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La industria farmacéutica es un sector empresarial dedicado a la fabricación, preparación y
comercialización de productos químicos medicinales para el tratamiento y también la
prevención de las enfermedades. Algunas empresas del sector fabrican productos químicos
farmacéuticos a granel (producción primaria), y los preparan para su uso médico mediante
métodos conocidos colectivamente como producción secundaria. Entre los procesos de
producción secundaria, altamente automatizados, se encuentran la fabricación de fármacos
dosificados, como pastillas, cápsulas o sobres para administración
oral, disoluciones para inyección, óvulos y supositorios. Debido a que su actividad afecta
directamente a la salud humana, esta industria está sujeta a una gran variedad de leyes y
reglamentos con respecto a las investigaciones, patentes, pruebas y comercialización de los
fármacos.
Muchas compañías farmacéuticas realizan tareas de investigación y desarrollo (I+D) con el fin
de introducir nuevos tratamientos mejorados. En algunos países, cada etapa de pruebas de
nuevos fármacos con animales domésticos (de granja o de laboratorio) o con seres humanos,
tiene que recibir la autorización de los organismos reguladores nacionales. Si se produce la
aprobación final se concede la autorización para utilizarlos en condiciones determinadas.
[cita requerida]
En otros países se puede obtener el permiso de distribuir un fármaco presentando la
autorización del país de origen.[cita requerida]
Una gran parte de la producción de la industria farmacéutica corresponde a vacunas.
[cita requerida]
La mayoría de las vacunas son inyectables, aunque algunas se administran por vía
oral, en particular la vacuna de Sabin contra la poliomielitis, desarrollada a mediados de
la década de 1950. Las vacunas protegen al organismo sometiéndolo a un
agente patógeno debilitado, lo cual le ayuda a crear nuevos anticuerpos (inmunización a largo
plazo) o proporcionándole anticuerpos activos (una solución más temporal).
La mayoría de los países conceden patentes para los medicamentos
o fármacos recientemente desarrollados o modificados, por periodos de unos 15 años a partir
de la fecha de autorización.[cita requerida] 1 Las compañías asignan una marca registrada a sus
innovaciones, que pasan a ser de su propiedad exclusiva. Además, los nuevos medicamentos
reciben un nombre genérico oficial de propiedad pública. Una vez que expira la patente,
cualquier empresa que cumpla las normas del organismo regulador puede fabricar y vender
productos con el nombre genérico. En realidad la industria farmacéutica es la principal
impulsora de la extensión del sistema de patentes, y ha presionado a los países en desarrollo
para hacerles seguir este sistema.[cita requerida]
La mayor parte de las empresas farmacéuticas tienen carácter internacional y por tanto están
presentes en muchos países a través de filiales. El sector, tecnológicamente muy adelantado,
da ocupación a muchos licenciados universitarios,
como farmacéuticos, microbiólogos, biólogos, bioquímicos, químicos, ingenieros, farmacólogo
s, médicos, físicos y veterinarios, así como diplomados en enfermería. Estos profesionales
trabajan en investigación y desarrollo (I+D), producción, control de calidad, marketing,
representación médica, relaciones públicas o administración general. En 1994, las dos
mayores empresas farmacéuticas del mundo eran la británica Glaxo y la
norteamericana Merck & Co. Cada una de ellas ocupa a unas 50.000 personas en todo el
mundo, de las que unos 7.000 son licenciados universitarios.
Índice
1Historia de la industria farmacéutica
o 1.1Los primeros medicamentos sintéticos
o 1.2Los primeros fármacos antiinfecciosos
o 1.3Presentación de sus productos
o 1.4Investigación en el campo de la diabetes
o 1.5Descubrimiento de las sulfamidas y los antibióticos
o 1.6El caso de la talidomida
o 1.7El desarrollo de la píldora anticonceptiva
2La industria farmacéutica moderna
3Situación actual
o 3.1Coste de los medicamentos
o 3.2Tendencias: desarrollo de agentes quirales
o 3.3Importancia económica: la industria como negocio
o 3.4Año 2011
4Críticas a la industria farmacéutica
o 4.1Otro punto de vista.
5Investigación y ensayos clínicos
6Véase también
7Referencias
8Bibliografía
o 8.1Enfoques críticos
9Filmografía
10Enlaces externos
o 10.1Español
o 10.2Inglés
La industria farmacéutica surgió a partir de una serie de actividades diversas relacionadas con
la obtención de sustancias utilizadas en medicina, cuyo pionero fue Galeno. Pueden tenerse
como precursoras de la fabricación a escala industrial de medicamentos, las actividades de
Carlos II 'el hechizado', en la España del siglo XVII, en el laboratorio de alquimia que había
construido Felipe II junto al monasterio de 'El Escorial', con la idea de obtener oro con el que
financiar sus campañas político-militares, A principios del siglo XIX, los boticarios, químicos o
los propietarios de herbolarios obtenían partes secas de diversas plantas, recogidas
localmente o en otros continentes. Estas últimas se compraban a los especieros, que
fundamentalmente importaban especias, pero como negocio secundario también comerciaban
con productos utilizados con fines medicinales, entre ellos el opio de Persia o la ipecacuana
de Suramérica. Los productos químicos sencillos y los minerales se adquirían a comerciantes
de aceites y gomas.
Los boticarios y químicos fabricaban diversos preparados con estas sustancias, como
extractos, tinturas, mezclas, lociones, pomadas o píldoras. Algunos profesionales elaboraban
mayor cantidad de preparados de los que necesitaban para su propio uso y los vendían a
granel a sus compañeros.
Algunas medicinas, como las preparadas a partir de la quina, de la belladona, de la digitalina,
del centeno cornudo (Claviceps purpurea) o del opio (látex seco de la adormidera Papaver
somniferum), eran realmente útiles, pero su actividad presentaba variaciones considerables.
En 1820, el químico francés Joseph Pelleterier preparó el alcaloide activo de la corteza de la
quina y lo llamó quinina. Después de este éxito aisló diversos alcaloides más, entre ellos la
atropina (obtenida de la belladona) o la estricnina (obtenida de la nuez vómica).
Su trabajo y el de otros investigadores hizo posible normalizar diversas medicinas y extrajo de
forma comercial sus principios activos. Una de las primeras empresas que extrajo alcaloides
puros en cantidades comerciales fue la farmacia de T.H. Smith Ltd. en Edimburgo, Escocia.
Pronto los detalles de las pruebas químicas fueron difundidos en las farmacopeas, lo cual
obligó a los fabricantes a establecer sus propios laboratorios.
Los primeros medicamentos sintéticos[editar]
Los colorantes o tintes sintéticos tuvieron un impacto enorme en los avances médicos.
Aumentó considerablemente la gama de productos biológicos de tintura, lo cual aceleró el
progreso de la bacteriología y la histología. La investigación de nuevos colores estimuló el
estudio de la química orgánica, lo cual a su vez fomentó la investigación de nuevas medicinas.
El primer fármaco sintético fue la acetofenidina, comercializada en 1885 como analgésico por
la empresa Bayer, de Leverkusen (Alemania) bajo la marca Phenacetin. El paracetamol -
utilizado hoy como analgésico- derivó posteriormente de aquel compuesto. [cita requerida]
El segundo fármaco sintético importante, comercializado en 1899, fue el ácido acetilsalicílico,
sintetizado de forma pura por el doctor Felix Hoffmann dos años antes en los laboratorios de
investigación de Bayer. Este fármaco se vendió en todo el mundo con el nombre comercial
de Aspirina, propiedad de Bayer, y supuso un tratamiento nuevo y eficaz para los dolores
reumáticos. A partir de estos primeros comienzos, Bayer creció hasta convertirse en la
gigantesca empresa IG Farbenindustrie.
Los primeros fármacos antiinfecciosos[editar]
El primer fármaco que curó una enfermedad infecciosa que causaba una gran mortalidad fue
la 'bala mágica' del bacteriólogo alemán Paul Ehrlich. Convencido que el arsénico era clave
para curar la sífilis, una enfermedad venérea, Ehrlich sintetizó centenares de compuestos
orgánicos del arsénico. Más tarde inyectó estos compuestos en ratones previamente
infectados con el organismo causante de la enfermedad, la Treponema pallidum. Algunos de
los 605 compuestos probados mostraron ciertos indicios prometedores, pero morían
demasiados ratones. En 1910, fabricó y probó el compuesto número 606, la arsfenamina, que
restablecía plenamente en los ratones infectados.
Ehrlich se enfrentó entonces al problema de fabricar su compuesto en grandes cantidades,
preparado de forma adecuada para su inyección, así como para la su distribución. Buscó la
ayuda de la empresa química Höchst AG, de Fráncfort (Alemania). La empresa comercializó la
sustancia en ampollas de cristal con una dosis única de arsfenamina en polvo, que debía
disolverse en agua esterilizada antes de ser inyectada. El fármaco, exportado a todo el
mundo, recibió el nombre comercial de Salvarsán. Este proceso de descubrimiento,
producción comercial y distribución continúa siendo típico de la industria farmacéutica.
En 1916, los científicos de Bayer inventaron un fármaco eficaz para tratar una enfermedad
tropical, la tripanosomiasis africana o enfermedad del sueño. Este mal, que afecta a los seres
humanos y al ganado, es provocado por microorganismos llamados tripanosomas,
transportados por la mosca tsetsé. La I Guerra Mundial interrumpió los suministros de
productos químicos alemanes (y también suizos) a Gran Bretaña y Estados Unidos, lo cual
estimuló las actividades de investigación y desarrollo en estos países.
