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23/08/2019

Diferencia: Ética y Ethos

En el lenguaje corriente se utilizan como sinónimos. Sin embargo, a la hora de definirlos hay un problema.

La ética implicaba que no puede haber ninguna cultura o civilización que no carezca de valores o que no tenga moral.
Sin embargo, sí puede haber civilizaciones sin éticas. La ética es la tematización del ethos, al pensamiento abstracto
del ethos. A la reflexión de los valores como categoría general o como algo moral. La ética tiene un carácter más
abstracto y por ello no estaría presente en todas las culturas. El Ethos viene de costumbre, puede ver con una
persona, una sociedad, una cultura en general.

Que una cultura reconozca la ética como algo separado de los valores, implica que hay un grado de abstracción a la
hora de hablar de los valores.

Risieri Frondizi
Presenta su libro como un tratado de axiología, que es la disciplina que estudia los valores.

Aparece una idea de querer explicar racionalmente algo que antes se explicaba a través de la fé. Si hay una disputa
entre los valores y aplicamos la razón, llegaríamos a la verdad. Sin embargo, se dieron cuento que a partir del
lenguaje se pueden obtener diferentes interpretaciones de un mismo texto.

En cuanto se empieza a pensar la ética a partir de la idea de los valores, como lo “bello”, lo “justo”, lo “verdadero”,
como si estuviesen atravesados por conflictos, al aplicarle ideas racionales se van a poder encontrar las
características de esos valores. Esto se llama “polaridad de los valores”: hay paridad en los valores, “lo bello y lo
justo”, “lo verdadero y lo falso”.

Se planteaban, desde los griegos, 3 formas de resolver los conflictos: La democracia viene a resolver los conflictos a
través de la discusión, del debate público. La filosofía viene a resolver los conflictos a través de la razón. La tragedia
busca resolver los problemas a través de la estética, es la que más reconoce que esto no es resoluble.

Más allá de que la axiología tenga 100 años, si bien hay reflexiones que tienen que ver con los valores, él trata de ver
las diferentes posturas que toman los diferentes autores a lo largo del tiempo. Pasa del objetivismo al subjetivismo
para luego rechazarlo. Dice que la sociedad funciona porque se llegaron a ciertos criterios parciales que son
comunes, que todos compartimos.

La filosofía empieza pensando en el mundo exterior, el mundo natural, sobre las cosas del mundo concreto, sobre los
objetos, las cosas. Se comienza a buscar el principio en el mundo natural. La segunda época del pensamiento
filosófico empieza a tratar las ideas o las esencias, planteado por Platón. En la tercera época del pensamiento
filosófico aparecen las reflexiones sobre la percepción o el mundo psicológico. Estas tres categorías son las
antecesoras al pensamiento sobre la axiología o los valores, en la cuarta época del pensamiento filosófico.

Aparece algo nuevo que cambió toda la historia de la filosofía. Toda la filosofía es reflexionar sobre los valores. Sin
embargo, hay otros autores que van a rechazar estas ideas porque ya desde la época de Platón que se vienen
estudiando los valores.

Frondizi dice que los valores existen encarnados en las cosas. A partir de esto, llega al concento de “bien”: las cosas
incluyendo el valor que se el incorpora. No como objetos materiales del mundo, sino como cosas que tienen un
cuerpo y un valor. A partir de esto, Frondizi plantea una segunda definición de los valores a los que define como
“cualidades irreales”. Irreales no como falso, sino que no tienen una existencia tangible. Lo define también como
parasitario, en el sentido más descriptivo: no existen por sí mismo, sino que son cualidades de los objetivos. Son
cualidades irreales porque las agregamos en tanto valor. Hay cualidades esenciales e irreales. Las esenciales,
divididas en primarias y secundarias. Luego, las irreales.

Decir que las cualidades son irreales, también implica pensarlas como adjetivos y no como sustantivos. A partir de
los adjetivos se pueden pensar los sustantivos. Los valores aparecen como cualidades de los objetivos.
Distingue que los objetivos ideales (las esencias platónicas) se aprehenden intelectualmente, como la idea de
belleza. Mientras que el valor en sí mismo, cuando ese valor se presenta ante mí, me conmueve más
emocionalmente. Lo aprehendemos emocionalmente.

A partir de esto, llega a la idea de “polaridad” y “jerarquía” de los valores. Polaridad implica que los valores se
desdoblan en algo positivo y negativo, siempre se organizan en pares. Los valores, también, se organizan
jerárquicamente, están ordenados unos sobre otros. Frondizi plantea que no hay una jerarquía única, pero todos
podemos ponderar y ver cuál priorizamos cada uno.

A pesar de esto, lo que no se puede es llegar a un criterio único. No hay una jerarquía única de los valores. Esto es
una crítica a uno de los primeros autores de la axiología, quien buscaba llegar a jerarquías únicas/verdades concretas
que pueden ponerse en una tabla.

Frondizi plantea que se puede llegar a una especie de consenso que está condicionado por nuestros valores sociales.
No es posible llegar a una verdad concreta ni tampoco es posible que no haya ningún tipo de verdad en absoluto.

