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Religió n Umbanda:
La problemá tica de los
prejuicios en Pablo Podestà .
sino supersticiones.
Galeano Eduardo
3
Índice
Introducció n………………………………………..……..…4
1. Religió n………………………………………….……..……7
2. Umbanda…………………………………………..……..12
3. Prejuicio..………………………………….……….……..18
Conclusió n……………………………………………...…..24
Bibliografía………………………………….....................27
4
INTRODUCCION
La religió n umbanda es una de las religiones “nuevas” que cuenta con una difusió n en
ascenso notable hace décadas en la Argentina y los países sudamericanos. Sin
embargo para la mayoría de los ciudadanos los rituales, dioses o la visió n del mundo
que componen a esta religió n son escasos o se encuentran repletos de prejuicios que
se van heredando y motivan aú n má s la ignorancia sobre la cosmovisió n umbanda .
El siguiente trabajo tiene como objetivo dar a conocer las dificultades sociales que
giran en torno a los prejuicios que enfrentan los fieles de esta creencia en Pablo
Podestá , barrio ubicado en la zona Oeste del conurbano bonaerense.
Esta religió n surge en el Brasil de fines del Siglo XIX y principios del XX en los añ os
posteriores a la abolició n de la esclavitud en este país. Fundada por
afrodescendientes procedentes principalmente del Congo, Angola y Mozambique, este
culto nació para representar a la gran masa de ex esclavos que la religió n cristiana no
pudo asimilar durante la colonizació n a pesar de intentar monopolizar el
pensamiento religioso y erradicar religiones “minoritarias”. Hoy en día se encuentra
bastante instalada por todo el país brasileñ o y es mucho má s visible en la sociedad
como en la cultura, pero en un país como la Argentina sus tradiciones y ritualidades
está n rodeadas de una mirada social llena de prejuicios, cualquiera que no
pertenezca a lo socialmente aceptado y al mundo religiocentrista al que se pertenece
son observados con desconfianza y la apreciació n que se hace de ellos se encuentra
cristalizada y atravesada por los juicios de valores que terminan cayendo en
prejuicios.
como en sus prá cticas, el ethos1, convierte a la religió n o a esta cosmovisió n en algo
intelectualmente razonable, al presentá rsela como una imagen de cosas
peculiarmente bien dispuestas para acomodarse a tal estilo de vida. Esta visió n es la
que presta apoyo a las creencias sobre el mundo para invocar sentimientos morales y
estéticos profundamente sentidos como experimentada evidencia de su verdad. Los
símbolos religiosos funcionan entonces como una congruencia entre un determinado
estilo de vida y una metafísica específica, y así cada una se sostiene con la autoridad
tomada de la otra. Este Ethos va a definir la importancia o el rol que obtendrá n cultos
y religiones ajenas a este. Que, normalmente en nuestra tradició n occidental y
cristiana termina en prejuicio.
El prejuicio por otro lado es tambien un conjunto de opioniones que es aceptada
acrítica y pasivamente por la tradició n, por costumbre o por una autoridad. Esto
desencadena en aceptar enunciados sin problematizació n de por medio o sin
cuestionamiento, lo que resulta bastante peligroso para la vida en comunidad. Los
prejuicios al repetirse y reproducirse en la sociedad, son un problema cultural ligado
en muchos casos a la religió n. Geertz también planteara la dificultad que tiene el ser
humano para exteriorizarse de sus propias creencias y modos de vida a la hora de
observar y sacar conclusiones de culturas o tradiciones distintas a la suya, cayendo
siempre en conclusiones prejuiciosas pertenecientes a su cosmovisió n.
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El Ethos es la forma común de vida o de comportamiento que adopta un grupo de individuos que
pertenecen a una misma sociedad.
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1. RELIGION
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Religió n es una palabra que puede parecer de una comprensió n casi intuitiva, se
podría dar a entender que su significado resulta obvio para cualquier persona. Sin
embargo, existen colectivos de humanos que desconocen este concepto, que no
pueden diferenciar entre lo que nosotros definiríamos como comportamientos o
creencias religiosas y otros comportamientos o creencias que no lo sean.
En algunas sociedades los comportamientos econó micos, políticos y religiosos está n
tan imbricados que resultan inseparables. Lo que se podría identificar dentro de
nuestra sociedad como sagrado o profano no resulta oportuno en otras culturas y
exige, aunque sea, el cuestionarnos nuestro pensamiento sobre la separació n que
creemos obvia debería haber en la economía, la religió n o la política.
