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Alice Kellen - Sigue Lloviendo
Alice Kellen - Sigue Lloviendo
ALICE KELLEN
SIGUE LLOVIENDO
reservados.
Email: alicekellen7@gmail.com
Twitter e Instagram: @AliceKellen_
Víctor
del dinero.
—Exacto. Y mi clienta debería
mitad el piso.
—No me importa.
Me llena a mí.
—Quiero que te quedes el piso. Y
alternativamente mientras
No debería sorprenderme.
sé si se debe al alcohol o a la
—pregunto.
—Sí, de acuerdo.
—Pasaré a recogerte.
Me doy cuenta de que todavía
Sara
—¿Estás bien?
mi hermana.
necesites…
—… te llamaré —concluyo.
—Sí —miento.
—¿Necesitas que me acerque a
descansar.
demás.
Verle es doloroso.
Verle es lo último que deseo.
3
Víctor
solas.
Asiento con la cabeza y tecleo algo
destino».
Una mierda. Antaño me hubiese
que ya no existe.
—Verla una vez más. Despedirme.
No lo sé.
«Impedir que se marche para
—Sí.
—Y no vas a contármelo…
—Chica lista.
no puedo…
Sara
profundo.
—Estás preciosa.
—Gracias.
—He aparcado dos calles más allá.
suavidad al desplazarse…
—¿Tienes hambre?
—No mucha.
—¿Lista?
No busco sus ojos. Abro la puerta
—¿Lo de siempre?
Víctor señala con la cabeza la carta
—Sí.
—Yo también.
—Vale.
carne?
contesto.
El risueño camarero se centra en mi
marido. En mi exmarido.
—¿Aún no te ha convencido?
estabas equivocada.
apetece beber?
—Una copa de vino.
libretita de mano.
Víctor
—Aquí sí.
Suspiro hondo y le doy un trago a la
copa de vino. Bajo la vista a la mesa y
después vuelvo a alzarla hasta ella.
—Te he echado de menos.
limpiarse.
hacia delante.
—Te quiero —susurro.
comparto.
—¿Cuál es la diferencia? —respira
lo hemos sido.
Ella niega con la cabeza e intenta
estorbasen.
—… No lo encontraré, Víctor. Ya
no está.
—Mientes.
—¿Deberías o quieres?
sus caderas.
Desaparece de mi vista, pero sigo
volverá.
Cuatro meses después…
Sara
ventanal.
tenaz y valiente.
Es evidente que no encajo en
opaca.
algo de comer?
Me mira dubitativa
cumpleaños de María y…
Víctor
habitual alegría.
—¿Planes para hoy? ¿Una noche
mesa de trabajo.
—Sí. Puede.
exigente.
—¿Hasta cuándo piensas seguir así?
madera.
—Oye, eres mi amiga, ¿vale? Te
los diseñadores y…
—Víctor…
demasiado severa.
Aflojo un poco. Siento que me
ahogo.
—Vale, sí.
me sigue.
—Víctor…
8
Sara
finalmente.
chica me sonríe.
Inspiro hondo.
—Víctor me ha hablado mucho de ti
gracias a la camarera.
—¿Te marchas?
digo.
precocinada.
Abro.
Víctor me mira, inmóvil, con una
—¿Hablas en serio?
—¿Con ella?
—La chica —aclaro—. Anna, creo.
mi espacio.
Víctor
intentado.
—De todos modos, tienes derecho a
rehacer tu vida.
su calor, su aroma…
—¿Tú estás bien?
es agradable.
—Café, entonces.
contacto doliese.
En parte, sí que duele.
tiende.
de nuestras preferidas.
sobre mi regazo…
A veces me sorprende darme cuenta
encantado.
pregunto.
proyectos pendientes.
un entramado de estimulantes
contradicciones que yo deseé conocer.
abre.
10
Sara
nerviosa, me equivocaba.
dejándoles espacio.
Todavía sigo sin saber por qué he
nariz.
colores…
—¿Puede quedarse a cenar, Sara?
Por favor.
demasiado…
idea…
Ni siquiera un roce.
Sofía me dedica una mirada dolida
—Patatas, quizá.
—¿Perdona?
pensativo.
—Hay suficientes ingredientes para
Tú elijes, Sara.
Pronuncia la palabra «elegir» de un
está guapísima.
—Ya lo sé.
—¿Ya lo sabes?
—Os he oído.
—¿Entonces qué estás haciendo?
dos solos.
a ella.
—Vete. Márchate.
Sofía resopla, indignada, pasa por
volver a él.
