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1

Este es un libro de insomnios y revelaciones trágicas, por eso es la


obsesión quien me devuelve al universo cada vez que la suerte se me
antoja homicida, con la agónica respuesta de que estuve allí, vivo,
sólo porque el sueño me enseñó a no ver como muere la lluvia
mientras duerme la esperanza.
Así palabras, y el mayor silencio a todos.

2
A Carmen, con la ternura de siempre,
y al amigo que nació de una guitarra:
José María Toj.

3
La primera lluvia (a Yamila)

Qué se puede frente a un sueño que nos deja sin muerte,


qué palabras al destino de algún tal fulano
si en el cuerpo viaja el imposible.
Qué diluvio no guarda en el sol una pizca de sed
con la edad de mañana.
Cuál herida no persiste abierta en el pecho del tiempo
si es verdad que una vez en tu sombra habitaron estrellas.
Una vez que no había,
un había de todos y nadie también por amor a uno mismo.
Uno mismo en el otro y su parte en la luna por algo del nunca-jamás…
y este siempre me quedé contigo.
Cuál es el principio de un portazo dulce
tanto tanto que no sé cómo se fueron,
cuál es la razón de tu neblina amarga sobre mil ventanas
y una noche a lo Penélope;
fue primero el banco o la esperanza,
quién le dijo al mayor ya no somos menores
dime
anda y dime,
qué hay de nada en el ser cuando duermes
y el futuro se mantiene en vela,
por qué el túnel comienza a temblar cuando el alma bosteza.
No lo digas ahora
no lo digas,
tómate los besos hasta el fondo
y no temas al disparo que te rompe el sueño;
morir por un fantasma que robó tu lámpara.
Es el último aguacero del renacimiento.

4
Siete

No levanten el jardín en la mañana vieja,


no le pongan el bozal a mi escultura;
ya mis piedras no muerden
y las flores apenas le ladran a la lluvia.
No le compren el miedo al humilde feroz,
no le llenen de frío el cansancio,
no dilaten su trampa de seguir acostado,
no le roben la sombra al caminar.
Si pudieran los niños
y pudieran los otros,
si llegaran los ángeles en forma de mujer;
si la magia del cuerpo
resucita el espíritu,
si las mieles del Río recordaran el naufragio.
Nadie pararía de soñar hasta que el sí despierte,
nadie,
o tal vez un poco menos de este canto en si menor,
lágrimas,
tempestades de una carta que no existe.
Dios.
Si en el mundo prohibieran las barajas,
cuánta gente acabaría en el juego.
No sé —dijo el mudo,
llévenselo todo menos la esperanza.

5
El arcano inadvertido

Vivir es una trampa en la metamorfosis.


No se trata de dejar,
sino de seguir siendo en formas otras;
híbridos,
gélidos,
arpas del ungido levitando sobre el humo-mundo.
Este miedo a morir ya no sirve.
La misma no ecuación que fue resuelta por lo extraño,
quise decir extranjero,
quise no hablar del turista y la necesidad estándar pero me enturbié.
Quizá fue mi cartera la del raro idioma,
o páginas al aire del noser:
- teorema de don nadie. Punto.
- letal absolución del encabrono, coma.
Dónde queda mi país.
Lento,
cómo voy sinmigo.
Cinco,
muérdete los dientes con el puño.
Tres,
mucho antes de que el cuatro fuera un ente;
alguien descamina y pincha en tu ventana. Joden
los que te persiguen desde el nacimiento,
dos que te condenan al inxilio, sólo, muerte
y no más.
Uno,
nadie más.

6
Agua para dos-si mueve molino

Versos a la roca,
último canal de la utopía.
Venga el tiempo en que se eviten las molestias de quitarse los ojos
para ver lo que no existe,
dejen a la suerte con su tos perruna,
no hay dinero que salve un pulmón olvidado
ni penas tan crueles como quieras tú.
Somos la generación que le hizo alergia al teque,
niños que mojaron los pañales con un jab en la conciencia de vivir tan
borrachos.
Ya no más ese cuento de amor al extranjero
ni putas eléctricas para el viejo estrés;
no hay cigüeñas que puedan con dos,
mucho menos contigo.
Duerme,
cámbiale el casete a tu memoria;
vamos por las calles del futuro y luego quédate despierto en lo que puedes.
Sueña,
dale luz de comer a tus ganas;
salta hasta las nubes sin control remoto,
bríndale tu sexo al paradiso.
No hace falta que vueles para ser maricón.
Cada noche es más triste el cigarro apagado,
y esa mesa que espera cenizas de pan;
basta de rodillas contemplando al mundo.
Vive.
Ese pedo mortal que hoy dilata la cena,
no tiene por qué ser la muerte.

7
Apocányce

Antes y después del caos


quererte fue decir que no te amaba,
lejos y un poquito cerca
la vida se murió sin paradojas.
Lo que el viento no quiso llevarse
no lo venden en cualquier estrella,
los colores del alma no alcanzan
para hacer ni un boceto del tiempo.

