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LA ESPIRITUALIDAD

AFROAMERICANA
(VUDÚ, SANTERÍA,
CANDOMBLE...)

JOSÉ LUIS VÁZQUEZ BORAU


“La religión es una cadena de oro que une la tierra con el cielo”
E. Young (1681-1765) Poeta inglés

Para los amigos presentes y ausentes de RIES (Red Iberoamericana de


estudio de las Sectas), con agradecimiento

© José Luis Vázquez Borau


ISBN:
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 9
PRIMERA PARTE:
LA RUTA DE LOS ESCLAVOS, SUS CREENCIAS Y EL
MUNDO CATÓLICO EN EL SIGLO XVI ... ... ... ... ... ... Pág. 13
I. LA RUTA DE LOS ESCLAVOS HACIA AMÉRICA ... ... ... Pág. 15
1. El tráfico de esclavos para la América española ... ... ... .. Pág. 15
2. La Española fue la isla más rápidamente colonizada ... ... Pág. 15
3. El sistema del repartimiento ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 17
4. El sistema de las encomiendas ... ... ... ... ... ... ... Pág. 18
5. Las devastaciones de Osorio ... ... ... ... ... ... ... … Pág. 19
6. El asiento de negros en la América española ... ... ... Pág. 20
7. Importancia del corso en el tráfico de esclavos ... ... ... ... Pág. 21
8. El movimiento abolicionista en Europa y en América ... ... Pág. 22
9. Consecuencias del comercio negrero ... ... ... ... ... Pág. 23
10. El tráfico de esclavos y las religiones afroamericanas ... ... Pág. 25
TEXTO I. La Iglesia católica y el gobierno argentino … … … Pág.
27
II. CREENCIAS PRINCIPALES DE LAS RELIGIONES AFRICANAS Pág.
29
1. La religión africana es tradicional, es decir, transmitida ... Pag. 29
2. Concepción del tiempo en las religiones africanas .... ... ... Pág. 30
3. Significado de la palabra en los pueblos africanos ... ... ... Pág. 31
4. Interpretación de los mitos africanos. ... ... ... ... ... ... ... Pág. 32
5. Los ritos africanos son entes intermedios entre la comunidad y Dios. 34
6. La fiesta marca los momentos importantes de la existencia humana 35
7. El arte africano cumple siempre una función social ... ... ... Pág. 36
8. Mito sobre el origen de los Yoruba y sus divinidades ... ... Pág. 37
9. La adivinación Ifa ... ... ... ... ... ... ... ... ...... ... ... Pág. 40
10. Elementos comunes de todas las manifestaciones
religiosas de África … … … … … … … … … … Pág.
42
TEXTO II. Cuento yoruba: El espíritu del árbol ... ... ... … … Pag.
44
III. EL MUNDO CATÓLICO EN EL SIGLO XVI Y
BARTOLOMÉ DE LAS CASAS COMO FIGURA EMBLEMÁTICA ... Pág.
47
1. La revolución heliocéntrica de Nicolás Copérnico ... ... ... Pág. 47
2. La revolución humanista de Erasmo de Rótterdam ... ... ... ... Pág. 48
3. El movimiento protestante y la reforma católica ... ... ... ... ... Pág.
50
4. Ignacio de Loyola promotor de la Contrareforma ... ... ... ... Pág. 51
5. Giordano Bruno, un fraile aventurero ... ... ... ... ... ... ... Pág.
53
6. Juan de la Cruz, maestro espiritual por excelencia ... ... ... Pág. 54
7. La nueva vitalidad de la Iglesia: Francisco Javier ... ... ... ... Pág.
57
8. Bartolomé de las Casas primer sacerdote ordenado en América Pág. 58
9. Debate público sobre “los indios” y la supresión de las “encomiendas”
60
10. El problema de los esclavos negros ... ... ... ... ... ... ... Pág.63
TEXTO III: De la esclavitud de los negros ... ... ... ... ... … Pág.
65
IV. EL ESPIRITISMO DE ALLAN KARDEK ... ... ... ... ... ... ...
Pág.67
1. El Libro de los espíritus (1857) ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
67
2. Precedentes del espiritismo ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 68
3. El espiritismo en el siglo XIX ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
68
4. El espiritismo en los siglos XX y XXI ... ... ... ... ... ... ... Pág.
70 5. ¿Qué es y que revela la doctrina espiritista? ... ... ... ... ...
Pág. 71
6. Alcance del espiritismo y enseñanzas fundamentales ... ... Pág.
71 7. La práctica espirita ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
... Pág. 74 8. Implicaciones morales del Espiritismo ... ... ... ...
... ... ... Pág. 75 9. El espiritismo en el Brasil ... ... ... ... ... ...
... ... ... Pág. 75 10. Valoración del espiritismo ... ... ... ... ...
... ... Pág. 76
TEXTO IV: ¿Cómo realizar una sesión de espiritismo? ... ... Pág.
79
SEGUNDA PARTE:
LAS RELIGIONES SINCRÉTICAS Y POPULARES
DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
92
V. LAS CREENCIAS AMERICANAS ANTES DE LOS
DESCUBRIMIENTOS 93
1. La América precolombina ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
93
2. La historia documentada de las islas del Caribe ... ... ... ... Pág.
96
3. La sociedad taína resultado de antiguas migraciones de indios aruacos 99
4. Creencias, ritos y ceremonias taínas ... ... ... ... ... ... ... Pág. 102
5. El arte en las Antillas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
106
6. Las civilizaciones maya y azteca ... ... ... ... ... ... ... ..... Pág.
109
7. Las religiones de América del sur ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
111
8. Fondo religioso común de las culturas maya, azteca e inca ... Pág. 115
9. Importancia del chamanismo en este contexto cultural ... ... ... Pág. 116
10. Situación de la religión a la llegada de Colón ... ... ... ... ... Pág.
119
TEXTO V: Rol de los chamanes ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
120
VI. LA SANTERIA Y EL PALO MONTE O MAYOMBE DE CUBA
Pág.122
1. Elementos de las creencias africanas animistas ... ... ... Pág.
122 2. La religión africana llegó a Cuba traída por sus
esclavos ... .. Pág. 122 3. Religión oral y no escrita ... ... ... ...
... ... ... ... ... . Pág. 123
4. Estructura social del pueblo yoruba .. ... ... ... ... ... ... ... Pág. 124
5. La Santería o Regla de Lucumí ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 125
6. La santería mezcla de los ritos yorubas y el catolicismo ... ... Pág.
126
7. El panteón santero ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. Pág. 126
8. La Regla de Ocha ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 127
9. Las ceremonias de la santería ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 128
10. El Palo Monte o Regla Bruja ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Pág.132
TEXTO VI: Flores de Obata el día de la Merced en Barcelona ... ... Pág.
137
VII. EL VUDÚ DE HAITÍ ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Pág.139
1. El vudú una religión prehistórica ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
139
2. El Vudú, mezcla de creencias animistas, politeísmo y cristianismo Pág.
139
3. Creencias y panteón vudú ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 140
4. Los ritos vudús ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 141
5. La finalidad del vudú es solucionar los problemas concretos ... Pág.
142 6. El vudú, una religión bailada ... ... ... ...
... ... ... ... ... Pág. 143 7. Orgías y posesiones ... ... ... ... ...
... ... ... ... ... .... Pág. 144 8. Las temibles Wanga o muñecas vudú
... ... ... ... ... ..... Pág. 146 9. Las esclavas fetiches del África negra
... ... ... ... ... ... .. Pág. 147 10. El movimiento kimbanguista ...
... ... ... ... ... ... ... Pág. 146
TEXTO VII: Ejercer un maléfico sobre alguien ... ... ... … … Pág.
147
VIII. EL SHANGO DE TRINIDAD Y GRANADA ... ... ... ... ... … Pág. 148
1. Isla Trinidad y Granada ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
148
2. Características generales del culto shangó ... ... ... ... ... ... Pág.
149 3. Los orishás intermediarios entre Dios y los hombres ... ... ...
Pág.151 4. Los eguns o las almas de los muertos ... ... ... ... ... ... ..
Pág. 151
5. Vida ritual shangó ... ... ... ... .. ... ... ... ... ... ... .. Pág.
151
6. Rituales shangó ... ...... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 153
7. Tabla de orishás con su respectivo santo católico ... ... ... Pág. 154
8. Shangó, el dios del trueno ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. Pág.
155
9. Yemayá modelo de madre universal ... ... ... ... ... ... Pág. 157
10. Elegua, el orisha de la adivinación ... ... ... ... ... Pág. 157
TEXTO VIII: Testimonio de Miguel W. Ramos ... ... ... ... … Pág.
160
X. LOS CULTOS AFROBRASILEÑOS ... ... ... ... ... ... ... Pág. 168
1. Esclavos africanos traídos para Brasil ... ... ... ... ... ... ... Pág.
168
2. Las religiones afroamericanas en Brasil ... ... ... ... ... ... Pág.
169 3. Situación histórica del Candomblé ... .. ... ... ... ... ...
Pág. 171 4. Creencias del Candomblé .. ... ... ... ... ... ... ... ...
... Pág. 173 5. Rituales del Candomblé ... ... ... ... ... ... ... ...
... ... . Pág. 174 6. El Shangó de Recife ... ... ... ... ... ... ... ...
... ... ... Pág. 175 7. El Tambor de minas de Maranhâo y los cultos
de la ayahuasca Pág. 177 8. El Butaque de Porto Alegre ... ... ... ...
... ... ... ... Pág.178 9. La Umbanda, nacida en Río de Janeiro y
extendida
por todo el país ... … … … … … … … Pág.179
10.Diversidad y variedad de congregaciones umbandistas ... ... . Pág.
184
TEXTO IX: Por los muchos caminos de Dios ... ... ... ... … … Pág.
184
X. TRADICIÓN ORAL Y TRANSMISIÓN DE LA FE.. ... ... ... ... Pág.
186
1. Yemayá y el mito de la coronación en Recife . ... ... ... ... Pág. 186
2. Ochún y la auténtivc vocación materna. ... ... ... ... ... ... Pág.
188
3. La ausencia de utopía en el mito afrobrasileño ... ... ... ... ... Pág.
188
4. Ochún la preferida del pueblo de Recife ... ... ... ... ... ... Pág.
189
5. Oxalá, autoridad que responde con castigo ... ... ... ... ... Pág. 190
6. Una mitología que quiere ser una sociología práctica ... ... .... ..Pág.
191
7. En las religiones afroamericanas no existe noción de pecado ... Pág.
193
8. La mentalidad no esencialista del culto afrobrasileño ... ... ... Pág.
193
9. Las religiones afroamericanas relativizan lo biológico ... ... ... Pág.
195
10. Orishás y su equivalencia con los santos católicos ... ... ... Pág.
198
TEXTO X.: “Carl Gustav Jung y los Orishás ... ... ... ... ... Pág.
199
XII. PROCESO DE INICIACIÓN, FIESTAS Y RITUALES ... ... ... Pág.
201
1. Las iniciaciones en la santería ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
201
2. Las prácticas adivinatorias ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
202
3. El sacrificio de animales .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
204
4. Bajar el santo ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
207
5. Los espíritus de los antepasados ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
208
6. La difusión de la visión del mundo yoruba ... ... ... ... ... ... Pág.
209
7. La inculturación del mundo yoruba en Brasil ... ... ... ... ... Pág.
211
8. El antiesencialismo de las religiones afroamericanas ... ... ... Pág.
212
9. Fiestas y celebraciones de las religiones afroamericanas ... ... Pág.
213
10. Características del culto afroamericano ... ... ... ... ... ... Pág.
214
TEXTO XI: Elementos básicos de un ceremonial santero … … Pág.
218
TERCERA PARTE:
LA SANTERIA, EL PALO MONTE, EL CANDOMBLÉ, LA UMBANDA,
EL VUDÚ Y LOS CULTOS AFROAMERICANOS EN ESPAÑA ... Pág.
I. PREÁMBULOS AL TEMA ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág.
9
1. ¿Todas las personas somos de la misma raza? ... ... ... ... Pág. 11
2. ¿Cuando nace el sentimiento religioso de la humanidad? ... Pág. 12
3. ¿Desde que existe el ser humano, existe la religión? … … Pág. 14
4. ¿Qué relación existe entre el tráfico de esclavos
y los cultos afroamericanos? … … … … … … … … … Pág.
16
5. ¿Son los Yorubas el segundo grupo étnico
más grande del mundo? … … … … … … … … … Pág.
18
II.LA SANTERÍA Y EL PALO MONTE … … … … … … …
Pág. 21
6. ¿Qué es la Santeria? … … … … … … … … … Pág.
23
7. ¿Cómo es el culto a los orishas? … … … … … … … Pág.
24
8. ¿En qué consiste la veneración de los antepasados? … … … … Pág. 27
9. ¿Es la Virgen del Carmen Obatalá? … … … … … … … … Pág. 30
10. ¿Qué es el oráculo de Ifá? … … … … … … … … Pág.
31
11. ¿Cómo se realiza la consulta con el tablero de Ifa y el ekule? … Pág. 33
12. ¿Qué importancia tiene la sangre de los animales? … … … … Pág. 34
13. ¿Quién puede participar en los ritos de la Santería? … … … … Pág. 38
14. ¿En qué consiste la ceremonia de “hacer el santo”? … … … … Pág. 39
15. ¿Qué sentido tienen las fiestas de la santería? … … … … … Pág. 40
16. ¿Qué es el Palo Monte ( Regla Bruja) o Mayombe? … … … Pág.
III: EL CANDOMBLÉ Y LA UMBANDA … … … … … … … … Pág. 45
17. ¿Qué es el Candomblé? … … … … … … … … … … Pág. 47
18. ¿Qué es el Umbanda? … … … … … … … … … … … Pág. 48
19. ¿Cómo se ha integrado el Espiritismo? … … … … … … … Pág. 50
20. ¿Es sincretista el culto Umbanda? … … … … … … … … … Pág. 55
IV. EL VUDÚ … … … … … … … … … … … … … … … Pág. 57
21. ¿Qué es el Vudú? … … … … … … … … … … … … … Pág. 59
22. ¿Cómo son las orgías y posesiones Vudú? … … … … … … Pág. 63
23. ¿Qué son las muñecas Vudú? … … … … … … … … … … Pág. 64
24. ¿Los zombis están relacionados con la esclavitud? … … … … Pág. 66
V. LOS CULTOS AFROAMERICANOS EN ESPAÑA … … … … … Pág. 69
25. ¿Qué influencia tienen estos ritos en España? … … … … … Pág. 71
26. ¿Qué valoración se puede hacer de los cultos afroamericanos? … Pág. 77
27. ¿A qué se debe la popularidad de la Santería? ... … … … … Pág. 80
28. ¿Qué valoración podemos hacer de la santería? … … … … Pág. 80
CONCLUSIÓN ... ... ... ... ... ... .. ... ... ... ... ... ... ... … Pág. 219
1.La importancia de los mayores ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 219
2. Aportaciones de las religiones afroamericanas ... ... ... ... ... ... Pág. 221
3. Elementos de conexión para la evangelización ... ... ... ... ... ... Pág. 222 4.
Brevísima relación de la destrucción de las Indias actualmente ... ... Pág. 222
VOCABULARIO ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Pág. 226
BIBLIOGRAFÍA ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. Pág. 231
INTRODUCCIÓN
El tema de la Espiritualidad afroamericana ha tenido una menor relevancia
en el diálogo interreligioso, debido a que los cultos de África, Oceanía,
América Latina o el Caribe, congregan un menor número de personas en
relación a las grandes religiones. Pero los cultos afroamericanos hacen una
referencia explícita al origen del sentimiento religioso de la humanidad, con
rasgos de lo que se ha venido a denominar “animismo”, que pervive en el
inconsciente colectivo de la humanidad, mezclándose también con la tradición
de los chamanes. De esto hablaremos aquí junto con la deportación, que no
inmigración, de millones de africanos en régimen de esclavitud y que dio
como resultado, juntando junto al catolicismo y a la tradición chamanista de
los habitantes del Nuevo Mundo, a la Santería y al Palo Monte en Cuba,
Macumba y Candomblé en Brasil y Vudú en Haití, llegando en la actualidad a
nuestras tierras, fruto de la inmigración y de la afinidad lingüística.
Existe el prejuicio de que los habitantes del África negra eran salvajes
antes de ser colonizados y evangelizados. Se les llama “pueblos primitivos”,
sin rastro de civilización. Esto no es así. Además de las antiguas
civilizaciones de Egipto, Nubia y Etiopía, los pueblos del África negra
también evolucionaron. Llegaron a desarrollar una civilización muy superior a
la de los aborígenes australianos, que puede ser comparada con la edad media
europea.
Desde finales del siglo XII hasta finales del siglo XVI, el África negra
vivió un auge económico, político y cultural. Fueron sus grandes siglos. En la
época de las primeras y audaces expediciones portuguesas del siglo XV, ya
había reinos negros con una elaborada estructura social, así como un arte y una
cultura notables. Eran sistemas de dominación más o menos centralizados,
pero rara vez gobiernos unipersonales.
A finales del siglo XV, el portugués Vasco de Gama encontró la ruta
marítima de la India al pasar por la costa oriental del África. Era el final de
una época para el África, ya que en el siglo XVI la evolución interna se vio
interrumpida por la invasión de los europeos, dando lugar a un estancamiento
y a una deformación de estos pueblos. Podemos señalar dos como las causas
del estancamiento de estos pueblos de África: La primera causa fue el tráfico
de esclavos realizado por las sociedades comerciales europeas, uno de los
capítulos más humillantes y vergonzosos de la humanidad, pues, entre 1510 y
1860, más de diez millones de seres humanos fueron transportados como
esclavos hacia América y más de dos millones murieron a bordo de los barcos
negreros. Se calcula que unos ocho millones de personas murieron en el
camino entre los lugares donde eran capturados y los mercados donde eran
vendidos. Al principio, este tráfico se realizó en la costa africana occidental,
entre la desembocadura del río Senegal y el norte de Angola, hasta 1800
aproximadamente, después también se produjo en la costa oriental (Zanzíbar).
El coste humano de este comercio negrero fue de más de 20 millones de
personas. La agricultura, la artesanía y el comercio se vieron muy afectados
por las deportaciones masivas y por las matanzas causadas por los esclavistas.
En 1800 el continente africano retrocedió varios siglos. La segunda causa ha
sido el imperialismo colonial de las potencias europeas que en los siglos XIX
y XX se repartieron territorialmente toda África. Si bien en el siglo XIX se
impidió la venta de africanos como esclavos, sobre todo en el nuevo mundo,
su explotación continuó fundando asentamientos coloniales en la costa de
carácter comercial, naval y militar.
La espiritualidad afroamericana forma un movimiento religioso
autóctono muy vigoroso, resultado de cuatro elementos: 1) Las religiones
africanas traídas por los esclavos, especialmente los yoruba de la actual
Nigeria y los Ewe, de los actuales Benín y Togo del siglo XVI; 2) el
catolicismo traído por los españoles y los portugueses; 3) el espiritismo
creado por Allan Kardek en Francia del siglo XIX; y, finalmente, 4) las
creencias de los indígenas americanos. Las religiones afroamericanas están
presentes en Brasil, Colombia, Cuba, Jamaica, República Dominicana,
Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela. Son un patrimonio de la humanidad y
ejercen una amplia influencia en la conducta social, la creatividad y el sentido
de pertenencia individual y colectiva. En la vida cotidiana abarcan una amplia
gama de ritos, concepciones del mundo, fiestas, conmemoraciones, música,
danza, artesanía, expresión corporal y escénica, tradición oral, gastronomía y
otros muchos componentes de la región.
Lo que ahora nos proponemos es ofrecer unas claves interpretativas de
esta espiritualidad en el contexto del concilio Vaticano II y la reflexión
eclesial posterior.
PRIMERA PARTE:
LA RUTA DE LOS ESCLAVOS,
SUS CREENCIAS
Y
EL MUNDO CATÓLICO
EN EL SIGLO XVI
I. LA RUTA DE LOS ESCLAVOS HACIA
AMÉRICA

1. El tráfico de esclavos para la América española

El tráfico de esclavos de África hacia América se utilizó para obtener mano


de obra más barata. En la primera mitad del siglo XVI había en Cuba una
economía basada en la minería del oro, a base del trabajo forzado. Cuando
entre 1540-1550, se agotaron los yacimientos y la población de las Grandes
Antillas estaba aniquilada, se tuvieron que sustituir a los indígenas por mano
de obra esclava. Igual suerte corrieron los indios de Trinidad y las Bahamas,
donde de momento no hubo establecimientos coloniales permanentes, pero
sufrieron las incursiones de los cazadores de esclavos. Fue en las colonias
francesas de Haití, Martinica, etc., y en las inglesas de Jamaica, Virginia,
Carolina, Georgia y en general en el Sur de las Trece Colonias, donde el
empleo de esclavos alcanzó mayor densidad.
España, en relación al tráfico negrero, se dedicó, principalmente, a
conceder licencias de entrada, inicialmente a las compañías genovesas,
después a las compañías alemanas y portuguesas y por último a las francesas e
inglesas, que obtuvieron la exclusiva en 1713 por el "derecho de asiento",
hasta que se les concedió la libertad en 1789. Aunque la entrada de esclavos
negros fue general para todos los reinos y provincias de la América española,
su número fue mayor en el área del Caribe y golfo de México, tanto por
razones climáticas como por el rápido descenso de la población indígena en
estas zonas.

2. La Española fue la isla más rápidamente colonizada


La Española es una isla de las Antillas, en el mar Caribe, situada al sureste de
Cuba y al oeste de Puerto Rico. La Española o isla de Santo Domingo ocupa
una posición casi equidistante entre Cuba y Puerto Rico. El Paso de los
Vientos la separa de Cuba. La menor distancia es de unos 90 kilómetros, entre
el cabo San Nicolás en Haití y la punta Maisí en Cuba. El Canal de Jamaica
separa la isla de la de Jamaica y la distancia mínima es de unos 187 Km. Es la
segunda isla más grande del Caribe después de Cuba, tiene una superficie de
76.000 km², una longitud de 650 km. y una anchura máxima de 241 km.
Políticamente se divide en dos países: Haití, que ocupa el tercio occidental de
la isla, y la República Dominicana. Cristóbal Colón bautizó así a la isla tras
desembarcar en ella el 5 de diciembre de 1492 durante su primer viaje. Antes
de la colonización, La Española estaba habitada por los taínos (arawacos),
que fueron casi exterminados al ser sometidos a trabajos forzados junto a las
nuevas enfermedades traídas de Europa. Los españoles, después de esto, no
tuvieron suficientes esclavos para que realizaran el trabajo y por ello
importaron esclavos desde África para que se siguiera con la construcción de
la ciudad. Colón estableció un asentamiento improvisado en la costa
norte, cerca de la ciudad actual de Cap Haitien, a la que llamó Navidad, al ser
fundada el 25 de diciembre. La tierra era fértil, pero los españoles daban
mayor importancia al oro que podía conseguirse por trueque con los nativos,
que iban adornados con joyas, o dedicarse a extraelo de los depósitos
aluviales de la isla. Los taínos llamaban a la isla de diversas maneras pero lo
más común era Ayti o Haití “tierra montañosa”. Aunque inicialmente fueron
amigables hacia los españoles, estos nativos respondieron violentamente
contra la intolerancia y abusos de los recién llegados. Cuando Colón regresó a
la Española en su segundo viaje en 1493, encontró que la Navidad había sido
arrasada y eliminados sus habitantes. Pero no era fácil detener el interés del
Viejo Mundo por su expansión económica y religiosa.
Colón estableció un segundo asentamiento, La Isabela, más hacia el
Este. Pero después de varios intentos de establecer colonias en la costa norte
de la Española, finalmente se estableció el primer asentamiento permanente en
el Nuevo Mundo: Santo Domingo, establecido en la costa sur. Bajo la
soberanía española, toda la isla llevó el nombre de Santo Domingo. Los
indicios de la presencia de oro, sangre vital del naciente sistema mercantilista,
y una población de nativos tratables que podían usarse como obreros se
combinaron para atraer a muchos españoles durante los primeros años. La
mayoría de ellos eran simples aventureros que, por lo menos inicialmente,
estaban más interesados en adquirir riqueza rápida, que en asentarse en la
tierra. Desde los inicios, las relaciones con los indios, a quienes maltrataban
de manera inmisericorde, se deterioraron. Movidos por las incautaciones de
alimentos, abusos hacia sus mujeres y otras extorsiones, los indios se
rebelaron pero fueron dominados definitivamente en 1495. Santo Domingo se
convirtió en el primer puesto de avanzada del Imperio Español. Las
expectativas iniciales de reservas de oro abundantes y de fácil acceso
demostraron que no tenían fundamento; aún así la isla llegó a ser un
importante asiento de la administración colonial, un punto inicial para las
conquistas de otras tierras y como laboratorio para el desarrollo de políticas
de gobierno de las nuevas posesiones.

3. El sistema del repartimiento


Fue en Santo Domingo que los españoles introdujeron el sistema de
repartimiento por el cual los peninsulares, personas nacidas en España y que
residían en el Nuevo Mundo, recibían grandes concesiones de tierra y el
derecho a usar los indios residentes en ellas para el trabajo. ¿Cómo se produjo
esto? Colón, que gobernó la colonia hasta 1499, intentó poner coto a los
abusos más serios a los que eran sometidos los indios, prohibiendo las
expediciones contra ellos y regulando los impuestos a los colonizadores, que,
como consecuencia de estas limitaciones impuestas por estas formas más
suaves de explotación, empezaron a oponerse activamente a Colón. Debido a
las demandas de los terratenientes, Colón ideó el sistema de repartimiento o
de distribución de la tierra y de los indios; bajo este sistema, se otorgaba a
perpetuidad, sin ninguna obligación para con las autoridades, una gran porción
de terreno, que incluía los servicios de los indios que vivían allí. El sistema
de repartimiento no mejoró la situación de los indios, y la corona española lo
cambió instituyendo el sistema de encomienda en 1503. Colón y su hermano
Bartolomé, como resultado de los celos y avaricias, cayeron en desgracia ante
la mayoría de los colonos y más tarde ante la corona, debido a su incapacidad
de mantener el orden. Ya antes de 1500, los terratenientes demostraron su
poder conspirando exitosamente contra Colón. Su sucesor, Francisco de
Bobadilla, fue nombrado juez principal y comisionado real por la corona
española en 1499. Bobadilla puso en prisión a Colón y lo envió a España,
pero pronto la Reina Isabel ordenó su liberación. Bobadilla demostró ser un
administrador inepto y en 1503 fue sustituido por el más eficiente Nicolás de
Ovando, quien asumió los cargos de gobernador y juez supremo.

4. El sistema de las encomiendas


Ovando estableció las bases para el desarrollo de la isla. Durante su mandato,
el sistema de repartimiento fue sustituido por el de encomienda. Debido a sus
éxitos en iniciar las reformas deseadas por la corona, Ovando recibió el título
de Fundador del Imperio Español en las Indias. Bajo el sistema de
encomienda, todas las tierras pasaban, en teoría, a ser propiedad de la corona,
y los indios eran considerados como inquilinos en las tierras reales. El
derecho de la corona a servirse de los inquilinos podía transferirse a los
colonos españoles, o encomenderos, por una concesión formal y el pago
regular de tributo. Los encomenderos estaban autorizados a utilizar ciertos
días el trabajo de los indios, convirtiéndose en sus custodios. Así los
encomenderos asumían la responsabilidad de cuidar por el bienestar físico de
los indios y de instruirlos en el Cristianismo. El duro trabajo que se les pedía
a los indios y las privaciones que sufrían demostraron la naturaleza artificial
del sistema de encomienda, que operaba bajo un sistema de honor debido a las
autoridades españolas.
A la población taína de Santo Domingo le fue muy mal bajo el
gobierno colonial. El tamaño exacto de la población indígena de la isla en
1492 nunca ha sido determinado, pero en todo caso, hubo cientos de miles de
indígenas en la isla. Los trabajos forzados, los abusos, las enfermedades
contra las que los indios no tenían inmunidad, y el crecimiento de la población
mestiza contribuyeron, en su conjunto a la eliminación del Taino y de su
cultura. Ya para 1548 la población taína se había reducido a aproximadamente
500 personas, y en 1550 solamente 150 indios vivían en la isla. Las
consecuencias de ello fueron profundas. La necesidad de nueva fuerza laboral
para el cultivo creciente de la caña de azúcar obligó a la importación de
esclavos africanos que comenzó en 1503. Ya para 1520, solamente se usaba la
mano de obra de los esclavos africanos. La primera etapa colonial estuvo
centrada en la explotación de los yacimientos de oro, y luego llegó la
producción azucarera.

5. Las devastaciones de Osorio


Tan importante llegó a ser el contrabando en La Española que a comienzos del
siglo XVII la mayor parte de su producción era adquirida por franceses,
ingleses u holandeses, y en menor medida portugueses, los cuales atracaban
sus barcos lo más lejos posible de la ciudad de Santo Domingo, donde estaba
asentada la burocracia real. Las zonas preferidas eran la norte y la occidental,
con los puertos de Puerto Plata, Montecristi, Bayajá y La Yaguana. En esos
poblados, el comercio ilegal llegó a tener un carácter regular con la
complicidad de las propias autoridades locales. Los propietarios de los hatos
o haciendas de campo destinadas a la cría de toda clase de ganado, situados
por toda la isla, incluidos los de la ciudad de Santo Domingo, preferían llevar
sus reses hasta esas zonas y vender sus pieles a los contrabandistas, ya que
recibían un mejor precio. Esta “independencia” económica que mostraban los
habitantes de la isla frente al gobierno español se vio incentivada por la
penetración cultural que se verificó en “la Banda del Norte”, la región del
contrabando, donde se efectuaban bautizos protestantes con padrinos
extranjeros, y en la que se llegaron a confiscar biblias luteranas. La Corona
tomó entonces una medida drástica: decidió despoblar el oeste y el noroeste
de la isla. Las devastaciones de Osorio, denominadas así porque el
gobernador de la isla que las efectuó se llamaba Antonio de Osorio, se
efectuaron entre 1605 y principios de 1606. Los efectos inmediatos de las
devastaciones de Osorio fueron: a) Los poblados de la Banda Norte fueron
destruidos; b) Se favoreció el alzamiento de muchos esclavos negros que se
asentaron en las zonas despobladas; c) La emigración de muchos de los
habitantes afectados a Cuba y Puerto Rico; y, c) Se despobló más de la mitad
de la isla que quedó entonces a merced de los extranjeros, objetivo que se
trataba de evitar. Las devastaciones de Osorio no detuvieron el contrabando y
produjeron una paralización de la economía, de tal manera que, a partir de
1608, fue necesario el “situado”o asignación de fondos, para poder pagar los
sueldos de los funcionarios. La unión entre negros y blancos dio origen al
“mulato”; los hijos de los europeos blancos se denominaron
“criollos”. La Española, con su inmejorable posición geográfica, fue
motivo de disputa entre las potencias europeas. Después de las devastaciones
de Osorio se produjo el asentamiento francés en la isla y con el tratado de
Basilea de 1795 se llegó, en el tiempo, al acuerdo definitivo[1].

6. El asiento de negros en la América española


Los asientos fueron muy frecuentes en la América española hasta bien entrado
el siglo XVIII. Se aplicaban a materias muy diversas: la venta de determinados
artículos (bebidas, tabaco, etc.), el abastecimiento de una población, las
exportaciones mineras, etc. El más conocido e importante fue el “asiento de
negros”, esto es, el monopolio de introducción de esclavos africanos en la
América española. Aunque la primera concesión de este asiento fue hecha a
favor de una compañía genovesa (1516), puede decirse que hasta 1640 sus
beneficiarios exclusivos fueron los portugueses, sustituidos a partir de
entonces por los neerlandeses, que explotaron este monopolio hasta 1695.
Pero, con la llegada al trono de Felipe V, se le concedió este asiento a
la Compañía real de Guinea (1701), empresa comercial francesa en la que
tenía intereses Luis XIV su abuelo. Una de las concesiones más importantes
obtenidas por Gran Bretaña en la Paz de Utrech (1713), que puso término a la
guerra de la Sucesión española, fue precisamente la de asiento, que se arrendó
a la South Sea Company, Compañía del Mar del Sur. Los ingleses se
comprometieron a enviar a América un total de 144.000 negros en 30 años, a
razón de 4.800 por año. El tratado autorizaba a la compañía a introducir las
mercancías necesarias para el sustento de los negros en los puertos de
desembarco. Amparados por esta cláusula, los ingleses desembarcaron y
vendieron gran cantidad de mercancías de primera calidad, que no estaban
destinadas al consumo de los esclavos negros. El acuerdo de la Compañía del
Mar del Sur fue renovado en 1748, por el tratado de Aquisgrán; pero en 1750
el soberano británico abandonó el derecho que había obtenido, mediante una
fuerte compensación económica.

7. Importancia del corso en el tráfico de esclavos


“Corsario” era el nombre que se concedía a los navegantes que, en virtud del
permiso concedido por un gobierno en una “carta de marca” o” patente de
corso”, capturaban y saqueaban el tráfico mercante de las naciones enemigas
de ese gobierno. Hasta el siglo XIX la actividad corsaria estuvo siempre a
cargo de particulares que armaban buques una vez obtenida la patente de corso
y recuperaban la inversión con el botín obtenido en las presas capturadas y los
rescates que les proporcionaban los pasajeros de importancia. El corsario
estaba limitado en su acción por la patente, pudiendo sólo capturar mercantes
de determinados países y teniendo que repartir botín y rescate con el Estado en
muchas ocasiones. Esta es la principal diferencia con el “pirata”, que atacaba
a cualquier buque que pudiese capturar, sin tener que rendir cuentas a nadie
El corso euroamericano y mediterráneo entró en plena decadencia al
mismo tiempo que las viejas políticas económicas. También cesó su apoyo, al
constituirse sus propios imperios coloniales los estados que fueron excluidos
de la repartición del Nuevo mundo, efectuada por el papado en beneficio de
españoles y portugueses. El gran corsario se hizo entonces negrero, mercader
o marino, mientras el corsario de poca monta se hizo pirata o contrabandista;
las bases terrestres de bucaneros y filibusteros en las Pequeñas Antillas
aceleraron su transformación en colonias de explotación inglesas, francesas y
neerlandesas, sin dejar de ser trampolines para toda clase de tráfico ilegal con
los puertos coloniales del Caribe.

Hacia 1818 casi la mitad de la población de Brasil, que se


componía de 4.000.000 de habitantes, era de esclavos y en 1847 más de la
mitad de los 9.000.000 de cubanos eran esclavos. Los franceses también se
comprometieron en este comercio y llevaron muchos negros esclavos a Haití,
donde en 1950 sólo 2000 de los 3.500.000 habitantes de la isla eran blancos y
el resto eran descendientes de esclavos. En 1560 John Hawkins introdujo en
Inglaterra el negocio esclavista. Durante el siglo XVII la English Adventure
Trading Company utilizaba la mano de obra de esclavos negros en su industria
de la caña de azúcar en las Indias Occidentales. En el período 1700-86 unos
610.000 negros fueron transportados a Jamaica y 2.130.000 a otros lugares de
las Indias Occidentales Británicas. El estallido de la Guerra de Independencia
norteamericana dio fin, por algún tiempo, al comercio británico de esclavos en
Norteamérica, donde los esclavistas habían ya transportado 500.000 personas.
Pero el tráfico prosiguió y en 1800 había alrededor de 1.000.000 de esclavos
negros en Estados Unidos, que en 1860 se convertirían en 4.500.000 dentro de
una población total de 30.000.000 de individuos. Los holandeses, que
asolaban el África, vendían la mayor parte de los esclavos capturados a los
españoles, y en el siglo XVII, al conquistar Indonesia, esclavizaron a su
población.

8. El movimiento abolicionista en Europa y en


América
En los últimos años del siglo XVIII se fue creando en el mundo una corriente
de opinión antiesclavista que enraizó firmemente en los postulados de la
Revolución Francesa. Pero la nación que más decididamente abogó por la
abolición de la esclavitud fue Inglaterra. La Cámara de los Comunes aprobó
una moción encaminada a procurar la abolición gradual del comercio de
esclavos en 1792 y en 1807 quedó prohibido el comercio de esclavos en las
colonias inglesas. En Francia la esclavitud había sido abolida por la
Convención de 1794; pero, restaurada por Napoleón Bonaparte en 1810 y que
perduraría hasta 1848. Portugal inició la emancipación de sus esclavos en
1856; los Países Bajos en 1863. España, que se había adherido decididamente
a la abolición de la trata, declaró libres a todos los nacidos de esclava en
1868; en 1873 emancipó a los esclavos de Puerto Rico y en 1878 a los de
Cuba. Para esta fecha, prácticamente ningún país europeo mantenía esclavos
en sus colonias ni en sus metrópolis.
La pugna entre esclavistas y abolicionistas revistió sus caracteres más
dramáticos en América del Norte, donde dio origen a la sangrienta Guerra de
Secesión. Aunque Abraham Lincoln, aun después de iniciada la guerra,
abogase más bien por la emancipación gradual, el Congreso Federal prohibió
en 1862 la esclavitud y el 1 de enero de 1863 declaró libres a todos los
esclavos. Con el triunfo de los nordistas, la esclavitud desapareció de los
Estados Unidos. Mucho mejor fue la situación de los estados sudamericanos,
ya que el triunfo de los movimientos nacionalistas era el triunfo de la libertad,
y los países de habla hispana se apresuraron a concederla a los esclavos
cuando alcanzaban la independencia: México emancipaba a sus esclavos en
1813, Venezuela y Colombia en 1821 y Centroamérica en 1823-24, con lo que
se anticiparon incluso a Gran Bretaña. Poco después seguían el mismo camino
Ecuador entre los años 1852-56, Argentina el año 1860, Paraguay el año 1869
y Brasil el año 1888.

9. Consecuencias del comercio negrero


El término “trata” es una palabra que busca eliminar la dimensión ética del
concepto “comercio de esclavos”. Un término mucho más apropiado es el de
“comercio negrero”, pues la palabra “negrero” ha conservado la carga de
infamia que implica rebajar al ser humano a la categoría de mercancía. La
primera fase de la trata era la captura de los negros en sus propias aldeas.
Según se iba incrementando la demanda de esclavos, se fue extendiendo
también la caza y captura a lo largo del continente africano. Aunque llegaban
esclavos de las más diversas regiones de África, la inmensa mayoría
provenían de la costa occidental, de Senegal a Angola; sobre todo de la región
al norte del río Congo. Las consecuencias inmediatas fueron la despoblación,
el aumento de la población anciana, el abandono de la agricultura, la
corrupción de las estructuras sociales. Se calcula que para 1600 se habían
transportado 900.000 esclavos africanos. La demanda iba en aumento y los
portugueses perdieron el monopolio que poseían en el transporte de esclavos.
Para 1700 se calcula que otros 2.750.000 esclavos negros habían sido
transportados a América. Para entonces habían entrado ya en el comercio
negrero los holandeses, los ingleses, los daneses y los franceses. A lo largo de
la costa africana existían cuarenta "factorías" de esclavos. Por lo general los
esclavos eran primero vendidos a intermediarios que los transportaban a las
"factorías" donde negociaban las ventas a los europeos.
Desde el comienzo se presto especial cuidado a la "calidad de la
mercancía". Se preferían esclavos fuertes, sanos y jóvenes, no sólo en vistas al
precio que aportaría su venta, sino también en vistas a los rigores de una
travesía transatlántica de semanas y a veces meses. Los principales puertos
oficiales de llegada en el Caribe fueron Cartagena de Indias (Colombia) y
Veracruz (México).
El esclavo negro, como mercancía, era también marcado con hierro
caliente, de modo semejante al usado para marcar el ganado. Esta práctica
continuó hasta mediados del siglo XIX. La deshumanización de este proceso
se acentúa cuando se considera el texto del siguiente anuncio reproducido en
1853 en los Anti-Slavery Tracts:
“VEINTE DÓLARES DE RECOMPENSA.- Joven negra huida, de nombre Molly, 16 o 17
años de edad; marcada recientemente en el carrillo izquierdo con ‘R’, y con un
trozo cortado de su oreja del mismo lado; la misma letra en la parte interior de
sus dos piernas”[2].
La muerte de los esclavos negros durante la travesía transatlántica se
debía en ocasiones a cusas todavía más siniestras que las de la muerte por las
condiciones en las que eran transportados. Antes de la prohibición de la trata,
estas causas incluían entre otras el miedo a las enfermedades o la falta de
alimentos. En ambos casos se arrojaban al mar a los esclavos, bien para evitar
el posible contagio, bien para aligerar la “carga”, pues los seguros no se
hacían cargo de los esclavos que perecían por enfermedad, pero sí de los que
perecían ahogados durante la travesía. Después de la prohibición de la trata,
la causa podía ser simplemente la de evitar ser capturados.
10. El tráfico de esclavos y las religiones
afroamericanas
Los portugueses fueron los pioneros del negocio de la esclavitud después de
explorar las costas occidentales de África, pero no los únicos. Les siguió de
cerca España, y ya en el siglo XVII se sumaron a la conquista de tierras en el
Caribe Inglaterra, Holanda, Dinamarca y Francia. En todos los casos la
introducción de esclavos en los territorios conquistados fue para extraer
mayores ganancias de las plantaciones de tabaco y caña, entre otros cultivos.
Los pueblos africanos de entonces alcanzaban diversos estadios de
desarrollo económico, desde comunidades tribales agrarias o nómadas hasta
imperios con poderes centrales organizados. El tráfico esclavista que
acompañó al colonialismo europeo no sólo desangró a África, sino que
también interrumpió su evolución. Pero, pese a esto, el esclavismo fue el
vehículo de la difusión de su cultura o de sus culturas. En América los
grandes latifundios exigían cada día más brazos vigorosos para el trabajo del
campo. Llegaron, pues, a aquellas costas miles de africanos en la condición de
esclavos extendiéndose por las nuevas colonias. Viniendo de varios puntos de
África, muchas veces no hablaban el mismo idioma, incluso habían guerreado
entre ellos, pues pertenecían a diferentes etnias y rendían culto a diferentes
divinidades. Solamente tenían en común su condición social de esclavos. Los
africanos trajeron con ellos su religiosidad. Así, la cultura actual del Brasil y
de los países de lengua hispana de América con población negra y
descendientes de esclavos, está condicionada por la tradición yoruba y bantú.
En los anglohablantes y las antiguas colonias holandesas, se puede notar la
influencia de la tradición aportada por los esclavos denominados fanti y
ashanti, procedentes de la Costa de Oro (Ghana).
Se calcula que desde África llegaron a las diferentes colonias de
América y el Caribe veinte millones de esclavos, esto sin contar los que
perecieron durante las travesías, pues morían dos o tres de cada cinco
embarcados en las bodegas de los barcos que zarpaban hacia el Nuevo
Mundo. Se puede decir que los esclavos que llegaron a zonas dominadas por
ingleses, holandeses y franceses fueron asimilando de forma progresiva la
cultura europea y perdiendo la africana. Poco a poco se fueron adhiriendo a un
cristianismo predominantemente protestante, a excepción de Haití, donde
nació el vudú. En las regiones de dominio español se produjo una cierta
incorporación cultural de los esclavos a través del mestizaje racial,
incorporándose, en general a la Iglesia Católica. Los colonos que introducían
esclavos negros en sus tierras no les permitían mantener sus creencias. Se les
bautizaba y se les imponía otros credos religiosos diferentes a los suyos.
Los esclavos negros que llegaban a las colonias, como no podían
expresar sus creencias religiosas y sus cultos con libertad, lo hacían en la
clandestinidad, o utilizaban de una manera solapada las festividades religiosas
de sus amos. En las colonias católicas, al no mediar una verdadera conversión
y no tener una catequesis adecuada, siguieron manteniendo una religión
básicamente tradicional como la de sus ancestros africanos. Y, al no poder
adorar a sus dioses libremente, lo hicieron a través de los santos e imágenes
de la religión cristiana católica europea predominante, que se les había
impuesto. Hay que tener en cuenta que la identificación de imágenes no es
unívoca, sino que hay variaciones de cierta significación según la región en la
que se haya dado el sincretismo.
TEXTO PARA COMENTARIO I:
“LA IGLESIA CATÓLICA Y EL
GOBIERNO ARGENTINO”
“La ministra de Gobierno, doña Alicia Muñoz, ha recordado que la Iglesia
Católica calló ante las atrocidades cometidas por la dictadura de Pinochet,
pero no dice nada de las Fuerzas Armadas que no sólo callaron, ni comenta
la política del Partido Comunista Chino que entabló relaciones diplomáticas
con la dictadura chilena en plena ejecución de las atrocidades —reales y
ciertas— a que alude la Ministra, y le vendió armas cuando la ONU había
puesto en cuarentena al Chile de Pinochet. Por su parte, el ministro de
Relaciones Exteriores, don David Choquehuanca, recordó que la Iglesia
Católica llegó al continente americano como un instrumento de colonización.
No es del todo cierto o, dicho de otro modo, es una verdad a medias. El
Ministro que aconseja no leer libros, ‘lee’ la historia con espíritu maniqueo
(en esto es discípulo de Rousseau, filósofo de esencias maniqueas) y desde
la concepción pétrea del resentimiento. Por lo que sabemos, para él todo es
bueno o malo, blanco o negro. Una lectura dialéctica de la historia nos
permite comprender el carácter bicéfalo de la conquista española: el poder
secular y el poder eclesiástico, hecho único en la historia. Sin ese poder
dual, bicéfalo —el político y el espiritual— fray Bartolomé de las Casas no
hubiera podido predicar y escribir su Brevísima relación de la destrucción
de las Indias (1552), un documento que influyó y sigue influyendo en la
conciencia universal. El ministro David Choquehuanca es, sin saberlo, su
discípulo. Sin la Iglesia Católica, el teólogo católico Francisco de Vitoria no
hubiera escrito su libro De indis (1539), obra revolucionaria que defiende
los derechos de los indios sobre su territorio. Francisco de Vitoria, además,
convirtió a los indios en seres humanos, portadores de alma, dignidad,
derechos y obligaciones, cosa que hasta entonces Europa les negaba. Sin la
Iglesia Católica, fray Bernardino de Sahagún no hubiera escrito su Historia
general de las cosas de la Nueva España (1560), con la cual salvó del
olvido el pasado mexicano y la lengua náhuatl. Sin la Iglesia Católica, los
frailes no hubieran podido predicar en contra del abuso de los encomenderos
y en defensa de los derechos de los indios para que sean tratados como los
blancos, a escasos 18 años del descubrimiento de América. Un obispo
católico Vasco de Quiroga fue más allá. Fundó en México comunidades
según el oficio de sus pobladores e instauró un régimen comunal de la
propiedad de la tierra, régimen aprobado por el emperador Carlos V y que,
en 1906 — ¡hoy hace 100 años!— reclamaron los campesinos “agraristas”
encabezados por Emiliano Zapata. Sin la Iglesia Católica no se hubiera
salvado la Biblia maya, el Popol Vuh, trascrita en lengua quiché y traducida
al español por el sacerdote Francisco Ximénez. Sin la Iglesia Católica no se
hubiera podido realizar la obra de preservación de las lenguas aborígenes de
América. El sacerdote Antonio Ruiz de Montoya escribió El tesoro de la
lengua guaraní (1639), diccionario lexicográfico, y, además, tratado
etnográfico sobre los indios guaraníes. Sin la Iglesia Católica no se hubieran
escrito las primeras gramáticas de las lenguas vernáculas de América. Los
sacerdotes José de Acosta, Tomás de San Martín, Diego González Holguín,
Ludovico Bertonio, entre otros, dignificaron el pasado indígena y su cultura
oral. Mucho me temo que el ministro Choquehuanca habla del pasado para
no hablar del presente y del neocolonialismo que estamos viviendo. Y conste
que no habló de los inversores europeos”.
P. SHIMOSE: Escritor, Premio Nacional de Cultura 1999. Editores
asociados. La Paz - Bolivia 2002
II. CREENCIAS PRINCIPALES DE LAS
RELIGIONES AFRICANAS

1. La religión africana es tradicional, es decir,


transmitida

En África se acepta como definitiva la palabra de los ancianos. Si una persona


no se fía de los ancianos, no se puede fiar de nadie. Una comunidad se
compone de las personas que recuerdan y comparten la misma tradición. En la
religión africana la comunidad tiene la máxima importancia. El individuo
existe solamente en la comunidad. Ser separado de la comunidad es peor que
la muerte y en África hay tantas religiones como comunidades.
La religión africana se centra más en los seres humanos que en los
fenómenos naturales o en los seres sobrenaturales. Aspira a promover los
valores humanos en la comunidad. El nacimiento es sólo el comienzo para
llegar a ser plenamente un “ser humano”. Se ha de decidir que antepasado “ha
vuelto” al niño para poderle dar un nombre apropiado. Si un niño muere antes
de recibir este nombre, no es real ni totalmente un ser humano, sino una
especie de espíritu que aspiraba a ser hombre. Tener hijos es la
responsabilidad más importante de la vida. No tener hijos significa haber
perdido a la comunidad, incluyendo a los antepasados. Una persona sin hijos
no puede ser un “antepasado” y no participa en la continuidad de la vida
comunitaria. Para los africanos el nombre, lejos de ser una etiqueta, representa
la naturaleza fundamental de una persona. Así, tener el nombre de un
antepasado es ser ese antepasado y heredar algo de su naturaleza, cualidades y
rango.
Los africanos creen en un ser creador que está por encima de los
espíritus inferiores. En muchas sociedades no se da culto a este ser o se le da
muy poco. Es demasiado poderoso y demasiado diferente de la gente como
para querer un culto sacrificial. Algunos grupos, no obstante, acuden a él en
casos de emergencia, como cuando la sequía o la peste amenazan a toda la
comunidad, mientras que otros pocos grupos le dan un culto regular. El ser
supremo custodia el “tejido” de las relaciones entre el ser humano y su entorno
y es la última fuente de la fuerza de los espíritus inferiores y de los seres
humanos, vivos o difuntos.
La teología del África negra no está formada por conceptos, sino que,
para encontrar sus verdades esenciales hay que recurrir a sus mitos y a sus
ritos. Existen muchas etnias y esta diversidad de patrimonios culturales
dificulta la comprensión de una religión que regula la mayor parte de la vida
social, política, artística e, incluso económica de un país africano. En el
continente negro hay varias manifestaciones religiosas. No existe una sola
actitud tradicional del ser humano frente a lo invisible. La persona africana
reza, implora y ofrece sacrificios para ser él mismo y realizar el orden en el
que está implicado. Por ejemplo la creación del hombre en Gabón o Malí es
parecida a la bíblica, pues alude al barro original. Pero, para los tongas de
Mozambique, el primer humano surge de una caña. Al sur del Limpopo
explican que la divinidad, en forma de serpiente de pitón, vomitó la creación.
Para los tswanas el primer hombre salió de la tierra, pero, para los tutsis,
bajo del cielo. En algunos lugares creen que el Dueño del cielo creó el
universo colocando una gran calabaza cuyo fondo es la tierra y la parte
superior la bóveda celeste.

2. Concepción del tiempo en las religiones africanas


El tiempo es como un eterno presente en donde el pasado sigue vivo y el futuro
está ya ahí. Es el tiempo del mito, que no es una leyenda pasada, sino una
historia revivida en los acontecimientos individuales y colectivos de la
sociedad. Todo ser vive en un tiempo y en un espacio ilimitado y sin
discontinuidad, en donde todo puede coexistir[3]. El animismo tiene la certeza
de que lo invisible es tan real como lo visible, impregna todos los seres y
todos los acontecimientos. El tiempo de los animistas en vez de ser lineal y
progresivo, es cíclico. El tiempo es femenino como la mujer, la tierra, la luna,
el agua, se reproduce sin cesar. Las estaciones, las lunaciones, la
menstruación, las riadas y la bajada del agua, el flujo y el reflujo, tienen su
ritmo y su tiempo. Los animistas perciben el tiempo como vida oscura y
perpetua renovación. Para ellos, la fuerza vital que anima el universo no
conoce ni el comienzo ni el término de nuestras energías naturales. Mortal o
inmortal, todo ser está impregnado de esta fuerza, el “nyama” de los dogón.
Perdura por tanto hasta en la muerte. Nada se pierde. Todo se transmite y se
transforma.
Todo es vida. El flujo vital recorre todo cuanto existe, desde el hombre
hasta la piedra. No hay fronteras entre el hombre y el animal. A veces, los
reyes se reencarnan en un animal, como el jefe de Rodesia en un león. También
los hombres pueden transformarse en animales, por ejemplo en una pantera,
una tortuga, una serpiente, un gavilán.
Para muchas etnias, las plantas, y sobre todo los árboles, tienen un
alma. Si se les corta, hay que aplacar al espíritu que moraba en ellos u
ofrecerle otro refugio. Hay algunos vegetales privilegiados. Así, el tomate
entre los bambaras: como posee dos almas, puede producir un niño. Otros
están emparentados con un clan, cuyo antepasado nació de esa planta o de ese
fruto. La vida vegetal es tan activa que puede curar y revivificar. Los magos
utilizan polvos, savias, drogas, pociones, cenizas de plantas. También los
minerales participan de la vida. Para los biru, ciertas piedras atestiguan la
alianza entre los antepasados-genios y los hombres. Entre los kirdi, hay rocas
que viven.

3. Significado de la palabra en los pueblos africanos


En casi todos los pueblos negros de África no hubo escritura, pero ello no les
privó de desarrollar los géneros literarios. Unos géneros que, igual que en
otros pueblos del mundo, contienen todos los elementos de su historia y su
cultura. Siendo la palabra uno de los dones más preciados que nos ha legado
Dios, todo este saber ha podido ser transmitido de una forma oral a lo largo de
la historia hasta alcanzar nuestros días. Nos ha llegado y nos llega a través del
mito, la leyenda, o los cuentos, pues una cosa es la escritura y otra es el saber.
La escritura es la fotografía del saber, pero no es el saber. El saber es una luz
que está en el ser humano. Es la herencia de todo aquello que nuestros
antepasados han podido conocer y que nos han transmitido.
Son relatos que unen los africanos con el misterio de la Creación. Les
recuerda y les explica el porqué de ciertas cosas, cómo empezaron y se
manifestaron hasta determinar casi para siempre la suerte del ser humano y de
las cosas. Unos mitos que, si los examinamos profundamente y con
objetividad, podemos llegar a la conclusión de que se asemejan bastante a los
que encontramos en la Biblia. Los cuentos que constituyen un testimonio de la
identidad profunda de África. Probablemente se encuentra en ellos una parte
importante de la memoria colectiva de la que esa identidad ha extraído su
alimento a lo largo de milenios para sobrevivir. Y es que los cuentos africanos
encierran todas las realidades de la existencia de la vida diaria de los
humanos e intervienen también en todos sus ámbitos: la convivencia, los
consejos, los matrimonios, los funerales, los parlamentos tradicionales[4].
Cada cultura tiene uno o varios animales que hacen el papel de héroes,
pero en la cultura negra africana casi en general, estos animales “héroes” son,
curiosamente, los más desvalidos de nuestra naturaleza: la tortuga, la liebre, el
camaleón. Son animalitos que, sin embargo, mediante la astucia, paciencia y,
en ocasiones, trabajo de equipo ganan siempre a los poderosos. Estos cuentos
no pretenden obligar a nada, tan solo aconsejar, insinuar. El narrador se
disfraza debajo de ese animalito tan diminuto para rebelarse contra a
esclavitud y no ser detectado por el censor.

4. Interpretación de los mitos africanos


Los mitos se sitúan entre lo real y lo imaginario; lo profano y lo sagrado. Los
mitos, que son justificaciones posteriores, no son creaciones sacadas de la
nada. Los mitos de los guerreros, por ejemplo, giran entorno al dios de la
guerra; el de los pastores alrededor del rebaño y de la leche; el de los
agricultores alrededor de una planta sagrada como el arroz. Además, los
relatos míticos se nutren directamente de la realidad, expresándola tal y como
es, pero a veces la subliman, la idealizan o la pervierten.
Los mitos también tienen algunas de las características de lo sagrado:
la trascendencia, al situarse fuera del espacio-tiempo; el misterio, de ahí el
esoterismo frecuente en la exposición; el secreto astutamente conservado y la
teatralidad sabiamente organizada de las condiciones de acceso al mismo; y la
ejemplaridad al convertirse en modelo de todo lo que es y debe ser como
principio estructurante del ser y del fenómeno. Hay mucha variedad de mitos.
Los podemos dividir en cosmogónicos o relatos de la creación y estructura del
mundo y etiológicos o de fundación, cuya finalidad es la de justificar el estado
de las cosas: Alejamiento de los dioses, justificación de las enfermedades y
de la muerte, sentido del edificio totémico, razón de las migraciones, origen
divino de una dinastía, aparición de la agricultura del fuego y de la cocina.
Muchos pueblos africanos cuentan, también, con numerosas leyendas
para explicar el origen de la especie y, al propio tiempo, han elaborado
curiosos mitos sobre la creación del primer hombre y de la primera mujer. La
narración de los hechos aparece repleta de inventiva y fantasía. Así, por
ejemplo, el mito de la creación se cuenta así en África: “Hubo un tiempo en
que el ser superior Mulukú, en las poblaciones centroafricanas a la deidad
suprema se la conocía con el nombre de Woka, se propuso hacer brotar, de la
tierra misma, a la primera pareja de la que todos descendemos. Mulukú, que
dominaba el oficio de la siembra o, por mejor decir, era el sembrador por
excelencia, hizo dos agujeros en el suelo. De uno surgió una mujer, del otro
surgió un hombre. Ambos gozaban de la simpatía y el cariño de su hacedor y,
por lo mismo, decidió enseñarles todo lo relativo a la tierra y su cultivo. Les
proveyó, además, de herramientas para cavar y mullir el suelo y para cortar, o
podar, árboles secos, y para clavar estacas. Puso en sus manos semillas de
mijo, para sembrar en la tierra[5]y, finalmente, les mostró la manera de vivir
por sí mismos, sin dependencia alguna de cualquier otra criatura. Sin embargo,
cuenta la leyenda que la primera pareja de nuestra especie desatendió todos
los consejos que la deidad les había dado y que, por lo mismo, abandonaron
las tierras, las cuales terminaron convirtiéndose en eriales y campos yermos.
Y, así, la primera pareja consumó su desobediencia, con lo que su hacedor los
trastocó en monos. El mito relata que Mulukú montó en cólera y arrancó la
cola de los monos para ponérsela a la especie humana. Al propio tiempo
ordenó a los monos que fueran humanos y a los humanos que fueran monos;
depositó en éstos su confianza, mientras que se la retiraba a los humanos. Y
dijo a los monos: Sed humanos. Y a los humanos: Sed monos”.
El mito, en tanto que superestructura, permanece en estrecha conexión
con el medio en el que surge. El mito, que es un producto social, se convierte
en norma de lo que ha producido. Así, los momentos claves de la iniciación,
las reglas matrimoniales, los ritos agrarios o las prohibiciones alimentarias no
pueden justificarse más que por referencia directa al relato mítico.
Un mismo relato da lugar a tres niveles de lectura: a) Un nivel
superficial para la persona que le basta un conocimiento ligero. En estos casos
se transmiten fragmentos el mito adaptados al grado de comprensión o de
iniciación de la persona receptora, b) Un nivel medio que aprenden las
personas que recorren el camino de la iniciación; y, finalmente, c) Un nivel
superior reservado a los sabios, poseedores y guardianes vigilantes del saber
profundo. La diversidad de versiones de un mismo mito surge de esta intención
estratégica: mantener la desigualdad de acceso al mito según la edad, el sexo,
el status social etc.