11
Víctor
¿de acuerdo?
masculla.
—¿La has visto ya? —señalo con la
—Qué capullo.
Pone los ojos en blanco y luego,
Ahora.
envuelve.
—¿Qué te hace tanta gracia? —
pregunto divertido.
—Shh, nos estamos perdiendo la
película.
cuando me mira.
—Víctor…
Respiro profundamente y me
—Debería irme.
Nos miramos en silencio.
confusa.
Tiene los ojos acuosos cuando me
descanso.
Le echo un vistazo al móvil antes de
Sara
admito.
—¡Vale, lo siento! —exclama
parece él.
contarte.
—Y tú la pequeña entrometida.
palabras no dichas…
—Me lo encontré en una cafetería
—digo.
No quiero pagar con mi hermana
amarillo.
contando, no pares.
ocho de la mañana.
—¿Por qué?
Coge la cartera marrón que hay tras
rato.
Mierda.
devolvérsela.
Suelto un bufido de fastidio y me
escapado de la coleta.
—¡Maldita sea!
—Vale. Si me necesitas…
—Todo está bien, tranquila —le
sonrío.
—Sara…
—Sí —camino a un lado y otro del
o… cuando puedas.
Más silencio.
—Da igual, solo… tírala… o haz lo
Está borracho.
Si Víctor no fuese la persona que
yo…
Expulso el aire entre dientes y clavo
digo finalmente.
Estoy temblando cuando cuelgo el
especies.
Tengo que llamar al timbre cuatro
—¿A quién?
—A mí me importa.
Víctor
cartera.
—Ya, eso.
—Voy a curarte.
—No, no es necesario.
del televisor.
—¿Guardas desinfectante en el
baño?
Cierro los ojos.
deliciosa garganta.
—Déjalo. Da igual.
comedor.
—¿Mejor?
especie de tregua…
—Tú y yo no estamos en guerra,
Víctor.
—No, porque ambos hemos
—Déjame intentarlo.
—Dime.
que…
Pero antes de que pueda decir nada
con ligereza.
quiero —susurro.
mejor.
—Vale.
en la cama.
14
Sara
lunes.
mensaje.
Es Víctor.
20:38pm.
más…
Lo leo tontamente tres veces, como
si no pudiese entender a la primera algo
20:43pm.
No lo haré. Te lo prometo.
20:46pm.
Tú siempre eres interesante.
noches…
comer en silencio.
A veces el tiempo pasa despacio.
Muy despacio.
A veces me acuesto temprano para
Víctor
—¿Un psicólogo?
en mi despacho.
—Sí. Fui al principio pero, no sé,
era diferente; lo dejé enseguida. Esta
vez me lo estoy tomando de otro
modo…
más cutre?
mirando el elefante.
—Me dedicaría simplemente a
vivir.
contéstame.
—No era una broma, Anna. Me
—¿Perdona?
vida para…
La miro serio.
fin de semana.
salga de allí.
Apenas he dado un par de pasos
cuando la veo.
propia mente.
—¿Qué lees?
ahora…
llega.
—¿Tienes algo que hacer luego?
consulta…
última puerta.
vuelvo a ella.
16
Sara
controlar y ordenar.
—¿Nos vamos?
—Claro.
Me mira distraído.
—En nada.
—Vamos, dímelo.
reflexivo.
acompañarme.
un nuevo día.
—Lo recuerdo. Todas las tardes
caminar.
—¿Todo?
—Eso es. Ahí tienes la respuesta.
—¿Cómo?
—Siempre voy a quererlo todo
de la costa.
—¿Vas a dejar que te lleve a casa?
—Sí, vale.
él.
formas diferentes…
—No lo dices en serio.
pregunté.
constante en mi vida…
Puedo entenderlo, porque a veces
—Yo también.
—Entiendo… entiendo lo de las
¿verdad?
Desabrocho el cinturón de
seguridad y me inclino hacia él. Le doy
los míos.
17
Víctor
vivido.
una respuesta.
eres tú misma.
Sara toma una bocanada de aire. La
tú y yo.
—No me hace falta fingir.
—A mí sí.
—Lo sé.
mí.
—Vamos arriba.
—Sara, cariño…
solo eso.
Tardo un rato en quitar la llave del
contacto.
—Vamos —digo.
ella.
—Espera. Todavía no.
por su cuerpo.
Le muerdo la tripa, la piel sedosa
montón de años.
alargar el momento…
Solloza de pronto.
—Cariño…
—No, no pares, por favor… —
ruega.
