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L a h isto r ia de

SAL DE UVAS
PICOT

El antiácido de México
L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

ÍNDICE

PRESENTACIÓN 5

© 2017, Travesías Editores, S.A. de C.V.


Primera edición: 2017
SAL DE UVAS PICOT A LO LARGO DEL TIEMPO 10

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variar debido a circunstancias incontrolables, por lo que la editorial no se
hará responsable de los cambios o errores que puedan derivar de éstas.
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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

PRESE NTACIÓN
Hace algún tiempo llegó a la empresa una carta manuscrita que
decía: “Estimados señores: Ruégoles me aconsejen para conseguir
esos Cancioneros Picot que ustedes organizan en su publicidad. Me
reitero comprometido. Atte.: Ruperto H.”; la carta tenía engrapados
50 pesos, como pago adelantado por el envío de los cancioneros. Este,
aparentemente pequeño, gesto epistolar de inmediato nos trasladó a
otra época y expuso ante nosotros el valor de la gran tradición que
lleva consigo Sal de Uvas Picot. Además, nos llevó a repensar, sin dejar
de lado una profunda añoranza, el significado que aún tiene para
los mexicanos la muy famosa bebida efervescente. La mención del
Cancionero Picot, en aquella breve frase, vino cargada de recuerdos
del México de nuestros padres y abuelos. Y fue así que, a partir
de la evocación de un mexicano, originario de Torreón, Coahuila,
escuchamos la voz de muchos otros y entonces nos dimos a la tarea
de recuperar el pasado de Sal de Uvas Picot.
Tal vez podríamos pensar que hablar de la historia de Sal de Uvas
es algo sencillo, pero en realidad significa recuperar el relato, de casi
un siglo, en el que no sólo se hace referencia al producto en sí, pues, al
mismo tiempo, nos traslada a una historia de más de 90 años del pueblo
mexicano. En especial, nos lleva a recuperar aquel temprano siglo xx y el
sinnúmero de imaginarios y necesidades emergentes de una sociedad en
plena transformación. Como es sabido, las convulsiones políticas, sociales
y económicas asestadas por el movimiento revolucionario abrían paso a
nuevas formas de pensar, entender y vivir la idea de la mexicanidad, en
medio de un contexto que pugnaba por la modernidad y el brillo de la
urbe. De ese momento histórico emana la marca Picot, la cual se expande
en el medio mexicano como parte de una circunstancia leída y descifrada
por los directivos y creativos de la marca, de manera tan acertada que
no sólo logran adaptarse a las nuevas estrategias de venta y consumo
de esta naciente época, sino que mediante sus campañas de difusión
consiguen incidir en la conformación de las nuevas formas de vida.

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A partir de objetivos publicitarios, los productos Picot —y sobre


todo su Sal de Uvas— contribuyeron a crear un imaginario que prevalece e
identifica temporalidades y generaciones. Sin lugar a dudas, el Cancionero
Picot fue la columna vertebral de dicha labor, pues en éste se articuló
un discurso potente y sin par que llevaba a los campos visual, sonoro,
lírico y textual las transformaciones del país, mientras daba empuje a la
apertura y asimilación de gustos populares que, al día de hoy, aún nos
son familiares y que identificamos como parte del alma nacional. Entre
1924 y 1965 se editaron 42 cancioneros y cuatro ediciones de lujo, de modo
que a sus páginas las recorren un sinfín de canciones y, además, todo un
ideario de lo que implica ese México que se adentraba en la modernidad.
Así, mediante los discursos contenidos en los anuncios y las aventuras de
los personajes Chema y Juana, el Cancionero nos devela los contrastes del
mundo rural y el urbano, al tiempo que nos conduce por distintos ideales
de la vida moderna y otros rasgos de desarrollo cultural de la primera
mitad del siglo xx.
La canción ha sido un elemento fundamental en la historia y la
cultura de México, por lo que es importante destacar el visionario espíritu
de los creadores de Sal de Uvas Picot, quienes lograron llevar de la mano
sus productos y las melodías más populares de todo el país. Tan natural
es la música en nuestra sociedad que ésta fue una asociación sumamente
poderosa, más aún si se toma en cuenta el significativo y socializador lugar
que tenía la radio en aquel entonces. De tal suerte que el Cancionero Picot,
en alianza con las radiodifusoras —especialmente la xew—, contribuyó
a concretar y difundir profusamente, por más de 15 años, la sensibilidad
y el gusto de una época que aún cobra vigencia, dejando un legado que
trasciende las emociones y conforma parte importante de la memoria
colectiva y afectiva del mexicano. desde distintos puntos de vista y no sólo como un mero producto
Todas las brillantes estrategias publicitarias creadas para Sal farmacéutico con mecanismos publicitarios, lo cual ya de por sí es loable.
de Uvas Picot son una suerte de máquina del tiempo que nos traslada Por medio de la música y el trabajo publicitario se logró colocar la marca
al pasado para revivir otro México, uno al que ahora tenemos acceso en la memoria de un pueblo y llevarla a los hogares, para formar parte de
mediante sus canciones, sonidos, artistas, letras, ilusiones, comerciales la vida cotidiana. Pero ha sido su eficacia en cuanto a la salud familiar,
televisivos, o al rememorar los gustos y modos de hablar de otras épocas. y su entendimiento de la cultura culinaria del país y los efectos de ésta,
De modo que a Sal de Uvas Picot y sus inherentes y más emblemáticas lo que ha mantenido a Sal de Uvas Picot presente por casi 100 años en
formas promocionales habría que entenderlas también como un las familias mexicanas, entre las que, sin duda, permanecerá por muchos
compendio de información del más variado tipo, que debe juzgarse años más.

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S A L D E UVAS
P I COT A

1944 1938 1935


Chema y Juana aparecen por primera vez en la portada del Cancionero.

LO L A RGO D E L
Se introduce en el mercado una nueva presentación, en sobres
individuales.

TIEMPO El Cancionero Picot publica su segunda edición de lujo, con la que


celebra su vigésimo aniversario.

1954
Luis Sanemetrio, Tomás Lizárraga y Eduardo Cabal, creativos y directivos Se pone a la venta la tercera edición de lujo del Cancionero, para
1924

de Laboratorios Picot, tienen la idea de editar y distribuir gratuitamente celebrar 30 años de vida.
un cancionero.
Se publica el primer número, titulado Canciones y Ensueños.
Nace la Burbujita de la Sal de Uvas Picot, que acompañará a Chema

1962
y Juana en la publicidad de Sal de Uvas.
13 de noviembre

Sal de Uvas Picot comienza a anunciarse en televisión.


1930 1928

Sal de Uvas Picot se registra en la Secretaría de Salud y se lanza


al mercado nacional.

1965
Se publica el último Cancionero Picot, en el que se anuncia la fusión
de Vick México y Laboratorios Picot.
El cancionero se publica con el nombre de Canciones Selectas.

1970
El cancionero adopta el nombre de Cancionero Picot, título con el que Se introduce en el mercado el nuevo diseño del empaque.
será conocido por muchas generaciones.
1931

Comienzan a transmitirse las barras musicales del Cancionero Picot en


las estaciones de radio xeb y xew. Así se inicia la publicidad radiofónica,

1983
Se lanza una edición especial del Cancionero Picot, tras anunciarse
que traerá como consecuencia el crecimiento y la consolidación de la
que México sería sede de la Copa del Mundo.
marca.

El ilustrador César Berra, colaborador de Picot, da vida a los personajes


1933

1986

Chema y Juana. Los charritos aparecen por primera vez en las páginas Una vez más, se publica un Cancionero especial, en conmemoración
del Cancionero. del Mundial México 86.

Se lanza la primera edición de lujo del Cancionero Picot, en


1934

1994

conmemoración de sus primeros 10 años. Procter & Gamble compra la marca Sal de Uvas Picot.
Sal de Uvas Picot se vende en cinco diferentes tamaños y presentaciones.

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1997
Se ceden los derechos de Sal de Uvas Picot a Mead Johnson, división
nutricional de la farmacéutica Bristol-Myers Squibb.
2018 2016 2015 2014 2011 2004 2001 2000 1998

Se lanza Picot Plus.

Picot se integra al mercado norteamericano.

Bristol-Myers Squibb lanza una nueva serie del Cancionero Picot, pero
no tuvo éxito.

Sal de Uvas Picot cumple 80 años.

Picot lanza la campaña publicitaria “Reconcíliate con la comida”.

Reckitt Benckiser comienza a comercializar Sal de Uvas Picot y Picot Plus.

Picot lanza la campaña publicitaria “Locos por la comida”.

Picot amplía su portafolio al lanzar Picot-adv, el primer formato


en suspensión de la marca para aliviar el reflujo.

Se cumplen 90 años del registro de Sal de Uvas Picot y de su presencia


en el mercado mexicano.

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SAL DE
UVAS PICOT

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

La historia de Sal de Uvas Picot es,


sin duda, parte de la historia de
millones de hogares mexicanos.