5. Los ritos africanos son entes intermedios entre la


comunidad y Dios
Los nupe afirman que Dios creó a los humanos, los animales, los espíritus y el
ritual, que es otra criatura de Dios. El ritual tiene una función mediadora entre
el ser humano y Dios. Es un ente intermedio que no es ni un reflejo
transparente de los mitos, ni la expresión de una relación formal con los
dioses, ni, finalmente, un mero paliativo imaginario de la falta de
conocimientos tecnológicos.
Si las Religiones del Libro, Judaísmo, Cristianismo e Islamismo, dan
más importancia a la liturgia verbal dejando a un lado el cuerpo, en las
religiones africanas la relación con lo sagrado supone la participación y el
compromiso del cuerpo. No hay ceremonia que no recurra a las técnicas
corporales de la danza y su ritmo y a sus efectos habituales: el trance y el
desdoblamiento de la personalidad. La alteración de los sentidos, que puede ir
desde la embriaguez causada por el consumo colectivo de cerveza de mijo o
de vino de palma hasta el estado alucinatorio que produce la absorción de
ciertas drogas, es una vía normal de comunicación con los dioses.
En los ritos de iniciación, en los ritos funerarios o los ritos de curación,
que son los grandes complejos ceremoniales, por medio de un símbolo como
la danza, la máscara o la sangre vertida, se intenta integrar a la muerte,
asegurando en el ciclo ritual la supresión de los contrarios, como vida/muerte.
La iniciación y los funerales constituyen una serie temporal de ritos
ensamblados, que juegan con la correspondencia o la inversión de esquemas
simbólicos determinados, por ejemplo la apertura de la vulva/cierre de la
tumba, ya que el nacimiento iniciático anticipa los funerales por medio de una
“muerte simbólica”.
En los rituales de curación, el enfermo tiene en su cuerpo una cosa
errante, un poder desconocido que se ha fijado dentro de él. Esa cosa errante
puede ser, bien un espíritu ancestral deseoso de hacer reconocer su nombre en
el culto, o bien el diente perdido de un cazador muerto. En todos los casos hay
que hacer salir la cosa del cuerpo atormentado. Si no sale del cuerpo la
persona se muere. Si sale se le hará un altar o se introducirá en la alforja ritual
de un joven cazador recientemente iniciado, para volver al circuito simbólico
de los ritos.

6. La fiesta marca los momentos importantes de la


existencia humana
La muerte no es más que el reverso de una fotografía. No se trata de una
aniquilación. La verdadera nada es la exclusión de la vida social. La muerte es
la disociación de los elementos vitales, pero, aún así, no desaparecen. Al
morir una de las almas recobra su libertad. Una de ellas puede llegar hasta
Dios, pero la otra puede seguir rondando pasajes de su existencia terrena, o
bien reencarnarse en una mujer para nacer de nuevo. La muerte no es
espantosa como ocurre en occidente. Es un momento del caminar del ser
humano. Los muertos no dejan la comunidad. Tanto si se les teme como si se
les venera, los sienten presentes. Los muertos tanto si se les entierra en casa o
si se les guarda en una urna, forman parte de la sociedad de los muertos y de la
comunidad de los vivos. Esta permanencia de la vida se manifiesta en la fiesta
y en el ritmo.
La fiesta marca todos los grandes momentos de la existencia: el
nacimiento, el matrimonio, la muerte, la siembra, la cosecha, etc. No es
individual, sino colectiva, ya que el individuo no existe más que por la
sociedad de los antepasados y de los vivos. Siempre es una fiesta religiosa, ya
que toda la vida está impregnada por la presencia de los espíritus. Manifiesta
la comunión vital entre el ser humano, el animal y el cosmos.
La danza es diferente para cada etnia. Es un elemento esencial de las
fiestas. En ella todo es simbólico. Toda ella expresa, mediante el cuerpo, un
sentimiento religioso intraducible en palabras. La danza produce la comunión
entre los participantes entre sí, con los antepasados y con el cosmos. En la
danza, el ritmo es el elemento capital. Todo lo que vive tiene su ritmo. El ser
humano participa de este ritmo cósmico, teniendo que ajustar su existencia a
sus jornadas, sus trabajos y la vida de la aldea. Una de las funciones de la
fiesta y de la danza es la de encontrar ese ritmo fundamental para adaptarse a
él. Así, el ideal animista es vivir en armonía, adaptando el propio ritmo al
ritmo del cosmos.

7. El arte africano cumple siempre una función social


Lo importante del arte africano es que es expresión y manifestación de la vida
comunitaria, porque siempre cumple una función social y no una interpretación
particular de una manera de expresarse, como sucede en el mundo
individualista europeo. El artista africano no persigue el ideal de la belleza ni
una explicitación de la misma; al contrario, su objetivo principal es plasmar
en su obra el sentir de la comunidad a la que pertenece y cuyos cauces
interpretativos vienen avalados por la tradición[6].
El sentido intimista confiere a las representaciones artísticas una
dimensión intelectual configurada por el sentido religioso, la relación con la
naturaleza y la unión con los antepasados. La harmonización de estas tres
actitudes procura al alma africana un equilibrio que la posibilita para alcanzar
la felicidad.
El artista africano trata de integrar en su obra el símbolo, el ritmo y la
esencia. Incluso en las cosas más cercanas, los objetos domésticos que se
utilizan de forma cotidiana, se transforman en símbolos. La realidad que
vemos representada no se agota en sí misma, sino que nos lleva a otra mucho
más profunda. En este sentido la simbología natural africana es de tal riqueza
que, si la ignoramos, no seremos capaces de comprender la mayor parte de las
manifestaciones estéticas negroafricanas.
Además, el artista africano es un fino observador de la naturaleza, cuya
“fuerza vital” trata de transmitir en su obra. Para lograrlo, tiende a imprimir en
la misma un ritmo adecuado mediante el juego de las proporciones y
volúmenes, con lo que obtiene como resultado final una armonía global dentro
de una sencillez temática.
Probablemente ningún arte sea tan expresivo como el africano, que, a
pesar de utilizar una técnica aparentemente sencilla, consigue efectos
trascendentes al transmitir fuerzas múltiples que los miembros de su grupo
asimilan correctamente. Y es que su técnica no es meramente ejecutiva, sino
transmisora, al igual que el escultor románico, que no busca la perfección,
sino que su misión principal era catequizar y hacia ella orientaba todos sus
recursos técnicos y todas sus habilidades.
Ya se trate de máscaras o de estatuas, de adornos corporales, de
utensilios domésticos, de cestería o de objetos metálicos, de manifestaciones
en piedra o en terracota, todas y cada una de las representaciones son siempre
testimonio de la riqueza creadora de la tradición africana.

8. Mito sobre el origen de los Yoruba y sus divinidades


Los descubrimientos arqueológicos sugieren que los antepasados Yoruba,
pueblo negroafricano que se extiende por el suroeste de Nigeria, hasta la
confluencia de los ríos Níger y Benue; Dahomey y la República de Togo,
pueden haber vivido en su actual territorio (Benin y Nigeria) desde la
prehistoria. La tradición oral Yoruba describe un mito sobre su origen en la
que cuenta como Dios descolgó mediante una cadena, desde el cielo hasta Ile-
Ife a Oduduwa, el antepasado del pueblo Yoruba, que traía con él un gallo, un
trozo de tierra y una semilla en la palma de la mano. La tierra cayo en el agua,
pero el gallo la rescató para convertirla en el territorio Yoruba y de la semilla
creció un árbol con dieciséis ramas que representan el origen de los dieciséis
reinos.
Históricamente, la sociedad Yoruba se ha caracterizado por el
predominio de la agricultura como su principal actividad económica. Los
cultivos fundamentales son el cacao y el ñame[7]. Éstos se plantan por periodos
rotatorios de tres años, alternándose con cultivos de yuca, maíz, cacahuete,
algodón y lentejas. Al final de este ciclo la tierra se deja en barbecho, a veces
durante siete años. Se estima que casi el 70 por ciento de la población se
dedica a la agricultura.
Los Yoruba dicen que cuentan con cuatrocientas una deidades diferentes.
La complejidad de su cosmología ha llevado a los estudiosos occidentales a
comparar la sociedad Yoruba con la Grecia Antigua. Las deidades Yoruba son
conocidas como orisha, y el dios principal es Olorun, "el dueño del cielo".
No existe ningún tipo de sacerdocio organizado o templos en honor de Olorun,
aunque se le invoca para pedir su bendición. Según la religión Yoruba cuando
una persona muere su alma entra en el reino de los antepasados desde donde
ellos continúan teniendo influencia sobre las cosas de la tierra. Anualmente,
los jefes del linaje son responsables de honrar a todos los antepasados en
lugares mantenidos expresamente para este fin. Otros orishas importantes son
Exú, el embaucador; Shango, el dios de trueno; y Ogún, el dios de hierro y la
tecnología moderna.
La religión Yoruba varía significativamente de una región a otra; la
misma deidad puede ser masculina en un pueblo y femenina en otro, o las
características de dos dioses pueden ser incluidas en una sola deidad en una
región vecina; en la ciudad de Ile Ife solo el dios embaucador, Eshu, se adora
bajo tres nombres diferentes. En estas variaciones de las características de
cada orisha, transmitidas oralmente, se aprecian además las influencias de
religiones ajenas, especialmente cristianas y musulmanas. A pesar de tanta
deidad, se considera que la religión Yoruba es una religión monoteista con un
solo dios creador omnipotente que gobierna todo el universo, junto con varios
centenares de deidades menores, cada una con un poder específico.
Shangó, el dios del Trueno, ocupa una posición importante en el panteón
de la cosmogonía Yoruba. Crea el trueno y los relámpagos lanzando "piedras
del trueno" a la tierra. Los sacerdotes van al sitio donde ha caído un
relámpago para buscar la piedra lanzada por Shangó. Se cree que estas
piedras tienen poderes especiales, y se guardan en templos dedicados a este
dios. Shangó tiene cuatro esposas, cada una de las cuales se materializa como
un río de la tierra Yoruba. Su esposa principal, Oyá, es representada por el
Río Níger. Según un mito sobre Shangó, cuando él era humano y gobernó
como el cuarto rey del antiguo reino de Oyo, teniendo el poder de crear
relámpagos, sin darse cuenta, mató a toda su familia. Como compensación de
este daño causado, cuando murió se convirtió en un orisha. Los Yoruba suelen
decir que cuentan con 401 o 601 orisha diferentes y parece que es Shangó, al
ser el más reciente el que añade esa unidad.
Las características de Olorun como creador y omnipotente, pero sin
culto de ningún tipo ha hecho pensar a algunos que tal vez sea de creación más
reciente, como reflejo del dios cristiano y musulmán. No obstante, algunas
leyendas Yoruba hablan de un par de dioses, Obatalá y su esposa Odudua,
deidades creadoras supremas, independientes del omnipotente Olorun, y que
lo preceden. Y en otra leyenda se presenta a Olorun creando el mundo y
dejando a Obatalá y Odudua para terminar los detalles; otros intérpretes han
considerado Olorun y Obatalá uno y el mismo dios. Obatala, a menudo se
presenta como un dios escultor, tiene la responsabilidad de dar forma a los
cuerpos humanos; Olorun, por el contrario, les da la vida, gracias a la
capacidad de respirar. En algunos lugares, Obatalá gobierna sobre todos los
orisha, o dioses menores, como rey, aunque subordinado a Olorun.
Otro orisha importante es Ogún, el orisha de la guerra. Sirve como el
patrón de los herreros, guerreros, y de todos aquellos que usan el metal en sus
ocupaciones. Preside también los tratos y contratos En algunas cortes Yoruba,
se jura decir la verdad besando un machete sagrado que representa a Ogun. Se
le considera terrible en su venganza; si uno rompe un pacto hecho en su
nombre, el castigo será inminente. Algunas regiones combinan Ogun con el
dios del embaucador, Exú o Legba, como también es conocido.
Shokpona, el dios de la viruela, fue en otro tiempo, un orisha
importante. Shokpona aterraba tanto que se temía decir su nombre, haciéndolo
de forma indirecta. Los sacerdotes de Shokpona contaban con un inmenso
poder; en tanto que se les consideraba capaces de llevar la enfermedad a sus
enemigos De hecho, se sabe que hubo sacerdotes que preparaban una poción
con las costras de la piel seca de los enfermos que morían de viruela, para
luego tirarla en la casa de un enemigo o un pueblo vecino y así extender la
enfermedad. Hoy, sin embargo, como la viruela ha sido erradicada, los
sacerdotes de Shokpona han perdido poder y el culto ha desaparecido.
Algunos dioses, como Olokun, "el dueño del mar", sólo aparecen en
ciertas regiones. De una manera alterna es un dios o una diosa, responsable de
la vida en el mar con sus soldados y sirenas; una leyenda popular cuenta que
Olokun intenta conquistar la tierra por medio de un gran diluvio. Lógicamente,
el culto a Olokun se da exclusivamente en las regiones costeras.
Cuando un niño nace, un adivino, babalawo, determina qué orisha debe
seguir el niño. Como consecuencia del tráfico de esclavos de mediados del
siglo XVIII que afectó de forma especial al pueblo Yoruba, hoy se encuentran
muchos elementos de la cultura, la religión y el idioma Yoruba extendidos por
países como Cuba y Brasil.

9. La adivinación Ifá
El panteón Yoruba no tiene ningún dios malo. Un mito sobre Exú, dios que
pone a prueba a los seres humanos, cuenta que una vez éste se disfrazó de
comerciante y fue vendiendo a cada una de las dos esposas de un hombre,
regalos cada vez más maravillosos, lo que provocó la pelea entre ellas por
conseguir el favor del marido hasta que la familia quedó rota definitivamente.
Eshu también sirve como el guardián de casas y pueblos. Cuando se le rinde
culto como dios tutelar, sus seguidores lo llaman Baba, "padre". Eshu también
sirve como protector de Ifá, un arte geomantico sofisticado de adivinación que
usa señales, y cuadrados crecientes del número cuatro para predecir todas las
facetas del futuro. Es muy popular y hay muchos Yoruba que no toman ninguna
decisión importante sin consultarlo.
La adivinación Ifá es un sistema de creencias y cultos basados en los
oráculos, situado en el centro de la cultura tradicional Yoruba. Ifá es una
práctica sumamente elaborada, imaginativa y espiritual que sigue siendo un
elemento muy importante de la vida en Nigeria, Benin y Togo, y que después
fue trasladado a las Américas convirtiéndose en una parte integral de muchas
de las nuevas practicas religiosas criollas, como la variante llamada
Diloggun, que cuenta grupos de conchas de Cauri para generar los símbolos y
juega un papel importante en la practica religiosa y mágica llamada santería.
Los adivinos y sacerdotes Ifá, denominados Babalauwo o “padres de los
secretos”, practican estos oráculos en todo el Caribe, Brasil y en la América
negra del norte.
Ifá es un sistema oral, aunque una parte del material ha sido puesto por
escrito, que hace uso de los signos geománticos para organizar y codificar una
gama amplia y en continua evolución de cuentos, mitos y actos rituales. En Ifá
estos signos se llaman Odu, una palabra que significa tanto diosa, como
recipiente. Existen diez y seis Odu o signos mayores, que se consideran
espíritus y que tienen existencia y voluntad independientes. En Ifá los signos
geománticos se duplican cuando los 16 signos mayores se combinan entre si
generando 240 variantes menores, un total de 256 Odu, cada uno de estos es el
centro de un circulo de mitos, cuentos y actos rituales, es un libro en la
biblioteca de la memoria de la cultura albergada en la imaginación de los
Babalawos. Ifá, no es un modo de vida, sino un sentido de la vida. Por eso
todos los Babalawos juran a Orunmila, el séptimo día de su consagración, que
son babalawos para “hacer el bien a la humanidad". Cada uno de estos
santeros de esta religión tienen el deber de hacer el bien a toda persona que
verdaderamente los requiera.
El método de adivinación de Ifá consiste en transmitir los mensajes de
Odu aplicándolos a las situaciones de la vida, y ofreciendo los consejos de su
corte espiritual, a través del babalawo, que es quien interpreta las palabras de
Ifá, ofreciéndoles consejos que puedan guiar a los creyentes en sus problemas.
La palabra Ifá, de la que se dice es intransferible, se refiere tanto al conjunto
de conocimiento ritual y filosófico Yoruba, como al sistema de adivinación.
Ifá es también uno de los nombres de elogio del Orisha de la Sabiduría y la
adivinación. Ifá no es mucho más que una religión, pues la tradición Ifá /
Orisha mantiene la real estructura de la sociedad tradicional Yoruba. Tiene un
vasto cuerpo de conocimiento de hierbas medicinales, y su tradición oral
mantiene la historia del pueblo Yoruba. Su tradición poética y musical, hasta
estos días, tiene una influencia fundamental en la música y la literatura
contemporánea, no solo en Africa sino también en Occidente, incluidos los
pueblos de América Latina y el Caribe.El Babalawo,"Padre del Secreto", es el
Sacerdote iniciado en los misterios de Orúnmila, Deidad de la Adivinación,
quien utiliza diferentes medios para realizar el oráculo.

10. Elementos comunes de todas las manifestaciones


religiosas de África
1. La creencia en un dios que es diferente al ser humano y de la naturaleza y
está separado de ellos. Eso significa que dios ha dado a la naturaleza y al ser
humano una independencia y responsabilidad propias en las que él no
interviene. En general, este dios no tiene altares ni sacerdotes, casa o
imágenes. No se le considera creador, sino más bien un antepasado originario
que no necesita de ofrendas para sobrevivir. Hay excepciones en el pueblo de
los ganda, en África oriental, y entre los nuer y dinka del Sudán, que tienen
altares, sacrificios y sacerdotes consagrados a este dios.
2. En África se cree en la comunidad de los vivos con sus parientes
fallecidos, que se convierten en los antepasados, que son los administradores
del pasado y el futuro de los clanes.
3. Se cree en la diosa Tierra como protectora de las normas de
comportamiento. Ella alumbra a la naturaleza y la recobra después de la
muerte. También está el dios del cielo, del que la humanidad recibe la lluvia y
la luz del sol.
4. La comunidad se entiende como una familia y es el objetivo principal de
todos los esfuerzos humanos, ya sean políticos, económicos, sociales o
religiosos.
5. Se comparte la idea de que el mundo es “redondo”, es decir, la idea de una
naturaleza circular del tiempo, de la vida y del conjunto de la realidad, lo que
queda reflejado, por ejemplo en la forma circular de las casas, de los
asentamientos, del vocabulario, de los bailes, de las comidas, etc.
6. Los pueblos de África también tienen en común la concepción de que la
maldad es la auténtica causa del sufrimiento. La maldad destruye la armonía
natural en la sociedad, en la relación dios-hombre y en la relación cuerpo-
espíritu en cada individuo. Por eso en cada caso se requiere también una
reparación en estos tres planos para alcanzar una curación integral[8].
TEXTO PARA COMENTARIO II:
“ CUENTO YORUBA: EL ESPIRITU DEL
ARBOL”
Había una vez, una muchacha cuya madre había muerto y que tenía una
madrastra que era muy cruel con ella. Un día en que la muchacha estaba
llorando junto a la tumba de su madre, vio que la tierra de la tumba salía un
tallo que había crecido hasta hacerse un arbolillo y pronto un gran árbol. El
viento, que movía sus hojas, le susurró a la muchacha y le dijo que su madre
estaba cerca y que ella debía comer las frutas del árbol. La muchacha así lo
hizo y comprobó que las frutas eran muy sabrosas y le hacían sentirse mucho
mejor. A partir de entonces, todos los días iba a la tumba de su madre y
comía de los frutos del árbol que había crecido sobre ella.
Pero un día, su madrastra le vio y le pidió a su marido que talara el
árbol. El marido lo taló y la muchacha lloró durante mucho tiempo junto a su
tronco mutilado, hasta que un día, oyó un cuchicheo y vio que algo crecía de
la tumba. Creció y creció hasta convertirse en una hermosa calabaza. Había
un agujero en ella del de caían gotas de un jugo. La muchacha lamió unas
gotas y las encontró muy ricas, pero de nuevo su madrastra se enteró pronto
y, una noche oscura, cortó la calabaza y la arrojó lejos. Al día siguiente, la
muchacha vio que no estaba la calabaza y lloró y lloró hasta que de pronto,
oyó el rumor de un riachuelo que le decía "Bébeme, bébeme". Ella bebió y
comprobó que era muy refrescante. Pero un día, la madrastra lo vio y pidió
al marido que cubriera el arroyo con tierra. Cuando la muchacha regresó a la
tumba, vio que ya no estaba el riachuelo y ella lloró y lloró.
Llevaba mucho tiempo llorando, cuando un hombre joven salió del bosque.
Él vio el árbol muerto y pensó que era justo lo que él necesitaba para
fabricar un nuevo arco y flechas, ya que él era un cazador. Habló con la
muchacha quien le dijo que el árbol había crecido en la tumba de su madre.
La muchacha le gustó mucho al cazador y tras hablar con ella fue donde su
padre para pedirle permiso para casarse con ella.
El padre consintió a condición de que el cazador matara una docena de
búfalos para la fiesta de la boda. El cazador nunca había matado más de un
búfalo de una sola vez. Pero esta vez, tomando su nuevo arco y flechas, se
dirigió al bosque, y pronto vio una manada de búfalos que descansan en la
sombra. Poniendo una de sus nuevas flechas en el arco, disparó y un búfalo
cayó muerto. Y luego, un segundo, un tercero, y así hasta doce. El cazador
regresó a decirle al padre que mandara hombres para llevar la carne a la
aldea. Se hizo una gran fiesta cuando el cazador se casó con la muchacha que
había perdido a su madre.
III. EL MUNDO CATÓLICO EN EL
SIGLO XVI Y BARTOLOMÉ DE LAS
CASAS COMO FIGURA EMBLEMÁTICA
1. La revolución heliocentrista de Nicolás Copérnico

Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo polaco, conocido por su teoría


heliocéntrica según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y
la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una
vuelta alrededor de él. La cosmología anterior a la teoría de Copérnico
postulaba un universo geocéntrico en el que la Tierra se encontraba estática
en el centro del mismo, rodeada de esferas que giraban a su alrededor. En su
obra Commentariolus se encuentra su primera exposición de un sistema
astronómico en la que se habla del movimiento de la Tierra y de la
inmovilidad el Sol.
Entre 1543 y 1600 Copérnico contó con muy pocos seguidores. Fue
objeto de numerosas críticas, en especial de la Iglesia, por negar que la
Tierra fuera el centro del Universo. La mayoría de sus seguidores servían en
la corte de reyes, príncipes y emperadores. Los más importantes fueron
Galileo (1564-1642) perseguido por el Santo Oficio por defender las ideas
copernicanas, obligado a abjurar de sus teorías, penado con largas condenas
de reclusión y su obra incluida en el índice de los libros prohibidos; y el
astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-1630), que a menudo discutía con
Galileo sobre sus respectivas interpretaciones de la teoría de Copérnico. El
astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601), creador del sistema ticónico,
tuvo una posición intermedia, según la cual la Tierra permanecía estática y el
resto de los planetas giraban alrededor del Sol, que a su vez giraba también
alrededor de la Tierra.
Con posterioridad a la supresión de la teoría de Copérnico, tras el
juicio eclesiástico a Galileo en 1633, algunos filósofos jesuitas la siguieron
en secreto. Otros adoptaron el modelo geocéntrico y heliocéntrico de Brahe.
En el siglo XVII, con el auge de las teorías de Isaac Newton (1642-1727)
sobre la fuerza de la gravedad, la mayoría de los pensadores en Gran
Bretaña, Francia, Países Bajos y Dinamarca aceptaron a Copérnico, mientras
que en otros lugares de Europa se mantuvieron duras críticas contra él
durante otro siglo más.

2. La revolución humanista de Erasmo de Rótterdam


Desiderius Erasmus Roterodamus (1446-1536) fue una personalidad
enormemente controvertida y molesta en su época. En 1492 tomó los hábitos
monacales y pasó al año siguiente a trabajar como secretario del obispo de
Cambrai (Francia), que necesitaba un buen latinista. Esta posición le
permitió realizar numerosos viajes por Francia, Bélgica, Italia e Inglaterra y
relacionarse con la mayoría de los centros humanistas de Europa. En su
estancia en Inglaterra se codeará con la nobleza y con las elites intelectuales
y políticas de su tiempo, entablando una gran amistad con Tomás Moro,
futuro canciller de Enrique VIII. En 1500 Erasmo se doctora en teología por
la universidad de Turín y en 1521 se establece en Basilea, ciudad en la que
había surgido un importante grupo de humanistas reformadores. A partir de
entonces, y debido a la popularidad de su obra y a la aparición de la figura
de Lutero, Erasmo vivirá un período de profunda inestabilidad y de
continuas disputas provocado por la ambigua postura que mantenía en la
intransigente polémica entre reformistas y cristianos ortodoxos. Polémica de
la que no pudo apartarse y que acabó con su obra en el Índice de libros
prohibidos.
Una de sus primeras obras Enchiridion militis christiani, Manual del
caballero cristiano, escrita en 1501, pone de manifiesto lo que será una
constante en todo su proyecto vital: el camino hacia Dios a de hacerse por
vía de la interiorización. Lo institucional de nada sirve si el ser humano no
examina su propia conciencia y hace uso de su libertad y de una auténtica fe.
En 1509 Erasmo publica la que será una de sus obras más populares Moriae
encomium, Elogio de la locura. Escrita como un juego divertido, y dedicada
a su amigo Tomás Moro. El Elogio de la locura es una acertada sátira de
ingeniosa crítica a la sociedad de su época, en la que todas las clases
sociales son despiadadamente analizadas por la Locura, que es la que narra
el relato. La crítica se ahonda en un mordaz análisis de la Iglesia y sus
instituciones, así como de la teología y su anticuado método escolástico.
Todos ellos están bajo el gobierno de la Locura porque se han apartado de la
verdadera fuente de la religión: el cristianismo primitivo. Se debe huir del
mundo de las apariencias, de ese teatro de la inautenticidad y recobrar la
espiritualidad primigenia a través de una sincera vivencia individual. El
pasado es considerado como un motor de renovación porque nos permite
volver sobre nuestros pasos hacia ese punto de la historia donde se pervirtió
el verdadero sentido del cristianismo y comenzó la decadencia de la cultura.
Esta misma crítica aparecerá en la obra Institutio Principis Christiani,
Educación del príncipe cristiano, escrita en 1516 y dedicada a Carlos V, al
cual sirvió de consejero, donde Erasmo invita al rey ha ser también filósofo:
sólo así aspirará al bien supremo y, por lo tanto, podrá ser un auténtico
cristiano.
La corrupción de la Iglesia es producto de su alejamiento de la
verdadera esencia de las cosas y del cristianismo de los primeros padres de
la Iglesia. Erasmo se propone hacer una exégesis de la Biblia que concilie la
cultura con el cristianismo, las bonae litterae con las sacrae litterae. En
1516 publica una obra que tendrá una amplia repercusión en los círculos
reformistas: una nueva edición de los Nuevos Testamentos que, utilizando
los métodos filológicos propios del humanismo, descalificará la utilizada
oficialmente por la Iglesia: la Vulgata. Remitiéndose al texto griego, Erasmo
mostró cuánto se había devaluado el sentido original del cristianismo y de
qué modo las autoridades exegéticas se habían valido de su poder y
autoridad para perpetuar esto de forma no demasiado lícita.
Aunque sus ideas se difundieron por casi toda Europa, dando lugar a
una corriente denominada "erasmismo", de aquí en adelante y hasta su
muerte, a causa de una disentería, en Basilea el 12 de Julio de 1536,
Desiderius pasó una vida penosa, repudiado por todos y agravada por la
gota y el reumatismo. Pese a todo, su "humanismo de la Biblia", su maestría
filológica y literaria, y su espíritu crítico y reformista le han otorgado un
merecido puesto de honor en la historia.

3. El movimiento protestante y la reforma católica

Los dirigentes seculares se volvieron más osados en sus intentos de anexionar


o confiscar vastas propiedades eclesiásticas. Esto contribuyó al éxito de las
revoluciones teológicas de Lutero (1483-1546) y Calvino (1509-1564), entre
otros protestantes. En Inglaterra, un cisma surgido a propósito de problemas
maritales del rey Enrique VIII (1509-1547), se convirtió, con la aprobación de
los Treinta y Nueve Artículos, bajo el reinado de Isabel I, en una revuelta
doctrinal comparable con la protestante, lo que se conoce con el nombre de
anglicanismo.
La reforma católica, iniciada bajo el Papa Pablo III (1468-1549),
quien el año 1542 convocó el Concilio, inaugurado tres años después en
Trento, ciudad al norte de Italia, fue sostenida por la recién fundada
Compañía de Jesús. El Concilio de Trento (1545-1563) fue clausurado por
Pío IV el 26 de enero de 1564, después de abarcar el pontificado de cinco
papas. En el concilio se fijó la doctrina católica, se establecieron las bases
para una profunda reforma y se puso en marcha la renovación de la Iglesia:
A) En el aspecto doctrinal, el concilio de Trento supuso una reacción contra
las tesis protestantes, abordando los puntos de la fe que habían sido causa de
controversia: se fijó la lista de los libros de la Biblia reconocidos por la
Iglesia como inspirados; se reconoció la traducción latina de la Biblia hecha
por San Jerónimo, la Vulgata, como texto oficial de la Iglesia; se definieron
como fuentes de la revelación la Sagrada Escritura y la Tradición; se aceptó
el valor del magisterio de la Iglesia para interpretar la Biblia; se declaró que
las buenas obras son necesarias junto con la fe para obtener la salvación; se
trató con amplitud de los sacramentos y del pecado original, que es borrado
por el Bautismo; se definieron los siete sacramentos, siendo el centro de
todos ellos la Misa, especialmente, en cuanto sacrificio expiatorio, además
de acción de gracias y de alabanza. B) En el aspecto disciplinar, se
estableció una multitud de reglamentos en orden a reformar la vida de los
obispos, de los religiosos y del clero: a los obispos se les exigió residir en
su diócesis y se les instó a visitar sus parroquias; a los cardenales y obispos
se les obligó a enviar a Roma la relación de los beneficios que disfrutaban y
se les permitió elegir sólo uno de ellos; los restantes se declararon vacantes
y fueron concedidos a otros; se mandó construir seminarios para la
formación de los sacerdotes; en las catedrales se establecieron canonjías
para enseñar la Sagrada Escritura y la teología; se pidió a los sacerdotes que
predicaran los días festivos, a los religiosos que vivieran en comunidad y a
las monjas que guardaran clausura; se publicó un catecismo recogiendo la
doctrina del concilio.
La Contrareforma se implantó de inmediato en España e Italia,
extendiéndose, después, a Francia, Austria, Polonia y otros países donde
existían enclaves protestantes. También produjo algún resultado en
Inglaterra, Norte de Alemania, Bohemia, y Sur de Holanda.

4. Ignacio de Loyola promotor de la Contrareforma


Ignacio de Loyola (1491-1556), sacerdote español, fue el fundador de la
Compañía de Jesús, orden religiosa de la Iglesia católica más conocida por el
nombre de Jesuitas. Nació en el castillo que su familia tenía en Azpeitia
(Guipúzcoa) y de joven fue paje en la corte de Fernando el Católico. Hizo la
milicia a las órdenes de Antonio Manrique de Lara, resultando herido en una
pierna, en 1521, durante la defensa de Pamplona ante los ataques franceses.
Mientras se recuperaba leyó varios libros religiosos que le llevaron a
consagrarse a la vida religiosa. Después de peregrinar al monasterio de
Montserrat, en 1522, se retiró a una cueva cerca de Manresa, donde vivió y
rezó durante diez meses con una gran austeridad, tras lo cual emprendió un
viaje de peregrinación a Jerusalén. Regresó a España en 1524 y estudió en las
universidades de Barcelona, Alcalá de Henares y Salamanca. En 1528 marchó
a París, en cuya universidad se licenció en artes y, al año siguiente, fundó una
fraternidad piadosa que, más tarde, terminaría por convertirse en la Compañía
de Jesús. En 1537 los miembros de la fraternidad se dirigieron a Roma, donde
Loyola fue ordenado sacerdote el año 1538, y recibieron el permiso oral del
Papa Pablo III (1534-1549), quien emitió la confirmación oficial de la orden
en 1540. La Compañía fue declarada exenta de jurisdicción episcopal, de
tributación y de tener a su cuidado la dirección espiritual de religiosas. Un año
después, san Ignacio fue elegido primer general de la orden y, además de
administrar los asuntos de la Compañía, se dedicó a completar la redacción de
sus Ejercicios espirituales y a escribir las Constituciones de la orden,
terminadas después de su muerte, el 31 de julio de 1556, que, en lo sustancial,
nunca han sido modificadas. Fue canonizado por el Papa Gregorio XV el año
1622.
Parece que fue Ignacio de Loyola el que primero animó al Papa Pablo III
a organizar la defensa del catolicismo frente al protestantismo. En julio de
1542 se fundó la Inquisición romana, conocida ordinariamente con el nombre
de Santo Oficio. Los primeros inquisidores generales fueron Carafa y el
español Toledo. De acuerdo con la bula pontificia que la instituía, la
Inquisición debería intervenir en todos los lugares de la Iglesia en que
apareciese el error o la sospecha de error. Sus sentencias se fueron haciendo
cada vez más rigurosas y el mero hecho del establecimiento del supremo
tribunal de la fe dispersó los focos protestantes, obligando a los indecisos a
tomar una posición
El antiguo inquisidor general, el Papa dominico Pío V (1566-1572),
tomó a su cargo la conservación y defensa de la pureza de la fe. La
Inquisición, a cuyas sesiones asistía personalmente el Papa, debía eliminar,
mediante severos castigos, los errores que secretamente se habían infiltrado
en Italia. Entre las condenas a muerte impuestas por aquellos años, la más
famosa fue la de Carnesecchi, antiguo secretario de ClementeVII (1523-1534).
Este humanista florentino, que mantenía correspondencia con Juan Valdés,
entusiasta de la doctrina de Erasmo, con quien llegó a establecer una relación
de amistad, había sido citado varias veces por la Inquisición a partir de 1546.
Juan de Valdés (1499–1541) era seguidor de la doctrina de Erasmo, a quien le
unía la amistad. Su Diálogo de la doctrina cristiana, nuevamente compuesto
por un religioso, escrito anónimo del año 1529, fue denunciado a la
Inquisición. Su doctrina del “beneficio de Cristo”, alcanzó gran difusión en
Italia, e influyó en España, especialmente en san Juan de Ávila y Fray Luis de
Granada. Carnescechi, tras algunas vacilaciones, se negó a retractarse y fue
ejecutado en 1567 como hereje. Con él desapareció de Italia el protestantismo
luterano.
Durante los siglos XVI y XVII la Inquisición hizo desaparecer la vida
literaria de España, y puso a la nación casi fuera del círculo de la civilización
europea. Cuando la Reforma comenzó, España era el país más poderoso del
mundo. Uno de los rasgos de la estrategia jesuita era provocar el
derrocamiento de los países protestantes. El Papa Gregorio XIII (1572-1585)
no escatimó ninguna cosa para impulsar al emperador Felipe II, rey de España,
a la guerra contra la Inglaterra protestante. El Papa Sixto V (1585-1590),
declaró este proyecto como una Cruzada, ofreciendo indulgencias a quien
participase en ella. En aquel tiempo España tenía la flota más poderosa que
jamás había surcado los mares; pero el año 1588, a orgullosa Armada halló la
derrota en el Canal de la Mancha. La victoria de Inglaterra fue el punto crucial
del gran duelo entre el protestantismo y el catolicismo, asegurando para la
causa protestante no solamente a Inglaterra y Escocía sino también a Holanda,
Alemania del norte, Dinamarca, Suecia y Noruega.

5. Giordano Bruno, un fraile aventurero

Todavía hoy existe el monumento a Giordano Bruno (1548-1600) en la


bellísima plaza de Campo dei Fiori, Campo de las Flores, en Roma,
levantado en 1889 por la masonería. En esta plaza fue quemado vivo en la
hoguera inquisitorial el ex fraile dominico, el 9 de febrero de 1600. Éste,
decepcionado por el rígido dogmatismo de la Orden se lanzó a la aventura del
viaje y del conocimiento. En Ginebra abrazó el flamante cristianismo
calvinista. Allí escribió su famosa obra Expulsión de la bestia triunfante
otros libros de índole filosófica. Recorrió Europa y todos los rincones del
saber. Fue de los primeros en aprender mnemotécnica[9], cultivando una
memoria prodigiosa que le hizo pasar por mago. Estudió a Copérnico y
construyó su teoría sobre un universo infinito, en su obra Del infinito universo
y de los mundos, escrita en 1585.
La doctrina de Bruno propugnaba un panteísmo en el que existía una
exaltación de la naturaleza. Establecía una equivalencia entre el universo y la
divinidad. Para él, el universo está penetrado de la vida divina: no es distinto
de Dios sino el espejo en el que la divinidad se contempla. Dios es infinito, y
el cosmos, que es la manifestación de su esencia, debe ser también infinito. La
perfección de Dios se prueba en la perfección del mundo.
Uno de sus discípulos, Giovanni Mocenigo, le denunció ante la
Inquisición de Venecia, quien, al no sentirse a su altura para poderle juzgar, lo
remitió al Santo Oficio romano, que lo espera con el máximo interés. Bruno se
negó a rectificar ni una coma de cuanto ha dicho y escrito, y llegada la hora de
la muerte, amordazado para que no hablase, giró el rostro cuando le acercaron
el crucifijo[10].

6. Juan de la Cruz, maestro espiritual por excelencia

Juan de Yepes nació el año 1542 en Fontiveros, pequeño pueblo situado entre
Ávila y Salamanca. Era el tercer hijo de Gonzalo de Yepes, de ascendencia
noble, y de Catalina Álvarez, de familia modesta. Gonzalo tuvo que romper
con su familia para casarse con Catalina. Tejedor de oficio, a duras penas
lograba sacar adelante a su mujer y a sus hijos. Cuando muere, la pobreza de
la familia Yepes se convierte en miseria. Catalina lleva entonces a sus hijos a
Medina del Campo, después de una breve estancia de Juan, en el pueblo de
Gálvez (Toledo), en casa de unos familiares[11].
El pequeño Juan prueba diversos oficios como aprendiz, pero sobre
todo hace grandes progresos en la escuela de los Hermanos de la Doctrina,
hasta el punto de que el director del hospital, Alonso de Toledo, decide
encargarse de su educación. Compaginándolo con sus horas de servicio en el
hospicio, Juan prosigue sus estudios en el colegio de la Compañía de Jesús.
Llegó el momento en que Alonso le propone el puesto de capellán del hospital.
Ante el estudiante se abre un camino fácil y confortable. Pero este
joven, ávido de absoluto, no busca el confort, y rechaza la proposición de
ingresar en el convento de los carmelitas de la ciudad en 1563. Tiene veintiún
años. Juan acaba de escoger un camino del que nunca se desviará. Durante su
noviciado lee los antiguos textos del Carmelo, haciendo suyo el ideal de
soledad y contemplación de los fundadores de la orden. Ideal que ha sido
endulzado por los carmelitas mitigados, en cuyo convento acaba de ingresar.
Luego pasará cuatro años en la Universidad de Salamanca, en la que adquiere
una sólida formación escolástica y es ordenado sacerdote en 1567. Pero la
vida mediocre y demasiado volcada al exterior del Carmelo no le basta.
Decide entonces ingresar en la Cartuja, para encontrar las condiciones de
silencio y austeridad que le permitan ir a Dios, despojándose totalmente como
Jesús e Nazaret, el Cristo, en la cruz.
Pero surge el encuentro de Juan de la Cruz con Teresa de Ávila durante
el verano de 1567. Teresa, que acaba de reformar varios conventos de
carmelitas, busca la manera de extender la reforma en la rama masculina de la
orden. Impresionada por la calidad de vida espiritual que descubre en Juan, le
suplica que revise su decisión y tome parte en la reforma del Carmelo. En
Octubre de 1568 tenemos ya a Juan de la Cruz, tal es el nombre que acaba de
tomar, en la destartalada casucha de Duruelo, el primer Carmelo masculino
reformado. En compañía de algunos hermanos, lleva allí una vida tan austera
que Teresa tiene que imponerle moderación. Mientras la reforma sigue
adelante. Juan es enviado a Pastrana como maestro de novicios, y luego a
Alcalá, como rector de la casa de estudios que el Carmelo abre en la
Universidad, y, por último, al convento de la Encarnación de Ávila, donde
durante cinco años es confesor de Teresa y de sus hijas, persiguiendo juntos la
misma meta.
Pero su éxito provocó reacciones. Entre los carmelitas mitigados, que
ven desiertos sus conventos, crece el mal humor, hasta que deciden dar un
golpe definitivo a la reforma, pidiendo la excomunión de las hermanas que
acaban de reelegir a Teresa como superiora y secuestrando al que es el alma
de la ‘rebelión’. Durante la noche del 3 al 4 de diciembre de 1577 se
apoderan de Juan de la Cruz y, con los ojos vendados para que no sepa a
donde le conducen, lo llevan a su convento de Toledo, pensando que la
soledad y los malos tratos conseguirán vencer su resistencia y así renuncie a
la reforma.
En la experiencia de soledad y de abandono en la cárcel, sabe descubrir
que, en el proceso espiritual, este “horror nocturno” es positivo, pues es el
paso de la acción divina en el alma, experimentando, unido a Cristo
crucificado, “el silencio de Dios”. Por esto, cuando más tarde Juan de la Cruz
quiso educar y alentar sobre la manera de llegar a la unión mística simbolizó
este camino como una senda empinada y angosta, lo que exige al caminante
desprenderse de todo, asumiendo generosamente la negación de las criaturas.
La purificación se realiza a nivel del sentido y de espíritu, a través de tres
instrumentos decisivos: la fe, la esperanza y la caridad. Esto queda reflejado
en sus versos sobre la “doctrina de las nadas”’. Este es el camino, nos dice el
santo, de llegar a la desnudez espiritual, a su quietud y descanso, porque se
está á en el “centro de la humildad”.Poco a poco, la noche se ilumina para
convertirse en presencia divina. Si todavía es “oscura”, lo es en la medida en
que supone un deslumbramiento, un exceso de luz, en el que el alma queda
cegada por el resplandor del ser divino. Llega entonces la persona, por puro
don de Dios, a la unión mística que la diviniza. Gozo indecible y ardiente de
quien por fin encuentra lo que buscaba y vive de la vida misma de Dios.
Es en la cárcel cuando inicia la composición del Cántico espiritual, al
oír a lo lejos cantar a un enamorado. Como no tenía tinta ni papel, al componer
los versos, los repetía insistentemente para no olvidarlos. Al cabo de nueve
meses, el 16 de agosto de 1578, Juan, aprovechando que la vigilancia de los
guardianes se había relajado, consigue evadirse y llegar al convento de las
carmelitas reformadas.
Felipe II encarga al nuncio resolver el conflicto entre mitigados y
descalzos, y a partir de entonces estos se ven libres para extender su reforma.
Juan de la Cruz es prior del convento de los Mártires, cerca de Granada, de
1582 a 1588. A petición de los frailes, monjas y seglares a quienes dirige
espiritualmente, redacta los comentarios de los poemas escritos en la cárcel
toledana.
Los últimos años de su vida se ven ensombrecidos por las divisiones en
el seno mismo de los carmelitas descalzos. El provincial, Nicolás Doria,
vuelve a poner en cuestión la reforma acometida por Teresa de Ávila y Juan de
la Cruz. Tiene intención de centralizar fuertemente la orden, orientándola a
menesteres apostólicos. Juan, que se opone a ello, viéndose privado de todo
cargo. En el capítulo de 1591 Doria es reelegido como provincial. Juan de la
Cruz sale sin cargo, dispuesto a ir a Méjico. Doria lo relega al lejano
convento de la Peñuela (Jaén), intentando desprestigiarlo y recogiendo
testimonios manipulados para poder expulsarlo de la Orden.
Juan, enfermo, cubierto de úlceras ha de ser transportado a un convento
en el que se le pueda atender convenientemente. Le proponen el convento de
Baeza, en el que ha sido prior. Juan prefiere quedar en el olvido, escoge
Úbeda, donde no se le conoce, y donde el prior, que no lo quiere, no le
escatima injurias ni reproches. Destrozado por el sufrimiento físico, lo acepta
todo como venido de la mano de Dios. El 13 de diciembre de 1591 se fue a
cantar maitines al cielo.

7. La nueva vitalidad de la Iglesia: Francisco Javier

El mismo año de la fundación de la Compañía de Jesús, Ignacio de Loyola


puso a disposición del embajador portugués, que le había pedido por encargo
del rey sacerdotes para las Indias orientales, a Francisco Javier y a Rodríguez.
En abril de 1541 embarcó en Lisboa el joven navarro. Rodríguez fue retenido
por el rey en Lisboa. Tras una penosa navegación de trece meses Francisco
Javier desembarcó en Goa, costa suroeste de la India. Al principio dedicó su
labor a sus compatriotas marinos, mercaderes y colonizadores; después se
dirigió a los gentiles, bautizando a unos diez mil nuevos conversos. Visitó
Ceilán, marchó a Malaca, desembarcó en las Molucas y volvió de nuevo a
Malaca. Por todas partes su empresa era bendecida con grandes éxitos. Su
presencia y su palabra sobrecogían a las masas. Escribía de sus tareas
misioneras a Ignacio y a los hermanos de la Orden en Europa. Sus cartas
fueron impresas en 1545 y leídas en todas las casas de la Compañía,
entusiasmando a los nuevos religiosos, que deseaban marchar también al
Oriente[12].
Francisco Javier no se detuvo en la India. Con unos pocos compañeros
partió hacia Japón donde llegó el año 1549, logrando establecer una
comunidad. Como Ignacio le había nombrado superior de la nueva provincia
india de la Orden, Francisco Javier volvió a Goa en 1552 ocupándose en la
formación del clero indígena. En el verano de 1552 marchó de nuevo al norte,
llegando hasta la costa de China buscando una manera para penetrar en ese
Imperio cerrado a los extranjeros. Después de más de dos meses de inútil
espera, murió solo, acompañado de su cocinero chino, el 3 de diciembre de
1552.
Mientras el cristianismo europeo se dividía, nuevas perspectivas se
abrían a la labor misionera de la Iglesia con el descubrimiento del continente
americano y los viajes al lejano Oriente. Los reinos de Castilla y Portugal
dirigían esta tarea, a la que se asociaron franciscanos, agustinos, dominicos,
jesuitas y capuchinos. A partir de 1622, con la creación de la Congregación de
la Propaganda de la Fe, el Papa quiso asumir la dirección del movimiento
misional. El deseo de unos cuantos misioneros de adaptarse a las culturas a las
que habían sido enviados, en China con Matteo Ricci y en la India con Roberto
de Nobili, planteó la cuestión de los ritos chineses y malabares, culminando,
después de una larga controversia, en su prohibición por parte del Papa Benito
XIV (1742-1744), lo que ha contribuido al retraso de la expansión del
cristianismo por estos países.

8. Bartolomé de las Casas primer sacerdote ordenado


en América

Bartolomé de Las Casas, “El apóstol de las Indias”, defensor de los derechos
humanos e inspirador de la Teología de la Liberación, nació en Sevilla en
1474 en el seno de una modesta familia de comerciantes que le proporcionó
una buena educación. En 1493 presenció la marcha de su padre, Gabriel de
Las Casas, a América en el segundo viaje de Cristóbal Colón. En 1498 regresa
Gabriel a Sevilla y cuatro años después, por motivos económicos, se ve
obligado a volver a La Española y esta vez le acompaña el joven y ambicioso
Bartolomé como doctrinero, convirtiéndose en 1512 en el primer sacerdote
ordenado en el Nuevo Mundo. Gracias a sus servicios como capellán
castrense en las campañas de la recién ocupada isla de Cuba, obtuvo allí ese
mismo año una Encomienda.
Dos años después, Bartolomé de Las Casas empezó a reaccionar contra
los abusos cometidos por los españoles en perjuicio de los indios: renunció a
su Encomienda y volvió a España para empezar su lucha. Solicitó la reforma
de las leyes de Burgos y denunció la corrupción existente en el Real y
Supremo Consejo de Indias[13]; pero la Corona no le prestó atención, en
cambio sí que lo hizo más tarde el cardenal Cisneros quién elaboró con
Bartolomé un Plan de Reforma de las Indias.
Con el título de “Procurador de los Indios” embarcó nuevamente con
rumbo hacia Santo Domingo siendo recibido con hostilidad por la población y
se refugió en el convento de los Dominicos. En 1517 volvió a España para
pedir nuevamente la intervención del cardenal regente y del propio rey en
favor de su proyecto de colonización pacífica por medio de labradores y
misioneros. Por fin, en 1520 el rey firma la autorización de poblar una zona de
la costa de Venezuela, “La Costa de las Perlas”. Autor del segundo ensayo de
colonización pacífica en las costas de Cumaná en 1521, intento que fracasó en
1522 tanto por la animadversión de los indígenas como por las entradas de
esclavistas jJJJJen busca de mano de obra para la pesquería de perlas. Fue
entonces cuando Bartolomé, que se decía de él que más que amar a los indios
odiaba a los españoles, desiste de su intento de colonización pacifica e
ingresa, en 1522, en la orden dominicana.
En 1533 los jueces se quejan al rey de que Bartolomé se niega a
confesar a los encomenderos si éstos no renuncian a los indios asignados. Las
Casas continuó gestando su proyecto que puso en práctica en Guatemala, en
Vera Paz, donde fue muy bien acogido, pero cuando llegaron los soldados
españoles se vió obligado a huir. En 1542 terminó de escribir la obra más
escandalosa sobre la labor de España en América: Brevísima relación de la
Destrucción de las Indias (1542), que supuso el comienzo de la “leyenda
negra” de la conquista del Nuevo Mundo; e Historia de las Indias, impresa en
1875. En 1544 Bartolomé es nombrado obispo de Chiapas. Su simpatía hacia
los indios le llevó a pedir que trajeran a América esclavos negros para evitar
malos tratos y sufrimientos a los indios, idea de la que más tarde se arrepintió.
En 1547, regresa definitivamente a España, instalándose en Valladolid.
En 1550 renuncia al obispado de Chiapas y en ese mismo año tuvo un duro
enfrentamiento dialéctico con Ginés de Sepúlveda sobre la manera de llevar a
cabo la colonización de América. Las Casas falleció en Madrid en 1566.

9. El debate público sobre “los indios” y la supresión de


las “encomiendas”
El defensor de los indígenas, Bartolomé de las Casas, debatió en España en
los años 1550 y 1551 con Juan Ginés de Sepúlveda, partidario del trato con
vara de hierro a los pobladores autóctonos. Dejó conmovedores testimonios
de la vida de los indios buceadores de perlas en Cubagua[14]: “Es, pues, la
vida de los indios que se traen para pescar perlas, no vida, sino muerte
infernal, y es ésta: llevándolos en canoas, que son sus barquillos, y va con
ellos un verdugo español que los manda; llegados en la mar alta, tres y
cuatro estados de hondo, mandan que se echen al agua; zambúllense y van
hasta el suelo y allí cogen las ostras que tienen las perlas, y hinchen dellas
unas redecillas que llevan al pescuezo o asidas a un cordel que llevan
ceñido, y con ellas o sin ellas deben salir arriba a resollar, [...] y si se tarda
en mucho resollar, dales prisa el verdugo que se tornen a zambullir, e a las
veces les dan de varazos que se zambullan, [...] están en esto todo el día,
desde que sale hasta que se pone el sol, y así todo el año si llegan allá; [...]
Algunas veces se zambullen y no tornan jamás a salir, o porque se ahogan de
cansados y sin fuerzas y por no poder resollar, o porque algunas bestias
marinas los matan o tragan [...] [los indios] mueren comúnmente de echar
sangre por la boca y de cámaras de sangre por el apretamiento del pecho,
por causa de estar casi la mitad de la vida sin resuello”[15].
"No y mil veces no, ¡paz en todas partes y para todos los hombres, paz
sin diferencia de raza! Sólo existe un Dios, único y verdadero para todos los
pueblos, indios, paganos, griegos y bárbaros. Por todos sufrió muerte y
suplicio. Podéis estar seguros de que la conquista de estos territorios de
ultramar fue una injusticia. ¡Os comportáis como los tiranos! Habéis
procedido con violencia, lo habéis cubierto todo de sangre y fuego y habéis
hecho esclavos, habéis ganado grandes botines y habéis robado la vida y la
tierra a unos hombres que vivían aquí pacíficamente... ¿Creéis que Dios
tiene preferencias por unos pueblos sobre los demás? ¿Creéis que a vosotros
os ha favorecido con algo más que aquello que la generosa naturaleza
concede a todos? ¿Acaso sería justo que todas las gracias del cielo y todos
los tesoros de la tierra sólo a vosotros estuvieran destinados?"
"Yo creía que los negros eran más resistentes que los indios, que yo
veía morir por las calles, y pretendía evitar con un sufrimiento menor otro
más grande"... Su proyecto había sido "un error y una culpa imperdonable,
que era contra toda ley y toda fe, que era en verdad cosa merecedora de
gran condenación el cazar a los negros en las costas de Guinea como si
fueran animales salvajes, meterlos en los barcos, transportarlos a las Indias
Occidentales y tratarlos allí como se hacía todos los días y a cada
momento".
La discusión de la encomienda, que se centró sobre la legalidad,
esencialmente desde un punto de vista cristiano, fue una de las causas de que
la corona española promulgara las Leyes Nuevas de 1542, por las que aquélla,
si bien no se suprimía, debía quedar extinguida a la muerte del posesor y no
podían tener lugar nuevas concesiones; no podía obligarse a los indios a
trabajos determinados ni podían ser reducidos a esclavitud.
Las encomiendas fueron también restringidas y sometidas a creciente
vigilancia, aunque fracasaron las leyes que en 1542 intentaban suprimirlas; los
encomenderos también fracasaron en su intento de que fuesen perpetuas; la
encomienda de servicios personales fue desapareciendo para ser sustituida
por la encomienda de tributos; el importe de éstos, inicialmente casi al arbitrio
de los beneficiarios, fue moderándose hasta términos justos, procurándose que
el importe del tributo se pagase en moneda y no en especie, para evitar fáciles
abusos, y que no excediera de la cantidad que los indios pagaban en tiempos
prehispánicos. Hacia 1570 se calcula que, de unas 23.000 familias españolas
en Indias, sólo 4.000 viven ya de las encomiendas. A fines del siglo XVI, son
en general una simple renta en metálico, mermada por algunas cargas fiscales;
su número ha disminuido muchísimo y ya casi nunca implican autoridad
directa sobre los indios. La edad de oro de las encomiendas concluyó, pero
persistieron las encomiendas.
Y si tenemos en cuenta la calidad personal de la mayor parte de los
colonizadores, entre los que no había quien quisiese dedicarse a los trabajos
agrícolas, difícilmente podía existir otra solución de orden económico. Por
otra parte, el régimen de encomiendas no había de ser forzosamente un
régimen de crueldad. Se comparó el encomendero al señor feudal, en el
sentido que debía protección al encomendado, no en el de que ejerciera poder
jurisdiccional sobre los indios. No podía tampoco enajenarlos ni expulsarlos
de la encomienda. En teoría, la encomienda, pues, no comportaba dominio,
pero en la práctica distó mucho de ello.
Aunque la conciencia del emperador y la de sus ministros se vio
conmovida por los incesantes esfuerzos de Las Casas, es muy poco probable
que se hubiesen llevado a cabo tantas realizaciones si la Corona española no
hubiese estado ya predispuesta a favor de las ideas de Las Casas por motivos
particulares menos altruistas. Para una Corona deseosa de consolidar y
asegurar su propio control sobre los territorios recientemente adquiridos, el
auge de la esclavitud y el sistema de encomienda constituía un serio peligro.
Desde el principio, Fernando e Isabel se habían mostrado decididos a evitar el
desarrollo, en el Nuevo Mundo, de las tendencias feudales que durante tanto
tiempo habían minado, en Castilla, el poder de la Corona.

10. El problema de los esclavos negros


La institución de la esclavitud fue, en primer lugar y fundamentalmente, un
sistema para la apropiación de trabajo y vidas humanas que hizo a unas
personas muy ricas y a otras muy pobres. Al definir a las personas de los
trabajadores como propiedad de particulares y al reforzar los derechos de los
amos a través del poder del Estado, creó un mecanismo que, mediante el uso
de la fuerza, obtenía el trabajo necesario para producir las mercancías que
transformarían los modelos de consumo europeos y enriquecerían a los
propietarios y mercaderes de esclavos. Desde su inicio, con la importación de
esclavos para las plantaciones de azúcar de santo Domingo a principios del
siglo XVI, hasta su abolición en Brasil el 1888, la esclavitud jugó un papel
capital en la colonización de las Américas, la de proporcionar las bases para
la producción de mercancías en gran escala y al ayudar a poblar los territorios
conquistados.
Como se consideraba a los esclavos como prisioneros de “guerras
justas”, los colonos podían excluir a los africanos de la protección que se
había acordado conceder a los súbditos de las monarquías. Y como los
esclavos africanos eran “forasteros”, arrancados de sus familias y de sus
comunidades, se buscaron tácticas de resistencia diferentes a las de las
comunidades indígenas. Fray Bartolomé de las Casas recordó a los colonos
españoles, ávidos de cultivar caña de azúcar, que le habían prometido que
liberarían a los trabajadores indígenas que empleaban. Más tarde se arrepintió
de haber apoyado el traer esclavos negros, dándose cuenta de que lo que él
veía como un alivio para los indios, se convertía en cautiverio para los
africanos, cosa que era igual de injusta. No estaba seguro de “que la
ignorancia que en esto tuvo y buena voluntad lo excusase delante del juicio
divino”[16]
Para Las Casas la libertad es un derecho inalienable. Es inherente a la
dignidad humana. Así, según sus palabras, “por derecho natural ningún hombre
tiene derecho sobre otro hombre” y “nadie puede ser privado sin justa causa
de su libertad”, pues, “desde el origen de la naturaleza racional todos los
seres humanos nacieron libres. Siendo todos los hombres de igual naturaleza
no hizo Dios esclavo a ningún hombre, sino que a todos concedió idéntica
libertad”. Por eso, “por motivos religiosos, nadie puede ser privado de su
libertad y de la posesión y dominio de las cosas que le concedió el derecho
natural”.
Como defensor de los derechos de los indios rechazó cualquier clase de
coacción o tortura, porque “nadie puede ser sometido a tratamientos
inhumanos”[17]. En medio de un ambiente en que se consideraba un bien
introducir esclavos negros para liberar a los indios, el clérigo Las Casas pidió
permiso al Emperador para importar algunos negros. La autorización fue
concedida a Gorrevod, quien a su vez la vendió a los genoveses, que fueron
quienes organizaron el tráfico inhumano de esclavos negros en Indias. En 1531
Las casas reconoció su error. El deseo de liberar a los indios le impidió ver
con claridad la situación injusta de la esclavitud de los negros. Pero al
equiparar a estos con los indios y a aquellos con todo el género humano, saldó
su deuda y su error, llegando a afirmar: “Por razones de civilización o de
cultura ningún pueblo puede conquistar o someter a otro estado con pérdida de
su libertad”.
TEXTO PARA COMENTARIO III:
“DE LA ESCLAVITUD DE LOS NEGROS”
“Si yo tuviera que defender nuestro derecho a hacer esclavos a los negros,
he aquí lo que diría:
Habiendo los pueblos de Europa exterminado a los de América,
tuvieron que someter a esclavitud a los de África, para servirse de ellos
para roturar tantas tierras.
El azúcar sería muy cara, si no se hiciera trabajar a los esclavos en la
planta que la produce.
Los individuos de que se trata son negros de pies a cabeza; y tienen la
nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima.
No es posible imaginar que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto
un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro.
Es tan natural pensar que es el color lo que constituye la esencia de la
humanidad, que los pueblos de Asia, que hacen eunucos, privan siempre a
los negros de la relación que tienen con nosotros de una manera más
marcada. Puede juzgarse del color de la piel por el de los ca​bellos,
los cuales, entre los egipcios, los mejores filósofos del mundo, tenían tan
gran importancia, que hacían morir a cuantos hombres pelirrojos caían entre
sus manos.
Una prueba de que los negros no tienen sentido común, es que aprecian
más un collar de vidrio que de oro, me​tal que, en las naciones civilizadas,
tiene tan gran im​portancia.
Es imposible suponer que esas gentes sean hombres; porque, si
supusiéramos que son hombres, empezaría a creerse que nosotros mismos no
somos cristianos.
Hay espíritus pequeños que exageran demasiado la injusticia que se
hace a los africanos. Porque, si fuera tan grande como dicen, ¿no se les
habría ocurrido a los príncipes de Europa, que hacen entre sí tantas conven​‐
ciones inútiles, hacer una general en favor de la misericordia y de la
piedad? “ MONTESQUIEU, El espíritu de las leyes, 1748
IV. EL ESPIRITISMO DE ALLAN KARDEK
1. El Libro de los espíritus (1857)

El espiritismo es una doctrina filosófica que aparece en el siglo XIX de la


mano de Allan Kardec (3 de octubre de 1804 - 31 de marzo de 1869),
pseudónimo de Hippolyte Léon Denizard Rivail. Hizo sus primeros estudios
en Lyon y los completó en Yverdum (Suiza), en el Instituto del célebre
profesor Pestalozzi, conocido por ser uno de los más respetados centros de
enseñanza de toda Europa, y por donde pasaron famosos intelectuales de
aquella época. Se entregó a fondo a la lingüística y hablaba correctamente el
alemán, el inglés, el español y el holandés. De regreso a París fundó un
Instituto de Enseñanza. Publicó numerosos libros: Curso Práctico y Teórico
de Aritmética, según el Método de Pestalozzi, con Modificaciones (1824).
Plan propuesto para el mejoramiento de la instrucción pública (1828).
Gramática francesa clásica (1831). Manual de los exámenes para los
diplomas de capacidad (1846) Catecismo gramatical de la lengua francesa
(1848), entre otros. En 1854, con 50 años, oye hablar por primera vez del
fenómeno de las mesas giratorias. El 18 de abril de 1857 publica un libro que
marcará el inicio del espiritismo, El libro de los espíritus, hecho por el que
hoy en día es conocido. Sus investigaciones en el terreno del espiritismo le
llevaron a cambiarse el nombre de Hippolyte Leon al de Allan Kardec tras,
según afirmó él mismo, recordar una vida anterior en el que llevaba este
nombre. Fue él quien creó la palabra “espiritismo”, que etimológicamente
hablando significa: "Sistema para el estudio del espíritu" (Espirit:Espíritu,
Ismo:Sistema). Trata de la naturaleza, el origen y el porvenir de los espíritus,
así como de sus relaciones con el mundo corporal.
Los puntos fundamentales de esta creencia son: a) Dios existe; b) Tras la
muerte, el espíritu humano sobrevive y pasa a habitar una dimensión llamada
mundo espiritual; c) Aunque todas las personas poseen en mayor o menor
medida la posibilidad de entablar relación con los espíritus, algunas la poseen
en grado superior, como facultad lo que se ha venido a denominar
“mediumnidad”, que es la capacidad que les permite comunicarse con los
espíritus que habitan ese mundo; d) Los espíritus se reencarnan y vuelven a la
vida en la Tierra en un nuevo cuerpo a través de la gestación para continuar
con su progreso intelectual y moral; e) Existen otros mundos habitados en el
Universo, algunos de ellos más adelantados que el planeta Tierra; y,
finalmente, f) Las acciones buenas y malas en esta existencia tendrán
consecuencias en existencias futuras.

