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Captacion Agua Lluvia - Venezuela2014
Captacion Agua Lluvia - Venezuela2014
Ahora ante el reto que supone el aumento de la población y la escasez del suministro, tanto
en las zonas urbanas como rurales, la captación de agua de lluvia y nuevos sistemas para su
correcta gestión, vuelven a verse como una solución para ahorrar y aumentar las reservas de
agua.
Cosecha de lluvia
Hoy, muchas áreas rurales dependen de la cosecha de agua de lluvia, pero las zonas urbanas
que son atendidas por servicios municipales, tienden a olvidar este recurso. La cosecha de
lluvia es una solución muy importante para las grandes urbes en donde se está gastando
más agua de la que se dispone. Un problema que se viene agravando además con las
transformaciones que está produciendo el cambio climático.
Para poder captar agua de lluvia es necesario que las superficies expuestas a la
precipitación pluvial permitan su escurrimiento, ya sea porque la superficie es impermeable
o porque su capacidad de absorción es inferior a la de infiltración en terrenos con
pendiente.
En los centros urbanos, las áreas expuestas a la lluvia son mayoritariamente impermeables
(techos, calles y estacionamientos), por lo que la captación se puede realizar con
inversiones relativamente pequeñas. La conducción de los escurrimientos a los cuerpos de
almacenaje se efectúa por medio de canalones en techos (liga a drenajes sifónicos), tuberías
de lámina y/o PVC y canaletas con o sin rejillas en los pisos.
El uso de sistemas de cosecha de agua son de gran importancia para suplir una demanda
insatisfecha de agua para consumo humano y en segunda instancia riego, principalmente en
aquellas comunidades que no cuentan con suficiente disponibilidad de agua subterránea ni
fuentes superficiales para suplir sus principales necesidades.
Tienen como propósito la recolección y conducción del agua lluvia desde el techo. Los
materiales que pueden utilizarse varían desde bambú, aluminio o PVC. En este último caso
se puede utilizar canales prefabricados de PVC de 4’’ con una longitud promedio de 9 m.
La selección del material dependerá de la disponibilidad local.
Captación
Las tejas de arcilla tienen buena superficie y suelen ser más baratas, pero son
pesadas, y para instalarlas se necesita de una buena estructura, además que para su
elaboración se necesita de una buena fuente de arcilla y combustible para su
cocción.
Recolección y conducción
Este componente es una parte esencial de los SCAPT ya que conducirá el agua
recolectada por el techo directamente hasta el tanque de almacenamiento. Está
conformado por las canaletas que van adosadas en los bordes más bajos del techo,
en donde el agua tiende a acumularse antes de caer al suelo.
El material de las canaletas debe ser liviano, resistente al agua y fácil de unir entre
sí, a fin de reducir las fugas de agua. Al efecto se puede emplear materiales, como el
bambú, madera, metal o PVC.
Las canaletas de metal son las que más duran y menos mantenimiento necesitan, sin
embargo son costosas. Las canaletas confeccionadas a base de bambú y madera son
fáciles de construir pero se deterioran rápidamente. Las canaletas de PVC son más
fáciles de obtener, durables y no son muy costosas.
Por otra parte, es muy importante que el material utilizado en la unión de los tramos
de la canaleta no contamine el agua con compuestos orgánicos o inorgánicos. En el
caso de que la canaleta llegue a captar materiales indeseables, tales como hojas,
excremento de aves, etc.
Interceptor
El volumen de agua resultante del lavado del techo debe ser recolectado en un
tanque de plástico. Este tanque debe diseñarse en función del área del techo para lo
cual se podrán emplear recipientes de 40, 60, 80 ó 120 litros, y para áreas mayores
de techo se utilizarían combinaciones de estos tanques para captar dicho volumen.
Almacenamiento
· Disponer de una escotilla con tapa sanitaria lo suficientemente grande como para
que permita el ingreso de una persona para la limpieza y reparaciones necesarias,
· La entrada y el rebose deben contar con mallas para evitar el ingreso de insectos y
animales.
· Dotado de dispositivos para el retiro de agua y el drenaje. Esto último para los
casos de limpieza o reparación del tanque de almacenamiento. En el caso de tanques
enterrados, deberán ser dotados de bombas de mano.
