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Origen histórico de la axiología

La axiología ( del griego άξιος ['valioso'] + λόγος ['tratado']) o filosofía de los valores, término
empleado por primera vez por Wilbur Marshall Urban —Valuation: Its Nature and Laws, 1906— para
designar la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.
Axiología, de axios, valor y logos, estudio o tratado: ciencia que estudia los valores en su carácter
general, intentando llegar a su esencia.
Indica que se tiene que ingresar al interior de cada uno de nosotros para poder descubrir la belleza
que yace en nosotros o que en todo caso todavía no escapamos de ese oscuro mundo en el que
algunos nos encontramos sumergidos.
Las normas que conforman el mundo moral implican valoraciones o apreciaciones que nos permiten
formular el concepto de lo que es bueno o malo, por lo tanto, la ética no puede prescindir de la noción
de “valor”.
La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando
los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de
ese juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la
ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica.

Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes
propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse
de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai
Hartmann.
Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos ramas principales de la ética normativa
junto con la deontología.
Importancia de los valores en la ética y, en general, en la vida humana:

Sin embargo, en la antigüedad la axiología se veía afectada por lo que pasaba con los filósofos: no
tenían conciencia clara de la importancia de los valores y, además, los confundían entre sí.

Ejemplo: confundían la belleza con la bondad y la bondad con la utilidad.

El estudio griego culmina con el desarrollo de un sistema de valores. Los valores pueden ser
objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo
finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan
un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal).
Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también
pueden diferenciarse con base a su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos
de una jerarquía, en cuyo caso, algunos poseerán una posición más alta que otros.
Así como también tanto hombres y mujeres han perseguido diferentes valores a lo largo de su
historia:

• Lo bueno

• Lo justo

• Lo bello

• Lo sublime

• Lo útil

• Lo verdadero

• Lo santo

Hombres y mujeres, no sólo se enfrentan al mundo para conocerlo o para transformarlo, sino que
también lo hacen objeto de una valoración. Son seres axioló
Posturas frente a los valores: subjetivismo, objetivismo
y cualidad estructural

Los valores pueden, a grosso modo, interpretarse como objetivos (si existen independientemente del
sujeto) o como subjetivos (si deben su existencia a reacciones del sujeto que valora); y las
definiciones de los mismos que se ofrecen suelen ser deudoras de una de estas dos formas de
posicionarse frente a ellos. Es decir, que la determinación del carácter del objeto mismo de la
axiología es un asunto problemático, y materia de disputas entre las diversas corrientes.
Aún tomando partida por una posición subjetivista u objetivista, coexisten diferentes posturas con
respecto al estatus de los valores. Así, dentro del objetivismo, los valores pueden ser entendidos al
menos como entidades, subsistentes por sí mismas, o como propiedades o cualidades existentes en
los bienes (o cosas valiosas). Dentro de esta última opción, a su vez, algunos se han considerado
“cualidades terciarias” del objeto.

POSTURA OBJETIVISTA
Según el objetivismo, el sujeto no es necesario para la captación de los valores, ya que éstos existen
en sí y por sí, con independencia del sujeto. Como dice Max Scheler (1875 – 1928) – representante
del objetivismo- el asesinato siempre es malo, sin necesidad de que alguien lo repruebe como tal.
Para el objetivismo los valores son independientes de los bienes o cosas valiosas y de los sujetos
que los valoran. La naturaleza del ser humano, sus cambios a lo largo de la historia, el influir
constantemente de las preferencias, las vicisitudes de los deseos, deja a los valores intactos e
imperturbables.