Definirla es en sí, difícil, lo que se entiende por religió n está ligado a la posició n del
“nosotros” con la identidad, que se enseñ a y se construye socialmente en una cultura
predeterminada. Tendemos a definir la religió n segú n las pautas que nos marca
nuestra cultura, la que aprendimos y en la que vivimos, por muy globalizado y abierto
que sea el contexto en el que nos movamos.
Entonces podemos definir como dice Geertz Cliford que religió n es “1) Un sistema de
símbolos que obra para 2) establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados
anímicos y motivaciones en los hombres 3) formulando concepciones de un orden
general de existencia y 4) revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad
tal que 5) los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único. Geertz,
Cliford. (2008) Pá g.89
también engañ a. Definir la religió n resultaría por tanto muy fá cil si lo hiciéramos de
un modo religió n-centro, centrando el foco desde nuestra propia herencia, el
monoteísmo, con un Dios creador por medio del cual todo se explica.
Pero la exigencia no religiocéntrica nos obliga a buscar una definició n que sea capaz
de reflejar, por ejemplo, la multiplicidad de divinidades que caracteriza a muchas
formas del hinduismo o a buen nú mero de religiones étnicas, pero sin optar por el
fá cil recurso de pensar que todas se resumen en una sola, compender las religiones
que convierten en divinidades hasta las má s mínimas manifestaciones de lo natural o
de lo social como ocurre en el sintoísmo2, sin reducir estas presencias sobrenaturales
a espejismos o desvaríos de la fe popular. Requiere también que seamos sensibles a la
presencia de divinidades que antes fueron seres humanos o que reflejan conceptos
funcionales (el primer y divino agricultor, por ejemplo), como ocurre en el
confucianismo3, sin enjuiciarlas como patrañ as imaginarias, o lo que resulta aú n má s
difícil, afrontar el complejo reto de la inexistencia o el desinterés por Dios o los
Dioses, que define el punto de vista de algunas escuelas del budismo o del jainismo,
sin intentar retorcer la documentació n hasta que consigamos que refleje algo má s
aceptable que la paradoja de unas religiones ateas. Hay que intentar soslayar la
tentació n de llegar a pensar de ellas que no son verdaderas religiones, o que no lo son
en la misma medida que aquellas que conforman “nuestras” creencias o
caracterizaban las de nuestros antepasados, como si fueran religiones de segunda,
que se explican desde la mayor perfecció n de las nuestras. Hay, ademá s, una cierta
tendencia del pensamiento, muy comú n, que podríamos denominar de manera
evolucionista, que plantea
otro de los escollos para alcanzar una definició n coherente, segú n los criterios que
estamos planteando, de lo que sería religió n. Consiste en enjuiciar nuestra sociedad y
sus productos culturales como la acabada perfecció n, ante la que las demá s son
aproximaciones que todavía no han llegado a su meta. Perfecció n moderna, que
también tiende a ordenar las religiones de má s a menos evolucionadas, que tiende a
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Religión animista muy antigua de origen japonés sin escrituras ni dogmas pero con una rica mitología y con
unas prácticas religiosas muy arraigadas. El sintoísmo (神道 Shintō), a veces llamado shintoísmo. El término
Shinto significa "camino de los dioses" Es considerada la religión originaria de Japón,3 un culto popular que
puede describirse como una forma sofisticada de animismo naturalista con veneración a los antepasados,
profundamente identificada con la cultura japonesa.
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Sistema filosófico y religioso que tuvo su origen en las ideas de Confucio (China, siglo V antes de Cristo);
propugna la reflexión y el esfuerzo personal para aprender a conocer el principio armónico y divino que rige
el universo y así llegar a la compasión que induce a socorrer a los semejantes y a la equidad que conduce al
respeto de los bienes ajenos y de la posición social de cada cual.
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2. UMBANDA
El caos
El ser humano puede adaptarse a cualquier cosa que su mente pueda afrontar, pero
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Los desafíos que tienen que afrontar toda religió n por má s “primitivas” que sean
está n relacionadas a dar respuestas para que la vida sea comprensible y que podamos
orientarnos efectivamente en ella. Por lo tanto se considera a las creencias religiosas
de la gente como intentos de meter experiencias o hechos anó malos como la muerte,
los sueñ os, las fugas mentales, los truenos, los volcanes, las desgracias o situaciones
que inviten a una construcció n ética o moral conceptos como infidelidad, incesto o
poligamia. El hombre, sin estas respuestas se pone ansioso. Los hombres son
incapaces de dejar problemas sin resolver, incó gnitas, van a buscar siempre
respuestas por mas fantasiosas que estas sean.
