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¿Es posible

gerenciar negociaciones?

Julián Villalba

EDIcI.ON[$
IESA
t=.
I
tenido
i

2
I¿ -negociación co¡no pnoceso
6
Las etapas del proceso
8
Una estrategia pa¡a
8
T€cricas de negociación: El comportamiento dura¡¡te negociaciones
10
Principios brísicos
10
' Tácticas y modos de negociación
11
Tácticas competitivas
11
Tácticas coordinativas
13
El pmducto de la negociación: Acercá de contratos y otras relaciones
13
Ios riesgos del ,¡buen ciudadano.: Incentivos y abarrdorro 15
Conclusión- ¿Es posible gerenciar negociaciones? t7
Bibüografía 10
I
iucradas representan empresas, estas
Introducción nes puedén realizarse a dos niveles:
accio_
esrraté_
grco y táctico.
La,escasez de ¡ecursos materialcs
ha ido
exctuyendo, a lo largo de distinras
expc- ,.-,ll otu"l
lrtrcas
estr-a¿égico conesponde a las po_
y e"rategias de la empresa, y tiene
neDcras históricas, la posibilidad jis-
de
tnbtür recursos au toriLariameD ¿e como mayor tmporta¡cia durante los prirneros
vía es-
p-ara resolver conflictos, radros de un proceso de negociacióo.
tensionps y dife_
Este ui_
renclaa que iuevirablemenl,e
. vpr oe gesUóD es¿á ioLimamente
ligado a la
-
ouestr.a sociedad.
afloran en polilica general de las empresas
o iDstiLucio_
¡res stendo, en efecto. inseparable
Una maoe¡a de resolver estos p¡oblemas, del misa¡o,
y que cada l'or_ 10 tanto, la gest.ón de
luce co¡no más atractiva, es negociaciones a ni-
_vez ver €slratégico Do se apoya
de Ia negociación De ahi que et en principios es_
T:-Tgj. pecilicos. sino en eD_foques y
me¿odo¡og.ías de
:j:-1T:ll9 desecapacidades
rDLeraccron
para esLe Lipo de
hace primordial o"."
caract,er general. Ea el nivel estrarégico
de
g"- gesLión €e busca responder pregrntas
reDte, tanto público como privado. "l ras srgrxentes:
a como
Uo¿,negociación es un proceso
-, cuat dos o más partes mediante ' ¿V-ale la pena negociar?, ¿existen ot¡as op-
el _qup Lienen intere-
s€s tanlo comunes como opuestos_ crones para obtener lo que se desea?
inter- . ¿Cuándo negociar?,
ca¡hbta¡ rnlbrmacjón a jo largo
de un periodo.
¿a¡Les o después de
coo miras a lograr un acuerdo para
algun eveflto reievante?
oones tuturas. No consider¿mos
sus rell_ . ¿Con quién negocia¡?, selección de
el Lérmioo la con-
l-raparle y, si hay va,rias posibles,
como sinónimo de rcgareo. proce- ¿eE cuál
:r:g:cracDn
so-trñltado orrJcn?
a fijar las condiclo-nes para
rEispaso o venta de un bien
o servicio, sin
"l ' ¿Cómo-se coDstituyen los equipos de uego-
c¡ac,oDr. ¿qulenes los coDsLiruyeE y qué
se persiga establecer ninguna
_que relación preparación deben adquirir?,
ouraoera eDtre las parLes. por supuesro, estruc-
Ero de. uDa negociación puedeD
deo_ tura o¡ganjzativa apoya la ¿cuál
negociación
gl¡uactones de regateo ;r.seDtarse dentro de la o¡ganización?,
en relación con algún ¿quiénes de-
oen apoya¡ á los negociadores?
ssuato especifico.
La pregunta con la cuál se inicia El nivel [áctico, por otra parte, es de im-
este sn_ p¡rtancta dura_oüe el
sayo-¿es posible gerenciar negociacionFs?_ lmceso mismo de Degp_
¡a srdo. con fron Lada por numerosísimos in- crac:on. Aqui el problema consiste princip-al-
vestlgadores y gereal,es en ejercicio. menle en la apliceción de teorías dei compor_
A dil_e- ta¡jento huma¡o y organizacional, ade;ás
rc¡cra cte ol¡as áreas de desempeño geren,
oe la lntuición gerencial, a un proceso
11 lTl la.contabitidad y las finanzas, la PleJo de toma de decisioncs
com-
En el nivel táctico de gestión se trata de
iliHtX1X,i",:"HJflX :""lafi ::'::Í:
rcs q_ue, siendo veriflcables. hayan
sido acep-
;l responder a pregxn[as como las siguientes:
. ;Cuáles cláusulas se están negóciando?
número consirlerablp de perso_
3o_."",!"i ".^
uas. No obsta¡te. como veremos a lo l:üo del
' ¿Un qué orden sc negocian dichas cláusu-
las?
t€no, es posible proponer un conjunro
de re- ¿Cómo se negocia?, ¿cuáles reglas del
@me¡dac¡ones.de u-tilidad para aquellos
ge- 3uego se pueden hacery cuáles no?
reDtes cuyo t¡abajo les exjge ac¿ur..orno
gocraclores. rr"_ uQujénes asumeÁ los disüntos papeles en
Para los efecbs de esl,e ensayo conside_ el equjpo de negociació^: el director, el
"duro", el "téclico', o el "jurista"?
ramos que.ta gerencia de negociación
consiste El
en ta planificación y realización de
¡live¡sas . énfasis de este Lrabajo se sirúa ed el
nrvel hcLico. aunque se discutirán conceptos
ac!::ones anteriores. simultáneas y posterio_
¡eS al proceso mismo de oegocjación
de obvia signi0cación para el nivel
qup con_ esLraté-
glco de gesLión. Natlrl?l,neDLe,
¡rrbuyaD al logro de los objetivos e_perados esLa caLegori_
po¡b¡ de la misma. Cuanrlo las paies a zación obpdece a razones de conveoiencia.
ya
rnvo_ que ¡o existe una división marcada entre
¿Es pasíbl¿ sercnciar neEactu ia,cs?

*"Ei"p;J;t"
ambos aiveles de gestión. que conducen a una disi¡ibución de ingreso
está organizado de la entre p¡Lronos y obreros, y las interaccioDes
";;o
sjgxierle manera. En la primera sección se estratégicas que ocuren entre empaesas de
revisan algunas de las ieorras existentes, colr un mercado oligopólico. Nótese que estas
el propósito de familiarizar ¿l lector con al- orientacioÍes no son mutuamen¿e excluyen_
gunos de los eBfoques y términos sobre nego- tes, eústen teoías que tratae ambos temas'
iiación que pueden ser relevantes en la prác_ Así, encon¿ramos e@notnistas que há¡ en-
lica. En la segunda sección se describen los focado su atención en los siguientes proble-
procesos de negociación de manera general, y mas: (1) establecer una serie de condiciones
se exiraen algunas recomendaciones que que deben se¡ satisfechas por cualquier
pueden ser útiles Para su gestión' ácuerdo ent¡e partes racionales, (2) estable-
Seguidamcole se enuncia¡ algunos princip;os cer si a parlir de ese conjunto de co¡di¡iones
básicos, y se presentan algunas de las rácti- se puede alcanzac un resultado único, o son
cas comu¡ps en dislintos modos de negocia- posib)es varjas soluciones o si. por el coÚtra-
ción. EsioÉ principios, junio co¡. una discu_ rio, el conjunLo Lle coodiciooes es inconsis_
slón de aspecios cúticos pa¡a la est¡uctura_ tente con la exisiencia de solución algula a la
ción de contraios eficientes, que se presen¿a negociación-
en la quinta sección, nos permiten folrnular Esta descripción del problerna de la
una serie de recomendaciooes para la gestión al enfoque de la
negociación corr'esponde
de procesos de negociación. teoría de juegos, desarrollada por Von
Este ensayo no ha sido concebido, necesa_ Nermann y MorBenstertr en 1944 EI tipo de
riamente, pa¡a una lectura secue*cial. Aquel soluciones ofrecidas por esia t€oria constitu-
lector inte¡esado únicamente en aspectos de ye, según algunos autores (por ejemplo:
tipo práctico puede empezar ed la tercera Nlenil, 19?1) uoa descripció4 del acuerdo al
sección. Por su parte, el análisis de las teo_ cual llegaría cualquier par de actores racio-
rías fo¡males de negociación, incluidas en la nales. Según otros (Luce y Raiffa, 1957), re-
prime¡a sección, provee una base conceptual presenta el acuerdo que sugeriría un árbitro
que puede ser útii para el negociador prácti- perfectamente igualitario. En la mayoría de
co, aunque tal beneficio no sea percibiclo de los easos, estas solúciones resultan en
maD€ra inmediata. "est¡ategias simélricas'; es decir, la estrate_
gia del irrclividuo uno no seía alte¡ada si co-
nociera con a¡ticipación la estrategia del in-
Teorías formales de dividuo dos-
El trabajo de Nash (1950) perienece a esta
negociación tradición y es, probablemente, el más popula¡
de los es<¡ueáas de negociación basados en Ia
Variadas diseiplinas académicas han con-
tribuido al desar¡ollo de ieo¡ías fo¡males de tporía de juegos. Este autor define una si-
negociación. En cada caso, las distintas dis_ luación que denomina ':uego simple", donde
ciplinas se han dedicado a describir, median- cada negociado¡ conoce las preferencias del
te sus supues¿os y ecuaciones propios de un otro. Estas preferencias se expresan a través
modelo teórico, aquellos Iemas de mcyor im- del conceplo de utilidad. El ¡nodelo de Nash
se basa en eua¿¡o postulados:
portarlcia para sus autores.
La ciencia económica constituye proba_ 1. No puede haber una comparacióo in_
te¡pe¡sonal de utilidad. Si las palces difieren
blemenie la disciplina académica donde el es-
en su utilidad total, de manera que una es
tudio de las negociaciones se ha hecho de
mücho más rica que la otra y no se aiecta el
lnaneta mas formal, lo cual relleja ia impor-
resultado de la negociación. Una unidad adi-
tancia de esta actividad en procesos de glan
cional del bien a ¡epartir oo será más valiosa
relcva¡cia para el desFnvolvrm ipnto e'onómi' para el pobre que para el rico
co. Así, por ejemplo, la mayoría de las teo¡ías
de negociación se ha¡ formulado en torno de
2. La solución es efrciente. Es ópiima eu
dos temas: las relaciones laborales, en tanto
el sen¿ido de Pareto. Es imposible, una vez
alcanzado el resultado, mejorar la posición de
2
Es¿¿dtc IESA lr's 4

