“ La parte actora solicitó que se condene a la Entidad demandada a pagar a favor de Leucricia
Liliana Guegue Ulcue la suma de cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes, por
concepto de los perjuicios fisiológicos que le fueron irrogados con ocasión de las lesiones de las
que fue víctima. Aprovecha la Sala la oportunidad para precisar que, de conformidad con la pauta
jurisprudencial de H. Consejo de Estado que desde el año 2007 y ya en varias oportunidades ha
señalado que las denominaciones de perjuicio fisiológico, hoy entendido como daño a la vida de
relación, se encuentran inmersas dentro de una categoría que abarca una reparación más amplia
que se ha denominado perjuicio de “alteración a las condiciones de existencia”. En efecto, la
máxima Corporación de lo Contencioso Administrativo adoptó la denominación de “alteración a
las condiciones de existencia”, para efectos de indemnizar no sólo los daños ocasionados a la
integridad física y/o psíquica, sino cualquier vulneración de bienes, prerrogativas, derechos o
intereses diferentes a los señalados, o lo que es lo mismo decir, aquellas prerrogativas que
sobrepasan la esfera de lo corporal del sujeto afectado, tales como la honra, el buen nombre, el
daño al proyecto de vida, entre otras. Así, el H. Consejo de Estado, sostuvo: “A partir del fallo
anterior, la jurisprudencia ha entendido el daño a la vida de relación, como aquel que “rebasa
la parte individual o íntima de la persona y además le afecta el área social, es decir su relación
con el mundo exterior; por ello se califica en razón al plano afectado: la vida de relación”. “En
esta oportunidad la Sala aprovecha para, en aras de precisión y rigor en la nomenclatura, dejar
de lado el nomen que hasta ahora se ha venido utilizando -en ocasiones de manera inadecuada o
excesiva- para acudir al concepto de daño por alteración grave de las condiciones de existencia, el
cual ofrece mayor amplitud que el anterior y abarca no sólo la relación de la víctima con el
mundo exterior, sino, de manera más general, esos cambios bruscos y relevantes a las
condiciones de una persona en cuanto tal y como expresión de la libertad y el albedrío atributos
esenciales a la dignidad humana principio fundante del Estado Social de Derecho colombiano y de
su ordenamiento jurídico, según consagra el artículo 1° de la Constitución Política. “En la citada
sentencia del 19 de julio de 2000 se dijo, refiriéndose al daño a la vida de relación social que
“[p]ara designar este tipo de perjuicio, ha acudido la jurisprudencia administrativa francesa a la
expresión alteración de las condiciones de existencia, que, en principio y por lo expresado
anteriormente, parecería más afortunada. No obstante, considera la Sala que su utilización
puede ser equívoca, en la medida en que, en estricto sentido, cualquier perjuicio implica, en sí
mismo, alteraciones en las condiciones de existencia de una persona, ya sea que éstas se ubiquen
en su patrimonio económico o por fuera de él.” “Resulta ahora pertinente recoger estos
planteamientos para señalar que si bien es cierto que la expresión relativa a la alteración de las
condiciones de existencia resulta ser más compresiva y adecuada, mal podría pensarse, desde la
perspectiva de la responsabilidad del Estado, que todo perjuicio, de cualquier carácter y
magnitud, comporte necesaria y automáticamente una alteración a las condiciones de existencia
jurídicamente relevante. “Sobre el particular la doctrina ha señalado, precisamente, que “para
que se estructure en forma autónoma el perjuicio de alteración de las condiciones de existencia,
se requerirá de una connotación calificada en la vida del sujeto, que en verdad modifique en
modo superlativo sus condiciones habituales, en aspectos significativos de la normalidad que el
individuo llevaba y que evidencien efectivamente un trastocamiento de los roles cotidianos, a
efectos de que la alteración sea entitativa de un perjuicio autónomo, pues no cualquier
modificación o incomodidad sin solución de continuidad podría llegar a configurar este perjuicio,
se requiere que el mismos tenga significado, sentido y afectación en la vida de quien lo padece”.
