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TRASTORNOS DE LA CONDUCTA

(Mericismo, Obesidad, Ortorexia, Potomania)

ANGIE MARCELA AYALA BECERRA

20571624110

LILIANA CONTRERAS MANRIQUE

DOCENTE

UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO

FACULTAD DE ODONTOLOGIA

2018
MERICISMO O RUMIACION

La Rumiación  o Mericismo consiste en la ingesta de los alimentos que, una vez


medio digeridos, el paciente voluntariamente regurgita, es decir, los devuelve a
la boca para masticarlos y tragarlos de nuevo, tal como lo hacen animales como
las vacas. El trastorno dura al menos un mes y empieza tras haberse
establecido previamente un funcionamiento normal de ingesta de alimentos por
parte del niño.

Suele presentarse en niños de temprana edad y con más frecuencia en los que
padecen retraso mental. Además es más común en niños que en niñas. Suele
aparecer entre los 3 y 12 meses de edad y  es raro en niños y adolescentes.

También puede desarrollarse en adultos.

 CAUSAS 

 En bebés, es involuntario y está relacionado con ciertos problemas como falta


de estimulación del bebé, rechazo, la falta de atención hacia él y situaciones
familiares de mucho estrés.
 En adultos, es voluntario y es frecuente que ocurra en personas con
deficiencia mental.

SÍNTOMAS
 Vómito o regurgitación repetitiva de los alimentos
 Remasticación repetitiva de los alimentos
Los síntomas deben continuar durante al menos un mes para encajar dentro de
la definición de mericismo.
Las personas no parecen presentar perturbación, náuseas ni desagrado cuando
devuelven el alimento y parece causar placer.

PARA EL CORRECTO DIAGNÓSTICO...

El médico debe descartar primero causas físicas, como hernia hiatal, estenosis
pilórica y anomalías del aparato digestivo que están presentes al nacer
(congénitas). Estas afecciones se pueden interpretar erróneamente como
mericismo.

POSIBLES COMPLICACIONES

Este trastorno puede tener consecuencias importantes como una disminución


de la respuesta inmune, lo que lleva a una baja resistencia a las enfermedades;
y además, una falta de aumento de peso (esperado para bebés de esta edad) o
desnutrición, lo que puede significar un retraso en el desarrollo del
crecimiento y hasta puede producir la muerte en el niño.

EXPECTATIVAS (PRONÓSTICO)

En algunos casos, el mericismo desaparece de manera espontánea y el niño


vuelve a comer normalmente sin necesidad de tratamiento, pero en otros casos,
se requiere tratamiento.

TRATAMIENTO
El mericismo se trata con técnicas conductuales. Uno de los tratamientos
asocia consecuencias malas con el mericismo y consecuencias buenas con un
comportamiento más apropiado (Terapia de aversión leve). Ésto puede llevarse
a cabo mediante  prácticas conductuales basadas en el condicionamiento
operante como:

 Práctica masiva (obligar al niño a comer cantidades de comida mucho más


elevadas de lo normal para eliminar las ganas de rumiar).

 Castigos (poner un sabor amargo o desagradable en la comida cada vez que


practique la rumiación).

 Uso de refuerzo sociales (un beso, un “muy bien”) o materiales (una


chuchería, por ej) cada vez que no practique la regurgitación.

Otras técnicas comprenden el mejoramiento del ambiente (en caso de haber


maltrato o rechazo) y psicoterapia para los padres.

 
PREVENCIÓN

No hay una forma de prevención conocida. Sin embargo, la estimulación normal


y las relaciones sanas entre padres e hijos pueden ayudar a reducir el
mericismo
OBESIDAD

La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe


un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Los expertos advierten de que
sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que acentúa y
agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes,
la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía
isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales. Con
excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un
20 por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el índice de masa
corporal (IMC), son consideradas obesas

CAUSAS

Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Además de una mala
alimentación o la falta de ejercicio físico, también existen factores genéticos y
orgánicos que inducen su aparición.

También pueden influir los factores socioeconómicos. En algunos países


desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de
nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.

SÍNTOMAS

La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared


torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para
respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo.

La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando


la parada momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia
durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona
inferior de la espalda (lumbalgia) y agravamiento de la artrosis, especialmente en
las caderas, rodillas y tobillos.

Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas obesas


tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el
calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas
delgadas.