2. Precedentes del espiritismo


Desde épocas muy remotas la humanidad ha creído posible comunicarse con
los espíritus de los muertos. El chamán de los pueblos primitivos de África,
América, Europa, Asia y Oceanía afirmaba tener ese don. En la Grecia clásica
se daba por cierto que los difuntos habitaban en el Hades y era posible entrar
en contacto con ellos mediante ritos mágicos. En La Odisea de Homero, el
héroe llega al Hades y realiza un ritual según lo indicado por la hechicera
Circe. De este modo, Odiseo logra hablar con el espíritu de su madre y con los
de sus compañeros muertos en Troya. Tanto en Oriente como en Occidente las
religiones institucionalizadas y las creencias populares han reservado siempre
un lugar importante a los espíritus de los muertos, a los que se venera y rinde
culto con diversos rituales.
En la Edad Media se creyó que los espíritus regresaban en ocasiones al
mundo de los vivos, y se multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet,
el dramaturgo William Shakespeare presenta el fantasma del rey asesinado
demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición, que
provocaba temor reverencial, estaba registrada en muchos relatos anteriores a
la época de Shakespeare, pero no consta que hubiera una práctica propiamente
espiritista para lograr la comunicación con los muertos.

3. El espiritismo en el siglo XIX


El espiritismo comienza con los diálogos que Kardec afirma haber establecido
con lo que muchos investigadores en aquel tiempo creían que eran almas de
las personas difuntas. Como educador con sólida formación humanística, una
vez convencido del origen espiritual de los fenómenos que investigó, entre
1854 y 1856, Kardec buscó un modo de hacer de la supervivencia del alma
humana y la comunicación con ella algo útil para la humanidad, en los campos
ético y social. También pensó que las religiones no eran capaces de hacer
mejores a los hombres en un sentido moral, debido a su fracaso como
instituciones humanas. La ciencia, al mismo tiempo, había evolucionado y
alcanzado un gran prestigio. Ambos factores, contribuyeron en aumentar la
incredulidad en la espiritualidad humana en todos los niveles sociales de las
sociedades europeas. Kardec vio en ello una tendencia social no deseable a la
que habría que dar la vuelta por un nuevo paradigma que pudiese entender la
realidad. Sus características principales serían: a) La promoción del diálogo
entre las tres formas clásicas del conocimiento (científico, filosófico y
religioso) para poder alcanzar un conocimiento más amplio y profundo de
realidad; b) Este nuevo paradigma debería proporcionar el acceso al
conocimiento a todo el mundo, en vez del modo hermético que los
conocimientos filosóficos y científicos tenían en aquel tiempo; y, c) La
relación humana con lo Espiritual no necesitaría ninguna mediación
institucional. Una espiritualidad natural sería bastante y más apropiada para la
realización humana.
Esa propuesta derivó en la publicación en 1857 de El libro de los
espíritus. Este volumen supone el comienzo del movimiento espiritista
contemporáneo. En los años que siguen Kardec publicó numerosos libros,
como El Libro de los Mediums (1861), El Evangelio Según el Espiritismo
(1864), El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo
(1865) y Génesis, los Milagros y las Profecías según el Espiritismo (1868).
En 1858 fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869, año de
su muerte.
Muchas personas formadas de Europa y los Estados Unidos fueron
abrazando el espiritismo como una explicación lógica de la realidad,
incluyendo temas relacionados con la trascendencia, como Dios y vida futura.
Miles de sociedades espiritistas fueron creadas en ambos continentes, y los
principios espiritistas fueron tan diseminados que, en algunos países como
España, la disciplina Espiritismo fue candidata a integrar los programas
normales de Segunda Enseñanza y de las facultades de Filosofía y Letras y de
Ciencias. Sin embargo, con la ascensión de regímenes totalitarios en muchas
naciones europeas, hubo una fuerte represión en todo el continente al
espiritismo y muchos otros movimientos filosóficos, sociales y políticos. Las
Guerras Mundiales, en la primera mitad del siglo XX fueron el golpe final
para el movimiento espiritista en la mayor parte de Europa.
4. El espiritismo en los siglos XX y XXI
El espiritismo hoy en día, además de ser considerado una superstición por la
ciencia y un juego para muchas personas, constituye una doctrina y filosofía de
vida seguida por millones de personas en el mundo, siendo Brasil el país
donde tiene mayor aceptación. Los principios de este espiritismo más
religioso se basan en las enseñanzas obtenidas en la comunicación con
espíritus supuestamente más evolucionados moralmente o con mayor "campo
de visión" por no poseer la envoltura corporal. Según los testimonios de los
practicantes de estas comunicaciones con los espíritus, estas pueden
producirse mediante el código de golpes en una mesa; a través de la voz o la
escritura de un médium; mediante la transcomunicación instrumental a través
del uso de aparatos electrónicos multimedia como cámaras, radios, televisión,
etc. o, finalmente, directamente con los espíritus que se presentan como
apariciones o visiones.
En los últimos tiempos, la comunicación con los espíritus se realiza en
su totalidad mediante el servicio y dedicación de los médium a esta tarea. Por
el contrario de las creencias populares en muchas regiones, las secciones
espiritas o reuniones se organizan en un ámbito normal donde no se ve ningún
tipo de "brujería". La comunicación de los espíritus a través de los mediums,
entre otras, puede ser: a) escrita, comunicándose el espíritu a través de la
mano del medium; b) parlante, a través de la voz del médium; o c) vidente,
donde el espíritu inspira imágenes y situaciones a la mente del medium.
La identificación del espiritismo como creencia religiosa crea una gran
controversia dentro del propio movimiento espiritista; mientras unos lo
consideran religión, otros reclaman para él la consideración de ciencia. Es por
esto que Kardec intento unificar los tres campos de conocimiento: la religión
para la fe, la ciencia para la comprobación, y la filosofía para abrir nuevos
campos de pensamiento. La mayoría de las escuelas o movimientos
espiritistas de Occidente se consideran cristianas, aunque la Iglesia Católica
ha rechazado el espiritismo, colocándolo en la categoría de las prácticas de
"adivinación y magia".

5. ¿Qué es y que revela la doctrina espiritista?


Es el conjunto de principios y leyes, revelados por los Espíritus Superiores,
contenidos en las obras de Allan Kardec, que constituyen la Codificación
Espírita:
1. El espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, el origen y destino
de los espíritus, así como de sus relaciones con el mundo corporal.
2. El espiritismo realiza lo que Jesús dijo del Consolador prometido:
conocimiento de las cosas, que hace que el hombre sepa de dónde viene, a
dónde va y por qué está en la Tierra; recuerda los verdaderos principios de la
ley de Dios y consuela por la fe y la esperanza.
3. Revela los conceptos nuevos y más profundos en relación a Dios, al
Universo, al Hombre, a los Espíritus y a las Leyes que rigen la vida.
4. Revela además, lo qué somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos, cuál
es el objetivo de nuestra existencia y cuál es la razón del dolor y del
sufrimiento.

6. Alcance del espiritismo y enseñanzas fundamentales


Trayendo conceptos nuevos acerca del hombre y todo lo que lo rodea, el
Espiritismo abarca todas las áreas del conocimiento, de las actividades y del
comportamiento humanos, abriendo una nueva era para la regeneración de la
Humanidad.
Puede y debe ser estudiado, analizado y practicado en todos los
aspectos fundamentales de la vida, tales como: científico, filosófico, religioso,
ético, moral, educacional y social.
Enseñanzas fundamentales:
1. Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas. Es
eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y
bueno.
2. El Universo es creación de Dios. Abarca todos los seres racionales e
irracionales, animados e inanimados, materiales e inmateriales.
3. Más allá del mundo corporal, morada de los Espíritus encarnados, que son
los hombres, existe el mundo espiritual, morada de los Espíritus no
encarnados.
4. En el Universo hay otros mundos habitados por seres de diferentes grados
evolutivos: iguales, más evolucionados y menos evolucionados que los
hombres.
5. Todas las leyes de la Naturaleza son leyes divinas, puesto que Dios es su
autor. Abarcan tanto las leyes físicas como las leyes morales.
6. El hombre es un Espíritu encarnado en un cuerpo material. El periespíritu es
el cuerpo semimaterial que une el Espíritu al cuerpo material.
7. Los Espíritus son los seres inteligentes de la creación. Constituyen el mundo
de los Espíritus, que preexiste y sobrevive a todo.
8. Los Espíritus son creados simples e ignorantes. Evolucionan, intelectual y
moralmente, pasando de un orden inferior a otro más elevado hasta alcanzar la
perfección, cuando gozan de inalterable felicidad.
9. Los Espíritus mantienen su individualidad, antes, durante y después de cada
encarnación.
10. Los Espíritus se reencarnan tantas veces como fueren necesarias para su
propio perfeccionamiento.
11. Los Espíritus evolucionan siempre. En sus múltiples existencias
corporales pueden estacionarse, pero nunca retroceden. La rapidez de su
progreso intelectual y moral, depende de los esfuerzos que hagan para llegar a
la perfección.
12. Los Espíritus pertenecen a diferentes órdenes, conforme con el grado de
perfección que hayan alcanzado: Espíritus Puros, que han llegado a la máxima
perfección; Espíritus Buenos, en los cuales predomina el deseo del bien;
Espíritus Imperfectos, caracterizados por la ignorancia, el deseo del mal y las
pasiones inferiores.
13. Las relaciones de los Espíritus con los hombres son constantes, y han
existido siempre. Los Espíritus buenos nos inducen al bien, nos sustentan en
las pruebas de la vida y nos ayudan a soportarlas con coraje y resignación.
Los imperfectos nos inducen al error.
14. Jesús es el guía y modelo para toda la Humanidad. Y la Doctrina que
enseñó y ejemplificó es la expresión más pura de la Ley de Dios.
15. La moral de Cristo, contenida en el Evangelio, constituye el derrotero para
la evolución segura de todos los hombres, y su práctica es la solución para
todos los problemas humanos y el objetivo hacia el cual debe dirigirse la
Humanidad.
16. El hombre tiene el libre albedrío para obrar, pero es el responsable por
las consecuencias de sus acciones.
17. La vida futura reserva a los hombres penas y gozos compatibles con su
proceder, según se ha sido respetuoso o no con la Ley de Dios.
18. La oración es un acto de adoración a Dios. Está en la ley natural y es el
resultado de un sentimiento innato en el hombre, tanto como es innata la idea
de la existencia del Creador.
19. La oración mejora al hombre. Aquel que ora con fervor y confianza es más
fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía a los buenos Espíritus
para que le asistan. La oración es un auxilio que se escucha cuando se pide
con sinceridad.

7. La práctica espírita
Toda práctica espírita es gratuita, según la orientación del principio moral del
Evangelio: "Dad gratis lo que habéis recibido gratis”.
La práctica espírita es realizada con sencillez, sin ninguna clase de culto
exterior, dentro del principio cristiano que Dios debe ser adorado en espíritu y
verdad.
El Espiritismo no tiene sacerdotes y no adopta ni usa en sus reuniones
como tampoco en sus prácticas: altares, imágenes, andas, velas, procesiones,
sacramentos, concesiones de indulgencia, vestiduras, bebidas alcohólicas o
alucinógenas, incienso, tabaco, talismanes, amuletos, horóscopos,
cartomancia, pirámides, cristales o cualesquiera otros objetos, rituales o
formas de culto exterior.
El Espiritismo no impone sus principios. Invita a quienes están
interesados en conocerlo, a que sometan sus enseñanzas al tamiz de la razón
antes de aceptarlas.
La mediumnidad, que hace posible la comunicación entre los Espíritus y
los hombres, es una facultad que muchas personas traen consigo al nacer,
independientemente de la religión o de la directriz doctrinaria de vida que
adopten.
Práctica mediúmnica espírita sólo es la ejercida en base a los principios
de la Doctrina Espírita y dentro de la moral cristiana.
El Espiritismo respeta todas las religiones y doctrinas, valora todos los
esfuerzos para la práctica del bien y trabaja en favor de la hermandad y la paz
entre todos los pueblos y todos los hombres, independientemente de su raza,
color, nacionalidad, creencia, nivel cultural o social. Reconoce además que
"el verdadero hombre de bien es el que cumple la ley de justicia, amor y
caridad en su mayor pureza".

8. Implicaciones morales del Espiritismo


Cuando Allan Kardec preguntó a los Espíritus Superiores ¨¿Cuál es el tipo
más perfecto que Dios ha ofrecido al hombre para que le sirva de guía y
modelo?¨ ellos respondieron “Contemplad a Jesús”. Esta es la razón por la
cual los espiritistas consideran a Jesucristo como guía y modelo para la
humanidad, y es también la razón por la cual muchos espiritistas se consideran
cristianos seguidores de las enseñanzas de Jesucristo. Entre las
enseñanzas de Jesucristo que los espiritistas se esfuerzan por seguir se
destacan el amor a Dios y el amor al prójimo como a nosotros mismos (Mr 12,
30-31) el perdón a nuestros enemigos (Mt 5, 43-44), el mandamiento de amor
y hermandad (Jn 15, 12) y la Regla de Oro: "Tratad a los demás tal y como
queréis que ellos os traten” (Mt 7, 12).
Consecuentemente el Espiritismo hace énfasis en la importancia del
servicio caritativo y coloca la misión de hacer la caridad por encima de
cualquier creencia o dogma religioso o filosófico. La caridad o servicio
caritativo es para los espiritistas la vía principal para elevar el nivel de
nuestras vibraciones espirituales mientras habitamos el planeta tierra.

9. El espiritismo en el Brasil
El espiritismo logró ser divulgado prácticamente en toda Europa en el siglo
XIX. Llegó a Brasil en 1865. Actualmente es el país que reúne el mayor
número de espiritas en todo el mundo. La Federación Espírita Brasileña,
entidad de ámbito nacional del Movimiento Espírita, asocia aproximadamente
diez mil Instituciones Espíritas, distribuidas por todas las regiones del País.
Actualmente hay 2.300.000 espíritas, según el censo realizado en el año 2000
por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística IBGE. Según los datos
del mismo censo, los espíritas son el tercer grupo religioso mayor del país y el
segmento social que tiene mayor renta y nivel de escolaridad. Los espíritas
tienen su imagen fuertemente asociada a la práctica del bien y de la caridad.
Ellos sostienen asilos, orfanatos, escuelas para personas carentes y otras
instituciones de asistencia y promoción social, en todos los estados
brasileños.
Allan Kardec, el codificador del Espiritismo es una personalidad
bastante conocida y respetada en el Brasil. Sus libros ya se han vendido en
más de 20 millones de ejemplares en todo el País. Si fuesen contabilizados los
demás libros espíritas, el mercado editorial brasileño espírita sobrepasa 4000
títulos ya editados y más de 100 millones de ejemplares vendidos. Otra figura
importante es Chico Xavier (1910-2002), reconocido por los espíritas como
un gran Medium y divulgador del Espiritismo en el Brasil y en el mundo;
además de haber sido incluido en el Libro Gines de Record por poseer en su
currículo mayor cantidad de libros escritos.

10. Valoración del espiritismo


Práctica oculta por la que se evoca o trata con espíritus. El ocultismo es la
teoría y práctica de invocar a poderes sobrehumanos fuera del reino de Dios,
para obtener resultados que van más allá de la capacidad de la mera
naturaleza. Entre las prácticas ocultas se encuentran el satanismo, el
fetichismo, las magias blanca y negra, el espiritismo, la teosofía, la
adivinación, la brujería, la mal llamada "metafísica" y muchas más. El
ocultismo es una seria ofensa a Dios ya que busca un interés fuera de la
voluntad divina. El ocultismo es muy diferente al recurso que el cristiano hace
a los santos y a los ángeles buenos. Estos son súbditos del Reino de Dios y
solamente buscan acercarnos a Dios. Jamás nos ofrecen un favor que no sea la
voluntad de Dios. No son, por tanto, una alternativa a Dios como es el caso
del ocultismo, sino al contrario, le sirven y obedecen y buscan que también
nosotros lo hagamos.
La creencia de que los hombres tienen la facultad de establecer contacto
directo con los espíritus, es una forma de adivinación o predicción de cosas
futuras sin recurso a Dios. Se pretende desvelar lo que sólo Dios puede
conocer. El ser humano llevado por la soberbia, quiere tenerlo todo bajo su
control sin tener que poner su confianza en Dios. Es por eso que busca
conocimiento ilícito por caminos que están fuera de la revelación divina y
fuera de los medios naturales que son lícitos. Va así en búsqueda de la
adivinación, utilizando métodos como la evocación de muertos, la consulta de
horóscopos, el recurso a los "médium", cartas de tarot, la ouija o juego de la
copa, y otras prácticas. “La actitud cristiana justa consiste en entregarse con
confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en
abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Sin embargo, la
imprevisión puede constituir una falta de responsabilidad" [18]
¿Podemos, pues, recurrir a los santos? Los santos son nuestros grandes
amigos y ciertamente nos ayudan desde el cielo. Ellos se pueden comunicar
con nosotros según Dios les permita. Pero no está permitida la adivinación. En
la adivinación se consulta con un médium esperando por medio de esta
persona respuestas a nuestras preguntas. Aunque se identifiquen como
cristianos y digan cosas muy piadosas, la obra de los adivinos no es de Dios.
¿Nos pueden visitar los difuntos? Dios puede disponer que un ser
difunto se comunique con nosotros. Dios puede permitir, en su inmensa
Bondad y Misericordia, que algunos difuntos purgantes recurran a sus
hermanos de la Iglesia Militante. No lo hacen para satisfacer alguna
curiosidad nuestra sino para pedir auxilios, sufragios y oraciones. Nosotros en
la tierra no podemos evocar esas visitas. Si ocurren las respetamos y
respondemos para ayudarles con las oraciones, especialmente orando en la
celebración de la Eucaristía. Por lo general, los difuntos bienaventurados han
visitado a personas piadosas o en camino a la santidad. Entre las personas que
han recibido visitas de las Benditas Almas: Santa Gemma Galgani, el Papa
San Gregorio Magno, Santa Brígida de Suecia, Santa Catalina de Génova,
Santa Faustina, Sta. Margarita María, y otros. ¡No se puede negar el testimonio
de tantos santos reconocidos por la Iglesia! La Santa Iglesia no exige creer en
Revelaciones Privadas. Estas no añaden ninguna nueva verdad a la fe. En la
comunión de los santos «existe entre los fieles, tanto entre quienes ya son
bienaventurados, como entre los que expían en el purgatorio o los que
peregrinan todavía en la tierra, un constante vínculo de amor y un
abundante intercambio de todos los bienes» (Pablo VI). Si una visita
particular de un difunto ocurrió o no, no es materia de fe ni cambia nuestra fe.
No sólo veneramos el recuerdo de los del cielo como modelos nuestros,
sino, sobre todo, para que la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se vea
forzada por la práctica del amor fraterno. Nuestra oración por ellos puede no
solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor.
"La unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que
durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe. Más aún,
según la constante fe de la Iglesia, se refuerza con la comunicación de los
bienes espirituales"[19]
La intercesión de los santos: "Por el hecho de que los del cielo están
más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la
Iglesia en la santidad...no dejan de interceder por nosotros ante el Padre.
Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo
Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna ayuda,
pues, mucho a nuestra debilidad"[20]
La comunión con los difuntos en la única familia de Dios: "La Iglesia
peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el Cuerpo
místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo honró con
gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció por ellos
oraciones `pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para
que se vean libres de sus pecados' (2 M 12, 45)"[21]
Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles sino también
hacer eficaz su intercesión en nuestro favor. "Todos los hijos de Dios y
miembros de una misma familia en Cristo, al unirnos en el amor mutuo y en
la misma alabanza a la Santísima Trinidad, estamos respondiendo a la
íntima vocación de la Iglesia"
El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas.
Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El espiritismo
moderno está influenciado por Allan Kardec quien seguía el "nuevo
evangelio" o el evangelio del espiritismo y fue acogido entusiásticamente por
la masonería francesa. En 1917, el Santo Oficio emitió una condena absoluta
contra la evocación de espíritus, contra el hipnotismo y toda clase de
manifestaciones espiritistas.

TEXTO PARA COMENTARIO IV:


“COMO REALIZAR UNA SESIÓN DE
ESPIRITISMO”
“Hay que tener en cuenta, antes de comenzar nuestra andadura por esta
desconocida forma de vida, que los espíritus son seres sensibles y en fun​‐
ción del trato que tengamos con ellos lograremos uno u otro resultado. La
burla, el desánimo, la incredulidad y no saber cómo realizar las se​siones,
nos conducirá no solamente al fracaso sino a consecuencias graves la
mayoría de las veces.
Un espíritu burlado puede convertirse en un enemigo terrible aunque no
lo manifieste de una manera directa. Tampoco debemos olvidar que la
misma dificultad que tenemos nosotros para comunicarnos con ellos la
tienen también los espíritus, pero una vez que logramos el contacto los
resultados siempre son interesantes, salvo que nuestra actitud haya sido
negligente o burlona. Las voces, los ruidos, las apariciones y hasta la mala
suerte continuada, sería la explicación racional de que un espíritu indignado
se manifiesta entre nosotros. Para que todo esto cese o nunca llegue a
ocurrir, se impone por tanto realizar una nueva sesión seria y con expertos,
con el fin de comunicarnos con la entidad causante de los problemas y
pedirle las disculpas que sean pre​ceptivas.
Otra aplicación, quizás la más entrañable de todas, sería la de poder
comunicar con nuestros seres queridos ya fallecidos. En estas circunstan​cias
hay que diferenciar el hecho de que las sesiones se celebren en la ca​sa del
fallecido o en otro lugar, ya que los resultados serán distintos. En el
supuesto de que la llamada a algún difunto podamos hacerla en la mis​ma
habitación donde dormía o cerca del sofá donde solía descansar, el contacto
podrá lograrse incluso en la primera sesión ya que la entidad seguramente
no habrá abandonado el lugar que le era familiar.
Lo importante es que el fallecimiento haya ocurrido hace poco tiempo,
ya que posteriormente los espíritus se integran en otro orden de vida y se
despegan bastante de sus anteriores compañeros. Incluso pretender es​‐
tablecer contacto con algún familiar con el cual nuestra vida no haya sido
muy armónica puede provocar su rechazo, ya que le estamos obligando a
volver a vivir aquello que le hizo sufrir y esto es algo que a nadie, espíritu o
ser vivo, le agrada. Si a pesar de esto insistimos en ello, hay que dejarle
notar desde los primeros intentos que no pretendemos molestarle, sino to​do
lo contrario, pedirle perdón por nuestros errores anteriores. Si no lo
hacemos así, un espíritu perjudicado de nuevo puede convertirse en al​guien
peligroso. Otra aplicación más factible para una sesión de
espiritismo sería poder curar enferme​dades, y en esto nos podemos basar en
las experiencias de otras entidades que estén a su alrededor. Lo que ocurre
es que en función de la fuente de procedencia –nos referimos al espíritu
consultado- así serán las terapias a aplicar y puede ocurrir que para un
dolor de muelas nos reco​miende masticar esencia de clavo, tomar un
antibiótico o coger una pe​lota con los dedos de los pies. Cualquiera de estos
remedios podrá ser efectivo y nunca hay que tomárselos a broma, salvo en
caso de auténticas barbaridades y que pueden ser indicativas de que nos
encontramos ante un espíritu burlón o despis​tado.
No olvidemos tampoco que el espíritu necesita educarse y culturi​zarse,
y si a nosotros nos hace falta experiencia para realizar buenas sesiones a él
también; por eso, cuando la ayuda que le solicitamos sea im​portante,
debemos utilizar a una entidad adulta, nunca a un novato”. (Texto extraido
de una web espiritista)
Una aplicación más razonable de estas sesiones es pedir al espí​ritu la
solución de algún problema matemático y sobre todo físico, ya que en estos
casos solamente deberán utilizar la lógica, algo de lo que están sobrados.
Preguntándoles adecuadamente, y durante varias sesiones, po​dremos
encontrar el fallo que perjudica el buen funcionamiento de nues​tra lavadora
o automóvil, por poner un ejemplo.
También podremos pedirle ayuda para perfeccionar un invento, lo mis​mo
que nos ayudará a encontrar algún objeto perdido, siempre y cuando esté
bajo su zona de influencia. Si no es así, le pediremos que nos ponga en
contacto con otra entidad que conozca el lugar.
Lo que ninguna entidad hará es provocar daño a alguna persona que
odiemos, puesto que su sentido del honor es muy grande y hasta es posible
que se vuelva contra nosotros de manera airada si insistimos. Lo que sí
puede indicarnos es la actitud que debemos adoptar con esa persona odiada
y quizá también nos pueda descubrir sus puntos débiles.
SEGUNDA PARTE:
LAS RELIGIONES
SINCRÉTICAS Y POPULARES
DE AMÉRICA LATINA
Y EL CARIBE
V. LAS CREENCIAS AMERICANAS ANTES
DE LOS DESCUBRIMIENTOS
1. La América precolombina

En inmensas regiones del centro y este de Asia, en el período que va entre


70.000 al 60.000 a.C., se produjo una profunda transformación climática, que
modificó radicalmente las condiciones de vida: se desecaron y volvieron
áridos vastísimos territorios. Las grandes manadas de mamuts, de bisontes
gigantes, de camellos, que extraían su sustento de ese suelo, iniciaron un
largísimo éxodo en busca de nuevos pastizales. Emigraron hacia Oriente,
seguidos por las tribus de cazadores que se alimentaban de su carne. Un año
tras otro, generación tras generación, recorrieron íntegramente Siberia.
En aquellos tiempos, período final de la última glaciación, el nivel de
los océanos era varias decenas de metros inferior al actual debido a las
enormes cantidades de agua que se habían convertido en hielo. Entre el
extremo de Asia y Alaska, hoy separadas por el estrecho de Bering, afloraba
una estrecha franja de tierra que unía a ambos continentes. Las manadas
pasaron por esta plataforma, así como las tribus que marchaban tras ellas. De
esta manera se pobló el continente americano[22].
Las poblaciones llegadas al Nuevo Mundo siguieron tres direcciones: la
costa septentrional de Alaska, las grandes praderas al este de las Montañas
Rocosas y el litoral del océano pacífico. En los diversos lugares donde se
asentaron surgieron diferentes formas de vida, cultura y civilización. La
primera región en poblarse fue la ártica gracias a las tribus siberianas que
encontraron allí condiciones climáticas semejantes a las de la tierra de origen,
adaptándose con facilidad. Son los antepasados directos de los actuales
esquimales. Las tribus de cazadores que desde Alaska descendieron hacia el
sur, bordearon las faldas de las Montañas Rocosas o el océano, se
diseminaron por las praderas de los actuales Estados Unidos, poblando el
continente hasta el extremo meridional. Pero fue en América Central y del Sur
donde las técnicas agrícolas llevaron a la formación y desarrollo de las
grandes civilizaciones precolombinas.
El conjunto cultural que llamamos “mesoamericano” engloba un gran
número de civilizaciones distintas. En gran parte de Centroamérica se
desarrollaron culturas superiores con religiones politeístas. En ambas zonas
florecieron sin embargo dos niveles de religión. El pueblo llano tenía sus
santuarios locales en los que hacía sus ofrendas. Pero existían también
religiones oficiales con sus templos y sus doctrinas sistemáticas. Lo que
conocemos de estas religiones proviene de la arqueología, de documentos
indígenas contemporáneos y de los relatos de los conquistadores españoles. El
proceso se inició en el curso del segundo milenio a.C. en los altiplanos de
México meridional, a lo largo de las costas del golfo que lleva su nombre, en
la península de Yucatán y en la franja central e la región andina. En estas
áreas, los poblados de los agricultores primitivos se transformaron
progresivamente en grandiosos centros ceremoniales donde sociedades
complejas, articuladas en clases, celebraban complicados ritos en honor a
muchos panteones de divinidades. Los centros ceremoniales se convirtieron
gradualmente en conglomerados de vastos imperios, cuyo poderío y riqueza
hallaron expresión en el desarrollo de una arquitectura monumental, típica de
estos pueblos y en una extraordinaria y amplísima producción artística[23].
En América Central los olmecas, el pueblo del país del caucho,
constituyó el sustrato de la cultura madre en la que se alimentaron los demás
pueblos, durante el primer milenio a.C. Instalados a lo largo e las costas del
golfo de México, desarrollaron una cultura que desde los grandes centros
ceremoniales de La Venta Tres Zapotes irradió hacia Costa Rica. La sociedad
se ordenó según una rígida jerarquía y era conducida por los jefes religiosos,
que constituían la aristocracia intelectual. Fueron los olmecas quienes
elaboraron las primeras formas del cómputo del tiempo, los primeros
ejemplos de escritura jeroglífica y las primeras expresiones de arte
monumental. De ellos arranca y recibe impulso la civilización maya, que en
ese mismo período desarrolla sus primeras manifestaciones en la península de
Yucatán, mientras que en las altiplanicies del sur de México y bordeando las
costas limítrofes del Pacífico se iban sucediendo las civilizaciones de los
zapotecas, los mixtecas y los belicosos toltecas, antecesores de los aztecas.
La cultura maya es sin duda la más rica de la América precolombina.
Sus integrantes supieron aprovechar los frutos de la herencia olmeca: Durante
los primeros siglos de la era cristiana, inventaron un complejo sistema de
escritura jeroglífica y destacaron por un avanzado conocimiento de las
matemáticas que les permitió construir magníficos palacios y templos de
piedra. El gran talento que llegaron a demostrar como ceramistas y pintores
permite equipararlos en maestría con los grandes artistas de la Grecia clásica.
En América central, en su franja septentrional y en particular en la
región de Gran Nicoya, situada a caballo entre Nicaragua y Costa Rica,
experimentó la fuerte influencia mesoamericana, lo que explica la
extraordinaria riqueza de la cerámica policromada encontrada hasta Panamá.
Esta última zona, en cambio, orientó preferentemente sus miras hacia
Colombia en el plano cultural y produjo abundantes joyas y adornos en oro.
Por el contrario, las esculturas realizadas en piedra se distribuyen
uniformemente por la totalidad del territorio, destacando los denominados
“metales”, piedras para la molienda, los asientos o las estatuas que con gran
frecuencia adquieren gran tamaño.
En el área andina la cultura del Chavín es el equivalente a la de los
olmecas en cuanto a su importancia e influencia en otras culturas.
Posteriormente la cultura moche al norte y nazca al sur sobresalieron por sus
realizaciones en la cerámica. Los Incas tuvieron una arquitectura monumental
y un desarrollo urbanístico extraordinarios. A la orfebrería y la cerámica se le
une, en el área andina, un tejido de cualidad inigualable.
Los ceramistas del bajo Amazonas, especialmente los de la isla de
Morajó, decoraban enormes vasos que eran utilizados para albergar los
huesos de los antepasados. El modelado está reforzado por la pintura en
motivos abstractos de gran originalidad.

2. La historia documentada de las islas del Caribe


Tenemos documentación de las islas del caribe a partir de la llegada de
Cristóbal Colón en 1492. Nuestro conocimiento de los pueblos nativos que
poblaron las islas con anterioridad se deriva en gran medida de lo escrito por
los españoles. Los amerindios que Colón se encontró en las Antillas Mayores
no tenían ningún nombre tribal general, se organizaban en una serie de
poblados locales, y cada uno de ellos tenía su propio nombre tribal. El nombre
que ahora se utiliza, araucos, no se utilizaba en aquel momento. El término
arauco lo utilizaban los indios de las Guayanas, un grupo de ellos se había
asentado en la isla de Trinidad, sin embargo, este territorio no fue explorado
hasta casi un siglo después. El uso del término genérico, arauco, para
describir a los indios que Colón encontró, surge de las similitudes lingüísticas
con los araucos que vivían en territorio continental. Por lo tanto, se puede
afirmar que se dieron movimientos migratorios muchos siglos antes de la
llegada de Colón, pero los dos grupos no tenían ningún contacto en aquel
momento.
Los primeros habitantes conocidos de la región, los siboneys, migraron
de Florida y se instalaron en las Bahamas y en las islas más grandes. La
mayor parte de sus muestras arqueológicas se encontraron cerca de la costa,
junto a bahías o arroyos, en los que vivían en pequeños grupos. El
asentamiento más grande descubierto hasta la fecha es de 100 pobladores en
Cuba. Eran cazadores y recolectores, comían pescado y otros animales
marinos, pequeños roedores, iguanas, serpientes y pájaros. Recolectaban
raíces y frutas salvajes, como la guayaba, la guanábana y el mamey, pero no
cultivaban plantas. Trabajaban con herramientas primitivas hechas de piedra,
conchas, huesos o madera que utilizaban para golpear, picar o raspar, pero no
conocían la alfarería. Los siboneys fueron finalmente absorbidos por el
avance de los taínos que provenían del sur, estos últimos habían realizado
mayores avances tecnológicos en la agricultura y las artes y oficios.
Antes de los taínos, que provenían de América del Sur, las islas del
Caribe habían sido habitadas por los araucos, tribus arcaicas procedentes de
América del Norte. Estas tribus norteñas podrían haber llegado desde
América del Norte alrededor del 40 d.C. Una segunda oleada de araucos,
proveniente del valle del Orinoco, llego sobre el año 370 d.C. Entre los siglos
VIII y XI, se desarrolló el periodo cultural conocido como “pretaíno”. Los
taínos surgirían más tarde, sobre el siglo XIII, fundamentalmente en Puerto
Rico. La tercera oleada fue la de los caribes, que también llegaron desde
América del Sur alrededor de 1400. Se expandieron desde la isla de Tobago y
Vieques y se enfrentaron a los taínos en su ímpetu por desplazarse al norte,
todo ello sobre 1493, año en que los españoles ya surcaban el Caribe. Colón
los describió con una tribu agresiva que realizaba sacrificios y que muchas
veces se comía a los prisioneros que capturaban en las batallas. De esta tribu
es de donde toma el nombre el mar Caribe y de dónde se deriva la palabra
"caníbal". En esa época el actual Puerto Rico, estaba poblado por entre
70.000 y 100.000 nativos.
Fueron los indios taínos de las Bahamas y las Antillas Mayores los
primeros hombres del Nuevo Mundo en entrar en contacto con los europeos.
Fue en las Antillas donde los españoles forjaron su concepción del aborigen
americano y descubrieron plantas que habrían de contribuir a transformar la
economía agrícola del Viejo Mundo y enriquecer la farmacopea[24] de la
época. El uso por los europeos del tabaco y de la goma, así como el de la
hamaca, que muy pronto se adoptaría a las facilidades de la navegación
europea, fueron también resultado del trascendental encuentro. Y, fue, por
último, adoptando vocablos taínos que inició el castellano el proceso de
enriquecimiento lingüístico que habría de prolongarse en su ulterior contacto
con otras lenguas americanas. El encuentro entre españoles e indígenas fue
también decisivo para la sociedad taína que, muy pronto, ante el impacto de la
conquista y sus consecuencias, se desintegró entes de que hubiera terminado el
siglo XVI.

3. La sociedad taína resultado de antiguas migraciones


de indios aruacos
En el siglo X de nuestra era habían logrado un florecimiento cultural gracias al
desarrollo de una economía basada en el cultivo de la yuca y el maíz. Desde
Puerto Rico que era su frontera oriental, defendían los indios taínos su
hegemonía en las Antillas Mayores frente a la invasión de los indios caribes,
que desde las costas suramericanas habían invadido las Antillas Menores y,
habiendo ya conquistado las Islas Vírgenes, desde allí realizaban incursiones
para atacar y saquear las Antillas Mayores, Cuba, Puerto Rico y La Española
donde vivían los taínos y las Bahamas.
Los taínos estaban divididos en tres clases sociales: los "naborias", o
trabajadores, los "nitaínos", jefes y nobles, y los "bohiques", sacerdotes y
chamanes. El cacique o "guare" era el jefe de un "yucayeque", o población.
Todos los caciques rendían tributo a un jefe supremo que en los años del
descubrimiento residía en el suroeste de la isla. Y se llamaba Agüeybana. La
piel de los taínos era bronceada, de estatura mediana y pelo negro, lacio y
grueso. Tenían ojos grandes, oscuros y ligeramente rasgados. Los hombres y
las mujeres solteras iban desnudas, mientras que las mujeres casadas vestían
un faldón de algodón llamada "nagua".
Los taínos eran sedentarios y vivían en grupos. La plaza central del
yucayeque era llamada el "batey" y en ella se celebraban los juegos de pelota
y los bailes. La casa del cacique, estaba situada en la plaza, con las demás
casa alrededor. Los muebles no eran muy abundantes: hamacas, el trono del
jefe, y las camas de caña. Los taínos pescaban y cazaban, pero su ocupación
principal era la agricultura. En las cercanías de sus poblados cultivaban
plantaciones llamadas "conucos". En ellas sembraban yuca, aje (batata),
mahisi (maíz), maní, tabaco, yayama (piña). El algodón era también abundante.
A partir de la yuca cocinaban un pan llamado casabe y mediante su
fermentación obtenían una embriagadora bebida, el uicú. Los principales
entretenimientos de los taínos eran el baile, la música y los juegos de pelota.
Los juegos de pelota se celebraban en los grandes centros ceremoniales
flanqueados de monolitos.
El centro de la cultura taína se encontraba, al momento de la conquista
europea en Puerto Rico, casi toda la Española, especialmente la región
oriental y en el extremo este de Cuba. Gran parte de Cuba, Jamaica y las
Bahamas eran áreas marginales. Para esta fecha la sociedad taína había
alcanzado su pleno apogeo que se manifestaba es sus instituciones políticas y
mágico-religiosas, como eran el cacicazgo, el cemiísmo, la existencia de
complejos centros ceremoniales, el juego con pelota de goma y el ritual de la
cojoba, mediante el cual se comunicaban con sus dioses y espíritus tutelares. A
este complejo de instituciones políticas, con su sociedad jerarquizada y las
creencias mágico-religiosas que regían su vida, se debió el surgimiento de una
rica expresión artística cuya principal manifestación fue el arte escultórico.
En el año 1492, los taínos habitaban todas las grandes islas del Caribe,
pero en Puerto Rico fueron invadidos por los caribes que habían avanzado
hacia el norte a través de las Antillas Menores, robando sus mujeres y
esclavizando o matando a los hombres. Los caribes también provenían de
América del Sur, de la zona del delta del Orinoco. En su migración hacia el
norte, a través de las islas del Caribe, se mostraron como valientes guerreros y
sus asaltos a los asentamientos araucos-taínos fueron muy violentos. La
mayoría de sus mujeres eran prisioneras taínas y eran las encargadas de
cultivar la tierra y realizar las tareas domésticas. La poligamia era común,
dado el gran número de mujeres que conseguían durante sus invasiones, y la
influencia de la mujer taína en la cultura caribe fue muy fuerte.
A pesar de los rumores sobre el canibalismo de los caribes lanzados por
Colón, parece que no hay evidencias directas de esta práctica, aunque los
españoles lo tomaron de forma lo suficientemente seria para utilizarlo como
excusa para tomar a los caribes como esclavos. Después de varios encuentros
poco afortunados, los colonizadores dejaron tranquilos a los caribes durante
muchos años. Por otro lado, los taínes rápidamente desaparecieron por culpa
de enfermedades, ensañamientos contra ellos y asesinatos. Los españoles
exigieron tributos y forzaron a los indígenas a trabajar, mientras que sus
cabezas de ganado y sus cerdos destruían los campos y desmontes realizados
por los indios. Los españoles trataron con dureza a la población indígena,
obligándola a trabajar en la minería, la agricultura y la construcción. No
supieron respetar los derechos de la raza propietaria de las tierras
descubiertas que con tanta cordialidad los había recibido. A pesar de su
rebelión final contra los españoles, la desaparición de los taínos fue rápida y
total[25]. Poco acostumbrados a las condiciones de trabajo impuestas y
expuestos por primera vez a enfermedades europeas contra las que no tenían
defensas, la población taína se vio rápidamente diezmada. Para finales del
siglo XVI, la población indígena había desaparecido como grupo étnico, si
bien gracias al profuso mestizaje con las poblaciones española y africana, los
taínos se convirtieron en parte integrante del legado racial de la isla.

4. Creencias, ritos y ceremonias taínas


Los araucos tenían tres deidades principales, de las cuales aparecen
evidencias en esculturas hechas en piedra y en conchas en la mayoría de las
Antillas Menores y en las Antillas Mayores más pobladas, aunque la
importancia de cada una variaba dependiendo de la isla. El principal Dios era
Yocahú, yoca que significaba casabe[26] y hú que significaba “el que da”. Se
cree que los indios asociaban el poder de esta deidad para dar casabe con el
misterio de los volcanes, porque las tallas aparecidas tenían forma cónica. El
culto a Yocahú fue eliminado de las Antillas Menores por los caribes, y en las
Antillas Mayores por los españoles, pero se cree que existía desde alrededor
del año 200 d.C.
La principal diosa era la diosa de la fertilidad, que a menudo se
denominaba Atabeyra, pero se cree que tuvo diferentes nombres relacionados
con otros papeles que le eran atribuidos como los de diosa de la luna, madre
del mar, las mareas y las aguas, y diosa de los nacimientos. En las
representaciones encontradas suele aparecer como una figura en cuclillas con
las manos sobre su mentón, en algunas ocasiones dando a luz.
Una tercera deidad es el rey perro, llamado Opiyel-Guaobiran, que
significa “el dios perro que cuida de las almas de los que acaban de morir y
que es hijo del espíritu de la oscuridad”. Se han hallado tallas de una cabeza
de un perro o de un cuerpo entero de un perro en piedras o conchas, que a
menudo se utilizaban para inducir a trances narcóticos. Muchas de las tallas
tienen agujeros y partes en forma de Y, que se colocarían en la nariz para
esnifar narcóticos e inducir a trances religiosos al chamán, que después podía
determinar el estatus de un alma difunta.
Los taínos creían en múltiples dioses. El dios principal era Yucahú, dios
del bien, el padre creador, que vive en el cielo, es un ser inmortal al que nadie
puede ver, y aunque tiene madre, la diosa Atabeyra, no tiene principio. Es
invisible e intangible como el fuego, como el viento, el sol o la luna.
Anteriormente se creía que Juracan era el dios malo, puesto que fue
interpretado por la creencia dual de los españoles católicos. En realidad eran
varios dioses, que cuando se unían, causaban destrucción al pueblo taíno.
Juracan era el nombre que le daban los taínos a todos los fenómenos
destructivos. Decían que Yucahú vivía en una montaña al nordeste y Juracán
en las Islas Vírgenes, lugar de origen de sus enemigos, los caribes. El mundo
taíno estaba dividido en cuatro partes y un centro que gobernaban
respectivamente el sol y su gemelo Guatauba, ambos hijos del dios Yocahú,
creador de las montañas y del fuego. Coastrique, gemelo nocturno de la
muerte, gobernaba las trombas de agua, apareciendo el mito del diluvio que
apunta a la influencia continental.
Los taínos creían en una vida después de la muerte y enterraban con
sumo cuidado a sus muertos, colocando agua y alimentos en las tumbas de
modo que el espíritu pudiera hacer uso de ellos en su viaje. Los muertos eran
colocados en posición fetal. Los caciques solían ser enterrados con sus
posesiones y tesoros. Parece probado que el ciclo mitológico del Popol-
Vuh[27]ejerció un fuerte influjo en las Antillas. Sin embargo, el rasgo más
característico de la mitología taína fue considerar a los espíritus respecto a los
hombres y animales, plantas y seres inanimados. Este animismo confería al
chamán grandes poderes al ser el único capaz de domeñar a los espíritus. Para
este fin confeccionaban ídolos de algodón, piedra, hueso, concha, etc., que
recibían el nombre de cemíes. Los cemíes tenían poderes sobre el hombre al
residir en ellos los espíritus que regulaban las actividades humanas y en cuya
presencia celebraban los ritos para implorar la abundancia de frutos y la dicha
de la raza humana. Un grupo de estos seres sobrenaturales, los cemíes,
tutelaban y representaban a los antepasados del clan. El culto de estos ídolos
se hallaba supeditado a las familias y sus imágenes eran guardadas en la casa-
templo del cacique.
La celebración de los areytos, ceremonias celebrada por diversos
motivos y con actividades desde festivas hasta luctuosas, y la cojota,
inhalación de los polvos alucinógenos, conllevaban toda una serie de
expresiones artísticas, manifestadas a través de un rico y vistoso despliegue de
cantos, danzas, música, indumentarias, objetos sagrados y adornos personales.
En esta forma rendía homenaje la sociedad indígena a los dioses y espíritus
tutelares; requería, mediando ruegos y ayunos, su protección y ayuda y así
lograba conocer sus mandatos y decisiones.
El areyto, ejemplifica la unión de las distintas expresiones artísticas al
servicio del grupo, de la misma manera que la propia sociedad taína
representaba la unión de todos los miembros en la conservación de su
supervivencia física y espiritual. Los cronistas de Indias describen los areytos
como complejas y largas ceremonias en las que la literatura oral, en forma de
declaraciones poéticas, historias míticas y canciones, acompañadas por la
música y los ritmos producidos por trompetas y tambores de madera, maracas,
flautas, silbatos y fotutos de caracol, así como por el tintineo de sartas de
caracoles, servían para recordar las gestas históricas de los taínos e impartir
la enseñanza de sus valores tradicionales.
A los cantos y la música acompañaba el baile comunitario, elaborándose
para cada ceremonia una complicada coreografía en la que se enlazaban los
movimientos de la danza con el despliegue, por los bailarines de la rica gama
de ornamentación y de color representado por los llamativos diseños pintados
sobre sus cuerpos, las máscaras que cubrían sus rostros, los vistosos adornos
de cabeza, hechos de algodón, plumas, paja y oro, y los bellos collares,
pulseras, orejas y colgantes con que completaban su atuendo.
Las creencias taínas en la magia simpática, así como en seres
espirituales capaces de controlar la naturaleza, moldeaban su cultura. Para el
indio la naturaleza estaba animada de poderes sobrenaturales con los que los
chamanes y los caciques podían comunicarse a través de estrictas y elaboradas
prácticas y ritos ceremoniales. Fray Romón Pané, a comienzos de la conquista
en La Española, recogió valiosa información que nos ilustra la manera como
el artista taíno recibía la inspiración o más bien la orden de elaborar un objeto
sagrado. Refiere el fraile que: “Cuando un indio que transitaba por un
oscuro y solitario lugar veía moverse las ramas de un árbol sin la
intervención de brisa alguna, persuadido de que se trataba de un fenómeno
sobrenatural, se detenía y le preguntaba al árbol quién era y qué deseaba.
El árbol, según el fraile, le decía: “Llámame a un chamán y te diré quién
soy”. El fraile sigue diciendo: “Y aquel hombre ido al susodicho médico, le
dice lo que ha visto y el hechicero o brujo corre enseguida a ver el árbol de
que el otro le ha hablado, se sienta junto a él, y le hace la caoba. . . Hecha
la caoba, se pone de pie y le dice todos sus títulos, como si fuera un gran
señor y le pregunta, Dime quién eres y qué haces aquí y, que quieres de mí y
por qué me has hecho llamar Dios si quieres que te corte o si quieres venir
conmigo y cómo quieres que te lleve, que yo te construiré una hereda”[28] .
Este sentimiento de hermandad con la naturaleza, típico de los pueblos
aborígenes, produce en el artista taíno un profundo respeto por los materiales
con los que plasma sus obras. La piedra, la madera, el hueso, la concha de
caracol, no sólo representan el medio sobre el cual ha de trabajar sino la
identidad existente entre esa materia y el espíritu mismo de la deidad que en la
obra ha de plasmarse. Sólo diestros artífices eran capaces de elaborar los
ídolos y demás objetos del culto mágico-religioso.

4. El arte en las Antillas


Se inicia con los indios arcaicos, recolectores y cazadores que poblaron
algunas de las islas hace más de siete mil años ya tallaban objetos
ceremoniales de piedra y madera y hacían pinturas rupestres en las que se
manifestaban sus aptitudes artísticas. Poco antes de la Era Cristiana ya las
Antillas Menores y Puerto Rico habían sido pobladas por indios saladoides
provenientes de la América del Sur. Los saladoides produjeron la más bella
cerámica de las Antillas, en ocasiones policromada, así como delicados
adornos corporales tallados en piedra y en otros materiales.
El arte de los indios taínos como el de todos los pueblos aborígenes
refleja su particular concepción del mundo. Los taínos creían en espíritus
superiores que controlaban, a veces caprichosamente, la naturaleza humana y
el mundo. A estos espíritus el hombre debía halagar, apaciguar o neutralizar
por medio de ritos y ceremonias sagradas. El arte taíno, encarnación de dichas
creencias, se expresaba, con relativo o absoluto dominio técnico en
agradables formas convencionales, elaboradas con los más diversos
materiales. De algunos de sus ejemplares, ejecutados con materia perecedera,
sólo nos resta la descripción que de ellos nos dejaron los cronistas de Indias.
El arte de los taínos, conceptual y a la vez, utilitario, refleja antes de
nada, su visión mágico-religiosa, del mundo. Sus obras de arte están
representadas por una vasta gama de objetos de uso personal y doméstico, y,
en particular, por un rico repertorio ceremonial. La variedad y cantidad de
estos objetos, trabajosamente elaborados en los más diversos materiales
obtenibles en su ambiente, pues no disponían de instrumentos metálicos o
derivados de su comercio, constituyen la muestra más fehaciente de su innata
inclinación artística. El arte taíno logra sus más bellas expresiones plásticas
en el medio escultórico. Con el propósito de lograr su objetivo artístico, los
taínos utilizaron las duras piedras como el granito, la diorita, el basalto y otras
más fáciles de tallar como el mármol y la serpentina. En muchos casos el color
de la piedra, las vetas de la misma y el pulimento que lograba darle facilitaban
y enriquecían la obra artística.
Dominaron el arte de la cerámica, en lo que produjeron elaboradas
vasijas y platones, así como adornos corporales y otros objetos utilitarios. El
uso de la arcilla les permitió, además, modelar figuras antropomorfas y
zoomorfas en las que hicieron alarde de su talento artístico. Otra importante
materia prima de que disponían, los artistas taínos era la concha del caracol,
Strombus, molusco que usaban como alimento y cuya dura y bella concha
blanca le servía para elaborar infinidad de pequeños objetos similares a los
que trabajaban en madera, hueso y piedra. Se destacan en esta producción los
de valor simbólico mágico-religioso, elaborado por los más diestros artífices
para usos ceremoniales y como adorno corporal. Entre ellos descuellan las
pequeñas máscaras que adornaban los cinturones de los caciques y otros
objetos ceremoniales. Imágenes de animales vinculados a su mitología como
la rana, el perro, los peces y distintas clases de aves, eran cuidadosamente
tallados en concha de caracol, medio que también se utilizaba para la talla de
los pequeños ídolos de tres puntas.
El algodón que los taínos hilaban y tejían con gran destreza, les proveía
la materia prima para hacer las telas con las cuales confeccionaban las naguas,
cortos delantales que eran la única vestimenta de las mujeres casadas. El
algodón también les facilitaba el tejido de gruesos hilos que, cosidos unos con
otros, les permitía formar figuras de sus dioses y espíritus tutelares.
Desgraciadamente, la rápida desintegración de la sociedad aborigen, el clima
tropical tan devastador para muchos de los materiales utilizados por los taínos
para expresarse artísticamente; así como la falta de interés de los
colonizadores para conservar estas manifestaciones de la cultura aborigen, ha
sido responsable de que hasta nosotros sólo haya llegado una fracción de los
objetos representativos del arte taíno.
Pocos objetos de valor artístico se salvaron de la destrucción
sistemática, llevada a cabo por los misioneros y colonizadores, de todo lo que
para ellos, tenía significación mágico-religiosa, es decir los ídolos y otros
objetos de uso ceremonial. De la destrucción, que obedecía a las ideas
religiosas de la época, sólo se salvaron aquellas que se enviaron, como
objetos exóticos, a príncipes europeos renacentistas quienes los conservaron
en sus gabinetes de curiosidades, y aquellos que, a tiempo, lograron esconder
los indios en cuevas y otros lugares inaccesibles para los conquistadores, y
que serían, siglos más tarde, re-descubiertos por arqueólogos y campesinos.

6. Las civilizaciones maya y azteca

Los mayas aparecieron como pueblo alrededor de 2500 a.C., pero no fue hasta
el milenio I d.C. cuando se inició su mejor época. La civilización maya es
producto de una serie de emigraciones de tribus procedentes del altiplano,
todas de la misma familia, y que llegaron a Centroamérica desde el norte. Los
mayas se extienden por la península del Yucatán al sur de México y por
Centroamérica. Su cultura estaba muy evolucionada. Tenían un alfabeto
propio, y grandes especialistas en matemáticas y astrología. Los rasgos de
civilización de los mayas son similares a los de los aztecas y también da fe de
su religiosidad el imponente conjunto arquitectónico, especialmente las
pirámides, los templos y los palacios. Su libro sagrado es el Popol Vuh,
originalmente pintado en un códice indígena y traducido al quiché en 1542. El
original se encuentra guardado en una caja cerrada por 64 candados cuyas
llaves poseen los 64 jefes indígenas. En el sistema político de los mayas era
importante la guerra, que pasaba por doblegar al enemigo e inmolar a los
rivales en ceremonias religiosas. También practicaban la automutilación como
rito. En sus creencias, el que conocieron no fue el primer mundo que existió,
sino que otros lo precedieron, aunque habían sido destruidos por distintas
catástrofes. Su universo tenía tres partes: cielo, tierra e inframundo, y carácter
religioso tenía su deporte nacional, una especie de fútbol en que se
escenificaba el paso de los astros y el Sol, representado por la pelota que era
fuente de vida. Los equipos estaban formados por prisioneros de guerra y los
que perdían eran decapitados. Los antiguos mayas tenían cuatro dioses
capitales que se identificaban con los cuatro puntos cardinales. Es probable
que creyeran en un dios supremo, el creador de la vida y bienhechor, llamado
Nohochacuym, que había nacido de las flores y que permanecía en perpetuo
combate con Hapikern, la encarnación del mal, que tenía forma de serpiente y
que al final del mundo sería vencido.
Los mexicas, llamados aztecas por los españoles, llegan al Valle de
México con la convicción de ser el “pueblo del sol”. Según ellos el país
entero pertenece a Quetzalcóatl, rey mítico luego divinizado como si fuera el
sol, hombre blanco barbado fundador de la ciudad y predicador del bien; él
desciende al mundo de los muertos y roba huesos humanos infundiéndoles
nueva vida con su propia sangre, de ahí el posterior compromiso de los
aztecas de hacer sacrificios para él. Sin embargo, otro dios rival consigue
hacer pecar a Quetzalcóatl embriagándolo, siendo la embriaguez un crimen
gravísimo penado con la muerte. En esa situación comete toda clase de
indignidades, por lo que lleno de arrepentimiento y vergüenza se arroja al
fuego para auto purificarse, no sin antes prometer volver para reasumir la
posesión de sus tierras. Mientras tanto los aztecas toman posesión de ellas en
nombre de su dios exiliado. Cuando los aztecas ven por vez primera a los
españoles barbados y blancos con armas de fuego en sus manos creen que ha
retornado Ouetzalcóatl. Por eso los indios, en lugar de atacar a los españoles,
les ofrecen vasallaje; condicionados por su creencia. De no haber sido así la
conquista no hubiera podido darse tan fácilmente. Los aztecas son un pueblo
de agricultores y artesanos, a la vez que soldados; la guerra constituye para
ellos un desafío presidido por las leyes del honor, de tal modo que el muerto
en guerra se ve premiado con la salvación eterna. El usufructo de la riqueza y
el control de la tierra lo distribuyen conforme a los méritos, así, reciben las
riquezas los que logran honores por méritos y no al revés. Se atiende primero
a los méritos y después a las necesidades. La religión azteca viene a ser una
combinación de dioses astrales (el Sol, la Luna, Venus, etc.) con dioses
agrícolas y domésticos, cuyo origen pudo ser el de espíritus invisibles que
llegaron a personificarse en divinidades. Los seres sobrenaturales se asocian
también con los puntos cardinales: El Este se asociaba con el color rojo: el
Norte, con la región de los muertos y su señor Mictlantecuhtli, con el negro;
el Sur con el azul y el Oeste con el blanco (Quetzalcóalt). El rito de los
sacrificios humanos alcanzaba a veces proporciones desmesuradas.