8
A la orilla del Génesis

Cómo empiezo este verso sin volver al abismo,


cómo dejo mis notas en la esquina del sol,
cómo mato el impulso de colgarme en un papel
si me acusan por flaco,
botella vacía,
si no va a la montaña lo que busco de ti.
Debe ser porque soy el perdido,
debe ser porque falten canciones y el baile de un beso por donde la vida;
una lluvia te espera,
siete luces de nadie
siete lunas del cuerpo
siete mundos contigo después y hasta luego,
no me quieras amar
no me llames queriendo el adiós,
no te comas los besos urgentes,
hay abrazos que saben a espinas,
hay amores que sueñan para no dormir.
Quiere con violencia, pero quiérete;
muerde el corazón antes de odiarlo.
Aquí nadie es más loco que un incomprendido,
ni tan cuerdo como cuando le creyeron
su primera verdad.

9
Juramento

a plena libertad de un hombre que camina por las calles de tu ausencia


ante los ojos del mundo y los miopes que juraron verme muerto
bajo esta lluvia de costumbres y más mierdas que lo obstaculizan todo
con la mirada puesta en el amor como la única verdad de esta mentira
contra el aire que algunos le llaman viento cuando sopla a beneficio
de mi nombre a tus alias
desde hoy y hasta siempre
en las malas y en las que pudieran resultar peores
entre tanto monte resentido por la cruz del vendaval
hacia ti con toda la ternura que me queda en el mañana
hasta el fin desde el principio en que te vi nacer
para fusilar la muerte en la galera del recuerdo
por el bien de los dos cuando viajamos con la tierra en nuestras pieles
según la humanidad del sexo volando entre caricias y te quieros
sin más nada que estas ansias de vivir
sobre el misterio la vigilia y este coma en el que juro
tras mi sombra que tu sombra no podrá olvidarme nunca

10
Sombras en el alma y otras madrugadas

qué hago con esta noche si no puedo dormir


qué le invento a la mañana para que se apure
me creí noctámbulo y varón hasta la muerte
no he flaqueado nunca
a no ser con una flaca
qué pretextos le propongo al cielo
este cuarto de utopías trasnochadas
sé que él no las va a comprar
dios no puede mancharse con sueños ilegales
dónde voy a beberme tu sonrisa de lágrimas perdidas y temor al descubierto
ya no quedan barras por ningún costado
donde pueda emborrachar mis ganas más abstemias
mis noches más alcohólicas
al hombre más adicto de tu soledad
a quién doy los buenos días a esta hora
con quién me desayuno las tostadas de tu ausencia
dónde escondo el cigarrillo del amor para que no me vean
llorar con tanto humo por tu despedida
cómo diablos le digo a mi hambre
no sólo de café se alimentan los insomnios
mi alma sin tu cuerpo es una luz con sombras
muchas sombras
solamente comparable al mismo cuerpo que es tu cuerpo
cuando deja que mi alma muera a solas
cómo mujer
dime qué hago
cuánto tengo que pagar por las pastillas
de esta fiebre de los peros y el dolor de los por cuántos
a cuál de las creencias dar mis dudas
qué palabras utilizo para no engañarte y decir cuánto te quiero
desde el día en que escribimos juntos
la muerte ya no existe en nuestro diccionario

11
Diario de nube

Buena tarde y sin alarde,


la muy Carmen no se karma de llover.
Aunque el sol ya no te hable de ayer.
Lo cierto es que me extraño,
mentir es que te olvides…
que más da
que da más esta aurora de menos para silenciar,
morirse es más difícil que soñar;
el insomnio perdido
de tus ojos antojos
y el amor sin amor.
Por algo no te alunes este jueves porvenir del viernes.
No hay sábado sin jazz,
ni domingo sin nosotros locos.
No me apoco tampoco,
cuando siento los nudos que atracan el martes
a la vez tan creciente y menguantes
a la soy tan cupido sin nido.

12
¿Qué hago con Santiago?

Atarde-siéndote,
como has visto supongo compongo
más allá de quién vibra en el miedo
las palabras de ayer ya no fueron tan buenas;
qué hay de malo en no ser.
Unas veces de noche y las otras de nunca,
Por el día tan lejos y hasta siempre mañana.
Como quiera el presente
como dijo el futuro:
el adiós es más triste a tu lado
si una luna te abraza
con el sueño dormido.

