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CAPÍTULO 3

SISTEMAS NUMÉRICOS

Ya en el capítulo anterior trabajamos con números como objetos de los con-


juntos. En este capítulo queremos que esos números comiencen a jugar un
papel más dinámico cuando se definan algunas formas en las que ellos pueden
interactuar, estamos hablando de las operaciones entre números.
Una vez definidas las operaciones, veremos las propiedades que pueden cum-
plir o no esas operaciones en distintos conjuntos de números. Es así como
ahora nos interesaremos no solo en un conjunto de números, sino en las
operaciones allí definidas y aún más, en las propiedades que cumplen esas
operaciones en el conjunto dado.
En resumen, ahora nos interesa “el sistema” formado por un conjunto numé-
rico, las operaciones entre sus elementos y las propiedades de esas operaciones
en ese conjunto (estructura).
Nuestro recorrido va a ser muy parecido (pero espero que mucho más cons-
ciente y profundo) al que el lector hizo en su escuela primaria y secundaria.

3.1. Los números naturales

Recurro aquí a su memoria de largo plazo para que evoque su tierna infancia
y piense en el primer conjunto numérico que conoció y la primera operación

1
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entre sus elementos.


Estamos hablando de los números naturales y la suma.
Seguramente allí sus números naturales eran {1, 2, 3, 4, 5, ...}
Pero, recurriendo ahora a su memoria a corto plazo, en los ejercicios 2.1
definimos el conjunto de los naturales así: N = {0, 1, 2, 3, 4, 5, ...}
Entonces, ¿con cuál de las dos definiciones nos quedamos?
La verdad es que en los libros de matemáticas básicas no hay unanimidad en
este aspecto, así que a tener cuidado y en cada libro que consulte cerciórese
cuál es la escogencia.
Para nosotros, seguirá vigente durante todo el texto que el cero es un natural,
lo que desde el punto de vista que nos ocupa en este capítulo, la estructura,
es importante.

3.1.1. Suma de naturales y sus propiedades

En cuanto a la operación de suma (o adición) entre dos números naturales,


cuyo signo es +, en este momento ya ha sido ampliamente trabajada por el
lector y hasta ha usado (puede que inconscientemente) sus propiedades.
Enumeremos esas propiedades:
1. La suma es una operación cerrada en N.
Esto quiere decir que siempre que se sumen dos naturales el resultado es otro
natural.
Formalmente:
Para todo a, b ∈ N, a + b ∈ N.
Algunos llaman a esta propiedad la propiedad clausurativa.
¿Conoce alguna operación entre naturales que no sea cerrada?
En sus recuerdos de la escuela primaria puede encontrarla.
2. La suma de naturales es conmutativa.
Es decir, no importa el orden en que se sumen los naturales el resultado es
el mismo.
Formalmente escribimos:
Para todo a, b ∈ N, a + b = b + a.
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Esta propiedad, aunque nos parezca obvio que deba cumplirse en cualquier
contexto, no es así.
¿Recuerda alguna operación entre naturales que no sea conmutativa?
Aún más, ¿recuerda algún proceso de la vida diaria que no sea conmutativo?
¿una situación donde importe el orden en que se haga este proceso? Espero
que ya tenga muchísimos ejemplos en mente. Piense por ejemplo en el proceso
de vestirse... Inadecuado conmutar la postura de las medias y los zapatos,
¿verdad?
3. La suma de naturales es asociativa.
Como solo nos enseñan en principio a sumar dos naturales, cuando debe-
mos sumar tres podríamos por ejemplo sumar los dos primeros y como su
resultado es otro natural, a ese sumarle el tercero. Pero también podríamos
dejar momentáneamente quieto el primero y sumar el segundo con el tercero
y luego sumarle al primero ese resultado.
La propiedad asociativa nos garantiza que los dos caminos tomados producen
el mismo resultado.
Formalmente:
Para todo a, b y c ∈ N, a + (b + c) = (a + b) + c.
De nuevo, hay operaciones entre naturales que no son asociativas, busque
una.
Ejemplo 3.1
En el diario vivir tampoco es que sea tan común la asociatividad. Si usted ha
cocinado, sabe perfectamente que en una receta la mezcla de ingredientes no
es algo asociativo. Si no cocina, mire por ejemplo la siguiente receta simple
que puede encontrar en www.recetasfaciles.com.co
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Muffins de manzana, avena y leche condensada


Ingredientes:
1 taza de avena en hojuelas, 1 pizca de bicarbonato de soda,
1
1 pizca de sal, 1 pizca de canela, 2 huevos, 4
de taza
1 1
de azúcar morena, 2
taza de aceite vegetal, 2
lata grande de leche condensada,
2 manzanas peladas y ralladas
Preparación
1. Engrasa y enharina un molde para muffins. Precalienta el horno a 180 o C/ 350o F.
2. En un tazón mezcla todos los secos de la masa con un tenedor: la avena, harina,
polvo para hornear, bicarbonato, sal y canela.
3. En otro tazón mezcla los huevos con el azúcar y agrega el aceite vegetal en hilo,
agrega la leche condensada y mezcla.
4. Combina los secos con lo líquido, ralla las manzanas encima y mezcla bien.
3
5. Pon en los moldes hasta 4
de su capacidad y lleva al horno de 15 a 18 minutos,
hasta que crezcan y doren.

Si miramos los pasos 2 y 3 de la receta notamos que es explícita la forma en


que debemos asociar los ingredientes, los secos por una parte y los líquidos
por otra; si los mezclamos de otra manera echaríamos a perder los deliciosos
muffins.
Atención, esta receta no solo la utilizaremos para ilustrar la no asociati-
vidad en la mezcla de los ingredientes, también hay más matemáticas que
usaremos en temas posteriores: por ejemplo la relación entre las dos esca-
las de grados que aparecen en el paso 1, la cantidad de moldes a utilizar
de acuerdo con su tamaño y capacidad o, la proporción de los ingredientes
si se necesita hacer una mayor o menor cantidad de mouffins de los que la
receta proporciona. No sabemos si algún día se gane la vida, o aumente sus
ingresos, haciendo muffins o quizás participando en Master Chef... “En todas
partes hay matemáticas”.
Volvamos a nuestro tema: las propiedades de la suma de naturales:
4. La suma de naturales es modulativa.
Esta propiedad nos dice que en los naturales hay un módulo o elemento
neutro (cero) que al sumarlo con cualquier otro natural no lo afecta, es decir
que el resultado es el natural con el que se operó.
Formalmente:
Existe 0 ∈ N tal que para todo a ∈ N, se tiene a + 0 = 0 + a = a.
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Note que aunque aquí sobra recalcar que tanto a + 0 como 0 + a son iguales
a a, pues + es conmutativa en N, en otras operaciones no conmutativas hay
que verificar ambas igualdades para asegurar la existencia del módulo.
Con la frase anterior creo que le ayudé a que encuentre una operación cono-
cida que no sea modulativa.

3.1.2. Diferencia de naturales y sus defectos

En este punto espero coincidir con la operación que el lector ha encontrado


como ejemplo de una operación que no es cerrada en N, no es conmutativa,
no es asociativa, y no es modulativa: la resta o diferencia.
Decimos entonces que la resta es un contraejemplo para cada una de las
propiedades. También existen otras operaciones conocidas que no cumplen
con algunas de estas propiedades.
Insistimos en la importancia de hacer este ejercicio de búsqueda “de los que
no cumplen” porque no se puede apreciar la bondad de una propiedad hasta
que se conocen los defectos donde hay carencia de ella.
Resumamos los “defectos” de la resta de naturales:
1. No es cerrada, por ejemplo, 5 − 8 ∈
/ N.
2. No es conmutativa, 12 − 7 6= 7 − 12.
3. No es asociativa, (12 − 6) − 2 6= 12 − (6 − 2) realice las operaciones como
lo indican los paréntesis y llegará a la izquierda al resultado 4 y a la derecha
al resultado 8.
4. No es modulativa, el único candidato plausible de ser módulo sería 0 pues
a − 0 = a cualquiera sea a natural, pero 0 − a 6= a si a es un natural distinto
de cero.
Pronto veremos que los defectos y las carencias también pueden ser vistos
como algo positivo pues obligan a “crecer” e “inventar” nuevos mundos donde
se arreglen esos defectos.
Por ahora veamos una segunda operación definida en los naturales que tiene
buenas propiedades.
Espero que esté pensando en la multiplicación o producto.

3.1.3. Producto de naturales y sus propiedades


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Aquí seré mucho más lacónica, pues el lector ya ha usado esas propiedades
y su enunciado puede hacerse cambiando en las propiedades de la suma la
palabra suma por producto, el signo + por × y el 0 por 1.
Veamos:
5. El producto es una operación cerrada en N.
Para todo a, b ∈ N, a × b ∈ N.
6. El producto de naturales es conmutativo.
Para todo a, b ∈ N, a × b = b × a.
7. El producto de naturales es asociativo.
Para todo a, b, c ∈ N, a × (b × c) = (a × b) × c.
8. El producto de naturales es modulativo.
Existe 1 ∈ N tal que para todo a ∈ N, se tiene a × 1 = 1 × a = a.
En la escuela primaria se define el producto de naturales como “una suma
abreviada” donde todos los sumandos son iguales; pues si a y b son dos
naturales a × b se puede ver como la suma a + a + ... + a donde la cantidad
de sumandos es b, o como b + b + ... + b donde la cantidad de sumandos es a.
En forma similar se define la potenciación como “una multiplicación abre-
viada” donde todos los factores son iguales.

3.1.4. Potenciación en los naturales y sus propiedades

Recordemos: Dado un número natural a, al producto a × a lo notamos a2


(llamado a al cuadrado), al producto a × a × a lo notamos a3 (llamado a
al cubo) y en general al producto a × a × a × ... × a, n veces, lo notamos
an y lo nombramos a elevado a la potencia n. Para ser consistentes con la
definición, para cualquier natural a, a1 = a.
En la expresión an , a se llama la base y n el exponente.
Las propiedades de la potenciación en naturales (donde la base y el exponente
son naturales) se deducen de las propiedades del producto y son:
Para todo a, b, n y m naturales se cumple:
1. an × am = an+m
2. (an )m = an×m
3. (a × b)n = an × bn
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Ejercicio 3.1
Muestre que las propiedades 1 a 3 de la potenciación son ciertas. Recuerde
las propiedades del producto y la definición de potenciación y todo fluirá.
Ayuda para 2: (an )m = (an ) × (an ) × ... (an ) ¿cuántas veces?
Ayuda para 3: El producto de naturales es conmutativo.
La otra operación que trabajó en su escuela primaria fue la división.

