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Cancio Meliá - Gómez-J ara Díez

Coordinadores

DERECHO PENAL
DEL ENEMIGO
El discurso penal de la exclusión

1
VOLUMEN
...1...

2006
AUTORES QUE COLABORAN EN ESTE VOLUMEN

Dr. Manuel A. ABANTO V ÁSQUEZ, Profesor de Derecho Penal, Univer-


I.S.B.N.: 9974-578-67-1 (Uruguay) sidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
I.S.B.N.: 84-96261-28-X (España)
Gustavo Eduardo ABoso, Profesor de Derecho Penal, Universidad de
Buenos Aires.

Germán ALLER, Profesor de Derecho Penal, Universidad de la Repú-


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Rechtsvergleichung und intemationales Strafrecht, Georg-August-
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En Buenos Aires, República Argentina: Dr. Alejandro APONTE, Profesor de Derecho Penal, Universidad
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cho, Universidad de Oviedo.
Hecho el depósito que establece la ley. Derechos reservados.
Carlos Simón BELLO RENGIFO, Profesor de Derecho Penal, Universi-
dad Central de Venezuela, Caracas.
Impreso en la Argentina, en el mes de agosto de 2006 por:
St Grafico, San Antonio 834 (1276) Buenos Aires Dra. Alice BIANCHINI, Professora de Direito Penal, Sao Paulo. Direc-
Tel.: 4302-7414 tora del Instituto Panamericano de Derecho Penal.
472 ¿UN DERECHO PROCESAL DE ENEMIGOS?

tar por encima de todo. Entre ellos se encuentra el más importante de


todos: el que impone a todos los miembros del poder judicial el deber
de hacer valer el derecho a un proceso justo (due process of law), lo
que implica, a su vez, la obligación de velar por las garantías proce-
sales de los acusados.
Nada se debe oponer a que el legislador adopte una determinada
polítin ante determinados delitos, pero teniendo en cuenta, como
expuso Goldschmidt, que los principios de la política criminal de un EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SEIN! *
país constituyen precisamente el termómetro por el que se mide el Sobre la ilegitimidad del llamado "Derecho penal del enemigo"
carácter autoritario o no de su ordenamiento jurídico 31 • En este sen- y la idea de seguridad
tido, resulta inaceptable que los responsables políticos se aprovechen
de situaciones excepcionales para dar una vuelta de tuerca al régimen EDUARDO DEMETRIO CRESPO (Toledo)
de libertades y esperar, encima, la colaboración de los jueces; y lo que
es peor, que intenten exagerar los peligros que entrañan ciertas situa- "Irn Banne der Terrorgefahr hat sich ein rechtsfreier Raurn gebildet,
ciones para la misma finalidad. der erlaubt, was noch vor kurzern ausgeschlossen schien, daB narnlich ein
doppelter Freibrief irn Welchelverhaltnis der Staaten ausgestellt wird:
A~.1 pues, dando por supuesta la posibilidad de que hubiera de existir
Jeder kann seine heirnische Feinde als Terroristen rnit dern Segen der
algo similar a un Derecho penal de enemigos, éste habría de estar Staatengerneinschaft bekarnpfen, zmd die Menschenrechtsverletzungen von
integrado por medidas que superasen un cierto test de razonabilidad Verbündeten werden rnit Diskretion übergangen und dadurch ermoglicht"
desde el punto de vista del respeto a los derechos fundamentales, por- (U. Beck, Der kosmopolitisclze Blick oder: Krieg ist Frieden, Frankfurt
que lo que, en cualquier caso, no cabe admitir es que el deseo de am Main, 2004, p. 213).
venganza se erija en el principal inspirador de la legislación penal de
un país. Hay que tener en cuenta, además, que incrementando el control
de los ciudadanos mediante la restricción de sus derechos individuales, l. PUNTO DE PARTIDA
se corre el riesgo de que el sistema pueda evolucionar vertiginosamente
A la problemática del llamado "Derecho penal del enemigo"
hacia una legislación procesal de excepción, construida sobre la base de
subyace una vieja discusión: la tensa relación entre libertad y seguri-
demasiadas categorías "emergencistas".
En modo alguno la protección de determinados bienes jurídicos
tendría qué afectar el instmmento que las sociedades bien ordenadas
* Trabajo terminado en el Instituto de Derecho Penal extranjero e internacional
disponen para el enjuiciamiento de las conductas individuales, el cual de la Universidad de Colonia al comienzo de una estancia de investigación finan-
tiene que mantenerse ajeno al conflicto que origina la violación de la ciada por la Fundación Alexander von Humboldt. Mi gratitud al Director de este
ley. La normalidad procesal y su compromiso con la defensa de las Centro, Pro/ Dr. Tlzomas Weigend, por sus interesantes observaciones. Se tienen en
libertades es lo que, en el fondo, caracteriza al Estado de Derecho. No cuenta algunas cuestiones planteadas en la discusión que tuvo lugar el 08 de mayo
en vano, la lealtad institucional exige que sean los poderes públicos los de 2005 en Frankfurt Oder tras la ponencia del Pro/ Jakobs sobre el "Derecho penal
del enemigo" en la Strafreclztslelzrtagung "Transnationale Grundlagen des
primeros en respetar los principios y valores que inspiraron los movi- Straji-eclzts'', a la que tuve oportunidad de asistir. Agradezco al Pro/ Jakobs haber
mientos surgidos en defensa de las garantías constitucionales. podido confrontar con él mis conclusiones iniciales sobre la evolución de su pensa-
miento en este punto, así como su amabilidad al permitirme acceder anticipadamente
al texto del artículo correspondiente a su ponencia "Terroristen als Personen im
31 GOLDSCHMIDT, "Problemas jurídicos y políticos del proceso penal", Buenos
Recht?" [ZStW, 117, 2005/4, ps. 839-851].
Aires, 1961, p. 109.
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dad. Esta contraposición básica se resuelve, en el modelo del Derecho expandir su ámbito de influencia (Ausstrahlungswirkung) 2 -3 . Como
penal del enemigo, unilateralmente a favor de ésta última. El tema advierte E. Díaz «esta necesaria y autónoma diferenciación opuesta
debe insertarse, pues, adecuadamente en su contexto metodológico y por sí misma a toda unificación que implique fusión y confusión de
filosófico-político. ambas dimensiones (iusnaturalismo tradicional), no se reduce ni se
identifica tampoco en modo alguno con la incomunicación, ruptura
ll. Metodológico: el "ser" y el "deber ser" del Derecho penal y escisión entre ambas (positivismo extremo)» 4 . Pues bien, esta
tensión entre el ser y el deber ser del Derecho se refleja en el
La contraposición entre seguridad y libertad pertenece, sin duda, Derecho penal, en la delimitación entre funciones y fines de éste 5 .
a los temas clásicos de la Filosofía del Derecho, así como de la Estos últimos legitiman su intervención, aquéllas pueden entrar en
Filosofía Política. La enorme repercusión que éste tiene para el De- disonancia con estos últimos, y contribuir acaso a lo contrario. Ésta
recho penal se explica ya por este solo motivo. Como veremos, estos es una problemática subyacente al debate acerca de la seguridad y
tópicos, "libertad-seguridad", "hermenéutica del deber-hermenéutica la libertad en el Derecho penal porque, como veremos después, tras
de la libertad", "ser-deber ser del derecho", conectan con modelos de los actuales modelos político-criminales de la seguridad se albergan
pensamiento de la Filosofía Política, que a su vez se vierten al Dere- funciones simbólicas vinculadas a determinadas exigencias socia-
cho penal a través de la discusión acerca de los fines de la pena. Estos les6, que no se corresponden con la finalidad básica del Derecho
constituyen el alfa y el omega del Derecho penal, punto de partida y
punto de llegada de la mayor parte de las reflexiones que afectan a su
2 GARCÍA FIGUEROA, "La Teoría del Derecho ... ", cit., p. 165.
evolución dogmática y/o político-criminal. En la discusión se puede
3 Véase, al respecto, las valiosas aportaciones de DONINI para la implementación
distinguir al menos un punto de partida propio de la metodología del "constitucionalismo" a la Ciencia Penal: DONINI, "Escenarios del Derecho Penal
jurídica y uno propio de la filosofía política. en Europa a principios del siglo XXI'', en MIR PUIG/CORCOY BIDASOLO/GóMEZ
Respecto al primero, cabe decir que en la actual discusión MARTÍN (coord.), La política criminal en Europa, Barcelona, 2004, ps. 41 y ss. "[ ... ]
neoconstitucionalista se replantea la relación entre el ser y el deber en muchas culturas europeas el desarrollo de un Derecho penal orientado a la
del Derecho: mientras que aquel puede ser muy diverso, éste, por el Constitución aparece incluso en los albores de su historia y debe ser absolutamente
implementado", p. 55. "En un contexto cuanto menos europeo, es sobre todo una
contrario, es o aspira a ello, muy semejante 1• Desde esta perspectiva, dogmática fundada en principios constitucionales y de garantía la que contiene una
como explica García Figueroa, se trata de hallar algún vínculo del ser fuerza propulsora que la dogmática, en cuanto 'teleológicamente' orientada [... ] no
del Derecho con su deber ser: el aspecto material de la constitucio- tiene'', p. 56 (cursivas en el original); el mismo, "Il volto attuale dell'illecito penale",
nalización del ordenamiento consiste en la recepción por el ordena- en PÉREZ ÁLVAREZ (edit.), Serta in memoriam Alexandra Baratta, Salamanca, 2004,
miento de ciertas exigencias de la moral crítica bajo la forma de ps. 1227 y ss.; esp. ps. 1240 y ss.
4 DíAZ, E, "Filosofía del Derecho: legalidad-legitimidad", en Boletín informa-
derechos fundamentales (carga axiológica); el aspecto estructural-
tivo 286, Fundación Juan March, 1999, ps. 4-5.
fimcional de dicha constitucionalización viene dado por la estructura
5 SILVA SÁNCHEZ, Aproximación al Derecho penal contemporáneo, Barcelona,
de las normas constitucionales y el tipo de argumentación que éstas 1992, p .. 194; FERRAJOLI, Derecho y razón. Teoría del garantismo penal, Madrid,
fomentan, basada en los principios constitucionales, que permiten 1995; PÉREZ MANZANO, Culpabilidad y prevención, Madrid, 1986, ps. 217 y ss.;
DEMETRJO CRESPO, Prevención general e individualización judicial de la pena,
Salamanca, 1999, ps. 56 y ss.
1 GARCÍA FIGUEROA, "La Teoría del Derecho en tiempos de constitucionalismo'', 6 De especial interés, DíEZ RIPOLLÉS, "Exigencias sociales y política crimi-
en CARBONELL (edit.), Neoconstitucionalismo (s), Madrid, 2003, ps. 159 y ss.; ibíd., nal", en CRP, nº 85, 1998; ibíd.; "El Derecho penal simbólico y los efectos de la
"Principios y Derechos Fundamentales", en BETEGóN/DE PÁRAMO/LAPORTA/f~RIETO pena", en AP, nº 1, 2001; ibíd., "Presupuestos de un modelo racional de legisla-
SANCHÍS (coords.), Constitución y Derechos Fundamentales, Madrid, 2004, ps. 235 ción penal'', en Doxa, nº 24, 2001; ibíd., La racionalidad de las leyes penales,
y SS. Madrid, 2003.

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penal del hecho, a la que algunos renuncian, consistente en la protec- · Nozick, y Dworkin 10• Especialmente significativas para la filosofía
ción de bienes jurídicos 7• política han sido sin duda en tiempos recientes las obras de Rawls 11
La conclusión que se alcanza es que el vínculo de unión entre el y Habermass 12. Frente al énfasis liberal en la razón y en los derechos
ser y el deber ser del Derecho penal han de ser los derechos huma- individuales básicos 13 , el comunitarismo estima que con ello se
nos. Cualquier pretensión de modulación del Estado de Derecho infravalora la importancia de la comunidad, condición indispensable
basada en exigencias de seguridad, o en un estado de necesidad de ·para crear un marco social cohesionado y justo. Aparte de la obra de
cualquier tipo 8, que pase por alto este punto, es según esta perspec- Tonnies Gemeinschafl und Gesellschafl (1887), autores de la talla de
tiva inaceptable. Marx, Nietzsche, Weber, Simmel, Adorno, Heidegger, Arendt, etc. y
más recientemente, Alasdair Maclntyre y Charles Taylor, han llevado
1.2. Filosófico-político: liberalismo-comunitarismo a cabo reflexiones críticas en este sentido 14.
Ciertamente, como advierte Alcacer Guirao, "lo que caracteriza a
Respecto al segundo no cabe duda de que tras la contraposición la institución social de la pena y confiere a la discusión sobre la
seguridad-libertad se hallan diferentes tradiciones filosófico-políticas misma hondas raíces éticas en su carácter de doble filo respecto a la
que explican los ténninos de la relación de modo diverso: el libera- libertad individual, que, por un lado, protege de forma colectiva, pero
lismo y el comunitarismo 9. El liberalismo no es una doctrina unitaria, que por otro vulnera con su imposición" 15 • No en vano, señala
y a los autores clásicos como Hobbes, Mandeville, Locke, Adam Zaffaroni, "la consigna antiliberal postula que es menester ceder ga-
Smith, Voltaire, Kant, Bentham y J.S Mill, se han unido en el siglo rantías para aumentar la seguridad, o sea que da por sentada una
XX múltiples versiones del liberalismo como las de Popper, Hayek, relación inversa entre garantías y seguridad" 16. Esta discusión sobre
la legitimidad del Derecho penal se plasma en el binomio prevención-
garantías, en permanente conflicto (a mayor prevención, mayor detri-
7 Véase entre otras referencias, GONTHER, "De la vulneración de un derecho a mento de las garantías; y a mayor maximización de las garantías, menor
la infracción de un deber. ¿Un cambio de paradigma en el Derecho penal?", trad. de
Silva Sánchez, en AA.W., La insostenible situación del Dereclzo penal, Instituto de
Ciencias Criminales de Frankfurt /Área de derecho Penal de la Universidad Pompeu 10
MUÑOZ, J, Diccionario de Filosofia, Madrid, 2003, p. 526.
Fabra (edits.), Granada, 2000, ps. 489 y ss.; HIRSCH, "Acerca del estado actual de 11
al discusión acerca del bien jurídico", trad. de D. Pastor, en AA.VV., Modernas RAWLS, Teoría de la Justicia, México-Madrid, Buenos Aires, 1995, pássim.
12
tendencias en la ciencia del Dereclzo penal y la Criminología, Madrid, 2001, ps. 371 HABERMAS, Facticidad y validez. Sobre el Derecho y el Estado democrático
y ss.; ALCACER GUIRAO, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?, Barcelona, de Derecho en términos de teoría del discurso, Madrid, 1998; HABERMAS/RA WLS,
2003; PORTILLA CONTRERAS, "La supuesta crisis de la teoría del bien jurídico: la Debate sobre el liberalismo político, 1998.
13
tensión entre iuspositivismo y positivismo, entre la necesidad de referencias externas Ver al respecto, BETEGÓN, "Liberalismo, comunitarismo, derechos", en
y Ja inmanencia d.el Derecho. Especial atención a la legitimidad de ciertos bienes BETEGÓN/DE PÁRAMO/LAPORTAIPRIETO SANCHÍS (coords.), Constitución ... , cit., ps.
colectivos"' en ÜCTA VIO DE TOLEDO/ GURDIEL / CORTÉS ( coords. ), Estudios penales 41-65, :sp. p. 41 ("El liberalismo, en un sentido originario o primario, debe ser
en recuerdo del Profesor Ruiz Antón, Barcelona, 2004, ps. 895 y ss. caractenzado corno una teoría política cuyo interés central es la defensa de una
8 Sobre Ja problemática del "estado de necesidad del Estado", véase, por todos, doctrina acerca de los límites del gobierno y que, a tal fin, suministra un marco de
JAHN, Das Straji-eclzt des Staatsnotstandes. Die straji-echtliclzen Reclztfertigzmgsgnlnde garantías institucionales que salvaguardan Ja libertad personal").
14
und ihr Verhii!tnis zu Eingrijf und Intervention im Ve1fass11ngs- und Vo!kerreclzt der MUÑOZ, J., Diccionario de Filosofia, cit., ps. 100-101.
Gegenwart, Frankfurt am Main, 2004, pássim. 15
ALCACER GUIRAO, "Prevención y garantías: conflicto y síntesis", en Doxa,
9 Sobre la importancia de Ja problemática en la teoría de la pena y la política nº 25, 2002, p. 139.
criminal, cfr.: KUNZ, "Liberalismus und Kommunitarismus in Straftheorie und 16
ZAFFARONI, "El Derecho penal liberal y sus enemigos", Discurso para la
Kriminalpolitik", en KUNZ, Biirgerfreilzeit und Sicherlzeit. Perspektive1I von investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Nlanclza
Straji-echtstheorie zmd Kriminalpolitik, Bem, 2000, ps. 35-52. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2004, p. 20.'
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IN.
'ouARDO DEMETRIO CRESPO 479