A la mañana siguiente, después de haber comido o bebido


demasiado, tome usted Sal de Uvas Picot. Refrescante,
digestiva y antiácida, alcalinizante y diurética. Es la original y
única fabricada con ácidos y extractos naturales de la uva. Si es
cuestión de ahorrarse unos centavos, tome usted cualquier
laxante, pero si se trata de su salud o la de los suyos, pida usted
la original y legítima Sal de Uvas Picot.
—Publicidad en radio, ca. 1942.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

Fue en 1928 cuando los creadores de Sal de Uvas Picot registraron el


producto ante las oficinas de la Secretaría de Salubridad en la Ciudad
de México. Este hecho marcó el inicio de una historia que va más allá de
la de un producto farmacéutico, pues Sal de Uvas Picot se diseñó, desde
su origen, para cuidar la salud de toda la familia, de manera que su
historia, sin lugar a dudas, se vincula con la de millones de hogares
mexicanos, lo que ha ocurrido a lo largo de casi 100 años. Una vez
realizado el registro de Sal de Uvas, con la clave 394 S.S.A., empezó su
comercialización y los agentes de Laboratorios Picot comenzaron sus
recorridos para vender el polvo efervescente en toda la república.
Durante los primeros años, Laboratorios Picot tenía sus oficinas
tanto en Buffalo, Nueva York, como en la Ciudad de México, pues la
Revolución Mexicana fue un factor importante para el desplazamiento
de empresarios hacia Estados Unidos. Gran parte de los empresarios
mexicanos y las familias de alto nivel económico se trasladaron al
vecino país, por motivos de seguridad, durante los tiempos de guerra.
Sin embargo, para 1934, la empresa farmacéutica se había establecido,
de manera permanente, en la calle Regina, en el Centro Histórico de la
capital mexicana. Desde este centro urbano continuaría la distribución
de Sal de Uvas a lo largo y ancho de México. Con los años se conseguiría
un alcance masivo insospechado, que hoy, con ayuda de nuevos
colaboradores, ha desbordado las fronteras nacionales.
Sal de Uvas Picot es un antiácido efervescente en polvo, compuesto
de bicarbonato de sodio, ácido cítrico y ácido tartárico —un derivado
natural de la uva—, que alivia diversos males que aquejan el estómago,
principalmente las agruras, la acidez y la indigestión. En un inicio, su
fórmula además contenía sacarosa y tartrato ácido de potasio
—otro derivado de la uva—, y se consideraba principalmente como un
laxante suave, agradable y eficaz. Su inestimable valor para combatir el
estreñimiento traía como consecuencia que fuera un producto indicado
para tratar gran cantidad de padecimientos intestinales.

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Sal de Uvas se introdujo al mercado como


un novedoso laxante, suave y natural.
La publicidad daba cuenta de sus
incontables beneficios.

Las consecuencias son tan múltiples como enojosas;


de ordinario acarrea la pérdida de apetito; los trastornos
gástricos (malas digestiones o trastornos estomacales);
las neuralgias; las enfermedades intestinales, como
apendicitis; las congestiones locales (hemorroides);
las enfermedades del hígado y de los riñones; congestiones
cerebrales, trastornos circulatorios y nerviosos. Obra
igualmente sobre el carácter, haciéndolo irritable, y sobre
las facultades intelectuales y físicas que puede disminuir.
—Cancionero Picot, 1930.

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Alivia agruras,
acidez e indigestión
con las burbujas
de Sal de Uvas Picot.
—Slogan publicitario, 2016.

De manera que esta bebida, laxante y efervescente, dejaba


el cuerpo humano libre de todo tipo de toxinas y venenos, y, como
anunciaba la popular “Marcha Picot”, se recomendaba para casi todo
mal. Al mismo tiempo, se presentaba como un tratamiento alternativo con
respecto a las antiguas purgas a base de aceites de desagradable sabor
y con efectos violentos para el consumidor. Durante la primera década
en la que el producto se introdujo al mercado, su publicidad dejaba
ver, de manera gráfica y con ayuda de largos textos, las incontables
bondades de Sal de Uvas.
Hacia la mitad de los años cuarenta, Sal de Uvas Picot dejó de
anunciarse exclusivamente como un laxante y comenzó a presentarse
como una bebida efervescente con características antiácidas, además de
las ya bien conocidas purgantes. Sin embargo, el cambio más significativo
dentro de este nuevo planteamiento, y que marcaría la ruta de la historia
de Sal de Uvas, fue la evolución a un producto preciso, para aquellos
malestares provocados por los excesos de comer y beber. Entonces, la
bebida de Picot se recomendaba para aliviar mala digestión, agruras y
acidez, sed excesiva, náuseas y dolor de cabeza, que venían después de
una comida opípara. Paulatinamente, durante las dos siguientes décadas,
la publicidad puso énfasis en dos malestares concretos: la acidez y la
La bebida efervescente era recomendaDa mala digestión. Para los años setenta, el discurso propagandístico de
para casi todo mal, incluido
el mal carácter derivado de los Sal de Uvas Picot deja definitivamente fuera la función de laxante y
trastornos intestinales.
permanecen sus bondades contra la acidez e indigestión. Hasta el día
de hoy, la marca Picot se conoce como el antiácido de México.

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Obreras en el área de lavado


de la fábrica Picot.

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Los productos de Laboratorios Picot se podían adquirir en farmacias


y antiguas boticas, negocios en los que el boticario se encargaba de
preparar fórmulas a base de diversos ungüentos, aceites, bebidas y polvos
medicinales para remediar todo tipo de padecimientos. A la par de Sal de
Uvas, la empresa Picot comercializó otros productos que tuvieron una vida
breve: quizá entre los más populares se encuentran el Compuesto Picot,
prescrito como disolvente del ácido úrico y antiséptico de las vías urinarias,
para aliviar afecciones reumáticas causadas por el ácido úrico y algunas
afecciones de los riñones, y el Granulado Picot, muy agradable al paladar y
de gran utilidad para los dolores reumáticos y como calmante de los dolores
útero-ováricos. El Granulado Picot perfeccionó su fórmula para, durante
un buen tiempo, anunciarse también como un producto analgésico eficaz
para aliviar dolores musculares, de articulaciones, gota y ciática. Hubo otros
fármacos, mucho más efímeros, como el laxante Jarabe de Ciruelas Picot y,
más adelante, el Aceite de Ricino Picot, purísimo, sin sabor y sin olor.
Desde su lanzamiento, Sal de Uvas Picot llevaba en sí la consigna
de ser un producto accesible para toda la sociedad; sin importar el nivel
económico ni la región del país de sus compradores, en cada casa de México
no podría faltar la singular sal. Para que esto fuera posible, el producto salió
a la venta en frascos de vidrio de diferentes tamaños. A una década de la
introducción de Sal de Uvas en el mercado, durante los años treinta, hubo
cinco presentaciones distintas, que se ofrecían a la venta a precios que
iban desde 20 centavos hasta 1.60 pesos para los frascos más grandes. Los
frasquitos de vidrio se envolvían con un papel diseñado exclusivamente para
la marca. Sobre colores cálidos, como amarillo y naranja, sobresalían viñetas
con tendencias victorianas y un ecléctico arreglo tipográfico, que servía para
jerarquizar la información escrita en las envolturas y etiquetas. El papel del
envoltorio incluía la reseña general de Sal de Uvas, mientras que las etiquetas
de los frascos contenían datos más específicos, como la fórmula y el modo de
empleo. La fuerte identidad gráfica creada por Picot desde los años veinte
quedó tan bien definida que se mantuvo hasta avanzados los años sesenta.
Posteriormente, el diseño gráfico cambió del todo al adoptar colores fríos,
como verde y azul, y un dinámico y actualizado logotipo.
Los sobresalientes diseñadores de los empaques de Picot se
preocuparon siempre de estar a la vanguardia. Por ejemplo, en 1938, se
incorporaron las entonces modernas cajitas rectangulares de cartón y se
dejaron fuera los tradicionales envoltorios de papel. Ese mismo año, además,

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“Marcha triunfal
de la Sal de Uvas Picot”
Rafael Hernández El Jibarito
y Ernesto Escobar

Qué sabrosa, Sal de Uvas,


que fabrica la Picot,
los doctores la recetan
Objetos pertenecientes al Archivo del Museo del Objeto del objeto (MODO).

idearon una nueva presentación, más económica, para Sal de Uvas: sobres para niños y demás.
individuales de celofán impresos a color, que al principio costaban solamente
10 centavos; para 1956 lanzarían un nuevo sobre a prueba de humedad. Entre
las diversas presentaciones que tuvo Picot para su Sal de Uvas, es importante
Yo la llevo en el bolsillo
mencionar las grandes cajas de metal, que contenían de 72 a 100 sobres, y que siempre que salgo a viajar
con los años serían suplantadas por cajas de cartón. Las botellitas de vidrio y la tomo con frecuencia
también serían remplazadas por las de plástico, para finalmente desaparecer
para casi todo mal.
y que en el mercado sólo quedara la presentación de Sal de Uvas Picot en
pequeños sobres de una dosis que conocemos actualmente.
Sal de Uvas Picot es un producto bien arraigado en el imaginario Me gusta la Sal de Uvas
mexicano y es parte de su cultura popular. En 1994, Procter & Gamble que fabrica la Picot
y es tan conocida
lo compró y tres años más tarde lo hizo la compañía farmacéutica
estadounidense Bristol-Myers Squibb. Actualmente, Picot forma parte de las
marcas de la empresa británica Reckitt Benckiser en México, que, además de la que no admite boicot.
popular Sal de Uvas Picot, comercializa dos productos nuevos pertenecientes a

Por eso yo la pido,


la familia Picot: Picot-adv y Picot Plus. El primero es una suspensión que alivia
las agruras, la acidez estomacal o el reflujo gastroesofágico, y el segundo es
una variación de Sal de Uvas, que además es analgésica, pues en su fórmula no quiero imitación,
contiene ácido acetilsalicílico. Esta evolución de Sal de Uvas Picot fortalece, porque tomar Sal de Uvas
revitaliza y reactiva su presencia en la sociedad mexicana, y extiende la
historia de este producto farmacéutico, que es ya una tradición en el país.
es como una bendición.
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CANCIONE RO

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El Cancionero es un homenaje a la
historia cultural del país: música,
lenguaje, costumbres y comida.

