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Tips de Marketing para niños


Los niños tienen gran influencia en la decisión de compra de los padres. Descubre cómo
atraerlos a tu empresa.
 

Crédito: Depositphotos.com

Enero 24, 2011 3 min de lectura


Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.

La importancia del Power Kids (poder de los niños) es reconocido por los estrategas del
marketing y publicidad, pues es sabido que las marcas que hoy prefieren los acompañarán
durante su vida.

Es un hecho que los niños entre los tres y nueve años de edad tienen una fuerte decisión de
compra en sus padres. También es cierto que los padres están dispuestos a invertir más
dinero para adquirir productos de marcas que a sus hijos les gustan.

Un claro ejemplo es el que constata un estudio realizado por la agencia TNS, que indica
que ocho de cada 10 madres afirman que sus niños influyen en las decisiones de compra de
dulces, chocolates y golosina.

El poder de los niños en las decisiones de compra es fuertísimo. Por ende, es de vital
importancia el marketing infantil. Sin embargo, para dirigir tus acciones hacia este
segmento no debes olvides que sus gustos, sus formas de entender el mundo y de
comunicarse son muy distintos.

¿Quieres aprender a entenderlos y comunicarles tus mensajes? Aquí va una serie de tips que
ayudarán: 

- Los niños se deciden por un producto cuando su personaje favorito de caricatura está en
él. La publicidad se encuentra en el segundo lugar y los juguetes tienen el tercero.

- La publicidad y la asociación con personajes infantiles son los principales impulsores de


la elección de los chicos. Barbie, Spiderman y los Power Rangers son los personajes más
famosos.

- Los regalos de juguetes, la influencia de amigos, el atractivo del empaque y las


demostraciones en tienda son también variables decisivas para que los pequeños
seleccionen uno u otro producto.

- Sorprendentemente la gran mayoría de los infantes selecciona los productos con base a la
calidad. Por lo tanto, preocúpate de comprobarla.

- Cualquier producto se revaloriza al incluir un regalo con el que se prolonga en el tiempo


la duración del producto. Muchas veces éstos son los elementos que empujan al niño a
decidir su compra.

- La estrategia para captar a los niños es distinta. Son un público complicado que exige
rapidez de recompensa y beneficio inmediato.

- En los productos de cero a tres años, las empresas aplican un marketing dirigido sólo a
adultos, pero a partir de entonces se emplean a fondo en lo que la jerga de los publicistas
denomina "doble target": padres e hijos.

- Dar regalos a los niños como hacen Burger King y Mc Donald´s: ofrecer una colección de
7 artículos (uno por día de la semana) podría ayudar a que la reserva se alargase 1 o 2 días
para que el niño pudiera llevarse la colección entera a casa.

- Tematizar la habitación al estilo de los hoteles de Disney o decorándolo con temas de


piratas, western o princesas.

- Otorgar a los niños una gran experiencia. Así, seguro querrán repetir.
https://lamenteesmaravillosa.com/el-perfil-psicologico-de-un-comprador-compulsivo/

El perfil psicológico de un comprador


compulsivo
Raquel Lemos Rodríguez· 26 enero, 2019

Este artículo ha sido verificado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González al 28 marzo, 2016

El perfil psicológico de un comprador compulsivo esconde a una persona con problemas


emocionales y personales que intenta suplir esos vacíos mediante el consumismo. No obstante, el
acto de comprar acaba generando culpa y más sufrimiento.

 La ira en las depresiones no resueltas: la proyección negativa


 Los terrores nocturnos en los niños
 La vulnerabilidad cognitiva predice el riesgo de sufrir depresión

Lo queramos o no, vivimos en una sociedad orientada al consumismo.


Esta realidad está dando pie a que cada vez veamos con mayor frecuencia,
un perfil comportamental muy concreto: el comprador compulsivo. Son
personas que suplen sus carencias, que alivian sus preocupaciones,
miedos o ansiedades mediante la adquisición de productos.
La “oniomanía”, o adicción a las compras, esconde en la mayoría de los
casos, una falta de autocontrol, depresión y baja autoestima. Son sin
duda situaciones muy complejas que pueden llegar a límites desgastantes
tanto para el propio paciente como para la familia.

Cuando para ser feliz debes comprar, sin quererlo te conviertes en un


comprador compulsivo
¿Cómo es un comprador compulsivo?
Uno de los grandes placeres, para muchas personas, es la acción
de comprar. ¿Qué ocurre cuándo no nos podemos permitir gastar
grandes cantidades de dinero comprando cosas que no necesitamos?
Tan solo mirar, observar, probar… Todo esto, nos satisface, aunque la
dicha no es completa.
Cuando comprar es algo que realizas de forma compulsiva porque, en
determinado momento, te ha aportado placer, puede que te encuentres
siendo un comprador compulsivo sin saberlo. Así, la compra
compulsiva también se le conoce con el nombre de oniomanía y se
caracteriza por ser una especie de «escape emocional».
Componentes de la compra compulsiva

¿Realmente, comprar te produce placer o es una necesidad para poder


ser feliz? Más bien, esto último es lo que caracteriza al comprador
compulsivo que busca en cada compra una evasión, un sustituto, para no
tener que enfrentarse al verdadero problema.

Por ello, estudios como el llevado a cabo  Jessica V. Bolton. de la


Universidad de Coventry, nos señalan que detrás del comprador
compulsivo siempre hay un desencadenante emocional. 
Si nunca has sido un comprador compulsivo y te cuesta mucho
poder empatizar con este tipo de perfil, hoy te damos algunas razones por
las cuales un comprador compulsivo compra ya como necesidad y no como
una forma de placer:
 Siente un sentimiento de soledad y vacío personal: la persona compra
creyendo que así está llenando ese vacío que siente. El problema es que
esto es algo que provoca un placer momentáneo, ocasionando una
compra mayor y más compulsiva para suplir un vacío que nunca se ve
llenado.
 Le gusta la sensación de adquirir un nuevo producto: cuando la
persona compra un nuevo producto, las emociones y sensaciones
positivas que le abordan le empujan a hacerlo otra vez, algo que se
convierte en un bucle del que es difícil salir.
 El miedo a perder una buena oferta: la persona vive en torno a las
compras, por lo que si se encuentra en época de rebajas, el miedo a
perder una buena oferta hace que sienta unos deseos incontrolables de
comprar.
 Ahora bien, hay un último factor no menos importante: esas compras
ofrecen un bienestar fugaz. A menudo, tras esa adquisición hay
arrepentimiento, culpa, mala conciencia y la sensación de que uno sufre
un problema.
Cuando comprar me controla
Como vemos, las acciones del comprador compulsivo no dejan de ser un
tipo de evasión ante un problema mucho más serio. Tal vez, la persona se
encuentre en un estado de depresión. Puede también, que haya un serio
problema en su vida personal, pero el miedo a afrontarlo provoca que
necesite «distraerse».
 El gran problema surge cuando uno busca esa «vía de escape» en vez de
afrontar el problema y solucionarlo de raíz.
 El problema no se solventa con la compra y esto lo frustra. El gran
problema es que para suplir estas nuevas emociones negativas se
recurre nuevamente a la compra. Al final, el comprador compulsivo se
encuentra en un bucle constante donde no hay salida posible.
El bucle infinito
¿Existe un patrón de comportamiento por parte de los compradores
compulsivos? ¿Cuáles son las fases por las que pasan? Existen nada
más y nada menos que 4 fases de la compra compulsiva. Son los
siguientes.
 Anticipación: los pensamientos y preocupaciones surgen en torno a un
objeto, un producto concreto o sobre la propia acción de comprar.
 Preparación: empiezan las decisiones sobre dónde comprar, el
pago, el detalle del producto…
 Compra: una experiencia que no solo resulta placentera, sino
también excitante. El comprador compulsivo espera con ansias el momento
anhelado de la compra.
 Decepción: en cuanto se realiza la compra y se gasta el dinero,
surgen los sentimientos de culpa y decepción. Más tarde, surge la ira,
rencor y el firme propósito de no repetir la conducta (algo que no se llega
a cumplir).
A pesar de que el comprador compulsivo pueda creerse su propia mentira
de no repetir la conducta, la verdad es que llegado el momento siempre
recae. Es por esto por lo que se necesita una ayuda extra y, en
determinado momento y caso, incluso el uso de fármacos.

Comprar era tan solo la punta del iceberg. La cruda realidad, la gravedad
del problema, se encontraba justo debajo, donde no se veía nada a
simple vista

La compra compulsiva es algo que afecta a más personas de las esperadas,


por lo general mujeres, aunque esto no exime a los hombres de también
padecerla. El gran error es creer que el problema está en comprar,
cuando la realidad es que esto es solo una manifestación de algo mucho
más doloroso y profundo.
https://neuromarketing.la/2016/04/del-miedo-al-
impulso-compra-marketing/

Del miedo al impulso de


compra en el marketing
Facebook

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Google+

Pinterest
Es la emoción que hace más vulnerables a los consumidores. El
arte de las marcas no está en vender los miedos al cerebro, sino
en convencerlos de tener la solución a estos miedos.

Para el experto Martín Lindstrom, “el miedo será la próxima arma


para las marcas”. Su tesis es que las marcas de mayor
crecimiento desde el 2009 en Estados Unidos han sido las que
venden armas, alarmas para incendio, preservativos o jabones. El
miedo hace más vulnerables a los consumidores.

Pero mucho cuidado, antes podías venderle miedo al cerebro y


funcionaba. Hoy vendes miedo al cerebro y se cierra
automáticamente. Por ejemplo: cuando le dices a tu pareja, “si
sigues así, me voy”, ¿cuál crees que sería la respuesta? “¡Pues
vete, a mí no me amenaces!” Lo que en realidad te está diciendo
es “A mí no me vendas miedo”.

La clave no está en vender los miedos al


cerebro, sino una solución a estos miedos.

Pertenencia
El ser humano ha evolucionado para vivir en comunidad, para ser
parte de un grupo, una tribu, una manada. El miedo de no
pertenecer a nada es terrible para el ser humano, por eso cada día
hay más y más tribus suburbanas.

Estima
Este es un miedo que moviliza mucho, el cual lo compensamos
con objetos. Por ejemplo: cuando un hombre quiere demostrar
signos de éxito inmediato compra un teléfono celular y un reloj, sí
es una persona de negocios probablemente se compre lo último
en Smartphone y un buen reloj, eso manda al cerebro un mensaje
muy potente del éxito que se tiene aunque en realidad no sea así.

Remordimiento/culpabilidad
Este sentimiento bastante aprovechado por las aseguradoras en
su publicidad, motivando a la audiencia a comprar seguros
explotando el miedo a enfrentar un accidente o enfermedad,
dejando a la familia desprotegida. Un ejemplo muy claro es el
comercial llamado “I want more time”, producido por una
empresa de seguros tailandesa, que apela precisamente al
remordimiento.

https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=RFA4MAfFVQE&feature=emb_title video

Los consumidores compran debido al miedo y la culpabilidad, dos


emociones que se acentúan en época de crisis económica. ¿Por
qué sucede esto? Estudios de Neuromarketing demostraron que
al cerebro le gusta la ilusión de protección y seguridad.

Así que cuanta más seguridad y más soluciones a los miedos


promocione tu marca, más crecimiento tendrá.
https://www.marketingdirecto.com/marketing-general/publicidad/la-
influencia-del-sexo-en-la-publicidad

LA INFLUENCIA DEL SEXO EN LA


PUBLICIDAD
La utilización del sexo en la publicidad es una realidad más que evidente en nuestros días.
La publicidad busca vender, y encuentra en las inclinaciones humanas de los potenciales
consumidores el mejor vehículo para conseguirlo. Estas inclinaciones están marcadas por el
deseo. Por ello, son comunes las imágenes que aluden directamente a instintos sexuales.

La mejor manera de introducir el sexo en publicidad es a través del mensaje subliminal. De


este modo, se consigue llegar al inconsciente, para programarlo a través de estímulos que
apelan al sexo. Se denomina percepción subliminal a la captación de un estímulo que, por
diversas circunstancias, como baja intensidad, falta de atención o breve duración, no
alcanza la representación consciente, pero determina la conducta de la persona al margen de
su voluntad consciente.

Por este motivo, el erotismo goza de gran eficacia a la hora de vencer las resistencias
racionales vinculadas con los sentimientos de culpa. Así, la tendencia actual es la
utilización de estos estímulos para toda clase de productos, sin justificación aparente. Lo
que se pretende es llamar la atención con los recursos más impactantes.

El primer experimento mensurable fue realizado por el sociólogo James Vicary en 1956 en
un cine de Nueva York. Mientras se proyectaba una película se fueron intercalando
fotogramas a alta velocidad, imperceptibles para la conciencia, con la leyenda "Beba Coca
Cola". La percepción no consciente de estos mensajes influyó en el comportamiento de los
espectadores, dando lugar a un aumento considerable en las ventas de dicha bebida. La
utilización de esta técnica ha caído en desuso. No obstante, son muchos los creadores
publicitarios que camuflan estímulos en distintas partes del anuncio sabiendo que serán
efectivos.

Volviendo a los estímulos sexuales, el sexo ya no tiene el efecto que tenía hace unos años.
Su utilización masiva en los mensajes publicitarios, así como su presencia explícita, han
desvirtuado su eficacia. Los consumidores se han acostumbrado al bombardeo constante de
imágenes sexuales y ya apenas provocan en ellos inclinaciones en su comportamiento. Para
volver a influir en los deseos de los consumidores sería más productivo jugar con las
apariencias, con lo sutil, lo sugerente, y dejar que su mente construya la idea.
https://www.revistagq.com/noticias/articulos/el-sexo-vende-publicidad/26312

No, el sexo no vende: la


gran mentira que la
publicidad intenta
arreglar
Hace un siglo y medio, alguien pensó que un par de tetas le haría vender más
cigarrillos. Se equivocaba.
"Llevaos todo eso, aquí vendemos hamburguesas"

Hace casi un siglo y medio, en 1871, la marca de tabaco Pearl lanzó un


póster para promocionar sus cigarrillos en el que no salían dichos
cigarrillos. Ni mensaje alguno relacionado con ellos. Ni nada que no
fuesen la marca y, bueno, la ilustración de una señora en tetas. Pum.
Desde entonces, el uso del sexo en la publicidad ha sido una constante
permanente. En 2017, ya no es posible anunciar cigarrillos -porque el
tabaco mata-, pero el sexo sigue siendo un reclamo muy presente. Hace
que recordemos mejor los anuncios -especialmente si somos tíos-, llama
nuestra atención, genera polémica. “El sexo vende”, especialmente en
publicidad, es algo que aceptamos como verdad universal y que ni
siquiera nos planteamos en qué consiste. Y qué falla en esa
premisa.

Si “el sexo vende”, ¿por qué no lo usa todo el mundo para todo?
Para empezar, porque no funciona como pensamos. El mejor ejemplo lo
hemos visto en la última Super Bowl con Carl’s Jr., una cadena de
hamburguesas que hace años se hizo un nombre con -o eso pensaba su
director ejecutivo, Andrew Puzder- una sola idea: pibones en bikinis muy
pequeños comiendo hamburguesas muy grandes. Un año, y otro año, y
otro año, mientras Puzder se enfrentaba a los derechos de los
trabajadores, se oponía a cualquier mención al salario mínimo
y abogaba por eliminar los descansos y hasta los propios
trabajadores, mientras subía a Paris Hilton a enjabonar un coche y
comerse una hamburguesa, una fantasía estúpida como poco.

“Me gustan nuestros anuncios. Me gusta ver a tías en bikini


comiendo hamburguesas. Son muy americanos ”, declaraba
Puzder a Kate Taylor en Entrepreneur, en un artículo titulado ‘Al director
ejecutivo de Carl’s Jr. le da igual que sus anuncios te parezcan ofensivos’.
Y el titular no era en balde: más de la mitad de los encuestados se sentían
ofendidos por el tono creciente de spot de Porky’s que estaba cogiendo la
cadena. La gente de marketing le decía que parase. Pero, claro: él es el
cliente. Hasta dejaba claro que al menos uno de los anuncios tenía su
“toque directo”.

Tras fracasar en su intento de convertirse en Secretario de Trabajo de


Donald Trump -no le querían ni los republicanos-, Puzder también
afrontó su salida de la compañía este año. Y Carl’s Jr. presentó en la Super
Bowl 2017 un anuncio de más de tres minutos en el que, básicamente,
pedían perdón a los espectadores.

El fundador ficticio de la compañía regresaba tras años de ausencia para


encontrarse que su hijo, e terno adolescente un poco mermado, se
había olvidado de que la compañía “va de dar la mejor comida que se
come con la boca”. El anuncio no sólo es un giro maravilloso de
marketing, también es gloria porque se tiran tres minutos insultando a
Puzder, que todavía era su jefe. Porque el sexo en publicidad también
ofende. Y bastante. Pero de eso hablaremos luego.

Cuidado con los lemas


Es uno de esos constructos que hemos creado: el sexo vende y punto, ergo
es normal que hasta para vender una app de sudar en gimnasios le
tengamos que meter componente triki-triki (mon amour). Ésa es una
forma de verlo: la lógica implacable de lo que nos han dicho que funciona.
De lo que el cliente quiere ver: cosas “muy americanas”. Tetas y
hamburguesas.

Pero hay otra lectura, incluso dentro de la propia industria: “Cada día, las
comunicaciones generadas por nuestro sector alcanzan a cientos de
millones de personas en todo el mundo. Una influencia que puede
emplearse para reforzar estereotipos negativos o para generar
nuevos estándares de igualdad y empoderamiento ”, en palabras
de Martin Sorrell, director ejecutivo de WPP. una agencia internacional de
más de 200.000 empleados que mueve al año cerca de 16.400 millones de
euros entre publicidad y marketing.

Sorrell se refería a una iniciativa presentada el pasado jueves en el


Festival de Cannes (el de publi que reparte los famosos Leones, no el de
cine), llamada The Unstereotype Alliance [La Alianza
Desestereotipadora]. Donde anunciantes, publicistas y plataformas (la
Federación Mundial de Anunciantes, WPP, IPG, Google,
Facebook, Johnson & Johnson, Mattel...) se han unido a ONU
Mujeres y Unilever (que con Axe hace tiempo que dio un giro de timón,
del superfucker cavernario al hombre del siglo XXI) para crear una
publicidad menos sexista y, por ende, menos sexualizada.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres,


profundizaba más en esa lectura sobre sexo y publi: “Los estereotipos
reflejan ideas enraízadas sobre feminidad y masculinidad. Las
concepciones disminuidas y negativas sobre las mujeres y las jóvenes son
uno de los mayores obstáculos para la igualdad de género,
y necesitamos derribar y cambiar esas imágenes allí donde
aparezcan. La publicidad es, en especial, un poderoso motor a la hora de
cambiar las percepciones y de dejar huella en la norma social”.

Pero es que el sexo en la publicidad no vende


Todos estos mensajes suenan bien, pero es que hay una tercera lectura: la
científica. Y ésta, para todos los que piensen que la publicidad va a
pegarse un tiro en el pie si reduce la sexualización gratuita, tiene algo muy
claro: no hay ninguna evidencia de que el sexo venda.

La última es un metaanálisis reciente dirigido por el doctor John Wirtz,


especialista en comunicación de masas de la Universidad de Illinois, en el
que revisaba estadísticamente los últimos 40 años de análisis publicitario
en lo referido al sexo. ¿El resultado? ‘El efecto de la exposición a
reclamos sexuales publicitarios sobre la memoria, la actitud y
la intención de compra’. Un estudio recién presentado en el que se
confirma que sí, que el sexo llama nuestra atención, pero que su uso en
publicidad tiene varios problemas a la hora de conseguir el objetivo de la
misma.

