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UNIDAD I – La ética contemporánea: dialéctica de lo particular y lo U-S

A- El doble movimiento de la Ética Contemporánea. - Fariña


La transmisión de la ética se asienta hoy en un doble movimiento que se expresa en
la dialéctica de lo particular y singular.
Primer movimiento: De la intuición al “Estado del arte” *El conocimiento ya existe y
antecede por lo tanto a la situación.*Es la dimensión deontológica (codificaciones
éticas disponibles). Da cuenta del “deber hacer”.*La expresión más depurada de esta
lógica son los llamados “códigos de ética”.
Su método es el de los tres tiempos de toda legislación: vistos, considerandos,
resolución.
En los considerandos se enuncia el eje, el valor, a partir del cual se intenta intervenir
sobre la situación. Es el “Estado del arte” que antecede a la situación.
La resolución es la instancia en la que se arbitra una medida para modificar la
situación descripta en los vistos, en los términos señalados por los considerandos
Tránsito de los juicios morales al universo de conocimientos disponibles en materia de
ética profesional. Implica situar el problema en el estado del arte, el cual da cuenta de
los avances alcanzados por la disciplina. De este modo, el primer movimiento permite
deducir el accionar deseable del profesional ante situaciones dilemáticas de su
práctica. Da cuenta de que debería hacer y porque.
Un primer movimiento que revela los elementos generales que revela los elementos
generales de una situación para confrontarlos a un análisis del estado del arte y del
campo normativo, categorías teóricas establecidas y consensuadas, pero
interpretadas a la luz de la dimensión del sujeto; y un segundo movimiento que
recorta el caso en su singularidad. (el segundo movimiento: recorta el caso en su
singularidad)

Segundo movimiento:
Es suplementario del anterior, dando cuenta de las singularidades en situación. Son
aquellos escenarios dilemáticos, para los cuales no existe en sentido estricto un
conocimiento disponible, sino que es la situación misma la que funda conocimiento al
sustraerse de la lógica precedente. Interroga la norma más allá de todo campo
reflexivo, suplementando el universo al decretar su incompletad. No da cuenta, del
“que debería hacer” (pauta deontológica particular), sino del que hacer allí donde la
situación se revela a posteriori como desbordando el conocimiento que la antecede.

B - ¿Qué es esa cosa llamada Ética? - Fariña

Toda violación a la Ética, conlleva a una mala praxis, pero no toda mala praxis
involucra un problema de ética.
Después del ejemplo de la terapeuta que teje, y de todo lo que entreteje esa cuestión,
Fariña nos da una primera lección: el horizonte ético escapa a las evidencias
inmediatas.
Historia del capitulo de los Simpson. Bart tatuándose un corazón con la palabra
mother, es interrumpido por la madre quedando solo moth (polilla). Marge intercepta
el destino incestuoso del tatuaje original, desviándolo a declarar su amor a una polilla.

C - Lo Universal – Singular – Fariña


El tema que es central en ese ejemplo, es la prohibición, no hay lugar para el amor de
Bart en Marge.
La evidencia de esa prohibición es que constituye la función de la ley.
Ese universal de la castración simbólica se realiza en la forma de lo singular. Es decir,
nada sabemos de él, sino a través de su emergencia singular. En Bart , en la fórmula
moth(er) mama polilla, será la marca que realice, en el cuerpo de bart, la función
universal.
Lo universal existe entonces, a través de lo singular, y recíprocamente. El efecto
singular, es una de las infinitas formas posibles de realización de lo universal.
Sobre la dimensión universal-singular se comenzará a dibujar el horizonte de la ética.
Lo universal es diferente de lo General. Como universal se entiende aquel rasgo que
es propio de la especie: su carácter simbólico. Lo general, es lo que pudiendo ser una
característica de todos los miembros e la especie no hace a su condición misma.
Lo particular no se comprende separado de lo universal- singular y, a su vez, lo
universal- singular no existiría sin lo particular. Lo particular es un efecto de grupo. En
otras palabras, un sistema de códigos compartidos. Si lo U-S denotaba lo propio de la
especie, lo particular será el soporte en que se realiza ese U-S.

Esquema:

UNIVERSAL--------LENGUJE----------Castración simbólica. Ley.


PARTICULAR------LENGUA-----------Complejo de Edipo
SINGULAR----------HABLA-------------mothe(er)

Universal: común a toda la especia- lenguaje, la ley.


Singular: Habla de cada sujeto
Particular: complejo de Edipo, porque el crimen de Edipo plasmado en la tragedia de
Sófocles es una de las formas de representar la esencia del acto prohibido.

UNIVERSAL

E
T
Moral código --------------------- I---------------- PARTICULAR
C
A

SINGULAR

Particularismo: El efecto particularista es distintivo de la falla ética y se verifica en la


pretensión de que un rasgo particular devenga condición universal. Es justamente en
ese efecto donde radica el núcleo de la violación a los derechos humanos. Este se
verifica cuando el campo particular de reconocimiento de un grupo (etnia, religión,
lengua), que solo debiera sostener en una de las variaciones posibles, la condición
humana, aspira a colmarla, pretendiendo que todos sean eso.
Se utiliza el termino MORAL para describir los sistemas de valores, y se reserva el
termino ETICA para la disciplina que estudia dichos entes.
D - Particular, Universal, Singular – Ignacio Lewkowics

La singularidad es lo que se sustrae del termino de uno, es la presentación “de algo”


incalificable según el lenguaje de la situación. El universal es lo que va más allá de
“todos”. Para cada universal postulado, un algo singular lo obliga a ir más allá de su
aparente totalidad. El universal es la potencia de desborde, de exceso, es el gesto de
ir más allá de las totalizaciones supuestamente clausuradas al devenir
Hablaremos de singularidades cuando ese algo que se presenta hace desfallecer las
capacidades clasificatorias de la lengua de la situación, cuando ese algo no se deje
contar como un individuo por ninguna de las propiedades discernibles- estructurantes-
de la situación. El término será singular cuando no pertenezca al universo en que
irrumpe, si su presentación hace tambalear las consistencias previamente instituidas.
En la singularidad que irrumpe fracasan las legalidades constituidas.
Se dirá entonces que una ley de un código que regula una situación cualquiera es
siempre particular: esta sometida (o suspendida) hasta la sorpresiva irrupción de una
singularidad que – destotalizando como particular la legalidad del universo previo-
exija un gesto de suplementación (universalización) en nombre de una nueva ley más
alta.
La singularidad no es una función monótona. Requiere de una intervención subjetiva
que la produzca. No es concebible una singularidad de por si.

E – Moral Y ética – Ariel

Noción de orden suplementario según Alejandro Ariel: ejemplo de alguna de las 4


dimensiones:

El concepto “suplementario” es tomado por Ariel de Alfred Jarry. Ariel habla de un


orden suplementario en tanto no es opuesto ni complementario al orden social. Se
trata de un “en más” (más allá, opinión personal de Sebas) al orden social. Este nivel
excede y desorganiza el orden social cada vez que crea. Es una desorganización
necesaria, en tanto a partir de ella es posible el acto creador. De no ocurrir así, el acto
creador será un dormir en las condiciones de la estética de la época.
Dentro del orden suplementario Ariel ubica a la ETICA y el ESTILO. La ética es una
existencia que se afirma. Implica un acto. Es una afirmación en tanto ACTO. Es la
posición de un sujeto frente a su soledad. No es la posición en lo social por su
relación a los otros, sino frente a lo que está dispuesto a afirmar y firmar. La ética
propone otro plano de existencia y en ese sentido es atemporal, atemática y
existencial. El estilo es una afirmación en tanto CREACION. Comunica la existencia
y no yerra en los signos. También es la posición del sujeto frente a su soledad, la
diferencia es que no es frente a lo que está dispuesto a afirmar, sino frente a lo que se
dispone a crear más allá de la belleza (término perteneciente a la estética que se
ubica en el otro orden). Es atemático, no histórico y atemporal.
Del lado del orden moral Ariel ubica a la moral y a la estética. La moral es lo
pertinente a la conducta social de un sujeto entre otros. Son los deberes del sujeto
frente al Estado, frente a la ley. La moral es temática porque siempre se sitúa sobre
algún tema y es temporal porque está sujeta a una época determinada. La moral tmb
es subsistencial, permite algún ordenamiento de la existencia de ese sujeto en lo
social. La moral es la pereza de la existencia, es un dormir en los signos del Otro. La
estética son las condiciones de posibilidad de la experiencia de la belleza en el orden
social. Se da en un cierto espacio y en un cierto tiempo. La estética en lo social es un
crimen para el sujeto, porque propone el “para todos”.
El texto no brinda mayores ejemplos sobre los 4 órdenes, se la pasa divagando
acerca de dos variantes de la estética pero es irrelevante.

F - Interés ético de la tragedia (Fariña) /Del acto ético (Fariña) / Sófocles:


Antígona

El sentido del acto ético: se trata de la puesta en juego de lo U-S de la especie,


realizado sobre una superficie particular. Lo U-S carece de toda existencia fuera de lo
particular.
En Antígona, lo importante es es el valor que adquiere el rito funerario en tanto
soporte del juego U-S.

Breve síntesis argumental de la Antígona (Sófocles) incluyendo el tema de Los Siete


sobre Tebas (Esquilo), Edipo Rey y Edipo en Colono:

EDIPO REY: Edipo es el rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, que mató, sin
saberlo, a su propio padre y desposó a su madre. Al nacer Edipo, el Oráculo de
Delfos auguró a su padre, Layo, que aquel, al crecer, le daría muerte y desposaría a
su mujer. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó a un súbdito que matara a Edipo.
Apiadado de él, en vez de matarlo, el súbdito lo abandonó en el monte Citerón,
colgado de un árbol por los pies. Un pastor halló el bebé y lo entregó al rey Pólibo de
Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se encargó de la
crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa "de pies hinchados" por haber
estado colgado. Al llegar a la adolescencia, Edipo, por habladurías de sus
compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus pretendidos padres. Para
salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y
luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían
criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Emprende un
viaje y en el camino hacia Tebas, Edipo encuentra a Layo en una encrucijada,
discuten por la preferencia de paso y lo mata sin saber que era el rey de Tebas, y su
propio padre. Más tarde Edipo encuentra a la esfinge, un monstruo que daba muerte a
todo aquel que no pudiera adivinar su acertijo, atormentando al reino de Tebas. A la
pregunta de cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al mediodía
y con tres al atardecer, Edipo responde correctamente que es el hombre. La esfinge,
furiosa, se suicida lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas.
Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, su
verdadera madre. Tendrá con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y
Antígona. Al poco, una terrible plaga cae sobre la ciudad, ya que el asesino de Layo
no ha pagado por su crimen y contamina con su presencia a toda la ciudad. Edipo
emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre
que en realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda
buscando. Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se da muerte,
colgándose en el palacio. Horrorizado, Edipo se quita los ojos con los broches del
vestido de Yocasta y abandona el trono de Tebas, escapando al exilio.

EDIPO en COLONO: Edipo, ciego y desterrado de Tebas, llega errante a Colono


demo del Ática, al norte de Atenas, ayudado por su hija Antígona. Los habitantes de
Colono le piden que se marche, pero él, sabiendo que éste era el lugar en el que
había de morir según el oráculo, se niega a hacerlo. Se recurre a Teseo, rey de
Atenas, quien asegura a Edipo su protección y le promete que será enterrado en
suelo ático. De esta forma su espíritu protegerá Atenas. El rugir de los truenos
advierte a Edipo que la hora de la muerte se está acercando. Se retira y un mensajero
cuenta que tras bendecir a sus hijas, se ha apartado a un lugar solitario y que ha
muerto solo, en presencia de Teseo. El mensajero desconoce la forma exacta de su
muerte. Se presenta también en esta obra el conflicto entre los dos hijos de Edipo,
que acabará de manera trágica.

LOS SIETE CONTRA TEBAS (tragedia de Esquilo): La acción se desarrolla dentro de


la ciudad de Tebas durante el asedio del ejército argivo a la ciudad, a causa de la
negativa de Eteocles de ceder su turno para reinar en la ciudad que había pactado
con su hermano Polinices. Su padre Edipo había lanzado previamente una maldición
contra ambos hermanos. El coro de tebanas trata de que Eteocles cambie de opinión
y no vaya a combatir frente a su hermano, pero éste, que sabe que está haciendo
efecto la maldición de su padre, marcha a combatir a la séptima puerta. Un mensajero
informa a las tebanas de que todo ha marchado bien en seis de las puertas y que la
ciudad de Tebas se ha salvado pero que en la séptima puerta los dos hermanos
Eteocles y Polinices se han dado muerte en uno al otro. Un heraldo informa de que
los magistrados tebanos han decidido que Eteocles sea enterrado con los debidos
ritos pero que a Polinices debe dejársele insepulto y sin honores. Sin embargo
Antígona, hermana de ambos, manifiesta su propósito de desobedecer la orden y dar
también sepultura a Polinices.

ANTIGONA: Edipo, tuvo dos hijos varones: Polinices y Eteocles. Ambos acordaron
turnarse anualmente en el trono tebano pero, tras el primer año, Eteocles no quiso
ceder el turno a su hermano, por lo que el primero llevó un ejército foráneo contra
Tebas. Ambos hermanos se dieron muerte mutuamente, pero son los defensores de
Tebas los que vencen en el combate. (esta es la sinopsis de la tragedia anterior, si
querés ahorrarte el párrafo previo).

Antígona cuenta a su hermana Ismene que Creonte, actual rey de Tebas, impone la
prohibición de hacer ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por
traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el cadáver de su
hermano, pese a la prohibición de Creonte. Ésta se niega por temor a las
consecuencias de quebrantar la ley. Antígona reprocha a su hermana su actitud y
decide seguir con su plan. Creonte anuncia ante el coro de ancianos su disposición
sobre Polinices, y el coro se compromete a respetar la ley. Posteriormente, un
guardián anuncia que Polinices ha sido enterrado, sin que ningún guardián supiera
quien ha realizado esa acción. El coro de ancianos cree que los dioses han
intervenido para resolver el conflicto de leyes, pero Creonte amenaza con la muerte a
los guardianes porque cree que alguien los ha sobornado. Pero pronto se descubre
que ha sido Antígona la que ha enterrado a su hermano. Antígona confiesa y señala a
Creonte que ha desobedecido porque las leyes humanas no pueden prevalecer sobre
las divinas y se muestra orgullosa de ello y sin temor a las consecuencias. Creonte la
increpa por su acción, sospecha que su hermana Ismene también está implicada y, a
pesar del parentesco que lo une a ellas, se dispone a condenarlas a muerte. Ismene,
llamada a presencia de Creonte, y a pesar de que no ha desobedecido la ley, desea
compartir el destino con su hermana y se confiesa también culpable. Sin embargo,
Antígona, resentida contra ella porque ha preferido respetar la ley promulgada por el
rey, se niega a que Ismene muera con ella. Finalmente, es solo Antígona la
condenada a muerte. Será encerrada viva en una tumba excavada en roca. El hijo de
Creonte, Hemón, se ve perjudicado por la decisión de su padre, ya que Antígona es
su prometida. Señala a su padre que el pueblo tebano no cree que Antígona merezca
la condena a muerte y pide que la perdone. Creonte se niega a ello y manda traer a
Antígona para que muera en presencia de su hijo. Hemón se niega a verla y sale
precipitadamente. Antígona va camino de su ejecución y, si bien no se arrepiente de
su acción, ha perdido la altivez y resolución que mostraba antes, al dar muestras de
temor ante su muerte. El adivino Tiresias interviene en ese momento para señalar a
Creonte que las aves y los perros arrancan trozos del cadáver de Polinices y los dejan
en los altares y los hogares, señal de que los dioses muestran señales de cólera.
Acusa a Creonte de imprudente y vaticina que alguien de la sangre de Creonte
pagará sus errores con su muerte. El coro de ancianos también aconseja al rey que
cambie de actitud. Creonte, ante las profecías de Tiresias, cede y se dispone a
rectificar sus faltas. Un mensajero explica a Eurídice, la esposa de Creonte, cómo su
esposo, tras suplicar perdón a los dioses, lavó y honró el cadáver de Polinices,
erigiéndole un túmulo funerario. A continuación se disponía, juntos con los
guardianes, a liberar a Antígona del sepulcro donde había sido encerrada, pero ésta
fue hallada ahorcada y Hemón se había suicidado clavándose una espada tras
encontrar a su prometida muerta. Quedó abrazado a ella mientras moría.Creonte aún
tiene que soportar otra desgracia más, pues al volver a palacio con su hijo muerto en
brazos, es informado de que su esposa Eurídice también se ha suicidado al conocer
las noticias. El coro finaliza con un llamamiento a obrar con prudencia y respetar las
leyes divinas.