r¡¡a de las partes si¡ desmejorar a la otra llamado "dilema del p¡isionero', una popular
3- El resultado es independiente de a1- de la influencia de la es[ructuta de costos y
te¡lativas irrelevantes. Si uüa opción adicio- benehcios sobre las escogeneias preferidas
nál es añadida o retirada sir que se modiñ- por dos negociadores. El dilema se puede
gúe el punlo de desacuerdo ent¡e las partes, plantea¡' dd la si guiente marlera:
eútonces, la solución no es modiñcada. 1. Dos hombres robaron un banco La
4. Es simétrica. Si los negociadores in- policía sabe que los dos son culpables, pero no
tercámbia¡r sus posiciones (el que vendía puede probarlo. Necesita la confesión de uno,
ahora compra, y viceversa) no se altera la o ambos.
solución. base de estos cuatro postulados, 2. Se les ofrece por separado el sigl¡iente
Nash demuestra que existe una y sólo una trato:
solución a la negociación que satisfaga a las
. Si usted cor¡fresa (compiie), y su cómplice
partes. Mas aún, este autor es capaz de pre_ no lo hace (coopera), usted no irá a la cár_
áecir maiemáticamente la ualuraleza de la cel, pero el ot¡o ¡ecibirá diez años de con_
solución. dena;
Nr¡merosas objeciones se haa planteado al
. Si ánbos confresan (ambos compit¿n), los
enfoque de Na6h- Luce y Raiffa (1957)' por dos irán a la cárcel Por cinco años;
ejemplo, rechazan la independencia de alter'
. Si ningu¡o confiesa (ambos coope¡an),
nativas irrelevantes. Schelling (1960). por sn ambos i¡án a la cárcel por u¡ año, acusa_
parte. cuestiona el principio de simeirír' dos por un delito menor-
A la teoía de juegos se debe la categoriza- En este juego se espera que los sospecho-
cióo de las situaciones de negociación en sos escojan una solución, según la estrüctr¡¡a
luegos de suma hja o suma cero'y "juegos de de costos y beneficios que ellos percibaa' El
suma va¡iable". Los juegos de suma cero son G¡áfico 1 ilust¡a este dilema, junto con ot¡os
aquellos donde el monto iotal a distribuir es clos que le son pa¡ecidos: "el reto" y "la
fijo, por ianto la ga¡ancia de una de las par- tranca",
t€s sólo puede venir a erpensas de la ot¡a' La estructura de benefrcios y costos en el
Por otro 1ado, Iosjuegos de sumava¡iable son rlilema del orisionero es coat¡adictoria: aun
aquellos en los cuales es posible alcanzar si- oará cada individuo sea preferible es-
",randoun comportamiento basado en la com-
tuaciones de rnayor benefrcio para ambas coger
partes o donde la úegociación puede' por sí neiencie Dierde ni gaoa), elio coaduciía a
'ni
',rnr sii,racién ncgali\a, s; ambos hacen lo
misma, resultar en ua aumento de la canti_
dad a repartir. En los juegos suma ceto, los mismo (ambos pierden 5 unidades) En caso
resultados dependen en grado extremo del cie escoger la misma estrategia, lo más con-
nivel de cooperación o competencia e¡tre las veniente se¡ía coopera¡ (sólo pierden 1 uoi_
pa¡tes, mientras que en los juegos de suma dad).
l^ coordinación ent¡e los jugadores Situaciones simila¡es a las planteadas por
"ati.bl"
uo represen¿a un papel iao important€' el rlilema del prisionero son frecuenies en Ia
Ei estudio de la teoría de juegos es útil práctioa. En el ámbito empresarial, por
Duedeo presentar cuaDdo una
pa¡a la formación del negociador, pues resal- "i"-olo. se liamemosla A- explora la posi-
ta la irnportancia de la estructura de beneh_ ".p*"u -
cios y costos en la toma de decisiones, cuando
sus precios en un mercado
biliclacl cle reduci¡
las estrategias de 1os negociadores son inier- doade hay pocos compeiidores La ernpresa A
deDendien¿es. Mediante la teona de juegos se *rru.,." ou" Duede caplurar una porcióa sig_
ha tratado de predecir cuáles serían las es' nific¡tiva rlei mercarlo si ¡educe uoilarcral-
irategias pteferidas por las pa¡ies (sea¡ i¡di- mente los precios. Por ot¡a parie' si los com_
üduos u organizaciones) al momento de en- Detidores deciden redtlcir sus precios' se
frentá¡se a diversas opciones, cada ur¡a de las anr a el efec¡o de la eslrategia de A, a Ia vez
cuales ofrece difereotes pagos. consecueDci¡s que se reduce el ingreso de todos los produc-
v est¡úctr¡rag. á.""- Aunoue indiüdualmente conveDga la
Un ejemplo de este tipo de análisis es el al conjunto le conviene la
"o-t,","n"ir.
¿& p6iht gcrc,t¿ar ,aeatu¿h,la?

Modelos de conflicros
con djsfi:l:1::fl¡ctu¡os
oe bene¡cios y
coslos
C¡¿ve de términos:

fffij:T".ffj:ffi::*:.
. 0"""
$ ;f: ;##i:::,,..::,,,T:"T,ii::.; ;",
P. varor esperado de ra;;;.;::,I,i*.."""
que no
qa de ambosiugadoresto hace
[tbicacidn en los
¡en-r¡d-P'K
.tugador 2
Jugador
cooP
l¡oótl COMP

I coMP I

Jugador 1
.tugador 2
H
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,o;':T,og:t;"""'" I coop
r"¡üF]
J

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Jugador I .Iugado¡ 2
El rcto COOP COMP
(T>R>s>P)
f-o --1or
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Jügado¡
La t¡anca
(T>P>R>s)
FI
l¡ooP I
I coMP I

Fuenrs Los¡¡.a ¡
1979¡, prui¿t 11981)
Esat¿ias IESAM 1

€A€raeió¡¡. Por supuesto, estas estrategias negociaciones püeden considera¡se costo una
& ca¡telizacióa pueden te¡er consecuencias sucesión deJ¿egos con difeaentes estructuÉs
cgativas para la sociedad. de beneficios y costos, que existe alguna
Los ot¡os dos juegos ilustrados err el analogía entre los cooflictos reales y los hi-
Grá6co 1 también r\epresenian s¡tuaciones potélicos, entonces este marco conceptuál
G@u¡es en la práctica. Él reto corresponde a puede tener utilidad para el negociador
u¡a Eituación e! qué dos partes se enf¡asca¡ práctico. Por supuesto, la expectativa del lec-
en el juego de demostr¿¡ que rma puede lle- tor no debe ser la de replicar exactament€ la.s
gar Eás lejos que la otra en una situación conclusiones experimentales en situaciones
riesgosa. Un ejemplo de este tipo de juego, es re¡les, sino ¡econocer cómo ias variables más
el ile Ia famosa película Rebek).e süt causa, en impor¿antes de esta teoría puedea afectar
doade dos conduct¡res adolescentes conducen una negociación.
a toda velocidad hacia un precipicio y se Se han planteado teorías económicas de
rosidera perdedor a quien aplica primero los negociación que no está¡ basadas en la teoría
freúo6. Este ¡nodelo es representa¿ivo de de juegos. Po¡ ejemplo, Zeuten (1928) y
aquellas situaciones en que una de las partes Harsanyi (1956) i¡lterpretaD el problema de
conside¡a que los hechos en disputa no ame- la negociación como uno de manejo del riesgo
ritaa profundización del conflicto, aunque el de que, por mantener las posiciones, se tm¡-
contra¡io así lo deeida. Por 6u parte, la tranca quer las negociaciones. Para estos autores,
corresponde a una situación en la que ambas en las negociaciones se está t¡ataodo conti-
pa¡ües coasideran que la co¡npetencia es oe- ¡uamente de maximizar una utilidad espe-
cesaria, ya sea porque la estmctura de costos rada, asociada con la probabilidad de que la
y beneficios no deja ot¡a sa[da o porque in- otra parte abandone la negociación. Otaos
duce fue¡:iemeuté a esta conclusión. auto¡es han supuesto que el desacuerdo ¡e-
Experimento6 reaiizados con base en estos presenta retraso y, por lo tanto, un costo que
juegos demuestra¡ que, en efecto, los indivi- se puede ¡ninimiza¡ (Foldes, 19ti4).
duos reconoceu diferencias entre las estruc- Por su parte, los politólogos han enfocado
turas de b€neficios y actúaD en coDsecuencia. su atención al análisis de co¡flicios y nego-
Mas aún, la tendeucia a la coordi¡ación de ciaciones internaciorales, incluyendo situa-
€st¡at€gias es clara y contundente, seaü éstas ciones de confroatación severa. Entre ellos,
de cooperación o competencia.l La estrategia Ellsberg (1968) desar¡olió el concepto de
preferida dependerá del número de veces que 'úesgo crí¿ico": la probabilidad de que una de
se ¡epila el juego: será distinta cuando sea l.rs partes cambie sr.r posición de obediencia a
¡¡¡a sola ronda que cuando se lieva a cabo ia de resistencia. Fara este autor, entonces,
una s€rie finita, o infinita dejuegos (A.rielrod, negocia¡ es ¡'educir el nivel de "riesgo cútico".
1984). En otras palabras, no es lo mismo en- Muchos cle los autores dentro de esia tla-
freata¡ un dilema de prisionelo por una sola rlrcion se planteen el problema de negociación
vez, que ¡epetirlo rnuchas veces, con el mismo como urr aspncLo tlel est-udio de las rclaciones
oPonente por supuesto. internacionales, de la diplomacia. E¡ un co-
La teoía de juegos ha resaltado cómo la mienzo, la naturaleza más bien cualitativa de
distribuciód de beneficios y costos puede esta disciplina, así como la complejidad de lás
crear condiciones, qlgunas de las cuales se situaciones que le son relevantes, ¡esultó en
pueden conocer antes de la negociacidn, para una ausencia ¡elativa de modelos mateúáti-
que las partes coordinen su estrategia y lle- cos de nógociación en las ciencias polÍticas.
gue¡r a utr resultado mutuamente satisfacto- Esta situacióo ha empezado a ca¡nbiar de
¡io o, por el coDtra¡io, a un eAfaentamiento.2 moncra rlrástica, a partir de contribuciones
Si aceptamos que al menos palte de las como las tócnicas rle aüálisis de conflicto
iFr':,scr y I lipel, 1984 ) y de la teoría de juegos
El áu1or ha utiiizádo en cl¿se un jüeso de sutrra (Beu()t, 19??).
coro 'Acl.úe como qüiera y gane cuanio pued¡", Una rlisciplina que ha contribuido al estu-
cuyos resultados son.laramenle predecjbles.
Para una revisión exhaGtiva de l¿ leolii de juesos tlio del proceso de negociar es la psicología
vérYouns(1975). social Mucha de la teoría relevante há sido
¿Es pdrrbh gct?tttrú n.sathei^ncs ?

