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Índice

Pág.

I Introducción.

UNIDAD I. Filosofía, Lógica y Metodología.

1. http://www.slideshare.net/magnoliaantigua/filosofia-
del-derecho……………………………………….……...... ………………………………...8-9

 Tema: Filosofía

2. http://poderyciudadania.galeon.com/logicajuridica.htm. ……………………………….9-14

 Tema: La lógica jurídica

3. http://derecho.cucolosio.edu.mx/la-logica-juridica.html …………………………….14--25

 Tema: La lógica jurídica

4. http://www.uaem.mx/filosofia/.......................................... …………………………………25

 Tema: Importancia de la filosofía

5. Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán


Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª ed.,
México, Oxford, 2004, pp. 08 – 11……………………… ……………………………..26-30

 Tema: Proceso cognoscitivo

 Autoevaluación de la Unidad I………………… ………………………………....31

1
UNIDAD II. Metodología Científica.

1. http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/mp
pensum.html#UNIDAD II………………………………….. …………………………. …33-35

 Tema: Definición de método

2. Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán


Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª ed.,
México, Oxford, 2004……………………………………… ……………………………..35-49

 Temas: - Concepto de ciencia.


- Percepción de ciencia, lo científico
y el científico.
- Concepto de método
- Método científico y metodología
- Investigación jurídica

3. http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/archivos/la_m
etodologia_de_la_investigacion_juridica/........................ ……………………………..50-52

 Tema: La metodología de la investigación


jurídica
 Autoevaluación Unidad II…………………………. ……………………………….…53

UNIDAD III. Metodología del Derecho.

1. http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/Sirve
Obras/04704974370469773089079/032305.pdf?inc
r=1 ……………………………………………………… ……………………………..55-83

 Tema: Debate sobre la utilidad de la


metodología jurídica: una reconstrucción

2
crítica de las actuales corrientes
metodológicas en la teoría del derecho

 Autoevaluación de la Unidad III…………………. ……………………………..…..84

UNIDAD IV. Metodología de la Investigación Jurídica.

1. Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán


Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª ed.,
México, Oxford, 2004, pp. 27 – 29……………………… ……………………………..86-88

 Tema: Investigación jurídica

2. Izquierdo Moreno, Ciriaco, Metodología del Estudio,


México, Trillas, 2002, pp. 148 – 149…………………….. ……………………………..88-92

 Tema: Investigación y método científico

3. http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/m
ppensum.html#UNIDAD II……………………………….. ……………………………..93-97

 Tema: Los tipos de investigación

 Autoevaluación de la Unidad
IV………………................................................. …..……………………………..98

UNIDAD V. Las Técnicas de Investigación Jurídica.

1. Arellano García, Carlos, Métodos y Técnicas de la


Investigación Jurídica, 2ª ed., México, Porrúa, 2001,
pp. 75-80………………………………………..………… ………………………….100-106

 Tema: Técnicas

3
2. Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán
Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª ed.,
México, Oxford, 2004, pp. 40.…………………………….. ……………………….…106-107

 Temas: - Investigación jurídica documental


- Investigación jurídica empírica

 Autoevaluación de la Unidad V………………….. ……………………….……..108

UNIDAD VI. Principales Instrumentos de la Investigación


Jurídica.

1. Witker, Jorge, La Investigación Jurídica, México, Serie


Jurídica, 1999, pp. 42 – 43………………………………. ………………………….110-112

 Tema: el fichado de la información jurídica

2. http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/mp
pensum.html#UNIDAD II………………………………….. ……………………….....113-119

 Tema: - Revisión de literatura


- Conocimiento humano
- Verdad fáctica y científica

 Autoevaluación de la unidad VI…….…………... ………………………………..120

4
INTRODUCIÓN DE TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN JURÍDICA

El Instituto de Estudios Superiores en Derecho Penal, con el conjunto de fortalecer


los conocimientos y mejorar la calidad educativa en el nivel superior, diseñó la
Maestría en Derecho Procesal Penal Procedimiento Penal Acusatorio Juicios
Orales, dirigida a Licenciados en Derecho, capacitados para participar en el
análisis, adaptación e incorporación a la práctica de los avances del Derecho
Procesal Penal, para el ejercicio real que juega el servidor público, académico o
postúlate.

Consciente de la importancia de la educación, cuya práctica debe ser


perfeccionada a lo largo de las generaciones e instruidos por los conocimientos, el
instituto forma de manera integral ideales democráticos en pro de crear un
excelente pensamiento jurídico en los participantes de esta disciplina del derecho.

En la antología de técnicas de la investigación jurídica se tratan temas muy


complejos como los fundamentos o principios que subyacen al trabajo de
investigación que produce ciencia. En donde la ciencia y la filosofía juegan un
papel muy importante para la construcción del conocimiento sin dejar de lado el
método y las técnicas de investigación que son el sustento de una verdadera
investigación en el ámbito del derecho.

5
UNIDAD I. Filosofía, Lógica y Metodología.

Lectura 1.

http://www.slideshare.net/magnoliaantigua/fil
osofia-del-derecho

 Tema: Filosofía

http://poderyciudadania.galeon.com/logicajuri
dica.htm

 Tema: La lógica jurídica

http://derecho.cucolosio.edu.mx/la-logica-
juridica.html

 Tema: La lógica jurídica

http://www.uaem.mx/filosofia/

 Tema: Importancia de la filosofía

6
Hernández Estévez, Sandra Luz y López,
Durán Rosalío, Técnicas de Investigación
Jurídica, 2ª ed., México, Oxford, 2004, pp. 08
– 11

 Tema: Proceso cognoscitivo

 Autoevaluación de la Unidad I

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LECTURA NÚMERO 1

Filosofía.

http://www.slideshare.net/magnoliaantigua/filosofia-del-derecho

o Aristóteles “La filosofía es la ciencia de la todas las cosas, por sus causas
últimas.
o Fichte “es la ciencia de las ciencias, que consiste en un análisis críticos de los
conocimientos científicos, definiéndose como la representación científica del
sistema de conocimientos.
o Hegel “es la ciencia de la experiencia de la conciencia, la ciencia que explica
los contenidos de la conciencia que es más amplia que la experiencia de los
sensible.

Objeto de la Filosofía del Derecho.

o La Filosofía del Derecho responde a una necesidad de mantener un ámbito


de reflexión crítica en el que se pueda contrastar el sistema de legalidad con
el sistema de legitimidad.
o La reflexión crítica existe siempre, porque siempre hay que optar por una vía
entre varias distintas, y esta opción requiere argumentos que la justifiquen.
Así, los principios o argumentos que justifican la legitimidad de un
Ordenamiento serán el objeto de la Filosofía del Derecho.

Perspectiva de estudio de la Filosofía del Derecho.

o Forma Primitiva: Legitimación tradicionalista de las normas.


o En una definición simple entendemos por tradicionalismo la justificación del
Derecho en virtud de la tradición, es decir, una norma es legítima o justa si es
expresión de la tradición.

8
o Los sistemas sociales que utilizan el criterio tradicionalista, lo hacen por
cuestiones antropológicas, ya que las tradiciones mantienen la identidad del
grupo, y una posible ruptura con esa identidad sería inimaginable.

¿Qué es la Lógica?

LA LÓGICA JURÍDICA.

http://poderyciudadania.galeon.com/logicajuridica.htm

Resumen: Partiendo del desarrollo de los postulados teóricos de la lógica,


se presentan dichos axiomas como elementos trascendentales de producción de
conocimiento no solamente básico sino aplicado. Y es en este segundo nivel
donde la lógica ha sido de gran utilidad a las distintas ciencias del saber tanto
formales como fácticas. Surgen entonces el interrogante sobre la posibilidad de
generación de autonomía científica de estas nuevas facetas de la lógica, es de
nuestro interés resolver este cuestionamiento teniendo como marco de referencia
una de estas: La lógica jurídica.

Antecedentes: La Lógica remite sus primeros historiales a la Grecia antigua


donde Aristóteles, comienza a utilizar el adjetivo lógico, cuyo significado
comprende el amplio tipo de acepciones de los términos razón y palabra.
Podríamos considerar la lógica como La ciencia de pensar rectamente, es decir,
como un proceso intelectual ordenado a obtener razonamientos correctos o
formalmente válidos (lógica formal o pura) , sino también como un proceso que
conduce al conocimiento verdadero ( lógica dialéctica o material ).

En virtud del desarrollo de las ciencias en la actualidad y dado el objeto de


conocimiento de la lógica, se constituye está en una herramienta de aplicación
dada para la obtención de lo más correctos raigambres dentro de las finalidades
de los disciplinas aparecidas.