El agua una vez recolectada y filtrada es depositada en una cisterna o tanque. Existen varios
tipos de cisternas que pueden utilizarse, su selección dependerá de los materiales
disponibles localmente y las condiciones particulares del lugar. A continuación se presentan
algunos tipos:
d. Tanque aéreo
Una vez almacenada el agua se instala un tanque aéreo con el fin de que el sistema de
suministro de agua funcione a gravedad y no se requiera energía eléctrica para su
funcionamiento. El tanque aéreo puede hacerse con los mismos materiales que la cisterna
de almacenamiento. La selección de materiales dependerá de la disponibilidad local.
El agua almacenada en la cisterna luego se bombea al tanque aéreo. Para lo anterior existen
opciones de energía a partir de fuentes alternativas. Por ejemplo existen bombas solares
disponibles en casas comerciales especializadas. También existen bombas manuales de
óptimo desempeño y que pueden fabricarse localmente. Otra opción interesante son las
bombas que funcionan por acción del viento con ayuda de un molino.
f. Filtro de Salida
Es un filtro adicional instalado en la salida del tanque aéreo. Este filtro tiene como
propósito dar un tratamiento al agua antes de su uso. Existen opciones comerciales muy
prácticas para su instalación y mantenimiento.
Se complementan estas condiciones particulares del lugar con los datos estadísticos de
población y precipitación, mismos que deben desglosarse de manera que permitan una
visualización más clara de la demanda y eventual oferta de agua.
Económicos
Medioambientales
Sociales
Aun cuando las ventajas son numerosas, es necesario indicar también que los sistemas de
captación de agua de lluvia cuentan con algunas desventajas tales como:
Se debe tener cuidado con posible contaminación del agua por materia orgánica o
animales, razón por debe pasar por un proceso de limpieza antes de ser almacenada en un
lugar seguro y bien cerrado.
En la India se utiliza principalmente para regadío, pero cada vez se desarrollan más
políticas encaminadas a la captación en ciudades como Bangalore o Delhi.
En Israel se realiza microcaptación de agua de lluvia para árboles frutales como almendros
y pistachos.
4 - ) Situación en Venezuela
Solo una parte del agua de lluvia es utilizada. De acuerdo a los especialistas, se
podría reducir el rezago en abastecimiento de agua en el país si se aprovecharan los
métodos de captación y gestión del agua de lluvia.
Si se captara toda la lluvia en los techos y en algunos suelos, se podría ahorrar de 10% a
15% del agua que se consume en los hogares.
Si se aprovechara el 3% de la lluvia que cae cada año en el país, alcanzaría para suministrar
de agua no potable para usos como limpieza o sanitarios a 13 millones de personas, para
que 50 millones de animales pudieran beber o para regar 18 millones de hectáreas de
cultivo.
Las propiedades físicas y químicas del agua de lluvia son generalmente superiores a
las que presentan fuentes de agua subterránea que pueden ser más duras debido a los
minerales que se encuentran en el subsuelo. El agua de lluvia es en teoría pura, sin embargo
al caer se escurre a través de superficies arrastrando contaminantes que pueden ser tóxicos.
Por ejemplo, en estudios realizados por Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha
comprobado que en algunos techos tanto de zonas urbanas como rurales, se han registrado
valores altos en plomo que se puede atribuir a la composición de los materiales con los que
han sido elaborados. También algunos análisis han detectado niveles altos de coliformes
totales y coliformes fecales, contaminación que puede ser producida por el excremento de
las aves, roedores, etc.
Además en zonas urbanas con alto nivel de polución en el aire, la situación empeora ya que
la atmósfera se contamina de los elementos como: 79% de nitrógeno, 21% de oxígeno y en
menor cantidad otros gases o contaminantes naturales y/o producto de la actividad humana.
A esto hay que sumarle que en las ciudades las superficies por las que escurre como calles o
techos, tienen niveles más altos de químicos, hidrocarburos, basuras y otros contaminantes.
Por esta razón, si se quiere aprovechar el recurso pluvial en zonas urbanas, se recomienda
que el líquido pase por un proceso que retire sedimentos y grasas primero y si se quiere una
mayor calidad puede pasar por un proceso de filtrado que retire a mayor profundidad los
contaminantes. Una vez se ha pasado por este proceso el agua debe ser almacenada en un
lugar seguro y bien sellado.
Sin embargo, si se quiere utilizar para consumo humano se recomienda que pase por un
proceso de potabilización. Además, en algunas ciudades se ha registrado lluvia con una alto
nivel de acides, resultado de la contaminación de la atmósfera por a las emanaciones
industriales y de los vehículos, en estas situaciones se debe revisar la calidad del aire.