desa¡¡ollada a pa¡iir de expedmentos ¡eali- Po¡ otra parfe, se puede argumeítar que
zados fuera del contexto realista, es decir en eslas teoíás no tienel tal función, sino la de
laboratorios, por lo que sus conclusiones de_ Druvepr un trtlcmiento genPral de! problema
ben se¡ tomadas con cuidado. Eilo signiñca y,]ufinir, u grcnrjes rasgos cual es el acuerdo
exiraer úñicamedte conclusiones de las va_ mes apropiado para las partes. Parafra-
riables u+,ilizadas en cada ¿rabajo, y reconocer seando a Schelling (1960), podenos afirmar
las limi¿aciones expedmeniales de los es_ que las teo¡ías formales de nqgociación se
tudios. E;r pocas palab¡as, no es posible ex_ ocupad de la eñcj¿ncia de los acuerdos,
traer conciusicnes generales. mieBl¡as que los negociadores tie¡den a €star
Un au¿oi ir¡poÉante en esta t¡adición es más interesados en ia repariición de los
Cross 11977 , q.-rien ccn.ibe h negociación beneficios entre las partes.
como un oroceso de apr"nrJizrje en el que Como punto hnal de esta rcvisión, es colr-
cada oarte va conociPndo efedLralmente lo venieqte p¡evenir al lector ace¡ca de los
oue l;otra se propone Enlol,ces. l¿ conducla numerosos trabajos de Daturaleza cuasi-cien-
je cada negoc.ador se puecie dPscrihir ccmo tihca acerca de esle tema. Un lugar comúl de
un Droceso de investigacióo de la contrapa¡t'e' esta li¿eratuta es la insistencia e¡ que todo
De estos t¡abaios se puedeú obtene' geierali-
puede ser negociado. Lo cierto es que todos
zac;ones acetca de la du¡ación del proceso, poseemos valores y principios que no están
por cuanto se uliliza Ia va¡iabie denominada sujetos a negociación. Lo mismo sucede con
velocídad d'e c o nces ii n. las empresas que represeniamos' De igual
Aun cuando la idea Ce aprendiz:je pro- maúera, no todos los conflictos pueden, o de_
ouesta Dor l-ross ciPrtamenie cap{ura aspec- ben, ser solucionados mediante una negocia_
i.o" i*pon.otos ,lei problema Je negociación, ción, aunque muchos autores expresen opi-
no facilita su modelación. Como lo dice Diones de este l,ipo. Por ejemplo. en ocasiones
Bártos (1967): "las negociaciones son inhe- la negociación puede coústituir un meca_
rcniemente impredecibles debido a su condi- nismo inefrciente para la ieduccíóo de teú-
ción estructural de simet¡ía, porque 10 que siones inttaorganizaciona.les, puesto que ae
u¡a pa¡EP puede aprender a hacer siempre lo ret¡asa una decisión ineviiable ejemplo
-por
uo despido- cuyo costo aumeúta con el
ouede ao¡ende¡ la ot¡a a deshacer"
'
Quizás el pstudio más complei.o del tema tiempo.
de negociación, desde la pe¡spectiva de la
psicología social, es el de Rubin y Brown La negociación como
i1975). Eo,.,.ru extensa ¡evisión de la litera- proceso
tura, este au¿o¡ ideniiirca los aspectos socia-
les que afectan las negociaciones: la exislen_ La efectividad de cualquier conjunto de
cia áe audiencias y la presencia de múltiples recomendaciones paia gerenciar negociacio-
actores, elc.; y examina el impaclo de la es_ nes depende, en buena medida, de la exis-
lructura de costos y benehcios, y de factores Lencia dc modclos realistas de dicho proceso.
intangibies sob¡e los resultados de las nego- Sin emba¡go, muchas de las teorías formales,
ciaciones. Las conclr¡siones y recomendacio- como las ¡eseñadas en la sección anterior,
nes de este t¡abajo, junto col} las de trabajos adolecen de una visión excesiva¡nente sim-
más recientes de Pruitt (1981) y de Raiffa plista de las negociaciones, igno¡ando aspec-
(1982). constiiuyen los puntos de partida tos que en la realidad pueden l,ener gran im'
para el desarrollo dei ¡esto de este ensayo. portancia. Por ejemplo, no es tomada en
La mayoria ,:" los erloq-os aquí prescn- cuenta la posibiliciad de desacuerdo interno
ra{ios se pueden conside¡ar como formales, dentro de los equipos de negociación ni tam-
pues tratan de describi¡ los procesos rle ne- poco la posibilidad de que las preferencias
gociación mediante modelos bien esiructura- va¡íen con el tiempo de negociación. Por tal
áos- Con frecuencia. estas ieorías han sido razón, es conveniente descrittir algunas de las
crilicadas por mostrai una r'isión aiejada de caracteísticas más resaltantes de un proceso
la realidad, y por su incapacidacl para produ_ de negociación en la práctica (Winham' 1977;
ci. recomendaciones de naturaleza práctica-
6

.
Estu¿ió: IDSA N! I
7a¡tua+ 1977): son mas favorables. En otro trabajo del autor
e La inforñación está asiúétricamerte (Villalba, 1982) se presentan algunas técni-
a distribuida. Esto es, las partes ¡Io tienen cas orientadas al desa¡rollo de equipos efec_
Lo geaeralmente el mismo conociúiento, ni las tivos para negociación.
l- mismas percepciotes acerca del objeto de la Los aspectos a negociar 60¡l
ta regociación. Un primer objetivo de la nego- complejos. Deben ser analizados por partés,
e ciación es conocer las intenciones del contra_ lo que da por resultado un proceso disconti-
rio, a6í como la naturaleza de lo que ofrece. nuo, que se deiiene y arranca de manera
lr Le negociacióu es una vía privilegiada para errálica. No hay razó1 para esperar que toda
ls obtener info¡mación. La información reca- la aegociacié ter¡lir¡e en r¡na sesión. Iro que
bada du¡a¡te el proceso puede llevar a la se obse¡va es una sucesión de ¡ondas
¡- coaclusióa de que es innecesario o inconve_ (ro¡¿¿ds), cacla u¡a de las cuales puede conta¡
,6 ¡iedte llega¡ a un acuerdo, ya sea porque con la participación de distintos grupos de
¡- {fea ataduras innecesarias o porque se des pe¡sonas. Esta característica resálta la gxal
b cubre que lo que puede obtene¡ ¡¡o posee las impor+"ancia del manejo del tiempo: r¡o se
to ca¡acteústicas esperadas. En ocasiones, la t¡ata únicamente de desarrollar capacidad
ts iEformación t¡ansferida durante el proceso es para aglantar largas sesiooes de negociaciótr,
r¡t ta sig¡ifical,iva que puede ser necesario sus- sino de dist¡ibuirlas adecuadamente en el
Et qibi¡ acuerdos de conñdencialidad, con ante' tiempo, procurando que ocurran en los
al ¡ioritlad al inicio de las conversaciones. Esto momentos más favorables. La complejidad de
q- puede ocurrir eD situaciones donde se negocia ios aspectos a negociar implica, tambiéo, que
a- Ia adquisición de equipos, o la licencia de al- la evaluación de los resultados de una nego_
ú- gu¡a tecDología. En otros casos, como en la ciación debe se¡ hecha de manera ini€gl:al; es
es contratación colectiva, ambas pa¡tes 6aben decir, debe incluir todas y cada una de las
a- razonablemente bien qué es 1o que se debe cláusulas. A dife¡encia del regateo por un
o- Degocia¡, así como las demandas mínimas dei precio, los bereficios y los costos de sig¡ifrca-
EE ot¡o, pero no están seguaos acerca de las ex_ ción pueden provenir de va¡ias cláusulas, de
úo
¡cctaüvas de cada quien. las inte¡relaciones e¡tre ellas y hasia de
el Las partes son complejas- Es¿o implica eventos o lelaciones ajenos a la negociación
que bueoa parte del proceso dF negoci¡cion es Incertidur¡bre estructural. La incerti-
in[emo, es decir ocurre denl,ro de los equipos dumb¡e en ura negociación proviene de dos
de negociación, con el fin de desarrollar posi- fuentes. En primer lugar, descoaocemos
cioúes compartidas por sus miembros. En la cuáles son todas tuestras opciones, puesto
práctica, esta negociación inteana consume que elio depende eo buena medida de lo que
de las eaergías del equipo negociador y puede nos ploponga el contrario. Ea seguodo lugar,
io- debilitar su posicióo. En la negociación co- aurr cuerulo hayamos escogido una opción en
is- iectiva efectuada entre el Ministerio de particular, existe incertidumbre acerca de su
ro. Rlucación y los gremios de educado¡es vene- resultado en Ia práctica. Es¿a últiña catego-
lda-dos (enero-febre¡o i 9871, se observrj c¡jmo ría corresponde usualmente al nesgo comer_
)f' Ia ar¡sencia de una platalorma común entr-e cial-hnanciero al que estamos acostumbra_
m- hs gremios contribuyó a minar la imagen del (los. La doble incertidumbre complica la
tc- eq. il'o negociador frente a sus propios rep¡e- evaluació:r anticipa(la de la negociacióa: si no
m- sastados. sabemos qué vamos a negociar, menos pode_
e¡ Una de las consecuencias de la ncgocie_ n1os estimar sus costos.
lio GÍin i¡teña es el alarga¡nien¿o del proceso- Estas cuatro caiacterísticas no son, por lo
trr- Ea el caso anteriornrente refeddo, esto per- gelreral, tomadas en cuenta en los modelos
ias ritió que otros actores (medios de comun,ca' lormales, como los reselados anteriorme¡¡te.
tal dóo" por ejemplo) debilita¡an la im3gen pú- Según se lTa mencionado (ZarLflar^, 1977),
las Eica ilel gremio. Otro resultado es c¡ue el de- ello se debe ¿ ün¡ teüdencia que existe de es_
eso @erdo i¡terno permite al cont.ario Lliseiar tu(li¿u únic¡mente los resultados de la nego-
77; @á €sh-at€gia para fortalecer la posición de ciación, lo que s¿ ha denoúinado el enfoque
4oelle individuos de la cont¡apa¡le que le estútico. En electo, ésta es una característica
¿Es p6ihl¿ screnciü ñeg@idciónes?

