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DOCUMENTOS PARA EL CONOCIMIENTO Y APRENDIZAJE AVEVT Nro.

Material Filosófico

30 de abril 2020

I.- A modo de introducción:


Como hemos referido en algunas oportunidades1, el Kung Fu es más que un arte marcial,
es un camino de disciplina que nos conduce al dominio o la sabiduría de algo, es una vía
para aumentar nuestros conocimientos con el fin de vivir mejor, lidiando con las
circunstancias que nos suele imponer la vida. Así, el Ving Tsun, como Kung Fu que
resulta ser, busca, entre muchas cosas que obtengamos conocimientos sobre lo que nos
rodea. El combate o la pelea es solo una de los aspectos que este arte y ciencia estudia,
hay otros aspectos que pueden ser iguales o superiores en importancia como las bases
filosóficas sobre las cuales se fundamenta como arte marcial o como creación cultural.
Aunque en la generalidad de los casos, el aspecto filosófico o trascendental del Kung Fu
parece estar reservado a los Maestros o para los últimos grados del conocimiento y
dominio del Ving Tsun, estimamos que un buen alumno debe estudiarlo desde sus
inicios, puesto que ello lo hará un artista y un individuo más completo, más comprensivo y
más sabio.

En el caso del Ving Tsun Kung Fu, el conocimiento de sus aspectos filosóficos es una
base de su enseñanza-aprendizaje, prueba de ello, están en los Ving Tsun Kuen Kuit que
dicen: “El principio del Yin Yang debe ser entendido completamente” y “entiende los
principios para tu entrenamiento”, lo que indica que el aspecto marcial o combativo debe
fundamentarse en principios de conocimiento, por lo que un buen alumno o practicante
de este arte y ciencia del combate debe ser un amante del conocimiento, y filosofía
significa amor por el conocimiento. No hay arte, ni ciencia, ni cultura sin una filosofía,
además no hay herramienta más poderosa que el conocimiento2, como dijera Sócrates:
“Solo existe un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia”.

1
De manera especial en nuestro Ensayo Ving Tsun Kung Fu, ¿magia?, ¿estilo?, ¿arte o ciencia?, por Wladimir Paredes.
2
Para más argumentos y opiniones sobre este punto, puedes leer o releer nuestro Ensayo La importancia de la teoría en
el Ving Tsun, por Wladimir Paredes.

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El Ving Tsun Kung Fu debe ser considerado, en esencia, una forma de saber vivir la vida,
y esto implica comprender todos los fenómenos que nos rodean y especialmente
conocernos nosotros mismos, puesto que desde nuestra comprensión de lo que somos y
lo que podemos hacer es que vivimos e interpretamos nuestras experiencias e
interpretamos y evaluamos el comportamiento de los demás, cuestiones que son claves
para vivir, pero especialmente para “ser”, como lo recomendó Sócrates: “Conócete a ti
mismo” o como dice Sun Tzu en el Arte de la Guerra: “Si conoces al enemigo y te
conoces a ti mismo, no temas el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo, pero
no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo
ni a ti mismo, perderás cada batalla.”

Para los practicantes de Ving Tsun Kung Fu y de otros estilos chinos, no es extraño
hablar o saber de Buda, de Confucio o de la Lao Tze, y estos pensadores y sus doctrinas
forman parte de las raíces filosóficas de la cultura china, razón por la cual resulta
prácticamente obligatorio ahondar en esas raíces si queremos entender e interpretar las
concepciones u objetivos de este arte, cultura y ciencia. Pero además de conocer sobre
estos filósofos y de sus filosofías, conviene hacer las comparaciones con los principios
filosóficos que tenemos por nuestra herencia cultura eurocéntrica u occidental, la cual a
veces nos impone algunos paradigmas muy acentuados o peligrosos como el cientifismo
y la búsqueda de la verdad racional y absoluta. De modo que, un conocimiento amplio de
las filosofías generadas por las diferentes culturas humanas, nos llevarán a mejores
niveles de comprensión, entendimiento y armonía.