3.1.5. División de naturales y sus defectos

En los números naturales esta operación tiene tantos defectos como la resta.
No es cerrada 4 ÷ 8 ∈
/ N.
No es conmutativa 20 ÷ 5 6= 5 ÷ 20 (note que 20 ÷ 5 = 4 y 5 ÷ 20 ni siquiera
es un natural).
No es asociativa (1000 ÷ 100) ÷ 5 6= 1000 ÷ (100 ÷ 5), a la izquierda nos da
2 y a la derecha 50.
Y ni pensar en un módulo o neutro para la división pues el único candidato
sería 1 ya que a ÷ 1 = a para cualquier natural a, pero claramente 1 ÷ a no
es igual a a si a es cualquier natural distinto de 1.
Sin embargo, a pesar de tantos defectos, en los casos donde la división entre
dos naturales da como resultado un natural, se puede ver esta operación
como un proceso “inverso” a la multiplicación, visión que da origen a la muy
útil e importante noción de divisor.
Veamos:

8 × 5 = 40
40 ÷ 5 = 8
40 ÷ 8 = 5

40 dividido entre 5 da 8 es equivalente a decir que 8 por 5 es igual a 40.


40 dividido entre 8 da 5 es equivalente a decir que 5 por 8 es igual a 40.
Miremos cómo generalizar lo que acabamos de observar en un caso particular

a dividido entre b es igual a c significa que b × c = a


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¿Recuerda cómo hacía la prueba de que la división estaba bien hecha? Multi-
plicaba el resultado por el divisor y debía obtener el dividendo. Claro, cuando
la división era exacta (sin residuo).

3.1.6. El concepto de divisibilidad en los naturales

En nuestro ejemplo decimos que “40 es divisible por 8” y que “40 es divisible
por 5”, generalizando tenemos:

Definición: Dados dos naturales a y b, decimos que a es divisible por b si


existe un natural c tal que b × c = a. (Observe que no usé la división sino la
multiplicación en la definición).
Cuando a es divisible por b también decimos que b divide a a, que b es un
divisor de a, b es un factor de a y que a es un múltiplo de b.
¡Cuidado! En el párrafo anterior hay muchas definiciones juntas. Revisemos
si quedaron claras.

Ejemplos 3.2
4 es divisor de 40 porque existe el natural 10 tal que 4 × 10 = 40.
Los otros divisores de 40 son 2, 5, 8, 10, 20 y, los que casi siempre se olvidan,
1 y 40.
También tenemos que 4 divide a 40; 4 es factor de 40; 40 es múltiplo de 4;
40 es divisible por 4; 2 divide a 40; 2 es factor de 40; 40 es múltiplo de 2; 40
es divisible por 2; etc.

Ejercicios 3.2
1. Llene la siguiente tabla con todos los divisores de los naturales dados y
el número de divisores de cada uno.

natural divisores cantidad natural divisores cantidad


1 9
2 10 1, 2, 5, 10 4
3 11
4 39
5 60
6 77
7 153
8 0
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2. Ahora observe cuidadosamente su tabla y conteste las siguientes preguntas:


¿Qué número tiene la menor cantidad de divisores?
¿Hay números que tienen exactamente dos divisores? ¿Cuáles son? ¿Sabe
cómo se llaman?
¿Hay algún número que tenga más de 10 divisores?
¿En algún caso no le cabe la lista de divisores en el espacio dado?
¿Qué número tiene la mayor cantidad de divisores? ¿Cuántos divisores tiene?
Si hizo bien el ejercicio, siguiendo rigurosamente la definición de divisor,
debió encontrar cinco números con dos divisores, un número con un solo di-
visor, dos números con tres divisores, cinco números con cuatro divisores, un
número con seis divisores, un número con doce divisores y...¡Oh sorpresa! ¡un
número con infinitos divisores! Sí, el 0 es muy especial pues todo natural es
divisor de 0 y como hay infinitos naturales, tiene infinitos divisores. Probé-
moslo. Basta revisar la definición: un natural a es divisor de 0 si existe un
natural b tal que a × b = 0. Simplemente tome b = 0 y listo, a × 0 = 0, así
a resulta divisor de 0. Note que 0 es divisor de 0, y esto no quiere decir que
estemos dividiendo por 0.

3.1.7. Números primos

Volvamos a aquellos que en su lista de divisores solo estaban ellos mismos y


el 1, como el 7 por ejemplo. Seguramente usted recuerda esta “definición”:
“Un número natural es primo si es divisible solamente por sí mismo y por 1”.
Si es esa la definición que recuerda, le tengo una pregunta: ¿1 es primo?
Si aceptamos la definición anterior, 1 es primo, el problema es que sabemos
que la lista de primos comienza por 2, 3, 5, 7, 11, ...
¿y entonces? O 1 es primo o la definición no es correcta.
Vamos por la segunda opción. Nos toca entonces “arreglar” la definición.

Definición: Un número natural se llama primo si tiene exactamente dos


divisores, él y 1.
Ahora sí logramos que 1 no sea primo pues él solo tiene un divisor que es él
mismo y coincidentemente es 1.
Los números primos son como los “átomos” de los números naturales, es decir,
son como los componentes primarios de todo número natural; me explico:
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Salvo el 1 y el 0 (que ya sabemos que son bastante especiales) todo número


natural o es primo o se puede expresar de manera única como producto de
primos o potencias de primos.
¡OJO! Esta afirmación es tan importante en el mundo de los números que
recibe el nombre de

TEOREMA FUNDAMENTAL DE LA ARITMÉTICA

¿Aprendió en su escuela o colegio la descomposición en factores primos?


Veamos algunos ejemplos:

Ejemplos 3.3
6=2×3 40 = 2 × 2 × 2 × 5 153 = 3 × 3 × 17
Como en los dos últimos casos hay un primo que se repite podemos usar la
notación de potencias para resumir estas repeticiones
40 = 23 × 5 y 153 = 32 × 17.
Si conoce algún método para la descomposición y lo sabe usar, continúe
haciéndolo y salte el siguiente párrafo. Si no lo conoce o no lo recuerda, lea
el siguiente párrafo y sus ejemplos.
El método que se usaba en mi época de estudiante para hacer la descompo-
sición consistía en escribir el número, trazar una raya vertical a la derecha y
mirar sus posibles factores primos comenzando por el más pequeño, el 2.
Saber si 2 es factor de un número es muy fácil: si es par es divisible por 2,
esto es, si termina en 0,2,4,6 u 8.
En caso de ser divisible por 2 “sacábamos la mitad”, es decir, poníamos 2 al
lado derecho de la raya y en el siguiente renglón a la izquierda escribíamos
lo que resultaba de dividir por 2 el número original, mirábamos si el nuevo
número era divisible por 2 y si lo era repetíamos el proceso.
Si no era divisible por 2 revisábamos si era divisible por 3 (si la suma de
sus cifras era un múltiplo de 3, ¿siempre se ha preguntado si esto es magia
o dogma de fe? No, con un poco más de conocimientos matemáticos podrá
probar y ver por qué es cierto), si era divisible por 3, colocábamos 3 a la
derecha de la raya y a la izquierda el resultado de dividir el nuevo número
entre 3, así se continuaba con los demás primos hasta obtener a la izquierda
1 y a la derecha de la raya quedaba la lista de los divisores primos.
Veamos dos ejemplos:
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Ejemplos 3.4

120 2 153 3
60 2 51 3
30 2 17 17
15 3 1
5 5
1
120 = 23 × 3 × 5 153 = 32 × 17

En el párrafo anterior le hice una trampa, lo tengo que confesar: hablé del
primo más pequeño y realmente nunca hemos dicho en los naturales qué
significa ser más grande o más pequeño. Para poder hablar de esto hay que
tener un orden en los naturales. Desde luego que todos sabemos que 1 es
más pequeño que 2 y 2 a su vez es más pequeño que 3, etc.
Olvidémonos momentáneamente de la descomposición en factores primos
para arreglar lo del orden.

3.1.8. Orden en los naturales

Definición: Dados dos naturales m y n decimos que m es menor que n si


existe algún natural k 6= 0 tal que m + k = n. Se nota m < n.
m < n es equivalente a que n es mayor que m, lo que se nota n > m.

Ejemplos 3.5
0 < 1 porque existe el natural 1 tal que 0 + 1 = 1
2 < 5 porque existe el natural 3 tal que 2 + 3 = 5
87 < 122 porque existe el natural 35 tal que 87 + 35 = 122
Aquí recuerdo algo que con mucha frecuencia dicen los estudiantes:
Profe, ¿cuál es el signo de mayor y cuál de menor? Es que a mí siempre se
me confunden.
A lo que les respondo con un “truquito” para que ya no haya confusiones:
El número más pequeño debe ir siempre al lado de la parte más estrecha y
pequeña del signo y el número más grande en la parte ancha o grande del
signo. Así, si tiene que poner un signo en la mitad de 2 y 9 la parte estrecha
estará al lado de 2 y la ancha al lado de 9 es decir 2 < 9 y usted sabe que
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2 es menor que 9. Pero si tiene que poner un signo en la mitad de 23 y 5


pondrá la parte ancha cerca de 23 y la angosta cerca de 5 y quedará 23 > 5
que se lee 23 mayor que 5.
Si al comparar dos naturales queremos dejar abierta la posibilidad de que
sean iguales entonces decimos que m es menor o igual a n, lo que se nota
m ≤ n. O que t es mayor o igual a s lo que notamos t ≥ s.

Ejemplos 3.6
12 ≤ 14 12 ≤ 8 + 4 15 ≥ 4 15 ≥ 18 − 3
Los naturales nos quedan entonces totalmente ordenados así:

0 ≤ 1 ≤ 2 ≤ 3 ≤ 4 ≤ 5 ≤ 6...