El Cancionero Picot es la propaganda más atractiva […] que


existe, puesto que sus canciones traen recuerdos de horas
dulces, de tiempos que se fueron, de amores pasados, dando
así ocasión a quienes todavía sueñan, en este mundo de
materialidades innegables, de encontrar en cada una de las
frases de ese simpático librito ocasión para estimular la
filarmonía…, sentimiento superior del alma, sobre todo del
alma latina.
—Ernesto Escobar, Cancionero Picot, 1934.

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picot
L a h i s t— o 1r 0i a
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a ñ
e os
s a l d e u v a s p i c o t

En cada región, en cada clima y bajo cada matiz azul del cielo, los
pueblos de México han inventado sus propias melodías. Cada una, con
su particular estilo, lleva en sí las tristezas y alegrías de la región que la
vio nacer. El huapango en la Huasteca, el canto del Bajío, los ritmos de las
costas que llegan como brisa del mar de las Antillas, la serenata yucateca
o los sones del Sotavento son todos ellos sonidos del campo, a los que
con los años se les sumarían los de la gran urbe, como los tangos, los
boleros y las canciones rancheras, o más tarde las baladas y el rock. La
música popular mexicana ha sido venerada, promovida y difundida por
el mismo pueblo, que la ha adoptado como parte esencial de su relato
de vida. Entonces, sus letras se nos revelan como espejo de la intimidad y
las sensibilidades de generaciones enteras, inspiradas en el sentir y en la
cotidianidad de las comunidades rurales y citadinas. El pueblo mexicano,
por décadas, ha cantado a sus pasiones, sueños, deseos, amores y
desamores, también a sus recuerdos, desesperanzas y preocupaciones.
Así como la música vivía en cada hogar del país, los directores
visionarios y creativos de los Laboratorios Picot imaginaron que sus
nacientes productos podían ir de la mano de todas esas melodías. Tan
natural y necesaria era la presencia de la música como lo sería Sal de
Uvas Picot. De esta forma, Tomás Lizárraga, Luis Senemetrio y Eduardo
Cabal idearon un feliz y novedoso medio para la propagación de la
música popular y de los productos farmacéuticos Picot: un cancionero.
La publicación anual recopilaría entre sus páginas las más bellas
canciones populares y las intercalaría con anuncios acerca de las
bondades y los beneficios de sus productos, principalmente aquéllos
otorgados por su hoy muy famoso polvo efervescente. Y aunque
coleccionar las letras de las canciones más gustadas no era algo nuevo
—pues esta costumbre tiene su origen en la segunda mitad el siglo xix,
cuando las canciones circulaban en hojas sueltas o dentro de pequeñas
publicaciones de tintes políticos—, el Cancionero Picot se convirtió en
un medio de difusión sumamente importante, así como en una forma de
entretenimiento muy bien acogida por el público. En sus páginas no sólo
se presentaba la letra de las canciones, sino que se daban a conocer
detalles biográficos y fotografías de interpretes y compositores. Además,
con viñetas secuenciadas de pequeñas narraciones, aunque con énfasis
en la publicidad, se dio vida a entrañables personajes de ficción que
rápidamente lograron ganarse el afecto del pueblo mexicano.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

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La cultura popular ayudó a
convertir las figuras del Charro
y la China Poblana en grandes
símbolos de lo mexicano.

Still de la película La malquerida , de Emilio Fernández.

Ya desde 1924, los Laboratorios Picot emprendieron la tarea de de esto fueron los trabajos del taller de impresión Galas de México, con los
repartir su cancionero, siempre de manera gratuita, de casa en casa y que se popularizaron las escenas vernáculas y los estereotipos nacionales
en las farmacias, a lo largo y ancho de toda la república, primero con el mediante la publicación de sus calendarios. Esta misma imprenta sería la
título de Canciones y Ensueños y posteriormente con el de Canciones encargada de producir los primeros cancioneros.
Selectas. Fue en 1931, sin embargo, cuando apareció la primera edición En la portada de 1930, firmada por el dibujante Eduardo Obregón,
del cuadernillo con el nombre de Cancionero Picot: contaba con 32 se muestra a un grupo de personas durante un paseo en las trajineras de
páginas y estaba impreso a dos tintas. Xochimilco. Esta tradición, junto con el charro y la china poblana, o las
Después de la difícil época del movimiento revolucionario que adelitas, se convertiría en uno de los símbolos más grandes de lo mexicano.
comenzó en 1910, el Estado mexicano necesitaba concretar los ideales de Las bellas artes, el cine, el arte popular y, por ende, el Cancionero Picot
la nación en arquetipos que representaran y enaltecieran el proyecto llevaron al campo de la expresión visual la transformación del país. La
de la Revolución, por lo que puso gran empeño en construir un nuevo danza, la literatura y por supuesto la música fueron también cruciales para
pacto social que llevara dicha ideología a todos los ámbitos y propiciara la consagración de aquellas figuras mexicanas, que si bien tienen su origen
la configuración de una identidad nacional. En las artes plásticas, fueron en el pueblo y las escenas nacionales, en gran parte deben su existencia
los muralistas, como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro a la ficción.
Siqueiros, o el grabador Leopoldo Méndez quienes llevaron la batuta de En 1933, el Cancionero Picot vería nacer a su propio charro: Chema
aquella empresa; pero estos esfuerzos no se limitaron a las artes cultas, Tamales, quien siempre estaba acompañado de su esposa Juana, una mujer
también el arte popular se nutrió de este nuevo imaginario. Un ejemplo morena con grandes ojos oscuros, vestida de china poblana y con peinado

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

En 1933, César
Berra dio vida
a los entrañables
personajes Chema
y Juana Tamales.

de trenzas que no hacía más que validar el juicio de Chema, un charro


valentón de sombrero, sarape y bigote, que desenfundaba la pistola a la
menor provocación, y en otras ocasiones cargaba con su guitarra para
cantarle a su amada. Chema no tenía más hazañas que el romance, la
música y las parrandas.
En sus versos, Chema y Juana recuperaban con picardía y humor
los tintes románticos de las canciones del momento, rasgos que en
adelante los caracterizarían, y hablaban de las virtudes y propiedades
de la bebida efervescente.

No llore asté por mi ausencia


que allí le dejo mi amor…
Pero eso sí, no le dejo
la Sal de Uvas Picot…

¡Deme un beso ansiosamente,


con burbujas de pasión!
¡Quiero un beso efervescente
como Sal de Uvas Picot!

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

Esta pareja de charritos


nacería de la pluma de César
Berra, un dibujante de
Tlaxcala que había iniciado
su carrera, de manera
precoz, a los 13 años, con una
historieta creada junto con
el niño Alfonso Velasco en
1919. La tira cómica, titulada
“Vida y milagros de Lorín, el
perico detective”, se publicó
en El Demócrata, uno de
los más importantes diarios
mexicanos de la época, y es
considerada pionera de las
series de aventura mexicana y
fundadora del género policiaco en la historieta local.
Antes de las primeras apariciones de Chema y Juana, se publicaron
en las páginas del Cancionero Picot otras historietas creadas por el mismo
Berra. Los divertidos relatos en rima incluían a diferentes protagonistas, que
aliviaban sus males gracias a los productos de la marca Picot. Por ejemplo,
el Profesor Corchea, un pianista que sufría dolores de espalda; Rosquete,
un hombre acaudalado que ofrecía grandes fiestas y sabía bien cómo
comer y beber sin miedo a cualquier indisposición, o “Los cuatro viajeros de
la parranditis”, quienes tras una noche de copas terminaban en el “bote”,
pero se libraban de la “cruda” gracias a Sal de Uvas. Estas historietas,
que desaparecerían rápidamente, incorporaban títulos de canciones muy
populares, como “Ave de paso”, “Las Golondrinas”, “Lágrimas negras” o
“La negra noche”. Al ingenio de César Berra también se debían muchas
de las ilustraciones publicitarias del Cancionero.
Para 1934, los charritos cobraron mayor importancia y el publicista
Jorge Aguilar se convertiría en la mancuerna de Berra para dar vida a estos
personajes. Se integraron historietas propagandísticas de seis cuadros,
en las que, por lo general, es Chema quien padece los estragos de las
comilonas y las parrandas, y Juana, invariablemente, trae el alivio a sus
excesos con Sal de Uvas Picot, lo que daba un final previsiblemente feliz

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a todas sus aventuras. Más adelante, en la edición del Cancionero de


