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EL MÉTODO DE ESTUDIO POR COMPRENSIÓN COMO SISTEMA

(MÉTODO FABER)

Al iniciar este tema debe establecerse, a manera de premisa, que el estudio como
actividad no puede reducirse al corto lapso que se gasta o se malgasta en las
aulas o en sitios parecidos.

Para el verdadero intelectual el estudio ha de ser una vivencia permanente, de


modo que sea una respuesta continua ante la necesidad que se le presenta
durante toda la vida.

Por esta razón, el método de estudio es fundamental para consumar una vida
plena en el campo de las relaciones intelectuales, por tanto, no puede ser
cualquier cosa, sino algo importante que en realidad se instrumente desde el
comienzo y potencialice a quienes desean alcanzar el éxito.

Naturaleza y Características

El método de estudio por comprensión es, ante todo, un plan mental, altamente
racionalizado, cuyo propósito es conseguir para quien lo aplique (con ayuda de las
técnicas de estudio), el conocimiento necesario a la profesión y al éxito en el
desarrollo de la vida.

En consecuencia, ha de ser el principio constitutivo de un sistema organizado para


pensar de manera científica, que como modelo debe tener la posibilidad de
adaptarse a las circunstancias particulares (diversas clases de asignaturas o
materias, por ejemplo), y las múltiples características individuales (temperamento,
actitudes, tendencias, etc.)

No se trata, por tanto, de un esquema cerrado y único que hay que seguir a la
fuerza. Todo lo contrario, tiene que ser una pauta flexible, cuyo principal rasgo
distintivo se identifique con el hecho de ser humanizante porque se basa en las
formas naturales de la mente y las características dialécticas de la realidad.

Por naturaleza, no puede ser arbitrario, y en vez de sojuzgar, su función es


emprender y concretar las múltiples expectativas motivadoras para la creatividad.

Como principio de un sistema, este método debe ser una preformulación científica.
Según Bascuñan Valdés, el método llega a ser el camino del pensamiento
científico para la búsqueda y el posible encuentro de verdad; comprende la
formulación, la inordinación de juicios como parte de un sistema teóricamente
eficaz, y su exposición racional y adecuada produce el conocimiento.
No debe olvidarse que el método sólo planifica lo que se pretende, siendo así la
parte esencial que da comienzo a la metodología, pues debe continuarse con la
acción efectiva de las técnicas que concretan y realizan lo que ya se ha
planificado.

Siendo el objetivo en este caso adquirir conocimiento por comprensión, como un


proceso de comunicación de lo que ya es conocido por otros pero no por algunos
de nosotros (estudio), o mediante un avance hacia lo que aún no es conocido pero
que se presiente como realidad y que por lo mismo es factible conocer
(investigación), el método ha de ser, como parte de un sistema, el comienzo de un
aprendizaje permanente. Puede explicarse, en conjunto, como un esquema
mental, que impulsa el trabajo sistematizado que ha de ejecutarse mediante
técnicas especiales para luego adquirir un tipo de conocimiento efectivo,
produciendo una economía de los factores humanos.

Se le dice esquema mental porque debe permanecer como tal en el estudioso,


para que éste pueda en todo momento ubicar las acciones pertinentes. Conduce
además a un trabajo sistematizado porque solo el ordenamiento lógico y valorativo
de los conceptos que representan la realidad puede establecer la comprensión
integral que se desea, y porque tal ordenamiento se lleva a cabo con la correcta
aplicación de técnicas que permiten actuar de manera controlada.

La economía de los factores humanos está representada en un gasto


racionalizado de las energías potenciales, y esto se halla determinado por una
correlación y una concomitancia permanentes entre el método y las técnicas de
estudio. Como más adelante se verá, cada uno de estos dos elementos (método y
técnicas), es intrínsecamente necesario al otro para su cabal realización.

La contraposición entre memorización y comprensión

Para todos y cada uno de los estudiantes, y también para quienes tengan el deseo
vehemente de llegar a ser intelectuales triunfantes en la vida, se requiere, desde
ahora, promover con ánimo insustituible el conocimiento y la aplicación del método
de estudio por comprensión.

Para mayor claridad, debe hacerse otra relación comparativa entre memorizar y
comprender, es decir, una distinción entre estudio memorístico y estudio por
comprensión.