funcionalidad. preventiva).
. Tras
. este binomio cabe descubrir di.versas JI. DERECHO PENAL DEL ENEMIGO
formas de rac1~n~hdad, en pa~cular una teleológica (Zweckrationalitiit), JI.I. Derecho penal del enemigo y la idea de seguridad
y una deontolog1~a. o val~r~t1va (Wertrationalitiit), que se correspon-
den con dos trad1c10nes ehcas: la utilitarista y la kantiana 11. Las reformas del Código Penal español producidas a lo largo del
En el terreno de los fines de la pena, han sido las teorías de l 2003 han sido objeto de preocupación y crítica por parte de la doc-
preven~ión general positiva, en sus diferentes variantes, las encarga~ trina penal al entender que a ellas subyace un modelo político-crimi-
das de mtentar lograr la armonía entre los dos polos, en partícula <;~al que antepone la seguridad a las garantías 21 -22 -23 • Es necesario por
entre las exigencias de la prevención y las derivadas de la culpab ~~
lidad 18 . Las variantes teóricas y las aportaciones doctrinales en est~ 21 Entre otras referencias, ACALE SÁNCHEZ, "Del Código Penal de la democracia
terreno son ; al Código Penal de la seguridad", en PÉREZ ÁLVAREZ (ed.), Serta in memoriam Alexandra
. prácticamente inabarcables y no es el objetivo de : Barata, cit., ps. 1197 y ss.; CUGAT MAU~, "Nuevas huidas al Derecho penal y quiebra
este tra bªJº entrar a fondo en ellas, pero sí tratar de establecer el ;. de Jos principios garantistas", en PÉREZ ALVAREZ (edit.), Serta in memoriam Alexandra
vínculo existente entre la variante funcionalista sistémica de la pre- Barata, cit., ps. 183 y ss.; DEMETRJO CRESPO, "Acerca de la contraposición entre libertad
vención general positiva y el llamado Derecho penal del enemigo 19. y seguridad en el Derecho Penal", RDP, 2005-1, ps. 505 y ss.; ibíd., "Libertad, segu-
Como trataré de argumentar, en mi opinión, el Derecho penal del ridad, sociedad del riesgo y derecho penal del enemigo", en BERNUZ BENEITEZIPÉREZ
CEPEDA (coords.), La tensión entre la libertad y la seguridad: una aproximación
enemigo aparece como una "excepción'', no contradictoria, sino sociojurídica, Logroño, 2006, ps. 107 y ss.; LAURENZO COPELLO, "Últimas reformas en
consecuente, con ese modo de entender los fines y/o funciones del el Derecho penal de extranjeros: un nuevo paso en la política de exclusión", JpD, nº 50,
Derecho Penal 20. julio/2004,_ps. 30-35, MAQUEDA ABREU, "Políticas de seguridad y Estado de Derecho",
en PÉREZ ALVAREZ (ed.), Serta in memoriam Alexandra Barata, cit., ps. 1287 y ss.; MIR
PUIG/ALCÁCER GUIRAO, "Richtungswechsel in der spanischen Kriminalpolitik: die letzten
17M·as amp l.rnmente, por todos, ALCACER GUIRAO, "Facticidad y normatividad" Reformen des Strafgesetzbuches", GA, 2005, p. 243; NIETO MARTÍN, "España. Sistemas
penales comparados", RP, nº 13, 2004, ps. 219 y ss.; PÉREZ CEPEDA, "El Código Penal
en ADPCP, Vol. LII, 1999, ps. 177 y ss.; ibíd., "Prevención y garantías ... ", cit.' de la seguridad: una involución de Ja política criminal de signo reaccionario", en BERNUZ
ps. 139 y SS. . ,
BENEJTEzlPÉREZ CEPEDA (coords.), La tensión .... cit., ps. 223 y ss.; QUINTERO OLIVARES,
I 8 Sobre los diferentes modelos de pensamiento, SCHUMANN, Positive "La deriva y crisis de las ideas penales en España", en ÜCTAVJO DE TOLE-DO/GURDIELI
Generalpriivention, Heidelberg, 1989, ps. 1 y ss.; DEMETRIO CRESPO, Prevención CORTÉS (coords.), Estudios penales en recuerdo del Profesor Ruiz Antón, cit., ps. 929
general.. ., cit., ps. 114 y ss. y ss.; ibíd., Adónde va el Derecho penal, Madrid, 2004; ZUGALDÍA ESPINAR, "Seguridad
19 Acerca del funcionalismo en el Derecho penal, entre otras referencias Véa- ciudadana y Estado social de Derecho (A propósito del 'Código Penal de la seguridad'
se: GARCÍA AMADO, "¿Dogmática penal sistémica? Sobre la influencia de Luhmann y el pensamiento funcionalista)", en ÜCTAVIO DE TOLEDo/GURDIELICoRTÉS (coords.),
en la teoría penal'', Doxa. nº 23, 2000, ps. 233 y ss.; PEÑARANDA RAMOS, "Sobre Ja Estudios penales en recuerdo del Profesor Ruiz Antón, cit., ps. 1132 y ss.
influencia del funcionalismo y la teoría de los sistemas en las actuales concepciones 22 También en el Derecho comparado se observa el mismo fenómeno. Véase,
de la pena y del concepto de delito", en Doxa, nº 23, 2000, ps. 289 y ss.; PORTILLA entre otras referencias ALBRECHT, "El Derecho penal en la intervención de la política
CONTRERAS, "Relación entre algunas tendencias actuales de la filosofía y sociología populista", en AA.W., La insostenible situación ... , cit., ps. 471 y ss.; BERNARDI, "La
Y el Derecho penal: la influencia de las teorías funcionalistas y el discurso ético de evolución de la política criminal italiana entre opciones represivas y soluciones
Habermas en la selección de los valores penales", en DiEZ RIPOLLÉS/ ROMEO minimalistas", en El Derecho Penal entre abolicionismo y tolerancia cero. Homenaje
a LoukHulsman. Cahiers de Defense Socia/e, 2003, ps. 71 y ss. ("Las.últimas décadas
CASABONA /GRACIA MARTÍN/ HIGUERA GUIMERÁ (edits.), La ciencia del Derecho
en Italia se han caracterizado por una sucesión y superposición de emergencias crimi-
penal ante el nuevo siglo. Libro Homenaje al Prof Dr. D. José Cerezo Mir, Madrid,
nales que han condicionado notablemente la legislación y la praii.is penal, erosionando
2002; PRIETO NA v ARRO, "Teoría de sistemas, funciones del Derecho y control so-
frecuentemente las tradicionales notas garantistas de nuestro sistema punitivo", p. 71);
cial. Perspectivas e imposibilidades para la dogmática penal", en Doxa, nº 23, 2000, MIRANDA RODRÍGUES, "Política Criminal-Novos Desafios, Velhos Rumos", en Liber
ps. 265 y SS.
Discipulorum para Jorge de Figueiredo Dias, Coimbra, 2003, ps. 207 y ss.
20 Véase, por todos, JAKOBS, "Staatliche Srafe: Bedeutung und Zweck", en
23 Acerca de la evolución de la criminalidad y las políticas de seguridad
Nordrlzein-Westfiilisclze Akademie der Wissensclzaften. Vortriige G 390, 463 Sitzung pública en España, Véase el estudio analítico-criminológico de ARROYO ZAPATE-
am 18. Februar 2004 in Düsseldorf, Paderbom, 2004, pássim. RO, "Criminalidad y contexto urbano en España", en Urban Security across the
480 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SE/N{
OUARDO DEMETRIO CRESPO 481

tanto preguntarse acerca de su legitimidad y compatibilidad con el punibilidad mediante los delitos de peligro, o en general, de la relaja-
"Derecho penal del hecho" propio del Estado de Derecho. La lógica ción de las garantías en busca de la presunta eficacia.
consecuencia de este planteamiento será argumentar si el derecho a la · Se trata, en definitiva, de un detrimento de la libertad basado en
seguridad es realmente tal, o si la seguridad es sólo un aspecto de- la lógica funcional del Estado preventivo, que preconiza un modo de
pendiente de la garantía de los derechos de las personas (de todas las actuar proactivo frente a los riesgos, y no como sería propio del
personas) frente al Estado y frente a terceros. No se trata de una Estado de Derecho, delimitado reactivamente de acuerdo con deter-
especulación teórica, sino de una pregunta que afecta a los derechos minados principios y garantías 26 • Dichos principios, en particular el
fundamentales de las personas: ¿se trata de intereses en conflicto, 0 principio de proporcionalidad (o prohibición de exceso), se ve desbor-
encuentran su síntesis en un concepto de libertad que tiene en la dado por el pensamiento preventivo de la seguridad, en el que no
seguridad uno de sus presupuestos 24 ? resulta decisiva la ponderación de bienes jurídicos, sino únicamente la
Es necesario aclarar si una intervención más incisiva del Derecho óbtención del fin perseguido. Esto desemboca en último ténnino, como
penal realmente aporta seguridad o inseguridad. Si concedemos a la puede verse en el ámbito del Derecho penal de extranjeros, en medi-
seguridad un estatuto autónomo, posiblemente pisemos terreno finne ,das restrictivas de derechos basadas en programas indeterminados 27 •
para defender la idea de que un recrudecimiento del Derecho penal es Como nos recordaba Baratta, "los mecanismos discriminatorios en la
legítimo en la medida en que ello sea necesario para proteger el derecho administración de los derechos fundamentales a favor de ciudadanos
a la seguridad de los que no delinquen 25 • Si por el contrario, entende- "respetables" y a costa de los excluidos (inmigrantes, parados -des-
mos que de lo que se trata realmente es de proteger bienes jurídicos, ocupados-, indigentes, toxicómanos, jóvenes marginados, etc.) condi-
bajo la consideración de que cualquier ciudadano puede, en un momen- cionan una reducción de la seguridad jurídica que, a su vez, alimenta
to dado, delinquir, la idea de la seguridad no puede ponerse al servicio él sentimiento de inseguridad en la opinión pública. El resultado es
de una merma de garantías en ningún caso, porque lo que se está una forma de estilización selectiva de las áreas de riesgo de violación
introduciendo es inseguridad. La idea de la "seguridad" que justifica el de los derechos, donde la parte no está en el todo, sino en lugar del
recrudecimiento punitivo es en parte real, en parte simbólica, en parte todo o, directamente, contra el todo, entendido el todo como los de-
objetiva, en parte subjetiva, dificil de delimitar. La "inseguridad" que rechos fundamentales y todas las personas" 2s.
puede conllevar se transforma en inseguridad jurídica a través, por La tesis fundamental aquí sostenida es que el llamado discurso de
ejemplo, de la indeterminación en la tipificación de las conductas, la las garantías no es una especie de lujo al que cabe renunciar en
indefinición de los bienes jurídicos protegidos, el adelantamiento de la tiempos de crisis, y menos una tesis conservadora. En mi opinión, es
un discurso claramente progresista y crítico porque pretende salva-
guardar un modelo de Derecho penal estrictamente vinculado a las
World: Lessons Learned, ISP AC Ancillary Meeting. Eleventh united Nations garantías del Estado de Derecho, que deben regir para todas las per-
Congreso on Crime Prevention and Criminal Justice, 2010412005, Bangkok sonas. Sustituir la "racionalidad valorativa" inherente a éste por una
(www.defensesociale.org).
24 En estos términos, GóMEZ MARTÍN, "Libertad, seguridad, y sociedad del "racionalidad pragmática" 29 , justamente cuando hace falta defender
riesgo'', en MIR PU!G / CORCOY BlDASOLO / GóMEZ MARTÍN (coord.), La política
criminal en Europa, cit., p. 62. 26 Ibídem.
25 En opinión de DENNINGER la "invención" de un "Derecho fundamental" a la 27 Véase: LAURENZO CüPELLO, "Últimas reformas ... ", cit., ps. 30 y SS.
seguridad por el Tribunal Constitucional alemán no ha contribuido a solventar el 2 8 BARATTA, "El concepto actual de seguridad en Europa'', en RCSP, nº 8,
problema de la contraposición básica entre seguridad y libertad, sino que ha sido 2001, p. 19.
utilizado como argumento para la justificación de atribuciones de intervención es- 29 En esta línea, véase DíEZ RIPOLLÉS, "El nuevo modelo penal de la seguridad
tatales cada vez más amplias (Véase: DENN!NGER, "Freiheit versus Sicherheit?. lnnere
ciudadana", JpD, nº 49, 2004, p. 41; ibíd., "De la sociedad del riesgo a la seguridad
Sicherheit im Spannungsfeld von Rechtsstaat und Praventionsstaat", en Goethe lnstitut.
ciudadana: un debate desenfocado", en RECPC, nº 07-01 (http://criminet.ugr.es/recpc).
Online-Redaktion (http://www.goethc.de/k."Ug/ges/pok/thm/del 63802.htm).
Derecho penal del enemigo - Vol. 1 (pliego 18)
482 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHr·sE1Ñf
483
esos principios, es una forma de dar validez a una transformación de claramente con el binomio reduccionismo versus expansión 32 ; es decir,
los parámetros político-criminales altamente discutible. Sin duda son con el debate propio del contexto y exigencias de lo que se ha dado
muchos los rostros del Derecho penal, y uno que no es posible olvi- en llamar "modernización del Derecho penal". Esta modernización,
dar, en ningún caso, es el protector y garantista 30 . para la que Gracia Martí_n aboga con gran_ deter?linación 33 , frente al
por él tildado como "discurso de la resistencia", que no duda en
JI.2. ¿Derecho penal del enemigo legítimo? calificar como "ultraliberal y reaccionario", comprende, sin embar-
La construcción de la ciencia penal, tal y como hoy la entende- ªº
<l::J
construcciones como el llamado "Derecho penal del enemigo" 34.
'