1935, la pareja de protagonistas ocuparía el lugar de la portada y en
la primera página, a manera de introducción, comenzó a publicarse “El
saludo de don Chema”, un breve relato en rimas que presentaba la edición
anual y en el que el charro contaba los viajes que hacía por el país, en
ocasiones recopilando canciones para el Cancionero, o con la misión de
dar a conocer la bebida efervescente y regalar el cuadernillo. En estas
letras se exaltaban, además, las tradiciones, las melodías y la belleza de
las tierras mexicanas.
En muy poco tiempo, la famosa pareja de charritos ganó
incontables adeptos y se convirtió en la imagen de Sal de Uvas Picot. Para
la edición de 1938, las fotografías de artistas o de escenarios de la ciudad
en las portadas de los cancioneros serían definitivamente desplazadas
y quedaron únicamente las ilustraciones de Berra en la primera plana.
Los modestos cancioneros daban cuenta de las transformaciones
que estaba sufriendo el país durante la primera mitad del siglo xx. Gracias
a los discursos, tanto visuales como textuales y líricos, que cruzan las

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

diversas ediciones del Cancionero, se vislumbra la imagen de un México


que se concibe a sí mismo en una transición de lo rural a lo urbano;
un México que se está modernizando, pero que lleva consigo la añoranza
de los tiempos pasados.
Los nacientes usos y costumbres de la sociedad mexicana,
a la par de otras prácticas ya bien arraigadas, estuvieron presentes
en las historietas de Chema y Juana, y en general en la publicidad del
Cancionero, especialmente aquéllas vinculadas con la comida y la bebida.
Por ejemplo, como parte de las aventuras de esta pareja de charros
que habitaba la gran ciudad, se encuentran las celebraciones del 15 de
septiembre; fiestas familiares como bautizos y cumpleaños; las excursiones
al campo con vistas de los majestuosos volcanes, que para entonces ya
eran un emblema nacional; las ferias ambulantes, por lo regular unidas
a festividades de algún pueblo o barrio; las lunadas en las trajineras;
las peleas de gallos y corridas de toros; el jarabe tapatío, los mariachis
y las serenatas. Pero también se incluyen otras actividades recreativas,
que habían surgido en los tiempos modernos, como la lucha libre, las
despedidas de soltero, las cenas en elegantes cafés y restaurantes, o las
vacaciones en el puerto de Acapulco, el primer destino vacacional del
país. Chema conduce un “Forcito” (Ford Motor Company fue la primera
empresa automotriz que se instaló en México) por un camino aún sinuoso
y le tomaría más de un día llegar a dicho destino.
Hoy, los Cancioneros Picot parecen un homenaje no sólo a
la comida mexicana, sino a la lengua del pueblo de México, con los
modismos del campo que se mezclaban con los urbanos en la vida
cotidiana de la capital durante la primera mitad del siglo xx.
Entre 1930 y 1970, la población del país aumentó más del doble
—de 16.5 millones en los años treinta a 48.2 millones en los setenta—.
Esto provocó un notable crecimiento de las ciudades. Además de las
modernas costumbres, nacieron nuevos barrios, calles, vecindades,
edificios y carreteras, y se desarrolló la tecnología. Surgió asimismo la
clase media y se acentuaron los contrastes sociales. La trama de los
cancioneros Picot no fue ajena a todos estos acontecimientos y en su
publicidad ponía énfasis en la pluralidad de su producto; sus anuncios
ilustrados mostraban escenas en las que convivían las parejas de clase
media o alta, los campesinos, los charros y la población de bajos recursos:
Sal de Uvas Picot era accesible y adecuada para toda la población.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

“Mujer”
Agustín Lara

Mujer, mujer divina,


tienes el veneno que fascina en tu mirar.

Mujer alabastrina,
tienes vibración
de sonatina pasional.

Tienes el perfume
de un naranjo en flor;
el altivo porte de una majestad.

Sabes de los filtros


que hay en el amor,
tienes el hechizo de la liviandad.
La Ciudad de México de noche.

La divina magia
Además de las historietas, las canciones publicadas también
reflejaban aquellos vertiginosos cambios, pues hacían referencia a la
incipiente vida nocturna de la ciudad, los cabarets, los salones de baile de un atardecer y la maravilla
y la prostitución. No hay que olvidar que los pícaros charritos Chema y de la inspiración.
Juana Tamales eran asiduos asistentes a los cabarets y salones de baile.
Uno de los varios ejemplos de las melodías que abordaban las temáticas
de la vida de noche fue la canción publicada en el Cancionero Picot de Tienes en el ritmo de tu ser
1932, “Mujercita”, del virtuoso compositor Agustín Lara. todo el palpitar
de una canción.
No es de extrañar que en este interesante librito musical se
incluyeran referencias a la fuerte industria cinematográfica, que había
crecido no solamente en el extranjero, sino en especial en México, donde
alcanzaría sus años dorados entre la segunda mitad de los años treinta y Eres la ilusión de mi existir, mujer.
finales de los cincuenta. En la edición de 1939, Chema y Juana Tamales se

—Cancionero Picot, 1932.


convierten en actores de cine.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

La cinta trata de unos bandidos


que por don Chema son perseguidos,
porque él resulta ser el galán.
Como a su Juana se la han raptado,
él va tras ellos desesperado
sobre un brioso cuaco alazán…

—Cancionero Picot, 1939.

En esa misma edición se publicó “Perfidia”, el famoso bolero del


compositor, pianista y director de orquesta chiapaneco Alberto Domínguez
Borras, canción que se popularizó tanto en inglés como en español y que
fue parte de la banda sonora de Casablanca, la película dirigida en 1942
por Michael Curtiz. En otras ediciones del Cancionero Picot aparecen
diversas melodías que formaron parte del cine nacional: por citar un
ejemplo, “Serenata de amor”, de la película Allá en el trópico, dirigida por
Fernando de Fuentes en 1940 y con fotografía de Gabriel Figueroa.
El Cancionero Picot trataba siempre de presentarse como una
publicación moderna y de actualidad, no sólo por el contenido musical; era
una selección de las más bellas y sonadas canciones de cada año y hasta
se integraban aquellas que, se especulaba, serían las favoritas y más
escuchadas en el año en que salía la publicación. Además, sus portadillas
e historietas propagandísticas daban cuenta de la coyuntura nacional e
incluso internacional. Muestra de ello son las portadas de mitad de los años
treinta, en las que se muestran algunos monumentos emblemáticos de la
ciudad como símbolos de su desarrollo cultural, orgullo y reafirmación de
la identidad mexicana, como el Palacio de Bellas Artes, que se inauguró
en 1934 y ocupó la primera plana del Cancionero al año siguiente.
Otro ejemplo fue el entusiasmo por la construcción de la Carretera
Panamericana, que uniría todo el continente. Otras portadas más hicieron
referencia a acontecimientos trascendentes en la historia contemporánea
universal: a mediados de los años cuarenta, dos de las portadas del librito
de Picot dan testimonio de la Segunda Guerra Mundial.
En la edición del Cancionero de
El Cancionero Picot tuvo otro importantísimo papel, pues la música, 1939, los charritos se convierten
en actores de cine.
profusamente difundida por medio de sus páginas y la radio, configuró,
en gran medida, la manera de sentir y entender los conceptos relativos
al amor y el desamor del pueblo mexicano. Grandes compositores, de
múltiples regiones del país, fueron partícipes de esta tarea; entre tantos

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La letra y música de las canciones
del Cancionero Picot reflejan
el universo sensible de la cultura
mexicana.

otros, recordamos a Guty Cárdenas, Agustín Lara, Rafael Hernández


El Jibarito, Manuel Wello Rivas, Tata Nacho, Alfonso Esparza Oteo, Alberto
Domínguez, Álvaro Carrillo, Tomás Méndez, etcétera, quienes con sus letras
y la música que las complementa han dejado un legado que alcanza lo
más profundo de nuestro universo sensible. Como consecuencia de todo lo El arrobador embrujamiento de la
anterior, la enorme popularidad de la publicación logró que las ediciones se canción mexicana, que ha llenado de
extendieran de manera ininterrumpida durante más de cuatro décadas. El entusiasmo nuestros hogares, lleva en sí
Cancionero de 1932 pone de manifiesto el deseo de los lectores por recibir la espiritualidad y el sentimentalismo
el cuadernillo. del alma popular de nuestra tierra.
No sólo el país experimentó cambios durante esos 40 años,
igualmente el Cancionero Picot tuvo algunas transformaciones. Su contenido Este misterioso embrujamiento de la
aumentó, de las 32 páginas con 42 canciones publicadas en los primeros canción mexicana explica el enorme
años, al doble de páginas en sus últimas ediciones, en las que se llegaron éxito alcanzado por el Cancionero Picot,
a incluir hasta 100 canciones. Además, se lanzaron cuatro ediciones de lujo:
y alentados por los millares de cartas
tres de ellas conmemoraron cada una de las primeras tres décadas de la
recibidas de todos los rincones de la
publicación (1934, 1944 y 1954). En sus páginas recopilaban la selección
América española publicamos esta
de las canciones más populares durante esos 10 años transcurridos,
nueva edición…
acompañadas de numerosas fotografías y biografías de diferentes artistas,
y dejaron fuera, casi en su totalidad, los anuncios publicitarios. Para
1955 se lanzó una edición de lujo especial; se trataba de una suerte de —Cancionero Picot, 1932.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

sortilegio musical de 240


páginas, que recopilaba
aproximadamente 500
canciones clasificadas
por géneros musicales:
romántico, infantil,
ranchero, cuplé, tropical,
entre otros. En la sección
dedicada a la música
infantil se incluyeron
melodías del famoso
En 1983 se anunció que México sería
compositor e intérprete la sede de la Copa del Mundo, por
lo que Picot lanzó una portada
mexicano Francisco conmemorativa.