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El término bantú se refiere a cualquier individuo perteneciente a los más de 400 grupos étnicos de pueblos
melanoafricanos, que hablan lenguas bantúes, y que viven al sur de una línea que va desde Duala hasta la
desembocadura del Yuba. No comprenden un tipo racial ni una cultura uniformes
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La religió n Yoruba (de todo el mosaico religioso que funda la religió n umbanda), es la
má s predominante. De ella viene su deidad má s reconocida el “Orixa Sango” Rey de
los Orixa e hijos de Oludumare, quien es un dios ú nico omnipotente y creador del
todo, es la manifestació n natural y espiritual de todo lo que existe. Todos los Orixas
tienen representaciones artísticas y se hacen ofrendas y bailes para comunicarse con
ellos. Pero la deidad má xima, Oludumare, no tiene altar, emblemas ni retratos que lo
representen. Esta representació n de Oludumare ayudo al sincretismo con el
cristianismo, ya que el Dios cristiano tampoco tiene una figura o un rostro.
El sincretismo que se ve actualmente de los santos cató licos que representan a los
orixas se debe a que es una manera de establecer un punto de referencia a los fieles
cató licos que buscasen los servicios de la religió n umbanda y no ser perseguidos por
el Estado Brasilero.
Dentro de la religió n umbanda el culto es de "posesió n", pues en los ceremoniales sus
adeptos son incorporados o poseídos por orishas (espíritus sobrenaturales), caboclos,
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pretos velhos, exús y otras entidades propias del culto. Esas corporizaciones se ponen
en evidencia en los estados de trance en que caen los médiums durante los ritos. Para
comprender este culto se requiere tener algunos conceptos que sirvan de guía.
a) Macumba
Con este término se designa las formas brasileñ as de vudú y santería, o el culto a
deidades africanas a través de la magia y la posesió n del espíritu. Estrictamente
hablando no hay una religió n "macumba". La palabra se refiere a las dos principales
formas de culto en Brasil: Candomblé y umbanda. El macumba refiere de manera
despectiva alguna veces a la magia negra, pero este culto es denominado actualmente
Quimbanda. Castillo, Paula. (2005) Pà g.160.
b) Candomblé
Los dioses predominantes en el candomblé son el Iemanjá , Xango y Oggú n. Las figuras
de los santos cató licos representan lo que se denomina orishas, incluso Jesú s, también
denominado Oxalá ..
El primer centro candomblé fue organizado en 1880, en la ciudad de Salvador, Brasil,
capital del estado de Bahía, por tres esclavas africanas. Estas mujeres tomaron las
tareas que antes realizaban sacerdotes hombres, pues éstos debían ir a trabajar a los
campos. Las tres sacerdotisas llamadas "las madres de los santos", entrenaron a otras
mujeres denominadas "hijas de los santos", para proseguir con sus tareas, dejando a
los hombres fuera de escena. Hasta el presente los hombres cumplen en el candomblé
tareas má s de tipo político que espiritual Castillo, Paula. (2005) Pà g.162.
Las ceremonias de candomblé incluyen invocaciones a los dioses, plegarias, ofrendas
y posesiones por parte de los orishas (dioses).. Cuanto má s fuerte sea el orisha (por
ejemplo, dioses como Xango u Ogun) má s violenta e intensa es la posesió n. Una de las
mayores celebraciones, la del Iemanjá ("diosa de las aguas"), tiene lugar cada primero
de enero en las playas, extendiéndose por todo el Brasil. La ceremonia del Iemanjá es
un tanto informal e incluye personas que se adentran en el mar en el crepú sculo.
c) Umbanda
No encontramos umbanda hasta 1904, teniendo su origen en el hinduismo y budismo,
agregado a creencias de origen africano. La idea bá sica es que la comunicació n con
espíritus no es solo posible sino también necesaria para la cura espiritual. La
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Los umbandistas creen que la cura del cuerpo físico no puede ser alcanzada sin curar
el espíritu abriendo la entrada a la guía de un espíritu por medio del trance. Los
espíritus entran al cuerpo por la cabeza de la persona y perciben el cuerpo físico a
través del denominado "tercer ojo" ubicado en el centro de la frente.