9
Una de las ciencias que ponderó fehacientemente la utilización de la lógica
como herramienta aplicada a la obtención de razonamientos lógicos jurídicos, fue
el Derecho, de lo cual se derivó la aparición de la lógica jurídica.

Entendemos la lógica jurídica como la parte de la lógica que examina,


desde el punto de vista formal, las operaciones intelectuales del jurista, así como
los productos mentales de esas operaciones: conceptos, divisiones, definiciones,
juicios y raciocinios jurídicos, merecen en razón de su objeto especifico el nombre
de lógica jurídica.

Este concepto de lógica jurídica fue posteriormente ampliado por las tesis
de Jeremias Bentham quien fundamentándose en el carácter retórico y persuasivo
propio del ejercicio del derecho, esgrimió la insuficiencia de la lógica jurídica al
dejar por fuera de sus planteamientos, materias de relevancia tal como la
investigación y la prueba, aislándose la argumentación tópico es decir aquella
realizada desde una posición interesada como es en la práctica la ocupación de
los abogados.

Los planteamientos de Bentham llegaron a tener ciertos rasgos peculiares


que se circunscribió a un campo mas enmarcado en el debate propio del ejercicio ,
que llego a definirla explícitamente como una lógica judicial, entendiendo por esta
el conjunto de reglas que sirven para guiar la mente del profesional del derecho en
las cuestiones tanto de hecho como de derecho y asegurar así el éxito en el foro.

PRINCIPIOS UNIVERSALES DE LA LÓGICA Y SU PARALELO CON LA


LÓGICA JURÍDICA.

1) Principio de identidad:

Significa que un concepto idea u objeto son siempre idénticos a sí mismos.


Su característica o naturaleza (sustancia) no varía en el tiempo.

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Plantea la equivalencia que puede existir entre un concepto y sus
elementos constitutivos (hombre = animal y racional). Deriva su verdad y
validez objetiva de la estructura ontológica de los objetos (ser iguales a sí
mismos).

Identidad del imperativo: Todo mandato en que lo mandado es


exactamente idéntico a lo que se está realizando, es necesariamente obedecido.

Identidad de lo lógico jurídico: La norma que permite lo que no está


jurídicamente prohibido o prohíbe lo que no está jurídicamente permitido es
necesariamente válida.

2) Principio de Contradicción:

Dos juicios contradictorios no pueden ser a un mismo tiempo verdaderos.

Contradicción del imperativo: El mandato sería contradictorio si al mismo


tiempo manda hacer y no hacer algo por lo tanto no pueden ser obedecidos ni
válidos.

Contradicción de lo lógico jurídico: Dos normas se oponen


contradictoriamente cuando teniendo ámbitos iguales de validez material, espacial
y temporal, una permite y la otra prohíbe a los mismos sujetos la misma conducta.

3) Principio del tercero excluido:

Dos juicios contradictorios no pueden a un mismo tiempo falso. Uno de los


dos debe ser verdadero y el otro falso. Se excluye un tercer juicio verdadero entre
2 juicios contradictorios falsos.

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Tercero excluido del imperativo:

Dos mandatos contradictorios no pueden ser ambos desobedecidos. Uno


de los dos debe ser obedecido no existe un tercer mandato.

Tercero excluido de lo lógico jurídico:

2 normas de derecho contradictorias no pueden ser al mismo tiempo


inválidas o inaplicables, una de las dos debe ser válida. Se excluye la posibilidad
de una tercera norma válida en medio de dos inválidas.

4) Principio de razón suficiente:

Todo tiene su razón de ser. Hay razón suficiente para que un juicio sea
verdadero si el objeto al cual se refiere posee una identidad propia y sin
determinaciones contradictorias.

Razón suficiente del imperativo: La razón de ser suficiente de cualquier


imperativo jurídico y de todo el derecho es la conducta humana, cuya regulación
de acuerdo a cierto valor y fines es el objetivo del orden jurídico y también su
principio.

Razón suficiente en lo lógico jurídico: Es un principio lógico y ontológico:


lógico porque la razón suficiente de las normas de derecho reside en la norma
primaria, cual es nuestro orden jurídico la constitución política.

LA LÓGICA JURÍDICA COMO CIENCIA.

Las posiciones sobre la lógica como ciencia jurídica se ha visto reflejada en


los escritos de Bentham y en nuestro medio en gran media en la obra de García
Maynes que afirma: “ Es importante percatarse que no se trata (hablando
sobre la lógica jurídica) de una aplicación al campo del derecho, de las leyes

12
supremas de la lógica pura. Mientras las últimas se refieren a juicios
enunciativos y afirman o niegan algo de su verdad o falsedad, los otros
principios aluden siempre a normas y afirman o niegan algo de su validez o
invalidez. Aquellas pertenecen, por ende, a la lógica del ser, estos a la del
deber jurídico.”

LA LÓGICA JURÍDICA COMO LÓGICA FORMAL APLICADA.

A contrario sensu de lo anterior se pronuncia Hernando Plaza quien


plantea: “La lógica jurídica enfrenta los problemas de tipo lógico surgidos de
la reflexión acerca de la ciencia jurídica y de aplicación de la lógica formal a
resolverlos. Quien debe pautarlos y resolverlos es un investigador que reúna
las calidades de filosofo y jurista”

CONCLUSIONES.

Teniendo en cuenta lo anteriormente enunciado comenzaré mis


planteamientos dilucidando sobre las diferencias existentes entre la lógica formal y
la lógica jurídica, para luego expresar nuestro concepto sobre posibilidad de
considerar a la lógica jurídica como ciencia autónoma.

Diferencias:

1) De contenido: Mientras que la premisa mayor de un silogismo jurídico es


una norma en la lógica forma este papel lo realiza un silogismo jurídico.

2) De resultado: La premisa menor resulta de unos hechos que deducen el


grado de compatibilidad de adecuación con la norma.

3) La lógica formal no busca la verdad de los hechos, dado que es un lógica


sintáctica que se adapta a una estructura, teniendo como único punto de
referencia la coherencia del razonamiento.

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4) El razonamiento jurídico es una amalgama de lógica y retórica, mientras
que el segundo elemento no se encuentra presente en la lógica pura. Ej.:
A>B>C razonamiento lógico. Pero si A le gana a B y B le gana a C en una
pelea de Box no se puede decir que A la gana a C, existe una probabilidad
y es la persuasión propia de la retórica lo que entra a determinar un
convencimiento.

5) Algunos de los principios de la lógica se aplican a la lógica jurídica.

Ahora bien para efectos de determinar el carácter de ciencia de la lógica


tendríamos que entrar a determinar lo que es ciencia. Ciencia se concibe como el
conjunto de conocimientos organizados en forma sistemática cuya aprensión se
ha determinado con la aplicación de un método sobre un objeto de estudio
determinado.

Tenemos entonces los tres elementos de ciencia: Principios, método y


objeto.

LA LÓGICA JURÍDICA.

http://derecho.cucolosio.edu.mx/la-logica-juridica.html

La lógica estudia la forma de nuestros pensamientos (conceptos, juicios,


raciocinios) solamente desde el punto de vista de su estructura, es decir, desde el
punto de vista de su forma lógica. Descubre leyes y reglas de la forma de nuestros
pensamientos, en la perspectiva de la verdad. Así la verdad se convierte en el
horizonte de la lógica, haciendo su campo de estudio las especies o clases de
pensamientos.”

Lógica jurídica. Rama de la filosofía del derecho que tiene por objeto el
estudio de las reglas del pensar jurídico”

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OBJETO DE ESTUDIO.

“El objeto de estudio de la lógica es el pensar mas no de manera ilimitada


sino en la caracterización general de las especies o clases de pensamientos. Aún
esta actividad tiene un fin, pues la caracterización de los pensamientos no es un
juego ocioso, sin propósito determinado, va dirigido a encontrar las vías o
herramientas metodológicas o a través de los cuales se captura el mundo de los
pensamientos verdaderos. Así se explica que la lógica desde siempre haya tenido
como objeto básico el estudio de los métodos de las ciencias en general.”

El hombre cuando se vio en la necesidad de comunicarse con los demás


hombres, tuvo que aprender a identificar unas cosas de las otras y ponerles un
nombre, para diferenciarlos, fue así que poco a poco, se fue dando el lenguaje,
Carlos Ibarra Barrón, en su obra denominada Elementos fundamentales de la
lógica, nos menciona que esto fue en términos lógicos, que al lograr definirlos crea
el concepto que es la representación de un objeto en el plano de la razón, sin
afirmar ni negar nada de él y define por concepto, en sentido amplio, se entiende
toda aprehensión de una cosa (simplex apprehensio rei), comprendiendo, por lo
tanto, también la representación sensitiva o imagen; pero en sentido estricto,
concepto o idea es la simple aprehensión de la esencia de una cosa (simples
apprehensio essentiae rei).

