pecados como si nada hubiera pasado, inmediatamente pecamos, debemos buscar el perdón del Señor. Levítico 10.1 no debemos hacer lo que Dios no ha mandado. Hay tantas cosas que tal vez no sean malas, ni pecaminosas, pero tan solo debemos hacer aquello que el Señor nos ha mandado, sobre todo, podemos aplicar este principio en el servicio y adoración al Señor Levítico 18.5 si el hombre guarda los mandamientos, vivirá. El rey Salomón al final de su vida dijo “teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque ese el todo del hombre” si el hombre espera una vida abundante, ciertamente, los mandamientos del Señor deberá guardar. Levítico 18.21 no ofrezcas a tus hijos alguien que no sea Jehová. Vivimos en una sociedad donde somos tentados a entregar nuestros hijos al éxito, a la fama, al poder… pero claramente vemos en la escritura, que nuestros hijos son del Señor y para el Señor. Levítico 18.22 Dios condena el homosexualismo. Dios nos creo para alegrarnos con la mujer de nuestra juventud y disfrutar de ella dentro del matrimonio, varón y hembra nos creo el Señor, toda atracción entre el mismo sexo será una perversión. Levítico 19.2 seréis santos. Nadie puede, ni debe acercarse al Señor en sus propios términos, el mandato es claro, si alguien quiere servir al Señor debe ser santo. Levítico 19.4 no tendrás ídolos. Aun los cristianos somos tentados a hacer o tener ídolos en nuestras vidas, quizá no son las imágenes, pero puede ser el dinero, nuestros hijos, nuestra esposa… de tal manera, tenemos que darle la prioridad a Dios en nuestras vidas. Levítico 19.13 no defraudareis a tu prójimo. Cuando al Señor le preguntaron por el mandamiento más importante, él dijo “amara a Dios… y a tu prójimo…” no que sea un segundo mandamiento, sino la otra cara de la misma moneda, porque “nadie puede amar a Dios a quien no ha visto, sino ama a su prójimo a quien ha visto” Levítico 19.18 no buscaras venganza. Tenemos la tendencia a desquitarnos cuando nos hacen algo malo, pero desde el principio el Señor estableció que nos buscáramos desquitarnos, “mía es la venganza, yo pagare dice el Señor.” Levítico 19.30 guardaras el día del Señor. Dios ha establecido un día, para que su pueblo lo pueda adorar como una comunidad, el propósito de Dios no es solo salvar individuos, sino salvar un pueblo que le adore, en un día que él ha designado. Números 6.2-5 él que quiera servir a Dios, deberá negarse a sí mismo. Ser nazareo exigía abnegación, de la misma manera todo el que quiera servir al Señor, deberá negarse, sacrificar sus gustos, placeres, porque Dios demandara todo de nosotros, “el que pone su pie en el arado y mira hacia a tras no es digno de mi” Números 11.1-2 su misericordia será más grande que su ira. La justicia y la misericordia son dos atributos que no podemos olvidar, Pablo dice “mirad cuán grande es la bondad y la severidad de Dios” pero sin duda, Dios es tardo para la ira y grande en misericordia, “Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida.” Números 12.1-2 no murmures contras los líderes que el Señor ha puesto. 1 Cr.16.22 “No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.” Sin duda es una cita que ha sido utilizada para justificar muchos pecados en pastores y líderes, que nadie les diga nada, pero cuando son verdaderamente varones de Dios, aun cuando estén cometiendo errores, Dios nos ha dejado reglamentado cual debe ser el proceso a seguir, pero nunca murmurar de ellos. Números 12.7-8 Dios defiende a sus hijos. 1 samuel 2.30 Dios ha dicho, yo honro a los que me honran, aun cuando pecamos delante de Él, Dios pelea por nosotros. Números 12.11-13 debemos tener siempre un corazón perdonador. Aun cuando Dios pelea por nosotros, y paga a cada uno según sus obras, no debemos alegrarnos porque alguien este recibiendo su merecido de parte de Dios, al contrario, deberíamos tener misericordia y rogar a Dios para que tenga misericordia de Él. Números 14.1-3 debemos tener un corazón agradecido. Tendemos a murmurar de lo que Dios ha hecho o esta haciendo, casi nunca estamos conformes con nada, que nuestro corazón pudiera ser como el de Pablo y exclamar “en todo se vivir agradecido, en la abundancia y en la escasez…” Números 16.32-34 vivamos con temor delante del Señor. A veces creemos que el Dios con el tratamos es uno igual a nosotros, debemos vivir con total temor y temblor, por la grandeza, por la santidad, por quien es Dios. Si comprendiéramos cuan grande es Él, viviríamos con total respeto y humildad delante de Él. Números 20.3 no menospreciemos las bendiciones del Señor. Nuestro pecado muchas veces, o nuestro corazón endurecido, no nos permiten ver las cosas que Dios esta haciendo, y tendemos amargarnos contra el Señor, porque no miramos que las cosas marchan a nuestra manera, sin embargo, deberíamos recordar en ese momento, que los aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien. Números 21.7-9 Cuando reconocemos nuestro pecado, Dios nos ayuda en las consecuencias. ¿Acaso que espera Dios de nosotros? no que dejemos de pecar, sino que luchemos con nuestro pecado e inmediatamente caemos, nos volvamos a Él, que nos arrepintamos y Dios será fiel en ayudarnos a sobrellevar las consecuencias que el pecado haya traído. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos… Números 23.8, 11 cuando Dios bendice, no hay quien pueda maldecir. En ocasiones estamos mas asustados por lo que el hombre pueda hacer, que por lo que Dios pueda hacer, si Dios es por nosotros ¿Quién contra nosotros? Es la bendición de Jehová la que enriquece y no añade tristeza con ella.