7. Las religiones de América del sur

América del Sur es un inmenso territorio ocupado por pueblos muy diversos.
Está dividida, a grandes rasgos en cuatro grandes áreas: el área de los Andes,
desde Colombia hasta Chile; el área de la selva tropical, en gran parte
cubierta por las junglas del Amazonas, pero compartiendo también la
Guayana, el área del Gran Chaco y el área meridional, hasta la Tierra de
Fuego.
A) Religión de los incas: En América del Sur estaban alcanzando un
considerable desarrollo las civilizaciones de los chibchas, situadas en la
región montañosa de Colombia, y, en la franja central de la región andina, las
de Chavín, Poracas, Nazca, Mochica y Tiahuanaco evolucionaban a su vez
para formar la de los chinúes. De este rico sustrato emergieron los incas, que
extendiéndose por los Andes, se convirtieron en un imperio con su lengua
quechua, alcanzando su apogeo en los valles altos de las montañas, poblados
desde hace ya diez mil años. La fundación del imperio inca, hacia el año 1200
d.C., se atribuye al héroe mítico Manco Capac y a sus hermanas, que se
instalaron en el valle de Cuzco. El estado inca conoció su expansión
espectacular a partir del octavo emperador, Viracocha Inca, y de su hijo
Pachacuti, que le sucedió en el trono hacia el año 1438. Hasta la muerte de
Topa Inca, hijo de Pachacuti, en 1493, el imperio tenía cinco mil kilómetros de
longitud, extendiéndose desde el Ecuador hasta el centro de Chile.
Sorprendentemente, este inmenso territorio fue conquistado por una banda de
aventureros españoles.
La muerte del emperador Huayna Capac, en 1525, fue seguida de una
guerra entre sus dos hijos rivales: Huascar, instalado en Cuzco y Atahualpa,
instalado en Quito (Ecuador). Terminó imponiéndose este último, que se
proclamó emperador en 1532. Pizarro, atraído por los relatos referentes al oro
fabuloso de Perú, había desembarcado con ciento ochenta hombres. Atahualpa
creyó que Pizarro era el gran dios Viracocha, que volvía a la Tierra con su
cortejo para anunciar el fin de mundo. Pizarro, aprovechando este hecho, lo
hizo prisionero sin encontrar resistencia. El emperador pago con oro su
rescate, pero no fue liberado. Condenado a muerte, se sometió al bautismo
cristiano. Esto sucedía en agosto de 1533. Fue decapitado cuarenta años más
tarde.
La religión de los incas era cuestión de Estado. Entre las tres parcelas
de tierra que los agricultores tenían que cultivar, la primera era la destinada a
los dioses, la segunda se destinaba al emperador, y la tercera era la que debía
satisfacer a la subsistencia de la familia. La religión de los incas, por su
carácter altamente organizado, se conforma a la regla general del sistema. El
centro lo ocupa el emperador, como personificación del estado, la ley e
incluso el dios. El mismo es hueca, “objeto sagrado”, y se iguala a aquel que
no tiene igual, el dios Viracocha, que nace de la espuma del lago Titicaca y
desaparece en la espuma del océano, avanzando sobre las aguas en dirección
noroeste, justamente por donde aparecieron, en 1532, Pizarro y sus hombres.
Viracocha es el creador del mundo natural y social, lo que implica su
ascendencia sobre el panteón inca, en el cual el Sol ocupa una posición
central. A él estaba dedicado el mayor templo de Cuzco. Los templos de los
incas no estaban abiertos para los creyentes, sino que eran refugio de los
sacerdotes y de las Vírgenes del Sol, escogidas entre las muchachas más puras
y que eran instruidas a costa del Estado para convertirse ya sea en vestales, ya
en segundas esposas de los grandes dignatarios o del mismo emperador. El Sol
era representado en los templos por medio de estatuas antropomorfas y por
medio de enormes discos de oro. Si el emperador era hijo del Sol, la
emperatriz era hija de la Luna, esposa-hermana del Sol, venerada en el templo
bajo la forma de estatuas antropomorfas de plata. Otras divinidades
importantes eran Pachacamac, dios de la Tierra, junto con su esposa infernal
Pachamama, e Illapa, dios de los fenómenos meteorológicos. La cumbre de la
jerarquía la ocupaba el Gran Sacerdote, pariente cercano del emperador,
rodeado por un consejo de nueve hombres, todos ellos nobles. Numerosos
sacerdotes actuaban como delegados encargados de inspeccionar las
provincias. El templo no era un lugar de reunión. Las ceremonias colectivas,
acompañadas a menudo de sacrificios de animales con fines tanto
propiciatorios como adivinatorios, se celebraban en las plazas públicas.
Concretamente, los sacrificios a los que se atribuía la máxima eficacia eran
los de niños de diez años. Contrariamente a las costumbre de los aztecas, e
incluso de los mayas, los sacrificios humanos no eran frecuentes entre los
incas. Se sacrificaban, pero más raramente, a los prisioneros de guerra
escogidos entre los más fuertes. Así, los sacerdotes de los incas acaparaban
las funciones de sacrificador, adivino, y de médico-chaman.
Conforme a sus creencias telúricas, comunes a los japoneses y otros
muchos pueblos, el emperador es hijo del Sol y por tanto divino. Bajo su
amparo prosperan las diversas capas de nobles, a costa de los esclavos. Los
elementos más importantes de la religión inca eran la adivinación y el
sacrificio, existiendo los conceptos de culpa, penitencia, confesión y
purificación. El dios principal era Inti. Su culto primordial y la
preponderancia política de sus sacerdotes podrían hacer pensar en un
monoteísmo, pero existieron además otros dioses. Agrícola y bélica como la
azteca, esta civilización construye también grandes ciudades y fortalezas,
como puede verse en el Machu Pichu (Perú), a 2 350 metros de altura sobre un
precipicio de 500 metros.
B) Religiones de la selva tropical: La inmensa área de la jungla de los
ríos Orinoco y Amazonas, que abarca también las regiones montañosas de la
Guayana, está poblada por numerosas tribus con numerosos rasgos comunes,
tanto en el plano de la mitología como en el plano de las ideas, prácticas e
instituciones.
Las principales divinidades de esta zona ocupan una posición intermedia entre
el Ser Supremo y el héroe cultural, siendo esta última función la que en
general está más resaltada.
Algo fundamental en la experiencia religiosa de los indios de la selva
tropical es la existencia de un universo invisible que se superpone al universo
cotidiano y que únicamente resulta accesible a través de estados alterados de
conciencia, como el sueño, el trance, la visión provocada por la inhalación de
drogas, etc., o también por medio de una predisposición mística natural o
adquirida a través de un entrenamiento especial. Los indios sanemos de la
frontera entre Brasil y Venezuela, por ejemplo, distinguen hasta ocho
categorías de hewkulas o seres ocultos del universo invisible. Los espíritus de
los antepasados son también muy importantes, porque, de forma invisible,
participan en la vida de la sociedad de los vivos. Finalmente, el especialista
religioso de los indios sudamericanos es el chamán, que acumula las funciones
de sanador del cuerpo social y de médico que cura el cuerpo humano cuando
éste ha quedado afectado por un agente maligno proveniente del mundo
invisible.
C) Religiones del Gran Chaco: El Gran Chaco o “terreno de caza” en
lengua quechua, ocupa el centro del continente sudamericano, entre Mato
Grosso y las Pampas. Todas las tribus de la región comparten la institución del
chamanismo y la creencia en seres sobrenaturales que pueblan el universo
invisible que se superpone al nuestro. Entre los seres sobrenaturales hay
algunos Seres Supremos más o menos mezclados con los héroes culturales o
las divinidades. Además; existen también seres ladrones de los cereales y/o
del fuego, personajes astutos, “tramposos” que reaparecen en las dos
Américas
D) Religiones de las Pampas, de la Patagonia y de la Tierra de Fuego:
Diversas tribus, hoy desaparecidas, de estas regiones han sido visitadas por
los etnógrafos. Se ha constatado entre ellas la creencia en un Ser Supremo.

8. Fondo religioso común de las culturas maya, azteca


e inca

Las culturas maya, azteca inca tienen un fondo religioso común[29]: Son
politeístas, pero tienen un Dios superior, a veces un Dios dual, una Pareja
creadora; tienen una cosmogonía compleja, con sucesivas creaciones y
destrucciones del mundo; tienen prácticas mágicas realizadas por los
chamanes o sacerdotes, mediante el uso de máscaras y atuendos, adivinación,
uso de fetiches y amuletos, cantos y danzas propiciatorias, interpretación de
los sueños, etc.; realizan ceremonias relacionadas con el nacimiento, la muerte
y todo tipo de ritos de paso, por ejemplo de la adolescencia a la juventud;
creen que las almas se separan de los cuerpos en el momento de la muerte
realizando largos viajes en los que experimentan difíciles pruebas hasta
alcanzar la felicidad según méritos; y, finalmente, creen en los sacrificios
humanos. De ahí que, mediante la guerra, existía la obligación de hacer
prisioneros para el sol y de ofrecerles su sangre a fin de evitar que éste muera
en el crepúsculo, siendo sacrificados por los sacerdotes-guerreros.
9. Importancia del chamanismo en este contexto
cultural

El chamanismo no es, propiamente hablando, una religión, sino un conjunto de


métodos extáticos y terapéuticos ordenados para obtener el contacto con el
universo paralelo, aunque invisible, de los espíritus y el apoyo de estos
últimos en la gestación de los asuntos humanos. Aunque se manifiesta
prácticamente en las religiones de todos los continentes y en todos los niveles
culturales, el chamanismo ha hecho de Asia central y septentrional su patria
adoptiva. Después de constatar que el chamanismo auténtico floreció en Asia
central y septentrional, entre los pueblos turco-mongoles, himalayos,
ugrofineses y árticos, la mayor parte de los especialistas están de acuerdo en
incluir en el área del chamanismo a Corea y Japón, a Indochina y a América
del norte y del sur. El termino chaman es de origen tunguso[30], y significa
“brujo” o “hechicero”.
Entre los pueblos de cazadores y pescadores de la Siberia septentrional,
por ejemplo, el chaman tiene una función dentro del clan.. En el sur agrícola,
la institución del chamanismo es más compleja y el estatuto del chamán varía
de acuerdo con sus poderes personales. El chamanismo siberiano, incluso
cuando hereda su función del padre, debe someterse a una iniciación
individual, con componentes en parte tradicionales, como la transmisión de
conocimiento, y en parte sobrenaturales, obtención de auxiliares entre los
espíritus. Visitado por los espíritus, el chamán contrae en un primer momento
la enfermedad psíquica, que no desaparece hasta que, atravesado el territorio
desértico de la muerte y volviendo a la vida, aprende a manipular a sus
visitantes para efectuar viajes extáticos, la mayor parte de las veces con fines
curativos. En las sesiones, el chamán utiliza una serie de objetos que
simboliza sus facultades particulares y le ayudan a ponerse en camino hacia el
país de los espíritus: el tambor fabricado de la madera de un árbol que
simboliza el árbol cósmico, la cofia, el vestido que asocia a su dueño con los
espíritus y que al mismo tiempo evoca un esqueleto, simbolizando de ese
modo la muerte y la resurrección iniciática. Durante la sesión, el chamán
invoca a sus auxiliares, después, en estado de trance, que no va asociado
necesariamente al consumo de alucinógenos o productos tóxicos, viaja al país
de los espíritus. En Siberia central y oriental, el chamán es poseído a menudo
por los espíritus, que hablan a través de él[31].
Como los pueblos norsiberianos, los esquimales hacen del chamanismo
el centro de su religión. Su subsistencia está ligada a la caza y a la pesca,
razón por la cual tienen ceremonias expiatorias y propiciatorias para los
espíritus de los animales que se matan. Los chamanes son especialistas
ocasionales en las funciones religiosas. El chamán se diferencia del sacerdote
en que éste se dedica por entero a su misión sobrenatural, mientras que el
chamán no ejerce a tiempo completo y se dedica también a las tareas propias
de las demás personas de la tribu, que suelen coincidir con el trabajo agrícola,
la caza o la guerra. La figura del chamán aparece en aquellas sociedades cuyo
régimen y forma de vida económica no sea suficientemente fuerte y estable
como para permitirse mantener un cuerpo de oficiantes religiosos que sólo se
dedique a este tipo de actividad. Normalmente el sacerdocio organizado
sustituye al chamanismo cuando la economía se hace agrícola, sedentaria y
estable; y cuando las tareas del campo permiten, primero, un oficio efectivo
necesario para que los sacerdotes ejerzan su ministerio y, segundo, unos
excedentes de productos alimenticios con que mantenerlos. Así pues, los
chamanes son característicos de algunos grupos nómadas o cazadores, sin que
esto llegue a ser ley general.
Los indios del noreste de los estados Unidos comparten el concepto de
una potencia totalizadora, llamada manitu. Buena o mala, esta potencia se
encarna en determinados seres y objetos. Cada individuo tiene espíritus
personales que cada uno invoca por medio de ritos de tipo chamánico.
Hechizos, máscaras y otros objetos dotados de poder reciben formas
especiales de culto. El chamán y el hombre o mujer medicina adquieren en las
llanuras la importante función de maestros de ceremonias.
El elemento definitorio del chamán es el hecho de contactar a voluntad
con la dimensión oculta de la realidad por medio de técnicas de modificación
del estado de la consciencia: principalmente consumiendo enteógenos[32], pero
también por medio del ritmos de percusión, ayunos y técnicas de disminución
sensorial. El chamán mantiene así su consciencia despierta sincrónicamente en
ambas dimensiones de la realidad: la mágica y la ordinaria, por lo que se
diferencia de los médium, videntes y posesos. El chamán viaja activamente
hacia los espíritus para tratar de coordinarlos en su propio interés, en lugar de
dejarse vehiculizar por ellos. Por otro lado, una diferencia definitoria entre el
chamán y el resto de su comunidad es que durante estos estados modificados
de conciencia, el chamán controla las entidades invisibles causantes de
enfermedades o de desarreglos, o bien las lanza contra el enemigo para
provocarle daño, tiene algunas de tales entidades o poderes como aliados
suyos y los hace actuar según su propia voluntad, en tanto que los demás
miembros de la colectividad carecen de este dominio.

10. Situación de la religión a la llegada de Colón


Cuando Colón llegó al nuevo Continente, anotó en su diario, ya el primer día:
“Entre ellos no he conocido el menor asomo de secta”: no percibió ninguna
señal de religión. A la primera mitad del siglo XX, muchos antropólogos
todavía dudaban si la mayoría de pueblos indígenas tenían verdaderamente
religión: los parecía que todo lo hacían de manera no religiosa. Aun así, la
antropología cultural moderna ha comprendido que en estos pueblos, que
pueden parecer poco religiosos, en realidad todo es religioso: el canto, la
danza, la alimentación, el trabajo, el sexo, la vida social… todo. Y la
antropología cultural también dice hoy que no conocemos un pueblo hasta que
no conocemos la religión: sus mitos, sus creencias más profundas, sus
divinidades, sus arquetipos, la justificación religiosa de sus valores… Porque,
como dijo Tillich, “la religión es el alma de la cultura”. Y lo es porque
tradicionalmente su aportación a al ser humano y a la sociedad ha sido esta: la
del conocimiento más profundo, la de la Verdad más profunda y definitiva, que
empapa e interpreta religiosamente toda la existencia humana.
TEXTO PARA COMENTARIO V:
“ROL DE LOS CHAMANES”
Los chamanes cumplen un rol central en las antiguas comunidades, como
depositarios de sabiduría. Su don es recibido por herencia, ocasionalmente
por vocación, pero exige pasajes de iniciación, consistentes en largos
ayunos, retiros y, en ciertos casos, ingestión de alucinógenos naturales.
No se atribuía a los chamanes el papel de sacerdotes, ya fuera porque
estaba asignado a otros individuos o porque no existía una clase sacerdotal.
En este caso, toda la religiosidad tenía su centro en la figura del chamán, el
único intermediario con los espíritus.
El chamán convierte a los espíritus de la naturaleza y de los hombres
en sus "familiares". Los antropólogos que estudiaron el fenómeno del
chamanismo, que se encuentra tanto en pueblos siberianos como entre los
sintoístas de Japón, las tribus indígenas del Norte, Centro y Sur de América
y las de Australia y Nueva Zelanda, aunque con nombres diversos, pueden
realizar "viajes" al mundo espiritual mediante estados alterados de
conciencia y para recibir conocimientos. Con todo, el prestigio del chamán
en la tribu deriva muy directamente de su poder de sanar.
Los estudios sobre chamanismo parecen indicar que de modo natural,
es decir mediante hierbas, raíces y sustancias vegetales, al cumplir la
función de curanderos, realmente sanan. Por otra parte, se supone que su
poder de sugestión produce efectos terapéuticos en quienes padecen pánico,
angustia y otros desequilibrios psíquicos. Los estudios revelaron que tribus
dominadas por los incas de América del Sur poseían conocimientos que les
permitían controlar la depresión mediante el uso de fármacos obtenidos con
una química rudimentaria.
VI. LA SANTERIA Y EL PALO MONTE O
MAYOMBE DE CUBA
1. Elementos de las creencias africanas animistas

Los descendientes de los esclavos africanos llevados al nuevo continente


americano, realizaron una fusión entre los elementos de su religión ancestral,
que debían practicar de un modo oculto, con la de sus amos católicos, en el
área de influencia de las coronas española y portuguesa, diferenciándose de
las versiones negras del cristianismo en el norte de América donde los
esclavos abrazaron el protestantismo. En la zona del Caribe y Brasil, la
religión de los siervos conservó muchos elementos de sus creencias africanas
animistas, ocultas en las versiones populares de la religión de sus amos o
integradas en ellas. Las más extendidas de estas creencias son la Santería y el
Palo Monte en Cuba; el umbanda y la quimbanda o macumba, junto con el
Camdomblé en Brasil y el Vudú en Haití.

2. La religión africana llegó a Cuba traída por sus


esclavos
A su llegada, los esclavos fueron forzados a practicar el cristianismo en la
forma de Catolicismo, y les obligaron a aprender español como su lengua
principal. Estaba, por supuesto, prohibido practicar su religión tradicional así
que ocultaron sus orishas detrás de los santos. Se formaron Diversos grupos
de Yorubas o de Lucumís. El Lucumí comenzó a mirarse menos como que
pertenecía a una u otra nación de Yoruba, y más como subconjunto del Lucumí
total. Para que la religión sobreviviese bajo circunstancias tan adversas como
la esclavitud, reestructuraron la religión para permitir que ésta pudiese
perseverar. Estas decisiones fueron tomadas por los consejos de los mejores y
más brillantes sacerdotes dentro de las sociedades conocidas como cabildos.
Para que la religión de los Orishas pudiese sobrevivir en su totalidad,
se decidió que cada sacerdote pudiese recibir a la mayoría de los orishas de
aquella época (Elegba o Elegguá, Ogún, Oshosi, Obatalá, Oyá, Oshún,
Yemayá y Shangó). Esto se opone a la práctica en África del oeste, en donde
un sacerdote de Obatalá recibiría solamente a Obatalá y Elegba, pero a
ningún otro orisha más. De esta manera, si una célula desaparecía, la
adoración de un orisha particular no se destruiría. Esto hizo que en América
los orishas se interconectaron más que en África. De esta manera, los orishas
se organizaron como una familia entre otras de las que hay en Cuba, Puerto
Rico y los Estados Unidos.

3. Religión oral y no escrita


En África, las historias asociadas a las distintas divinidades se recitaban
como poemas. Esto es un dispositivo eficaz para ayudar a la memoria. En el
nuevo mundo, al convertirse el español en la lengua principal hablada y
perderse la fluidez de la lengua Yoruba, las historias de los orishas se recitan
como historias llamadas los apatakís o las “cosas de la importancia” con los
poemas originales de Yoruba que se recitaban como una clase de lengua ritual
y como la lengua de Yoruba no tenía ninguna forma escrita en Cuba, se adaptó
la escritura española. Los acentos fueron utilizados para aproximar la calidad
del tono al Yoruba que se hablaba, aunque la religión ha seguido siendo
generalmente una tradición oral no escrita.
La religión original africana ha sufrido en su propio hogar así como en
su diáspora. Las verdades de esta religión se han preservado de diversas
maneras en ambos continentes. Las cosas que fueron preservadas en Cuba y el
Brasil casi habían desaparecido en Nigeria. Las cosas que fueron preservadas
en África habían sido perdidas u olvidadas en el mundo nuevo. La esencia
pura de esta religión no se encuentra exclusivamente en ninguna parte.

4. Estructura social del pueblo yoruba

El pueblo yoruba tuvo una poderosa y compleja estructura social organizada


en una serie de reinos, siendo el más importante Benin, que duró desde el siglo
XII hasta el año 1896 cuando fue dispersado por colonos ingleses. Benin era
una forma de autocracia teocrática donde el ob, rey, tenía poder absoluto. A
comienzos del siglo XVII, el pueblo Ewe invadió la región de Dahomey,
forzando a las tribus yoruba a emigrar a la costa nigeriana donde muchos de
ellos fueron capturados por comerciantes de esclavos y llevados a las
América.
El nombre yoruba se refiere más a una lengua que a una tribu. Hay en el
mundo aproximadamente veinticinco millones de personas que tienen el
yoruba como lengua madre. Esto incluye a personas de Brasil y del Caribe, así
como otras muchas de los estados de Togo y Benin, y, principalmente, Nigeria.
Los yoruba han sido y básicamente son un pueblo urbano Su forma musical
más conocida es el Juju. Los pueblos de África que forman los yoruba vienen
de un área que antiguamente había tenido más de veinticinco reinos en forma
de ciudades estado. La ciudad más importante era Ille-Ife, fundada hacia el
año 850. El reino de Oyo fue fundado hacia 1350 y perduró hasta 1830. Los
yoruba aún mantienen el poder en las áreas donde habitan, especialmente en
Nigeria, donde representan un 20 por ciento de la población.
El centro de la vida de los yoruba africanos es el grupo familiar
pactado, ligando a los miembros de una línea real masculina. Son unidades
políticas básicas que organizan la propiedad de la tierra. Además de la lealtad
al grupo y a sus líderes, cuando nace un niño se hace una predicción para
averiguar a que orisha debe seguir.

5. La Santería o Regla de Lucumí

La Santería o Regla de Lucumí, se originan el oeste de África. Tiene como


base la adoración de los dioses Orishas del panteón yoruba y la transposición
de las divinidades africanas con los santos de la religión católica dando lugar
a un sincretismo muy importante para entender esta cultura. El origen de la
Santería viene del culto a los santos. Sus ritos, su música, su sistema de
símbolos, sus leyendas, son testigos de su complejidad. El personaje más
importante es el Bacalao o supremo adivino. Cada creyente, santero o
babalocha para los hombres y santera o iyalocha para las mujeres, está
consagrado a un santo o un Orisha personal, al que se venera en la propia
casa, que se convierte así en una íleocha o, una "casa templo" donde se baila
para y con él. La motivación de estas danzas es glorificar a los Orishás o
atraerlos con el fin de que tomen posesión de uno de sus hijos iniciados para
comunicarse con los hombres. Este fenómeno de la posesión se llama trance.
La santería forma parte del patrimonio cultural de la isla de Cuba,
aunque también está presente en otros países. Se puede decir que los orígenes
de la santería están en Nigeria, a lo largo de las riberas del río Níger. Este es
el país de origen del pueblo Yoruba, del que muchos de sus miembros, junto
con los de otras tribus, fueron llevados al Nuevo Mundo por comerciantes de
esclavos hace más de cuatrocientos años. El yoruba llevó con él la colorida
mitología de su religión que, luego de sufrir una transculturación, se dio a
conocer en Cuba como la Regla de Ocha, y en Brasil como macumba y
candomblé.

6. La santería mezcla de los ritos yorubas y el


catolicismo

Su nombre viene de la palabra santo y literalmente significa “adoración de los


santos”. En este sincretismo se puede ver como todas las deidades yoruba
adoradas en santería han sido identificadas con santos católicos. La santería se
ha hecho famosa por su magia, que se basa en el conocimiento de los misterios
de los orishas y en como interactuar con ellos para mejorar la vida y las vidas
de aquellos que acuden a los santeros buscando la ayuda de los santos. La
santería es una religión de la tierra, un sistema mágico-religioso fuertemente
enraizado en la naturaleza y en las fuerzas naturales. Cada orisha o santo está
identificado con una fuerza de la naturaleza y con un interés humano o
esfuerzo. No por esto dejan de creer en un Dios Supremo (Olodumare), que
para ellos es infinito pero ajeno a todo cuanto sucede en la Tierra, aunque ésta
sea su obra. El Dios Supremo interactúa con el mundo y la humanidad a través
de emisarios, que son los oshiras, los dominadores de las fuerzas de la
naturaleza y de cada aspecto de la vida humana. Se puede acudir a estos para
pedirles ayuda. La comunicación entre estos y los humanos se realiza gracias a
los ritos, adivinación y las ofrendas que incluyen un sacrificio.
7. El panteón santero

Oludamaré o Olorún, Dios único. Olofe, Creador y Olorún, Sol. Energía


universdal. Consideran a Oludamaré como el Dios único creador del mundo.
Algunos creyentes lo llaman Olorum. Creen que hay un “un dios escondido”
creador de la tierra y de los orishás, llamado Olofi, al que confunden con
Jesucristo. Olorún es el sol, símbolo de la energía universal, sustento de la
vida terrestre. A este trío de dioses se le relaciona con la Trinidad cristiana.
Olofi es el Creador, que después de realizar la creación se dedica a descansar.
No baja al mundo. Como se considera tan grande no cabe en la cabeza de
nadie, por lo que no se puede “asentar”, no se le rinde tanto culto como se
hace con los orishas que comen simbólicamente y bailan a través de sus hijos.
Los orishás son los emisarios de Olorum o Oludamaré, que gobiernan
cada una de las fuerzas de la naturaleza y cada aspecto de la vida humana. Se
les pide ayuda y acuden guiando a sus fieles en una mejor vida material y
espiritual. La comunicación con los orishas se hace a través de ritos, rezos,
adivinación y ebbó, las ofrendas, que incluyen un sacrificio. La meta central
del santero es adorar a los santos o los orishás, observar sus fiestas, obedecer
sus órdenes y llevar a cabo sus ritos. A cambio de una sumisión total se le
promete poderes sobrenaturales y protección de lo malo. Eso incluye el
bienestar, la salud, influencia, puestos, la posibilidad de prever el futuro y
modificarlo, etc.

8. La Regla de Ocha

La santería es riquísima en mitos, cuentos o leyendas, que dan la razón de ser


de muchas de sus costumbres y ceremonias, haciéndolas más comprensibles.
Estas leyendas, por lo general, están relacionadas con los orishás,
transmitiéndose de generación en generación. La organización de la santería no
se produjo inmediatamente después de la llegada de los esclavos africanos a
Cuba y otras tierras. Como culto sincrético necesitó un tiempo para que las
creencias provenientes de África tomaran la forma de una nueva religión. En
Cuba hubo de esperar hasta mediados del siglo XIX para que se conociera por
primera vez una reorganización de la santería y su liturgia. La tradición oral
riquísima es guardada en la Regla de Ocha, donde se pueden encontrar los
rituales, jerarquías, lugares sagrados, invocaciones privadas, celebraciones
públicas, actividades mágicas y ritos de pasaje o transición y ritos funerarios.
No todos los que participan en estas ceremonias tienen el mismo rango.
Existen once categorías, desde el no creyente hasta el que se ha convertido en
un miembro con un elevado grado de conocimiento y protección. El proceso
de iniciación es largo, complicado y costoso. Consta de varias fases y varía
según el orisha. Primero hay que adivinar cuál de los orishas corresponde a
la persona. esto se hace por medio de la adivinación con la ayuda de un
santero. La ceremonia de iniciación o de “hacer el santo” dura siete días y
consta de tres pasos: el asentamiento del santo en la cabeza; el Día del Medio
y la lectura de su Itá (las predicciones) al recién iniciado en la religión. En la
primera y la última sólo pueden participar creyentes, y en la del Día del
Medio, que es una fiesta en honor al iniciado, pueden asistir sus acompañantes
y otros visitantes.

9. Las ceremonias de la santería

Asentar el santo es la ceremonia en la que se le coloca en la cabeza del


iniciado su santo de cabecera o ángel de la guarda, del cual es “hijo”, con el
objetivo de armonizar las vibraciones de su ser interno. En la iniciación se le
asigna al iniciado formalmente a un orisha, que será el dios protector del
iniciado. Este rito incluye una ceremonia de sacrificio de animales, una
adivinación en cuanto al futuro del iniciado y un año de obediencia a ciertos
tabúes y restricciones. Durante el primer año es necesario obedecer ciertas
prohibiciones sobre el vestido, momentos de las relaciones sexuales, la
comida, etc. Durante este tiempo el iniciado debe tener una estrecha relación
con su padrino o madrina, quienes instruirán a su ahijado en los misterios de la
religión y en el ejercicio el culto. También le enseñarán algunas palabras en
lengua yoruba para que el neófito pueda dirigirse a los orishas en su idioma.
Una vez concluida esta etapa el santero o santera está facultado para ejercer el
sacerdocio, si bien no todos se dedican a ejercer el sacerdocio. Quienes lo
ejercen, los sacerdotes (babalochas) y sacerdotisas (iyalochas) constituyen el
segundo orden dentro de la jerarquía sacerdotal. Su misión es rendir culto a su
ángel de la guarda, dirigir los ritos, servir de curanderos o consejeros en los
problemas de salud y dificultades en las relaciones personales; y adivinar por
medio de los oráculos del coco y del caracol. Dentro de esta jerarquía la
autoridad máxima la tiene el babalawo, el supremo adivino, hijo de Orula, a
quien se le representa como a San Francisco de Asís. En yoruba, babalaeo
significa “padre del saber o de la adivinación”, palabra formada de baba,
padre, y de awo, adivinación. Se le considera el depositario de los
conocimientos encerrados en el Libro Sagrado. Para poder ser admitido a esa
orden superior se debe seguir un proceso largo y costoso, hasta que logre
conocer unas 4.096 historias de su tradición.
El babalawo pronuncia sus vaticinios por una especie de cadena o
“rosario” llamado okpelé, okuele o ekuete, hecho de eslabones de metal
interrumpidos a tramos por ocho “glorias” o trozos de carey, de coco o alguna
semilla grande. También puede utilizar las semillas recibidas en el día de su
consagración. De las 18 recibidas sólo utilizan 16 para la adivinación. La
mujer que se ocupa de asistir al babalawo es la apesteví y debe ser hija de
Ochún dueña del amor, del matrimonio, del oro y de los ríos, concubina
favorita de Changó, divinidad de la virilidad, patrón del fuego y del
relámpago, representado con la imagen de Santa Bárbara. Ochún es
representada como la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba. Los
babalawos generalmente visten de blanco y al oficiar usan un gorro de copa
del mismo color, semejante al de los cocineros. Nunca caen en estado de
trance o son poseídos por divinidad alguna. El sacerdote no tiene la facultad
de hacer un santo, mientras que el santero si.
En toda iniciación se deben sacrificar animales al considerarse que no
puede haber nacimiento si no hay sangre. Se cree que con la iniciación uno
nace a una nueva vida. Durante la iniciación y en las restantes ceremonias
gracias al sonido de los tambores y las danzzas se cae en trance o posesión. A
esto se le dice “el santo montado”. esto indica que el orisha al descender
monta la cabeza del santero, quien, aveces, bebe la sangre que sale de la vena
yugular después de quitar la cabeza del animal sacrificado.
Los seguidores de la santería creen que no es posible cambiar el
destino, pues hay ciertos aspectos que están predestinados, regidos por los
orishas. Sin embargo sostienen que una persona puede empeorar su destino, es
por eso que tienen tanto valor las ceremonias adivinatorias para tener los
menos problemas posibles y recibir los mayores beneficios posibles. También
poder escoger el tipo de destino de la próxima reencarnación, ya que creen en
la reencarnación. Para la adivinación utilizan el coco. Los augurios
favorables muestran la pulpa y los que dicen no la corteza.
El panteón yoruba y su mitología ha sido comparado con los de la
antigua Grecia. Los dioses yoruba tienen características humanas como el
vicio y la virtud. En los mitos se relatan los hechos, las aventuras y la vida de
estos dioses para posteriormente evocarlos en los ritmos, las danzas y los
cantos. Los tambores, llamados batá, se golpean con las manos y se sostienen
horizontalmente sobre las rodillas. Además de los tambores hay maracas.
Habitualmente, las percusiones acompañan a los cantos y danzas.
Las fiestas en la Santería sirven para expresar la gratitud o el
descontento hacia uno u otro de los dioses. En las regiones rurales se utilizan
frecuentemente tambores llamados Bembé. Existe un cierto número de Orishás
más o menos importantes unos que otros y cada uno de ellos pueden tener
varios ritmos, cantos y danzas diferentes. Todas estas danzas pueden ser
clasificadas en independientes, donde los bailarines, agrupados frente a los
tambores, bailan de manera introvertida y sin relación entre ellos y colectivas,
bailando en círculo desplazándose en el sentido contrario a las manecillas del
reloj. Las danzas se ejecutan durante la presentación de los iniciados delante
de los tambores Batá, en el aniversario del dios y en el aniversario del día de
la iniciación. Estas ceremonias se llaman Wemilere.
Las perasonas importantes durante la celebración de estas fiestas son
los tocadores de Batá y el cantante solista, al que responde el coro. Los
bailarines se desplazan con relación a los tambores según sus niveles en la
jerarquía de la Santería. Estas danzas son muy variadas. Los movimientos más
importantes son los realizados con la ondulación de la espalda que se
transmite a los brazos y hasta los dedos. Aparente monotonía de los pasos que
esconde una verdadera riqueza de movimientos.
A la santería se la conoce por su magia. Hacen ofrendas de velas,
frutas, dulces y diferentes artículos y acciones que puedan ser apreciados por
sus dioses. Hacen sacrificios de animales en casos extremos, como
enfermedades etc., al dios orisha al que se le hace la ofrenda. Los orishas son
los emisarios del dios Olorum, el dios supremo y creador. Los dioses
gobiernan cada una de las fuerzas e la naturaleza, al igual que cada aspecto de
la vida humana. Estos dioses se ocultaron tras la fachada del catolicismo,
dándoles si una imagen de santos de esta confesión religiosa.
10. El Palo Monte ( Regla Bruja) o Mayombe

El Palo Monte procede del centro, sur y sureste de África, principalmente del
Congo y Angola. Es el segundo culto en importancia en Cuba. Su nombre
popular de “Regla Bruja” obedece al temor que estas prácticas producen. El
Palo Monte tiene tres tradiciones principales: a) Palo Mayombe, la más pura;
b) Briyumba o Brillumba, mezcla de la tradición Conga con la yoruba; y, c)
Kimbisa o Quimbisa, fundada por Andrés Facundo de los Dolores (Petit) con
la pretensión de unificar la santería y el catolicismo con el culto Congo.
La regla Conga tiene como fundamento el culto a los difuntos y los
antepasados, y a la naturaleza, en particular los bosques y las plantas, donde
habitan los dioses y los difuntos[33]. Los seguidores del Palo Monte creen que
Nsambi, divinidad suprema de origen congo que dio poderes sobrenaturales a
las plantas. Así, algunas de estas están dotadas de virtudes como fortuna,
felicidad, alegría, fecundidad, gloria, suerte, frescura, flexibilidad, paz,
longevidad, etc; otras son la representación de la miseria, la desgracia, el
infortunio. El oficiante utiliza las plantas para preparar amuletos, para hacer
cocimientos y baños purificadores. Los calderos mágicos o ngangas son el
centro del ritual del Palo Monte. Tienen diferentes dimensiones según sea el
número de los habitantes que en él residen, pues lo ocupan diferentes espíritus
de las personas fallecidas. Se derrama sangre de un pollo recién sacrificado y
a cambio el muerto les protegerá de todo lo malo.
Para los paleros existe un Dios Supremo, fuerza máxima creadora del
Universo, a la que llaman Zambi, Nzambia o Mayimbe, del cual emana la
fuerza de los mpungos o fuerzas mágicas, seres incorpóreos que nunca
devienen antropomórficos como los orishas. Cada mpungo está representado
por una “firma” o símbolo gráfico que se identifica con cada fuerza. Los
paleros creen que los espíritus representados con cada firma acudirán en
auxilio de lo que se les pida. También, durante la ceremonia, algunos paleros
son poseídos por alguno de los espíritus difuntos invocados, lo que
popularmente se conoce como “caballo brujo”, indicando que el espíritu
cabalga un cuerpo.
TEXTO PARA COMENTARIO VI:
“FLORES DE OBATALA EL DÍA DE LA
MERCÈ EN BARCELONA”
Según la Santería, la vida de cada persona está supervisada por un santo
(orishá) que toma parte activa su vida diaria. En la fiesta de su santo, la
persona, debe asistir a misa y a las ceremonias de ese orisxá.
“El 24 de septiembre, día de la Mercè, acuden a la Iglesia los cubanos a
rendir culto a Obatala, deidad que la santería, religión que tiene su origen en
la tribu Yoruba, que flore en las orillas del río Níger, en la actual Nigeria,
identifica con la Virgen de la Mercè de la Iglesia Católica. Y aunque no
todos los nacidos en la isla sean creyentes, para los más de 8.000 cubanos
que viven en la ciudad, la santería es un vínculo mucho más sólido que otros
aspectos más difundidosde su cultura, como la música.
Entre las religiones que nacen del maridaje entre algunos elementos
del catolicismo y de creencias africanas, la que más ha arraigado en Cuba es
la santería. Un fenómeno determinante para que ambos credos se fundieran
fue la esclavitud, proceso que, desde Benín y sobretodo entre los años 1820
y 1840, llevó a muchos yorubas a trabajar como esclavos en las plantaciones
de azúcar de la isla. El proceso se aceleró cuando la Iglesia intentó
evangelizarlos, algo dificultoso debido a la escasez de sacerdotes y el
ambiente de clara injusticia. Los esfuerzos de los yorubas por esconder su
religión africana y sus prácticas mágicas les llevaron a identificar sus
deidades africanas, orishas, con los santos del catolicismo, dando como
resultado el sincretismo religioso que hoy conocemos con el nombre de
“santería”. La correspondencia entre uno y otro credo se concreta, en el día
24 de septiembre, entre la Virgen de la Mercé y Obatala, a quien se le
atribuye el principio de la claridad, algo que se deriva de su papel de
máximo representante del dios creador, Olodumaré, en la Tierra. Obatala
también es considerado la fuente de todo lo que es puro, sabio, apacible o
compasivo”. (Texto extraido de un periódico local)
VII. El VUDÚ DE HAITÍ

1. El vudú una religión prehistórica


El vudú es una religión originada en el área cultural de África Occidental en
tiempos prehistóricos. Se trata de una variante teísta de un sistema animista de
creencias, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación
directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio
resulta de gran interés en el campo de la Paleoantropología. El vudú se cuenta
entre las religiones más antiguas del mundo, a caballo entre el politeísmo y el
monoteísmo.
El tráfico de esclavos hacia América produjo un fuerte fenómeno de
sincretismo entre esta religión arcaica y las creencias cristianas de los
esclavistas, así como con las religiones nativas de los lugares adonde se
transportó a los esclavos. De aquí surgiría el vudú haitiano y un gran número
de derivativos: la Regla de Ocha o Santería en Cuba, el Candomblé, la
Umbanda y Kimbanda en Brasil, etcétera. Algunos de estos derivativos han
llegado a Europa en décadas recientes, sobre todo de la mano de emigrantes
retornados.

2. El Vudú, mezcla de creencias animistas, politeísmo y


cristianismo

Vudú es una deformación de la palabra “vaudoux”, aplicada a un dios


serpiente con poderes de oráculo, venerado en un frenético baile tribal
realizado por los esclavos del actual Benin. La palabra “vaudoux” es análoga
a “espíritu” en la lengua africana de la que procede. La mayoría de los
términos que usa el Vudú son criollos, de la lengua haitiana que combina
francés, español y africano. El vudú surge de la sincretización de elementos de
culto traídos por los esclavos y las creencias básicamente católicas que se les
intentó inculcar. El vudú se instaló principalmente en la isla La Española,
ahora Haití y Santo Domingo, cuando llegaron allí, en el siglo XVI, los
africanos esclavizados.
El vudú es una mezcla de creencias animistas africanas, del politeísmo
de los pueblos guineanos y del cristianismo. Su origen se remonta al siglo
XVIII. Su base consiste en la práctica de danzas rítmicas acompañadas de
tambores, cantos, etc., que conducen a los prosélitos a un estado de posesión
estática. El dios penetra en ellos y los subyuga hasta la postración. Con
frecuencia tiene carácter sexual e incluye prácticas de magia Negra y el
sacrificio de animales. Por medio del trance el practicante e siente liberado de
la opresión social, cultural y religiosa.

3. Creencias y panteón vudú


El panteón del vudú es grande y complejo. Tiene siete hijos directos de Mawu,
el principio cosmogónico, que son interétnicos y están relacionados con
fenómenos naturales o personajes históricos y míticos, junto a docenas de loas
que defienden a los clanes y a las tribus. Los loas son antiguos dioses
africanos, ancestros deificados o santos católicos sincretizados según las
propias creencias.
Diversos regímenes totalitarios en África occidental intentaron suprimir
el vodú junto a otras formas de religiosidad, pero hoy por hoy florecen de
nuevo. Más de 30 millones de personas practican actualmente el vudú africano
en numerosos países del Golfo de Guinea. Para cualquier persona interesada
en el vudú originario, la historia comparada de las religiones o la
antropología, visitar los museos y mercados vudú de Ouidah y Cotonou, en
Benin, donde es actualmente la religión oficial, o de Lomé, en Togo, resulta de
gran interés.
La religión vudú supone el creer en la vida después de la muerte, así
como en la existencia de diversas jerarquías espirituales de ánimo maligno,
benigno o amoral, llamadas loas. Éstas supuestamente influyen en el mundo
terrenal gracias a la acción de un oficiante. Éste es conocido como houngan, y
su función es, mediante la ayuda de los entes que convoca, conseguir
curaciones, información determinada, e influir sobre la naturaleza. Todo ello
con fines benignos. La mujer puede ser también houngan si tiene aptitudes y es
elegida para ello, denominándosela manbo. Es posible que el houngan tenga
nefastas intenciones o que utilice su poder de convocatoria para el mal,
entonces se les denomina bokós.

4. Los ritos vudús


Los loas, como los orishás de los yorubas, son los garantes y los
controladores del equilibrio del mundo creado por Mawu. Se encuentran en un
punto intermedio entre el Creador, inaccesible y, por tanto, no sensible a los
ritos humanos, y los mortales, que dirigen plegarias y hacen sacrificios a los
vudús para obtener lo que desean y alejar lo que temen. La mayoría de los
ritos del Vudú empiezan con oraciones católicas y algunas variaciones del
credo niceno, recitados en francés por el presavant o el “sacerdote del
bosque” en criollo. Luego el idioma pasa al criollo, comenzando las danzas
extáticas y los tambores a ritmo cada vez más trepidante. El Vudú puede
definirse como un conjunto de creencias, ritos y prácticas que presentan
aspectos mágicos y que pueden cambiar la vida de los seres humanos. Según
el diccionario de la Real Academia Española es un "cuerpo de creencias y
prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las serpientes, sacrificios
rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades".
Su objetivo es lograr el contacto con un espíritu o deidad para lograr sus
favores a cambio de sacrificios como ofrendas de comidas, animales, etc. El
Vudú mezcla la magia blanca y la magia negra. La primera, para las peticiones
consideradas como positivas, como la protección del hogar, por ejemplo. Y la
segunda, en la que se desea hacer daño a algún enemigo. En cuanto a la magia
negra los bokós son personas que poseen un gran conocimiento en preparación
y creación de venenos maleficios.

5. La finalidad del vudú es solucionar los problemas


concretos
Para el vudú la meta principal no es la salvación de las almas, sino encontrar
con la ayuda de los loas, la solución inmediata a problemas cotidianos. El
vudú no propone dogmas, ni tiene textos sagrados, lo que quiere es orientar a
sus devotos a encontrar un equilibrio entre lo natural y lo sobrenatural, así
como entre las fuerzas del bien y del mal en la vida diaria. Según el vudú, los
loas ayudan a la gente a cambio de ceremonias rituales, ofrendas y sacrificios
en su honor. Los compromisos del adepto con el loa son ineludibles, porque
de no cumplirlos, se expone a la pena de severos castigos.
Entre los distintos ritos, el Rada, en el que predomina el elemento
cultural ewé de Dahomey, Guinea y Nigeria, es el más tolerante. No así el rito
Petro donde se canaliza la antigua rabia y sed de venganza del antiguo esclavo.
En este rito se llega a bailar convulsivamente fruto del agua ardiente de caña y
pólvora. En el rito Rada se degüella a un gallo blanco; en el rito Petro tienen
que ser arrojados dos gallos negros vivos al fuego. El rito Candor es la
expresión secreta del vudú, que, según una poción mágica, se basan en un
conocimiento superior y particular de las plantas medicinales que los loas
revelaron a sus fieles devotos[34].
6. El vudú, una religión bailada
En todos los ritos, el valor sagrado y mágico de la danza tiene siempre un
papel de primera línea. Podemos hablar de una auténtica religión bailada,
donde el tambor es el rey absoluto embriagando con su ritmo las ceremonias.
Se convierten así casi en loa, a los que se le hacen ofrendas y sacrificios. La
clave de toda ceremonia es ser poseído por el loa.
Dentro de la tradición de “magia negra vudú” están los muñecos vudú y
los zombies. Los muñecos son para controlar a las personas. Son diseñados y
fabricados por hechiceros que, mediante encantamientos, crean una conexión
entre el cuerpo y la voluntad del individuo con el muñeco. Así cuando se
lastima o manipula al muñeco, la víctima sufre dolor físico y su voluntad
queda bajo el poder del hechicero. Por otra parte, “matar” a alguien y
convertirlo en zombi es la más alta manifestación de brujería vudú. Zombi
equivale a muerto viviente, un muerto sin espíritu o con un espíritu incompleto,
que es extraído de su tumba y queda bajo el poder del hechicero. Este robo se
realiza mediante técnicas de magia negra cuando la persona está muriéndose, i
inmediatamente después de morirse. El zombi, que vive en un estado
semiinconsciente es un esclavo del hechicero. Se cree que los brujos son
capaces de inducir un estado cataléptico en sus víctimas. Así los zombis no
serían muertos sino personas narcotizadas o intoxicadas con poderosas
sustancias a los que equivocadamente se les considera muertos.

7. Orgías y posesiones
El vudú es un culto que se caracteriza por la posesión de los espíritus. Los
dioses de África occidental sobrevivieron en la memoria de los esclavos
haitianos bajo la forma de loa, potencias espirituales que residen en alguna
parte entre el mundo de los humanos y la inaccesible deidad suprema. Algunos
loa se identifican con santos católicos, una consecuencia del período de
colonización francesa en el siglo XVIII. En las ceremonias de vudú se invoca
a los loa para pedirles protección y orientación, o para causar daño por
medios mágicos. Los loa se manifiestan poseyendo o “montando” el cuerpo de
un celebrante, que se ha preparado para recibir al dios mediante un ritual
físicamente agotador, que incluye sacrificios, tambores hipnóticos y danzas
desenfrenadas y extáticas. A la persona poseída, gagnin loa, se la considera la
montura del loa, y todo lo que haga se considera obra del dios.
El concepto de los seres humanos como potenciales monturas de los
dioses es común a todos los cultos africanos de posesión y forma parte de
otras religiones afrocaribeñas, como el candomblé y la santería. Para el
devoto del vudú, es imposible ser humano y dios al mismo tiempo: así pues,
para que el loa entre, el “yo” tiene que salir. Los individuos que han sido
poseídos despiertan de su trance sin recordar nada de lo que han hecho y
dicho. Muchas veces, la “monta” tiene lugar contra la Voluntad del “caballo”,
y el cuerpo se retuerce y convulsiona mientras el loa y el propio espíritu
pelean por su control. El mismo loa puede montar a la vez a muchas personas.
El travieso dios de la muerte y los cementerios, Ghede, es muy popular
entre los pobres, a causa de su afición a burlarse de los poderosos en su cara.
Como a otros dioses orgiásticos, a Ghede le encanta confundir la sexualidad
de sus seguidores, haciendo que los hombres se vistan de mujeres y las
mujeres de hombres. Puede poseer tanto a unos como a otras.

Ghede es también el dios fálico del erotismo, y su conducta oscila entre


las indirectas sugestivas y la agresión sexual descarada. La libertad que se
adquiere al ser poseído por Ghede puede inducir a fingir la posesión. A los
sospechosos de fingir se los pone a prueba rociándoles los ojos abiertos con
ron y ofreciéndoles ron aderezado con veintiuna especias. A pesar de ser un
loa sensual, Ghede, como señor de los muertos, es también insensible, y es el
único capaz de resistir semejantes pruebas[35].

8. Las temibles Wanga o muñecas vudú


Esta práctica mágico-negra, ha sido especialmente cultivada y difundida por el
vudú, de ahí que esta nefastas efigies se denominen muñecas vudú. Si bien
también se utilizan para obtener beneficios, toda la fama se centra en las
wanga con objetivos mortales y maléficos. Dicen las viejas reglas que las
wanga más efectivas son aquellas que son fabricadas por el que quiere lanzar
el maleficio. Y deben confeccionarse, o al menos parcialmente, con aquellos
objetos que conservan las vibraciones de la persona destinada a recibir el
maleficio, o sea, objetos personales llevados recientemente por el individuo,
como corbata, calcetines, etc., al que se quiere dañar, y que deberán cubrir la
parte exterior del wanga. El interior se rellena de paja o algodón mezclado
con objetos físicos de la persona, tales como pelos, trozos de uña, etc.
Consideran los adeptos que esto constituye un formidable material vibratorio
para los fines perseguidos.
Es indispensable el sacrificio de cualquier animal, colocando parte de
su sangre fresca en el relleno de la muñeca. La tela exterior, una vez cortada
debe ser cosida en todas sus partes, dejando tan sólo una apertura para
poderla rellenar como se está diciendo. Cuando el relleno se halla realizado,
se cerrará también la apertura, utilizando hilo blanco de algodón. A partir de
ahí, el adepto ha de concentrarse en la imagen mental de la víctima, repitiendo
su nombre lentamente. Es entonces cuando se realiza el clavado de alfileres,
agujas o pequeños clavos, en determinadas partes de la figura, que son
exactamente nueve: el cráneo, el corazón, las dos articulaciones del hombro,
las dos de las rodillas, las dos manos, y el vientre. Dicen los adeptos que la
víctima sentirá dolor en esas partes del cuerpo, independientemente de la
distancia que la separe del lugar del maleficio, y que incluso morirá, si alguno
de los alfileres atraviesa un punto vital de la muñeca.
Otro sistema empleado es el de liar un hilo negro alrededor del cuello
de la muñeca vudú, apretando lentamente y que al parecer produce la asfixia
de la víctima. También aquí la concentración es un factor de primer orden. En
Haití, las islas del Caribe, Estados Norteamericanos del Sur y Brasil es
frecuente ver muñecas atravesadas con alfileres, acompañadas de cruces
negras de madera, y ataúdes negros, a la puerta de las casas de los enemigos
de quienes han hecho un conjuro[36].

9. Las esclavas fetiches del África negra


Uno de los más impresionantes ejemplos de esclavitud sexual es la que se está
desarrollando en varios países de la costa oeste del continente africano. En
Ghana (independizada del Reino Unido en 1957), Togo (independizada de
Francia y el Reino Unido en 1960), Benin (independizada de Francia en 1960)
o Nigeria (independizada del Reino Unido en 1960) han reaparecido las
llamadas esclavas religiosas. Se calcula que más de 30000 niñas viven atadas
a un sacerdote-fetiche sirviendo de objeto sexual con la excusa de aplacar a
los dioses. En la República Democrática del Congo (antigua Zaire,
independizada de Bélgica en 1960 y con 42.4 millones de habitantes), donde
la crisis social y la muerte en 1997 de Mobutu Sese Seko tras su férrea
dictadura provocó un cambio dramático de valores y la pérdida de modelos de
referencia; las sectas mesiánicas, los grupos de oración callejeros y los
“papás pastores” proliferan bajo el gobierno de Laurent Desiré Kabila.
Cuando todo se hunde, en el África negra reaparecen los brujos y la
gente torna los ojos al cielo o escruta las entrañas de los animales en busca de
signos o de esperanza: sólo en Ghana hay más de cuatrocientas veinte sectas
con más de dos millones de adeptos; en Nigeria ochocientas sectas con tres
millones de adeptos, etc. En un informe titulado "Las Niñas Olvidadas",
elaborado por la Sociedad Anti-Esclavitud, se denuncia la existencia de
esclavas religiosas en el oeste de África y se asegura haber encontrado a
niñas de ocho años a las que se fuerza a realizar brutales actos sexuales. La
prostitución y la esclavitud han existido desde tiempos inmemoriales, y sus
formas siempre han dependido de los valores económicos, sociales y sexuales
de cada sociedad. Las motivaciones pueden ser laicas, o como en este caso
religiosas: las niñas son ofrecidas para aplacar a los dioses y compensar
errores cometidos por sus parientes. Son esclavas en todo el sentido de la
palabra. Hoy en día, en varios países de África niñas y adolescentes, son
ofrecidas en forma de sacrificio voluntario por sus padres a personajes a los
que se considera sagrados y que, una vez en poder del sacerdote, se las utiliza
para efectuar agotadoras tareas domésticas e indignantes servicios sexuales.
Las “niñas-fetiche”, son el equivalente moderno de las doncellas a las
que en el pasado sacrificaba el brujo de la tribu para garantizar el éxito en una
guerra. El esclavismo sexual parece circunscrito a Ghana y algunos países
aledaños, pero la efervescencia religiosa y la preocupación enfermiza por el
más allá es un fenómeno general. En el caso de la República Democrática del
Congo, la oración se ha convertido en una obsesión nacional. Además de la
certeza de que no hay justicia, de que las sentencias se subastan y de que
funcionarios, policías, aduaneros y militares roban y saquean, fomenta el que
todo el mundo rece invocando a Dios, o a Jesucristo. Papa berger es como se
conoce en la República Democrática del Congo a aquellos que dirigen las
sectas, con seis millones de seguidores y adeptos sólo en este país. Significa
“papá pastor” y es una profesión prestigiosa, que confiere poder y, a menudo,
una boyante situación económica. La mayoría de los papa berger carecen de
los más mínimos estudios teológicos, pero todos gozan de considerable
influencia. Sólo en la República Democrática del Congo operan más de
cuatrocientas sectas.
10. El movimiento kimbanguista
De todos los movimientos mesiánicos, quizás el más significativo, implantado
e influyente sea el kimbaguismo de la República Democrática del Congo. El es
una mezcla sincrética de ingredientes cristianos y de la religiosidad
tradicional africana bantú: los kimbanguistas aplican los Diez Mandamientos,
asisten a sus misas descalzos, no bailan, no beben y tienen una organización
políticamente muy influyente. Practican el bautismo por inmersión en la edad
adulta; su oración esencial es una doxología trinitaria: ¡Tata Mupete! ¡Tata
Kimbagu! ¡Tata Alamani! En sus celebraciones caen frecuentemente en trance
o mpève (nombre de uno de los antepasados, equivalente a santo) como señal
de recepción del espíritu santo. En 1921, un individuo prodigioso llamado
Simón Kimbangu tuvo una visión. Moisés había liberado a los hijos de Israel,
Jesucristo a los blancos, Mahoma a los árabes y Kimbangu, por encargo de
Dios, lo haría con la raza negra. Kimbangu eligió doce apóstoles, todos ellos
ex-catequistas protestantes, realizó algunos milagros y transformó su Nkamba
natal en una versión selvática del Vaticano, a la que peregrinaban en masa los
afligidos nativos. Los enfermos acudían en tropel en busca de la curación
mediante agua bendita (lusalu), lo que trastocó la vida de la colonia y
convenció a las autoridades de que había que adoptar medidas drásticas.
Simón Kimbamgu fue condenado a muerte, la sentencia fue conmutada por el
rey de Bélgica a cadena perpetua. Murió en prisión en 1951 tras haber tenido,
según un poeta local: "60 días de gloria y 30 años de prisión, silencio y
soledad". Desde 1969 el kimbaguismo forma parte del Consejo Mundial de
las Iglesias (Ginebra). En 1991 el gobierno zaireño le rehabilitó con categoría
de héroe nacional.
TEXTO PARA COMENTARIO VII:
“EJERCER UN MALEFICIO SOBRE
ALGUIEN”
Magia y hechicería: acciones por la que "se pretende domesticar potencias
ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el
prójimo, aunque sea para procurar la salud, son gravemente contrarias a la
virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van
acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la
intervención de los demonios".(Catecismo de la Iglesia Católica
2117) La hechicería es practicada por algunas sectas, como también
por personas sin religión específica, nueva era, etc. Isaías advierte: “Vendrá
sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar; caerá sobre ti un desastre
que no podrás evitar.
Vendrá sobre ti súbitamente una devastación que no sospechas. ¡Quédate,
pues, con tus sortilegios y tus muchas hechicerías con que te fatigas desde
tu juventud! ¿Te podrán servir de algo?¿Acaso harás temblar? Te has
cansado de tus planes. Que se presenten, pues, y que te salven los que
describen los cielos, los que observan las estrellas y hacen saber, en cada
mes, lo que te sucederá.
Mira, ellos serán como tamo que el fuego quemará. No librarán sus vidas
del poder de las llamas. No serán brasas para el pan ni llama ante la cual
sentarse. Eso serán para ti tus hechiceros por los que te has fatigado
desde tu juventud. Cada uno errará por su camino, y no habrá quien te
salve” (Is 47,11-15). La periodista Lorena Ros, en un reportaje del
semanario La Vanguardia, 12/X/2003, titulado Vudú, cuenta la historia de
Betty, una nigeriana que será enviada a Europa, ofrecida por su padre al dios
del río Okun en una ceremonia vudú denominada “juju”, que tiene como fin
quedarse con su alma hasta que cumpla el pacto acordado. De este modo,
miles de nigerianas caen en redes de traficantes que las prostituyen en
Europa bajo la amenaza de la magia negra.
VIII. El SHANGÓ DE TRINIDAD Y
GRANADA
1. Las Islas Trinidad y Granada
Trinidad es la mayor isla del mar Caribe, que se encuentra aproximadamente a
una decena de kilómetros de distancia de la costa oriental de Venezuela. La
capital de la isla y del país es Puerto España, situada en el noroeste, en el
Golfo de Paria. San Fernando, la segunda ciudad más importante, se encuentra
situada en el suroeste. Fue descubierta por Cristóbal Colón el 31 de julio de
1498 en su tercer viaje. En 1530 fue conquistada por España bajo la dirección
de Antonio Sedeño, que fue su primer gobernador, cargo que asumió en 1532,
pero debido a la tenaz resistencia de los nativos fue abandonada dos años más
tarde.
Un siglo más tarde, España estableció misiones de evangelización con
los frailes capuchinos. Durante el periodo colonial español la isla es dependió
de la Real Audiencia de Santo Domingo, a su vez dentro de la jurisdicción del
Virreinato de la Nueva España. En el año 1640 la isla rechaza un intento de
invasión de los Países Bajos, y en 1677 otro de Francia. En 1797, durante una
de guerra entre España y el Reino Unido, una flota inglesa ataca la isla y
obtiene la rendición de su Gobernador. Tras el Tratado de Amiens en 1802 se
anexa la isla, que se unirá posteriormente a la isla de Tobago en una sola
colonia denominada Trinidad y Tobago.
Granada es un país e isla del mar Caribe que incluye a las Granadinas
del sur. Es el segundo país independiente más pequeño del hemisferio
occidental después de San Cristóbal y Nieves. Se encuentra en la zona sureste
del mar Caribe, al norte de Trinidad y Tobago, al Nordeste de Venezuela y al
sur de San Vicente y las Granadinas. La historia registrada de Granada
comienza en 1498, cuando Cristóbal Colón divisó por vez primera la isla.
Tras un intento fallido de los ingleses para establecerse en la isla, los
franceses compraron la isla a los indios Caribes en el año 1650. La isla fue
cedida de nuevo a Gran Bretaña en 1783. Granada se convirtió en una Colonia
de la Corona Inglesa en 1877.
Granada consiguió la independencia en 1974 y, en 1979, tras un periodo
de gran inestabilidad política, el carismático y popular líder de izquierdas
Maurice Bishop se hizo con el poder. El socialismo de Bishop y su
cooperación con la Cuba comunista no fue bien recibido por las naciones
conservadoras de la zona, como Barbados, Dominica y los Estados Unidos.
Una disputa con el ala comunista, leal a Bernard Coard, del partido que estaba
en el poder, New Jewel, llevó a un golpe de estado y la ejecución de Bishop el
19 de octubre de 1983. Seis días más tarde, la isla fue invadida por las fuerzas
militares de los Estados Unidos y de otras seis naciones del Caribe dentro de
una campaña militar llamada Operación Furia Urgente. Las tropas capturaron
rápidamente a los líderes de la revolución y a sus consejeros cubanos, muchos
de los cuales estaban trabajando en la construcción de un gran aeropuerto para
la isla que fue completado por los Estados Unidos algunos años más tarde. Al
año siguiente se celebraron elecciones. En septiembre de 2004, la isla fue
impactada por el Huracán Iván, de categoría 3, que destruyó el 90% de las
viviendas.

2. Características generales del culto shangó


El culto shangó pertenece al típico patrón afroamericano de cultos de
posesión y puede ser considerado un equivalente de la santería cubana y del
vudú haitiano. En el Brasil, sus equivalentes más cercanos serían el
candomblé de Bahia, el tambor de mina de Sao Luís y el batuque de Porto
Alegre. El shangó tiene como tradición africana predominante a la Nación
Nagô, que es cercana a la de la Nación Kêtu de los candomblé de Bahía, y
constituye básicamente una reorganización de la tradición religiosa de los
Yoruba de Nigeria.
El sistema de creencia del shangó está constituido por tres categorías
principales de seres sobrenaturales, con los cuales los adeptos buscan entrar
en contacto a través de la practica ritual: 1. Los “santos” u orishás, que son
divinidades de la naturaleza; 2. El ori o cabeza, una especie de principio vital
individual; y, finalmente, 3. Los eguns o ancestros.