El análisis de lo que hemos visto hasta aquí, nos lleva a pensar que es
complicado estudiar esta área del conocimiento, pero, es lo mejor, en tanto que,
de esta manera, aprendemos a ser alumnos analíticos y reflexivos, pues, cuando
algún día ocupemos plazas de proyectistas, jueces, magistrados, etc., una vez que
analicemos constancias, pruebas, alegatos, etc., tenemos que iniciar a ordenar
nuestro pensamiento y “abstraer que significa literalmente poner aparte, destacar
algún carácter de entre los muchos.” Para estar en condiciones de que mediante
el pensamiento le demos sentido a lo que se está haciendo y aprendiendo.

Con lo anterior, no quiere decir, que solamente los jueces, magistrados y


proyectistas son los únicos que utilizan más la lógica jurídica, sino que todos los
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estudiosos del derecho deben utilizarla como una herramienta de trabajo
cognoscitivo, por ejemplo para formular una denuncia o querella, tenemos que
darle coherencia y congruencia en la redacción de los hechos investigados; es
decir, tenemos que ordenar el pensamiento para empezar de cero la verdad
histórica de los hechos que dieron como fin un hecho delictivo y sin que haya
implicaciones de contradicción; pues no es posible ni creíble, que se te pregunte
¿Qué hiciste a las siete de la mañana? Contestando: Al oír el despertador, me
levanté y lo primero que hice, fue ir al baño a hacer una necesidad fisiológica, de
ahí me dirigí a encender la cafetera y me volví a meter al baño para empezar a
higienizarme y fue entonces que oí como entró a la casa el ahora acusado a
robarme; luego entonces, al volver a preguntarte a los dos días ¿Qué hiciste antes
de ayer? Contestes, me levanté, me bañé y me preparé café y oí que el ahora
acusado entró a mi domicilio a robarme. -Notaste que no es lo mismo- Analiza y
pregúntate ¿por qué?

Ahora bien, cuando se redacta una demanda, no vamos a empezar a


redactar el final sin que haya el principio y secuencia de los hechos que obligaron
a una persona a demandar a otra; pues desde la lógica jurídica, nos permitimos
analizar que no es posible, que lo primero que se le diga al Juez Familiar sea _ es
urgente que me divorcie de mi mujer por que ejerce una violencia intrafamiliar de
manera psicológica hacia mi persona _ a que primero le narres al Juez, por qué es
que estás unido a ella, como se dio la historia que los llevó al otro extremo de que
ahora el marido quiera disolver su vínculo matrimonial.

Muy frecuentemente los Jueces o Ministerios Públicos le notifican a los


demandantes a través de sus abogados que se les está apercibiendo, por no ser
claros en sus escritos o porque omitieron poner algo muy importante, para
configurar el supuesto jurídico que se está reclamando y esto por supuesto que es
debido a que no se utilizó la lógica jurídica.

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PRINCIPIOS.

Los grandes principios lógicos que se aplican al derecho son:

1. Principio de identidad.
2. Principio de contradicción.
3. Principio de tercero excluso.
4. Principio de razón suficiente.
5. Principio de causalidad jurídica.

Germán Cisneros Farías, en su obra Lógica Jurídica menciona que el


concepto de identidad tiene una función filosófica, más que lógica, en tanto la
identidad es un concepto análogo y correspondiente del ser predicativo como
inherencia.

Aunque la lógica utiliza el término identidad para explicar esta ley o principio,
se utiliza también en la filosofía como en la lógica los siguientes conceptos
similares: consubstancial, inherente, atribuible e identidad.

Estas palabras, el estudiante de Derecho, debe irlas apropiando a su léxico


jurídico, pues empiezan a introducirlo al mundo jurídico y lo enseña a hablar y
redactar con un tecnicismo jurídico elegante.

El principio de identidad nos sirve, principalmente para que cuando


formulemos un escrito de demanda, en las prestaciones, se reclamen por ejemplo:
El pago de una pensión alimenticia de manera provisional y en su momento de
manera definitiva; por lo tanto, en los hechos, nunca debemos reclamar algo
diferente a lo que se pide en la prestación, ejemplo: Por lo que pido se decrete la
pérdida de la patria potestad de los menores habidos en matrimonio y en ningún
otro hecho se mencione algo respecto a los alimentos y se trate de justificar que
los alimentos por ser de orden público los decrete el Juez. ¿Dónde ubicas la falla
en lo anterior?

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El principio de contradicción, establece que ninguna proposición puede ser
verdadera y falsa al mismo tiempo. Este principio debe llamarse exactamente
principio de no contradicción, ya que determina la no contradicción.

“La ley de la contradicción es de gran importancia para pensar


correctamente. En los razonamientos deductivos, dicha ley permite fundamentar la
existencia de necesidad lógica en la inferencia de la conclusión.”

Un ejemplo que podemos citar es que: El homicidio consiste en privar de la


vida a un ser humano, pero resulta que, _ cuando encontraron al indiciado con
sangre en las manos a las ocho de la mañana a un lado del cuerpo del occiso, por
su parte, el certificado médico decía que el acaecido había fallecido de un infarto a
las dos de la mañana aproximadamente del día anterior_ ¿Logras distinguir dónde
está la contradicción?

El principio de tercero excluso, en este apartado, no existen los términos


medios; es decir, es o no es, “esta ley es de gran importancia para el pensar. Sirve
de base para el razonamiento y en la de demostración del contrario.”

Un ejemplo es, que la mujer víctima del delito de violación, _ al parecer


quedó embarazada _, esta afirmación como se puede apreciar, no puede quedar
de esta manera, porque los embarazos no son de términos medios, aquí es, que
mediante certificado médico se determine si realmente una vez hecha la prueba
de embarazo correspondiente, la víctima quedó en estado de gravidez. Como te
puedes dar cuenta, es ilógico pensar que una especulación, es contundente por
utilizar términos a medias.

El principio de la razón suficiente, esta ley para considerar que una


proposición es completamente cierta, tiene que ser demostrada; debiendo
conocerse los suficientes fundamentos para afirmar que sea verdadera.

Podemos afirmar _ los hechos históricos que dieron origen a las normas
jurídicas, los estudiosos del derecho es imposible que los cambien _ por lo tanto,
lo anterior es completamente cierto.

18
El principio de causalidad jurídica, expresa que “toda consecuencia jurídica
se encuentra condicionada por determinado supuesto. Es decir, no hay
consecuencia jurídica sin supuesto de derecho, contenido en una disposición o
norma que así lo establezca.”

Impera en las relaciones jurídicas, para el que se considera el protagónico


(parte actora) del derecho, como para el que está autorizado para exigir el
cumplimiento de la obligación; es decir, regula las prestaciones que reclama el
actor y la defensa del demandado, bajo la responsabilidad lógica de presentar un
supuesto jurídico que se encuentre en íntima relación con la consecuencia que se
pretenda; es decir, “ofrecer la norma jurídica base de su pretensión o de su
defensa, no es menos cierto que este principio constituye la base de la aplicación
e interpretación del derecho, en la parte correspondiente a las resoluciones
judiciales.”

Analizar las causas que orillan a una persona a activar la maquinaria jurídica,
es por ejemplo, saber qué hipótesis jurídica se configura; es decir, cuando una
madre drogadicta, obliga a sus hijos trabajar o robar para que ella puede comprar
sus estupefacientes; el esposo, tiene expedito su derecho de demandarle la
perdida de la patria potestad y pedir la custodia de sus hijos, ya que de no ser así,
la consecuencia será que sus hijos crezcan en un ambiente sin protección que la
ley no prevé; consecuentemente, la resolución del juicio debe ser interpretando lo
que la ley contempla para estos casos.

RESUMEN HISTÓRICO DE LA LÓGICA.

La Lógica clásica inicia con la historia de la Filosofía. Específicamente con


los autores presocráticos.

Hace miles de años los griegos descubrieron la importancia del ser, y


trataron buscar la verdadera esencia de todas las cosas reales dentro del mundo
sensible, buscaban el “verdadero ser” en una cosa sensible, finalmente

19
PITAGORAS descubrió que el verdadero ser, no existe en el mundo real, que no
era una cosa que se viera, que se pudiera escuchar, oler, tocar; el verdadero ser
no se puede percibir con los sentidos humanos, porque su existencia se
encontraba en una esfera mental, nos referimos a los pensamientos, “el ser está
en los números,” es decir en las matemáticas.

