Está en la página 1de 7

Nombre:

Solangy Rafaela Lorenzo Montero

Matricula:
16-EPSS-1-673

Asignatura:
Terapia Familiar

Maestra:
Endi Díaz Castro

Sección:
1162E
En las sociedades primitivas
A lo largo de la historia, los seres humanos han utilizado una serie de
recursos o remedios para salir (o hacer salir a otros) de situaciones
vitales que en algún momento se constituyen en problemas. La
utilización de estos recursos está íntimamente ligada a los problemas
que los individuos presentan, pero también a los elementos
conceptuales que poseen sobre sí mismos y sobre el mundo que los
rodea, lo que, a su vez, depende de su desarrollo mental, cultural y
tecnológico.
La ingestión de diversos productos: como es el caso de bebidas
obtenidas a partir de la fermentación de hojas u otros elementos
naturales, como lo hacen los shuars, por ejemplo, que consumen la
ayahuascapara entrar en contacto con los espíritus de la selva y así
encontrar alivio para sí.
Los baños espirituales, en los que las personas, en un rito particular,
“lavan” sus pecados en un baño, ya sea en un río o con alguna bendición
con agua.
Muchos de estos recursos se mantienen aún en la sociedad actual bajo
diversas formas, ya que, por ejemplo, las personas que consultan un
“profesor” (término común utilizado en la actualidad para designar a las
personas que leen cartas, hacen embrujos y cosas similares), a menudo
tienen que realizarse una “limpia” para liberarse de las “malas
influencias”. En cuanto se refiere a los ritos en las sociedades primitivas,
Guillem Feixas (1993: 37).
En estas sociedades no existía una clara delimitación entre el grupo
humano en su conjunto y el individuo como tal. Por esta razón, Guillen
Feixas (1993: 37) sostiene que: “Los remedios que se utilizan para
hacer frente a lo que hoy llamamos enfermedad mental corresponden a
actividades muy diversas que implican no sólo al enfermo y al
curandero, sino al grupo social en su conjunto”.
El shamanismo ha conocido muchas variantes en la historia de los
pueblos. Es el crisol de numerosas creencias religiosas, pero también,
y lo que interesa aquí, es el punto de partida de la mayoría de prácticas
terapéuticas mágicas y ritualizadas.
Grecia
El modelo shamánico, también conocido como homérico8es sustituido
por una concepción diametralmente opuesta de la vida psíquica. La
visión animista y holística va a ceder el lugar a una concepción
racionalista e individualista, preparada por las innovaciones filosóficas
de Platón, con el que comienza la distinción entre el cuerpo y el espíritu,
luego entre el corazón y la razón planteando ya una óptica dualista que
también fue sostenida posteriormente por Descartes.
La evolución de las ideas científicas va a basarse en los principios
mecanicistas y materialistas y en los trabajos de la escuela pitagórica
que celebraba el razonamiento matemático.
Este movimiento es interesante en la historia de la comprensión de los
problemas psíquicos porque se pasa de una concepción integral: el
individuo como parte de la naturaleza, a una concepción individual: el
individuo como tal.
Antes de extenderse en esto, es posible detenerse un momento en
Grecia, donde, según lo explica Guillem Feixas (1993), se puede situar
la vertiente racional de la psicoterapia, principalmente en las obras de
Aristóteles y Platón.
Hipócrates (nació en la isla de Cos en el año 460 a.C., y falleció en
Tesalia en el 370 a.C.), fue el primero en describir las enfermedades
atribuyéndoles causas naturales. Se le considera el iniciador de la
observación clínica y va a crear un método simple y pragmático,
esencialmente deductivo, elaborando una teoría fisiológica, que lleva el
nombre de “teoría humoral”.
Hipócrates consideraba este criterio de manera unilateral y lineal; es
decir, únicamente del entorno hacia el enfermo y no tomaba en cuenta
la reciprocidad de las influencias y la dinámica interaccional.
La influencia de Hipócrates sobre la evolución de la medicina occidental
es inmensa ya que la combinación de estos dos ejes contribuye en la
filiación histórica del modelo conductista actual, que se funda, a la vez,
sobre los factores biológicos y los factores psicointelectuales
(cognitivos).
La Edad Media
El modelo planteado en Grecia sobrevivió como tal hasta esta época.
Guillem Feixas (1993: 44) señala que la Iglesia Católica comenzó a
jugar un papel importante al considerar que los trastornos psicológicos
se debían a la acción de un ente sobrenatural: el diablo. Entonces,
durante varios siglos, se creyó que los tratamientos tenían que
contrarrestar la influencia del “maligno”, por lo que iban desde la oración
hasta la hoguera, pasando por el exorcismo y la tortura.
En esta época, se consolida uno de los procedimientos más utilizados
por la Iglesia, como es el de la confesión, cuyo origen se remonta a las
tribus “primitivas” como se mencionó al hablar sobre las sociedades
tribales, en las que la confesión era pública y se utilizaba ante la
ruptura de un tabú.
Sin embargo, durante muchos años, la actitud de la iglesia ante la
enfermedad fue cruel e inhumana, pese a los preceptos de Cristo; así
lo muestran las prácticas de la Inquisición y la creación de ciertas
instituciones como la de St. Mary of Bethlehemen Londres, en la que