13
Amarecer

Aquí se van mil versos, mil besos, mil sueños; y otras cosas que no aprenderé
a contar. Aquí se va el amor…
Carmen:
No hay palabra que me saque de esta hora en que me quedo trasnochando con
tus fotos. Huele a teléfono el primer abrazo que te escribo, para cuando
amanezca, la luz de mi camisa no se apague en tu ventana. Llevo el pantalón
de siempre y unas botas que perdieron la razón. El tufo abstemio de mis
drelos, y el hollín de la ternura me consumen. Son las dos en mis nueve, un
país donde no existen los relojes; justo en el instante en que me acerco a los
enigmas, ratos donde te presagio hasta el recuerdo no vivido; vuelven las
palabras a mi lengua infortunada, humilde, pero no miserable. Mezquindad es
el término medio entre noser y el supernada, este poco que comparte los
abrazos dentro de un auricular, jamás huyó a esas tierras donde el miedo
empuja con su mala hostia. Yo no fui aquel niño torpe que se disfrazaba para
no pecar de ingenuo ante la moda, ya no tengo que cagarme en la electrónica,
cuando falto al te quiero más convencional y me descubro olvidado, silvestre,
guajiro; el asceta de todas las ideologías.
Soy el otro viviendo mientras me sucedes como un sueño sin como, de abriles
sin antípodas ni silogismos.
A estas horas me estás, a estas horas me quedas y me salvas, me eres. Sale el
sol y no guardo la luna porque no le temo al miedo. Ya se han ido las sombras,
y amanezco contigo. Siempre, siempre. Nunca solos. Amareciendo.

14
Cita con el Río

Ojos a media vida no quisieron hablar,


ojos de marihuana mil sacrilegios.
Debajo de alguna nube que no merece el olvido,
dejó al tiempo este papel sin sombra:
(El sol en lo nocturno es más soleado.)
Triste mirada de una fe sin esperanza,
casi muerte en la leyenda de su llanto.
No era solo un lamento,
por azares de quien brinda Soledad;
y esconde bajo tierra las flores imposibles.
Hay gente que se va sin decir nada, ni una gota le nombra en su epitafio.
Sé miserias peores
pero no las escribo,
en los pasos del viajero habla el silencio.

15
Oración del poeta

ahora estoy solo


y me juego la vida en cada letra
siento como más de una palabra muere sin echar poemas
y como más de un poema se diluye en cada verso
ahora estoy solo
ahora
la mañana es un ángel que levanta triste
sobre el cadáver de anoche
pienso en los que alimentaron estas ganas de escribir sin ganas
y vuelvo a ser el mismo que se mortifica
papeles blancos y el silencio que te aplasta
la noche enferma
dios se niega a dar su autógrafo
por eso salgo sonámbulo y regreso
a la ciudad distinta
a los días en que el sol tenía memoria de nosotros
y el diablo no estropeaba el paisaje
con la psicosis del hambre y la resaca de todo por un dólar
a los sueños donde nadie te despierta
diciendo que dormir es una broma de mal gusto
los anhelos de siempre
ese sitio al que nunca pudimos entrar
ay señor
pasan chicos piden chicles y se marchan
mientras vuelven con el rostro anochecido
no los ves con sus caritas de mierda
mentándole la madre a la república
no te duele aquel instante en que las uñas de un turista
valen más que las manos de un negrito
no me creas pero hazlo por los otros
a los otros no le creas pero hazlo
soy poeta porque amo esta locura de creer en las palabras
cuando tengo algún momento cuerdo
razones para desconfiar me sobran a pesar de que confío

16
en las verdades que se ocultan con el tiempo
y las mentiras que los hombres inventaron para derrotar al miedo
ay señor
ahora estoy solo ahora
permíteme pensar que eres mulata
pido ocultes el rostro a cambio de tus manos antes que me encierren
y esta voz la conviertan en secreto
hágase tu voluntad aquí en la tierra
y no olvides el vicio tendido de los parques
el cielo que se nos escapa
ni estos crueles apagones del alma

17
siete verdes razones para un solo arcoiris del color de la ternura (4:07´)

A mi hermano Chema
un día tan temprano como cuando nunca es tarde
porque sabe que la luz se vuelve sombra en los ojos ajenos
a veces…

el verde fue el color con que pintaron tu mirada


y el último vestido que lució mi madre
verde son las nubes cuando vienen a mi cuarto
y me persignan el exilio con espíritu náhuatl
cada noche en que cierro los ojos
y se quedan abiertos a ti
cada lágrima que se arrincona en los grises del mañana
sin sueños
la espera de que un día todo sea como el tiempo ha de querer
los pájaros azules que levantan del país en blanco y negro
a cualquier blanco o negro
a cualquier indio negro
o tal vez blanco
detrás del sol
y esas lunas que dibujan una suma de fortuna en soledad
bajo el agua de tus besos en menguante
y las caricias en eclipse por analogía
verde son tus manos de mujer rosada
verde fue mi madre entre las penas amarillas
de este tiempo tan violeta como el verde rojo
dulce y sin embargo tan amargas son mis deudas
que no voy a suicidarme sin pagar
ese doble te quiero en tus ojos primero
y en el alma después
verde
tras un vaso de tequila en que levita mi nostalgia
verde
sobre el prisma de mis ganas cada noche
un amor se descompone en haz de ti

18
Décima Negra

Si algún día las iglesias


se quedaran sin rodríguez,
este maikel de la noche
no creyera en el amor.
Si el amor no me creyera
todo el tiempo que le guardo,
la gran puta de la muerte
quedaría embarazada.
Ángel que vuela sin rey
muere de espaldas al cielo.