PITAGORAS descubre en los números y en las figuras geométricas, la


esencia de todas las cosas, considera que todos los entes son por imitación de los
objetos de la matemática, “los números son las cosas mismas,” son seres
inmutables y eternos. Los números tienen cualidades extrañas, el 1 es el punto, el
2 la línea, el 3 la superficie, el 4 el sólido, el 10 la suma de los cuatro primeros, el
número capital; en términos geométricos existen números cuadrados, oblongos,
planos, cúbicos, números místicos dotados de cualidades especiales, números
limitados e ilimitados, pares o impares, primos múltiples, racionales o
irracionales…

PITAGORAS comprueba la veracidad de su teoría matemática del ser, con


la música. Al observar detalladamente una lira descubre la relación entre las
longitudes de las cuerdas y las notas correspondientes, con sus sonidos
diferentes, lo hace darse cuenta de las distintas notas musicales, “la medía”, “la
cuarta”, “la octava”, esto lo llevo a pensar y lo condujo hacía la idea “de que todo
cuanto vemos y tocamos, las cosas tal y como se presentan, no existen de
verdad, sino que son otros tantos velos que ocultan la verdadera y autentica
realidad, la existencia real que está detrás de ella y que es el número.”

En la búsqueda infinita del ser, HERACLITO busca un mundo dinámico, en


que las cosas constantemente están cambiando, en el fluir de la realidad, “nada
existe porque todo lo que existe, existe un instante y el instante siguiente ya
no existe, sino que es otra cosa la que existe.”

PARMENIDES realiza una crítica contundente al pensamiento de


HERACLITO, calificando su tesis de absurda y formulando el primer principio de la
Lógica, denominado “principio de identidad” mismo que se formula como “el
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ser es; el no ser no es.”

ZENÓN DE ELEA, es el primer filósofo matemático quien plantea el primer


razonamiento “reducción al absurdo” y es también el primero en señalar la
imposibilidad de traducir con todo rigor una realidad continúa a un lenguaje
discontinuo, y una realidad en movimiento a un lenguaje estático.

El lenguaje sería sometido a un riguroso análisis, al distinguirse diversos


tipos de proposiciones, así como los elementos constitutivos de la proposición;
SOCRATES inicia con la filosofía de los conceptos y PLATÓN con la creación del
proceso de división.

Pero corresponde realmente a ARISTOTELES ser el primer fundador de la


lógica, al escribir en sus obras categóricas, la proposición, los primeros analíticos,
segundos analíticos, tópica, refutaciones sofísticas, los primeros conocimientos de
lo que se conocería como lógica clásica, formal o aristotélica.

ARISTOTELES desarrolla en los Analíticos el silogismo, (teoría de la


deducción), encuentra las estructuras generales del pensamiento deductivo, la
prueba y el conocimiento episteme), los axiomas, las definiciones y la hipótesis.

El pensamiento lógico formal de ARISTOTELES, imperó durante la edad


media, sobresaliendo en esa etapa a filósofos como ABELARDO (1079-1142) y su
discípulo ALBERTO DE SAJONIA, quienes perfeccionaron la silogística, la doble
cuantificación, la clave vacía, las antinomias, la lógica de las relaciones.
Desarrollándose a partir de ese momento un metalenguaje, con la formalización
del lenguaje proposicional, el estudio de las funciones semánticas y sintácticas de
los signos.

Pero no sería durante los siglos XVI y XVII, cuando algunos matemáticos
propusieron la necesidad de crear un lenguaje universal.

RENE DESCARTES, quien fue físico y filósofo, es el fundador de la


matemática moderna, crea para las matemáticas un lenguaje sencillo, claro,
preciso, no solamente concibe las matemáticas como ciencia del número, sino

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también como la ciencia del orden y la medida.

BARÓN GOTTFRIED WILHELM VON LEIBNIZ, quien además de filósofo y


jurista, fue matemático, publico en 1666 Disertatio de arte combinatoria en un
intento de ampliar el dominio de la lógica formal, en el sentido de una nueva
logística.

“Trata de hacer caber la lógica dentro de la matemática, bien que haciendo


de esta última una ciencia universal (mathesis universales) de todos los
conocimientos. Por otra parte, la Lógica constaría de operaciones de cálculo
(cálculo lógico), conforme al modelo de álgebra. Esta reducción de la lógica a la
matemática en la logística, término que emplea LEIBNIZ, para designar el cálculo
lógico, y no el aritmético como fue el caso de la antigüedad.
La ciencia universo ha de ser, dice LEIBNIZ, un “alfabeto de conceptos” es decir,
una serie de nociones fundamentales del saber humano, mediante cuya
combinación fuera posible obtener los conceptos de todos los objetos. Conjetura
LEIBNIZ poder llegar a un lenguaje universal, una simbólica general capaz de
remplazar a las lenguas vivas. En esa aspiración se presupone la posibilidad de
dar una solución completa a los múltiples temas de la ciencia, que vino a constituir
una tarea de los enciclopedistas franceses.”

En resumen LEIBNIZ concibe la creación de una lengua artificial


desprovista de toda ambigüedad y la de una manipulación ordenada de símbolos.
Este lenguaje simbólico evitaría los errores del pensamiento, lo que hace también
deducir, que correspondió a LEIBNIZ, ser el fundador de la lógica simbólica.

La lógica matemática revolucionaría el viejo concepto de la Lógica Clásica


bivalente y normativa, tan ligada con la metafísica esencialista de ARISTOTELES.
Esta lógica matemática, logística o lógica simbólica, tuvo su origen en los
matemáticos, quienes introdujeron su lenguaje algebraico dentro de la lógica. La
lógica simbólica nació cuando se comprobó la analogía entre el empleo de
variables nominales y proposiciones en la lógica.

22
El matemático GEORGE BOOLE, pública en su libro “Análisis Matemático
de la Lógica”, sus reflexiones acerca de la utilización metódica del álgebra en la
lógica. El paralelismo entre las leyes del pensamiento (lógica) con las operaciones
matemáticas, la utilización de los valores de la lógica de los números “uno” y
“cero”.

BOOLE descubre en el lenguaje lógico, la utilización de literales (x, y, z) que


denotan conjunto de objetos (o clases) a las cuales se aplican la propiedad y
signos operatorios (+, -, x), el símbolo de la igualdad (=), y los números 0 y 1.

Otros matemáticos como ERNEST SCHRODER (1841-1902) Continuaron


los trabajos de BOOLE, al igual que GOTTLIEB FREGE (1848-1925) quien
estableció las bases de la lógica cuantificacional, Enriqueciéndose más la lógica
simbólica con las aportaciones de GEORG CANTOR con la teoría de los conjuntos
y de JOHN VENN (1884-1923) quien empleó la utilización de diagramas de su
autoría para el entendimiento gráfico de los mismos. GIUSEPPEE PEANO (1858-
1932) quien enunció algunos axiomas y BERTRAND RUSSELL (1872-1970) quien
sistematizó la lógica moderna.

Esta lógica simbólica, logra enriquecerse aún más, con las aportaciones
matemáticas de JOHN VON NEWMANN, respecto a las teorías del juego y los
lenguajes artificiales, que dieron origen a la informática. Sin olvidar desde luego la
teoría del punto de equilibrio de JOHN N. NASH, que logra encontrar puntos de
equilibrio utilizando tablas de certeza y cuya aplicación estriba desde
negociaciones económicas contractuales, hasta problemas hipotéticos en el
Derecho.

LA HIPÓTESIS.

“En la construcción del conocimiento científico, en particular en la fase de su


organización interna_ sistematicidad _, existe una fase denominada hipótesis, con
peso y fuerza específica. A veces se le coloca en el terreno de la teorética, y a
veces en el terreno de la metódica.”

23
La hipótesis en las ciencias sociales, debe estimarse como la respuesta
tentativa al problema, la cual mediante una metodología debe comprobarse y en
caso de no poder hacerlo y descubrir otra verdad, debe replantearse para su
exhaustiva investigación.

En la sentencia emitida por un juez, la hipótesis es utilizada en el derecho,


como argumento probable en la armonía general de una resolución.

En cualquier investigación jurídica que quiera llegar a descubrir la verdad,


debe partir de una hipótesis, llamada también como presunción, la cual deberá
desarrollarse, explicarse, verificarse para convertirse en tesis.