observada ed muchos de los análisis del pro- La tercera y última etapa es l^ de temi-
ceso de inversión extra¡jera y transferelcia nación y ratificació¿. Aquí los negociadores
de teenología eu Venezuela. En ese coniexto redacta¡ el acuerdo, lo cual puede generar
se habla dd negociación, principalmente, eo Duevas discusiones. Además, las partes pue-
refer€trcia a los aspectos legales, usualmente den acudi¡ a sus respectivos coDstituyeutes o
manejados por anbas partes, que deben ser clieDtes para obtener la ratificacióD del con-
observados en la redacció¡ del acuerdo. Así, vedo. Este último paso es cítico eD ciertos
se obseava una preocupación centrada mayo- tipos de negociaciodes, como las.de carácter
ritariament€ e¡r los tér¡ninos de los acuerdos internacional, y puede resulta¡ en uDa itva-
formales (porcentaje de royalties, pagos por lidación del co¡trato o acuer.do firmado.
servicios, etc.), y se ignora que lo ocurrido du- La cooceptualización de la negociación
ra¡te la Begociación determina en buena como r¡¡ proceso de varias etapas no ha sido
medida la ¡¡aturaleza de la ¡elación etrtre las rnuy desarrollada dent¡.o de la lit€ratu¡a te-
pa¡tes. órica dedicada al tema. El esquema presen-
tado p.oviene del campo de la política i¡t€¡-
Las etap?s del proceso ¡acional (Winham, 1977), en el cual diversos
de negoc¡acro¡ autores ha¡ encontrado, a través del estudio
Un proceso de negociación comprende por lo de casos reales, que la naturaleza de los pro-
meDos tres etapas que soo por lo general, cesos de negociación es un facioa determi-
mas no oecesa¡i¿i¡nente, consecutivas. La nante en muchas acciones políticas impo¡tan-
prime¡a etapa es la r¿gocicrciin de la agend.a, tes. Sob¡e esta base, describiremos en la
ftdcialnente, las partes establecen cuales as- cuarta sección u¡a serie de trabajos, algunos
pectos serán tratados posteriormente, en el derivados de la psicología expe¡imental
curso del proceso, y en cuái orden. Mucha ¡e- (Pruitt, 1981). y olros del estudio de casos
gociación Liene lugar dentro de los equipos, reales (Raiffa. 1982; Fisher y Ury, 1981). que
que blrscan desarrolla¡ definiciones precisas analizan los aspectos mas específicos de la
acerca de la terminología, de los conceptos y relación entre el comporlamie¡to de los ue-
de sus propias posiciones. Durante est€ pe- gociadores y los resultados alcanzados- .
¡Íodo es frecuen¿e que, por insistencia de la
contrapart€, uno de los equipos se vea obii- Una estrategia para
gado a modificar sus definiciones. También, cada situación
se trasm¡te y se procesa mucha iaformacióo La visión de las negociaciones como procesos
proveniente de la parte contraria. diná¡¡icos, donde et isten protrlemas de
Información que, por lo de¡nás, se reñere no información, complejidad e incertidumbre, es
sólo al objeto de la negociación, sino a las as- indudablemette útil para la formulacióo de
piraciones de la pa¡.¿e co¡rtraria. Ul\ aspcto est¡ategias. Corno puuto de partida, es pre-
muy importante que se define dwan¿e esta ciso admitir que estos tres factores se presen-
etapa es el conjunto de reglas de juego, para tan err una combinación parlicula¡ en cada
regular los pat¡ones de comportamieüto du- negociación. Por lo tanto no debemos esper¿rr
¡ante el resto de la negociació¡¡. En pocas que exista una receta rinica para formular es-
palabras. en la primera etapa, se negocia trat¿gias, y que sea válida en todas las si-
para saber qud es lo que se va a negociar y tuaciones que pueden encontrarse ea la
como. práctica- Adicionalmenie, debemos esperar
La segr.rnda etapa se puede denominar que los ¡esultados de cada negociacióo están
constrücciórl d.e¿ paqúete. En ella las par.tes iufluidos por la política de las empresas o
resuelven gradualmenre sus diferencias en ins¿ituciones afectadas. Empero, aún a este
relacióD coo las cl¡usulas, tratando de segrir nivel abst¡acto de presentacióa, es factible
el patrón de compodamiento, implícito o ex- emitir algunos lineamientos con utilidad
plícito, establecido anterio¡mente. Al {inal de práctica pa¡a elaborar est¡ategias.
esla etapa, las partes han construido el
"paquete" de c¡áusulas, como se le denomina Negociar pard tomar d,ecísioncs
comúBmente. Est.a es la manera correcta de ver el pro-
Estt¿;ór IESAN'4
le temi- l¡€da. Detrás de cada p¡oceso de negociacrÓn parte) que puede ser frucüífera.
ciadores 8e encueútra un conjunto de decisiones cuya
geDerar El jefe es orro
calidad puede mejorarse a par:tir de la info¡-
tes pue- oación adquirida durante el mismo proceso. Siempre que sea posible, debe éxistir la
te¡t€s o h primer lugar, es preciso admitir que no posibilidad ulte¡ior de anular el acuerdo. En
del con- siempre nos codviene llegar a un acue¡do. la práctica, ello se logra usualmente eeitando
L ciertos que negocien perstodas co¡t poder reconocido
Forejemplo, es posible que nos demos cuenta
:a¡ácte¡ qEe una tecnología no es tan buena como de rafificar el acuerdo. Aunque exista tál po-
oa inva- sibilidad, no debe ser comunic¿da. Si se desea
I¡ára paga¡ u¡a licencia, o que un contrato de
o- súioistro nos somete a ataduras inadúisi_ halagar a la ot¡a parte negociadora' debe
Eiación Hes. En seguado luga¡, es posible encoDirai. combatirse la tentación de hacerlo señalando
ha sido nüevas oportu¡idades de negoeio en el curso que los representantes de Duest¡os inter€ses
h¡¡a te- ib la ¡egociación. Por ejemplo, podemos eil- son las personas de más alto nivel de la
presen- coútrar que la contraparte suminist¡e algún o¡ganización.
a i¡tei- iDsumo nues¿ro en condiciones ventajosas, o
liversos que sea cl¡ente nuestro e¡r a]gún negocio cola_ E strale g üt, empte sori al
estudio teral. En resumen, se debe enlocar una ne_ vefsus negocigción
l* p-- gociación sin ataduras, aceptando qüe ella Con frecue¡rcia, se encuent¡a que linea_
etermi- ¡ros puede crear, en lugar" de limitar. opciones mientos de estrategia empresanal que pue_
pdtá¡- estratégicas. (len ser útiles en una negociación pueden ser
ie¡la negativos en otra. Por ejemplo, la decisión de
rlgunos El beneficio oiene de todas p&r4es negociar sólo con aquellos proveedores de
¡rental Eú contratos conplejos, los beneficios y mayor experiencia puede lucir acertad¿ ea
, casos costos totales provienen de la surnaioria y la relación con nuevos productos, servicios o
1), que hteracción de diversas cláusulas. Por lo ge- tecnologías, puesto que milimiza riesgos téc-
;dela Ee¡al, es necesa¡io desglosa¡ los aspectos ctl_ nicos r¡ue son evidentes. Pero en el caso de
los ne- biertos en la negociació¡r, lo que se ha deno- mcrcados y tecnologias madu¡'as, iál política
rninado "desagregar el paquete", para com- puede obligar a negocia¡ sólo con aquellas
prender las posibles interacciones ent¡e las contrapartes coo mayor poder y, por lo tanto,
diferentes cláusuias. También es posible ave- exuone a las condiciones más onerosas del
riguar cuál es el prircipal inlerés económico me,cr¡lo. sin Que ello brinde seguridad téc-
@esos de la contraparte, si nos iomarnos Ia molestia riica a{licior¡al, puesto que e¡r uúa situación
as de de estudiar su acl,iüdad previa a la negocia- de mercado maduro es de esperar que todos
b¡e, es ción. Así por ejemplo, al momento de discutir los proveedores hayan desarrollado capaci'
iri¡ de u-n contrato de licencia ¿ecnológica, nos po- dades técnicas eimilares.
s pre- demos eúiefal que negociamos con una em_
res€D- piesa de ingeoiería, cuyo ve¡dadero inte¡és Estrulegias 1t clóusuros rerlundantes
r cada está en la ejecución de proyectos y obras civi- Es posible que algunas cláusulas sean ¡e-
fperar les ulteriores, más que en el ¡cuerdo tecnoló- r!,rn,l¡nt¿,s en relación con lineamientos de la
la¡ es- gico mismo. ¿ Nos conviene tal situació¡r? Elltr estratcgia emPresarial. Por ejemplo, al deci-
las si- dependerá de nuestra política empresa|ial. rlirnos ¡,or ,'l proveerlor de mayor expenencia'
en la el v¡rL-,r rerl de las gcrantías de deseñpeño
l¡,eiar Erpect ativ as r azonab Ie s técnico (dei producto, proceso, o tecnología)
esten La complejidad de los convenios, de las resulta tlismi¡ruido. En consecueucia, puede
sas o pa¡tes y, en general de la situación que en_ ser inconveniente considerar este aspecto
¡ este fredtamos en una negociación, nos obliga a como un Duoto de honor, al extreño de que
ctible ser modestos en nuest.as expectativas El su inclusiún en el acuerdo nos lleve a otorgar
iüdad cálculo y el análisis toma tiempo: no se puede concesiones r¡ue sí pueden ser sustantivas'
esperar que todo termroe en un3 sesión. Así, ¡l pxigi¡ una g¡¡'antía estricta de funcio-
Quien taatá de forzar un acue¡do sólo pier<le n¡mient-o ile una planta iodustrial puede ser
oportunidades de conoce¡ las intenciones del p¡eciso aceplaf que la otra pade t€nga dere-
I pro- cortrario y arriesga una relación (cor1 l¿1 otra cho a veto eu la selección de cont'atislas' aun