Existe una jerarquía entre los valores, tenemos la capacidad de discernir y ponderarlos, pero no hay una tabla que
tenga la verdad única sobre cómo categorizarlos o jerarquizarlos. Plantea que la jerarquización es necesaria. Sin
embargo, en distintos momentos sociales vamos a poner ciertos valores por encima de otros.

Frondizi plantea una visión objetivista, otra subjetivista y, en tercer lugar, relaciona valor, estructura y situación
(relación sujeto-objeto | Un bien X no está completamente en la cosa ni completamente en la persona, sino en la
relación sujeto-objeto).

En la visión objetivista, el sujeto se limita a captar un valor que está en el sujeto. Ese valor es independiente y
expresa algo que va más allá del objeto. Scheler plantea que hay ciertos criterios objetivos en las cosas que nos van a
permitir poder jerarquizar los valores, esto lo plantea como algo racional porque son cualidades de los objetos, de
las acciones, no que es algo de las personas.

Frondizi dice que Scheler se equivocó al querer jerarquizar todo de manera única. Esto es porque se confunde los
valores de forma abstracta con la vivencia que tiene cada uno de esos valores. Scheler no cometió un error concreto,
sino que buscaba algo que era imposible alcanzar, no se puede sacar de lo empírico una verdad que sea
inmodificable.

Los criterios que Scheler planteaba para jerarquizar valores eran:

 Durabilidad.
 Divisibilidad.
 Profundidad de la satisfacción (cuanta satisfacción nos trae realizarlo).
 Fundación/fundamentación (un valor es más fundamental cuando es previo a otro. Hay valores inferiores
que depende de otros superiores).
 Menor relatividad (un valor es más jerárquico cuanto más absoluto y menos relativo es).

Estos criterios, para Scheler, son cosas subjetivas concretas, trata los valores de forma universal. Por esta razón,
Frondizi dice que estos criterios no son correctos.

En la visión subjetivista, dice que, al no poder llegar a una verdad absoluta, queda a discreción de cada uno. Como no
existe algo objetivo, se propone una definición subjetiva. Frondizi dice que este tipo de definiciones subjetivas,
además de no poder tener criterios normativos, las definiciones son circulares.

En una primera etapa, se ve al placer como un valor. Sin embargo, Frondizi plantea que el placer es un estado
psicológico. La sociedad no considera que el placer sea algo valioso. En una segunda etapa, se ve al valor como el
deseo. Sin embargo, Frondizi plantea que la deseabilidad no tiene un criterio de valor porque no todos deseamos las
mismas cosas. En una tercera etapa, se buscó relacionar el valor con el interés. De la misma forma, Frondizi
cuestiona ¿el interés de quién? Porque todos tenemos intereses distintos y hay muchos conflictos de interés.
El placer, el deseo y el interés son estados psicológicos y por ende no pueden transformarse en algo que tenga valor
universal. A pesar de ser vivencias, siempre tienen relación con alguna vivencia con el objeto. Sin embargo, esto no
es igual para todos.

En la visión de relación valor-estructura-situación:

Frondizi plantea que no se puede referir el valor a lo subjetivo. Acá es donde Frondizi empieza a explicar que el valor
está en la relación entre el sujeto y el objeto. Los valores dependen de las propiedades de los objetos, pero no
pueden reducirse a ellas. No son una lista de las propiedades subjetivas que éstos tienen.

La irrealidad ahora la llama “cualidad estructural”. Es la suma de las propiedades de las cosas, sino como esas
propiedades se organizan y se relacionan.

Otro principio que toma de la Gestalt para definir la estructura es que “el todo es más que la suma de las partes”. No
es una suma de propiedades, sino como estas propiedades están organizadas entre sí. Esto tiene que ver porque el
sujeto percibe las propiedades del objeto todas juntas y no por separado. Se puede percibir que tiene partes, pero
en un primer momento se lo percibe como un todo junto.

Las cualidades axiológicas del valor surgen de la relación del objeto con el sujeto. Es ahí cuando el sujeto percibe al
objeto como un todo, pero además de importar la estructura, se le da importancia a la situación porque forma parte
de la manera en la que vamos a percibir determinado objeto.

La relación objeto-sujeto, se da en una situación física y humana que es determinante. Esa situación va a determinar
qué siento y cómo evalúo esa relación. En esta situación, hay 5 dimensiones que constituyen dicha situación. Sin
embargo, ninguna va a prevalecer por sobre la otra todo el tiempo, siempre depende del contexto.

1. Ambiente físico.
2. Ambiente cultural.
3. Medio social.
4. Necesidades/Expectativas/Aspiraciones/Posibilidades
5. Espacio-temporal.

Estos factores no se pueden ordenar en una jerarquía fija, sino que dependiendo de la situación van a ir cambiando
su orden. Van a actuar de forma simultánea, pero no van a ponderarse de la misma manera todo el tiempo. Las 5
dimensiones van a determinar la manera en la que yo actúo en una determina situación.

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