Del mismo modo, es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por
la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido
(edemas).

PREVENCIÓN

Llevar una dieta sana y equilibrada, junto con la práctica regular de ejercicio físico
son claves para la prevención de la obesidad.

Los expertos aconsejan realizar un mínimo de cinco ingestas de alimentos al día en


raciones reducidas, así como seguir un patrón alimentario cercano a la dieta
mediterránea, es decir, bajo en grasas y rico en frutas y verduras.

En cuanto al deporte, la constancia es fundamental. La recomendación es


practicarlo de forma habitual al menos tres veces por semana durante 45 minutos.
La intensidad debe adecuarse a las necesidades y al estado físico de la persona.

TIPOS

La obesidad se clasifica en dos tipos: central o androide y periférica o imoide. La


primera es la más grave y puede conllevar importantes complicaciones patológicas.

La obesidad central localiza la grasa en el tronco y predispone a sufrir


complicaciones metabólicas (especialmente la diabetes tipo 2 y las dislipemias).
La obesidad periférica acumula el depósito de grasa de cintura para abajo y
produce problemas de sobrecarga en las articulaciones.

OBESIDAD MÓRBIDA

La obesidad mórbida es una de las enfermedades más características de nuestro


tiempo, sobre todo por el número de complicaciones que tiene asociadas.
Para tratarla es necesario el empleo de cirugía, ya que las dietas no surten ningún
tipo de efecto. Las técnicas para reducirla son de dos tipos: reseccionistas,
encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos, o restrictivas.

Con las técnicas reductoras se producen menos efectos secundarios, pero no se


pierde peso con la misma facilidad. Existen tres técnicas quirúrgicas
principales para la obesidad mórbida: la gastroplastia vertical o técnica de Maxon,
la gastroplastia con banda gástrica ajustable o el "by-pass" gástrico.

OBESIDAD INFANTIL

Entraña alteraciones endocrinometabólicas que condicionan un mayor riesgo


cardiovascular en la edad adulta.

Estos factores se relacionan, fundamentalmente, con la edad de inicio de la


obesidad y con el tiempo de evolución. Cuando la obesidad se presenta en edades
muy tempranas o se extiende durante un tiempo prolongado, el riesgo de presentar
problemas cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado.

DIAGNÓSTICO

La forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular


su índice de masa corporal, por el cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y,
dependiendo de los resultados, cuáles son los posibles riesgos para la salud.

A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño


colateral en el resto del organismo y diagnosticarlo para su tratamiento. 

TRATAMIENTOS

La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola y para ello, debe


detectarse precozmente en los pacientes en los que a partir de los 20-25 años
comienza a cambiar el peso.

Los médicos consideran que una persona obesa debe ser considerada como un
enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas
alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia
farmacológica.

El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas
que impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de
peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de
enfermedad cardiaca, metabólica y vascular.
ORTOREXIA

Este trastorno fue definido en el año 2000 por Steven Bratman. Es un término
que procede del griego (ortho, justo, recto, y  orexia, apetencia), así que
ortorexia vendría a significar “apetito correcto”, aunque hoy en día
denominamos así a un trastorno que consiste en la obsesión por la comida sana.

La preocupación patológica por la comida sana lleva a consumir exclusivamente


alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es decir, que estén libres de
componentes transgénicos, sustancias artificiales, pesticidas o herbicidas,
además de aquellas sustancias que hayan sufrido alguna clase de “condena o
superstición”. Esta práctica puede conducir muchas veces a que se supriman la
carne, la grasa y algunos grupos de alimentos que, en ocasiones, no se
reemplazan correctamente por otros que puedan aportarle los mismos
complementos nutricionales.

CÓMO DIAGNOSTICAR LA ORTOREXIA

Aunque todavía no están lo suficientemente contrastados, existen


algunos criterios diagnósticos para la ortorexia, que según Bratman serían:
1. Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
2. Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de
consumirlos.
3. Disminución de su calidad de vida, conforme disminuye la calidad de su
alimentación.
4. Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones
dietéticas.
5. Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.
6. Aislamiento social  provocado por su tipo de alimentación.
La respuesta afirmativa a estas y otras cuestiones similares permitirían, según
Bratman, diagnosticar ortorexia nerviosa y sus grados. También se consideran
síntomas algunas conductas relacionadas con la forma de preparación (verduras
siempre cortadas de determinada manera) y con los materiales utilizados (sólo
cerámica, sólo madera, etc.), ya que también forman parte de los rituales
obsesivos.

