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recibo la
palabra con convicción, emoción y alegría de nuestro Padre celestial” 07/11/2023
Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”.
INTRODUCCIÓN
Unos de los discursos más maravillosos que nuestro Señor Jesucristo dirigió a las
multitudes lo encontramos en el evangelio según Mateo y este comienza con las
bienaventuranzas las cuales nos ensenan mucho acerca del carácter que debe reflejar
aquella persona que heredaran el reino de los cielos. Jesús dijo que los pobres en espíritu
serian aquellos que heredarían el reino de los cielos y a estos llamo bienaventurados, pero
¿qué es un pobre en espíritu? Veamos en esta ocasión el significado de esta palabra.
I. JESÚS DIJO QUE DE LOS POBRES EN ESPÍRITU ES EL REINO DE LOS CIELOS.
1. Una persona pobre en espíritu es alguien que se hace como a un niño: “En
aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los
cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que,
si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que,
cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y
cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe”, (Mateo 18:1-5).
“Tengo lo que la Biblia dice que tengo y soy lo que la Biblia dice que soy, y por eso hoy recibo la
palabra con convicción, emoción y alegría de nuestro Padre celestial” 07/11/2023
Ser como niño significa convertirse en una persona humilde, que no busca gloria para sí
mismo, sino que cree sin mayores prejuicios.
2. Una persona pobre en espíritu es alguien que renuncia a sus pecados y
prejuicios y recibe con mansedumbre la palabra de Dios: “Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la
cual puede salvar vuestras almas”, (Santiago 1:21).
3. Una persona pobre en espíritu es alguien que procede al arrepentimiento de
sus pecados: “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el
reino de los cielos se ha acercado”, (Mateo 4:17). Mientras las personas no procedan al
arrepintiendo jamás podrán heredar el reino de Dios, tienen que reconocer su maldad y
apartarse de ella.
4. Finalmente, una persona pobre en espíritu es alguien que reconoce que no
puede salvarse a si mismo y necesita a Jesús para ser salvo: “ser hallado en él, no teniendo
mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de
Dios por la fe”, (Filipenses 3:9).
“Porque tú salvas al pueblo afligido, más tus ojos están sobre los altivos para abatirlos”.
2 Samuel 22:28
CONCLUSIÓN.
Para poder heredar el reino de los cielos debemos reconocer nuestra banca rota
espiritual, es decir, que por causa de nuestros pecados estamos totalmente alejados de
Dios y somos unos mendigos espirituales. Por eso Jesús decía: Bienaventurados los pobres
en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Pero que es un pobre en espíritu: