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Alumno: Néstor Avalos

TEOLOGÍA DOGMÁTICA I: MISTERIO DE DIOS


Año académico 2020; materia anual
UNIDADES III, V & VI
Lic. Fr. Fernando M. Reta, O.P.
UNIDAD III
DIOS EN LA HISTORIA DE LAS RELIGIONES,
DE LA REVELACIÓN BÍBLICA
Y DE LA TRADICIÓN

B. Dios Uno en el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC): Capacidad de Dios y


vías de acceso a su conocimiento; discurso sobre Dios; La fe en la Iglesia, su
lenguaje y sus símbolos; La revelación del nombre YHWH; y el
Todopoderoso, creador y providente.

1. Capacidad de Dios y vías de acceso a su conocimiento; discurso de Dios.


Responder las siguientes preguntas utilizando solamente el CEC:

a. ¿Por qué el CEC sostiene que “el deseo de Dios está inscrito en el
corazón del hombre? (27).
El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre porque el hombre ha sido
creado por Dios y para Dios y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios
encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar:

b. ¿Qué se requiere del hombre para buscar a Dios? (30).


Esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su
voluntad, un corazón recto, y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a
Dios.

c. ¿De dónde parten las “vías” para acercarse a Dios? ¿Por qué de allí y no
de otro lugar? (31).
Las "vías" para acercarse a Dios tienen como punto de partida la creación: el mundo
material y la persona humana.
El mundo: A partir del movimiento y del devenir, de la contingencia, del orden y de la
belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del universo. Lo invisible
de Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras:
su poder eterno y su divinidad.
El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con
su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre
se interroga sobre la existencia de Dios. En todo esto se perciben signos de su alma

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espiritual. La "semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia",
su alma, no puede tener origen más que en Dios.

d. El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos ni su


primer principio ni su fin último. Entonces, ¿de quién lo tienen y de qué
modo? (32-34).
El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos ni su primer principio
ni su fin último, ya que participan de Aquel que es el Ser en sí, sin origen y sin fin. Por
las "vías" para el conocimiento de Dios, el hombre puede acceder al conocimiento de la
existencia de una realidad que es la causa primera y el fin último de todo, "y que todos
llaman Dios".

e. ¿Las facultades del hombre hacen al hombre capaz de conocer la


existencia de un Dios personal? (35).
Las facultades del hombre lo hacen capaz de conocer la existencia de un Dios personal.
Pero, para que el hombre pueda entrar en la intimidad con Él, ha querido revelarse al
hombre y darle la gracia de poder acoger en la fe esa revelación.

f. ¿A partir de qué pueden los hombres conocer a Dios con certeza


mediante la luz de la razón natural del hombre? (36).
Dios puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir
de las cosas creadas. Sin esta capacidad, el hombre no podría acoger la revelación de
Dios. El hombre tiene esta capacidad porque ha sido creado a imagen de Dios.

g. ¿Por qué el hombre necesita ser iluminado por la revelación de Dios


para conocerlo incluso con la sola razón? (38).
El hombre necesita ser iluminado por la revelación de Dios acerca de:
-lo que supera su entendimiento
-y también sobre las verdades religiosas y morales que de suyo no son inaccesibles a la
razón,
a fin de que puedan ser, en el estado actual del género humano, conocidas de todos sin
dificultad, con una certeza firme y sin mezcla de error.

h. ¿Por qué se puede hablar (tener un discurso acerca) de Dios? (39-40).


La Iglesia, al defender la capacidad de la razón humana para conocer a Dios, expresa su
confianza en la posibilidad de hablar de Dios a todos los hombres y con todos los
hombres. Sin embargo, nuestro conocimiento de Dios es limitado y nuestro lenguaje
sobre Dios lo es también. No podemos nombrar a Dios sino a partir de las criaturas, y
según nuestro modo humano limitado de conocer y de pensar.

i. ¿Por qué podemos nombrar a Dios a partir de las perfecciones de sus


criaturas? (41).
Todas las criaturas poseen una cierta semejanza con Dios, muy especialmente el hombre
creado a imagen y semejanza de Dios. Las múltiples perfecciones de las criaturas (su
verdad, su bondad, su belleza) reflejan, por tanto, la perfección infinita de Dios. Por
ello, podemos nombrar a Dios a partir de las perfecciones de sus criaturas, pues, de la
grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor.

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j. ¿Nuestro discurso sobre Dios puede captar realmente a Dios mismo?
(43).
Nuestro lenguaje se expresa ciertamente de modo humano, pero capta realmente a Dios
mismo, sin poder expresarlo en su infinita simplicidad. En efecto, es preciso recordar
que entre el Creador y la criatura no se puede señalar una semejanza tal que la
desemejanza entre ellos no sea mayor todavía. Nosotros no podemos captar de Dios lo
que Él es, sino solamente lo que no es, y cómo los otros seres se sitúan con relación a
Él.

2. La fe de la Iglesia, su lenguaje y sus símbolos.


Responder:

a. ¿Todos los fieles tienen parte en la comprensión y en la transmisión de


la verdad revelada? ¿Por qué? (91).
Todos los fieles tienen parte en la comprensión y en la transmisión de la verdad
revelada ya que han recibido la unción del Espíritu Santo que los instruye y los conduce
a la verdad completa.

b. ¿Puede equivocarse en la fe la totalidad de los fieles? (92). ¿Cómo se


llama está fe de la totalidad de los fieles?
La totalidad de los fieles no puede equivocarse en la fe.
Se manifiesta esta propiedad suya, tan peculiar, en el sentido sobrenatural de la fe de
todo el pueblo: cuando desde los obispos hasta el último de los laicos cristianos"
muestran su consentimiento en cuestiones de fe y de moral. El Espíritu de la verdad
suscita y sostiene este sentido de la fe.

c. “Por su revelación, Dios invisible habla a los hombres como a amigos,


movido por su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunión
consigo y en ella recibirlos” (CEC 142). ¿Por medio de que virtud
teologal el hombre puede dar una respuesta adecuada a la revelación de
Dios a los hombres? (142).
La respuesta adecuada a la revelación de Dios a los hombres es la fe.

d. ¿Qué significa “obedecer”? (144).


Obedecer (ob-audire) en la fe es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su
verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma.

e. ¿Cómo define la “fe” la Carta a los Hebreos? ¿Quién realizó así dicha
definición de la fe? (146).
En la carta de los hebreos se define a la fe como garantía de lo que se espera; la prueba
de las realidades que no se ven. De este modo, Abraham realiza así esta definición de fe.
Abrahám creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia. Y por eso, fortalecido
por su fe, Abrahám fue hecho «padre de todos los creyentes».

f. ¿Quién realizó de la manera más perfecta la obediencia de la fe? (148).

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La Virgen María realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe,
María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que nada
es imposible para Dios y dando su asentimiento. Isabel la saludó: ¡Dichosa la que ha
creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!. Por esta fe
todas las generaciones la proclamarán bienaventurada.

g. ¿Quién es la primera que, en todas, partes, confiesa al Señor, cree,


conduce, alimenta y sostiene la fe de los fieles? (168).
La Iglesia es la primera que cree, y así conduce, alimenta y sostiene mi fe.
La Iglesia es la primera que, en todas partes, confiesa al Señor
Por medio de la Iglesia recibimos la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo.

h. ¿Qué es lo que le pedimos a Ella? ¿Y esta qué te da a su vez? (168).


Por medio de la Iglesia recibimos la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo. En el
Ritual Romano, el ministro del bautismo pregunta al catecúmeno:
-"¿Qué pides a la Iglesia de Dios?" Y la respuesta es: "La fe".
-"¿Qué te da la fe?" "La vida eterna".

i. “La comunión en la fe necesita un “lenguaje común” de la fe, normativo


para todos y que nos una en la misma confesión de fe” (CEC 185). ¿En
qué consiste este lenguaje de la Iglesia? (186).
Desde su origen, la Iglesia apostólica expresó y transmitió su propia fe en fórmulas
breves y normativas para todos. Pero muy pronto, la Iglesia quiso también recoger lo
esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados destinados sobre todo a los
candidatos al bautismo
Esta síntesis de la fe ha sido hecha de lo más importante que hay en la Escritura, para
dar en su integridad la única enseñanza de la fe. Este resumen de la fe encierra en pocas
palabras todo el conocimiento de la verdadera piedad contenida en el Antiguo y el
Nuevo Testamento.

j. ¿Cómo se denominan las “síntesis de fe” que la Iglesia enseña que


recogen lo esencial de su fe, es decir, las principales verdades de la fe?
¿Con qué otros nombres conocemos estas “síntesis de fe”? (186).
 A estas síntesis de la fe se denominan:
-"profesiones de fe" porque resumen la fe que profesan los cristianos.
-"Credo" por razón de que en ellas la primera palabra es normalmente: "Creo".
-"Símbolos de la fe". La palabra griego symbolon significaba la mitad de un objeto
partido (por ejemplo, un sello) que se presentaba como una señal para darse a conocer.
Las partes rotas se ponían juntas para verificar la identidad del portador. El "símbolo de
la fe" es, pues, un signo de identificación y de comunión entre los
creyentes. Symbolon significa también recopilación, colección o sumario. El "símbolo
de la fe" es la recopilación de las principales verdades de la fe. De ahí el hecho de que
sirva de punto de referencia primero y fundamental de la catequesis.

k. ¿Cuándo se hace la primera “profesión de fe”? (189).


La primera "Profesión de fe" se hace en el Bautismo. El "Símbolo de la fe" es ante todo
el símbolo bautismal. Puesto que el Bautismo es dado "en el nombre del Padre y del

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Hijo y del Espíritu Santo", las verdades de fe profesadas en el Bautismo son articuladas
según su referencia a las tres personas de la Santísima Trinidad.

l. ¿Cuáles son las tres partes en las que se divide el Símbolo de fe? (190).
El Símbolo se divide en tres partes:
-primero habla de la primera Persona divina y de la obra admirable de la creación;
-a continuación, de la segunda Persona divina y del Misterio de la Redención de los
hombres;
-finalmente, de la tercera Persona divina, fuente y principio de nuestra santificación".
Son "los tres capítulos de nuestro sello (bautismal).

m. ¿Cómo se denominan los dos principales Símbolos de fe? (194-195).


El Símbolo de los Apóstoles es llamado así porque es considerado como el resumen fiel
de la fe de los Apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma. Su
gran autoridad le viene del hecho de que es el símbolo que guarda la Iglesia romana, la
que fue sede de Pedro, el primero de los apóstoles, y a la cual él llevó la doctrina
común.
El Símbolo llamado de Nicea-Constantinopla debe su gran autoridad al hecho de que es
fruto de los dos primeros Concilios ecuménicos (325 y 381). Sigue siendo todavía hoy
el símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.

3. La revelación de nombre YHWH.


Responder:

a. “Dios se reveló a su pueblo Israel dándole a conocer su Nombre”:


YHWH. ¿Qué expresa dicho nombre? (203).
El nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida.
Comunicar su nombre es darse a conocer a los otros. Es, en cierta manera, comunicarse
a sí mismo haciéndose accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser
invocado personalmente.

b. ¿Al revelar su nombre, al mismo tiempo, qué más revela? (207).


Al revelar su nombre, Dios revela, al mismo tiempo, su fidelidad que es de siempre y
para siempre, valedera para el pasado. Dios, que revela su Nombre como "Yo soy ,se
revela como el Dios que está siempre allí, presente junto a su pueblo para salvarlo.

c. ¿Cómo reacciona Moisés frente a la revelación de Dios? (208).


Moisés, ante la zarza ardiente, se quita las sandalias y se cubre el rostro delante de la
santidad divina. Ante la presencia atrayente y misteriosa de Dios, el hombre descubre su
pequeñez. Pero porque Dios es santo, puede perdonar al hombre que se descubre
pecador delante de Él:

d. Tras el pecado de Israel y la intercesión de Moisés, ¿qué actitud toma


YHWH? (210).

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Tras el pecado de Israel, Dios escucha la intercesión de Moisés y acepta marchar en
medio de un pueblo infiel, manifestando así su amor. A Moisés, que pide ver su gloria,
Dios le responde: "Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad (belleza) y pronunciaré
delante de ti el nombre de YHWH".

Y el Señor pasa delante de Moisés, y proclama: "Señor, Señor, Dios misericordioso y


clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad". Entonces Moisés confiesa que el
Señor es un Dios que perdona.

e. A lo largo de los siglos posteriores, la fe de Israel desarrolló y


profundizó las riquezas contenidas en la revelación del Nombre divino.
¿Qué expresó? (212).
La fe de Israel, en el transcurso de los siglos, pudo desarrollar y profundizar las riquezas
contenidas en la revelación del Nombre divino:
-Dios es único; fuera de Él no hay dioses.
-Dios transciende el mundo y la historia.
-Él es quien ha hecho el cielo y la tierra:
-En Él no hay cambios
-Él es "Él que es", desde siempre y para siempre y por eso permanece siempre fiel a
sí mismo y a sus promesas.

f. ¿Qué significa “Yo soy el que soy” para la Tradición de la Iglesia? (213).
La revelación del Nombre "Yo soy el que soy" contiene la verdad de que sólo Dios ES.
En este mismo sentido, ya la traducción de los Setenta y, siguiéndola, la Tradición de la
Iglesia han entendido el Nombre divino: Dios es la plenitud del Ser y de toda
perfección, sin origen y sin fin. Mientras todas las criaturas han recibido de Él todo su
ser y su poseer. Él solo es su ser mismo y es por sí mismo todo lo que es

g. ¿“El que es” se reveló a Israel como qué más? (214).


-Dios se reveló a Israel como el que es "rico en amor y fidelidad". Estos dos términos
expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En todas sus obras, Dios
muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también su fiabilidad, su
constancia, su fidelidad, su verdad.
-Él es la Verdad, porque "Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna";
-Él es "Amor", como lo enseña el apóstol Juan.

h. Explicar qué significa que “Dios es la Verdad” y que “Dios es Amor”


(215-221).
Dios es la Verdad: Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello
el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra
de Dios en todas las cosas. La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de
la creación y del gobierno del mundo. Dios, único Creador del cielo y de la tierra, es el
único que puede dar el conocimiento verdadero de todas las cosas creadas en su relación
con Él.
Dios es también verdadero cuando se revela: la enseñanza que viene de Dios es "una
Ley de verdad". "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia
para que conozcamos al Verdadero".

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Dios es Amor: a lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una
razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor
gratuito. E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no
cesó de salvarlo y de perdonarle su infidelidad y sus pecados.

El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo. El amor de Dios es


más fuerte que el amor de una madre a sus hijos, más que un esposo a su amada; este
amor vencerá incluso las peores infidelidades; llegará hasta el don más precioso: el dar a
su propio Hijo.
El amor de Dios es eterno. Y san Juan irá todavía más lejos al afirmar que Dios es
Amor; el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo
único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo; Él mismo es una eterna
comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en
Él.

4. Todopoderoso, creador y providente.


Responder:

a. “De todos los atributos divinos, sólo la ‘omnipotencia’ de Dios es


nombrada en el Símbolo” (CEC 268). ¿Qué connota ese atributo divino?
(268).
De todos los atributos divinos, sólo la omnipotencia de Dios es nombrada en el
Símbolo. Creemos que esa omnipotencia
-es universal, porque Dios, que ha creado todo, rige todo y lo puede todo; 
-es amorosa, porque Dios es nuestro Padre;
-es misteriosa, porque sólo la fe puede descubrirla cuando "se manifiesta en la
debilidad”.

b. ¿Cómo se vinculan la “omnipotencia” de Dios con su “paternidad”?


(270).
Dios es el Padre todopoderoso. Su paternidad y su poder se esclarecen mutuamente. En
efecto, muestra, su omnipotencia paternal:
-por la manera como cuida de nuestras necesidades y
-por la adopción filial que nos da.
-Finalmente, muestra su poder en el más alto grado perdonando libremente los pecados
por su misericordia infinita.

c. ¿Cómo se explica la aparente impotencia de Dios frente al mal y al


sufrimiento? (272).
La fe en Dios Padre Todopoderoso puede ser puesta a prueba por la experiencia del mal
y del sufrimiento, puede parecer ausente e incapaz de impedir el mal.

Ahora bien, Dios Padre ha revelado su omnipotencia de la manera más misteriosa en el


anonadamiento voluntario y en la Resurrección de su Hijo, por los cuales ha vencido el
mal.
Así, Cristo crucificado es poder de Dios y sabiduría de Dios. Porque la necedad divina
es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la

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fuerza de los hombres. En la Resurrección y en la exaltación de Cristo es donde el Padre
desplegó el vigor de su fuerza" y manifestó la soberana grandeza de su poder para con
nosotros, los creyentes.

d. “En el principio, Dios creó el cielo y la tierra” (Gn 1, 1). ¿Cómo crea
Dios? (296).
Dios no necesita nada preexistente ni ninguna ayuda para crear. La creación tampoco es
una emanación necesaria de la substancia divina. Dios crea libremente de la nada. El
poder de Dios se muestra precisamente cuando parte de la nada para hacer todo lo que
quiere.

e. ¿Cómo es el mundo que crea Dios? (299).