mos, se inicia con el pensamiento de la Ilustración 31 , significativament~ · ;


32 Sobre la evolución, ampliamente, DEMETRIO CRESPO, "Del Derecho penal
con la famosa obra de Beccaria (1738-1794), De los delitos y de las
<liberal al Derecho penal del enemigo'', en RDPC, nº 14, 2004, ps. 87 y ss.
penas (17 64), en la que el autor plantea una serie de retos relativos 33 GRACIA MARTÍN, Prolegómenos para la lucha por la modernización y ex-
a la "humanización" del Derecho penal, que todavía hoy no han per.., pansión del Derecho penal y para la crítica del discurso de resistencia, Valencia,
dido en absoluto su vigencia. Por otro lado, desde von Liszt (1851- ; 2003, pássim.
1919), el Derecho penal es considerado la "Carta Magna del delin- 34 Entre otras aportaciones recientes, en la bibliografía en español: BRANDARIZ
cuente" y, en todo caso, "la barrera infranqueable de la política cri- GARCÍA, "Itinerarios de evolución del sistema penal como mecanismo de control social
en las sociedades contemporáneas", en FARALDO (dirt.)/BRANDAR!z!PUENTE (coord.),
minal", como el autor se esfuerza en poner de relieve en su famoso M1evos retos del Derecho penal en la era de la globalización, Valencia, 2004, ps. 15
Programa de la Universidad de Marburgo de 1882. y ss. (en particular, véase sus interesantes reflexiones acerca de la construcción del
Desde el punto de vista político-criminal, parece que en la ciencia "enemigo interno" como un rasgo del actual sistema penal corno mecanismo de con-
penal ha habido cierto consenso, en las últimas décadas, en torno a la trol social formal, y la "cultura de la emergencia" en la era de la guerra global
permanente, ps. 42 y ss., 54 y ss.); CANCIO MELIÁ, "Derecho penal del enemigo y
idea de que el Derecho penal es la forma más grave de intervención delitos de terrorismo", en DPCRJ, nº 3, 2003; DEMETRIO CRESPO, "Del Derecho penal
del Estado frente al individuo, que tiene para este último unas conse- liberal al Derecho penal del enemigo", en RDPC, nº 14, 2004, ps. 87 y ss.; DiEZ
cuencias altamente estigmatizadoras, y que por ello es preciso restrin~ RIPOLLÉS, "De la sociedad del riesgo ... ", cit., esp. ps. 22 y ss.; FARALDO CABANA, "Un
gir y justificar al máximo su intervención. Esta idea, junto a la crisis Derecho penal de enemigos para los integrantes de organizaciones criminales. La Ley
orgánica 7/2003, de 30 de junio, de medidas de reforma para el cumplimiento íntegro
del pensamiento resocializador, hace que se planteen, en un determi- y efectivo de las penas", en FARALDO (dir.)/BRANDARiz!PUENTE (coords.), Nuevos
nado momento, diversas propuestas que van desde las puramente abo.., retos del Derecho penal en la era de la globalización, Valencia, 2004, ps. 310 y ss.;
licionistas hasta las reduccionistas del sistema penal. Estas últimas GRACIA MARTÍN, "Sobre la negación de la condición de persona como paradigma del
vienen representadas inicialmente por la búsqueda de alternativas a la 'derecho penal del enemigo"', en RGDP, nº 2, 2004 (http://www.iustel.com); ibíd.,
"Consideraciones críticas sobre el actualmente denominado "Derecho penal del ene-
pena privativa de libertad, la vía despenalizadora, en abierta oposi- migo"'', en RECPC, nº 07-02, 2005 (http://criminet.ugr.es/recpc); ibíd., El horizonte
ción a la tendencia expansionista del Derecho penal contemporáneo, del finalismo y el "derecho penal del enemigo", Valencia, 2005; lAKOBSICANCIO,
y las propuestas consistentes en devolver protagonismo a la víctima Derecho penal del enemigo, Madrid, 2003; MUÑOZ CONDE, Edmund lvfezger y el
en el conflicto penal. Derecho penal de su tiempo. Estudios sobre el Derecho penal en el nacionalsocialismo,
Valencia, 2002, ps. 117 y ss.; ibíd., "El nuevo Derecho penal autoritario", en ÜCTAVIO
Sin embargo, el debate sobre la legitimidad del Derecho penal,
DE TOÚDo/GURDIELICoRTÉS (coords.), Estudios penales en recuerdo del Profesor
centrado hace no demasiado tiempo en este vector (propuestas abo- Ruiz Antón, cit., ps. 803 y ss. (también en LOSANO!MUÑOZ CONDE, El Derecho penal
licionistas-propuestas reduccionistas), puede caracterizarse hoy más ante la globalización y el terrorismo, Valencia, 2004, ps. 172 y ss.); ibíd., "Las
reformas de la Parte Especial del Derecho penal español en el 2003: de la "tolerancia
cero" al "Derecho penal del enemigo", en RGDP, nº 3, mayo 2005 (http://
www.iustel.com); ibíd., "De nuevo sobre el 'derecho penal del enemigo"', en RP, 16,
30 HASSEMER, "Los rostros del Derecho penal", Discurso de investidura_ corno Dr.
2005, ps. 123-137; PASTOR, "El Derecho penal del enemigo en el espejo del poder
Honoris Causa por la Univ. Pablo de Olavide, RGDP, nº 3, 2005 (www.iustel.com).
punitivo internacional", en Libro Homenaje al Prof Giinther Jakobs, Lima (citado del
31 PRIETO SANCHÍS, La Filosofia Penal de la Ilustración, México, 2003, pássirn. texto en prensa que el autor ha tenido la amabilidad de proporcionarme por puntos y
484 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SE!Nf OUARDO DEMETRIO CRESPO 485

