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NEUROMITO: AZÚCAR E HIPERACTIVIDAD

Un metaanálisis publicado en la revista JAMA analizó los efectos del azúcar sobre el
comportamiento y la cognición en niños. Este artículo resumía los datos de 23 estudios en
los que básicamente los niños recibían azúcar o un placebo, sin que ellos y sus padres por
un lado ni los propios investigadores por otro, supieran qué es lo que habían tomado, el
placebo o el azúcar, en lo que se denomina un estudio doble ciego. La principal conclusión
era que no había evidencias de que el consumo de azúcar afectase al comportamiento de
los niños, el azúcar no causa hiperactividad. Esa conclusión sigue siendo cierta cuando se
analiza específicamente a niños afectados de trastorno de déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) o aquellos cuyos padres piensan que son especialmente sensibles al
azúcar.
Otro estudio realizado por Ingram y Rapee y publicado en la revista Behaviour Change se
centraba en los efectos del chocolate. El estudio se hizo en 26 niños de preescolar y se les
daba chocolate o fruta seca (para controlar aspectos inespecíficos como la excitación por la
participación en la propia prueba). Los niños eran observados y grabados mientras
atendían a un cuento, justo antes o treinta minutos después de comer el chocolate o la
fruta. Dos evaluadores que no sabían lo que había tomado cada niño codificaban su
comportamiento en una serie de parámetros. La conclusión fue que no había cambios en el
comportamiento después de ingerir el chocolate, rico en azúcar, o la fruta, que es rica en
un monosacárido, la fructosa, frente a situaciones control.
El que el azúcar no causa hiperactividad en el corto plazo no quiere decir que sea una
sustancia inocua. Robert Lustig, un endocrinólogo pediátrico de la Universidad de
California San Francisco ha sido calificado como el «enemigo número 1 del azúcar». Él
piensa que el azúcar es una droga, que activa nuestro sistema de recompensa, que termina
generando tolerancia y que puede actuar como «droga de iniciación», es decir, inducirnos
con el tiempo al consumo de sustancias más peligrosas porque hemos enseñado a nuestro
cerebro a conseguir placer de una forma casi instantánea. Sin embargo, dos revisiones
recientes han descartado considerar el consumo de azúcar como una adicción.
Si bien el azúcar no causa hiperactividad, debemos desde la neuroeducación, prevenir su
consumo, y promover hábitos alimenticios balanceados, puesto que esta sustancia puede
ocasionar problemas cardiovasculares, diabetes, obesidad, algunos estudios hablan hasta
de depresión, por eso la invitación es a que su consumo diario sea cero, así no cause
hiperactividad.

https://jralonso.es/2018/02/07/el-mito-del-azucar-y-la-hiperactividad/

 Ingram M, M. Rapee RM (2006) The Effect of Chocolate on the Behaviour of


Preschool Children. Behaviour Change 23(1): 73-81.
 Jarrett C (2015) Great myths of the brain. John Wiley & Sons, Chichester
(Reino Unido).
 Krummel DA, Seligson FH, Helen A. Guthrie HA, & Dr. Dian A. Gans DA
(1996) Hyperactivity: Is candy causal? Critical Reviews in Food Science and
Nutrition 36(1-2): 31-47.
 Westwater ML, Fletcher PC, Ziauddeen H (2016) Sugar addiction: the state
of the science. Eur J Nutr 55(Suppl 2): 55–69.
 Wolraich ML, Wilson DB, White JW (1995) The effect of sugar on behavior
or cognition in children. A meta-analysis. JAMA 274(20): 1617-1621.

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