El primero se considera sólo como parte importante pero no fundamental; y el


segundo, como la única posibilidad de adquirir un conocimiento integral.

El primero, como una actividad pasiva, miope y de horizontes limitados, conduce


al llamado “profesional de mantenimiento” (cuya actividad se verá reducida a la
repetición y al modo de pensar tradicional); y el segundo, como un estudio
dinámico que se basa en la información, la indagación y la crítica (y por tanto en la
investigación) de horizontes siempre abiertos e ilimitados, y que conduce a la
formación del “profesional creativo y de transformación”, que impulsa el cambio
por naturaleza, obedeciendo a la tendencia de su mente que le hace buscar
siempre el próximo detalle desconocido para llegar luego a conocerlo y a
controlarlo.

El estudio por medio de la memorización no puede ser productivo, por cuanto el


conocimiento que así de adquiere no persiste, La ley psicológica del olvido es
infalible. Además, el proceso forzado de la memorización hace que el estudiante
se fije más en la forma que en la esencia de los elementos a conocer.

Afortunadamente la memoria está siendo reemplazada en gran parte con técnicas


mecánicas y electrónicas que superan en precisión y persistencia a la mente
humana. Con estos inventos (como los ordenadores y los computadores), el
hombre se libera de la necesidad de memorizar y entonces reserva y utiliza su
capacidad mental para comprender mejor la naturaleza de los fenómenos que
desea controlar, y para acelerar la marcha sobre el puente entre lo conocido y lo
desconocido.

Esto se complementa con la apreciación de Maddox: “El estudio puramente


memorístico consiste en aprender fragmentos de conocimientos aislados y sin
sentido. El estudio inteligente significa la organización de nuevos conocimientos
en unidades con sentido”1.

Cuando el estudio se hace con base en la comprensión, es decir, con el


tratamiento analítico del contenido, el olvido no se produce ni aun en los menores
detalles, por cuanto el conocimiento así adquirido llega a hacer parte de la
estructura mental del individuo, de su manera de pensar y de actuar.

Este tipo de estudio es, en consecuencia, muy productivo, porque desarrolla al


máximo el poder de captación, procura la explicación casual y suministra los
medios para impulsar el cambio y el desarrollo en el todos los órdenes, “Si
realmente comprendéis un tema no sólo lo recordáis con facilidad, sino que podéis
aplicar vuestros conocimientos a las situaciones nuevas. No importa lo que sabéis,
sino lo que hacéis con lo que sabéis”2.

1
Harry Maddox, Op. cit .

2
Ibídem, p. 59.
Según esto último, además de todas las ventajas que se le han anotado a la
comprensión, esta ayuda también de forma definitiva a la misma memoria.

En el cuadro 1 se hace una síntesis comparativa de las condiciones opuestas de


ambos métodos de estudio

Cuadro 1. Principales diferencias entre estudio memorístico y estudio por


comprensión

Estudio por memorización Estudio por comprensión


Tradicional entre nosotros Propio de la mentalidad científica
Se produce mecánicamente Es reflexivo e indagativo
Consigue sólo la identidad de las cosas Es analítico: consigue la estructura de
las cosas
Tiende a ser dogmático Es racionalizado
Favorece la especulación Favorece la investigación
Produce conocimiento que se olvida Produce conocimiento persistente
Limita horizontes intelectuales Crea expectativas intelectuales
Aplicabilidad insignificante y restringida Aplicabilidad óptima
Produce profesionales de Produce profesionales creativos e
mantenimiento repetitivo innovadores

Es importante observar en este cuadro cómo se contraponen siempre


circunstancias radicalmente opuestas, sobre todo en los aspectos más
significativos como: “dogmatismo” opuesto a “racionalismo”, en cuanto a
procedimiento de estudio y de actitud del estudiante; “especulación” opuesto a
“investigación”, en lo que se refiere a la metodología básica para el estudio;
“olvido” opuesto a “persistencia”, en relación con las posibilidades futuras para
utilizar el conocimiento, etcétera.

Si se refiere y se emplea el método de estudio por comprensión, tal actitud


equivale a forjar un cambio radical para tomar la vía al éxito estudiantil y
profesional.

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