Sara
Permanecemos en silencio,
atracción, de diversión, de
experimentar… pero no de amor. Nunca
creí que fuese posible que una persona
consiguiese meterse en mi piel, en mi
alma. Pero con él me ocurrió. Mientras
sintiéndole…
Víctor comienza a moverse y yo lo
masculina y suave.
—Aún no.
—Vale —noto su respiración
—¿Entonces qué?
—Dímelo.
—¿Para qué?
rostro.
—No lo sé, pero dímelo.
nada más.
triste, rota.
—No es necesario…
—Tú quédate aquí.
más...».
del cuarto.
—¿Ya te vas? —pregunto.
Quédate a dormir.
—De acuerdo.
Víctor
antes de…
enseñarle y… y…
20
Sara
de un año.
—. Solo eso.
Estoy inmóvil, en el umbral de la
consigo entender…
No puedo.
ahí dentro.
Cierro los ojos y escondo la cabeza
garganta.
—Ya no lo soporto más… —
en sus ojos.
descubrirlo juntos.
Víctor
Sara.
Todo él era perfecto. Ni siquiera
clientes.
—No. Id vosotros.
—De acuerdo. Nos vemos luego. Te
quiero.
Un hombrecito en miniatura.
—¡Kaite! Dame.
ver a la abuelita.
—Sí.
ya estaba puesta.
tiempo.
Cenamos los cuatro en la mesa del
tentó Sofía.
—¡Noooo!
cogeremos.
—¡Noooo, pa-pá!
hemos llegado.
Suspiré hondo cuando esos sollozos
alma.
cocodrilo…
Sujeté el volante con la mano
envolviendo la noche.
Tenía que…
mascarilla puesta.
Y entonces lo vi.
Sara
final.
nuevo.
—Joder, mamá.
—Esa boca.
—Joder hostia puta, me importa una
—¡Cállate!
nada.
—No, no voy a hacerlo. No
con el dolor…
cielo.
agoten…?
—¿Tú? ¿Para qué? ¿Para hablarme
de vestidos o tonterías?
—Te hablo de eso porque es lo que
sobre su hombro.
Lo siento. Perdóname.
—Tranquila, no pasa nada —me
no.
—Fue su culpa. ¿Cómo pudo
hacerlo?
—Fue un accidente.
caliente y crujiente.
—De acuerdo.
Acabo de percatarme de que hace
cine.
Víctor
ha abandonado su despacho o el
cubículo donde trabajan para asistir al
corto acontecimiento. No quiero que se
marche. Odio este puto lugar. Y lo
odiaré todavía más cuando ella ya no
antojo.
—Si sonríes un poco más el mundo
putada.
—Otra vez será.
—No. Toma.
lógica.
por qué?
—Por todo. Eres feliz. No necesitas
acondicionado…
—Presiento que te irá bien —le
aseguro.
Me encierro en mi despacho poco
—¿Puedo?
—Claro. Adelante.
cuantos papeles.
—Me han ofrecido un puesto en una
importantes.
trata?
—Es una empresa de diseño
a ti —responde.
tus acciones.
Eric ladea la cabeza.
tuvimos…
—No es tu culpa.
Sara
Es Víctor.
21:13pm.
en casa?
21:15pm.
Sí. ¿Va todo bien?
21:16pm.
trabajo. En Francia.
—¿Cómo?
interesar.
—No lo entiendo…
Estoy un poco confusa. No termino
ahora.
Se me encoje el estómago.
Vete, vete, vete…
No te vayas, no te vayas, no te
vayas…
hacia delante.
—No voy a pedirte que te quedes…
demasiado cerca.
dejado.
Dentro hay un montón de fotografías
semanas.
Vuelvo a meterlo todo dentro del
Víctor
tensa.
No sé nada de Sara.
absoluta…
favor?
mundo.
Bajo del coche y lo rodeo
gusta el contraste.
blanquecinas.
A Sara le habría encantado. Y a
cada instante…
Suspiro hondo, frotándome con el
pagarle el servicio.
La espero en el porche. Sara sube
—Has venido.
—He venido.
—Tarde.
—Perdí el vuelo...
—Vale. Sigamos.
me pidas, Sara.
Se ríe y entonces la beso y me llevo
Sara
empresa.
Por las tardes, cuando vuelve de la
—Déjame ver.
Me levanto y me acerco hasta Víctor
un golpecito en el hombro.
tierra.
—¿Estás loco?
Todo el tiempo.
No sé qué nos deparará el futuro, no
FIN.
Agradecimientos
vosotros.
en ti.
Alice Kellen nació en 1989 y
alicekellen7@gmail.com Además, en su