Cuestión ética central en Antífona


En Antígona el acto ético aparece en toda su plenitud. Es allí donde Antígona se
enfrenta con la opción de obedecer a Creonte, dejando el cadáver de Polinisis a la
intemperie, o enterrar a su hermano y ser castigada. Enterrar a su hermano es ir más
allá de las normas, asumiendo la responsabilidad de un acto que la conduce a la
muerte, sin detenerse ante el temor o la compasión.
Interrogada por Creonte, Antígona reconoce la existencia del edicto del rey, pero
aclara que son otras las leyes que ella obedeció al enterrar a su hermano. La
referencia a los Dioses en el texto debe ser contemplada bajo el esquema que
presenta la respuesta de las mediaciones normativas: es decir, lo que el coro a firma
respecto a entrelazar las normas de la tierra con la justicia de los hombres, a partir de
lo cual se constituye uno como ciudadano. Despedirse de un ser querido requiere de
un proceso de transformación del objeto amoroso, denominado por Freud como
“trabajo de duelo”. El duelo es singular, pero se realiza estrictamente en las
coordenadas de lo universal-singular, encontrando su soporte en lo particular.
Mientras que la peculiaridad del objeto recae en lo universal, lo particular está dado
por el rito funerario. El entierro de Polinices es para Antígona condición necesaria
para que lo universal-singular pueda desplegarse. Justamente ese entierro es lo que
Creonte ha prohibido. El deseo de sepultura de Antígona no supone reivindicación
alguna de lo que su hermano fue en vida, tiene más que ver on una renuncia a toda
forma de ideal, dando así a su acto una dimensión ética.
El tema ético central en Antígona consiste en el valor que adquiere el rito funerario en
tanto soporte del juego universal-singular. El sentido singular del trabajo de duelo no
existe a priori. Las formas particulares le dan consistencia al acto.
Lacan: El trabajo de duelo es una satisfacción dada a lo que se produce de desorden
en razón de la insuficiencia de los elementos significantes, para hacer frente al
agujero creado en la existencia. Si ese dispositivo falla y los elementos simbólicos no
se presentan a suturar aquello que falta, retorna entonces desde lo real. La posición
de Antígona representa un límite radical que más allá de todo contenido, de todo lo
bueno o malo que haya podido hacer Polinices, mantiene el valor único del ser de su
hermano.

Mediaciones instrumentales y mediaciones normativas. Su tratamiento en la segunda


entrada del coro de Antígona
CORO:

Estrofa 1: Ubica el logro del hombre al lograr emanciparse de la naturaleza.


Diseñando embarcaciones para surcar los mares y arados para trabajar la tierra,
inagotable avanza el hombre. En la antistrofa, que sirve como respuesta que amplía el
panorama de la primera, afirma que el hombre h conseguido someter al resto de las
especies que pueblan la tierra: el caballo, el toro, los pájaros, criaturas del océano,
etc. Para hacerlo, debió redoblar su ingenio en la creación de herramientas cada vez
más sofisticadas: el lazo, las redes, los ardides. Estas estrofas establecen el carácter
formidable del hombre en tanto ha creado las mediaciones instrumentales.
En la segunda estrofa (“y aprendió por sí solo el lenguaje y la ideas etéreas, y los
comportamientos que imprimen un orden a las ciudades”), se hace referencias a otro
tipo de mediaciones, esta vez entre seres de la misma especie. La segunda parte de
la segunda estrofa hace referencia a la ley. Si el lenguaje es el mediador subjetivo por
excelencia, la legislación, que imprime un orden al caos, será su correlato social.
Por estas dos estrofas comprendemos porqué afirma el coro que el hombre es
formidable. Por la antistrofa de la segunda estrofa se subraya que justamente por esta
característica es que el hombre tiene problemas éticos: a veces obra en el sentido del
bien, otras del mal. Un ciudadano será aquél que logre armonizar su proceder en la
tierra (la moral de las normas de lo PARTICULAR) con la justicia de los Dioses
(UNIVERSAL). Es decir, mientras hay normas que cambian de acuerdo a conductas
particulares, existen ciertos principios que permanecen de acuerdo al horizonte
universal-singular del acto humano
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UNIDAD II: La articulación entre los derechos humanos y la ética profesional.

A- Deontología y psiquiatría – Tomkiewicz

Trata sobre los tratamientos que se le suelen hacer a delincuentes, desviados, etc. Se
pregunta el autor, contando previamente varias cosas, hasta donde llega la medicina,
y donde empieza el castigo?

B- Las minorías según Benetton – Fariña

Cuando se habla de diferencias, de diversidades humanas, las más de las veces


estas ingresan bajo la forma de minorías. Una minoría es un grupo que es objeto de
un trato diferencial por parte de otro – provisoriamente lo llamamos mayoría.
Dimensión humana (factores constantes/rasgos antropológicos)

Minorías

Dimensión Histórica (factores contingentes o variables)

Si nos centramos en la dimensión humana, existen 2 factores que se reconocen


como constantes a lo largo de distintos casos de minoría.

1. El que llamamos movilización erótica sexual (hemos cambiado el deseo sexual


genital por el de saber – ejemplo del alumno desnudo).
2. Cuado el rasgo de una persona se hace de carácter grupal estamos en
presencia de una minoría

Un tratamiento riguroso del tema del rechazo entre los grupos humanos a causa de
sus diferencias y en particular del rechazo y persecución de las minorías, debe partir,
de la distinción básica que queda planteada. Por un lado, la agresividad constitucional
en el humano (carácter antropológico) y por otro lado, las condiciones históricas que
moldean su aparición en distintas épocas (carácter histórico)

Si nos centramos en la dimensión histórica vemos que en todas las formas de minoría
que la humanidad conoció hasta el advenimiento del capitalismo, siempre el rasgo del
objeto de movilización ha sido un elemento del orden de lo natural. Entendemos por
natural aquellas marcas que el ser humano trae al nacer o adquiere en la muy
temprana infancia y que lo acompañan de modo indeleble a lo largo de toda su vida.
Los objetos sociales que eran objeto de discriminación injusta, hoy tienden a ser
integrados, esto no es porque no existan minorías en el capitalismo, sino porque el
efecto de movilización tiende a desplazarse a un nuevo objeto, nos sorprenderíamos
si a un aula entrase alguien extremadamente pobre. Lo que hoy moviliza hoy hasta el
asco y la repulsa no es ya el color de piel, la religión o la lengua, sino la pobreza
extrema.
Hoy es la cantidad de dinero que tenemos en el bolsillo lo que define nuestra
pertenencia a mayorías o minorías.

Minorías del PRE capitalismo (religión, raza, lengua, genero,


etc.)

Dimensión historia

Minorías del capitalismo avanzado (Dinero)

C- Consideraciones Sobre la ética profesional: dimensión clínica y campo


deontológico – jurídico – Gabriela Z Salomone
Generalmente la Ética profesional es tomada como sinónimo de Deontología y eso
conlleva ciertas dificultades.
Una ética profesional asociada exclusivamente a la deontología genera un
desdoblamiento de la función profesional que toma dos caras, por una parte un
profesional con deberes de ciudadano, atendiendo a exigencias sociales y legales de
la profesión, siguiendo su practica en función de un sujeto de derecho, y por otra parte
un profesional que lidia con el sufrimiento de paciente, operando con otra concepción
de sujeto.
Las prácticas en salud mental revisten gran complejidad en lo referente a la Ética
profesional, ya que esta última involucra un campo normativo (códigos de ética,
deberes profesionales) y las exigencias que la dimensión clínica presenta. Con esto
último se hace referencia a la perspectiva que toma en cuenta al sujeto, la
singularidad en situación.
El campo normativo configurado sobre una lógica de lo general recorta los problemas
desde una perspectiva particular. En cambio, la dimensión clínica constituye un modo
de lectura sustentado en la categoría de lo singular. La dimensión clínica introduce
una lógica distinta, lógica de sujeto, que remite a una falta estructural.
Por lo dicho anteriormente, debemos saber que la práctica sostenida en la
deontológica hace desvanecer la dimensión del sujeto.
Si bien hay profesionales que optan por obedecer a lo normativo y otros lo desechan,
es importante tener en cuenta la complejidad de la ética profesional, ya que la
confluencia de ambas dimensiones, la normativa y la clínica, dan cuenta de diferentes
aspectos de la responsabilidad ligada a la práctica de la profesión.
Lo que nos propone la autora es una articulación, entre ambas dimensiones.

Campo Normativo: códigos deontológicos y orden jurídico

La deontología refiere a los deberes relativos a una práctica determinada, los cuales,
en su forma de enunciados normativos, se plasman en los llamados “códigos de
Ética”. Se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de los psicólogos, lo cual
incluye el tratamiento de ciertas problemáticas propias de ese campo, tales como,
confidencialidad, explotación, competencia, idoneidad, integridad, capacitación,
respeto por los derechos y dignidad de las personas, responsabilidad profesional y
científica, ámbitos de la incumbencia. También se ocupa de los deberes y
obligaciones de los psicólogos en lo referido a declaraciones públicas, publicaciones,
actividades de investigación, supervisión, docencia, etc. Establece una serie de
pautas que regulan la práctica, funcionando como una referencia anticipada a
situaciones posibles y por venir. El campo normativo tiende a configurarse y a
funcionar en tanto universo. Los códigos (como las leyes y las normativas
institucionales) deben expedirse con respecto a todos los casos posibles, en todas las
circunstancias posibles, para todos los sujetos posibles. La formulación de la norma y
el criterio que sustenta deben permitir que una variedad de casos sean contemplados
en ella. La norma ordena, pero la condición es que ordene más allá del uno a uno,
haciendo homogéneos a los “cada uno” en un “todos”. Lo singular que un sujeto
comporta, siempre diverso y heterogéneo, no estará contemplado en la norma; este
hecho introduce el problema de la articulación entre el campo normativo y la clínica.
Sin embargo, debemos señalar que, si la jurisprudencia es el conjunto de sentencias
-no el conjunto de casos-, entonces alude a los modos previos de aplicación e
interpretación de la norma. Resumen el conocimiento alcanzado en el campo
profesional hasta cierto momento histórico (Estado del Arte), el cual funciona como
fundamento de las normativas. Estado del Arte y regulaciones profesionales
constituyen el conocimiento que antecede a una situación dada. Los códigos de Ética,
al ser producidos en el seno de una comunidad que participa de la comunidad
mundial, resumen los valores consensuados y sostenidos por la comunidad en su
conjunto, no sólo la comunidad profesional. En este sentido, los códigos condensan
los valores morales de un tiempo histórico determinado. Muestran el compromiso
ético de resguardar al ser humano, velando por los derechos fundamentales. El
circuito queda entonces configurado de la siguiente manera: práctica profesional -
normativa deontológica - ley social - Constitución Nacional - normativa internacional -
declaración universal de los Derechos Humanos -.

La aplicabilidad del código

- Excepción a las normas: Hay puntos y excepciones a esos puntos, como por
ejemplo al secreto profesional. La normativa determina que ciertos motivos
clínicos o terapéuticos pueden ser excepción legitima al secreto profesional
- La interpretación de la norma: Habrá que evaluar, en situaciones reales, no
ideales, si las situaciones están consideradas dentro de cada norma. Será
necesario interpretar la norma, no se podrá aplicar la norma de modo
automático

Consideraciones sobre la posición ética:

Lo que constituye la perspectiva ética propiamente dicha es la articulación del campo


normativo y la dimensión del sujeto.
Lo normativo coincide con lo general, evocando un sujeto anónimo, todos y a la vez
ninguno. La perspectiva ética nos orienta en el sentido de incluir esa dimensión
singular excluida de lo particular, y reflexionar sobre su articulación.
La interpretación funda la lógica NO TODO y convoca al sujeto a responder.
Se configurarán dos posiciones distintas:
- Abordar el campo normativo desde un posicionamiento moral, de mera
obediencia.
- Una posición bien distinta es la posición ética de responsabilidad. Aquí
ninguna referencia funciona como determinación absoluta. Sino que el sujeto
acepta ese punto de indeterminación radical que lo convoca a responder de un
modo singular – no anónimo-

La disposición a interpretar la norma supone una mirada sobre el código que se


sustraiga a la intención dogmatizante, se trata de una posición subjetiva que acepta la
lógica de la falta.
Con esto no se trata de una lectura sostenida en valores morales, sino que la ética
supone un modo de lectura sustentado en la lógica de la dimensión clínica. La
posición ética se funda y a la vez sostiene la lógica de la castración

D- La singularidad en los códigos de ética – María Elena Domínguez

Eira y deontología: La ética concebida clásicamente como la ciencia que estudia los
comportamientos morales de los sujetos humanos, será en este sentido, la disciplina
confinada a recopilar las acciones adquiridas como hábitos, supuestamente
universales, para extraer de allí reglas generales que tendrán valor de éticas. Siendo
así “la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad”
La deontológica, pos su parte del deon, deontos, significa obligación, deber y logia
indica conocimiento. En su vertiente etimológica es definido como la ciencia de los
deberes o la teoría de las normas morales. Se comprende como el conjunto de reglas
que un grupo establece para sí en función de una concepción ética común.
Pareciera ser entonces que ética y deontológica coexisten en sintonía pero, la
diferencia radica en que la deontológica legisla aquello que se debe hacer, lo
esperable en el marco de las relaciones humanas que regula, mientra que la ética
reflexiona sobre el obrar humano, sobre los actos del sujeto que no pueden ser
anticipados por la norma.
La perspectiva de ética que se sitúa se halla soportada en la practica y teoría
sicoanalítica y se sustenta en la pregunta (lacan) ¿ha actuado usted en conformidad
con el deseo que lo habita? Dentro de ese marco el deseo ICC es la referencia.
La ética no será pues un asunto pertinente a la ciencia como acumulación de saber
sino al deseo en tanto que indomesticable agrieta esa dimensión.
Se llamara ética a las: singularidades en que se ponen en juego los universales que
exceden cualquier ley particular”
Entendemos por particular, aquellos usos, costumbres y valores que comparte un
grupo en un lapso histórico dado. El universo de discurso compartido y consensuado.
Llamaremos éticas a aquellas singularidades que produzcan un quiebre respecto de
ese universo de discurso del cual emergen. “Una ley de un código que regula una
situación cualquiera es siempre particular: esta sometida hasta la irrupción sorpresiva
de una singularidad que – destotalizando como particular la legalidad del universo
previo- exija un gesto de suplementación en nombre de una nueva ley – mas alta”

La lectura de los códigos de ética: Los códigos son aquellas mediaciones normativas
que regulan los vínculos profesionales. Pero este corpus, lejos de exigir una
obediencia bogará por la toma de posición soportada en su deseo. Se deberá saber
transmitir. Debemos tomar posición en la lectura de los códigos, en resguardo de la
singularidad.
Tendrá que haber una lectura que sosteniendo la incompletad de saber de la letra
produzca un salto cualitativo al saber-hacer en acto: allí donde la estrategia del lector
sostendrá su deseo.

E- Addenda: El doble movimiento de la Ética contemporánea: ¿una lectura


posible sobre la singularidad en los códigos? – María Elena Domínguez

El doble movimiento de la ética se nos presenta como un modo de situar la dialéctica


existente entre las categorías de lo particular y lo U-S dentro del ámbito propio de la
ética.
La ética contemporánea a la luz de esta dupla engloba por un lado: “el universo de
conocimientos disponibles en materia de ética profesional y constituye una suerte de
estado del arte… que da cuenta de los avances alcanzados por las disciplinas y que
permite deducir el accionar deseable por el psicólogo ante situaciones dilemáticas de
la practica profesional” y por otro lado “la singularidad en situación”
La deontológica es parte de la ética en tanto es la primera parte de su doble
movimiento. El segundo movimiento, es llamado por el primero, y es el de la
singularidad. Es el del acto ético. Singularidad que solo existe si alguien la nomina,
solo si ese otro analista puede atraparla con los oídos dentro del dispositivo analítico.
Se trata de un saber hacer en acto. Entonces primero y segundo movimiento
quedaran conciliados y suplementados por un tercero que se produce en acto, que va
del segundo al primero transmitiendo en el acto de lectura del texto normativo el
deseo del analista. Deseo que no se soporta en ningún ideal moral

Cuadro

Afirmación:

- La singularidad es homologa al acto ético del 2° movimiento


- Los códigos son un conjunto que agrupa deberes y obligaciones de los
profesionales que constituye el fundamento mismo del actuar ético
- La entrada a la situación
- Un saber que sustenta el quehacer en contenidos éticos establecidos a priori a
la situación y que determinan el “deber hacer”

Negación:

- La singularidad no es homologa al acto ético del 2° movimiento


- El corpus deontológica del 1° movimiento no es un catalogo totalizador de
saber sino un compilado abierto de experiencias instituyentes producto del
hacer en acto del analista
- La salida de la situación
- Un saber que se funda a posteriori de la situación en relación al hacer. La
situación funda saber. Se trata del saber hacer en acto

Negación de la negación:

- Una singularidad solo lo es para la situación en la que irrumpe si existe el


trabajo subjetivo de lectura, producción y nominación.
- Los códigos son un catalogo de singularidades decididas producto del
encuentro en la praxis con una singularidad
- La lectura de la situación, estrategia del lector soportada en su deseo.
- Un “saber hacer ahí con” cada vez en acto que evidencia el pasaje del saber a
la invención. El saber normal no asiste en el hacer

Si encontramos la llave del saber hacer, saber hacer con el síntoma, se abrirá la
puerta que permita oír al sujeto más allá de la identificación.