En este contexto introductorio, nuestro nuevo DCAAVEVT, nos proporciona la traducción


al castellano de un magnífico trabajo titulado Kung Fu for Philosophers o Kung Fu para
Filósofos por Peimin Ni3, en el cual se abordan los principios filosóficos del Kung Fu y su
comparación con algunos principios filosóficos occidentales, y el cual fuera publicado en
el New York Times. Acá abajo mi traducción sobre dicho trabajo:

“Kung Fu para Filósofos

En un reportaje de noticias de 2005 sobre el Templo Shaolin, el monasterio


budista en China conocido por sus artes marciales, un monje abordó una
muy común errónea concepción: "Muchas personas tienen la idea errónea de
que las artes marciales se trata de luchar y matar", El monje agregó diciendo:
"En realidad se trata de mejorar tu sabiduría e inteligencia" 4.

3 Profesor de filosofía en la Grand Valley State University. Presidente de la Society for Asian and Comparative
Philosophy y es editor jefe de una serie de libros sobre chino y filosofía comparada y autor del libro "Confucio: haciendo
el camino genial".
4
York, Geoffrey, “Battling Clichés in Birthplace of Kung Fu,” in The Globe and Mail Nov. 3, 2005.

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De hecho, el concepto de kung fu (o gongfu) es conocido por muchos en
Occidente solo a través de películas de lucha de artes marciales como "Enter
the Dragon", "Drunken Master" o más recientemente, "Crouching Tiger,
Hidden Dragon". En el ámbito cinematográfico, los luchadores acrobáticos
expertos como Bruce Lee, Jackie Chan y Jet Li son vistos como "maestros de
kung fu".
Pero como señaló el monje Shaolin, el kung fu representa mucho más que
pelear. De hecho, se podría decir con precisión que cualquier habilidad
resultante de la práctica y el cultivo envuelven el kung fu. Hay un kung fu de
baile, de pintura, de cocina, de escritura, de actuación, de buen juicio, de
trato con la gente, incluso de gobernar. Durante las dinastías Song y Ming en
China, el término kung fu fue ampliamente utilizado por los neoconfucianos,
los taoístas y los budistas por igual para el arte de vivir la vida en general, y
todos hablaron inequívocamente de sus enseñanzas como diferentes
escuelas de kung fu.
Esta amplia comprensión del kung fu es una clave (aunque de ninguna
manera la única clave) a través de la cual podemos comenzar a comprender
la filosofía tradicional china y los lugares en los que se encuentra y se aleja
de las tradiciones filosóficas de Occidente. Como muchos académicos han
señalado, la orientación predominante de la filosofía tradicional china es la
preocupación sobre cómo vivir la vida, en lugar de descubrir la verdad sobre
la realidad.
La conocida pregunta planteada por Zhuangzi en el siglo IV a. C. ¿Era
Zhuangzi quien había soñado con ser una mariposa o era una mariposa
soñando que era Zhuangzi? que precedió a la realidad virtual y "The Matrix"
en un par de miles de años, fue tanto una inspiración de kung fu como una
consulta epistemológica. En lugar de llevar a una búsqueda de certeza, como
lo hizo el sueño de Descartes, Zhuangzi se dio cuenta de que había percibido
"la transformación de las cosas", lo que indica que uno debería aceptar esta
transformación en lugar de intentar en vano buscar lo que es real.
El llamado de Confucio a la "rectificación de los nombres" -uno debe usar las
palabras apropiadamente- es más un método de kung fu para asegurar el
orden sociopolítico que para capturar la esencia de las cosas, ya que los
"nombres" o palabras son definidores de expectativas de cómo lo definido o
nombrado debe comportarse y ser tratado. Esto apunta a una comprensión
de lo que J. L. Austin llama la función "performativa" del lenguaje. Del mismo
modo, los puntos de vista de Mencio y los puntos de vista de su oponente
posterior Xunzi sobre la naturaleza humana son más recomendaciones de
cómo uno debe verse a sí mismo para convertirse en una mejor persona, que
las afirmaciones metafísicas sobre si los humanos son por naturaleza buenos