“Por su parte, en la doctrina francesa se ha considerado que los llamados troubles dans les
conditions d’éxistence pueden entenderse como “una modificación anormal del curso de la
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
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existencia del demandante, en sus ocupaciones, en sus hábitos o en sus proyectos” o “las
modificaciones aportadas al modo de vida de los demandantes por fuera del mismo daño
material y del dolor moral”. “El reconocimiento de indemnización por concepto del daño por
alteración grave de las condiciones de existencia es un rubro del daño inmaterial -que resulta ser
plenamente compatible con el reconocimiento del daño moral-, que, desde luego, debe
acreditarse en el curso del proceso por quien lo alega y que no se produce por cualquier variación
menor, natural o normal de las condiciones de existencia, sino que, por el contrario, solamente se
verifica cuando se presenta una alteración anormal y, por supuesto, negativa de tales
condiciones.“En otras palabras, para que sea jurídicamente relevante en materia de
responsabilidad estatal, el impacto respecto de las condiciones de existencia previas ha de ser
grave, drástico, evidentemente extraordinario.” (Destaca el Tribunal). Así mismo, en sentencia
reciente, el H. Consejo de Estado, precisó: “Se solicita en la demanda el reconocimiento de una
indemnización por la merma total de su goce fisiológico, al quedar de por vida con graves
lesiones corporales, que lo imposibilitarán para realizarse plenamente en su vida. Cabe señalar
que la afectación a la que se refieren las demandas ha sido definida por la Sala de manera
reciente como “alteración de las condiciones materiales de existencia”, la cual hace alusión a la
modificación significativa de los hábitos, proyectos y ocupaciones de la vida de quien padece el
daño. La existencia de este perjuicio como la de los demás, puede demostrarse a través de
cualquier medio probatorio e incluso, puede darse por acreditado en consideración a las
circunstancias particulares del caso, relacionadas con la naturaleza de la lesión física sufrida por
la víctima, las secuelas que le haya dejado y la alteración de las condiciones en que se
desarrollaba su vida familiar y laboral”. Así las cosas, concluye el Tribunal que el cambio de
denominación al que se ha hecho referencia no obedece única y llanamente a la simple
conversión de la designación para este tipo de perjuicios extrapatrimoniales, sino que ésta se
explica en el ánimo de la Alta Corporación de evolucionar en un concepto que permita atender las
pautas de la reparación integral de los perjuicios que han sufrido las víctimas, dado que la nueva
noción recoge no sólo los daños causados en la integridad psicofísica del ser humano (perjuicio
fisiológico), o las limitaciones que se puedan producir con el mundo exterior (daño a la vida de
relación), sino, además, todos los cambios bruscos y relevantes en las condiciones de existencia
de una persona, razones todas éstas por las que la Sala acoge la nueva denominación. Superado
lo anterior, procede la Sala a realizar el análisis de la petición de reparación de perjuicios por este
concepto en el caso concreto. Como se señaló en el aparte de la providencia de H. Consejo de
Estado proferida el 11 de noviembre de 2009 que viene de verse, esta clase de perjuicio puede
demostrarse a través de cualquier medio probatorio e incluso, puede darse por acreditado en
consideración a las circunstancias particulares del caso, relacionadas con la naturaleza de la
lesión física sufrida por la víctima, las secuelas que le hubiere dejado y la alteración de las
condiciones en que se desarrollaba su vida”.
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
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REPUBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL CAUCA
I. ANTECEDENTES
1. La demanda
Siendo aproximadamente las 8:00 a.m. de ese día arribaron a la casa del
señor Belisario Trochez miembros del Ejército Nacional, quienes abrieron
violentamente la puerta y dispararon de manera indiscriminada contra
quienes se encontraban refugiados en el lugar, en una habitación y en la
cocina, resultando gravemente herida la menor indígena Leucricia Liliana
Guegue Ulcue, los miembros del Ejército, al percatarse del estado de la
menor se encontraba gravemente herida, procedieron a llevarla hasta la
carretera al punto donde se ubica la escuela Betania e informaron a sus
familiares que cubrirían todos los gastos médicos producto de su
infracción, sin embargo, la dejaron en ese lugar, teniendo sus familiares
que hacer grandes esfuerzos para trasladarla al hospital de Caldono, y
después, debido a su grave estado de salud, debió ser trasladada al
Hospital Universitario San José en donde permaneció hasta el 27 de julio
de 2001.
Después de hacer una breve manifestación sobre los artículos 2, 6, 12, 42,
44 y 122 de la Carta Política y 6 de la Convención del derecho de los
niños, la apoderada de la parte demandante hizo una exposición sobre los
elementos de la responsabilidad extracontractual y afirmó que en el
presente caso estos elementos se encuentran probados.
Manifestó que con la actuación desplegada por las tropas del Ejército
Nacional, se violó la Constitución, la Ley, los reglamentos de
contraguerrilla y las normas del Derecho Internacional Humanitario,
extralimitándose en sus funciones y desconociendo la obligación de
respetar en todo tiempo y lugar a la población civil.