En definitiva, la vida cotidiana se ve afectada, ya que lo que empezó como un


hábito alimentario, deriva casi en una “religión” donde la mínima trasgresión
equivale al pecado.

CONSECUENCIAS DE LA ORTOREXIA

Las consecuencias físicas, son las mismas que las que una


inadecuada alimentación puede provocar: desnutrición, anemias,
hipervitaminosis o en su defecto hipovitaminosis, carencias de oligoelementos,
hipotensión y osteoporosis, etc. Así como, en fases avanzadas, trastornos
obsesivos-compulsivos relacionados con la alimentación. La propia carencia de
vitaminas como la B12 provoca alteraciones del comportamiento, que acentúan
todavía más su obsesión.
Consecuencias psicológicas: tales como depresión, ansiedad y trastornos
obsesivos.

Factores predisponentes

 Normalmente, quienes sufren de ortorexia, son personas muy estrictas,


controladas y exigentes consigo mismas y con los demás.
 Tener comportamientos obsesivo-compulsivos.
 La ortorexia parece no afectar a los sectores marginales, sino más bien
al contrario, ya que este tipo de comida es mucho más cara que la normal y
más difícil de conseguir. De hecho, es en los países desarrollados, donde las
personas tienen mayores posibilidades de preocuparse por los ingredientes
de los alimentos que compran en los supermercados.
 Las mujeres, los adolescentes y quienes se dedican a deportes tales
como el culturismo, el atletismo y otros, son los grupos más vulnerables ya
que en general son muy sensibles al valor nutritivo de los alimentos y su
repercusión sobre la figura o imagen corporal.
 Se ha observado también que muchos pacientes que han sufrido anorexia
nerviosa, al recuperarse optan por introducir en su dieta sólo alimentos de
origen natural cultivados ecológicamente, sin grasa o sin sustancias
artificiales que puedan causarles algún daño.
En general, existe un deseo de verse perfectos, lo que coincide con otros
trastornos de la conducta alimentaria tales como la anorexia y bulimia
nerviosas.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

Actualmente la oferta alimentaria es más amplia que nunca, pero también


estamos en una época en que el exceso de información no siempre es del todo
veraz o contrastada. La influencia de los medios de comunicación, que cada vez
dedican más tiempo y espacio a temas dietéticos, ha podido incidir en la
aparición de obsesiones sobre la alimentación sana y los consecuentes
trastornos endocrinos.

Según Bratman, entre las razones que pueden conducir a la ortorexia están la
obsesión por buscar una mejor salud, el miedo a ser envenenado por la industria
alimentaria y sus aditivos o, curiosamente, haber encontrado una razón
espiritual para comer un determinado tipo de alimento. Las víctimas de estas
alteraciones, esperanobtener todo tipo de beneficios físicos, psíquicos y
morales. No hay que confundir nunca la preocupación por una vida sana con la
obsesión. Una persona vegetariana o macrobiótica, no necesariamente sufre
esta enfermedad.

TRATAMIENTO

Al igual que en la Anorexia Nerviosa, la Bulimia Nerviosa y todos los TCA, es


más costosa la recuperación psicológica que la física, ya que hay que eliminar
todas las conductas que el ortoréxico ha ido adoptando a lo largo de un largo
periodo de tiempo. No se especifica un tratamiento diferente al del resto de
TCA .Por lo que se entiende que debe ser tratado por un equipo
interdisciplinario y desde una orientación psicológica preferentemente
cognitivo conductual. Desde este modelo los objetivos son modificar aquellos
pensamientos y conductas que están manteniendo la ortorexia y así eliminar las
consecuencias negativas que este trastorno tiene para la vida de la persona,
tanto a nivel físico como emocional y social
POTOMANIA

La potomanía, también conocida como polidipsia psicogénica, es el deseo de


beber grandes cantidades de líquido, generalmente agua, como consecuencia de
un trastorno mental u orgánico.