F- Singularidades Codificadas - Ignacio Lewkowicz

El eje simbólico que conecta un universal con un singular es el eje formal privilegiado
para pensar las situaciones éticas.
En cualquier legislación hay tres momentos: los vistos, donde se diagnostica una
situación en la que aparece un punto de inconsistencia. Los considerandos, en los
que se enuncia el eje, el valor, a partir del cual se intenta intervenir sobre la situación.
Y la resolución en la que se abrirá una medida para modificar la situación descrita en
los vistos.
Nuestra lectura apunta a ver que los considerandos implícitos en la prescriptiva están
siempre orientados por el eje de lo simbólico. Así el fundamento implícito de cualquier
normativa, es el despliegue o la suplementación simbólica.
El Codex es la suma de diversidad de experiencias, así planteado, es un sistema
abierto de experiencias instituyentes. Es el cuerpo historial de las singularidades
decididas. Admite nuevas implementaciones, pero no señala el punto en que esta
abierta, parece cerrado, solo una nueva singularidad lo abrirá. Es de ahí que al Codex
no hay que leerlo como códigos totalizantes morales que incluyen toda experiencia
posible, sino más finamente como transmisión de una experiencia y por lo tanto como
condición de posibilidad de la experiencia. Esa transmisión de la experiencia significa
transmisión de la singularidad problemática decidida en una prescripción, y no como
principio capaz de cubrir la totalidad de las situaciones.

G- Abuso sexual en psicoterapia – Fariña

El dormirse en una sesión implicaría mala praxis, y solo al despertarse esta ante un
dilema ético.
Toda violación a la ética conlleva una mala praxis, pero no toda mala praxis involucra
un problema de ética.
El analista debe estar dispuesto a mantener la abstinencia, porque es eso y no otra
cosa lo que el paciente requiere de él.
Caso Joe Feigon: Psiquiatra de 60 años al que le retiraron la mantenido relaciones
sexuales durante ocho años con una paciente cuyo amante e hijos estaban también
en tratamiento con él. La junta hizo hincapié en la manipulación de los cuatro
pacientes (dos de ellos menores) por parte de Feigon. Este caso es de abuso sexual.
Violación de la pauta ética de la abstinencia. Las relaciones sexuales que Feigon
mantuvo con su paciente contaron con el consentimiento de ella.
Caso Jules Masserman: Presidente de la Academia Norteamericana de Psicoanálisis
y de la Asociación de Psiquiatría. Fue denunciado por una de sus pacientes a quien
el profesional abusaba sexualmente luego de inyectarla con Amytal. La adicción de la
paciente al Amytal fue creada por Masserman quién se negaba a retirárselo para
crear las condiciones de dependencia que facilitarán su conducta sexual. Se lo
suspendió durante 5 años y luego optó por el retiro voluntario. Violación de la ética.
Cometió directamente una violación.
Caso Margaret Bean Bayog: Tenía como paciente a Paul Lozano. Fue internado
varias veces por sus pensamientos suicidas y sus intentos fallidos. La dra realiza una
supervisión donde le informan que el tratamiento marcha bien y que si interrumpe el
tratamiento el paciente podría suicidarse. Se interrumpe el tratamiento porque la dra
le exige que le pague entre 100 y 120 la sesión. Lozano viaja por una rotación y
muere tras inyectarse una dosis letal de cocaína. La familia de Lozano inicia acciones
contra Bean bong acusándola de haber manipulado y seducido a su paciente
causándole la muerte. Se basan para ello en varias cartas y fotografías de la
terapeuta encontradas entre las pertenencias de Paul Lozano, las cuales habían sido
enviadas o entregadas por ella durante el tratamiento. La terapeuta continúa con su
labor de terapeuta bajo supervisión de un psiquiatra. Es un caso de mala praxis.
Consultó con un supervisor, deseaba hacer su trabajo lo mejor posible y estaba
dispuesta para ello a escuchar la opinión de un tercero. El hecho de que éste le
aconsejara seguir adelante e incluso reforzara su vínculo imaginario con el paciente,
no puede atribuírsele a la terapeuta.
H- Puntualizaciones Sobre el amor en transferencia – Freud

Tomando como referencia el artículo de Sigmund Freud "Puntualizaciones sobre el


amor de transferencia" y la clase teórica dictada sobre el tema:
¿Cuál es la posición que debe adoptar el profesional, a partir de la cual no debe
responderse a las demandas amorosas de los pacientes?
El profesional debe comprender que él tendió el señuelo a ese enamoramiento al
introducir el tratamiento analítico para curar la neurosis. Por ello, se le impone la firme
prohibición de extraer de ello una ventaja personal. La condescendencia de la
paciente no modifica nada, no hace sino volcar toda la responsabilidad sobre su
propia persona. Motivos éticos se suman a los técnicos para que el médico se
abstenga de consentir el amor de la enferma: su meta es que esta mujer alcance la
libre disposición sobre su capacidad de amar, sin dilapidarla en la cura, sino que la
tenga aprontada para la vida real cuando después del tratamiento esta se lo
demande. Por alto que el analista tase el amor, tiene que valorar más su oportunidad
de elevar a la paciente sobre un estadio decisivo de su vida. Ella tiene que aprender
de él a renunciar al ppio de placer, renunciando a una satisfacción inmediata. Debe
dejarse subsistir en el enfermo necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionales
del trabajo y la alteración, y guardarse de apaciguarlas mediante subrogados.
En dos párrafos consecutivos, Freud se refiere a la abstinencia con relación al
paciente y la neutralidad con relación al profesional ¿Cuál es la relación entre ambos
términos, tan importante para la ética profesional?
El profesional debe guardarse de desviar la transferencia de amor, evitando disgustar
de ella a la paciente. Con igual firmeza, debe abstenerse de corresponderle. Se
retiene la transferencia de amor, pero se la trata como algo no real, como una
situación por la que se atraviesa en la cura, que debe ser reorientada hacia sus
orígenes inconcientes y ayudará a llevar a la conciencia lo más escondido de la vida
amorosa de la enferma, para así gobernarlo. La paciente, cuya represión de lo sexual
no ha sido cancelada, sino sólo empujada al trasfondo, se sentirá entonces lo
bastante segura para traer a la luz todas las condiciones de amor, todas las fantasías
de su añoranza sexual, todos los caracteres singulares de su condición enamorada,
abriendo desde aquí el camino hacia los fundamentos infantiles de su amor.
¿cuáles son las razones por las que el profesional no debe intentar satisfacer las
demandas de amor de los pacientes?
Porque en ese caso, la paciente alcanzaría su meta. Sería un gran triunfo para ella y
una derrota para la cura: conseguiría repetir en la vida, mediante el acto, algo que
sólo deben recordar y reproducir como material psíquico, conservándolo en dicho
ámbito. Posteriormente, ella sacaría a la luz todas las inhibiciones y reacciones
patológicas de su vida amorosa sin que fuera posible rectificarlas en algo, para
concluir finalmente en el arrepentimiento.
¿Qué diferencia existe entre lo que habitualmente se llama amor verdadero y el amor
de transferencia?
En realidad, no puede negarse el carácter de “genuino” al enamoramiento que
sobreviene dentro del tratamiento analítico. De cualquier modo, se singulariza por los
siguientes rasgos: 1. Es provocado por la situación analítica. 2. Es empujado hacia
arriba por la resistencia que gobierna a esta situación. 3. Carece en alto grado del
miramiento por la realidad objetiva, es menos prudente, menos cuidadoso de sus
consecuencias, más ciego en la apreciación de la persona amada de lo que
querríamos concederle a un enamoramiento normal.

I – Ética y psiquiatría – Badiou

El enemigo del psiquiatra es la idea de loco definitivo, del incurable.


La enfermedad es una situación. La ética no renuncia jamás a buscar en esa situación
una posibilidad hasta entonces inadvertida. Aunque esa posibilidad sea ínfima. Lo
ético es movilizar, para activar esa posibilidad minúscula, todos los medios
intelectuales y técnicos disponibles. Solo hay ética si el psiquiatra, día tras día,
confrontado a las apariencias de lo imposible, no deja de ser un creador de
posibilidades
Contra la fijación y la regresión mortal, el psiquiatra pone la ciencia al servicio del más
pequeño movimiento, del más sutil progreso. Además el psiquiatra es portador del
axioma de la igualdad, entre locos y no locos, y ese axioma no es solo suyo, sino de
toda la humanidad.

J- El acto de juzgar entre el dilema y el problema ético – Maria Elena


Domínguez

Una situación es dilemática si nos confronta con una disyuntiva ante la cual tenemos
que decidir, pero es preciso que se trate de una verdadera decisión.

