta de desarrollo social, se propusieron superar el atraso educativo provocado por la desidia del Estado Nacional respecto a su función docente en el ex-territorio., Esta línea de desarrollo del sistema educativo provincial, cercenada por las dictaduras militares, fue retomada con otros contenidos por el primer gobierno constitucional elegido a fines de 1983. El proceso contradictorio en materia de políticas educativas, en el que la luz estaba centrada en la participación democratizadora, mientras que en las sombras se reestructuraba una fortalecida y extendida burocracia central, fue preparando el sector para los cambios contenidos en la Ley Federal de Educación. En 1986 se inició el proceso de Reforma de la Formación Docente y, consecuentemente, la normalización de los Institutos de Formación Docente; la realización de concursos públicos de antecedentes y oposición; la organización de Consejos Directivos como órganos de gobierno colegiado en cada uno de los Institutos; las áreas de Formación, Capacitación, Investigación, Extensión- y la aprobación de nuevos reglamentos orgánicos. La ley 2109/86 promovió la generación de proyectos de innovación en las instituciones escolares, se desarrollaron las experiencias de Escuelas de Jornada Completa en las regiones de meseta, cordillera y en las zonas rurales periféricas a las ciudades que conforman la zona del valle del Río Negro. También se diseñó e implementó el proyecto de Escuelas Modalizadas de meseta y cordillera. Cada escuela desarrolló proyectos institucionales específicos, realizó la adecuación de desarrollos curriculares, introdujo talleres cuya orientación y contenidos fueron decididos con la participación de padres y alumnos teniendo en cuenta las características y necesidades de la población. En 1988 se sancionó la ley 2287 de tratamiento integral de la situación jurídica, económica, social, individual y colectiva de la población indígena. Establece la obligación del Estado de disponer de recursos especiales para realizar una efectiva prestación del servicio educativo a las comunidades indígenas. La ley promueve la participación de los pobladores en los consejos, establece prioridades para que los niños y jóvenes de las comunidades mapuches accedan a residencias escolares de nivel medio y terciario, promueve la enseñanza de la lengua, las tradiciones y la cultura mapuche y que el estado tiene la obligación de garantizar a los educandos el conocimiento de sus derechos. Enfrentando la conflictiva situación del tratamiento de la disciplina escolar en el nivel medio y la persistencia de prácticas que expulsaban a los “indisciplinados” y no aceptaban a los “repitentes”, se sancionó en 1989 la ley 2295, conocida en la Provincia como “Ley de Permanencia”. La norma reconoce “el derecho inalienable de todos los habitantes de la provincia de Río Negro de acceder y permanecer en el goce de los servicios educativos existentes, (...) del que nunca podrán ser privados por razones disciplinarias o de asistencia”(Art. 1). Abolió las expulsiones de alumnos y las sanciones colectivas, estableció el derecho de defensa del afectado e impulsó la organización de los Consejos de Convivencia. Durante los años 1991 a 1993 se sucedieron una serie de Resoluciones del Consejo Provincial que regularon una política destinada a reducir el gasto en educación. El presupuesto educativo desde 1995 a 1998 se redujo del 30,26% al 21,72% del total de recursos provinciales. En el período se suprimieron: la Reforma de Nivel Medio y 18 mil horas cátedra; las Residencias Escolares; la mitad de los cargos técnicos y el Servicio de Apoyo Técnico; los cargos de psicólogos y médicos en las escuelas especiales; Se tercerizaron los servicios de limpieza y mantenimiento material de las escuelas. Desde su institucionalización en 1958, Río Negro implementó políticas educativas de organización y expansión del sistema educativo para superar las deficiencias del Estado Nacional. El gobierno colegiado y la legislación fueron las principales herramientas. En 1984 el objetivo fue democratizar la educación para contribuir a democratizar la sociedad, y la participación docente fue el medio para diseñar la reforma educativa provincial. Silvia Barco en “Reforma educativa y reestructuración del gobierno de la educación en la Provincia de Río Negro” parte de la constitución más reciente de Río Negro como estado provincial en 1958 y la orientación democrático-social que se le otorga al sistema educativo provincial hasta 1966, para caracterizar el tipo de gobierno colegiado por el cual se opta y las modificaciones que sufre desde la recuperación democrática en 1983. En tal sentido va mostrando, a través del análisis de proyectos y normativas, cómo se va dando un proceso contradictorio o “dual”, en el que se conjuga participación con una burocracia educativa cada vez más centralizada y expandida que terminará por obturar a la primera, constituyéndose en la antesala de las reformas propuestas por la Ley Federal de Educación. De este modo, sostiene que esta reestructuración del gobierno educativo hacia una “centralización ejecutiva y desconcentración jerárquica” posibilita el ajuste estructural en educación, así como va poniendo de manifiesto el establecimiento de una relación de subordinación a las políticas diseñadas e impulsadas por el ministerio nacional. Río Negro es quizás uno de los ejemplos más paradigmáticos del desplazamiento de reformas concebidas como construcción colectiva hacia su concepción macropolítica y refundante que se transmuta en “estrategias parciales y fragmentadas de adecuación a la política nacional” La tarea de interpretar y comprender el curso de las políticas educativas e identificar sus consecuencias objetivas, se entiende como un trabajo que compromete la inteligencia con la sensibilidad y, “(...) la inteligencia y el sentimiento no pueden ser apolíticos. No pueden serlo sobre todo en una época principalmente política