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Conceptos fundamentales
¿Qué concepto es fundamental tener en cuenta a la hora de capacitarnos sobre networking? Hay cuatro conceptos que
son clave: ¿Por qué? Porque si logramos una correcta integración de los cuatro, tendremos un networking exitoso y
seguramente podremos lograr nuestros objetivos. ¿Qué aspectos a cerca de la persona estaremos mirando?
Fundamentalmente, nuestra capacidad de relación y, sobre todo, nuestra necesidad de hacerlo, de relacionarnos con
otras personas para que nos ayuden a lograr nuestros objetivos, y para que nosotros las ayudemos a lograr los suyos.
Trabajando juntos, vamos más lejos que si trabajamos solos y aislados. Con otros podremos construir y hacer mucho
más. Siempre son los demás los que nos posibilitan cosas, los que nos abren puertas. Otro aspecto que estaremos
mirando, de cada persona, es su personalidad, y, en especial, sus características personales a la hora de relacionarse.
Cada uno de nosotros es diferente y, por lo tanto, tiene diferentes maneras de relacionarse. Hay gente que es tímida,
gente más extrovertida, gente que maneja mejor el lenguaje oral, gente que maneja mejor el lenguaje escrito, por
ejemplo. Este tipo de detalles son importantes a la hora de generar una relación y hacerla durar en el tiempo. Además,
la personalidad se combina con la cultura. Necesitamos estar atentos a la cultura de cada país y, por qué no, a la cultura
de cada territorio dentro de un país, pero, también, a la propia cultura de la compañía en la que trabaja nuestro socio
potencial. Todo esto va a conformar su cultura personal, y esto afectará su forma de trabajo y de relacionarse, de modo
que es importante relevar estos temas antes de comenzar a pensar una estrategia. Analizar estos aspectos nos dará una
idea de qué podemos esperar del otro y cómo podemos llegar a él. Una vez que hemos indagado estas cuestiones sobre
las personas, estaremos en condiciones de comprender el potencial de la relación, de generar relaciones. En general, es
conveniente pensar y enfocarse en el desarrollo de relaciones a largo plazo, para que, verdaderamente, sean duraderas
y podamos ir generando cada vez más confianza con las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo, también
es importante saber que hay relaciones profesionales que son de corto plazo; duran lo que dura tu trabajo en el rubro o
industria, y no por eso, las dejaremos de lado. Son relaciones cortas, pero que pueden alcanzar un alto nivel de
involucramiento y confianza que nos permitan lograr nuestros objetivos. En la actualidad, no es posible pensar en
relaciones solo presenciales. Casi cualquier relación que se haya iniciado como presencial seguramente tendrá un
correlato a la distancia para poder fortalecerse y afianzarse. En muchos casos, la relación comienza de modo presencial,
pero cada vez más, debemos estar abiertos a comenzar nuevas relaciones desde la distancia; con gente con quien
compartimos intereses y necesidades, pero no espacio físico. Para ello, es conveniente pensar cómo suplimos aquello
que nos da lo presencial, cuando estamos en lo virtual. A este punto volveremos más adelante. Ahora ya conocemos a
nuestro interlocutor. Hemos indagado su cultura, personalidad y rasgos fundamentales, y hemos logrado una buena
comunicación con él. ¿Cómo hacemos, entonces, ahora para acercarnos a nuestros objetivos a través de estas personas?
Para lograrlo, debemos desarrollar una estrategia. Hablamos de estrategia de networking, cuando definimos de
antemano una serie de pasos para conocer y contactar gente, que nos permitirá lograr nuestros objetivos laborales. Por
ejemplo, si como objetivo definimos que tenemos que vender una determinada cantidad de productos, debemos
sentarnos a pensar quiénes podrán ayudarnos a lograrlo, de qué manera nos podríamos relacionar con estas personas, a
través de qué medios, cuándo, cómo. Para poder desarrollar y profundizar cualquier tipo de relación, sobre todo si,
además, tenemos objetivos puntuales que cumplir, es fundamental la comunicación. La comunicación es central para
todo lo que queramos hacer para generar relaciones y para sostenerlas y profundizarlas. Debemos pensar: ¿El otro
recibe y comprende lo que yo necesito que comprenda, si yo me comunico de esta manera?, ¿qué tipo de comunicación
se necesita para poder entendernos y sacar adelante el proyecto? Así que durante este curso seguiremos trabajando
sobre estos cuatro conceptos fundamentales que tan importantes son para el networking: las personas, las relaciones, la
estrategia y la comunicación.
