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Esta forma es la que tuvo la catedral. Reconstrucción hecha por Marco Buitrón A.
Fotografía del coro antes de 1896
Detalle del retablo de la capilla de santa Ana. pintura del salvator mundi.Fotografía:
Arquitecto Juan Pablo El Sous
Contenido
1 Presentación
2 Distribución interna
5 Presbiterio
6 Capilla Mayor
7 Retablo
9 Altar Mayor
12 Autores
13 Notas Bibliográficas
Presentación
La Catedral de Lima es el principal templo católico de Lima, Perú. Se encuentra ubicada
en el frente este de la Plaza Mayor de Lima, en la manzana delimitada por los jirones
Carabaya (calle Gradas de la Catedral), Huallaga (calle Judíos), Lampa (calle Santa
Apolonia) y Junín (calle Arzobispo). La construcción de la Catedral se inició con la
fundación de Lima en 1535 y tuvo varias fases; el templo actual se comenzó a edificar
en 1572 y fue consagrado en 1625. Tras varias modificaciones y restauraciones a causa
de los constantes sismos, se construyeron las torres actuales entre 1794 y 1797.
Fue elevada a Iglesia Metropolitana por la Bula Super Universa Orbis del Papa Paulo III
en 1546. Está dedicada a San Juan, Apóstol y Evangelista
Distribución interna
1. Capilla del Cristo del Auxilio. Su retablo fue trasladado a la capilla de Santa Ana.
Contiene en ella la tumba de Francisco Pizarro.
5. Puerta de Judíos. El espacio que sirve de salida hacia la calle de Judíos fue des-
configurado cuando se le añadió una tribuna.
7. Capilla de la Visitación.
8. Capilla de las Almas del Purgatorio (las Ánimas): Actualmente contiene el retablo-
sepulcro del virrey y arzobispo Diego Morcillo Rubio de Auñón, que se encontraba
originalmente en la capilla de la Concepción. La imagen que lo preside, a su vez, es la
imagen titular del retablo de la citada capilla.
9. Capilla de la Asunción. Esa capilla acogería más adelante el culto al Sagrado Corazón
de Jesús. Actualmente reside en su interior el retablo de San José, originario del
Monasterio de la Concepción.
10. Capilla de San Bartolomé. Se encontraba detrás del presbiterio. Acogía un gran
retablo de orden toscano, y el retablo-sepulcro del arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero.
12. Capilla mayor. Constaba de dos partes. El presbiterio contenía y aún contiene el
templete hecho por Matías Maestro alrededor de 1806. En dicho retablo originalmente
se encontraban las imágenes de San Juan, a la izquierda (ahora en la capilla de Santa
Ana), Santa Rosa, a la derecha, y la Virgen María en el cuerpo superior. Al bajar por las
gradas del presbiterio se encontraba una zona cercada por rejas, que delimitaban la
capilla mayor. La configuración de la misma cambió drásticamente en la remodelación
de 1896.
14. Capilla usada como depósito. Actualmente la ocupa un pequeño retablo presidido
por Santa Apolonia, imagen titular la capilla contigua.
15. Capilla de Santa Apolonia. Actualmente contiene un retablo traído del desaparecido
hospital de San Juan de Dios, presidido por la Virgen de la Paz.
18. Tránsito al patio de los Naranjos. La configuración de este ambiente fue modificada
con la adición de una tribuna, donde reposa el órgano principal del coro, actualmente en
desuso.
19. Capilla de Santa Rosa. En ella se encuentra actualmente otro retablo proveniente de
la recolección de Belén, denominado ahora “de los Santos Peruanos” pues contiene las
imágenes de San Martín de Porres, San Juan Masías, San Francisco Solano, y Santa
Rosa de Lima en la hornacina principal.
21. Capilla de San José. El grupo escultórico que la preside, la Sagrada Familia, data de
1633.
22. Tránsito a la Parroquia del Sagrario. Fue usado como baptisterio después de la
destrucción de aquel de la citada parroquia a finales del siglo XIX.
23. Capilla de la Antigua (trascoro). En ella se ubicaba un gran retablo barroco de tres
cuerpos y doce ostentosas columnas salomónicas, entre las cuales se encontraba un
grupo de treinta lienzos que rodeaban a la pintura central de la Virgen de la Antigua,
que recibía a quienes atravesaban la puerta del Perdón (A), y que actualmente se
encuentra en la capilla de los Santos Reyes. Desaparecida en la remodelación de 1896.