3. Los orishás intermediarios entre Dios y los hombres


Los orishas funcionan básicamente como intermediarios entre un dios
abstracto, hoy día prácticamente asimilado al Dios católico y los hombres.
Son llamados “santos” justamente por jugar ese papel intermediario, a partir
del cual se estableció el fenómeno del sincretismo o equivalencia simbólica
entre las divinidades africanas y algunos de los santos católicos más
venerados en el país.
El culto a los orishas representa la parte más popular y festiva de las
religiones afro-brasileñas y es lo que las hace atractivas para la población en
general, al punto de ser llamadas, a veces, “religión de los orishas”. El ori es
una entidad que puede ser asimilada al ángel guardián. Literalmente ori
significa “cabeza” y, mientras el oriha remite a una dimensión intemporal, ya
que se trata de una divinidad, el ori es la dimensión sobrenatural de la vida
temporal.

4. Los eguns o las almas de los muertos


Los eguns son las almas de los muertos que intervienen en la vida de los
humanos y pueden incluso aparecer ante los vivos bajo la forma de espectros o
entidades perturbadoras. El culto a los eguns es, con mucho, la parte más
secreta de la vida del shangó: es responsabilidad exclusiva de los hombres de
confianza del grupo, permitiéndose apenas a las mujeres responder a sus
cantos en el momento estricto del ritual. Dicha separación de los eguns se
hace notar hasta musicalmente, en la medida en que su música preserva rasgos
muy idiosincrásicos con relación a los otros repertorios de música ritual.

5. Vida ritual shangó


En cuanto a la vida ritual del culto, está centrada en tres grandes áreas, de
actividades: 1. Los sacrificios de animales y las ofrendas para los orishas,
para el ori y para los eguns; 2. Los rituales relacionados especialmente con el
proceso de iniciación; 3. Las grandes fiestas públicas, o toques, incluyendo
aquí tanto aquéllas que cierran el proceso de iniciación como las
celebraciones dedicadas a los orishas, generalmente ligadas al calendario
católico.
De la misma manera que es propio etiquetar al shangó como “culto de
posesión” ya que el trance es sin duda la principal vía mística ofrecida al
adepto, sería también adecuado llamarlo “religión de sacrificio”. Los tres
principales rituales de sacrificio y ofrenda del shangó son: 1. El Obrigação, o
sacrificio y ofrenda para alimentar a los orishas. Es la actividad más
prominente y frecuente en cualquier “casa de santo”. Articula varios y
elaborados sistemas simbólicos, como colores, comidas, canciones, objetos
materiales, invocaciones, etc., plasmados en una secuencia generalmente muy
compleja de actos rituales. En la práctica, la Obrigação se desdobla en varios
ritos, interdependientes en ejecución y significado, lo que hace que una
determinada Obrigação pueda llegar a durar hasta semanas. Por ejemplo, tres
días después de la Obrigação principal, ocurren dos rituales
complementarios: a) La Salida del ebó, también llamada despacho, rito muy
importante en la tradición afro-brasileña y que consiste en la retirada y
eliminación de la comida preparada y de las partes de los animales que fueron
dejadas a los pies de los orishas durante el sacrificio; b) El amarre de las
hojas, rito bastante secreto, y muy rico musicalmente, centrado básicamente en
las figuras de dos orishas, Exú y Osanyin y que cierra el ciclo de ofrendas; c)
El Obori, ú ofrenda de comida para la cabeza. Sacrificio destinado a
fortalecer el ori de la persona, preparándola para soportar la posesión por su
orisha, al mismo tiempo que volverla más saludable en general. Según los
adeptos, de entre todos los rituales el Obori es uno de los más bellos,
especialmente por su música; d) El sacrificio balé, o sacrificio para los
eguns. Por lo menos una vez al año se sacrifican animales y se ofrece comida
para los eguns más importantes de un templo de shangó.
6. Rituales de iniciación shangó
Con respecto a los rituales de iniciación, los fundamentales, más secretos o
privados son: 1. El “lavado de cabeza”, acto central de la iniciación, con el
cual se instala definitivamente el orisha en el ori de la persona: la cabeza del
neófito y la piedra de su santo son lavados simultáneamente en un líquido
hecho a base de hierbas y plantas, todas con varios poderes mágicos y
pertenecientes a los diferentes orishas. El mundo vegetal en general pertenece
al dios Osanyin, y es con su planta principal que se toca el ori del neófito en
el momento crucial del lavado; 2. Al lavado de cabeza le sigue a continuación
un rito más secreto y famoso, denominado “hechura del santo o rapado de
cabeza”: el neófito es recluido en un cuarto, donde se le rasura todo el cabello
de la cabeza y se le hacen, en la cabeza, en los hombros y en los brazos, cortes
con una navaja, a fin de inocular debajo de su piel algunos preparados,
vegetales y minerales, denominados ashés. El neófito permanece en ese cuarto
reservado, generalmente por todo un mes, y en ese período aprende varias
cosas sobre su santo, incluyendo las danzas y canciones propias del orisha
que ahora se apodera de su cabeza; 3. Este clásico esquema de rito de paso
termina con la fase de agregación, a la comunidad de adeptos, ahora como un
completo iniciado. Esta fase final se realiza a través de una gran fiesta para
los orishas, en la cual el nuevo iyawo o recién iniciado, sale triunfalmente del
cuarto de reclusión, poseído por el orisha, en medio de una multitud de fieles
que lo reciben cantando una canción exclusiva para la ocasión, llamada canto
de iyawo. Con la salida de iyawo se concluye formalmente el ciclo de
iniciación en el shangó. Tendrán lugar, posteriormente, rituales
complementarios, pero sin el poder simbólico y también musical de esos dos
momentos máximos:el del lavado de cabeza y la salida de iyawo.

7. Tabla de orisxás con su respectivo santo católico


Los católicos veneramos a los santos comprendiendo que son seres humanos
que vivieron heroicamente su fe, murieron y están ahora en el cielo desde
donde interceden por nosotros gracias a su participación en la gloria de
Jesucristo. Pero para los santeros, los santos son dioses, orishás, que deben
adorarse. Olodumare creó a los orishas para manifestar su voluntad y su
esencia en la creación. Los orishás también son los guías y protectores de la
raza humana.
Los santos que tomaron para identificarlos con los orishás eran los más
conocidos en la Iglesia en Cuba. La Virgen Santísima en diferentes
advocaciones es también identificada con un orisha como si fuese un santo
más. La identificación a menudo tiene que ver con las vestimentas o las
razones por las que el santo o la Virgen es conocida. Así Santa Bárbara,
vestida de rojo y con espada en las imágenes católicas, se identifica con el
dios Shangó, guerrero a quien se le atribuye la fuerza.
ELEGUÁ representado por San Martín Caballero, porque viaja a
caballo; San Antonio de Papua, porque encuentra a personas y cosas
desaparecidas; San Miguel Arcángel, porque es mensajero de Dios; y Santo
Niño de atocha.
OBATALÁ representado por la Virgen de la Merced, asociada con la
misericordia.
YEMAYÁ representado por Nuestra Señora de la Regla, asociada con
la menstruación.
OYÁ representado por Nuestra Señora de la Candelaria y Santa Teresa,
asociadas con el valor y el fuego.
OCHÚN representado por Nuestra Señora de la caridad del Cobre,
asociada con la generosidad y Nuestra Señora de la Concepción, relacionada
con la maternidad.
SHANGÓ representado por Santa Bárbara, asociada a los truenos y a la
artillería.
OGÚN representado por San Jorge, guerrero.
BABALÚ representado por San Lázaro, que era un leproso

8. Shangó el dios del trueno


Fue en vida uno de los fundadores del reino Yoruba en Nigeria, rey en la
ciudad de Oyó. Shangó, representado por Santa Bárbara, se le recuerda como
un guerrero muy valiente, mujeriego, atrevido, bebedor, machista y de gran
atracción varonil. Cuando se menciona su nombre los creyentes deben
levantarse de sus asientos en señal de respeto y reverencia. Es el dios de la
Guerra, dueño del rayo, del trueno y de la música. A él pertenecen los
sagrados tambores, bata, que se emplean en ceremonias de gran trascendencia
y a ellos deben ser presentados los nuevos santeros o iniciados. Shangó, es
hijo de Yemayá y Aggayú Solá, aunque fue criado por Obatalá, pues Yemayá
no lo quiso. Al adoptarlo Obatalá y Yemú, le pusieron un collar blanco y rojo,
le construyeron un castillo y le dijeron que sería dueño del mundo. Al bajar a
la Tierra lo hizo con su castillo, su pilón y el tablero para adivinar.Cuando
Shango bajó se fue a vivir con el pueblo Congo, pero por su carácter tuvo
problemas y fue desterrado. Caminando se encontró con Orula, dios de la
sabiduría y del destino: San Francisco de Asís, y le entregó el tablero de Ifa
por considerarlo un hombre de respeto. A partir de entonces se quedó
adivinando con el caracol y los cocos. Yemayá, maternidad: Ntra. Sra. De
Regla, lo salvó en otro momento de la ira de Aggayú, paternidad: San
Cristóbal, que lo iba a lanzar al mar por haberse apropiado de sus bienes.Es
un orisha muy violento aunque teme a los muertos. Cuando monta en uno de
sus hijos los puede someter a sacrificios tremendos como tocar el fuego, etc.
Además de guerrero y adivino es curandero y no admite hijos cobardes. Sus
hijos son adivinos por naturaleza. Sus colores representativos son el rojo y
blanco alternados.
Shangó es un orisha que concentra en él las mayores virtudes y los
mayores defectos.Este orisha come carnero, gallo, codorniz, toro y pavo. La
fruta preferida es el plátano, sobre todo el indio, no perdonando que sus hijos
le roben sus ofrendas. Su número epresentativo es el 6. Se le llama con una
maraca. Su día de la semana es el miércoles y su celebración es el 4 de
Diciembre. Protege del fuego y ocupa una posición principal entre los orishás.

9. Yemayá modelo de madre universal


Es madre de todos los orshás. Se la representa como Ntra. Sra. De la Regla.
Es la reina del mar y diosa de la inteligencia, de lo racional y de la brujería.
Fue la primera mujer de Orula a quien robó el secreto de trabajar con el
Ekuele, por lo que este la castigó a quedarse con el caracol para la
adivinación. Fue también mujer de Orishaoko, orisha dueño de las tierras, a
quien trata de robarle terreno continuamente después que disputaron debido a
que una gallina de este le robó a Yemayá unos polvos que había preparado.
Entre sus atributos están las siete manillas blancas, la media luna en el ancla,
la llave y el sol plateado. Gusta de los caracoles y los abanicos.
Yemayá come carnero, gallo, guinea, ganso y codorniz. Le gustan las
mazorcas de maíz en ruedas. Sus colores representativos son el azul marino y
el blanco. En su collar, las cuentas transparentes como el agua del mar se
alternan de siete en siete. Yemayá protege a los marinos. Se comunica a través
del caracol . Su día de la semana es el domingo.

10. Elegua, el orisha de la adivinación


Elegua, aunque es un niño se le considera como él mas temible de los Orishas,
por ser el dueño de los destinos, llevando y trayendo lo bueno y lo malo. Es,
es el Orisha de las bromas, de lo inesperado. Es el primero y más importante
de los guerreros. Por ser un niño revoltoso, su favor debe ser lo primero en
conquistarse, ya que esta en todas partes acechando. Como se mete en todo,
puede enredar una situación y volverla al revés, haciendo cambiar los planes
de los dioses y los de las personas.Elegua es el primer Orisha que recibe la
ofrenda en el día de los sacrificios, a quien se saluda después de a Egun, el
muerto, y al que se le pide permiso y agasaja en toda ceremonia Yoruba para
evitar con esto las complicaciones que motivarían su descontento. El mismo
Olofi, dios creador, lo dispuso así cuando le dijo: " Siendo tú él más chiquito
y mi mensajero, serás él más grande entre todos, tanto en la Tierra como en el
Cielo, y sin contar contigo nunca será posible hacer nada." El obtuvo este
privilegio de Olofi, según la mitología Yoruba cuenta, que estando Olofi
enfermo de un mal misterioso que le impedía desenvolverse, todos los Orishas
probaron sus medicinas sin resultados, Eleggua que era un niño al que nadie
respetaba escogió unas yerbas e hizo un ogro, cocimiento, que en cuanto Olofi
lo tomó, se curó inmediatamente. Olofi agradecido ordenó a los Orishas que
cedieran las primicias de toda ofrenda y depositó en las manos de Elegua su
llave haciéndolo dueño de los caminos, desde ese día lo toleró con paciencia
e hizo acatar todas sus travesuras. A este Orisha se le representa con los
colores negro, rojo y blanco. Se le atribuyen veintiun caminos o formas de
manifestarse pero los Babalawos, supremos adivinos, dicen que en realidad
son 101. En cada camino el Orisha presenta diferentes características que van
desde su asentamiento hasta sus poderes. Lo entrega el Babalawo y lo hace
según el camino que debe corresponders con las características de la persona
que lo recibirá. Según la tradición el que da el Babalocha o "Santero" lo
representa en piedra rustica o coco seco. Los hijos de Elegua son muy hábiles
e inteligentes aunque poco escrupulosos, teniendo mucho éxito en la política.
El Tablero de Ifá y el Ekuele, regidos por Orula, el dios de la
adivinación, son los oráculos del babalawo, consistente el primero en una
tabla redonda que “simboliza el mundo” y el segundo, en una cadena con ocho
trozos de coco. Orula es el dueño del Tablero de Ifá y a través de él se
comunica con los hombres. Quien desoye sus consejos, sea hombre o dios,
puede ser víctima de las desgracias inducidos por Echu, que viene a ser el
diablo de la santería.
TEXTO PARA COMENTARIO VIII:
“TESTIMONIO DE MIGUEL W. RAMOS”
“Al mes de haber nacido, mi padre, sentado en un sillón, me mecía sobre
su pecho para que yo durmiera. El sueño lo venció a él más rápido que a
mí. Al poco rato se despertó al oír los gritos de mi madre al ver mi cabeza
y la camiseta de mi padre totalmente embarradas de sangre: mi sangre. De
inmediato, corrieron a la Casa de Socorros en Arroyo Apolo pensando lo
peor.Resulta que en mi mollera se había encajado la punta de una espada
de oro que llevaba mi padre en su cadena. Aunque mi padre era sacerdote
de Obatalá, dicha espada había sido consagrada en Shangó, el Orisha del
trueno, por la gran afinidad que él tenía con esta entidad.
Afortunadamente, el daño fue mínimo y la herida sanó sin dejar rasgos
visibles.
A las dos semanas de este hecho, mis padres acudieron a un toque de
tambor y, tan pronto entraron por la puerta conmigo en brazos, Shangó,
posesionado de una de sus sacerdotisas, me tomó de los brazos de mi padre
y comenzó a bailar conmigo en sus brazos. Al cabo de un rato, me devolvió
a mi padre y, frotándome la cabeza, les dijo a mis padres que eso que me
había sucedido (la marca que el [Shangó] me había hecho en mi cabeza)
era para que se supiera que donde quiera que yo fuese en mi vida, yo era
su hijo. Shangó me había marcado para que yo no me le extraviase en el
mundo! Mis padres se quedaron anonadados, pues solo ellos, mis abuelos y
los médicos de guardia en la Casa de Socorros conocían lo que me había
sucedido. Shangó no hablaba mentiras!
A los trece años, en la fría y extraña ciudad de Nueva York, fui
ordenado sacerdote de Shangó en la religión Lucumí (La santería o Regla
Lucumí), exiliada en los Estados Unidos junto a un creciente número de
cubanos quienes buscaban huir del sistema totalitario implantado en la
isla por la revolución Castrista. Con trece años, lo menos que deseaba yo
era estar pelado al rape, vestido inmaculadamente de blanco, y mucho
menos que me vieran mis amigos quienes indudablemente se burlarían de
mí y de mi extraña religión. A esa edad, habiendo vivido en Nueva York
desde los seis años, la religión lukumí era algo ilógico e insensato para
mí, aunque no extraña, ya que desde que llegamos de Cuba, mi padre
ejercía como sacerdote lukumí y también como espiritista. En mi casa en
Brooklyn, casi todos los fines de semana ocurrían actividades religiosas.
Cuando no era una iniciación, era un toque, un aniversario de iniciación,
o una misa o recogimiento espiritual. Aunque vivía constantemente
rodeado por este mundo místico-religioso, mantenía distancia ya que la
religión me parecía locura, una absurda superstición cubana. Cuando de
casualidad la curiosidad me llevaba a preguntar o indagar, la respuesta
usual era que con el tiempo sabría, ya que en ese momento era muy joven
para entender. Debo admitir que aun después de iniciado, en aquella
época me costó trabajo entender. No obstante, la voluntad de Olodumare
(Creador de los orishas) y los Orishas pudo más que mi vanidad y mi
ignorancia.
Mi conflicto mayor fue con el catolicismo y la relación de los
Orishas con los santos de la Iglesia Católica. Mi abuela, devota de Santa
Bárbara toda su vida y sacerdotisa de Shangó, me decía que esa santa y
Shangó eran lo mismo. Santa Bárbara era la forma percibida por los
católicos y Shangó era como se le percibía en África. Esa analogía me
ocasionaba grandes conflictos ya que en nada se parecía la santa Católica
al dios Yoruba/Lukumí. La imagen de Santa Bárbara que había en la sala
de mi casa era una escultura de una bella mujer, de cara placentera,
sonriente. Si esa era Santa Bárbara, en nada se parecía a Shangó.
Shangó, el cual yo había visto posesionado de sus sacerdotes
muchísimas veces, era tosco, alborotoso, extremadamente varonil. Al
bailar, hacia alusión de su masculinidad con el movimiento de sus manos
que ascendían al cielo para luego descender como un rayo hacia el área
de sus genitales. Cuando veía Ochún (diosa del amor) en cabeza de alguna
sacerdotisa, en su baile Shangó trataba de conquistarla, de seducirla,
ensayando el ya bien conocido mito de su atracción a la deidad Lukumí de
la sensualidad y el amor. En nada se me parecían Santa Bárbara y
Shangó. Con el tiempo aprendí que Santa Bárbara era la patrona
de los artilleros; que cuidaba los fuertes españoles y amparaba a los
soldados de la madre patria y que Shangó también se relacionaba con la
guerra y tenía un gran ejército a su disposición. Ambos habían vivido en
un gran castillo y ambos vestían de rojo y blanco. Santa Bárbara portaba
una espada y Shangó un hacha. Cuando tronaba, mi abuela quien le tenía
terror a los truenos, corría a tapar a Shangó y a Santa Bárbara con tela
blanca, pidiéndoles que tuvieran misericordia. Finalmente, encontré algo
en común. No obstante, aun me chocaba el contraste sexual: Santa
Bárbara, la mujer de apariencia delicada, y Shangó, el hombre tosco,
varonil, y seductor. ¡Mi familia estaba loca!
Durante mi año de iyawó o recién ordenado, mi vida continuo como
de costumbre. De la casa a la escuela, y de la escuela a la casa,
especialmente durante el invierno. Al terminar mis tareas, salía a jugar
con mis amigos quienes, contrario a mi temor, nunca se burlaron de mí. No
sé si fue por ingenuidad, respeto o quizá temor, ya que los rumores
circulaban que en mi casa se practicaba Vudú y las películas de monstruos
y ciencia-ficción de Hollywood contribuían al estereotipo negativo del
Vudú y por ende, las religiones africanas. Quizá mis amigos temían que yo
tomase alguna represalia mágica contra ellos, hincando un muñeco de
trapos con alfileres para que le ocasionase daño a ellos, o quizá nunca se
dieron cuenta. No sé. No me acuerdo cuando fue que escuché la palabra
"Yoruba" por primera vez. Los Yorubas en Cuba fueron introducidos como
Lukumí. La nomenclatura "Yoruba" era desconocida en Cuba. No obstante,
el conocer esta palabra despertó en mi una curiosidad, quizá una
necesidad, de investigar más sobre este tema. Fue una tarea difícil ya que
la literatura existente en esos años no era abundante, pero esto sólo sirvió
para incrementar en mi el deseo de persistir e indagar. El resto es historia.
Desde los catorce años comencé a practicar antropología sin ser
antropólogo, conduciendo trabajos de campo y llevando apuntes sobre mis
investigaciones tanto literarias como en el campo.
Pero mis investigaciones no eran para satisfacer fines ni requisitos
académicos, sino que servían para ayudarme a obtener una mejor
comprensión de la religión en la cual yo había sido iniciado. Sin embargo,
al entrar a la universidad en Nueva York cuando me gradué de la escuela
superior, decidí que quería ser contable público y no antropólogo. En ese
momento no relacioné mi curiosidad religiosa con el papel académico que
por satisfacción personal estaba desempeñando. Quizá fue por eso que no
terminé mi carrera universitaria en aquel momento, conformándome con
una escuela vocacional y un curso de dos años de administración
comercial. En 1978, mis padres decidieron abandonar Nueva York
y mudarse a Puerto Rico. Yo deseaba quedarme en Nueva York, pero
Shangó pensó otra cosa. Él insistió que yo acompañase a mis padres a
Puerto Rico, ya que, según él, sería una tierra bendita para mí. ¡Dicho y
hecho! Aunque había funcionado como sacerdote y Oriaté (adivino) en
Nueva York, fue en Puerto Rico donde mi capacidad sacerdotal floreció.
Mis éxitos en esa isla fueron numerosos, y mis conocimientos, estudios y
entendimientos de mi religión aumentaron a pesar de que encontré celos,
rivalidades y oposición.
Eventualmente mis padres regresaron a Nueva York, pero Shangó
insistió en que yo permaneciera en Puerto Rico. Ya para aquel entonces yo
me había casado, tenía mi propio negocio, una botánica, del cual vivía
relativamente bien, y no me faltaba el trabajo dentro de la religión. Como
decimos en el vernáculo lukumí-cubano, tenía un "pueblo" en Puerto Rico.
Que más podía pedir. Sin embargo, no me sentía a gusto allí, y a cada rato
le pedía permiso a Shangó para irme de la isla. Este sólo decía que no era
el momento. En 1983 fui a Cuba por primera vez desde que me marché en
los años sesenta. En esa época, conocí mi familia religiosa en la isla,
participé en una serie de rituales, y conduje trabajo de campo entre
muchos sacerdotes en la isla. Regresé de nuevo a Cuba en 1984. Ese fue el
viaje que le dio otro curso a mi vida y del cual vivo eternamente
agradecido. En un tambor que yo le di a Eleggua (el Orisha del destino que
vigila los caminos de los devotos) Shangó vino a la tierra y me habló sobre
mis deseos de mudarme de Puerto Rico, dándome el permiso que yo tanto
le había pedido. Pero ese permiso fue condicional, con tal de que yo le
prometiera a él que ingresaría de nuevo a la universidad y obtendría un
título. ¡Desde luego, accedí!
En octubre del mismo año, me mudé a Miami, la capital del exilio
cubano. Al igual que en Puerto Rico, Miami probó ser una ciudad
fructífera para mi. Enseguida comencé a trabajar como contable en una
compañía de muebles muy conocida en esa ciudad y a introducirme entre
la comunidad religiosa. La universidad tendría que esperar a que yo
estableciera raíces firmes en Miami, y por lo tanto año tras año seguía
diciéndole a Shangó que pronto cumpliría con mi promesa, empleando la
falta de tiempo como excusa. Pero Shangó era más sabio que yo, como
bien el tiempo me demostraría. De la noche a la mañana, mi relación con
mi jefe inmediato en la compañía comenzó a deteriorar inexplicablemente.
Hasta entonces, el y yo habíamos tenido buenas relaciones, incluso me
permitía tomar decisiones de gran envergadura en su ausencia. Su
confianza en mi era total e incondicional. Aun hoy me pregunto que fue lo
que pasó pues no hay explicación humana que pueda explicar la
animosidad que surgió entre nosotros. De más esta decir que en enero de
1988, luego de regresar de unas vacaciones, renuncié al trabajo sin previo
aviso.
Pasaron meses y no lograba conseguir trabajo en Miami. Donde
quiera que solicitara trabajo estaba sobrecapacitado para la posición o
tomaban a otra persona sin darme explicación alguna. Finalmente entendí
que algo sobrehumano estaba controlando mi vida en ese momento, pero
no lograba, o quizá no quería, identificar lo que era. Había visto a Shangó
en varios toques y rituales pero este no me decía nada. Tal parece que me
estaba ignorando intencionalmente. Finalmente, no me quedó otro remedio
que acudir a él a través de la adivinación. Busqué un Oriaté que no me
conocía para que me interpretara el oráculo y la "conversación" de
Shangó. El proverbio del odu o signo adivinatorio que me vino en ese
momento aludía a una deuda que yo tenía con Shangó: "El que debe y
paga, queda franco."Nunca asocié la deuda con mi promesa de regresar a
la universidad. Quizá estaba muy atribulado con mi dilema en ese
momento y no lograba entender que era lo que Shangó me reclamaba.
Hasta que finalmente el Oriaté me dice que decía Shangó que quería que
yo estudiara. Como si hubiesen estallado rayos a mis alrededores, me
acordé! ¡Claro! Mi promesa, mi deuda, mis dificultades económicas: todo
tenía una razón de ser. Shangó me había llevado a un abismo por mi
incumplimiento, e ignoraba las dificultades que yo estaba atravesando con
todo propósito para que yo reaccionara y me diera cuenta de mi falta con
él.
Al día siguiente, tomé los exámenes de entrada del Miami Dade
Community College y en enero de 1990 comencé mi carrera universitaria
en Miami. En la actualidad, estoy terminando una tesis de maestría en
historia en Florida International University y pienso continuar hacia el
doctorado. Aunque a esta altura de mi vida el proceso no ha sido fácil, ya
que es difícil estudiar, trabajar, criar un hijo, y cumplir con mis
responsabilidades sociales, religiosas y académicas. Los logros que he
obtenido y la satisfacción personal me han recompensado por la difícil y
ardua tarea.La religión Lukumí ha llenado grandes vacíos en mi vida, a la
vez que me ha servido de guía, dándome la dirección necesaria para vivir
una vida mejor y a la vez ser un mejor ser humano. Es tanto el
agradecimiento que le tengo a este sistema religioso y a las deidades de su
panteón que no existe manera humanamente posible de recompensarle por
las innumerables bendiciones que han derramado sobre mi. Inclusive, le
debo hasta el hijo que tengo.
Desde que nos casamos en 1979, por más que tratábamos, mi esposa
no lograba salir embarazada. Consultamos los mejores médicos en Puerto
Rico y luego en Miami acudimos al centro de infertilidad de la
Universidad de Miami. Nos sometimos a cuantas pruebas existían para la
infertilidad, y según los médicos, el caso fue diagnosticado como
inexplicable ya que ninguno de los dos éramos estéril. Por más
tratamientos y recomendaciones que nos hicieron, la ciencia no logro
resolver la misteriosa condición. Los Orishas decían que tendríamos hijos
pero tampoco veíamos ningún resultado o intervención divina por parte de
ellos. En mayo de 1988 regresé a Cuba junto con mi esposa donde
ambos recibimos a Orulá, quizá el Orisha mas elevado de la religión
Lukumí. En la ceremonia adivinatoria conocida como itá, Orulá
(representado por San Francisco, dios de la adivinación) duduwá presagia
el nacimiento de un hijo. Nosotros, ya dudosos, lo tomamos en cuenta pero
no elevamos nuestras esperanzas ya que se había dicho tantas veces pero
nunca se realizaba. Al concluir, el Oriaté enfatizó que al regresar mi
esposa y yo la próxima vez a Cuba, regresaríamos con un hijo. Volvimos a
Miami y nuestras vidas continuaron como de costumbre, siempre pensando
en la posibilidad de quedarnos sin hijos de por vida. Aunque aun no hemos
regresado a Cuba, el 24 de diciembre de 1990, sin tratamientos de ningún
tipo, nació nuestro hijo César.
A través de mi Orisha y mi religión, tengo todo lo que he soñado
tener, inclusive un hogar estable y un bello hijo, gozo de salud, he viajado
adonde he querido, he publicado libros y escritos, he participado en un
sinnúmero de conferencias, y continuo la ardua tarea de limpiar la imagen
negativa que la ignorancia y el etnocentrismo Occidental le han dado a
una bella y valiosa creencia religiosa traída en buques esclavistas al
Nuevo Mundo. Todo esto, y mucho más, se lo agradezco a un Orisha, a una
deidad, ¡y a un sistema religioso que muchos han considerado primitivo e
incivilizado! ¡Maferefun Shangó! Si vuelvo a nacer, lo único que le pido a
Díos es que me permita volver a ser Olorisha Lucumí”. Este artículo
aparece en el libro de R. FORNET- BETANCUR, Resistencia y Solidaridad
—Globalización capitalista y liberación, Editorial Trotta, Madrid 2003,
143-148
IX. LOS CULTOS AFROBRASILEÑ0S

1. Esclavos africanos traídos para


Brasil

Los esclavos africanos llevados a Brasil fueron clasificados genéricamente en


dos grandes grupos: a) Los “bantu” con una clasificación lingüística; b) Los
“sudaneses” con una clasificación geográfica. Cada una de estas
denominaciones incluye a diversos grupos de diversas culturas. A
Brasil llegaron principalmente los banto occidentales, habitantes de una
inmensa región hoy comprendida por el antiguo Congo, Angola, República del
Congo y Mozambique. Ideas vigentes en la época, como la de ser
considerados mas fuertes, resistentes, y poco capaces para tareas mas
sofisticadas, hizo que fuesen destinados a labores agrícolas. De cada dos
africanos llegados a Brasil, uno era banto, y otro de la región del antiguo
Sudan, donde hoy esta Nigeria y República de Benin, además, de Togo,
Camerún, Gana. Entre los grupos más representativos de estos últimos. en
Brasil, estaban los jéjé (Vudú) y los nagó (Yoruba) que, por razón de
proximidad geográfica y cultura similar, fueron llamados inexactamente jéjé-
nagó, denominación que se termino confundiendo como una tribu. Otra
denominación que los jéjé y los nagó genéricamente recibieron fue “mina” en
virtud de provenir de "Costa da Mina", en el Golfo de Guinea, uno de los más
importantes puertos de salida de esclavos del litoral africano. Varios grupos
sudaneses Jéjé y Nagó como los Haussa, que también fueron registrados por
el Estado y que provenían del borde del Sahara, parcialmente islamizados, lo
que hacía que muchos de estos supiesen leer y escribir perfectamente en árabe
en una época en que la gran mayoría de los colonizadores portugueses eran
analfabetos. Tanto los jéjé como los nagó se desenvolvían
extraordinariamente en la metalurgia, produciendo un sofisticado arte en
bronce y confeccionaban instrumentos agrícolas y armas de hierro. De la
misma forma como se atribuyeron cualidades específicas de agricultores para
los banto, se les calificaba también a los jéjé y los nagó una habilidad innata
para las tareas más difíciles, de ahí que fuesen preferidos a los otros para los
servicios urbanos y las actividades artesanales. En la época del tráfico de
esclavos, la denominación étnica atribuida oficialmente a los esclavos se les
daba por sus aspectos físicos objetivos, como marcas tribales, por ejemplo, o
por el puerto de origen. Pero, no siempre los esclavos que provenían de
determinados puertos eran necesariamente de las etnias que habitaban esa
región, pues podían haber sido cazados lejos de allí. Para sumar desaciertos,
la historiográfica oficial también se encargó de popularizar equívocos que
continúan preexistiendo hasta hoy, como el hecho de que los Jéjé y los Nagó
se les llevó solamente para Bahía y que los banto para otras localidades,
como la de Rio Grande do Sul, por considerar a una etnia superior o más
capaz para determinada función que la otra.

2. Las religiones afroamericanas en Brasil

Este grupo se caracteriza por dar culto a entidades espirituales que son
divinidades de origen africano, o sea, por un sistema de creencias centrado en
un panteón de dioses y en su mitología. Las variantes son regionales: A)
““Candomblé” de Bahía, en Río de Janeiro y Sao Paulo; B) “Culto Shangó” en
Recife; C) “Tambor de mina” en San Luis de Maranhao y Belem de Pará; y,
finalmente, D) “Batuque” en Porto Alegre. A diferencia de estas religiones
africanas en Brasil, otras variedades de culto afro-brasilero centran su culto
en entidades espirituales autóctonas o aclimatadas al ambiente local que, a
pesar de manifestarse en “posesión”, no son entendidas como dioses sino
como espíritus, Caboclos, de esclavos negros o negras, Pretos velhos,
rufianes y mujeres de la vida, Exús y Pombagiras, que alguna vez vivieron y,
al morir, pasaron a engrosar legiones espirituales diversas.
Los dioses y diosas de sus creencias fueron enseguida identificados con
algunos santos católicos que tenían algunas características semejantes. El
Candomblé en Bahía, o Umbanda en Río de Janeiro, ritos que fueron ilegales
y ahora reconocidos, son danzas de posesión espiritual que conducen a un
estado de trance. La macumba o herencia del pasado, se integra dentro del
folklore nacional con sus velas, amuletos, incienso, hierbas, puros, platos de
terracota llenos de arroz, banderas, cantos y danzas. Son versiones regionales
del animismo africano. El contraste mayor, sin embargo, con el modelo
africano, es que el culto a los orishás y vudú se canta en idiomas africanos,
desconocidos en su casi totalidad para los adeptos del shangó, candomblé y
tambor de mina, mientras que, los cultos sincréticos, como jurema, pajelança,
candomblé de caboclo y umbanda, se cantan enteramente en la lengua
portuguesa. Esto significa un cambio considerable en la construción y en la
expresión de la experiencia religiosa promovida por el culto. Mientras se
canta en un idioma desconocido, todo el mundo histórico y personal queda
excluído de esa simbolización construída en base a un conflito expresivo entre
el exterior y el interior del sujeto. Pero cuando se canta en portugués, el efecto
de la experiencia religiosa en la conciencia es muy distinto, porque hay una
inevitable contaminación entre la expresión religiosa y las experiencias laicas
cotidianas.

3. Situación histórica del Candomblé


Candomblé, culto de los Orishás de origen totémico y familiar, es una de las
religiones afro-brasileñas practicadas principalmente en Brasil aunque ha
llegado a los países vecinos como Argentina, Uruguay y Venezuela. Esta
religión tiene por base al “anima” o alma de la Naturaleza y por tanto se la
clasifica como anímista, comenzó en Brasil gracias al conocimiento de los
sacerdotes africanos esclavizados y traídos desde África, junto a sus dioses,
su cultura y sus dialectos entre 1549 y 1888.
El candomblé, pese a estar confinado originalmente a los esclavos,
prohibido por la Iglesia Católica, y hasta criminalizado por algunos gobiernos,
prosperó durante cuatro siglos y se expandió notablemente desde el fin del
comercio de esclavos 1888. Hoy es una de las principales religiones
establecidas, con seguidores de todas las clases sociales y decenas de miles
de templos. En censos recientes aproximadamente tres millones de brasileños
(1,5% de la población total) declararon al candomblé como su religión. En
Salvador de Bahía existen 2230 terreiros registrados en la Federación Bahiana
de Cultos Afro-brasileños. Además, en la cultura brasileña las religiones no
se ven como exclusivas y según algunas organizaciones culturales afro-
brasileñas hasta setenta millones de personas participan en rituales del
candomblé, regularmente u ocasionalmente. Los Orixás del candomblé, los
rituales, y las fiestas son hoy parte de la cultura y el folclore brasileños.
A modo de ejemplo, veamos como el candomblé de Brasil tiene
continuidad y ruptura con la expresión religiosa africana. El candomblé se
constituye, por un lado, a partir de la diáspora africana y, por otro, a través de
procesos sincréticos. Respecto a la diáspora de etnias tan diferentes se realizó
con formas imprevisibles fecundándose de manera dispersa y desordenada,
dando lugar a un sincretismo religioso[37]. Se puede entender mejor
este sincretismo si miramos el pasado de los distintos grupos étnicos
africanos. África envió agricultores y ganaderos, hombres de selva y de
sabana, portadores de civilizaciones totémicas matriarcales, unos provenientes
de grandes reinados y otros de organizaciones tribales; negros islamizados y
otros animistas africanos seguidores de sistemas religiosos politeístas. ¿Cómo
fue que estas distintas culturas no se destruyeron por el simple contacto?”[38].
Es posible que los negros una vez salidos de África, independientemente
del grupo al que perteneciesen, experimentasen un mismo sentimiento ante las
mínimas posibilidades de volver a sus tierras. Así, estas etnias, que
cada una cultivaba su propia divinidad, en Brasil entran en contacto, se juntan
y forman el candomblé, denominando a estos dioses orishás.
Una de las características más importantes de las culturas afro es la gran
importancia que tienen los mayores y ancestros, a los que se les rinde culto y
sumo respeto debido a su gran sabiduría. Sus enseñanzas son transmitidas de
boca en boca desde hace mucho tiempo y hasta nuestros días. Por esta razón no
las encontramos escritas. La mayoría de los esclavos llevados a las colonias
portuguesas, españolas y francesas del Caribe procedían de una región del
África occidental que los negreros llamaban la Mina o Costa de los Esclavos,
territorio que en la actualidad abarca Togo, Benin, Ghana y parte de Nigeria.
La mayoría procedían de la etnia yoruba con unos ritos en los que se
sacrificaban animales y se comían algunas partes de la víctima, cosa que
facilitó a estos africanos asumir el rito sacrificial de la misa. Los Yoruba, que
actualmente viven en las regiones suroccidentales de Nigeria, constituyen una
de las poblaciones más numerosas de este país, los focos más importantes se
encuentran en Benín y Togo; su cultura y forma de vida son eminentemente
urbanas. La ciudad fue el hábitat tradicional yoruba y su reino resultaba de la
federación de varias ciudades en las que en cada una había un oba o rey
distinto[39].

4. Creencias del candomblé


Es una religión dinámica por su variedad de dioses, pero es esencialmente
monoteísta, ya que cree en un único Dios y creador, Olorún, palabra que
deriva de olo: dueño, señor; y orún: cielo, espacio celeste sagrado. Olorún
es el creador del cielo, la tierra, los orixás y el hombre. El Orún es la casa de
los Araoún, todos los ancestros y elementos divinos. El Aiyé es la casa de los
Araiyé, los seres humanos, los animales, vegetales, minerales y toda forma de
naturaleza como los orishas.
El candomblé es una religión africana que existe desde tiempos muy
remotos en ese continente. Los mitos forman parte importante del culto a los
orishás, siendo así como a través de ellos encontramos explicaciones
razonables a distintos ritos y hechos: “"En un principio no existía nada mas
que el aire, Olorún era una masa infinita de aire, cuando comenzó a moverse
lentamente y a respirar, una parte del aire se transformó en masa de agua,
creándose Orisxalá, el orishá de blanco. El aire y el agua se movieron juntos
y en una parte de esa interacción propia, se transformó en lodo. De ese lodo se
formó una bola, la primer materia dotada de forma; una especie de roca
enrojecida y lodosa. Olorún admiró esa forma y sopló sobre ella, inflándola
con su aliento y dándole vida. Esa forma la primera dotada de existencia
individual, era Exú, el primer nacido de la existencia, símbolo de elemento
procreado. Las leyendas cuentan que el Aiyé y el Orún en un principio no
estaban separados, no existían dos niveles y los seres de los dos espacios se
desplazaban de un lado al otro sin problemas, hasta que ocurrió la separación,
tal y como cuenta la leyenda: “Había una mujer estéril que insistía a Orishala,
divinidad de la creación de los seres humanos, para poder engendrar un hijo.
Tras la insistencia él se lo permitió poniendo como condición que ese hijo
nunca podría salir del Aiyé. El pequeño fue creciendo y ya en su adolescencia
un día decide ir al Orún. Se fuga de su casa y traspasa los límites del Aiyé
entrando en el Orún gritando y desafiando a Orixalá. Este irritado le lanzo su
bastón clavándoselo en el Aiyé. Fue así como se separaron para siempre del
Orún. Entre el Aiyé y el Orún apareció el Sanmo, que es el cielo-atmósfera”.

5. Rituales del candomblé

El candomblé tiene una compleja organización de creencias y rituales. Una de


las características fundamentales del candomblé es el largo proceso de
iniciación, que puede durar hasta siete años. Sus ritos son muy atrayentes, pues
las divinidades no vienen para predicar o distribuir consejos. Vienen a
expresar su energía vital bailando. Hacen esto de un modo solemne, siguiendo
una estricta lógica ritual, dirigida por el sonido de los tambores o atabales y
de los cantos. Se visten con pompa y producen una gesticulación codificada,
identificadora de cada orishá. Todas las ceremonias terminan con una cena
abierta al público, hecha de comidas sagradas, con relación al evento de la
noche. Según el orisha homenajeado, se matan pequeños animales, como un
pollo o un cabrito, que le son ofrecidos y que, según sus practicantes, pueden
impedir influencias negativas o perturbaciones durante la ceremonia.

6. El Sshangó de Recife
El Shangó proviene del África, de las creencias orishá jeje-nagô. Esta
denominación quiere decir en lengua africana, “tempestades, rayos y truenos”.
El culto shngó se realiza en varios estados de Brasil. El ritmo shangó está
fuertemente marcado por instrumentos de percusión. La danza se caracteriza
por su aspecto guerrero, con los brazos en ángulo recto y las manos giradas
hacia arriba.
En Recife, el panteón afro-brasilero es descrito mediante el uso de
términos que definen papeles familiares. Del padre, Orixalá, se dice que tiene
la máxima jerarquía, pero es descrito como una divinidad benevolente y en
extremo pacífica, que raramente ejerce su poder o hace sentir su autoridad.
Cuando, finalmente, después de recibir innumerables ofensas, reacciona, lo
hace infligiendo castigo y éste toma la forma de una venganza drástica y
definitiva. La madre, Yemayá, es también considerada formalmente como un
oriha de mayor status que los otros; sin embargo, ella es, en general, apática e
indiferente a todo menos a aquello que le interesa de manera egoísta. El hijo
primogénito, Ogum, debería haber sido coronado rey, pero su hermano más
joven, Shangó, le usurpara ese derecho con un golpe de astucia. Iansã, una
extranjera, entra en el panteón a través de su boda con Shangó, pero no acepta
convivir con su marido bajo el mismo techo debido a un desacuerdo sobre la
comida y, por otro lado, tiene más coraje que éste. Reina en el mundo de los
espíritus de los muertos, mundo al que el propio Shangó no se atreve a entrar.
Oxum, la hija más joven, preferida del padre, mimada, no es, sin embargo, su
hija de sangre, ya que nació de un acto de infidelidad de Yemayá para con su
marido. También, Oxum, que representa la fertilidad, es la madre que cría o,
como dicen en Recife, la "verdadera madre", entre los orishás, pero no es la
madre biogenética, pues ese lugar y privilegio le corresponde a Yemayá.
En esta descripción vemos una subversión generalizada del discurso
aparente: mientras, por un lado, los términos usados parecen hacer una serie
de afirmaciones, parecen proponer un sentido, la historia de vida de estos
personajes, entra en contradicción con éste, anulándolo. Se trata de un mito
irónico, de una verdadera burla de las apariencias, y es, justamente, la huella
de esta subversión generalizada, de esta burla al sentido usual de los términos.
El mito parece obedecer al lenguaje institucional de la familia, tal como ésta
es construida por los valores dominantes en la sociedad brasilera, y lo que de
hecho hace es desmontarla, desconstruirla, mostrándonos la fragilidad de este
lenguaje frente a la realidad de las relaciones sociales.
Por su importancia, Shangó sigue en el orden jerárquico de Brasil a
Oxalá. Es muy popular y cuenta con muchos adeptos. Es un orixá tempestuoso,
turbulento y fálico. En Africa, Shangó fue rey de los yorubas y perteneció a la
dinastía que gobernó todo el territorio comprendido entre el imperio de Benin
y el Dahomey. Al igual que en Cuba, es el dueño del rayo, el trueno y las
tempestades, y tuvo un final trágico: según cuenta la Historia, llegó a ser un
obá poderoso que, al verse abandonado por un pueblo que lo obligó a
renunciar al cargo, se ahorcó. Como orishá tuvo tres mujeres: Oya (Nª Sra. De
la Candelaria), Oshún (Nª Sª de la Caridad) y Obatalá (Nª Sª de las
Mercedes) y dos hermanos: Dadá, dios de la Naturaleza y Ogúm, deidad de la
guerra y de la forja.
Sus instrumentos son la piedra de rayo y el hacha llamada Oxé de
Shangó. Su color emblemático es el rojo y se le agasaja con sus platos
predilectos: caruru con angu, masa de harina de maíz y amalá de Shangó,
arroz. Sus animales favoritos son el carnero y el gallo y su día de recibir
ofrendas, el miércoles. Su popularidad es tanta que, en Recife, este culto de
origen yoruba, lleva su nombre al igual que en Trinidad-Tobago. Muchos lo
consideran, también, el patrono de los intelectuales.

7. El Tambor de minas de Maranhâo y los cultos de la


ayahuasca
Se trata de una manifestación propia de Maranhâo, cuya procedencia y ritual
vienen de Angola, Congo, y del candomblé, mezclados con la liturgia católica.
El tambor de mina o tambor de criollo se caracteriza por una serie de cantos
acompañados por tres tambores, una calabaza y un triángulo de hierro.
Sérgio Figueiredo Ferreti, en su libro Repensando el sincretismo,
afirma que en las prácticas sincréticas encontradas en los rituales de la Casa
das Minas , el más famoso templo de la variante religiosa afrobrasileña
conocida como Tambor de Mina, propia de São Luis de Maranhão (Brasil),
los rituales en este templo son, a la vez, fuertemente tradicionales y altamente
sincréticos, y constata que no existen, por lo tanto, fronteras rígidamente
marcadas entre tradición y sincretismo[40].
Otra tradición de tipo místico que crece cada día más en importancia
son las varias formas de culto que han surgido alrededor de la ingestión del
yagé, bebida sagrada de los chamanes indígenas hecha con la combinación de
plantas alucinógenas, también conocido en la literatura como ayahuasca. Los
cultos de la ayahuasca muestran muy bien ese carácter agregador, sincrético y
fusional del patrón religioso brasileño. Mientras en el lado hispánico del
Amazonas, ya sea Perú, Ecuador o Colombia, el chamanismo estructurado
alrededor de la ayahuasca ha permanecido hasta ahora confinado a las
cosmovisiones indígenas, cuando cruzó la frontera brasileña con Bolivia en el
estado de Acre, se reorganizó en un modo “mestizo” de culto, el primero de
ellos conocido como culto del Santo Daime. Su fundador, Maestro Raimundo
Irineu Serra, vino del estado de Maranhão y en su juventud fue inciado en el
tambor de mina, el culto sincrético formado de la religión de los dioses
voduns, originarios del Benin, con la pagelança, culto de origen indígena que
celebra los espíritus de la naturaleza llamados “encantados” o “caboclos”.
Resulta que el tambor de mina de Maranhão ya era una fusión de las
tradiciones religiosas africanas con el catolicismo. Al crear el Santo Daime,
Irineu Serra hizo una segunda síntesis de aquella primera síntesis con la
tradición andino-amazónica del culto de la ayahuasca. Así, también el
complejo chamánico de la ayahuasca fue incorporado en Brasil bajo el signo
del sincretismo, en este caso a través de una doble fusión: compatible con el
idioma afro-brasileño de la posesión por espíritus y compatible con el
cristianismo.

8. El Butaque de Porto Alegre y el Catimbó de la


Amazonia
El Butaque de Porto Alegre es una versión local del rito jeje-nagô del
candomblé baiano, que se parece en muchas cosas al candomblé-de-caboclo.
Se canta y se danza también al ritmo de tres tambores, una calabaza y un
triángulo de hiero. Los himnos se llaman doctrinas y pueden ser cantados en
lengua africana o en portuguesa, según los espíritus con que se relacionan.
Existen en Brasil otras tradiciones religiosas indígenas, en su mayoría
chamánicas, incorporadas por las poblaciones criollas, sobre todo del Norte y
el Noreste del país, las cuales dieron como resultado los cultos sincréticos
llamados jurema y catimbó en el Noreste y pagelança en el Norte. El formato
de esos cultos es también similar a los modelos sincréticos afrobrasileños,
como el pagé o “maestro” de mesa, que es poseído por una serie de entidades,
cada una relacionada con algún dominio cósmico y responsable de la curación
de diferentes enfermedades o perturbaciones mentales. El origen del catimbó,
cuya práctica puede encontrarse en todo el Nordeste del Brasil, puede ser de
la magia blanca europea, llegada vía Portugal, aculturada con elementos
negros, ameríndos, del espiritismo y del bajo catolicismo. En él se registran
cantos pero ningún instrumento musical ni baile votivo.
Un evento que ilustra la importancia del espiritismo para Brasil se dio
en los años setenta, en ocasión de la primera trasmisión vía satélite de la
televisión brasileña. En lugar de transmitir el mensaje un sacerdote católico,
lo que sería previsible dada la imagen tradicional del país, la televisión filmó
a Francisco Cândido Xavier, el mayor escritor espiritista brasileño, en el acto
de psicografiar, desde el más allá, un mensaje de paz, progreso y esperanza
para toda la nación. Aquí se reprodujo plenamente la ideología iluminista del
espiritismo que lo acompaña desde su origen. Junto con el mensaje de la TV,
captado por ondas electromagnéticas, se celebró la captación de otro mensaje
llegado, supuestamente, de un punto todavía más distante del universo.

9. La Umbanda, nacida en Río de Janeiro y extendida


por todo el país
Mientras el modelo del shangó, candomblé y tambor de mina se centra en el
culto a las divinidades africanas, el modelo sincrético se concentra en el culto
de las divinidades cuya historia se da en el lado brasileño de la costa del
Atlántico. En fusión con las tradiciones chamánicas e indígenas en general,
esos cultos se dedican a las entidades que representan, alegóricamente, la
experiencia histórica de las personas que vivieron en Brasil antes, durante y
después de la colonización portuguesa. Los principales grupos de deidades
son: a) los "caboclos", espíritus de los indios que vivieron en las florestas del
país y que simbolizan a todos los que viven en Brasil y que, por lo tanto,
todos los brasileños pueden ser caboclos, ya sean negros, blancos, mestizos y,
obviamente, los indios; b) los “Pretos Velhos” o Negros Viejos, que
simbolizan los negros, tanto los que pasaron por la experiencia de la
esclavitud como los que vivieron en el país en la condición de ex-esclavos o
de post-esclavos, y que como los Caboclos, representan también a cualquier
brasileño; c) finalmente, los “Mestres” y “Mestras”, o Maestros y Maestras,
que simbolizan a los hombres y mujeres de gran poder sobrenatural que
viveron en el interior del país a lo largo de su historia colonial, imperial y
republicana y que practicaban los rituales de tipo chamánico derivados de los
indios, sobre todo aquellos relacionados con el culto de la planta jurema, con
la cual se prepara una bebida que induce a estados de trance y videncia.
Umbanda es una religión brasileña que fusiona el Candomblé, el
Cristianismo, el Kardecismo Espiritualista, y que ha tomado últimamente, en
algunas congregaciones, elementos hindúes. El término “Umbanda” es punto
de controversias, mientras unos dicen que proviene del Kimbundu, un idioma
angoleño, y significa “practicantes religiosos”, otros afirman que se puede
traducir como “conjunto de las leyes divinas” y aún otros dicen que significa
“todas las bandas” en referencia a la diversidad interna entre las
congregaciones. Umbanda es usualmente llamada también, de modo
peyorativo, macumba, nombre que proviene del tipo de madera usado para
construir los tambores ceremoniales llamados atabaques.
En el umbanda, muy semejante al candomblé, existe una influencia
espiritista muy importante, que se manifiesta en una noción muy fuerte del bien
y del mal. El umbanda trabaja para el bien mientras que la macumba trabaja
para el mal. Dentro del ritual umbanda hay una jerarquía organizada y
ordenada según dignidad y función. En primer lugar está el jefe o cacique del
“terreiro”, lugar donde se celebran las fiestas religiosas, y es quien dirige los
trabajos espirituales. Luego están los ogâs o auxiliares, que tienen la función
de entonar los cantos y dirigir los trabajos de incorporación de los médium.
Uno de éstos es el que toca el tambor ritual en las sesiones. Bajando en la
escala están los caboclos y las sambas. Son médium que durante las sesiones
se encargan de auxiliar a las Entidades. Finalmente en cada sesión deben
haber diez médium, para recibir a los espíritus de los esclavos negros o
indígenas muertos, y a los orishás que pueden descender sobre los médium, a
los que se les denomina “cavalo do santo”, como respuesta a las
invocaciones.
10. Diversidad y variedad de congregaciones
umbandistas
Dada la diversidad y variedad entre las diferentes congregaciones
umbandistas, se podrían clasificar, en general, de dos maneras: a)
Congregaciones que al mismo tiempo son candomblecistas y umbandistas.
Aquí la umbanda es considerada un culto para principiantes, inferior al
candomblé; b) Creencias: En este punto cabe señalar que hay diferentes
concepciones de Umbanda y que por ello las creencias a veces difieren
dependiendo de la congregación, aunque existen ciertas bases. Umbanda es
una religión monoteísta y sincrética, cuyo dios es llamado Olodum, Olorum u
Olodumaré, pero como éste no participa de la vida de los hombres y de los
asuntos mundanos, los fieles se relacionan con diferentes entidades del plano
espiritual. Las entidades de mayor importancia son los Orishas, tomados del
panteón Yoruba, que reflejan diferentes cualidades de Olodum y trabajan por
los siete principios de Umbanda. Estros son: Oxalá y Oya (fe), Oxún y
Oxumaré (amor), Oxóssi y Obá (conocimiento), Shangó y Eugunitá (justicia),
Ogum e Iansá (ley), Obaluayé y Nana Buroque (evuloción), Yemanyá y
Omolú (creación/generación). Cada Orishá se relaciona con una fuerza de la
naturaleza y tiene un tipo de conducta clara.
El culto incluye sacrificios y ofrendas a las deidades, como gallinas,
vino, granos de maíz, cigarrillos, velas, flores, entre otras comidas y bebidas,
dependiendo del “santo” y tiene varios ritos de iniciación que van de simples
a complejos. Los atabaques, largos tambores cónicos, la percusión y los
cantos, llamados pontos, tienen un lugar central en algunas congregaciones
umbandistas pero en otras son casi inexistentes.
Muchos lugares de culto, llamados “tendas o terreiros” parecen casas
comunes vistos desde la calle, e incluso muchos de ellos cumplen las dos
funciones. El líder del terreiro es el “pai de santo” o la “mae de santo”, este es
el nombre más común pero existen otros. Para la sacerdotisa: Bá, Iyalorixá,
Directora de Culto o Maestra y para el sacerdote: Babá, Babalorixá, Director
de Culto o Maestro. Esta persona dirige el culto y coordina las sesiones o
giras y es quien incorpora al guía jefe que comandará la materialidad y
espiritualidad del local de los trabajos. Además ejercen la adivinación usando
el “jogo de buzios”, la lectura de pequeñas caracolas marinas y producen las
llamadas “Rezas Fortes” u oraciones de fuerza para aquellos que buscan
superar problemas.
En Umbanda el médium, también llamado caballo o burro, que puede
ser el padre o madre del santo u otra persona, incorpora a los guías, mientras
que en el candomblé también se incorporan Orishás, aunque estos no hacen
trabajos y se manifiestan según su voluntad. Los trabajos en Umbanda se
refieren a la ayuda prestada por el guía, son caritativos, asistenciales, sin
cobrar dinero, y se realizan solo para hacer el bien. Hay dos tipos de trabajos:
el pase y la descarga. El pase es un rezo que el guía hace a un devoto para
darle energía positiva mientras que la descarga se trata de quitar la energía
negativa del espíritu del devoto. Una ceremonia de Umbanda, llamada gira,
comienza usualmente con la quema de hierbas aromáticas para purificar a los
que asisten al terreiro y rápidamente viene la incorporación donde los devotos
son invitados a tomar un pase. Algunos dicen que la máxima umbandista es “da
de gracia, lo que de gracia recibiste: con amor humildad, caridad y fe”.
TEXTO PARA COMENTARIO IX:

“POR LOS MUCHOS CAMINOS DE DIOS”


“Todas las personas creyentes estamos más o menos de acuerdo en que,
creyendo, nos referimos a un solo Ser supremo. Muchos estaremos de
acuerdo también en que nos referimos al mismo Dios, sólo que invocado con
diferentes nombres: “El Dios de todos los nombres” lo proclamamos en el I
Encuentro Macroecuménico de la APD, Asamblea del Pueblo de Dios, en las
alturas de Quito. Pero a la hora de sistematizar y organizar
intelectual, cultual y moralmente las relaciones o religaciones, la Religión,
con ese Dios único, nos dividimos, nos distanciamos y fácilmente nos
enfrentamos; como enemigos; y en nombre de Dios. Dios uniría, la Religión
nos separa. Recientemente, después de muchos siglos de distancias y riñas,
se viene despertando en ciertos sectores de la Humanidad religiosa la
conciencia, culpada por acción y por omisión, de ese mal que aqueja a las
Religiones. Y surge, como una vocación humana y divina, la voluntad
inquieta, a tientas, pero esperanzada, de asumir el desafío mundial de
transformar en bien de diálogo y colaboración el mal de las incomprensiones
y las guerras religiosas. Un desafío que afecta prácticamente a todas las
Religiones, pero más concretamente a las Iglesias cristianas, por su
trayectoria de misión, con frecuencia colonizadora, y por su teología, de
dogmatismo, tradicionalmente excluidor... El Concilio Vaticano II,
finalmente, llegó a admitir la libertad de conciencia, y reconoció en las
Religiones espacios de salvación. Empezaba una era de diálogo, no sólo
intraeclesial o ecuménico sino también entre las Iglesias y las Religiones,
macroecuménico. Muy modestamente aún, con muchas reticencias; más en
declaraciones genéricas y en gestos solemnes que en una connatural
convivencia de intercambio fraterno. Aparecieron los teólogos, a veces
incomprendidos y hasta censurados por las instancias oficiales, porque las
instituciones siempre son reacias a la libertad y a la novedad. Se vienen
multiplicando los textos, los encuentros, las declaraciones acerca del tema.
El diálogo interreligioso, el macroecumenismo, el pluralismo religioso han
pasado a ser un descubrimiento o una asignatura reconocida como pendiente.
En el entusiasmo matinal o bajo sospecha, el asunto está imponiéndose
irreversiblemente. Hay quien juzga incluso que es “el” asunto del día para la
reflexión teológica, por las implicaciones que trae consigo. Porque el asunto
es complejo y nuevo y trastorna todos los esquemas tradicionales. Basta con
leer un índice de un número monográfico de revista y nos encontramos,
puestas en pie, las mayores cuestiones de la Religión y de la Sociedad;
relativizando lo que es relativo y absolutizando lo que es absoluto: Dios es
Dios y la Humanidad es su “problema” y su “sueño”. La Religión, se nos
recuerda, es una simple mediación. Michael Amalados, director actualmente
del Instituto por el Diálogo entre las Culturas y las Religiones, de Chennay,
Madras, insistía recientemente en un axioma fundamental para la paz
interreligiosa: “La Religión es para el Ser Humano, no el Ser Humano para
la Religión”. Por los muchos caminos de Dios en que Él se cruza con la
Humanidad, creándola, acogiéndola, buscándola, avanzamos religiosamente
plurales, hijos e hijas del Dios único, hermanos, hermanas en su Familia
Humana. Seamos cada vez más conscientes de esa unidad fundamental y de
la enriquecedora pluralidad con que podemos y debemos vivirla, a camino
de la común Casa paternomaternal.
( P. CASALDÁLIGA São Félix do Araguaia, (Brasil), Ier. Encuentro
Ecuménico, APD, Quito)
XI. TRADICIÓN ORAL Y TRANSMISIÓN DE LA FE
1. Yemayá y el mito de la coronación en Recife

Yemayá es la madre. Però, para poder entrar en la mentalidad de la tradición


afro-brasilera, debemos hacer una distinción imprescindible. Tanto en Recife
como en otros grandes centros, la maternidad de Yemayá se opone a otra
forma de maternidad: la maternidad de Ochún. De esta forma, el mundo afro-
brasilero releva la oposición entre la maternidad, así llamada, "legítima" de la
primera y la maternidad "verdadera", "de crianza", de la segunda. Algunos
mitos describen el perfil de la personalidad de Yemayá, mostrándonos su
manera de actuar y de tomar sus decisiones. El más representativo es el que
narra el episodio de la coronación: Ogum, el hijo primogénito, conocido por
ser maduro, responsable, trabajador, previsor y justo, se prepara para ser
coronado rey. Deberá sentarse en el trono, a la espera de la corona, que se le
debe por derecho. Hay que anotar que, en todas las versiones de este mito de
Recife, quien efectúa el acto de coronar es la madre, Yemayá, mientras el
padre, mira y otorga. Es, entonces, la mano de Yemayá quien administra la
concesión del cargo y le da legitimidad.
Shangó se disfraza de Ogún, duerme a su hermano con una poción y
ocupa su lugar en el trono. Yemayá, en la penumbra del salón, según estipula el
protocolo, lo corona y, cuando las luces se encienden, ve que no fue Ogún el
coronado, sino Shangó, que es holgazán, ambicioso, travieso, astuto, sin
escrúpulos y absolutamente nada previsor. Como dicen: "un rey sin aires de
rey", en fin, un rey fraudulento. ¿Y qué hace Yemayá, ¿acaso trata de corregir
su error, enmendar la injusticia?. De ninguna manera. Y cuentan que cuando
Yemayá lo descubrió, ya era demasiado tarde y, para evitar el descrédito, deja
a Shangó tener la corona aunque, por derecho, ésta le correspondía a Ogúm.
Porque Yemayá, da prioridad a las apariencias, a la compostura, a la pulidez, a
la continuidad del orden establecido, aún en los casos en que se hace
necesario encubrir un privilegio inmerecido. El papel de Yemayá en el mito es,
por lo tanto, el de un legalismo formal y vacío, encarnando una madre que, en
el desempeño de una autoridad meramente convencional, es seducida ésta y
otras veces, por la astucia y el encanto de su hijo menor y acaba, siempre, por
ceder a sus caprichos. Yemayá oculta debajo de su falda los errores de
Shangó. Ella siempre lo protege, no importa lo que él haga..
Yemayá, es formal, discreta, no acepta ninguna forma de anarquía, tiene
falsos escrúpulos. Nunca se entusiasma por defender lo que cree o sabe justo o
acertado. El orden es lo que le interesa en primer lugar. Oxalá, por otro lado,
aunque presente, no se pronuncia. Entonces, esta madre es una madre hipócrita
y, para explicar esto, utilizan la imagen del mar, porque Yemayá es, también, la
divinidad del mar y éste es, como ella, falso: “uno ve la superficie y no ve el
fondo", "uno lo ve en calma y no ve lo que las profundidades traen". También,
aquí hay una evocación del tema histórico de la traición del mar, que separó a
los esclavos de su continente originario y los trajo, en los barcos negreros, al
cautiverio americano.
Por otro lado, Yemayá no es una madre entregada, generosa: goza de los
privilegios que la maternidad biogenética le confiere, pero no cumple con sus
obligaciones. Ocupa la posición de madre de manera puramente formal,
burocrática, como una administradora fría y distanciada. Los conceptos de
"privilegio" y "legitimidad" aparecen, una y otra vez, en el discurso de los
miembros, vinculados a la figura de Yemayá. Para percibir todo esto, es
preciso no dejarse engañar por la versión folklorica de esta divinidad, con sus
fiestas anuales y muy turísticas de entrega de presentes florales en el mar.
2. Ochún y la auténtica vocación materna

Así, en el espacio dejado vacante por la maternidad instituida de Yemayá,


entra la auténtica vocación materna de Ochún, que es proveedora, es
caritativa, es "la verdadera
madre, la madre que cría, que se ocupa, que vela por la necesidad de los
otros". Aquí tenemos un indicio más de la irrealidad de las verdades
instituidas e investidas de legalidad. Posiblemente nos encontramos ante una
elaboración mítica de un motivo que es histórico y que, por detrás de esta
maternidad de hecho y de derecho, se encuentran las figuras de la ama de leche
negra, la "babá" brasilera, y la madre blanca, señora legítima de la "Casa
Grande", madre de fachada. Por todo esto, es defendible la tesis de que el
tema deYemayá propone una distancia entre lo instituido, las representaciones
oficiales, lo "legítimo", por un lado, y lo real, vivido, auténtico, por el otro.
Yemayá es la que corona, asigna funciones y tiene a su cargo la aplicación de
la ley. Yemayá es, por lo tanto, el agente de un estado, cuya referencia última
es un padre abúlico, Oxalá. En suma, lo legítimo, es decir, lo institucional, lo
oficial, se ve aquí del lado de lo falso e inauténtico y da lugar al "privilegio".