Necesidad de relacionarse
Ahora vamos a profundizar en uno de nuestros conceptos clave, las personas. En este espacio en particular, vamos a
desarrollar una herramienta que nos permite trabajar sobre la necesidad de relación dentro de nuestra propia
compañía. ¿Por qué es necesario relacionarnos con gente dentro de nuestra compañía? Muchas veces nos relacionamos
porque tenemos afinidad y temas de interés; pero muchas veces lo hacemos porque tenemos que cumplir objetivos,
realizar tareas en conjunto y lograr finalizar los proyectos que tenemos entre manos. Para ello es importante identificar
quiénes, dentro de la organización, podrán ayudarme a lograr mis objetivos, completar mis tareas y proyectos. Por
ejemplo, ¿quiénes serán aquellos que deban aprobar mi proyecto? Estos serían contactos del tipo político
fundamentales para lograr esa aprobación final que nos permita salir adelante. Estarán también aquellas personas que
puedan apalancar mi proyecto, es decir, darle fuerza y presencia. Por ejemplo, porque me ayudan a llegar a tal o cual
persona, o me pueden brindar información y elementos claves que me permitan avanzar. También será necesario
entablar relaciones con aquellos que podrían ayudarme a desarrollar el proyecto con actividades y puesta en valor del
mismo. También tendré proveedores externos e internos, con quienes será necesario poder generar una comunicación
adecuada que me permita dejar en claro mis necesidades, y que ellos entiendan la problemática de la misma manera
que lo hago yo. Es decir, que todos estemos hablando de lo mismo y de la misma manera. Para entender qué tipo de
relación necesito generar, y luego delinear también el tipo de comunicación a desarrollar, es necesario mapear el tipo de
necesidad. Podría relacionarme, por objetivos en común, por intereses, por tipo de industrias. Utilizando esta
herramienta podemos dedicar tiempo para reflexionar sobre las necesidades que plantea nuestro proyecto, y qué
personas podrán ayudarnos. Este listado de personas, que se involucrarán en el proyecto, combinado con un mapeo de
nuestros contactos, nos permitirá entender con quiénes debemos de relacionarnos, y de qué manera. Sabiendo si
aquella persona es alguien cercana a nosotros, lejana, o alguien que no conocemos, pero que el proyecto amerita
sumar, podremos definir el tipo de comunicación que estaremos estableciendo, y qué estrategia utilizaremos para
acercarnos. No será lo mismo acercarnos a una persona para trabajar en un proyecto actual, que para pensar en un
proyecto que podríamos desarrollar a futuro. Como tampoco es lo mismo acercarnos a una persona con quien
trabajamos o hemos trabajado, y compartimos, entonces, códigos y experiencias vividas, que acercarnos a alguien por
primera vez. A la hora de comunicarnos es importante estar atentos a estos aspectos, ya que si desarrollamos una
estrategia de comunicación defectuosa, nuestra comunicación se llenará de ruido, y esto dificultará que podamos llegar
a los objetivos planteados en tiempo y forma. Elementos, como intereses y personas en común; experiencias
compartidas, como, por ejemplo, haber acudido al mismo club en la infancia, pueden facilitarnos el acceso a gente que,
si bien trabaja en nuestra compañía, no es tan cercana a nosotros. Es importante indagar y conocer lo más posible a
nuestro interlocutor. Para hacerlo podemos valernos de personas de confianza, pero también de herramientas digitales,
como, por ejemplo, LinkedIn. Esta investigación previa siempre vale la pena hacerla.
Distintos tipos de personalidad y cultura
Para trabajar acerca de la cultura, comenzaremos con un ejemplo. Supongamos que, hablando de networking, damos el
siguiente consejo: acercarse a una persona que nos interesa en un congreso, e invitarla a tomar un café para conversar.