6 - ) Lluvia ácida
El agua de lluvia se considera ácida cuando sus valores de pH son inferiores a los
considerados normales. El pH es una escala que va de 0 a 14 y nos indica que tan ácida o
alcalina es una sustancia. El agua pura tiene un valor de pH de 7, que se considera neutro;
valores de pH menores a 7 son ácidos, como el jugo de limón que tiene un pH de 2.3 y
valores superiores a 7 se consideran alcalinos, por ejemplo, la sangre humana con un valor
de 7.3.
Los efectos nocivos que la lluvia ácida ocasiona sobre las áreas naturales son muy
diversos y dependen del tipo de ecosistemas; así por ejemplo, en ríos y lagos, éste
fenómeno ha provocado una acidificación de sus aguas, dañando a plantas y animales que
las habitan, y en casos extremos, se produce una aniquilación completa de especies
sensibles a la acidez del agua.
La lluvia ácida empobrece los suelos, tanto de bosques, como de zonas de cultivo, ya que a
su paso por éstos, lava los nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, al tiempo
que libera elementos tóxicos, como el aluminio y el magnesio, que se acumulan en sus
tejidos y acaba con microorganismos útiles en los procesos de formación, descomposición
y nutrición del suelo.
La lluvia ácida puede tener efectos indirectos sobre la salud, ya que las aguas acidificadas
pueden disolver metales y sustancias tóxicas de los suelos, rocas, conductos y tuberías y
posteriormente transportarlos hacia los sistemas de agua potable.
Las impurezas suspendidas y disueltas en el agua natural impiden que ésta sea
adecuada para numerosos fines. Los materiales indeseables, orgánicos e inorgánicos, se
extraen por métodos de criba y sedimentación que eliminan los materiales suspendidos.
Otro método es el tratamiento con ciertos compuestos, como el carbón activado, que
eliminan los sabores y olores desagradables. También se puede purificar el agua por
filtración, o por cloración o irradiación que matan los microorganismos infecciosos.
En la ventilación o saturación de agua con aire, se hace entrar el agua en contacto con el
aire de forma que se produzca la máxima difusión; esto se lleva a cabo normalmente en
fuentes, esparciendo agua en el aire. La ventilación elimina los olores y sabores producidos
por la descomposición de la materia orgánica, al igual que los desechos industriales como
los fenoles, y gases volátiles como el cloro. También convierte los compuestos de hierro y
manganeso disueltos en óxidos hidratados insolubles que luego pueden ser extraídos con
facilidad.
La dureza de las aguas naturales es producida sobre todo por las sales de calcio y magnesio,
y en menor proporción por el hierro, el aluminio y otros metales. La que se debe a los
bicarbonatos y carbonatos de calcio y magnesio se denomina dureza temporal y puede
eliminarse por ebullición, que al mismo tiempo esteriliza el agua. La dureza residual se
conoce como dureza no carbónica o permanente. Las aguas que poseen esta dureza pueden
ablandarse añadiendo carbonato de sodio y cal, o filtrándolas a través de ceolitas naturales
o artificiales que absorben los iones metálicos que producen la dureza, y liberan iones sodio
en el agua. Los detergentes contienen ciertos agentes separadores que inactivan las
sustancias causantes de la dureza del agua.
El hierro, que produce un sabor desagradable en el agua potable, puede extraerse por medio
de la ventilación y sedimentación, o pasando el agua a través de filtros de ceolita. También
se puede estabilizar el hierro añadiendo ciertas sales, como los polifosfatos. El agua que se
utiliza en los laboratorios, se destila o se desmineraliza pasándola a través de compuestos
que absorben los iones.
Para eliminar las bacterias es necesario que el agua hierva de 15 a 30 minutos. Es una
forma sencilla y económica de desinfección al alcance de la mayoría de los hogares. Entre
las desventajas de este método destaca la concentración del contenido de minerales
disueltos, debido a la vaporización del agua.
La cloración es uno de los métodos más rápidos, económicos y eficaces para eliminar las
bacterias contenidas en el agua. La cantidad de cloro que debe agregarse al agua depende
de la concentración que tenga el compuesto de esta sustancia que venden en su región;
generalmente, tres gotas por litro suelen ser suficientes. Después de agregar el cloro, es
importante esperar media hora antes de tomar el agua. El agua ya viene clorada de la red,
por lo que puede suceder que al agregarle más cloro el exceso se manifieste en el sabor
(haciéndolo muy desagradable); esto no representa riesgos para su salud.
En el mercado existen algunos productos para desinfectar agua y verduras que utilizan
compuestos de plata iónica o coloidal. Aunque los fabricantes recomiendan esperar
aproximadamente diez minutos después de añadirlos al agua, es preferible esperar el doble
del tiempo sugerido.