POSTURA SUBJETIVISTA
A diferencia del objetivismo, el subjetivismo axiológico sostiene que el sujeto es esencial o
imprescindible, en toda valoración, pues si no existe un sujeto encargado de valorar las cosas, el
valor, simplemente, no es posible.
El subjetivismo dirá, que los valores son para mí (en cuanto a sujeto que valoro). Podríamos decir
que el subjetivismo resucita la antigua frase de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las
cosas”. Para el subjetivismo no podemos hablar de valores fuera de una valoración real o posible.
En efecto, ¿qué sentido tendría la existencia de valores que escaparan a toda posibilidad de ser
apreciados por el hombre? ¿Cómo sabríamos que existen los valores si estuvieran condenados a
mantenerse fuera de la esfera de las valoraciones humanas?
Por su parte, el objetivismo afirma que es cierto que la valoración es subjetiva, pero es indispensable
distinguir valoración del valor y el valor es anterior a la valoración.

El subjetivista se pregunta: ¿Puede algo tener valor si nadie lo ha percibido ni puede


percibirlo? No: el valor no tiene sentido ni existencia propiamente sin que exista el sujeto.

Elemento indispensable del valor: la valoración real o potencial (el valor es para los seres
humanos). Para el subjetivismo, los valores no existen en sí y por sí, sino que son meras creaciones
de la mente, existen solamente para mí. Lo que hace a una cosa valiosa es el deseo o el interés
individual.

CUALIDAD ESTRUCTURAL

POSICIÓN INTERMEDIA ENTRE EL OBJETIVISMO Y EL SUBJETIVISMO

El filósofo argentino Risieri Frondizi piensa que tanto el objetivismo como el subjetivismo son
unilaterales. Considera que el valor surge de la relación entre el sujeto y el objeto y que esa relación
axiológica origina una cualidad estructural empírica, esta cualidad no se da en el vacío, sino en una
situación humana, concreta, y la jerarquía axiológica es también situacional y compleja, no lineal.
Para Frondizi, el valor surge de la relación dialéctica entre el sujeto y el objeto. La relación dialéctica
se da en una situación humana concreta, en donde la jerarquía axiológica es situacional y compleja,
no lineal.
Sostiene que los valores sirven de fundamento a las normas éticas y éstas, lo mismo que las normas
jurídicas, son situacionales.

Teoría de los valores. Naturaleza, conceptuación y


métodos.
La palabra “valor” viene del verbo latino “valere” que significa estar bien, tener salud, vigor, fuerza,
energía). Un valor es algo que “está bien”, que posee esas características, algo que se impone por
sí mismo. La palabra valor se emplea en múltiples campos de la vida y de la actividad humana y
posee, por consiguiente, múltiples acepciones. Se habla de valor, por ejemplo, en la matemática (
una cantidad tiene valor positivo o negativo); en el lenguaje artístico (una obra vale o no
estéticamente); en el lenguaje de la salud (una persona puede ser inválida o minusválida); en el
lenguaje lógico (un argumento tiene o no valor); en el lenguaje económico (el valor de una mercancía,
o los valores de la bolsa), etc. Se habla, pues, de valores materiales y de valores espirituales.
Nosotros nos referiremos especialmente a los valores espirituales y muy particularmente a los
valores éticos.
La teoría de los “valores” o “axio-logía” , tuvo su auge en la segunda mitad del siglo XIX y en la
primera mitad del siglo XX, especialmente entre las dos guerras mundiales. Surgió como una
reacción contra la teoría kantiana, que reconocía tan sólo la sensibilidad y la razón e ignoraba la
estimativa, o facultad de apreciar y preferir: el “percibir sentimental” de Scheler. No obstante, es de
recordar que en la “Crítica del juicio” Kant re conoce la capacidad estética para juzgar sobre lo bello.

Igualmente, la teoría de los valores surgió como una reacción contra el positivismo y el
neopositivismo, que pretenden prescindir de toda “valoración” y confieren importancia únicamente al
conocimiento positivo y científico.

Los “valores” consisten en un dinamismo relacional que liga al sujeto con el objeto; o si queremos
en otros términos, que hace vibrar al hombre con los “principios”; que excita en él una corriente de
identificación con el objeto. La dimensión subjetiva, por consiguiente, juega aquí en el valor un papel
predominante; y esa dimensión subjetiva se expresa como respuestas intencionales, o
sentimientos.