¿Esto sería una buena estrategia en todos los países? En Estados unidos, por ejemplo, esto no presentaría problema
alguno; es la forma en que la gente profundiza sus relaciones. Sin embargo, en Centro América, puede ser mal visto;
puede verse detrás de la intención profesional, una intención más del tipo personal, que puede hacer que seamos mal
vistos. En este ejemplo, vemos claramente cómo la cultura de un país influye en la forma en que hacemos networking.
Es por eso importante, antes de encarar un proyecto de networking, conocer la cultura del país de origen de nuestro
interlocutor. En internet encontraremos varios sitios que nos permitirán conocer y evaluar factores clave. Entre otros,
¿qué lugar ocupa la mujer en el mundo de los negocios? Para ello, podemos buscar indicadores clave, como cuántas
mujeres están en cargos directivos, en ese país. También podemos indagar si es una cultura en la que predomina el
hombre, diríamos machista, o si la mujer está más equiparada en su lugar en la sociedad; y, sobre todo, en su trabajo y
desarrollo personal. Es necesario indagar también aspectos que tienen que ver con el encuentro cara a cara. ¿Cómo se
saluda en ese país? ¿Con la mano, como en Austria, o con un beso, como en Argentina, o con dos besos, como, por
ejemplo, en Paraguay? No es una mala idea, por ejemplo, leer los diarios del país. ¿Qué noticias son las de mayor
relevancia en ese momento? ¿Ocurrió alguna catástrofe climática? O noticias impactantes que tengan tomada la
atención pública; y, por lo tanto, también la de la gerencia de la compañía. ¿Qué otras noticias aparecen? ¿Cómo es la
vida cotidiana en ese país, en seguridad, en medios de transporte empresas y jugadores claves del mercado? Podremos
ver cuáles son los portales más importantes de ese país, y las redes sociales que se utilizan. Por ejemplo, en China, en la
actualidad, no es posible utilizar Facebook. Por otra parte, cada persona posee algunos rasgos de personalidad que son
únicos, y que lo hacen ser quien es. ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de personalidad? Nuestra
personalidad es la forma en que sentimos, pensamos, nos comportamos e interpretamos la realidad. Cada uno de
nosotros posee rasgos particulares que pondrá en juego a la hora de relacionarse con el otro, y que permitirán, o no,
que la relación prospere en el tiempo. Estos rasgos son el resultado de procesos internos, de experiencias de vida, pero
también de procesos externos. ¿En qué universidad o colegio nos formamos? ¿Con quiénes comenzamos nuestra
carrera laboral? ¿Dónde trabajamos actualmente? ¿Cómo es la cultura de nuestra compañía? Todo esto va a ser muy
importante para poder comunicarnos con el otro y, sobre todo, para establecer una relación que sea sólida.
Relaciones profesionales
En este punto, es importante comenzar a destacar algo que nos ocupa a todos, porque nos rodea inevitablemente. ¿Qué
relaciones son estrictamente laborales o profesionales, y cuáles son personales? ¿Siempre es fácil diferenciarlas?
¿Siempre es necesario hacerlo? La realidad es que las relaciones evolucionan, van encontrando su cauce, su camino, y se
van profundizando en la medida que invirtamos en ellas. Por eso, muchas veces, relaciones que comienzan como
profesionales, se convierten en relaciones personales, y a veces las relaciones personales pasan a ser profesionales, por
ejemplo, cuando recomendamos a un amigo y lo contratan en nuestra empresa. Por eso es necesario saber que aunque
muchas veces los límites sean difusos somos nosotros quienes manejamos esas relaciones y no las relaciones a nosotros.