los “locos” eran exhibidos como objeto de burla y diversión. Sin
embargo, también hubo excepciones a estas formas de tratar a los
enfermos mentales, entre las que se pueden señalar: el trabajo del
padre G.
El Renacimiento
Permite el desarrollo de muchas ciencias y entre ellas, también la
medicina, con lo cual se empiezan a oír los primeros comentarios sobre
la enfermedad mental como un problema que no estaba relacionado con
consideraciones diabólicas.
En 1564, J. Wier distingue entre posesión diabólica y enfermedad
mental; en 1573, A. Paré especula sobre el carácter hereditario y las
posibles causas materiales de las enfermedades mentales.
Cien años después, en 1624, Zacchias insiste en que los locos deben
depender sólo del médico. En 1667, T. Willis publica los primeros
tratados de neuropatología y describe la epilepsia, la histeria y la
hipocondría como trastornos del funcionamiento nervioso.
Tienen que pasar cien años, hasta que, en 1769, W. Cullen acuña el
término neurosispara las enfermedades que dependen directamente de
las alteraciones del sistema nervioso. Mientras que, en 1789, Pinel
propone una interpretación anatomoclínica del concepto de neurosis y
cuatro años después, en 1793, rompe las cadenas de los enfermos
mentales en Bicetrê e introduce el tratamiento moral, lo cual sucede al
filo de la Revolución Francesa; la misma que introduce dos cambios
fundamentales en la comprensión de las enfermedades psicológicas:
por un lado, se da paso a una seria y profunda reforma (para la época).
Sin embargo, Pinel también introduce otro elemento muy importante en
la comprensión de la enfermedad mental, ya que manifestó que la
relación médica–enfermo era de gran importancia; recomendaba que
los centros donde se cuiden a estos enfermos, tenían que ser pequeños
y el personal debía conocer los problemas del enfermo.
Este recorrido enseña que a lo largo de la historia siempre existen
hombres y mujeres interesados en mejorar las condiciones existentes.
Para que esto se de, indudablemente es necesaria una interacción entre
el medio y los individuos que viven en él.
Los inicios de la psicoterapia
Para comprender mejor el proceso a través del cual surgió la
psicoterapia, es vital entender la manera en la cual se dio el vínculo
entre las concepciones de la antigüedad y las de la época moderna, que
conducen, de una u otra forma, al psicoanálisis.
Sin embargo, fue F. A. Mesmer (1734–1815) quien dio el impulso
necesario a la comprensión del magnetismo animal, lo cual, a su vez,
permitió el desarrollo de la psicoterapia, ya que presentó algo, que antes
era considerado como cosa del diablo, como una cuestión que podía
ser entendida desde el punto de vista científico.
En un primer momento, Mesmer pensó que el vehículo adecuado para
restaurar el equilibrio en el fluido podrían ser los imanes y empezó a
experimentar en este sentido, lo cual le dio buenos resultados con
pacientes que tenían síntomas histéricos: convulsiones, y espasmos,
respiraciones agitadas, miembros afectados, etc.
La Revolución Francesa disolvió las organizaciones creadas por los
seguidores de Mesmer y su trabajo quedó relegado al olvido durante un
siglo aproximadamente, hasta que fue retomado casi simultáneamente
por dos centros.
La confluencia de estos elementos permite el surgimiento de “nuevos
procedimientos” que podían ayudar a las personas en sus
padecimientos. Sin embargo, la situación no ha cambiado en los últimos
siglos, puesto que la demanda social todavía se mantiene y aumenta
con la presencia de otras patologías, así como también existe una
diversificación de las ofertas psicoterapéuticas existentes.
La terapia familiar sistémica
Aparece en este contexto y constituye la combinación de conceptos y
teorías que vienen desde campos tan diferentes como la Física y la
Lingüística a la salud mental.
Gérard Salem (1987: 5) sostiene que desde un punto de vista
epistemológico, los modelos biológico, conductista y psicodinámico,
pese a sus diferencias, proceden de un camino intelectual común que
se puede definir como: “clásico” y “racionalista”; es decir, un camino
que da énfasis al proceso analítico de la descripción para describir e
interpretar la realidad clínica de los problemas mentales.
Según Salem (1987: 6), el término holismofue forjado hacia los años
veinte, por Jan Smuts, a partir del prefijo griego holos(entero, todo), y
contiene la idea retomada por la teoría ecosistémica, de que el todo es
más que la suma de sus partes.
La terapia familiar sistémica se ha ido organizando gracias a las
contribuciones de varias personas, razón por la cual, se hace un
recorrido por estas ideas, las cuales no necesariamente se exponen
en orden cronológico, ya que también sucedía que había muchas
personas que estaban trabajando en líneas comunes en diferentes
lugares, al mismo tiempo.
el mismo sentido, cabe resaltar el trabajo del psicoanalista Norman
Paul, que se enfocó principalmente sobre los afectos dolorosos y los
recuerdos perdidos de los traumas familiares como suicidio, homicidio,
muerte prematura, así como sobre su influencia en el desarrollo de
ciertas estructuras familiares y concomitantemente en el aparecimiento
de síntomas.