19
Des-exilio

Sin patria pero sin amo


J. MARTÍ

Hablar con la vagina llena fue su mala costumbre.


El odio que le alimentaron,
patria a donde no volver;
las copas que nunca rompieron, su calvario.
Parecido fatal con el cielo,
mujer de nadie casi de todos
sombra que voló sin alas a la eternidad;
y ahora presumen de su angelitud
con el misterio de lo inaparente,
como si al mundo le doliera tanto el sueño de los otros.
Puede que vuelvas
mas ya te fuiste,
el regreso es quien busca el milagro bajo la nostalgia,
hallándole el contrasentido a los cordiales y corderos.
A qué esta realidad expelida por el ano y sin remedio.
No será de cobarde suspirar mientras se mueren,
no tuviste emperador
ni en la memoria de un superchivato cabe la utopía;
sobre tus ojos y a contrabala
sin la ternura que dio la libertad,
y la esperanza de quedarte a solas con tu prisa.
Por qué morir diciendo a donde nadie...
Qué malo es estar sola y sin espejo.

20
Derechos humanos

tal vez porque amar no es un negocio a crédito


y las cosas que uno quiere han de pagarse al contado
no te pido que me compres esta esquizofrenia
alquila este delirio sin impuestos
libérale los aranceles
tómame como un presente si es preciso en el futuro
pero no vendas a otro la razón de mi locura
en este mundo tan terrible y comercial
los precios son consignas para una ocasión
y el dinero es una paz que siempre va a la guerra
aquel sitio en que la muerte parece que no
y al final dice que sí con sus carajos
haciendo galas de ese gran militarismo
para darnos con la odiosa voz de mando
difuntos
es su lugar
descansen
morir es un derecho básico para animales
sobre todo si son seres humanos
a tal punto que la vida en viceversa
sin amor evoluciona animalmente
de caballar a potresco
bajo nada que se esconde tras la diplomacia
de vertientes lesbianistas
mariconil
y prostiana
en las que no me dejaré caer
mientras existas tú
mi niña
remedio contra todas las angustias y el hastío mañanero
deja que te hablen del poeta loco y te torturen con tabletas antidepresivas
ya estoy acostumbrándome a tu electroshock
porque he hallado en ti el antídoto de mi suicidio
aunque sé que las miradas pueden ser un coche bomba

21
y hay palabras que alimentan el terror
no me iré de este planeta sin amarte
con todas las ganas que son tuyas
si llego a ti
te mostraré la diferencia que existe
entre un beso frutal y una caricia de madera
cuando la noche se transforma en bosque
y los astros nos alumbran con manzanas

22
Hacedores de lluvia

Cuando el destino amanece nublado, ¿cuántos parques llorarán la poesía?


Cuando las musas juegan a olvidar y los amantes se cuidan los labios
para no volverse locos;
¿cuántas nubes vendrán a nacer dentro de la marea?
¿Cuánto océano falta vivir, para que el mundo no se ahogue en sueños?
¿cuánto mar?
¿cuánto sol?
¿cuánto cuanto?

23
Armonía

Sólo los parques enseñan la paciencia.


Me lo dijo aquel árbol que no mira de frente,
porque el mundo fuera nada sin la pena.

24
Retrato de un eclipse

Si la luz de alante es la que alumbra,


¿será la luz de atrás la que te asombra?

25
Babel

Cua tepúm refusalpe balonze comtei palamec,


otopaz naguarú fucamela vay cora lazida.
Erecunda vocúa meracuya,
erecunda vocúa,
meracuya.
Jiro laitemu vay cora vo pote macule,
po tecule;
cua gi fucamela nolasor?
Nolasor?
otopaz nagua
oto
otopaz naguarú.
Vo cua lazida buré, fucamela

26
Charada

El viento crepola por la estácula que vocinchifla en los ojos de tu abuela.


Abuela crepola por el viento de unos ojos que te vocinchiflan. Ojos que te
oyeron ir, ojos que te. Buela.
Vocinchiflan los atardeceres y los seres tardos como el pardo de tu leo. Meo
recín ga mulú la tele vudú. Soplos de la Macandalia. Eke iko, ycomete; soledad
del marrano que ladra en la orilla con hijos de perro y estilo underground.
Fichurín delatín puerco espín gato espín chivo espín, y los otros etcéteras
éteras méteras péteras quéteras sin bandoneón.
Pasa el viento que crepola, vocinchifla: soy la buela.