Gabilondo Soler Cri-Crí y


se añadieron biografías de don Chema” se convertiría en “El saludo de los 4 grandes”, pues tanto
de personajes infantiles, la menuda enfermerita como Pancho Pantera, el pequeño niño robusto
como Chabelo y Titino. de la marca Choco Milk —que antiguamente también pertenecía a los
Las ediciones de lujo del Laboratorios Picot—, se unieron a la bienvenida del Cancionero.
Cancionero Picot las La edición del Cancionero de 1965 anunciaba la unión de
ilustraron César Berra y Vick México y Laboratorios Picot, dos empresas con gran trayectoria,
Jorge Aguilar, pero además aparecen los nombres de nuevos talentos, dedicadas a servir a la salud del pueblo mexicano. Unidas, Vick y Picot
como Benjamín Zamudio, Gallo, Germán Horacio, Rafael Freyre, René continuarían las investigaciones científicas en beneficio de los mexicanos.
Ruiz, Cao, Macedo E., Francisco Rivero Gil y Jesús Lozano, quienes
muchas veces imitan los trazos del creador de la pareja de charritos. A nuestros lectores…
A partir de 1955 desaparece la firma de César Berra, aunque Seguimos siendo tan jóvenes como hace cuarenta años, cuando
sus emblemáticos personajes seguirían presentes. A partir de ese año, por primera vez tuvimos el honor y el placer de llevar hasta sus
las historietas de Chema y Juana van perdiendo paulatinamente su hogares la alegría del CANCIONERO PICOT. Con el mismo
presencia en el Cancionero, con acaso una sola aventura en cada
espíritu optimista, esperamos compartir sus más felices
ejemplar, y las pequeñas viñetas individuales que solían verse a lo largo
momentos el próximo año.
de las páginas del librito, a veces acompañando un anuncio publicitario
y otras alegrando algún rincón de la página, terminan por desaparecer.
[…]
En 1962, el famoso Cancionero vería nacer a un nuevo personaje:
la Burbujita de la Sal de Uvas Picot, una pequeña enfermera que con
su varita mágica repartía millones de burbujitas de Sal de Uvas, que Ahora la portada presenta la unión de VICK MÉXICO y
aliviaban al instante los malestares estomacales. En adelante, la diminuta LABORATORIOS PICOT…
Burbujita acompañaría a sus padrinos Chema y Juana, tanto en las
portadas como en el interior de la publicación. Para 1963, “El saludo

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

A pesar de que se hizo explícito el interés de dar continuidad a la


publicación anual del librito musical, ese año se convertiría en uno de
los dos únicos en que el Cancionero se presentó bajo la unión de ambas
marcas. En sus páginas desaparecieron las aventuras de los charritos,
aunque se mantuvieron presentes en las portadas. De 1924 a 1965, el
Cancionero Picot se publicó sin falta cada año; después, solamente en
contadas ocasiones se tiraron otros ejemplares. En 1976, otra vez bajo
el sello Vick-Picot, apareció una nueva edición, que ya mostraba el
logotipo de Sal de Uvas en colores verde y azul con los que se reconoce “Ausencia”
actualmente. En este número reaparecían las aventuras de Chema y Rafael Hernández El Jibarito
Juana Tamales: ahora bajo la pluma del ilustrador Manuel Ramírez, los
charritos lucían rasgos y un atuendo más moderno. Posteriormente, al
anunciarse que México sería la sede del mundial de 1986, se lanzó una Cuando se apartan los
nueva edición del añorado librito y se produjo una más para el año en corazones,
que se llevó a cabo la Copa del Mundo.
Con el paso del tiempo, ya en la década de los noventa,
cuando se dice adiós para
hubo varios intentos de recuperar el Cancionero Picot, sin embargo, olvidar,
nunca volvería a alcanzar el éxito de sus primeros años. La creciente dice la ausencia, te llevo
globalización, los avances tecnológicos y la integración de los nuevos
conmigo
para que te olvides, para que
medios de comunicación a nuestra cotidianidad han transformado
radicalmente la manera en que los mexicanos escuchamos, compartimos
y vivimos hoy la música. De tal suerte, el Cancionero ahora forma parte no sufras más.
de la memoria colectiva de toda la nación y aquellas canciones que

Y lejos, pero muy lejos, vuela el


escuchábamos de niños, que escuchaban nuestros padres y abuelos,
viven en nuestros recuerdos y más profundas añoranzas. Asimismo, la
música contenida en el Cancionero se mantiene ahí, inmortal, invitando pensamiento
a una travesía por mundos reales e imaginarios de un México lleno de y triste como un lamento
son los suspiros del corazón,
emociones y tradiciones que ya no está.

¡Cancioneros van, ausencia, tú que pensabas


cancioneros vienen, poner alivio a mi penar,
pero éste es el mero ausencia, te has engañado
y lo digo yo!
y lo mucho que he llorado
Ningún cancionero
iguala al PICOT.
no lo puedo olvidar.
—Cancionero Picot, 1959.
—Cancionero Picot, 1940.
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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

RADIO

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Los primeros estudios de la XEW, inaugurados en 1930
en las instalaciones del Cine Olimpia. Un año más
tarde, el Cancionero comenzaría sus transmisiones.

La canción es, en México, parte integrante del alma nacional.


País cantor por excelencia, lo mismo en la tristeza que en la
alegría, tiene una canción a flor de labio. Este año el Cancionero
Picot quiere superarse a sí mismo. Encuentra el doble interés
de estar ligado a la más fuerte institución radio-difusora de la
República, X.E.W., La voz de la América Latina desde México. En
los programas de la Sal de Uvas Picot, usted podrá escuchar todas
las bellas canciones cuyas letras están incluidas en este librito,
en labios del tenor de la voz de seda, Juan Arvizu, considerado
como el intérprete más popular de la canción mexicana. Juanito
es un artista exclusivo del Cancionero Picot, y usted se deleitará
escuchándole por radio todos los días a las 8:30 p.m. en X.E.W.
—Cancionero Picot, 1933.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

El surgimiento de la radio fue un avance tecnológico que revolucionó


el terreno de las comunicaciones. Este suceso, a la par de acelerar la
transmisión de mensajes codificados en forma de audio de un punto a
otro, significó la aparición de un entorno sonoro sin precedentes. Así, por
medio de aparatos radiofónicos y desde un origen remoto, el sonido podía
envolver ambientes tan íntimos y cotidianos como el rincón más privado
de cada hogar. México no estuvo exento de estos procesos y desde la
segunda década del siglo pasado realizó sus primeras transmisiones.
En poco tiempo se volvió común escuchar programas de radio con música
y artistas diversos, escenario en el que tuvo una importante presencia el
Cancionero Picot.
Antes de la llegada de la radiodifusión doméstica, la presencia en
las casas de pianos, pianolas, fonógrafos y gramófonos era recurrente.
Sin embargo, a diferencia de sus análogos sonoros, la radio no estaba
limitada por el número de partituras, rollos perforados, cilindros o
discos que se tuviera a la mano. Mucho menos por un conocimiento
específico, como el que demanda la ejecución de instrumentos musicales.
Sencillamente, la radio ofrecía programas de música de gran diversidad
que se sucedían unos a otros durante casi todo el día. Bastaba con
sintonizar una estación para que las melodías inundaran el espacio
y conquistaran los afectos del público.
Si bien es cierto que la radio no fue un invento que, de entrada,
fuera accesible a todos los presupuestos y estuviera presente en todo
el territorio nacional, esto pronto quedó en el pasado y la radiodifusión Anuncio del concierto inaugural de la XEW
publicado en el periódico Excélsior .
llegó a un gran número de regiones, lo mismo que a un sinnúmero de
casas y comercios. Esto se debió, en buena medida, al propio interés de
los dueños de las estaciones radiofónicas y sus inversionistas, pues veían inauguraría su emisora de radio, más adelante conocida con las siglas
en esta nueva forma de telecomunicación un potente promotor de sus xeb, en la que se producían los primeros programas musicales en vivo.
productos, es decir, la radio significó un negocio próspero al cual apostar. Esta estación marcó el inicio de una nueva etapa en la relación de los
Buscaron, en consecuencia, que los aparatos radiofónicos se vendieran artistas musicales y el público, pues con este concepto de radiodifusoras y
de manera masiva. Además, las señales de radio, al tener la posibilidad de su contraparte —los radioescuchas— la radio dejó la etapa experimental
viajar grandes distancias de manera prácticamente inmediata, ofrecían y empezó su transformación en una herramienta de gran alcance, proceso
un campo de injerencia amplísimo que podría aprovecharse en toda su en el cual la música fue la indiscutible y más cercana acompañante.
extensión. Así, el acceso a la radio creció de manera exponencial. La presencia de la música fue una constante en la radio, sin
En México, en 1923, y con el visto bueno del presidente Álvaro embargo, la que se transmitía no siempre fue de la misma naturaleza.
Obregón, se fundaron las primeras radiodifusoras comerciales. Entonces, En un inicio, las prácticas culturales del porfiriato aún cobraban vigencia.
el 15 de septiembre de ese año, la compañía cigarrera El Buen Tono Desde el 8 de mayo de 1923, cuando el empresario Raúl Azcárraga

