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BERNARDIN SCHELLENBERGER

HABLAR DE LO INEFABLE:
¿CÓMO SE PUEDE HABLAR HOY DE DIOS?
En la historia de nuestra tradición religiosa, la pregunta por el lengua-
je humano sobre Dios quedó a veces tan escamoteada que la religión
fue enseñada como si se tratara de las matemáticas o la biología. Pe-
ro la pregunta resurge una y otra vez. La teología negativa, ella sola,
es insuficiente, y no en último término por el hecho de ser una res-
puesta a un planteamiento meramente teórico. Si hablamos de Él só-
lo de forma académica y abstracta, lo más probable es que no consi-
gamos decir nada de Él. Para hablar realmente de Dios hay que ha-
cerlo de manera existencial, histórica y biográfica

Vom Unsagbaren reden: Wie lässt sich heute Gott zur Sprache brin-
gen? Geist und Leben 79 (2006) 81-88.

Los representantes de la teolo- “de lo que no se puede hablar, más


gía negativa están convencidos de vale callar”. Al menos en el cami-
que no se pueden hacer afirmacio- no especulativo sobre Dios ha de
nes positivas sobre Dios, sino só- ser así. La reflexión teórica no lle-
lo decir lo que Él no es, así como va a ningún conocimiento Es sólo
el escultor no le añade nada posi- un juego y no despierta la fe.
tivamente a la piedra que esculpe,
sino que sólo quita negativamente
lo que sobra. La comparación no Los místicos intentan hablar
sirve, pues en el caso de la búsque- de una realidad vivida
da de la forma de Dios se debería
eliminar por completo el bloque
Los grandes teólogos de la teo-
de piedra, y ni aun así al final sal-
logía negativa, sobre todo el padre
dría la verdadera imagen de Dios.
de todos ellos, Dionisio Areopagi-
De todas maneras, quizás en el
ta, y también Juan de la Cruz, el
momento en que el último frag-
gran teólogo de la “noche oscura”,
mento cayera bajo el golpe del
no hacen especulación teórica.
martillo podría surgir en el escul-
Más bien intentan hablar de una
tor una chispa de conocimiento y
realidad que les había influido y
darle a conocer la no-forma del
que habían experimentado. Era
Misterio.
aquella realidad que Pascal descri-
Dios no existe en el sentido en bió en aquel fragmento de papel
que existe todo lo demás que co- que llevaba cosido en el forro de
nocemos. Como dijo Wittgenstein, su chaqueta: “FUEGO. Dios de
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Abraham, de Isaac, de Jacob, no nos encontramos no con Dios mis-
de los filósofos y de los sabios. mo sino con sus energías, sus efec-
Certeza, certeza, sentimiento. Ale- tos en los hombres. Pues hay hom-
gría, paz. Dios de Jesucristo…. bres para los que esta realidad di-
Alegría, alegría, alegría, lágrimas vina es realidad en el más elevado
de alegría”. sentido de la palabra: actúa en
ellos y en su vida. Para ellos es evi-
Cuando estos hombres buscan
dente que el lenguaje de Dios es
una lengua para expresar la reali-
su influencia en el alma. De ese
dad que habían experimentado,
efecto de lo inefable en nosotros
han de decir necesariamente: so-
sí que se puede hablar.
bre ello sólo puedo enmudecer. To-
do lo que formulo no se acerca pa-
ra nada a lo que siento y es más
El genuino lugar del discurso
falso que verdadero. No se trata de
sobre Dios es la fiesta
especulación teórica, es la expre-
sión de la necesidad de comunicar
lo que han percibido como reali- Pero cuando Wittgenstein dice
dad. de la filosofía que sólo puede ser
poesía, esto vale ante todo de la
teología. El auténtico lugar de la
El lenguaje de Dios es su teología no es el aula, sino la fies-
efecto en el alma ta. La sagrada escritura no fue es-
crita para ser leída teóricamente,
sino para ser proclamada, narrada
Esto plantea la pregunta “¿có-
y cantada. Es mucho más correcto
mo hablar hoy de Dios?” sobre
cantar al Absoluto, danzar y jugar,
otro plano, que teóricamente no se
alabarlo y celebrarlo, que hablar
puede expresar en el lenguaje con
de Él. Por eso todos los místicos
fuerza de convicción coactiva. La
expresan con poemas, cantos, imá-
pregunta teológica por el “initium
genes, historias y paradojas lo que
fidei” (inicio de la fe), la chispa de
les ha pasado.
la fe en Dios en la conciencia y en
el corazón del hombre, no se pue-
de responder. ¿De dónde viene que La realidad de Dios y el
unos crean en Dios y otros no? En lenguaje sobre Él no
la larga historia de la socialización coinciden nunca
religiosa a menudo se ocultó esta
cuestión, de modo que se hizo que
la religión fuera enseñable como Lo inefable puede tematizarse
si fuera matemáticas o biología. hablando de sus efectos sobre no-
sotros, cantando, narrando y fes-
Según la teología de las igle- tejando. El hombre no tiene otras
sias ortodoxas, en todas las mani- categorías de conocimiento que
festaciones de Dios, el Inefable, sus estrechas y limitadas faculta-
