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Explica el diferente grado de desarrollo de las áreas celtas e ibérica en vísperas de la

conquista romana en relación con la influencia recibida de los indoeuropeos, el reino


de Tartessos y los colonizadores fenicios y griegos
Durante este periodo de la historia que comprende desde los pueblos celtas e íberos hasta la
llegada de los romanos, tuvo gran esplendor la cultura de los Tartessos y llegaron a la
Península ibérica los pueblos Fenicios, Griegos y Cartagineses que ejercieron una gran
influencia sobre los pueblos mediterráneos quedando así los pueblos del interior y el norte
peninsular más atrasados.

Los primeros que se asentaron de forma permanente fueron los fenicios (procedentes del
Líbano) los cuales dominaban la navegación y el comercio en el mediterráneo, sus colonias
más importantes en la península fueron Gadir (Cádiz) y Sexi (Almuñécar). Llegaron al igual que
otros pueblos colonizadores interesados por los metales e introdujeron manufacturas de lujo,
productos exóticos y tecnologías. La demanda de los fenicios no fue solo de metales sino que
también fue de alimentos haciendo que los pueblos más próximos se desarrollaran, esto dio
lugar a que la población se fuera concentrando y que aumentaran las desigualdades sociales.
La influencia fenicia se notó principalmente en el sudoeste peninsular, zona identificada como
la cultura de los Tartessos. Se introdujeron el torno de alfarero, la tecnología del hierro, se
mejoró la construcción de viviendas, se adoptaron prácticas funerarias orientales, el uso de
perfumes e incienso y de simbología oriental.

La aportación de los griegos (S. VII a.C.) fue muy importante aunque sus productos ya los
habían traído los fenicios. Eran unos grandes comerciantes y fundaron Emporion y Rhode.
Emporion se convirtió en el núcleo de expansión comercial donde se distribuía cerámica
ateniense y se producían lino, vino y aceite llegando a acuñar su propia moneda. Los griegos
introdujeron el cultivo de la vid, el olivo y las primeras monedas acuñadas de la península.

Los cartagineses fundaron enclaves en el sur peninsular y usaron la colina de Ebussus (Ibiza)
como base naval. Reclutaron mercenarios para luchar contra griegos y romanos y fueron los
primeros en exportar salazones de pescado y gárum. La rivalidad entre Cartago y Roma
produjo la Segunda Guerra Púnica y la llegada de los romanos a la Península cuando la ciudad
de Sagunto pidió ayuda a los romanos ante el poder de Cartago.

Como conclusión podemos obtener que los pueblos en contacto con estas culturas,
mayoritariamente íberos y Tartessos, y en menor medida celtíberos, experimentaran un nivel
de desarrollo muy superior gracias a los avances introducidos por los pueblos colonizadores
que estaban más avanzados. Este desarrollo se refleja en las diferencias de organización social
y política y en el uso de la escritura y de la moneda.

Los pueblos que no estuvieron en contacto con los pueblos colonizadores: los celtas, de origen
indoeuropeo no experimentaron este desarrollo y continuaron una forma de vida mucho más
primitiva con una organización social mucho más simple, en forma de clanes, además carecían
de la escritura. A pesar de esto sí que estaban más desarrollados que otros pueblos de Europa.

Fenicios: pueblo oriental de comerciantes llegado en el S. VIII a.C. Fundaron ciudades como
Sexi, Gadir o Malaca. Su área de influencia fue el sur de la Península e influyeron de forma muy
importante a los pueblos que se encontraban cerca de ellos y con los que comerciaban (íberos
y Tartessos). Los fenicios llegaron interesados por el gran número de metales e introdujeron
manufacturas de lujo, productos y tecnologías.
Griegos: pueblo colonizador prerromano que llega a la Península en el S.VIII a.C. Fundaron
ciudades importantes como Emporion y Rhode. Junto a los fenicios introdujeron la vid y el
olivo y acuñaron las primeras monedas de la península. Emporion se convirtió en un núcleo de
expansión comercial donde se distribuía cerámica ateniense y se producían lino, vino y aceite.

Cartagineses: pueblo colonizador procedente de Cartago (Túnez) que llega en el S. VI a.C. Se


convirtieron en una potencia hegemónica en esa área. Destacó como ciudad comercial Cartago
Nova (Cartagena) aunque emplearon como base naval Ibiza. Reclutaron mercenarios para
luchar contra griegos y romanos y sus conflictos con Roma desencadenaran las Guerras
Púnicas. Fueron los primeros en exportar salazones de pescado y garum.

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