Porque Dios crea con sabiduría, la creación está ordenada. Todo fue hecho en y por el
Verbo eterno, imagen del Dios invisible. Ahora, la creación está destinada, dirigida al
hombre, imagen de Dios, llamado a una relación personal con Dios.
La creación, salida de la bondad divina, participa en esa bondad. Es querida por Dios
como un don dirigido al hombre, como una herencia que le es destinada y confiada.

f. ¿Está Dios confinado en su creación? Explicar. (300).


Dios no está confinado en su creación ya que Dios es infinitamente más grande que
todas sus obras. Pero porque es el Creador soberano y libre, causa primera de todo lo
que existe, está presente en lo más íntimo de sus criaturas:
Dios es superior a las criaturas, está por encima de lo más alto que hay en mí y está en
lo más hondo de mi intimidad".

g. Una vez que Dios crea, ¿abandona su criatura a ella misma? Explicar.
(301).
Dios, cuando crea, a las creaturas les da el ser y el existir, pero luego no las abandona,
sino que las mantiene a cada instante en el ser, les da el obrar y las lleva a su término. Y
todo esto es motivado por su amor ya que Dios ama a todos los seres y no aborrece a
ninguna de sus criaturas ya que, si odiase algo, no lo hubieras creado.

h. ¿Qué significa “divina providencia”? ¿Qué característica tiene? (302).


La creación tiene su bondad y su perfección propias, pero no salió plenamente acabada
de las manos del Creador, sino que fue creada "en estado de vía" hacia una perfección
última todavía por alcanzar, a la que Dios la destinó. Así, llamamos divina providencia
a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia esta
perfección:

Por su providencia, Dios guarda y gobierna todo lo que creó, alcanzando con fuerza de
un extremo al otro del mundo y disponiéndolo todo suavemente. Todo está patente a sus
ojos, incluso lo que haya de suceder por libre decisión de las criaturas.

i. ¿Cómo se relaciona la providencia divina con las causas segundas?


Explique. (306-308).

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Dios es el Señor soberano de su designio, pero, para su realización, se sirve también del
concurso de las criaturas. Esto no es un signo de debilidad, sino de la grandeza y bondad
de Dios todopoderoso porque Dios no da solamente a sus criaturas la existencia, sino
que también les da la dignidad de actuar por sí mismas, de ser causas y principios unas
de otras y de cooperar así a la realización de su designio.
Así, Dios concede a los hombres incluso poder participar libremente en su providencia
confiándoles la responsabilidad de someter' la tierra y dominarla. Dios da así a los
hombres el ser causas inteligentes y libres para completar la obra de la Creación, para
perfeccionar su armonía para su bien y el de sus prójimos.

Los hombres, cooperadores a menudo inconscientes de la voluntad divina, pueden


entrar libremente en el plan divino no sólo por sus acciones y sus oraciones, sino
también por sus sufrimientos. Entonces llegan a ser plenamente colaboradores de Dios y
de su Reino. Es una verdad inseparable de la fe en Dios Creador: Dios actúa en las obras
de sus criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas: "Dios es
quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece".

j. ¿Por qué Dios no creó un mundo tan perfecto que en él no pudiera


existir ningún mal? (310).
Esto es así ya que Dios, en su sabiduría y bondad infinitas, Dios quiso libremente crear
un mundo "en estado de vía" hacia su perfección última. Este devenir trae consigo en el
designio de Dios, junto con la aparición de ciertos seres, la desaparición de otros; junto
con lo más perfecto lo menos perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza
también las destrucciones. Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico,
mientras la creación no haya alcanzado su perfección.

k. ¿Cómo entró el mal moral en el mundo? (311).


Dios y los ángeles fueron creados como criaturas inteligentes y libres, y por lo tanto
deben caminar hacia su destino último por elección libre y amor de preferencia. Por ello
pueden desviarse y, de hecho, pecaron. Y así fue como el mal moral entró en el mundo,
incomparablemente más grave que el mal físico.

l. ¿Conocemos los caminos de la providencia divina? (314).


Los caminos de su providencia divina nos son con frecuencia desconocidos. Sólo al
final, cuando tenga fin nuestro conocimiento parcial, cuando veamos a Dios "cara a
cara", nos serán plenamente conocidos los caminos por los cuales, incluso a través de
los dramas del mal y del pecado, Dios habrá conducido su creación hasta el reposo de
ese Sabbat (cf Gn 2, 2) definitivo, en vista del cual creó el cielo y la tierra.

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