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des. En él, el totalmente Otro se el compromiso, a diferencia de lo
quiebra inevitablemente, se falsea que pasa en el siglo XXI.
y se traspone, aunque también pue-
De todas maneras, en todas las
de transformar y aumentar su ca-
religiones del mundo puede obser-
pacidad de recepción. Los místi-
varse que a la mayoría de los hom-
cos hablan de una nueva capacidad
bres no les satisface la abstracción
espiritual, de un conocimiento
de la pura teoría y por ello suelen
amoroso.
tener una pluralidad de formas, ri-
Sin embargo, todo lenguaje so- tuales, costumbres y también re-
bre Dios es insuficiente, es un re- presentaciones muy ingenuas. No
cipiente demasiado pequeño para se puede dudar de que todo esto es
Él. Agustín compara el esfuerzo para la mayoría el medio que les
por decir algo sobre Dios con un ayuda a vivir la realidad desde
niño a la orilla del mar que inten- convicciones de fe. Si en occiden-
ta meter toda el agua del mar en su te crece ahora la moda del budis-
cubo. La tarea es acercarse con el mo en su faceta más abstracta y se
lenguaje a la realidad que nombra- la compara con la piedad popular
mos con la palabra Dios. El que el más usual, ambas cosas no suce-
lenguaje sobre Dios sea más falso den al mismo nivel.
que verdadero nos previene de la
ilusión de que sólo los espíritus
potentes intelectualmente pueden ¿Hemos sabido demasiado
captar a Dios. La realidad de Dios sobre Dios?
y el lenguaje sobre El no coinci-
den. En la práctica, se puede ob-
Lo más valioso de esta compa-
servar que no pocos hombres ape-
ración es, sin embargo, que lleva
nas pueden hablar de Dios, pero
inevitablemente a la cuestión de si
que viven de su fuerza y su reali-
occidente acaso no ha ido dema-
dad. Hay formas de piedad acerca
siado lejos cuando pretendía saber
de las cuales los teólogos sólo pue-
sobre Dios. Algunas cualidades
den mover la cabeza en desapro-
que se le atribuían a Dios eran más
bación. Pero puede ser que los
perjudiciales que beneficiosas.
hombres que las practican vivan Así, por ejemplo, la omnipotencia
auténticamente de la realidad de puso en marcha el camino hacia el
Dios, mucho más que aquellos que ateísmo. Hoy en día se propone
tienen “una teología pura”. Se po- una solución a estas cuestiones,
dría especular si, en siglos de cris- explicando que Dios y el mundo
tianismo y de teología mucho me- se identifican y el mundo es enten-
nos perfecta que la nuestra, los dido como la divinidad que se va
hombres no vivieron mucho más realizando. Entonces la divinidad
enraizados en la realidad de Dios ya no es responsable de nada, por-
y sacaron de Él sentido, fuerza, es- que ella lo soporta todo. Y el mun-
peranza, consuelo e impulso para do ya no sufre, porque es divino.
Hablar de lo inefable: ¿cómo se puede hablar hoy de Dios? 121
En Occidente la teología nega- nitivamente sólo de un espectro li-
tiva ha quedado en un segundo pla- mitado de sensibilidad para perci-
no porque era demasiado abstrac- bir esta realidad. Toda realidad que
ta para el uso cotidiano. Se prefe- se nos quiere revelar tiene que apa-
ría hablar de Dios en analogías. Se recer a la medida de nuestros sen-
vivía en la confianza de que el con- sores.
junto de la creación reflejaba a
En el judaísmo y el cristianis-
Dios y permitía conocer cómo es.
mo se llegó a la conclusión, sin du-
Se podía considerar todo como
da por experiencia, de que el sen-
metáfora de Dios y decir de lo be-
sor más diferenciado y valioso del
llo, bueno, y verdadero: así es
hombre para toda otra realidad
Dios, sólo que de modo ilimitado.
eran aquellas cualidades específi-
Claro que esto puede llevar a pro-
cas de su ser personal: su concien-
yecciones infinitas. Dios se con-
cia, su percepción, la existencia
vertiría en proyección alienadora
histórica y biográfica, el lenguaje,
del hombre. En el Concilio Late-
la relación interpersonal, el amor.
ranense de 1215 se afirmó: “entre
Estos son las mejores categorías
Creador y criatura no se puede
para hablar de la persona. Por eso
afirmar tanta analogía que no ha-
deben ser las más aptas para hablar
ya una mayor desemejanza”. Di-
de Dios, para la percepción del to-
cho de otra forma: cuando se com-
talmente Otro. Estamos dando un
para a Dios con algo del mundo
paso atrás cuando en la actualidad
conocido, se puede decir algo ver-
abandonamos estas categorías e in-
dadero acerca de Dios, pero Él
tentamos sumergirnos en algo di-
siempre es totalmente otro. En la
vino y anónimo que solemos des-
praxis cotidiana se olvidó esta afir-
cribir con categorías físicas: luz,
mación y se atribuyeron a Dios nu-
energía, sonido, ondas, etc.
merosas cualidades, pero hoy en
día se reacciona contra eso con la
exigencia incluso de renunciar a
la imagen de un Dios personal, de ¿”Experiencia metafísica” con
hablar de Dios de una manera no exclusión de la propia
teísta. existencia?