Es necesario, entonces, tener en cuenta cómo las relaciones personales y profesionales pueden solaparse y, entonces,
qué límites tenemos que tener. ¿Qué pasa cuando, por ejemplo, alguien con quien ya hemos forjado una relación
personal en nuestro trabajo pasa a ser nuestro jefe? Aquí va a ser clave seguir profundizando nuestra relación personal,
pero a la vez respetarlo en su nuevo rol, sabiendo que el nuestro, en el espacio profesional al menos, ha cambiado. Esto
no es una amenaza para nosotros, sino una oportunidad más que nos brinda el networking. Aquella persona con quien
ya tenemos una relación de confianza está ahora en un nuevo rol, y podrá acercanos nuevas posibilidades ya que confía
en nosotros y nos conoce. Por eso es importante no sentirnos amenazados, sino brindarle al otro una actitud de apoyo y
apertura que le permita seguir confiando en nosotros; que sepa que en nosotros sigue teniendo ese aliado que tiene
hace ya mucho tiempo. Esta nueva relación nos brindará seguro nuevas oportunidades. Es importante saber que en esto
también influye la cultura de los diferentes países y la personalidad de cada uno, especialmente de los jefes. Muchas
veces los jefes establecen con sus equipos una relación de mucha confianza, que es una pieza clave de equipos que
trabajan alineados. Sin embargo, esta relación puede manifestarse en muchas maneras diferentes. Por ejemplo, en
algunos países los jefes podrían invitar a sus equipos a comer un asado en su casa y esto sería visto como una muestra
de unidad y de confianza. Pero también podría pasar que en otros países esto no estuviera bien visto y sea evaluado
como una muestra de afecto excesiva y no sea viable. Por eso es muy importante tener en cuenta lo siguiente: la cultura
va a marcar nuestras relaciones y por tanto también nuestro networking. Puede suceder que una persona, al cambiar de
puesto, modifique también algunos aspectos de su personalidad, volviéndose tal vez más estricta o exigente en la
medida que avanza en su camino. Esta vez también será importante mantenernos a su lado si vemos que la relación que
tenemos lo amerita, atendiendo a estos cambios, estando atentos a delimitar nuevos espacios y formas de relación.
Relaciones presenciales
En este punto y el siguiente, retomaremos otra distinción del tema relaciones: las relaciones presenciales y las relaciones
a distancia. En este punto en particular, nos ocuparemos por el impacto de lo presencial en el desarrollo de las
relaciones. ¿Por qué lo presencial sigue siendo un espacio importante? Porque lo presencial pone el foco en la
generación de confianza la confianza que da el cara a cara, hablar con el otro de frente estando a su lado. Este es un
ingrediente fundamental de nuestra relación, porque podemos ver la cara de nuestro interlocutor y resulta, entonces,
claro el impacto de nuestras palabras en su rostro en su mirada y su expresión. Podemos ir midiendo lo que decimos,
cómo lo hacemos, y direccionar la conversación solo viendo la cara de la persona que tenemos en frente. Ahora bien, las
nuevas generaciones se apoyan cada vez más en lo digital, y aquí aparece otro lenguaje, y también es posible, utilizando
otros códigos, aprender a leer a nuestro interlocutor. Lo importante siempre es generar compromiso, y aquí aparecen
las relaciones presenciales como algo fundamental que agiliza el proceso de generación de acuerdos y establecimiento
de pautas para nuestra relación. Es importante señalar que hay una diferencia importante respecto de nuestros
encuentros presenciales o a distancia. En general, en los primeros no solo hablamos de lo que tenemos que hablar es
decir, de nuestro trabajo, sino también de las cosas que nos interesan, como, por ejemplo, el resultado de un partido de
fútbol. Esto hace que nuestra relación con el otro se profundice, porque nos permite conocer al otro, sus intereses,
preocupaciones aspectos de su vida personal, entre otras cosas. La generación de este espacio compartido será un
ingrediente clave de nuestra relación a futuro, ya que nos permite poner en juego diferentes aspectos de nuestra
personalidad. En general, cuando nuestra relación se da a través de medios digitales es más difícil que esto ocurra, ya
que solemos ir más al grano, a lo que debemos resolver que es para aquello para lo que nos encontramos. En cambio,
cuando nos juntamos a trabajar personalmente, podremos coordinar luego para ir a tomar un café, o compartir un trago
en una reunión social luego de la oficina. Esos espacios nos brindan la posibilidad de profundizar nuestras relaciones
personales generando confianza y tomando ingredientes que nos permitan apostar a esa relación en el largo plazo.