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

Vidaurreta —propietario de una distribuidora de radios Victor Talking Tan sólo un año más tarde,
Machine en México— y el escritor Carlos Noriega —director del periódico el Cancionero Picot empezó a
El Universal Ilustrado— inauguraron la estación conocida como “La casa difundirse por radio. Tanto en las
del radio” (cyb), se le dio predilección a la música que hoy denominamos instalaciones de la xeb como en las
clásica. Tanto la cyb como la xeb transmitían repertorios interpretados de la xew se comenzó a interpretar
en vivo, los cuales, aunque no eran rigurosamente de corte “clásico” e en vivo. Así, en las páginas de su
incorporaban a artistas y repertorio de índole “popular”, recordaban el edición de 1934, el Cancionero
gusto aristocrático de los salones del porfiriato. Esta estética comenzó expresaba su más sincera gratitud
a desvanecerse años más tarde, sobre todo a partir del surgimiento de a todos los artistas que, debido a
la radiodifusora que se convertiría en “La voz de la América Latina desde su valiosa cooperación —ya fuera
México”: la xew. en una estación u otra—, habían
Al momento en que la xew apareció en el terreno de la hecho posibles los conciertos del
radiodifusión nacional, la radio ya llevaba camino andado; de cierta Cancionero en esta primera etapa.
manera se había incorporado en el ámbito de lo cotidiano. De modo Por parte de la xeb se reconocía a
que, cuando el 18 de septiembre de 1930 ocurrió su primera trasmisión Josefina Aguilar, Alfonso Esparza
desde las instalaciones del Cine Olimpia, lejos de haber extrañeza por Oteo, José Álvarez, Ernesto Lecuona
el surgimiento de una nueva radiodifusora, había mucha expectativa. y su orquesta, así como a los duetos
Quiroz y Tapatío. Respecto a la xew,
se agradecía a Ricardo Palmerín,
Juan Arvizu, Guty Cárdenas, Pedro Vargas, Ana María Fernández, Toña La
Negra, al dueto Hermanas Águila, entre otros. Más tarde, la transmisión de
esta barra musical quedaría exclusivamente en manos de la xew.
La transmisión en vivo de las piezas resultaba un complemento
directo para interactuar con el público que se sentaba frente al radio
a escucharlo. Así, cada año, con cada edición del Cancionero Picot, los
radioescuchas no sólo podían tener en sus manos la letra de las canciones
en boga, sino que durante la transmisión del programa podían cantar a la
par que los artistas exclusivos e invitados.

Así pues, este libro es complemento directo de la


satisfacción que usted busca en su receptor de radio, pues
escuchando la nueva serie 1934 de programas Cancionero
Picot y teniendo en las manos este libro, pasará usted
veladas inolvidables, dándole ello oportunidad de conocer
las más bellas canciones de moda.
—Cancionero Picot, 1934.

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Por ello, los locutores del programa —entre ellos, y durante un largo
trecho, Ramiro Gamboa— no sólo aludían al título de la canción, autor
e intérprete, sino que también decían el año del Cancionero en el que se
ubicaba la canción y la página del mismo, con el fin de que el escucha la
pudiera localizar y seguir. Así, lo común era escuchar en las transmisiones
en vivo: “Y vuelve Juana Gallo, para ofrecernos ahora, de la página 41 del
Cancionero Picot 1956, ‘Paloma negra’”.
La música, como parte de la vida y la historia de la humanidad,
está en la memoria colectiva de una sociedad. Gracias a ella
se articulan diversos elementos de una cultura, lo que da sustento
emotivo a lo vivido. En este caso, el Cancionero Picot nació en un
momento de auge de la vida urbana, luego de que, desde inicios del
siglo xx, ocurrieran constantes migraciones a las ciudades, situación que
en el México posrevolucionario se agudizó. Por ese entonces, la capital Guty Cárdenas y Toña la Negra ,
cantantes exclusivos del Cancionero
mexicana creció no sólo demográficamente, sino también en cuanto a Picot .
su diversidad cultural, pues los nuevos capitalinos traían consigo sus
bagajes musicales, instrumentales y poéticos, con lo que el escenario
urbano se volvió cada vez más complejo con respecto a las concepciones
sonoras. De ahí que el ideal cultural porfiriano, que miraba hacia compendiaba diversas vertientes musicales, como sones y huapangos, es
estéticas europeas, cediera rápidamente terreno para dar paso a nuevas decir, repertorios más bien insertos en culturas musicales del interior del
generaciones de artistas y de repertorios musicales. Para la década de país. Con el tiempo se terminaría por centrar principalmente en aquéllas
los treinta ya cobraba vigencia el pensamiento nacionalista, desde el de carácter más urbano.
cual era preponderante crear una idea representativa de lo mexicano. Poco a poco, la música, de la mano de la radio, fue articulando
Todo esto, aunado a que la presencia de la radio masificaba a gran una identidad de lo mexicano y una memoria sonora de aquella época.
velocidad las novedades de la canción mexicana, propició un escenario En muchos sentidos, por medio del programa La Hora del Cancionero
musical nunca antes visto en el país. Picot, las voces y la música materializaban una manera nueva de entender
Ante la urbanización que se vivía en México, no extraña que varios lo musical y la llamada canción mexicana, al tiempo que fomentaban y
de los máximos exponentes de la radio de aquel tiempo —incluidas generalizaban el gusto por ésta. Así, de esta época, en la que podemos
muchas de las estrellas del Cancionero Picot— vinieran de todas partes situar las décadas de los treinta, cuarenta y, en cierta medida, los
del país: el queretano Juan Arvizu, la michoacana Josefina Aguilar, las cincuenta, encontramos la significativa divulgación, por un lado, de
cantantes veracruzanas Toña La Negra y Mafalda Reducindo Moreto. géneros nacionales —corridos y canciones rancheras, por ejemplo—
En las transmisiones se solía escuchar la música y las letras tanto de y, por otro, de géneros extranjeros que cobraban importante afinidad
Gonzalo Curiel, quien provenía de Jalisco, como de los oriundos de —boleros, tangos, mambos, rumbas, pasodobles—, así como el auge
Yucatán, Guty Cárdenas y Ricardo Palmerín, o de Miguel Lerdo de Tejada, de ciertas agrupaciones musicales, como tríos, conjuntos de marimba,
que era originario de Morelia, sin olvidar al gran compositor e intérprete trovadores o la conformación del mariachi “moderno” y la consecuente
tlacotalpense Agustín Lara. Así, en sus inicios, el Cancionero Picot figura del charro.

66 67
picot — 9 0 a ñ os

Agustín Lara
La Hora Íntima de Agustín Lara fue el nombre del
primer programa del músico poeta en la xew . En
cada una de sus emisiones estrenaba alguna canción
nueva, e invitaba a diversos intérpretes que apenas
empezaban su carrera, como Toña La Negra y Pedro
Vargas. Las canciones del virtuoso compositor
dieron la vuelta al mundo. El Cancionero Picot dedicó
incontables páginas a sus románticas y hermosas
composiciones.

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Don Chema y Juana


también deleitarán a Ud.
durante la transmisión
de nuestros conciertos
por radio, con sus
diálogos cómicos en
verso, llenos del sano
humorismo de la gente
del pueblo mexicano.
—Cancionero Picot, 1935.

La Ciudad de México en la primera


mitad de los años cuarenta.

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Hoy las ciencias adelantan
y causan admiración;
muchas personas se espantan
y otras hasta se atarantan
al ver la TELEVISIÓN.

Pero Juana y yo llegamos,


disfrutando de mercedes,
y al ver cómo progresamos
la TELEVISIÓN usamos,
pa poder hablar a ustedes.

[…]

Traigan sus tangos, sus sones


sus guarachas de a montón,
sus boleros y danzones,
que acá, en cuestión de canciones,
hasta le damos pilón.

Y esto, Chema rubricó,


y como semos sinceros,
les daremos Juana y yo
el CANCIONERO PICOT,
¡padre de los CANCIONEROS!

—Cancionero Picot, 1950.