Presentación de sus productos[editar]
Los preparados pueden succionarse como los caramelos, tomarse oralmente (como
los jarabes) o administrarse en forma de inhalaciones con aerosoles dosificados,
de gotas para la nariz, orejas u ojos, o de pomadas y lociones aplicadas sobre la piel.
Investigación en el campo de la diabetes[editar]
Se considera que los años de entreguerras correspondieron a la adolescencia de la industria
farmacéutica. El 11 de enero de 1922, en la Universidad de Toronto (Canadá), F. G.
Banting y Charles H. Best inyectaron un extracto pancreático a un niño de 14 años
cuya diabetes se consideraba terminal, y sus síntomas remitieron. Inmediatamente surgió una
demanda mundial de la sustancia salvadora, denominada insulina. Este avance revolucionario
supuso el Premio Nobel de Fisiología y Medicina para ambos científicos. Las autoridades de la
Universidad de Toronto se dieron cuenta de que necesitaban plantearse los problemas de la
fabricación y distribución de insulina con un enfoque comercial, para lo que recurrieron en la
empresa farmacéutica norteamericana Eli Lilly, de Indianápolis (Indiana). A mediados de 1923,
Lilly comercializaba ya suficiente insulina para tratar a miles de diabéticos en Norteamérica.
Las empresas farmacéuticas europeas que fabricaban insulina bajo la licencia de la
Universidad de Toronto obtuvieron un éxito parecido.
Descubrimiento de las sulfamidas y los antibióticos [editar]
Situación actual[editar]
Coste de los medicamentos[editar]
La industria farmacéutica no afronta sola el coste de la investigación, ya que el sistema es
mixto, con participación pública y privada. Las compañías aducen que la mayor contribución
proviene de sus arcas, pero expertos independientes estiman que entre los gobiernos y los
consumidores financian el 84% de la investigación en salud, mientras que solo el 12%
correspondería a los laboratorios farmacéuticos, y un 4% a organizaciones sin fin de lucro.
[cita requerida]
Puest
Compañía Sede Ingresos* Inversión I+D
o
Año 2011[editar]
Facturación de las empresas farmaceúticas durante 2011:
Puest
Compañía Sede Ingresos* Inversión I+D
o
Véase también
Industria Farmacéutica
La industria farmacéutica es uno de los sectores de la economía general que se dedica de
manera exclusiva a la fabricación, distribución, comercialización y también la
preparación de productos químicos farmacéuticos, los cuales se utilizan en el
tratamiento de diversas patologías, así como también de la prevención de las mismas.
Todas aquellas compañías que están englobadas en esta rama de la industria, llevan a cabo
diversas tareas de investigación y desarrollo con el objetivo de introducir
nuevos tratamientos más innovadores y al mismo tiempo obtener los beneficios
económicos que eso trae consigo.
Es importante señalar que en la actualidad la industria farmacéutica es uno de los sectores
empresariales más rentables e influyentes a nivel mundial. Un dato importante es que se
encuentra compuesta por numerosas organizaciones públicas y privadas que se encuentran
destinadas al descubrimiento, desarrollo, fabricación y comercialización de medicamentos
para la salud de los seres vivos.
Otras actividades que demandan productos farmacéuticos son el sector de salud privada con 7.0%,
la fabricación de productos farmacéuticos (4.3%), cría de animales (4.0%), administración pública y
defensa (3.8%), exportaciones (1.3%), elaboración de bebidas no alcohólicas (1.1%) y resto de
actividades (3.1%).
Entre los años 2006 y 2015, señala el informe de la SNI, la industria farmacéutica presentó un
desempeño mixto. Durante el período 2006-2008 registró tasas de crecimiento positivas aunque
decrecientes, mientras que en el período 2009-2015 tuvo decrecimientos, excepto durante los
años 2011 y 2012, en los que se registraron tasas positivas.
Según los resultados de dicha encuesta, cuya información proviene del período 2012-2014, el
66.0% de las empresas que fabrican productos farmacéuticos en el país invierten en algún tipo de
innovación. "Este resultado es superior al promedio registrado por el resto de ramas industriales y
sólo es superado por las industrias de alimentos, bebidas y equipo de transporte", refiere el
gremio industrial.
Otras inversiones relacionadas con innovación son la adquisición de hardware (4.2%), actividades
de innovación en comercialización (3.4%) e innovación en organización (2.3%).
NUEVATRIBUNA.ES19/08/17
Un sector de enormes ganancias económicas
Un sector oligopólico
Por otro lado los costos de fabricación han disminuido de manera importante,
debido al empleo de aparatos y procesos industriales más eficientes, a la
automatización de muchas etapas productivas y a la reducción de mano de obra
(las grandes fusiones de las principales empresas farmacéuticas de los años 90
generaron decenas de miles de despidos). Los costes son la consecuencia de la
realización de estudios de mercado, análisis de competidores, extensión de
patentes, distribución, promoción, publicidad y ventas de sus productos, gastos
administrativos para mantener estructuras multinacionales y los astronómicos
salarios pagados a sus ejecutivos.
Menos del 25% de los nuevos medicamentos que salen al mercado son
innovadores o mejoran los resultados de los anteriores (cuyos precios son mucho
menores y están suficientemente probados en calidad y seguridad).
Desgraciadamente los organismos gubernamentales que deberían controlar esta
situación en beneficio de los ciudadanos están financiados por la industria. Así la
FDA de Estados Unidos es financiada en un 75% o la Agencia Europea de
Evaluación de Medicamentos en un 80% por las multinacionales farmacéuticas.
La industria se enfrenta, desde hace algunos años a las políticas de los gobiernos
de reducir el gasto farmacéutico que suponen una proporción cada vez mayor de
los presupuestos estatales (en España alcanza entre el 25-30% del gasto sanitario
total, lo que pone en riesgo el sostenimiento del sistema público), con medidas
como reducción de precios, precios de referencia para grupos de medicamentos
similares o la promoción de genéricos.
Para hacer frente a esta disminución de ganancias los laboratorios están poniendo
en práctica diferentes medidas:
Hasta hace poco, era frecuente que las grandes empresas farmacéuticas pagasen
sobornos a los médicos para que recetasen sus medicamentos, aunque es una
práctica que generalmente está mal vista y en muchos lugares es ilegal. Con el
incremento de los controles sobre los médicos prescriptores, los laboratorios están
desarrollando estrategias para apoyar económicamente, organizar congresos y
reuniones con la Organizaciones de Enfermos para buscar el apoyo de los mismos
y que presionen a los gobiernos para la financiación de determinaos fármacos
aunque no esté justificada su necesidad o tengan efectos adversos.
La situación en España
Algunas de estas medidas son fáciles de implementar y otras tienen una eficacia
más a medio plazo, pero lo que es evidente es que hay que plantarle cara a la
industria farmacéutica y anteponer el derecho a la salud a los desproporcionados
beneficios empresariales
La Industria Farmacéutica
Enviado por eccy1959
1.
2. Resumen
3.
4. Antecedentes de la Farmacia en Cuba
5. La industria farmacéutica: producción, inspección y comercialización
6. Tendencias y retos de la industria de medicamentos
7. La economía en la industria farmacéutica
8. El poder del mercado de la industria farmacéutica (Collazo, 1997)
9. La evaluación farmacoeconómica
10. Análisis económico y científico – técnico de la investigación de un fármaco
11. La industria biotecnológica y el sector farmacéutico
12. La industria farmacéutica en Cuba: sus retos y desafíos
13. Caracterización de la Industria Médico Farmacéutica en la Ciudad de La
Habana
14. Descripción de un laboratorio farmacéutico MEDSOL
15. Conclusiones
16. Recomendaciones
17. Bibliografía
Resumen
El trabajo aborda la temática del desarrollo de la industria farmacéutica en Cuba y toma en
cuenta el desarrollo de este sector en el mundo. Se centra en un capítulo la economía de la
industria farmacéutica por la importancia que tiene el progreso de esta rama para los avances
en el campo socioeconómico y político de Cuba y su inserción en el mundo contemporáneo. Las
medidas tomadas del redimensionamiento empresarial y el traslado de la industria
farmacéutica cubana al Ministerio de la Industria Básica es una de las acciones para garantizar
el suministro de medicamentos a la población y eliminar el déficit de los mismos en los centros
comercializadores. Se expresa una descripción de los antecedentes de la farmacia en Cuba y el
impacto social que tiene el desarrollo de la industria de medicamentos en la actualidad y los
ingentes esfuerzos del gobierno revolucionario de dar atención institucional
al personal científico y técnico que labora en el sector farmacéutico. Especial atención se da en
el campo de la biotecnologíafarmacéutica, que sitúa a nuestro país en los primeros planos
de América Latina en la utilización de esta tecnología de punta en beneficio de la claseobrera.
Palabras claves
Industria farmacéutica
Sector farmacéutico
Historia de la farmacia en Cuba
Farmacoeconomía
Medicamento
Técnico en Farmacia
Nota: Esta ponencia se realizó como presentación para el examen de mínimo de
doctorado para Problemas Sociales de la Ciencia
Introducción
El nivel de desarrollo de un país se mide, entre otras cosas, por los indicadores de salud de la
población y dentro de estos, la producción de medicamentos es un parámetro importante para
el progreso social.
Un medicamento se define como (NC 26-04, 1987) toda sustancia o mezcla de sustancias
producida, vendida, puesta a la venta o recomendada para el tratamiento, el alivio, la
prevención o el diagnóstico de una enfermedad, de un estado físico anormal o de los síntomas
de una u otra, en el hombre o los animales, o al restablecimiento, la corrección o la
modificación de funciones orgánicas en el hombre o los animales.