Problemático es además que en


Nuestros sensores de Dios
muchos casos la existencia concre-
ta y la historia del hombre no sue-
Podría ser más útil no querer len ser tematizadas y, en cambio,
hablar de Dios, sino de las posibi- toda la atención se concentra en la
lidades de los hombres de hablar experiencia mental puntual. Con
sobre Él. Dios mismo es inefable, ello el individuo busca la experien-
es la realidad más misteriosa. No- cia metafísica de su “ser uno con
sotros hombres disponemos defi- el todo” en un espacio vacío e in-

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temporal. Esto podría llevar a un contemporáneos? ¿No se ha de va-
increíble narcisismo. lorar el hecho de que en su contex-
to las citas de los místicos de todas
Frente a la concentración ac-
las tradiciones y épocas sean de-
tual en la autopercepción, los es-
valuadas como medio para descri-
tados mentales y las experiencias
bir y prometer determinadas expe-
“trascendentales”, se plantea la
riencias psicotécnicas? ¿Acaso no
pregunta de si esta fijación en sí
siguen siendo estas experiencias
mismo y la propia sensibilidad no
a-teas, alejadas del Dios de la tra-
es un síntoma de que el contacto
dición judeo-cristiana y sin refe-
con el Dios real se ha perdido.
rencia a Él? ¿Acaso no inmunizan
¿Subyace a todo el discurso sobre
contra el ser interpelados y con-
lo divino una experiencia como la
mocionados por Él?
que afirman Pascal y toda la tradi-
ción mística cristiana? ¿No es re-
velador el hecho de que ya no se
¿Cómo podemos hablar de
perciba a un Dios vivo, sino que
Dios?
se hable de una dimensión anóni-
ma? ¿Y que, consiguientemente,
el hombre no sea ya capaz de per- En la cuestión de cómo pode-
cibirse a sí mismo en su existencia mos hablar hoy de Dios no pode-
como un tú interpelado y sacado mos dejar de lado la convicción de
de sí mismo? que Dios mismo se ha expresado
y de que la pregunta más impor-
En las formas de budismo más
tante es cómo hacer hablar hoy a
exigentes desde el punto de vista
Dios, en vez de hablar sobre Él. Su
intelectual, en el budismo Zen, se
llamada al hombre está relatada en
dice que la meta del camino espi-
los episodios del AT. Su Palabra se
ritual no es la experiencia de lo di-
hizo carne en Jesús de Nazaret, en
vino, sino la eliminación del sufri-
el NT. Su auto-comunicación es de
miento (Nirvana) y la irrupción en
nuevo quebrada y velada por el
dimensiones sutiles de la psique
lenguaje humano. El evangelio de
que conduce a una nueva forma de
Juan dice: “Quien me ve a mí ve
ser en el mundo. Ahora bien, en
muchos sincretismos occidentales al Padre”. Sin embargo, los con-
este camino budista tan sencillo es temporáneos de Jesús sólo lo per-
mezclado con fragmentos de teo- cibieron velado en su forma huma-
logía y mística cristiana y reco- na. Pero de Jesús se desprendía
mendado como camino hacia la una influencia indefinible, inefa-
verdadera experiencia de lo divi- ble, que se mantiene hasta hoy. Pa-