Si hay dilema es porque el sujeto se halla dividido por una pregunta ante la cual es
convocado a responder. De allí que su respuesta sitúe la responsabilidad o al menos
arbitre una vía para hallar la resolución. Finalmente diremos que el dilema deja al
sujeto dividido por esa pregunta, en las puertas del acto, del acto de juzgar. He ahí su
articulación con la ética vía el acto. Un acto que ubicaremos en consonancia con el
eje Universal-Singular.
El problema ético por su parte, si bien también convoca al sujeto a responder –
circunscribiendo la responsabilidad- no sitúa en su centro un dilema y sus alternativas,
sino un asunto sobre el que hay que tomar la palabra, sobre el que hay que legislar en
resguardo de lo singular.
Un acto que podrá incluir la lectura en lo particular, consensuado, codificado, de las
razones que de ese acto, eje ético de intervención, han quedado cristalizadas en
alguna sentencia normativa, entendida esta como catálogo de singularidades
decididas, como catálogo de actos de juzgar. Siendo así que la lectura clínica será la
que podrá situar el problema, formalizándolo cada vez.
 En este sentido, el dilema conduce al análisis de cierta inconsistencia que se revela
en el universo de discurso –particular por cierto- escudriñando alternativas posibles de
conclusión soportadas en una elección.
El problema ético acota el campo de la situación, arma situación y no busca producir
sujeto, sujeto dividido. Si la situación se funda a partir de un problema común, de allí
que puedan situarse los nombres de los problemas éticos y que podamos clasificarlos
y pensar la situación localizando el problema en términos de esencia leyendo su
especificidad
Diremos para comenzar que tanto en una como en la otra lo que intermedia es el acto
de juzgar. En ambas se requiere que al concepto provisto por el estado del arte, que
contiene la regla, se lo suplemente con un acto que legisle, permitiendo así que el
practicante decida si ese caso particular ingresa o no bajo esa regla universal.
Juzgar no implica aplicar una regla universal a un caso particular sino ver si la regla
se aplica, cada vez; he allí el acto. La decisión, en un sentido fuerte, implica una
elección que se hace sin garantías. Una elección que implica responsabilidad.
Ante una situación dilemática, confrontada ésta con el estado del arte se tratará del
arte de juzgar, diagnosticar cada vez más allá de la regla y de la clase. De allí que un
dilema en lugar de resolverse completando la clasificación, ubicando el caso particular
como uno más de esa serie diagnóstica, se lo suplemente singularmente. Así
considerando el no-todo de la clasificación, se arbitra la vía para llegar a situarlo como
tal o cual problema. Ello implicará considerar la relación que existe entre las lógicas
que rigen el clasificar y las exigencias que ello impone a una práctica de lo singular.
En suma, se trata de admitir lo real de la práctica, aquello que no estando totalmente
establecido en la teoría, en el estado del arte, nos convoca al acto de juzgar, al arte
de juzgar.
K- El principio de neutralidad y la regla de abstinencia – Salomone
Sabemos que la Regla de Abstinencia es el fundamento de la cura psicoanalítica. Se
pueden distinguir dos tipos bien diferenciados de indicaciones técnicas: uno,
corresponde a la Regla de Abstinencia, y el otro, al Principio de Neutralidad.
Frecuentemente, se toma a los conceptos de neutralidad y abstinencia como sinónimos.
Sin embargo, analizar sus diferencias nos permitirá establecer la articulación entre
ambos
La Regla de Abstinencia es una indicación técnica y, como tal, debe ser observada por
el analista a lo largo del tratamiento y como condición de posibilidad del mismo, siendo
pura y exclusiva responsabilidad suya
Mientras que en razón de la Regla de Abstinencia el analista es compelido a impedir la
satisfacción pulsional del paciente, es en la observación del Principio de Neutralidad en
lo que quedará impedido de buscar las propias satisfacciones en los tratamientos que
conduce. Es decir, el Principio de Neutralidad es una imposición de abstinencia
para el analista
La posición de neutralidad supone que el analista sustraiga de los tratamientos que
conduce sus propias expectativas conscientes, su propia actividad espiritual, sus
ideales, sus valores morales, su ambición pedagógica, así como sus pretensiones
terapéuticas. En suma, la posición de neutralidad se funda básicamente en que el
analista se sustraiga como persona para dar lugar así a su función
Entonces el concepto de Neutralidad es una recomendación técnica para el analista que
implica una imposición de abstinencia para él, en tanto agente de una función.
Implica abstenerse de la ambición terapéutica así como de la ambición pedagógica.
Abstenerse de inculcarle al paciente los propios ideales o aquellos valores que
corresponden a la moralidad de la época; abstenerse de dirigir la vida del paciente y
abstenerse de proponer nuevas metas a las mociones pulsionales liberadas de los
síntomas. Pero también, este lugar le impone no responder a la demanda de amor o a
cualquier otro tipo de demanda del paciente, y excluir sus propios sentimientos
contratransferenciales.
En otros términos, el concepto de Neutralidad obliga al analista a abstenerse de
satisfacer la propuesta, siempre presente, del paciente (y la propia tentación) de
concretar un pacto narcisista que configuraría la relación analítica en la dimensión
especular, imaginaria.
Desde la posición de neutralidad, se abstiene de ofrecerse como un yo que forme parte
de la serie de objetos especulares que, en tanto portadores de satisfacción sustitutiva,
obturan la falta. Nos hemos deslizado entonces nuevamente a la dimensión de la Regla
de Abstinencia. La Regla de la Abstinencia encuentra su condición de posibilidad en el
Principio de Neutralidad.
L- La responsabilidad profesional: Las perspectivas deontológica, jurídica y
clínica - Salomone
Los códigos deontológicos distinguen diversos aspectos de la responsabilidad del
psicólogo. Se indica expresamente una responsabilidad hacia los destinatarios de la
práctica, hacia el público en general, hacia la Psicología como profesión y hacia la
Psicología como ciencia.
La responsabilidad profesional en el campo deontológico
En este campo, la responsabilidad profesional se dirime en términos de pautas
deontológicas y jurídicas que generan obligaciones, regulando la práctica profesional.
El psicólogo debe atender a las exigencias sociales y legales de la profesión,
dirigiendo su práctica en función de un sujeto de derecho. Los códigos deontológicos
resguardan los derechos de las personas; las normas protegen los derechos de
aquéllos sobre los que se dirige la intervención psicológica, estableciendo en
coincidencia los deberes profesionales. Las normativas deontológicas plasmadas en
los códigos de ética profesional se organizan en relación a diferentes temáticas
(competencia, idoneidad, secreto profesional, investigación, docencia, etc.), y se
fundamentan en los principios generales establecidos por los propios códigos.
Es claro que los códigos deontológicos resguardan los derechos de las personas,
especialmente de aquéllas que son objeto de la práctica profesional. Los códigos
fomentan el respeto y la protección del derecho a la privacidad, autodeterminación,
libertad y justicia, promoviendo fundamentalmente la protección de los Derechos
Humanos
Responsabilidad Profesional y Mala praxis
  La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las
conductas que ponen en riesgo o dañan directamente aquellos bienes jurídicos
tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por las normas deontológicas.
La mala praxis se configura en relación a la noción de responsabilidad civil que, como
ciudadano, le compete al psicólogo en relación al contrato de prestación de servicios
(jurídicamente hablando) que establece con el paciente
Desde la perspectiva jurídica, la responsabilidad se contrae al incumplir una
obligación; en otros términos, la responsabilidad significa asumir las consecuencias
de un daño, causado por acción u omisión. La responsabilidad civil, entonces,
consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha
causado a otro. En este sentido, la mala praxis no es exclusiva de la práctica
psicológica sino que podría imputarse a cualquier profesional tal como un arquitecto,
un ingeniero, un abogado, un médico.
Tal incumplimiento de las obligaciones puede resultar de un propósito deliberado
(dolo) o bien, por negligencia, imprudencia, impericia, o inobservancia de los
reglamentos. La Imprudencia es entendida como falta de tacto, de mesura, de
cautela, falta de precaución, de discernimiento y del buen juicio debido por parte del
profesional de la salud, lo cual lo lleva a asumir riesgos innecesarios. Es un acto
positivo, que se realiza sin contar con todos los elementos requeridos. . En suma,
podría definirse como hacer más de lo debido.
La Negligencia es entendida como la falta de cuidado y abandono de las pautas ya
estudiadas, probadas e indicadas de tratamiento. Es un acto negativo; un psicólogo
podría ser acusado de negligencia si no realiza la Inter consulta pertinente con un
médico cuando sea necesario para, por ejemplo, descartar el origen orgánico del
cuadro (organicidad) a tratar y así arribar a un diagnóstico adecuado, Sintéticamente,
podría definirse como hacer menos de lo que se debería hacer.
La Impericia significa la falta o insuficiencia de conocimientos sobre los
procedimientos básicos o elementales para la atención de un caso, que se presumen
y se consideran adquiridos por la obtención del título profesional y el ejercicio de la
profesión. Es un elemento negativo (por ejemplo, equivocar un diagnóstico y basar el
tratamiento sobre ese diagnóstico errado). Se define entonces por la falta total o
parcial de pericia, entendida como la sabiduría, los conocimientos científicos y
técnicos, la experiencia y la habilidad en el ejercicio de la profesión. En suma, se trata
de la incompetencia o falta de capacidad y autoridad para resolver según arte.
La Inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo (apartamiento de la
normativa legal aplicable). Es también un hecho negativo que casi siempre es
acompañado por una actitud de indiferencia o de negación respecto de las
disposiciones dictadas por una norma o por un reglamento a cumplir.
Respecto de la responsabilidad penal, se debe tener en cuenta que la mala praxis
no está tipificada como delito. En cambio, sí se sancionan las consecuencias de una
mala praxis, por ejemplo, los homicidios o lesiones culposas
Responsabilidad Profesional y dimensión clínica
La Ética Profesional involucra por una parte, el campo normativo que sustenta las
exigencias sociales, legales y deontológicas de la profesión (códigos de ética,
deberes profesionales), pero también habrá de considerar las exigencias que la
dimensión clínica presenta. Una noción de ética profesional que contemple estos dos
campos, el deontológico-jurídico y la dimensión clínica, permite establecer una noción
de responsabilidad profesional que, aunque más compleja, apunta más nítidamente al
corazón de nuestra práctica
UNIDAD III: Principios éticas y deontología profesional.
A- La causa del psicólogo forense – Carlos Gutiérrez
El psicólogo cumple funciones en muchos espacios de intervención.
Ramírez en su texto releva de cualquier obligación ética al psicólogo en relación al
secreto profesional, para adecuarse a lo que el juez exige necesario para el proceso.
Podríamos preguntarnos a que responde semejante nivel de obediencia. Que el
psicólogo se desenvuelva dentro de un mercado eso no implica que los principios de
su labor queden aplastados por el particularismo del criterio mercantil.
Todo lo que atente contra la posibilidad simbólica se erige en no ético.
Delegar responsabilidades propias adecuándose a los intereses de quien demanda,
es no ético por principio. Responsable significa dar una respuesta. Responder ante un
dilema ético, elegir el camino correcto rechazando el que se ve como incorrecto, es
algo que el psicólogo no puede eludir. El psicólogo tiene una sola obligación, respetar
los principios éticos.
B- Ética profesional – Acápite 1. Los antecedentes - Fariña
Ubicación histórica de las concepciones de Galton, Charles Richet y Alexis Carrel
Inicios del siglo XX, pleno auge de la medicina y la biología, desplazando a la filosofía
a un rango inferior entre las ciencias del hombre. Los avances científicos se van
desarrollando conjuntamente con una dificultad para pensarlos desde la filosofía y la
política. Distintas corrientes, como el darwinisimo social y la escuela antropo-
sociológica, van confluyendo hacia fortalecer la noción de “raza”.
La ciencia moderna comienza a colocar en la balanza los supuestos beneficios que
una acción médica puede traer a la humanidad.
La pregunta no lo pide pero agrego: Carrel en 1934 tiene una visión médico filosófica
que en cierta forma antecede al nazismo: básicamente dice que todos aquellos
criminales que han matado, raptado o etc...-incluyendo de paso a los locos- deberían
ser puestos en una cámara de gas, y la eutanasia sería el fin más apropiado para
ellos. Seria algo así como “la supresión de los indeseables”, justificado bajo el
principio de que el fin supremo de una civilización debe ser el desarrollo de la
personalidad humana (y perfeccionamiento agregaría yo).
Conceptos de eugenesia positiva y eugenesia negativa
La eugenesia es un concepto propuesto por Galton en 1883 para designar a la ciencia
del mejoramiento del linaje que se ocupa de todas las influencias susceptibles de dar
a las razas mejor dotadas un mayor número de oportunidades de prevalecer sobre las
razas menos buenas. Este movimiento toma 2 formas: la eugenesia positiva
promueve el desarrollo de las “razas mejor dotadas”, mientras que la negativa
contribuye a limitar el desarrollo de las “menos buenas”. La eugenesia negativa se
apoya en dos políticas fundamentales: la eutanasia y la esterilización. Es una
utilización de la medicina y la biología para justificar la discriminación social.
Ejemplos: A. 1950 -33 estados de US ya disponían de leches de esterilización. B.
1907 -RICHET obtiene el premio Nobel de Medicina gracias a su obra “la selección
humana”, la cual incluía un capítulo denominado “la eliminación de los anormales. C.
1907 -el Estado de Indiana promulga una ley por la cual las cárceles debían
incorporar un cirujano que analizara los casos de delincuentes graves y esterilizara a
aquellos que pudieran procrear.
Distintas corrientes van confluyendo en fortalecer la noción de raza, uno de sus
resultados más fuertes será el movimiento de la eugenesia, término propuesto por
Galton para designar a la ciencia del mejoramiento del linaje que, particularmente en
el caso del ser humano, se ocupa de todas las influencias susceptibles de dar a las
razas mejor dotadas un mayor número de oportunidades de prevalecer sobre las
razas menos buenas. Este movimiento tomaría dos formas, ya promoviera el
desarrollo de las “razas mejor dotadas” – eugenesia positiva-, ya contribuyera a limitar
el desarrollo de las “menos buenas”- eugenesia negativa-. Ésta última se apoyaría en
dos políticas fundamentales: la eutanasia y la esterilización
C – La responsabilidad profesional, entre la legislación y los principios éticos –
Gutiérrez y Salomone
A partir de esta distinción, sostenemos que el profesional de la salud mental debe
tomar como horizonte de su práctica los principios éticos, –es decir, el resguardo de la
subjetividad–, a la vez que debe promover una mirada crítica sobre aquellos otros
aspectos que degradan lo humano condicionando su práctica y, por lo mismo,
poniéndola en riesgo.
Si bien la ley no dice que quien no realice la denuncia incurre en algún tipo de delito,
hay que tener en cuenta que –existiendo tal obligación– quien la omita, sería pasible
de una eventual demanda por daños y perjuicios, en razón de su actuación
imprudente y negligente.
Por otra parte, el decreto reglamentario de la ley (Dec. 235 de 1996, art. 4º) establece
el plazo máximo de 72 horas para llevar a cabo la denuncia. No obstante, es
interesante destacar que se relativiza este enunciado en los siguientes términos:
La obligación de denunciar a que se refiere el artículo 2º de la ley 24 417
deberá ser cumplida dentro de un plazo máximo de 72 horas, salvo [que] por
motivos fundados a criterio del denunciante resulte conveniente extender el
plazo.
Así entonces, la denuncia en el fuero civil abre un abanico de posibilidades de
intervención promovidas por el juzgado: participación de un asistente social,
indicación para el grupo familiar o sus miembros de iniciar tratamiento psicológico
gratuito, indicación de que el agresor abandone el hogar, etc.
Por otro lado, y precisamente porque ése es el espíritu de la ley, ella contempla un
espacio de intervención profesional anterior a la presentación judicial.
Como ya dijimos, la ley permite la postergación de la denuncia excediendo el plazo de
72 horas fijadas, en caso de que el criterio profesional así lo dictare.
La sujeción a la ley no puede ser la única guía de la conducta profesional. Si bien ella
brinda la posibilidad de hacer la denuncia o de no hacerla, será estrictamente el
criterio profesional el que deberá guiar el accionar del psicólogo.
Este criterio profesional no debe confundirse con los valores morales del terapeuta,
sino que dependerá exclusivamente de la responsabilidad a la que el terapeuta se ha
comprometido en relación a los avatares psíquicos de su paciente. Serán entonces
los principios éticos los que delimitarán el campo profesional.
A modo de conclusión diremos entonces que el secreto profesional debe estar
siempre sujeto al Principio de Neutralidad.     La posición de neutralidad nos guiará a
la suspensión del secreto profesional cuando su mantenimiento conduzca a favorecer
alguna forma de ideal incompatible con un proceso de elaboración y desanudamiento.
Ningún ideal, ni de la persona del analista, ni de su paciente, ni los ideales sociales
deberían detenerlo en su acción.
D - Supervisión y conflicto de intereses – Gutiérrez
Veremos lo que se entiende como un potencial conflicto de intereses. La advertencia
adquiere autoridad en la medida que se piensa a la tarea de supervisión incluida en
un tipo de relación institucional en la que el supervisor tiene una posición jerárquica
distinta a la del supervisado. Es decir, la supervisión es entendida por el código como
parte de un trabajo de docencia y capacitación. Debido a ello, resulta muy pertinente
la referencia a la objetividad necesaria para la evaluación de la tarea del supervisado.
Tal objetividad debiera permitir discernir claramente los progresos clínicos del
candidato, la pertinencia de sus intervenciones, su capacidad teórica, etc. Si entre
ambos hubiera, por ejemplo, un vínculo amoroso, el conflicto de intereses se
presentaría claramente: producto del amor, el interés de ver progresar a la persona
supervisada colisiona con el interés de evaluar en su justa medida su performance
clínica. Debido a este conflicto, la objetividad resulta menoscabada.
La supervisión es ─o debería serlo─ el lugar donde el supervisado lleva sus
interrogantes, sus dificultades con la ardua tarea clínica, sus limitaciones teóricas y,
en fin, todo aquello que prueba la insuficiencia y la falta de garantía por parte del
terapeuta; de todo terapeuta. Ahora bien, para poder ocupar el lugar de aquel que
ofrece su trabajo a la supervisión de otro, la condición necesaria ─aunque no
suficiente, claro─ es la de buscar un progreso de los tratamientos que se conduce.
Por todo lo dicho, si consideramos las dos líneas de objeción a las relaciones
múltiples en la supervisión ─ya sea la que impide la objetividad en la evaluación o la
que altera el trabajo de supervisión por transferencias superpuestas─, podría decirse
que en tales relaciones múltiples ─ya sean vínculos amorosos, comerciales, de
amistad u otros─, es posible que surjan problemas derivados de la transferencia.

E - El sujeto autónomo y la responsabilidad – Salomone


Teniendo en cuenta la responsabilidad por los actos ¿cuál es la noción de sujeto para
el derecho y cuál para el psicoanálisis? Dicho de otro modo, ¿cuál la noción de
responsabilidad jurídica y cuál la de responsabilidad subjetiva?
La noción de responsabilidad de la que se trate estará directamente vinculada a una
determinada noción de sujeto: mientras que la responsabilidad subjetiva interpela al
sujeto más allá de las fronteras del yo, asentándose en la noción de sujeto del
inconsciente, la responsabilidad jurídica se plantea en función de la noción de sujeto
autónomo, la cual restringe la responsabilidad al terreno de la conciencia, al ámbito de
la intencionalidad conciente. Se trata de la condición de ser responsable y
responsable de si mismo. El sujeto autónomo es el sujeto de la voluntad y la
intención. El sujeto de derecho es el sujeto considerado autónomo; aquel capaz de
hacerse responsable, no sólo por sus acciones sino también por sus elecciones y
decisiones. Cuando la persona no muestra estar en dominio de sus facultades
mentales por razones afectivas y/o intelectuales, pierde su cualidad de autónomo, y
así se considera que no está en condiciones de gozar de la libertad de manifestar una
intención voluntaria. Se entiende que su responsabilidad ha quedado restringida o
anulada. El sujeto ya no considerado autónomo es eximido de su responsabilidad
jurídica. El sujeto del derecho es el sujeto imputable por definición: es aquel capaz de
responder por sus actos. En términos jurídicos la responsabilidad no es inmanente al
sujeto, por lo mismo, tampoco es la cualidad de ser sujeto de derecho.
El Psicoanálisis plantea un determinismo inconsciente que hace al sujeto responsable
por definición. El campo de responsabilidad subjetiva confronta al sujeto con aquello
que perteneciéndole le es ajeno. El sujeto es, en estos términos, siempre imputable,
pero ya no en términos morales o jurídicos, sino éticos. En el campo de la
responsabilidad subjetiva, los motivos de la acción, propiciando su
desresponsabilización sobre aquello que le pertenece. Los efectos de desimplicación
en el acto son en general de alto costo subjetivo. Freud responsabiliza al sujeto de
aquello que desconoce de sí mismo, aquello de lo que el sujeto considerado
autónomo no puede dar cuenta. Sin embargo, no imputa al sujeto en el campo moral
por aquello que se le juega en lo inconsciente.

UNIDAD IV: La ética ante situaciones extremas

A- Desastres Y catástrofes
La naturaleza, el propio cuerpo y la relación con el semejante son fuente de
satisfacción y a la vez de permanente sufrimiento para el ser humano. Los así
llamados desastres y/o catástrofes son los modos en que estos tres factores se
manifiestan en sus formas extremas desbordando las capacidades materiales y
simbólicas para enfrentarlos.
Desastre (del latín astra) alude a una alteración de la configuración astral, un
desorden del cosmos. Se trata por lo tanto de un trastrocamiento de los elementos
que están por fuera de la órbita del sujeto. Desastre identifica por lo tanto al evento,
cuya gran magnitud lo torna potencialmente disruptivo.
 Catástrofe (del griego trophe, darlo vuelta todo) refiere a la alteración de las
referencias simbólicas en los sujetos cuando la magnitud del evento excede las
capacidades singulares y colectivas.
El desvalimiento y la desprotección, si bien sentimientos infantiles, acompañan al
hombre a lo largo de toda su vida. En la humanidad hay formas de mitigar el
desvalimiento, sea en las formas instrumentales, o normativas
Sin embargo, la naturaleza, el propio cuerpo y el orden social constituyen fuentes
permanentes de amenaza. Ciertas circunstancias, como las analizadas en este
volumen, enfrentan al sujeto a la desprotección estructural a la que está sometido
desde el nacimiento.
El desastre, definido en términos sociales, físicos y sanitarios, se torna a su vez
catástrofe subjetiva

Naturaleza: La vulnerabilidad frente a la naturaleza es propia de la condición humana.


Mediante el desarrollo de las fuerzas productivas (ciencia, técnica y tecnología) la
humanidad ha generado los medios para protegerse de las inclemencias de la
naturaleza, emanciparse de las limitaciones que ésta le impone, y extraer de ella los
elementos que satisfagan sus necesidades. Pero siempre existe un núcleo
irreductible, un punto de exceso en el que la naturaleza no puede ser controlada.
Algunas de esas manifestaciones agreden al individuo desde afuera, como los
desastres atmosféricos y geológicos. Otras, se desarrollan dentro de su propio
cuerpo, como por ejemplo el virus del HIV o los genes mutados identificados por el
Proyecto Genoma Humano.

Accidentes: Los accidentes suponen la intervención del azar sumada al error humano,
la negligencia o los intereses creados. Los accidentes se sitúan en un punto de
intersección entre la actividad humana y el orden natural. La naturaleza, que se había
visto transitoriamente superada, vuelve a imponer sus límites y, aquello que operaba
como mediación deviene un factor de agresión contra el propio ser humano. Ej.:
accidentes de transportes o industriales

Economía: La economía está íntimamente ligada a la condición de escasez del ser


humano. Puesto que los medios para la supervivencia de la especie son limitados, se
debe hacer de ellos una cuidadosa economía; es decir, una adecuada administración
de los recursos. El actual sistema económico ha significado un avance enorme con
relación a los sistemas económicos que lo precedieron, a la vez que ha traído
consecuencias negativas. Entre ellas, la exclusión de la mayor parte de la humanidad
de los beneficios que el propio sistema genera. Esta paradoja constituye el carácter
potencialmente disruptivo de la economía actual que afecta diferencialmente a los
diversos sectores de la sociedad. Ejemplo, devaluación, desempleo, hiperinflación,
etc.,

Armamento: Si bien la agresividad es propia de la condición humana, los modos de la


agresión entre las personas varían históricamente. Apoyada en el desarrollo científico
tecnológico, la fabricación de armamento influye directamente en la relación que el ser
humano establece con el semejante en tanto rival.

Instituciones: La agresividad constitutiva de los seres humanos se ve exacerbada en


nuestro tiempo histórico por un deterioro de las mediaciones normativas. Los
principios de legalidad, en creciente deterioro, son reemplazados por una lógica
inmediatista que genera el terreno propicio para la violencia en el tejido social. Se
tratan en este capítulo dos formas de esta violencia. La primera, la de la creciente
inseguridad de la vida cotidiana, especialmente en los grandes centros urbanos
(secuestros express, robos, asaltos, violencia física). La segunda, la que se origina
cuando las instituciones destinadas a proteger y formar (policía, educadores, justicia,
autoridades religiosas, familia) devienen agentes de agresión.