3. La ausencia de utopía en el mito afro-brasilero

Como hemos visto, Shangó usurpó la corona de Ogún con su astucia y sus
poderes mágicos. También, le robó todas sus mujeres, una a una: Iansã y
Ochún, y siempre continuó contando con la protección de Yemeyá. Shangó es,
sin duda, para los miembros del culto, un protegido de la fortuna, que siempre
gana a su esforzado hermano Ogún sin hacer más mérito que sus trucos y
astucias. Pero, a pesar de todo, Shangó no es sólo el preferido de su madre
sino, también, el preferido de la amplia mayoría del pueblo del culto de
Recife.
Para comprender como es el perfil de los otros dos orihás femeninos,
Ochún e Iansã, es necesario referirlos a su relación con las figuras masculinas
de Shangó y Orixalá. Shangó casa con Iansã, pero nunca convive con ella. Es
ella que resiste, que no se curva, que detesta el olor a carnero que Shangó
desprende. Shangó, que es un glotón, tiene en el carnero su plato preferido,
mientras éste es el animal que Iansã aborrece, al punto de caer postrada,
enferma, en su proximidad. Según lo que narra un mito, este odio tuvo su
origen el día que Iansã descubrió el carácter traicionero de este animal. El
carnero, dicen, y el mito que cuenta su traición al pájaro Ekin así lo muestra,
es un bicho realmente desleal, e Iansã odia la mentira, la traición, todo lo que
es enmascarado o doble. Iansã "corta el mal", es firme, determinada, y puede
ser feroz e ir hasta las últimas consecuencias en la defensa de las verdades y
proyectos en los que cree. A pesar de describirse así la personalidad de
Iansã, nunca sale, en relación con su conducta, la palabra "justicia" y sin
embargo si se utiliza la palabra "venganza". Lo que da a entender, en nuestro
horizonte de valores, que tiene una actitud "justiciera", tal como se relata en
los mitos y en el vocabulario del culto, una actitud "revanchista". Iansã, por
otro lado, no es dócil con su marido, Shangó, y es rebelde con el bondadoso
padre de los orixás, Orixalá. De éste, en más de una oportunidad, se burla
cruelmente, colocándole sal y pimienta en sus heridas de anciano indefenso.

4. Ochún la preferida del pueblo de Recife

Ochún es todo lo contrario. Sangó la toma como amante y ella lo acepta.


Orixalá la cría como hija, a pesar de haber nacido de la traición de Yemayá
con otro, y Ochún lo sirve en todo, cuidándolo, servicial y sumisa. Sensual,
indulgente, permisiva, inclinada a los placeres y al oro, dócil y seductora,
Ochún es la preferida del pueblo del culto de Recife. Es la protegida de las
divinidades masculinas y, aunque es caritativa y dedicada como madre que
cuida de los hijos ajenos, no acepta desafíos que le exijan esfuerzos
excesivos: no se aparta nunca de las rutinas de un cotidiano agradable. Es
Iansã que colabora con Sangó en la guerra que éste empreende contra los
malés; Ochún se disculpa, pues no tiene coraje.
Los diferentes motivos que los personajes representan, van perfilando la
mentalidad de los miembros del culto, que se puede sintetizar de la siguiente
manera: En la figura de Ogún tenemos que la rectitud, el trabajo duro y el
espíritu de lucha pueden asgurar algunas realizaciones, pero no garantizan el
éxito y no llevan al poder ni a la felicidad. Este conjunto de trazos es visto
como incompatible y en conflicto con el conjunto compuesto por la codicia, la
astucia y el derroche de energías, encarnado por Shangó. Entre los dos, el
segundo vence. En la figura de Shangó, llena de ingenio, maña, buena suerte,
imprudencia y una vitalidad exhuberante pero sólo dirigida por el impulso
momentáneo y orientada hacia objetivos inmediatos, garantizan el éxito fácil y
llevan al poder y a la popularidad.

5. Oxalá, autoridad que reprende con castigo

En la figura de Oxalá tenemos la autoridad de la edad y de la sabiduría, que es


paciente y benigna para todos, pero no hace uso de ninguna forma de poder
efectivo. Por eso, su voluntad es muchas veces ignorada. Cuando su paciencia,
después de mucho soportar, se agota, su procedimiento es el castigo. El
legalismo formal, encarnado por Yemayá, lo ofende; y el espíritu de justicia,
encarnado por Iansã, lo agrede. Representa la ética existente, presente, pero
omisa. A través de la figura de Yemayá, que encarna el establishment, las
reglas institucionales son afirmadas "legítimas" y deben ser reconocidas como
tal, però reproducen privilegios, no son necesariamente justas y su enunciado
no sirve como guía para el comportamiento. En la hora decisiva, se rinde a la
ambición, a los métodos inmorales así como a las soluciones improvisadas y
de conveniencia representadas por Shangó. En la figura de Oxum se pone de
manifiesto que la sensualidad, la permisividad y el carácter dócil consiguen
riqueza y atraen el amor y la protección de las figuras de autoridad masculina,
como Oxalá y Shangó así como el cariño de todo el mundo. En la figura de
Iansã, la búsqueda de justicia es asociada a la crueldad e implica agresión
contra la autoridad sabia y benigna de Orixalá. La búsqueda de verdad y
justicia es un elemento extraño, ya que Iansã es una extranjera. A su rebeldía y
espíritu justiciero se le llama "revanchismo". Finalmente, aunque el panteón
ofrece personalidades para todos los gustos y, de hecho, se dan simpatías
particulares para Shangó y Ochún, en Recife al ser considerados "populares".
Es decir, éstos son los grandes héroes, que siempre alcanzan sus objetivos,
no importa por qué métodos. Para nosotros son anti-héroes.

6. Una mitología que quiere ser una sociología pràctica

En esta mitología encontramos un mensaje cifrado, o subliminar. En los


aparentemente inocuos e intrascendentes episodios de esta mitología algo
fragmentaria y empobrecida por las vicisitudes del cautiverio y la diàspora
negra, es posible percibir que, más que una ética se constituye una sociologia
práctica, una lectura del mundo tal cual es y una guía para sobrevivir en él. En
otras palabras, una prospección de la sociedad brasilera por parte de un grupo
que no participó en la creación de sus leyes ni se siente representado por sus
instituciones nacionales.
Se trata, evidentemente, de un mito descriptivo del mundo, en contraste
con el mito cristiano, que es utópico, pues tiende a construir una visión del
mundo utópica, porque la divinidad, aquí, no es una metáfora de lo real, sino
que propone una dirección moral y genera, con su mera existencia, un estado
de insatisfacción. Esta perspectiva introduce una tensión entre humanidad y
divinidad que se transforma en un imperativo y uno de sus productos
derivados es, por lo tanto, a veces, la guerra frontal y violenta del "bien"
contra el "mal". Siempre hay un espacio de incompletud entre el modelo
propuesto por Dios y la existencia real. En nuestro mundo, la humanidad
siempre concibe alguna medida de distancia en relación a la divinidad, al
bien, a la verdad. Este Dios se presenta, no como revelación del mundo, sino
como propuesta de futuro, como dirección, como proyecto. Está siempre más
allá. Este Dios nos impulsa a proyectarnos siempre más allá de las
posibilidades actuales. Sin embargo, en el mito de Shangó de Recife y de los
cultos afro-brasileros en general, el pensamiento es religioso descriptivo, ya
que no propone, sino exhibe el mundo en su actualidad. Se parece a la religión
de los griegos, a quienes por lo menos hasta el final del siglo V a. C., no
conoció la culpa. Vemos que existe, de hecho, un horizonte ético reconocido,
pero sólo como mera referencia de ciertas nociones de lo correcto y de lo
incorrecto, de lo justo y de lo injusto, en cuanto valores sociales que están
presentes, como en el caso de Orixalá, en el Shangó de Recife[41].

7. En las religiones afroamericanas no existe noción de


pecado

Para participar en la nación constituída por el estado moderno, el individuo


tiene que cumplir con el requisito mínimo de tener el horizonte ético
incorporado y una voz de la conciencia interior, gracias a los cultos afro-
brasileros, sin embargo, no existe ninguna noción de cielo, redención,
cualquier forma de salvación después de la muerte o utopía futura que pudiese
garantizar un orden social en un contexto individualista. Los espíritus de los
muertos, eguns, al ser transformados en ancestrales, pasan a ser fijados
ritualmente en la tierra de un recinto cerrado y claustrofóbico, sin ventanas , el
cuarto de bale o igbale, en donde permaneceran, recibiendo periódicamente
ofrendas de alimentos, presos para toda la eternidad. Entre los miembros del
culto, el horizonte ético no es más que un paisaje reconocido. Però el sujeto de
carne y hueso que habla y construye sus temas a través de las figuras de este
mito, no es el mismo sujeto que le ofrece su horizonte ético.

8. La mentalidad no esencialista del culto afro-


brasilero

Entonces, nos podemos preguntar como es posible que este sujeto que se
coloca frente a las instituciones con una actitud veladamente crítica,
denunciando su engaño, ¿por qué no hace esta crítica abiertamente, en una
palabra, políticamente?; ?¿Cómo es que muchos negros letrados y politizados
del Brasil, no participanr en el proceso de construcción de la ciudadanía
reclamando explícitamente los derechos históricamente negados?; ¿por qué no
se identifican con el movimiento negro?. Se pueden dar dos razones. A) La
primera se encuentra ya contenida en los datos mostrados. Hacer política es
entrar en el campo propuesto por el estado, es validar ese campo, es dejarse
capturar por el lenguaje "traicionero" de las instituciones y ser, incautamente,
aprisionados por esa historia cívica de la que lo que se quiere en verdad es
distanciarse; y, b) Pero hay otra razón más sutil, una motivación más
sofisticada Los cultos afroamericanos en general, son una religión universal y,
por lo tanto, por definición, expansionista. De hecho, es una religión, que en
este momento está en franca expansión, que gana territorios nuevos cada día,
territorios que son, en muchos casos blancos. Actualmente hay "terreiros" en
Miami, en Italia, en España, en Portugal y hasta en un lugar tan insospechado
como Marruecos, por no hablar de su rápido crecimiento en las ciudades de
Buenos Aires y Montevideo. En los últimos veinte años, el número de
terreiros en los suburbios de Buenos Aires llegó probablemente a alrededor
de tres mil y esa presencia se puso de manifiesto en los medios masivos de
comunicación . En 1991 tuvo lugar el Primer Congreso de Culturas Afro-
Americanas en Buenos Aires y todos los datos indican una expansión veloz y
sorprendente de esta religión en un país que se veía "blanco". De hecho, es
fácil entender que todo esto no podría ser de otra manera si recordamos que el
primer sincretismo, el primer movimiento de apertura de las religiosidades
negras, fue el que se dio ya en los barcos negreros, en el camino de Africa
para América. Fue en ese instante inicial que cada africano aprendió, o fue
forzado a abrirse para incorporar al otro dentro de su horizonte, un otro que,
en ese momento inicial, era también negro pero, no olvidemos, era otro:
hablaba una lengua diferente, cultuaba otros dioses. Allí, ellos tuvieron que
hacer su primer esfuerzo inclusivo, tuvieron que reinventar sus cultos. Esta
postura inclusiva, abierta, de las religiónes afroamericanas se hace
comprensible cuando identificamos uno de sus fundamentos: todos tenemos
orihá, todos tenemos "santo" protector. Un inglés, un chino, un lapón tienen
santo. Todos, universalmente, todos los seres humanos pueden entrar en la
genealogía del culto, ingresar ritualmente en la estirpe africana. Desde este
punto de vista, no se trata de lo que podríamos denominar como una "religión
étnica", sino de una religión humanista, universal, y este postulado inclusivo es
una elaboración de la organización del culto en familias ficticias selladas
ritualmente, y de la necesidad inicial de construir un universo cultural pan-
africano, un sincretismo pan-africano, donde se encontraban mundos culturales
diversos.

9. Las religiones afroamericanas relativizan lo


biológico

Uuna observación meticulosa de todos los elementos del culto nos lleva a
percibir que uno de los motivos recurrentes en las representaciones y en la
organización social de sus miembros es el esfuerzo sistemático por liberar las
categorías de etnia, de parentesco, de personalidad, de género y de sexualidad
de las determinaciones biológicas de la sociedad brasilera. Lo biológico es
removido del lugar central que los valores dominantes le destinan en su
construcción de las representaciones relativas a la etnia y al género y, entre los
adeptos del culto, tanto la etnia como el género son desvinculados de la
substancia biológica a ellos atribuida por el sentido común occidental.
Su mentalidad no es esencialista, como podemos ver en los siguientes
aspectos en que se manifiesta esta postura: 1) En la práctica se atribuye
"santos-hombre" y "santos-mujer", indistintamente, a hombres y mujeres como
tipo de personalidad; 2) En el tratamiento dado por los mitos a los papeles
femeninos y masculinos de los orihás que forman el panteón y las relaciones
que mantienen entre sí. Como vimos, el padre es débil; la madre es fría y
substituible por otra figura, no vinculada por consanguinidad a la cría, que
ejerce la función materna; Iansã es andrógina, fue hombre y se transformó en
mujer y, como tal, cumple funciones que le exigen más "virilidad", más coraje
que el exhibido por su marido, etc.;3) En la visión crítica de los miembros con
relación a los derechos derivados de la maternidad biogenética; 4) En el
carácter andrógino, indiferenciado, del papel social de los sacerdotes, "pais"
y "mães de santo". En este último nivel, lo que se observa es el carácter
intercambiable de las funciones de los miembros masculinos y femeninos de la
comunidad de culto: "pais" y "mães de santo", indistintamente, leen el oráculo
de caracoles,"jogo de búzios", aconsejan a seus "filhos" e "filhas de santo" y
tienen a su cargo, por igual, promover la circulación de recursos a lo largo de
la red de relaciones que centralizan así como administrar los intereses de la
casa de culto que lideran; 5) En la habitual bisexualidad de los miembros o,
por lo menos, su total abertura en relación a conductas bisexuales; 6) Lo que
es más importante para nosotros aquí, en la relevancia dada a las formas de
parentesco ficticio, ya sea en la práctica generalizada de dar y adoptar niños,
como en la absoluta preeminencia atribuida, después de la iniciación, a la
"familia de santo" , linaje al que se ingresa ritualmente, por encima de la
familia de origen,-fundada en lazos de sangre. Esto, sin duda, fue un resultado
de la ruptura de la organización de los cultos orihas en Africa, donde se
asentaban en criterios de parentesco y localidad, y su substitución por una
base de genealogías rituales y de parentesco ficticio: padre y madre,
hermanos, abuelos y ancestrales africanos,eguns, pasaron a derivar de un
proceso de iniciación y no de nacimiento, y, 7) como derivado de la
preeminencia de la familia ficticia, por encima del parentesco originario,
resultó, naturalmente, una concepción no racista, no esencialista, de lo étnico,
pasando blancos y negros a tener acceso, por igual, a los bienes y saberes de
la "negritud".
Posiblemente, en esta estructura y en estos conceptos se elabora toda la
historia de separaciones que comienza con la venta de hijos separados de sus
madres durante la esclavitud y tiene su continuidad en las migraciones internas
post-esclavistas. Las diferentes formas de familia ficticia, tan comunes, como
sabemos, en todo el mundo afroamericano, son nada más y nada menos que una
elaboración de este tema del desmembramiento familiar y el reagrupamiento
en redes solidarias substitutivas. Es importante, aún, hacer notar que el pueblo
que llevó estas ideas a este grado de elaboración es un pueblo no circunscrito
a un enclave territorial. A diferencia de los reductos negros en bolsas
geográficas precisas, como los "quilombos" y sus variantes en el Brasil, los
territorios negros del Chocó en Colombia o las repúblicas negras de
Suriname, la cultura afroamericana impregna toda la sociedad brasilera. No
podría ser de otra manera ya que durante cuatro siglos y hasta nuestros días,
fueron mujeres negras las que alimentaron, protejieron y mimaron a los niños
blancos desde la tierna infancia hasta la pubertad. De este hecho histórico
resulta la concepción de que es posible ser "africano" sin ser negro.

10. Orishás y su equivalencia con los santos católicos


en la santería
ORIXÁS (Dioses) SANTO PRINCIPIO QUE SE LE
ATRIBUYE
Agayu San Cristóbal Paternidad
Babaluaye San Lázaro Enfermedad
Elewá San Antonio de Papua Abridor de
caminos
Ibeji San Cosme y san Damián Niños
Inle San Rafael Medicina
Obatalá Ntra. Sra. De las Mercedes Claridad
Ogún San Pedro Hierro
Olokún Nuestra Señora de regla Profundidad
Orula San Francisco Sabiduría,
destino
Osayín San José Hierbas
Oshosi San Norberto Caza y
protección
Oshún Nuestra Sra. de la Caridad Eros
Oya Ntra. Sra. De la Candelaria Muerte
Shangó Santa Bárbara Fuerza
Yemayá Ntra. Sra. De Regla
Maternidad
TEXTO PARA COMENTAR X:
“CARL GUSTAV JUNG Y LOS ORISHÁS”
“Carl Gustav Jung, un escritor y erudito de la psicología y psiquiatría y
por un tiempo un discípulo de Sigmund Freud, estudió y reconoció la
realidad de experiencias que van más allá de los cinco sentidos. Presentó
una interpretación única que hoy está ampliamente difundida. Usando su
interpretación de arquetipos, es posible concluir que los orisxás son
puntos de contacto con el inconsciente colectivo de la humanidad. Así,
según esta interpretación cada orisxá es un arquetipo o un complejo
autónomo dentro de la personalidad humana. Puesto que cada arquetipo es
independiente del resto de la personalidad y evidencia características
fuertemente individualistas, con frecuencia se porta como si fuera una
entidad separada y sobrenatural. Para Jung cada arquetipo controla un
aspecto diferente de la personalidad y un diferente empeño humano. Es
posible pensar que esto es la misma función de los orisxás. Cada orisxá,
como un arquetipo o complejo autónomo, ha sido desarrollado y
balanceado dentro de la personalidad del santero. Debido a las
características individuales que distinguen a u n ser humano de otro, en la
Santería se dice que uno está bajo la protección del orisxá que comparte el
mismo modo de ser. González Wippler considera que una de las
características de la Santería es que ha sabido armonizar a la
“perfección” varios elementos en el inconsciente humano por medio de la
personificación de los orisxás como personajes distintos. Cuando un
orisxá toma posesión de un creyente o santero, las energías psíquicas de
dicho arquetipo dominan por el momento la personalidad consciente. Ese
individuo, entonces, exhibe unos poderes extraordinarios y conocimientos
excepcionales del futuro, que se originan en los atributos naturales del
arquetipo formado de pura energía psíquica dirigida a través de un canal
específico. Desde este punto de vista, toda deidad y fuerza angélica de
toda religión y sistema de magia son puntos de contacto muy profundo
dentro del inconsciente humano. Cada fuerza arquetípica encerrada
dentro del inconsciente humano es la manifestación del inconsciente
colectivo de la raza humana. Se hace contacto con estas energías por
medio de las oraciones, visualizaciones, invocaciones y ceremonias. No
importa su nombre dentro de la religión, pues todos son lo mismo con
diferentes nombres y aspectos. Son las manifestaciones de las energías
concentradas de la raza humana que las ha desarrollado a través de su
existencia evolutiva y milenaria. Son reales y forman parte de nosotros.
Algunos arquetipos son positivos y otros son negativos. Jung identificó una
de estas fuerzas negativas poderosas dentro del psique como la “sombra”.
Para él se trataba de una concentración de todo lo reprimido, como los
enojos, las frustraciones, los resentimientos, los odios y las inclinaciones
negativas. Así pues, debemos integrar en esta teoría la “sombra” con los
demás arquetipos dentro de nuestra personalidad. A esto le llamó “proceso
de individualización”. Y según esto, al entrar en contacto con los orisxás,
el santero suelta grandes cantidades de energía arquetípica de la mente
inconsciente y la dirige por medio de los canales escogidos. La conclusión
de González Wippler es que cada orisxá vive dentro de la conciencia de
todo ser humano. Es una energía psíquica pura dirigida a través de un
canal específico”
M. GONZÁLEZ-WIPPLER, The Santeria Experience, Llewellyn
Publications, St. Paul, Minnesota, 1992
XI. PROCESO DE INICIACIÓN, FIESTAS, Y
RITUALES
1. Las iniciaciones en la santería

Existen dos caminos de progresión en la jerarquía de poder y prestigio que es


esencialmente un proceso ritual de once categorías, desde el no creyente hasta
convertirse en un elevado grado de conocimiento y protección, en un
omókoloba, uno que haya recibido a Olofi. Los diversos rituales facilitan un
mayor poder y conocimiento. Los no creyentes carecen del poder que genera
esta religión y por lo tanto, la protección adecuada contra el mal. En los dos
caminos hay que recibir a los Guerreros aunque los demás pasos varían; en
uno hay ocho pasos y en el otro hay cinco.
Con frecuencia se refiere a la iniciación con el nombre de “asiento” que
significa contrato y obligación. Es un contrato en el cual el orishá conviene en
proteger a su hijo, y éste en servirlo, pues es su obligación. También se usa la
expresión de “hacer el santo” para referirse a la iniciación.
El proceso de iniciación es largo, complicado y costoso. Consta de
varias fases y varia según el orishá. Primero hay que determinar cuál de los
orishás corresponde a la persona que busca ayuda. Por medio de la
adivinación se determina esto y un santero, ya iniciado, puede hacer esto o
para más certeza un sacerdote o babalawo. Empieza con el recibimiento de los
collares y termina con el “asiento”. La ceremonia de imposición de cinco
collares de diversos colores correspondientes a cinco orichas consta el primer
paso. Los preparativos para la iniciación incluyen un baño especial y el
vestirse de ropa blanca como símbolo de una nueva vida. A veces las aguas
del baño de purificación simbolizan el líquido amniótico en el cual se
encuentra una criatura antes de nacer. En la iniciación se le asigna formalmente
a un orishá que también se identifica como el “ángel de la guarda”, que
designa al dios protector y cuidador del iniciado. Incluye ceremonia de
sacrificios de animales, una adivinación en cuanto al futuro del iniciado y un
año de obediencia a ciertos tabúes y restricciones. Durante este primer año es
necesario obedecer a ciertas prohibiciones sobre el vestido, las relaciones
sexuales, la comida y la vida diaria durante todo este tiempo.
Debe sacrificar animales en la iniciación, pues “no hay nacimiento sin
sangre”. Se cree que en la iniciación uno nace a una vida nueva. Al final se le
considera al iniciado un hijo de su orishá, pues durante la ceremonia se
simboliza una nueva realidad: el iniciado ha nacido de nuevo. Para muchos
santeros esta iniciación es solamente la primera de una serie de ceremonias
que le lleva a comprometerse más con los orishás, pues esta relación con los
orisxás puede extenderse a incluir a varios de estos. Al “hacer el santo” se le
abre el paso para uno de dos caminos, el camino del santo abierto para todos
los hombres y mujeres y el de Orula abierto sólo a los hombres que serán
sacerdotes o babalawos.

2. Las prácticas adivinatorias

Debido a su fe en la reencarnación, creen que dentro de ciertas limitaciones es


posible escoger el tipo de destino en la próxima vida antes de nacer. A la vez
esto implica que hay una serie de cosas predeterminadas en la vida, tales
como carácter, ocupación, pobreza o riqueza, inteligencia, suerte o desdicha y
duración de vida. Así que aunque no es posible cambiar el destino en sí, uno
puede empeorarlo al quebrantar una prohibición o tabú de su orishá,
desobedecer una deidad o algún trabajo de brujería que no haya podido vencer
puede alterarlo. Así cobra valor las ceremonias adivinatorias, pues por medio
de ellas se recibe valiosos consejos que les permiten tener menos problemas y
recibir los mayores beneficios posibles. Para ayudar en estas situaciones, la
adivinación juega un papel crucial, porque las influencias negativas pueden
ser corregidas o mejoradas cuando se descubre el porqué y el origen de ellas
al obedecer las instrucciones señaladas por la adivinación. Así que no sólo
descubre las razones espirituales para los innumerables problemas y
situaciones difíciles de la vida ordinaria, tales como la salud, el amor y el
dinero, sino se le informa de la manera de resolverlos. Además las
experiencias de los orishás en la mitología ofrece modelos de acción de la
cual se saca provecho.
Los funcionarios religiosos más característicos de los rituales de
adoración son el babalawo y el santero. Sus respectivos instrumentos
ordinarios de adivinación son el opele y el diloggun o caracol. Debido a que
en la vida uno confronta muchos problemas y situaciones difíciles, se necesita
la orientación de Olofi, la deidad suprema, quien habla a través de los
sistemas de adivinación. Al obedecer a las indicadas ceremonias de adoración
o veneración a una deidad, uno puede esperar el éxito. La gran mayoría de las
ceremonias dependen del procedimiento adivinatorio del opele y el diloggun.
Con frecuencia se interroga para conocer la voluntad de los dioses,
complacerlos o reparar a tiempo la negligencia o el error que se ha cometido
contra ellos. Así tiene carácter propiciatorio, preventivo o reparatorio. El uso
del coco, obi, la herramienta básica de su sistema adivinatorio, se limita a
contestar negativa o afirmativamente las preguntas que se les hace en un
registro sobre asuntos que no son de gran envergadura. Un devoto sin estar
necesariamente iniciado, “asentado”, puede hacer uso del coco, el método de
adivinación muy corriente y expedito. A todo creyente le está permitido
consultar sus asuntos con el coco, el cual contesta según la posición en que
cae. Los que auguran favorablemente muestran o presentan la pulpa y los que
“dicen no”, la corteza. Los santeros lo usan en sus ceremonias principales para
adivinar el futuro de alguien y para determinar si a la divinidad le gusta cierta
ofrenda. Después de conocer el mal que hay que apartar y lo que hay
que hacer para acercarse al bien, hay que determinar el tipo de ritual que se ha
de utilizar, especificando la clase de ingredientes a usarse. Un registro normal
por lo general tiene validez por un período aproximado de dos a tres meses
cuando no implique una una situación de peligro. Otro instrumento para
adivinar son los caracoles o diloggun.

3. El sacrificio de animales

El sacrificio es fundamental en el culto a los orishás, pues piden y agradecen


este alimento. Para garantizar su eficacia hay que ceñirse a la tradición y la
técnica del sacrificio. La sangre de los animales no debe faltar en las
ceremonias más importantes y cada divinidad tiene sus sacrificios favoritos
que sirven de alimento para el orishá, pues no es un ser todopoderoso. Por eso
el sacrificio le brinda la energía cósmica vital o ashe. Un orisxá puede tener
preferencia para el chivo, el carnero, el cerdo, el pez, la oveja o la tortuga
mientras que a otro le gustan las aves tales como las gallinas blancas o negras,
las palomas, los pollos, el gallo, la guinea, el codorniz, el ganso, el pavo o los
patos. Además hay ofrendas que no implican la sangre tales como la miel, la
fruta o el vegetal como el frijol negro cocido y el arroz.
Los orishás, materializados en sus piedras, con los caracoles e ilekes,
no consumen la carne de los animales sacrificados, sino el ashé que contiene
la sangre, la cual se derrama sobre los fundamentos de los santos y las cabezas
de los iniciados. Se libera esta energía en virtud de la consagración por medio
de las palabras sagradas en yoruba en las invocaciones. La sangre acrecienta
las energías de los dioses. Los mantiene potentes, eficientes y satisfechos de
sus adoradores. De esta manera el orisxá se alimenta y también se beneficia al
santero. Hay que tener en cuenta que para la Santería sin sacrificios no hay
salvación ni prosperidad ni seguridad. Además, los dioses no pueden
prescindir de la sangre de los sacrificios, porque aumentan sus energías. A la
vez la sangre beneficia al que la ofrece y a los que participan en el sacrificio,
pues les infunde nuevas fuerzas y vitalidad, ashé. Así aumenta sus energías y
defensas naturales. Mediante el sacrificio se comulga y se estrecha la unión
con los orishás, y los mismos beneficios alcanzan los que asisten a la matanza
impregnándose de la esencia sagrada y poderosa de la sangre que es “vida de
la vida”.
Los santeros justifican el sacrificio de animales afirmando que desde la
creación todo pacto entre Dios y el hombre ha sido ratificado por la sangre
animal. Se necesita la
víctima como prueba de la intención del hombre de honrar el pacto. La misma
sangre representa la energía de la cual todas las cosas fueron creadas. Ofrecer
sangre a la deidad es darle un regalo de energía pura que puede ser usada otra
vez en la creación. Tanto la sangre de los animales sacrificados como las
velas y las ofrendas de comida se dan a los orishás, y a través de estos al
dios creador Olofi. De esta manera las ofrendas de diferentes clases de
energía sirven para rellenar los poderes de los orisxás. Ni los orisxás ni los
muertos antepasados “comen” la sangre o la comida, más bien absorben las
energías de estas ofrendas. Es igual para las velas. De las tres clases de
ofrendas, la sangre es la más importante y la indispensable debido a que su
energía es una viviente, de la cual el “mundo espiritual” se forma y se nutre.
Por esta razón, concluyen los santeros, Dios siempre ha demandado del
hombre un sacrificio de sangre para la ratificación de cada pacto. Como
ejemplo de un sacrificio máximo está la muerte de Cristo en la cruz para
establecer el nuevo pacto. Para la Santería la sangre de los animales
sacrificados pertenece a los orishás y por lo tanto al dios creador Olofi. Se
trata de un derecho divino. La matanza de los animales no se trata de algo sin
sentido sino se lleva a cabo en ceremonias celebradas con gran seriedad y con
mucho respeto y sólo personas entrenadas por medio de los ritos iniciatorios
apropiados lo llevan a cabo. Además los santeros justifican este ritual
refiriéndose a la Biblia que, según ellos, está repleto de ejemplos de
sacrificio de animales a Dios de parte de los Israelitas. Aun Abraham estaba
dispuesto a sacrificar a su único hijo para complacer a su Dios. En el libro de
Levítico Dios instruyó a Moisés cómo ofrecer el holocausto (Lev 1,5). Al fin
de la construcción del tabernáculo los doce príncipes representando los doce
tribus de Israel trajeron sus ofrendas a Yavé y estas incluían el sacrificio de
veinte animales (Nu 7,1-17). En el Nuevo testamento, cuando María dio luz a
Jesús, al no poder llevar al templo el cordero requerido, llevó dos palomas al
sacerdote, una para el holocausto y la otra para la ofrenda de paz (Lu. 2,22-
24) en cumplimiento a Lev.12. Jesús mismo subrayó la importancia de la
sangre del sacrificio durante la última cena al identificar la copa como la
sangre del nuevo pacto. Y en la misa se conmemora cada vez este sacrificio.
También argumentan así los rabinos, que en la actualidad han conseguido
permisos especiales para el sacrificio de animales que sus feligreses
consumen. Se matan estos animales según las leyes Mosaicas. Tal es el caso
de los ritos de purificación de Kepuroth que los judíos Hassidic observan en
la víspera del Yom Kippur, día de la Expiación por el ayuno y el
arrepentimiento, que culmina con la matanza de cientos de aves. Además los
musulmanes siguen las leyes de salud en el sacrificio de sus animales.
En la Santería los santeros y sus familias comen la mayor parte de los
animales. Creen que esta carne, consagrada a los orichas, es beneficiosa para
la salud de los que la saborean, pues tiene grandes poderes sanadores. Por lo
tanto, se consideran afortunados cuando la comen. No obstante, cuando se
sacrifica al animal en un ritual de purificación, creen que el animal ha
absorbido los problemas, los peligros y las vibraciones negativas de la
persona que recibió este despojo. Por consiguiente nunca comen esta carne
sino se elimina conforme a las instrucciones de cierto orishá. Además, el
argumento basado en la reencarnación aporta que el sacrificio de los animales
para una causa espiritual adelanta grandemente la evolución espiritual de la
persona.

4. Bajar el santo

No solamente durante la ceremonia de la iniciación sino durante diferentes


ceremonias se logra a través de los tambores y ciertas danzas un estado
alterado de conciencia conocido como trance o posesión. Se describe como el
momento cuando “baja el santo” o que el iniciado tiene “el santo montado”
que da énfasis en la acción del orisha al descender y montar la cabeza del
santero. Esta frase señala el control del orisha sobre los movimientos
frenéticos y los gestos de la persona, los cuales hace posible la identificación
del orisha.
En otras ocasiones la sangre de los animales sacrificados, o se derrama
directamente sobre las piedras de las divinidades, o los oricsxás la toman
directamente por la boca de sus hijos cuando están poseídos por ellos. A
veces cuando un santero está poseído o “montado” por un orisxá, éste bebe la
sangre que sale de la vena juglar después de quitar la cabeza del animal
sacrificado.

5. Los espíritus de los antepasados


Uno de los aspectos más importantes del culto es la veneración de los
antepasados. Sus raíces se encuentran en la creencia en que los orisxás
también vivieron y murieron, pero ahora son simplemente otro aspecto de la
misma fuerza sobrenatural. Los muertos son algo fundamental para la Santería,
pues al propiciarlos primero se abren las puertas que conducen a los orisxás.
A los muertos se tiene que dar su especial reconocimiento al pagar sus
derechos, evocarlos, rezarlos y alimentarlos. Los muertos dependen de los
vivos para mantenerse y no penar desfallecidos en las tinieblas del otro
mundo. De vez en cuando es preciso hacerles sacrificios para darles de comer.
A veces se preparan objetos como un palo adornado por cintas y cascabeles
que los representa.
Toda ceremonia, incluso la imposición de los collares, comienza con
una reverencia a los muertos que se extiende hasta los antepasados más
remotos. Se cree que los difuntos pueden intervenir en sus vidas, protegerlos o
importunarlos. Por eso, es necesario adular y propiciarse a ellos y por los
mismos motivos que se procura ganarse el favor de los orishás. Cuando los
muertos se sienten queridos y reciben las atenciones, velan por los creyentes
en esta religión. Los santeros creen que tienen que ponerse en guardia contra
las almas en pena, “espíritus oscuros”, errantes y mal intencionados, pues los
muertos son más fuertes que los vivos. Por eso es indispensable la invocación
a los antepasados y a los dioses y la recitación de las oraciones que se le
rezan a los muertos.
En cierta ceremonia se sacrifica a los muertos un animal de cuatro patas,
normalmente un cerdo. Durante el sacrificio los presentes cantan y rezan en
yoruba a todos los muertos, comenzando por los principales santeros difuntos.
Como en todos los sacrificios de los animales, se separa la cabeza del cerdo
de su cuerpo, colocándola en un plato blanco. Se pone la cabeza junto con la
sangre del animal debajo del altar donde los muertos pueden alimentarse. Más
tarde la llevan al cementerio o a un bosque. A veces se recomienda el rezo
constante a los muertos de la familia de uno. Esto puede incluir prender una
vela a todos y en algunos casos se colocan un pequeño vaso de agua y otro de
café al lado de una lámpara como evidencia del respeto y el amor que se les
tiene[42].

6. La difusión de la visión del mundo yoruba


Es evidente que hubo un trabajo de preservación en el Nuevo Mundo de los
cultos de África. No fue meramente preservada la idea elemental de que el
santo "monta" a su medium, caballo, o tutelado, tan difundida en el mundo
afro-americano para hablar de la posesión, sino también, y muy especialmente,
las complejidades y abstracciones de las creencias africanas. Este trabajo de
preservación no se restringió exclusivamente a los aspectos formales,
ritualísticos y litúrgicos de la tradición Yoruba en el Nuevo Mundo, sino que
se amplió y radicalizó afectando a las categorías sociológicas como la
sexualidad humana.
Existe un "codex afro-brasileño" que hace referencia aun núcleo duro y
permanente de corte antiesencialista que atraviesa las prácticas y los saberes
de la cultura del Candomblé. Con el término "codex" se apunta a las prácticas
observables que revelan la existencia de un nivel más profundo, oculto, que se
manifiesta, sin embargo, todo el tiempo en el discurso mitológico, social y
ritual de las religiones de origen Yoruba en el Nuevo Mundo y, especialmente,
en el Brasil.
Los comportamientos homosexuales en la sociabilidad y la sexualidad
de los cultos, no son un elemento separado, sino que constituyen la estructura
central y fundamental para comprender la filosofía, la cultura y la religión de
los cultos que tratamos. Dos fueron las razones por las cuales la civilización
Yoruba dominó otras culturas africanas que vinieron para el Nuevo Mundo.
Dos aspectos son en general apuntados como cruciales: 1) la llegada masiva
de um contingente Yoruba después del cierre oficial del tráfico intercontinental
de esclavos; y 2) las sólidas instituciones de poder del imperio Yoruba en
Africa que se expandieron por las religiones hacia el sur para instalarse en los
países de la cuenca del Río de la Plata. Además, se puede añadir un tercer y
fundamental factor a esas razones, esto es, la maleabilidad del sistema y la
flexibilidad o el anti-esencialismo de los arreglos familiares.
Para la primera ola de esclavos, el uso no esencialista de los
componentes religiosos y de familia encontraron un terreno fértil en el
ambiente colonial brasileño. Eso fue así porque las parejas constituídas y sus
descendientes no pudieron estabilizarse como un grupo familiar en el Brasil,
donde las familias fueron dispersadas; la proporción demográfica entre
hombres y mujeres en el contingente de esclavos fue extremamente inadecuada;
y el casamiento entre esclavos fue activamente obstaculizado por un largo
período en casi todas las regiones del país. En consecuencia, el sistema
entero pasó a afectar también a la sexualidad.
Para la segunda ola, las religiones afro-brasileñas de base Yoruba
(como el "Batuque" de Puerto Alegre y el Candomblé de Bahía) se
expandieron hacia Argentina y para Uruguay. En el interior de esas sociedades
nacionales, ellas propiciaron la demarcación de un espacio de diferencia y de
representación simbólica para grupos carentes de libre expresión y, entre esas
minorías, la minoría homosexual, tradicionalmente asfixiada en los países
hispánicos y con escaso espacio para la auto-representación y el
reconocimiento, encontró su lugar de expresión.

7. La incolturación del mundo Yoruba en Brasil


El mundo Yoruba fue restaurado en Brasil en torno el culto de los orishás
como encarnaciones modelares de tipos de personalidad. La personalidad fue
la noción que permaneció cuando las ataduras regionales y de linaje que
sustentaban los cultos de los orishás que se vinculaban a la familia y a la
localidad se perdieron como consecuencia de la trata de esclavos. El
casamiento y la línea de descendencia fue transferida hacia una familia no-
biológica ritualmente constituída. La genealogía fluye ahora a través de la
"madre" o del "padre de santo" para los "hijos de santo", esto es, por
iniciación como miembros del culto. Iyawo, por ejemplo, que significa
"esposa" o, inclusive, "esposa de orixá" cuando se refiere a un sacerdote del
país Yoruba, se la comprendió, en la transcripción brasileña, como "hijo" o
"hija" de santo, y el ritual de "salida de Iyawo" alude a la presentación
ceremonial del nuevo iniciado en la sociedad del culto. Los orishás
permanecieron subdivididos por género, lo que reforzó su función, más
nítidamente que nunca, como clasificación de las personalidades de sus
tutelados en masculinas y femeninas. Así, una persona con cuerpo femenino
puede tener una personalidad clasificada como masculina si su divinidad
tutelar es masculina. En ese caso se dirá que su "santo dueño de la cabeza es
un santo, u orisha, hombre". Y una persona con cuerpo masculino puede ser,
de la misma forma "hija" de una orixá "mujer". En este modelo, es la
personalidad lo que se encuentra predicado por el género, y la anatomía ideal,
paradigmática de los orixás, opera como el significante de esa diferencia. Al
mismo tiempo, la androginidad y la transitividad de género también se
encuentran presentes en el sistema, incorporadas en la mitología de algunos
orixás: Logunede, en Bahía, es seis meses del año masculino y seis meses,
femenino, y Oya habría sido masculina en el pasado, tornándose femenina en
tiempos más recientes, después de su casamiento con Shango, aunque exhibe
todavía una personalidad viril. Esto hace que algunos santos femeninos sean
considerados más viriles que otros y que haya grados de masculinidad para
los "santos-hombre", hasta el punto que, un santo femenino puede ser
entendido como "más viril" o "más masculino" que un santo masculino en la
realización de una acción o tarea particular.

8. El antiesencialismo de las religiones afroamericanas


La profesión sacerdotal aunque contemple roles “rituales” no impide que
tengan roles sociales. Respecto de la casa o unidad doméstica, el "terreiro" en
Brasil, casa donde una "familia de santo" reside y ejecuta sus rituales, es la
unidad socio-política de la religión, así como en África el agbo-ile es la
célula socio-política de la sociedad. Pero aquí, la familia se forma sobre la
base de vínculos rituales consagrados por la iniciación y la renovación
periódica de este voto. De esta forma, el crterio biológico de descendencia
queda desplazado a un segundo lugar. En esta organización, el sacerdote -o la
sacerdotisa- es el único líder de la unidad doméstica, pero, a pesar de tener su
nombre marcado por la diferenciación de género -"padre" o "madre de santo"-
, sus derechos y deberes en el ejercicio religioso y social del sacerdocio,no
así en el ritual, no presentan especificidades de género; esto quiere decir que
el rol social de "padres" y "madres de santo" es exactamente el mismo y es,
por lo tanto, un rol andrógino, que no responde a la división de género. De la
misma forma, un "hijo" y una "hija de santo", un "hermano" y una "hermana" no
poseen obligaciones o privilegios sociales específicos que obedezcan a la
división de género.
La labor reproductiva, entonces, corre por cuenta del ritual, que
equivale a la cópula sexual, en el sentido que allí, sí, se hace necesaria la
contraprestación de tareas rituales específicas de una madre y un padre de
santo. Es el imprescindible concurso ritual de ambos, con sus papeles
rígidamente distribuídos por género, que permite la reproducción del linaje
religioso. La senioridad de edad biológica, tal como se vive en África, se
transforma en Brasil en un criterio no biológico de senioridad como miembro
del culto, es decir, edad como iniciado. Finalmente, el anti-esencialismo y la
androginía presentes en el sistema como un todo tienen impacto también en las
prácticas sexuales, ya que liberan la sexualidad de la ideología de la coacción
anatómica, vigente en el país Yoruba Es en este sentido que el sistema
brasileño es más radical en la disolución de la matriz ideológica heterosexual
y jerárquica, y más distanciado de la estructura simbólica occidental[43].

9. Fiestas y celebraciones de las religiones


afroamericanas
Entre seis y doce veces por año se realizan en los templos fiestas para los
orixás. En ellas los devotos que hayan pasado por varios rituales de
iniciación, mediante invocaciones bailadas y cantadas en idioma africano
pueden recibir en su cuerpo a dichos orixás africanos. De esta manera las
deidades se hacen presentes en el mundo de los vivos. Una vez por semana se
realizan “sesiones de caridad”de umbanda, en las que los médium entran en
trance y reciben a los espíritus de caboclos y prêtos velhos. La función
principal de estas sesiones es que los espíritus den consejos a los devotos que
buscan su ayuda. Usualmente una vez por mes se realizan sesiones de exus y
pombas giras, en las cuales estos seres de bajo desarrollo espiritual buscan
evolucionar ayudando a los devotos en sus problemas cotidianos.
En todas estas ceremonias, y para reponer la energía, axé, que los seres
espirituales utilizan ayudando a los humanos, se les realizan ofrendas
materiales. En el caso de los orishás y de los exus (no así en el de las
entidades de umbanda) se les puede entregar, entre otras, sangre y vísceras de
animales fruto en rituales religiosos. La carne cocida de esos animales de
granja, nunca domésticos, es consumida por los fieles durante las fiestas[44].

10. Características del culto afroamericano


Los cultos afrobrasileños, por ejemplo, constituyen una religión que, en términos
generales, tienen dos características diferentes respecto de la tradición
juedocristiana. Una de ellas constituye lo que podemos llamar, pluralidad de
cuerpos rituales. Durante el tiempo ritual los cuerpos de los iniciados van a
recibir a diferentes deidades que, de acuerdo su historia mítica, generaran posturas
y movimientos corporales específicos. Así, en el transcurso de los actos rituales
el fiel irá experimentando, en su ser, la corporalidad particular de cada una de
las deidades que lo posea. La segunda característica será la preeminencia de lo
estético. La religión afrobrasileña se presenta como un culto que en su ethos va a
exacerbar la predominancia de los sentidos, por ende, cada uno de los episodios
rituales va a estar dirigido a lograr el mayor grado realización estética. Ttanto en
los trajes de los fieles, la preparación de las comidas, en la decoración del
templo, en las ejecuciones de las danzas, como los cantos de incorporación, etc.,
que se logra durante el transcurso de los ritos.
Ambos caracteres van a propiciar un espacio para la adhesión de los
homosexuales en el culto. Pensar en los rituales como una comunidad generada
en y por el tiempo ritual permite puntualizar, en primer lugar, que los fieles
obtienen la posibilidad de experimentar una pluralidad sexual que, en última
instancia, los libera de su condición biológica de sexo (macho/hembra). En la
comunidad ritual la delimitación entre machos y hembras, generada a partir del
sexo biológico, se desdibuja, permitiendo que los comportamientos típicos del
género femenino y los del género masculino sean asumidos indistintamente por
los iniciados. Así, es muy frecuente que un fiel hombre, en términos biológicos,
incorpore a una deidad femenina y adquiera, en la instancia ritual, posturas
corporales y actitudes calificadas como típicos del género femenino. A la
inversa, una hija de santos homosexual al ser poseída por una deidad masculina
revista comportamientos y actitudes conceptualizadas como pertenecientes al
género varonil. En síntesis, la comunidad ritual otorga la posibilidad de una
liberación respecto al sexo biológico permitiendo, paralelamente, a los iniciados
una transición continua entre los dos géneros y la consiguiente expresión de sus
comportamientos típicos. Será dentro de las prácticas afrobrasileñas donde
mejor se manifiesta la ruptura con la tradición sociocultural occidental de los
géneros como interdependientes del sexo.
En segundo lugar, habiendo dado cuenta de la importancia que reviste
lo estético en la religión afrobrasileña, serán los homosexuales, especialmente
los hombres, quienes más se preocupen por la prolijidad y los detalles tanto en
la preparación como en el desarrollo de los rituales. La minuciosa dedicación
que implica tanto la realización de las comidas rituales, como las
confecciones de los trajes ceremoniales, como el mantenimiento de los
instrumentos sagrados, como la limpieza y el ordenamiento del templo hacen
que sean los fieles homosexuales, por su alto grado de perfeccionismo que
generalmente los caracteriza, los más aptos para llevarlas a término. Asimismo,
las danzas de incorporación de deidades les posibilitan a los hombres
homosexuales llevar a cabo una exploración de los comportamientos y
actitudes corporales del género femenino. Posibilidad que les permitirá,
aunque de manera temporaria, un despliegue y una exhibición de femineidad.

Por otra parte, los homosexuales no sólo son considerados personas


fuera de la norma sino que, además, son vistos como seres anómalos en
relación a los valores dominantes de la sociedad. Por esto, cuentan con un plus
de ventaja para desarrollar el ejercicio de saberes y prácticas que están, de
alguna u otro manera, relacionadas con los poderes mágicos y/o la esfera de lo
sagrado. El status social negativo que los homosexuales poseen en la sociedad
occidental, cambia su signo dentro del culto. Es precisamente su condición de
seres anómalos la que les otorga un status positivo para desenvolver su camino
religioso. Al estar en el estado de margen, poseen un contacto continúo con el
peligro y, por ende, con la fuente del poder. En resumen, la situación de los
homosexuales los revestirá de un mayor poder ritual a la vez que les permitirá
invertir, en el campo religioso, la negatividad de su status. Dentro del sistema
afrobrasileño los homosexuales no serán calificados como personas desviadas,
sino por el contrario, gozaran de un alto prestigio religioso[45].
TEXTO PARA COMENTARIO XII:
“ELEMENTOS BÁSICOS DE UN
CEREMONIAL SANTERO”
Una ceremonia santera tiene estos elementos básicos: a) Las ofrendas a los
Orichas (el Ebó); b) Las fiestas rituales; y, c) El trance místico (posesión o
montada). Los Ebós son diferentes trabajos de purificación, sacrificio o
expresión de amor y gratitud para los Orichas. A veces requieren la
preparación de un plato específico con un cuidado extraordinario, la
abstención de bebidas alcohólicas, la creación de altares, los baños, las
velas, la ofrenda de frutas, alimentos, piedras preciosas, etc. A veces
requieren el sacrificio de un animal especialmente consagrado para ese
propósito, que se consume luego en los Bembés. Los Bembés son fiestas para
celebrar la relación entre los seres humanos y los Orichas. Incluyen danza,
música instrumental y canciones, así como la ejecución de tres tipos de
tambor ceremonial, los batá, con ritmos específicos para cada Oricha. Así,
la danza de Yemayá imita el movimiento de las olas, la de Ogún el corte con
el machete, la de Ochún representa la forma en que ella se acicala frente al
espejo, etc. En la música yoruba puede encontrarse el origen de muchos
ritmos caribeños contemporáneos. Al ritmo de los batás, los sacerdotes e
iniciados pueden entrar en trance místico. Un Oricha entra en el cuerpo del
iniciado para unirse a la fiesta, honrar con su presencia a los invitados, dar
consejos y recomendaciones.
TERCERA PARTE:
LA SANTERÍA, EL PALO MONTE,
EL CANDOMBLÉ, LA UMBANDA,
EL VUDÚ
Y LOS CULTOS
AFROAMERICANOS EN ESPAÑA
XIII. PREÁMBULOS

1. ¿Todas las personas somos de la misma raza?

El italiano Luigi Luca Cavalli Sforza, genetista y experto en poblaciones,


después de recoger datos durante 50 años y de cartografiar la distribución
mundial de cientos de genes, afirma categóricamente que "todos las personas
somos de la misma raza[46]". A partir de estos mapas genéticos llega a la
conclusión de que genes, pueblos y lenguas se han diversificado
históricamente en forma paralela a través de una serie de movimientos
migratorios. Y, como el mismo explica, "nuestros datos se han obtenido de
genes del núcleo celular, no de los genes mitocondriales, que se transmiten
a la descendencia a través de la madre. La hipótesis es que muchas mujeres
vivieron al mismo tiempo pero se extinguió el linaje mitocondrial de la
mayoría de ellas. Simplemente actuó la selección natural y 'triunfó' el ADN
mitocondrial de una mujer. Ello significa que siempre podemos remontarnos
hasta una persona, de la que provienen todos los tipos actuales". Y he aquí
la terrible paradoja: aquellos que históricamente y actualmente más sufren del
racismo, tienen el honor de haber sido, según confirma la arqueología, el
origen de los primeros homínidos, que desde ese núcleo irradiaron hacia Asia,
vía istmo de Suez, y, posteriormente, pasaron de Asia a Europ[a. Así, las
diferencias de los individuos se deben en parte a los genes y en parte al
ambiente en que desarrollan su vida, la cultura y las condiciones
socioeconómicas. El ser humano se desarrolló en climas calurosos y mucho
después, 30.000 0 40.000 años, fue a otras tierras. En ellas cambió, tuvo que
adaptarse al frío. La adaptación al clima es lo que ha determinado las
diferencias que hoy vemos entre las distintas personas. Nos estamos
refiriendo, naturalmente, no al ser humano de hace millones de años, sino al
más parecido a nosotros, al que solemos llamar ]homo sapiens, que
anatómicamente hablando no se distinguiría de nosotros.
2. ¿Cuando nace el sentimiento religioso de la
humanidad?

Los investigadores de la religión del siglo XIX influenciados por el


evolucionismo, estuvieron interesados en el tema del origen de la religión, de
sus comienzos cronológicos, presuponiendo que la religión más antigua debía
ser la menos evolucionada, la más simple y rudimentaria, la más distante de
las actuales formas complejas de las religiones superiores, con el fin de poder
demostrar que la religión era una pura y simple ilusión. Para lograr este fin
utilizaron el método etnológico, estudiando las sociedades sin escritura y
recogiendo datos relativos a distintas etnias. A partir de esos materiales se
realiza un trabajo de síntesis. Es decir, pensaban que observando por medios
etnográficos la religión de los actuales pueblos primitivos, supervivientes de
lo que fueron los inicios de la humanidad, se podría conocer el origen de la
religión. Fue así como las religiones practicadas en Australia, en Polinesia, en
las incontables islas de los mares del Sur, llegaron a ser consideradas
ejemplares ilustrativos de lo que debió haber sido la religión de los primeros
seres humanos.
Sobre éste supuesto, se prodigaron diversas teorías sobre el origen, a
la vez histórico y antropológico, de la religión. Así, James George Fracer
(1854-1941), sitúa el origen de la religión en la magia, o apropiación por
parte del ser humano, mediante ciertos ritos, de un poder o energía misteriosa
para ponerla a su servicio o en contra de los demás[47]; Émile Durkheim (1858-
1917) encuentra los orígenes de la religión en el totemismo o creencia de que
ciertos animales o a veces plantas u otros objetos tienen una relación especial
con el grupo tribal actuando como sus guardianes[48]; Edward Burnett Tylor
(1832-1917), elaboró una teoría que relacionaba las creencias religiosas de
algunos pueblos con los sueños y la muerte. Así, apoyándose sobre distintas
correlaciones, elaboró una tesis sobre la ‘unidad psíquica de la humanidad’,
pues al estudiar los mitos se da cuenta de unas sorprendentes concordancias,
ya que ciertos temas se encuentran tanto en América del Norte, como en África
o en Asia. Igualmente los ritos se parecen tanto en uno como en otro
continente. Por tanto recurre a la sicología para encontrar la clave de
explicación. Así, el temor universal a los sueños puede explicar la creencia
extendida por todas partes de un alma distinta del cuerpo. Finalmente Herbert
Spencer (1820-1903), completando la hipótesis animista, sugirió que, puesto
que en la muerte se supone que el doble anímico abandona al cuerpo, es en el
‘culto a los muertos’, a los antepasados, donde hemos de ver los orígenes de la
religión. Los dioses serían, según esto, figuras resultantes de la transformación
de las representaciones de los antepasados.

3. ¿Desde que existe el ser humano, existe la religión?


Hoy día existen datos suficientes para afirmar que la religión es tan antigua
como la humanidad. Muchas de las creencias más desarrolladas de la
antigüedad o del presente tienen sus raíces en la religión prehistórica.
Adentrarse en la mentalidad del hombre prehistórico es una buena manera de
contemplar la evolución del fenómeno religioso dentro de la historia de la
humanidad. Tres situaciones impresionaban al hombre primitivo: a) El hecho
del nacimiento y propagación de la especie; b) La lucha por la subsistencia; y
c) La realidad de la muerte. Durante el Paleolítico la vida dependía, en gran
parte, de los azares de la caza, de la recolección de raíces y frutos silvestres,
de la pesca, del capricho de la naturaleza y de tantas otras fuerzas que
escapaban al dominio de la capacidad humana. Por todo ello se comprende
fácilmente que el ser humano viviera en una situación de constante tensión
emocional y de angustia. Se sentía inseguro ante el caos y ante las fuerzas de la
naturaleza y buscaba seguridad.
En esta búsqueda se encontraba con realidades que se le presentaban
cargadas de una fuerza superior. En ellas encontraba paz, seguridad,
protección. A estas realidades se les ha dado el nombre de hierofanías. En
torno a estas surge la actividad religiosa del ser humano. Para narrar el origen
misterioso de las hierofanías surgen los mitos. Y para apropiarse de la fuerza
que emana de las hierofanías nacen los ritos.
Según Taylor, esta creencia que denominó animismo comprende a su
vez varias nociones como espíritu, mana o alma: a) El espíritu está por todas
partes. Puede asociarse igualmente con una roca o con un animal, con una
fuente o con un árbol, pero es independiente de ellos. Puede también
abstraerse de todo y llevar en el espacio su propia vida. Los espíritus
esenciales son los de los difuntos, diferentes según hayan sido víctimas de
muerte violenta, enfermedad o se hayan dormido tranquilamente. También si
se han respetado o no los ritos funerarios, pues de no ser así, las almas quedan
desencarnadas, rondando sus antiguas moradas y esperando la
reencarnación[49]. De los antepasados se espera protección, fecundidad, éxito
en la caza, la buena cosecha, la curación de las enfermedades. Se habla con
ellos, se les consulta, se les invoca o se les increpa. Siguen formando parte de
la familia como un doble de los vivientes; b) El mana es una fuerza espiritual
impersonal, difundida por todo el universo. Todo el mundo está expuesto a sus
efectos. El mago es la persona capaz de domesticarla. Actúa a la vez sobre
ella y gracias a ella. La fuerza del mana, canalizada, se ejerce entonces por
medio del amuleto o de la fórmula que lo han captado. El mana es una palabra
polinesia que indica el poder espiritual invisible que penetra todas las cosas;
c) El alma no es un espíritu. Vive en un cuerpo como prisionera de él. Con la
muerte se separa del cuerpo y vuelve a unirse con los antepasados, con Dios, o
bien reencarnándose en un recién nacido o en el mismo cuerpo, lo que
produce la locura. A los animistas les cuesta trabajo imaginarse el alma, que
es a la vez espiritual e invisible pero a la vez carnal. En el oeste del Camerún
sitúan su residencia en el cráneo, pero lo más común es situarla en las
vísceras, el corazón, el hígado, los riñones, la sangre, o la placenta. Muchas
veces es doble, y hasta triple, como entre los yorubas. Entre los kikuyu, un
alma es en cierto modo un antepasado, lo otro, el alma colectiva. Los achantis
llegan a considerar un alma por cada día de la semana. El animismo tiene una
visión global de la vida, de la muerte, y del tiempo.

