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(1641-1718)
Eclesiástico y administrador colonial español, virrey de Perú (1710-1716). Nació en
Cifuentes, en la provincia de Guadalajara. Estudió teología y fue catedrático de Derecho
en la Universidad de Alcalá de Henares. Fue nombrado obispo de Panamá y con
posterioridad de Guamanga. En 1689 fue encarcelado por orden del gobernador y
capitán general José de Guzmán y Ávalos, con el que mantuvo discrepancias personales,
pasando a ser obispo de Quito. En 1710 fue nombrado virrey de Perú. Logró
incrementar la producción de plata de las minas de Potosí y estimuló la producción de
las de San Nicolás y Huancavelica. Puso límites a la fabricación ilegal de aguardiente de
caña y controló las fábricas autorizadas, gravándolas con altos impuestos. Denunciado
por malversación en las cajas reales, fue destituido en 1716. Falleció dos años después
en México.
En Huamanga
Preconizado obispo de Huamanga (2 de noviembre de 1698), se dio el pase a las bulas
correspondientes al año siguiente y tomó posesión de su nueva sede el 7 de julio de
1700. Efectuó la visita pastoral; y además de proteger el establecimiento de
la Universidad de San Cristóbal, impulsó la terminación del convento e iglesia de Santa
Teresa. Pero pronto hubo de trasladarse al obispado de Quito (1705), que se hallaba
vacante.
En 1745 es nombrado XLIII virrey del Perú, en sustitución de José Antonio Caamaño y
Sotomayor, conde de Villagarcía de Arousa. Tenía ya 57 años. Practicamente su
mandato peruano de dieciseis años (1745-1761) va a coincidir con el reinado de
Fernando VI. Dos grandes problemas le van a ocupar en sus primeros años.
Nada más llegar a Lima, tiene que enfrentarse a una de las grandes rebeliones indígenas
en el virreynato: la de Juan Santos Atahualpa, cacíque indígena, educado con los
jesuitas. Desde 1742 y hasta 1760 organizó la guerra de guerrillas. Organizó la
sublevación de los shipibo-conibos en la selva, llegando a atacar Jauja. Aunque no logró
su objetivo de atacar Lima, nunca fue capturado, a pesar de la represión que desató el
virrey, y fue considerado un precursor de la independencia.
El segundo reto que tuvo que afrontar fue el terrible terremoto de 1746, que destruyó
casi por completo la capital limeña, acompañado de un tsunami que arrasó El Callao.
Miles fueron la víctimas. El virrey se empeñó en la reconstrucción rápida y modélica de
la ciudad, la cual estuvo concluida en 1748. En 1747, en el contexto de la
reconstrucción inició las obras del Real Felipe, en honor del recientemente fallecido
Felipe V. Es una fortaleza inmensa que tuvo como cometido la defensa de la ciudad ante
posibles ataques piratas, aunque ya por esos años la piratería ya estaba en declive. Fué
el último bastión de la resistencia española casi ochenta años después, tras la
obstinación del general español Rodil. Hoy es uno de los museos más turísticos del
Callao-Lima, propiedad del ejército peruano actual.
Juan Santos Atahualpa, cacíque indio que sublevó la selva peruana.
Nunca fue capturado.
Detalle del Real Felipe.
Manuel de guirior
Guirior nació en 1708, en el seno de una familia noble del Reino de Navarra. Era hijo de
don José Carlos Guirior y doña María Josefa Portal de Huarte. Entró en la Real Armada
en 1733 como alférez de navío. Una vez admitido en la Real Armada, ascendió
a teniente de fragata, teniente de navío, capitán de fragata, capitán de navío, mayor
general y jefe de la Armada. Luchó en la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra y
también contra los piratas berberiscos en el Mediterráneo. Fue caballero de la Orden de
San Juan de Jerusalén, más conocida como Orden de Malta.