27
Siempre hay un árbol que te ve

Mucho tiempo antes de los seres humanos-si es que antes de nosotros hubo
tiempo-, una historia permanece inmaculada en la raíz de la naturaleza. Cada
espíritu grabado entre las piedras, el arcano que es el Mar, los árboles con su
paciencia libre, erigidos sobre la manía de su prolongación magnánima y el
impulso irrevocable hacia el ascenso; nos alumbran el pozo bajo efluvios que
nunca terminan, más allá de la inopia y lo salvaje que arremete contra nuestras
invidencias. Laberinto que fuimos o que somos, si no vuelven al centro
aquellas ganas que se desbordaron, desde el día en que los hombres
decidieron gobernar. A muy pocos se les ocurriera atribuir esos álgidos
conceptos de pensares moralistas, efectistas, humanoides, pleonásticos; en las
afueras de las cosas que creemos (por encima va aquel árbol drogadicto,
esquizofrénico y libidinoso, si no existe el ser humano; pero ojo con la muy
ambición caníbal que mal puede aletargarnos en el mundo de los ciegos), y
otros hondos, o mucho más espirituales si se quiere o se pudiera; aunque a
veces subversivos e invisibles para el agujero de la circunstancia. No sólo
porque alumbren con sus voces raras, sino por la secuela que produce la
nestesia de juzgar lo ajeno con nuestras carencias. Siempre fue temible el
tiempo de morir, enorme, vesánico; digamos que nos sobra, si se quiere
entender que nadie muere así, de golpe, y son los pocos en ristra de vacío los
extraños sinsabores que nos van haciendo menos. Todos estamos actuando e
interactuando en la totalidad del tiempo, nadie sale ni entra de la escena; el
flujo divino de la epifanía que auscultaran grandes sabios como El Avicena, se
focaliza en diminutas formas proyectadas en el chip de nuestro espacio como
eternos gigantomas, no se trata de nuestra necesidad hiperbólica de
adoración, sino por esa urgencia de crecer de la cual estamos hechos, símbolo
que nos reafirma como el único animal que siempre tiene o tuvo hambre.
Las añejas aporías de quien fue primero, el ser o la existencia; son una
confirmación de que tenemos un destino innato hacia la búsqueda. La unión al
Uno, el sentido maternal, lo eterno, el eje místico y sagrado de las almas
inmanentes-trascendentes y trascendentales. Pensemos en aquel impulso si se
quiere infantil pero bendito, de quebrar en los juguetes todo aquello que nos
imposibilita el privilegio de ser uno con lo indisoluble. O esa repetida historia
popularizada, de ir deshaciendo pétalos para saber cuanto hay de cierto en las
pasiones del amante: ¿me quiere o no me quiere? Sí. ¿Me quiere o no me

28
quiere? No sé. No pretendo ahora, suscitar en las polémicas mi confusa teoría
del desasosiego, con mi humilde intuición de poeta; antes nos habló Pessoa
con sus miles o incontables heterónimos, mucho antes muchos otros; tocados
por la gracia de la luz, oportúnicos, nutrificantes, infinitos. Sólo que estar vivo
es la razón más grave para comprender que el hombre todo, mujeres y los
otros; renacieron creando sobre lo creado- y no creyendo sobre lo creído-, y
aquí su única forma de salvarse. Si una vez me preguntaran mi utopía del
dilema sobre el huevo y la gallina-una cosa demasiado rara, por demás en
estos tiempos en casi nadie escucha, y cada minuto importa menos la opinión
del niño; entiéndase por él al que no necesita máscaras, juglares, los
desnudos, ingenuos meñiqueros de una gran inteligencia desprovista de
etiquetas y fronteras; esa magia que llega a cuestionar: ¿por qué será que los
adultos lo ven todo tan pequeño?-, diría que ninguno de los dos fue el
fundamento; ambos pervivieron en constante interacción hasta el enigma que
ahora somos. Naciendo/creciendo, muriendo/renaciendo. Marcados por el
siglo, del retorno a las esencias.

29
Serenata para el Sol

Una vez me dijeron que siempre


era un barco sin ruta, lejano;
no sabía del misterio de tus olas
y muy poco de la suerte que es amanecer
con los ojos abiertos al fuego de una nueva isla.
Casi me gana el olvido a no ser por tu nombre,
a no ser por las voces que vuelven
cada tiempo de seguir jugando al ya todo está perdido.
Si no llegan tus besos al mar de la noche
y los mapas me toman el pelo hacia ninguna orilla.
Claro que no fue el amor quien me sedujo al pozo,
digamos que la casa estaba oscura, o tu luz me dejó
las ventanas abiertas al puerto,
costa que soy –por qué me fuiste más-;
o tal vez me caí por no hacer de tu imagen el puente.
Y ahora me cuelgo, siempre contigo,
distante, sin rutas, mojado
en el primer cariño que te adiviné
el día que el naufragio puso el canto.

30
Réquiem por el barco (5:12´)

Para Marta Rosa

a 30 grados de nostalgia bajo cero


mi patria no es tan libre como para navegar en éxtasis
con los ojos desnudos y a merced de la memoria
ni este barco de juguete donde sueñan los bohemios
se permite amanecer en la inocencia
y es verdad que todo pudo ser mentira si no fuéramos tan siervos
a treinta grados y un poquito más
al rey no le divierten los bufones
no le causan rubor las palabras impuras
ni le toman por sorpresa tus absurdos
como vieja en pantalones tan amargos de vivir en una isla
con los bares prohibidos y el futuro en pelotas
lugar donde aprendí que yo era el malo y no las drogas
dolor que me enseñó a ser nadie antes que nada
nunca primero que a veces
monte antes de cordillera
a treinta grados ya hace un tiempo de nevar terrible
los días tienen blues de castañuelas
y nadie va a salvarme si no cambian el bolero
ya no sé si tu boca era un cuarto creciente
o eran labios de la noche los que iluminaban
no es un pánico a morir del frío que pudiera ser tu ausencia
entre los árboles enfermos de mi libertad
tengo a mano el retrato de tu vientre y con él el orgasmo
el alma
plenitud de la existencia
basta con saber que no hemos muerto para hacerse marinero
sin barcos ni rumores de ensenada
sólo me aterra el valor de una duda que se empina por el mástil
cuando paren de cantar las nieves
cuántos sueños irán tras la avalancha

31
Tarot

La cordura solamente sirve para decidir,


cuando hace falta lanzarse a la locura.
RAMÓN LLULL

No hizo falta la duda ni una media palabra


para amar lo imposible y quedarme sin diez.
Nunca fueron los años el remedio del trece,
cada sueño fue el uno entre Dios y el final;
sombras que aneblinan los cristales dibujaron la ternura.
Comodín de la suerte gitana perpetua,
el diluvio que guarda las calles del quince,
un abril sin catorce y cerrarte los ojos,
cada miedo de nadie, tus ganas y el mundo en pedazos de fuego.
Dicen que el amor no tiene gris cuando mira desde el alma,
yo padezco de un odio invidente y no puedo juzgarlo.
Yo fui lunes sin luna, martirio de martes,
no me llenes de miércoles la primavera;
si no llego hasta el sol,
me confieso culpable de espíritu anarquista
sin ocho por cinco entre flores más viernes del cincuenta y cuatro.
Fuimos por el borde que no cuenta los abrazos que cayeron,
da lo mismo si el jueves nació tu domingo
o los sábados pasan desnudos por mí;
pobrecita tristeza que le sudan las manos
cuando espera aquel beso que aún no ha partido.
Animal de tu siete,
argonauta,
moneda.
¡Cómo pesan las noches que no amanecieron!
Soledad veintiséis,
los enigmas y el árbol que ayuna en la noria por dos corazones.
¿Cómo?
¿Cuáles?
Ellos doce mundo dieciocho

32
¿Qué hace falta morir en las hojas para ser el veintiuno cada siempre en tu
ventana?
¿suplicar que hasta el cielo no se llega volando
o el mejor paraíso viaja dentro de ti?

33
XXI

por qué será que los parques no acostumbran a olvidar


que sentado en ese banco me negué tres veces
y hasta dije lo indecible para ver si me crucificabas
sin ser jesús
ni profecía en las verdades de mateo
por qué será que marcos nunca habla de nosotros
y luego viene lucas a pedir confianza
tenía que cumplirse lo que estaba escrito
por qué juan terminó en el XXI
y no esperó por ti
mujer
heroína solitaria contra muchas soledades
evangelio quinto de mi séptimo milagro
no podríamos echarle en cara como matan nuestro siglo entonces
y esta voz que ya no grita elí
elí
lamá sabactani
por qué diablos dios ahora oculta el rostro
y tú no dices nada
olvidas que he sentido el hambre de cuarenta noches
en un sitio más lejano que el mismísimo calvario
donde los panes se parecen a las piedras
y los peces no aprendieron a sumar
ignoras que mañana seré un muerto doblemente enfermo
esa sombra moribunda que a fuerza de los palos
obligarán a vomitar el vino amargo
ese que no podrá echar sangre jamás
ni tampoco agua
mientras tú le faltes
pero si vienes amor
a qué pongo a caminar al paralítico
a qué doy la luz al ciego y sano diez leprosos
a qué enseño a cantar al sordomudo la balada de tu sexo
poco importa que pedro me reniegue

34
y judas quiera hacerse el iscariote
ya me han puesto la corona de espina
me escupieron sin ser cristo
tasaron mi cuerpo por menos de treinta monedas
y aún así
ya juré por lo que no se jura al padre
si tú regresas
destruyo el templo y lo levanto antes que cante el gallo

35
Primera invocación al Dios Poeta

Me contaron qué uniforme llevaría el estudiante de la guerra.


Me dijeron cuáles árboles no fueron elegidos para el fin,
de qué raza fue el caballo,
cuáles armas debió usar,
cuántos libros por semana y otras deudas que a la suerte se le olvidan;
de qué lado van los buenos sin poder y las mujeres con dolor
posando para las televisoras.
Me contaron, de los periódicos y el Comunismo,
muchas cosas;
pero nunca me dijeron que los sueños una noche se levantan,
sonámbulos o medio locos,
huyendo de esos paparazzi que no buscan lo que encuentran,
pero tienen quien escuche su discurso.
Siempre hay un pueblo que agita la puesta del Sol —y aquí no hay paranoia, les
advierto, ni de la sangre que ya no venden—,
porque vale más de un Cristo convertirse en blanco.
No me dijeron
cómo se escribe el silencio,
pero me hablaron de otros enigmas
y me contaron de los colores,
siete,
siempre me hablaron del siete;
lo que pasa es que nunca entendí,
por qué diablos te negaron el suicidio.