4. ¿Qué relación existe entre el tráfico de esclavos y los


cultos afroamericanos?
Los portugueses fueron los pioneros del negocio de la esclavitud después de
explorar las costas occidentales de África, pero no los únicos. Les siguió de
cerca España, y ya en el siglo XVII se sumaron a la conquista de las tierras
del Caribe Inglaterra, Holanda, Dinamarca y Francia. En todos los casos la
introducción de esclavos en los territorios conquistados fue para extraer
mayores ganancias de las plantaciones de tabaco y caña de azúcar, entre otros
cultivos. Los pueblos africanos de entonces alcanzaban diversos estadios de
desarrollo económico, desde comunidades tribales agrarias o nómadas hasta
imperios con poderes centrales organizados. El tráfico esclavista que
prosiguió después con el colonialismo europeo no sólo desangró a África,
sino que también interrumpió su evolución hasta nuestros días. Pero, pese a
esto, el esclavismo fue el vehículo de la difusión de su cultura o de sus
culturas. En América los grandes latifundios exigían cada día más brazos
vigorosos para el trabajo del campo. Llegaron, pues, a aquellas costas miles
de africanos en la condición de esclavos extendiéndose por las nuevas
colonias. Viniendo de varios puntos de África, muchas veces no hablaban el
mismo idioma, incluso habían guerreado entre ellos, pues pertenecían a
diferentes etnias y rendían culto a diferentes divinidades. Solamente tenían en
común su condición social de esclavos. Los africanos trajeron con ellos su
religiosidad. Así, la cultura actual del Brasil y de los países de lengua hispana
de América con población negra y descendientes de esclavos, está
condicionada por la tradición yoruba y bantú. En los anglohablantes y las
antiguas colonias holandesas, se puede notar la influencia de la tradición
aportada por los esclavos denominados fanti y ashanti, procedentes de la
Costa de Oro (Ghana).
Se calcula que desde África llegaron a las diferentes colonias de
América y el Caribe veinte millones de esclavos, esto sin contar los que
perecieron durante las travesías, pues morían dos o tres de cada cinco de los
embarcados en las bodegas de los barcos que zarpaban hacia el Nuevo
Mundo. Se puede decir que los esclavos que llegaron a zonas dominadas por
ingleses, holandeses y franceses fueron asimilando de forma progresiva la
cultura europea y perdiendo la africana. Poco a poco se fueron adhiriendo a un
cristianismo predominantemente protestante, a excepción de Haití, donde
nació el vudú. En las regiones de dominio español se produjo una cierta
incorporación cultural de los esclavos a través del mestizaje racial,
incorporándose, en general a la Iglesia Católica. Los colonos que introducían
esclavos negros en sus tierras no les permitían mantener sus creencias. La
Iglesia trató de evangelizar a los negros lucumí pero lascondiciones eran muy
difíciles. Además de la escasez de sacerdotes, la injusticia de la esclavitud
dificultaba que los yoruba aceptaran lo que se les imponía. Detrás de la
iniciativa evangelizadora, las personas que promulgaban la fe cristiana entre
los esclavos, pertenecían a la misma etnia y en muchas ocasiones a los mismos
círculos sociales que los esclavistas. El resultado fue quemuchos aceptaron
exteriormente las enseñanzas católicas mientrasinteriormente mantenían su
antigua religión.

Se les bautizaba y se les imponía otros credos religiosos diferentes a


los suyos. Los esclavos negros que llegaban a las colonias, como no podían
expresar sus creencias religiosas y sus cultos con libertad, lo hacían en la
clandestinidad, o utilizaban de una manera solapada las festividades religiosas
de sus amos.
En las colonias católicas, al no mediar una verdadera conversión y no
tener una catequesis adecuada, siguieron manteniendo una religión
básicamente tradicional como la de sus ancestros africanos. Y, al no poder
adorar a sus dioses libremente, lo hicieron a través de los santos e imágenes
de la religión cristiana católica europea predominante, que se les había
impuesto. Hay que tener en cuenta que la identificación de imágenes no es
unívoca, sino que hay variaciones de cierta significación según la región en la
que se haya dado el sincretismo.

5. ¿Son los Yorubas el segundo grupo étnico más


grande del mundo?
Las etnias yorubas (Nigeria) y fons (Benin) fueron despojadas de sus familias
y posesiones, pero fue totalmente imposible separarlos de sus creencias
animistas, ya que los africanos llevan sus creencias allí donde se encuentren, y
las sincretizaron conveniente y hábilmente con los Santos de la religión
católica.
Esclavos yorubas fueron enviados a colonias inglesas, francesas, españolas y
portuguesas en el nuevo mundo, y en una gran parte de estos lugares, las
tradiciones yorubas sobrevivieron con gran fuerza. En Cuba, Brasil, Haití y
Trinidad, los ritos religiosos Yorubas, creencias, música y mitos se encuentran
entronizados hasta nuestros días. En Haití los yorubas fueron llamados
Anagos. Actividades religiosas afro haitianas dieron un lugar de honor a los
ritos y creencias yorubas, su panteón incluye numerosas deidades de origen
Yoruba.
La esclavitud en los Estados Unidos fue muy diferente a otras regiones
colonizadas. El idioma y la cultura de estos cautivos fue cruelmente eliminada.
Los africanos recibían generalmente la pena de muerte por ejercer sus
prácticas. En Cuba, ocurrió un proceso de sincretismo de la religión Yoruba
con la católica, dando lugar a un nuevo sistema, conocido como Regla de
Osha o Santería, que es el que con más fuerza se ha extendido a América
Latina, Estados Unidos y Europa. Este resurgimiento en popularidad e interés
de la adaptación de Yoruba e Ifa con el catolicismo, llegó a los Estados
Unidos a través de los puertorriqueños en los años 40 y 50 del siglo pasado y
luego en los años 60 con el flujo de refugiados cubanos. En la actualidad este
fenómeno ha llegado con fuerza a España gracias a la emigración y los lazos
idiomáticos que nos unen con América Latina. En Cuba, el panteón de las
deidades Yorubas ha sobrevivido intacto, junto a un complejo de ritos,
creencias, música, bailes y mitos de origen Yoruba.
XIV. LA SANTERÍA Y EL PALO MONTE
1. ¿Qué es la Santeria?

La santería es una mezcla de los ritos yorubas, pueblo originario de


Nigeria, y las tradiciones de la Iglesia católica, realizada en Cuba y
que hoy está extendida por toda América, especialmente en Cuba, el Caribe,
Haití, Puerto Rico, Venezuela, Florida de EE.UU., México, unos 300.000
seguidores en Nueva York y por Europa, también en España. En este
sincretismo se puede ver como todas las deidades de los yoruba adoradas en
santería han sido identificadas con santos católicos.
La santería, que en Cuba se la conoce como la religión Lucumí o La Regla de
Ocha, Adoración de santos, adora una fuerza central y creativa llamada
Olodumaré, de quien procede todo lo que existe, y todo regresa a él.
Olodumaré se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe, que es
la sangre de la vida cósmica, la base absoluta de la realidad, cuya corriente
encuentra muchos canales de mayor a menor receptividad. Los practicantes de
la santería cubana hablan de santos, para referirse a sus equivalentes africanos
los orishas, que los yorubas nombraron, identificaron y deificaron a las
energías de la naturaleza, pero pese a esto se la puede considerar como una
religión monoteísta, ya que consideran a Olodumare como el Dios único y
omnipotente.
Tienen una especie de “Trinidad” con los dioses Oludamaré, El Dios
único, Olofi, El Creador, y Olorún, el Sol o Energía universal. A este trío de
dioses se le relaciona con la Trinidad cristiana. Creen en un Dios Supremo
creador (Olodumarée), que para ellos es infinito pero ajeno a todo cuanto
sucede en la Tierra. El Dios Supremo interactúa con el mundo y la humanidad
a través de sus emisarios, los orishas, dominadores de las fuerzas de la
naturaleza y de cada aspecto de la vida humana. Se puede acudir a estos para
pedirles ayuda. La comunicación entre estos y los humanos se realiza gracias a
los ritos, la adivinación y las ofrendas que incluyen un sacrificio. Creen,
también, que hay un “un dios escondido” creador de la tierra y de los orishas,
llamado Olofi, al que identifican con Jesucristo, que después de realizar la
creación se dedica a descansar. No baja al mundo. Como se considera tan
grande no cabe en la cabeza de nadie, por lo que no se puede “asentar”, no se
le rinde tanto culto como se hace con los orishas que bailan y comen
simbólicamente a través de sus hijos.

2. ¿Cómo es el culto a los orishas?

El culto de la santería se orienta hacia los dioses-orishas que representan las


fuerzas de la naturaleza y, el culto a los antepasados. El panteón Yoruba cuenta
con 401 deidades diferentes. Los orishas funcionan básicamente como
intermediarios entre un dios abstracto, hoy día prácticamente asimilado al
Dios católico y los humanos. Son llamados “santos” justamente por jugar ese
papel intermediario, a partir del cual se estableció el fenómeno del
sincretismo o equivalencia simbólica entre las divinidades africanas y algunos
de los santos católicos más venerados en el país. El culto a los orishas
representa la parte más popular y festiva de las religiones afro-brasileñas y es
lo que las hace atractivas para la población en general, al punto de ser
llamadas, a veces, “religión de los orishas”. El ori es una entidad que se
puede asemejar al ángel de la guarda. Literalmente ori significa “cabeza” y es
la dimensión sobrenatural de la vida temporal. Para los santeros, los santos

son dioses, orishás, que deben adorarse. Olodumaré creó a los orishas
para manifestar su voluntad y su esencia en la creación, por lo tanto son
guías y protectores de la raza humana.
Algunos de los diez-y-seis principales que se adoran son las
siguientes:
Obatalá, representado por el santo católico de la Virgen de las
Mercedes, es el padre de los orichas, el patrón de la paz y la pureza.
Orunlá, también conocido como Ifá y Orúnmila, es el patrón de
los sacerdotes (babalawos) y el principal adivino del panteón yoruba. Es
representado por el santo católico de San Francisco de Asís.
Yemayá, la patrona de los mares y de la maternidad por ser la
primera madre de la humanidad, es madre de catorce de los más
importantes orichas, incluyendo a Changó. Suele ser representada por la
Virgen de Regla.
Ochún, la hermana menor de Yemayá y dueña del amor, del
matrimonio, del oro y de los ríos, es la concubina favorita de Changó. Se
le representa como la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.
Oyá, la reina de los muertos, dueña de la llama del fuego y
patrona del cementerio, es una de las queridas favoritas de Changó y esta
hija de Yemayá suele ser representada por Santa Teresa y la Virgen de la
Candelaria.
Changó, la divinidad de la virilidad, el patrón del fuego, el
relámpago y el trueno, proporciona victoria sobre los enemigos y toda
dificultad. Se le representa a este hijo de Yemayá con la imagen de Santa
Bárbara. Cometió incesto con su madre y tenía tres mujeres incluyendo a
Ochún y a Oyá.
Cuatro deidades forman el grupo identificado como los Guerreros:. Son Elewá
(Elegua, Eleguá o Elegguá), Ogún, Ochosi y Ozún.
Elewá es el guardián de las puertas, incluso la de los muertos, y el
mensajero de Olofi y de los otros orichas. Sin él nada se puede lograr.
Es la deidad principal de la adivinación del santero. Suele ser
representado por los santos católicos de San Antonio y el Niño de
Praga o de Atocha. Además, se le representa con otra imagen: una
piedra que tenga forma de cabeza y que con frecuencia se encuentra
detrás de una puerta de la casa.
Ogún, un hijo de Yemayá representado por la imagen de San Pedro, es
el patrón de los metales y de toda persona que trabaja.
Ochosi, el hijo de Yemayá representado por la imagen de San Norberto,
es el patrón de los cazadores.
* Ozún, el oricha que siempre acompaña a Elewá, advierte a los santeros
cuando se aproxima el peligro. Su representación es la imagen de San Juan
Bautista.
Además de los santos católicos que simbolizan a las divinidades, se
representan a todos los orichas por un conjunto de una o más piedras
recogidas para la iniciación o "asiento", y diversos atributos que son
pequeñas figuras y objetos que representan los poderes y características de la
deidad. Las piedras consagradas, que se conservan en grandes soperas del
color del oricha, sirven para obtener una serie de beneficios, para protegerse
de los infortunios y malas influencias que les asechan. Están llenas de ashé
que quiere decir que están hechas de energía cósmica como todas las demás
cosas en el universo. Estas piedras son la representación más fundamental del
oricha y se las trata como seres vivos bañándolas con líquidos sagrados
refrescantes hechos de plantas, limpiándolas, frotándolas con aceite y
alimentándolas con la sangre de los animales del oricha. Al convertirse en la
divinidad, las piedras como habitaciones de los orichas cobran personalidad,
adquieren el poder (ashé) del dios o del espíritu que se fija en él. El iniciado
los conserva en su casa y muchos de sus ritos se llevan a cabo en las casas de
los feligreses.
Los collares de cuentas (eleke) del color característico de cada oricha
son otro símbolo muy importante. Los colores de los orichas irradian ashé.
Cuando ostentan el color de un oricha, evidencia la veneración que se le
profesa, y el color protege a su adorador al desviar la agresión de la brujería
que se intenta lanzarle. Así resguardan a sus hijos con sus colores.

3. ¿En qué consiste la veneración de los antepasados?

El ser humano está formado fundamentalmente por tres elementos: Emí


(espíritu), Orí (alma) y Ará (cuerpo). El Emí y el Orí conviven dentro del
Ará separados. El Orí (alma) es quien tiene el aprendizaje y la sabiduría de
otras encarnaciones y que se mantiene cerrado a la conciencia de la persona
hasta su muerte. El Emí (espíritu) es el que nos permite el diálogo interno, el
que almacena recuerdos de esta encarnación y el que da un paso en nuestra
conciencia cuando incorporamos el Orisha al salir del Ará (cuerpo).
En las creencias yorubas, antes de que una persona nazca ya ha decidido que
va a suceder en su vida, esto ocurre a través del Orí, quien decide cual será
su objetivo primordial en la nueva vida que tendrá. Utilizando las diferentes
energías del Universo, podemos lograr más fácilmente el balance para llegar
a ese objetivo final pre definido por nosotros mismos, esto es vivir la vida
con salud, bienestar y felicidad.
Al morir el ser humano, Emí (espíritu) y Orí (alma) se hacen uno y
dejan el Ará que se transformará en Okú o cuerpo muerto y ambos Emí y Orí,
siendo una sola energía, esperarán el destino que les depara, si volver al
difunto, esperar la reencarnación, o si se les concede el Aragbá Orún (en
camino al Orún), para posteriormente llegar al estado de Arà Orún (habitante
del Orún) junto a los Orishas. Este estado solo se alcanza después de varias
reencarnaciones, hasta que al final Emí logra un estado lo suficientemente
puro como para convertirse en Ará Orún.
Todos los habitantes del Aiyé (tiera), de acuerdo a su comportamiento en su
paso por la vida pueden ser considerados difuntos dignos o difuntos
transgresores. Los primeros llamados omoluabí son difuntos que fueron dignos
en su vida, pero que cometieron alguna pequeña falta. Son considerados
“espíritus bondadosos” y pueden ser parte de los ancestros adorados por la
familia. Los difuntos transgresores o ajogun son los que transgredieron las
leyes y tuvieron un comportamiento indigno durante su vida, se convierten en
“espíritus oscuros”, entre los cuales podemos mencionar a Iku (la muerte),
Arun (la enfermedad), Ofo (la avaricia), Epe (el odio), Ewon (el egoísmo),
Ofun (el abandono) y Egba (la pereza).
Los muertos son algo fundamental para la Santería, pues al
propiciarlos primero se abren las puertas que conducen a los orichas. A los
muertos se tiene que dar su especial reconocimiento al pagar sus derechos,
evocarlos, rezar a ellos y alimentarlos. Los muertos dependen de los vivos
para mantenerse y no penar desfallecidos en las tinieblas del otro mundo. De
vez en cuando es preciso hacerles sacrificios para darles de comer. A veces se
preparan objetos como un palo adornado por cintas y cascabeles que los
representa.
Toda ceremonia, incluso la imposición de los collares, comienza con una
reverencia a los muertos que se extiende hasta los antepasados más remotos.
Se cree que los difuntos pueden intervenir en sus vidas, protegerlos o
importunarlos. Por eso, es necesario adular y propiciarse a ellos y por los
mismos motivos que se procura ganarse el favor de los orichas. Cuando los
muertos se sienten queridos y reciben las atenciones, velan por los
creyentes. Los santeros creen que tienen que ponerse en
guardia contra las almas en pena, "espíritus oscuros", errantes y mal
intencionados, pues los muertos son más fuertes que los vivos. Por eso es
indispensable la invocación a los antepasados y a los dioses y la recitación de
las oraciones que se le rezan a los muertos.
En cierta ceremonia se sacrifica a los muertos un animal de cuatro
patas, normalmente un cerdo. Durante el sacrificio los presentes cantan y rezan
en yoruba a todos los muertos, comenzando por los principales santeros
difuntos. Como en todos los sacrificios de los animales, se separa la cabeza
del cerdo de su cuerpo, colocándola en un plato blanco. Se pone la cabeza
junto con la sangre del animal debajo del altar donde los muertos pueden
alimentarse. Más tarde la llevan al cementerio o a un bosque.
A veces se recomienda el rezo constante a los muertos de la familia de
uno. Esto puede incluir prender una vela a todos y en algunos casos se colocan
un pequeño vaso de agua y otro de café al lado de una lámpara como
evidencia del respeto y el amor que se les tiene.

4. ¿Es la Virgen del Carmen Obatalá?

Crónica de un diario local de la ciudad de Barcelona en la fiesta de su


patrona: “El 24 de septiembre, día de la Mercè, acuden a la Iglesia los
cubanos a rendir culto a Obatalá, deidad que la santería, religión que tiene
su origen en la tribu Yoruba, que surgió en las orillas del río Níger, en la
actual Nigeria, y que identifican con la Virgen de la Mercè de la Iglesia
Católica. Y aunque no todos los nacidos en la isla sean creyentes, para los
más de 8.000 cubanos que viven en la ciudad, la santería es un vínculo
mucho más sólido que otros aspectos más difundidos de su cultura, como la
música. Entre las religiones que nacen del maridaje entre algunos
elementos del catolicismo y de creencias africanas, la que más ha arraigado
en Cuba es la santería. Un fenómeno determinante para que ambos credos
se fundieran fue la esclavitud, proceso que, desde Benín y sobre todo entre
los años 1820 y 1840, llevó a muchos yorubas a trabajar como esclavos en
las plantaciones de azúcar de la isla. El proceso se aceleró cuando la
Iglesia intentó evangelizarlos, algo dificultoso debido a la escasez de
sacerdotes y el ambiente de clara injusticia. Los esfuerzos de los yorubas
por esconder su religión africana y sus prácticas mágicas les llevaron a
identificar sus deidades africanas, orishas, con los santos del catolicismo,
dando como resultado el sincretismo religioso que hoy conocemos con el
nombre de “santería”. La correspondencia entre uno y otro credo se
concreta, en el día 24 de septiembre, entre la Virgen de la Mercé y Obatala,
a quien se le atribuye el principio de la claridad, algo que se deriva de su
papel de máximo representante del dios creador, Olodumaré, en la Tierra.
Obatalá también es considerado la fuente de todo lo que es puro, sabio,
apacible o compasivo”.
La Virgen del Carmen está sincretizada, en la religión yoruba, con
Obatalá, que es el primer orisha en rango, porque fue el primero que bajó a la
Tierra, y está materializado en Olofi, el rey de todos los santos. Es el creador
de los demás orishas. El dice todo en este mundo y cuida que todo salga bien.
En Obatalá nace la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, lo bueno y lo malo.
Es el único juez de esta religión, pues su palabra es la ley. Es el único que
puede mediar, cuando hay guerra entre los santos, ya que todos le respetan. Es
el dios de las casas, y se le pide todo lo que se quiere conseguir. En Obatalá
nace todo lo puro y espiritual de esta vida. Obatalá se recibe en la ceremonia
de Santo, sea o no sea Ángel de la Guarda, ya que es uno de los Santos
principales.
5. ¿Qué es el oráculo de Ifá?

Ifá es el dios de la adivinación, superior al resto de las otras deidades del


panteón yoruba: es el dios de las nueces de palma, a quien se le atribuye el
poder de curar, a quien ruegan y sacrifican sus sacerdotes en época de
enfermedad y de epidemia. Ifá, es el dios revelador de lo oculto, y guardián de
los matrimonios y nacimiento de los niños. El culto de Ifá es secreto y
misterioso, y solamente lo pueden hacer los iniciados.
Ifá es el más venerado de los dioses, su oráculo es el más consultado y
sus numerosos sacerdotes forman el mayor y primer orden sacerdotal. Los
sacerdotes de Ifá se conocen por el color de las cuentas de los collares: dos
cordeles entrelazados, uno de color amarillo pálido y el otro verde y como
adorno a la altura del pecho otro blanco y verde.
Los adivinos de Ifá son comúnmente llamados babalawo, que quiere
decir “poseedor del secreto y del misterio”. A Ifá lo representa Orulá, que es
su vocero e intérprete de Ifá, quien hace la relación entre Ifá y el ser humano,
el resto de las deidades y Dios. Por eso se conoce a Orulá como la divinidad
de la sabiduría, representado como San Francisco de Asís.

La consulta de Ifá es el oráculo más complejo y también el más


completo de los métodos de adivinación existentes. Posee 256 signos
diferentes y más de 4000 historias.Las consultas, además de mejorar
la situación espiritual de la persona, tienen como finalidad encaminar
su vida, guiándolas en la resolución de sus problemas y
preocupaciones. Orulá, deidad que encarna el conocimiento
universal, sólo se comunica a través de sus oráculos, que se pueden
realizar de dos maneras: con el tablero de Ifa y los ikines (nueces de
palma); o, con el ekuele.
6. ¿Cómo se realiza la consulta con el tablero de
Ifa y el ekule?

Sobre el tablero circular de Ifá, llamado Opon Ifá, se espolvorea un


fino polvo, que ha sido consagrado siguiendo un ritual y se manejan
dieciséis nueces de palma, que son las dieciséis deidades que crearon
a los yorubas. La palma de donde proceden las nueces viene del
Monte Ado, que es la residencia del jefe de los sacerdotes de Ifá. El
babalawo, después de recitar las oraciones y saludos
correspondientes a las divinidades, coge todas las nueces en su mano
izquierda y las pasa a la mano derecha. Va repitiendo este movimiento
hasta que una o dos semillas no consiguen ser atrapadas. Si cae una
nuez hace dos marcas y si caen dos hace una marca. Este proceso se
hace ocho veces y al final aparece una figura llamada odu, que
significa cabeza, divinidad. Las combinaciones de los dieciséis odus
principales dan 256 combinaciones posibles y cada uno de estos odus
tiene muchas historias que deben ser interpretadas por el babalawo
para intentar encontrar una solución a la persona que hace la consulta.
Estas historias reflejan la cultura y creencias yorubas.
Otra forma de consultar el oráculo de Ifá, sin utilizar el tablero de
adivinación, consiste en tirar por parte del babalawo la cadena de
ekuele, formada a partir de ocho trozos de corteza de coco o de
caparazón de tortuga, sobre una estera en el suelo. La forma en que
caen los ocho trozos da lugar al mismo número de combinaciones de
odus.
A través de la consulta el babalawo sabrá, gracias la respuesta de
Orulá, si la persona tiene vibraciones positivas o negativas, lo que
afecta al éxito o fracaso de sus proyectos. Entonces a la persona
consultada se le explica la situación por la que está atravesando y lo
que debería hacer, identificando los obstáculos que se encontrará y las
fuerzas positivas que le ayudarán.

7. ¿Qué importancia tiene la sangre de los


animales?

El sacrificio de animales significa un desprendimiento material,


económico y principalmente moral: el ebo lleva las recomendaciones
dadas en la adivinación y el babalawo dictamina cual es el sacrificio
que corresponde a la situación de la consulta.
El ebo riru es la puerta por donde entran nuestras plegarias y
deseos para que sean escuchados por Olodumaré. Se convocan a las
fuerzas de la naturaleza, orisas, para manifestar buena fortuna y un
cambio en la vida por quien se ofrece el sacrificio. Durante la
realización del ebo riru el babalawo recita algunos odu de ifa, para
quitar maldiciones, para tener paz mental, salud, encontrar una buena
pareja, bienestar económico, tener hijos y el apoyo de los ancestros.
Los odus son presagios, el destino, la predestinación. El odus son
inteligencias que participaron en la creación del universo; cada
persona trae un odu de origen y cada Orisha se rige por uno o más
odus, que son los principales responsables de los destinos de los
hombres y el mundo que les rodea. Los orishas no cambian el destino
de la vida. Cuando nacemos, estamos gobernados por un odu, que es
nuestro "destino" como nuestro camino. Gracias a Ifá podemos
averiguar por qué las situaciones son adversas a su voluntad y si la
persona está destinada a seguir un camino diferente al elegido.
La sangre de los animales no debe faltar en las ceremonias más
importantes y cada divinidad tiene sus sacrificios favoritos que sirven
de alimento para el oricha, pues no es un ser todopoderoso. Por eso el
sacrificio le brinda la energía cósmica vital (ashé). Un oricha puede
tener preferencia para el chivo, el carnero, el cerdo, el pez, la oveja o
la tortuga mientras que a otro le gustan las aves tales como las gallinas
blancas o negras, las palomas, los pollos, el gallo, la guinea, la
codorniz, el ganso, el pavo o los patos. Además hay ofrendas que no
envuelven la sangre tales como la miel, la fruta o el vegetal como el
frijol negro cocido y el arroz.
Los orichas no consumen la carne de los animales sacrificados, sino
el ashé que contiene la sangre, la cual se derrama sobre los
fundamentos de los santos y las cabezas de los iniciados. Se libera
esta energía en virtud de la consagración por medio de las palabras
sagradas en yoruba en las invocaciones. La sangre acrecienta las
energías de los dioses. Los mantiene potentes, eficientes y satisfechos
de sus adoradores. De esta manera el oricha se alimenta y también se
beneficia al santero. Hay que tener en cuenta que para la Santería sin
sacrificios no hay salvación ni prosperidad ni seguridad. Además, los
dioses no pueden prescindir de la sangre de los sacrificios, porque
aumentan sus energías. ¡Los orichas tienen que alimentarse! A la vez la
sangre beneficia al que la ofrece y a los que participan en el
sacrificio, pues les infunde nuevas fuerzas y vitalidad (ashé). Así
aumenta sus energías y defensas naturales. Mediante el sacrificio se
comulga y se estrecha la unión con los orichas, y los mismos
beneficios alcanzan los que asisten a la matanza impregnándose de la
esencia sagrada y poderosa de la sangre que es "vida de la vida".
Existen otras razones para el sacrificio de animales. A veces
en la historia ha sido un medio de obtener el perdón de algún oricha.
Se hace además en ocasiones para evitar a que la furia del creador se
descargue sobre los seres humanos. En el ritual de la iniciación la
sangre suele simbolizar a veces el nuevo nacimiento del iniciado. En
otras ocasiones su propósito es suplicatorio; tiene el fin de obtener un
favor o un beneficio de algún oricha. A veces tiene el propósito de
librarse de la mala influencia de un trabajo de hechicería, tal vez una
enfermedad o aun la muerte. Además suele usarse para una limpieza o
una purificación moral. Por último en algunos rituales los animales
simbolizan factores negativos o la muerte que adhieren a esos
animales y que se alejan de uno.
A su vez los santeros aprovechan de varios argumentos para
justificar este sacrificio de animales. Afirman que desde la creación
todo pacto entre Dios y el hombre ha sido ratificado por la sangre
animal. Se necesita la víctima como prueba de la intención del hombre
de honrar el pacto. La misma sangre representa la energía de la cual
todas las cosas fueron creadas. Ofrecer sangre a la deidad es darle un
regalo de energía pura que puede ser usada otra vez en la creación.
Tanto la sangre de los animales sacrificados como las velas y las
ofrendas de comida se dan a los orichas, y a través de estos al dios
creador Olofi. De esta manera las ofrendas de diferentes clases de
energía sirven para rellenar los poderes de los orichas. Ni los orichas
ni los muertos antepasados "comen" la sangre o la comida, más bien
absorben las energías de estas ofrendas. Es igual para las velas. De
las tres clases de ofrendas, la sangre es la más importante y la
indispensable debido a que su energía es una viviente, de la cual el
"mundo espiritual" se forma y se nutre. Por esta razón, concluyen los
santeros, Dios siempre ha demandado del hombre un sacrificio de
sangre para la ratificación de cada pacto. Como ejemplo de un
sacrificio máximo está la muerte de Cristo en la cruz para establecer
el nuevo pacto.
Para la Santería la sangre de los animales sacrificados pertenece a los
orichas y por lo tanto al dios creador Olofi. Se trata de un derecho
divino. La matanza de los animales no se trata de algo sin sentido si no
se lleva a cabo en ceremonias celebradas con gran seriedad y con
mucho respeto y sólo personas entrenadas por medio de los ritos de
iniciación apropiados lo llevan a cabo.
En la Santería los santeros y sus familias comen la mayor
parte de los animales. Creen que esta carne, consagrada a los orichas,
es beneficiosa para la salud de los que la saborean, pues tiene
grandes poderes sanadores. Por lo tanto, se consideran afortunados
cuando la comen. No obstante, cuando se sacrifica al animal en un
ritual de purificación, creen que el animal ha absorbido los
problemas, los peligros y las vibraciones negativas de la persona que
recibió este despojo. Por consiguiente nunca comen esta carne sino se
elimina conforme a las instrucciones de cierto oricha.

8. ¿Quién puede participar en los ritos de la


Santería?

Las tradiciones de la Santería son celosamente preservadas, y el


conocimiento completo de sus ritos, canciones y lenguaje es un
requisito previo a cualquier participación profunda dentro de la
religión. Los iniciados deben seguir un régimen estricto, y responden
por sus acciones ante Olofi-Olorun-Oloddumaré y los Orishas. A
medida que una persona pasa a través de cada iniciación dentro de la
tradición, sus conocimientos se vuelven más profundos, y sus
habilidades y responsabilidades aumentan. De hecho, en el primer año
de su iniciación dentro del sacerdocio, el iniciado o Iyawo (esposo o
esposa del Orisha), debe vestir de blanco durante ese año completo.
Un Iyawo, entre otras cosas, no debe mirarse en un espejo, tocar a
nadie o permitir que alguien lo toque, y no debe usar maquillaje, ni
salir de noche durante ese tiempo. La Santería se ha hecho famosa por
su "magia". Esta magia se basa en el conocimiento de los misterios de
los Orishas, y como interactuar con ellos para mejorar nuestras vidas
y las vidas de aquellos que acuden buscando la ayuda de los Orishas.
El proceso de iniciación es largo, complicado y costoso.
Consta de varias fases y varía según el orisha. Primero hay que
adivinar cuál de los orishas corresponde a cada persona en concreto.
Esto se hace por medio de la adivinación y con la ayuda de un
santero. La ceremonia de iniciación o de “hacer el santo” dura siete
días y consta de tres pasos: el asentamiento del santo en la cabeza; el
Día del Medio y la lectura de su Ifá (las predicciones) al recién
iniciado en la religión. En la primera y la última sólo pueden
participar creyentes, y en la del Día del Medio, que es una fiesta en
honor al iniciado, pueden asistir sus acompañantes y otros visitantes.

9. ¿En qué consiste la ceremonia de “hacer el


santo”?
Es la ceremonia en la que se le coloca en la cabeza del iniciado su
santo de cabecera o ángel de la guarda, del cual es “hijo”, con el
objeto de armonizar las vibraciones de su ser interno. En la
iniciación se le asigna al iniciado formalmente a un orisha, que será
el dios protector del iniciado. Este rito incluye una ceremonia de
sacrificio de animales, una adivinación en cuanto al futuro del
iniciado y un año de obediencia a ciertos tabúes y restricciones.
Durante el primer año es necesario obedecer ciertas prohibiciones
sobre el vestido, momentos de las relaciones sexuales, la comida,
etc. Esta ceremonia, que requiere por lo menos dieciséis santeros o
santeras como testigos, también es conocido como un asiento. Asiento
se refiere a la forma en que un orisha "monta" el ordenado. Ser
montado por un orisha significa ser poseído espiritualmente
Durante este tiempo el iniciado debe tener una estrecha
relación con su padrino o madrina, quienes instruirán a su ahijado en
los misterios de la religión y en el ejercicio el culto. También le
enseñarán algunas palabras en lengua yoruba para que el neófito
pueda dirigirse a los orishas en su idioma. Una vez concluida esta
etapa el santero o santera está facultado para ejercer el sacerdocio, si
bien no todos se dedican a ejercerlo. Los sacerdotes (babalochas) y
sacerdotisas (iyalochas) constituyen el segundo orden dentro de la
jerarquía sacerdotal. Su misión es rendir culto a su ángel de la
guarda, dirigir los ritos, servir de curanderos o consejeros en los
problemas de salud y dificultades en las relaciones personales; y
adivinar por medio de los oráculos.
La autoridad máxima dentro de esta jerarquía la tiene el babalawo, el
supremo adivino, hijo de Orulá, a quien se le representa como a San
Francisco de Asís. Se le considera el depositario de los
conocimientos encerrados en el Libro Sagrado. Para poder ser
admitido a esa orden superior se debe seguirun proceso largo y
costoso, hasta que logre conocer unas 4.096 historias de su tradición.

10. ¿Qué sentido tienen las fiestas de la


santería?

Las fiestas en la Santería sirven para expresar la gratitud o el


descontento hacia uno u otro de los dioses. En las regiones rurales se
utilizan frecuentemente tambores llamados Bembé. Cada uno de los
orishas puede tener varios ritmos, cantos y danzas diferentes. Los
bailarines, agrupados frente a los tambores, bailan de manera
introvertida y sin relación entre ellos, o colectivas, bailando en
círculo desplazándose en el sentido contrario a las manecillas del
reloj. Las danzas se ejecutan durante la presentación de los iniciados
delante de los tambores Batá, en el aniversario del dios y en el
aniversario del día de la iniciación.
Las personas importantes durante la celebración de estas
fiestas son los tocadores de Batá y el cantante solista, al que
responde el coro. Los bailarines se desplazan con relación a los
tambores según sus niveles en la jerarquía de la Santería. Estas
danzas son muy variadas. Los movimientos más importantes son los
realizados con la ondulación de la espalda que se transmite a los
brazos y hasta los dedos. Aparente monotonía de los pasos que
esconde una verdadera riqueza de movimientos. Hacen ofrendas de
velas, frutas, dulces y diferentes artículos y acciones que puedan ser
apreciados por sus dioses. Los sacrificios de animales se hacen en
casos extremos, como enfermedades etc., al dios orisha al que se le
hace la ofrenda.
11. ¿Qué es el Palo Monte ( Regla Bruja) o
Mayombe?

El Palo Monte procede del centro, sur y sureste de África,


principalmente del Congo y Angola. Es el segundo culto en
importancia en Cuba. Su nombre popular de “Regla Bruja” obedece al
temor que estas prácticas producen. El Palo Monte tiene tres
tradiciones principales: a) Palo Mayombe, la más pura; b) Briyumba o
Brillumba, mezcla de la tradición Conga con la yoruba; y, c) Kimbisa
o Quimbisa, fundada por Andrés Facundo de los Dolores (Petit) con
la pretensión de unificar la santería y el catolicismo con el culto
Congo.
La regla Conga tiene como fundamento el culto a los difuntos
y los antepasados, y a la naturaleza, en particular los bosques y las
plantas, donde habitan los dioses y los difuntos[50]. Los seguidores del
Palo Monte creen que Nsambi, divinidad suprema de origen Congo
que dio poderes sobrenaturales a las plantas. Así, algunas de estas
están dotadas de virtudes como fortuna, felicidad, alegría, fecundidad,
gloria, suerte, frescura, flexibilidad, paz, longevidad, etc; otras son la
representación de la miseria, la desgracia, el infortunio. El oficiante
utiliza las plantas para preparar amuletos, para hacer cocimientos y
baños purificadores. Los calderos mágicos o ngangas son el centro
del ritual del Palo Monte. Tienen diferentes dimensiones según sea el
número de los habitantes que en él residen, pues lo ocupan diferentes
espíritus de las personas fallecidas. Se derrama sangre de un pollo
recién sacrificado y a cambio el muerto les protegerá de todo lo malo.
Para los paleros existe un Dios Supremo, fuerza máxima
creadora del Universo, a la que llaman Zambi, Nzambia o Mayimbe,
del cual emana la fuerza de los mpungos o fuerzas mágicas, seres
incorpóreos que nunca devienen antropomórficos como los orishas.
Cada mpungo está representado por una “firma” o símbolo gráfico
que se identifica con cada fuerza. Los paleros creen que los espíritus
representados con cada firma acudirán en auxilio de lo que se les
pida. También, durante la ceremonia, algunos paleros son poseídos
por alguno de los espíritus difuntos invocados, lo que popularmente se
conoce como “caballo brujo”, indicando que el espíritu cabalga un
cuerpo.
Las coincidencias entre el chamanismo y el Palo Monte nos
indican que este culto, al menos originalmente, fue
puramente chamánico, ya que existía una convivencia con la
naturaleza, ya sea en la selva o en el monte de los paleros. El
chamanismo se basa en la premisa de que el mundo visible está
dominado por fuerzas o espíritus invisibles que afectan nuestras
vidas. A diferencia de las religiones organizadas, como el animismo,
que están lideradas por sacerdotes y que gran parte de la sociedad
practica, el chamanismo requiere conocimientos individualizados y
capacidades especiales. Los chamanes actúan al margen de
religiones asentadas y tradicionalmente lo hacen solos,
aunque pueden juntarse en asociaciones. Existen muchas variantes de
chamanismo en el mundo pero todas coinciden en los siguientes
puntos: a) Los espíritus existen y juegan un importante papel tanto en
las vidas individuales como en la sociedad (los mpungus del Palo
Monte); b) El chamán puede comunicarse con el mundo de los
espíritus; c) Los espíritus pueden ser buenos o malos para el ser
humano; d) El chamán puede curar enfermedades provocadas por
espíritus malignos; e) El chamán puede emplear técnicas para
inducir al trance y el éxtasis visionario; f) El espíritu del chamán
puede dejar el cuerpo para entrar en el mundo sobrenatural en busca
de respuestas(los sueños y trances del palero. Algunos brujos
incluso pueden convertirse en animales para viajar por éste y otros
mundos); g) El chamán evoca imágenes de animales como guías de
espíritus, presagios o mensajeros (los paleros tienen animales, que
anuncian presagios o ejercen de guardianes); h) El chamán utiliza
múltiples códigos para expresarse verbalmente, musicalmente,
artísticamente y por medio del baile. Los significados pueden
manifestarse en objetos, como amuletos, recipientes
mágicos, tambores, sonajeros, pinturas, esculturas, trajes, collares,
armas, cetros y demás parafernalia; y en conceptos y símbolos, como
poemas, canciones, historias, bailes, signos y gráficos.
Entre las principales Reglas de Palo Monte es sin duda
Mayombe la que ha sabido conservarse más pura, sin casi
sincretismo religioso ni tanta influencia del mundo moderno, es
decir, más chamánica. Con todo, de aquél espiritu
silvestre, independiente, rebelde, guerrero, intuitivo, imaginativo y
creativo del chamán bantú, queda solo una sombra simbólica en las
actuales reglas de Palo Monte, incluida Mayombe. El chamán es
ahora únicamente brujo, vive en el pueblo y está atado a las normas
y leyes de una sociedad materialista y tecnológica, expuesto al
bombardeo constante de todo tipo de información y a la presión
sicológica de los nuevos valores y ambiciones del ser humano, tan
distantes de los ideales espirituales de sus ancestros. Por eso el
verdadero sincretismo del Palo Monte cubano no es tanto religioso
como sociológico.
XV. EL CANDOMBLÉ Y LA
UMBANDA

1. ¿Qué es el Candomblé?

A Brasil llegaron principalmente los banto occidentales, habitantes


de una inmensa región hoy comprendida por el antiguo Congo, Angola,
República del Congo y Mozambique. Las ideas vigentes en la época,
como la de ser considerados más fuertes, resistentes, y poco capaces
para tareas más sofisticadas, hicieron que fuesen destinados a labores
agrícolas. De cada dos africanos llegados a Brasil, uno era banto, y
otro de la zona de la actual Nigeria, República de Benin, además, de
Togo, Camerún y Gana. Recibieron el nombre genérico de “mina” por
venir de "Costa da Mina", en el Golfo de Guinea, uno de los puertos
más importantes de salida de esclavos del litoral africano. El
Candomblé tiene el culto a los orishas En censos recientes
aproximadamente tres millones de brasileños (1,5% de la población
total) declararon al candomblé como su religión. En Salvador de
Bahía existen 2230 terreiros, lugar donde se celebran las fiestas
religiosas, registrados en la Federación Bahiana de Cultos Afro-
brasileños. Además, en la cultura brasileña las religiones no se ven
como exclusivas y según algunas organizaciones culturales afro-
brasileñas hasta setenta millones de personas participan en rituales
del candomblé, regularmente u ocasionalmente. Los Orixás del
candomblé, los rituales, y las fiestas son hoy parte de la cultura y el
folclore brasileños.
Una de las características fundamentales del candomblé es el
largo proceso de iniciación, que puede durar hasta siete años. Sus
ritos son muy atrayentes, pues las divinidades no vienen para predicar
o distribuir consejos. Vienen a expresar su energía vital bailando.
Hacen esto de un modo solemne, siguiendo una estricta lógica ritual,
dirigida por el sonido de los tambores o atabales y de los cantos. Se
visten con pompa y producen una gesticulación codificada,
identificadora de cada orishá. Todas las ceremonias terminan con una
cena abierta al público, hecha de comidas sagradas, con relación al
evento de la noche. Según el orisha homenajeado, se matan pequeños
animales, como un pollo o un cabrito, que le son ofrecidos y que,
según sus practicantes, pueden impedir influencias negativas o
perturbaciones durante la ceremonia.

2. ¿Qué es el Umbanda?

Umbanda es un culto brasileño que fusiona el Candomblé, las


tradiciones chamánicas de los indios autóctonos, el Kardecismo
Espiritualista, y, últimamente en algunas congregaciones, elementos
hindúes. Mientras el modelo de la Santería, Candomblé o Tambor de
Mina se centran en el culto a las divinidades africanas, Umbanda
acentúa también el culto de las divinidades cuya historia se da en el
lado brasileño de la costa del Atlántico. Fusiona las tradiciones
chamánicas e indígenas en general, cultos que representan,
alegóricamente, la experiencia histórica de las personas que vivieron
en Brasil antes, durante y después de la colonización portuguesa. 1)
Principales grupos de deidades: a) los "caboclos", espíritus de los
indios que vivieron en las florestas del país y que simbolizan a todos
los que viven en Brasil y que, por lo tanto, todos los brasileños
pueden ser caboclos, ya sean negros, blancos, mestizos y, obviamente,
los indios; b) los “Pretos Velhos” o Negros Viejos, que simbolizan
los negros, tanto los que pasaron por la experiencia de la esclavitud
como los que vivieron en el país en la condición de ex-esclavos o de
post-esclavos, y que como los Caboclos, representan también a
cualquier brasileño; c) finalmente, los “Mestres” y “Mestras”, o
Maestros y Maestras, que simbolizan a los hombres y mujeres de gran
poder sobrenatural que vivieron en el interior del país a lo largo de su
historia colonial, imperial y republicana y que practicaban los rituales
de tipo chamánico derivados de los indios, sobre todo aquellos
relacionados con el culto de la planta jurema, con la cual se prepara
una bebida que induce a estados de trance y videncia. En el umbanda,
muy semejante al candomblé, existe una influencia espiritista muy
importante, que se manifiesta en una noción muy fuerte del bien y del
mal. El umbanda trabaja para el bien mientras que la macumba
trabaja para el mal.
El culto incluye sacrificios y ofrendas a las deidades, como
gallinas, vino, granos de maíz, cigarrillos, velas, flores, entre otras
comidas y bebidas, dependiendo del “santo” y tiene varios ritos de
iniciación que van de simples a complejos. Los atabaques, largos
tambores cónicos, la percusión y los cantos, llamados pontos, tienen
un lugar central en algunas congregaciones umbandistas pero en otras
son casi inexistentes. Muchos lugares de culto, llamados “tendas o
terreiros” parecen casas comunes vistas desde la calle, e incluso
muchos de ellos cumplen las dos funciones. El líder del terreiro es el
“pai de santo” o la “mae de santo”, este es el nombre más común pero
existen otros. Para la sacerdotisa: Bá, Iyalorixá, Directora de Culto o
Maestra y para el sacerdote: Babá, Babalorixá, Director de Culto o
Maestro. Esta persona dirige el culto y coordina las sesiones o giras y
es quien incorpora al guía jefe que comandará la materialidad y
espiritualidad del local de los trabajos. Además ejercen la
adivinación usando el “jogo de buzios”, la lectura de pequeñas
caracolas marinas y producen las llamadas “Rezas Fortes” u
oraciones de fuerza para aquellos que buscan superar problemas.5) El
médium: En Umbanda el médium, también llamado caballo o burro,
que puede ser el padre o madre del santo u otra persona, incorpora a
los guías, mientras que en el candomblé también se incorporan
Orishás, aunque estos no hacen trabajos y se manifiestan según su
voluntad. Los trabajos en Umbanda se refieren a la ayuda prestada
por el guía, son caritativos, asistenciales, sin cobrar dinero, y se
realizan solo para hacer el bien. Hay dos tipos de trabajos: el pase y
la descarga. El pase es un rezo que el guía hace a un devoto para darle
energía positiva mientras que la descarga se trata de quitar la energía
negativa del espíritu del devoto. Una ceremonia de Umbanda, llamada
gira, comienza usualmente con la quema de hierbas aromáticas para
purificar a los que asisten al terreiro y rápidamente viene la
incorporación donde los devotos son invitados a tomar un pase.

3. ¿Cómo se ha integrado el Espiritismo?


El espiritismo se divulgó por toda Europa en el siglo XIX, llegando a
Brasil en 1865. Actualmente es el país que reúne el mayor número de
espiritas en todo el mundo. La Federación Espírita Brasileña, entidad
de ámbito nacional del Movimiento Espírita, asocia aproximadamente
diez mil Instituciones Espíritas, distribuidas por todas las regiones del
País. Actualmente hay 2.300.000 espíritas, según el censo realizado en
el año 2000 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística
IBGE. Según los datos del mismo censo, los espíritas son el tercer
grupo religioso mayor del país y el segmento social que tiene mayor
renta y nivel de escolaridad. Los espíritas tienen su imagen
fuertemente asociada a la práctica del bien y de la caridad. Ellos
sostienen asilos, orfanatos, escuelas para personas carentes y otras
instituciones de asistencia y promoción social, en todos los estados
brasileños.
Allan Kardec, el difusor del Espiritismo es una personalidad
bastante conocida en Brasil.Se han vendido en más de 20 millones de
ejemplares de sus libros en todo el País. Si fuesen contabilizados los
demás libros espíritas, el mercado editorial brasileño espírita
sobrepasa 4000 títulos ya editados y más de 100 millones de
ejemplares vendidos. Kardek, con cincuenta años (1854), oye hablar
por primera vez del fenómeno de las mesas giratorias, y en 1857
publica un libro con este título que marcará el inicio del espiritismo,
hecho por el que hoy en día es conocido. Sus investigaciones en el
terreno del espiritismo le llevaron a cambiarse el nombre de
Hippolyte Leon al de Allan Kardec tras, según afirmó él mismo,
recordar una vida anterior en el que llevaba este nombre. 2)
Significado de la palabra espiritismo: Kardec creó la palabra
“espiritismo”, que etimológicamente hablando significa: "Sistema
para el estudio del espíritu" (Espirit:Espíritu, Ismo:Sistema). Trata de
la naturaleza, el origen y el porvenir de los espíritus, así como de sus
relaciones con el mundo corporal. Los puntos fundamentales de esta
creencia son: a) Dios existe; b) Tras la muerte, el espíritu humano
sobrevive y pasa a habitar una dimensión llamada mundo espiritual; c)
Aunque todas las personas poseen en mayor o menor medida la
posibilidad de entablar relación con los espíritus, algunas la poseen
en grado superior, como facultad lo que se ha venido a denominar
“mediumnidad”, que es la capacidad que les permite comunicarse con
los espíritus que habitan ese mundo; d) Los espíritus se reencarnan y
vuelven a la vida en la Tierra en un nuevo cuerpo a través de la
gestación para continuar con su progreso intelectual y moral; e)
Existen otros mundos habitados en el Universo, algunos de ellos más
adelantados que el planeta Tierra; y, finalmente, f) Las acciones
buenas y malas en esta existencia tendrán consecuencias en existencias
futuras. 3) Precedentes del espiritismo: Desde épocas muy remotas la
humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los
muertos. El chamán de los pueblos primitivos de África, América,
Europa, Asia y Oceanía afirmaba tener ese don. En la Grecia clásica
se daba por cierto que los difuntos habitaban en el Hades y era
posible entrar en contacto con ellos mediante ritos mágicos. En La
Odisea de Homero, el héroe llega al Hades y realiza un ritual según lo
indicado por la hechicera Circe. De este modo, Odiseo logra hablar
con el espíritu de su madre y con los de sus compañeros muertos en
Troya. Tanto en Oriente como en Occidente las religiones
institucionalizadas y las creencias populares han reservado siempre un
lugar importante a los espíritus de los muertos, a los que se venera y
rinde culto con diversos rituales. En la Edad Media se creyó que los
espíritus regresaban en ocasiones al mundo de los vivos, y se
multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo
Wiliam Shakespeare presenta el fantasma del rey asesinado
demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese tipo de aparición,
que provocaba temor reverencial, estaba registrada en muchos relatos
anteriores a la época de Shakespeare, pero no consta que hubiera una
práctica propiamente espiritista para lograr la comunicación con los
muertos. 4) El espiritismo en el siglo XIX: El espiritismo comienza
con los diálogos que Kardec afirma haber establecido con lo que
muchos investigadores en aquel tiempo creían que eran almas de las
personas difuntas. Como educador con sólida formación humanística,
una vez convencido del origen espiritual de los fenómenos que
investigó, entre 1854 y 1856, Kardec buscó un modo de hacer de la
supervivencia del alma humana y la comunicación con ella algo útil
para la humanidad, en los campos ético y social. También pensó que
las religiones no eran capaces de hacer mejores a los hombres en un
sentido moral, debido a su fracaso como instituciones humanas. La
ciencia, al mismo tiempo, había evolucionado y alcanzado un gran
prestigio. Ambos factores, contribuyeron en aumentar la incredulidad
en la espiritualidad humana en todos los niveles sociales de las
sociedades europeas. Kardec vio en ello una tendencia social no
deseable a la que habría que dar la vuelta por un nuevo paradigma que
pudiese entender la realidad. Sus características principales serían: a)
La promoción del diálogo entre el conocimiento científico, filosófico
y religioso para poder alcanzar un conocimiento más amplio y
profundo de realidad; b) Este nuevo paradigma debería proporcionar
el acceso al conocimiento a todo el mundo, en vez del modo hermético
que los conocimientos filosóficos y científicos tenían en aquel tiempo;
y, c) La relación humana con lo Espiritual no necesitaría ninguna
mediación institucional. Una espiritualidad natural sería bastante y
más apropiada para la realización humana. En los años siguientes
Kardec publicó numerosos libros, como El Libro de los Mediums
(1861), El Evangelio Según el Espiritismo (1864), El Cielo y el
Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo (1865) y Génesis,
los Milagros y las Profecías según el Espiritismo (1868). En 1858
fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869, año de su
muerte. 5) El espiritismo en los siglos XX y XXI: El espiritismo hoy
en día, además de ser considerado una superstición por la ciencia y un
juego para muchas personas, constituye una doctrina y filosofía de
vida seguida por millones de personas en el mundo, siendo Brasil el
país donde tiene mayor aceptación. Los principios de este espiritismo
más religioso se basan en las enseñanzas obtenidas en la
comunicación con espíritus supuestamente más evolucionados
moralmente o con mayor "campo de visión" por no poseer la envoltura
corporal. Según los testimonios de los practicantes de estas
comunicaciones con los espíritus, estas pueden producirse mediante el
código de golpes en una mesa; a través de la voz o la escritura de un
medium; mediante la transcomunicación instrumental a través del uso
de aparatos electrónicos multimedia como cámaras, radios, televisión,
etc. La mayoría de las escuelas o movimientos espiritistas de
Occidente se consideran cristianas, aunque la Iglesia Católica ha
rechazado el espiritismo, colocándolo en la categoría de las prácticas
de "adivinación y magia". Otra figura importante es Chico Xavier
(1910-2002), reconocido por los espíritas como un gran Medium y
divulgador del Espiritismo en Brasil y en el mundo.

4. ¿Es sincretista el culto Umbanda?


El culto Umbanda es integrador ya que su composición se debe a
fundamentos de muchas otras creencias y tradiciones, como por
ejemplo:
Del espiritismo kardecista toma el contacto con difuntos,
la mediumnidad la evolución de espíritus en otros planos, etc.
Del hinduismo y budismo toma las leyes del kharma y
dharma, y la reencarnación y otros aspectos del interior
del ser etc...
Del catolicismo su forma de creer la supremacía de un
Dios que transmite sus mensajes a través de ángeles y santos/as,
que es trino y uno, las creencias sobre Jesús, el respeto y
seguimiento de la Biblia, el perdón y el pecado, etc.
Del candomblé toma algunas partes de los rituales, algunas
vestimentas y cánticos, los tambores, el modo en que se
manifiestan los espíritus, etc. y también usas sus imágenes
religiosas.
De las tradiciones brasileñas: el idioma, ya que se
practica en muchos países todos intentan mantener
el portugués (del Brasil no de Portugal) como lengua del culto.
Aunque también se utilizan otros idiomas.
Además de todas estas creencias y tradiciones toma influencias del
"Feng Shui", el "Yoga", el "Chi-Kung" o el "Reiki".

XVI. EL VUDÚ
1. ¿Qué es el Vudú?

El vudú es una religión originada en el área cultural de África


Occidental (Benin) en tiempos prehistóricos. Se trata de una variante
teísta de un sistema animista de creencias, provisto de un fuerte
componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y
los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés
en el campo de la Paleoantropología. El vudú se cuenta entre las
religiones más antiguas del mundo, a caballo entre el politeísmo y el
monoteísmo. El tráfico de esclavos hacia América produjo un fuerte
fenómeno de sincretismo entre esta religión arcaica y las creencias
cristianas de los esclavistas, así como con las religiones nativas de
los lugares adonde se transportó a los esclavos. De aquí surgiría el
vudú haitiano y un gran número de derivativos: la Regla de Ocha o
Santería en Cuba, el Candomblé, la Umbanda y Kimbanda en Brasil,
etcétera. Algunos de estos derivativos han llegado a Europa en
décadas recientes, sobre todo de la mano de emigrantes retornados. 1)
El Vudú, mezcla de creencias animistas, politeísmo y cristianismo:
Vudú es una deformación de la palabra “vaudoux”, aplicada a un dios
serpiente con poderes de oráculo, venerado en un frenético baile tribal
realizado por los esclavos del actual Benin. La palabra “vaudoux” es
análoga a “espíritu” en la lengua africana de la que procede. La
mayoría de los términos que usa el Vudú son criollos, de la lengua
haitiana que combina francés, español y africano. El vudú surge de la
sincretización de elementos de culto traídos por los esclavos y las
creencias básicamente católicas que se les intentó inculcar. El vudú se
instaló principalmente en la isla La Española, ahora Haití y Santo
Domingo, cuando llegaron allí, en el siglo XVI, los africanos
esclavizados. El vudú es una mezcla de creencias animistas africanas,
del politeísmo de los pueblos guineanos y del cristianismo. Su origen
se remonta al siglo XVIII. Su base consiste en la práctica de danzas
rítmicas acompañadas de tambores, cantos, etc., que conducen a los
prosélitos a un estado de posesión estática. El dios penetra en ellos y
los subyuga hasta la postración. Con frecuencia tiene carácter sexual e
incluye prácticas de magia Negra y el sacrificio de animales. Por
medio del trance el practicante e siente liberado de la opresión social,
cultural y religiosa. 2) Creencias y panteón vudú: El panteón del
vudú es grande y complejo. Tiene siete hijos directos de Mawu, el
principio cosmogónico, que son interétnicos y están relacionados con
fenómenos naturales o personajes históricos y míticos, junto a docenas
de loas que defienden a los clanes y a las tribus. Los loas son antiguos
dioses africanos, ancestros deificados o santos católicos sincretizados
según las propias creencias. Diversos regímenes totalitarios
en África occidental intentaron suprimir el vudú junto a otras formas
de religiosidad, pero hoy por hoy florecen de nuevo. La religión vudú
supone el creer en la vida después de la muerte, así como en la
existencia de diversas jerarquías espirituales de ánimo maligno,
benigno o amoral, llamadas loas. Éstas supuestamente influyen en el
mundo terrenal gracias a la acción de un oficiante. Éste es conocido
como houngan, y su función es, mediante la ayuda de los entes que
convoca, conseguir curaciones, información determinada, e influir
sobre la naturaleza. Todo ello con fines benignos. La mujer puede ser
también houngan si tiene aptitudes y es elegida para ello,
denominándosela manbo. Es posible que el houngan tenga nefastas
intenciones o que utilice su poder de convocatoria para el mal,
entonces se les denomina bokós. 3) Los ritos vudús: Los loas, como
los orishás de los yorubas, son los garantes y los controladores del
equilibrio del mundo creado por Mawu. Se encuentran en un punto
intermedio entre el Creador, inaccesible y, por tanto, no sensible a los
ritos humanos, y los mortales, que dirigen plegarias y hacen
sacrificios a los vudús para obtener lo que desean y alejar lo que
temen. La mayoría de los ritos del Vudú empiezan con oraciones
católicas y algunas variaciones del credo niceno, recitados en francés
por el presavant o el “sacerdote del bosque” en criollo. Luego el
idioma pasa al criollo, comenzando las danzas extáticas y los
tambores a ritmo cada vez más trepidante. El Vudú puede definirse
como un conjunto de creencias, ritos y prácticas que presentan
aspectos mágicos y que pueden cambiar la vida de los seres humanos.
Según el diccionario de la Real Academia Española es un "cuerpo de
creencias y prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las
serpientes, sacrificios rituales y empleo del trance como medio de
comunicación con sus deidades". Su objetivo es lograr el contacto con
un espíritu o deidad para lograr sus favores a cambio de sacrificios
como ofrendas de comidas, animales, etc. El Vudú mezcla la magia
blanca y la magia negra. La primera, para las peticiones consideradas
como positivas, como la protección del hogar, por ejemplo. Y la
segunda, en la que se desea hacer daño a algún enemigo. En cuanto a
la magia negra los bokós son personas que poseen un gran
conocimiento en preparación y creación de venenos maleficios. 4) La
finalidad del vudú es solucionar los problemas concretos: Para el
vudú la meta principal no es la salvación de las almas, sino encontrar
con la ayuda de los loas, la solución inmediata a problemas
cotidianos. El vudú no propone dogmas, ni tiene textos sagrados, lo
que quiere es orientar a sus devotos a encontrar un equilibrio entre lo
natural y lo sobrenatural, así como entre las fuerzas del bien y del mal
en la vida diaria. Según el vudú, los loas ayudan a la gente a cambio
de ceremonias rituales, ofrendas y sacrificios en su honor. Los
compromisos del adepto con el loa son ineludibles, porque de no
cumplirlos, se expone a la pena de severos castigos. Entre los
distintos ritos, el Rada, en el que predomina el elemento cultural ewé
de Dahomey, Guinea y Nigeria, es el más tolerante. No así el rito
Petro donde se canaliza la antigua rabia y sed de venganza del antiguo
esclavo. En este rito se llega a bailar convulsivamente fruto del agua
ardiente de caña y pólvora. En el rito Rada se degüella a un gallo
blanco; en el rito Petro tienen que ser arrojados dos gallos negros
vivos al fuego. El rito Candor es la expresión secreta del vudú, que,
según una poción mágica, se basan en un conocimiento superior y
particular de las plantas medicinales que los loas revelaron a sus
fieles devotos. 5) El vudú, una religión bailada: En todos los ritos, el
valor sagrado y mágico de la danza tiene siempre un papel de primera
línea. Podemos hablar de una auténtica religión bailada, donde el
tambor es el rey absoluto embriagando con su ritmo las ceremonias.
Se convierten así casi en loa, a los que se le hacen ofrendas y
sacrificios. La clave de toda ceremonia es ser poseído por el loa.