El trabajo tiene como objetivo explicar el desarrollo de la industria farmacéutica en Cuba,
tomando en consideración la evolución de esta rama en el mundo, y se demuestra los avances
que en este campo se han producido en nuestro país. Particularmente, hicimos hincapié en un
capítulo referente a la economía en la industria farmacéutica, por las posibilidades que tiene
este sector en el progreso industrial cubano; se ve en el trabajo cómo la cienciafarmacológica y
biotecnológica se transforma en fuerza productiva para el desarrollo socioeconómico de Cuba, y
su lucha por insertarse en el mercadomundial y elevar el nivel de vida de la población, en la
batalla diaria en contra del bloqueo estadounidense sobre nuestro país.
Cuba ha emprendido un amplio programa para aumentar la producción de su industria
farmacéutica y completar en breve plazo el suministro de los medicamentos más demandados,
a la vez que busca incrementar las exportaciones.
La reestructuración comenzada a fines de 2000, para revitalizar la producción de fármacos en
la Isla implicó el traspaso de la Industria Médico-Farmacéutica (IMEFA) a
la responsabilidad de la Unión Química, del Ministerio de la Industria Básica, considerado con
mayor capacidad y experiencia fabril para asumir esa labor. Se creó el Grupo Empresarial
Químico-Farmacéutico (QUIMEFA), para dirigir la actividad del sector a través de la Unión
de Empresas de la Industria Farmacéutica, integrada por 19 firmas que agrupan a 41 fábricas y
un centro de investigación y desarrollo. Este sector ocupa a unas siete mil personas, 1 800 de
las cuales son profesionales y técnicos.
Cuba debe importar alrededor de 90 por ciento de la materia prima que utiliza en la fabricación
de fármacos y productos afines e importa más de 260 medicamentos terminados. Se exportó en
el 2 000 productos medicinales y farmacéuticos por más de 33 millones de dólares, en tanto
las compras de medicamentos e insumos sumaron unos 100 millones de dólares.
De los laboratorios cubanos han salido más de 20 biofármacos y vacunas,
avanzados sistemas de diagnóstico y otros productos que se exportan a más de 40 países.
Antecedentes de la Farmacia en Cuba
La farmacia cubana tiene un primer período que data de los siglos XVI al XVIII, y las
primeras noticias que se tienen del arte de curar son del año 1519 en el que salió de Cuba
hacia México, la expedición de Hernán Cortés y en la que hacía de boticario un joven soldado
de apellido Murcia. (Pruna, 1994) En 1598 solo había en La Habana 2 farmacias (llamadas
boticas), la de Sebastián Milanés, en la calle Real (hoy Muralla), y la de López Alfaro, cerca de
Desagüe (callejón del Chorro), en la plazuela de la Catedral. Las medicinas venían de Castilla,
esporádicamente, en muchas ocasiones vencidas y carentes de valor.
En 1642 presentó su título en el Cabildo el boticario Francisco de Carmona. En 1655 comienza a
ejercer su profesión en La Habana, el bachiller en medicina Diego Vázquez de Hinostrosa,
graduado en la Universidad de México en 1651 y habilitado por el Real Tribunal del
Protomedicato de México en 1653. Podemos resumir que en los siglos XVI y XVII lo que había
en La Habana era un ejército de herbolarios y charlatanes.
Por el año 1723 había tres boticas en La Habana, y antiguas crónicas señalan que en 1729
existían en las boticas abundantes y buenos medicamentos. En 1728 se funda la Real y
Pontificia Universidad de La Habana donde se formaban teólogos, juristas y médicos. En este
siglo surgen varios boticarios que se establecieron en distintas ciudades de la isla. Por esa época
los medicamentos más comunes eran el mercurio, ipecacuana, opio, ruibarbo y cocimientos de
cardosanto, esclaviosa, alcanfor, sal volátil, cuerno de ciervo, vinagre de Castilla, nitro y
alcanfor en fomentos para la cabeza. En la época de Carlos V, surgió la Farmacopea Hispana, la
primera en 1794 y la segunda en 1797. Estas farmacopeas del siglo XVIII estuvieron vigentes en
Cuba y al establecerse el Real Tribunal del Protomedicato en La Habana se exigía su tenencia
en las oficinas de farmacia, pues era necesario presentarla en las visitas regulares que cada dos
años realizaba esta institución a las boticas de la Isla.
En 1802 se publicó un folleto sobre el origen y descubrimiento de la vacuna. En 1804 el Dr.
Tomás Romay y Chacón aplicó por primera vez en La Habana, la vacuna contra la viruela de
forma gratuita.
En 1828 se establece la primera máquina de vapor para preparaciones farmacéuticas en la
farmacia La Reunión. Por esta época el tribunal autorizado para habilitar el ejercicio de la
profesión farmacéutica fue el Protomedicato. Para obtener el título de farmacéutico había que
presentarse a dos exámenes ante este tribunal, uno teórico y otro práctico, que duraban una
hora cada uno y se realizaban en dos tardes sucesivas, practicándose el último en una oficina de
farmacia. También era indispensable el estudio del latín y haber practicado cuatro años con un
maestro examinador. Además se hacía la información de "limpieza de sangre", de buena vida y
costumbres, se exigía la edad de 25 años para obtener el título.
La sustitución del Real Tribunal del Protomedicato mediante la real Orden del Ministerio de
Fomento General del Reino, del 21 de octubre de 1833 (Sánchez, 1989), por las Reales Juntas
Superiores Gubernativas de Medicina, Cirugía y Farmacia, se efectúa en Cuba después de una
ardua lucha durante más de 10 años, de las fuerzas más progresistas médico – farmacéuticas.
Estas estructuras son a imagen y semejanza de las constituidas en España desde 1823. Las
Reales Juntas estaban integradas por tres vocales propietarios y un secretario facultativo, y en
el caso de la de farmacia, de un maestro de ceremonias que hacía las veces de fiscal. Los
nombramientos los hacía el rey de España a propuesta del gobernador y capitán general. La
presidencia la ejercía el vocal más antiguo y debían ser doctores en farmacia, para
esa disciplina. Por primera vez se designan para ocupar estos cargos a los doctores Antonio
Gervasio de Mendoza, Ignacio Dedín de la Torre y Mariano Medina como primero, segundo y
tercer vocal, respectivamente; de secretario Antonio María Muñoz y como maestro de
ceremonias al doctor Francisco de Paula Suárez.
En 1834 las boticas estaban como en los tiempos primitivos y a partir de ese año se fueron
transformando con la introducción de nuevos productos farmacéuticos que salían de las
principales droguerías de Francia, Inglaterra y Alemania. Desde el establecimiento de la Junta
Superior Gubernativa de la Facultad hasta la reforma de la Universidad en 1842 se recibieron
128 licenciados y 34 doctores.
A partir de 1842 se genera un movimiento científico y de progreso en todas sus
manifestaciones, pues la química había adelantado extraordinariamente con Lavoisier,
Lomonosov, Scheele, Gay Lusac, Berthelot y otros. En este año la universidad dio forma
académica a los estudios de farmacia y por ella entraron sus profesores a formar parte del
claustro de Ciencias Médicas. Se dividieron los estudios en teóricos y prácticos; los primeros
debían cursarse en este establecimiento en dos años. Igual período comprendía la práctica que
se exigía a los aspirantes a licenciatura. Sin embargo, por la escasez de farmacéuticos en la Isla
se dispensó a veces a los estudiantes del último año de práctica simultanear los dos años de
estudio, lo cual dio lugar a la habilitación de los "prácticos de farmacia".
Desde 1842 hasta 1863 la Facultad de Farmacia en Cuba estuvo agregada a la de Medicina, de
la cual se escindió en 1863. Se establecieron laboratorios de química y los gabinetes
correspondientes para el reconocimiento de drogas, materia farmacéutica vegetal, mineral y
animal y prácticas de operaciones farmacéuticas. Para las demostraciones estaba muy limitado
el número de aparatos, utensilios y productos.
El 19 de mayo de 1861 se funda la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y naturales de La
Habana. El Dr. Fernando Valdés Aguirre presentó en 1862 a dicha institución
una memoria que llevó como lema "Ideas sobre la impresión de un formulario en la Isla de
Cuba", la que tuvo gran acogida por la comisión que se encargaba de dar opinión sobre la
farmacopea y se recomendó como Apéndice de la Farmacopea Hispana.
El 24 de marzo de 1883, en sesión pública ordinaria de la Academia se propone a los doctores
Rafael Cowley, José Ramos, Juan C. Oxamendi y José Torralbas, para redactar el Petitorio
(Cuaderno impreso de los medicamentos simples y compuestos que debe haber en las
farmacias), la Farmacopea y Tarifa Farmacéutica. El 10 de junio de ese mismo año se aprueban
los trabajos que servirán de base para la redacción de la Farmacopea Oficial de la Isla de Cuba
(Mullale, 1989).
En 1883 se regularizó el estudio de la farmacia, estableciéndose la Junta Superior Gubernativa
de esta facultad el 24 de diciembre y a los que aspiraban al título de farmacéutico se les exigía
la asistencia a dos cursos de una cátedra de Botánica. Las primeras lecciones de esta clase se
impartieron en el Jardín Botánico y más tarde en la Universidad, donde existía también un
pequeño jardín por considerar la junta que era imprescindible para el estudio de la Botánica
aplicada a la farmacia. Se graduaban de bachiller en farmacia a los 4 años y de licenciados al
terminar el quinto.