2. Recuento procesal
Manifestó que es cierto que las autoridades están instituidas para proteger
a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra y bienes,
obligación ésta de donde surge la responsabilidad del Estado, pero que no
es cierto que esa responsabilidad resulte automáticamente declarada cada
vez que una persona es afectada en tales bienes.
Por auto del 22 de mayo de 2006 (Fl.160), por medio del cual se ordenó
correr traslado a las partes para que alegaran de conclusión, se informó
que la solicitud de amparo de pobreza solicitado sería resuelta
posteriormente en consideración a que el periodo probatorio estaba más
que vencido, razón por la que era menester continuar con la siguiente
etapa procesal.
1. La competencia
2. Las excepciones
3. Problema jurídico
1
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección III, 20 de febrero de 1989.
Expediente 4655. Actor: Alfonso Sierra Velásquez.
2
Ver, entre otras, sentencia de la Sección III, del 16 de junio de 1997. Expediente 10024.
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
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3
Consejo de Estado, Sala de lo contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 14 de
junio de 2001, expediente: 12.696, actores: José Tulio Timaná y otros.
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
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“Ortopedia
4
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sentencia del 27 de junio de 1991,
C. P. Dr. Julio César Uribe Acosta, expediente 6454.
5
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sentencia del 6 de junio de 2007, C.
P. Dra. Ruth Stella Correa Palacio, expediente N° 16460.
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
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Según historia clínica del Hospital Universitario San José de Popayán que
reposa en el expediente de investigación penal radicado bajo el número
116 que se adelanta por los hechos que también son objeto de la presente
demanda en el Juzgado 50 Penal Militar, y que obra como prueba
trasladada en el presente proceso, se observa:
“...Julio12-01
(…)
Diagnostico Preoperatorio Fractura (…) pie der +fractura abierta pierna
izq.
(…)
Hallazgos
- Semiamputación del pie derecho con grandes herida lateral y
medial
pérdida ósea del astragalo y metatarsiano etc. Destrucción grave”
(fl. 01139 Cuaderno de Pruebas N°4)
6.2. La imputabilidad
“…yo estaba en casa de una tía que se llama HERMINIA YONDA que queda
como a los 200 metros de la casa de mis papás, y eran por ahí las 6.00
a.m. y sonó un tiroteo en el caserío de La Aguada y yo cogí para la casa de
mis papás y mi esposa y mis 2 hijos cogieron para el caserío de Betania, ya
estando en la casa de mis papás, escuchaba más cerca el tiroteo y venía
como encontrándose entre ellos, la guerrilla y como de ahí se ve el caserío
de Betania y hasta que llegaron hasta la casa de mi papá y como era
primera vez que nos ocurría eso y entonces nos encerramos y nos
metimos debajo de las camas y el error que cometimos fue atrancarnos la
puerta, nosotros habíamos visto que la guerrilla había pasado por
carretera, y el ejército creo que alcanzó a ve a mi cuñada los pies debajo
de la cama y entraron forzando las puertas y le dije a mi cuñada salga
usted que a las mujeres no les hacen nada entonces ella intentaba salir de
debajo de la cama y allí le dispararon y la hirieron…”
Del texto completo del documento se puede establecer con total claridad
que la mujer lesionada a la que se hace alusión es LEUCRICIA LILIANA
GUEGUE ULCUE (Fls. 171 a 179 del Cuaderno de Pruebas N° 3).
ver esto le dieron los primeros auxilios…” (…) Esa manifestación guarda
coherencia con lo dicho por el señor TE Joya Paredes Eduardo…”
(…)
“De esta manera, la Delegada comparte las peticiones de los doctores (…)
en que se debe dar por terminada la investigación disciplinaria y, por
consecuencia, se debe ordenar el archivo definitivo, en atención a no
aparece clara la presunta violación al Derecho Internacional Humanitario,
ya que si bien las lesiones en la integridad corporal de la indígena
existieron, los mismo que los daños en los bienes del señor Erazo, pero
tenemos que ubicar la conducta de los miembros del Ejército mencionados
en una causal excluyente de responsabilidad a que se refiere el artículo 28
del CDU y, por lo tanto, no procede la formulación de cargos”.