Este "Derecho penal del enemigo" 35 pretende despojar de la categoría eras "fuentes de peligro", a quienes hay que neutralizar a cualquier
de ciudadanos a determinados sujetos, que deben ser tratados como precio 36, como si fueran animales s_alvajes 37 . _se. n:ataría as~, a estos
seres humanos, no como personas, smo como znd1v1duos peligrosos a
notas a pie de página de referencia); PÉREZ DEL VALLE, "Sobre los orígenes del ios que el Derecho penal despersonaliza parcialmente, en el marco de
Derecho penal del enemigo", en CPC, nº 75, 2001; PORTILLA CONTRERAS, "La legis- lo necesario para combatir determinado tipo de delincuencia (como la
lación de la lucha contra las no-personas'', en Revista Mientras Tanto, nº 83, 2002·
delincuencia económica, el terrorismo, la criminalidad organizada, la
ibíd., "Fundamentos teóricos del derecho penal y procesal-penal del enemigo", JpD'.
nº 49, 2004; ibíd., "La configuración del 'Horno sacer' como expresión de los nuevos .delincuencia sexual, o en general, los delitos graves) 38 .
modelos del Derecho penal imperial", en PÉREZ ÁLVAREZ (ed.), Serta in memoriam Frente a este "Derecho penal'', cabe preguntarse si la correspon-
Alexandra Barata, cit., ps. 1401 y ss.; ibíd., "El Derecho penal y procesal del enemigo. •diente "modernización" representa realmente una evolución, o más
Las viejas y nuevas políticas de seguridad frente a los peligros internos-externos", en
bien, como aquí se sugiere, una involución lamentable. Por lo que
Dogmática y Ley Penal. Libro Homenaje a Enrique Bacigalupo, Madrid, 2004, ps.
706 y ss.; PRJTTWITZ, "Derecho penal del enemigo: ¿análisis crítico o programa del . afecta a la pregunta por la legitimidad, ésta debe responderse, en mi
Derecho penal", en MIR PUIG/CORCOY BIDASOLO/GóMEZ MARTÍN (coord.), La política · opinión, sin duda, en sentido negativo, porque se trataría en todo caso
criminal en Europa, Barcelona, 2004; RAMOS V ÁZQUEZ, "Símbol~s y enemigos: algu- de un Derecho penal que no respeta la dignidad humana.
nas reflexiones acerca de la nueva lucha antiterrorista", en PÉREZ ALVAREZ (ed.), Serta
in memoriam Alexandra Barata, cit., ps. 1425 y ss.; ibíd., "Del otro lado del espejo:
reflexiones desordenadas acerca del Derecho penal en la sociedad actual", en FARALDO. dios de Derecho penal, trad. y estudio preliminar de Peñaranda Ramos, Suárez González
(dir.)/BRANDAR!z/PUENTE (coord.), Nuevos retos del Derecho penal en la era de la y Cancio Meliá, Madrid, 1997); ibíd., "Das Strafrecht zwischen Funktionalismus und
globalización, Valencia, 2004, ps. 65 y ss., esp. ps. 90 y ss.; SILVA SÁNCHEZ, La alteuropiiischem Prinzipendenken", ZStW, 107, 1995, ps. 843 y ss. (en español: Socie-
expansión del Derecho Penal. Aspectos de la política criminal en las sociedade; dad, norma y persona en una teoría de un Derecho penal fimcional, Madrid, 1996);
pos/industriales, 2ª ed. revisada y ampliada, Madrid, 2001, esp. ps. 163 y ss.; VELÁSQUEZ ibíd., Norm, Person, Gesellschaft. Vo1iiberlegzmge11 zu einer Rechtsphilosophie, Berlín,
VELÁSQUEZ, "El funcionalismo jakobsiano: una perspectiva latinoamericana", en RGDP, 1997 (2ª ed., 1999); ibíd., JAKOBS, "Das Selbsverst1indnis der Strafrechtswissenschaft
nº 3, mayo 2005; ZAFFARONI, "El Derecho penal liberal y sus enemigos", Discurso vor der Herausforderung der Gegenwart, en EsERIHASSEMER /BURHARDT, Die deutsche
para la investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La . Straji·echtswissenschaji vor der Jahrtausendwende, München, 2000, ps. 47 y ss. (en
Mancha, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2004. español: "La autocomprensión de la ciencia del Derecho penal frente a las exigencias
En la bibliografia en alemán: A11.rnos, Der allgemeine Teil des V6lkerstrafrechts, 2ª de su tiempo", trad. de T. Manso, en MUÑOZ CONDE (coord. de la versión española), La
ed., Berlín, 2004, ps. 62 y ss.; ibíd., "Feindstrafrecht", ZStrR, nº 124, 2006, ps. 1 y ss.; ciencia del Derecho penal ante el nuevo milenio, Valencia, 2004, ps. 53 y ss.); ibíd.,
APONTE, Krieg und Feindstraji-echt. Überlegungen zum 'ej]izienten' Feindstraji-echt Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal, trad. de Cancio Meliá y Feijóo
anhand der Situation in Kolumbien, Baden-Baden, 2004; BUNG, "Feindstrafrecht als' Sánchez, Madrid, 2003; ibíd., "Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del ene-
Theorie der Normgeltung und der Person", en HRSS 212006, ps. 63 y ss. (que hace migo", en JAKOBS/CANCIO, Derecho penal del enemigo, cit., ps. 19 y ss. (en alemán:
referencia al "Derecho penal del enemigo" como "Derecho penal del miedo", p. 70); "Bürgerstrafrecbt und Feindstrafrecht", Hsu (ed.), Foundations and Limits of Criminal
CANCIO MELIÁ, "Feind'strafrecht'?", ZStW. nº 117, 2005, ps. 267 y SS., GRECO, "Über. Lmv and Criminal Procedure. An antology in memory of Professor Fu-Tseng Hzm,
das so genannte Feindstrafrecht", GA, nº 1, 2006, ps. 96 y ss.; HEFENDEHL, "Organisierte Taipeh, 2003, ps. 41 y ss.; y en HRR-Strafi·echt, 312004, ps. 88-95); ibíd., "Staatliche
K.riminalitat als Begrundung für ein Feind- oder Tiiterstrafrecht?'', en StV, 312005, ps. Strafe...", cit., ps. 5 y ss.; ibíd., "lndividuurn und Person", ZStW. 117, 2005/2, ps. 247
156-161; HóRNLE, "Deskriptive und normative Dimensionen des Begriffs y ss.; ibíd., "Buchbesprechung", ZStW, 117, 2005/2, ps. 418 y ss., y, por último, ibíd.,
"Feindstrafrecht", GA, nº 1, 2006, ps. 80 y ss.; SAUER, "Das Strafrecht und die Feinde "Terroristen als Personen im Recht?", ZStW 117, 2005/4, ps. 839 y ss.
der offenen Gesellschaft'', en NJW 2412005, ps. 1703-1705; SCHULZ, "Tagunsbericht. 36 CANCIO MELIÁ, "Derecho penal del enemigo ... ", cit., ps. 31 y ss.
Die deutsche Strafrechtswissenschaft vor der Jahrtausendwende. Bericht von einer Tagung
37 Véase JAKOBS, "Staatliche Strafe: ...", cit., ps. 40 y ss., esp. p. 41: "es geht
und Anmerkungen zum Feindstrafrecht", ZStW. nº 112, 2000, ps. 653 y ss.; ScHONEMANN,
demgemiijJ um die Sichenmg einer Gefalzrenquelle, wie bei einem wilden Tier, niclzt
"Die deutsche Strafrechtswissenschaft nach der Jahrtausendwende", en GA 2001, ps.
aber um den Umgang mil einer Person" (la cursiva es mía); también en: JAKOBS,
205 y ss., esp. ps. 210-212; SINN, "Modcme Verbrechensverfolgung - auf dem Weg zu
"Terroristen al Pe.rsonen im Recht?", cit., p. 843: "Deshalb ist der Satz "rechtlich hat
einem Feindstrafrecht?, en ZIS 312006, ps. 107 y ss.; UwER/Organisationsbüro (eds.),
jeder Mensch den Anspruch, als Person behandelt zu werden" unvollstiindig; ( ... ). Der
Bitte bewahren Sie Ruhe. Leben im Feindstraji-echtsstaat, Berlín, 2006.
Satz mu/3 also richtig lauten, ')eder, der zumindest einergema/3en verlii/3lich Rechtstreue
35 De la obra de JAKOBS, G., cfr., en particular, JAKOBS, "K.riminalisie~ng im
leistet, hat den Anspruch, als Person behandelt zu werden", und wer diese Leistung
Vorfeld einer Rechstgutverletzung", ZStW, nº 97, 1985, ps. 751 y ss. (en español:
nicht erbringt, wird eben fremdverwaltet, was hei/3t, nicht als Person behandelt".
"Criminalización en el estado previo a la lesión de un bien jurídico", en JAKOBS, Estu-
486 EL DERECHO PENAL DEL ENE.11/GO DARF NICHT SE/Nr 487
11.3. Características del Derecho penal del enemigo stado frente a los crímenes políticos graves, y por otro, sus orígenes
e remontan ya a la época clásica 43 -44 _ En este sentido dice Zaffaroni
El Derecho penal del enemigo puede caracterizarse, entre otras
ue "la descripción de las características del embate contemporáneo
notas, por un amplio adelantamiento de la punibilidad, la adopción de
cÓntra el Derecho penal liberal ( ... ) no reproduce ninguno de los
una perspectiva fundamentalmente prospectiva, un incremento nota-
áutoritarismos históricos o pasados, lo cierto es que parece reciclar
ble de las penas, y la relajación o supresión de determinadas garantías elementos que se hallaban en casi todos éstos'', lo que le permite
procesales individuales 39 -4°. No se trata, sin embargo, de una deno-
sostener que "existen estructuras discursivas que son idénticas, aun-
minación actual, sino que, por un lado, recuerda a la dicotomía utili- que los contenidos y la tecnología varían culturalmente" 45 .
zada por Carl Schmitt 41 -4 2 para describir el modo de reacción del • El principal teórico del concepto en la discusión actual, JAKOBS, lo
·explica al subrayar que el Derecho penal conoce dos polos o tendencias
38 1AKOBS, "Staatliche Strafe: ... ", cit., ps. 40 y ss., esp. ps. 41-42. de sus regulaciones, el trato con el ciudadano, en el que se espera hasta
39 JAKOBS, "La autocomprensión de la ciencia del Derecho penal...", cit., ps. 53 ... que éste exterioriza su hecho para reaccionar con el fin de confirmar la
y ss., esp. ps. 58-59; CANCIO MELIÁ, "Derecho penal del enemigo ... ", cit., p. 37; · estructura normativa de la sociedad, y por otro, el trato con el enemigo,
también, GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., ps. 9 y ss. que es interceptado muy pronto en el estado previo y al que se combate
40 MUÑOZ CONDE lo caracteriza, dado que no hay un Derecho penal que no sea
por su peligrosidad 46 . En su opinión, ningún contexto normativo, inclu-
"autoritario", como un "Derecho penal más autoritario de lo normal, un Derecho penal
que se ha colado de rondón, "por la puerta falsa" de un ordenamiento jurídico, cuyos yendo como tal a la persona en Derecho, es tal por sí mismo, sino que
parámetros constitucionales habían reconocido unos derechos humanos fundamenta- sólo es real cuando determina a grandes rasgos a la sociedad. Esta tesis
les, unas garantías, que, al menos formalmente, sirven de barrera al poder punitivo del le lleva a sostener que quien no presta una seguridad cognitiva suficien-
Estado" (MUÑOZ CONDE, "El nuevo Derecho penal...", cit., ps. 803-804). te de un comportamiento personal, no puede esperar ser tratado como
41 Esta similitud le fue reprochada a Günther Jakobs por Peter-Alexis Albrecht
tras su ponencia sobre el tema en la Straji-eclztslelzrtagung de Frankfurt Oder el 8 de
persona, pues de lo contrario se vulneraría el derecho a la seguridad de
mayo de 2005. Frente a esta objeción, Jakobs se defendió diciendo que su teoría no las demás personas; y que, por tanto, seria completamente erróneo
se inspira en absoluto en la filosofia política de este autor. La tenninología y los demonizar el llamado "Derecho penal del enemigo", pues de este modo
planteamientos son ciertamente parecidos, pero deben situarse en su correspondiente no se alcanza una solución al problema de los individuos que no per-
marco histórico. Resulta llamativo que mientras que Car! Schmitt subraya que se
miten su inclusión en una constitución ciudadana 47 -4 8.
expresa el respeto al enemigo precisamente porque se le reconoce como tal y no como
delincuente (véase la referencia en BECK, Der kosmopolitisclze Blick oder: Krieg ist
Frieden, Frankfurt arn Main, 2004, p. 205), en la "teoría del Derecho penal del
enemigo" se trata de "delincuentes" que deben ser tratados corno "enemigos". Otros 1979; el mismo, El Leviatlza11 e11 la Teoría del Estado de Thomas Hobbes, Córnares,
argumentos empleados por Albrecht para rebatir el Derecho penal del enemigo fueron 2004. Sobre el pensamiento de Car! Schrnitt cfr. GóMEZ ÜRFANEL, Excepción y
la indivisibilidad de la dignidad humana (en alusión a la diferenciación entre personas normalidad en el pe11samiento de Car/ Sclzmitt, Madrid, 1986.
y no personas o "enemigos"), el Derecho penal del enemigo como legalización del 43 Sobre los paralelismos véase: PRIETO NAVARRO, "Ciudadanos y enemigos.
fenómeno de erosión del Derecho penal del Estado de Derecho llevándolo a un extre- Günther Jakobs, de Hegel a Schrnitt'', en BACIGALUPO, s / CANCIO MELIÁ, Derecho
mo insoportable, o la vuelta por esta vía al "estado de naturaleza". Penal y Política Transnacio11al, Barcelona, 2005, ps. 49 y ss., esp. ps. 70 y ss.
42 Así, en El concepto de lo político, puede leerse: "También en esa otra forma 44 ,Véase PASTOR, "El Derecho penal del enemigo ... ", cit., Punto ll, notas 27 y
moderna de hacer la guerra ahora, la llamada guerra fría, se quiebran todos los ejes ss.; y GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., ps. 12 y ss.
conceptuales que soportaban antes el sistema tradicional de delimitar y regular la 45 ZAFFARONI; "El Derecho penal liberal..., cit., p. 26.
guerra. La guerra fría se burla de todas las distinciones clásicas entre guerra, paz, 46 1AKOBS, "Derecho penal del ciudadano ... ", cit., ps. 19 y ss., y 42-43.
neutralidad, entre política y economía, entre combatiente y no combatiente; lo ú11ico
que mantie11e es la distinción entre amigo y e11emigo, cuya estricta consecuencia 47 Ibídem, ps. 47-48.
48 Sobre el concepto de persona manejado por 1AKOBS, como sujeto portador
constituye su orige11 y esencia" (SCHMITT, El co11cepto de lo político: texto de 1932
co11 un prólogo y tres corolarios, versión de R. Agapito, Madrid, 1998, p. 48 -la de derechos y deberes, y la distinción individuo/persona, Cfr. JAKOBS, "Individuurn
cursiva es mía-). Del mismo autor, véase SCHMITT, El nomos de la tierra en el und Person", cit., ps. 247 y ss. ("l. Menschliche Individuen (Sinnenwesen) sind
Derecho de ge11tes del jus publicum europaeum, trad. de D. Schilling Thon, Madrid, weder in ihrer Physis frei noch in ihrem psychischen Antrieb durch Lust oder Unlust;
488 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NJCHT SEJNf 489

JI. 4. ¿Derecho penal del enemigo como estado de necesidad ideal, sino desde el punto de vista de su concreta vigencia (konkrete
en el marco de lo indispensable? Geltung) 52-53 • Lo necesario implica que debe privarse a los terroristas
La ponencia del Prof. Jakobs en la Straf¡-echtslehrtagung de de aquellos derechos de los que abusa para acometer sus planes, y en
Frankfurt Oder, comenzaba con la siguiente pregunta: ¿se puede lle- /particular, su_ liberta~ de obrar, como suce~e ~~ ~l ámbito de las medi-
tdas de segundad (Szcherungsverwalzrung) :i4 -:i:i -:i6.
var a cabo la "guerra contra el terror" con los medios del Derecho
penal del Estado de Derecho 49 ? El autor responde a la pregunta Al respecto se plantea Silva Sánchez si puede admitirse una ter-
planteada en sentido negativo al final de ésta, basándose en que en- cera velocidad del Derecho penal (la primera se refiere al Derecho
tonces el Estado tendría que tratar a sus enemigos como personas, y penal "de la cárcel" y la segunda el Derecho penal sin pena privativa
no estaría legitimado para tratarlos como meras fuentes de peligro so. .de libertad, que experimentaría una flexibilización relativa de las
Esta primera pregunta presupone, a su vez, otra que resulta esen- garantías), con pena privativa de libertad, y al mismo tiempo, una
cial: ¿es legítimo el Derecho penal del enemigo?, y en caso afinnativo,
¿en qué medida? La respuesta a esta segunda pregunta reza para Jakobs 52 JAKOBS, "Terroristen als Personen im Recht?", cit., p. 846: "Erstens, der
·Staat muf3 seine Gestalt nicht mutwillig aufs Spiel stezen; (...). Zeitens, die Deduktion
como sigue: el Derecho penal del enemigo es legítimo en la medida de
einer Antwort auf die Frage nach der Legitimitiit aus dem abstrakten Begriff des
lo necesario (im Rahmen des E1forderliclzen). En su opinión, el Estado Rechtsstaats ist nichts wert. Daf3 ein Staat, der keine Sicherungsverwahrung kennt,
no puede renunciar a ningún medio, o caer en tabúes, para proteger al der die Bildung einer terroristischen Vereinigung nur als Tat gegen die offentliche
ciudadano, porque se trata de casos excepcionales en los que debe Ordnung bestraft, dem Kontantksperren, Lauschangriffe, V-Leuie und vieles weitere
cumplir su función de protección 51 . Todo ello bajo la consideración de fremd sind, dem Ideal eines Rechtsstaates niiherkomme als ein Staat, der Solche
que el Estado de Derecho no puede considerarse de modo abstracto..., Einrichtungen und Maf3nahmen er!aubt, 11i.f3t sich nur abstrakt feststellen; kon/..nt
mag der Verzicht auf diese Einrichtungen das Recht des Bürgers auf Sicherheit
ausholen, und dieses Recht auf Sicherheit ist nur ein anderer Name für ein Recht auf
insoweit setzt die Straftheorie nicht anders an als die modeme Himforschung; 2. den Zustand wirklicher Rechtsgeltung".
Eine normativ strukturierte Gesellschaft verbindet nicht menschliche Individuen, 53 En el mismo sentido también en JAKOBS, "Buchbesprechung", cit., ps. 421
vielmehr Personen. Personen sind die komunikativ konstruierten Adressen von y 425.
Rechten und Pflichten", ps. 265-266). Al respecto, Cfr: PORTILLA CONTRERAS, "El 54 JAKOBS, "Terroristen als Personen im Recht?", cit., p. 847: "Hlilt man sich
Derecho penal y procesal del enemigo ... ", cit., ps. 699 y ss.; así como GRACIA von solchen Extremen fem, so geht es um das Erreichbare, um das praktisch Optimale,
MARTÍN, "Consideraciones criticas ... ", cit., ps. 23 y ss. was heif3t, das Feindstrafrecht sei auf das E1forderlic/1e zu beschranken .. Aber was
49 JAKOBS, "Terroristen als Personen im Recht?", cit., p. 839. ist e1forderliclz? Zuniichst muf3 dem Terroristen dasjenige Recht entzogen werden,
50 "Kann mit den Mitteln eines rechtsstaatlichen Strafrechts Krieg gegen den das er mif3brauchlich für seine Planungen einsetzt, also insbesondere das Recht auf
Terror geführt werden? Ein a/les umfassender Rechtsstaat konnte diesen Krieg nicht Verhaltensfreiheit. Insoweit verhalt es sich nicht anders als bei der
führen; denn er müBte seine Feinde als Personen und dürfte sie demgemiif3 nicht als Sicherungsverwahrung ... ". También SILVA SÁNCHEZ advierte que el Derecho penal
Gefahrenquellen behandeln" (ibídem, p. 851 ). del enemigo, como Derecho penal de medidas de seguridad para delincuentes impu-
51 Véasen, sin embargo, las reflexiones de ROX!N a propósito de la discusión tables peligrosos, es algo ya muy patente en el primer tercio del siglo XX (Véase:
habida en Alemania acerca de si en casos excepcionales puede considerarse legítima la SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., p. 165, nota 388).
tortura, o al menos, quedar sin pena, en el sentido de que la protección que puede 55 Sobre la problemática, Véase, por todos, KUNZ, "'Geführliche' Rechtsbrecher
otorgar el Estado a la vida y la dignidad humana de sus ciudadanos sólo puede moverse und ihre Sanktionierung", en ARNOLD / BURKHARD / GROPP / HEINE / KOCH / LAGODNY
en el marco y con los límites de actuación propios del Estado de Derecho, entre los I PERRON / WALTHER, Mensclzengerechtes Strafreclzt, cit., ps. 1375-1392, esp. ps.
cuales figura justamente la prohibición de la tortura (véase ROXIN, "Kann staatliche 1388 y ss.; también: REHN/WJSCHKAILOSEL/WALTER (Hg.), Behandlzmg "geflilzrliclzer
Folter in Ausnahmefállen zuliissig oder wenigstens straflos sein?", en ARNOLD I Straftiiter ". Grunlagen, Konzepte, Ergebnisse, Herbolzheim, 2001, pássim.
BURKHARD/GROPP/HE!NE/KoCH/LAGODNY/PERRON/WALTHER, Menschengerechtes 56 Sobre la "reconstrucción" del derecho de la peligrosidad, sus caracteristicas
Straji-echt. Festsclzrififiir Albin Eser zum 70. Geburtstag, München, 2005, ps.·461-471,
esp. p. 466. Sobre este problema también, recientemente, BEESTERMOLLERIBRUNKHORST Y propuestas, en el momento actual: véase DiEZ RIPOLLÉS, "De la sociedad del
(eds.), Rückkehr der Folter. Der Rechtsstaat im Zwielicht?, München, 2006. riesgo ... ", cit., ps. 26 y ss.
490 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SE/ii['. oUARDO DEMETRIO CRESPO 491
amplia relativización de garantías político-criminales, reglas de im- ;a la defensa del Derecho penal del enemigo bajo determinadas condi-
putación y criterios procesales. El autor acoge "con reservas" la opinión ciones 61, es algo que se deduce de la lectura de sus escritos al respecto,
de que la existencia de un espacio de Derecho penal de privación de en los últimos años 62-63 . Paradójicamente, y pese a la rotundidad de sus
libertad con reglas de imputación y procesales menos estrictas que las afirmaciones, cuando el Prof Jakobs hubo de afrontar la objeción (plan-
del Derecho penal de la primera velocidad es, seguramente, en algu- teada en la discusión que tuvo lugar tras su ponencia en Frankfurt Oder
nos ámbitos excepcionales y por tiempo limitado, inevitable". Al mismo el 8 de mayo de 2005), acerca del peligro que implica una teoría capaz
tiempo restringe su legitimidad a situaciones de "absoluta necesidad, de legitimar un Derecho penal excepcional al margen del Estado de
subsidiariedad y eficacia, en un marco de emergencia" 57-58 . :Derecho, el autor contestó que su planteamiento era, en un porcentaje
Por las razones que expongo a lo largo del trabajo, ambas posi- del 98%, únicamente descriptivo. Parecía entonces que se trataba de
ciones me parecen rechazables: no creo que sea legítimo ningún es- nuevo más bien de evitar que se produzca una "contaminación" de las
pacio para un Derecho penal del enemigo en el Derecho penal demo- características propias del Derecho penal del enemigo al resto del
crático, pues se trata, por definición, de un Derecho penal que niega Derecho penal 64 . Pero se trata aquí en realidad de un problema que
la dignidad humana 59 .