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o malos. Aunque las afirmaciones de cada hombre sobre la naturaleza
humana son incompatibles entre sí, aún pueden funcionar dentro de la
tradición confuciana como formas alternativas de cultivación.
La doctrina budista del “no ser” seguramente parece metafísica, pero su
objetivo real es liberarnos del sufrimiento, ya que según el budismo el
sufrimiento proviene en última instancia del apego al ser. Las meditaciones
budistas son prácticas de kung fu para sacudir el apego, y no solo
investigaciones intelectuales para obtener la verdad proposicional.
Confundir el lenguaje de la filosofía china para, en la frase de Richard Rorty,
un "espejo de la naturaleza" es como confundir el menú con la comida. La
esencia del kung fu (varias artes e instrucciones sobre cómo cultivar a la
persona y conducir su vida) a menudo es difícil de digerir para aquellos que
están acostumbrados al sabor y la textura de la filosofía occidental
dominante. Es comprensible que, incluso después de una sincera disposición
a intentarlo, uno a menudo se vea rechazado por la falta de definiciones
claras de los términos clave y la ausencia de argumentos lineales en los
textos chinos clásicos. Sin embargo, esto no es una debilidad, sino un
requisito de la orientación del kung fu, no muy diferente de la forma en que
aprender a nadar requiere que uno se concentre en la práctica y no en la
comprensión conceptual. Solo yendo más allá de las descripciones
conceptuales de la realidad, uno puede abrirse a la inteligencia que se
ejemplifica mejor a través de artes como el baile y la actuación.
En esta sensibilidad al estilo, las tendencias sutiles y la visión holística
requiere una visión similar a la necesaria para superar lo que Jacques
Derrida identificó como el problema del logocentrismo occidental. Incluso
expande la epistemología al ámbito no conceptual en el que la accesibilidad
del conocimiento depende del cultivo de habilidades cognitivas, y no
simplemente de lo que sea "públicamente observable" para todos. También
muestra que el cultivo de la persona no se limita a "saber cómo". Una
persona ejemplar puede tener el gran carisma de afectar a otros, pero no
necesariamente sabe cómo afectar a otros. En el arte del kung fu, existe lo
que Herbert Fingarette llama "la dimensión mágica", pero "distintivamente
humana" de nuestra practicidad, una dimensión que "siempre involucra
grandes efectos producidos sin esfuerzo, maravillosamente, con un poder
irresistible que es en sí mismo intangible, invisible, no manifestado"5
Pierre Hadot y Martha Nussbaum, en parte como resultado del diálogo
histórico-mundial de la filosofía en nuestro tiempo, han tratado de "rectificar el
nombre" de "filosofía" al mostrar que los antiguos filósofos occidentales como
Sócrates, los estoicos y los epicurianos estaban principalmente preocupados
5
Herbert Fingarette (1972): “Confucius —The Secular as Sacred,” New York: Harper & Row, 4-6.