Volvamos ahora a la descomposición en factores primos: dijimos que los nú-


meros primos eran los “componentes primarios” de todo natural mayor o igual
a 2. Supongamos que tenemos dos o más números naturales y queremos ver
qué tanto tienen en común en el sentido de esos “componentes primarios”.
Tomemos por ejemplo 14 y 24, vemos que ambos tienen a 2 como divisor
primo, pero 14 solo lo tiene una vez y tiene a 7 como su otro divisor primo,
en tanto que, 24 tiene a 2 como divisor 3 veces (23 ) y a 3 como su otro
divisor primo. En resumen, lo único común a los dos en su descomposición
en factores primos es 2.
¿Podemos con la experiencia de este sencillo ejemplo lanzarnos a buscar qué
tienen en común (en cuanto a sus divisores primos) los números 120 y 252?
Ensayemos: 120 = 23 × 3 × 5 y 252 = 22 × 32 × 7 luego los factores primos
que tienen en común son 2 y 3, pero notemos que también son factores de
ambos o divisores comunes 1, 4 = 22 , 6 = 2 × 3 y 22 × 3 = 12 y ningún
otro natural puede ser divisor de ambos. Hagamos una lista ordenada de los
divisores comunes de 120 y 252

1 ≤ 2 ≤ 3 ≤ 4 ≤ 6 ≤ 12

El más grande de ellos (en este caso el 12) merece destacarse pues nos muestra
lo máximo que podemos encontrar en común entre nuestros dos números.
Démosle un nombre acorde con su importancia y desarrollemos un método
para encontrarlo cuando tengamos dos o más números naturales.
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3.1.9. Máximo común divisor

Definición: Dados dos naturales a y b definimos el máximo común divi-


sor de a y b como el mayor de los naturales que sea divisor tanto de a como
de b. Se nota m.c.d.(a, b).

Ejemplos 3.7
m.c.d.(10, 14) = 2 m.c.d.(3, 4) = 1 m.c.d.(12, 6) = 6
m.c.d.(12, 17) = 1 m.c.d.(120, 252) = 12
De forma análoga podemos definir para n números naturales a1 , a2 , ... y an
su máximo común divisor como el mayor de los naturales que sea a la vez
divisor de todos los números a1 , a2 , ... y an . Se notará m.c.d.(a1 , a2 , ..., an ).

Ejemplos 3.8
m.c.d.(4, 10, 14) = 2 m.c.d.(3, 10, 12) = 1
Ahora sí, lo que esperan muchos lectores: “la receta” o “la fórmula” para
encontrar ese máximo común divisor,... pero antes, un poco de análisis de la
situación para que esa “receta” tenga sentido y sea fácil de recordar.
Una manera para encontrar todos los divisores de un número es comenzar por
1 que siempre será divisor de todo natural, después hacer su descomposición
en factores primos, y encontrar todos los posibles productos entre ellos y las
potencias de ellos que aparecen en la descomposición.

Ejemplos 3.9
Para encontrar la lista de divisores de 168 = 23 × 3 × 7 listamos: 1, 2, 3,
7, hasta aquí tenemos el 1 y los factores primos, luego las potencias de los
primos 22 = 4, 23 = 8, y por último los posibles productos entre los primos
y sus potencias 2 × 3 = 6, 22 × 3 = 12, 23 × 3 = 24, 2 × 7 = 14, 22 × 7 = 28,
23 × 7 = 56, 3 × 7 = 21, 2 × 3 × 7 = 42, 22 × 3 × 7 = 84, 23 × 3 × 7 = 168.
Ahora la lista ordenada de los divisores de 168:

1 < 2 < 3 < 4 < 6 < 7 < 8 < 12 < 14 < 21 < 24 < 28 < 42 < 56 < 84 < 168

¿Asustado con la lista tan larga para un número relativamente pequeño? No


hay de qué preocuparse, para buscar el máximo común divisor de dos o más
naturales no será necesario hacer la lista completa de los divisores de cada
uno, veamos:
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Si tenemos dos o más naturales descompuestos podemos mirar qué primos


tienen en común en su descomposición y estos primos serán divisores co-
munes, pero también lo serán las potencias de ellos que estén en todas las
descomposiciones, así que para encontrar lo máximo en común tendremos
que mirar las mayores potencias de primos que aparezcan en todas las des-
composiciones y el producto de todas ellas será un divisor común y de paso
el más grande.

Conclusión:
Dados n naturales a1 , a2 , ... y an , para encontrar m.c.d.(a1 , a2 , ..., an ) des-
componemos cada natural y lo expresamos como producto de potencias de
primos, luego escogemos los primos que estén en todas las descomposiciones
y los elevamos a la menor potencia a la que los encontremos; hacemos el
producto de esas potencias de primos y este número será el máximo común
divisor.

Ejemplos 3.10
1. Encontrar m.c.d.(168, 252)
Ya sabemos que 168 = 23 × 3 × 7 y que 252 = 22 × 32 × 7 luego tomamos los
factores primos comunes con su menor exponente y los multiplicamos. Esto
es, m.c.d.(168, 252) = 22 × 3 × 7 = 84
2. Encontrar m.c.d.(54, 8, 168)
54 = 2 × 33 8 = 23 y 168 = 23 × 3 × 7 luego m.c.d.(54, 8, 168) = 2

Ejercicios 3.3
1. m.c.d.(34, 148) =
2. m.c.d.(17, 384) =
3. m.c.d.(8, 148, 384) =
4. m.c.d.(17, 148, 384) =
5. Llene el espacio en blanco de forma adecuada para que la igualdad sea
cierta. m.c.d.(120, ___) = 20 (Hay una manera muy fácil de hacerlo).
6. Encuentre 10 maneras de llenar el espacio en blanco m.c.d.(120, ___) =
20 ¡Cuidado! en todas ellas compruebe que 20 siga siendo divisor de ambos
números y que además ningún número mayor que 20 sea divisor de los dos.
7.De nuevo llene los espacios en blanco de cuatro maneras diferentes cada uno
m.c.d.(___, ___) = 4; m.c.d.(___, ___) = 3, m.c.d.(___, ___) = 1.
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Si ya logró hacer los ejercicios anteriores seguramente ya domina el concepto


y comprende su esencia.
Hay un caso que merece destacarse: es cuando el máximo común divisor entre
dos naturales es 1. Decimos en este caso que los dos naturales son primos
relativos.

Ejemplos 3.11
2 y 3 son primos relativos 12 y 17 son primos relativos
27 y 16 son primos relativos 16 y 59 son primos relativos

Ejercicios 3.4
Encuentre 6 parejas de primos relativos con números que estén entre 50 y
150. Ayuda: recuerde siempre lo importante que es la descomposición en
factores primos.
Hemos visto qué tienen en común dos o más naturales en cuanto a divisores,
ahora damos la vuelta a nuestra óptica para ver de qué naturales pueden ser
un par de números dados divisores.
Por ejemplo, si escogemos 6 y 10 sabemos inmediatamente que los dos son
divisores de 60 y fácilmente podemos decir que también son divisores de 120
y de 240 y de 2.400 y de 600.000 y claramente añadiendo unos ceros a la
derecha a cada uno de los números anteriores encontramos muchísimos más
números naturales que tienen a 6 y a 10 en su lista de divisores. Aquí no
nos interesaremos por los más grandes, sino todo lo contrario, nos interesa
“el más pequeño” de los naturales que tenga a 6 y a 10 como sus divisores.
¿Sabe cuál es? Sí, es 30. Porque 6 × 5 = 30 y 10 × 3 = 30 y ningún natural
más pequeño que 30 puede ser divisible tanto por 6 como por 10.

3.1.10. Mínimo común múltiplo

Definición: Dados dos naturales a y b, no nulos, definimos el Mínimo


Común Múltiplo de a y b, que notamos M.C.M.(a, b) como el menor entero
positivo que es divisible por a y por b.

Ejemplos 3.12
M.C.M.(4, 14) = 28 M.C.M.(6, 12) = 12 M.C.M.(3, 7) = 21
Aquí también existe un método para calcular el Mínimo Común Múltiplo y
de nuevo recurrimos a la descomposición en factores primos de los números.
16 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Para ser múltiplo de dos naturales a y b un natural debe tener en su descom-


posición a todos los primos que se encuentran en la descomposición de a y los
que se encuentran en la descomposición de b, y además deben estar elevados
a una potencia que sea superior o igual a la que aparece en la descomposición
de a y de b. Pero si queremos que sea el menor de los múltiplos no podemos
exagerar en las potencias a las que elevamos a los primos, es decir, tenemos
que tomar las más pequeñas potencias que nos sirvan; esto es, la máxima
potencia con que aparezca cada primo en a o en b.
Si tenemos más de dos números naturales a quienes les queremos buscar su
Mínimo Común Múltiplo el procedimiento es el mismo solo que debemos
tener en cuenta todos los primos que aparecen en alguno de los naturales.
En resumen, el Mínimo Común Múltiplo de los naturales a1 , a2 , ..., an se
construye haciendo el producto de los factores primos que estén en alguna
de las descomposiciones de a1 , a2 , ... o an y deben estar elevados al mayor
exponente que se encuentre en estas descomposiciones.
Algunos de mis alumnos han memorizado el método con la frase: “Factores
primos comunes y no comunes con su mayor exponente”

Ejemplos 3.13
1. Si buscamos M.C.M.(168, 45), los descomponemos en factores primos y
tenemos M.C.M.(23 × 3 × 7, 32 × 5) = 23 × 32 × 5 × 7 = 2520
Verifiquemos: 168 × 15 = 2520 y 45 × 56 = 2520 luego es múltiplo de los dos
y le dejo como ejercicio ver que ningún número más pequeño que 2520 puede
ser a la vez múltiplo de 168 y de 45.
2. Si buscamos M.C.M.(168, 45, 132), los descomponemos en factores primos
y tenemos M.C.M.(23 ×3×7, 32 ×5, 22 ×3×11) = 23 ×32 ×5×7×11 = 27 720

Ejercicios 3.5
1. M.C.M.(34, 10) =
2. M.C.M.(17, 38) =
3. M.C.M.(8, 9, 6) =
4. M.C.M.(17, 14, 38) =
5. Llene el espacio en blanco de forma adecuada para que la igualdad sea
cierta. M.C.M.(20, ___) = 120 (Hay una manera muy fácil de hacerlo).
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 17