Porque el objetivo primordial de la publi no es que recuerdes el anuncio,


sino que compres cosas. Wirtz ha confirmado estadísticamente que,
aunque el sexo nos haga girar la cabeza o se quede clavado en nuestras
retinas, no consigue que recordemos mejor la marca del
anuncio. Podemos explicarlo mejor: ¿te acuerdas de qué marca de
cigarrillos puso una señora en tetas en 1871? Lo acabas de ver más arriba
y lo has leído por escrito dos veces: una en mi primera frase y otra en el
propio póster.

La marca se llamaba Pearl.

Es bastante más posible que la recuerdes si eres hombre heterosexual -a


quien ha ido dirigida históricamente la mayor parte de la publicidad
sexual, incluso la de productos para mujeres- pero, aún así, uno de los
hallazgos del estudio es que recordamos peor las marcas en los
anuncios con reclamo sexual que en los que no.

Una de las hipótesis es que nuestro cerebro dedica su esfuerzo


cognitivo a la parte de “uuuh, tetas” y se olvida de los logos o de esas
molestas letras que no son tetas y que hay que relacionar con otra cosa.
Ésa es la de los investigadores; nuestra hipótesis -tan poco científica que
es una opinión, de hecho- es que normalmente los anuncios con
ingrediente sexo son tan pochos que es normal que recuerdes algo
creativamente un poco más currado que Paris Hilton reptando
semidesnuda encima de un buga.
Pero enlazando con aquella polémica -o con la de American Apparel, otros
especialistas en convertirlo todo en pornochic amateur durante años- otro
de los grandes hallazgos del estudio reza que es bastante posible que el
anuncio te haya sentado mal si es muy explícito, sobre todo si eres
mujer. El esterotipo es molesto. Y, como ya ha pasado con Unilever o
con el relevo de Puzder en Carl’s Jr., la idea de vender una publi que use a
la mujer como pata de jamón no sirve. No funciona.

Incluso en esa porción del público varón hetero que sí se pone contento
cuando le enseñas domingas, el análisis de 40 años de estudios
publicitarios dice que alegrarles el día no tiene absolutamente
ninguna relevancia, ni hoy ni ayer, en el impulso de
compra. Nadie te va a comprar nada porque metas más sexo en tus
anuncios. El sexo no vende ni lo ha hecho nunca. Y, si no vende, plantéate
entonces cuál ha sido su utilidad social hasta ahora. Cuál es el mensaje
real y por qué a gente como Puzder le parece tan apropiado.
https://franciscotorreblanca.es/la-presion-de-grupo-estrategia-marketing/

Marketing y Estrategia Conductual

La presión de grupo y su papel en la


estrategia de marketing
La presión de grupo y su papel en la estrategia de marketing
La presión de grupo y su papel en la estrategia de marketing es el título del post de hoy.

Como consumidores, nos afecta plenamente nuestro comportamiento como humanos. Y


nuestro comportamiento como humanos está orientado a hacernos formar parte de algún tipo
de grupo. Es lo que conocemos como sentido de pertenencia.
Nuestra concepción como seres sociales provoca que busquemos constantemente
la aprobación de ese o esos grupos a los que pertenecemos, con el objetivo de sentirnos bien
con nosotros mismos y cumplir con la influencia de nuestros instintos primarios
de supervivencia y pertenencia.

El cómo nos ven los demás, qué hacen los demás, cómo se comportan los demás, etc. nos afecta
constantemente en cada una de nuestras interacciones sociales.

Las marcas lo saben y analizan este tipo de comportamiento para intentar sacar provecho dentro
de sus estrategias de marketing.

Para mostrar un claro ejemplo de esta influencia y presión de grupo, os dejo este breve


video que detalla el famoso Experimento de Asch, donde se demuestra significativamente
el poder de influencia en un grupo.

https://www.youtube.com/watch?v=s8hqWyYMqRc video Experimento de Asch-


Conformidad Grupal

El grupo es nuestra referencia como humanos, buscamos su aceptación e incluso si  la opinión


general del grupo no está en línea con la nuestra nos provoca dudas internas hacia nosotros
mismos, cosa que puede hacer modificar nuestras decisiones para poder estar en consonancia
con el mismo.

En función de nuestro nivel de autoestima, de nuestra autoconfianza y de


la personalidad disruptiva y creativa que poseamos, tendremos mayor o menos dependencia a
la hora de enfrentarnos a esta presión de grupo.