Max Scheler, por ejemplo, profesa una visión objetivista de los valores, a los que considera como
“cualidades independientes e inmutables” que existen prescindiendo de que sean captados o no.
Los valores no son relativos a la vida, al hombre, o a la historia, sino absolutos en sí. Son además
objetos completamente inaccesibles a la razón y sólo se nos revelan en el “percibir sentimental”, es
decir, en el preferir, amar, odiar. En realidad, el amor es el auténtico descubridor de los valores; pues
la vida emocional es irreductible a la vida sensible e intelectual. Esta concepción es la que le permite
hablar a Scheler de una “Ética material de los valores”.

Federico Nietzsche (1884-1900), por el contrario, desde una visión subjetivista, arremete, contra la
cultura occidental cristiana con su teoría de la “transmutación” o “inversión” de los valores, afirmando
que éstos son una creación de los hombres y que temporalmente se estabilizan en una tabla que
adquiere vigencia pasajera, porque el mismo hombre los cambia, y es necesario que lo haga para
su progreso.
¿Qué método debe emplearse para dilucidar la naturaleza del valor? O ¿cuál es el método más
apropiado para investigar el valor?
Clasificación y jerarquía de los valores

unque son complejos y de varias clases, todos los valores coinciden en que tienen como fin último
mejorar la calidad de nuestra vida. La clasificación más extendida es la siguiente:

✓ Valores
✓ Morales
✓ Biológicos
✓ Religiosos
✓ Sensibles
✓ Económicos
✓ Intelectuales
✓ Estéticos

De la anterior tabla, los más importantes son, sin duda, los valores morales, ya que estos les dan
sentido y mérito a los demás. De poco sirve tener muy buena salud, ser muy creyente o muy
inteligente o vivir rodeado de comodidades y objetos bellos, si no se es justo, bueno, tolerante y
honesto, si se es una mala persona, un elemento dañino para la sociedad, con quien la convivencia
es muy difícil. La falta de valores morales en los seres humanos es un asunto lamentable y triste
precisamente por eso, porque los hace menos humanos.
Podríamos decir que esta jerarquía se constituye por la forma como unos valores fundamentan a los
otros y son su condición de posibilidad. Los valores sociales fundamentan y hacen posibles los
valores vitales; a su vez, los valores culturales fundamentan y hacen posibles los valores sociales; y
todos son fundamentados y posibilitados por los valores personales y religiosos.
Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, sobre la base de ellos decidimos cómo
actuar ante las diferentes situaciones que nos plantea la vida.
Se relacionan principalmente con los efectos que tiene lo que hacemos en las otras personas, en la
sociedad, en la empresa o en nuestro ambiente en general. De esta manera, si deseamos vivir en
paz y ser felices, debemos construir entre toda una escala de valores que facilite nuestro crecimiento
individual para que, a través de él, aportemos lo mejor de nosotros a una comunidad que también
tendrá mucho para darnos. Son, pues, tan humanos los valores, tan necesarios, tan deseables, que
lo más natural es que queramos vivirlos, hacerlos nuestros, defenderlos cuando estén en peligro o
inculcarlos en donde no existan. En este punto es donde intervienen la moral y la ética.
Las diversas concepciones de la vida, resultan de sobreestimar un valor por encima de otro, ya sea
sobre el valor moral, sobre el valor artístico o sobre el valor científico. Lo que proponen los filósofos
ante la complejidad del problema de la jerarquía de los valores es una tabla de valores que tenga
validez objetiva.
Ejemplo:
La tabla que propone Max Scheler; esta tabla va de lo inferior a lo superior; los valores superiores
fundan a los inferiores.