24. Coro catedralicio. Constaba de dos niveles de sillería, uno de los cuales se conserva
en la actual capilla mayor, sobre las que se suspendía un pesado órgano belga al fondo,
frente al retablo mayor (y actualmente sobre el tránsito hacia el patio de Naranjos), y
dos órganos menores hacia los costados. Una reja lo separaba del crucero, de la cual
partía un camino conectándolo a la capilla mayor. Desaparecido en la remodelación de
1896.
D. Portada de los Naranjos. Portada de un solo cuerpo, cuyo vano fue dividido al
colocarse una tribuna sobre el tránsito que conducía al mismo.
E. Portada de Judíos. Existen dos historias acerca del nombre de la calle y de esta
portada, diciéndose que en ella se había colocado una pintura llamada “Suplicio de
Judíos”, o también, relatándose que en esa zona se colocaban las efigies de judíos
acusados por el Tribunal del Santo Oficio. La portada fue destruida en la remodelación
de 1896 y reemplazada por otra, a su vez reemplazada tras el terremoto del 40 por el
arquitecto Emilio Harth Terré.
No obstante, a pesar de ello, mediante fotos y archivos empezaremos a echar luces sobre
el edificio que fue erigido para ser símbolo de Lima como la capital cristiana de
Sudamérica y que debía reflejar su riqueza e importancia.Para ello, encontré por medio
de un libro del padre Antonio San Cristóbal dos imágenes del templo catedralicio antes
de su remodelación, las que hice una labor de “restauración digital” para poder apreciar
una mayor cantidad de detalles la cual contrasté con documentación obtenida por el
mismo autor sobre trabajos de reparación realizados en 1880 que nos brindarán una
descripción de muchos ambientes perdidos del templo limeño centrándonos
principalmente en el Retablo Mayor y el coro.
Pero, ¿Qué le pasó a la Catedral en 1896?, una destructiva remodelación que intentando
acomodar la historia a su gusto destruyo una larga tradición arquitectónica, de ella nos
hablaremos más adelante ya que nos deja una reflexión para el presente.
Presbiterio
Veamos la primera imagen correspondiente al presbiterio:
Además de las diferencias con la capilla mayor (que serán explicadas más abajo)
podemos corroborar que existía una planta completamente diferente tal como lo
muestran los planos mostrados más arriba, se aprecia hacia atrás la reja de la Capilla de
San Bartolomé que fue en antaño la más ostentosa de las que había en la iglesia debido
a que servía de sepulcro al arzobispo Lobo.
Capilla Mayor
En primer lugar notamos que esta se percibe más liberada, con sus frentes abiertos y con
deambulatorio que la separa de la capilla de San Bartolomé lo que hacía posible caminar
por detrás de ella, sensación de trasparencia aumentada por el hermoso templete del que
hablaremos posteriormente, otro aspecto a notar es la diferencia de niveles, en antaño el
altar mayor estaba separado por 10 escalones del piso, actualmente son 7, además es
notable el uso de un distinto tipo de piso y lo más resaltante en comparación con la
actualidad es que el coro no está al lado del altar (veremos por qué más adelante).
Apreciamos además dos ambones que se mantienen hoy en día pero con modificaciones
sobre todo en el enganche con la balaustrada, además de ser actualmente color madera
natural mientras en la foto parecen ser blancos como el púlpito y el altar, algo muy
probable ya que daba más uniformidad a la capilla mayor
Retablo
Uno de los aspecto más negativos de las reformas en 1896 fue la deformación del
Templete creado por Matías Maestro para este templo, se aprecia en la imagen y en
descripciones de época un monumento más alto y ancho, con un mejor cuidado en las
proporciones que generaba una imagen bastante más imponente que la actual.
Podemos ver que tenía una base donde se ubicaban las imágenes de San Juan
Evangelista (Patrón de la Catedral) y Santa Rosa de Lima (Patrona de la Arquidiócesis)
y al lado de esta dos escalinatas apenas distinguibles con dos ángeles a los lados, eran
dorados y policromados.La imagen de San Juan aun se conserva en el templo.
Altar Mayor
Después de quitar la cera con todo cuidado se reparo lo dañado en la madera de sus
candilejas y adornos cubriendo con masilla al oleo multitud de huecos pequeños, se lavo
con potasa y jabón lo pintado al oleo, con esponjas escobillas y tocuyo todo lo que esta
dorado, se doró y plateo los trozos que estaban en muy mal estado, se pinto al oleo los
sitios indispensables, particularmente el centro y tabernáculos con tres manos de pintura
blanca fina. San Juan y Santa Rosa y sus peanas se pintaron de nuevo, empleando oro y
plata fina en sus adornos, haciendo diademas como de plata para los Santos y una
guirnalda de rosas y briscados. Se echaron abajo las dos vigas de sus costados para
pulirlas, pintarlas y colocarlas al nivel de las cortinas; se reparo y pinto con cuatro
manos de pintura al oleo la credencia colocando por detrás un aparato con mármol para
los incensarios y una banquita para los acólitos; se formaron bases de madera para que
corran las rondanas de jacarandá que se han puesto en los portones de los costados, se
refacciono un pavimento, se perfecciono y pinto la tarima que sirve al Sr. Arzobispo.