6. Encuentre otra manera de llenar el espacio en blanco M.C.M.(20, ___) =


120 ¡Cuidado! compruebe que 120 siga siendo múltiplo de ambos números y
que además ningún número menor que 120 sea múltiplo de los dos.
En los ejercicios 7 a 9 llene los espacios en blanco de dos maneras diferentes
en cada igualdad
7. M.C.M.(___, ___) = 40, M.C.M.(___, ___) = 40
8. M.C.M.(___, ___) = 33, M.C.M.(___, ___) = 33
9. M.C.M.(___, ___) = 100, M.C.M.(___, ___) = 100
10. En M.C.M.(7, ___) = 80 ¿Puede llenar el espacio en blanco? Explique
su respuesta.
Como hemos visto hasta ahora, basta con la suma y el producto para poder
encontrar cosas interesantes en los naturales. Aún más, hasta este momen-
to solo hemos utilizado las propiedades conmutativa y asociativa de estas
operaciones en los naturales.
Volvamos al tema de las propiedades de la suma y el producto de naturales.
Como recordará llevamos ocho propiedades de la suma y el producto de na-
turales (cada una tiene cuatro propiedades: cerrada, asociativa, conmutativa
y modulativa) pero hay una propiedad que no hemos estudiado y que es
fundamental en muchísimos procesos del álgebra: la propiedad distributiva.
Tiene una gran importancia porque muestra de alguna manera una “buena
convivencia” entre las dos operaciones. Veamos:

3.1.11. Distributividad del producto con respecto a la suma


en N

9. Para todo a, b, c ∈ N, a × (b + c) = (a × b) + (a × c).


Como su nombre lo indica, si miramos la igualdad de izquierda a derecha, lo
que se hace es distribuir entre los dos sumandos el producto por a. Pero si
miramos de derecha a izquierda la igualdad, lo que se nota es que se “recoge a
a como factor común”, o “factoriza” el producto por a que se hallaba en cada
uno de los sumandos. Podríamos entonces llamarla también la propiedad
“recogitiva” o “factorizativa” pero son nombres muy feos.

Ejemplos 3.14
18 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

6 × (4 + 5) = (6 × 4) + (6 × 5)
1. 6×9 = 24 + 30
54 = 54

(9 × 3) + (9 × 7) = 9 × (3 + 7)
2. 27 + 63 = 9 × 10
90 = 90

3.1.12. Inversos

A pesar de ese buen comportamiento de las operaciones suma y producto


hay otra propiedad deseable desde el punto de vista de una buena estructura.
La existencia de inversos. Veamos de qué se trata.
El inverso de un número a con respecto a una operación ∗ es un elemento
del mismo conjunto que “neutraliza” al elemento a, es decir, que operado con
a nos da como resultado el elemento neutro o módulo de la operación.

a∗? = neutro

En un sentido coloquial podemos decir que el inverso de un elemento es


su “media naranja” desde el punto de vista romántico o su mejor amigo o
“parcero” como diría Juanes si no somos tan románticos.
Situémonos en el caso de los naturales y la operación +. Si tomamos por
ejemplo a 3, no existe un número natural que sumado con 3 dé como resultado
0. Desde luego que todos sabemos que ese número debería ser −3 pero él no
existe en el conjunto de los naturales N. Esto hace que necesitemos ampliar
nuestro conjunto numérico para tener mejores propiedades, desde luego que
sin perder lo que ya tenemos.
Aparece aquí el segundo conjunto numérico que debió trabajar en su escuela
primaria.

3.2. Los números enteros

El conjunto de los números enteros es

Z = {..., −3, −2, −1, 0, 1, 2, 3, ...}


MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 19

Hemos añadido a N lo mínimo posible para lograr que todos sus elemen-
tos tengan inverso aditivo (“sumativo” sonaría mal). El conjunto que hemos
agregado {..., −3, −2, −1} es llamado el conjunto de los enteros negativos.
¿Cómo ampliar entonces la suma al nuevo conjunto Z?

3.2.1. Suma de enteros

En principio no se debería alterar la suma de dos naturales, y además se


deben seguir cumpliendo las propiedades asociativa y conmutativa. Pero...
¿cómo sumar un entero negativo con otro? y ¿cómo sumar un entero negativo
con un natural?
Miremos unos cuantos casos particulares.
Para saber qué debe dar la suma (−2) + (−4) vamos a sumarle 2 + 4 y usar
las propiedades asociativa y conmutativa, veamos:

(−2) + (−4) + (2 + 4) = (−2) + 2 + (−4) + 4 por conmutatividad


= ((−2) + 2) + ((−4) + 4) por asociatividad
= 0+0 inversos aditivos
= 0

luego (−2)+(−4) es el inverso aditivo de 2+4, es decir (−2)+(−4) = −(2+4).


Lo que acabamos de hacer con 2 y 4 es igualmente válido para cualquier par
de naturales a y b lo que nos permite concluir que:
Para todo par de naturales a y b se cumple

(−a) + (−b) = −(a + b)

Esto es, para sumar dos enteros negativos simplemente sumamos los dos
naturales de los cuales ellos son sus inversos aditivos y el resultado será el
inverso aditivo de esta suma.
Tenemos solucionada la forma de sumar dos enteros negativos.
Para sumar un entero negativo con un natural hagamos dos casos particulares
para comenzar:
¿Cómo saber qué da la suma (−3) + 8; o de (−5) + 2?
20 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

En (−3)+8 estamos sumando el inverso aditivo de 3 con 8. Si a ese resultado,


llamémoslo a, le sumáramos 3 debería darnos 8 pues 3 + (−3) = 0. Así que
solo nos queda saber cuál es el número entero que sumado con 3 nos da 8.
Claro que sí, es 5.
Formalmente:

(−3) + 8 = a
(3 + (−3)) + 8 = 3 + a
0+8 = 3+a
8 = 3+a
5 = a

Ensayemos un razonamiento parecido con (−5) + 2 y llamemos b a su resul-


tado.
Como en el caso anterior, intentemos sumar un inverso aditivo, pero ahora el
de 2, es decir sumemos a ambos lados (−2), y como 2 + (−2) = 0 nos queda
(−5) = b + (−2) y como ese b claramente no puede ser ningún natural,
buscamos el entero negativo que sumado con (−2) nos de (−5), y eso ya lo
sabemos hacer pues acabamos de aprender que (−a) + (−b) = −(a + b) y
necesariamente nuestro b debe ser (−3).
Formalmente:

(−5) + 2 = b
(−5) + (2 + (−2)) = b + (−2)
(−5) + 0 = b + (−2)
(−5) = b + (−2)
(−3) = b

En resumen, en estos dos últimos casos, vemos una manera de justificar lo


que seguramente aprendió en su escuela o colegio en primaria:
“Para sumar un negativo y un positivo se comparan los dos números sin
tener en cuenta el signo. Del mayor se resta el menor y se le pone el signo
del mayor”.
Pues sí, es justamente eso lo que acabamos de hacer en nuestros dos ejemplos,
pero es bueno entender cómo se llega a la “receta” y que ese resultado se tiene
gracias a las propiedades ya estudiadas.
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 21

NOTA: De paso, si el lector ha estado atento seguramente ya notó que en


este nuevo conjunto Z la resta sí es una operación cerrada; aunque no hay
que ilusionarse mucho, sus defectos en las demás propiedades siguen intactos.

3.2.2. Producto de enteros

En cuanto a la forma de definir el producto en el nuevo conjunto Z, comen-


cemos también por mirar el producto de dos enteros negativos.
Ingenuamente podríamos pensar que si para todo par de naturales a y b se
tiene (−a) + (−b) = −(a + b),entonces el producto de dos números negativos
debería ser negativo, y cumpliría que (−a) × (−b) = −(a × b), lo cual no es
cierto.
Veamos qué ocurre y cómo definir el producto de dos enteros negativos de
manera que se conserven todas las propiedades que ya teníamos en los na-
turales:
Paso 1: Intentemos saber por ejemplo cómo interpretar el producto (−5) × 4.
Si pensamos en la forma en que se definió el producto de dos naturales como
una suma donde todos los sumandos son iguales, es correcto inferir que en
nuestro caso tenemos la suma repetida de (−5) cuatro veces, esto es
(−5) × 4 = (−5) + (−5) + (−5) + (−5) = −20 = −(20) = −(5 × 4)
Por otra parte, también es correcto pensar que
5 × (−4) = (−4) + (−4) + (−4) + (−4) + (−4) = −20 = −(20) = −(4 × 5)
Lo que hicimos con 5 y 4 lo podemos hacer con cualquier par de naturales
luego podemos concluir que
Si a y b son naturales entonces

(−a) × b = (−b) × a = −(a × b)

Con esto tenemos definido el producto de un entero negativo con un natural.


Nos queda solamente ver cómo se debe definir el producto de dos enteros
negativos.
Paso 2: Queremos saber cuánto da (−4) × (−5). Llamemos p a ese producto.
p = (−4) × (−5)
Como no sabemos por ahora cuánto vale p vamos a hacer algunas “maniobras”
para descubrirlo:
22 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Por ejemplo sumemos a p el producto de (−4) × 5

p + (−4) × (5) = (−4) × (−5) + (−4) × (5)

Y como se debería seguir cumpliendo también la propiedad distributiva del


producto con respecto a la suma (vista por el lado de la factorización)

p + (−4) × (5) = (−4) × (−5) + (−4) × (5)


= (−4)((−5) + 5)
= (−4)(0)
= 0

Luego p es justamente el inverso aditivo de (−4) × 5, o lo que es lo mismo,


el inverso aditivo de −20.
Pero, ¿quién es el inverso aditivo de −20?
Es el número entero que sumado con −20 nos da 0. Es justamente 20. De
modo que (−4) × (−5) = 20.
Haciendo lo mismo que hicimos en el ejemplo con cualquier par de enteros
negativos tenemos en general:
Para todo par de naturales a y b se tiene

(−a) × (−b) = a × b

Hemos entonces definido el producto entre dos enteros negativos y tenemos


la primera versión del famoso “menos por menos da más”.
Y de paso nace la segunda versión del famoso “menos por menos da
más” porque el inverso aditivo del inverso aditivo de un natural vuelve a
ser el mismo natural. Escribamos en forma sintética este trabalenguas.
Para todo natural a se tiene

−(−a) = a

3.2.3. Propiedades de la suma y el producto de enteros

Se puede probar que esta forma de definir tanto la suma como el producto en
Z hace que los números enteros con la suma y el producto, es decir la tripla
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 23

(Z, +, ×) cumpla las propiedades 1 a 9 (las operaciones + y × son cerradas


en Z, conmutativas, asociativas y modulativas y el producto es distributivo
con respecto a la suma) y adicionalmente cumple la propiedad:
10. La suma en Z es invertiva. Esto es, todo elemento a de Z tiene su
inverso aditivo notado (−a) que lo “neutraliza” al sumarlo.
Formalmente:
Para todo a ∈ Z, existe (−a) ∈ Z que cumple

a + (−a) = (−a) + a = 0.