En la segunda mitad del siglo XIX se desarrolló la bacteriología. La teoría de Pasteur
evolucionó en la preparación de sueros, vacunas, etc. Los trabajos de Koch llevaron a la
especificidad de enfermedades infectocontagiosas y en 1900 fue comprobada la teoría de Finlay
en relación con sus estudios sobre la fiebre amarilla. En 1887, Cuba fue el primer país de
América en introducir la vacuna antirrábica (Pruna, 1994b, pp.62); esto se debió a una
comisión que se entrevistó con Louis Pasteur, que estaba integrada por Diego Tamayo,
Francisco Vildósola y Pedro Albarrán, dirigidos por Juan Santos Fernández. Se creó por este
médico y sus colaboradores el Laboratorio Histobacteriológico e Instituto de Vacunación,
dotado para la investigaciónbacteriológica. Una de las figuras fue Juan Nicolás Dávalos,
considerado por algunos el primer bacteriólogo cubano (Pruna, 1994b, pp.63)
Múltiples son los adelantos de la ciencia farmacéutica en los siglos XIX y XX. No podemos de
dejar de mencionar a Juan Tomás Roig, distinguido hombre de ciencias, de profesión
farmacéutico. Fue el creador del Diccionario Botánico de Nombres Vulgares
y Plantas Medicinales, Aromáticas y Venenosas de Cuba, obra muy importante para la ciencia
cubana.
En 1890, enero, se efectúa el Primer Congreso Médico Nacional en la Academia de Ciencias,
Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, participaron alrededor de 200 médicos nacionales
y 3 extranjeros.
En 1895 se obtiene el suero antidiftérico en Cuba, por la ardua labor de los médicos cubanos
Juan Nicolás Dávalos y Enrique Acosta. El primero en aplicar el tratamiento con este suero fue
el Dr. Domingo Madan, a una niña de 7 años en Matanzas, el 15 de marzo de 1985. (Pruna,
1994, pp.43)
No debemos pasar por alto el papel de los farmacéuticos en los períodos de
la Guerra de Independencia: 1868-1898, en la que ilustres farmacéuticos ofrendaron su vida y
lucharon por la causa de la Revolución, como por ejemplo, Enrique Álvarez Martínez, Francisco
Figueroa Véliz, Alejandro del Río Rodríguez, etc. (García, 1988). En nuestras guerras fue muy
difícil la adquisición de medicinas y materiales de curación, que eran suministradas en muy
pocas cantidades. Se usaban plantas que el campesinado cubano utilizaba muy bien, yagrumas,
güira cimarrona, eucalipto, aguedita, mangle, llantén, etc.
En el período prerrevolucionario la farmacia cubana es invadida por medicamentos de toda
índole, producto del desarrollo de nuevas especialidades medicamentosas, con nombres
comerciales sofisticados que se repiten por cada fabricante y en algunos casos con poca o
ninguna seguridadterapéutica.
El 15 de septiembre de 1901, se inauguró oficialmente el casi nuevo edificio de la Academia de
Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. El 11 de febrero de ese mismo año se
entregan los laboratorios en el Paseo de Carlos III e Infanta, que se llamaron "Laboratorios
Wood".
En la Cuba neocolonial se destaca como investigador en el campo de la medicina el Dr. Pedro
Kourí Esmeja fundador de la parasitología médica cubana. Este período se caracterizó por la
penetración de patentes, medicamentos y laboratorios de origen norteamericano. De las pocas
decenas de boticas que existían en Cuba, se llegaron a registrar 1707 en el año 1951, de ellas
604 estaban en La Habana. La farmacia cubana dejó de ser el experimentado laboratorio para
convertirse en un centro comercial; sin embargo, todo no fue negativo: en las nuevas
droguerías se realizaban valiosas investigaciones, se continuaba escribiendo y fundando
revistas. En los Estados Unidos se utilizaba la mano de obra cubana con el objetivo de lograr a
través de la industria farmacéutica un desmesurado aumento del capital financiero al cual
estaban vinculadas las farmacias – comercios como la Sarrá, Johnson y Taquechel. La farmacia
norteamericana ejerció una gran influencia en Cuba. El nuevo concepto era los llamados
establecimientos – almacenes, muy distantes de las bellas farmacias europeas. Algunos hitos en
la época de la neocolonia vinculados a la farmacia fueron:
En 1904 se crea una nueva comisión para redactar la farmacopea cubana, integrada por
los doctores: Juan Santos Fernández, Enrique Barnet, Tomás Coronado, Gerardo
Fernández, José Guillermo Díaz, José Alcán y Jorge Le Roy. Nuevamente estos deseos no
fructifican y la dependencia a la industria farmacéutica norteamericana hizo que
prevaleciera la farmacopea de ese país, constituyendo esta otra evidencia
del dominioimperialista en Cuba. Se realizan las traducciones al español de diferentes
revisiones de la Farmacopea. (Mullale, 1987)
Cuando triunfo la Revolución se realizó por el Ministerio de Salud Pública un estudio de las
especialidades esenciales para cubrir las necesidades de la salud de la población, se eliminó
la importación de los que se consideraron innecesarios, y se han ido incorporando nuevos
productos en la misma medida en que se desarrolla el Sistema Nacional de Salud, pero siempre
basado en estudios científicos de la utilidad y efectividad de cada producto. Se comienza el
desarrollo de la industria farmacéutica nacional. Actualmente se elabora en el país la mayor
parte de las necesidades de medicamentos para todas las especialidades médicas.
A partir del 1ro de enero de 1959 y producto de la necesidad de desarrollar a industria
farmacéutica, hubo necesidad de ampliar nuestros mercadospara la obtención de materias
primas para la producción de medicamentos.
Los métodos de producción y de control de la calidad no tenían el rigor científico, porque la
mayor parte de los productos eran importados y los que se producían en Cuba (pocos), se
controlaban en algunos indicadores por el productor. Como consecuencia de la socialización de
la medicina, una de las primeras medidas del Gobierno Revolucionario en la Salud Pública, el
control de la producción de medicamentos se convirtió de propiedad privada a la social, lo que
ha hecho posible un control efectivo de la producción y calidad de los medicamentos.
El bloqueo económico trae como consecuencia la utilización de las farmacopeas de la Unión
Soviética, Alemania, Japón, Hungría, Gran Bretaña, la Farmacopea Internacional, la
farmacopea europea y otras, además de la de Estados Unidos, cuyas especificidades de calidad
no se ajustan completamente a las especificaciones de la producción nacional.
En 1976 se inician gestiones en la Industria Médico – Farmacéutica para redactar una
farmacopea, pero los trabajos se han interrumpido en diferentes ocasiones. El desarrollo actual
alcanzado por nuestro país en el campo de la salud, impone la necesidad de contar con una
farmacopea propia, anhelo de los científicos cubanos desde la etapa colonial, y que satisfaga las
necesidades del farmacéutico en sus distintas áreas de trabajo, así como auxilie al personal
médico y de otras ramas afines en sus labores.
En 1981 comienza en Cuba la influencia de la biotecnología en el sector farmacéutico.
El período especial impuso al país un reto en el campo de la producción de medicamentos,
donde el estado realiza ingentes esfuerzos en el desarrollo de esta vital industria. Se toman
medidas para el desarrollo de la investigación científica y el desarrollo de la producción de
medicamentos, se da especial atención a los centros del Polo Científico.
En el año 1991 se pasa la especialidad de técnico en Farmacia Industrial al sector educacional.
En el año 2001 se traslada la industria farmacéutica al Ministerio de la Industria Básica, para
dar una mejor atención a la producción de medicamentos, se crean las droguerías como centro
de almacén de los medicamentos para resolver las deficiencias de este producto y satisfacer
la demanda de la población.
La industria farmacéutica: producción, inspección y comercialización
La salud es uno de los bienes más preciados por la humanidad y en su concepto más universal
expresa: el estado completo de bienestar físico, mental y social, en armonía con el
medio ambiente. (NC.26-04, 1987)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) abogó por alcanzar la salud para todos en el año
2000, hecho que aún no se ha cumplido. La OMS planteó que todos los países dedicaran el 3%
del PIB a la salud; no obstante, este deseo no se logró en los países más pobres, ni en aquellos
que no se prioriza la salud. En la tabla I se presenta el estado del Producto Interno Bruto de
algunos países dedicado a la salud
Tabla I (Ortiz, 1997, pp 32)
Países %
Alemania 9
Canadá 10
EEUU 14
Francia 9
Reino Unido 7
Japón 7
México 3
Los ciclos cortos se deben lograr a partir de la reducción de los tiempos de evaluación que
abarcan las etapas reguladoras de investigación, en la tabla II se muestran los tiempos de cada
etapa.
Tabla II: Duración promedio de las etapas de evaluación reguladoras para la
aprobación de un nuevo medicamento. (Ortiz, 1997, pp.34)
Clínica fase III Extensión en más enfermos y comparación con otros 3,0
medicamentos ya evaluados
Los altos costos de los nuevos medicamentos crecen de año en año motivados por el empleo de
nuevas tecnologías complejas y el aumento de las enfermedades crónicas más difíciles de curar
y que requieren mayor eficacia de esos productos. En la tabla III se expone el crecimiento de
los costos por nuevo medicamento producido en años seleccionados, las sustancias que se
requieren investigar para lograr un producto y el tiempo investigar para lograr un producto y el
tiempo que demora la evaluación de la misma. En la actualidad este último se ha incrementado
hasta 15 años para su desarrollo y aprobación.