B- La ética del analista ante lo siniestro - Ulloa

El psa se sostiene en el propósito de develamiento de la verdad que estando


encubierta, por el propio sujeto que la soporta se presenta como síntoma. Para Freud
lo siniestro es aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo antiguo, a lo
familiar. Nuestro país, convivió muchos años con el horror,
muchos intentaron distintas técnicas de ceguera, lo siniestro ataca literalmente a los
ojos como reminiscencia catastrófica. Frente a las desapariciones reaccionaron
familiares y allegados, en general con pocos resultados.

Cuando uno se propone ser psicoanalista no solo lo interrogan afectados directos,


sino también las evidencias sociales que desde el acostumbramiento y la denegación
promueven al olvido como otra forma de recrear la fuente oculta de lo siniestro. El
olvido como valor social, no solo instaura una cultura siniestra sino que promueve la
repetición de los hechos. El psicoanalista no podrá dejar de hacer justicia desde la
promoción de la verdad como antídoto frente al ocultamiento que anida lo siniestro.

C - La trasmisión de un patrimonio mortífero: premisas éticas para la


rehabilitación de afectados – Viñar

En el proyecto de Rehabilitación y Reparación que propone Viñar no hay salud en la


trasmisión de un patrimonio mortífero y violento. Hay apenas la pena de una
reapropiación dolorosa, simbólica, menos loca y menos mortífera, en el punto final
que en el de partida.
Lo único que podemos hacer es lo que sabemos hacer: descifrar enigmas. Explorar
como cada persona singular se inscribe en el abanico de respuestas de lo que
socialmente llamamos traumatismo o catástrofe social. Leer en cada quien su
sufrimiento y su silencio, leer con él lo que es reconocimiento y lo que es omisión y
negación frente a lo acontecido. El sufrimiento y el silencio que nos traen estos
pacientes no requieren tratamientos especiales porque no hay respuestas
normalizables, sino un abanico de reacciones diferentes al mismo tratamiento. Se
trata de reconocer en él y con él cuando decir el decir es confesión traumática y
repetititva y cuando es aventura simbólica de elaboración. Reconocer y preguntarse
cuándo el silencio como refugio de lo intolerable es a respetar y cuando a violentar.
No hay psicoterapia especial para torturados o fliares. Lo que hay es sensibilidad y
disposición del terapeuta para recorrer un itinerario de horror.
A veces la repetición traumática, la convocación en transferencia del traumatismo
suscita y actualiza voces aun más intolerables que el acontecimiento mismo. Y
quienes resistieron o claudicaron a la tortura siempre hay algo a pagar en el cuerpo o
en el alma cuando fue atravesado, de una forma u otra, por una empresa de
destrucción.
Mirar el horror de lo que paso y con ello construir el porvenir, sin la captura de la
repetición traumática que redobla el traumatismo, restablecer la disociación pasado-
presente, y calmar la intrusión alucinante del traumatismo, restituyéndolo a la
categoría de recuerdo pensable, son un duro trabajo. Ese traumatismo que se mira
con los ojos en llamas y el rictus del hielo.

D – Veinte años son nada – Fariña y Gutiérrez

Holocausto, significa sacrificio al otro, termino que se quiere evitar.

El término responsabilidad, se remonta al vocablo latino respondere. De allí también


proviene responso, literalmente respuesta. Responsable es aquel del que se espera
una respuesta. La pregunta por la responsabilidad no supone un cuestionamiento a la
persona sino una interpelación al sujeto. Se trata del deseo inconciente. La
responsabilidad alcanza al sujeto allí donde este no tiene conciencia de serlo. La
culpa es el reverso de la responsabilidad, cuando la responsabilidad se haya ausente,
aparece la culpa.

La tortura es una situación de sometimiento absoluto, no hay elección posible para el


sujeto. No hay un saber sobre ese agujero, pero se vuelve necesario crear un saber,
una memoria en torno al agujero.

E - Diagnostico y responsabilidad – Gutiérrez


Muchas veces en el ámbito jurídico, el acusado resulta desplazado como testigo para
dejar lugar al experto que hable por el. (Caso Althusser que mato a su mujer arrojado
por el delirio, fue beneficiado por el estado de enajenación, a no ha lugar, es decir no
declarar en el juicio). Al quitarle la palabra al acusado, el mismo deja de ser sujeto de
la interpelación para ser objeto de una observación clínica.
Confundir el síntoma con el diagnostico, es borrar las huellas que conducen a la
pregunta, a la interrogación del sujeto por eso que el porta.
En la escena judicial se interpela al acusado concediéndole la palabra para que hable
en su nombre de su acto. En ese sentido opera como organizador simbólico para
situar la responsabilidad. Esa interpelación, opera como la ocasión indicada en la que
pueda emerger una posición subjetiva. Por el contrario, cuando alguna forma de
impunidad se pone en marcha, con leyes exculpatorias o criterios de inimputabilidad
basado en razones pedagógicas, los resultados tienen un carácter devastador para la
subjetividad.
F – La seducción totalitaria – Calligaris
El apunte Calligaris trabaja la cuestión de las perversiones como patología social.
Toma el caso de Albert Speer. Speer fue el primer arquitecto de Hitler y luego ocupó
el cargo de ministro de armamentos del Reich, dirigiendo el esfuerzo bélico e
industrial del nazismo en sus últimos años. Al final de la guerra fue preso y condenado
a 20 años. En este período interesa destacar su autodefensa en el proceso de
Nuremberg. Su posición es l siguiente: la responsabilidad de lo sucedido es una
responsabilidad colectiva de todos los dirigentes del partido nazi, entre los cuales se
incluye, pero de ninguna manera es responsabilidad del pueblo alemán. Es decir,
Spree reivindica su propia responsabilidad hasta sobre el horror del cual el pretende
no haber “sabido”. Para Calligaris, la posición de Speer se puede resumir en la
siguiente frase: la guerra era inevitable porque estaban los medios técnicos para
hacerla. Que la técnica en cuanto tal implique su ejercicio es una visión problemática.
Se puede inferir algo del lado de una cierta forma específica de alienación del sujeto.
A partir de esto, la hipótesis central del texto es la siguiente: en el fondo, cuando
Speer defiende la idea de que lo que aconteció fue a consecuencia del
desenvolvimiento de la técnica en cuanto tal, está diciendo en cierto modo la verdad,
aunque no toda. Lo que llama triunfo de la técnica, de la instrumentación, sólo es
triunfo en la medida en que los hombres mismos funcionan como parte de esta
técnica, quiero decir, funcionan como instrumentos. Para decir esto en otras palabras,
pienso que en donde él habla de efecto de la técnica (la guerra era necesaria porque
habían los medios para hacerla), encuentro que podríamos hablar del efecto, del
interés y de la pasión humana en salir del sufrimiento neurótico banal alienando la
propia subjetividad, o mejor, reduciendo la propia subjetividad a una
INSTRUMENTALIZACION. Esta pasión me parece una tendencia inercial de cualquier
neurótico: la pasión de la instrumentalización. Cuando hablo de instrumentalización
quiero decir “ser instrumento”.
Lo propio de una constitución neurótica es el hecho de que el saber, el saber paterno,
siempre está supuesto. La consecuencia de esto es que el sujeto está
constantemente en la incertidumbre acerca de lo que quiere; acerca de aquello que va
a suceder. Si este saber fuese un saber sabido, sabríamos lo que hacer: es a esto a
lo que llamo instrumentalización: ser los instrumentos de un saber sabido y entonces
compartible. Ese mismo semblante de certeza, es una salida de la neurosis, una
salida del sufrimiento neurótico banal. A este tipo de salida la llamo perversión,
porque se trata de una usurpación del lugar paterno, transformando el saber supuesto
en un saber sabido. Lo esencial es que sea sabido y compartido y de pronto los
sujetos queden funcionando, sabiendo lo que deben hacer como instrumentos de
dicho saber. El contenido del saber no tiene la más mínima importancia.
Ejemplo respecto a nuestro país: el principio de obediencia debida. Calligaris cree en
este principio, en la medida que el goce de las personas envueltas estaba en el
funcionamiento del aparato y no en la matanza. Pero aún así, la obediencia debida no
sirve como disculpa. Por el contrario, debería ser un agravante jurídico. Ahí es donde
está lo inaceptable: que, para poder conseguir una salida al sufrimiento neurótico, el
sujeto pueda considerar que cualquier precio es bueno.

G – Niños Desaparecidos: Lógica genocida y apropiación ilegal- Kletnicki


La existencia de un plan sistemático para la apropiación de hijos de personas
víctimas de la desaparición forzada, o de niños que han nacido durante el cautiverio
de sus madres, ha sido uno de los rasgos distintivos de la dictadura que devastó la
República Argentina a partir del 24 de marzo de 1976
Sabemos que el genocidio es considerado uno de los crímenes más graves contra la
humanidad, que tiene por objeto la destrucción total o parcial de ciertos grupos de
personas
Para el caso que deseamos abordar, la apropiación ilegal de aproximadamente 500
niños hijos de desaparecidos, pensamos que la situación hace más evidente que el
grupo que sufre la acción criminal se configura a partir de la mirada del genocida, que
es quien ―sólo a posteriori y a partir de su capricho― convierte a una serie
absolutamente heterogénea de criaturas completamente imposibilitada de constituir
una comunidad, en la minoría receptora de su violencia.
.La apropiación ilegal de estos niños es consecuencia directa de la persecución de
sus padres biológicos por parte de la dictadura militar. Esto quiere decir, que los hijos
son desaparecidos porque lo han sido sus progenitores. Como efecto, aparece a
posteriori un nuevo grupo de muy singulares características: son los niños que han
sido tomados como botín de guerra, que han nacido durante el cautiverio de sus
madres, o de corta edad cuando sus padres fueron detenidos, secuestrados o
asesinados.
Los autores se proponen argumentar una perspectiva a partir de entender que la
lógica genocida está incrustada en la dinámica del crimen filiatorio que constituye la
apropiación ilegal.
La situación es enormemente compleja, ya que incluso hay que admitir que
catástrofes como la nombrada ―en tanto lugar de producción de las únicas marcas
con las que se han podido contar― pueden ser en sí mismas generadoras de
subjetividad: decimos, por esa razón, que al secuestro y la desaparición física del
niño, o del bebé aún por nacer, debe adicionarse la siniestra categoría de apropiación
psicológica, ya que desde la usurpación de los lugares paternos, y de las marcas que
desde esa posición se transmiten, se aportan las condiciones para estructurar un
sujeto.
Hallamos específicamente en la verificación del robo de las funciones parentales el
núcleo del crimen filiatorio, ya que la función de filiar imprime sobre el niño un orden
estructural y unos contenidos que no están en modo alguno predeterminados. Ése es
el eje fundamental de la cuestión: reside en reconocer que no hay sujeto en el inicio,
que no hay en el origen una condición subjetiva dada, siendo dicha subjetivación una
posición de llegada, una adquisición derivada de un proceso de construcción.
La apropiación ilegal ha forzado el crecimiento de un niño en el seno de una familia
que no es la suya pero, paradojalmente, en esa relación ha quedado inscripto en lo
humano y ha podido eventualmente constituirse, con sus fallas y fisuras, como sujeto
deseante.
Hay que considerar que la subjetividad no se rearma como un rompecabezas que se
desarmó un día, buscando las piezas dispersas y señalando su encastre correcto, ya
que una vez que una situación se ha puesto en movimiento generará una catarata de
efectos sobre el sujeto, enfrentándonos con las huellas de lo probablemente
irreparable.
Sabemos que la lógica genocida no se ha limitado a producir la desaparición física de
los padres de las criaturas secuestradas, sino que también se ha hecho extensiva a la
supresión de la identidad, a la desaparición del niño que debió ser, a la negación del
nombre, de la historia, del deseo que lo esperaban, de manera que ha extendido sus
consecuencias a la interrupción de la trama generacional que funda el orden humano,
y ha producido una ruptura que no es sólo individual sino también social, colectiva, en
tanto esos niños han quedado imposibilitados de habitar el entramado generacional
que les dio origen.
La inconsistencia de la ley para cubrir todo el campo de acontecimientos sobre los
que legisla requiere la puesta en acto de lo que llamamos responsabilidad subjetiva,
ya que el vacío de certeza propio del campo jurídico sólo puede ser suplementado por
una decisión del sujeto.
Hemos dicho que el robo de las funciones parentales ha forzado el crecimiento de un
niño en el seno de una familia que no es la suya, y que ―a pesar de ello― es en el
entramado ofrecido por esa relación que le resultaría posible inscribirse en lo humano
y constituirse como sujeto.
En determinados casos, los relativos al secuestro de niños de corta edad que han
llegado a convivir son sus padres biológicos, las precoces vivencias reconocidas
pueden permanecer como huellas imborrables que, a su tiempo, servirán para
favorecer el restablecimiento de algunas de las condiciones que imperaban antes de
la apropiación ilegal.
Pero la misma teoría sobre los avatares de la constitución subjetiva deberá ser
aplicada, aunque nos pese desde la perspectiva de la promoción de justicia, para
analizar el carácter de indestructibles de algunas de las experiencias tempranas que
han sido vivenciadas con los apropiadores, en especial, aunque no exclusivamente,
en el caso de los bebés que han nacido en cautiverio.
Si el campo del derecho tiene como pretensión poner fin al delito, y restablecer con la
sanción adecuada la situación anterior al acto antijurídico, hallamos una enorme
dificultad para pensar con igual criterio y optimismo sobre las consecuencias de la
apropiación en el sujeto.
Cuando se trataba de niños el alcance de la ley jurídica debía corresponderse
necesariamente con la restitución de la identidad, es decir, con situar ―como punto
de partida― que el menor tenía que saber quién era, que debía devolvérsele su
nombre y su lugar en una genealogía, para dar así inicio a un proceso, que podía ser
más o menos extenso, tendiente a subjetivar la identidad recuperada. No sucede lo
mismo con jóvenes.
Pero también se trata, del lado del sujeto, de la puesta en acto de un deseo del que
no podemos hacerlo culpable, pero del que tampoco debemos desresponsabilizarlo,
ya que una vez que ha realizado su movida, y ha tomado la decisión de saber o no
saber, no podrá dejar de hacerse cargo de los efectos que produzca su jugada.
 Hemos dicho que la lógica genocida aplicada por la dictadura militar no se limitó a
producir la desaparición física de los padres de las criaturas secuestradas, sino que
además se hizo extensiva a su memoria y a su descendencia.
Sabemos, finalmente, que el derecho a la intimidad del joven que ha sido un niño
apropiado ilegalmente entra en conflicto con el de sus familiares biológicos a conocer
inequívocamente su identidad, y que por otra parte se opone a la obligación estatal de
establecer plenamente cuál ha sido la verdad histórica, para propiciar su rescate en la
memoria colectiva, sancionar los crímenes y castigar a quienes los cometieron.
En resumen, la situación analizada conlleva tal grado de complejidad que
concluíamos señalando que ni la ley social, ni la intervención jurídica ni la
conservación en lo colectivo de la memoria y la demanda de justicia, alcanzan
necesariamente para garantizar la reparación de lo que se ha fracturado en el campo
de la constitución subjetiva y en el plano social, en tanto puesta en evidencia de los
límites para subsanar enteramente las consecuencias de un delito de estas
características.
Entendemos que, cualquiera sea la solución hallada, cualquiera sea el derecho
privilegiado en la sanción jurídica, queda resaltado un punto de inconsistencia que
denuncia la presencia de una falta real, de un imposible, que no puede recubrirse del
todo con ningún elemento de lo simbólico.
Tras ello, la posibilidad de restituir la identidad queda subordinada ―en nuestros días
y en el futuro― a la decisión previa de quien ha sido apropiado ilegalmente: el sujeto
deberá desear saber, tendrá que poder cuestionar sus certezas y pronunciarse sobre
el recorrido a seguir.

H - Memoria, Victima y sujeto – Gutiérrez y Lewkowicz


Victima Significa en su origen latino persona o animal destinada al sacrificio.
Holocausto: sacrificio del hijo ofrecido a Dios.
El desaparecido, el muerto, el torturado, no son en si mismos lugares que justifiquen
el homenaje o el aprobio. La atribución de cualidades a la victima supone una marca
distintiva, ya que con ello se lo distingue del resto, de la masa vulgar. Pero estas
marcas no son via de singularización: ellas le son atribuidas desde un campo que
impide al sujeto toda sustracción del mismo haciéndolo colapsar bajo el destino
mortífero de esa marca.
Ir del síntoma al diagnostico sustituyendo uno por otro es borrar las huellas que
conducen a una pregunta que invitan al sujeto a interrogarse por eso que el porta.
Hacer de un síntoma un diagnostico es transformar ese interrogante en una
convicción nosografica donde encuentran refugios malestares diversos. Con el
síntoma se le dice al sujeto que el es aquello que muestra (adicto, bulímico, etc.). Le
permite al sujeto un refugio en donde se puede desentender de su posición de sujeto
deseante.
No hay que olvidar, porque eso significaría repetir el pasado. Las identidades
colectivas se sostienen en el borramiento de las diferencias singulares. No es posible
prescindir de las marcas de la herencia.