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L a h i s t o r i a d e s a l d e u v a s p i c o t

propias páginas del Cancionero de 1950, los charritos Chema y Juana se


referían a este invento.
Otro factor que contribuyó a la disminución de programas
radiofónicos con música en vivo fue la competencia entre las radiodifusoras.
En esencia, la xeb y la xew captaban casi por completo a las estrellas de
la época, por lo que otras implementaron diferentes estrategias, como la
Los programas del Cancionero
segmentación de estaciones. Asimismo, con el fin de reducir costos, las
Picot ayudaron a fortalecer emisoras pasaron de la música en vivo a las grabaciones, lo que dio paso
las nacientes figuras
de ídolos musicales. a las conocidas disqueras.
La barra musical del Cancionero Picot prevaleció hasta los años
sesenta, pero el protagonismo que tuvo en sus primeros años en la vida
El Cancionero Picot también integró a sus programas en vivo a los musical del país se vio mermado por las nuevas formas de difusión.
personajes Chema y Juana como una variedad, que a su vez explotaban También llegaron modas y música de otros países, principalmente de
un humor incipiente respecto a ciertos referentes nacionales. Estados Unidos, y comenzó a gestarse una nueva generación afín al rock
Con los programas del Cancionero se fortalecieron las nacientes and roll o al twist, entre otros géneros. El Cancionero no fue ajeno a estos
figuras de ídolos musicales y, junto con ellas, la difusión de una serie cambios y en la edición de 1961, pese a que en su portada vemos a Chema
de canciones entrañables que por sí mismas nos recuerdan toda una montando a caballo con su típico traje de charro, en la página dos se
época, como “Bonita”, de José Antonio Zorrilla; “Dos gardenias”, de incluyó la letra de “La plaga”, de los Teen Tops, con lo que queda en
la cubana Isolina Carrillo; “Ella”, de José Alfredo Jiménez; “Vereda evidencia el gusto por nuevos géneros musicales, distantes de la canción
tropical”, de Gonzalo Curiel; “Muñequita linda”, de la autoría de María mexicana que acompañó la época dorada de la radio.
Grever; “Bésame mucho”, de Consuelo Velázquez, o “Solamente una Con el paso de los años, el Cancionero ha mantenido espacios en
vez”, de Agustín Lara, por mencionar sólo unos cuantos ejemplos. Así, la radio, ya no como presentador de las canciones de moda, sino como
hasta hoy rememoramos con añoranza a personajes como Esperanza una máquina del tiempo que nos transporta al pasado, a revivir otro
Iris, el compositor Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho, Mario Ruiz México. Así, en Radio Universidad se transmitieron en 1988, en el programa
Armengol, Mario Talavera, la soprano Lucha Reyes, el doctor Ortiz Tirado, La Dicha Inicua: Un Encuentro con la Música de Ayer, algunas emisiones
los hermanos Martínez Gil y los Rigual, Alfonso Esparza Oteo, quien, en las que se interpretaban canciones del Cancionero Picot. Y, en 1991, se
entre otras cosas, fue director de los conciertos del Cancionero Picot le dedicó un programa a este cancionero, en la serie Caminos de Ayer.
en numerosas emisiones, o Rafael Hernández El Jibarito, quien fuera el La época dorada de la radio en México, con su música y sus
compositor del tema “La marcha Picot” y pieza clave para el programa artistas, provocó el salto del Cancionero Picot de las palabras impresas
del Cancionero. al sonido en la radio, desde donde consiguió convocar vivencias, sentires,
La época de oro de la radio vio su declive con la aparición de otro emociones, voces e imágenes, por medio de las canciones que articulaban
novedoso invento: la televisión. Aunque no significó el desplazamiento una sociedad que giraba en torno al imaginario de la urbe y consolidaba
de un aparato por el otro, sí fue un factor importante en la manera de su identidad mexicana, para la cual la música fue imprescindible. Como
concebir y hacer los programas radiofónicos, además de que muchos afirmaba en sus páginas el Cancionero Picot de 1934: “En el alma de
de los inversionistas de la radio apostaron por el medio televisivo. En las México hay siempre una canción...”.

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El increíble trabajo de los creativos
y publicistas de Sal de Uvas Picot construyó
una identidad sui géneris.

La publicidad de Picot se apropió


de las costumbres del México
moderno. Los buenos anfitriones
ofrecían Sal de Uvas.

Picot desarrolló una campaña publicitaria muy eficaz para Sal de Uvas.
La prueba está en que este producto quedó inserto en el imaginario
de un sinnúmero de familias mexicanas, desde inicios del siglo pasado
hasta nuestros días. ¿Qué es lo primero que viene a la mente cuando se
menciona Sal de Uvas Picot? Burbujas efervescentes, un “rápido alivio
para la comida mexicana”, o incluso aquella ingeniosa frase del locutor
Ricardo López Méndez: “Si un vaso de vino quita la pena, un vaso de Sal
de Uvas Picot quita la pena del vino”.
La publicidad ha sido un elemento clave en la relación entre la
empresa y su público, y ha resultado fundamental la creatividad y el
ingenio de aquellos publicistas que han ideado las campañas de venta,
así como de quienes les han dado visibilidad mediante ilustraciones,
jingles, spots, personajes de ficción, o con el diseño de accesorios
coleccionables.
La historia de las campañas publicitarias de Picot comienza con

Cuando se sube el licor,


el correspondiente registro de Sal de Uvas en las oficinas de la Secretaría
de Salubridad, en 1928, tras lo cual varios agentes viajeros se dieron
se apetece un refrescante, a la tarea de recorrer el territorio mexicano vendiendo este remedio a
un buen vaso bien rebosante, las puertas de tiendas y boticas. En cierto momento, a algunos de los

con la Sal de Uvas Picot.


colaboradores se les ocurrió la idea de crear un cancionero y regalarlo o
canjearlo por cajitas del antiácido burbujeante. Así nació, de las mentes

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Aunque la asociación con artistas fue uno de los medios más


valiosos para Sal de Uvas durante un largo trecho de su historia, ésta
no fue su única estrategia promocional. En las páginas del Cancionero
hay un sinfín de slogans y otros recursos publicitarios: validaciones
del producto por parte de médicos, testimonios de usuarios que daban
cuenta de los males que Sal de Uvas les había curado, lo mismo que
personajes de la iglesia recomendándolo y otros tantos relatos de
ficción que reafirmaban las propiedades salubres y refrescantes de este
producto efervescente. También se explicaban al detalle las molestias
a las que podía ofrecer solución: síntomas de beber en exceso, acidez
estomacal, indigestión, mal aliento, estreñimiento e incluso el mal
carácter derivado de los trastornos anteriores; además, ofrecerlo a los
invitados ayudaba a ser un buen anfitrión y su consumo, en el caso de la
mujeres, reflejaba que se era una dama a la altura de la vida moderna.
Los slogans con los que Sal de Uvas cobraría una identidad sui
géneris los podemos encontrar casi en cada página del Cancionero Picot.
Sin duda, dicho compendio musical fue un instrumento muy efectivo para
difundir y colocar en la mente de los consumidores frases como: “Si desea
buena salud, tome Sal de Uvas Picot”, “Coma cuando guste, pero tome
Sal de Uvas Picot”, “Sal de Uvas Picot: refrescante, digestiva, antiácida
Las viñetas de Chema y Juana aparecían en todo el Cancionero ,
alegrando los anuncios y rincones del librito. y diurética”, “Si no es Picot, no es sal de uvas. Exija la legítima”, “Sal de

de Tomás Lizárraga, Luis Sanemetrio y Eduardo Cabal, este importante


componente promocional, al que más tarde se le sumarían otros nombres,
como el del publicista Jorge Aguilar y el ilustrador César Berra.
La idea de regalar productos promocionales no era nueva en
sentido estricto, pues tiempo atrás ya se habían empleado estrategias
similares, como la de la cigarrera El Buen Tono, que marcaría una pauta
importante en este rubro. Sin embargo, Sal de Uvas añadió otros elementos
que le dieron su propio sello. El Cancionero Picot cobró entonces un papel
protagónico, pues, además de ofrecer las letras de las canciones más
populares, en cada página se vertían distintos argumentos respecto a la
calidad y los beneficios de tomar Sal de Uvas. Desde sus primeras ediciones
se podía encontrar, por ejemplo, a la tiple cómica Lupe Rivas Cacho, quien
daba testimonio de que ella no salía de gira sin Sal de Uvas en la maleta,
o bien, la portada del Cancionero con Toña La Negra, a quien se anunciaba
como artista exclusiva de los conciertos organizados por Picot.