Los espíritus nunca mueren viajan en eterno viaje a otros mundos y algunas veces
reencarnan en otro cuerpo físico. Cada vez que el médium reciba una guía espiritual,
la mente del médium y la del espíritu es llevada a otros planos de la conciencia.
El concepto del mal es relativo: Los espíritus dedicados al mal son imperfectos, en
estado de aprendizaje, que luego de superar su ignorancia terminará n fundiéndose
con la divinidad y así alcanzará n la perfecció n.
Este desarrollo, con un avance a partir de las zonas fronterizas, es muchas veces
identificado con la acentuació n de los problemas socio-econó micos en la regió n,
desde comienzos de la década de 1970 En el libro Creencias y religiones de Nestor Da
Costa y Pablo Mieres (con el auspicio del Centro Latinoamericano de Economía
Humana), se indica que los valores sociales que má s se aprecian son "la Protecció n a
los niñ os y ancianos, hacer el bien, ayudar a los desvalidos y necesitados en general".
Parten de una visió n de respeto por todas las religiones; no pretenden influir en la
sexualidad ni en la esfera de lo político. Da Costa, Néstor. (1996) Pà g.116.
El mundo del culto afrobrasileñ o es visto, algunas veces, con una cierta desconfianza
o ansiedad entre los no adeptos llenando de prejuicios en el imaginario comú n de las
personas; otras veces se trata de reducirlo a lo folcló rico ("la fiesta del Iemanja" del
gran Buenos Aires o del barrio del Parque Rodó , en Montevideo). Esta misma
percepció n es compartida por la prensa o por ciertos sectores de la Iglesia, que no ven
el desarrollo de este culto con agrado.
También tuvo mucho que ver en su expansió n la pluralizació n del espacio Religioso
que lleva a la aparició n de cultos no tradicionales en la regió n. Han quedado expuesta
nuevas formas de pertenencia y de vivencia religiosa. Ahora la construcció n del
itinerario creyente recae má s en las personas y está menos regimentado por las
instituciones.. La ampliació n del abanico religioso se vislumbra con la "instalación en
el espacio público de nuevas manifestaciones como los pentecostales, pero también de
experiencias de otros orígenes culturales, persas e hindúes, así como la religiosidad
afrobrasileña". Da Costa, Néstor (2005). Pá g.350
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3. PREJUICIO
Prejuicio
Los prejuicios suelen ser una opinió n erró nea, pero no toda opinió n erró nea puede
ser considerada un prejuicio. Los errores comunes, como puede ser, hacer mal un
ejercicio matemá tico o creer en un dato erró neo que nos brindó alguien de buena fe,
pueden ser corregidos mediante el uso de la razó n, la experiencia y el estudio. En
cambio, el prejuicio a veces parece ser-muchas veces- no corregible, ya que es un
error má s tenaz, que socialmente puede ser muy peligroso.
Norberto Bobbio un filó sofo e historiador italiano que en sus obras trata temas
como el prejuicio y la discriminació n, en su trabajo “Naturaleza del Prejuicio” define
el concepto de prejuicio como al conjunto de opiniones que es aceptada acrítica y
pasivamente por la tradició n, por la costumbre o por una autoridad cuyo dictamen se
acepta sin discutirlo. Esta aceptació n en la sociedad sin verificació n, por inercia y
muchas veces por miedo a lo desconocido la aceptamos con tanta fuerza que resiste a
toda refutació n racional. Bobbio, Norberto. (1997). Pá g.185.
Ademá s en su obra se pregunta ¿Por qué el prejuicio tiene tanta fuerza como para
resistir má s que cualquier otro error a la refutació n racional? La respuesta que va dar
a esta incó gnita tiene que ver muchas veces con las propias creencias y esquema
religioso-moral de las personas “la fuerza del prejuicio depende generalmente del
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hecho de que creer como verdadera que una opinión falsa corresponde a mis deseos,
estimula mis pasiones, sirve a mis intereses”. Bobbio, Norberto. (1997). Pá g.185.