Se trata de una alteración que se plasma en actos compulsivos, y no está


gobernada por la sensación física de sed, es decir, la persona con este
síndrome beberá grandes cantidades de agua sin tener sed.
A nivel nosológico, la potomanía no está incluida en ningún sistema de
clasificación de trastornos psiquiátricos, pero por sus características se
podría incluir dentro del epígrafe del DSM 5 “Trastorno alimentario o de la
ingestión de alimentos no especificado” (APA, 2013). Otros profesionales
abogan por incluirlo dentro de los trastornos del control de los impulsos.

SÍNTOMAS

La potomanía se caracteriza por la ingesta compulsiva de líquido, que genera en


la persona una sensación de alivio y placer.
Predominan los síntomas característicos de la ingestión de alimentos que
causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral, u
otras áreas importantes del funcionamiento de la persona. Por ejemplo, sienten
ansiedad clínicamente significativa si no pueden acceder de forma rápida al
líquido que desean beber. El deseo de ingerir líquido gobierna a la persona, que
no puede llevar una vida normal.
En los casos más graves, se pueden llegar a ingerir entre 8 y 15 litros de agua
al día. En el momento en que la persona consume más de 6 litros de agua al día,
debe consultar con un médico inmediatamente, aunque aparentemente no se
presenten otros síntomas.
Coexiste una elevada ansiedad cuando no tienen acceso al líquido que desean
ingerir, problemas para dormir, ataques de pánico y dolores de cabeza.
Por otro lado, la potomanía se confunde en muchas ocasiones con la dipsomanía.
Esta última es la tendencia irresistible al abuso de bebidas alcohólicas. Se
refiere a una forma impulsiva de ingesta, relacionada con elementos externos
estresantes, que genera conductas muy desadaptativas.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS EN EL ORGANISMO DE LA POTOMANÍA

¿Qué le puede suceder a nuestro organismo si sobrepasamos la ingesta de agua


de forma sistemática y a lo largo del tiempo? Se sabe que beber más de 3
litros de agua al día deja de ser beneficioso para el organismo, porque puede
alterar el equilibrio entre fluidos y electrolitos.

Algunos síntomas que nos indican que nuestro cuerpo está hiperhidratado son:

 Calambres musculares, sensación de fatiga y cansancio (consecuencia de


la dilución de potasio y sodio en sangre).
 Náuseas y dolor de cabeza.
 Reducción de la concentración y pérdida de agilidad mental (la baja
concentración de sodio en la sangre afecta al funcionamiento del cerebro).
 Somnolencia y parálisis corporal.
 En casos muy extremos, coma y muerte.

TRATAMIENTO

En este apartado vamos a explicar el tratamiento psicológico de este síndrome.


Cabe destacar que en casos graves el tratamiento psicológico debe ir
acompañado del tratamiento médico y/o farmacológico para el control de la
hipnoatremia (nivel bajo de sodio).
Uno de los grandes retos para los psicólogos a la hora de tratar este síndrome
es que la persona no es capaz de controlar el intenso deseo por beber agua, por
lo que difícilmente va a seguir las pautas y recomendaciones que se le indiquen
para reducir la ingesta de líquido. En casos extremos, el clínico puede verse
obligado a reducir la movilidad del paciente a un área concreta que carezca de
fuentes de líquidos.
Fundamentalmente, el tratamiento de la polidipsia psicogénica se basará en la
restricción de la ingesta de líquidos acompañada por el terapeuta (el paciente
deberá ingerir entre 1L-1,5L de agua cada 24 horas) junto con técnicas
cognitivo-conductuales. Algunas de ellas son:

 Técnicas para reducir la ansiedad: relajación muscular, respiración


controlada, respiración profunda, autoinstrucciones…
 Técnicas para reducir la ingesta de agua de forma gradual: beber a
pequeños sorbos una determinada cantidad limitada de agua al día, atención
plena de cada sorbo de agua…
 Técnicas encaminadas a redirigir la atención del paciente cuando sienta
el deseo de beber agua.
 Economía de fichas: en algunos casos se puede implementar este sistema
para reforzar la conducta de autocontrol, como por ejemplo en personas con
esquizofrenia.
 Reestructuración cognitiva en los casos en que existan creencias
distorsionadas en relación con la ingesta de agua (p. ej., mitos existentes sobre
los beneficios de beber grandes cantidades de agua).

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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 Bratman, S. (2000).  Healt Food Junkies. New York: Broadway Books.

 Candil, A. M. (2002). Una revisión del trastorno obsesivo en la infancia y en


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 psicologiaymente.com/clinica/potomania

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