Tabla III Nivel de los costos por nuevo medicamento producido en años
seleccionados y por sustancias investigadas y tiempo de evaluación (Ortiz, 1997,
pp.34)
Año Costo en millones Sustancias investigadas Tiempo de evaluación
Las empresas líderes del mercado son las que más gastos de investigación y desarrollo tienen.
Las patentes sobre productos y procesos son fáciles de copiar y hay apoyo del estado a la
investigación.
Investigación de mercado
Estreptoquinasa recombinante
Vacunas veterinarias
Agrobiotecnología
Extractos alergénicos
Vacuna doble
Vacuna DPT
AcM = anticuerpos
Los cambios producidos entre 1989 y 1995, más el problema del bloqueo económico que sufre
nuestro país desde hace varias décadas, llevó a los cubanos a cambiar las estrategias mediante
su mayor vinculación al plano internacional y ahora también incluyen temas como
regulaciones, registrosde patentes, comercialización, joint-ventures, etc. entre las necesidades
urgentes que se deben resolver para poder explotar internacionalmente sus producciones y
desarrollos. Hoy casi todos esos centros tiene sus empresas asociadas (Heber Biotec, CIMAB, y
otras) y son varios los científicos que se especializaron en la comercialización, así como en
la gestión y el control de la calidad. Todo lo anterior refleja la gran atención que presta el
Gobierno Revolucionario para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, tanto en recursos
humanos e institucionales para impulsar la Revolución Científico – Técnica en nuestro país.
La industria farmacéutica en Cuba: sus retos y desafíos
"La producción de medicamentos se concentra hoy en manos de un reducido grupo de
empresas que invierten cuantiosas sumas para obtener moléculas novedosas que son la base de
nuevos y costosos medicamentos. Ello plantea a los países del Tercer Mundo una encrucijada:
¿Nos resignamos, como país en vías de desarrollo, a contemplar y asimilar los medicamentos
que producen los países más industrializados, lejanos de nuestras necesidades y realizadas o
impulsamos nuestra propia capacidad para crear medicamentos autóctonos?" (Núñez Sélles,
1997, pp.4) A estas palabras le daremos respuesta
El desarrollo de la industria farmacéutica y biotecnológica cubana ha sufrido
un cambio cualitativo durante los últimos cinco años, por la gran prioridad dada por la
dirección del estado y el gobierno a dicha rama, muy compleja desde el punto de vista
tecnológico, aspecto casi exclusivo para algunos países desarrollados. La ministra Rosa Elena
Simeón planteó: "En el año 2003 se han logrado importantes resultados como la nueva vacuna
contra el Haemophilus influenzae, se han incrementado las exportaciones de productos
biotecnológicos y farmacéuticos contra el cáncer" (PeriódicoGranma 15 de enero del 2004)
Cuba posee más de 200 instituciones científico – técnicas en casi la totalidad de las áreas de las
ciencias naturales, sociales, biomédicas y técnicas. De las instituciones relacionadas al sector
farmacéutico y biotecnológico, hay más de 60 vinculadas al proceso investigación – desarrollo
– producción de medicamentos para la salud humana, además existe un gran número de
facultades universitarias involucradas con esta actividad en el país. Todo esto constituye un
sistema que lo respalda una comunidad científica y una base material muy grande.
La industria cubana tiene como reto transformar el potencial alcanzado en una verdadera
fortaleza económica, lo que le brinda un gran respaldo al sistema de salud nuestro,
consolidándolo en el ámbito mundial. Este reto implica que se utilicen métodos y enfoques que
posibiliten unir de manera armónica la etapa de creatividad científica, donde se descubran
nuevas moléculas bioactivas, con la etapa de desarrollo donde se obtiene el producto final: un
medicamento eficaz, seguro y rentable, por lo que este proceso debe conformarse en marcos
muy rigurosos e inviolables.
La estrategia de investigación para obtener moléculas novedosas, que sean la fuente para
producir medicamentos, puede seguir una de las siguientes vías: (Núñez Sellés, 1997, pp.5)
1. Descubrimiento de una nueva especie química (NEQ) de mayor poder terapéutico o
mayor seguridad para el consumo del hombre, que permite un producto patentado.
2. La modificación de especies químicas conocidas (EQC) de poder terapéutico reconocido
mediante transformaciones químicas o biotecnológicas que da lugar a un producto
similar al inicial, pero con nuevas características farmacológicas que le permitan lograr
una nueva patente.
3. La reproducción de una EQC cuya patente ha caducado, por medio de procesos de
ingeniería inversa, comúnmente conocidos en el mercado farmacéutico como genéricos.
El descubrimiento de una NEQ es la primera prioridad en las grandes compañías
farmacéuticas.
Las pruebas de ensayo – error se han sustituido por el uso de las nuevas tecnologías
del diseño por computadoras. Una de cada 100 moléculas alcanza la categoría de medicamento.
Además se emplean técnicas biomoleculares. Muchos centros cubanos han seguido este camino
exitosamente al explotar los recursos naturales nacionales y la aplicación de las técnicas más
avanzadas de la ingeniería genética y la biotecnología han originado el PPG, la estreptoquinasa
recombinante, la vacuna contra la hepatitis B, la vacuna contra la bacteria Haemophilus
influenzae, etc.
La modificación de las EQC es una variante de la primera estrategia. Se obtiene una nueva
molécula a partir de un nivel de conocimiento acumulado en experiencias con moléculas
semejantes que originaron a la estructura química de la que se parte. Este proceso dura
aproximadamente 8 años.
Otra tendencia mundial es la que asumen pequeñas compañías farmacéuticas que desean
lograr espacios en el mercado no ocupado por las transnacionales farmacéuticas que
produjeron moléculas originales anteriormente. La reproducción de genéricos elimina pasos
del proceso de desarrollo, al asimilar los resultados publicados con anterioridad.
Las grandes compañías de producción y síntesis de medicamentos han empezado a prestarle
atención cada vez más al sector de genéricos, ante el descenso de la frecuencia de nuevas
especies químicas.
La industria farmacéutica cubana y centros de investigación vinculados a ella, trabajan en esta
tendencia y son varios los productos que han pasado por ese camino. Entre ellos están el
subcitrato de bismuto coloidal (Q-Ulcer, es un producto antiulceroso de actividad bactericida
contra el Helicobacter pylori), la ampicillina y la amoxicillina (antibióticos penicilánicos),
algunos esteroides, etc. Estos productos se exportan y comienzan a satisfacer el sistema de
salud cubano.
Las grandes compañías también le prestan atención a las formas farmacéuticas tradicionales y
buscan una mayor eficiencia terapéutica y mayor seguridad para el consumo humano, al
minimizar los efectos colaterales que producen los medicamentos. Ejemplo de lo anterior son
las formas sólidas de liberación sostenida: se trata de tabletas o cápsulas donde la molécula
de acción terapéutica se libera lentamente y mantiene una dosis efectiva a lo largo de su tiempo
de acción, sin que su concentración en el fluido biológico (jugo gástrico, intestinal, plasma, etc.)
supere límites donde empiezan a manifestarse los efectos colaterales del medicamento como
vómitos, náuseas, cefaleas, etc. Otro ejemplo puede ser un sistema que pasa a través del tracto
intestinal sin que se libere la molécula activa y con ello reducir efectos indeseados en la mucosa
gástrica como los medicamentos antinflamatorios no esteroidales y sólo se libera al llegar al
flujo sanguíneo.
Esta estrategia de investigación conlleva la ejecución de las etapas de desarrollo hasta que
finalicen las pruebas clínicas que pueden durar de 4 a 6 años. La promoción generalizada de
estos sistemas farmacéuticos ha producido grandes demandas por sus buenas ventajas
terapéuticas a lo que Cuba no ha estado ajena.
El Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (CIDEM) ha obtenido varias formas
farmacéuticas de liberación sostenida, con el empleo de matrices poliméricas y continúa con
otras formas de liberación controlada, en estrecha relación con los grupos de investigación
científica que producen moléculas activas, sean nuevas especies químicas o especies químicas
conocidas o genéricos, lo cual constituye una de las mayores ventajas de la integración con la
que laboran los colectivos científicos del país.
En todas las estrategias de investigación explicadas, menos la de reproducción de moléculas
conocidas (genéricos), el saber farmacológico de la acción terapéutica juega el rol principal. No
es posible pensar en investigaciones para la obtención de nuevas especies químicas con el
objetivo de utilizarlas como medicamentos, sin que ello se combine desde el principio con los
estudios biológicos y estructurales con los farmacológicos que se vuelven la base sobre la que se
comienzan las etapas de desarrollo del futuro medicamento.
Caracterización de la Industria Médico Farmacéutica en la Ciudad de La Habana
La industria pertenecía hasta hace poco al Ministerio de Salud Pública, pero decisiones
estatales con el objetivo de garantizar la producción se decidió trasladarla hacia el Ministerio
de la Industria Básica. El sector en la capital está integrado por 21 centros y se ocupa de la
producción e investigación de medicamentos.
Capacidades de producción
Sueros 12 760
Semisólidos 26 000
Supositorios 54 000
Colirios 11 000
Aerosoles 7 500
Plantas de formas terminadas 1 y 2 Empresa "Adalberto Pesant": dos Centro de Investigaciones y Desarrollo
(MEDSOL) establecimientos: "Alberto Paz" y de Medicamentos (CIDEM): con los
"Víctor Díaz" laboratorios: AZPECO, MERCOLO,
PANCAR
Inyectables (AICA) Empresa "Juan R. Franco": con dos Empresa "Reynaldo Gutiérrez": tres
establecimientos: "Reyes Canto" y establecimientos: "Andrés Berro",
"Pedro Ballester" GLAXO, MIRASSOU
Recomendaciones
Prestar una gran atención a los aspectos económicos de la industria farmacéutica
permitirá alcanzar una etapa superior en el desarrollo de este sector que repercutirá en su
crecimiento en todos los órdenes para el país.