Por ello, cuando los escritos de ofrecimiento de pruebas hechos por las
partes contendientes en un juicio, se ofrecen al Juez para probar sus dichos, es de
gran importancia ofrecer entre otras, la prueba presuncional en su doble aspecto,
legal y humana, la cual induce al Juez a un veredicto concluyente y categórico del
juicio, por consiguiente, se utiliza la lógica para interpretar e integrar el derecho
que es un sistema normativo unitario y además colaborador de la estructura de la
respuesta científica correcta.

Por último, la lógica jurídica, ayuda al Juzgador a realizar una argumentación


basada en la lógica jurídica para motivar su sentencia; al litigante lo ayudará
proporcionándole el formato procesal que utilizará en todas las etapas procesales
del litigio; al docente, le dará herramientas para explicar de manera clara, precisa
y exacta la lógica formal aplicada al derecho y la forma de trasmitirla a sus
alumnos y a éstos, la manera de apropiarse del conocimiento y aplicarlos de
manera adecuada en su vida jurídica así como también introducirse a su estudio
que es muy apasionante y que coadyuvará a ejercitar su inteligencia.

24
REFERENCIAS DEL TEXTO.
CISNEROS FARÍAS, Germán, lógica jurídica, edit. Porrua, p. 5.

DE PINA, Rafael y DE PINA VARA, Rafael, diccionario de derecho, edit. Porrua, p.363.

IDEM.

IDEM, P. 21.

D.P. GORSKI y P.V. TAVANTS, lógica, Edit. Grijalbo, pp. 311-312.

CISNEROS FARÌAS, Germán, lógica, edit. Porrua, `p. 38.

IDEM, p.40.

IDEM, p. 41.

http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/050707190037.html.

CISNEROS FARÌAS, Germán, lógica jurídica, edit. Porrua, p. 14.

Importancia de la Filosofía y la Lógica en la construcción del conocimiento.

IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA.

http://www.uaem.mx/filosofia/

Se ha caracterizado a la filosofía como un pensamiento racional, universal y


abstracto. Empero, en esta definición se escapa lo más esencial de la filosofía.
Como lo indica la etimología del término, filosofía quiere decir amor a la sabiduría.
El sentido es claro: se refiere al “amor” y no a la “posesión” de la sabiduría. Platón;
en la Apología de Sócrates, dice que de acuerdo con el oráculo de Delfos:

“El más sabio entre todos es aquél que reconoce como Sócrates que su

sabiduría no vale para nada, no es algo para presumir” (Apol. 20� . 23-b).

La filosofía da lugar a sistemas de pensamiento donde lo esencial es una


actitud crítica, al no confiar en que se ha llegado a la verdad absoluta, es una
lucha permanente por alcanzar el reconocimiento de que todo saber es siempre
incompleto.
25
PROCESO COGNOSCITIVO.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 08 – 11.

Por proceso cognoscitivo entenderemos el desarrollo del conocimiento, que


incluye también prestar atención a sus productos y a la forma en que sus
elementos se relacionan entre sí.

Comúnmente se acepta que el proceso del conocimiento se integra por tres


elementos.

1. Sujeto cognoscente.
2. El objeto del conocimiento.
3. El conocimiento como producto.

Adam Schaff reconoce tres modelos principales del proceso del


conocimiento, que construye con base en la relación que establece entre el sujeto
y el objeto, y que da como resultado un conocimiento con características
peculiares, determinadas en gran parte por el tipo de relación antes aludido. Es
decir, el conocimiento como producto concreto varía, dependiendo de la relación
que se establece entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento.

Los modelos citados por Schaff son los siguientes:

a) Concepción mecanicista de la teoría del reflejo. En este modelo el objeto


de conocimiento actúa sobre el aparato perceptivo del sujeto. Éste es un receptor
pasivo y contemplativo, mientras que el conocimiento, producto del proceso
cognoscitivo, es una copia fiel, un reflejo del objeto.

El papel del sujeto en este modelo es contemplativo, se reduce a percibir y


registrar los estímulos que tienen su origen en el exterior. Las posibles
divergencias que haya en la percepción de distintos individuos procederá de las

26
propias diferencias individuales entre sus respectivos aparatos de percepción, y no
del proceso cognoscitivo.

b) Concepción idealista y activa. La atención se centra sobre el primero de


los elementos del proceso cognoscitivo: el sujeto. En este modelo la actitud del
sujeto es activa, es el creador de la realidad; el sujeto cognoscitivo percibe el
objeto del conocimiento como su creación.

c) Concepción modificada de la teoría del reflejo. En el tercero de los


modelos, ninguno de los elementos anteriores predomina: ni el proceso de
conocimiento es un reflejo que se imprime en los órganos de percepción del
sujeto, ni la realidad u objetos que la componen son “construidos” por el sujeto.
Hay una interacción entre el sujeto y el objeto, cada uno mantiene su existencia
objetiva y real, pero interactúan entre sí.

Los tres modelos antes citados subyacen todavía en la investigación


científica y ninguno de ellos ha desplazado por completo a los otros. Es frecuente
que un investigador se adhiera inconscientemente a uno de ellos.

Un rasgo de honestidad intelectual consiste en adoptar de manera


consciente un modelo del proceso cognoscitivo y construir, a partir de él, la forma
de investigación. Es adoptar y reconocer que aun en la ciencia es posible partir de
una determinada posición intelectual, en la que nos definimos como agentes o
sujetos activos frente al objeto de conocimiento.

Los autores hemos adoptado para esta guía la concepción modificada de la


teoría del reflejo, a la que implícita o explícitamente haremos referencia.

En concordancia con la opinión de Schaff, la tercera concepción constituye


la mejor herramienta para el estudio científico, ya que el modelo mecanicista no es
capaz de tomar en cuenta las condiciones en las que se lleva a cabo el proceso
del conocimiento. Los factores que influyen en la manera de considerar el objeto
de estudio dan una falsa imagen de objetividad.

27
En este punto es necesario resaltar lo que se expuso en el inicio de este
apartado: el conocimiento como producto concreto puede variar, dependiendo de
la relación que se establece entre el sujeto cognoscente y el objeto. El sujeto
cognoscente, incluidos los científicos, no se acerca como una hoja en blanco a su
objetivo de conocimiento; existe detrás de él una carga cultural que condiciona la
manera en que interpreta el objeto: considérense, por ejemplo, los perjuicios
existentes en los estudios que se elaboraron de culturas distintas de la propia, así
sean de presunta tradición occidental y cristiana, hecho del que no escaparon los
“científicos sociales” de principios de siglo.

En la concepción mecanicista es más fácil incurrir en el error de pretender


que el conocimiento sea un producto totalmente acabado, y que las concepciones
derivadas de la investigación se consideren verdades absolutas, lo que equivale a
cometer el mismo error del conocimiento del sentido común: establecer como
inalterables las opiniones que en un tiempo y lugar determinados se consideran
ciertas.

El segundo modelo citado por Schaff, aunque originó una rica producción
filosófica, se emplea para interpretaciones que tienen poca utilidad en la ciencia.

Muchas interpretaciones que adoptan a ultranza tal concepción llegan a


negar la posibilidad de un conocimiento universalmente válido, o de algún grado
de certidumbre en torno de los objetos de estudio, ya que establecen que cada
sujeto cognoscente interpretará de manera distinta los datos obtenidos por medio
de sus sentidos.

En el tercer modelo confluyen dos vertientes, la individualista-subjetiva y la


social-objetiva. La primera considera que el individuo.

…está aislado de la sociedad y se halla sustraído a su acción: en otras


palabras, es captado prescindiendo de la cultura y, por consiguiente, reducido a su
existencia biológica que de modo natural determina sus caracteres y propiedades.

28
La segunda concibe al sujeto cognoscente en el conjunto de relaciones
sociales, sin prescindir del componente social, por lo que debe ubicarse en tiempo,
lugar y circunstancia.

¿Cómo se unen, pues, dos concepciones en apariencia contradictorias? La


concepción modificada del reflejo rescata de la concepción mecanicista la
posibilidad de construir un conocimiento relativamente válido, utilizando las
herramientas del raciocinio; es decir, las diversas técnicas desarrolladas por el ser
humano con el objeto de desentrañar las características de la naturaleza. Ese
conocimiento no se concibe como absoluto ni procedente de una lenta, o en
ocasiones vertiginosa, acumulación de informes en torno de los fenómenos, sino
como un continuum de avances y retrocesos en los que las concepciones válidas
en un tiempo y lugar determinados se sustituyen por otras radicalmente opuestas,
en otro lugar y tiempo.