I
tT

¿Es p6i ¿ awúi¿r neahiac;óBs?

cua¡do dicha pla¡ta opere con ü¡a t€c¿ología


estanda¡izada. Naturalmeate, esta reconen- Principios básicos
dación no niega la inporta¡cia de las ga¡at- Modelo d.e selección estratéEíc@
tías y penalizaciones en otras á¡eas doode la (Pruitt, 1981; 19BJ)
pericia y erpe¡iencia de la coqtrapa¡te no 9eá Existen ires oodos básims de tregocia¡, cada
t,an reconocida. Así Eismo, esta uno asociado con una est¡ategia básica: el de
consideracióo será oeaos importante cua¡do concesión unilateral el competitivo y el
el uso que se le vaya a da¡ al p¡oducto se coo¡dinaüvo. El modo de concesión u¡ilate-
üfe¡encie del ¿ipo de uso en que el proveedor ral, corres¡onde a u¡a esirategia en la cual
ha adquirido su ex¡reriencia. u¡dlat€ralmeúte se trata de reducír la dista¡-
cia entre las deroa¡das de las pa¡tés. El cod-
Símbolos y realídad petitivo está caracterizado por la aplicación
Eo muchas situacio¡es IIos encontramos ir¡est¡icta de tácticas de presién, con el pro-
enfiascados e¡l iliscusiones .elativas al sitio pósito de e¡irae¡ ga¡ancias de la otra parte,
de la negociación, ace¡ca de quién toma cierta aunque ello signiñque recurrir en ocasiones a
iniciativa, quién agasaja al otro, quién se la maaipulación y al engaño. El coordinativo
ocupa de los aspectos logÍsticos, eta. En mu- se ¡eñere a u¡! úodo de negociación en el cual
chos casos, sólo se trata de pu¡tos si¡rdbólicos, ambas partes trata4 de colaborar ya sea a
cuyo valor leál es dudoso para los negociado- través de la ¡esolución conjunta de sus üfe-
res. Debe ad.úitirse que, en general, otorgar rencias, de iniciativas para reducir la ten-
una concesión de este tipo es beneficioso, sión, del traspaso de iDforrdación, eta.
puesto que abre la posibilidad, aunque sólo Desde el punio de vista táctico, prcbable-
sea u¡a posibilidad, de erigir concesioDes ¡rente lo Eás ixoportante del modelo de se-
sustanciosas de la contraparte. DeEt¡o de lección estratégica es aeconocer que los tleg
este tipo de concesioaes simbólicas puedea modos de úegociación no pueden estar pre-
esl,ar incluidas cláusulas del tipo que altes sentes simultáneaúente €n una negociación,
Ila¡ramos redu¡dantes. La validez de todos porque ellos reflejau orientaciones psicológi-
los linea¡:ientos preseútados está sujeta a cas fu¡daoentalúente üferentes. No es muy
uaa restricción básica: la estrategia y los ob- factible que una de las partes de uDa nego-
jetivos enpresariales o institucionales. y, así ciación esté actua¡do en modo competiiivo,
lo debeoos entender, esLos objetivos y estra- úientras o¿ra lo esté haciendo en modo coor.
tegias son especiñcos pa¡a cada DegociacióÁ. dinativo. Otro aspecio interesante del rdodelo
se relie¡e a la transicióo entre los modos de
Técnicas de negociación: El Degociación. Por ejemplo, una vez que una
comportamiento durante negociación se inicia en uD ¡oodo coopetitivo,
negociaciones se requiere Eucho esfue¡zo para llevarla al
Eodo coordinativo. En general, las condicio-
LaB t¿cnicos de negociacién esüá¡ colsti- nes que facilitan la adopción de cada úodo de
tuidas por patrones de conducta y decisión negociación dismiouyen las posibilidades de
que la-experiencia y Ja investigación experi- adoptar cualqriera de los otros ¡odos.
mental ha¡ revelado y pueden resultar eD un
aumento de los benehcios que pueden obte-
. l¿s acuerdos obtenidos a partir de nego-
c¡acrones eD Eodo coofdinativo tienden a ser
nerse a partir de procesos de Degociació!. 6as satisfactorios para las partes. Esto es ló-
Antes de discutir eslas técnícd,s, preseatare- gico, si se toma en cuenta que los otros dos
modos de negociación
roos una se¡ie de principios básicos que han -,€l coepetitivo y la
concesión unilateral- están basados en una
aostrado su validez en una gran variedad de
situaciones reales. coa.frcntacidn abierta entre las partes, o en la
obtención de ventajas unilaLerales- por tal
razón, se debe pmcuaar negociar en el úodo
coordinativo.

10
Eshtdiós IESANe 4

escogido, evitando que se produzca una tran-


Iz hipótesis d'e met.ts'etpect.ttivos sición indeseada a otro modo.
Se lecesitan dos condiciones básicas para En segundo lugar, pueden adopta¡se con_
qne se pioduzca co¡nportamiento coordina_ ductas diferent€s para cada etapa de un pro_
rda
tivo: (1) que se tenga como meta cooperar con ceso tle oegociación. Como corolario, las deci-
de
la otra pa:'ie y (2) que se tenga confianza en siones l-omadas al comienzo de la negociación
el qúe la otta parte está dispuesta a cooperar. son cruciales, pueslo que (1) pueden afectar
ú¿.
Estas dos condiciones son aditivas. Es decir, la agenda de negociacióo y (2) pueden esta'
usl mucha confianza elr los deseos de cooperar blecer el modo de negociación pr€doÍrinante
a¡- del ctro pueCe compensar el poco interés que dur'ante el resto del proceso.
tu- @o pueda tener en la eoordinación. Adem¡is, En telcer lugar, podemos esperat que las
ión qiste evidencia según la cual las condiciones negociaciones tienda¡ a a¡¡a¡ca¡ en el modo
úo- que üsúinuyen el atractivo de conceder uni_ comDeLitivo, debido a Ia aplicacióo casi uni-
t¿, Iqter¿l$ente, o de actuar compeiitivamente, versal rlel principio de la alta dema¡da i¡i-
3A
6@. las que aumentan la posibilidad ile que cial: totlos t¡atamos de pedir lo imposible'
ivo
se adopte un rnodo de negociación coordina- Precisamente, un importaote problema de
¡al tiYo (Pruiit, 1981). gestión de negociaciones que se presenta al
ta irricio rlel proceso es apurar la transición al
fe-
,üta d¿mandtt inicíal mo(lo coordinativo, una vez que las partes
ln- Este p¡incipio reite¡a un hecho conociclo por han presentado propuestas exageradas al
hs negociadores experimeotados: quien inicia o¡incioio.
le- la ¡¡egociación co altas demandas tiene En cuanto a Ia selección del modo de ne-
Ee-
Éayores probabilidades de alcanzar un gociación, vale la pena mencionar que' a
les
*uerdo que le resulte beneficioso. Tal con- fesar de r¡ue el modo coordinativo tiende a
¡e-
dusióú también se ha alcanzado en numero_ rr|otlucil acuerdos mas salisfactorios. es po_
ln,
sc estudios de laboratorio reportados por siblc olrtener acu"rdos beneficiosos auo
st- kbi¡ (1975). Varias explicaciones han sido rlentro tle la conlrontación que esiá ásociada
uy
úecidas para este principio. En primer lu_ con el modo competitivo. En uDa buená parte
lo- gü, al comenzar Ia negociación con deman- rle los casos la conducta competitiva, más que
to'
d"r se está comunicando a la otra el resultado de una selección deliberada, es
F- "*t"u^^"
I¡rte int€nciones de obl,ener uoa tajada ra_ una consecuencia nalural del contexto eco_
ilo malie de los benefrcios a repartir' En se-- nómico y político de la situación, que hace
de gmdo hrga¡, esta táclica conherc más liempo imposible, o muy costoso, negociar de otra
0a m¿nera.
pa'a entender las iltenciones de la contra_
Por ejemplo, en algunas negociaciones co_
¡ente- Finalmente. al arrancar con posiciones
a.l
Giüe¡nas se dispone de suficiente maÍgen lectivas, es cásiumbre que la dirigeucia sindi-
io-
lEa otorga¡ las concesiones que puedan ser cal adopte posiciones públicas muy conflicti-
ile
Ésarias para salvar una negociecrún. sin un", Ias c,láles refr]"tzan su image[ ante los
ile
ÉiilÁd de arriesgar las posiciones frnaies miemb¡os del sindicato. Esta motivación,
!E Cqre¡amos obteoer. aunque pr¡eda ser externa al objeto ¡nismo de
la negociación, puede resultar inexo¡able_
et I5ctieas y modos de negociación mentJ en una negociación competitiva'
Ló.
trG a@cept¡s que hasta aquí hemos presen- (Rubin y Brown, 1975).
os
la
S tfun€o importa¡tes implicaciones para
d roejo de procesos de negociación: En Tácticas comPetitivas
tut
rla hga¡, el problema táctico de negocir- El uso cle iácticai competitivas tiene por ob-
Ia
i- ..ci'.te fundameútalmente en dos as- jeto aplicar alguna lorma de coerción al con-
á1
l* (l) selecdoDar, cuaorlo ello sea posi- tlr|io prrr que otorgue concesiones La efec-
io
E'd rodo ile negociación preferido para la tivi,l¡.i rle esr¡s tácticas depende de la credi-
É, o areár las conalicioaes apropiadas biliclad clel que las u¿iliza, la cual a su vez
IEt adoFi'óo; y (2) aplicar las tácLicas ,lcrrntl.. enire olras cosas, de la reputación
** dat¡o del oodo de negociación qr" ,"ng" de haber cumplido a¡teriormente
l1

rdd
¿Es paribl¿ gerciciat negsiacioncs ?