Por ejemplo el inverso aditivo de 4 es −4 y el inverso aditivo de −23 es


formalmente −(−23), y es aquel natural que sumado con −23 nos da 0,
luego es justamente 23.
A propósito, ¿quién es el inverso aditivo de 0?
Por favor, no vaya a decir que no tiene. Piense un poco en la definición y
note que el 0 es un poco “egocéntrico”.
En cuanto al producto en los enteros, si bien es lo suficientemente bueno
para que se conserven las propiedades que ya se tenían en los naturales, no
hemos avanzado en cuanto a inversos.
Si tratamos de encontrar inversos multiplicativos, deberíamos por ejemplo
tener para 4 un número entero que multiplicado él nos dé 1. ¡Claramente
en los enteros no lo vamos a encontrar! Necesitamos un conjunto numérico
donde exista ese 41 que tenemos en mente y, no solo él, sino los inversos
multiplicativos de los demás enteros.
Vamos en busca de los racionales.
Pero antes, haga la siguiente corta lista de ejercicios que le recuerdan cómo
sumar y multiplicar enteros y algunas de las propiedades.

Ejercicios 3.6
Encuentre el resultado de las siguientes operaciones:
1. (2 + (−4)) + (5 + (−12)) =
2. ((2 + (−4)) + 5) + (−12) =
3. (2 + 5) + ((−4) + (−12)) =
4. (2 × (−4)) × (5 × (−12)) =
5. (2 × 5) × (−12) × (−4) =
24 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

6. (−1) × (−5) =
7. (−2) × (−3) × (−4) =
8. (−4) × ((−3) + 7) =
9. (−4) × (−3) + (−4) × 7 =
10. (5 + 8) × (−2) =
11. 5 + (8 × (−2)) =
12. (5 + 8) × (5 + (−2)) =

Observaciones:
-En estos ejercicios el uso del paréntesis tiene dos sentidos. El primero, cuan-
do se encuentra solo encerrando un número, por ejemplo (−3), se usa úni-
camente para indicar el inverso aditivo de 3. Cuando está encerrando dos
o más números indica la forma en que se deben agrupar los elementos pa-
ra operarlos (como lo hacíamos en el capítulo anterior con las operaciones
conjuntistas)
-En los tres primeros ejercicios debió obtener el mismo resultado gracias a
la asociatividad y conmutatividad de la suma. Compare los resultados de 4
y 5 y diga qué propiedades ilustran.
-Los resultados de 8 y 9 coinciden ¿qué propiedad nos ilustran?
- Los resultados de los ejercicios 11 y 12 no coinciden y nos sirven para probar
que la suma no es distributiva con respecto al producto (tenga en
cuenta que para probar que una propiedad no se cumple en un conjunto
basta con encontrar un caso particular en el que falla).
Volvamos ahora sí a la búsqueda del conjunto numérico donde se cumplan
las propiedades 1 a 10 y donde además podamos contar con inversos multi-
plicativos.

3.3. Los números racionales

Definiremos por comprensión el conjunto de los números racionales así:


na o
Q= | a, b ∈ Z y b =
6 0
b
a
En , a se llama el numerador y b el denominador.
b
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 25

NOTA: Todo entero es un número racional pues el entero a se puede expresar


a
como .
1
Bueno, ahora las cosas han cambiado radicalmente y si bien, confío que la
suma y el producto de enteros no le ofrecen ninguna dificultad al lector, si
estoy convencida (por mi experiencia en los cursos) que varios de los que están
leyendo estas notas tienen problemas para sumar y multiplicar racionales. Así
que no haremos mucho hablando de las propiedades si ni siquiera sabemos
operarlos. Hagamos un alto en el camino y recordemos cómo realizar estas
operaciones.
Observación: Antes de comenzar notemos una particularidad de los racio-
nales que no teníamos en los naturales y los enteros, no tienen una única
forma de representarse.
1 2 15 12
El racional es el mismo , o ,o , etc. En general cualquier expresión
2 4 30 24
a 1 −1 −2 −11
donde b es el doble de a, representa al racional , así, ,o ,o ,
b 2 −2 −4 −22
−20
o también son “disfraces” con los que se puede presentar este mismo
−40
racional.
Veamos en general, cómo saber si dos racionales aparentemente diferentes
representan el mismo número.
a c
Dos racionales y representan el mismo número, o lo que es lo mismo,
b d
a c
= , si y solo si, a × d = b × c.
b d

Para una buena apropiación de esta definición es importante hacer los si-
guientes ejercicios.

Ejercicios 3.7
Considere la siguiente lista de racionales:
12 −9 −7 2 4 −2 −11 −1
; ; ; ; ; ; ; ;
16 −12 21 5 −12 −4 −33 3
1 −15 3 8 45 −4 34 1
; ; ; ; ; ; ;
2 2 4 −24 −6 −10 85 3

1. Forme grupos de aquellos que sean representaciones del mismo racional y


determine realmente cuántos racionales diferentes hay en la lista.
26 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

2. En cada grupo que formó encuentre “la mejor representación” es decir


aquella en la que numerador y denominador no son divisibles simultánea-
mente por algún número distinto de 1 (cuando a y b son primos relativos).
Esta representación se llama la expresión simplificada del racional.

Debió encontrar seis racionales diferentes. Uno de ellos con cuatro represen-
taciones, dos con tres representaciones y los demás con dos representaciones.
a
Seguramente también notó que si en el racional multiplica numerador y
b
denominador por un mismo natural distinto de 0, obtiene otra representación
a
de .
b
3 3×5 15
Por ejemplo, = = porque 3 × 20 = 4 × 15.
4 4×5 20
En realidad, esa es la forma de producir todas las representaciones del racio-
nal como cociente de enteros.
Esta multiplicidad de formas en que aparece el racional parece un defecto
pero en realidad es una cualidad que servirá, entre otras cosas, para facilitar,
en ciertos casos, la suma de racionales.
Ahora sí definamos las operaciones:

3.3.1. Suma y producto de racionales


a c
Dados dos racionales arbitrarios y definimos
b d

a c ad + bc
+ =
b d bd
a c ac
× =
b d bd

Notación: Observe que el producto entre naturales ya no lo notamos con


×, simplemente escribimos los dos naturales seguidos para descomplicar un
poco la notación.

Observaciones:
-La multiplicación parece muy sencilla: producto de numeradores es el nu-
merador y producto de denominadores es el denominador. Pero la suma es
un poco extraña... pensemos en lo siguiente:
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 27

a ad c cb
= y = , usemos estas nuevas representaciones para hacer la suma,
b bd d db

a c ad cb
+ = +
b d bd db
(ad)(db) + (cb)(bd)
= como bd = db, factorizamos y tenemos
(bd)(db)
((ad) + (cb))(bd)
= y simplificando (bd) tenemos
(bd)(db)
ad + cb
=
bd
Esto nos lleva a concluir que si en la suma los dos racionales tienen el mismo
denominador la suma se reduce a sumar los numeradores y dejar el mismo
denominador.
Y, ¿cómo lograr que siempre tengan el mismo denominador?
La primera idea es hacer justamente lo que hicimos, multiplicar el primer
racional arriba y abajo por el denominador del segundo y al segundo racional
multiplicarlo arriba y abajo por el denominador del primero.

Ejemplo 3.15

2 1 2 × 35 1 × 15
+ = +
15 35 15 × 35 35 × 15
70 15
= +
525 525
85
=
525
Lo primero que notamos es que se nos “agrandan” los números rápidamente
y segundo que el resultado no aparece en su forma simplificada pues vemos
claramente que podemos simplificar por 5.
Nos gustaría que los números a operar no fueran tan grandes y que el resulta-
do ya apareciese simplificado. Es aquí donde aparece un concepto importante
que aprendimos en los naturales: el mínimo común múltiplo.
Si buscamos el mínimo común múltiplo de los dos denominadores (en muchos
casos será menor al producto de los dos) y buscamos la expresión de los dos
racionales con él como denominador, los números a operar serán en general
más pequeños.
28 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Veamos cómo sería la suma en el caso del ejemplo anterior:


Primero vemos que 15 = 3 × 5 y que 35 = 5 × 7 luego el M.C.M.(15, 35) =
3 × 5 × 7 = 105 y así

2 1 2×7 1×3
+ = +
15 35 15 × 7 35 × 3
14 3
= +
105 105
17
=
105
- La suma y el producto de racionales así definidos generalizan la suma y
producto de enteros, esto quiere decir que cuando los racionales son números
enteros la suma y el producto que definimos coinciden con la suma y el
producto definido en los enteros. Veamos:

a c (a × 1) + (c × 1) a+c
+ = = =a+c
1 1 1×1 1
a c a×c
× = =a×c
1 1 1×1

3.3.2. Propiedades de la suma y el producto de racionales

En el conjunto Q la suma y el producto que acabamos de definir cumplen


las propiedades 1 a 10 que cumplían la suma y el producto de enteros, lo
que podemos resumir diciendo:
Siempre que se sumen o multipliquen dos racionales el resultado es un ra-
cional; la suma y el producto son operaciones conmutativas y asociativas; el
módulo de la suma sigue siendo 0 y el del producto 1; para todo racional
a −a a
existe el racional , (que en adelante notaremos − ) que es su inverso
b b b
aditivo; y por último, el producto es distributivo con respecto a la suma.
Concentrémonos ahora en ver si logramos que en este nuevo conjunto existan
los inversos multiplicativos.
a x a x
Sea un racional, debemos encontrar otro racional tal que × = 1,
b y b y
ax x b ab
esto es, = 1, lo que se logra tomando = pues = 1. El inverso
by y a ba
a  a −1

multiplicativo de se nota .
b b
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 29

b
Pero... ¡CUIDADO! si a = 0 no existiría el racional porque hemos puesto
a
la condición de que el demominador debe ser diferente de cero. Esto, por
ahora nos dice que el método de construcción del inverso multiplicativo sirve
para todo racional distinto de cero.
Pensemos ahora en 0. Si tuviese inverso multiplicativo debería existir un
x 0 x 0x 1
racional tal que × = = , esto es imposible pues 0 es “absorbente”
y 1 y 1y 1
para el producto, lo que quiere decir que todo entero (o racional) multiplicado
por 0 nos da 0.
A pesar del pequeño problema con 0, enunciemos la propiedad 11.
a b a b
11. Para todo racional 6= 0 existe el racional tal que × = 1. A este
b a  a b−1 a
número se le llama el inverso multiplicativo y se nota .
b
Hemos llegado a lo mejor que podemos conseguir en cuanto a comportamien-
to de las operaciones + y × en un conjunto numérico.
Diremos que el conjunto de los racionales junto con las operaciones suma y
producto, (Q, +, ×) por cumplir las propiedades 1 a 11 tiene una estructura
de cuerpo.