La relatividad de los conocimientos que se obtienen en el proceso de


investigación se debe, de acuerdo con esta concepción, a que el sujeto
cognoscente está inmerso en un medio que determina su percepción de los
fenómenos, aunque el ideal sigue siendo mantener una “relativa objetividad” a
partir del reconocimiento de nuestras condicionantes.

Una idea sugestiva de esta concepción se refiere a la relación dialéctica


que se establece entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento: ambos
interactúan y se modifican entre sí; en este sentido, uno de los efectos más
notorios de la acción del hombre sobre su medio es la transformación que
provoca, sobre todo a partir del vertiginoso desarrollo de la ciencia en los dos
últimos siglos. El conocimiento va más allá de una simple satisfacción intelectual;
generalmente incide sobre el objeto de conocimiento y lo transforma; asimismo, el
mayor conocimiento acerca de un objeto modifica la manera en que el sujeto lo
considera y se acerca a él. Esta idea nos conduce a una reflexión que
desarrollaremos después: la evolución de las pretensiones del científico y de la

29
naturaleza del producto que obtiene a partir de su trabajo intelectual. El
conocimiento científico ya no se califica como “cierto o falso”, sino que trata de
reconocer un mayor o menos grado de certidumbre acerca de lo investigado.

¿Cómo se vinculan las concepciones de la relación sujeto-objeto y producto


con lo jurídico? En el ámbito jurídico, la concepción que tengamos de nosotros
mismos como sujetos de conocimiento es importante como punto de partida para
todo estudio que iniciemos en el área del derecho. ¿Cómo nos asumimos al
estudiar el marco normativo vigente de un país?: ¿Cómo sujetos que simplemente
reproducen el texto legal y efectúan un frío análisis sobre el mismo o como sujetos
que vinculan los textos legales con la realidad, las condiciones sociales de las que
derivaron y a las que pretenden regular? Cuan estudiamos el origen histórico de la
codificación civil nacional, ¿lo concebimos como una simple copia de la
codificación francesa? (el texto nacional como un reflejo exacto de los textos
napoleónicos) o ¿estudiamos también las condiciones sociales que predominaban
en nuestro país en el momento en que se promulgaron los códigos y el proyecto
de nación que tenía en mente el legislador?

La forma en que abordemos y la relación que establezcamos con el objeto


jurídico de conocimiento determinará en gran medida la naturaleza de los
conocimientos que obtengamos.

30
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD I.

1. ¿Qué es la filosofía y cuál es su objetivo?

2. ¿Qué es la lógica?

3. ¿Cuál es la importancia de la filosofía y la lógica en la construcción


del conocimiento?

4. ¿Cuáles son los principios de la lógica?

5. Elabora el proceso cognoscitivo y sus factores?

31
UNIDAD II. Metodología Científica.

Lectura 1.

http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesi
s_web/mppensum.html#UNIDAD II

 Tema: Definición de método

Hernández Estévez, Sandra Luz y López,


Durán Rosalío, Técnicas de Investigación
Jurídica, 2ª ed., México, Oxford, 2004

 Temas: - Concepto de ciencia.


- Percepción de ciencia, lo científico
y el científico.
- Concepto de método
- Método científico y metodología
- Investigación jurídica

Lectura 2.
http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/arc
hivos/la_metodologia_de_la_investigacion_ju
ridica/

 Tema: La metodología de la investigación


jurídica

 Autoevaluación Unidad II

32
LECTURA NÚMERO 1

Definición de método.

http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/mppensum.html#UNIDAD II

Luego de la anterior introducción, veamos una sencilla definición que


contiene la esencia del significado del método científico.

Núñez Tenorio (1974, p 31) define el método científico de la siguiente manera:

"Método significa camino, vía. Viene del griego métodos, en la acepción común de
la palabra significa el medio a través del cual se alcanza un objetivo. En el plano
de la filosofía, el término ha estado asociado a la cuestión de descubrir la vía más
racional para conquistar la verdad".

También podemos entender por método científico, el enfoque general que


comparten todas las ciencias y el conjunto de normas que dirigen y encauzan la
actividad científica. desde este punto de vista el método consiste en una búsqueda
persistente para determinar: ¿Es esto cierto?, ¿hasta qué punto?, ¿qué
condiciones generales lo determinan como cierto?

Los principios generales.

Los principios metodológicos son generales para todas las ciencias. La


ciencia es una desde el punto de vista filosófico, puesto que todas buscan el
saber, pero existen muchas ciencias, desde el punto de vista de su objeto de
estudio. En este caso, cada una de ellas disponen de una técnica particular, que

33
ajustada a los principios generales logra alcanzar sus objetivos de producir
conocimientos confiables.

Uno de los principio de la metodología es que toda afirmación que se hace


en una investigación debe ser fundada, esto es, apoyada en bases, tanto lógicas
como observacionales, de tal forma que se puedan verificar los enunciados.

Para llevar a cabo esta misión, es necesario que la acción ejecutoria


transcurra dentro de un marco de regulaciones suficientemente probado a lo largo
del tiempo. Las regulaciones son de dos tipos: a saber, las que tienen que ver con
los principio y las segundas las que tienen que ver con las técnicas.

Todo se reduce a estas últimas palabras: confiar en el conocimiento.

La confianza, obviamente, no es graciosa, ésta emerge de las garantías


que le confiere el haber logrado estos conocimientos con el empleo de un método
sancionado por la grey científica y filosófica a lo largo de décadas.
Además de los anteriores, otros principios forman parte del cuerpo filosófico de la
metodología.

 la objetividad, logicidad, coherencia, sistematicidad, auntocorrección y


verificabilidad.

Respetando estos principios (se analizan con detalles más adelante), en


principio se tiene asegurado una forma correcta para tratar cualquier tema de
investigación que se haya elegido. El trabajo de investigación debe poseer estas
cualidades de forma manifiesta.

En muchas ocasiones el investigador logra detectar interesantes áreas para


ser exploradas, ya que ofrecen interesantes incógnitas, que al ser despejadas,
ofrecerían importantes conocimientos hasta ese momento ocultos a la conciencia
humana. Sin embargo, no dispone de la metodología correcta para desarrollar el
problema conforme a las cualidades del trabajo científico enumeradas arriba. No

34
es necesario argumentar para hacer evidente el punto, que esta deficiencia
arruinaría las expectativas de alcanzar el éxito deseado en el informe científico.

Función.

La metodología trata de resolver estos problemas y ofrece al investigador


las posibilidades de armar la estructura del pensamiento de una forma tal que le
asegura la forma adecuada para presentar tanto sus objetivos, sus argumentos
como sus conclusiones. (Pardinas, 14), dice: "la metodología es esencialmente
una evaluación de nuevos conocimientos preponderantemente con criterios
estadísticos de significancia, no con criterios doctrinales o filosóficos". Nos está
diciendo este autor, que la presentación de los nuevos conocimientos que se
logran a través de una investigación deben venir validados por un método
científico y no por nuestras opiniones, ideología o doctrinas filosóficas que
pudieran estar envolviendo a nuestro sujeto de estudio.

Para terminar este punto debemos alertar que la metodología no es un


camino o una técnica infalible para producir conocimientos irrefutables.

CONCEPTO DE CIENCIA.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 13 – 16.

Después de analizar las características del conocimiento, a continuación


trataremos de establecer el concepto de ciencia.

Arturo Rosenblueth propone, no sin humor e ironía, una noción de ciencia y


de método científico: “Ciencia es el tema que tratan los libros y las revistas

35
científicas, y método científico es el que siguen los hombres de ciencia cuando se
decían a la tarea de la investigación científica”.

Esta aseveración nos conduce a un hecho, aparentemente trivial, que ha


sido motivo de discusión a través de la historia: las particularidades del
conocimiento científico y los rasgos que definen la ciencia.

Francisco Larroyo define la ciencia como “un conjunto de verdades


sistematizadas de manera demostrativa” y establece como principales
características las siguientes:

a) La ciencia es una multiplicidad de saber.


b) Posee un conjunto de verdades fundamentales, es decir, que pueden
demostrarse, lo que no significa que presenten una exactitud absoluta,
sino que se justifican en probabilidades (más o menos elevadas).
c) Estas probabilidades están sistematizadas, estrechamente vinculadas
entre sí y dispuestas en cierto orden, lo que conforme, además, un todo
unitario de conocimientos.

La definición anterior coincide con la de Russell: “La ciencia es un conjunto


de conocimientos ciertos y probables, metódicamente fundados y
sistemáticamente dispuestos según los grupos naturales u objetos”.