lo que dice, de su elevado status, de los re- amenaza que tenga c¡edibilidad, lo cual es
cu¡sos coll que cuenta pa¡a cumplir sus ame- peligroso, a través de un miembro del equipo
nazas y de su compromiso público con las po- que haya sido desig:Bado como el "duro"; y (c)
siciones que defiende. mediante promesas rJe que las concesiones
La fuerza morriz del,rás Ce las negociacio- serán compensadas.
nes competitivas es ei deseo de los negociado-
res de mantener su imagen de frrmeza. Las Utilizar prominencio
lácticas aplicables en esLe mooo de negocia- Esta ¿áctica se puede utiliza¡ para superar
ción están orientadas a mantener y a reforzar una situación de tranca, y se refiere a la
esta imagpn de dureza que se trata de comu- proposición de alternaiivas y argu¡nentacio-
nica¡. nes que (at poseeD una alta preeminencia
Todas las 1ácLicas competi!ivas soD ries- ante los ojos de ambas partes, ya sea porque
gosas, pueden provoca¡ impases, paralizar la invocan principios de justicia, igualdad, o al-
negociación e, incluso, ocasiona¡ que la otra gúr precederte notorio para todos; o (b) ge-
parte aba¡done el proceso. Su uljlizacidn en neran expectativas si¡¡ilaaes en las pa¡tes
el modo coo¡dinaiivo puede provocar Ia (Schelling, 1960). Debido a que ninglna de
t¡ansición a oiro modo. Po¡ tales razones, las partes es capaz de oponerse públicamente
sólo deben utilizarse en el modo competitivo. a una alternaliva promínente, es posible
A continuación describimos seis tácticas romper imp¡ses y gaoera¡ .ompromisos que
competitivas: facilitaD el progreso de la negociación hacia
un acuerdo. Las alternaiivas prominentes
Imponer presión de tiempo pueden esla¡ basadas en conceptos como na-
Se rehere a creai en lá contrapa¡te la per- cionalismo, desarrollo ecoüómico, etc.
cepción de que los costos de seguir nego-
ciando son elevados. Una manera usual de Desurrollar una relarión positiva
imponer presión de tiempo es la fijación de Proveer amenidades, escoger ur lugar
una fecha límite pa¡a cerrar el ácuerdo. O¿ra ag¡adable pa¡a la negociación, sugerir Ll con-
manera es aumenia¡ los costos de la negocia? trario que adopte nuest¡o papel ('...pont€ en
ción media¡te una operación morrccqt. Esla mi lugar..-"), etc. Esta táctica es pelig¡osa,
táctica es una de las mas populares en el pues se ha demost.ado que u¡ro puede ser
modo competitivo- víctima de sus propias ¿áctieas al desarrollar
utt sentimieni.o amistoso hacia el contmrio.
Aparecer firme Además, es posible que se presenten coallic-
Se refiere a mantener üna imagen de dureza. tos de tipo ético (¿cuánta amenidad?).
Implica que toda concesión al contrario debe También es posible que esta táctica sea mal
ser plenamente jusiihcada por aquél y, interp¡etada por el contrario (como ü¡ so-
además, que todas las concesiooes debea ser borno, por ejemplo).
solicitadás y trabajadas exhaustivamente
(aunque uno haya decidido que las va a otor- Red,ucir resentimientos en el contrario
gar). En caso de que se tengan que otorgar Se trata de eliminar la percepción de que
concesiones, es posible evitar que produzcan nuestra conducta es culpa nuestra, indicando
una pérdida de imagen mediante: (a) desaco- que ias presiooes son ajenas a uno y p¡ove-
plamiento del resto de la negociación ("...1o nientes de faclores externos (uto rro puede
hago ahora, pero no se repite..."), (b) aErrnar conceder); ot¡a posibilidad es ar¡egla¡ la im-
que se produce bajo "circunsl,a-ocias especia- posición de presiones de manera indirecta,
les" y (c) añadir una amenaza pa¡a rcstable- por ejemplo, hjar sesiones en horas (noches,
cer una impresión de dureza. fines de semana) que gene¡en p¡esión de
tieñpo en la parle cont¡aria sin que, natu-
Rcd.ucir Ia resistencia del contrario ralmente, pa¡ezca culpa de uno.
Además de las tácticas antedorcs, se pue-
Esto puede lograrse mediante (a) uira defensa den mencionar otras que so¡ naturales en
simple del cáso {persuasión), (b) una una situación de conf¡ontación aguda. Nos
Esrv¿i*IESANe 4
es
referimos a la búsqueda de mediadores, los mal..."), Ia existencia de otras relaciones
'po
(c) cuales pueden ser de sustancia tienen paraielas que interesa úrantener en buenos
-siLérminos
por objeuo fac.lirar cambios en ios términos {otros negocios, relaciores fu¿u¡as
les
riel desacuerdo proceso- o si tienen continuadas, etc.) y la percepción de que la
- o de
por objeto modilicar el mecanis¡no de nego- contrapade está por alcarlzar el límit€ de sus
ciación. Aparte del uso de los mediadores, concesiones. La teoría de juegos, reseñadá
también se puede recurrir a árbilros, ¿ccjón ante¡io¡mente, se ha utilizado para e¡plicar
ar que está contemplada en nuestro ordena-
la el conjunto de motivaciones que lleva-n a la
io-
miento legal vigente. adopción del modo coordina¿iyo. Para est€
ia sspecto, la clasillcacidn de las situaciones en
qe Tácticas coorünativas juegos suma-cero y juegos de suma variable
rt- Este ¿ipo de tácricas coRsisl,e en acciones es sumamente útil. Los juegos suma-cero sor¡
orientadas a establecer o preservar un modo represe¡rtativos de situaciones de conflicto
E.
es
de negociacióo coordinativo. Aparte de las severo, donde cada parte considera que su
le actividades que púeden esta¡ asociadas con el bienestar sólo puede obtenerse a costo de
te
i¡t¿rcambio libre de propuestas, que son pro- disminuir el del contrario, por lo que es de
pias de una negociación de es¿e tipo, se puede esperar el predominio del modo competitivo.
le
le
hablar de tácticas de alto, mediano y bajo EI modo coordinativo sólo es factible en si-

riesgo, en referencia al peligro de pérdida de tuaciones de suma variable, donde una nego-
imagea y a los costos rea.]es en que se puede ciación abre la posibilidad de ¿umenta¡ los
)s
l- ¡¡currir, cuando se trata de inducir una recursos a repartir. Sin embargo, lo contrario
tansición al modo coordinativo. no es cierto, dado que exist€n situaciones en
Las tácticas de allo riesgo corresponden al las cuales el modo competitivo es estable, au¡r
otorgam ienLo de concesiones dramáticas con euando el j¿¿g,o sea de suma variable. En la
t¡ la expectativa de que el otro va a co.respon- biblioglafía se incluyen referedcias pa¡a
l-
der; por ejemplo, el viaje del Presidente aquellos leclores que deseen prcfuqdizar €n
D
Sadat desde Egipto a Israel antes del co- este aspecto (Pr-uitt, 7981; Zagare, 1984).
aienzo de las conversaciones de Camp David_ En general, lo importadte dentro del modo
r,
Se debe notar que, de acuerdo con la hipóte- coordina¿ivo es evitar que se tra¡sforme eq
tf
q sis de "metas-expectativas", esta acción sinió conrpÉtitivo. mediante (.[) Ia participación
L ¡nra reforzar la fe, para la fecha muy dismi- activa en (liscusioDes para resolvea diferen-
Dnida, en que una de las paftes en conflicto cias y (2) eütar tácticas que pueda¡r inieip¡e-
deseaba cooperar, cuando era evidente que taIse como competi¿ivas,
t.
todos deseabal cooperación.
ü
Las de media¡o ricsgo se basan en accio- El producto de la negocia-
G reve¡sibles, especialrnente cuando la cou- ción: Acerca de contratos y
fi'nza en el contrar.io es débil. Dstas incluyen
comunicaciones indi¡ectas a través de un otras relaciones
Eensajero. la emisión de señales, fraccionar
Los prirrcioeles productos de las negociacio-
G¡rneesiones, discusiones informales eD los
nes son ¡c-rortlos y conl,ratos que gobiernan
la*illors, s¡g. Las tácticas de bajo riesgo tie- lrs rplaciones entre empresas, insti!uciones,
E sentido cuando el peligro de perder ima- personas o gremios. En todos esto6 casos, lo
E!$ es pa¡ticularmente severo- Se puede in- ideal no es ganarle al contrario, sino senta¡
&ir eat¡e éstas la búsqueda de mediarlorrcs y las bases para urra relación mutuamente be-
la c@bi¡ación de es¿¡ategias de riesgo mo-
&ado (utilizar un mFnsajero para iniciar neficiosa. ¿De qué manera es posible que u¡r
co¡rtralo, por sí mismo, coatr'ibuya eficiente-
informal).
-aco¡veFación
Ea general, la adopción del modo coordi- mente al loglo de este objeiivo?
ntivo está asociada con aspectos lales como El ¡nclrsis moderno de contratos consi-
l¡ qistencia de oportunidades reconocibles dela que la eñciencia de estos insin¡mentos
está r'elacionada con cuatro caracteísticas
-h.irbcer nqocio, percepcio¿es de iDjusticia
la oh'a parie ("..,1o tr-até demasiado básicas: (1) su capacidad para distribuir los
T
¿E: pdíble Act!ücíat neg@íación.s ?