Terapia familiar en ecuador


En Ecuador, la terapia familiar sistémica ha tenido un desarrollo en
“oleadas” vinculada a ciertas instituciones en donde destacan algunos
nombres, que se mencionan a continuación.
Como sucede también en las familias, cuando los hijos crecen y tienen
que encontrar otras alternativas, así también en el interior de EIRENE,
crece un grupo que luego se separa y forma lo que hoy se conoce como
el Centro Integral de la Familia (CIF), gente formada en el mismo
esquema de EIRENE y que, a su vez, plantea la incursión en otros
enfoques como el contextual, el trabajo en grupos, etc.
El aporte más importante que realiza esta institución, se concreta en
llevar la formación en terapia familiar sistémica al campo académico y
universitario, lo cual sucedía al final de los noventa.
Otra contribución al desarrollo del enfoque sistémico, fue gracias al
aporte de Fundación Familia de Riobamba, cuyo director, el doctor
Miguel Cardoso, psiquiatra de formación, estuvo en Bélgica y a su
regreso constituye esta institución que durante varios años se dedicó a
la atención clínica en varias dificultades: problemas de aprendizaje y de
conducta de niños y adolescentes, trastornos individuales, crisis de toda
índole, conflictos conyugales, etc.
Un cambio fundamental en este proceso es que el enfoque sistémico
pasa de las instituciones privadas, como EIRENE y el CIF, a
instituciones académicas, como lo son las universidades mencionadas
anteriormente. Esto marca un giro fundamental.

También podría gustarte