JI. 5. Derecho penal del enemigo como concepción 61 En este sentido igualmente, entre otros, CANCIO MELIÁ, "Feind'strafrecht'?",

descriptivo/prescriptiva y excepción consecuente cit., nota nº 34 in fine, p. 278; GRECO, "Über das so genannte ... ", cit., ps. 96 y ss.
62 Véase supra bibliografia citada en la nota 35.
respecto a la estabilización de la norma
63 De esta evolución da debida cuenta PR1TTWITZ, señalando que en la interven-
Que la actual concepción de Jakobs, a diferencia de lo sostenido en ción en Berlín, en octubre de 1999 "Jakobs no sólo constató la presencia del "De-
1985 60, no es sólo descriptiva, incluso dotada de una fuerte capacidad recho penal del enemigo" en el Derecho penal alemán, sino que justificó su existen-
crítica, sino que ha sufrido una evolución progresivamente encaminada cia" (PRITTWITZ, "Derecho penal del enemigo: ... ", cit., ps. 109 y ss.).
64 Recientemente, en la conversación que sostuve en Bonn con el profesor
Jakobs, en la que este insistió en esta "división porcentual", señalando que el 2%
restante significa que el "Derecho penal del enemigo" es en todo caso inevitable, y
por tanto, el Estado tiene que recurrir a él, pude darme cuenta de que se trata en
57 SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., ps. 163-164, y p. 166.
parte de un falso dilema; Para Jakobs su concepción es fundamentalmente descrip-
58 Sobre la proximidad de los planteamientos de Jakobs y Silva, así como
tiva porque en su opinión es claro que el "Derecho penal del enemigo" es algo que
posibles matizaciones, cfr.: DiEZ RIPOLLÉS, "De la sociedad del riesgo ...", cit., ps. ya está ahí, o que antes o después tendrá lugar de forma irremediable, porque de lo
24-25. contrario el Estado se vendría a pique. De tal forma que la única función que restaría
59 En este sentido, también, AMBOS, Der allgemeine Teil... , cit., ps. 62 y ss. a la ciencia Penal sería describirlo y delimitarlo lo mejor posible del resto del
60 Así puede leerse en su célebre trabajo de l 985, tan importante en el ámbito Derecho penal, asumiendo en todo caso, que tal Derecho penal es sólo legítimo (dmf
de la tentativa, lo siguiente: "A la definición del autor como enemigo del bien sein) en el marco de lo indispensable (inz Rahmen des E1forderlichen). En este
jurídico, según la cual se podrían combatir ya los más tempranos signos de peligro, sentido, me decía, su teoría no es jurídico-política, sino que apunta en sentido
si bien esto podría no ser oportuno en el caso concreto, se ha de contraponer aquí filosófico-jurídico y dogmático. La idea clave sería entonces, en su opinión, lograr
una definición del autor como ciudadano. El autor no sólo ha de ser considerado en el mejor "Derecho penal del ciudadano" posible mediante la delimitación del "mar-
cuanto potencialmente peligroso para los bienes de la víctima, sino que debe ser co indispensable" del "Derecho penal del enemigo", del cual debe diferenciarse
definido también, de antemano, por su derecho a una esfera exenta de control; Y se limpiamente. Ese "dar/ sein ", y no si la concepción es más o menos descriptiva que
va a mostrar que del status de ciudadano se pueden derivar límites, hasta cierto prescriptiva o viceversa, es, desde mi punto de vista, lo verdaderamente relevante en
punto firmes, para las anticipaciones de la punibilidad" (véase JAKOBS, la discusión. La magnitud del segmento "descriptivo" depende en realidad de en qué
"Criminalización en el estado previo a la lesión· de un bien jurídico", el) JAKOBS, medida se interpreten como "Derecho penal del enemigo" las normas o una parte de
Estudios de Derecho penal, trad. y estudio preliminar de Peñaranda Ramos, Suárez las normas de un ordenamiento jurídico determinado, así como de las previsiones
González y Cancio Meliá, Madrid, 1997, p. 295). que se hagan al respecto.
492 EL DERECHO PE.VAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SE!Nf ÍJÜARDO DEMETRIO CRESPO 493

afecta fundamentalmente al carácter ambiguo del concepto, que admite ~; stancia del estado actual de un determinado ordenamiento jurídico.
diversos usos según el contexto 65 . lD '
' iéste fuera el caso, apelar al caracter meramente d escnptlvo
. . d e una
Con todo, lo que no ha variado es su pensamiento metodológico, •onstrucción que en el fondo ofrece cobertura teórica ("justificación")
en el cual el criterio del bien jurídico, como concepto delimitador de ara esa realidad que dice describir, se convierte sólo en un argumen-
pto circular, o como d"ice p nttw1tz,
. . en una " conv1cc10n. . ' " 69 .
la intervención penal, pierde toda relevancia, y se sustituye por la
función preventivo-general positiva de la "estabilización de la nor-
ma" 66. En este sentido sostiene acertadamente Gómez Martín que "ya JI. 6. Derecho penal del enemigo como Derecho penal de autor
se advertía en aquel primer Jakobs que su posición podía correr el Con todo, lamentablemente dicha concepción no es sólo teórica,
riesgo de ser contradictoria con su propia concepción del Derecho· sino efectivamente, existen en nuestra legislación penal y procesal
penal y los fines de la pena" 67 • Efectivamente, Jakobs ya reconocía, penal (en materia de terrorismo, tráfico de drogas o inmigración), y
en 1985, que en situaciones excepcionales, la vigencia de la norma , en la praxis de la política internacional (la que, de forma cruda, no se
podía verse amenazada si no se entra en la esfera privada del autor, pregunta por "las causas" de fenómenos tan complejos como el terro-
aunque dichas normas debieran quedar separadas del "Derecho penal rismo, sino que sólo quiere combatir "los efectos", incluso mediante
del ciudadano" para no contaminarlo 68 . En mi opinión se trata, en ''º1lerras preventivas" o "asesinatos selectivos"). Sin embargo, a dife-
todo caso, sólo de una aparente contradicción, porque lo que se pone r:ncia del clásico derecho de la guerra; que establecía claras diferen-
de relieve en realidad es que de su modelo de pensamiento se extrae cias entre paz y guerra, enemigo y delincuente, soldado y civil, dichas
consecuentemente la necesidad de recurrir a un sistema excepcional distinciones quedan borradas en nombre de la cruzada contra el terror.
para determinados supuestos (sujetos que no ofrecen seguridad Como en la novela de George Orwells, 1984, "la guerra significa paz,
cognitiva) que no encajan en el artificial edificio conceptual norma- la libertad, esclavitud, y la ignorancia es fuerza". El primer eslogan
tivo del autor.
es adoptado por Ulrich Beck para ilustrar los métodos de la guerra
Merece la pena, además, observar que la capacidad legitimadora postnacional que vulnera derechos humanos, paradójicamente con el
de la teoría del Derecho penal del enemigo puede llegar a abarcar argumento de su defensa, y para denunciar el peligro de la ilimitada
ciertamente un segmento más amplio que el que se deriva en primera manipulación de la existencia del ser humano 70 .
Siendo así, no se trata lógicamente de matar al mensajero, pero
tampoco de mantener una actitud puramente "descriptivo-explicativa"
65 Acerca de la falta de claridad del concepto, que puede ser entendido en sentido
(aparentemente neutral), y todavía menos "directa o indirectamente
descriptivo, pero también en sentido critico, y finalmente en sentido legitimador, es- legitimadora'', sobre la base de un débil, y en todo caso cuestionable,
pecialmente clarificador: GRECO, "Über das so genannte ... ", cit., ps. 102 y ss. fundamento filosófico subyacente 71 , sino que corresponde, en mi
66 Véase JAKOBS, "¿Cómo protege el Derecho penal y qué es lo que protege?
Contradicción y prevención; protección de bienes jurídicos y protección de la vigen-
cia de la norma", trad. de Cancio Meliá, en JAKOBS, Sobre la normativizació11 ... , cit., 69 PRITTWITZ, "Derecho penal del enemigo: ... ",_cit., p. 117. También GRECO
nota 29, ps. 47 y ss.: "El esbozo de las reflexiones a efectuar es el siguiente: el destaca la existencia de no pocas razones para creer que JAKOBS utiliza el concepto
hecho significa una rebelión contra la norma, y la pena rechaza esa rebelión; al preponderantemente con carácter legitimador-afirmativo, deduciendo consecuencias
mismo tiempo, mediante el dolor que aquélla inflige, se elimina el riesgo de una normativas de premisas presuntamente descriptivas (GRECO, "Über das so genannte...",
erosión general de la vigencia de la norma: esto se llama "prevención general po- cit., p. 104).
sitiva". Esta conclusión de la primera parte preconfigura ya la que deriva de la 70 BECK, Der kosmopolitische Blick... , cit., ps. 197 y ss., y pássim.
segunda: lo decisivo es la protección de la vigencia de la norma" (p. 48)_. 71 Más allá, p.e., RAMOS V ÁZQUEZ, que entiende que "la teoría del Derecho
67 GóMEZ MARTÍN, "Libertad, seguridad ... ", cit., p. 82. penal del enemigo transita ( ... ) entre la absoluta vacuidad teórica y la más sibilina
68 JAKOBS, "Criminalización ... ", cit., ps. 322 y ss. de las argumentaciones, asomándose sin complejos al abismo que bordea el frágil
494 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO D.·IRF NICHT SE!N/,
495
opinión, poner de relieve que tal Derecho no puede ser el Derecho Por esta razón, la vía argumentativa de la eficacia y la seguridad,
penal propio de un Estado de Derecho (y que, al margen de éste no perjuicio de las consecuencias que de ella se puede extraer por vía
puede tampoco existir o coexistir Derecho alguno con pretensión de egativa, está vedada en la esfera axiológica, pues, como es sabido,
validez) por más que sus artífices políticos (del Derecho penal del validez no puede derivarse en ningún caso de la eficacia 78 . El
enemigo) lo invoquen (al Estado de Derecho) permanentemente 72-73. erecho penal del enemigo" es consecuencia, en mi opinión, entre
Es más, cabe afirmar que el llamado "Derecho penal del enemi- tras factores, del uso simbólico del Derecho penal 79 (entendiendo
go", toda vez que fija sus objetivos primordiales en combatir a deter- "0 r tal, con carácter general, aquel que persigue fines distintos a la
minados grupos de personas, abandona el principio básico del Dere- ~otección de bienes jurídicos en el marco constitucional), y de la
cho penal del hecho 74 , y se convierte en una manifestación de las ropia crisis del Estado socia/SO.
tendencias autoritarias del ya históricamente conocido como Derecho
penal de autor 75. Al Derecho penal de autor le corresponde a su vez
un concepto de "culpabilidad de autor" 76 , frente a la "culpabilidad !II. EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO EN EL CONTEXTO
por el hecho" del Derecho penal del Estado de Derecho. Buena mues- DE LA MODERNIZACIÓN /EXPANSIÓN DEL DERECHO PENAL

