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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD

BICENTENARIA DE ARAGUA VICERRECTORADO ACADÉMICO


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE PSICOLOGÍA SAN
JOAQUÍN DE TURMERO - ESTADO ARAGUA

PSEUDOCIENCIA
ARTICULO DE INVESTIGACIÓN

AUTORAS:

ABRIL,2020
RESUMEN
El término pseudociencia tiene connotaciones peyorativas, porque se usa para
indicar que las materias así etiquetadas son errónea o engañosamente
presentadas como científicas. Por este motivo, aquellos que cultivan determinada
"pseudociencia", normalmente rechazan esta clasificación. El apelativo se ha
aplicado a disciplinas como ciertas hipótesis de la física cuántica y otras ciencias
que no utilizan el método científico rigurosamente como son las ciencias sociales,
el psicoanálisis, la parapsicología y la criptozoología por la naturaleza de sus
objetos de estudio difícil de aplicarle la misma rigurosidad científica que en otras
disciplinas, no obstante esto es relativo y algunas de estas disciplinas acusadas
de pseudocientíficas son aceptadas como científicas por universidades,20
asociaciones científicas,21 centros médicos, gobiernos, etc., por ejemplo, el
psicoanálisis.
Muchas veces la discusión sobre un concepto o campo de conocimiento gira
más alrededor de su consideración como ciencia o pseudociencia que acerca de
los hechos y métodos reales. El filósofo de la ciencia Larry Laudan ha manifestado
que el concepto pseudociencia no tiene significado científico y se usa
mayoritariamente para describir una apreciación subjetiva: "Si quisiéramos
permanecer firmes al lado de la razón, deberíamos deshacernos de términos
como ‘pseudociencia’ y ‘acientífico’ de nuestro vocabulario; son solo palabras
huecas que cumplen una función emotiva.
ABSTRACT
The term pseudoscience has pejorative connotations, because it is used to
indicate that the subjects so labeled are erroneously or misleadingly presented as
scientific. For this reason, those who cultivate a certain "pseudoscience" normally
reject this classification. The name has been applied to disciplines such as certain
hypotheses of quantum physics and other sciences that do not use the scientific
method rigorously, such as the social sciences, psychoanalysis, parapsychology,
and cryptozoology due to the nature of their objects of study, which are difficult to
apply. The same scientific rigor as in other disciplines, however this is relative and
some of these disciplines accused of being pseudoscientific are accepted as
scientific by universities, 20 scientific associations, 21 medical centers,
governments, etc., for example, psychoanalysis.
   Often the discussion about a concept or field of knowledge turns more around its
consideration as science or pseudoscience than about the actual facts and
methods. The philosopher of science Larry Laudan has stated that the concept of
pseudoscience has no scientific meaning and is mostly used to describe a
subjective appreciation: "If we wanted to stand firm by reason, we should get rid of
terms like 'pseudoscience' and 'unscientific' of our vocabulary; they are just empty
words that serve an emotional function.
INTRODUCCIÓN

Paralelamente, cabe tener en cuenta que por medio de la práctica social las
sociedades han desarrollado experiencias y sistematizado formas especiales de
"conocer y saber" acerca de la salud y la enfermedad, que han ido configurando
un conjunto de nociones y conocimientos formados en la práctica cotidiana y
espontánea de la gente común, hasta llegar a la práctica empírica que concentra y
sistematiza la experiencia de la colectividad en largo tiempo. 2 Este saber informal,
de indudable valor cultural, es considerado por algunos salubristas como algo que
es necesario conservar o recuperar debido a su valor secular.

Todo ello explica en parte la tendencia a que cada vez más gente eluda la
"medicina oficial" y acuda a procedimientos marginales o alternativos, parte de los
cuales se encuadran en la llamada Medicina Natural y Tradicional (MNT),
fenómeno que emerge con especial énfasis en países desarrollados pero que ha
alcanzado gran empuje en Cuba, donde se parte de una cultura popular propensa
a este tipo de prácticas y de un favorable contexto sociocultural e histórico. Cuba
es un país con gran tradición de yerberos y prácticas mágico-religiosas, como
señalaba Fernando Ortiz en 1951

Las terapias de este tipo producen, sin embargo, un marco polémico. Se


identifican en la actualidad dos posiciones extremas: una, caracterizada por la
defensa sectaria y vehemente de estas prácticas; la otra, representada por su
negación categórica desde posiciones cientificistas. Posiblemente, ambas sean
perniciosas. Naturalmente, entre esos dos polos se ubica una amplia gama de
posiciones, en muchos casos matizadas por la confusión y el desconcierto.
Este proceso se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años en un
marco carente de nítidas directrices orientadoras en lo que se relaciona con la
investigación y el carácter científico o no de las diversas expresiones posibles de
la MNT. Parece claro que la actividad de investigación en este campo ha sido -con
excepción de la fitoterapia- fragmentada, no exigida ni sistematizada, muy
escasamente estimulada y no sentida como necesaria por la casi totalidad de los
practicantes, quienes se contentan en general con sus observaciones y las
anécdotas que pueden relatar.
Es imposible valorar una propuesta científica si no se cuenta con un marco
teórico potente que permita distinguir entre ciencia y pseudociencia.
PSEUDOCIENCIA