Ejercicios 3.8
Para reafirmar su dominio de la suma y producto de racionales, así como
de sus propiedades, realice las siguientes operaciones sin utilizar calculadora.
(Recuerde utilizar el mínimo común múltiplo y no trabajar con números muy
grandes que lo llevan fácilmente a cometer errores de cálculo)
   
1 2 5 1 2 5
1. + + = 2. + + =
5 3 12 5 3 12
−1 2 1 2
3. + = 4. + =
5 3 −5 3
1 −2 1 2
5. + = 6. + =
5 3  5 −3
 
1 2 1 2
7. + − = 8. − + =
5 3 5 3
 
2 1 1 0
9. + − = 10. + =
3 5 5 3
30 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

0 −8 1 2
11. + = 12. × =
5 3 5 3
−1 −2 1 2
13. × = 14. × =
5 3 −5 3
1 −2 1 2
15. × = 16. × =
5  3 5 −3
1 2 1 2
17. − × = 18. × =
5 3 5 2
   
1 2 5 1 2 5
19. × × 20. × × =
5 3 12 5 3 12
   
1 2 −5 1 −2 5
21. × × = 22. × × =
5 3 12 5 3 12
      
1 −2 5 1 −2 1 5
23. × + = 24. × + × =
5 3 12 5 3 5 12
      
1 −2 5 1 −2 1 5
25. + × = 26. + × + =
5 3 12 5 3 5 12
27. Observe cuidadosamente los ejercicios y en aquellos en que su respuesta
sea igual trate de establecer si ilustran alguna de las propiedades estudiadas
y determine de cuál se trata. En otros casos trate de ver la incidencia de
un signo negativo en las distintas posiciones. Por último, en 25 y 26 trate
de descubrir la “supuesta” propiedad que NO se cumple (ya hicimos algo
parecido en los naturales).

Un aspecto que dejamos de lado desde que introdujimos los enteros fue el
orden. Volvamos sobre él.

3.3.3. Orden en los enteros y en los racionales

Para definir el orden en los enteros recordemos que los enteros están formados
por los naturales y los enteros negativos; si al conjunto {1, 2, 3, 4, 5, ...} lo
llamaremos los enteros positivos tenemos que los enteros son la unión de
tres conjuntos disyuntos a saber: los enteros positivos, los enteros negativos
y el cero.
La resta y el conjunto de los enteros positivos nos ayudarán a definir el orden
en los enteros.
Definición: Si a y b son dos enteros decimos que

a es menor que b si b − a es un entero positivo


MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 31

Ejemplos 3.16
Esta definición restringida a los naturales coincide con el orden que ya ha-
bíamos definido. Por ejemplo
2 < 7 porque 7 − 2 = 5 que es un entero positivo.
Por otra parte,
−3 < 4 porque 4 − (−3) = 4 + 3 = 7 que es un entero positivo.
En general, si tomamos cualquier entero negativo de la forma (−a) con a un
natural, éste resulta menor que cualquier entero positivo b pues b − (−a) =
b + a que es un entero positivo.
Por último veamos cuándo un entero negativo es menor que otro, por ejemplo
(−8) < (−3) porque (−3) − (−8) = (−3) + 8 = 5 que es un entero positivo.
En general,

si a y b son dos naturales con a < b entonces (−b) < (−a)

porque (−a) − (−b) = −a + b = b − a que es positivo porque a < b.


Es decir, para los negativos el orden es “el espejo” del orden en los naturales,
esto lo podemos resumir en la siguiente cadena ordenada de enteros
... < (−4) < (−3) < (−2) < (−1) < 0 < 1 < 2 < 3 < 4...

Para la definición del orden en los racionales, hagamos unas pequeñas obser-
vaciones que nos faciliten la tarea.
Como ya habrá notado el lector (en los ejercicios 3.7) son muchas las formas
en que se puede presentar un racional como cociente de dos enteros, de
todas ellas vamos a escoger las más simplificadas y encontramos entonces
básicamente dos formas a saber:
a
donde a y b son naturales y a y b son primos relativos y
b
−a
donde a y b son naturales y a y b son primos relativos.
b na o
Al conjunto | a y b son enteros positivos lo llamamos el conjunto de
b  
−a
los racionales positivos, al conjunto | a y b son enteros positivos
b
lo llamamos el conjunto de los racionales negativos.
El conjunto de los racionales es la unión disyunta de los racionales negativos,
los racionales positivos y el cero.
32 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Si en este momento se está preguntando dónde quedaron los racionales de


a −a
la forma , o de la forma con a y b naturales, basta que revise los
−b −b
−a a −a a
ejercicios 3.7 y 3.8 para que recuerde que = y que = .
b −b −b b
La resta de racionales se puede igualmente definir como la suma del primer
racional con el inverso aditivo del segundo, esto es:
a c a c a  c
Si y son dos racionales, definimos − = + − .
b d b d b d
Ejemplos 3.17
 
3 1 3 1 6−5 1
1. − = + − = =
5 2 5 2 10 10
 
3 −1 3 −1 3 1 6+5 11
2. − = + − = + = =
5 2 5 2 5 2 10 10
 
−3 1 −3 1 −6 − 5 −11
3. − = + − = =
5 2 5 2 10 10
 
−3 −1 −3 1 −6 + 5 −1
4. − = + = =
5 2 5 2 10 10
Ya tenemos todo preparado para definir el orden en los racionales.
a c
Definición: Dados dos racionales y , decimos que
b d
a c c a
< si − es un racional positivo.
b d d b

Ejemplos 3.18
2 3 3 2 15 − 8 7
1. < porque − = = que es un racional positivo.
5 4 4 5 20 20
−2 3 3 −2 15 + 8 23
2. < porque − = = que es un racional positivo.
5 4 4 5 20 20
−3 2 2 −3 8 + 15 23
3. < porque − = = que es un racional positivo.
4 5 5 4 20 20
−3 −2 −2 −3 −8 + 15 7
4. < porque − = = que es un racional positivo.
4 5 5 4 20 20
Ejercicios 3.9
Ordene de menor a mayor las siguientes listas de racionales.
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 33

12 −3 12 2 3 −7 23 −5
1. ; ; ; ; ; ; ; .
5 7 5 3 2 8 5 6
−1 3 −3 7 −3 17 −23 5
2. ; ; ; ; ; ; ; .
5 7 10 100 2 8 5 16

3.3.4. Desarrollo decimal

Veamos otro aspecto interesante de los racionales.


a
Retomemos la idea del racional como el cociente entre a y b. Si realizamos
b
la división obtenemos algunas veces un número entero, pero la mayoría de
las veces un número que tiene una parte decimal. Por favor mire la Tabla
3.1 de la siguiente página.
Seguramente el lector ya está recordando algo que aprendió hace varios años:
“los números tienen desarrollo decimal finito o infinito, periódico o no perió-
dico”; aclaremos un poco esos términos.
El desarrollo decimal de un número es “lo que viene después de la coma”
es decir su parte no entera, cuando esa parte consta de un número finito
de dígitos podemos interpretar que los que siguen son ceros. Así, podríamos
decir que todos los desarrollos decimales son infinitos.
Ahora, puede que los dígitos de la parte decimal se repitan por bloques
idénticos (periódicamente) o no.
Cuando se repiten periódicamente, tenemos una notación que describe cla-
ramente esta situación y consiste en determinar el grupo de cifras que se
repiten y ponerles una raya encima para indicar que esa secuencia se repite
infinitamente.
Ejemplos 3.19
En los racionales de la tabla anterior tenemos por ejemplo:
1 41
= 0, 3 = 1, 24
3 33
656 2
= 1, 325 = 0, 285714
495 7
2
= 0, 1176470588235294
17
NOTAS
- Observe en el tercer número que no siempre la parte periódica comienza en
la primera cifra decimal.
34 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Racional División Expresión decimal

12
12 ÷ 3 4
3

4
4÷5 0, 8
5

9
9÷4 2, 25
4

1
1÷3 0, 3333333...
3

41
41 ÷ 33 1, 24242424...
33

656
656 ÷ 495 1, 3252525...
495

2
2÷7 0, 285714285714...
7

2
2 ÷ 17 0, 1176470588235294...
17

Tabla 3.1:
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 35

-Si usted se tomó la molestia de hacer las divisiones en su calculadora o en su


computador debió ver fácilmente los períodos de los tres primeros números,
y si su aparato es lo suficientemente preciso, hasta el período del cuarto
número. Pero... puede que esté dudando del quinto porque no tiene tantas
cifras disponibles en la pantalla. ¿Quién le garantiza entonces que se repiten
infinitamente estas 16 cifras?

