1. ¿Qué es y cuál es el objetivo de la Consejería bíblica?

Para nadie es un secreto que vivimos en medio de un mundo y una sociedad con diversos
problemas, personas con heridas que incluso vienen arrastrando de su pasado, ya sean
emocionales, espirituales que no han podido solucionar, o personas llenas de amargura
como resultado de experiencias negativas en su vida. Todo esto, sin duda, es el resultado de
la caída del hombre y su enemistad con Dios, ha hecho hombres y mujeres ciegos por causa
del pecado, y para agregar a esto, la biblia dice que “satanás cegó su entendimiento” esto
hace que continuamente se lastimen unos a otros y como resultado de esas heridas tienden a
reaccionar y buscar soluciones en persona o métodos que no provienen de la palabra de
Dios, como la psicología, autoestima, positivismo, motivación, falsa teología…
Las personas que llegan al pueblo del Señor, traen consigo y en diferentes grados, gran
variedad de conflictos y problemas con los que deben seguir luchando y sanando hasta
poder disfrutar de una vida plena con el Señor Jesucristo.
Podríamos comenzar diciendo que NO es la consejería bíblica; no es nada más que hablar
de un tema que está en la biblia, o tener una conversación con algunos términos y
conceptos bíblicos, no significa citar en medio de la conversación unos cuantos versículos,
eso no sería una consejería bíblica, la consejería bíblica es más que transmitir conceptos por
más ortodoxos que sean.
Entonces la consejería bíblica es aquella que es controlada y dirigida por la palabra de Dios,
esto implica no solo la conversación en sí, sino la vida que llevamos y vivimos, Por esta
razón no es suficiente para el nuevo cristiano el simplemente escuchar una predicación o
una clase bíblica, sino que debe existir una comunión personal, no solo con un individuo
(consejero) sino con todo el pueblo de Dios, en un ambiente de amor, compasión,
oración… que ayude a cada persona a enfrentar sus problemas y continúen con el proceso
de sanidad.
Una visión bíblica de la consejería tiene como enfoque la ayuda mutua y el cuidado unos
con otros.
En cuanto a los objetivos podríamos mencionar varios, primeramente, el propósito de la
consejería es usar la Palabra de Dios con el fin de ayudar a las personas que están
atravesado por diferentes tipos de situación y proveer soluciones, basados en un contexto
donde la palabra de Dios es la máxima autoridad, ayudarlos a crecer en su relación personal
con Dios y a depositar su confianza en Él.
Por otro lado, pudiéramos decir que también tiene como propósito el crecer en el amor
hacia los hermanos, ayudarnos los unos a los otro en el cuerpo de Cristo, después de todo,
la biblia nos manda constantemente a:
- Animarnos y edificarnos unos a otros 1 Ts.5.11
- Confesar nuestros pecados y a orar unos por otros stg.5.11
- A exhortarnos unos a otros heb.3.13
por tal razón, no solo tendría un objetivo vertical (Dios y el hombre) sino también
horizontal (el hombre con su prójimo)
2. ¿Cómo impacta la doctrina de la suficiencia de la Escritura la práctica de la
consejería bíblica?
Dios se ha revelado a nosotros a través de la Biblia, esto es lo que los teólogos han llamado
"revelación especial". Así, Dios en las Escrituras nos revela en forma especial las verdades
sobre sí mismo, y sobre la relación del hombre. No hay nadie que conozca mejor el ser
humano que el Dios que lo creo, y este se ha revelado en las Santas Escrituras para guiarnos
en los asuntos prácticos de la vida. Así, las Escrituras son la única fuente de autoridad para
resolver nuestros problemas espirituales (Sal 119: 9; 24, 98-100; Jn 6:63; 2 Ti 3: 16-17).

La Palabra de Dios es suficiente para conducirnos en la vida piadosamente. La Palabra trata

todo lo que necesitamos. La relación entre ciertos aspectos de la doctrina de las Escrituras y
el ministerio de consejería bíblica es inseparable. La consejería bíblica no es nada aparte de
las Escrituras y lo que dicen sobre el hombre y sus problemas. Por lo tanto, el consejero
bíblico debe tener una lealtad a la Palabra de Dios y una perspectiva bíblica.
vivimos en una sociedad donde cada quien hace lo que bien le parece, cada uno se cree
correcto ante sus propios ojos, así que nosotros debemos ser conscientes que la única
autoridad que tiene el consejero es la palabra inspirada de Dios.

La importancia de la suficiencia de la Escritura se puede ver de muchas maneras debido a la

tendencia humana a confiar en otras soluciones a los problemas de la vida. Las habilidades
para administrar, técnicas de consejería y otros métodos pueden proporcionar algún grado
de ayuda, pero solo las Escrituras abordan los temas principales de la humanidad caída, la
salvación de Dios a través de Jesucristo y los principios para la vida cristiana por el Espíritu
de Dios que permiten vivir una vida abundante (Juan 10:10). Por tal razón el apóstol Pablo
dice que es suficiente para toda buena obra, hay que aclarar que no es suficiente para todo,
por ejemplo, no es suficiente para que el medico opere, o para que el arquitecto construya,
sino que es suficiente para todo lo que Dios ha querido en nuestras vidas,

Dios a través del profeta Isaías dice “mis caminos no son vuestros caminos, ni mis
pensamientos son vuestros pensamientos” Lo que puede parecer la mejor solución desde
una perspectiva humana puede no reflejar siempre los principios de la Palabra de Dios.
Pero si podemos descansar en que su voluntad es buena agradable y perfecta y que todo nos
ayudara para bien.

La Biblia aun cuando no habla directamente de cada cosa, habla de todos los aspectos de la
vida, Algunos asuntos se tratan como principio en lugar de como un mandamiento. Por
ejemplo, la biblia no dice “no fumaras” sin embargo dice “todo me licito, pero no todo me
conviene” “nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo” “todo lo que hagáis de palabra o
de hecho, hacedlo para la gloria de Dios”

Cuando una persona busca ayuda en la consejería, debe estar convencido que el consejero
no le brindara una opinión que sea de su agrado, sino que salga de la biblia, y esto hace que
el consejero tenga autoridad Jn.16.13. El consejero reconoce que él no es la autoridad final,
sino que pone toda la autoridad de la Palabra de Dios en las circunstancias de la persona
aconsejada. Esto hará que la persona aconsejada pueda con entusiasmo y sin reservas
obedecer, viendo por sí mismo que no son pensamientos humamos, sino que, en cambio, se
extraen directamente de la Palabra de Dios.

El Apóstol Pedro en su segunda carta 1:3 dice que en Cristo se nos ha dado todo lo
necesario para la vida y la piedad. El conocimiento de qué y cómo cambiar proviene de
leer y aplicar las palabras de la Biblia.

Como conclusión La consejería bíblica no puede basarse en la sabiduría humana o en las

teorías humanistas que apagan y descartan la verdad bíblica.