Continuar profundizando sobre la historia de la farmacia en Cuba
Realizar la caracterización de los otros centros de la industria farmacéutica de la capital
para completar el estudio iniciado aquí.
Lo cierto es que las sustancias sintetizadas para poderlas patentar y cobrar por ellas
no han demostrado ser más efectivas que tomadas de forma natural. ¿Por qué nadie
mide si el consumir te verde o ajo, o los productos antiangiogénicos por naturaleza
ralentizan de igual modo que los medicamentos patentados?
¿Por qué los que tienen la posibilidad al menos de sembrar la duda en el lector,
informando de todo el negocio económico que se mueve detrás, no lo hacen? Ya son
tres los premios Nobel que han dicho que a las farmacéuticas lo que les interesa es
cronificar las enfermedades y no curarlas, ¿cuándo van a hablar desde el conocimiento
de esta realidad, en vez desde la absoluta inopia?
Sintetizados en el laboratorio
Es verdad que muchos medicamentos ya son sintéticos, es decir, fabricados en el
laboratorio en lugar de extraídos de la naturaleza. Algunos de ellos han nacido en una
probeta desde el principio. Otros, en cambio, son los productos naturales de toda la
vida pero elaborados industrialmente porque resulta más rápido o barato, para
evitar esquilmar las plantas de las que antaño se extraían (hacía falta talar unos cien
tejos para obtener un solo frasco de paclitaxel, un quimioterápico que hoy se sintetiza
en el laboratorio). O, simplemente, porque sólo mediante procedimientos industriales
es posible producir la cantidad de fármaco necesaria para abastecer al
mercado.
Los lectores más mayores recordaran las terribles historias de los extremos a los que
había que llegar para obtener penicilina del mercado negro en los primeros
tiempos de los antibióticos, cuando aún no se sabía sintetizar y se obtenía
directamente de los hongos penicillium.
Y todo esto a cambio de un buen precio, claro; que las empresas farmacéuticas no son
ONGs. Nuestro corresponsal no descubre gran cosa al referirse al 'negocio económico'
que se mueve detrás de los medicamentos, pues las compañías farmacéuticas no
pretenden ser otra cosa que justamente eso; un negocio. Negocio en el que, siguiendo
las reglas de la economía de mercado, unas empresas compiten con las otras por
colocar en el mercado su producto de la manera más ventajosa posible.
Cierto que las farmacéuticas harán lo que esté en sus manos por presentar
persuasivamente las bondades de su producto, usarán la publicidad y el
marketing hasta donde se lo permita la legislación de cada país, e intentarán, en la
medida de lo posible, que los inconvenientes de sus medicamentos pasen
desapercibidos. Pero, no se preocupe, que ya se encargan las empresas competidoras
de sacar a la luz los trapos sucios, de cada fármaco, igual que en cualquier otro sector
de la economía.
El mercado de la competencia
Al final, sucede en el ámbito farmacéutico algo semejante a lo observado en cualquier
otro, la electrónica, los automóviles o el que usted prefiera; que suelen ser lo
mejores productos los que consiguen imponerse y resultan más rentables a largo
plazo. Lo primero que aprende un aprendiz de industrial farmacéutico es que, si quiere
ganar mucho mucho dinero, necesita una medicina buena de verdad.
Pero quizá no nos hagan falta medicinas. Puede que todo lo que necesitemos esté...
¡en el supermercado! Sin duda, existen sustancias antiangiogénicas en alimentos y
productos naturales, como los que se mencionan en la pregunta, y en muchos otros.
Pero no es cierto que el consumo alimentario de este tipo de sustancias sea, en
absoluto, equiparable, a la administración farmacológica. Se argumenta, a menudo, lo
que plantea el internauta: que no se investiga porque no interesa. Bueno, no le
interesará a las multinacionales farmacéuticas... ¡pero, desde luego, los productores de
té no le harían ascos a la idea que su infusión fuese anticancerígena!
Mire como se han apuntado al carro de la salud los productores de aceite de oliva de
todo el mundo apenas la investigación científica les ha dado pie, y sin que las
farmacéuticas que venden píldoras contra el colesterol hayan podido evitarlo. Por
cierto, que la industria multinacional del té se puede tratar de tú a tú con la
farmacéutica en capitalización y beneficios. Lo cierto es que sí se investiga en
estos asuntos, y mucho, pero quien tiene el prejuicio de que no se hace está tan
convencido de ello (por eso se llama pre-juicio) que ni se molesta en contrastarlo.
Búsquedas en internet
Animo a los internautas a que se dirijan a la página del PubMed. Es el buscador
universal de artículos científicos sobre temas de medicina y salud. Todas las
publicaciones científicas sobre medicina están ahí, y no hace falta ser médico, ni
registrarse siquiera. Cualquiera puede comprobar por sí mismo qué se investiga y qué
no. Tecleen 'Green Tea' (té verde en inglés) en el campo de búsqueda y...
¡3.628 artículos científicos publicados al respecto en la noche del 8 de marzo, cuando
escribo esto!
Desde luego, la mayoría de estos artículos son tan técnicos que no están al alcance de
la mayoría de las personas (incluso de muchos médicos no especialistas en el asunto),
amén de que muchas de esas revistas requieren de una suscripción para
acceder a sus contenidos (¡de nuevo el Mercado, ay ay ay!). ¿Ha de renunciar, pues,
el lector curioso a aquilatar la evidencia por sí mismo, a permanecer en esa absoluta
inopia a la que se alude en la pregunta?
En resumen, puede que muchos de los medicamentos contra el cáncer de los que
disponemos hoy día no sean como para echar cohetes, demasiado caros y
excesivamente promocionados por las multinacionales farmacéuticas. Pero,
por desgracia para todos nosotros (los médicos y nuestros seres queridos contraemos
enfermedades graves como todo quisque), los productos naturales no nos resuelven
esta papeleta de momento. No lo suponemos, sino que lo sabemos gracias a un
conocimiento arduamente adquirido y perfeccionado día a día merced al trabajo
científico. Un conocimiento que sí existe y que está, hoy día, al alcance de todo el
mundo. Aunque no sin algo de esfuerzo.
I
Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba.
II
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. La Habana, Cuba.
III
Centro Nacional de Cirugía por Mínimo Acceso. La Habana, Cuba.
RESUMEN
ABSTRACT
The importance of the debate and the rigorous application of the scientific method to
strengthen the Natural and Traditional Medicine (NTM) as a public health resource were
analyzed. Three concepts were clarified and illustrated: erroneous science, spurious
science and pseudoscience, all of them significantly hazardous to the population´s
health. While it is noted that legitimate therapeutic resources are located under the
umbrella of the natural and traditional medicine, it was also warned against other
resources which do not have the endorsement of the scientific method or whose
validity has been directly refuted. The crucial importance of taking into account the
best available knowledge at every historical period to design appropriate public health
actions was highlighted. It was emphasized that only intellectual honesty, constructive
debate and experimentation are able to secure this purpose.
INTRODUCCIÓN
La mayoría de todas estas prácticas, tal y como ocurre con innumerables expresiones
de la medicina regularmente empleada, merecen ser valoradas y estudiadas
críticamente, especialmente cuando pueden tener un impacto sustantivo sobre la salud
pública. Llegado el caso, recibirán el aval que corresponda, o serán rechazadas, según
proceda, por parte de los órganos reguladores. Tales conclusiones, de uno u otro
signo, raramente serán sin embargo inamovibles.
Si bien compartimos que poner apellidos a la medicina, 3 es, como mínimo, polémico,
creemos que para desarrollar esta discusión es menester calificar a algunas de sus
expresiones. La teoría miasmática arriba mencionada, es un ejemplo inequívoco
de ciencia errónea.
Hace ya 15 años, uno de los autores del presente artículo señalaba, 9 la necesidad
medular de denunciar la pseudociencia, aquella actividad que pretende pasar por
ciencia cuando en realidad dista de compartir y practicar sus principios centrales. Entre
los elementos que justifican su denuncia se destaca la necesidad de preservar y
desarrollar la cultura científica de la sociedad. Pero lo más relevante para la salud
pública es que se trata de prácticas diagnósticas y terapéuticas que, al estar basadas
en ideas irracionales y contrarias al conocimiento científicamente constituido, entrañan
un riesgo para la población.
Algunas propuestas pseudocientíficas son tan pueriles y absurdas que cuesta trabajo
aceptar la necesidad de gastar recursos en su evaluación. Entre las que tienen esos
rasgos y se han promovido en Cuba de una u otra forma, mencionamos tres:
• El uso de péndulos que servirían como recurso diagnóstico cuando se mueven sobre
la foto de un paciente que se halla a gran distancia del terapeuta (véase una defensa
de tal procedimiento en el libro "Salud ecológica". 10
• El empleo médico de agua magnetizada para diversas dolencias tales como diabetes
y colesterolemia ,11 a pesar de que cualquier estudiante de física sabe que es imposible
que el agua se magnetice y, sobre todo, a pesar de que no existe absolutamente
ninguna evidencia de que el agua así tratada tenga el menor efecto sobre el sistema
endocrino o sobre el colesterol.