beneficios de¡ivados dpl acue¡do, {2) su capa_


disponga de los rccu¡sos para pagarle en el
cidad pa¡a dis¿ribuir riesgos comerciales y fi_
momento establecido. El comprarJor, por
n¿¡cjeros. r,Jt los incentivos quF pr-ovee para su
pane, evtte¡á adquirir compromisos de pago
el cumplimier:to Cc los términos á..ol'dccl-os y
(4t.su ¡.rau.,"o,u del rjesgo de quc no tornen en cuenta el riesgo comercial
(ljlrtzer. Ca_voul¿cos lessard, abanclono que él está corriendo
,v 19g4; La_x y Una ma¡era de anal¡zr!" él lactor riesgo es
SebeDl-us, 196il.r ,
er 0e orvlctuio en dos catogorías: diversifica_
,los Así mismo. J como pár-te qe este enfoque,
arreglos conlra¡!ualps coosLituyeq sólo
ble y sistemá{ico. Como su nombre Io indica,
una opción ent¡e el coqjunto de relaciones el del prii.ae¡ tipo puede ser diversificado
que se pueden esrablecer entre dos mediante acciones del mismo i¡di¡¡iduo o
organiza- em-
presa.,Por ejemplo. para una empresa petro_
crones: un continuo que va desde la relación
rera, el npsgo de no encontrar petróleo
impersonal y for-ruita que se puede establecer es di-
versrticable. Dismin,rye si se realizan
a traves de un mercado comperitivo, explo_
hasta Ia raciones simultáneas en ¡nuchos sitios
IusroD o lntegtac:ón Lotal eatre l¡s partes !eo-
ne_ gráficos. También el riesgo de
gociado¡as. cobranza es
¡nas. reducido
0ara pmpres¡s especjalizadas
En las buenas y enlas malas: encl rar¡o, que recupcrar cuentas de variada
rndote. que para un individuo que posee
Compartiendo benefrcios y ries3os dos o
tres cuentas por cobrar: la empresa eslá
t¿l balance ert:e los beneficios y costos más
peacrbldos por Ias panes aegociadoras
orve¡slhcada que el individ 02
repre.
seota et pru¡ero y rnás obvio aspeclo
a consi_ , . El riesgo
tnDseco
sistemático, por su pacte, es in-
a la 3c[ividad, afecLando por igual a
oera¡ en el a¡ájisis de contratos. En esta
ca- rooos tos parttc¡panles en un negocio paltjcu.
tegorizacidn no se menciona uúa qujnta p
rgualmcDre iñportarre dimensión: ia
rar..irtgurpndo et ejemplo perrolero, la va-
legal. r¡aDrttdad pn los prer"ios alecta por
ilerterando uoa recomendación aaterior,
los
igla¡ a
Lodos los !¿üLlcjpanrcs en el
costos y beneficios a considera¡ son globales. mercado, consti.
No están limitados a lo indicado eiplÍcita- tuye un faclor de riesgo sislemárico. No
se
me¡te eo el contralo. por ejemplo, en un
coD_ El factor.riesgo adquiere
t¡ato de ingeDiena civll. ei sumitustro de
in- .ta¡c¡a cu¡ndo i;s partes
especiai impor_
sumos o maquinaria puede represenLar contratantes lo en-
la trentr_o en distinios niveles, po¡ ¡o que
mayor parte de los inLFrpses en discusión, se
auDque Ia negociac:do solo haya incJuido
habl¡ de la posibilidad de uná it¡ansferencia
re_ de riesgo". Esto se puede lograr de
un. proJ ecLL, de ob.as. De aqui se muchas
l:.ln.tr: ."_
denva el termino
maneras, entre las que se pueden
citar ( I ) la
em poqup!anicnlo, frecüen'
¡ntroducción de.cl jusulas conl¡actuales
temenLe utilizaCc en aiusido a convenios espe-
para la aciqutsrc.ón de bLenes o serücios cltlcas, que cstablFccn quién va a sulragar
que
ias
consecuencias de rJguna eventualidad,
son tra!:sferidos como uq conjunlo, y f 2) la
cuya drstnbucidn adecua(la de Ias contrapres¿á_
cornposición no puede se¡ alte¡ada
a volunt;d ciones y,3rla seleccjrjn ¿propi¿da de
por el eomprador. la con-
lrapanp. JlusLraciorps del primer caso s€ en.
.,El facror compe:rsac;r,n no puede ser con-
sroeraoo srn to-nar en cupnta el riesgo,
cuentran con cier¡a lrecuencia en ¡a acr.iüclad
[anl,o de prosppccion minera y expioración petro-
Dnanc¡Fro como comDrcial. que enftenlar
partes,contratantes L'n .omni nenLe impo¡-
¡as tera. ror eJemplo, es posib)e lograr que
una
emprese de expluracion pelroiífera tenga
tirntp oe psie.ri-sgñ -s la pos.bilidad de que que
106 rnvo,u, rJdos no cumplu
sul¡acar Ios gJslos corrpspondienLps a su ac-
con los uérminos trvrdarl (es Jr'cir qu" asuma el r¡psgo
oel ¿cuprdo. Pa¡a un vendedor, por ejemplo, de ex_
ptorac¡ón). ¡ecibiendo compensar:ióo
será ¡ple!anre Ia posibilidad de qr,e el otro del pars
no

' trn es¿a trrbJjo h"mos evii¿do refFrenc,¡s ' Il:1.". rre87,.pr.sFnLr una
phartus éq?nc;atm mn,úhnreñre descripcrón de
uriti?;dás ps;;
c.racler "c¡n¡nricñ.j rcrrl J" n uFsr.. eni.qr¡e. r,ánr,erir frpsg^s dF.obran13 {que s.n de
nxr'¡,:'t./i drv., -ific.bt.r I
"n,-s fin¡n;i.r"s.
14
l
I

E*r¡¡.liós .l¿.S.1 N'4


Bel dode realiza la búsqueda sólo si encuen¿ra aspectos cambiarios, por ejemplo. Un dilema
ESU !¡acidieDt¡s de inteÉs comercial. Este tipo de general que se encuentra en relación con este
hgo dáusula se encuentra en Ios llamados tipo (le cláusulas es cómo Fdacl,arlas sin pro-
cial 'cñl¡a¿os de servicio", como los que fueron ve€r a la otra parte inJormación confrdericial
sscritos entre Venezuela y la Occident,al acerca de los costos propios.
oe5 Feholeum, y entre Ecuadoa y diversas em- Las cláusulas escalatorias se encuentran
ica- !:€sás petroleras inteúacio¡lalesl. cor¡ f¡ecuencia eo contratos de ve¡ta de ma-
ica, . Corno ejemplo de la segunda posibilidad [eri:]s Drimas básicas
-tales
como aluminio.
ado !E a t¡a¡sferi¡ riesgo, el pago por la licencia bauxita, alúmina, etc.- donde se utilizan
m1- de u¡a ma¡ca comercial puede ser acordado par¡ Lomar en cuenta los efecros cambiarios y
úro- ea forraa de regalías sobre las ventas, de ma- la inflación eü los costos de los insumos.*
di- nra que el usuario de la misma Ilo se en- También es frecuente encont¡a¡las e¡t contra.
p¡o- .leatúe erl la obligacióo de pagar si un desca- tos de obras civiles, en donde iacorporan los
leo- Iaho e¡ las ventas afecta su capacidad de efectos de cambios eo los precios de materia-
Les !ago. La esl,ral,egia conlr'aria es exigir un les y otros insumos. Para éstos últimos existe
das lEgo ú¡ico irdependiente de las ventas, tam- una normativa que establece límites a los
¡da hén llamado s¿m¿ alzada. Esta última op- ajustes de paecio aceptables para contratos
EO ¡lia favorece al vendedor, puesto que éste con entes públicos (Presidencia de la
acibe u.na cont¡aprestación, independiente- República,1983).
de los resultados del negocio. Para un ¡esúmen de naturaleza legal
i¡- -nte
E¡ los dos ejeñplos mencionados se acerca de las ¡edacciones posibles para est€
¡la kalsñeren los riesgos que una de las pa¡tes tipo cle cláusulas, incluyendo las de tipo
¡nede asumir en mejores cor¡diciones que la "general" y "polinórnica", véase Serpa,
9a- É¿ El balance adecuado se logra cuando Bat¡uero, Villegas y Nicoletto (1987). En re-
la eaila quien enfrenta un nivel de riesgo acle- sumen. los lacto¡es ¡le compensación y riesgo
rti- tuado a sus capacidades. 1-o que una enpresa contractual van unidos de manera i¡rdisolu-
se hgnacional encuentra como minimo ¡iesgo, ble. La eficiedcia de un contrato depende de
¡rque tiene participación en decenas de iiue ambas partes reciban benehcios propor-
or- F¡se€, puede constituii algo inaceptable para cionales a sus costos y a los riesgos que cada
I@ pequeña empresa, cuyo limitado mer- uno esté en eapacidad de enfrentar. Como
se do esté sujeto a los vlivenes rle la econom,a vimos, es posible transferir indi¡ectamente
cia & un solo país. De manera general, estas rlgunos tipos de riesgo a Ia parte que puede
tas {&¡eucias en la capacidad cle abso¡ción del absor'berlos mas fácilmente o, según s€a el
la dcsgo aparecen cuaddo una de las partes caso, dist¡ibui¡los explícitamente mediánte
Pe- @toatantes tiene posibilidades de dive¡sifi- cláusulas escalalo¡ias.
hs cióu inexploiadas o inaccesibles paru la
la ú4 Los riesgos del "br¡en
,Por ot¡a parte, los ¡iesgos iotrínsecos
- ciudadano": Incentivos y
tr- y€: sistemáticos- no son t¡ansferibles con
fuilidad, por lo que implica la necesitlnd de abandono
'o-
ad idui¡ cláusulas escalalorias en los conl¡a- Por supuesto, un acue¡do no puede fun-
to- b, do¡de se asig¡an responsabilidades a cio¡rar adecuadame¡te si no provee ince¡irvos
na ada quien por variaciones en las condicioües (o penirlizaciones) ¡eales pa¡a el cum-
ue riginales del contrato. Po¡ ejemplo, este tipo plinriento de los térrninos con¿ractuales. Un
lc- & dáusulas permite que el precio plevisto en punto de partida fuodametrtal es la existen-
¡i- h cetratos se ajuste de acuerdo con las va' cia de, cuando menos, uaa alternativ¿áil con-
'i¡¡iones ¿¡ l6s
ús p¡s¿ios de los insumos u otros
t¡ aLo firmado. Nos referimos a otros contra'
-l'neñtos coosiderados de imporlürcir, como tistas, u ol¡os tipos de a¡reglos posibles, es

decir conpetidores para la otra pa¡te con-
r Fa¡a un extenso trátsdo ¡cerca de l¡s l€ndenci.s trahurie. Cuando esta compeiencia no existe,
idEnacionales s cüntn, ¡.nrrirnq d" r-,vicin. sa es poco probable que nuestrqs incertivos sua-
rldmienila @nsltar a O'Dell { r981).