Filtros de cerámica
Estos filtros separan materia sólida del líquido gracias a que tienen un poro muy fino, es
decir, retienen partículas muy pequeñas. Un inconveniente de estos filtros es que sobre ellos
pueden desarrollarse colonias de microorganismos. Por lo tanto, al comprar un filtro de este
tipo, será importante verificar que éste libere o esté impregnado con plata iónica, ya que
esta sustancia tiene un efecto germicida. El filtro más sencillo está formado por una barra
de cerámica cubierta por un cilindro metálico que se adapta a la llave del agua. Un filtro de
cerámica con plata iónica proporciona unos 60 litros de agua por día. Si se le da un
mantenimiento adecuado, este implemento puede tener una duración de por lo menos 5
años.
En este sistema el agua pasa por un filtro de carbón activado, el cual contiene millones de
agujeros microscópicos que capturan y rompen las moléculas de los contaminantes. Este
método es muy eficiente para eliminar el cloro, el mal olor, los sabores desagradables y los
sólidos pesados en el agua. También retiene algunos contaminantes orgánicos, como
insecticidas, pesticidas y herbicidas. El riesgo que representan estos filtros es que pueden
saturarse y contaminarse con microorganismos, por tanto, es preciso cambiarlos cada cinco
meses, de lo contrario, si no se cuenta con un sistema de desinfección colocado después del
filtro (como luz UV o plata iónica), el agua ya no es segura para beber. El equipo de
filtración por carbón activado incluye un tanque de fibra de vidrio, una válvula de control y
el filtro; puede durar hasta 6 años.
Como purificador de agua, el ozono es un gas muy efectivo porque descompone los
organismos vivos sin dejar residuos químicos que puedan dañar la salud o alterar el sabor
del agua. En general, se considera que sus ventajas son las siguientes: reduce de manera
importante el aspecto turbio, el mal olor y sabor del agua, así como la cantidad de sólidos
en suspensión. No sólo elimina las bacterias causantes de enfermedades, sino que también
inactiva virus y otros microorganismos que el cloro no puede destruir. El equipo consta de
un generador de ozono, dos válvulas y un secador de aire, y tiene la capacidad para
purificar aproximadamente 300 litros de agua diarios por alrededor de 6 años. Su principal
desventaja es su elevado costo; además, requiere mantenimiento constante, instalación
especial y utiliza energía eléctrica.
En una primera etapa, el agua pasa por un filtro que retiene las partículas en suspensión.
Después pasa por un filtro de carbón activado, el cual elimina el mal olor, sabor y color en
el agua, así como el cloro. Por último, el agua es purificada por medio de luz ultravioleta,
que se encarga de destruir las bacterias. Este método es automático, efectivo, no daña al
medio ambiente y es fácil de instalar; además, puede purificar hasta 200 litros de agua al
día. Los filtros de este tipo de equipos se deben reemplazar cada seis meses y el bulbo de la
lámpara de rayos UV debe cambiarse cada año.
10 - ) Proceso de Potabilización:
Potentes bombas la impulsan a través de una cañería hasta el establecimiento, pasa por un
canal transportador donde sé afora, se agrega los productos químicos y se produce el
mezclado rápido. De allí es conducida a los decantadores, que son grandes piletas
compuestas de dos partes, floculador y decantador.
El floculador posee paletas mecánicas que son las encargadas de mezclar íntimamente el
agua con los productos químicos y formar así los flóculos, que al cobrar tamaño y peso
precipitarán al fondo del decantador. Este tiene una tolva que es encargada de eliminar el
barro floculado, este proceso se hace diariamente.
El agua tarda dos horas en recorrer estas piletas donde al final es recogida por una canaleta
donde cae en forma de lluvia para incorporarle oxígeno. Por esta canaleta el agua es
conducida a filtros compuestos por mantos de arena de distinta granulometría, comenzando
con arena fina hasta terminar con piedra.
De los filtros el agua pasa a la reserva, que es una cisterna subterránea de quinientos mil
litros en donde se la agrega cloro para su desinfección, terminado aquí el proceso de
Potabilización ya que se encuentra en condiciones óptimas para el consumo humano.
Una vez cumplido este paso el agua es elevada por medio de bombas comandadas con un
tablero eléctrico por el personal de guardia al tanque de distribución, con una capacidad de
un millón de litros, elevado del suelo 18,50 m. para dar impulso a la salida del agua por
gravedad y así llegar a toda la ciudad.