Como ejemplos de la presión de grupo en estrategias de marketing podemos ver:

 Cuando una web de venta online de libros nos muestra los “más vendidos“, lo que nos
está indicando que la mayoría (supuestamente) está comprando y leyendo determinados libros,
por tanto “deberíamos” estar atentos a este tipo de novedades para no “quedarnos fuera” de lo
que al grupo le interesa

 Cuando Facebook nos indica que a un número determinado de amigos tuyos les gusta


una página concreta, en este caso lo que nos está provocando es una sensación de
sumarnos a esa corriente y tampoco quedarnos fuera
Espero que te sea de ayuda y puedas plantear posibles estrategias de marketing basadas en la
presión de grupo, pensando en la posible utilidad que pueda tener para tu caso particular.

https://www.youtube.com/watch?
time_continue=34&v=5nnjElaQG0w&feature=emb_title Big Data en pocas palabras
y con ejemplos. Por Gustavo Guaragna

Por qué la extracción de datos de los consumidores es un negocio global y de rápido crecimiento

El término Big-Data se puede entender como la recolección de datos tanto


de fuentes tradicionales como de fuentes digitales (no tradicionales) que
representan una fuente para posteriores descubrimientos y análisis.
Entonces, con la anterior definición expuesta, ¿dónde radica la diferencia
entre Business Analytics y Big-Data? Radica en las tres V’s expuestas a
continuación:

1. Volumen: Es la cantidad de información recolectada, que incluye


información de fuentes tradicionales y no tradicionales. Las empresas
trabajan ahora con petabytes y exabytes.
2. Velocidad: Es la velocidad en la que la información es generada y fluye
hacia la empresa. La velocidad en que la información es creada.
3. Variedad: Se refiere al tipo de información disponible para la empresa y
para sus equipos de marketing.

Con las diferencias expuestas anteriormente se pueden resumir las ventajas y


novedades del Big-Data en siete puntos:

1. •Los volúmenes de información son mucho más grandes de lo que


cualquier organización/empresa está acostumbrada a procesar.
2. Los volúmenes de información son mucho más amplios de lo que
cualquier base de datos tradicional de una organización/empresa está
acostumbrada a manejar.
3. •La información externa es «traída» a la organización/empresa de
terceras personas y fuentes públicas.
4. •Alguna de la información proviene de las redes sociales.
5. •Una cantidad significativa de la información puede ser altamente
desestructurada (ej. Voz ó video)
6. •Varios conjuntos de información distintos están integrados
conjuntamente para su análisis
7. •Análisis en tiempo real ó cercano a tiempo real es requerido.

Otra perspectiva más social, pero no menos importante, es la que defiende el


World Economic Forum acerca del Big-Data, se piensa que puede llegar a
tener un gran impacto en cuatro sectores primordiales de la sociedad,
haciendo un ejercicio y habiendo tomado como base el servicio de telefonía
móvil, se plantearon los siguientes postulados de mejora humanitaria:

1. Servicios Financieros: Los datos de telefonía móvil pueden proveer


datos con una perspectiva muy profunda de temas como el gasto y
hábitos de ahorro entre sectores y regiones del mundo.
2. Educación: La información derivada del uso de servicios con valor
agregado de la telefonía móvil puede ser utilizado por el sector público
con el fin de entender necesidades de educación y brechas de
conocimiento.
3. Salud: La información recolectada mediante teléfonos móviles puede
convertirse en una herramienta crucial en el entendimiento de las
tendencias de la salud poblacional ó cuando surgen desastres.
4. Agricultura: Los pagos realizados mediante telefonía móvil de
productos agrícolas, compras de abastecimiento y subsidios pueden
ayudar a los gobiernos a predecir tendencias de producción de alimentos
e incentivos pertinentes.

Ya con una perspectiva sólida de lo que es Big-Data y los beneficios que


puede aportar a la empresa y a la sociedad en su conjunto y con lo expuesto
anteriormente estamos en posición de definir lo que sería una aproximación
al concepto de Big Data Marketing.

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