15
¿ Es p6íble sere¡cio,|¿Aeidcío,rc|?
tan algún efecto, y quizás sea el mo¡nento
para explorar otra opción. distinla refe^ridos por ejemplo, a la composición
metá_
de la re- I¡caz. Ul lecro. intpres¡do puede
prFseDtada por un coElrato. Suponjendo
que
encont¡af
¡emos sa¿islpcho la condición inicial, algunas reJerencias específicas a este
esLo es,
tema
ra presencta de cor??pelldores por suscribir (Btftzer, cavoulacos y
el ?l 11 ft9]:g-.fr1
I,essard, 1984; Weitzman_ 1980)
contrato- debemos recoocrcer que la validez
oe ros. tncentjvos depende g¡andemente El pfecto fioal de todos estos problemas
de
de la supervrsión e incenLivos es el de disminuir
capac¡dad de supervisióD y control el
de las valoÍ de la opcióD contractual. freDl,e
partes. Coo f¡ecuencia se observa que a otrás.
los cos- que sean Jáclibjes segrin las circunstancias.
ae super,¡isión son ta¡ elevados que pue_
1os ror.ejempto, Ias opciones de creai. E¡
oe ser rDconvenie.Dte lleva¡la a cabo. por el caso
eJemplo, t¿ contratacióE de la limpieza
ce ra- basu¡a, la utilizació¡ del parámetro
aceras coD base e¡ la distancia lineal
de peso para el pago del sereicio. puede gene_
ban-ida rar c¡nducLas inadec¡adas en los contratrs_
piJpde ltegar a necesitar de
un verrjadcro tas. nn esta situación el problema potencial
eJercr¿o de_supenisores, si se desea que
se puede.evttarse ariadiendo medidas
cump¡an fielmente los términos contrac_ adiciona_
¡es. tales como d€osidad, tipo
tualFq I de basura, etc.
una empresa ñixLa con uo p¡oveedor,
o de
nacer uno mismo lo que actlralmente
Grótico 2 está
comprando, pueden llegar a ser más
Los dimens¡ones de un controio elicienie at¡acti_
v¡s que la firma de un conlm¿o de sumi-
n¡slro. cuyg supervisidn sea demasiado
costosa.
El riesgo de abaDdono adquiere rele-
v-ancra.cuando el cont¡ato se
rofiere a aspec-
ros <te rmportarcia esl,ralégica.
o cualdo iay
lacto¡es politjcos importanles asociados
con
er convenro, como sucede en pl caso
\/ servicios pulrlicos. De manera geaeral.
de los
la po-
slbrlidad aba¡dono so disminuye
'le medianüe
dc ficnzrs, depdsitos ea efectivo,
:a^:-x-'F:n:ia
o cuaiqure¡ oLro aporte o gara¡tia que
com-
prometa_ p¡rle del capital
*f¿-. pslaDtecrmien¿o
del coDtr¿tista. El
de un monto adecuado para
eslos aportes. así como la posibilidad
de que
Mínimos sea¡ a_clualizados par¿ compensa¡
Dérdidas
riesgos de por ¡nflación, es un aspecto que
ha siáo objeto
abandono op mucho a^nálisis. sin que se haya logrado
oesarrotlar fótmulas concrpras para
uso prác-
tico-
,lf,s También se pncuentran
el ¡ncentivo
casos e¡ los cua-
, La drficujtad quede pstablecer la mae-ni¿ud de
está basado en uúa medida de tas gora¡Lias
oesemprño inconveDien!e, o senciilamente - dpben ser lo suJicie¡¡e-
menl,e elevadas, para áseg! rar per¡naneDcia
rn.omplelá Po¡ ejemplo, eD el caso
de la en el cLrmp¡imienio dc Io establecido
compra.99 chatarra basada únicameDte en el
en contrato, y lo suficientemente reducidas
una med¡da de paso, el vendedor puede como
trata¡ pará, man{ener el in Leres
en el mismG_ es un
oe.aumentar.la. caniidad con basura y pmotemD que obedece según
lcrtales de calidad inferior. a menos quema- alg!oos auLores
se
rnctuyan parámetros de con¡.¡ol adicionales,
2 En el c¡so dc l¡ b¡sura, ta unlizsción d"t paráñer¡o
l:.:1..!:r". servrcio. pu.ae generar
I Pars un anátis¡s de b conlraráci¡n dcl "r ,p.s^.deron tc
co_rou.r.s r¡adru.das cñntr;risrás.
-En
sorvrcrn de esia
aeo urbano de Cár&s a cmpres¿s pri!1dJs, p¡nb,pmá pnren.iot puede evi¿árse
llerry y chooón (1984). vÁisF :-',1:,.",,' npdrdás 3drcin¡at,s, ralas ..mo
'l3qr,"r.dn
den"rdod, iiDn de b¡sura ér.

t6
I
E¡tudi¡¡ IESA N! 4

:a Füblenas de i¡formación. Williamson empresalial y la cle negociación. Inclusive


lá- (AfJ6) describe casos en que es imposible llegamos a se¡alar casos donde, por frlta de
'a¡ -qEer anticipadamente de info¡macidn un cuiriadoso análisis, e¡a factible encont¡ar
na *nada acerca de la Daturaleza del coo_ contradicciones entre la estrategia enlp¡esa-
v t-¿¡o, por lo que debe establecerse un ri.rl y lc rlc negocl¡üi,rn con consecupncias po'
Ir@dimieoto pa¡a aciualizar la garantÍa en teDcia¡mente negativas.
de rl furm- Al igual que para los incentivos, la En cuanro al ¡lv"l r:i¡.rico. "n la seccion
'el ipcibüdad de esLablecer garanl,ías para siguiente pa¡tir de tres principios bási-
?6' -a
dit¿r el abando¡ro puede dismi¡uir el cos: se lección estratégi cd, metas'eapectatíüas
as. *astivo de la opción contractual hasta un y alta d.emanda inici¿l- desa¡¡ollamos una
lso
tEto en que sea p¡eferible escoger otras selie de recomend¡ciones para la gestión de
Bro
Icilrilidades est¡atégicas distirrtas: podemos negociaciones. Como se .eco¡da¡á, el pro_
Be- dquirir repetidamente el bien o servicio al blnnrl gerencral a e'lF nivPl se resumió como:
is- rejor postor. cuaDdo ello sea necesario, o { I) la búsqued3 rlel n'cCo de negociacidn más
isl iace¡ nosot¡os mismos Io que pensábamos apaopiado para las circunstancias y (2) la
0a- dqui¡ü po¡ contrato. aplicación de las tácticas correspondientes.
rtc. Como hemos venido aludiendo repetida- La ocasión es apropiada para indicar as_
de rente, la estiucturación de contratos debe pectoÉ del lema que no han sido trat¡dos en
¡nriir del supuesto de que és¿os son sustitui_ ól plesente ensayo y que, por su naturaleza,
eti- Hes por otros mecanismos- Cuando, por al- aürdrn complejirJa,l a la t¿rea de gerenciar
ni- gurra mzón. no sea posible alcanzar un equi- negociaciones. Toda negociación es funda_
rdo Iihio ¡azonable en relación con cualc¡uiera de ment¿lmente un p¡oceso de intercambio de
bs cuatro factores indicados lcompensación. información. dondc existen incentivos para
ie- , incenlivos y abandono), estar€mos eo actl¡ar lanto cle m¡rne|a franca como hipó-
gc-
lnomento de explorat otras opciones. El crita. Frenle a esta co¡tradicción cacla indi-
ray 2 resume las condiciones para dise- virlu<.r, y cada grupo, acluará de manera dife-
¡on ccntratos eficien¿es. ror¡Le i¡ hrst¡ ¡mL,r'o,h'cil'lp Es¡a d¡ñPnsi'in
1os intcrpersonal es quizás la menos cont¡olable
po-
nte
uslon: de una negociación.
De poco sirven las nümerosísimas recetas
¿bs posible gerenciar posibles para el comportamiento de los nego-
rn- negociaciones? ciadores cle los equipos que conforman-
EI -y
si no soD capaces de ponerlas en práctica por
ara A lo largo de las páginas precedentes bemos r'Írzoies in[crpersonales En cste caÍnpo pue_
yeúido acumulando elemeútos que nos rlerr ser'útiles las experimentaciones de la
lue
ilas pueden ayudar a responder la preg¡nta con psicología s,:cial, aunque de manera l;mitada'
la cual se inició este ensa-vo: ¿Es posible ge' ' T,¡ ;nserci¿ de teorías dete¡mina que la
teto
ado renciar negociaciones? C¡eemos que, en lblnración de uo negociador depende tánio de
ác- efecto, existen numerosos eleúentos eD u¡a la experiencia, se¿ ést¡ adquirida a t¡avés de
Begociáción que pueden ser manejados expli sinrulaciones, o en situaciones ¡eales Lo im_
lde citamen[e y a provecho por las partes involu_ pottin¡c - útil- dp l¡r simulacionos con o
tte- cradas. Estos elemenlos pueden ser sepa¡a_ iin el auxilio,le profrmas de computador es
¡cia dos por conveniencia en dos categorías: la es- que contielen supuestos inco¡porados por el
rel tratégica y la táctica.
Nuest¡as recomendaciones al nivel es_ ¡ir'ogta-ado., que presentan una situación
rlro olrjttit,^, la cual se puede examinar tanto
iun tratégico aparecen principalmente en la ter- "tt
la plo¡ria contlucta co¡ro la iógica del p¡o
tres cera sección, donde describimc las caracte_ gfrn,ir. (onro una rp¡lidatl. sin incu'-fi¡ en
rís¡icas de los procpsos reales de Degociaciún, costosas e(luivocaciolles.
incertidumbre, desinfo.macióü y complejidad, Para hn¿lizar. vale la pena reiterar un
así como las dificultades que ellas crean para punro {lut-. por collstiluir Ln lugar común no
la gestión de negociaciones. Un aslEcto cea- dcj¡r ¡lo tenel inmen"r v¡l'rlez No
p)'islen rp-
tral es la interrelación entre la estralegia coirre¡<laciones genelirles p¿ra negociadores

It
¿E¿ W,Uc Süqtcíat na4dia.ió'B?
que ga¡anticen un desempeño eritoso,en,to- eústir elttre la negociacióE y la est¡ategia
das las situaciones- P¡obablemente, lo mejor empr€sarial o institucioEal. Esta última pau-
que podemos hacer es refor¡ar ¡uestro taá cuales son los intereses hásicos que de-
anrálisis d9 las aspectqs má,n tangibles, reeor- bemos defende¡ y cuales las posiciones
dando que cad-a situación ti€ne elementos transiiorias que poderíos compromete¡.
únicos y enfaüzando la relación que puede

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