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Pseudo-nitzschia y ácido domoico

Gabriel Santiago Galeano García


ggaleanog@unal.edu.co

Pseudo-nitzschia es un género de diatomeas planctónicas de las cuales se ha demostrado que,


por ahora, sólo algunas especies son capaces de producir ácido domoico de neurotoxinas, y
por tanto, son responsables de intoxicación en humanos por consumo de moluscos. Sin
embargo, tal vez todas las cepas de especies de Pseudo Nitzschia eventualmente demuestren
ser productores de ácido domoico. De estas, cinco especies (P. antarctica, P. prolongatoides,
P. pungiformis, P. roundii y P. sinica) aún no se han evaluado para determinar su capacidad de
producir ácido domoico) (Bates et al, 2018).

Como una diatomea Pseudo-nitzschia es un importante productor primario. Es consumido


directamente por una amplia variedad de organismos, desde dinoflagelados heterotróficos
hasta peces. Los moluscos bivalvos son el principal factor para causar ASP (envenenamiento
por la toxina amnésica de los moluscos) en humanos, por lo que productos alimenticios tales
como bacalao, mejillones, ostras, y almejas continúan hoy siendo una fuente de contaminación
por ácido domoico. También se ha descubierto ácido domoico en carroñeros bentónicos como
caracoles de mar, en pepinos de mar, estrellas y mamíferos en los que se incluyen incluyen
focas, morsas, nutrias marinas, marsopas, delfines y una variedad de ballenas. una vez estas
especies se alimentan con euromix ya actúan como un vector para transferir ácido domoico a
los humanos tras la digestión; este actúa como un agonista del glutamato y es responsable de
intoxicación por mariscos amnésicos en humanos. los efectos pueden ser leves como vómitos,
calambres o dolores de cabeza, o grave como pérdida de memoria a corto plazo, coma y la
muerte. En 1987 Se descubrió que el ácido domoico fue el causante de la muerte de tres
personas mayores y enfermó a más de 100, se consumieron mejillones (Bates et al, 2018).

Desde el descubrimiento del ácido domoico como problema para la salud humana que causa
envenenamiento por mariscos, y como fuerte asesino de vida silvestre, el monitoreo de este
género y esta toxina se ha expandido a lo largo de las cosas del mundo, por lo que el número
de especies descritas aumentado de 15 en 1980 a 37 en 2010 al igual que las especies
confirmada como productoras de ácido domoico (Bates et al, 2018). Aunque también hoy
prevalencia de ácido domoico, sus isómeros y diatomeas tóxicas, ha aumentado en todo el
mundo. Esto se debe a un mayor monitoreo, investigación y conciencia, pero ciertamente
también se debe a una conciencia médica limitada de ASP.

Como molécula hidrofílica la ácido domoico no se bioacumula no se concentran el sistema


digestivo mediante la alimentación, y en la mayoría de los casos se elimina rápidamente del
cuerpo (Ramsdell et al, 2002). La toxina se mueve a través de la cadena alimentaria durante
las floraciones cuando los consumidores primarios con tripas llenas de Pseudo-nitzschia son
consumidos por consumidores secundarios. El ácido domoico finalmente se depura, pero las
tasas de depuración pueden variar, desde horas en el mejillón azul, berberecho mediterráneo,
hasta varios días en el musée mediterráneo (Trainer et al, 2012).

Durante la última década se han documentado varios casos de intoxicación por ácido domoico
de peces de aleta, mamíferos marinos y aves. En aguas de EE. UU., Se ha informado que
varios mariscos y aletas comúnmente cosechados son vectores de la toxina, incluidos
mejillones azules y almejas. Desde 1991 se han reportado muertes y enfermedades en leones
marinos de California, lobos marinos del norte, marsopas, delfines comunes, nutrias marinas,
ballenas grises, pelícanos marrones, cormoranes de Brandt, garzas nocturnas de raza negra,
bribones del Pacífico, bribones de garganta roja, bribones comunes, auklets de rinoceronte,
auklets de Cassin, patos rojizos, scooters de surf, shearwails de cola corta, grebes occidentales
y grebes de Clark. Hasta la fecha, todos los eventos ASP registrados han involucrado solo tres
niveles tróficos: la diatomea Pseudo-nitzschia, un bivalvo o un pez planctívoro, y un humano,
mamífero marino o ave marina (Bates et al, 2018).

En Suramérica Pseudo-nitzschia australis Fue una de las primeras especies de este género
conocidas, desde entonces se han encontrado No sólo en el hemisferio sur sino en la mayoría
de áreas costeras, por lo que se le considera cosmopolita, y es la especie de Pseudo-nitzschia
Más común en Sudamérica (Bates et al, 2018).

Aunque en humanos no se ha confirmado ninguna muerte desde 1987, la naturaleza


cosmopolita de las especies de Pseudo-nitzschia tóxica implican efectos en la salud humana,
en otras formas de vida y ecosistemas. Las floraciones de Pseudo-nitzschia ocurren con
relativa frecuencia, en algunas regiones estacionalmente, y en una amplia variedad de lugares
(Trainer et al, 2012). Estas especies se pueden encontrar en regiones costeras de todo el
mundo. Se han documentado en la costa del Pacífico desde Canadá hasta California, y en la
costa atlántica desde el noreste de Canadá, Carolina del Norte, y el golfo de México. Incluso se
han detectado en océano abierto mostrando una presencia en muchos ambientes, como en
costas de Canadá, Portugal, Francia, entre otros. Estos organismos pueden formar floraciones
de alta densidad son las cosas y floración es menos densa en altamar, las cuales no pueden
son visibles a simple vista. Sin embargo las causas de las floraciones tóxicas de Pseudo-
nitzschia son complejas y pueden ser exclusivas en donde ocurren (Bates et al, 2018).