El agua es controlada siguiendo todos los pasos de la purificación por un Laboratorio donde
se efectúan los análisis químicos y bacteriológicos.
Todo este proceso, desde que entra el agua al Establecimiento hasta que sale en condiciones
óptimas para el consumo, transcurre en cinco horas, este tiempo ha sido empleado para que
nadie se quede sin agua.
La instalación consiste en una red de conductos que recoge las aguas allí donde se usan o
caen y la llevan hasta la red de saneamiento urbano, o alcantarillado.
Recogida de aguas
Red pequeña de piso o local: reúne las aguas recogidas en un local húmedo, para
llevarlas a una bajante.
Bajantes: son las conducciones verticales que llevan las aguas desde los pisos a red
horizontal de saneamiento.
Albañales: son las tuberías que, casi, horizontalmente van recogiendo las diversas
bajantes y llevan las aguas fuera de la construcción, y después la vierten en la red
urbana.
Recogida de aguas
El origen de las aguas usadas son una serie de aparatos, que pueden ser aparatos sanitarios,
o electrodomésticos, que disponen de un orificio de desagüe, con o sin válvula, con o sin
bomba de desagüe, en los que se realizan las funciones de higiene, limpieza, preparación de
alimentos, etc. Nunca un punto de suministro de agua debe carecer de un punto de desagüe,
aun los que se prevea se utilizarán muy de tarde en tarde.
En el caso de pluviales, la recogida dependerá del tipo de cubierta, y puede hacerse por
canalones, en el caso de cubierta inclinada o mediante diversos tipos de sumideros,
buzones, cuando se trata de cubiertas aterrazadas o planas. También se recoge de esta
manera en los patios.
En ciertas ocasiones puede convenir llevar las aguas de lluvia a un depósito (aljibe),
generalmente enterrado, para su posterior utilización para riego de huertos o en las cisternas
de los inodoros, como medio de ahorro de agua.
Para pequeñas superficies se utiliza a menudo un tubo, a manera de gárgola, que desagua
directamente al terreno.
Las tuberías que recogen los desagües (especialmente cuando son de gran diámetro, pero
también las demás) pueden descargar directamente en la bajante o bien reunirse en un ramal
de piso que, a su vez, desagua en la bajante.
Cuando de aseos de uso colectivo se trata, las baterías de aparatos (inodoros, urinarios y
lavabos) tienen una tubería horizontal (ramal de piso) que recoge todos los desagües para
llevarlos a la bajante.
Bajantes
Son las conducciones verticales que conectan las redes de piso con los albañales. En ellas
las aguas alcanzan velocidades de hasta 8 m/s pero no más, porque normalmente van
rozando con las paredes (realmente una descarga de solo aguas bajará pegada a las paredes
formando una espiral). No deben cambiar de diámetro en toda su longitud, salvo en
edificios muy altos, en los cuales se hacen, cada cierta altura, cambios de dirección con un
ángulo de 30 o 45º, para evitar que el vertido alcance mucha velocidad, y en ellos se puede,
si es necesario, aumentar el diámetro.
Albañales
La red horizontal puede ir colgada o enterrada. Puede ir colgada cuando el edificio tiene
sótanos (lo cual es muy frecuente, para cocheras) y es un sistema mejor porque tiene la
posibilidad de verse en todo su recorrido y es más barato arreglar los posibles desperfectos.
La enterrada tiene el problema de que posibles asientos del terreno pueden romperla, y su
reparación es mucho más complicada.
Cuando haya puntos donde se viertan grasas, orgánicas (cocinas importantes) o minerales
(desagües de cocheras) debe instalarse un dispositivo separador de grasas, exclusivo para
ese albañal. Al separador no deben verter albañales que puedan arrastrar materia sólida
(inodoros, por ejemplo).
Conclusión
La posibilidad de tener agua potable es de unos pocos, esto debido a las pocas posibilidades
que tiene cierta gente en el mundo. Lo mejor para la solución de este problema sería hacer
campañas de concientización y también se podrían tirar propuestas como por ejemplo no
derrochar el agua, debemos cuidarla lo más posible, arreglando las canillas cuando estas
gotean, no dejarla abierta durante todo el tiempo que nos cepillamos los dientes, o
dándonos duchas de veinte minutos por ejemplo, y también, porque no, concientizando de
esto a nuestros allegados. Finalizando, debemos cuidar el agua potable, ya que si en unos
años no la poseemos, será otras de las tantas cosas de las que privaremos a nuestras
generaciones futuras.
Fuentes:
Estadística del agua. Comisión Nacional del Agua (Conagua). México 2010
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