Dice Carlos J. Álvarez, el autor del segundo artículo, que «muchas de las
creencias erróneas relacionadas con las pseudociencias que mantienen los seres
humanos podríamos decir que tienen una explicación biológica: existen como un
efecto colateral de las grandezas adaptativas y evolutivas de los mecanismos y
procesos cerebrales. El cerebro y las funciones que este hace nos han permitido
llegar hasta hoy como especie. Sus automatismos y las propiedades de sus
procesos cognitivos (memoria, percepción, emociones, mecanismos de
aprendizaje o de toma de decisiones, etc.) presentan y han tenido claras ventajas
adaptativas. Pero también son la causa de algunas equivocaciones y limitaciones
a la hora de comprender el mundo y de explicarlo».
 
Carlos J. Álvarez González es doctor en Psicología y profesor titular de
Universidad del Área de Psicología Básica en el Departamento de Psicología
Cognitiva, Social y Organizacional de la ULL. El autor es uno de los editores
científicos del libro Ciencia y pseudociencias: realidades y mitos(Equipo Sirius,
2004), y ha escrito el libro de divulgación científica La parapsicología ¡vaya timo!
(Editorial Laetoli, 2007). Es miembro del ACDC de la ULL.

Las pseudociencias pueden tener un tratamiento científico de sus


procedimientos, por ejemplo, la numerología y la astrología hacen uso de
correlaciones y cálculos matemáticos, y razonamientos lógicos, que son
herramientas científicas. Lo que falla es que los postulados de donde parten estas
deducciones son irracionales, dogmáticos, y no se produce un estudio crítico para
contrastarlos a través de sus consecuencias con la realidad. Es decir, falta el
control interno que da su poder inmenso a la ciencia: la facultad de desechar una
teoría cuando no se ajusta a la única verdad, que es la realidad. No
necesariamente el cuerpo de conocimientos que forman las pseudociencias deben
ser totalmente falsos: elementos que en una época formaron parte de
pseudociencias, como el hipnotismo o ciertos medicamentos o procedimientos
curativos, han sido incorporados en la ciencia. Pero cuando lo fueron, fue porque
se contrastó experimentalmente el fenómeno con la realidad, y resultó “aprobado”
en el examen. Pero no significa que al ser incorporado en la ciencia ortodoxa, se
haya validado a la pseudociencia de donde salió, ni que las explicaciones que
acompañaban al fenómeno en la pseudociencia (muchas veces místicas,
generalmente banales) sean validadas también. La aceptación de que la
acupuntura en ciertos casos ayuda a los pacientes, no significa aceptar la teoría
del yin y el yang, ni la comprobación de la realidad del hipnotismo, aceptar la
teoría del magnetismo animal (o “mesmerismo”).
Algunas ciencias actuales comenzaron como pseudociencias, y a veces
cambiaron de nombre en el proceso: por ejemplo, la astrología es el remoto origen
de la astronomía, y la alquimia de la química. Cuando se produjo la separación,
algunos practicantes quedaron sin evolucionar, por eso existe la astrología, y hay
algunos que siguen practicando la alquimia. En otros casos, la pseudociencia se
transformó lentamente en una ciencia sin marcar una transición brusca, como la
medicina. De hecho, la medicina no ha completado totalmente la transformación,
porque aún hay una gran parte de ella que se usa “porque funciona”, sin que se
sepa parcial o totalmente por qué. Esto facilita la existencia de “medicinas
paralelas” o “alternativas”, cultivadas aún por médicos formados en la medicina
“oficial” o alopática. Esta es la causa de que en algunas disciplinas científicas hay
personas que están cometiendo inintencionadamente hechos que, si fueran
intencionados, serían pura y simplemente considerados fraudes científicos.
Un precepto legal bien conocido es que el desconocimiento de la ley no exime de
cumplirla. Si la ley dice que no puedo robar la gallina del vecino, y yo vengo de
una civilización (como algunas tribus primitivas) donde existe la comunidad de
bienes, y me como la gallina del vecino, seré culpado (y condenado) como ladrón.
El delito existe. A lo sumo, podrá considerarse como atenuante mi
desconocimiento cultural. En el caso del fraude científico, no existe delito si no hay
intencionalidad. Si publico en una revista científica algo que no se corresponde
con la realidad, pero creo que es correcto sobre la base de mi preparación previa
(por ejemplo, porque cumple con los postulados hannemanianos de la
homeopatía), podrán decirme que soy un inepto, o un ignorante, o un chapucero,
pero no que soy un falsario de la ciencia. Se volverá sobre el tema al hablar de
una de las pseudociencias enquistada en el corpus científico legítimo, la
homeopatía.
 CÓMO IDENTIFICAR LA PSEUDOCIENCIA
Si estás tratando de determinar si algo es una pseudociencia, hay algunas cosas
clave que puedes mirar:
La pseudociencia a menudo se centra en promover algún tipo de agenda
ideológica.
La pseudociencia, por otro lado, tiende a acoger cualquier desafío a su dogma
con hostilidad.