El algoritmo de la división

(¿Sabe el lector qué es un algoritmo? Infórmese. ¿Sabe de dónde viene la


palabra? Tal vez le sorprenderá saber que viene desde la antigua Persia y se
relaciona con el nombre de un matemático.)
Por una vez en la vida hagamos a mano una división de tal tamaño para
entender lo que realmente está pasando y por qué le puedo asegurar en este
instante que esas 16 cifras se repiten en forma idéntica infinitamente.

20 17
30 0,1 1 7 6 4 7 0 5 8 8 2 3 5 2 9 4
130
110
80
120
100
150
140
40
60
90
50
160
70
2

Si hacemos el paso a paso (como en las recetas en la tv) tenemos:


Al dividir 2 entre 17 obtenemos 0 y queda un residuo de 2; ponemos la coma
y para encontrar la primera cifra decimal ponemos un cero a la derecha del
2 y ahora tenemos 20 para dividir entre 17, lo que nos da 1 y un residuo de
3; ponemos de nuevo un cero a la derecha y dividimos 30 entre 17 lo que nos
36 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

da 1 y un residuo de 13, continuando de esta forma notamos que en la lista


de los residuos tenemos la siguiente secuencia:

2–3–13–11–8–12–1–10–15–14–4–6–9–5–16–7–2–?–??–???–...

Si está atento al método, sabe que al poner cero a la derecha del 2 volverá
al primer paso después de la coma y como en cada paso lo que se hace es
agregar el cero a la derecha, la lista de residuos se repetirá en forma idéntica
y por lo tanto las cifras del resultado también se repetirán en forma idéntica.
Ya sabe entonces que en ? debe poner 3, en ?? 13 y en ??? 11. De paso
2
también sabe en forma contundente que = 0, 1176470588235294
17
¿Qué período tan largo verdad? ¿Los puede haber más largos? ¿De qué de-
pende la longitud del período?
Básicamente depende de dos cosas, del número natural que está en el deno-
minador y de “la suerte”.
Aquí yo podría con un par de frases expresarle qué quiero decir con esto
y seguir, pero prefiero construir lentamente la explicación para que quede
claro.
Si usted divide por un natural n ≥ 2, puede obtener a lo más n − 1 residuos
distintos y no cero.
Veamos casos particulares:
Si divide por 2, su residuo puede ser 1 o 0. Si su residuo fue cero quiere
decir que ya terminó su división y no hay parte decimal o la parte decimal
8 5
ya terminó. Por ejemplo, = 4 (residuo 0), = 2, 5 (un primer residuo de
2 2
1 y luego 0).
Si divide entre 3, sus residuos pueden ser 0, 1 o 2. Puede tener por ejemplo:
6 7 8
= 2 (residuo 0), = 2, 3 ( infinitos residuos 1), = 2, 6 ( infinitos residuos
3 3 3
2).
Si divide por 4, sus residuos pueden ser 0, 1, 2 o 3. Puede tener por ejemplo:
8 9
= 2 (residuo 0), = 2, 25 (primer residuo 2, segundo 1 y tercero 0),
4 4
10 11
= 2, 5 (primer residuo 2, segundo 0), = 2, 75 (primer residuo 3,
4 4
segundo 2, tercero 0).
Dividir por 5 no es muy interesante aquí, pues sea cual sea el residuo, al
agregar el primer cero a la derecha para encontrar la parte decimal inme-
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 37

1 2 3
diatamente queda divisible por 5. Así, = 0, 2; = 0, 4; = 0, 6;
5 5 5
4
= 0, 8.
5
1 2
Al dividir por 6 básicamente tenemos los siguientes casos: = 0, 16; =
6 6
3 4 5
0, 3; = 0, 5; = 0, 6; = 0, 83.
6 6 6

Ejercicio 3.10
1 2 3 4 5 6
Encuentre la forma decimal de los racionales , , , , y . Tranquilo,
7 7 7 7 7 7
use su calculadora.
Notará que todos tienen forma decimal periódica y que su período tiene 6
cifras.
Este último caso es el que yo llamaría “de mala suerte” pues aparecieron los
seis posibles residuos no nulos y volverán a aparecer en el mismo orden lo
que hace que el período sea de longitud 6.
¿Qué pasaría entonces si dividimos por 41? Podría pasar que la división
dé exacta, o que en la lista de residuos salgan unos cuantos y comiencen
a repetirse, lo que sí es seguro es que no podrán salir más de 40 residuos
diferentes y por lo tanto si nos da un decimal periódico, su período tendrá
MÁXIMO 40 cifras (mala suerte si alcanza los 40). Pero también podría ser
más corto el período o simplemente que aparezca un residuo nulo y terminaría
la parte decimal.
En general el denominador limita la cantidad de residuos posibles y por lo
tanto la longitud del período.

CONCLUSIONES:
a
1. Todo racional de la forma donde a y b son naturales y b 6= 0 tiene
b
una forma decimal periódica o finita (recuerde que esta última la podemos
asimilar como periódica con cero repitiéndose infinitamente). Es imposible
que no se repitan las cifras decimales por períodos.
a
2. El período de a lo más podrá tener una longitud de b − 1.
b
La pregunta que surge ahora es ¿Toda expresión decimal periódica es un
racional? O lo que es lo mismo ¿Si encuentra un número que está escrito en
a
forma decimal periódica, existen un par de enteros a y b tales que tenga
b
esa forma decimal periódica?
38 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

La respuesta es sí, y vamos a desarrollar un método para encontrar esos


enteros a y b.

3.3.5. Desarrollo decimal versus cociente de enteros

Comencemos con un ejemplo, tomemos 4, 3 y llamemos este número x. Si


multiplicamos por 10 tenemos 10x = 43, 3 y si restamos tendremos:

10x = 43, 3
− x = 4, 3
9x = 39

39 13
De donde, despejando x tenemos x = 4, 3 = simplificando 4, 3 = . Si
9 3
duda haga la división y convénzase.
Bueno, pero solo tenemos un ejemplo, ¿cómo visualizar un método que sirva
en cualquier otro ejemplo?

Ejercicios 3.11
Intente llenar la siguiente tabla teniendo en cuenta las observaciones e indi-
caciones que hay al final de ella.

Forma decimal periódica Expresión como cociente de dos enteros


2, 35 =
1, 358 =
5, 624 =
8, 631 =
3, 0524 =
? =
?? =
2, 9 =
3, 29 =
1, 569 =

Observaciones e indicaciones:
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 39

1. En el ejemplo, al multiplicar por 10 a x, logramos tener dos números con


parte decimal idéntica para que en la resta “desaparezca” la parte decimal y
solo quede la resta de dos enteros.
En los dos primeros números de la tabla tal vez deba reconsiderar el multi-
plicar por 10 a x y pensar quizás en 100x o 1000x (observe la longitud del
período y saque sus propias conclusiones).
2. En el tercer número de la tabla pasa algo diferente al ejemplo y a los
dos primeros números de la lista: el período no comienza en la primera cifra
decimal, con lo que restar x de 10x o 100x o 1000x siempre nos llevaría a
que la resta no es un número entero. Ensaye a llamar x = 5, 624 pero ahora
reste 1000x menos 10x y observe...
3. Si ha trabajado atento y concentrado, tratando de encontrar la esencia
del método, ya debe estar en posibilidad de llenar los renglones 4 y 5 de la
tabla, y lo que es mejor, de retarse usted mismo escribiendo racionales en
forma decimal periódica en los renglones 6 y 7 y encontrando su forma como
cociente de enteros.
4. Recuerde que tiene un arma secreta para saber qué tan bien está tra-
bajando: una vez encuentre la expresión como cociente de enteros coja su
calculadora y haga la división... deberá encontrar la expresión decimal pe-
riódica inicial salvo quizás la última cifra pues su calculadora aproxima esa
última cifra.
5. En el renglón 8 no olvide simplificar el cociente. ¿Se llevó una sorpresa?
6. En los renglones 9 y 10 tome el racional que encontró en forma de cociente
de dos enteros y haga en su calculadora la división del numerador entre el
numerador. ¿Sorprendido de nuevo? Saque sus propias conclusiones.
7. Hasta ahora estaba convencido que la forma decimal periódica de un ra-
cional era única...hay unas excepciones que ya debió descubrir. Trate de
describir las situaciones en que haya dos representaciones decimales perió-
dicas diferentes de un mismo número racional. (Los renglones 8 a 10 de la
tabla le darán la clave)

La presentación de los racionales como números con un entero seguido de un


desarrollo decimal periódico nos permite visualizar casi que inmediatamente
cuando un racional es menor que otro.
Caso 1: Si tienen parte entera diferente. Será menor el que tenga menor
parte entera.
40 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Ejemplos 3.20
1. 3, 28 < 4, 56 porque 4, 56 − 3, 28 es un número positivo (más grande que
1) No gastemos tiempo en la resta.
2. −4, 829 < 2, 5 porque a 2, 5 − (−4, 829) claramente es un número positivo.
Aquí tampoco vale la pena hacer la resta.
Caso 2: Si tienen la misma parte entera. Miremos primero el caso en que esa
parte entera sea un natural y recordemos qué significan los dígitos después
de la coma.

Ejemplos 3.21
Si tenemos 5, 24 y 5, 27 ¿cuál de los dos es menor?
2
5, 24 es 5 unidades más 2 décimas más 4 centésimas, esto es 5, 24 = 5 + +
10
4
, por otro lado,
100
2
5, 27 es 5 unidades más 2 décimas más 7 centésimas, esto es 5, 27 = 5 + +
10
7
, luego
100
3 3
5, 27 = 5, 24 + o lo que es lo mismo 5, 27 − 5, 24 = 0, 03 = y se tiene
100 100
que 5, 24 < 5, 27.
En general, si dos racionales positivos tienen la misma parte entera para
determinar cuál es menor se comienzan a comparar los dígitos de la parte
decimal y será menor el que tenga el primer dígito menor que el otro.

Ejemplos 3.22
1. 4, 56 < 4, 58
2. 7, 2356782 < 7, 2356785
Para los racionales negativos recuerde que puede aprovechar el hecho de que
el orden es el “espejo” del orden en los positivos

Ejemplos 3.23
1. −4, 58 < −4, 56
2. −7, 2356785 < −7, 2356782

Ejercicios 3.12
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 41

Ordene de menor a mayor las siguientes listas de racionales


1. 2, 345643; 2, 345622; 1, 89; 1, 897; 2, 349
2. −2, 345643; −2, 345622; −1, 89; −1, 897; −2, 349

Esta identificación de los racionales con los números que tienen un desarrollo
decimal periódico nos lleva a pensar... los que no tienen desarrollo decimal
periódico ¿qué clase de números son?