Amabas definiciones son descriptivas, señalan qué es la ciencia; sin


embargo, existen otras que destacan la finalidad de la ciencia (el porqué); por
ejemplo, Fina Pizarro señala que: “…(ciencia) es la empresa humana que persigue
explicar el acontecer del mundo que nos rodea mediante el llamado método
hipotético - deductivo”.

La definición anterior no es útil para las intenciones del presente trabajo, en


virtud de que la autora, al interpretar su noción de ciencia, excluye del concepto
“las actividades que no tienen como referencia el mundo observable”, por ejemplo,
el objeto de estudio de la teología, el de las “ciencias exactas” y por extensión no

36
incluye la materia de estudio de la ciencia jurídica (entendida en el sentido
“dogmático”).

Por último, citaremos la definición y descripción que de la ciencia hace Ruy


Pérez Tamayo:

(Ciencia es) la actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión


de la naturaleza y cuyo proceso es el conocimiento, obtenido por medio de un
método organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso
posible.

Pérez Tamayo desglosa su definición de la siguiente manera:

1. Es una actividad humana creativa. En primer lugar, se restringe como


actividad de los seres humanos, es privativa de ellos. Las conductas de los demás
seres, por muy completas que sean, no constituyen ciencia.

Es creativa, aunque se caracteriza por ser opuesta a la fantasía y a la


imaginación, ya que el científico estudia y describe la realidad como le parece que
es; trata de proporcionar un retrato fiel de ésta, utilizando constantemente la
creatividad. Respecto de ésta, existen dos posturas que no son irreconciliables:
una indica que el objeto principal de la ciencia es la observación de la naturaleza
(considera que la menta del ser humano es una tabla rasa donde puede escribirse
la realidad); otra indica que la principal tarea del científico es la invención de
modelos e hipótesis para explicar la realidad.

Para Pérez Tamayo ambas posiciones no son contradictorias, sino


complementarias, pues por sí solas son incapaces de explicar el proceso
científico, es decir, la simple observación no conduce a la construcción de
generalizaciones en torno de los fenómenos de la naturaleza, ni la reflexión pura,
despojada de la observación, sus productos con la realidad. Ambas resultan
indispensables para el proceso de construcción del conocimiento científico y, en
consecuencia, para los efectos que provocan en la realidad social.

37
Pérez Tamayo establece que se necesita mayor creatividad para elaborar
teorías y modelos.

2. El objetivo de la ciencia es la comprensión de la naturaleza. Naturaleza


es un sinónimo de realidad, referida no sólo al mundo de la materia, sino a todo
aquello cuya existencia puede verificarse de manera objetiva, ya sea directa o
indirectamente.

Pérez Tamayo anota:

Cuando la ciencia declara que su objetivo es la comprensión de la


naturaleza, quiere decir que su meta es la explicación de la realidad, el
sometimiento de todos los fenómenos que ocurren en ese vasto compartimento de
la naturaleza.

3. El producto de la ciencia es el conocimiento. El conocimiento, indica


Tamayo, se entiende de dos formas: una amplia, que se refiere a todo aquello de
lo que tenemos conciencia y que proviene de ideas personales; y la restringida,
que denomina la información cuya veracidad se puso a prueba al confrontarla con
la realidad. De esta manera entendemos el producto de la ciencia.

4. El conocimiento obtenido por medio del método científico, cuyas


características tienden a garantizar que el conocimiento, producto de la actividad
científica, tenga un menor grado de falibilidad que el obtenido por otros
procedimientos o que ofrezca soluciones más firmes a los problemas planteados.

Estas definiciones resaltan algunas características de la ciencia,


dependiendo de los intereses intelectuales propios de los autores. Unos describen
en qué consisten la ciencia como actividad, es decir, que la caracteriza del resto
de los conductos y actos humanos; otros ponen énfasis en el producto que se
obtiene: un tipo de conocimiento que pretende describir y explicar la naturaleza o
la realidad de manera objetiva y libre (aparentemente) de consideraciones morales

38
y religiosas o de especulaciones filosóficas; y otros hacen mención al método que
se utiliza para obtener conocimientos y conseguir e interpretar datos.

Una explicación detallada de la ciencia, que abarque sus peculiaridades


como actividad humana y su objetivo, además de su método y el producto que se
obtiene, debería ser tan precisa como la que propone Ruy Pérez. Lo importante es
estar conscientes de sus notas principales sin sacralizarlas.

PERCEPCIÓN DE CIENCIA, LO CIENTÍFICO Y EL CIENTÍFICO.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 16 – 17.

La ciencia y el conocimiento científico tienen características peculiares que


los distinguen de otras actividades y productos del hombre, amén de que los seres
humanos los practican. Cualquier individuo dotado de los instrumentos adecuados,
entendiendo por éstos la razón, la creatividad y cierta capacitación, es capaz de
obtener conocimientos científicos.

Éstos no son ni aspiran a convertirse en verdades absolutas sólo


establecen cierto grado de certidumbre entre la explicación que ofrecen y los
fenómenos o hechos que estudian. Esta certidumbre es constantemente sometida
a prueba.

Los científicos no son distintos de los demás seres humanos, pues desarrollan
habilidades que cualquier otro individuo puede lograr. El estudio de la ciencia no
dota a sus practicantes de mejores cualidades; un científico, un obrero y un
artesano pueden tener las mismas motivaciones egoístas o lúdicas al efectuar su
trabajo. De igual forma, las condiciones sociales e históricas afectan a los tres.

La supuesta “pureza” de la investigación científica –sobre todo de las


ciencias naturales- era, hasta hace poco tiempo, incuestionable; la actividad
científica estaba, según esa concepción, más allá de los condicionamientos

39
sociales; su desarrollo era en cierto modo independiente del de la sociedad; la
historia de la ciencia natural se expresaba como un continuo de descubrimientos
debidos exclusivamente a la creatividad y capacidad de mentes individuales
(véase, por ejemplo, Cazadores de microbios, de Paul de Kruif) o, mejor dicho, era
su motor; la evolución de la sociedad se debían en gran medida a los
descubrimientos hechos por un selecto grupo de gente. Estudios más profundos
intentan vincular el desarrollo científico con la dinámica de la sociedad, no en una
relación de simple dependencia (la ciencia sometida a los paradigmas de una
determinada sociedad), sino e mutua interdependencia: es cierto que algunos
descubrimientos e innovaciones tecnológicas generan cambios profundos en la
sociedad, pero también las condiciones sociales y económicas repercuten en las
actividades científicas.

Socialmente, la percepción que se tiene de la ciencia y de sus practicantes


es muy variada; hay sociedades que tienen en alta estima ambos, e incluso en
cada sociedad existen grupos sociales que consideran aceptable el desempeño de
la actividad científica, otros a los que les parece indiferente y algunos más para los
que significa un peligro latente. La situación es extrema para los practicantes de
las ciencias sociales, cuya utilidad práctica cuestionan con frecuencia la mayoría
de los grupos sociales.

MÉTODO CIENTÍFICO.

CONCEPTO DE MÉTODO.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 19 – 20.

Comúnmente se entiende por método una forma de elaborar con orden


determinados procesos para obtener un resultado. Así lo señala Villoro Toranzo, y
esto permite un primer acercamiento a la definición de método.

40
Procedemos con método al realizar una actividad cuando tenemos la
certeza del orden que debemos seguir en cada acción y ésta se encamina a
cumplir un determinado objetivo.

En un sentido muy parecido, Teresa Millares sostiene que método es “…un


procedimiento regular, explícito y repetible para hacer algo, para tratar un conjunto
de problemas, siendo que cada tipo de problema pide un método específico”.

Larroyo afirma que el método tiene dos sentidos, uno general: designa
habitualmente la ruta mediante la que se llega a un fin propuesto, se alcanza un
resultado prefijado; y otro que es propio de la lógica como teoría de las ciencias:
“el procedimiento o plan que se sigue en el descubrimiento de las crecientes
verdades de la investigación”.

Con método se pueden llevar a cabo todas las actividades humanas, desde
la elaboración de panes hasta conducir un auto e incluso hacer ciencia; basta
proceder ordenadamente en una secuencia preestablecida de pasos y concluir lo
que de antemano nos habíamos propuesto; de esta manera, empleamos lo que
Larroyo denomina el aspecto general del método.

Sin embargo, en el ámbito de la investigación científica, en general, y en el


de la investigación jurídica, en particular, la noción de método que se utiliza es
más restringida, identificable con la visión restrictiva que propone Larroyo en su
segundo sentido.