Características propias del valor

✓ Apetibilidad
✓ Polaridad
✓ Jerarquía

Otra clasificación, en sentido ascendente, implica una categoría de valores probablemente


aplicables a la mayoría de las personas:

• "Agradable / desagradable"="placer / dolor" de manera instintiva

• Valores vitales de bienestar, relacionados con la utilidad

• Valores espirituales

• Estéticos

• Valores de la vida social y política

• Valores del conocimiento orientados a la verdad

• Valores éticos y religiosos, que se articulan alrededor de la noción de 'persona'


Realización del valor. Crisis o pérdida de valores.

La noción de "valor", originada en la economía, trasladada al campo ético, estético y lógico, tras
haber sido rechazada por la filosofía realista ha terminado por ser aceptada e integrada en la filosofía,
tras haberla depurado de su subjetivismo.
Asentada en la realidad más absoluta, que es la del ser, y relacionada íntimamente con el "bien",
aparece como una conquista filosófica que lejos de oponerse a las nociones clásicas de la ética, las
precisa y perfecciona en un contexto nuevo. La oposición entre el "subjetivismo" de los valores y el
"objetivismo" que separó dos corrientes axiológicas enmarañó el panorama basándose en un
malentendido.
Ciertamente, algunas personas tienen la tendencia a aferrarse a los sistemas de valores que
estuvieron vigentes en el pasado, tanto en sus aspectos fundamentales como en los accidentales.
Piensan que nada puede cambiar y que todo cambio es malo.
Esto lo aplican tanto a la sociedad civil como a la Iglesia. Así, por ejemplo, hay algunas personas,
muy respetables en muchos aspectos, que son enemigos de la democracia, cuando es un logro de
la civilización y una garantía de las libertades. Si bien no es una garantía absoluta, permite más
fácilmente su ejercicio que las dictaduras.
Los valores no existen sin el hombre. Por ello se puede afirmar que las crisis de los valores no son
sino las crisis de las valoraciones que hacen los hombres, y que la crisis de "hombres" lleva de la
mano a la crisis de valores e, incluso, de la misma sociedad.

¿Por qué se ha producido la crisis de valoraciones? Es difícil contestar a esta pregunta, porque
supone juzgar una época sin la perspectiva suficiente. Pero se puede encontrar una serie de causas
que expliquen por qué una serie de valores han sido despreciados u olvidados en algunos sectores
sociales, y que, al mismo tiempo, se valoren actuaciones que son degradantes para el hombre.
En la vida social, todo lo que logramos tiene que ver con personas. Vivimos en un permanente estado
de interdependencia en el cual todos nos necesitamos mutuamente, y lo que uno hace afecta a los
demás de distintas maneras.

En virtud de que no es posible vivir y realizarse sino a través de la relación social, es fácil intuir que
necesitamos aprender a relacionarnos para obtener y brindar más y mejores beneficios para todos.
Ese es el destino del "animal político", del que habla Platón al referirse al hombre.
Sin embargo, no todo es tan sencillo, ya que, cada quien se relaciona con los demás desde su nivel
de conciencia, desde su equilibrio o su desorden interior, desde su manera particular de experimentar
la vida e interpretarla, desde lo que aprendió y reforzó con el tiempo; es decir, desde su
desvalorización o desde su autoestima.

Cuando nuestra autoestima está debilitada, tendemos a establecer vínculos desde el interés
material, desde el utilitarismo. Es entonces cuando deja de importarnos la persona y pasamos a
prestar atención al beneficio que nos pueda deparar. Pasamos a preguntarnos lo que nos aporta, lo
que podemos obtener de ellas. Este es el tipo de relación que se conoce como "relación secundaria".

La pérdida de valores y la baja autoestima en los jóvenes es responsabilidad de todos. Sino se toma
cartas en el tema, esto conlleva a que la delincuencia juvenil vaya ganando más cuerpo en la
sociedad sin que se pueda detener, empecemos a educar y a fortalecer la autoestima de los niños
para que sean jóvenes seguros de su propósito en la vida, sin miedo y con mucho valor para
perdonar, forjándose metas y logros por si solos para triunfar en la vida.

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