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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Psicología Ética y Derechos Humanos Cátedra I

Prof. Tit. A cargo: Michel Fariña, Juan Jorge

TRABAJO DE PROMOCIÓN SIN EXAMEN FINAL: Unidad 7


La ética en la perspectiva tecno científica

Comisión N°5

Profesora: Lic. Brunetti Marcela

Alumna:

Contreras Rojas, Doralys Isabel

DNI 95679267

Buenos Aires, 20 de Noviembre de 2019


Viñeta
La ética desde la perspectiva tecno-científica

Una pareja heterosexual se encuentra cursando un divorcio conflictivo. El


hombre ha formado una nueva pareja con quién desea formar familia. Tienen un
hijo en común de seis años que nació a partir de un tratamiento de alta complejidad
reproductiva. La mujer se acerca al centro de fertilidad solicitando la implantación
de un embrión formado con los gametos de su exmarido. El marido se niega a firmar
el consentimiento informado para una nueva transferencia embrionaria diciendo que
prefiere que sean descartados. La mujer de 42 años dice que no puede concebir
naturalmente y que no puede, por el proceso de divorcio, afrontar otro ciclo de
tratamiento reproductivo. Sostiene que esos son sus hijos también y que no está
dispuesta a descartarlos.
Análisis de la viñeta

La situación expuesta anteriormente, muestra a una pareja en proceso de


divorcio, que a través de una intervención de alta complejidad reproductiva
engendraron un primer hijo. En dicho momento se hizo uso de esta tecnología como
medio para alojar a un sujeto a través de un deseo no anónimo sino singular, que
permite el desarrollo del núcleo simbólico al compensar la imposibilidad biológica
de tener hijos naturalmente (Kletnicki, 2004).

En otro momento, durante el proceso de divorcio conflictivo y la formación de


un nuevo vinculo de pareja por parte del hombre, ante la decisión de la mujer de
implantar un segundo embrión formado por los gametos de ambos, se complica
llegar a un acuerdo. Esto se debe a que ambos se encuentran en posiciones
diferentes ante dicho dilema ético. La mujer plantea que debido a su edad y al
divorcio, no podría iniciar otro ciclo de tratamiento reproductivo, y reclama su
derecho de usar los embriones criopreservados. Por su parte, el hombre manifiesta
que prefiere descartarlos.

El desarrollo de las TRHA, a pesar de sus grandes avances, ha implicado la


separación de la sexualidad y la procreación, lo que también ha permitido el
desarrollo de una diversidad de constituciones filiatorias novedosas (Kletnicki,
2000). En el caso de su primer hijo se puede observar que la estructura filiatoria se
ha constituido formando en el sujeto un orden estructural y ciertos contenidos no
predeterminados. Dicha subjetivación es una adquisición derivada de un proceso
de construcción facilitado por la institución familiar (Kletnicki, 2004).

Posteriormente, el proceso de fragmentación familiar debido al divorcio


conflictivo que atraviesa la pareja supone una reorganización de su constitución. Sin
embargo, el vínculo filiatorio aunque con cambios por dicha separación, sigue
presente como una estructura que tiene por función la transmisión de aquello que
genera en el humano el habla y su ubicación en un sistema de intercambio, en un
núcleo social no anónimo y singular (Kletniki, 2000).

Sin embargo, la posible implantación del embrión bajo el dilema ético expuesto
genera muchas preguntas, se emplearan como objeto de este análisis las siguientes
¿Cómo se cataloga un niño que viene al mundo por deseo de la madre y en
oposición a la voluntad del padre? ¿Cuál sería su identidad tomando en cuenta que
los derechos del padre se contradicen con los derechos del niño o niña?

Según el Código Civil y Comercial de la Nación (2014) que dispone: "ARTÍCULO


19.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con
la concepción" (p. 7). Esto reconoce, de acuerdo a la tradición jurídica Argentina,
que la vida comienza desde la concepción, dentro o fuera del seno materno. Por lo
tanto, dicho embrión se considera vida y se constituye como un sujeto de derecho
que es protegido por la ley y el deseo materno.

Esto permite suponer que, aun cuando el exmarido no presenta la voluntad de


tener un segundo hijo, la mujer está en pleno derecho de implantar el embrión
debido a que descartarlos se considera fuera de la ley. En este caso, para el
exmarido, la función paterna no implica una responsabilidad a cumplir, puesto que
al no tener la voluntad se anula dicha nominación sin importar el vínculo biológico
(Gutiérrez, 2000).

La función materna-paterna implica una decisión desde la ley, una decisión


jurídica, siendo que “…la madre es cierta, el padre siempre incierto…” (Gutiérrez,
2000). Si el cuerpo materno es el lugar seguro de donde se origina el niño, da
certeza de pertenencia filiatoria. En cambio, la paternidad se sostiene y reconoce
en un doble movimiento, es decir, el padre debe reconocer al hijo previamente para
que este lo reconozca como tal. En este caso, las funciones paterno-materno no
tienen como fundamento el dato biológico, entonces es posible indicar que el hijo
nace tanto del padre como de la madre (Kletniki, 2004).
De esta manera, la ley jurídica brindará protección tanto a los derechos del
embrión como también a los del responsable biológico de su gestación, lo que funge
como contradictorio. Para el exmarido no habrá responsabilidad de involucrarse o
darse a conocer ante el sujeto debido a su falta de voluntad para ejercer la función
paterna. Pero si el niño o niña quisiera conocer a su padre biológico, también tiene
el derecho de hacerlo. Siendo que la parte jurídica que implica esta contradicción
es motivo de otra discusión, nos enfocaremos en el análisis ético del campo que
corresponde a este análisis.