I – Especificidad DE la tortura como trauma. El desierto humano cuando las


palabras se extinguen – Viñar
Medicina y tortura, según Merlau - Ponty, guardan una afinidad tópica, ambas alojan
en y colonizan el espacio de intimidad del cuerpo sensible de alguien humano: uno lo
salva, otro lo destruye.
El trauma se define como lo que el hombre le hace al hombre.
La mayor angustia no es la perdida de objeto, sino la ausencia de su representación.
La meta terapéutica busca un reencuentro con la temporalidad psíquica, con un
devenir y una reapropiación del fueron interior que permita discriminar el pasado del
presente, que el sujeto pueda acceder a su actualidad con frescura y no quede
incrustado, anclado, al trauma como fuerza de atracción irresistible que satura de
significación todos los ámbitos de experiencia psíquica, que contamina al presente y
al futuro en un determinismo lineal y fatal con aquel pasado.
Se trata de no leer el trauma sino como cada sujeto lo registra, lo inscribe y lo
significa: la singularidad de la respuesta.
J- Carta abierta de un escritor a la Junta Militar – Walsh
Carta de Rodolfo Walsh – Buenos Aires 24 de Marzo de 1977
No esperó ser escuchado, sabiendo que sería perseguido pero por su compromiso a
dar testimonio, escribió la carta a la Junta Militar.

UNIDAD V: Ética y responsabilidad

Principales artículos del Código de Nuremberg


*Cualquier persona que cometa actos que constituyan un crimen bajo las leyes
internacionales será responsable y por consiguiente sujeto a castigo.
*El hecho de que las leyes internas no impongan castigo por un acto que constituya
un crimen bajo las leyes internacionales no exime a la persona que cometió el acto de
su responsabilidad bajo las leyes internacionales.
*El hecho de que una persona que ha cometido un acto que constituye un crimen bajo
las leyes internacionales sea Jefe del Estado o un oficial responsable del Gobierno no
le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales.
*El hecho de que una persona actúe bajo las órdenes de su Gobierno o de un
superior no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que
se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma.

A – Ética Profesional – Dossier bibliográfico en salud mental – Acápite 3.3 El


status de la responsabilidad sobre los actos.
Discusiones ético-metodológicas en torno al experimento de Milgram según
Benasayag.
La experiencia de Milgram en la universidad de Yale intenta dar un panorama sobre el
conflicto entre la obediencia y los valores éticos. La experiencia estaba destinada a
explorar cómo se comporta un hombre cuando una autoridad legítima le indica que
debe actuar contra un tercer individuo. En palabras de Milgram, encontrar “cuando y
cómo la gente desafiaría a la autoridad frente a un imperativo moral claro. Los
resultados de la experiencia indican que dos de cada tres personas llegan a
administrar descargas eléctricas consideradas peligrosas; esto ha sido usado para
intentar explicar la obediencia a órdenes aberrantes durante la guerra o situaciones
de tortura. En su libro “Utopie et Liberté”, Bensayag incluye un capítulo sobre la
obediencia a las órdenes, en el cual analiza el experimento de Milgram desde la
perspectiva psicoanalítica: “el torturador de la experiencia de Milgram no está en
modo alguno ante la misma elección que el torturador argentino de la realidad; al
contrario que este último, aquel se halla en presencia de u n “torturado voluntario”
dispuesto a sufrir por el bien común (en este caso el conocimiento científico) y de un
experimentador que le recuerda permanentemente que está actuando en nombre de
ese ideal.” Para Benasayag, las conclusiones teóricas que extrae ilgram están
fundadas en un a priori al experimento, y la elección del sujeto se asienta sobre un
“renunciamiento” en función de la adhesión previa al discurso cientificista. El caso del
militar torturador argentino es bien diferente y correspondería a otro tipo de
obediencia a las órdenes criminales: “en este caso no hay renunciamiento y el
Estado, por definición, no puede proveer al torturador un discurso que le permita
justificar su acto. Su sola justifación es “la ley del más fuerte”, la relación dual.

B – Vergüenza y Responsabilidad – Jinkis

El deseo no es para el psicoanalista una categoría, sino la consecuencia estricta a la


que expone el ejercicio de su practica. Si el sujeto dividido por el lenguaje habla sin
saber lo que dice, aquel deseo lo vuelve responsable de lo que dice.
Responsable: aquel del que se espera una respuesta. NO conciente de lo que hace o
que se hace cargo de lo que dice, sino culpable de lo que hace y dice.
Toda psicología moderna esta hecha para explicar como un ser humano puede
conducirse en la estructura capitalista.(Lacan)
Si ocuparse de la venganza, de la traición, la apuesta, la indiferencia, el derecho,
testimonia que el psicoanalista no esta fuera de los asuntos de la polis, esto no
significa que pueda desprenderse de sus vestiduras profesionales y perderse entre la
gente, sino que significa que esos asuntos son los suyos porque el, el psicoanalista,
esta tomado por ellos en su practica. “De la posición de sujeto somos siempre
responsables” (Lacan)

C – Nota sobre Lacan y Sartre – El desicionismo – Aleman, J


Sastre formula el humanismo, pero no el habitual que considera al hombre centro del
las cosas.
Entiende por humanismo que se admitan las consecuencias de que Dios no existe.
Esto es, ser ateo quiere decir que no hay ninguna garantía en el Otro con respecto a
lo que sucede al existente como tal.
Habitualmente la esencia precede a la existencia, ejemplo del abre lata, objetivo
crearlo. Pero hay un caso donde la esencia no precede a la existencia y es en el
existente humano, aqui la existencia precede a la esencia. Según sastre el humano
debe hacerse a si mismo, y el determinismo es mala fe.
Dirá que la elección constituye al sujeto, lo hace sujeto. Elección que no puede ser
pensada con voluntad, como decisión yoica, no puede ser pensada como un acto
voluntarista. La elección es no reflexiva.

D – La Responsabilidad ante el aborto – Ariel


Para tratar el tema de la responsabilidad del sujeto frente a su propio acto, Ariel elige
el tema del aborto. Un acto implica una decisión, y no una acción. Una decisión sin
socios, que tiene consecuencias para quien la produce y también para los otros. Pero
para los otros, mi acto constituye una acción. A veces, el aborto es una decisión, a
veces una conmoción, a veces una trasgresión, a veces una elección, obligación,
terror o error. A nivel corporal, el aborto es esencialmente en la mujer. Pero también
hay aborto para el hombre: a nivel del cuerpo pulsional, un embarazo es interrumpido
para ambos. Ariel no considera al aborto desde el campo moral: si está bien o si está
mal. Define a la moral como la pertinencia de una conducta de un hombre respecto de
otros hombres. Por ende, es temporal, inscripta en det. Época histórica y geográfica,
que genera lazos sociales en tanto permite que haya signos. Se sostiene del ideal del
yo de una época. Si se toma una decisión en términos morales, la consecuencia de
ello es ser amado u odiado. Tampoco se sirve del aspecto jurídico: implicaría
entender la decisión como punible o no por parte del Estado. Es la vinculación de la
moral con la política de una época, por ende, tmb es temporal. Analizar al aborto
desde una visión religiosa tmb implicaría una postura moral: si bien es atemporal en
tanto es inherente a una creencia, la religión es una verdad moral que ordena las
acciones de los sujetos desde la voluntad de las autoridades de la iglesia. Tampoco
considera al aborto desde el punto de vista de las neurosis: podría ser un síntoma, un
acting out, una deuda, una identificación, una venganza.
Se considera entonces al aborto desde la responsabilidad subjetiva. La mayoría de
las decisiones sobre los abortos, se toman por dentro de algunos de los campos
mencionados: moral, religioso, jurídico, neurótico. Tomar una decisión semejante por
fuera de estos campos implicaría llamar a la analogía del arte: ir más allá de su
tiempo y de sus referentes, para un artista, es ser un creador (“ir por fuera”). Que es
uno más allá de estos campos? Más allá de su filiación ? Más allá de la moral, la
religión y etc ? Si todo es sonido, si está organizado desde antes de que uno advenga
al mundo, la única posibilidad de lo propio es el silencio. Este silencio tiene que ver
con la castración. Todos hemos sido creados. El silencio es aquello que permite el
pasaje de creado a creador. ¿Hay responsabilidad subjetiva en desistir de transitar
ese pasaje de creado a creador? Si la responsabilidad es la habilidad para responder,
es entonces responsabilidad por ese uno. En tanto analistas, si nos toca acompañar
a alguien en ese camino, debe hacerse en ley de abstinencia. Abstenerse de la propia
moral, de sus valores y de su religiosidad, de la relación con la ley. Sostenerse de
algún modo en esa dimensión de escucha. Freud sabía que la única fortaleza de un
sujeto es asumir la condición de su acto, para ponerlo en paz con su existencia.

E – Responsabilidad, otro nombre del sujeto – Juan Carlos Mosca


La responsabilidad interpela al sujeto, quien debe o puede, dar respuesta, responder
por su acto. La responsabilidad la referimos a la singularidad de un sujeto en acto.
Pieza Literaria de Jean Paul Sastre: El muro – personaje Ibbieta.
El interés no esta en lo judiciable sino en la subjetivacion de una acción, si es así ya
no será una acción cualquiera, sino que recae sobre el sujeto, poniéndose este en
acto.
El muro trascurre en la España de la Guerra civil, un grupo de prisioneros
republicanos en manos de la falange es arrojado a un sótano y deberán esperan a la
mañana siguiente a que los lleven al muro y los fusilen. Cuatro personajes, tres
condenados y un testigo, el medico belga. El quinto protagonista será convocado en
ausencia.
Llega la mañana, todos salen del sótano, Ibbieta el protagonista debe esperar. Luego
lo obligan a declarar, lo interrogan, le piden que denuncie a un líder anarquista, a
Ramón Gris.Le ofrecen la vida a cambio de declarar. Ya esta planteado el problema
ético. A ibbieta ya no le importa salvar a Ramón Gris, solo quiere morir valientemente.
Ibbieta sabe algunas cosas, sabe que morirá, donde esta Gris y que son todos
mortales. El sabía que moriría pero no hablaría, solo por testarudo y burlarse de ellos.
Ibbieta hablo, para mentir, para engañar y burlarse de ellos y dijo “esta escondido en
el cementerio”. Quiso mentir pero dijo la verdad, allí encontraron a Gris y lo mataron,
la muerte de Ibbieta fue aplazada volviendo al patio con los prisioneros.
La primera exculpación posible para Ibbieta es la ignorancia y el azar. Lo que el sabía
es que Gris estaba en casa de su primo. No sabía que había abandonado ese refugio
y se hallaba escondido en el cementerio, mencionó ese lugar por puro azar frente a
los oficiales para burlarse de ellos, y sólo por azar coincidió su declaración con el sitio
real donde se hallaba el fugitivo. El azar quiso que con su elección de una confesión
mentirosa terminara, sin saberlo, diciendo la verdad. El azar implica incertidumbre y
podría estimarse que no habría apuesta sin incertidumbre.
El determinismo encuentra en el resultado la ley que le determinó. El punto de interés
es si la determinación elimina la libertad, y por ende, la responsabilidad. Ibbieta solo
podría decir que “metió la pata” y que Ramón Gris es un testarudo que se peleó con
su primo y cambió un seguro refugio por el cementerio. Lo demás lo hizo el azar, el
destino o las circunstancias.
Invocar el azar, lo no determinado, como principio, no es mas “liberador” de la
alienación del Sujeto, porque en esa forma se borra el sujeto de toda responsabilidad,
borrando su acto.
Ibbieta recuperó su tiempo bajo la amenaza de perderlo, recuperó su mortalidad.
Negando su responsabilidad bajo la coartada del azar, y del destino volvería a
perderlo. También salvó su vida, si ese fue su deseo, de eso es responsable. La única
cosa de la que puede sentirse culpable un sujeto es de haber cedido su deseo. Si
Ibbieta es responsable de un acto, este acto inscribió el deseo. Como precio del
deseo carga con lo real de la culpa: la responsabilidad..
Lacan: la única cosa de la que puede ser culpable el sujeto es de haber cedido su
deseo. El sujeto cede para acomodarse a los mandatos superyoicos, renuncia para
gozar del sometimiento, Freud dice que cuanto mas renuncia el sujeto a sus deseos,
mas se acomoda a esas demandas del superyo y mas culpa se siente. Entonces
según lacan, solo se puede ser culpable de haber cedido en su deseo, el yo no es
propietario del deseo, pero si el sujeto es responsable de su puesta en acto.
Responsabilidad: es otro nombre del sujeto

F – El sujeto dividido y la responsabilidad – Salomone


Responsabilidad subjetiva: aquella que se configura a partir de la noción de sujeto del
ICC, sujeto no autónomo, que por definición no es dueño de su voluntad e intención.
Hay que distinguir responsabilidad subjetiva de moral y jurídica. La responsabilidad
moral y jurídica responde a una misma lógica. La responsabilidad juridica es una
forma de resp moral.
Freud insiste en responsabilidad que atañe al sujeto en relacion a aquello que
desconoce de si mismo.
No hay que enfrentar al sujeto con la dimension de valores compartidos, ni de
confrontarlo con la referencia moral. No se trata de la realidad objetiva sino de la
realidad psiquica. Aquí es posible introducir nuevamente la distinción que hace Freud
en cuanto a la dimension moral y la dimension del sujeto. Freud ubica la
responsabilidad en relación al propósito ICC que, ajenamente a la voluntad del yo,
propicio una accion.
Con respecto a los sueños, Freud dirá que el sujeto es responsable por el contenido
de sus sueños. Y dice que el soñante sabe lo que su sueño significa, pero no sabe
que lo sabe. A ese punto de ajenidad, se conduce la responsabilidad. Freud
responsabiliza al sujeto de aquello que desconoce de si mismo.
La vergüenza nos pone en la pista de un sujeto interpelado por aquello que, aunque
vivido como ajeno, le pertenece y lo perturba. La interpelación llama al sujeto a
responder. Hay un tiempo 1 y un tiempo 2 que interpela al primero
La responsabilidad subjetiva es el corazón de la dimensione tica.
El sujeto que situamos es el sujeto como efecto, como efecto de la palabra que divide.
G – Los carriles de la responsabilidad: el circuito del análisis – Maria Elena
Domínguez
Circuito: compuesto por un Tiempo 1 donde se realiza una acción que se supone se
agota a los fines para la que fue realizada. Un Tiempo 2 con algún indicador que
señala un exceso y donde el universo particular soportado en las certidumbres yoicas
se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el
sujeto tenia al comienzo del mismo. Momento propicio para la emergencia de una
singularidad que demuestre la incompletad del universo previo. Finalmente habrá un
tiempo 3 que verifique la responsabilidad subjetiva.
El tiempo 2 resignifica el tiempo 1, resignificación que dará cuenta de una respuesta
del sujeto que advierta un cambio de posición frente a sus circunstancias.
El recorrido del circuito es invariable en cuanto a la lógica que instrumenta: la
retroacción. No responde cronológicamente sino con lógica de retroacción, hace que
vuelva sobre una acción que ya sucedió. Es esta interpelación la que me hace volver
sobre lo dicho.
((La parte de Lacan de los estatutos del síntoma no lo considero importante a los
fines, pero cualquier cosa que pregunten por esto, lo mas importante que la
responsabilidad es una respuesta a la castración))
H – Responsabilidad subjetiva y culpa – Oscar D`Amore
Sujeto del acto coincide con la responsabilidad subjetiva
La culpa no es mas que la imputabilidad de un daño por el que hay que pagar, aquí
tenemos el carácter económico que comprende una deuda, contraer una deuda es
contraer una culpa. (En términos jurídicos)
Tomaremos lo que dice Jinkis: Responsable no es conciente de lo que hace ni se
hace cargo de lo que dice, sino que es culpable de lo que dice y hace.
Desde ahí decimos que la respuesta esperable queda suspendida a ese pasaje por la
culpa. La culpa es una condición par el circuito de la responsabilidad subjetiva. Es la
culpa la que obliga a responder
No hay responsabilidad subjetiva sin culpa: No estamos hablando de culpa en el
sentido tradicional en que entendemos el sentimiento de culpa. La culpa de la que
hablamos depende de una operación simbólica, la interpelación subjetiva.
La interpelación subjetiva es la puesta en marcha del circuito. Luego la culpa obliga a
una respuesta ad hoc a la interpelación; es decir, dado el tiempo 2 que es el tiempo
de la interpelación en el circuito, se funda en su resignificación el tiempo 1, facilita una
respuesta, que aunque no es considerada todavía tiempo 3, aquel de la
responsabilidad subjetiva, responde a la interpelación. La retroacción que genera la
interpelación resignifica porque liga a los elementos disonantes que se convierten
entonces en un tiempo 1, es decir que el tiempo 1 es ya un tiempo resignificado por la
interpelación a través de la culpa. La culpa hace a la retroacción, hace que se retorne
sobre la acción por la que se debe responder. Dado un tiempo 2, el de la
interpelación, la ligadura al tiempo 1 es ya una obligación a responder a esa
interpelación. No hay forma de no responder, pues la interpelación exige respuesta.
La interpelación es lo que genera culpa en sentido lato. Es el llamado a responder
para volver al surco de lo moral, en este caso, la respuesta es particular. No hay
singularidad en la vuelta al surco moral porque la respuesta resulta un taponamiento
de la dimensión ética.
La interpelación subjetiva se pone en marcha cuando la ley simbólica del deseo obliga
a retornar sobre la acción y en efecto el psicoanálisis procede de este modo, retorna
sobre la acción más moral, más particular, favoreciendo la interpelación para la
responsabilidad subjetiva. El sentimiento de culpa se diluye en el efecto sujeto y es
una respuesta de dimensión ética. Pero también puede ser óptica cuando el circuito
se cierra en el mero ser de la culpabilidad, en la negación de la misma o en la
anestesia de la intelectualización o de la proyección.
Se abre como respuesta a la interpelación un abanico de posibilidades: el sentimiento
de culpa, la proyección, la negación, la intelectualización y la formación sintomática,
incluso a expensas de ese capítulo controvertido que conforma el sentimiento
inconsciente de culpa. Cada uno de estos elementos puede ser considerado una
respuesta que dice si a la interpelación. Responden a la interpelación subjetiva...
Planteamos una diferencia respecto del tiempo 3 como responsabilidad subjetiva: otro
nombre del sujeto. El efecto sujeto es también una respuesta a la interpelación, pero
allí hablamos de una dimensión ética. Y eso implica la noción de acto en la que el
sujeto se produce. Al hablar de efecto sujeto hablamos del acto ético, es el acto en
que se produce un sujeto de deseo inconsciente. Esto es lo que quiere decir que el
estatuto del ICC es ético (lacan)
LLAMAMOS ETICAS A LAS SINGULARIDADES QUE HACEN DESFALLECER AL
PARTICULAR PREVIO.