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Uvas Picot, el laxante que siempre radio como xeq, xeb y, por supuesto, xew, lo que demuestra la popularidad
responde” o, sencillamente, “Sal de del Cancionero, pues incluso las radiodifusoras más importantes de ese
Uvas Picot, lo mejor para la cruda”. entonces veían en esta publicación un espacio idóneo para promocionarse.
Pero no sólo eso. Con el dibujo se dio Para entonces, el Cancionero Picot abrió espacios también a marcas ajenas
vida a diferentes personajes que por a sus laboratorios, como el detergente Fab, Emulsión de Scott, Pomada
medio de sus anécdotas compartían de la Campana, la crema dental Colgate, el jabón Palmolive, el talco
los beneficios de los productos Picot, Mennen y el sello discográfico Musart. En la década de los sesenta, los
entre los cuales, sin duda, los más Laboratorios Picot hicieron una alianza con Vick México y, en consecuencia,
memorables fueron los charritos se anunciaron también productos como Vick Vaporub. El Cancionero, con
Chema y Juana Tamales. su creciente fama, cobraba mayor apertura e incluyó otras marcas, como
Las aventuras de Chema y Maizena, Knorr Suiza, Ariel, Chocolates Larín y Coca Cola.
Juana acompañaron al Cancionero Parte sustancial del éxito del Cancionero Picot, y por ende de
en prácticamente todas su ediciones Sal de Uvas, fue su asociación con la radio; con ella, la marca adquirió
y fueron parte de su gran éxito. Estos toda una identidad sonora y una mayor recepción de sus anuncios. Si
charritos, con versos, anunciaban los de por sí ya se le emparentaba con el medio de la canción, cuando a sus
beneficios de Sal de Uvas: recobraban referentes visuales se les sumó el componente auditivo, la asociación con
la vida después de noches de la música se volvió un elemento aún más poderoso. En ese momento, el
aventuras y numerosas peripecias; producto se hizo de nuevas posibilidades para adentrarse en la memoria
encontraban en ella un remedio fácil del público, por medio de programas radiofónicos y composiciones
y rápido para crudas, comilonas, creadas específicamente para su divulgación. Sin lugar a dudas, entre las
malos humores y otros tantos partituras más recordadas con tales fines se encuentra la “Marcha triunfal
desatinos en los que incurrían Chema de la Sal de Uvas Picot”, con letra de Rafael Hernández y E. Escobar,
y, en otras ocasiones, Juana. A lo largo y música de Chemín de Tomás. La versión más conocida es una grabación
de todo el Cancionero, esta singular de 1936 en la que cantan a dueto Wello Rivas y Margarita Romero,
pareja, ya a modo de historieta, ya en acompañados de la orquesta del propio Rafael Hernández El Jibarito. Hay
pequeñas viñetas, entablaba diálogos otras versiones de la “Marcha Picot”: una instrumental, con la Orquesta
con cierta picardía. Picot, de Absalón Pérez, y otra con voz y coro. Ambas se grabaron bajo
Además de Sal de Uvas, en el sello discográfico Victor rca.
el Cancionero se promocionaban A la presencia de Sal de Uvas en la radio, y más tarde en la
otros productos de los Laboratorios televisión, se sumaba toda clase de accesorios promocionales, como
Picot: Choco Milk, Granulado Picot, calendarios, muñecos de felpa de los Charritos Picot, banderines, discos
Tras el mole que comió Comprimido Picot, Bálsamo Penetro, con los éxitos del Cancionero, escudos deportivos o cupones para ganar
váyase a dormir la siesta Ungüento Blanco y Negro y los dulces diversos artículos. Sin embargo, el Cancionero Picot no perdía frescura
y si se siente indigesta Salvavidas. y cada tanto tenía renovaciones, como la incorporación de nuevos
tome Sal de Uvas Picot. Para mediados de los años personajes en sus páginas. El más entrañable surgió en 1962, ya con la
cincuenta, ya con la radio en auge, televisión en boga: la Burbujita, una menuda muchacha voladora, vestida
también se anunciaron estaciones de de enfermera y capa, con varita mágica en mano que añadía burbujas

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al instante para remediar la indigestión. Su presencia marcó las últimas


ediciones de los cancioneros y también fue una figura protagónica en los
Burbujita, Burbujita, Burbujita,
spots televisivos. ¿Quién no recuerda aquel jingle de Nacho Méndez que
de la Sal de Uvas Picot,
popularizaría a la Burbujita?
Como era de esperarse, las campañas publicitarias de Sal de Uvas cuando alguien tiene mala digestión,
Picot cobraron fuerza en el creciente ambiente televisivo y finalmente al instante Burbujita entra en acción.
éste se convirtió en el medio de difusión principal. Un spot que dejó claras En 1969 nació la Burbujita de
Sal de Uvas Picot. con su varita
las extensas posibilidades de la apuesta por la televisión fue el de “Los mágica añadía burbujas para
Aliviadores”. Era una suerte de videoclip —definitivamente audaz para remediar la indigestión.

finales de los sesenta— en el que la banda de rock homónima cantaba:


En todas estas campañas, incluso en las que ahora circulan en
Somos Los Aliviadores de la Sal de Uvas Picot. redes sociales, continúan el humor y la picardía que desde siempre se
Y venimos a aliviar la acidez estomacal. han relacionado con el producto y, por supuesto, la exaltación de las
Siempre refrescante Sal de Uvas Picot. propiedades ágiles y eficaces de los productos de la familia Picot para
aliviar agruras, acidez y los síntomas de comer en exceso.
Más adelante, y ya lejos de asociaciones con la música y artistas Actualmente se difunde la campaña “Locos por la comida”,
específicos, otras campañas cobraron protagonismo, como aquélla que representa la particular relación que con los alimentos tienen
lanzada en los años noventa, conocida como “El alivio mexicano para la los mexicanos, quienes disfrutan el placer de comer sin importar las
comida mexicana”, o, ya en el presente siglo, las series promocionales “A consecuencias. Esta campaña comparte las experiencias de diferentes
los mexicanos, comer nos pone de buenas” y la también muy recordada mexicanos y muestra que Sal de Uvas comprende esa relación de amor,
“Reconcíliate con la comida”. e incluso locura, entre un pueblo y su tradición culinaria.

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1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933

1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943

1944 1944 (lujo) 1945 1946 1947 1949 1950 1951 1952 1953

1954 1954 (lujo) 1955 1955 (lujo) 1956 1957 1958 1959 1960 1961

1962 1963 1964 1965 1976 1983 1986 1990

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CRÉDITOS DE LAS
FOTOGRAFÍAS DE
ARCHIVO

Pp. 24-25 P. 28 P. 63 P. 70
Obreras en el área de lavado de la Colección Museo del Objeto del Objeto Excélsior, 18 de septiembre de 1930 Juan Guzmán, peatones en el cruce
fábrica Picot, México, ca. 1938. (modo) de las calles 5 de Mayo y San Juan
Fototeca Nacional-Sinafo-inah. P. 39 P. 67 de Letrán, Ciudad de México, ca.
“Reproducción Autorizada por el Luis Márquez Romay, still de la película Guty Cárdenas, ca. 1931. 1943. Colección y Archivo Fundación
Instituto Nacional de Antropología La malquerida (Emilio Fernández, Fototeca Nacional-Sinafo-inah. Televisa/Fondo Juan Guzmán
e Historia” México, 1949). Colección y Archivo “Reproducción Autorizada por el
Fundación Televisa Instituto Nacional de Antropología P. 73
P. 27 e Historia” Juan Guzmán, avenida Juárez desde
Mercancía almacenada de P. 40 el Monumento a la Revolución, Ciudad
Laboratorios Picot, México, ca. 1938. Colección Museo del Objeto del Objeto Toña La Negra, ca. 1931. de México, 1944. Colección y Archivo
Fototeca Nacional-Sinafo-inah. (modo) Fototeca Nacional-Sinafo-inah. Fundación Televisa/Fondo Juan
“Reproducción Autorizada por el “Reproducción Autorizada por el Guzmán
Instituto Nacional de Antropología P. 48 Instituto Nacional de Antropología
e Historia” Juan Guzmán, Cine Alameda, e Historia” Juan Guzmán, vista del edificio de
Avenida Juárez, Ciudad de México, Relaciones Exteriores al Monumento
Antigua botica de la Ciudad de México, 1944. Colección y Archivo Fundación P. 68 a la Revolución y Reforma, Ciudad
México, ca. 1935. Televisa/Fondo Juan Guzmán Juan Guzmán, retrato de Agustín de México, 1940. Colección y Archivo
Fototeca Nacional-Sinafo-inah. Lara, México, ca. 1953. Colección y Fundación Televisa/Fondo Juan
“Reproducción Autorizada por el P. 61 Archivo Fundación Televisa/Fondo Guzmán
Instituto Nacional de Antropología Imagen tomada del libro xew, 13 años Juan Guzmán —
e Historia” por los caminos del espacio (1943), Todas las imágenes que ilustran
Ciudad de México la presente obra —a excepción
de las imágenes de archivo aquí
especificadas— se tomaron de las
ediciones del Cancionero Picot.

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Edición
Vania Moon

Investigación y textos
Gabriel Macías
Vania Moon

Coordinación editorial
Diana Solano

Diseño
Daniel Castrejón
Ana Cecilia Vázquez

Edición de fotografía
Diego Berruecos
Yesica Morales

Corrección de estilo
Oswaldo Barrera
Ernestina Quiroz Juárez

Retoque digital
Armando Ortega

Producción
Oswaldo Rodríguez

Agradecemos la colaboración de las siguientes


personas e instituciones, sin las cuales no
hubiera sido posible esta investigación:

Museo del Objeto del Objeto Paulina Newman y Antonio Soto /


Centro Nacional de las Artes Paulina Isabel Molina /
Fonoteca Nacional de México

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Edición a cargo de Travesías Media
Travesías Editores, S.A. de C.V., Amatlán 33,
col. Condesa, Ciudad de México, C.P. 06140
Hablar de la historia de Sal de Uvas Picot significa recuperar
un relato de casi un siglo, en el que no sólo se hace referencia
al producto: nos traslada a una historia de más de 90 años
del pueblo mexicano. En especial, nos lleva a recuperar aquel
temprano siglo xx y el sinnúmero de imaginarios y necesidades
emergentes de una sociedad en plena transformación.

Por medio de la música y el trabajo publicitario, Picot logró


colocar la marca en la memoria de un pueblo y llevarla a los
hogares, para formar parte de la vida cotidiana en la que, sin
duda, permanecerá por muchos años más.

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