36
Del lado que no estoy

Fuimos una gran mentira, mañana no seremos. Fruta hasta más no podrir al
sur de una leyenda; poco menos el polvo que se nos escapa hacia el antro
perdido entre la desmemoria. Almas que envilecen en la hoguera de la
pesadumbre, después de tanto andar sobre el alambre trágico; sin ese azul de
púas que ahora alumbra el pie descalzo para que crucemos.
Ay del chivatismo subconsciente y los canales que subyugan el criterio. Todo
cambia a razón de quienes no callaron esa noche en que el miedo nos pisó la
lengua, se comió el idioma, nos dejó sin padres y tan muertos como el mar
que ya no quiso al pez; y se cansó del Río por herir a la esperanza. Himno de
los peces más humanos.
No arrullo de palomas si planean en la cárcel si gorriones no sacuden la
tristeza entre los charcos, el cielo no es perfecto sin el arco iris y al mundo se
le antoja que con él tampoco.
Sombra que fui ya no soy ni seré bajo el ánima sola de la madrugada, si hubo
luz en mis ojos no la apaga el poder; mucho menos un imperio de esclavitos
sociales o carneros a la carta.
Los pueblos sólo roban lo que estafan sus políticos. El cáncer de la historia,
no se cura con milagros.

37
Moalakat

Más allá de los ojos vendados y el conjuro de la sangre en la nariz;


el agua siempre vuelve a una verdad que existe.
Puede que arroje el espanto en las arenas de tu maldición,
insípidas ternuras de una jerga escatológica,
simétrica, rotunda hasta el aliño. Mas no a erigir estatuas que sepulten el
insomnio en el vacío.
Demás está el ocaso si la noche contonea otra alborada
y despiertan los faroles que anudaron la memoria, trágicos lingotes de esa hiel
que acrisola la melancolía.
Ciudad de albures y espejuelo sordo, contigo el tiempo fue un ladrón de
catacumbas
y ahora es túnel la gloria donde crecen los espíritus.
El pozo,
mitad sombra y fakir del nirvana.

38
Grafomanía
Al poeta Valverde Fidel

Escribir no es correr sino caminar,


bien d e s p a c i o
a un ritmo que permita descubrir el vuelo eterno.
Amar es estar libre de todas las cadenas.
La muerte es un ayuno de palabras. Silencio intempestivo: la flor ninguna flor
cuando el ilusionista, cambia el orden de los pétalos por otro lunes.
Dios es el perfecto ilusionista. Toda piedra ante sus ojos fue montaña, toda
Biblia pudo ser Babel o un horizonte, todo árbol fue ninguno aquella tarde en
que el diluvio silenciara el arca, por ser tan aburridos los domingos.
Todo tiempo normal es aburrido, por eso las novelas en la página 90 escupen
fuego, un somnífero tirano que le apaga la sombra a tu vida. Todas las
palabras provienen del silencio. Y sólo vuelven a este, una vez que se destruye
su categoría simbólica.
Poesía es redención o paz contigo mismo. ADN de todas las lenguas.
Un poema es un orgasmo.
Un poema es un orgasmo y punto.
Un poema es un orgasmo y basta.
Un poema es todo o nada.
Dos o tres milagros jugándose el dinero de todos los idiomas. Una cruz mal
escrita en la boca del sol.
¡Silencio!
El pueblo está durmiendo un exilio del ser hacia la reflexión.
Un índice sobre tu diario no prohíbe que soñemos.
Teatro.
Silencio es una no violencia oral,
es un método de lucha para conseguir, aquella independencia que olvidamos.
A veces el recuerdo de una patria nueva. A veces el olvido que disfraza de
extranjero la estrofa antepenúltima de tu canción de amor.
Todo lo bueno queda al más allá. La avaricia a dos pasos de ti. La mentira es
más densa que el aire,
y no puede con la primavera.
No permitas que la voz del escribano se convierta en el verdugo de la fe
testimoniante.

39
Un ensayo es parir al revés. Un ensayo es venirse hasta siempre.
Todo cuento es un rompecabezas.
No te rompas el alma al final.

40
pinar del río city (4:39´)

a veces odié tanto mi ciudad


y no le puse bombas porque era muy pobre
ahora que soy menos entre nadie
apenas tengo fuerzas para aborrecer
los días que anochecen sin ternura
el hambre de los tontos y estas ganas de reír por cualquier lágrima
aquello que le faltan a tus calles
palabras cuesta bajo y sin razón
subiéndole el volumen a tu rumba de fracasos
por alguien que no ha vuelto a este confín
welcome to pinar del río city
reza el coro y las cazuelas gritan patria venceremos
o muerte en la batalla de algún pollo que se negó a caer
aquí los soñadores tienen barra abierta
lo malo es que ser bueno puede resultar peor
mañana es otro día igual a todos porque el hoy es consecuente
hagamos una rueda y danzaremos la pobreza hasta el final
los ricos con sus manos ricas
los pobres con las ganas amputadas
mi barrio ya no es dulce pero exporta azúcar
el ron que no bebimos pudo hacer feliz
welcome benvenuto bienvenue
ahora que se hermanan las ciudades
la mía busca un novio para no morirse sola
un príncipe que acepte su folclor
edén sin jazz café ni piano bar donde olvidarse
recóndito de los adolecidos
potrero donde pastan tus adolescentes
el mito de una vieja concretera
welcome benvenuto bienvenue
maldita bendecida muchas veces
si ya te acostumbraste a zapatear descalza
por qué sigues llorando algún te espero
welcome to pinar del río city