tra de ello es, por otra parte, desde la perspectiva procesal, que la /JI. J. Diferenciaciones previas
decisión acerca de quién es enemigo se toma a priori, es decir, sin
La expansión/modernización del Derecho penal y el Derecho penal
que el individuo sepa de qué se le acusa, y sin gozar de ningún
del enemigo deben diferenciarse, en principio, adecuadamente, por-
derecho, de lo que Guantánamo es el ejemplo tristemente paradigmá-
que mientras que aquella se centra sobre todo en el ámbito del Dere-
tico e insólito en el "mundo civilizado" 77 .
cho penal económico, este último afecta principalmente a la crimina-
•·· Iidad organizada y el terrorismo. Sin embargo, tampoco son fenóme-
edificio del Estado democrático de Derecho", en "Del otro lado del espejo ...", cit., nos que quepa tratar aisladamente porque ambos comparten determi-
p. 98. En otro sentido, GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., p. 19 nadas tendencias de la política criminal contemporánea, en particular,
(".. .los defensores actuales del llamado Derecho penal del enemigo disponen de un
la búsqueda de la eficacia y la seguridad 81 . El primer segmento está
serio aval histórico-filosófico como garantía de su doctrina").
avalado, con carácter general, por la protección de bienes jurídicos
72 En este sentido, DEMETRIO CRESPO, "Del Derecho penal liberal...", cit., ps.
87 y SS. con base constitucional, y el problema reside más· bien en trazar los
73 Precisamente por ello, en mi opinión, no cabe plantear en absoluto condi- límites de la compatibilidad de los delitos de peligro con el principio
ciones de legitimidad de un tal "derecho" en un auténtico Estado de Derecho (en
otro sentido, GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., p. 4).
74 Al respecto, HIRSCH, "Tatstrafrecht: ein hindreichend beachtetes de los Estados Unidos en los casos Hamdi, Padilla y los prisioneros de Guantánamo",
GrundprinzipT', en PRITTWITZ i BAURMANN / GÜNTHER / KUHLEN / MERKEL / NESTLER trad. de A. Muñoz Aunión, en RP, 16, 2005, ps. 61-71; también MUÑOZ CONDE, "De
/ SCHULZ (Hrsg.), Festschift fiir Klaus Liiderssen, Baden-Baden, 2002, ps. 253 y ss. nuevo sobre ... ", cit., ps. 128 y ss.
75 En el mismo sentido véase CANCIO MELIÁ, "¿Derecho penal del enemigo?", 78 KELSEN, Teoría pura del Derecho, Méjico, 1993, ps. 217 y ss.
en JAKOBS / CANCIO MELIÁ, Derecho penal del enemigo, cit., ps. 57 y ss., 100 y ss.; 79 "véase, al respecto, CANCIO MELIÁ, "Feind 'strafrecht'?", cit., ps. 270-271.
ibíd., "Feind'strafrecht'?", cit., ps. 286 y ss.; MuÑoz CONDE, "De nuevo ... ", cit., p. 80 FERRAJOLI, Derechos y garantías. La ley del más débil Madrid, 1999, ps. 15
126; ibíd., "Las reformas de la Parte Especial...", pássim. y ss.; SERRANO-PIEDECASAS, "Consecuencias de la crisis del Estado social", en PÉREZ
76 Acerca de las diferentes formulaciones de la "culpabilidad de autor'', soste- ÁLVAREZ (dir.), Serta in memoriam Alexandra Baratta, cit., ps. 921 y ss.
nida por autores como Mezger, Bockelmann, Heinitz, Engisch, y Schrnidt, entre 8l En este sentido, CANCIO MELIÁ, que se refiere al "Derecho penal simbólico"
otros, cfr.: DEMETRIO CRESPO, Prevención general ... , cit., ps. 227 y ss. y al "punitivismo" como líneas de evolución que caracterizan la actual política
77 Sobre las recientes sentencias de la Corte Suprema de los EE.ÜU., cfr.: criminal expansiva, y que marcan también las pautas del "Derecho penal del enemi-
FLETCHER, "¿Ciudadanos o personas? Análisis de las sentencias de la Corte Suprema go" (véase CANCIO MELIÁ, "Feind 'strafrecht'?", cit., p. 269).
497
496 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SEif.if

!'criminalidad de los poderosos", y dejar de ser uno sólo destinado a


de proporcionalidad 82 . El segundo segmento traspasa claramente esos ·afectar a los marginados y menos favorecidos en la sociedad. Es
límites y es un Derecho penal incompatible con el programa penal de claro, también, que el Derecho penal moderno conlleva la tipificación
la Constitución 83 - 84 . de delitos de peligro y protege bienes jurídicos colectivos, y que no
Como han señalado Muñoz Conde y Hassemer 85 , algunos hechos tiene sentido negar, ab initio, legitimidad a estos últimos, pues ello se
característicos de la "sociedad de riesgos" han generado una alanna .·basaría, como ha dicho Roxin, sólo en un "infundado escepticismo"
social que está provocando una tendencia a abordarlos con la sola sobre la capacidad de rendimiento de una dogmática penal político-
ayuda del Derecho penal, lo cual tiene unos costes que inciden en las criminalmente fundamentada 86 . De este planteamiento se deriva que
garantías tradicionales del Estado de Derecho. El fenómeno de lá no sólo es posible, sino también necesario, que el Derecho penal sirva
expansión se inserta claramente en un marco general de restricción 87
o en el mejor de los casos, "reinte1pretación" de las garantías clá~ .
para la prevención de los nuevos riesgos .
Pero, a renglón seguido, es imprescindible no pasar por alto que
sicas del Derecho penal, y ello debido a una pluralidad de circunstan- la modernización del Derecho penal, si de verdad quiere representar
cias que conectan, como se ha dicho, con la naturaleza de los bienes una "evolución" de éste, debe llevarse a cabo con escrupuloso respeto
jurídicos que pretenden ser protegidos (bienes jurídicos de las garantías del Estado de Derecho, y no a golpe de las exigencias
supraindividuales), la técnica de tipificación utilizada (delitos de pe- de "seguridad" de una sociedad que no conoce criterios de
ligro abstracto), y la autoría en este ámbito (criminalidad empresarial, "razonabilidad" acerca de la intervención penal, porque de lo contra-
a través de aparatos organizados de poder, de carácter transnacional 8 89
.. ,
por conv1cc1on, etc.).
' rio, esta intervención no podrá considerarse justificada 8- •
Sin embargo, es preciso conceder que la modernización del Dere- 111. 2. La necesaria protección de bienes jurídicos colectivos
cho penal es necesaria, y por otra parte, imparable. Se ha producido
una transformación de la criminalidad que conlleva, sin duda, un Generalmente, la experiencia demuestra la existencia de cierta
cambio en los planteamientos jurídicos que deben abordarla. En este divergencia entre los planteamientos teóricos y la realidad empírica
seutido es claro que el Derecho penal debe poder alcanzar también la sobre el grado de plasmación de éstos en los hechos. Pero, en el
momento actual, la divergencia entre los planteamientos a propósito
82 Un intento en este sentido puede verse en: DEMETRIO CRESPO, "A propósito del Derecho penal mínimo, así como de las diferentes propuestas
del bien jurídico en el delito publicitario tipificado en el art. 282 del Código Penal abolicionistas y reduccionistas del sistema penal, y la realidad, es tan
español (una contribución a partir de una 'hermenéutica valorativa"', en RDPP, nº
12, 2004-2, ps. 201-213. 86 ROXIN, "Política criminal y dogmática jurídico-penal en la actualidad'', en
83 Sobre el alcance de esta expresión: ARROYO ZAPATERO, "Fundamento y La evolución de la política criminal, el Derecho penal y el proceso penal, Valencia,
función del sistema penal: el programa penal de la Constitución", RJCL, nº 1, 1987 .. 2000, p. 65.
84 DiEz RIPOLLÉS explica acertadamente "que el modelo penal de la seguridad 87 En este sentido, CORCOY BIDASOLO, Delitos de peligro ... , cit., ps. 26 y ss.;
ciudadana se ha servido parasitariamente del debate sobre la sociedad del riesgo y, GóMEZ MARTÍN, "Libertad, seguridad ... ", cit., ps. 66 y ss.; GIMBERNAT ÜRDEIG,
singularmente, de las propuestas que abogan por una modernización del Derecho "¿Las exigencias dogmáticas fundamentales hasta ahm:a vigentes de una parte gene-
penal" (cfr: DiEZ RIPOLLÉS, "De la sociedad de riesgo ...", cit., p. 31). En sentido ral son idóneas para satisfa~er la actual situación de la criminalidad, de la medición
diferenciador, también, PÉREZ CEPEDA, "El Código Penal de la seguridad... ", cit., de la pena y del sistema de sanciones?", en AA.VV., Modernas tendencias en la
Punto I in fine ("El Derecho penal del enemigo, la "tolerancia cero", la ciencia del Derecho penal y la criminología, cit., ps. 355 y ss.
instrumentalización de las víctimas, no forma parte del Derecho penal moderno, sino 88 En este sentido ya en DEMETRIO CRESPO, "Del Derecho penal liberal...", cit.,
que es consecuencia del uso simbólico del Derecho penal y de la propia crisis del
p. 114.
Estado de Derecho"). 89 Sobre Ja "prosecución acrítica" de la modernización, Véase: DíEZ RIPOLLÉS,
85 MUÑOZ CONDE I HASSEMER, La responsabilidad por el producto e1; Derecho
"De la sociedad del riesgo ... ", cit., ps. 31 y ss.
penal, Valencia, 1995, ps. 27 y ss.
{_

498 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SE!Nf OUARDO DEMETRIO CRESPO 499
contundente, que ha permitido hablar incluso de la insostenible situa- acteriza por varias peculiaridades, entre las que destacan el extraor-
ción del Derecho penal9º. dinario incremento de las interconexiones causales, y la sustitución de
Tanto es así que se afirma que la expresión "Derecho penal mí- los contextos de acción individuales por contextos de acción colecti-
nimo" es ya un tópico desprovisto de contenido concreto 91 • Frente a .os, en los que el contacto interpersonal se reemplaza por una forma
este modelo axiológico, se erige en la actualidad un fenómeno de é comportamientos anónima y estandarizada 94.
"expansión" del ámbito de lo punible en clara contradicción con la · El debate sobre la idoneidad del Derecho penal para proteger
pretensión de reducir el Derecho penal a un núcleo duro correspon- ienes jurídicos de carácter colectivo se ha llevado a sus últimas
diente, en esencia, al llamado Derecho penal clásico (Kernstrafi·echt), onsecuencias en el marco de la discusión político-criminal y dogmá-
como propugna significativamente la llamada Escuela de Frankfurt n. tica acerca de la expansión del Derecho penal en la "sociedad de
Esta expansión es consecuencia del nacimiento de un nuevo Derecho riesgo", como consecuencia de la transformación de las estructuras
Penal, llamado por algunos Derecho penal accesorio (Nebenstrafi·eclzt), socioeconómicas en la sociedad postindustrial, que ha conducido a
dirigido a proteger nuevos bienes jurídicos característicos de la socie- Wia importantísima inflación punitiva. Prittwitz ha denunciado esta
dad postindustrial. Frente a los postulados axiológicos del modelo del situación señalando que asistimos desde hace tiempo a una irritante
Derecho penal mínimo parecen imponerse, pues, las exigencias de discordancia entre lo programático de un Derecho penal sometido a
intervención penal procedentes de una sociedad caracterizada mo- límites y el día a día de una creciente criminalización, lo cual es
dernamente como una "sociedad de riesgos" 93 • Esta sociedad se ca- .intolerable en un momento en el que se reconoce ampliamente la
. incapacidad del Derecho penal para la solución de problemas 95 . Saber
90 AA.VV., La insostenible situación del Derecho penal, Instituto de Ciencias
si el Derecho penal se halla, por ello, ante una situación insostenible,
Criminales de Frankfurt / Área de derecho Penal de la Universidad Pompeu Fabra o simplemente, ante una "nueva" situación que obliga a determinados
(edits.), Granada, 2000, pássim. replanteamientos, está en la base de las discrepancias entre dos
91 SILV A SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., p. 17. metodologías diferentes para examinar el Derecho penal, que tienen
92 Véase, entre otras referencias, HASSEMER, "¿Por qué y con qué fin se aplican que ver, a su vez, con puntos de partida epistemológicos distintos: el
las penas? (sentido y fin de la sanción penal)", en RDPC, nº 3, 1999; ibíd., Persona,
mundo y responsabilidad, Valencia, 1999; ARROYO / NEUMAN /NIETO, Crítica y
justificación del Derecho penal en el cambio de siglo. El análisis crítico de la
Escuela de Frankji1rt, Cuenca, 2003, pássim. i "Big Crunch" y la selección de bienes jurídico-penales'', en MIR PUIG / CORCOY
BIDASOLO / GóMEZ MARTÍN (coord.), La política criminal en Europa, cit., ps. 91 y
93 Véase, entre otras referencias, BECK, La sociedad de riesgo: hacia una
ss.; MENDOZA BUERGO, El Derecho penal en la sociedad del riesgo, Madrid, 2001;
nueva modernidad, trad. de J. Navarro, D. Jiménez y Mª R. Borrás, Barcelona, 1998;
MoCCIA, La perenne emergenza. Tendenze autoritarie ·ne! sistema pena/e, 2ª ed.,
ibíd., La sociedad del riesgo global, trad. de J. Alborés Rey, Madrid, 2002; CORCOY
Napoli, 1997; PRITTWITZ, Strafreclzt und Risiko. Untersuclzungen zur Krise von
BIDASOLO, Delitos de peligro y protección de bienes jurídico-penales
> Strafi"echt und Kriminalpolitik in der Risikogesellsclzaft, Frankfurt am Main, 1993;
supraindividuales, Valencia, 1999, pássim; GóMEZ MARTÍN, "Libertad, seguridad, y
SOTO NAVARRO, La protección penal de los bienes colectivos en la sociedad moder-
sociedad del riesgo", cit., ps. 59 y ss.; HERZOG, Gesellschaftliche Unsicherheit zmd
strafi"echtliche Daseinsvorsorge, Studien zur Vorlegung des Strafrechtssclmtzes in na, Granada, 2003; NAVARRO CARDoso, "El Derecho penal del riesgo y la idea de
segundad. Una quiebra del sistema sancionador", en PÉREZ ÁLVAREZ (edit.), Serta
den Gefohrdungsbereiclz, Heidelberg, 1991; KINDHÁUSER, "Sicherheitsstrafrecht.
in memoriam Alexandra Baratta, cit., ps. 1321 y ss.
Gefahren des Strafrechts in der Risikogesellschaft", en Universitas, nº 3, 1992;
94 SCHÜNEMANN, Consideraciones críticas sobre la situación espiritual de la
KUHLEN, "Zum Strafrecht der Risikogesellschaft'', en GA, 1994; MARTÍNEZ-BUJÁN
PÉREZ, "Algunas reflexiones sobre la moderna teoría del Big Crunch en la selección .ciencia jurídico-penal alemana, Bogotá, 1996, ps. 30-31.
de bienes jurídico-penales (especial referencia al ámbito económico)", en DíEZ 9 5 PRITTWITZ, "El Derecho penal alemán: ¿fragmentario? ¿subsidiario? ¿u/ti-
RIPOLLÉS/ ROMEO CASABONA / GRACIA MARTÍN / HIGUERA GUIMERÁ (Eqits.), La . ma ratio? Reflexiones sobre la razón y límites de los principios !imitadores del
Ciencia del Derecho ... , cit., ps. 395 y ss.; ibíd., "Reflexiones sobre la expansión del Derecho Penal'', en AA.VV., La insostenible situación del Derecho penal, cit., ps.
Derecho penal en Europa con especial referencia al ámbito económico: la teoría del 427 y SS.
500 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SEíNf ·EDUARDO DEMETRIO CRESPO 501