En ese orden de ideas, probado como está que las lesiones de LEUCRICIA
LILIANA GUEGUE ULCUE se produjeron como resultado de la realización del
riesgo creado por el Ejército Nacional para abatir los ataques del grupo
insurgente y teniendo en cuenta que no se encuentra demostrada la
existencia de ninguna causa extraña que logre romper el nexo de
causalidad, debe declararse la responsabilidad del Nación - Ejército
Nacional, por el daño antijurídico producido a los demandantes, como en
efecto se hará.
7. Los perjuicios
Aspiran los actores que les sean indemnizados por parte de la demandada
todos los perjuicios de orden moral, fisiológico (daño a la vida de relación),
extrapatrimonial y material que les han sido irrogados con ocasión de las
lesiones sufridas por LEUCRICIA LILIANA GUEGUE ULCUE. El Tribunal
examinará su pretensión resarcitoria en ese mismo orden.
víctima directa del daño y otro es el perjuicio moral que sufre el lesionado
y sus parientes más cercanos. En efecto, la diferencia entre lesiones
graves y leves no es la que permite crear la presunción de los perjuicios
morales causados a los parientes cercanos a la víctima del daño, en tanto
que esta distinción sólo sirve para establecer la gravedad de las lesiones
sufridas por la víctima, y, por el contrario la presunción surge por el
simple hecho de que se le haya causado la lesión o la muerte a la víctima.
“Ortopedia
Pcte con Hda x A F de alta velocidad en ambos pies, presenta severa
destrucción en el pie D. con fx abierta a nivel del medio y retro pie.
Presenta además fx abierta de la tibia I
(…)
… debido a su embarazo se explica la gravedad de la lesión…” (Fl. 77
Cuaderno de Pruebas N°1)(Desataca el Tribunal)
Según historia clínica del Hospital Universitario San José de Popayán que
reposa en el expediente de investigación penal radicado bajo el número
116 que se adelanta por los hechos que también son objeto de la presente
demanda en el Juzgado 50 Penal Militar, y que obra como prueba
trasladada en el presente proceso, se observa:
“...Julio12-01
(…)
Diagnostico Preoperatorio Fractura (…) pie der +fractura abierta pierna
izq.
(…)
Hallazgos:
- Semiamputación del pie derecho con grandes herida lateral y
medial
pérdida ósea del astragalo y metatarsiano etc. Destrucción grave”
(fl. 01139 Cuaderno de Pruebas N°4) (Destaca el Tribunal)
6
Consejo de Estado. Sentencia del 4 de junio de 2008, Expediente 15.657. Magistrada Ponente
Doctora Myriam Guerrero de Escobar; Sentencia del 15 de agosto de 2007, Expediente AG 2003 –
385 Magistrado Ponente doctor Mauricio Fajardo Gómez; Sentencia de 1º de diciembre de 2008,
Expediente 17.744, Magistrado Ponente Doctor Enrique Gil Botero.
Expediente 200300907 00
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7
Consejo de Estado. Sentencia del 15 de agosto de 2007. Expediente AG 2003 – 385. Magistrado
Ponente Doctor Mauricio Fajardo Gómez.
8
Consejo de Estado. Sentencia del 10 de julio de 2003, Radicación número: 76001-23-31-000-
1994-9874-01(14083), Actor: JORGE ENRIQUE RENGIFO LOZANO Y OTROS, Demandado:
DEPARTAMENTO DEL VALLE DEL CAUCA.
Expediente 200300907 00
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9
Gil Botero, Enrique. Temas de responsabilidad extracontractual del Estado, Ed. Comlibros,
Tercera Edición, 2006, p. 98.
10
Navia Arroyo Felipe. Del daño moral al daño fisiológico, Universidad Externado de Colombia,
Bogotá, 2000, p. 78.
11
Chapus René. Responsabilité publique et responsabilité privée. Les influences réciproques des
jurisprudences administrative et judicial, citado por Juan Carlos Henao, El Daño, análisis
comparativo de la responsabilidad extracontractual del Estado en Derecho colombiano y francés,
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1998, p. 252.
12
Paillet Michel. La Responsabilidad Administrativa , Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
2001, o. 278.
Expediente 200300907 00
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13
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 15 de agosto de 2007, exp. AG 2003-385,
M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
14
Consejo de Estado. Sentencia del 11 de noviembre de 2009. Expediente 17.380. Magistrado
Ponente Doctora Ruth Stella Correa Palacios.