Para intentar comprender cuál sería la posición del sujeto que nace a través del
uso de las TRHA, aunado a las condiciones singulares de este caso, debe
analizarse cuál será el lugar que ocupara el sujeto concebido y si posiblemente
pudiese ser alojado por la madre como objeto de divorcio. Para ello, el profesional
debe hacer uso del campo deontológico y clínico para determinar si el deseo de la
madre, en este caso, permite el desarrollo de lo simbólico; y a su vez, el desarrollo
de un sujeto al que se le trasmite un deseo nominado ya que es la madre quien
transforma lo real en significante (Kletniki, 2000).

Ante dichos significantes inscriptos por la madre en el sujeto, su respuesta


dependerá de la espontaneidad, es decir, la capacidad inconsciente determinada
de dar lugar a lo inesperado que el sujeto conserva frente al Otro. Cabe destacar,
que el no saber del Otro lo constituye como sujeto del inconsciente, que al dividirse
muestra la naturaleza de esta falla, dado que el Otro exhibe no poseer el saber
absoluto (el tema del origen) que el sujeto suponía (Kletniki, 2004; Gutiérrez y
Fariña, 2000).

Dado que en este caso, la madre representa al Otro, se supone que el sujeto
estaría constituido como sujeto del inconsciente a partir de la falla del saber absoluto
de la madre, lo que garantiza el desarrollo del campo simbólico. No obstante, la
posición del sujeto podría verse afectada por la pretensión del saber absoluto de la
ciencia que encuentra un corte allí donde la complejidad de lo humano se manifiesta
en la singularidad del deseo y del goce que construye la historia de cada sujeto. Si
la ciencia no incluye esta estructuración del ser humano y su subjetividad en su
campo de conocimiento, se produce un empobrecimiento de lo subjetivo que
amenaza la transmisión del núcleo real, no anónimo y singularizado,
desconstruyéndose las categorías simbólicas establecidas (Kletniki, 2000).

Para ello, es necesario establecer cuáles son las condiciones que constituyen y
separan las tecnologías consideradas como valiosas mediaciones instrumentales,
y las que afectan la condición simbólica de la especie. Como ya se había
mencionado, debe evaluarse cuál es el deseo real de la madre al solicitar esta
implantación embrionaria en las condiciones dadas, para evitar que el sujeto no
encuentre un significante que lo aloje en condiciones apropiadas (deseo real de
gestación de un hijo), y en su lugar sólo significantes pobres (objeto de divorcio) que
se tornan barren la constitución subjetiva (afectación del núcleo real) (Kletniki, 2000;
Gutiérrez, 2000).

En este sentido, y teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías reproductivas


presentan diferencias significativas en sus fundamentos y sus consecuencias, el
profesional deberá enfocar su análisis ético en resguardo de lo singular y tomando
en cuenta los elementos con conforman dicho universo restringido en la situación
específica, evitando que sea el particularismo el que determine la aplicación de las
normas como regla universal, sin previo análisis del caso.

Así mismo, es importante discernir si el efecto totalizador de la ciencia produce


un efecto de aplastamiento del campo subjetivo o, si el uso de las TRHA realizan un
aporte al campo simbólico de la subjetividad humana; además de verificar que el
sujeto sea alojado en el deseo del Otro, siendo este un deseo que apunte a la
subjetividad y no al aplastamiento del núcleo real.
REFERENCIAS

Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). (1a ed). Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Infojus.
Gutierrez, C. (2000). “Saber creacionista y ficción fundadora”, en La encrucijada de
la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución de niños, Lumen/Humanitas,
Buenos Aires, 2000.
Gutiérrez, C. (2000). Restitución del padre., en “La encrucijada de la filiación:
Tecnologías reproductivas y Restitución de niños”, Michel Fariña & Gutiérrez
(comp.), Buenos Aires, Lumen, 2000.
Gutiérrez, C. & Michel Fariña, J. J. (2000). El doble de la clonación y la división del
sujeto. En La encrucijada de la filiación. Tecnologías reproductivas y restitución
de niños, Buenos Aires: Lumen/Humanitas.
Kletnicki, A. (2000). Un deseo que no sea anónimo. Tecnologías Reproductivas:
transformación de lo Simbólico y afectación del Núcleo Real, en “La encrucijada
de la filiación”, Michel Fariña & Gutiérrez (comp.), Buenos Aires, Lumen, 2000.
Kletnicki, A. (2004). Niños desaparecidos: lógica genocida y apropiación ilegal. En
Daniel Feierstein y Guillermo Levy (comp.): Hasta que la muerte nos separe.
Poder y Prácticas Sociales Genocidas en América Latina, Ediciones Al Margen,
Buenos Aires, 2004.

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