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por la virtud, con ejercicios y prácticas espirituales por el bien de vivir una
buena vida, más que por esfuerzos teóricos puros6. En este sentido, la
filosofía occidental en su origen es similar a la filosofía clásica china. La
importancia de este punto no es simplemente revelar hechos históricos.
Llama nuestra atención a una dimensión que ha sido eclipsada por la
obsesión con la búsqueda de la verdad eterna y universal y la forma en que
se practica, es decir, a través de argumentos racionales. Incluso cuando los
filósofos toman sus ideas como puro discurso teórico dirigido a encontrar la
verdad, sus ideas nunca han dejado de funcionar como guías para la vida
humana. El poder de las ideas de la iluminación moderna se ha demostrado
plenamente tanto en la forma de grandes logros que hemos presenciado
desde la era moderna como en la forma de problemas profundos que
enfrentamos hoy. Nuestros modos de comportamiento están muy moldeados
por ideas filosóficas que parecían lo suficientemente inocentes como para
darse por sentado. Es irónico y alarmante que cuando Richard Rorty lanzó
ataques a gran escala contra la filosofía racionalista moderna, dio por
sentado que la filosofía solo puede tomar la forma de buscar la verdad
objetiva. Su rechazo a la filosofía cae en la misma trampa que advierte a la
gente: tomar ideas filosóficas simplemente como "espejos" y no como
"palancas".
Uno podría considerar la perspectiva del kung fu chino como una forma de
pragmatismo. La proximidad entre los dos es probablemente la razón por la
cual este último fue bien recibido en China a principios del siglo pasado
cuando John Dewey recorrió el país. Sin embargo, lo que la perspectiva del
kung fu agrega al enfoque pragmático es su claro énfasis en el cultivo y la
transformación de la persona, una dimensión que ya está en Dewey y William
James, pero que a menudo se descuida. Un maestro de kung fu no
simplemente toma buenas decisiones y usa instrumentos efectivos para
satisfacer cualquier preferencia que tenga una persona. De hecho, el tema
nunca se acepta simplemente como un hecho. Si bien una acción eficaz
puede ser el resultado de una decisión racional sensata, una buena acción
que demuestre el kung fu tiene que estar arraigada en la persona completa,
incluidas las disposiciones y sentimientos corporales, y su bondad se
muestra no solo a través de sus consecuencias sino también en sus
consecuencias. El estilo artístico lo hace uno. También presenta lo que
Charles Taylor llama el "trasfondo" (elementos como la tradición y la
comunidad) en nuestra comprensión de la formación de las creencias y
actitudes de una persona. A través del enfoque de kung fu, la filosofía clásica
china muestra una visión holística que reúne estas dimensiones marginadas

6
See Pierre Hadot (1995): “Philosophy as a Way of Life,” Malden, MA: Blackwell Publishing, and Martha Nussbaum
(1994): “The Therapy of Desire: Theory and Practice in Hellenistic Ethics,” Princeton: Princeton University Press.

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y, por lo tanto, obliga a prestar mucha atención a las formas en que se
afectan entre sí.
Este enfoque de kung fu comparte muchas ideas con la ética de la virtud
aristotélica, que se centra en el cultivo del agente en lugar de en la
formulación de reglas de conducta. Sin embargo, a diferencia de la ética
aristotélica, el enfoque de la ética del kung fu no se basa en ninguna
metafísica para justificarse. Uno no tiene que creer en un telos
predeterminado para humanos para apreciar la excelencia que trae el kung
fu. Sin embargo, este enfoque conduce al reconocimiento de la importante
función guía de las perspectivas metafísicas. Por ejemplo, una persona que
sigue la metafísica aristotélica pondrá claramente más esfuerzo en cultivar su
inteligencia, mientras que una persona que sigue la metafísica relacional
confuciana prestará más atención al aprendizaje de rituales que armonizarían
las relaciones interpersonales. Este enfoque abre la posibilidad de permitir
múltiples visiones de excelencia que compiten entre sí, incluidas la metafísica
o las creencias religiosas por las cuales se entienden y guían, y la
justificación de estas creencias se deja a las experiencias humanas
concretas.
El enfoque del kung fu no implica que el poder sea correcto. Esta es una
razón por la cual es más apropiado considerar el kung fu como una forma de
arte. El arte no se mide en última instancia por su dominio del mercado.
Además, la función del arte no es un reflejo exacto del mundo real; su
expresión no se limita a la forma de principios universales y razonamiento
lógico, y requiere el cultivo del artista, la encarnación de las virtudes, el
virtuosismo, y la imaginación y la creatividad. Si la filosofía es "una forma de
vida", como lo expresa Pierre Hadot, el enfoque del kung fu sugiere que
tomemos la filosofía como la búsqueda del arte de vivir bien, y no solo como
una forma de vida racional estrechamente definida.”

Introducción y traducción por Wladimir Paredes


Asociación Venezolana de Ving Tsun (AVEVT)

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