Los tres sillones grandes se pintaron doraron y tapizaron con terciopelo carmesí; en la
mesa del altar se han puesto planchas de zinc, seis candilejas grandes de metal amarillo
para los candeleros, una pequeña base para el crucifijo y un aparato de madera para los
ciriales” (1)
En 1896 se le quitó la base con San Juan y Santa Rosa, se le recortó su altura (para que
entre en su posición actual, bajo un arco envés de bajo la bóveda), se le angostó
eliminado la escalinata original con los dos ángeles descrita más arriba (para que entre
el coro).
El coro catedralicio estaba conformado por una sillería de dos niveles, de los cuales el
segundo tenia respaldares finamente tallados, los que junto con ese nivel se conservan,
las del primero, han desaparecido.
Podemos notar que el órgano que hoy luce a uno de los lados estaba frente al altar y
como vemos existían otros dos, algo corroborado en el texto que pondremos más
adelante.
Luego, observamos la reja del coro, de un acabado bastante fino que estaba realizada en
metal, según el texto que pegaré a continuación:
“La reja de fierro del coro y sus columnas y cornisa se lavó con potasa después de
reparar varios defectos de la parte baja; se pintó su zócalo y se le dio lustre tanto a lo
pintado como a lo dorado.” (2)
Se hicieron y pusieron cuatro planchas lujosas con inscripciones en lugar de las que
había en muy mal estado; se han hecho diez atriles grandes y dos banquitos para los
organistas” (2)
En la parte detrás del coro se ubicaba el retablo de la antigua que actualmente ha sido
aparentemente recortado en su ancho para ser movido a una capilla lateral, generando
un espacio similar al de la catedral del Cusco o la de México (más similar al mexicano
debido a la separación puerta-retablo).
Los cambios en la planta no fueron lo único, es más, la razón de ser del inicio de los
trabajos fue reemplazar las bóvedas que estaban en mal estado, pero, ¿Cómo eran
antes?, ¿eran diferentes?, muchos autores hablan como si fueran las mismas; sin
embargo, estas eran muy diferentes.
Mientras las bóvedas de crucería actuales están sostenidas en base a una armazón de
madera que forma cruces de malta, las anteriores eran bóvedas vaídas, es decir estas no
estaban estructuradas en base a los nervios de madera como las actuales, si no, por sí
mismas formando una estructura lisa sobre la que se agregó una estructura ornamental
también simulando cruces de malta, pero esta solo era un adorno en remembranza por la
bóvedas anteriores
Vale la pena acotar que en el espacio ocupado por el coro las bóvedas tenían linternas y
ello definía más el espacio separándolo de las bóvedas laterales además de hacer más
luminoso al templo.
¿Qué suscitó tremendos cambios? Pues que para los contemporáneos la catedral de
Lima carecía de un estilo arquitectónico definido, pero que en ella prevalecía un estilo
“románico”, ello sumado al esfuerzo del siglo XIX por llevar la arquitectura religiosa a
ese estilo y el gótico y al mal estado de conservación de la iglesia, fueron los factores
que se conjugaron junto a un deseo de mayor aforo y otras variables para generar una
remodelación que destruyó siglos de tradición arquitectónica ininterrumpida en la que
se veía reflejado el trabajo de muchos brillantes alarifes que hicieron todo lo posible por
darle a Lima una catedral a su altura.Esta remodelación fue aplaudida por la
intelectualidad y la mayoría del pueblo en su momento, pocos fueron los que se
escandalizaron por la destrucción de muchos de los elementos que distinguían el templo
de otras catedrales de menor rango (como tener el coro al frente, la fragmentación
espacial, etc.) y ello nos deja lecciones para hoy, puesto que vemos como es que se
hacen modificaciones a nuestros edificios históricos sin ningún fundamento y estas son
recibidas de manera alegre por la mayoría e incluso por la intelectualidad; sin embargo,
ello no quiere decir que eso sea lo mejor opción a elegir.
Autores
Juan Manuel Parra Díaz, Juan Pablo El Sous Zavala y Marco Buitrón Alvarado.
Lima Triumphante
XXXIº. Augusto Vargas Alzamora, S.J. (1990-1999) IIIº Cardenal del Perú
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