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En los años 1970 hubo un grupo de terapeutas Nicolás Abraham, Maria Torok, Françoise Dolto,

Anne Ancellin Shützenberger, Didier Dumas eran unos cinco o seis psicoanalistas que se
reunían todas las semanas. Nicolás Abraham y María Torok trabajaban en el hospital
Psiquiátrico de Paris y tuvieron una idea genial ya que cuando tenían un paciente psicótico,
que deliraba, anotaban el delirio palabra por palabra, todas las locuras. Y cuando venían los
padres les contaban de lo que había hablado su hijo. Así se dieron cuenta de que, en todo el
delirio, había cosas completamente delirantes y cosas reales. Y emitieron la hipótesis de una
problemática familiar Transgeneracional que el niño llevaba dentro de sí. Entonces empezaron
a hablar del inconsciente del clan, el inconsciente familiar.

Aquí encontraron un repertorio de cosas que todas tenían un denominador común. El niño que
está ahí delirando es el representante de una carga emocional que no ha sido manejada en
tiempo real.

El denominador común es la vergüenza, de decir algo que ha pasado en el clan. ¿Qué vamos a
esconder en el clan?:

• Asesinatos}

• Suicidios

• Robos

• Herencias

• Adulterios, incestos, violaciones, enfermedades venéreas, hijos fuera del matrimonio, los
abortos escondidos, …

• Los discapacitados

• Los locos.

• Las muertes de niños, los muertos de los que no queremos hablar porque es demasiado
difícil –síndrome del yaciente
Un poco de historia…

Fue en los años 60 cuando surgieron en Europa una serie de psicoanalistas para los cuales la
terapia se centraba en la toma de conciencia sobre la repetición de conflictos y dificultades
dentro del seno familiar. En su planteamiento terapéutico incluían un enfoque
transgeneracional.

En los años 70 nace la «psicogenealogía». Este es un método de psicoanálisis donde se hace


hincapié en la relación del origen de los problemas de la persona con situaciones no resueltas
por sus antepasados. La psicogenealogía considera que simplemente con tomar conciencia de
estos problemas se produce la liberación o resolución de los mismos. Dentro de la
psicogenealogía podemos encontrar a Anne Schützenberger, Didier Dumas, Jodorowsky, Bert
Hellinger…

«La psicogenealogía parte de la premisa de que determinados comportamientos inconscientes


se transmiten de generación en generación e impiden al sujeto autorrealizarse, por lo que para
que un individuo tome consciencia de ellos y se pueda desvincular de los mismos es necesario
que estudie su árbol genealógico»

¿Por qué hacer un árbol genealógico?

Elaborar un árbol genealógico puede llegar a ser una actividad muy placentera: descubrir
quiénes somos y de dónde venimos. Investigar quienes fueron nuestros antepasados, conocer
su procedencia, a qué se dedicaron… Esta actividad que puede llegar a ser un bonito
pasatiempo. Además, constituye toda una fuente de estudios llamada genealogía.
En lo que respecta a la elaboración y el estudio de nuestro árbol genealógico, nos puede
ayudar en muchos aspectos tales como:

• Transformar la manera de ver y entender a nuestra familia.

• Elaborar duelos que quizá no pudimos hacer en su momento.

• Conocer una parte de nuestros antecedentes médicos observando las enfermedades


que hayan padecido nuestros antepasados.

• Observar gráficamente si nuestras creencias, miedos y bloqueos están relacionados


con las dinámicas familiares y con las herencias transgeneracionales.

• Conectar con nuestra espiritualidad. Cuando conoces y comprendes tu propio pasado,


potencias tu enraizamiento a la vez que conectas con algo más grande. Al sentir que formamos
parte de una cadena nos hacemos más conscientes de lo pequeños que somos.

• Acceder a informaciones que a nivel consciente no podemos ver y sin embargo a nivel
inconsciente pueden seguir manifestándose.

“Quien olvida su historia está condenado a repetirla”

–Marco Tulio Cicerón-

Cómo se elabora un árbol genealógico?

Los datos que podemos ir buscando y anotando en el árbol son los siguientes:

• Nombres y apellidos.

• Fechas importantes: nacimientos, matrimonios, fallecimientos, migraciones…

• Causas o circunstancias de los fallecimientos.

• Las profesiones.

• Cómo eran las relaciones entre los diferentes miembros de la familia (rivalidades,
amistades, privilegios…)

• Por qué cualidades destacaban nuestros antepasados

• Acontecimientos significativos: minusvalías, historias de amor paralelas, anécdotas de


distintos tipos…

• Los síntomas y enfermedades más importantes de los miembros del árbol genealógico.

“Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones
inconscientes y lealtades familiares invisibles pasean sobre los hijos y los descendientes. Lo
que no se expresa con palabras se expresa con dolores”

-Anne Ancelin Schützenberger-

Una vez que tenemos el árbol, ¿cómo lo interpretamos?

Interpretar un árbol genealógico significa hacer un “análisis transgeneracional”. Mediante este


análisis podemos identificar conflictos no resueltos, duelos no elaborados, patrones de
comportamiento… El asunto clave en la interpretación del árbol genealógico es “tomar
conciencia” y el identificar posibles “programas”. Para ello puede ser enormemente productivo
realizar esta tarea en colaboración con alguien.

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