Cuando el prejuicio, ese razonamiento erró neo que tenemos o aquellos preconceptos
concebidos por nuestra propia visió n del mundo quiere demostrarnos algo distinto a
lo que pensamos o cambiar nuestro esquema de pensamiento se activa otro concepto
importante de la obra de Bobbio la “prevenció n” el sujeto prejuicioso esta
favorablemente predispuesto o prevenido para aceptar al prejuicio. Por este motivo
es que el prejuicio, como opinió n erró nea, firmemente creída como verdadera, se
distingue de las otras formas de error, ya que su prevenció n funciona como un muro
que impide llegar a la verdad razonablemente
Todos los humanos al toparse con otro individuo, un ser distinto así mismo hacen un
proceso de distinció n y reconocen al otro como diferente, ¿en qué momento es que se
cruza la línea para discriminar o tener un prejuicio del otro individuo? Ya que de la
constatació n de que los individuos son diferentes no se deduce todavía un juicio
discriminatorio. Para que esto se produzca se necesita un juicio ulterior, que unos se
consideren buenos y otros malos, otros civilizados y los otros barbaros o salvajes, uno
superior y otro inferior (en lo referido en dotes intelectuales, actitudes morales etc..)
Este juicio ya introduce algo categó rico que no es factico,
sino valorativo, que como todos los juicios de valor son relativos. Solamente de una
diferenciació n visible, superficial, pero tan visible que no puede negarse.
Exponiendo prejuicios
Para observar como se activan y funcionan los prejuicios establecidos por los vecinos
de Pablo Podestá sobre algunas cuestiones particulares que tienen relació n con la
cosmovisió n de la religió n umbanda se tendrá n en cuenta diferentes tó picos que se
les acerco a estos vecinos, tanto los que practican la religió n cristiana, vecinos del
templo Umbanda, como los mismos creyentes y fieles que asisten y forman parte del
templo con el objetivo de ver có mo es que se ejecutan la cosmovisió n de cada uno y
en qué punto los prejuicios aflorecen.
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1. Umbanda
“Los umbandas son adoradores del diablo”5 expresa una vecina, asegura que los
templos son sectas donde los aduladores de satá n se ponen en contacto con los
espíritus, má s específicamente los demonios. Que, mediante sus bailes y ritos invocan
al diablo. También nos confiesa que cada vez que escucha los tambores “me pongo a
rezar por esas almas”.
Retomando lo expuesto en el capítulo se puede examinar que la visió n de la religió n
en confortamiento con otra religió n de Geertz produce su manifestació n aquí. Las
respuestas que brinda la vecina encuentran su base en la doctrina de su religió n, esto
se deja ver de manera má s clara cuando se le pregunta si escucharía la visió n del
mundo de alguien que practica este fé, su respuesta es un no rotundo, ya que es ella la
que tiene que hablar y “hacerles llegar la palabra del señor”6. Como vimos en Bobbio,
las propias creencias religiosas y esquemas morales que las componen anulan la
capacidad de la persona de permitirse conocer, ya que el prejuicio es lo primero que
aparece. Está cerrada en sí, en su teoría. Ya que las respuestas que da al mundo
umbanda son en base a conceptos de “Espíritus” y “diablo”, respuesta que da el
cristianismo a “el mal” o el componente de lo malo.
“Una ya se acostumbra a estos comentarios”7 menciona otra vecina esta vez es una
vecina practicante de la religió n umbanda y dueñ a del templo, de acuerdo a las
declaraciones anteriores. Revela que sí bien la religió n está basada en el secretismo
al ser una religió n que fue perseguida por el Estado brasileñ o en un principio. Las
puertas está n abiertas a todos y todas, asegura firmemente que el intercambio con
otras religiones tiene que ser rico, que estas se nutran mutuamente y no para saber
cuá l postura es verdadera. “Dios es el mismo para todos, es único y universal 8”
Con la visió n que en este caso nos brinda Fabiana sobre el prejuicio cristiano y su
concepció n abierta hacia las demá s religiones deja entrever una raíz bahaista9 sobre
Dios.
Este prejuicio sobre lo satá nico se puede identificar desde el siglo XVIII, durante la
revolució n de Haití. En la cual los esclavos se levantaron en armas por la noche para
independizar el país, realizando previo a la revolució n, sus bailes y rituales
ancestrales. La visió n cristiana de ese momento tanto de la iglesia como de los dueñ os
de las plantaciones fue que invocaron al diablo y eso ayudo a los salvajes a crear el
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Mabel 2019
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Mabel 2019
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Fabiana 2019
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Fabiana 2019
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El bahaísmo, conocido como fe bahá'í entre sus seguidores, es una religión monoteísta cuyos fieles siguen
las enseñanzas de Bahá'u'lláh, su profeta y fundador, a quien consideran la Manifestación de Dios para la
época actual. Dios es el mismo, en todas las religiones, solamente se manifiesta de manera particular en
cada cultura atendiendo a sus particularidades para hacer llegar la palabra de Dios.