2. ¿Cómo son las orgías y posesiones Vudú?

El vudú es un culto que se caracteriza por la posesión de los espíritus.


Los dioses de África occidental sobrevivieron en la memoria de los
esclavos haitianos bajo la forma de loa, potencias espirituales que
residen en alguna parte entre el mundo de los humanos y la inaccesible
deidad suprema. Algunos loa se identifican con santos católicos, una
consecuencia del período de colonización francesa en el siglo XVIII.
En las ceremonias de vudú se invoca a los loa para pedirles
protección y orientación, o para causar daño por medios mágicos. Los
loa se manifiestan poseyendo o “montando” el cuerpo de un
celebrante, que se ha preparado para recibir al dios mediante un ritual
físicamente agotador, que incluye sacrificios, tambores hipnóticos y
danzas desenfrenadas y extáticas. A la persona poseída, gagnin loa, se
la considera la montura del loa, y todo lo que haga se considera obra
del dios. El concepto de los seres humanos como potenciales monturas
de los dioses es común a todos los cultos africanos de posesión y
forma parte de otras religiones afrocaribeñas, como el candomblé y la
santería. Para el devoto del vudú, es imposible ser humano y dios al
mismo tiempo: así pues, para que el loa entre, el “yo” tiene que salir.
Los individuos que han sido poseídos despiertan de su trance sin
recordar nada de lo que han hecho y dicho. Muchas veces, la “monta”
tiene lugar contra la voluntad del “caballo”, y el cuerpo se retuerce y
convulsiona mientras el loa y el propio espíritu pelean por su control.
El mismo loa puede montar a la vez a muchas personas. El travieso
dios de la muerte y los cementerios, Ghede, es muy popular entre los
pobres, a causa de su afición a burlarse de los poderosos en su cara.
Como a otros dioses orgiásticos, a Ghede le encanta confundir la
sexualidad de sus seguidores, haciendo que los hombres se vistan de
mujeres y las mujeres de hombres. Puede poseer tanto a unos como a
otras. Ghede es también el dios fálico del erotismo, y su conducta
oscila entre las indirectas sugestivas y la agresión sexual descarada.
La libertad que se adquiere al ser poseído por Ghede puede inducir a
fingir la posesión. A los sospechosos de fingir se los pone a prueba
rociándoles los ojos abiertos con ron y ofreciéndoles ron aderezado
con veintiuna especias. A pesar de ser un loa sensual, Ghede, como
señor de los muertos, es también insensible, y es el único capaz de
resistir semejantes pruebas.

3. ¿Qué son las muñecas Vudú?

Las temibles Wanga o muñecas vudú, si bien también se utilizan para


obtener beneficios, toda la fama se centra en las wanga con objetivos
mortales y maléficos. Dicen las viejas reglas que las wanga más
efectivas son aquellas que son fabricadas por el que quiere lanzar el
maleficio. Y deben confeccionarse, o al menos parcialmente, con
aquellos objetos que conservan las vibraciones de la persona
destinada a recibir el maleficio, o sea, objetos personales llevados
recientemente por el individuo, como corbata, calcetines, etc., al que
se quiere dañar, y que deberán cubrir la parte exterior del wanga. El
interior se rellena de paja o algodón mezclado con objetos físicos de
la persona, tales como pelos, trozos de uña, etc. Consideran los
adeptos que esto constituye un formidable material vibratorio para los
fines perseguidos. Es indispensable el sacrificio de cualquier animal,
colocando parte de su sangre fresca en el relleno de la muñeca. La tela
exterior, una vez cortada debe ser cosida en todas sus partes, dejando
tan sólo una apertura para poderla rellenar como se está diciendo.
Cuando el relleno se haya realizado, se cerrará también la apertura,
utilizando hilo blanco de algodón. A partir de ahí, el adepto ha de
concentrarse en la imagen mental de la víctima, repitiendo su nombre
lentamente. Es entonces cuando se realiza el clavado de alfileres,
agujas o pequeños clavos, en determinadas partes de la figura, que son
exactamente nueve: el cráneo, el corazón, las dos articulaciones del
hombro, las dos de las rodillas, las dos manos, y el vientre. Dicen los
adeptos que la víctima sentirá dolor en esas partes del cuerpo,
independientemente de la distancia que la separe del lugar del
maleficio, y que incluso morirá, si alguno de los alfileres atraviesa un
punto vital de la muñeca. Otro sistema empleado es el de liar un hilo
negro alrededor del cuello de la muñeca vudú, apretando lentamente y
que al parecer produce la asfixia de la víctima. También aquí la
concentración es un factor de primer orden. En Haití, las islas del
Caribe, Estados Norteamericanos del Sur y Brasil es frecuente ver
muñecas atravesadas con alfileres, acompañadas de cruces negras de
madera, y ataúdes negros, a la puerta de las casas de los enemigos de
quienes han hecho un conjuro;

4. ¿Los zombis están relacionados con la


esclavitud?

Estudiosos del tema han llegado a la conclusión de que el zombi


haitiano, en su génesis, está íntimamente relacionado con la
esclavitud y la opresión dentro de Haití. La relación entre el esclavo y
la figura del zombi se comparan con los hábitos de comida, la ropa
rasgada, la transición hacia la esclavitud marcada por el bautismo o la
asignación de un nuevo nombre, la pérdida de toda relación con el ser
que se era antes de la esclavitud, la muerte social, la ausencia de un
rito funerario después de la muerte y su estatus sociológico de objeto.
La figura del zombi en Haití también surgió como representación del
miedo que causaba la esclavitud y sus consecuencias dentro de la
isla. Esta creencia está fuertemente anclada en su concepción de un
“alma dual” dentro de las religiones africanas de Benin, Camerún,
Ghana, Nigeria, Togo, Tanzania y Zaire.
Existen por lo menos dos tipos de alma según esta tradición:
el Gros Bon Ange (gran buen ángel) y el Ti Bon Ange (pequeño buen
ángel). El primer tipo de alma, el Gros Bon Ange, es un concepto
espiritual al que se le atribuye la memoria, los sentimientos y la
personalidad de la persona. Esta alma está en relación directa con el
cuerpo. Algunos estudiosos consideran que, dentro de la religión
vudú, perder el Gros Bon Ange equivale a perder la vida. El segundo
tipo de alma, el Ti Bon Ange, es un concepto espiritual que está ligado
al cerebro, a la sangre, a la cabeza y a la conciencia del hombre. Esta
división del alma en la religión vudú es importante para entender el
concepto de zombi, particularmente en lo relativo al Ti Bon Ange,
pues es a partir de esa forma de alma que se desenvuelven los dos
tipos de zombi que han sido estudiados a partir de testimonios: el
zombi corpóreo y el incorpóreo, o como algunos estudiosos los han
llamado: “el cuerpo sin alma” y el “alma sin cuerpo”.
a) Zombi, alma sin cuerpo
El Ti bon Ange, sería capturado por el hechicero (Bokor) de diversas
formas y para distintos propósitos: existen testimonios que afirman
que el Ti Bon Ange es capturado, antes o después de la muerte, y
depositado en un cántaro (canari). Poseer el Ti Bon Ange de una
persona resulta muy valioso, pues el hechicero puede venderlo o
rentarlo, de la misma forma que ocurriría con los zombis de carne y
hueso. Se dice que, una vez que el bokor posee el alma de alguien ya
nadie la puede tomar. Puede ocurrir también que se pague a un bokor
y éste ponga polvos especiales en el camino por el que la víctima
vuelve del trabajo, al pisar estos polvos (wangas), el alma (Ti Bon
Ange) de la víctima es robada. Hay relatos que describen que una
costurera, por ejemplo, puede disponer de un zombi que va en busca
de clientes y los atrae como un imán, o que un estudiante que tiene
dificultades en la escuela puede recibir de sus padres un zombi que
entonces será alojado en la punta de su pluma para ayudarlo en los
exámenes. Un zombi incorpóreo, dentro de la tradición oral haitiana,
puede también usarse para asesinar a alguien, hacer que alguien caiga
enfermo o para destruir cosechas.
b) Zombi, cuerpo sin alma
Este tipo de zombi corpóreo responde al paradigma de una criatura
que, en términos generales, regresa de la muerte gracias al hechicero,
a través de distintos medios, y para diversos propósitos. Dentro de la
tradición oral haitiana, puede ocurrir, por ejemplo, que una vez
enterrada la persona en cuestión, sea exhumada y llamada tres veces
por su nombre por parte del hechicero. Otros relatos afirman que el
alma (Ti Bon Ange) es robada antes de que la víctima muera. De la
misma forma, se habla individuos que no mueren, sino que son
inducidos a una muerte aparente, un letargo, a través del
envenenamiento. Posteriormente son enterrados vivos y sacados de
sus tumbas, el envenenamiento puede ir acompañado del robo del Ti
Bon Ange, lo que significa que "el zombi es realmente un individuo
con el alma incompleta". Existen también versiones en las cuales, la
forma de ser zombi radica en que el hechicero aspire el alma de la
víctima a través de una grieta en la puerta de su casa, para luego
traspasarla a una botella o cántaro; la persona entonces cae enferma,
muere y es enterrada. Posteriormente, el hechicero pide permiso al
cuidador del cementerio de extraer al cuerpo para poner debajo de su
nariz la botella con el alma de la víctima, mientras le administra una
droga especial. Se dice además que una vez revivido el cuerpo éste no
puede ingerir alimentos con sal, pues volvería a ser normal. A través
de la cultura popular existe la creencia de que aquella persona
convertida en zombi era usada para ciertos tipos de trabajos forzados,
ya sea en plantaciones o como sirvientes domésticos.
XVI. LOS CULTOS AFROAMERICANOS
EN ESPAÑA

1. ¿Qué influencia tienen estos ritos en España?


Habría que distinguir entre métodos mágicos para obtener beneficios y ritos de
cultos de cada una de las diferentes religiones afroamericanas. Podríamos
decir que en España es más habitual la práctica de determinadas magias que
el culto oficial que se puede celebrar en un local de venta de objetos mágicos-
religiosos. En Europa y sobre todo en España, especialmente en Canarias, la
santería cubana se ha adaptado a su nuevo entorno sin perder el conocimiento
ancestral. Las ofrendas de animales son criticadas en EEUU, y en España al no
ser explicadas las causas que motivan que se realice un sacrificio ritual.
Los Rituales de Santería en España, se realizan para resolver cualquier
tipo de problemas o situaciones que nos bloquean, utilizando la magia
afrocubana
Para lo primero una manera muy utilizada es internet. Se anuncian de la
siguiente manera:

”Auténtico babalawo. Conozca el poder de la santería africana, con reales


ceremonias de consagración. Experto en adivinación a través del oráculo de
ifa”
“No permita acabar con su progreso consúltese a tiempo, libérese de
ataduras hechizos, amarres, magia negra, perdida de negocios, enfermedades,
engaños amorosos, traiciones, adquiera protecciones, despeje sus dudas
solucione sus problemas con seguridad y acierto, oriente sus negocios y vida
amorosa….limpie el camino para estar bien aspectado en el futuro”

La santería en España supone una alternativa a las religiones tradicionales


europeas. Muchos españoles encuentran sus raíces espirituales en la Santería
cubana. La santería cubana en Cuba, por causa probablemente
de la precaria situación económica, se mercantiliza bastante. Mientras que en
España y Europa en general existe el peligro de que la religión afrocubana se
transforme en un efecto de moda religiosa para la gente que busca una
alternativa espiritual o simplemente soluciones rápidas a sus problemas
mediante la magia cubana realizada por un babalawo.
La Santería cubana se ha hecho famosa en Madrid y el resto de España
por su "magia". Esta forma de magia africana utiliza no solo las fuerzas
naturales sino también el conocimiento y estudio de los sistemas de
adivinación usados por los babalawos y santeros en Madrid. Recordemos que
el babalawo es el sacerdote de Ifá, como el sacerdote católico y el santero o
santera es quien se ha hecho ''santo'' y trabaja la santería. Ambos trabajan la
santería pero el babalawo consulta a través de Orulá, santo mayor, con el
ekuele en el suelo y te da una consulta más profunda de los aconteceres. El
santero consulta a través de su santo y otros que puedan intervenir en la
consulta.
Algunos ejemplos:
“Gallina decapitada en Chamberí. Restos de rituales mágicos en forma
de despojos de animales e improvisados altares con velas están proliferando
en los parques y jardines de la capital española, según denuncian los vecinos
yconfirman los empleados municipales. Estos, encargados de su eliminación
de la vía pública, no solo han visto aumentar estos residuos en los últimos
tiempos, sino queaseguran que se ven sobre todo los lunes, tras los fines de
semana”. Y son habituales en el Retiro, Madrid-Río y la Casa de Campo”.
“Paseaba a mi perra cuando vi una lengua de vaca cosida de alfileres
de vudú y colgada de un árbol en el parque al lado de la catedral”, relata
Almudena Montero, una vecina de Centro que decidió fotografiar el macabro
hallazgo cuando lo localizó”.
“Algo parecido a lo que le ocurrió a Luis Victorero, residente en
Chamberí: En la avenida Pablo Iglesias, un poco antes del número 18, hay un
parque infantil y a escasos metros había una gallina muerta con las patas
atadas y sin cabeza, se queja este lector en una carta remitida recientemente a
este diario. Además, explica que “es la segunda vez que ocurre” ante la
desidia municipal, que retarda la retirada de los restos”.
La Policía Nacional, que también confirma el aumento de estas
prácticas, tiene claro quiénes son sus autores: inmigrantes africanos y
sudamericanos que tratan de asustar y atemorizar a sus víctimas. Es algo
común entre las mafias, lo usan como extorsión. Especialmente para amenazar
a las prostitutas senegalesas, nigerianas o brasileñas que creen en el vudú, la
santería, la magia y su posible influencia sobre sus familias”, sostienen los
policías. Además, los agentes explican que también es una advertencia para
todos los que tienen deudas contraídas con los proxenetas.
Pero estos rituales no sólo están vinculados a la delincuencia o a las
mafias que explotan a personas. La crisis ha disparado todo tipo de consultas,
rituales y ofrendas para lograr empleo o mantenerlo. “Ya no les preocupa el
amor, sino el trabajo”, en especial entre los inmigrantes con creencias
religiosas que pasan por el chamanismo, la religión yoruba africana y la
santería.
La lengua de vaca con alfileres es “una práctica de vudú que busca
silenciar, hacer callar a alguien para que algo no salga a la luz”. Pero el ritual
hallado en las inmediaciones de la catedral es burdo y está mal hecho. Por otra
parte, la gallina decapitada es una rogación “de santería cubana” para obtener
algo de una deidad. ¿Por qué en zonas verdes? La realización de estos rituales
en parques no es casualidad. Muchas de estas prácticas necesitan de tierra
“muerta” como la llaman los entendidos, para acabar el ritual enterrando los
restos de casquería. Otras veces se buscan cementerios y también agua que
fluya, de ahí que muchos se concentren en las inmediaciones del Manzanares..

2. ¿Qué valoración se puede hacer de los cultos


afroamericanos?

Para una mentalidad racionalista todo está en la mente del ser humano y no
existe realidad externa a ella. Para esta postura las anécdotas, las experiencias
y testimonios no cuentan como evidencia firme, pues se puede engañar a los
cinco sentidos. Así las experiencias de los creyentes en la Santería no tienen
que ver con un mundo real externo al ser humano, sino que son de su propia
creación o imaginación. Suelen identificarse tales creencias y prácticas como
superstición y en otras ocasiones como autosugestión. Aplicando esto a la
Santería, los orichas no tienen ninguna realidad objetiva fuera de la fe de la
persona que cree en ellos. No obstante, aunque el método científico es muy
adecuado para el estudio de muchos fenómenos, es demasiado limitante para
el análisis de otros, pues es muy prejuiciado desde un principio en contra del
conocimiento existencial.
Un realismo psíquico reconoce la existencia del mundo sobrenatural.
Reconoce que todos los fenómenos que el ser humano experimenta no
provienen exclusivamente del mundo material con sus causas y efectos. Carl
Gustav Jung, estudió y reconoció la realidad de las experiencias más allá de
los cinco sentidos. Usando su interpretación de los arquetipos, es posible
concluir que los orichas son puntos de contacto con el inconsciente colectivo
de la humanidad. Así que según esta interpretación cada oricha es
un arquetipo o un complejo autónomo dentro de la personalidad humana.
Puesto que cada arquetipo es independiente del resto de la personalidad y
evidencia características fuertemente individualistas, con frecuencia se porta
como si fuera una entidad separada y sobrenatural. Para Jung cada arquetipo
controla un aspecto diferente de la personalidad. Es posible pensar que esto es
la misma función que tienen los orichas. Cada oricha, entonces, como un
arquetipo ha sido desarrollado y balanceado dentro de la personalidad del
santero. Debido a las características individuales que distinguen a un ser
humano de otro, en la Santería se dice que uno está bajo la protección del
oricha que comparte el mismo modo de ser. La Santería que ha logrado
armonizar a la "perfección" los varios elementos del inconsciente humano por
medio de la personificación de los orichas como personajes distintos.
Cuando un oricha toma posesión de un creyente o santero, las energías
psíquicas de dicho arquetipo dominan por el momento la personalidad
consciente. Ese individuo, entonces, exhibe unos poderes extraordinarios y
conocimientos excepcionales del futuro, que se originen en los atributos
naturales del arquetipo formado de pura energía psíquica dirigida a través de
un canal específico.
Desde este punto de vista, toda deidad y fuerza angélica de toda
religión y sistema de magia son puntos de contacto muy profundo dentro del
inconsciente humano. Si se hace contacto con estas energías por medio de las
oraciones, visualizaciones, invocaciones y ceremonias, nos encontramos con
energías reales que posee el ser humano y forman parte de nosotros.
Algunos arquetipos son positivos y otros son negativos. Jung identificó una de
estas fuerzas negativas poderosas dentro del psique como la "sombra". Para él
se trataba de una concentración de todo lo reprimido, como los enojos, las
frustraciones, los resentimientos, los odios y las inclinaciones negativas. Para
Jung debemos integrar la "sombra" con los demás arquetipos dentro de nuestra
personalidad. Llama a esto como "el proceso de individualización". Visto así,
los orichas son manifestaciones del inconsciente colectivo. Al tener contacto
con ellos, el santero suelta vastas cantidades de energía arquetípica de la
mente inconsciente y la dirige por medio de los canales escogidos. La
conclusión es que cada oricha vive dentro de la conciencia de todo ser
humano. Sería, pues, como una energía psíquica pura dirigida a través de un
canal específico[51].
El realismo bíblico, reconoce la existencia de dos mundos: el
espiritual y el material. Eso quiere decir que este mundo material de los cinco
sentidos no es el único, sino más allá hay uno espiritual. A su vez no niega la
realidad de lo material, sino afirma su existencia e importancia como creación
de Dios. Además, en el mundo espiritual, existen dos reinos, el espiritual de
Dios y sus santos ángeles y el maligno de Satanás y sus secuaces los
demonios, que son los malos espíritus. Los dos reinos del más allá tienen
poderes sobrehumanos que pueden compenetrar el mundo humano. Para el
cristiano los orichas y los muertos antepasados no son las fuentes de los
poderes de la Santería. Cuando hay manifestaciones reales, provienen de los
poderes malignos del reino de la oscuridad. San Pablo en la Primera Carta a
los Corintios afirma: “en lo de comer carne de los sacrificios sabemos que
en el mundo un ídolo no representa nada y que nadie es Dios más que uno;
pues aunque hay los llamados dioses, ya sea en el cielo, ya en la tierra, y de
hecho hay numerosos dioses y numerosos señores, para nosotros no hay más
que un Dios, el Padre, de quien procede el universo y a quien estamos
destinados nosotros, y un solo Señor, Jesús Mesías, por quien existe el
universo y por quien existimos nosotros... ¿Un ídolo es algo? No, sino que
ofrecen sus sacrificios a demonios que no son Dios, y no quiero que vosotros
entréis en sociedad con los demonios”[52] .

3. ¿A qué se debe la popularidad de la Santería?

Tal vez la razón más importante se debe al conocimiento que uno cree adquirir
de sí mismo y de su identificación con las fuerzas y ritmos de la naturaleza.
Así se siente una integración de la persona con la naturaleza. También se
comprenden unos misterios antiguos y se aprende una sabiduría que está
ausente de las sociedades secularizadas y racionalistas. Por último, el santero
adquiere poderes especiales a través de las iniciaciones y la adoración de las
orichas, como la autosugestión, los poderes mágicos de los orichas, los
arquetipos del inconsciente colectivo, los espíritus de los muertos y el poder
satánico.

4. ¿Qué evaluación podemos hacer de la Santería?

Hay varios puntos negativos en relación con la Santería desde la perspectiva


bíblica y cristiana. El primero de gran importancia es que no hay cabida en
ningún lugar en este sistema religioso para Jesucristo, su enseñanza y su obra
redentora. El cristianismo es cristocéntrico. No basta insistir en la antigüedad
y la grandeza de las civilizaciones africanas donde predominaba esta religión.
El criterio de la verdad no es ni su antigüedad ni los logros de alguna
civilización, sino su relación íntima con el Dios Creador y la transmisión del
conocimiento de la voluntad divina al hombre. Por eso la máxima revelación
de Dios para todo ser humano está en su propio y único hijo hecho carne[53]
Segundo, la idolatría, los mitos y los nombres de los orichas suavizan y
esconden la identidad del maligno escondido detrás de su nomenclatura. Los
mienten y engañan pretendiendo ser entidades de luz y de amor que ayudan
para el bien[54]. La invocación de los espíritus que es parte obligatoria de sus
rituales lleva a la posesión del santero por estas entidades, llamándolas
orichas o espíritus de los antepasados, pero son del reino de las mentiras. La
posesión es la pérdida voluntaria de la conciencia normal con la cual Dios nos
ha creado para que le adoremos a Él en un culto racional[55].
Tercero, Cristo es más poderoso que todos los espíritus y orichas en
conjunto e individualmente. Todos los evangelios al narrar las experiencias
del Mesías coinciden en el poder de Cristo sobre toda clase de espíritu.
Además, aunque los santeros digan que son monoteístas, pues creen en el dios
creador Olofii, en realidad sus prácticas rituales demuestran que son
politeístas. Sus leyendas dan la impresión de que el creador es tan distante, tan
trascendente que no tiene interés personal e individual por ningún ser humano
en particular. Por eso los orichas son como mediadores que se relacionan
directamente con el ser humano y el creador
Otro punto negativo de la Santería es que los cientos de divinidades
tienen las mismas debilidades que los seres humanos. Tienen deseos
materiales, forman lazos amorosos, tienen peleas y celos. Son violentos.
Tienen preferencias, se embriagan con ron; cometen adulterio e incesto. Casi
todos son brujos, pues practican la adivinación, la hechicería, la brujería y la
magia. Forman pleitos y guerras. Se parecen a los hombres y las mujeres de
carne y hueso, ya que tienen los mismos sentimientos y reacciones. Son
susceptibles, apasionados, celosos en el extremo y vengativos. Contrastan
estas cualidades de los orichas con la santidad y la perfección de Dios en
Cristo Jesús y el ejemplo que el Hijo único de Dios dio en la vida y en la
muerte[56].
La Santería es en esencia una religión adivinatoria. Provee diversos
sistemas para adivinar el futuro de la persona. También se proveen recetas
para la magia blanca, pero las personas pueden usar sus conocimientos
también para la magia negra en los hechizos. El problema de clasificar algo
blanco o negro depende de la perspectiva de la persona que la hace, pues lo
que es bueno para uno puede ser en realidad malo para la víctima. No
obstante, la Santería da importancia a la magia amorosa y la sexual o amatoria,
los amarres, los desamarres, los polvos, afoché, y los baños. Provee amuletos
y resguardos Osain y un "agua sagrada" Omiero que purifica, regenera y cura
debido a que en ella se concentra el poder mágico y medicinal de las plantas y
las influencias de los orichas que les proporcionan sus energías. Para el
cristiano todo esto está en contra la voluntad del Dios verdadero y único
revelado en Jesucristo[57].
Otro aspecto negativo es su interés exclusivo en resolver problemas
personales. No se preocupa por la sociedad o el bienestar de la comunidad o
del pueblo en general. Hay una concentración en las ceremonias para
satisfacer las necesidades individuales de los creyentes y de los orichas y
nada más.
La creencia santera en la reencarnación no es compatible con la
doctrina cristiana. En algunos aspectos el sacrificio de animales a las
divinidades tiene propósitos muy distintos al del Antiguo Testamento y en
otros son parecidos. En el A. T. el sacrificio de animales a veces son regalos
jubilosos para Dios[58]. Otros tienen la intención de sellar una alianza entre los
humanos y Dios[59]. Por último a veces eran para expiar el pecado ya cometido
La Carta a los Hebreos deja claro que la sangre de los sacrificios del
A. T. no expiaron el pecado de los humanos[60], pero Cristo lo efectuó una vez
para siempre y de una manera mejor, porque sus efectos son permanentes.
Como sacrificio superior es efectivo para todos los pecados de todos los
tiempos[61]; nunca jamás se puede repetir ni hace falta. Pues su ofrenda de sí
mismo, un sacrificio que supera a todo sacrificio animal en el pasado, el
presente o el futuro, es definitiva, efectiva, final y completa. Así que hoy no
existe ninguna necesidad del sacrificio de animales.
Cuando uno muere, ¿dónde va su espíritu? ¿Se queda vagando por el
aire? En la parábola del mendigo Lázaro y el rico[62], queda claro la
importancia de un compromiso con Dios en esta vida y subraya la verdad de
que un muerto no puede regresar para ayudar a los vivos. Implícito está
también la idea de que tampoco puede regresar para hacer el mal a los seres
humanos. En el caso de la muerte de un siervo del Señor éste pasa a estar con
Cristo para siempre. Pablo estaba plenamente convencido de esto, y esta es
nuestra esperanza y seguridad[63].
CONCLUSIÓN
1. La importancia de los mayores
Gracias a la época de esclavismo los africanos llevaron consigo su cultura y
religiones que se mantienen vivas hoy en América. El que esto ocurriera fue
gracias al gran orgullo y respeto que sienten por su ascendencia cultural y
genética, en la que están incluidos rituales y mitos ancestrales. Esto es una
gran enseñanza para las sociedades actuales que siguen caminos opuestos, al
no escuchar, ni dar importancia a nuestros mayores.
Cuando se habla de religiones africanas se crea a su alrededor un clima
de misterio. Sin embargo están vinculadas a muchas manifestaciones de la
vida. Como por ejemplo, gastronomía, música, arte, etc., manteniendo fuertes
lazos entre el ser humano y la naturaleza, en la cual estamos inmersos e
interrelacionándonos constantemente. El ser humano africano la respeta, ya
que también le brinda protección y los medios para su supervivencia. Así
adquiere sus poderes y confía en las energías espirituales que gobiernan el
universo.
La religión africana es un vínculo del ser humano con los dioses. Cada
acto de la vida, ritual, costumbre y manifestación cultural, tiene una
significación religiosa. Pero, hablando de religiones afro en América hay que
tener en cuenta ciertas diferencias con las practicadas en África. Por ejemplo,
hay muchas tribus que desaparecieron en África pero quedaron descendientes
de estas en América. Es por esto que debemos comenzar hablando de la época
de la esclavitud, ya que fue el inicio de la presencia de estas religiones en
América. Los esclavos llevados a América eran de diferentes etnias a las que
mezclaron para que no puedan comunicarse entre si. Por lo tanto debieron
unirse y dejar de lado las diferencias tribales que existían en África, en base
al sufrimiento común. Entonces, el primer paso fue comunicarse, utilizando el
idioma del país en el que se encontraban. La "Santa Inquisición" los obligó a
adoptar nuevos nombres e incluso el bautismo. También, lógicamente, les
impuso sus santos blancos, y los rituales católicos.
Así, pues, algunos africanos se fueron manteniendo y uniendo lo mejor
posible sus culturas, llegándose a formar el panteón de las divinidades
africanas, con lo que eran en su origen culturas regionales. En muchos casos
esto levantaba sospechas en los "Señores" blancos, por lo que realizaron
sincretismos particulares. Esto es, asentaban las divinidades enterrando una
piedra y por encima colocaban al santo cristiano que más semejanzas tuviera.
En muchos casos se sumaron a este sincretismo las costumbres y dioses
religiosos de los aborígenes autóctonos, como ocurrió con la religión
Umbanda en Brasil, que es una religión afro brasilera que toma algunos
conocimientos de rituales africanos, pero es muy nueva, ya que comienza en el
siglo pasado y utiliza los orshás del Candomblé pero bajo otras formas y
aspectos. El resultado fue que se constituyeron religiones afroamericanas, es
decir, no puramente africanas. Otro ejemplo de sincretismo en América es la
Santería cubana, cuyas creencias afrocubanas se continuaron modificando y
adaptándose a la realidad social actual, incorporando nuevas tendencias. Cabe
destacar que en este tipo de religiones se usa también el espiritismo como una
parte fundamental. No todas las religiones afro desarrolladas en América
tienen sincretismo. Hay algunas que continúan con sus costumbres originales,
por ejemplo el Candomblé y el Vudú.

2. Aportaciones de las religiones afroamericanas


Las religiones afroamericanas pueden contribuir a elaborar una ética común a
la humanidad, si hacen valer para la humanidad: a) su marcado sentido de la
comunidad y de la solidaridad; b) su alto aprecio de los valores y normas
tradicionales; y c) su visión global del mundo y del ser humano, en la que
encuentren lugar tanto viejos como jóvenes. Es necesario reconocer las
limitaciones de estas religiones descubrir sus valores como el reconocimiento
de la bondad de Dios hacia la naturaleza, la lluvia, el maíz y los astros; con
estos se relacionaba especialmente el ser humano.
El obispo de Guatemala, Mons. Eduardo Fuentes, sintetiza así las
características de los indígenas: a) Profundo amor a la tierra como don de
Dios, b) Capacidad organizativa de las comunidades autóctonas; c)
Conciencia de la jerarquía como parte del alma de las comunidades indígenas;
d) Sentido festivo que se da a toda conmemoración; e) Capacidad de servicio,
especialmente de las mujeres indígenas; f) Sentido de pertenencia a un
pueblo; g) Sentido de familia y respeto a la sabiduría de los ancianos. h)
Profundidad de su religiosidad como algo fundamental para los pueblos; y, por
último, i) Orgullo de los mayores de pertenecer a una determinada etnia
utóctona[64].
Por otra parte, el Papa Juan Pablo II ha hecho varias veces referencia a
la cultura y religiones indígenas. Destacamos estas palabras: «Vuestras
culturas indígenas son riqueza de los pueblos. Medios eficaces para
trasmitir la fe, vivencias de nuestra relación con Dios, con los hombres y
con el mundo. Merecen por tanto el máximo respeto, estima, simpatía y
apoyo por parte de toda la humanidad. Estas culturas, en efecto, han dejado
monumentos impresionantes como los de los mayas, aztecas, incas y tantos
otros que aún hoy contemplamos asombrados»[65] .

3. Elementos de conexión para la evangelización

1. El valor redentor del sacrificio de Jesucristo, el liberador y redentor de


nuestras vidas.
2. El valor de la resurrección de Jesús que, resucitando con él, nos aporta
la nueva vida de resucitados.
3. El valor de la venida del Espíritu Santo, que nos ilumina en el
discernimiento de nuestros caminos; nos da vida y alienta nuestros
corazones para la alabanza.
4. El proceso de la iniciación cristiana con la recepción de los distintos
sacramentos.
5. La incorporación a la nueva familia de los hijos de Dios, la comunidad
cristiana o Iglesia, familia universal que incorpora a todos los pueblos
y naciones.
6. La celebración festiva y colorista de la Eucaristía, con las ofrendas del
pan y del vino.
7. La oración y la veneración de los santo y la comunión con ellos.
8. El valor de la oración como intercesión por los difuntos y petición de
ayuda, comenzando por la intercesión de María, la madre de Jesucristo
y de la Iglesia.
9. El valor de los ángeles que nos ayudan en nuestro caminar para realizar
la voluntad de Dios.
.
4. Brevísima relación de la destrucción de las Indias

Tomamos del profesor Carlos Díaz el siguiente texto: “Fray Bartolomé de las
Casas, en la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, del año1542,
nos dice: "Después de acabadas las guerras y muertes en ellas, todos los
hombres, quedando comúnmente los mancebos y mujeres y niños,
repartiéronlos entre sí, dando a uno treinta, a otro cuarenta, a otro ciento y
doscientos (según la gracia que cada uno alcanzaba con el tirano mayor, que
decían gobernador). Y así repartidos a cada cristiano dábanselos para que los
enseñase en las cosas de la fe católica, siendo comúnmente todos ellos idiotas
y hombres avarísimos y viciosos, haciéndoles cura de ánimas. Y la cura o
cuidado que de ellos tuvieron fue enviar los hombres a las minas a sacar oro,
que es trabajo intolerable, y las mujeres ponían en las estancias, que son
granjas, a cavar las labranzas y cultivar la tierra, trabajo para hombres muy
fuertes y recios. No daban a los unos ni a las otras de comer sino yerbas y
cosas que no tenían sustancia; secábaseles la leche de las tetas a las mujeres
paridas, e así murieron en breve todas las criaturas. Y por estar los maridos
apartados, que nunca veían a las mujeres, cesó entre ellos la generación,
murieron ellos en las minas, de trabajos y hambre, y ellas en las estancias o
granjas, de lo mismo, y así acabaron tantas y tales multitudes de gentes de
aquella isla; e así se pudiera haber acabado todas las del mundo. Decir las
cargas que les echaban de tres y cuatro arrobas, que ellos llevaban ciento y
doscientas leguas (y los mismos cristianos se hacían llevar en hamacas, que
son como redes, a cuestas de los indios), porque siempre usaron de ellos
como de bestias para cargar: tenían mataduras en los hombros y espaldas, de
las cargas, como muy matadas bestias; decir asimismo los azotes, palos,
bofetadas, puñadas, maldiciones e otros mil géneros de tormentos que en los
trabajos les daban, en verdad que ni con mucho tiempo ni papel se podría
decir" . El obispo, Bartolomé de las Casas subiendo al púlpito afirmó: "Yo
soy la voz de Cristo en el desierto de esta isla. Esta voz dice que todos estáis
en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con
estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en
tan cruel y horrible servidumbre estos indios? ¿con qué autoridad habéis
hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas
y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muerte y estragos nunca oídos,
habéis consumido? ¿cómo los tenéis tan apresas y fatigados, sin dar1es de
comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les
dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y
adquirir oro cada día? ¿qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a
su Dios y criador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y
domingos? ¿estos, no son hombres? ¿no tienen ánimas racionales? ¿no estáis
obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿esto no entendéis? ¿esto no
sentís? ¿cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos?
Tened por cierto, que en el estado en que estáis no os podéis más salvar que
los moros o turcos que crecen y no quieren la fe de Jesucristo". Finalmente, de
tal manera explicó la voz que antes había muy encarecido, que los dejó de
exasperadores, miramos por la mirada del otro, nos contagiamos
miméticamente de ella, copiamos y borramos las huellas, unos nos
isomorfizamos en unas relaciones gemelares y a la vez victimadoras de los
otros. ¡Cuán difícil es el desarraigo de los propios totemismos! En lugar de
elegir modelos que no conlleven rivalidades y sistemas de inhibición, todos
pasamos a ser víctimas estereotipadas de todos. ¿Qué tienen de
verdaderamente común y pacificado, así las cosas, los eternos discursos de
frontera contra frontera, qué comunidad existe entre países como: Puerto Rico,
Estado “libre asociado” de USA, que a cambio de su cheque gana presencia
imperial en la zona; Haití, que vive en guerra tribal permanente y donde la
política de tierra calcinada se sucede en cada des-Gobierno; Argentina, con
su pretendida grandeur, especialmente entre los porteños, incapaces de
aceptar la humillante derrota a la que les ha llevado su propio narcisismo; Los
Estados Unidos de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los otros Estados
Unidos USA, donde la violencia asfixia cualquier convivencia y el vivir se
convierte en un sobrevivir, que a su vez degenera en un vivir sobre; Paraguay,
tan modesto, sencillo, amable y eco lógico como corrupto hasta los niveles
más exasperan​tes, al caberle el dudoso honor de estar entre los cincos países
más corruptos del corruptísimo planeta; Brasil, todo un subcontinente más
africano que latino, donde los niños de la calle terminan sien​do más de la
calle que niños; Cuba, un pretendido paraíso en la tierra con formato de
dictadura, eternamente clausurado hacia dentro y penosamente dolarizado
hacia fuera, etc”[66].
VOCABULARIO

* ASHÉ: Quiere decir de energía cósmica


* AIYÉ: Casa de los Araiyé.
* ARAIYÉ: Los seres humanos, los animales, vegetales, minerales y toda
forma de naturaleza como los orishas
* BABALÚ: Espíritu de la enfermedad y de las epidemias.
* CABOCLOS: Espíritus de los indios que vivieron en las florestas del país y
que simbolizan a todos los que viven en Brasil y que, por lo tanto, todos los
brasileños pueden ser caboclos, ya sean negros, blancos, mestizos y,
obviamente, los indios.
* DILOGGUN: Método de adivinación con dieciséis caracoles que se usan
son y sirven de boca para la deidad, pues por medio de estos los orisxás
responden a las preguntas. El caracol de Elewá es el que se utiliza
corrientemente y en este caso hay cinco piezas adicionales disponibles para un
total de veintiuno. Elewá es el intérprete de las soluciones ofrecidas por las
deidades sobrenaturales a las necesidades de los mortales que acuden a un
registro con caracol. Aunque se usan los caracoles de otras deidades para
adivinar, se limita su uso a ocasiones poco frecuentes en la vida del creyente.
El procedimiento adivinatorio del caracol es muy parecido al usado en el
opele. Se usa una letanía de invocaciones para comunicar con la deidad
superior, se pide permiso al ángel de la guarda del consultado, se tira el
caracol tres veces para sacar una letra principal y dos secundarias, se usan las
cinco piezas adicionales del caracol para averiguar, por medio de
contestaciones de sí o no, si a la persona le va bien o mal, por mano de quién
lo está, qué santo le protege y qué debe hacer para que se aclare su camino.
* EBÓ: Trabajo de purificación, sacrificio o expresión de amor y gratitud para
los Orichás.
* ELEWÁ: Es el guardián de las puertas, incluso la de los muertos, y el
mensajero de Olofi y de los otros orishás. Sin él nada se puede lograr. Es la
deidad principal de la adivinación del santero. Suele ser representado por los
santos católicos de San Antonio y el Niño de Praga o de Atocha. Además, se
le representa con otra imagen: una piedra que tenga forma de cabeza y que con
frecuencia se encuentra detrás de una puerta de la casa.
* EXÚ: Conocido como elegbára, palabra que deriva de ele: dueño, señor y
agbára: poder. Es el primer nacido de la existencia, símbolo de elemento
procreado. Mensajero de los orixás, elemento de ligación entre estos y el
hombre. Posee muchas definiciones y funciones.
* LOS GUERREROS: Son Elewá (Elegua, Eleguá o Elegguá), Ogún, Ochosi y
Ozún.
* MESTRES/AS: Maestros y Maestras, que simbolizan a los hombres y
mujeres de gran poder sobrenatural que viveron en el interior del país a lo
largo de su historia colonial, imperial y republicana y que practicaban los
rituales de tipo chamánico derivados de los indios, sobre todo aquellos
relacionados con el culto de la planta jurema, con la cual se prepara una
bebida que induce a estados de trance y videncia.
* NANÁ: Abuela de los orishás. En alguna leyenda la consideran esposa de
Oxalá y madre de Omolú y Oxumaré. Misteriosa, puede vivir en los ríos y
pantanos. Relacionada con los muertos y los ancestros, sus nombres y
funciones en África varían mucho de región en región.
OBÁ: Orishá del rio Oba, fue la tercera de las esposas de Shangô. Es también
un orishá guerrera.
* OBALUAIYÉ: Rey dueño de la tierra, asociado a distintas enfermedades
contagiosas. Esta simbólicamente relacionado al mundo de los muertos y en
general a las afecciones de la piel. Sus leyendas cuentan como barre
dolencias, impurezas y males sobrenaturales.
* OBATALÁ: Representado por la Virgen de las Mercedes, es el padre de los
orishás, el patrón de la paz y la pureza.
* OCHÓSI: Relacionado a la tierra virgen, Dios de la caza, preciso, exacto.
Protector de los cazadores, también conocedor de las hierbas medicinales, ya
que pasa gran parte del tiempo con Ossain en el bosque. Es el hijo de Yemayá
representado por la imagen de San Norberto, es el patrón de los cazadores.
* OCHÚN: Hermana menor de Yemayá y la dueña del amor, del matrimonio,
del oro y de los ríos. Es la concubina favorita de Shangó. Se le representa
como la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.
* OGÚN: Dios de la guerra y el hierro. Su proyección es la de provocar la
guerra, pero también ampara la medicina. Es un orishá astuto, Dios de las
herramientas (metalúrgica, soldados, forjadores, mecánicos). Arquetipo de la
conquista de la civilización humana consolidada en la edad de hierro. Es un
hijo de Yemayá representado por la imagen de San Pedro, es el patrón de los
metales y de toda persona que trabaja.
* OPELE: Consiste de ocho pedazos de coco de tres a cinco pulgadas en
diámetro insertados en una cadena. El babalawo toma la cadena por el medio,
cuatro pedazos de cada lado, y la tira al suelo en la dirección opuesta a donde
él se encuentra. Cada mitad del opele debe caer en el suelo en posición
paralela a la otra. En total hay dieciséis formas posibles en las cuales cada
mitad puede caer. Conforme a como caen, se procede a darle la interpretación
de acuerdo a un conjunto de normas escritas y otros factores. Se tira una serie
de veces para averiguar por dónde le viene lo bueno o malo; se va
preguntando por una lista de posibilidades. Cuando se descubre la deidad que
está protegiendo a la persona, se procede a averiguar el tipo de ritual
aceptable para dicha deidad.
* ORISHÁS: Los orixás, elementos de la naturaleza por excelencia,
guardianes y fiscales de la misma; energía indispensable para toda
supervivencia. En total son cuatrocientos uno orixás que componen el panteón
africano. Es importante separar dos situaciones de los orixás para no entrar en
confusiones, la parte histórica, con sus leyendas y mitos, y lo divino.
* ORÚN: Casa de los Araoún, es decir, todos los ancestros y elementos
divinos
* ORULA: También conocido como Ifá y Orúnmila, es el patrón de los
sacerdotes, babalawos, y el principal adivino del panteón yoruba. Es
representado por el santo católico de San Francisco de Asís.
* OSSAIN: Divinidad de las plantas medicinales. Es cazador y guardián de las
hierbas medicinales que contiene el axé. Su participación en todas las
ceremonias es de gran importancia.
* OXALÁ: Padre de los orishás y viste de blanco. Creador de la tierra,
amante de la paz y la armonía.
* OXÚM: Diosa de las aguas dulces. Segunda esposa de Shangô. Coqueta,
símbolo de la gracia, la dulzura y la sensualidad femenina.
* OXUMARÉ: Simbolizado por la serpiente, se torna un elemento de
comunicación entre el cielo y la tierra. También simbolizado con el arco iris
vive en el cielo y de vez en cuando recibe autorización para tocar la tierra. Es
andrógino representa tanto la movilidad, como la permanencia. En Dahome su
nombre es Dan y en Angola Angoro.
* OYÁ: Principal esposa de Shangô. Relacionada al viento, tempestades y los
relámpagos. Su carácter es violento e imperioso. Posee un fuerte fundamento
con Obaluaiyé, Ogun y Exú. Es la reina de los muertos, dueña de la llama del
fuego y patrona del cementerio, es una de las queridas favoritas de Shangó y
esta hija de Yemayá suele ser representada por Santa Teresa y la Virgen de la
Candelaria. Se conoce en Puerto Rico como la tierra de Oyá.
* OZÚN: El orishá que siempre acompaña a Elewá, advierte a los santeros
cuando se aproxima el peligro. Su representación es la imagen de San Juan
Bautista.
* PRETOS VELHOS: O “negros viejos”, que simbolizan los negros, tanto los
que pasaron por la experiencia de la esclavitud como los que vivieron en el
país en la condición de ex-esclavos o de post-esclavos.
* SANTERÍA: Se conoce también en Cuba como la religión de Lucumí y la
Regla de Ocha, Regla de Santo, mientras que en Brasil el mismo fenómeno
lleva el nombre Candomblé. El nombre africano de la Santería es Ocha.
Literalmente el nombre santería quiere decir la adoración de santos.
* SHANGÓ: Es el dios del fuego y la justicia. Violento y justiciero, castiga a
los mentirosos. Las piedras neolíticas en forma de hachas, son consideradas
emanaciones de Shangó. Es la divinidad de la virilidad, el patrón del fuego, el
relámpago y el trueno, proporciona victoria sobre los enemigos y toda
dificultad. Se le representa a este hijo de Yemayá con la imagen de Santa
Bárbara. Cometió incesto con su madre y tenía otras tres mujeres incluyendo a
Ochún y a Oyá.
* YEMANYÁ: Madre de la vida y de los orishás, en Brasil diosa del mar y
las aguas saladas. En Nigeria diosa de un rio (Yemoja) y orishá de los Egbá.
Diosa también del encuentro entre las aguas del río y el mar. Es la patrona de
los mares y de la maternidad por ser la primera madre de la humanidad, es
madre de catorce de los más importantes orishás, incluyendo a Shangó. Suele
ser representada por la Virgen de Regla.
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Salvador Corrupio, 1997.
[1]
Se conocen como Tratados de Basilea los acuerdos de paz firmados en 1795 entre
Francia y Prusia (5 de abril) y entre Francia y España (22 de julio). Por el primero, Prusia
reconocía a la República francesa y le cedía los territorios a la izquierda del Rin. El
segundo ponía fin a la guerra iniciada en 1793, a raíz de la ejecución de Luis XVI. Francia
devolvía los territorios perdidos por España en el Norte de la Península, a cambio de la
cesión de la parte oriental de la isla de Santo Domingo. España, representada por Domingo
Iriarte y Francia, representada por el ciudadano Barthelemy, firman el convenio en la ciudad
suiza el 22 de julio de 1795, finalizando la guerra entre sus dos naciones. El Tratado
decía:"El Rey de España, por sí y sus sucesores, cede y abandona en toda propiedad a la
República Francesa toda la parte española de la isla de Santo Domingo en las Antillas. Y
agregaba: "un mes después de saberse en aquella isla la ratificación del presente Tratado, las
tropas españolas estarán prontas a evacuar las plazas, puertos y establecimientos que aquí
ocupan, para entregarlos a las tropas francesas cuando se presenten a tomar posesión de
ellas." Por último, se concedía que "los habitantes de la parte española de Santo Domingo,
que por sus intereses u otros motivos prefieran transferirse con sus bienes a las posesiones
de S. M. Católica, podrán hacerlo en el espacio de un año contando desde la fecha de este
Tratado".
[2]
Cf. MARTÍNEZ MONTIEL, L. M., Negros en América. MAPFRE, Madrid 1992.

[3]
Cf. A. SAMUEL, Las religiones en nuestro tiempo, Verbo Divino, Estella 1989, 28-30.
[4]
Cf. P. MÉRAND, La Vie Quotidienne en Afrique Noire, París 1989
[5]
Planta gramínea de origen asiático, que puede tener tallos de hasta un metro de altura.
Sus hojas son planas y puntiagudas, con flores en panojas terminales y espigas que
contienen un grano redondo, pequeño y amarillento.

[6]
Cf. G. GONZÁLEZ CALVO, Simbolismo, ritmo, esencia, Mundo Negro, Julio-Agosto
2000, 39-44.
[7]
Planta herbácea de la familia de las dioscoráceas, originaria de los países tropicales,
cuyo tubérculo, parecido a la batata ,es comestible.

[8]
Cf. P. SCHMIDT-LEUKEL, Las religiones y la comida, Ariel, Barcelona 2002, 25-27
[9]
Arte que procura aumentar la capacidad y alcance de la memoria, por medio del cual se
forma una memoria artificial.
[10]
Cf. J. M. GONZALEZ RUIZ, Los santos que nunca serán canonizados, Planeta,
Barcelona 1979, 103-105.
[11]
Cf. É. GONDINET, Juan De la Cruz, el poeta de la noche, 2000 años de Cristianismo
Nº 6, Ediciones Sedmay, Madrid 1979, 38-42
[12]
Cf. H. TÜCHLE, Nueva Historia de la Iglesia, Cristiandad, Madrid 1987, 289-290.
[13]
El Consejo Supremo y Real de Indias, Islas y Tierra Firme, fue fundado en 1511 y
reformado más tarde por Carlos V, en 1524. Estaba compuesto, básicamente por un
Presidente, un Gran Canciller, doce consejeros, el personal subalterno habitual y algunos
puestos específicos de este Consejo de Indias, como el de Cronista oficial de Indias,
Cosmógrafo y un oidor de la Casa de Contratación -que era también Superintendente de la
Recopilación de las Leyes de Indias-, con cuatro oficiales.
En cuanto a sus competencias, tenía suprema jurisdicción en todo lo relativo a mar y tierra
del Nuevo Mundo, en lo militar y lo político, en la paz y en la guerra, en lo civil y criminal;
supervisaba el funcionamiento de la Casa de Contratación de Indias, en Sevilla; proponía los
puestos de virreyes, generales de armadas y flotas, arzobispados y obispados en Indias;
entendía también en algunos pleitos de justicia.
[14]
Esta isla que se ubica al sur de la isla de Margarita y al oeste de Coche, constituyó la
primera ciudad venezolana fundada por los españoles. Este asentamiento llamado
originalmente Nueva Cádiz, fue destruido por un maremoto en 1541.Los colonizadores se
instalaron en la zona para poner en marcha un centro de explotación perlera, el cual se
convirtió en su momento en el primero en importancia de América del Sur.
[15]
OTTE, E., Las perlas del Caribe: Nueva Cádiz de Cubagua. Caracas: Fundación John
Boulton, 1977, 25

[16]
Cf. J. H. ELLIOTT, Europa/América. Relaciones entre los pueblos, El País, Madrid
1992
[17]
Cf. B. DE LAS CASAS, Obras Completas, Fundación Bartolomñé de Las Casas-Alianza
Editorial, Madrid 1992
[18]
Catecismo de la Iglesia Católica, Nº 2115
[19]
CONCILIO VATICANO II, Lumen Pentium, 51
[20]
Ibid., 49
[21]
Ibid., 50
[22]
Cf. A. A. V. V., La América precolombina, en Los grandes Imperios y Civilizaciones,
Madrid 1985, 10-17.
[23]Teotihuacan, también llamada “Ciudad de los dioses”’, está situada al noreste del valle de
México, fue uno de los centros ceremoniales más importantes de la época. Esta ciudad fue
durante algunos siglos la metrópoli religiosa de Mesoamérica. Es asombroso el adelanto
urbanístico que se observa: Los ríos estaban perfectamente acanalados, así como las calles
avenidas trazadas en ángulo recto y respetando a orientación inicial dada por la pirámide del
sol, cuya fachada principal mira exactamente hacia el oeste el día en que el sol pasa por el
cenit en esta ciudad.
[24]
Farmacopea: Libro en que se expresan las substancias medicinales que se usan más
comúnmente
[25]
Fray Bartolomé de las Casas en su libro Historia General de las Indias relata que en el
año de 1508 quedaban unos 60.000 taínos en isla de La Española. Para 1531 la explotación
y las enfermedades habían reducido el número a 600.
[26]
Casabe: Pez del mar de las Antillas, que tiene un palmo de largo y forma media luna; es
de color amarillento y no tiene escamas.
[27]
El Popol Vuh, Las antiguas Historias del Quiché, es el libro sagrado de los indios
quichés que habitaban en la zona de Guatemala. Se explicaba en él el origen del mundo y de
los indios mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos. Se puede señalar
que hay allí una conjunción de religión, mitología, historia, costumbres y leyendas. Es
esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones mayas de quienes habitaban la
región guatemalteca; pero también aparecen agregadas algunas ideas cristianas, lo que hace
suponer que el autor conocía a misioneros católicos. No se conoce el nombre del autor
pero por datos sacados del contenido de la obra, se supone que ha sido escrito hacia 1544.
Fue escrito originalmente en piel de venado, posteriormente trascripto en 1542 al latín por
Fray Alonso del Portillo de Noreña. La versión española fue realizada sobre este último
texto en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico Francisco Ximénez que se había
establecido en Santo Tomás Chichicastenango. Y "Popol Vuh" lo llamó un estudioso de
temas americanistas, que en el siglo XIX lo tradujo al francés, Charles Etienne Brasseur de
Bourbourg.

[28]
Cf. J. W. FEWKES, Arte y Mitología de los indios tainos de las Antillas Mayores,
Ediciones Cemi, San Juan 1979 (Puerto Rico)
[29]
Cf. C. DÍAZ, Didáctica de las grandes religiones de Occidente, Madrid 2002, 137-
140
[30]
Pueblo de raza siberiana, que habita desde Yenisei hasta el Pacífico y por el norte de
China
[31]
Cf. M. ELIADE -. I. P. COULIANO, Diccionario de las religiones, Círculo de Lectores,
Barcelona 1997

[32]
Enteógeno: neologismo acuñado en el año 1979 por parte de un equipo de
investigadores para referirse a aquellas substancias, prácticamente siempre de origen
vegetal, de consumo habitual entre los pueblos primitivos antiguos y contemporáneos, y que
son utilizadas para ponerse en contacto experiencial con sus divinidades, sea cual fuere la
ideación cultural de este término. Llamar "alucinógenos", como suele hacerse, a estas
substancias elimina todo el sentido sacro que tiene tal uso. Durante toda la historia de la
humanidad se ha consumido enteógenos con una actitud de profundo respeto y con la
finalidad de autoinducirse estados de éxtasis que permitieran al ser humano el contacto con
aquello que de profundo, tenemos, es decir lo que se condensa en la categoría arquetípica
de "divinidad". Enteógeno es un término que proviene de la raíz griega theos con un prefijo
que viene a significar "dios dentro de mí" y es, desde todos los puntos de vista, un concepto
más adecuado para referirse a estas substancias que cualquier otro de los términos
propuestos hasta ahora (psicodélicos, psicotomiméticos, psiquodélicos, psicodislépticos o
alucinógenos).
[33]
Cf. I. ZABALETA, Sincretismo religioso, o. c., 104-115
[34]
Cf. I. ZABALETA, Sincretismo religioso, o. c., 152-157
[35]
Cf. C. BISHOP, Sexo y Espíritu, Círculo de Lectores, Barcelona 1996
[36]
Cf. J. L. BARCELÓ, Magia negra en el siglo XX, Editorial Planeta, Barcelona 1976
[37]
Cf. M. CARNEVACCI, Sincretismos, Studio Nobel, São Paulo 1996
[38]
Cf. R., BASTIDE, As religiões africanas no Brasil, Pioneira, São Paulo 1960
[39]
Cf. J. L. CORTÉS LÓPEZ, Pueblos y culturas de África, Editorial Mundo Negro,
Madrid 2001
[40]
S. FIGUEIREDO FERRETI, Repensando o sincretismo,: EDUSP, São Paulo 1995

[41]
Cf. R. LAURA SEGATO, Estado y Sociedad en el Brasil a la luz de un discurso
religioso afro-brasileiro, Anuario Antropologico/132. Brasilia/Rio de Janeiro,
Ed.UnB/Tempo Brasileiro, 1992

[42]
Cf. D. T. MOORE, La Santeria, Una religión de adivinación, Magia y Sacrificio de
animales, Junta de Misiones Norteamericanas de la Convención Bautista del Sur,
Alpharetta, Georgia, 2001

[43]
R. SEGATO, The Gender Factor in the Yoruba Transnational Religious World,
Conferencia Internacional de Académicos de las Ciencias Sociales en Estudios de Religión,
Houston (Texas) 2000

[44]
Cf. A. FRIGERIO, Umbanda, Journal Afro Umbandista, vol. 11,Buenos Aires
(Argentina) 2001

[45]
Cf. A. CECILIA FERNÁNDEZ, Las Religiones Afrobrasileñas como Cultos de
Liberación, Sociedad y Religión en el tercer milenio, Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad de Buenos Aires 2000
[46] L. C. SFORZA, Ciencia y Tecnología, La Vanguardia, Barcelona, 22-5-1993.
[a. Así, las diferencias de los individuos se deben en parte a los genes y en
parte al ambiente en que desarrollan su vida, la cultura y las condiciones
socioeconómicas. El ser humano se desarrolló en climas calurosos y mucho
después, 30.000 0 40.000 años, fue a otras tierras. En ellas cambió, tuvo que
adaptarse al frío. La adaptación al clima es lo que ha determinado las
diferencias que hoy vemos entre las distintas personas. Nos estamos
refiriendo, naturalmente, no al ser humano de hace millones de años, sino al
más parecido a nosotros, al que solemos llamar ].
[47]
Cf. J. G. FRACER, La rama dorada, Magia y Religión, México 1981.

[48]
Cf. E. DURKHEIM, Las formas elementales de la vida religiosa, Buenos Aires 1968
[49]
Cf. A. SAMUEL, Las religiones en nuestro tiempo, o. c. 25-26.
[50]
Cf. I. ZABALETA, Sincretismo religioso, o. c., 104-115.
[51]
Cf. M. GONZÁLEZ-WIPPLER, The Santeria Experience, Llewellyn Publications, St
Paul, Minnesota 1992.
[52]
1 Cr 8, 4-6; 10, 19-20
[53]
Heb 1,1-14; Jn1,18.
[54]
1 Ti 4,1
[55] Ro 12,1-2
[56] 1 Pe 2,18-25
[57]
Lev 20,6; Ex 22,18; Dt 18,10-12; 2 Rey 23,24; Hch 19,19; 1 Jn 5,21; Apoc 22,15
[58]
Ex 23,15; Dt 16,16
[59]
Ex 24,9-11
[60]
He 10,4
[61]
He 9,16-28
[62]
Lc 16,20-31
[63]
2 Cor 5,1-10
[64]
F. SAMPEDRO NIETO, Religiones Americanas, en J. GARCÍA HERNANDO,
Pluralismo religioso en España III, Madrid 1997
[65]
Discurso del Papa Juan Pablo II a los indígenas de Guatemala, 6 de marzo de 1983.
[66]
C. DÍAZ, El don de la razón cordial, Editorial Clie, Viladecavalls (Barcelona) 2007,
63-65

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