La pseudociencia tiende a ser bastante estática. Poco puede haber cambiado
desde que la idea se introdujo por primera vez y es posible que no exista una
nueva investigación.
 Muchos reclamos pseudocientíficos son simplemente no comprobables, por lo
que no hay forma de que los investigadores demuestren que estos reclamos son
erróneos.
 CIENCIA VS PSEUDOCIENCIA
En 1616 el cardenal Belarmino, que acababa de quemar en la hoguera a
Giordano Bruno, fue contra Galileo Galilei por defender el copernicanismo y refutar
el geocentrismo de las sagradas escrituras.
Galilei, hoy considerado el padre de la ciencia moderna, fue juzgado y
condenado a vivir bajo arresto domiciliario simplemente por sostener lo que para
aquellos santos hombres eran teorías disparatadas; la teoría heliocéntrica o la
teoría de que la luna no era plana sino montañosa, cosa que Galilei pudo observar
gracias a su telescopio.
Cuando Freud justificaba el comportamiento de sus pacientes basándose en sus
traumas de infancia estaba aplicando un método pseudocientífico que también fue
criticado y puesto en cuestión. Hoy día la sicología moderna se sustenta en
muchas de sus teorías y está completamente integrada en nuestra vida diaria.
Nadie se escandaliza cuando en el colegio nos dicen que nuestros hijos somatizan
porque tienen celos o sienten rabia aunque no sea algo científicamente
demostrable puesto que no les pasa a todos los niños del mundo.
Que algo entre o no dentro del parámetro de lo científico, hoy día, es tan relativo
como cuestionable. Los propios científicos reconocen no tener claros ciertos
límites.
Por el contrario, me consta que actualmente la física y su hipótesis sobre la
teoría de los universos paralelos ha propiciado que cada vez haya más científicos
que valoren también la flexibilidad y el conocimiento intuitivo y que algunas de las
llamadas verdades temporales se sustenten también en lo que podrían ser meras
opiniones. Porque para explicar el universo han llegado a un proceso de
decoherencia en el que o se admite lo incoherente, o se asume que existen
objetos no físicos llamados conciencia, o que las mediciones no siempre
determinan la teoría. De ahí que los propios científicos tengan grandes dudas y las
barreras entre lo científico y lo pseudocientífico se hayan diluido más de lo que
parece.
El conocimiento intuitivo es vibratorio y a mi entender supera la opinión.
Tomamos millones de decisiones diarias. Cada una de ellas nos lleva a obtener
resultados distintos así que cuanto más desarrollemos la intuición más hábiles
seremos a la hora de enfrentarnos a nuestra propia vida y a los retos que nos
depara el futuro como especie.
 RASGOS DISTINTIVOS
La pseudociencia, en sus diversas manifestaciones, se convierte en una especie
de subcultura marginal, que vira la espalda a la bibliografía científica, a la historia
de la ciencia y a las evidencias que no le son convenientes, deforma los conceptos
científicos, renuncia al espíritu crítico y autocrítico, adopta las creencias como
evidencias y se esconde tras la terminología científica para tratar de lograr
reconocimiento social.
Las especulaciones no científicas acerca de la realidad suelen caracterizarse por
uno o más de los siguientes rasgos :
No proponen hipótesis ni explicaciones fundamentales y contrastables; para
averiguar la verdad se valen de técnicas inescrutables
No se proponen hacer contrastaciones objetivas de sus tesis y desdeñan o
eluden los estándares universalmente admitidos para ello.
Suplen los argumentos estructurales con ilustraciones de sus concepciones y las
evidencias estadísticas con anécdotas.
Las leyes que esbozan o enuncian son básicamente especulativas y se definen a
través de categorías difusas y elusivas.
Permiten la coexistencia de contradicciones internas en su propia formulación; su
carácter sectario no consiente las enmiendas que se podrían derivar de dichas
contradicciones. entes rasgos:
LA FILOSOFÍA TRAS LA PSEUDOCIENCIA
ALópez-Rega no se le conoce por su aportación a la filosofía. Sin embargo, al
igual que todo el mundo, sostuvo ideas filosóficas concretas. Entre éstas se
hallaban los mitos ancestrales sobre el alma inmaterial, la posibilidad de la
cognición paranormal y la existencia de seres sobrenaturales. Estas creencias
sustentaron su convicción de que era capaz de influir en el comportamiento de la
gente mediante el puro poder de la mente, así como de contactar con poderes
más elevados. A cambio, dichas creencias y prácticas le confirieron la
autoconfianza, el prestigio y la autoridad necesarios para perpetrar sus siniestras
maniobras políticas. Entre otras, fue el organizador del escuadrón de la muerte
que llevó a cabo innumerables asesinatos y sesiones de tortura de sus rivales
políticos durante el periodo comprendido entre los años 1973-76, en La mayoría
de los científicos, así como la mayoría de los pseudocientíficos, no son
conscientes de defender ninguna concepción filosófica. Además, les disgusta que
se les diga que lo hacen.