Por otro lado, si los racionales tienen tan buenas propiedades con sus opera-
ciones de suma y producto ¿para qué pensar en otros conjuntos de números?

Las respuestas a estas preguntas nos van a llevar a un conjunto de números


que amplía al conjunto de los racionales (sin perder las buenas propieda-
des de la suma y el producto), que además permite tener números con una
expresión decimal no periódica y que está enriquecido con una propiedad
muy importante de “completez” que abrirá las puertas, entre otras muchas
cosas, al cálculo y sus teoremas clásicos.

Me explico: los racionales tienen un comportamiento operacional perfecto,


pero si los ordenamos y los representamos en una recta (como estoy segura
de que ya lo ha hecho el lector), podemos encontrar que hay muchos “huecos”.
Para llenar esos “huecos” necesitamos de otros números que tienen desarrollo
decimal no periódico, que además de “llenar esos huecos” se comportan y
conviven bien (desde el punto de vista operacional) con los racionales, y que
al unirse a ellos forman el conjunto de los números reales.

3.4. Los números irracionales

Estamos hablando del conjunto de los irracionales, que notaremos en


adelante I y que nos conformaremos con reconocerlos como aquellas expre-
siones decimales que no tienen desarrollo decimal periódico.

¿Qué tanto conocemos de los irracionales?

Reproduzco aquí (de la manera más fiel que mi memoria lo permite) el


diálogo que se presenta cada semestre con mis queridos “primíparos”:

Yo: ¿conocen ustedes algunos irracionales?


Est: sí
42 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO

Yo: ¿cuáles?

Est: π, e y 2... Largo silencio
Yo: ¿conocen más?
√ √
Est: sí... 3 y 5
Yo: ¿son muchos o poquitos los irracionales?
Est: pocos... o... pueden ser muchos porque hay muchas raíces.
Yo: serán más que los racionales.
Est: ¡no! (en coro).
Yo: resulta que si son más, “son una plaga, están por todas partes”.
Est: no puede ser.
Yo: los invito a no quedarse con este curso de matemática básica y hacer un
curso de fundamentos de matemática, allí demostrarán formalmente que sí
hay más irracionales que racionales. Desafortunadamente aquí el tiempo y el
espíritu del curso, así como los intereses matemáticos de muchos de ustedes
no nos permiten desarrollar los prerrequisitos para hacer la prueba.

¡Qué ironía! Los irracionales son muchos más y los necesitamos para poder
desarrollar todo el cálculo. Pero... son unos completos desconocidos.
Para hacernos una idea de la cantidad de irracionales recordemos que son los
números que tienen desarrollo decimal no periódico y veamos que podemos
construir la cantidad que queramos.
Yo los llamo “los irracionales de bolsillo” porque como magos siempre podre-
mos sacar uno del bolsillo para exhibirlo cada vez que nos lo pidan.
Claramente lo que tenemos que garantizar es que sean números con una parte
decimal que no se vaya a repetir nunca en forma idéntica.
Observe este número:

5, 101101110111101111101111110....

Una mirada juiciosa nos hace ver que en su parte decimal estamos alternando
ceros y unos pero la cantidad de unos aumenta en cada paso lo que hace que
si continuáramos escribiendo las cifras que siguen jamás se repitan en forma
idéntica.
Jugando con los diferentes dígitos y las distintas formas de alternarlos, sin
caer en repetirlos de forma idéntica, podemos tener tantos irracionales como
queramos. Aún más, podemos situarlos entre dos racionales cualesquiera.
MAT.BAS.CHyCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO 43

Detengámonos en esta última afirmación:


Acabo de decir que puedo construir la cantidad de irracionales que quiera
entre dos racionales, ¿increíble verdad?
Hagamos un intento:
1 1
Tomemos los racionales y . Encontramos su forma decimal períodica,
4 3
1 1
= 0, 25 y = 0, 3.
4 3
1
Construyamos tres irracionales entre ellos, es decir, mayores que y menores
4
1
que
3
0, 26226222662222666222226666...
0, 303300333000333300003333300000...
0, 2501234567891011121314151617...
Dejo al lector la tarea de construir otros cinco irracionales (o los que considere
necesarios o le divierta hacer) hasta convencerse de que son infinitos los
1 1
irracionales que existen entre y .
4 3
√ √ √
Por otra parte, también tienen razón quienes dicen que 2, 3, 5, y en
general las raíces cuadradas
√ de todos los naturales que no sean un número
natural son irracionales ( 4 = 2 no es irracional) y aquí tenemos otra fuente
inagotable de irracionales cada vez más grandes.
Supongo aquí que el lector está familiarizado con el significado de la notación

n donde n sea cualquier natural.
Sin embargo, como regularmente
√ en los cursos me llevo mi sorpresa cuando
pregunto a qué es igual 4 y me responden ±2 (más o menos 2), quiero dejar
clara la definición.

Definición: Si n es un natural, n es el único número (real) positivo tal

que al elevarlo al cuadrado nos da n. Es decir, ( n)2 = n).
Ejemplos 2.24
√ √ √
9 = 3, 64 = 8 y 144 = 12.
En cursos más avanzados de matemáticas podrá encontrar muchos otros
irracionales, algunos de ellos provenientes de ciertas operaciones algebraicas
y otros de otros orígenes como π por ejemplo que tiene un origen geométrico.
Ejercicio 3.13 (solo para los curiosos)
44 MAT.BAS.CHYCS. SISTEMAS NUMÉRICOS MARGARITA OSPINA PULIDO


Busque en internet o en un libro de matemáticas la demostración de que 2
es un número irracional, sígala en detalle pues los pasos están perfectamente
a su alcance.
Observe que el método que utilizan para la demostración es un poco extraño:
Suponen que NO es irracional, es decir que es un racional. Haciendo una
serie de pasos perfectamente lícitos (matemáticamente hablando) llegan a
algo contradictorio con lo que habían supuesto (que era un racional y se
podía expresar en su forma simplificada) e inmediatamente concluyen que
tiene que ser irracional.
Este es un método muy común en matemáticas y se llama el método de
contradicción. Básicamente se trata de probar alguna afirmación suponiendo
que no es cierta y bajo ese supuesto llegando a algo evidentemente falso. Es
algo así como probar que es imposible que no sea cierta porque al no ser cierta
dejarían de ser ciertas también verdades ya probadas de las matemáticas.
¡Las matemáticas son un mundo fascinante!

3.4.1. Bondades y defectos de los irracionales

Bueno, aunque momentáneamente nos hayamos distraído con los irraciona-


les, y además reconozcamos que son un conjunto muy grande e importante de
números, si nos olvidáramos de los racionales y quisiéramos trabajar única-
mente con el conjunto de los irracionales notaríamos que su comportamiento
con las operaciones conocidas no es tan bueno como el de los racionales; para
descubrir algunos de sus defectos haga la siguiente lista de ejercicios.

Ejercicios 2.14
Efectúe las siguientes operaciones:
1. 5, 42442444244442... + 7, 12112111211112... =
2. 3, 01001000100001... + 4, 32332333233332... =
3. 1, 223322233322223333... − 0, 112211122211112222... =
4. 1, 223322233322223333... − 1, 110011100011110000... =
√ √
5. 2× 2=
√ √
6. 2 × 3 =

6
7. √ =
3
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5 2
8. √ =
3 2
Si terminó los ejercicios 1 a 8 ya tiene argumentos para responder las si-
guientes preguntas
9. ¿La suma es cerrada en I? O lo que es lo mismo, ¿la suma de dos irracio-
nales es siempre un irracional?
10. ¿La resta es cerrada en I? o ¿la resta de dos irracionales es siempre un
irracional?
11. ¿El producto es cerrado en I? o ¿el producto de dos irracionales es siempre
un irracional?
12. ¿La división es cerrado en I? o ¿el cociente de dos irracionales es siempre
un irracional?
Podríamos concluir algo así como que “los irracionales necesitan de los racio-
nales para sobrevivir” en tanto que los racionales son “autosuficientes desde
el punto de vista de las operaciones elementales”.
A pesar del caótico mundo que parece ser el de los irracionales, donde no
es cerrada ninguna de las operaciones elementales, su “empalme” con los
racionales es tan perfecto que permite crear un conjunto que goza de todas
las buenas propiedades que ya tenían los racionales. Hemos llegado a los
números reales.
Identifiquemos el conjunto de los números reales, notado R, como la unión
(disyunta) de los números racionales y los irracionales. R = Q ∪ I.
La siguiente tabla nos resume las relaciones entre los conjuntos numéricos
estudiados.
N(Z(Q(R
I(R
Q∩I=∅
Q∪I=R
El conjunto numérico que será “nuestro mundo” en este curso es el de los
números reales.
Algunos se preguntarán por qué nos detenemos aquí si existen además los
números complejos.
La respuesta:
En R tenemos todo lo que necesitamos por ahora y ya verán que es mucho
lo que haremos con los reales.
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NOTA: Si bien es cierto que las operaciones elementales de suma y producto


de reales se pueden complicar por la presencia de los irracionales, en muchos
casos trabajamos con aproximaciones de ellos y estas aproximaciones resultan
suficientes para usos en las matemáticas, en otras ciencias o en la vida diaria.
Por ejemplo, estoy convencida que en sus clases√de geometría de bachillerato
aproximaba el valor de π a 3, 14, y el valor de 2 a 1, 41.

Si se requiere una mayor aproximación se usan más cifras decimales, y siem-


pre que trunquemos la parte decimal de un irracional escribimos esas aproxi-
maciones con el signo ≈ en vez del signo =, para resaltar que se trata de una
aproximación y no del irracional exacto. Veamos algunos ejemplos clásicos
√ √
2 ≈ 1, 4142 (lo que leemos 2 es aproximadamente 1, 4142);
π ≈ 3, 1416 (lo que leemos π es aproximadamente 3, 1416) o
√ √
3 ≈ 1, 7321 (lo que leemos 3 es aproximadamente 1, 7321).
Dedicaremos el próximo capítulo a los números reales.

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