41
amigos que no temen a la muerte
aquí la vida siempre fue un milagro
tan difícil
como renacer

42
Clepsidras

Toda forma de belleza es un puñal que te aproxima al miedo.


Árboles que no amilanan al amor que trota en su raíz,
flor de mundo, amanecer: tu primavera.
Olas de carne y hueso. Peces del Mar sin nombre
bajo una misma alfombra, en este mismo barco; en el azul perdido entre los
matorrales y la libertad.
Por este sueño
casi renuncio a morir,
A pesar de que duermas al borde de lo más oscuro que hay después.
Juro que vuelan
nubes del alma y corazones por las venas.
Mujer de a veces cuando te sufro, virgen y examinada.
Muy señora de todos los pobres que maldicen el donaire como yo.
Cada vez que te creo,
da lo mismo puta o meretriz,
por el oro que importa este aleluya de chiflado.

43
Anaqueles del cielo

Fueron momias y corrían en el parque tras los cinco balazos que encendieron a
Dios.
El ojo de la noche era un banquete prohibido, para suerte de bufones y
rameras.
El absurdo colgado en el viento parecía más lógico de lo normal,
Cayó el ángel, los años y otras cortinas.
Juraban por la santa comunión de los burdeles contra el tedio.
El fin del humo. La gran permuta.
Todas las glorias al Rey.
Sólo el canto fue cruz del azar sin monedas. El azúcar de fuego, aquelarre y
barajas por vivir.
Vuelven a un paso cobarde para los verdugos,
giran por el ruido hasta el desmayo que no se detiene ante la tempestad.
Ángeles guardianes que te abrazan las caderas con locura.
Adiós al juego. Símbolo, misterio, frenesí. Locos detrás de la nada con lágrimas
inertes y pasquines invisibles.
Huyen, danzan y celebran sobre el muro del convento.
Casi en horda
la utopía levitando,
duerme pasajera o frágil, sumergida y anárquica.
Alud sin dueño,
paradoja entre campanas que se mecen en el aire.

44
El regreso

El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera
A. MACHADO

Prefiero ser borracho que aplaudido,


en paz descansa el odio en un cartel;
la mano del fantasma dejó herido
al último paciente del motel.

Los hábiles se fueron al cumplido


tras el amor que llueve en el mantel,
no hay páginas que salven al bandido
si no compro la nube en un batel.

La muerte es una cama por instinto


y las heridas un vuelo nupcial,
mi sombra partirá hacia el laberinto

en busca de la nada vivencial.


Prefiero que me olviden por distinto,
el sueño de volver a lo espacial.

45
canción para una novia que no espera serenatas pero sí el amor (4:28´)
las cosas que nunca tuve
son tan sencillas como irlas a buscar
P.Milanés

ya no son los tiempos de esperar tras la ventana como cambian de color los
horizontes
ya no son las nubes que tropiezan con la piedra misma
quienes van al mismo corazón de tus balcones
un dos tres balcones
1 2 3 cojones
y otra puede ser la lluvia que tal vez nos deje
tiritantes de angustia y sin motivos para el juego
reglas del pantano muerto
así te arrojo musa
casi cuando el sol me devolvía nuevas
y todos los fantasmas de la aurora comenzaban a temblar sobre tu pintalabios
pidiéndole clemencia a los verdugos que vinieron por mi alma
ya te puedes viajar sin pasaporte al cosmos Soledad
ya te doy la razón de tu causa machista y quimera
di que todas las novias son tuyas
no me importa
di también que mi fe no te alcanza al tobillo ni mierda
ella puede que sueñe con alguien mientras el insomnio me cubre de frío
y hasta puede morir junto al otro cuando es el corazón quien acompaña a
nadie
di que rimo al derecho peor cuando nada es posible
y que todas las cosas no suenan iguales aunque traten de imitarse
tan fatales
tan pobrecitas de azul
cuando el mar agoniza sin novia y los peces ya no hablan de suerte
nadie entenderá por qué mi amor es tuyo y menos hoy mujer
pero te necesito
tanto como juraría si pudiera usted creerme que tan nuestro es el amor
aunque esta vez me sepa a nada
si acaso no me encuentras en las cartas que te escribo

46
fue porque salí a buscarte

Maikel Iglesias Rodríguez (poeta cubano, 1980)

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