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INGENIERÍA FORESTAL

MATERIA: EVALUACIÓN DE IMPACTOS


AMBIENTALES
DR. VÁSQUEZ RASGADO PEDRO SAÚL

ENSAYO FILOSOFÍA DEL MANEJO FORESTAL

GARCÍA HERNÁNDEZ HUGO MARINO


8° SEMESTRE, ESPECIALIDAD ESTUDIOS
AMBIENTALES

EX HACIENDA DE NAZARENO, XOXOCOTLAN,


OAXACA; MARZO DE 2020
El protocolo de Kioto es el acuerdo institucional más importante en relación al
cambio climático, que tiene su origen en la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático en 1992. Busca reducir las emisiones de GEIs
de los principales países industrializados con el fin de que en el periodo que va de
2008 a 2012 esas emisiones descendían al menos un 1,8%* por debajo de las
registradas en 1990. Esto se aplica a las emisiones de 6 Gases de Efecto
Invernadero: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O),
y los otros tres son gases industriales fluorados: hidrofluorocarburos (HFC),
perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6)

El Protocolo de Kioto tiene su origen en la Convención Marco de las Naciones


Unidas sobre el Cambio Climático que fue aprobado en la Sede de las Naciones
Unidas, en Nueva York, el 9 de mayo de 1992. Esta Convención es fruto de un
proceso internacional de negociación a raíz de la publicación del Primer Informe
de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC por sus siglas en inglés). En este Informe se confirmaba la
existencia y peligrosidad del fenómeno del cambio climático (Euskadi, s/f)

De acuerdo con el protocolo de Kioto y lo plasmado en ello, acerca de la


contaminación y emisión de gases de efecto invernadero, producido por el ser
humano, conlleva a afirmar que el principal enemigo de nuestro planeta somos
nosotros mismos. Por ello se ha venido tomando medidas para tratar de
encontrar la solución a los daños que hemos y seguimos haciendo. El protocolo de
Kioto es una de estas medidas, fue creado en 1997, y su objetivo es tratar de
reducir los gases dañinos provocados por el hombre, el cual ha traído como
consecuencia el calentamiento global. Hasta los momentos este acuerdo ha sido
ratificado por 163 países, los cuales están comprometidos a reducir sus emisiones
de gases en un 5 % por país. También es importante mencionar que para evitar
que el protocolo fracase, se creó una especie de comercio entre los países. Como
ejemplo tenemos a España, cuyas emisiones aumentaron a un 53% y ahora le
tiene que comprar los derechos de emisión a los otros países.

Algunas de las estrategias que se proponen para disminuir las emisiones de CO2
generados por el transporte son: la modernización y mejoramiento tecnológico
(reducción de emisiones por kilómetro), el fortalecimiento de la verificación
vehicular, de vehículos a gasolina y sobre todo de los vehículos a diesel, la
sustitución de motores y trenes motrices en vehículos a diesel, la conversión a gas
natural comprimido con sistemas certificados, la regularización del uso de gas
licuado de petróleo, la detención y retiro de vehículos ostensiblemente
contaminantes, la sustitución de vehículos de servicio público que no cumplan con
requerimientos ambientales, de seguridad y otros. Establecimiento de normas e
incentivos para acelerar la introducción de vehículos de emisiones ultra bajas
(híbridos, GNC, etc.) y emisiones cero, introducción de gasolina de menor
contenido de azufre (Magna de 30 ppm en el corto plazo y Premium de 50 ppm),
introducción de vehículos a diesel que cumplan con límites de emisión
gradualmente más estrictos, en el corto plazo, establecimiento de normas de
emisión de vehículos de diesel equivalentes a EPA 2004 y Euro IV, introducción
de diesel de menor contenido de azufre y mejoramiento del transporte masivo
(metro, tren ligero, trenes suburbanos, autobuses urbanos, etc).

En cuanto a la reducción de emisiones en la industria y los servicios


Modernización de la gestión para el control de emisiones: Modernización del
marco regulatorio, consolidación de la Licencia Ambiental Única, la Cédula de
Operación Anual y el Sistema Integrado de Regulación y Gestión Ambiental de la
Industria (SIRG), consolidación del Registro Metropolitano de Emisiones y
Transferencia de Contaminantes, ampliación y aplicación de instrumentos de
regulación directa, mejoramiento del acceso a alternativas de financiamiento
dirigidas a una producción más limpia, Instrumentos de regulación indirecta,
impulso a los programas de regulación voluntaria y procesos de producción más
limpia, promoción de auditorías ambientales, impulso a programas de ahorro de
energía y coeficiencia, impulso al uso de combustibles y tecnologías limpias,
desarrollo de infraestructura y servicios ambientales, desarrollo y aplicación de
instrumentos económicos.

Como incentivo ante la problemática de aumento de CO2 es posible que los


países que se mueven rápidamente hacia la ratificación y la puesta en práctica de
las medidas obtendrían beneficios positivos y cumplirán los objetivos de Kioto
con un coste mínimo o inexistente. Algunos de los beneficios que los países
podían obtener son: Acceso al nuevo mercado internacional del carbono, con un
valor estimado de hasta 30.000 millones de dólares americanos por año,
incluyendo la participación en el Mecanismo de Desarrollo Limpio, que bien podría
estar entre 5.000 y 17.000 millones de dólares americanos por año para el
2016, Acceso a nuevos mercados, preferentemente para fuentes energéticas y
tecnologías sostenibles y para servicios energéticos.

La Evaluación Mundial sobre Energía (World Energy Assessment) de UNEP y


UNDP ha previsto que el mercado global para energías renovables alcanzará, por
sí sólo, entre los 40 y los 78.000 millones de dólares americanos por año para el
2010, Oportunidades para convertirse en líderes en tecnología y dirigir patrones de
producción futuros, Los beneficios económicos que se derivan de unos niveles
reducidos de contaminación ambiental local, así como de los bajos impactos de la
exploración de la minería y de combustibles fósiles, que se estima que sean
equivalentes a varios miles de millones de dólares, Los beneficios de la seguridad
de la energía que surgen de una demanda reducida de energía y de un suministro
más diversificado, cuando de verdad se incorporen las energías renovables y
Evitando costes asociados a los daños causados por el cambio climático. Estos
costes son difíciles de cuantificar con exactitud, pero la evidencia que arrojan las
compañías aseguradoras basada en las recientes catástrofes relacionadas con el
clima y de los estudios sobre los posibles impactos, sugiere que los costes por los
daños sufridos ascienden a cientos de miles de millones de dólares cada año.

Por el contrario, aquellas naciones que se queden atrás tendrán poco control
sobre el desarrollo tecnológico y sólo podrán acceder a los nuevos mercados
cuando los beneficios ya estén disminuyendo. Estos países de cambio lento se
verán obligados a introducir medidas urgentes para asegurar el cumplimiento de
los objetivos de Kioto, lo que no sólo revierte en un alto coste, sino que no
contribuye en absoluto a establecer las bases para unos inevitables recortes más
estrictos en el futuro de la contaminación causante del calentamiento del planeta.

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