La defensa de la salud pública exige -acaso más en Cuba que ninguna otra parte por la
naturaleza integral de nuestro sistema de salud- profundizar en este problema, tanto
desde la perspectiva ética como operativa. Los higienistas, apuntaba José Martí, saben
de la naturaleza humana y sus achaques más que los abominables curanderos, que
demuestran que la ignorancia osada todavía es reina de los hombres, y que en estos
tiempos de luces aún hay quien crea en hechiceros y encantadores.14
Creer que las causas de las enfermedades pudieran ser una predisposición genética,
déficits nutricionales, el accionar de un agente biológico o la exposición a tóxicos o a
radiaciones sería un error. Las verdaderas causas de la enfermedad, explica Bach, son
38 estados de ánimo, entre los que se hallan, por ejemplo, el entusiasmo, el miedo, la
impaciencia, el temor y la ignorancia. Textualmente, nos informa:15
Y más adelante señala cuáles son las flores con las que se conformaría el remedio
homeopático que corregiría cada uno de aquellos 38 trastornos, responsables a su vez
de todas las dolencias existentes. Por ejemplo, el miedo se curaría con un tipo de rosa
denominada heliantemo (Helianthemum numularium) y la inseguridad con una
ultradilución de la flor conocida como cerato (Certostigma willmottiana).
Y una vez en posesión de esa información ¿cómo pudo corroborar, por ejemplo, que
una dilución conformada con rosas del tipo heliantemo, haría que un sujeto temeroso
pasara a ser valiente? ¿Acaso razonando de alguna manera o haciendo experimentos?
De ninguna manera,Bach responde la pregunta de la siguiente forma en la misma
fuente primaria antes citada:
Los peligros para la salud pública derivados de tales prédicas y de las prácticas
terapéuticas basadas en ellas son ostensibles. Según esta doctrina, pongamos por
caso, una infección sería la consecuencia de que la personalidad del enfermo es reacia
a que su alma actúe. Consecuentemente, en lugar de tomar antibióticos, basta con
apelar a un remedio homeopático basado en una flor debidamente escogida, con lo
cual se conseguiría domesticar su alma para que entre en armonía con su espíritu. La
conciliación del alma con el espíritu es algo que parece particularmente difícil debido a
la imposibilidad de saber qué son esas dos entidades ni en qué se diferencian.
Dicho de otro modo, a nadie mínimamente juicioso se le ocurriría afirmar que la MNT
como un todo es pseudocientífica. Del mismo modo que nadie medianamente
equilibrado puede negar que algunas de sus manifestaciones tienen ese carácter. Lo
que sí ocurre, lamentablemente, es que muchos de los defensores de la MNT miran
para otro lado cuando se argumenta acerca de la naturaleza pseudocientífica de alguna
variante concreta, aunque no la practiquen ni la suscriban. Tales personas se abstienen
de enjuiciar críticamente esa variante, aunque sus endebleces salten a la vista. Se
trata de un interesante fenómeno analizado detalladamente por el físico
norteamericano Robert Park en un magnífico libro17 que aborda los aspectos
sociológicos de la pseudociencia.
La pertinencia del debate sobre los temas científicos dimana de un hecho simple: la
ciencia progresa precisamente gracias a él y a su inclinación por propiciarlo. Como
solía señalar Richard Feynman, la ciencia se estanca si se elude la confrontación
intelectual. El afamado Premio Nobel de Física enfatizaba algo medular:
tal desideratum es imposible si el propio científico, del cual se exige una integridad
científica sin límites, una probidad a ultranza, no da cuenta de la totalidad de la
información de que dispone para que quienes participan de la discusión puedan juzgar
el verdadero valor de su aportación.18 El pensamiento científico debe caracterizarse por
su vocación autocrítica, lo que se traduce en comunicar no solamente aquella
información que oriente el juicio de los demás en una u otra dirección específica sin o,
incluso, todos los aspectos que a juicio del investigador pudieran invalidar sus propias
ideas.
Cuba tiene una modesta pero honrosa historia de debate científico. Desde muy
temprano hallamos expresiones del talante crítico que caracteriza a nuestros
predecesores. Vale la pena detenerse en un par de ejemplos procedentes del siglo XIX.
Por su excepcional valor testimonial, reproducimos a continuació un segmento del
texto que el profesor Pedro M. Pruna Goodgall destina al tema:19
Todo comenzó con la publicación […en agosto de 1871], en el Diario de la Marina, del
anuncio de un preparado que, según se decía, era capaz de conferir a la leche de vaca
las propiedades de la leche materna. También se distribuyó , a domicilio, un suelto
sobre este producto; la hoja incluía certificaciones sobre las bondades del mismo,
emitidas por dos médicos, miembros de la Academia. […]
Creyendo la Academia que con los anuncios publicados por V.S en los periódicos de la
capital y repartidos a domicilio, con el objeto de espender (sic) ciertos polvos que
"cambian la leche de vaca por leche de muger (sic)", ha infringido V.S. el art. 2do del
Reglamento, y vulnerado la verdad científica, a la vez que la dignidad profesional.
Convencida por otro lado de que con semejante proceder ha contribuido V.S.
seguramente al desprestigio de la Corporación a que pertenece [...] y considerando
asimismo que a pesar de habérselo indicado la Academia no ha presentado las pruebas
de sus asertos [...] en sesión de gobierno celebrada el día de ayer acordó separarlo del
puesto de socio numerario que en ella ocupaba.
Unos años antes, se había abierto, en la propia Academia de Ciencias, una discusión
sobre la legitimidad del empleo de la homeopatía. La revista científica de la institución,
Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana,
daba cuenta en 1866 de la polémica suscitada en torno al tema. El artículo comienza
recordando que poco tiempo atrás dicha Institución se había visto obligada a devolver
al autor un trabajo que exaltaba la homeopatía "significándole así cuanto distaba la
Academia de ocuparse de [un tema] muy atrás juzgado desfavorablemente y con
sobra de razones por las personas y las corporaciones más competentes". Continúa
señalando que ahora, por segunda vez, se vio abocada a debatir el problema, esta vez
por conducto de una comisión creada al efecto. Todo concluyó con la siguiente
declaración de la Academia:20
Si la terapia floral fuera "efectiva" sin dejar margen para la duda, no existirían artículos
en prestigiosas revistas que afirman lo contrario24-27 a las que suman otras mucho más
recientes28-32 sobre respectivos estudios según los cuales dicho recurso no es superior a
un simple placebo. Si fuese cierto que no hubiera duda alguna acerca de que "la
homeopatía funciona", no existirían ensayos clínicos controlados,33 exhaustivas
revisiones sistemáticas,34 editoriales en revistas de primer nivel mundial, 35 y
declaraciones oficiales de entidades públicas,36 que afirman lo contrario. Tampoco se
producirían advertencias como la que lanzara la Organización Mundial de la Salud,
cuando manifestó su rechazo al empleo de tratamientos homeopáticos para tratar
varias enfermedades con un alto índice de mortalidad y donde la posición de sus
expertos fue unánimemente concordante con que "la homeopatía no es efectiva ni para
la prevención, ni para la cura del sida, la tuberculosis, la gripe común, la malaria y la
diarrea infantil".37 Si con homeopatía y medicina tradicional china se pudieran curar
todas las enfermedades, se podrían y deberían cerrar todos los servicios médicos que
emplean otros recursos y se debería circunscribir la formación del personal de salud a
tales disciplinas.
Más allá de los juicios que puedan merecer los citados hallazgos y declaraciones, que
en algunos casos arrojan evidencias negativas abrumadoras, como ocurre con la
terapia floral, lo que se quiere subrayar en este punto es que el debate científico, si
quiere ser fructífero y racional, no puede admitir aseveraciones lapidarias ni omitir
aquellas realidades contrarias a las convicciones previas de quienes participan en él.38
Mucho más acorde con estas consideraciones y con el espíritu de intercambio que ha
de preponderar, son otras posiciones, como las sostenidas el 19 de diciembre de 2011
en una sesión donde fueron convocados diversos órganos de prensa y varios
investigadores para debatir racionalmente acerca de un remedio homeopático
(conocido comercialmente como Vidatox 30CH) producido en Cuba a partir del veneno
de alacrán Rhopalurus junceus. Tal espíritu primó tanto por parte de colegas que
explicaron las razones por la cuales confiaban en los méritos terapéuticos de dicho
producto, como entre investigadores invitados que opinaban lo contrario, como es el
caso de los autores del presente trabajo.
Esta jerarquía, que discurre desde su nivel más bajo, los testimonios aislados, hasta el
vértice, donde se ubican los esfuerzos experimentales, es explícitamente destacada en
anexo VII del documento "Pautas generales para las metodologías de investigación y
evaluación de la medicina tradicional",43 que dimanó de la Consulta de la OMS
celebrada en Hong Kong, Región Administrativa Especial de China, en 2000 con la
participación de 38 expertos de 24 países.
Existe alguna evidencia de que los tratamientos homeopáticos son más efectivos que el
placebo; sin embargo, la fuerza de tal evidencia es débil debido a la baja calidad
metodológica de los ensayos. Aquellos estudios de más alta calidad metodológica
exhiben con mayor probabilidad resultados negativos. Se necesitan estudios
adicionales de elevada calidad para confirmar estos resultados.
Si bien en el curso de los 12 años transcurridos se han realizado varios de tales
estudios, muy destacadamente, el que fuera publicado en 2005 por The
Lancet,32 resulta a nuestro juicio conveniente mantener este empeño.