15
ENRIQUE GIL BOTERO. Temas de Responsabilidad Extracontractual del Estado. Medellín,
Librería Jurídica COMLIBROS, 3ª ed., 2006, págs. 111-112. “Este daño no puede confundirse con
el perjuicio moral, pues su naturaleza y estructura son en esencia diferentes, el tratadista Juan
Carlos Henao ha señalado: ‘esta noción, que puede ser definida según el profesor Chapus como
‘una modificación anormal del curso de la existencia del demandante, en sus ocupaciones, en sus
hábitos o en sus proyectos’. También por fuera de la hipótesis de la muerte de una persona, el
juez reconoce la existencia de las alteraciones, cuando una enfermedad de un ser próximo
cambia la vida de la otra persona…Perjuicio moral y alteración en las condiciones de existencia
son, entonces, en derecho francés, rubros del perjuicio que no son ni sinónimos ni expresan el
mismo daño. El objetivo de su indemnización es independiente: mediante la figura de la
alteración en las condiciones de existencia, el juez francés indemniza una ‘modificación anormal
dada al curso normal de existencia del demandante’, en tanto que mediante el daño moral se
indemniza el sufrimiento producido por el hecho dañino’. En síntesis, para que se estructure en
forma autónoma el perjuicio de alteración de las condiciones de las condiciones de existencia, se
requerirá de una connotación calificada en la vida del sujeto, que en verdad modifiquen en modo
superlativo sus condiciones habituales, en aspectos significativos de la normalidad que el
individuo llevaba y que evidencien efectivamente un trastocamiento de los roles cotidianos, a
efectos de que la alteración sea entitativamente de un perjuicio autónomo, pues no cualquier
modificación o incomodidad sin solución de continuidad podría llegar a configurar ese perjuicio,
Expediente 200300907 00
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se requiere que el mismo tenga significado, sentido y afectación en la vida de quien lo padece”.
Expediente 200300907 00
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““...Julio12-01
(…)
Diagnostico Preoperatorio Fractura (…) pie der +fractura abierta pierna
izq.
(…)
Hallazgos:
- Semiamputación del pie derecho con grandes herida lateral y
medial
pérdida ósea del astrágalo y metatarsiano etc. Destrucción grave”
(fl. 01139 Cuaderno de Pruebas N°4) (Destaca el Tribunal)
“4-10-2001
Diagnostico peroperatorio Psedoquitrosis séptico de tibia izquierda
Diagnostico posoperatorio Igual
Intervención practicada Fijación externa + curetaje óseo tibia
Hallazgos
- fistula de +/- 2cms con secreción purulenta
- pérdida ósea +/- 3cms
Secuestros
Procedimiento:
Fistulactomia
Curetaje óseo y lavado
Se retira secuestros, de curetea y lava nuevamente
Montaje de fijación externa con:
• 4 clavos de (ilegible) de 4.5
• 2 rótulas abiertas
• 2 rótulas cerradas universales
Férula en neutro y retiro material osteosíntesis pierna derecha.
Plan: Continuar antibióticos
Requiere más adelante injertos óseos
Curación diaria” (Fl. 01176 Cuaderno de Pruebas N°4) (Destaca el
Tribunal)
En ese orden de ideas, resulta razonable inferir que las lesiones sufridas
por la indígena Leucricia Liliana Guegue Ulcue el 12 de julio de 2001 en
medio de los enfrentamientos armados que se presentaron entre miembros
del Ejército Nacional y el grupo subversivo de las FARC, fueron de carácter
tal que le causaron, adicionalmente a los perjuicios morales, alteraciones
graves en sus condiciones de existencia, razón por la que se impone el
reconocimiento de perjuicios por este concepto, el cual se hará en cuantía
de cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Ahora bien, como quiera que lo que se pretende probar con estos
documentos son los gastos en los que debió incurrir la parte actora para
atender las lesiones de que fue víctima la indígena Leucricia Liliana
Guegue Ulcue, resulta pertinente señalar que para acreditar tales egresos
la factura debe cumplir con los requisitos previstos en la ley para
constituirse como tal (artículo 621 y 774 del Código de Comercio), pero,
especialmente, en estos casos debe identificar con plena claridad la
persona que sufragó el costo de la misma, de tal manera que permita
establecer probatoriamente el perjuicio en cabeza de aquella, porque mal
podría hablarse de la existencia de un daño por este concepto si los costos
no fueron asumidos por alguna de las personas que reclaman el
resarcimiento del mismo dentro del proceso.
III. DECISIÓN
RESUELVE
Expediente 200300907 00
Actor PORFIRIO GUEGUE DIZU Y OTROS
Demandado NACIÓN – MINDEFENSA- EJÉRCITO
Acción REPARACIÓN DIRECTA
Los Magistrados,