Especies de respuesta: Tenemos una respuesta culpogena, pura culpa anclada en el


yo soy culpable. También esta la negación, la prevención y las formaciones
sintomáticas asociadas al sentimiento ICC de culpa. En ellas la culpa no favorece al
efecto sujeto.
Sabemos que no hay responsabilidad subjetiva sin culpa y también que la culpa
puede llegar a venir como tapón donde no hay advenimiento del sujeto

UNIDAD VI: Bioética y Filiación: Nuevas cuestiones Éticas y epistemológicas

A – Abuelas de Plaza de Mayo: Abuelas opinan sobre Doltó


Articulo que informa sobre la desinformación de la Dra. Dolto en cuanto a una parte
de nuestra historia, que no es la misma que ella identifica en sus declaraciones.
Los niños y bebes nacidos en cautiverio fueron violentamente arrancados de los
brazos de sus madres, padres, hermanos, abuelas, y abuelos y la gran mayoría sigue
sufriendo el secuestro y la desaparición. Fueron ilegalmente adoptados como propios,
privados de su identidad, lo que implica que fueron tratados como objetos, parte del
saqueo.
Las situaciones son de fraude y falsificación sin ley. Las figuras de los apropiadores
son desde el lugar parental de la impostura.
Identidad: estructura interna que consiste en lo que uno siente ser. Lo que funda esa
identidad es el deseo de vida de los padres unido a la propia pulsion de vida del bebe.
El deseo de vida se va haciendo autónomo, pero debe pensarse ligado al motor que
lo genero, el deseo parental. Esta configuración de deseos que es origen de vida es
basamento identificatorio.
Las abuelas de plaza de mayo llaman restitución al acto de recuperación de los niños
secuestrados, acto psíquicamente fundante porque se asienta en la verdad y en la ley
y libera al psiquismo infantil de la fundación falsa en la que se encuentra capturado:
porque reestablece un orden de legalidad familiar que posibilita el deseo, el encuentro
con la propia identidad y la inserción en la legitima cadena generacional.
En la situación de apropiación los niños fueron arrancados, sin palabras y con
violencia real, sumergiéndolos en un proceso de ocultamiento y de enajenación,
arrancados de su identidad de su historia personal y familiar. En este tipo de actos se
desconoció toda ley.
En la situación de restitución no hay repetición, las palabras son dichas y desde la ley
se permite el acceso a la verdad. No hay arrancamiento. Hay articulación entre verdad
y justicia. El contacto con la verdad es la posibilidad de tomar vínculo con el proyecto
de vida de sus padres y con la configuración de deseos que son origen
En la apropiación, a diferencia de la adopción no hay legitimación posible de hijo,
porque no hay libre voluntad de renuncia al proyecto de vida y deseo por parte de los
progenitores, ni de los progenitores de sus progenitores
Estos niños son identificables, con familiares ubicables. Las abuelas han elegido el
camino de la justicia para recuperar la vida de los niños desaparecidos
B – Identidad y Responsabilidad – Lo Giudice y Olivares
Dos ejemplos de restitución:
Nos encontramos ante la misma circunstancia, secuestro y apropiación de niños
durante el Terrorismo de Estado en Argentina (1976/1983) y dos respuestas:

- Un juez que reniega de lo acontecido, intentando legislar como si la


convivencia con los apropiadores fuese por un abandono y no por una ruptura
de la legalidad que perpetua en el secuestro de la niña
- Otro juez que logra efectivizar un reordenamiento simbólico restituyendo su
lugar a la niña como sujeto de derecho.

Abuelas de plaza de Mayo: La invención de las abuelas, con la creación de su


institución, fue un acto ético y ciudadano como respuesta a la usurpación del poder
por parte de las fuerzas armadas.
Hubo violencia, desaparición de personas e institucionalización de campos de
concentración y exterminio, todo esto en el marco del terrorismo de estado del 76.
El derecho y el psicoanálisis: Tanto el derecho como el psicoanálisis se encuentran
involucrados en el acto de instituir lo vivo con operaciones diferentes. Para el derecho
el vínculo de filiación esta creado por las instituciones jurídicas.
Para el psicoanálisis instituir lo vivo será planteado desde las operaciones de
subjetivacion necesaria para que el pequeño sujeto se humanice. La flia es el ámbito
donde se desarrolla el ser hablante. Lo simbólico, que precede al sujeto, es la función
ordenadora de la cultura que separa al hombre de la naturaleza, inscribiéndolo en la
entrada del lenguaje.
El niño al nacer necesitara de la función materna y paterna para vivir, y para
constituirse subjetivamente se identificara a sus padres, de ellos recibirá una marca
simbólica, trazo identificatorio que le permitirá ser.
En este sentido desde el psicoanálisis se piensa la identidad: es ser inscripto por los
padres en el sistema de parentesco, reconociendo la igualdad y la diferencia, pues
solo siendo diferente puedo particularizarme. Al nacer, sostenido por el deseo de sus
padres, se subjetivara, produciéndose como sujeto nuevo. La función de la familia
tiene a su cargo la transmisión de una constitución subjetiva que implica la relación
con un deseo que no sea anónimo
El estado no debe negar lo acontecido, debe abrir paso a otra versión de lo
acontecido. Si el hecho fue de orden inédito, las soluciones deberían ser inéditas.
LA ENCRUCIJADA DE LA FILIACION
C – Introducción–
- Octubre de 1985 abuelas de plaza de mayo fundamentan la necesidad de dar
carácter de ley a la iniciativa del banco de datos genéticos. Se inauguraba así un
capitulo de importancia donde se articulaba la genética, la legalidad social, y las
funciones de identidad e identificación
PRIMERA PARTE: En busca del hijo perdido: apropiación, cambio de identidad,
restitución
D – Cuestiones éticas y epistemológicas ante la experimentación psicológica
con niños – Fariña y Brinton Lykes
- Novela Los niños del brasil: clones de Hitler – genética más medioambiente-
-Argentina: 1984 – Diario La Capital –
“Los verdaderos padres son los padres psicológicos” Lidia Castagno de Vicentini, ella
decía que el lazo con las abuelas era irrelevante a los años de convivencia con los
apropiadores
“Los verdaderos padres son los padres” dijeron un grupo de psicólogos ligados al
movimiento de derechos humanos.
- Guatemala: Estrategia de mejoramiento llevada acabo por los militares de ese país.
- EEUU: ¿Qué es una madre? Caso de Baby M. Matrimonio que no podía tener hijos,
pagaría a una joven por ser inseminada artificialmente y por entregarles la criatura. La
joven no quiso darlo
Las formas de experimentación sobre la filiación de los niños ya tenía antecedentes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el III Reich soñaba con la hegemonía de
la raza aria, dos estrategias se pusieron en práctica: la primera, la de los célebres
“Lebesborn” (fuentes de vida), maternidades en que las jóvenes alemanas eran
fecundadas por oficiales SS para asegurar un ritmo sostenido de natalidad; la
segunda, la del secuestro de niños yugoslavos y polacos que reunían los rasgos
físicos arios, su traslado a Alemania y su adopción por parte de las familias nazis que
no podían tener hijos.
Las modificaciones de la filiación no pueden ser comprendidas fuera del contexto
económico-político y del rol del Estado como normatizador de los sistemas de
propiedad.

E – Lecciones de Potestad – Fariña


Potestad:
Monólogo se inicia con un personaje en escena, El hombre cincuentón, macizo, se
presenta a si mismo, a su mujer y a su hija, reconstruyendo una escena ocurrida en el
pasado. Se empieza a dibujar una escena familiar. La descripción de la posición de la
mujer subraya aún más el difícil vínculo que existe entre ellos. Problemas de
comunicación, problemas sexuales. La posición y movimientos de la hija acentúan los
rasgos de identificación a su padre. Un marido ex deportista que reprocha a la mujer
una indiferencia que lo desautoriza como macho; una esposa ausente, aislada tras
sus auriculares; una hija, aparentemente púber, estudiando su lección de historia en
el living de la casa de familia.
Suena el timbre y al dirigirse a la puerta se encuentra con un desconocido que le
quiere hablar a solas con su hija Adriana. El se niega pero el desconocido insiste: “…
por favor, ya no estamos en la época de antes…”El desconocido ingresa luego de un
forcejeo verbal y toma a Adriana del brazo. Ana María intenta impedir la acción pero
es hábilmente esquivada y golpeada contra una pared. El hombre, sujetado por un
segundo personaje, contempla paralizado como se llevan a Adriana.
Empieza a recrear anécdotas de la vida cotidiana de Adriana. Habían tenido
dificultades para tener chicos y la llegada de Adriana había representado la última
esperanza. Luego recuerda lo que sufrió la nena y como conoció a los padres,
muertos. Tuvo que certificar dichas muertes.
La revelación contenida en la tercera parte de la obra resignifica el sentido de las dos
primeras. La primera se sitúa en 1984 y corresponde a los funcionarios judiciales
encargados de la restitución de la niña una vez que se verificó el delito del médico
raptor., Se confronta al espectador con este presunto “padre” que resulta ser a la vez
cómplice de la muerte de los padres de la niña. La referencia a Adriana guarda la
impronta de su deseo sobre el de la niña: “Ella lo copio de mi…”. El doble carácter de
“padre” y de cómplice del genocidio resultaba intolerable.
¿Puede un hombre cumplir la función paterna respecto de un niño habiéndolo robado
luego de participar en el asesinato de sus verdaderos padres? Decididamente no. La
pareja que intenta resolver sus frustraciones respecto de la paternidad robando un
niño, se condena a una doble imposibilidad. Por un lado, cancela cualquier posible
función parental respecto del menor, por otro, impugna definitivamente el vínculo que
los une.
Mientras que el hombre puede sostener la farsa incluso más allá de las evidencias
elementales, la mujer sabe de su déficit respecto de esa hija y, cuando se desbarata
la patraña, ya no puede seguir adelante con ella. Se trata de una confirmación, por la
negativa, de las diferentes posiciones que adoptan padre y madre frente a un daño en
el hijo. Este lugar de resignación estaba en rigor anticipado en el instante en que Ana
María pretendió devenir madre aceptando el “regalo” de su marido. Esta posición
objeto respecto del hombre supone toda una elección. El “no preguntar” representa un
agravante desde el punto de vista de la responsabilidad subjetiva.

F – Niños desaparecidos: la construcción de una memoria - Kletnicki


La apropiación de hijos de personas victimas de la desaparición forzada, o niños que
han nacido bajo cautiverio ha sido un rasgo distintivo de la dictadura militar que asolo
al país entre 1976 y 1983. Estos niños han quedado perdidos del entramado
generacional.
Al secuestro físico se le suma el psicológico, ya que desde una usurpación de los
lugares paternos y de las marcas que desde ese lugar se trasmiten, aportan las
condiciones para estructurar un sujeto
La restitución es una pieza clave de una ética centrada en develar lo oculto, es el
cese del efecto siniestro. Restitución es volver a colocar el objeto en el lugar del que
ha sido extraído y reparar los daños que ha sufrido.
Al hablar de estatuto ficcional de verdad, se hace referencia a una nueva paradoja
para pensar los procesos de subjetivación: se trata de determinar, en las
circunstancias de la apropiación ilegal, sobre la verdad o falsedad de las marcas que
han sido inscriptas en el niño. En un extremo, se plantea que lo ofertado por los
apropiadores implica la constitución en una configuración identificatoria falsa, en la
medida en que toda situación se asienta en el robo.
La verdad que revela el derecho es a medias: devela el delito y restituye al apropiador
al lugar de criminal, oculto para quien es objeto de apropiación. Así, lo desaloja de la
paternidad. Eso no puede ser leído en la línea del borramiento de la estructuracion del
sujeto en las marcas que lo han constituido: no se indique que reacomode al niño que
ya no es en el lugar de donde se lo hubo sacado, ni que anule las identificaciones que
le daban consistencia imaginaria (osea no es volver a un punto anterior)
No hay del lado del sujeto adquisición de huellas falsas, aunque se descubra que los
apropiadores no ignoraban que inscribían una mentira. Por todo esto es importante
diferenciar la huella que se trasmite y el rastro que ella funda, ya que hay entre ambas
dimensiones un vacío impreciso.
Cuando la ley se restituye, se le van dando fin a lo siniestro.
En algunas situaciones, no se trata de permanecer con los apropiadores, sino de la
imposibilidad lógica de realizar una elección... La subjetividad no se rearma como un
rompecabezas que se desarmo un día, buscando las piezas dispersas y señalando su
encastre correcto, porque si hay reconstrucción posible se hará con otras piezas.
Se espera que las condiciones singulares, un suceso inesperado que desborde el
equilibrio, muevan al sujeto a iterrogarseen el intento de producir un saber sobre el
pasado, que de comienzo a lo que hasta ese momento no había tenido lugar.
Construir una memoria requiere de lo singular y de lo colectivo y es una tarea
inaugural y permanente.
FRASE IMPORTANTE: “... me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos.
Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mi lo que de tu padre
tengo: los dos somos huérfanos de el…” – Juan Gelman . Carta abierta a mi nieta o
nieto. 12 de abril de 1995 – Revista Hijos.

G – Restitución del Padre – Gutiérrez

Los nombres de los padres: Se han dado varios nombres que terminan en callejones
sin salida, el equivoco sobre la legitima paternidad permanece oscurecido.
Es necesaria una decisión jurídica sobre la paternidad, la paternidad necesita una
decisión desde la ley.
Jurídico: derecho y decir. Supone la ley atada a la palabra.
Dos ejemplos:
- La decisión del rey Salomón para dirimir la disputa entre dos mujeres que
reclamaban un mismo niño
- El caso del ex subcomisario Samuel Miara, apropiador de los mellizos Matías y
Gonzalo Reggiardo Tolosa.

a. Rey Salomón y su corte: dos prostitutas, ambas dicen que un niño es su hijo,
una de ellas asfixio a su verdadero hijo, y no se sabe cual. El rey les dirá que lo
dividen en dos, y solo la verdadera madre cederá, no permitiendo el daño al
niño. Según Salomón la renuncia funda el lugar materno, ahí se encuentra la
madre. La que cede a su objeto más preciado, la que por su castración se
somete a la ley paterna en una renuncia del lado de la cultura, esa es la madre.
Para que el orden humano sea tal, no solo se requiere a un padre, niño y
madre, también a la ley, que nombra todos los lugares, y permite que de la cría
nazca un hijo encadenado a una genealogía fundadora.
b. Matías y Gonzalo, apropiados por Miara, este fraguo documentación. Los
mellizos llegan a manos de él, el 16 de mayo de 1977. Miara fue condenado
por delito de robo de menores, sustitución de identidades y falsificación de
documentos. Un día recibe en donde estaba recluido a Gonzalo, el juez había
prohibido ese encuentro, fue clandestino. Otra cosa de importancia también fue
que Miara le diga a Gonzalo que debía enfrentar al juez, cambiándose de
colegio, volviendo al anterior. Y también le dijo que desoiga cualquier
reglamentación
La conducta de Miara es una pura acción sin legitimidad. Solo la exacerbación de
una potencia de destitución que elimina toda posibilidad de ubicarse como padre.
El eclipse subjetivo de Gonzalo prueba ese oscurecimiento.
El padre es el que dice la ley, El padre simbólico es el que introduce una tercera
renuncia, la propia. No se trata de ser padre sino de oficiar como padre. Este oficio
no responde a ninguna forma de arbitrariedad, sino que es el resultado de lo
instituido por una tradición. Sin embargo cuando Miara miente y hace oír su orden,
uno se pregunta donde esta el padre, el padre esta desaparecido.
Nombrar como padres a quienes fueron apropiadores es renegar de la historia.
Restituir los niños a sus legítimas flias es un acto de restauración de la función
paterna, la restitución no es del niño sino del padre.
Si reintegrar al sujeto a su historia tiene algún sentido humano, solo lo será al
sostener la ley desbaratando la impostura.