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En cuanto a si los prejuicios impiden que sus ritualesy símbolos los manifiesten
libremente o durante la luz del día la respuesta es un contundente sí. “Tenemos que,
por nuestra seguridad11”. El ú nico hijo de Fabiana de 10 añ os desde que tiene 4
practica la religió n y es consciente del peligro que generaría confesarle a los demá s
amigos o compañ eros sus prá cticas. ¿Esto es motivo para que el niñ o no pueda
sincerarse o crear un círculo de confianza profundo con sus amigos? La repuesta de la
madre, con un poco de resignació n y angustia asiente, ya que de niñ a le paso
exactamente lo mismo, por eso odiaba la religió n, pero al crecer fue aceptá ndolo y
hoy lo maneja de una forma natural “lo natural” dentro del secretismo, ya que solo lo
sabe su marido y su familia practicante, del resto de su círculo social, nadie lo sabe.
2. Sacrificios Animales
“Si rompen mucho, yo les llamo a la policía”12. Otra vecina que vive a 2 casas del
templo relata con entusiasmo su accionar al escuchar en exceso los tambores por las
noches. Respecto al sacrificio de los animales exclama “¡ay por amor a Cristo Que
horror!”13 Manifiesta un gran rechazo a esta prá ctica, asegura haber visto infinidad de
veces gallinas tiradas con pochoclos por la cuadra (testimonio que es contrario al de
otros vecino que dicen que nunca vieron nada má s allá del ruido de los tambores. Al
preguntarle sobre como es el rito y con qué motivo lo hacen solo repite
reiteradamente y esquivando la pregunta que no puede existir tanta maldad en el
mundo, que es obra del diablo. Ante una pregunta que busca una respuesta
esclarecedora vemos nuevamente como se esquiva la posibilidad de comprender al
otro de forma racional cayendo en el prejuicio. A otra vecina que es creyente pero no
practicante se le realizo la misma pregunta a la cual contesta de forma sincera que
cree que el sacrificio animal lo utilizan como ofrenda a su dios o dioses “no lo
comparto, pero cada cual sus creencias”14
En este punto surge la pregunta , ¿Cuá nto tiene que ver la formació n académica o el
estar abierto a otras lecturas para deshacerse de los prejuicios? O si ¿realmente es un
factor importante? No parece menor que en el primer caso las primeras dos vecinas
no hayan asistido a la secundaria, su libro má s “académico” y herramienta formadora
de vida es la biblia. En cambio la ú ltima vecina, estudiante de Sociología en su carrera
y formació n pudo haber contado con un abanico de material intelectual o académico
que haya vuelto su mirada má s abierta, ya que confiesa “estudiar me hizo ser más
comprensiva y más crítica”15 motivo por el cual dejo de ir a la iglesia hace unos añ os,
10
Martinez Peria, J.M. Libertad o Muerte. Historia de la revolución haitiana. 2012. Bs As. Argentina.
Ediciones del CCC
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Susana 2019
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Susana 2019
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Ayelén 2019
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A los sobre el sacrificio animal los umbanda explican que existe un abanico de
religiones o mejor dicho, ramas distintas de esta doctrina, una de ellas usa la magia
negra, pero ellos usan los sacrificios en “los casos más extremos”16 solo se utilizan para
liberar una magia negra que la persona cargue en su vida. También explican que los
animales son criados por ellos desde pequeñ os. Tienen gallinas que está n bien
cuidadas que nacen y mueren libres, que seguramente a diferencia de las vecinas
“donde nosotros vemos gallinas ellas ven una pata muslo en la pollería” 17 exponiendo la
deshumanizació n del mercado frente a los animales recordando que ellos practican
rituales ancestrales y que los animales siempre fueron fuente de alimentos para los
humanos pero no al nivel productivo e insano de hoy asegurando que les brindan una
vida digna, y los respetan hasta su muerte, tanto por que los alimentan, como por que
su sacrificio liberara a las personas de los “trabajos”18 oscuros.
Esta prá ctica también la realizan por la noche, si bien nos comentan que es porque la
noche es donde má s las energías fluyen son conscientes de que es una prá ctica
estigmatizada por una sociedad que consideran hipó crita y corrompida.