Los autores del presente trabajo hemos laborado en esta dirección. A modo de ejemplo
de una propuesta original, hemos concebido un posible ensayo para valorar un
medicamento homeopático. La idea surgió a raíz de la reunión celebrada con
periodistas y patrocinadores de uno de tales preparados a que se aludió antes.
CONSIDERACIONES FINALES
Los profesionales de la salud, entre ellos los que se dedican a la salud pública,
acostumbran a declarar su adhesión a las prácticas científicas y al método científico.
Pero no pocas veces la práctica se divorcia del discurso: se abandonan los principios
del método y se aplican determinados recursos alternativos que no han sido evaluados
o que lo han sido de manera parcial o, incluso, que han sido refutados por la
experiencia. Eludiendo la medicina "oficial", "occidental", o "convencional", huyen de
los experimentos que hipotéticamente podrían demostrar aquello que proponen sin
bases científicas, recurriendo generalmente a la anécdota.
Hasta aquí, la entrevista a Enrique Costas Lombardía, realizada por Salvador López
Arnal para la revista El Viejo Topo. Creemos que dice todo tan, tan claro, que no
hay nada interesante que nosotros podamos añadi
Establecer diferencias
La medicina tradicional ha sido el resultado de muchos estudios y avances en el
campo de la medicina, son estas las que aportan alivio casi inmediato cuando se
siente un dolor. Igualmente debemos tener claro que la medicina natural ha sido un
aliciente desde tiempos inmemoriales, su práctica es muy antigua, en lo que se
aplican métodos a partir de la combinación de elementos que dan como resultado una
especie de solución que promete mejorar cierta condición.
Es así como también se debe reconocer que la medicina tradicional ha logrado tratar
muchas enfermedades y tacarlas directamente. Y es allí cuando la medicina natural
ha quedado de lado, o se utiliza como seguimiento en el momento en que dejamos de
tomar la tradicional. Aunque en estudios recientes muchos investigadores han
informado que algunos medicamentos naturales son la mejor opción en determinadas
enfermedades, sobre todo en aquellas en las que el cuerpo debe someterse a
periodos prolongados de medicación.
En búsqueda de lo natural
Si bien en la actualidad existe la tendencia de regresar a lo originario, en el caso de los
medicamentos a lo natural, es también factible pensar que la prevención es primordial,
y es por ello que podemos encontrar una amplia información de cuáles son los
mejores alimentos y cuáles son los que debemos consumir con muchas más
regularidad para evitar padecimientos que hasta ahora han abrumado tanto a las
personas.
Así mismo, debemos tener presente que muchos de los remedios para cuando la
enfermedad esta presente los podemos encontrar en la naturaleza y hacer uso de
ellos libremente, pensar ¿cuál es la mejor opción? Eso siempre dependerá de las
alternativas que se presenten y de las condiciones para ello, así como las
recomendaciones que recibamos de los especialistas en este campo.
Desde tiempos remotos se han venido utilizando diferentes plantas por sus
propiedades medicinales para tratar todo tipo de dolencias.
4Compartidos
La alimentación es la base
La base de la medicina natural es la alimentación. Es un pilar fundamental en la
prevención de enfermedades, ya que refuerza nuestro sistema inmunológico que
actúa como barrera contra las infecciones que atacan a nuestro cuerpo.
Muchas de las enfermedades que conocemos están vinculadas a nuestro
estilo de vida sedentario y a la mala alimentación . La diabetes, la obesidad,
algunas enfermedades cardiacas o respiratorias, y algunos tipos de cáncer.
Por lo tanto, nuestra dieta se debe basar en las cantidades necesarias de todos los
elementos que ayudan a que nuestro cuerpo esté fuerte y sano.
Cereales
Los cereales son imprescindibles en cualquier dieta, ya que nos aportan hidratos
de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, fibra y minerales , por lo que son
una gran fuente de energía. Entre ellos encontramos: la avena, el arroz, la espelta, el
mijo, el trigo sarraceno, etc.
Vegetales y frutas
Son una parte fundamental de nuestra alimentación. Su riqueza en vitaminas,
minerales y fibra hace que sean imprescindibles para lograr una alimentación
equilibrada y sana. Encontramos entre los vegetales: la col, los espárragos, la
coliflor, el ajo, las espinacas, la cebolla, el aguacate, etc.
Legumbres
Las legumbres son uno de los alimentos más completos a nivel nutricional. Tienen
un alto contenido en hierro y son ideales para las personas con diabetes por su
bajo contenido glucémico. Además, pueden reducir el riesgo de cardiopatías .
Destacamos: los frijoles, alubias, habas, lentejas, los guisantes, etc.
Semillas
Plantas medicinales
Las hierbas son uno de los remedios más usados en la medicina natural. Como ya
hemos visto, desde tiempos remotos se han venido utilizando diferentes plantas
por sus propiedades medicinales para tratar todo tipo de dolencias .
Algunas de las más utilizadas son: romero, aloe vera, manzanilla, onagra,
hinojo, ginseng, ginkgo biloba o el jengibre.
Por último, debemos recordar que la medicina natural apuesta por un estilo de vida
sano y adecuado, en el que se haga ejercicio a diario y se eviten los malos
hábitos.
Una conversación es un diálogo oral o escrito entre dos o más personas que intervienen
alternativamente expresando sus ideas y/o afectos sin necesidad de planificación. Se
establece una comunicación a través del lenguaje verbal (en una sala de conversación y al
hablar) y lenguaje no verbal (gestos, muecas, etcétera).
A diferencia del monólogo, la conversación es una interacción en la que los interlocutores
contribuyen en la construcción de un texto. No lo hacen al mismo tiempo, sino que cada uno
tiene su turno de hablar.
La conversación puede girar en torno a uno o muchos temas y está condicionada por
el contexto. En una situación informal, estos pueden variar con facilidad y sin previa
organización, los que dialogan pueden expresar su punto de vista y discutir. En las situaciones
formales las posibilidades mencionadas pueden estar limitadas para uno o ambos lectores.
La conversación es una manera de relacionarse con las personas, sirve para obtener
información y compartir escenarios que muestran la diversidad de afectaciones,
pensamientos, experiencias y posturas; genera procesos reflexivos que permiten organizar el
discurso propio en relación al contexto conversacional en el que se participa, no
necesariamente guiados por un investigador; es mejor conversar con pocas personas dando
mayor importancia a cada uno de los temas tratados.1
Toda la verdad sobre la medicina natural!
Por Redacción DtE
22 agosto, 2012
En Consumo
Se trata de una ciencia ancestral, con más de 7.000 años de historia, cuyos principios se
basan en la utilización de recursos procedentes de la naturaleza para el tratamiento de ciertas
dolencias.
Este tipo de medicina se centra en la utilización de miles de sustancias de origen vegetal,
animal y mineral, que nacen en nuestro entorno más próximo, para curar numerosas
patologías. Sin embargo, su efectividad continúa originando numerosas críticas. De
hecho, son muchos los escépticos que cuestionan su eficacia entre los que cabe resaltar
el colectivo de científicos y facultativos, que la califican de ‘ineficaz e insegura’.
Sus orígenes
El nacimiento de la fitoterapia tiene origen en la antigüedad. Desde tiempos remotos y en
todas las culturas, los hechiceros y chamanes utilizaban las plantas medicinales para
sanar a nuestros antepasados, en medio de ritos y costumbres ancestrales. Así, se
aplicaba a los enfermos baños de vapor medicinales, baños de sol, agua y barro y se les
administraba infusiones terapéuticas, entre otras prácticas curativas.
Hipócrates, considerado el padre de la Medicina, se erigió como el máximo representante
de la historia de esta disciplina. Fue un auténtico naturista que no dudo en afirmar que “la
salud se merece, se gana y se defiende día tras día con métodos previstos por la naturaleza, y
no por medicamentos”. Su fe en los beneficios de la madre Tierra le llevó a desarrollar
numerosas teorías como la de los ‘cuatro humores’ (sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema),
que se sustenta en el equilibrio del organismo a través de los cuatro elementos básicos de la
vida: tierra, agua, fuego y aire.
¿Falta de efectividad o intereses económicos?
Los defensores de la medicina alternativa se atreven a señalar responsables de su
desprestigio. Ellos confirman la existencia de grandes intereses económicos por parte de
las compañías farmacéuticas que, según aseveran, se benefician de la imposibilidad actual
de patentar compuestos naturales que son realmente asequibles ya que no les resultaría
rentable competir con los precios de los compuestos provenientes de la naturaleza.
Pero a pesar de los avances de la medicina farmacéutica y del recelo de algunos hacia la
medicina natural, el porcentaje actual de personas que confían en esta terapia va en aumento.
Así, más de la mitad de la población y buena parte de los enfermos crónicos cree en sus
resultados y aseguran que, al menos una vez en su vida, han recurrido a los remedios
naturales para conseguir el alivio o curación de determinadas enfermedades.
Además del apoyo de buena parte de la población, sus beneficios también son reconocidos
por la Organización Mundial de la Salud, que, al mismo tiempo, alerta de las
posibles reacciones adversas que puedan surgir al combinarlos con otros fármacos.
El documento ‘Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002–2005’ confirma
la progresiva popularidad de los métodos alternativos desde finales de la década de los
80 y principios de los 90. Explica, además, que algunos países en desarrollo y en vías de
crecimiento están promoviendo de forma activa el uso de plantas medicinales para la atención
sanitaria. De este modo y paulatinamente, muchos gobiernos trabajan en el desarrollo de
políticas de regulación y legislación de productos naturales.
Más ventajas que inconvenientes
La medicina natural ofrece numerosos beneficios. ¿Sabes cuáles son los más relevantes?
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