UNIDAD VII: La etica en la perspectiva tecno cientifica


Tercera parte: LA CIENCIA SIN FICCIÓN: TECNOLOGÍAS DE REPRODUCCIÓN
HUMANAS
El DOBLE DE LA CLONACIÓN Y LA DIVISIÓN DEL SUJETO
Función de la genealogía

Según Legendre, la genealogía instituye los tres principios básicos mediante los
cuales la palabra humaniza. La genealogía proporciona: un principio de identidad, a
partir del cual el sujeto puede decir soy este que soy; un principio de diferenciación
subjetiva, mediante el cual el sujeto no se confunde con otros ni confunde a los otros
con él; y un principio de causalidad mediante el cual el sujeto es el que es y no se
confunde con otros porque fue engendrado por determinados padres.
El discurso social otorga las condiciones discursivas para el primero de tales
principios (subjetividad de la época: imaginario que otorga consistencia al ser, lo
idéntico a sí mismo). Pero es insuficiente para operar como determinación para los
otros dos.
El proceso de subjetivación es correlativo a la transmisión de un objeto inasible, que
la familia porta. Antes de ser nombrado y tratar de vivir su propia parte de sujeto, es
en primer lugar la parte plena y entera de otros, de esos otros privilegiados, los
padres –literalmente los reproductores-, enfrentados con el objeto desconocido de su
deseo, con lo inasible de una transmisión. Ese inasible se encarna el y sostiene la
reproducción humana de una generación a otra.

La función de la genealogía es separar, introducir la sucesión de las generaciones


nombrando los lugares para permitir que cada uno tenga el suyo; y que estos lugares
no se confundan. Cuando se confunden, hay incesto. La palabra nombra separando,
ordenando la sucesión.

Renuncia y rechazo
La renuncia funciona respecto de algo que se tiene y se deja; en ocasiones,
obligadamente. Etimológicamente renuncia proviene de emisario, anunciador. El
sujeto de la renuncia deja de ser el emisario que anuncia la palabra de otro para
tomar la palabra por sí mismo. Es aquel que abandona lo que tiene, que resigna lo
que posee, aunque sólo lo posea en la medida n que le es ofrecido.

Resignar proviene de seña, significa “señal, marca” y también “insignia, bandera”. En


el caso de resignar las marcas de la tradición supone haber pasado por ellas. Lo que
está en juego es la operación de alineación-separación.

En el rechazo se pone en manera el auto-engendramiento en la pretensión de impedir


la inscripción de marcas. Si bien el sujeto se desentiende de las marcas, eso no
significa que las marcas se desentiendan de él. Las marcas rechazadas en el campo
del Otro arraigan como un real que retornan como productor del rechazo de la
operación de alienación-separación.

La separación permite hacer lazo genealógico. El auto-engendramiento, en cambio,


supone negarse a las marcas del linaje. La diferenciación queda entonces afectada al
no encontrar el sujeto su punto en la ligadura genealógica.

Deme dos
La clonación es una tecnología productora de lo idéntico. Allí no hay espacio para la
diferenciación como operación humana que la palabra habilita.
La clonación es el reino de la duplicación incesante de sí mismo que busca desplazar
a la castración de su lugar de marca irrepetible. El clon (= doble) no es otro sino algo
nacido de sí mismo, auto-engendrado por un cuerpo que busca alejar la posibilidad de
la muerte. La producción de humanos no existe. Sería el lugar de una imagen al
margen de la palabra. La producción es creacionista.

En cambio, la reproducción es repetición sin mímesis, se repite aquello que nunca es


idéntico. La reproducción es sexuada. La reproducción es un acto de transmisión
generacional que no transmite otra cosa que el límite de la omnipotencia. La
castración separa al sujeto al tiempo que lo divide fundándolo como deseante. El
sujeto es dividido (diferente al clon que es doble).

La pregunta útil y el enigma sin respuesta


¿Para qué sirve reproducir humanos? En principio la pregunta tiene un contenido
utilitarista que se desliza hacia el hombre, quien, se supone, debe servir para un
determinado fin. Queda así determinado que el hombre tiene un destino fijo y que está
destinado por alguien quien le asigna un fin. El sujeto deviene así puro objeto de la
ciencia como Otro del saber absoluto. Ejemplo: filme Blade Runner.
Producción de humanos (denominadas réplicas) con fines precisos de custodios de
colonias espaciales. El creador ha decidido de antemano su destino y su función.
Sabe día y hora en que morirán.

Las réplicas se preguntan por la fecha de su muerte: aquello que en el sujeto se


presenta como pura incertidumbre. Para resolver ese interrogante recurren a su
padre. Su creador conoce la respuesta. El científico ha saturado de saber el lugar del
enigma. Pretende destituir toda ficción fundadora para ubicar su saber en el lugar de
la fundación.

El replicante vacía ese lugar de saber: matando al que sabe. Cuando la destitución
simbólica del Otro se hace imposible, se torna posible el pasaje del acto parricidio.

La pregunta fundamental
Es prudente salir de la pregunta ¿Para qué clonar? Pregunta sostenida en un principio
utilitarista. Para preguntarse ¿Por qué clonar? Es una pregunta por el fundamento. En
tanto pregunta por el fundamento, es conveniente dejar vacío el lugar de la respuesta.

SABER CREACIONISTA Y FICCIÓN FUNDADORA


El Golem
Golem significa “amorfo”. Es un muñeco construido con arcilla que puede ser animado
y vitalizado a partir de la pronunciación de cierta secuencia de palabras. Pero la
animación del Golem estaba sujeta a la posibilidad de conocer y de adquirir sabiduría,
lo que conducía a descifrar los textos sagrados y conocer el enigma de su ordenación.

La palabra clave era el nombre mismo de Dios, que en la religión judía no puede ser
nombrado. El Golem llevaba escrito sobre su frente el nombre EMET; que significa
Verdad = Dios es verdad. El Golem tenía un crecimiento incesante, lo cual se tornaba
peligroso para su creador. Frente a esto, su creador borraba la primera letra de la
palabra EMET, quedando MET que significa muerte, Dios es muerto. El Golem en ese
momento se deshacía en polvo.

Una leyenda cuenta que un rabino dejó crecer demasiado su Golem y para borrar la
primer letra de su frente. Le pidió al Golem que le atara las botas y al agacharse la
borró la letra. El Golem se deshizo y cayó sobre el rabino matándolo. Pero antes, al
borrar la letra, la frase MET muerte engendra horror en el rabino por el carácter
parricida de su acto.

Pero la principal característica del Golem es que no tiene capacidad locutiva. Es un


mudo cuerpo sin nombre.

La verdad de la ficción
Hay un momento importante para la constitución subjetiva del niño, en el que luego de
mantener la creencia en que los padres lo saben todo al punto de saber acerca del
propio pensamiento del niño, advierten que eso es en realidad imposible. Se abre
entonces la posibilidad de mentir.

Si el Otro no tiene todas las respuestas, se trata entonces de buscarlas por sí mismo.
Ese saber sólo encuentra un lugar por la vía de la superposición, de una creencia.

En la investigación el niño acude a sus padres, pero los padres generan versiones
que el niño no cree y mantiene entonces sus investigaciones en secreto. Puede surgir
allí un conflicto psíquico a partir de una disociación. La versión oficial dominará su
psiquismo conciente. La versión que le aporte su investigación quedará en el icc,
quedando constituido el complejo nodular de la neurosis. Así, el no saber del otro,
divide al sujeto constituyéndolo como sujeto del icc.

La Verdad miente, la Ciencia no.


La ciencia se otorga una posición de saber absoluto sobre el origen. El saber de la
ciencia disuelve el carácter ficcional de la fundación y mítico del origen. En esta
posición de la ciencia, lo que queda forcluido es el sujeto mismo.

En la perspectiva creacionista de la ciencia, todo ingresa en el campo del saber sin


mito que lo recubra.

Además, en el mundo mercantil, las tecnologías reproductivas alcanzan un despliegue


ilimitado. El problema se plantea por establecer cuáles de estas tecnologías se erigen
como cuestionables éticamente en medida que afectan la condición simbólica de la
especie.

El problema está en la confluencia de tres factores: condiciones de mercado libre


compra-venta; desarrollo tecnológico; avidez narcisista (no deseo) que reclama seres
en relación al cuerpo.

En la intervención de estas coordenadas hay una variación de significación que


conmueve el espacio de la estructuración subjetiva.

UN DESEO QUE NO SEA ANÓNIMO


Debe poder definirse en qué condiciones la utilización de una tecnología determinada
produce y promueve el desarrollo de lo simbólico, y en qué casos fomenta su
aplastamiento. Ejemplo: FIV por infertilidad o FIV como manipulación genética para
procesos eugenésicos.

Otro ejemplo es el de las tecnologías de diagnóstico prenatal que puede ser usado
para ver la posibilidad de un aborto o ser promotor de lo simbólico: el saber anticipado
sobre la llegada de un hijo con un problema determinado (por ejemplo, Síndrome de
Down) puede permitir a unos padres que tengan decisión de no abortar un encuentro
distinto con ese niño diferente.

Así, en este caso. La tecnología puede erigirse en soporte de las mediaciones


simbólicas.

LAS NTR

 Permiten prescindir de la realización del acto sexual separando la procreación


de la sexualidad.
 Deja de ser necesaria la organización familiar, que ha tenido a su cargo el
patrimonio de la reproducción.
 En el caso de la clonación, puede omitirse la introducción del espermatozoide
en el óvulo para originar un nuevo ser. Esto implica privar al sexo masculino de
su rol tradicional en la concepción.
 La ectogénesis permitirá realizar la gestación fuera del útero materno,
prescindiendo de la mujer.

Lévi-Strauss habla de estructuras elementales de parentesco. Esta estructura tiene


por función la transmisión, de una generación a otra de aquello que garantice “que la
cría humana sea parlante y tenga el mínimo de ubicación en un sistema de
intercambio”.

En la actualidad, la familia se presenta como la institución social encargada del sostén


de esa transmisión de “un núcleo real, no anónimo y singular”, que es necesario para
la constitución subjetiva.

También las marcas inscriptas en el sujeto apuntan a la constitución de lo humano.


¿Para qué se desea al niño? ¿Qué lugar ocupa en la novela familiar? ¿Qué se dice
de él? ¿Cómo se habla de él? ¿Qué estructura familiar lo espera?

Ejemplo: es posible que se determine el sexo de un bebé con fines terapéuticos,


especialmente ante enfermedades hereditarias asociadas con uno de los sexos.
Esto no impide que una mujer madre de 5 varones demande esa técnica para
concebir una nena, alegando que le servirá para curar su depresión por no tenerla.

¿Esto promueve la constitución de lo simbólico o se presenta como forma de


aplastamiento? Es indudable que se erige una marca subjetivamente.

La vocación totalizadora de la ciencia encuentra su límite ante la complejidad de lo


humano. La ciencia no puede dar cuenta del deseo y del goce.
Duelo
El trabajo de duelo, tomado como intento de inscribir la pérdida real de un objeto,
debe pensarse como operación constitutiva del sujeto.

Intenta producir la inscripción simbólica de lo real que irrumpe. Es estructural de lo


humano. Freud define al duelo como la reacción frente a la pérdida de una persona
amada o a una abstracción que haga sus veces. No es patológico. El examen de
realidad muestra que el objeto ya no existe más. La libido debe retirarse de ese
objeto. Este trabajo se realiza pieza por pieza con un gran gasto de energía. Mientras
tanto, la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico.

Una vez cumplido el trabajo de duelo, el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido.
Lacan conceptualiza al duelo como el reverso de la forclusión: si en esto lo ausente
en lo simbólico retorna desde lo real, ante la pérdida real en el duelo, se trata de
producir un reordenamiento de lo simbólico para cubrir la falta. Pero a partir de la
insuficiencia de los elementos significantes para colmar el agujero producido en lo
real, el intento de cubrirlo fracasa.

Para Freud el duelo parece poder realizarse plenamente. Para Lacan, en todo duelo
hay un resto incurable ya que es condición del objeto, el ser irrepetible e insustituible.

Pero además debe agregarse por condición que Freud sólo presenta para la
melancolía aquello ignorado que se perdió del objeto y también de aquello que sólo
ese objeto ahora ausente causaba.

Si un mito siempre aparece a falta de algo y para dar respuesta a la pregunta que esa
falta provoca, si ubicamos la función del mito como intento de cubrir lo real, no
cualquier respuesta puede advenir a ese lugar: hay una relación interna entre lo real
interrogado y el mito que sirve para representarlo. La investigación del niño es
orientado por premisas específicas derivadas de los componentes de la pulsión
sexual y, en este sentido, una explicación cualquiera no puede servir ya que debe su
integrado a un sistema conceptual que admite ciertos saberes y rechaza otros. Las
respuestas científicas no pueden ser condenadas de manera objetiva porque existen
límites a la posibilidad de significación.

Cada teoría sexual infantil se constituye en obstáculo para la aprehensión de una


realidad que se sostiene como objetiva: busca saber aunque hay algo de lo que nada
quiere saber.

Si las teorías sexuales infantiles obedecen a la realidad pulsional, ubicamos allí un


límite a la significación. Un conocimiento preciso existente en la ciencia y en los
padres, no evitará el encuentro con esas producciones que no respetan una lógica
objetiva.

La búsqueda de un límite
En medida que el avance de la ciencia desconozca las determinaciones estructurales
que constituyen al ser humano, se verificará el empobrecimiento de lo subjetivo. Los
desarrollos son más rápidos de las posibilidades de ser simbolizadas, integradas por
el sujeto.
Habiendo planeado que hay un real en juego anudado a la constitución del sujeto en
relación con un deseo que no sea anónimo, su desconocimiento tendrá como efecto
la disolución de la constitución de sujeto en el deseo, de lo que se esperan estragos.

Se verifica la ausencia de una teoría apropiada para pensar al sujeto y los procesos
de humanización. El efecto es una tecnologización de la vida, la sexualidad y el
deseo.

Está en juego la deconstrucción de las categorías de maternidad, paternidad, filiación,


familia, para proceder a su reconstrucción como proceso tecnológico.

Conclusión
La especie humana necesita como característica específica constituyente de su
especificidad, el intento de recubrir lo real por la vía del símbolo, aunque sea una
operación que nunca puede ser completada plenamente. Ejemplo: el duelo.
Pero allí donde lo real irrumpe y en medida que hay eficacia de lo simbólico, el intento
es servirse de eso simbólico para producir la inscripción de lo que se interroga en lo
real.
Esa inscripción es siempre singular. Tiene como base la transmisión de un núcleo
real, no anónimo y singularizado: la donación y apropiación de marcas subjetivantes,
la constitución de determinadas operaciones simbólicas y en medida de que dichas
operaciones han sido fundadas el reordenamiento que realiza la estructura.
Remarcamos Los límites a la pretensión absoluta de la ciencia.
Al situar como relativo al carácter antropológico de la especie, el intento de hacer
simbólico lo real, a la vocación totalizadora de la ciencia se le antepone una operación
que resiste la plena formalización y por ende escapa a la posibilidad de su dominio.
Ejemplo de la clonación : Una fotocopia genética no equivale a decir que el sujeto
puede ser fotocopiado.
Pero el límite fijado por la estructura no es suficiente: se hace necesario que una ley
social acompañe el límite citado para impedir aquellos usos que transgredan lo propio
de la condición humana.
La discusión plantea si la posesión del conocimiento implica siempre la necesidad de
su uso, si lo que puede ser hecho, debe hacerse. Son posibilidades técnicas de
producción de un fenómeno determinado, no están en el mismo registro que su
necesariedad ética.
Limitaciones a este punto de vista
Proceso científico tecnológicos inscriptos en el interior de una lógica mercantil.
El avance de estas tecnologías se produce en un momento en que el sujeto ve
reducido lo especifico de su condicion a formas cada vez mas objetivadas.

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