EDGAR MORÍN

En el presente trabajo se aborda la vida de Edgar Morín y de su pensamiento

complejo, así como las aportaciones en el trayecto de su vida, contribuciones y
obras que lo caracterizan.

Originalmente llamado Edgar Nahúm, nació el 8 de julio de 1921 en París Francia,

fue filósofo, político sociólogo y antropólogo, se basó en la comprensión del
individuo y su crisis interna.

Nace bajo el seno de una familia de origen sefardí, hijo de Vidal Nahúm y Luna
Beressi, Edgar Morin fue hijo único, esto debido a que su madre sufría de una
seria lesión en el corazón que le prohibía tener más hijos, sin embargo, cuando
Edgar cumple 10 años su madre fallece en 1931, así pasa a ser criado por su
padre y Corinne Beressi, su tía materna, tiempo después contraen matrimonio.

Este hecho lo marca profundamente en su infancia, Morin era descrito como un

niño enfermizo e introvertido, lo cual le valió para convertirse en un lector voraz,
aficionado al estudio. La lectura para él fue lo que le lleno por el vacío que sentía
tras la muerte de su madre, donde se ve advirtiendo su espíritu autodidacta e
investigador que lo caracteriza en el transcurso de su vida.

Cuando cumple 19 años se inscribe en la Sorbona, Universidad de París a

estudiar de manera simultánea en la facultad de Letras, en la de Derecho en la
escuela de Ciencias Políticas. Sin embargo, se ve obligado a interrumpir sus
estudios cuando Francia es invadida por el ejército alemán, en julio de 1940 huye
a Toulouse donde dedica su tiempo a actividades existenciales, como secretario
de la asociación de los estudiantes refugiados, y en 1942 pudo titularse en
Historia, Geografía y Derecho.

Fue maestro investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica de

Francia de 1950 a 1989, del cual fue director de Investigación desde 1970. Luego
presidió la Agencia Europea para la Cultura y fue miembro del Consejo del Futuro,
ambas instituciones impulsadas por la UNESCO con sede en París.
Colaboró en 1951 con la Comisión de Sociología del Centro Nacional de
Investigación Científica de Francia (CNRS). Su línea de investigación fue la
“Sociología del cine”. En ese mismo año fue expulsado del Partido Comunista
Francés por sus críticas a los excesos del comunismo estalinista.

Como ensayista, Edgar Morin está considerado como uno de los grandes
pensadores franceses actuales. Colaborador de numerosas publicaciones
científicas y autor de más de treinta libros, reflexionó sobre el marxismo en
Autocrítica (1959). En mayo 68: la brecha (1968) glosó los acontecimientos de
mayo del 68, y en Veinte años después (1988) respondió a las críticas recibidas
por el primero.

Para este autor, asumir la complejidad significa entender que la realidad no está
formada por una sola faceta, sino por una variedad de ámbitos ya que el propio
ser humano y su existencia implican lo biológico, lo cultural, lo sociológico, lo
histórico y hasta la cósmico.

Es en el campo del conocimiento y de como se construye éste si en donde los

paradigmas del pensamiento complejo propuesto por Morin adquieren mayor
relevancia ya que el filósofo considera que para conocer cualquier aspecto de la
realidad, no debemos dividir el todo y estudiar cada una de sus partes separadas
sino llevar a cabo un estudio de todas y cada una de sus partes pero conociendo
las relaciones que se establecen entre sus partes y que hacen que el todo tenga
un significado real y completo, sin olvidar las relaciones que establece con el
entorno.

El paradigma de la complejidad propuesto por Morin se fundamenta en 4 principios

del conocimiento: el principio de recursividad organizacional, el principio dialógico
(Utilización de más de un significado de una palabra en un enunciado), el principio
hologramático y la organización sistémica, en este orden de ideas Morin establece
que asumir el pensamiento complejo como el eje que conduzca los intereses del
saber y del conocimiento de lo que nos rodea está vinculado de manera inevitable
a la educación.
Una característica de la educación impulsada sobre la base del pensamiento
complejo es que pugna por la formación de seres humanos involucrados en el
desarrollo de la sociedad, es decir, personas que reconocen la utilidad del
conocimiento como propulsor de mejoras en la comunidad y por ello, la ciudadanía
que se genera a través del ejercicio de un pensamiento complejo, es una
ciudadanía participativa y ocupada en generar nuevas ideas que beneficien a la
colectividad, sin duda Edgar Morin revoluciona de manera trascendental los
conceptos de educación y de conocimiento, pero sobre todo propone que la
educación se convierta en generadora de seres humanos críticos, conscientes,
constructores permanentes del pensamiento que a su vez reconstruye y construye
la realidad que nos rodea con la idea de siempre y de manera permanente generar
un mundo mejor.

Además, produjo su primer libro cuando tenía apenas 25 años, iniciando así una
larga y productiva carrera que sostiene hasta la fecha; cuando menos 50 obras de
relevancia y trascendencia se apuntan en su haber, lo anterior sin considerar la
infinidad de artículos que ha escrito para su publicación en los diferentes medios,
principalmente en los periódicos y revistas de circulación nacional e internacional
tales como: 1946, “El año cero de Alemania”, edit. La Ciudad universal, 1977, “El
Método I. La naturaleza de la naturaleza”, edit. Seuil, 1980, “El Método II. La vida
de la vida”, edit. Seuil y 2011, “El Camino de la esperanza”, edit. Fayard.

Para concluir, la visión que este autor nos presenta acerca del pensamiento
complejo se refiere a la capacidad humana de conectar las múltiples dimensiones
de la realidad para hacerla comprensible para nosotros.