 LOS PSEUDOCIENTÍFICOS,
No son conscientes de defender ninguna concepción filosófica. Además, les
disgusta que se les diga que lo hacen. Y la más popular de las filosofías de la
ciencia respetables de hoy en día, la representada por los positivistas lógicos y los
seguidores de Popper, afirma que ciencia y filosofía se hallan mutuamente
disociadas en vez de converger. Sin embargo, esta visión es errónea. Nadie
puede evitar emplear gran cantidad de conceptos filosóficos tales como realidad,
tiempo, causalidad, azar, conocimiento y verdad.
Y, de vez en cuando, todos reflexionamos sobre problemas filosóficos, como la
naturaleza de la vida, la mente, los objetos matemáticos, la ciencia, la sociedad y
el bien. Además, la neutralidad resulta peligrosa, pues enmascara falacias
filosóficas en las que podrían caer los auténticos científicos, disuadiéndoles del
uso explícito de herramientas filosóficas en sus investigaciones. Dado que no
existe consenso sobre la naturaleza de la ciencia, y no digamos sobre la
pseudociencia, indagaré en las filosofías que acechan tras el psicoanálisis y la
psicología computacional.
CONCLUSIONES
La pseudociencia está tan cargada de filosofía como la ciencia. Sin embargo, la
filosofía inherente a una de ellas es perpendicular a la que se atrinchera en la otra.
En concreto, la ontología de la ciencia es naturalista (o materialista), mientras que
la de la pseudociencia es idealista. La gnoseología de la ciencia es realista,
mientras que la de la pseudociencia no lo es. Y la ética de la ciencia es tan
exigente que no tolera los auto-engaños ni los fraudes que plagan la
pseudociencia. En suma, la ciencia es compatible con la filosofía procientífica ,
mientras que la pseudociencia no lo es.
Las pseudociencias son afirmaciones, prácticas o creencias, que aparentan o
intentan ser científicas, pero no lo son. Se caracterizan por las exageradas o
vagas afirmaciones, de imposible verificación. En algunos casos el uso del término
pseudociencia, se utiliza de forma negativa, ya que señala la intención de hacer
pasar algo como científico sin ser científicamente comprobado. Como podemos
ver, las ciencias son muy distintas a las pseudociencias. Ampliaremos esta
distinción: Todas las ciencias formales son regidas por un método científico válido.
Este puede constar de varios pasos: existe primeramente una observación y de
ésta, el científico plantea una hipótesis, es decir, una suposición, una idea que
puede o no ser verdadera. Su función es la de establecer relaciones entre los
hechos y explicar por qué se producen. Luego, viene la experimentación, la cual
se debe repetir de forma controlada para evitar que factores indeseables afecten o
ensucien el experimento y así conseguir datos confiables y reproducibles.
Una vez que se tiene el resultado de un experimento (que puede coincidir o
negar la hipótesis previamente establecida), se debe buscar una explicación
racional. Esto último será clave para formar una buena teoría. Al contarse con una
teoría, se podrán predecir fenómenos parecidos que posiblemente ocurran en un
futuro. Al hacerse sólida la teoría, sin poder refutarla por el momento, se llega a
una ley.
REFERENCIAS
 Adams, Marie; Dogic, Zvonimir; Keller, Sarah L. y Fraden, Seth. 1998.
 “Entropically driven microphase transitions in mixtures of colloidal rods and
spheres”. Nature 393: 249-351.
 Bunge, Mario. 1974-1989. Treatise an Basic Philosophy, 8 vols. Dordrecht,
Holland/Boston, Reidel-Kluwer.
 Bunge, Mario. 1978. Filosofía de la física. Barcelona: Ariel. - Bunge, Mario.
1998a. Philosophy of Science, 2 vols. New Brunswick, N.J., Transaction
Publishers.

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