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Elementos que intervienen en el modelado de situaciones Hard y

Soft

Las reglas del trabajo están cambiando, ya no importa solo la preparación y la


experiencia, sino como nos manejamos con nosotros mismos y con los demás.
Esta norma se aplica cada vez para decidir quién será contratado y quien no, a
quien se retiene y a quien se deja ir, a quien se asciende y a quien se pasa por
alto.

La nueva medida da por sentado que tenemos suficiente capacidad intelectual y


preparación técnica para desempeñarnos en el empleo, en cambio, se concentra
en ciertas cualidades personales o competencias personales como la iniciativa, la
empatía, la adaptabilidad y la capacidad para escuchar adecuadamente.

El momento de mayor crecimiento es el momento de planificar para tiempos


difíciles. Las medidas más productivas pueden ser las que más consuman
nuestros recursos. Cuanto más luchamos por lo que deseamos, más conspiramos
contra las posibilidades de conseguirlo. Estos principios sistémicos son
importantes porque representan un modo más fructífero de pensar y actuar. Para
incorporarlos en nuestra conducta se requiere una " visión periférica" que se
define como: la capacidad de enfocar el mundo con una lente de ángulo ancho,
para ver como nuestros actos se relacionan con otras esferas de la misma
actividad.

Principios de las metodologías Jenkins, Checkland y Klir

El concepto de “competencia” nace en la década de los 70 aplicado al ambiente


de trabajo, y surge en un primer momento como competencia laboral. Este
enfoque respondía a las necesidades de una época donde existía una gran
obsesión por la producción dejando de lado la satisfacción y desarrollo del
trabajador. Ante una nueva manera de ver las cosas, el concepto competencia
laboral es cambiado por el de competencia profesional.
A partir de la década de los 80, los países industrializados han dado un gran
impulso a la educación y a la capacitación basada en competencias, con
resultados exitosos principalmente en Australia, Canadá, Francia, los Estados
Unidos de América y el Reino Unido de la Gran Bretaña.

Este concepto de competencias integra todos los requerimientos del capital


humano que posibilita el desarrollo y adaptación de la persona al puesto de
trabajo.

Ser competente significa mucho más que eso. Competente es aquella persona
que posee los atributos (conocimiento, habilidades, actitudes y valores) necesarios
para el desempeño de un trabajo o actividad. Es de suma importancia resaltar que
la competencia de los individuos se deriva del propio dominio de un conjunto de
atributos (como conocimiento, valores, habilidades y actitudes) que se utilizan en
combinaciones diferentes para desempeñar distintas tareas ocupacionales. Vale
decir que una vez que un sujeto ha desarrollado una competencia, esta puede ser
observada en otro contexto, y hasta, quizás en situaciones más complejas.

El pensamiento tradicional sólo se concentra en las tareas que se necesitan


desempeñar, o bien en los atributos genéricos o las capacidades que sostienen la
competencia sin tomar en cuenta la forma en que estas necesidades se aplican a
diferentes contextos.

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