Como muchas diatomeas pennadas, se pueden reproducir sexualmente (auxosporulación) para


regenerar su gran tamaño celular, pues, cuando los individuos clonales de Pseudo-nitzschia
disminuyen de tamaño con el tiempo, también pierden su capacidad de producir ácido domoico,
por lo que, como en el caso de cuando las células parentales de P. multiseries que han perdido
su capacidad de producir ácido domoico están apareadas, su descendencia puede ser tóxica, a
veces incluso más que sus padres inicialmente. Pero bajo la luz de los estudios actuales la
producción de ácido domoico no está únicamente conectada a la tasa de crecimiento de las
células (Bates et al, 2018).
Se han asociado muchos factores a la producción de ácido domoico, cómo la presencia de luz;
se ha demostrado que periodos de oscuridad o inhibición de fotosíntesis impiden la producción
de toxinas, ph elevado o disminuido así como limitaciones nutricionales. También se ha
demostrado que la presencia de zooplancton puede verse involucrada en la toxicidad pues, por
ejemplo, la presencia de copépodos mejora la producción de toxinas de P. seriata. Además las
especies de Pseudo-nitzschia también parecen responder a las diferentes concentraciones de
trazas de metales como el hierro o el cobre, aumentando, por ejemplo, la producción de ácido
domoico como resultado del estrés (Maldonado et al, 2002). Igualmente fenómenos
meteorológicos como vientos lluvias torrenciales pueden estimular la floraciones de Pseudo-
nitzschia; pues las fuertes lluvias después de una sequía pueden causar un aumento dramático
en la abundancia tóxica de Pseudo-nitzschia en la salida del río proporcionando la mezcla
necesaria para llevar nutrientes a la zona fótica (Bates et al, 2018).

Sin embargo, bajo cualquiera de las condiciones mencionadas anteriormente las células
continúan produciendo ácido domoico justo cuando la tasa de división, lo que implica que el
ácido domoico no se diluye, sino que se eleva en cada célula. Por lo que cada vez parece ser
más claro que los niveles de ácido domoico no corresponden específicamente a una condición
ambiental establecida sino también a las características de crecimiento de las células que
acumulan ácido domoico (Trainer et al, 2012).

En la mayoría de zonas costeras del mundo las medidas de monitoreo de ácido domoico sólo
reaccionan cuando se supera el mural reglamentario; este sistema parece ser suficiente para
proteger la vida humana pero ha afectado negativamente a los ecosistemas, la industria y la
economía relacionada con el consumo de mariscos (Trainer et al, 2012).

El desarrollo de medidas de monitoreo constante para el pronóstico de floraciones tóxicas de


Pseudo-nitzschia. Esto Permitirá que se obtengan boletines de pronóstico más precisos
posibles, para la alerta temprana de eventos y se tomen medidas preventivas cómo advertir a
las comunidades en riesgo o cerrar el hecho de ciertos mariscos, protegiendo la salud pública,
economías locales y pesca.

De igual forma los estudios de taxonomía basada en características como tamaño físico, la
forma,, la filogenética, entre otras características, la biología y los avances logrados para
dilucidar la reproducción sexual de esta diatomea son la base de estudios ecofisiológicos y
fisiológicos (Trainer et al, 2012), esto permitirá mitigar los efectos de la red alimentaria
causante de daños en la salud de especies y ecosistemas, así como también establecer un
espacio propicio y sin efectos negativos para las especies tóxicas y no tóxicas de Pseudo-
nitzschia. Los impactos negativos de esta especie en las formas de vida, ecosistemas y la
salud humana, resaltan la necesidad de investigación oportuna y crítica de Pseudo-nitzschia.
Bibliografía

Bates, S. S., Hubbard, K. A., Lundholm, N., Montresor, M., & Leaw, C. P. (2018). Pseudo-
nitzschia, Nitzschia, and domoic acid: New research since 2011. Harmful Algae, 79, 3–43.
https://doi.org/10.1016/j.hal.2018.06.001

Maldonado, M. T., Hughes, M. P., Rue, E. L., & Wells, M. L. (2002). The effect of Fe and Cu on
growth and domoic acid production by Pseudo-nitzschia multiseries and Pseudo-nitzschia
australis. Limnology and Oceanography, 47(2), 515–526.
https://doi.org/10.4319/lo.2002.47.2.0515

Ramsdell, J. S. (2007). «The Molecular and Integrative Basis to Domoic Acid Toxicity». Botana,
L. M., ed. Phycotoxins: Chemistry and Biochemistry. Cambridge, MA: Wiley-Blackwell. pp. 223-
250. ISBN 0-8138-2700-0. doi:10.1002/9780470277874.ch13.

Trainer, V. L., Bates, S. S., Lundholm, N., Thessen, A. E., Cochlan, W. P., Adams, N. G., &
Trick, C. G. (2012). Pseudo-nitzschia physiological ecology, phylogeny, toxicity, monitoring and
impacts on ecosystem health. Harmful Algae, 14, 271–300.
https://doi.org/10.1016/j.hal.2011.10.025

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