no e incluso como auténtica inter- ra poderle ver había que tener fe.
pretación de la mística cristiana. La fe es de naturaleza dialógica,
¿No estamos ante un mercado de extática, dirigida al totalmente
satisfacción de las necesidades re- Otro. El dramático destino de Je-
ligiosas y espirituales de nuestros sús es que incluso la palabra hecha
Hablar de lo inefable: ¿cómo se puede hablar hoy de Dios? 123
carne es un lenguaje paradójico e son hombres sencillos quienes ex-
inefable. En esta palabra se auto- perimentan esto, sin poder articu-
comunicó el Dios incomprensible larlo de manera apropiada. A lo
e invisible de una manera que po- mejor, incluso les ha ocurrido al-
nía en cuestión toda expectativa go malo, pero no por eso han de-
humana. Lo invisible se dio a co- jado de creer en Dios sino que se
nocer en la cruz, la fuente de la vi- han crecido en la fe.
da se reveló en la muerte. Por eso
escribe Pablo sobre la necedad de
la cruz, que hace palidecer la sa- Hablar de Dios de una
biduría de los sabios y la inteligen- manera existencial, histórica,
cia de los inteligentes. Pero para biográfica
aquellos que creen es “fuerza de
Dios y sabiduría de Dios”.
¿Cómo se puede hablar de
Dios? No se puede hablar correc-
tamente de Dios, sólo se puede na-
El lenguaje sobre los efectos
rrar cómo actúa sobre los hombres
de Dios sobre el hombre
y los bienes que comunica a las al-
mas. No se puede hablar académi-
Aquí hemos de hablar otra vez ca y abstractamente de Él, sino só-
de la transición del lenguaje impo- lo de manera existencial, histórica
sible sobre Dios al lenguaje posi- y biográfica. Por eso en todos los
ble sobre los efectos de Dios en el libros del AT y del NT se narran
hombre. Si bien Dios no es luz, vi- historias o se cantan canciones pa-
da, amor, espíritu, tal como los en- ra el camino. No aportan ningún
tienden los hombres, aunque la sal- rastro de experiencia individual
vación de la cruz no se correspon- abstracta, separada de la propia vi-
de con las expectativas de salvación da, no se afirman cualidades abs-
de los hombres, hay hombres que tractas sobre Dios. Pero en estas
hablan de Él, le cantan, lo narran, historias aparecen imágenes y ca-
“porque Él ha hecho cosas gran- tegorías de la percepción humana
des por mí” (Sl 66,16). ¿Cuáles que mantienen su validez, sobre
son estas cosas grandes que Él ha todo la del amor como capacidad
hecho a los hombres? No les ha de conocimiento y relación más
evitado las pruebas de la vida ni elevada. No hay otra cosa más ele-
les ha curado milagrosamente, si- vada que el amor. Con él se puede
no que les ha dejado como a todos jugar y celebrar aquello que no se
los demás ante la vejez y la muer- puede comprender: la inefable rea-
te. Pero de Él han emanado cerca- lidad de aquello para lo que no te-
nía, fuerza y sabiduría. A menudo nemos mejor palabra que “Dios”.

Tradujo y condenso: MARIA JOSÉ DE TORRES

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