primero, de carácter personalista, el segundo, de carácter funcionalista, 111. 3. La búsqueda de la eficacia y la seguridad
Naturalmente que tras estas metodologías y puntos de partida
El fenómeno de la expansión/modernización del Derecho penal
epistemológicos subyacen determinadas "imágenes del hombre" y de
puede caracterizarse por tres grandes notas: la administrativización 99 ,
la sociedad en que éste se desenvuelve, determinadas "ideologías"
la g!obalización, y la progresiva deconstrucción del paradigma libe-
que juegan un papel decisivo 96 . Me refiero al individualismo de la ya
ral. Silva Sánchez ha estudiado el problema y lo relacionó con las
mencionada Escuela de Frankfurt 97 , y al normativismo de Jakobs
siguientes variables: creación de nuevos "bienes jurídico-penales'',
respectivamente, modelos de los que Schünemann ha afirmado que
ámpliación de los espacios de riegos jurídica y penalmente relevantes,
constituyen dos callejones sin salida: el primero por estar abocado a
flexibilización de las reglas de imputación y relativización de los
exprimir en demasía un único principio, convirtiéndolo en un obstá-
principios político-criminales de garantía 100 • El autor asume, con re-
culo más que en un elemento positivo, y el segundo, porque necesa-
signación, como vía de solución la existencia en el futuro de un Derecho
riamente conduce a una capitulación incondicional ante la práctica
penal de dos velocidades 101 •
política imperante en cada momento, en la actividad del legislador 0
Ciertamente la regulación de estos nuevos ámbitos precisa juicios
en la jurisprudencia 98 .
de valor eminentemente normativos, y por ello se recurre a reglamen-
tar los sectores de riesgos socialmente más significativos, como la
energía nuclear, el medio ambiente, las investigaciones biomédicas, la
producción alimentaria, etc.; lo cual tiene como consecuencia la uti-
96 Véase, por ejemplo, la referencia expresa que hace MARTÍNEZ-BUJÁN a "una lización frecuentísima en este ámbito de leyes penales en blanco. Este
clara y confesable cobertura ideológica" que posee en su opinión la teoría penal del fenómeno, que puede globalmente denominarse administrativización
Big Bang (vinculada al desarrollo de nuevos bienes jurídicos colectivos), que ven- del Derecho penal, se caracteriza, pues, por la combinación de facto-
dría dada por la idea del moderno Estado .social y democrático de Derecho; frente res como la introducción de nuevos objetos de protección, la antici-
a lo que él llama "proteica mixtura de intereses, en algunos casos confesable, en
pación de las fronteras de la protección penal, y la transición, en
otros no tanto'', que caracterizaría a los partidarios de la teoría del Big Cru11ch en
el ámbito económico. Todo ello para terminar afirmando que "no estaría de más
recordar que el Ordenamiento jurídico no sólo tiene que proteger la libertad de
quienes infringen las normas sino también -y fundamentalmente- la libertad de
quienes las cumplen" (MARTÍNEZ-BUJÁN, "Reflexiones sobre ... ", cit., p. 106). En mi 99 Véase al respecto ZAFFARONJ: "El derecho administrativo de coerción directa
opinión, y sin poner en cuestión la cobertura ideológica de cada cual, esta última invade y ocupa todo el espacio del Derecho penal en las emergencias que fundan los
ponderación acerca de la libertad de "quienes cumplen las normas" frente a la de embates antiliberales a lo largo de toda la historia ( ... ). No es prudente olvidar este
"quienes las infringen" estaría desenfocada de acuerdo con el planteamiento que fenómeno en nuestros días, donde doctrinariamente se habla de la administrativizació11
vengo realizando. No es que el Derecho Penal deba proteger "fundamentalmente" la del Derecho pe11al. ¿Es tal o simplemente es una cesión del Derecho penal al de-
libertad de unos ·frente a la de otros, sino la de todos: de lo que se trata realmente recho administrativo? ¿No será directamente un retiro del Derecho penal? ¿No será
es, pues, de proteger bienes jurídicos en el marco constitucional. acaso que el único Derecho penal es el liberal?" (ZAFFARONI, "El Derecho penal
97 Véase la crítica de MARTÍNEZ-BUJÁN sobre el carácter desenfocado de algu- liberal...", cit., p. 25).
nas descalificaciones realizadas por los partidarios de la teoría del Big Crwzch, y en 100 SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., p. 20.
especial por los de la Escuela de Frankfurt, en el sentido de que en muchos de los IOl "Al margen de lo anterior puede admitirse resignadamente la expansión
delitos económicos cuya legitimidad se pone en tela de juicio se tutelan en realidad -ya producida- del Derecho penal a ilícitos de acumulación o peligro presunto, esto
bienes jurídicos indivuales tradicionales, y también porque en algunos de los delitos es, a conductas alejadas de la creación de un peligro real para bienes individuales
orientados a preservar inmediatamente bienes jurídicos colectivos se trataría de bie- (e incluso supraindividuales, si es que éstos se conciben con un mínimo rigor). Pero
nes que se hallan indudablemente al servicio del individuo (MARTÍNEZ-BUJÁN, "Re- la admisión de la razonabilidad de esta segunda expansión, que viene acompañada
flexiones sobre ... ", cit., p. 104). de los rasgos de flexibilización reiteradamente aludidos, exigiría ineludiblemente
98 SCHÜNEMANN, Co11sideraciones críticas ... , cit., p. 14. que los referidos ilícitos no recibieran penas de prisión" (ibídem, p. 162).
502 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT EDUARDO DEMETR!O CRESPO 503

definitiva, del modelo de delito de lesión de bienes individuales, al lesivos 106. Es decir, se trata de un criterio que expresa una pondera-
modelo de delito de peligro de bienes supraindividuales 102 . ción de todos los intereses jurídico-penalmente relevantes, juicio de
La cuestión clave radica pues en la desmaterialización del con- ponderación en el que, en opinión de Silva, se precisaría una valora-
cepto de bien jurídico 103 . El concepto liberal del bien jurídico, al ción previa, que debería incluir, como premisa mayor, la
que el funcionalismo sistémico había renunciado como punto de autocomprensión de la sociedad y el ord~n relativo de valores (o
partida a través de su particular teoría preventivo-general positiva preferencias) en que aquélla se plasme. Esta es la argumentación
de la estabilización normativa, está actualmente en crisis 104. Esta utilizada para poner de relieve que, justamente en el significativo
crisis, advierte Moccia, cuestiona su función más significativa: la de cambio de la autocomprensión social producido en las últimas déca-
delimitar la intervención penal, y ello como consecuencia de enten- das, se halla la modificación del producto del juicio de ponderación
der legítima la incriminación de conductas considerablemente aleja- de intereses antes referido, en el sentido de disminución de los niveles
das de la agresión al bien jurídico, sin tener en cuenta el criterio del de riesgo permitido, como consecuencia de una sobrevaloración esen-
daño social de la conducta, en nombre de un exasperado pragmatismo cial de la seguridad 107.
de la eficiencia 105 . La globalización 108 , como fenómeno económico internacional, y
El concepto de riesgo permitido juega un papel regulador básico la integración supranacional, como fenómeno jurídico-político, cons-
en la dogmática penal de este "nuevo" Derecho penal, como figura
jurídica que pennitiría reputar, conforme a derecho, acciones que 106 Como ha puesto de relieve PAREDES CASTAÑÓN, no es posible reducir el
comportan un peligro de lesión para bienes jurídicos, siempre que el concepto "riesgo permitido" a un solo momento del proceso de valoración jurídico-
nivel de riesgo se mantenga dentro de unos límites razonables y el penal de la conducta, sino que puede operar en todos: puede operar como "causa de
agente haya adoptado las medidas de precaución y control necesarias exclusión general del desvalor objetivo de la conducta'', y como "tópico de la argu-
mentación jurídico-penal en sede de antijuridicidad", que serviría para modificar la
para disminuir justamente el peligro de aparición de dichos resultados forma de argumentar la valoración que merecen las conductas desde el punto de
vista penal (cfr.: PAREDES CASTAÑÓN, El riesgo permitido en Derecho penal. Régi-
men jurídico-penal de las actividades peligrosas, Madrid, 1995, ps. 518 y ss.).
102 Ibídem, p. 121.
!07 SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., ps. 42 y ss., esp. p. 45.
103 KRüGER, Die Entmaterialisierungstendenz beim Rechtsgutbegrijf, Berlin,
2000, pássim; MüSSIG, "Desmaterialización del bien jurídico y de la política crimi- 108 Véase, entre otras referencias, QUINTERO OLIVARES, "El Derecho Penal ante la
nal. Sobre las perspectivas y los fundamentos de una teoría del bien jurídico crítica globalización", en ZÚÑIGA RODRÍGUEZ / MÉNDEZ RODRÍGUEZ / DIEGO DíAZ-SANTOS, El
hacia el sistema", RDPC, nº 9, 2002, ps. 169 y ss.
Derecho penal ante la globalización, Madrid, 2002, ps. 11-25; BERNARDI, "El Derecho
penal entre globalización y multiculturalismo", trad. de C. Portaceli Sevillano, en RDPP,
104 Se ha dicho, con razón, que "la teoría de la imputación de Jakobs, y, en
nº 8, 2002/2, ps. 13-37; ibíd., Modelli penali e societri multiculturale, Torino, 2006,
general todo su sistema de Derecho penal tiene la virtud de adaptarse satisfactoria-
ps. 3 y ss.; DELMAS-MARTY, "Études juridiques comparatives et intemationalisation du
mente al actual modelo social postindustrial (véase GóMEZ MARTÍN, "Libertad, se-
droit'', en Tours et travaux du Collage de France. Résumés 2003-2004. Amwaire 104
guridad ... ", cit.; p. 73). annéé, ps. 695 y ss.; ibíd., "La grande complexité juridique du monde", en BELLOUBET-
105 MOCCIA, "De la tutela de bienes a la tutela de funciones: entre ilusiones FRJER / FLOGAiTIS / GONOD / PICARD (edit.), Études en l'honneur de Gérard Timsit,
postmodernas y reflujos liberales", en SILVA SÁNCHEZ (edit.), Política criminal y Bruxelles, 2004, ps. 89 y ss.; GOMES, "Globalización y Derecho penal'', en DíEZ RIPOLLÉS/
nuevo Derecho penal. Libro Homenaje a Claus Roxin, Barcelona, 1997, ps. 114- ROMEO CASABONA / GRACIA MARTÍN / HIGUERA GUIMERÁ (edits.), La Ciencia del
115; ibíd., El Derecho penal entre ser y valor. Función de la pena y sistemática Derecho..., cit., ps. 331 y ss.; PÉREZ CEPEDA, "La globalización: guerra, prevención y
teleológica, trad. de A. Bonanno, Presentación de G. Fernández, Montevideo, 2003, justicia penal internacional", en PÉREZ ÁLvAREZ (edit.), Serta in memoriam Alexandra
ps. 181 y ss. ("El respeto por la libertad individual, la búsqueda de límites al Barata, cit., ps. 1363 y ss.; ibíd., Globalización, tráfico internacional de personas, y
ejercicio del poder punitivo, razones de eficiencia y de mantenimiento de credibi- Derecho penal, Granada, 2004, esp. ps. 303 y ss.; SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit.,
lidad del sistema penal, así como el perseguimiento de finalidades de int~gración ps. 80 y ss.; TERRADILLOS BAsoco, "Globalización, administrativización y expansión
social, constituyen todos factores que impulsan a una reducción drástica de la inter- del Derecho penal económico", en TERRADILLOS BASOCO / ACALE SÁNCHEZ (coords.),
vención penal'', p. 188). Temas de Derecho penal económico, Madrid, 2004.
504 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SEJN{° 505

ti~ye~,, a su vez, dos factores que inciden, de modo decisivo, en la Ante el proceso en marcha se ha llegado a proponer, bien acome-
d1scus10n sobre el Derecho penal de la sociedad post-industrial. Tras ter una sectorialización de las reglas de la Parte General del Derecho
ellos subyace la reivindicación de una lucha más eficaz contr penal, o bien asumir que, debido a la poderosa fuerza atractiva de la
la criminalidad, lo que se observa claramente en materias como 1a núeva criminalidad, también las modalidades clásicas de delincuencia
delinc~encia _económica y la delincuencia organizada en genera~ vean modificadas las reglas por las que se han venido rigiendo" 115-116.
Los mismos tipos penales, junto al terrorismo, la delincuencia sexual Ferrajoli estima que, como consecuencia de este fenómeno de
y la delincuencia grave en general, a los que recientemente ha alu~ globalización, se puede hablar de una crisis profunda del derecho 117 •
dido ~akobs como legislación penal del enemigo 109-110. Un capítulo Ésta se manifiesta en primer lugar en una crisis de la credibilidad del
mundialmente relevante viene dado en particular por la europeiza- Derecho porque, a pesar de las muchas cartas constitucionales y de-
cl.0'1z lll-lJ?-. U n marco de reierencia
e ' amp l"10 ofr ece 1a discusión
· mas · claraciones de derechos, los hombres son hoy incomparablemente más
acerca de la internacionalización del Derecho penal y de la ciencia desiguales, en concreto, a causa de las condiciones de indigencia de
del Derecho penal, sus posibilidaqes y límites 113 -114_ las que son víctimas miles de millones de seres humanos. Un segundo
aspecto de la crisis es la incapacidad para producir reglas a la altura
de los nuevos desafíos abiertos por la globalización 118•
º
1 9 JAKOBS, "Staatliche Strafe: ... ", cit., nota 29, ps. 41-42.
llO A cerca de 1os estereotipos
. de qmenes
. son mostrados como "enemi<>os" in-
1 d · "' '
c uyen o a terronstas, personas integradas en organizaciones criminales, inmigrantes,
aquellos que no comparten por su conducta formas de vida (como disidentes minorías
políticas, delincuentes sexuales, consumidores de droga, etc.), y los mal~atadores
1. Tras la problemática del llamado Derecho penal del enemigo
véase PÉREZ CEPEDA, "El Código Penal de la seguridad ... ", cit., Punto III. ' subyace una vieja discusión: la tensa relación entre libertad y seguri-
111
Véase: BERNARDI, L 'Europeizzazione del Diritto e della Scienza Pena/e dad. Esta contraposición básica se resuelve, en el modelo del Derecho
Torino, 2004, pássim; DEMETRIO CRESPO, "Sobre la armonización de las sancione~ penal del enemigo unilateralmente a favor de esta última. El tema
en la Unión Europea", RP, nº 16, 2005, ps. 43-53; NIETO MARTÍN, "Fundamentos
constitucionales del sistema europeo de Derecho Penal", en RGDP. nº 3, mayo
2005.
112 penal del enemigo ... ", cit., nota 28, notas 141 y ss., en el que se califica, en tono
Esta ha sufrido recientemente un severo revés político debido al resultado critico, a la "justicia penal internacional" como "el Derecho penal del enemigo en
negativo del referéndum celebrado en Francia para la aprobación de la "Constitución su versión más pura". En otro sentido, sin embargo, se pronuncia AMBOS, que
Europea". A esto se suma, por lo que afecta al Derecho penal, la resolución del considera que la concepción del "Derecho penal del enemigo" es completamente
B1111desve1fass1111gsgericht de 18.07.2005 que declara contraria a la Ley Fundamen- inaceptable desde el punto de vista del derecho internacional penal, porque no con-
tal de Bonn la norma de transposición de la Decisión Marco acerca de la Orden de templa el consenso mínimo en tomo a los derechos humanos, en el que se basa el
Detención Europea. Al respecto véase DEMETRIO CRESPO, "El caso Darkanzali. Acerca orden jurídico-penal internacional (cfr. AMBOS, Der Allgemeine Teil ... , cit., p. 63).
de la declaración de nulidad por el Bundesve1fassungsgericht de la norma de trans-
115 SILVA SÁNCHEZ, La expansión ... , cit., ps. 81 y ss., esp. ps. 90-91.
posición de la Orden de Detención Europea", en Diario La Ley, nº 6441, 15 de
116 Uno de nuestros más reputados especialistas del Derecho penal económico
marzo de 2006, ps. 1 y ss.
113 Entre otras referencias, véase: HIRSCH, "Internacionalización del Derecho ha propuesto, por ejemplo, la conveniencia de elaborar en este ámbito una ley penal
especial para las infracciones económicas de menor gravedad, que podría incorporar
Penal y de la Ciencia Penal. Ciencia del Derecho penal nacional y universal", trad.
una Parte General con reglas de imputación características, al estilo de lo que sucede
de Demetrio Crespo, en RP, enero 2006, ps. 166-176; WEIGEND, "Grund und
en el ámbito de los "euro-delitos" (véase MARTÍNEZ-BUJÁN, "Reflexiones sobre la
Grenzen universaler Gerichtsbarkeit", en ARNOLD / BURKHARD / GROPP / HEINE /
expansión ... ", cit., p. 98).
KOCH / LAGODNY / PERRON / WALTHER, Menschengerechtes Strafrecht ... , cit., ps.
117 FERRAJOLI, "Criminalidad y globalización", trad. de M. Carbonell, en CRP,
955 y SS.
114 nº 152, 2005, ps. 20-25, esp. p. 20.
Respecto al derecho intemai:ional penal y su interpretación desde la pers-
ll8 Ibídem.
pectiva del "Derecho penal del enemigo", vease por todos, PASTOR, "El Derecho
506 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SEJN/',, EDUARDO DEMETRIO CRESPO 507

debe insertarse, pues, adecuadamente en su contexto metodológico y 5. El propio concepto "Derecho penal del enemigo" es, probable-
filosófico-político. mente, perjudicial e innecesario 121 . Perjudicial, porque tiene unas
2. Desde el punto de vista metodológico, esta teoría deduce con- connotaciones que recuerdan peligrosamente a la teoría política de
secuencias normativas de supuestas consideraciones descriptivas sin períodos fatídicos de la historia, y porque, debido a su ambigüedad,
justificar el salto del ser al deber ser. O mejor, justificándolo de da lugar a reacciones de tipo emocional más que de carácter
forma errónea, en la medida en que la validez no puede hacerse de- discursivo 122. Innecesario, porque como se ha visto, se trata esencial-
rivar de la eficacia 119 • Por el contrario, el modelo de Derecho penal mente de un Derecho penal de autor, expresión mucho más exacta
del Estado de Derecho encuentra el vínculo entre el ser con su deber por cuanto permite su delimitación respecto al Derecho penal del
ser a partir del aspecto material de la constitucionalización del orde- hecho. Esto no es óbice para reconocer que el planteamiento del
namiento jurídico. Éste consiste, como se ha dicho, en la recepción concepto ha contribuido a una crítica y revisión general todavía inci-
que hace el ordenamiento de ciertas exigencias de la moral crítica, pientes del Derecho penal actual, sus tendencias y tópicos
bajo la forma de derechos fundamentales. argumentativos 123 .
3. Desde el punto de vista filosófico-político, la preocupación 6. A lo anterior puede añadirse la reflexión de si la teoría del Derecho
clásica del liberalismo por los derechos individuales básicos se ve penal del enemigo no es, por lo demás, contradictoria en sí misma 124.
desplazada por "tendencias antiliberales" que parten de la idea de que A esta conclusión se llegaría si se constata el hecho de que esta teoría
es preciso renunciar a una parte de la libertad individual para alcanzar parte de la necesidad, en el marco de lo necesario, de un Derecho penal
más seguridad colectivamente. Este desplazamiento, asumido sin in- excepcional al margen del Derecho penal del ciudadano, cuya aplica-
hibiciones por el espectro político mayoritario, implica en cierto modo ción iría dirigida a individuos peligrosos que el Derecho no puede tratar
el tránsito lento, pero aparentemente imparable, del modelo del Esta- como personas. Pero, como señala Gracia Martín, "cuando el sujeto
do de Derecho al modelo del Estado preventivo, caracterizado por entra en el proceso lo hace con la condición de ciudadano, y, por lo
una estrategia proactiva frente a los riesgos (que deben ser evitados tanto, ( ... ) lo hace con todos sus derechos de ciudadano y protegido por
en el "ámbito previo" a la lesión o puesta en peligro), y no reactiva la totalidad de las garantías del Derecho penal del ciudadano, en par-
de acuerdo con ciertos principios y garantías. ticular por la garantía de la presunción de inocencia" 125 .
4. La pregunta acerca de la legitimidad del Derecho penal del 7. Lo anterior pone de relieve algo no menos importante: que no
enemigo debe responderse negativamente. Se trata de un Derecho se trata de una teoría, como parece a primera vista, que constata, y en
penal ilegítimo principalmente y, en primer lugar, porque niega el
derecho fundamental de la dignidad humana. Pero también, como se
121 Especial atención merece, respecto al análisis del concepto, el brillante
ha visto, porque se trata de Derecho penal de autor, e infringe un trabajo de GRECO, que llega a la conclusión de que este concepto no pueda reclamar
principio fundamental de la teoría del derecho, según el cual la vali- espacio alguno en la ciencia Penal (cfr: GRECO, "Über das so genannte ... ", cit., nota
dez no puede hacerse derivar de la eficacia. En la medida en que se 28, Punto VIII notas 119 y ss.).
constate que además es un Derecho penal vigente le corresponde al 122 Véase al respecto, GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., ps.
jurista la tarea de criticarlo por su incompatibilidad con el Derecho 27 y' SS.
penal del Estado de Derecho 12 º. 123 En este sentido, entiende CANCIO que el concepto es un instrumento idóneo
para describir un ámbito importante de la evolución actual de los ordenamientos
jurídico-penales (véase CANCIO MELIA, "Feind 'strafrecht'?'', cit., p. 268).
124 Véase CANClO, que entiende que la expresión "Derecho penal del ciudada-
119 En este sentido: DEMETRIO CRESPO, "Del Derecho penal liberal...", cit., no" es un pleonasmo, mientras que la de "Derecho penal del enemigo" sería una
p. 90. . contradictio in adjecto (ibídem, p. 268).
120 Así, por todos, MUÑOZ CONDE, "De nuevo ... ", cit., p. 136. 125 GRACIA MARTÍN, "Consideraciones críticas ... ", cit., p. 29.
508 EL DERECHO PENAL DEL ENEMIGO DARF NICHT SÉ:/Nf 509

segundo término legitima, sino que, como se explica más arriba, su e ambas 126. El Derecho penal debe proteger bienes jurídicos esen-
potencial de legitimación le permite abarcar un espectro mayor que el les para la convivencia y garantizar por esta vía la libertad indivi-
que deriva de la presunta descripción de la realidad. La teoría del al de todas las personas.
Derecho penal del enemigo es una teoría descriptivo-prescriptiva . 1o. Los derechos humanos, y su salvaguarda, como la separa-
que se presenta además como una excepción consecuente a la concep~ ón de poderes o el principio democrático, son ciertamente elemen-
ción preventivo-general-positiva de la estabilización de la norma. Esta s constitutivos del Estado de Derecho 127 . Como advierte E. Díaz,
concepción acerca de los fines de la pena no se verifica en los sujetos todo Estado es Estado de Derecho (no basta con un Estado ad-
que no ofrecen seguridad cognitiva, por lo que precisa, para estos inistrativo de Derecho), sino que el Estado de Derecho supone la
casos, una explicación diferente. Esto demuestra, a su vez, la escasa · nstitucionalización jurídica de la democracia política, que encuen-
capacidad de resistencia frente a la práctica política imperante del a, en los derechos humanos, su verdadera razón de ser 128 • Los
normativismo funcionalista. derechos humanos han de ser también, por terminar retomando la
8. El Derecho penal del enemigo se inserta, por otra parte, en el cuestión planteada justo al principio, el vínculo irrenunciable entre
contexto político-criminal propio de la "modernización " del Dere- ~l ser y el deber ser del Derecho penal. Los derechos humanos han
cho penal, caracterizada fundamentalmente, por su fuerte tendencia de ser, en último término, la barrera infranqueable a toda preten-
expansiva y por la búsqueda de la eficacia. Sin embargo, hay que .sión político-criminal, filosófico-política, filosófico-jurídica, socio-
diferenciar adecuadamente los diferentes ámbitos propios de la "mo- lógica o dogmática.
dernización" (como p.e., el Derecho penal económico), de los ám-
bitos hacia los que se proyecta la llamada legislación penal del
enemigo (fundamentalmente, aunque no en exclusiva, criminalidad
organizada y terrorismo). El primer segmento está avalado, con ca- ABREVIATURAS EMPLEADAS: ADPCP: Anuario de Derecho Penal y
Ciencias Penales; AP: Actualidad Penal; CRP: Claves de Razón Prác-
rácter general, por la protección de bienes jurídicos con base cons-
tica; CPC: Cuadernos de Política Criminal; GA: Goltdammer's Archiv;
titucional, y el problema reside más bien en trazar en cada caso los
DPCRI: Derecho Penal contemporáneo. Revista Internacional. RCSP:
límites de la compatibilidad de los delitos de peligro con el princi-
Revista catalana de seguridad pública; JpD: Revista Jueces para la
pio de proporcionalidad. El segundo segmento traspasa claramente Democracia; RDPC: Revista de Derecho Penal y Criminología;
esos límites y es un Derecho penal incompatible con el programa RECPC: Revista electrónica de Ciencia Penal y Criminología; RDPP:
penal de la Constitución. Revista de Derecho y Proceso penal; RGDP: Revista General de
9. Si no se quiere retroceder en el camino emprendido hace mu- Derecho Penal; RP: Revista Penal; StV: Strafverteidiger; ZStW:
cho tiempo en defensa de una consideración garantista y humanista Zeitschrift für die gesamte Strafrechtswissenschaft.
del Derecho penal, no puede perderse de vista que la contraposición
entre libertad y seguridad no puede decantarse unilateralmente a
favor de esta última. Se puede tal vez defender razonablemente, y con
buenos argumentos, que ambos polos no están desvinculados entre sí,
y que para garantizar la libertad se precisa seguridad. Pero, en todo 126 Véase KOHNE, "Bürgerfreiheit und Verbrecherfreiheit. Der Staat zwischen
caso, hay que tener en cuenta que el Derecho penal, no puede por sí Leviathan und Nachtwachter", en IRP-Rechtspolitisches Forum, nº 21, 2004, ps. 19-
mismo, ofrecer seguridad, sino sólo realizar un pequeño y limitado 25, esp. p. 19.
127 Ibídem.
aporte respecto a la misma. Al mismo tiempo hay que diferenciar
128 Véase DiAZ, E., "Estado de Derecho y derechos humanos", en BETEGóN/DE
entre el concepto seguridad mediante el Estado, y el concepto segu- PÁRAMO/LAPORTA / PRIETO SANCHÍS (coords.), Co11stitució11 ... , cit., ps. 17-40, esp.
ridad ji-ente al Estado, para no minusvalorar la sana equidistancia p. 17.

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