3. El Bien y El Mal
En este punto el tó pico fue má s bien la concepció n de ambas religiones sobre el bien y
el mal. Una de las tendencias má s antiguas en las religiones dispersas por el mundo.
“Todo lo que Dios creo es bueno. La creación es buena porque la fuente es buena”19
Para esta visió n Dios no creo el mal, así como la oscuridad no existe, sino que es la
falta de luz, para ellos el mal en sí, es simplemente la ausencia de dios. La privació n o
distorsió n del bien. Dios no creo el mal, sino la libertad en el ser humano de hacer el
bien o el mal. El mal es real, pero no tiene esencia en sí mismo.
¿Qué exista el mal podría ser una evidencia de la no existencia de Dios? La respuesta
que brindan es que tanto el bien como el mal son valores absolutos en sentido de que
al existir el valor absoluto, prueba la existencia de Dios ya que él es bueno, él es el
bien. Es el humano quien en su libertad elije uno de los dos caminos. “Dios existe
donde existen las bunas acciones” concluye una vecina20
El sentido del bien y el mal para los umbanda como vimos anteriormente es relativo.
El mal es una instancia de aprendizaje, alguien que todavía no llego a iluminarse. Uno
al aprender, aprende que el dañ o a los demá s es egoísta, previo a eso, vive en la
ignorancia. Cuando uno se vuelve consciente de las acciones positivas como velar por
el cuidado de los otros, de la naturaleza, de los ancestros sin realizar acciones
peligrosas para otros se llega al aprendizaje.
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Fabiana 2019
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Fabiana 2019
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En la religión umbanda un “Trabajo” es lo que conocemos como “magia negra” un hechizo o magia con
intención de lastimar de manera emocional o laboral a la otra persona y su círculo intimo
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Genesis 1
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María 2019
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Fabiana, una de las personas que se encarga del templo nos confiesa que ella ante
religiones desconocidas también fue prejuiciosa. Como se mencionó anteriormente su
hijo que en la actualidad tiene diez añ os practica la religió n desde los cuatro añ os. Su
hijo había visto la película de Disney “Coco” que trata sobre el culto a los muertos y
San La Muerte en México, el niñ o, fascinado con este film le suplico a su madre
invocar al espíritu de su abuelo que había muerto recientemente. “Me asuste por
completo y me sentí prejuiciosa”21 exclamo, ya que al desconocer los funcionamientos
de la doctrina religiosa mexica y sus creencias no quiso atender los pedidos de su
hijo. Aunque má s que prejuicios en este caso podría ser prevenció n y respeto hacia la
alteridad. Se puede hablar de prevenció n, por no conocer el funcionamiento de la
invocació n de espíritus de la religió n mexica y evitar cualquier reacció n inesperada.
Estas entrevistas desde ambas veredas revelan una mirada má s amplia de lo que
significa la religió n en la vida de uno y lo que significa la religió n en la vida del otro.
Al comprender las dos cosmovisiones podemos entender lo que antes no se llegaba a
comprender, los prejuicios de uno hacia otro basados en la doctrina religiosa y como
se apreció al principio de este trabajo, cada religió n busca dar respuestas al origen del
mundo, a su funcionamiento y para alguna religiones como la cristiana existe un valor
absoluto, por lo tanto la verdad es ú nica.
CONCLUSIÓ N
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Fabiana 2019
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Pero como vimos, esto no los hace exentos del prejuicio, como el caso que menciono
Fabiana en relació n a su hijo y el caso particular con la película “Coco”. Quizá s en
algú n punto en todas las religiones descansan prejuicios.
Desde las sombras nació y vive en el ocultismo, un poco porque su religió n se gestó de
esta manera y otro poco porque sus manifestaciones culturales son contrarias a la
dominante. Pero al investigar y conocer la religió n umbanda podemos observar que
no es muy distinta a las demá s religiones, o en este caso en su componente
doctrinario al cristianismo.
La umbanda, como todas las religiones, no solo busca dar respuestas al universo o
construir un esquema ético y moral para relacionarse en la vida. Sino que su objetivo
como todo, es encontrar el camino a la felicidad que esto debería implicar, no limitar
al otro a ser feliz siempre y cuando que sus prá cticas no sean dañ inas para la
sociedad.
BIBLIOGRAFÌA
ENTREVISTAS