Villoro Toranzo, por su parte, menciona cuatro clases de métodos que se


dividen en dos grupos, según dos criterios de clasificación:

a) Por la forma en que lo manifiesta el sujeto:

Método espontáneo: Si quien actúa no tiene conciencia del modo de


proceder.

Método reflejo: Si conscientemente se emplea determinado procedimiento.

41
b) Por su modo de proceder:

Método empírico: Si el procedimiento empleado se basa en los resultados


prácticos de la experiencia.

Método racional: si ese procedimiento se fundamenta en una reflexión del


fin que se pretende y de los medios más aptos para alcanzarlo.

De acuerdo con esta explicación, el método de las ciencias debe ser


racional y reflejo. En el ámbito de la investigación jurídica el método debe tener
características similares, a diferencia de lo que puede ocurrir en la práctica
profesional del abogado, en la que la repetición de esquemas o del procedo de
búsqueda de soluciones a conflictos concretos, es decir, los planteados por el
cliente, convierten la labor en algo empírico y casi espontáneo, no tanto porque la
tarea del litigio sea de esa naturaleza, sino porque la preparación profesional
carece en la actualidad de una adecuada vinculación con la práctica, a pesar de
que el 2 de septiembre de 1993 se implantaron (modificadas en julio de 1997) las
“clínicas procesales” en los programas de la Facultad de Derecho de la UNAM.

MÉTODO CIENTÍFICO Y METODOLOGÍA.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 21 – 24.

La ciencia como actividad humana tiene un método o conjunto de métodos.


Para Fina Pizarro, el método de la ciencia es el hipotético – deductivo,

…(que) consiste en formular una hipótesis (según un procedimiento),


derivar predicciones de la misma, con la ayuda de ciertas condiciones iniciales y
determinados supuestos o hipótesis auxiliares, averiguar (mediante observación y
experimento) si se cumplen las predicciones y argumentar a favor o en contra de
las hipótesis según aquéllas se hayan cumplido o no. La argumentación no lleva al
rechazo (refutación) o a la aceptación (justificación) de la hipótesis de una manera

42
necesariamente definitiva. Cualquier conclusión en ciencia se considera
provisional y revisable.

Para algunos autores el método científico es privativo de las ciencias que,


en su opinión merecen tal título, es decir, las ciencias fácticas, mas no las
formales o del “espíritu”. Ésta es la posición de Pizarro, quien aclara en su obra
que se refiere sólo a las ciencias fácticas; sin embargo su definición sobre el
método científico también la emplean implícitamente autores que tienen una visión
más amplia acerca de la ciencia; por ejemplo, Jorge Witker señala que el método
científico es aplicable para “…cualquier área (de conocimiento) y consta de tres
partes: 1. La selección del tema y la pertinente recolección de la información. 2. La
elaboración de una hipótesis. 3. La comprobación de la misma”.

Cuando Miralles habla de método distingue entre el método general de la


ciencia, que se aplica a todo el ciclo de la investigación en el maro de estudios del
problema específico, y los métodos especiales de cada etapa de la investigación.
El primero se aplica independientemente del tema que se estudia; los segundos
son un conjunto de reglas (conceptuales y empíricas, según Bunge) que sirven
para arbitrar experimentos, llevar a cabo mediciones, así como registrar y elaborar
datos.

Miralles denomina el método general como el método científico moderno:


análisis y deducción.

Villoro Toranzo diferencia entre métodos generales, que se aplican a


cualquier investigación científica, y los propios de la ciencia del derecho. Entre los
primeros incluye otros sistemas, según el tipo de ciencia:

En las ciencias empíricas, como la física, el método consistirá en la


observación, formulación cuantitativa de lo observado y comprobación
experimental de las hipótesis propuestas, ello en virtud del objeto de estudio,
constituido por la realidad de los hechos captados por la experiencia.

43
En las ciencias matemáticas, el método es la corrección del proceso lógico
por el cual se concluyen analíticamente unas afirmaciones a partir de otras que se
dan como ciertas. En este caso el objeto de estudio son cantidades matemáticas.

Las ciencias históricas, por su parte, tienen un método consistente en la


búsqueda de fuentes que aluden a acontecimientos, la valoración de su
credibilidad, la explicación de los diversos puntos de vista y la valoración de la
coherencia entre unos actos y otros. El objeto de estudio consiste en la verdad
sobre determinados acontecimientos.

Para Villoro Toranzo, el método general tiene la virtud de proveer al


investigador de una actividad psicológica científica que lo ayuda en su búsqueda
de la verdad. Esta actitud se compone de varios elementos.

1. Apertura intelectual.
2. Deseo de aceptación de toda idea constructiva.
3. Serenidad en toda discusión.
4. Interés por los temas.
5. Paciencia.
6. Procurar entender más que memorizar.
7. Fomentar el ansia por aprender.

La utilización del método científico dota, según Villoro, de actitudes


peculiares al investigador, que se acercará al objeto de conocimiento de una forma
distinta de la de otro sujeto que no esté inmerso en él. El uso de método científico
debe transformar al investigador; siendo idealistas, le proporcionan las virtudes
anotadas por Villoro, pero también le exige que las emplee; por ejemplo, el largo
proceso de la investigación enseña a tener paciencia y a utilizarla en posteriores
investigaciones; contesta algunas preguntas, soluciona problemas; sin embargo,
en general abre la puerta a más interrogantes y exige en todo momento una
mentalidad abierta a cualquier respuesta, siempre que sea posible argumentarla.

44
La sexta actitud mencionada por Villoro es en realidad una sugerencia,
“entender más que memorizar”. Aunque la memoria es un paso del proceso de
aprendizaje, debe procurarse la comprensión y la síntesis para llegar en alguna
circunstancia a la recreación del conocimiento.

Del planteamiento de Villoro se concluye que la actitud científica no es algo


acabado, sino un proceso interactivo entre el sujeto (científico) y el objeto de
estudio, e incluso la materia que se encarga de dicho objeto de estudio, por medio
del que, conforme el sujeto efectúa el proceso de investigación, se inmiscuye en
él; el mismo proceso le otorga distintas herramientas y actitudes para enfrentar los
nuevos problemas que surgen. Recordemos la idea adoptada en torno de la
relación entre sujeto y objeto de conocimiento, la teoría modificada del reflejo, en
la que sujeto y objeto de conocimiento interactúan, se condicionan y se modifican.
Algo similar ocurre en el proceso de investigación, como lo describe Villoro.

Un problema que genera el constante uso de la noción de método es la


variedad de situaciones en las que se le considera, y su constante confusión con
las técnicas y con la metodología. Para evitar esta confusión, José Antonio Alonso
propone denominar de forma distinta los cuatro niveles en los que el método suele
confundirse:

a) Método en el sentido filosófico: Es el nivel más alto de abstracción y


designa los procedimientos lógicos, inherentes a toda investigación científica y,
por tanto, independientes de todo contenido concreto que el investigador debe
conseguir para obtener la verdad y verificarla. Así, se habla del método
materialista o del idealista.

b) Método como actitud concreta frente al objeto: Una vez aclarada la


posición filosófica anterior, el método en este nivel dicta los modos concretos de
organizar la investigación de manera precisa y completa. Por ejemplo, el método
experimental o el método clínico.

45
c) Método ligado a una tentativa de explicación: Esta explicación se refiere
a determinada posición filosófica, y como tal influye en las etapas de la
investigación. En este nivel se habla en las ciencias sociales del método dialéctico
y el funcional.

d) Método ligado a un ámbito particular: El método histórico o el


psicoanalítico. En este nivel, el método se refiere a un dominio específico e implica
una manera específica de actuar.

En el primer nivel, Alonso se refiere a la posición filosófica; en el segundo, a


la teoría; en el tercero, a la metodología, y en el último, a las técnicas. El nivel de
mayor abstracción está en la posición filosófica y decrece conforme pisa el terreno
de las técnicas.

En la ciencia jurídica, al hablar de metodología nos referimos al nivel en el


que se establecen las distintas corrientes del pensamiento jurídico, que finalmente
determinan las posiciones doctrinales; por ejemplo, el iusnaturalismo, el
iusnormativismo, el iussociologismo y el iusmarxismo, entre otros.

Por otra parte, cuando nos referimos a las técnicas, entendemos, al igual
que Lara Sáenz:

…el conjunto de usos, reglas o procedimientos de los que se sirve una


ciencia o un arte para conformar su objeto… es un procedimiento para hacer las
cosas, ejecutar diversas acciones y, en el caso de la investigación, es el conjunto
de reglas que implican el uso, identificación y clasificación de las fuentes de
conocimiento en una investigación científica.

46
INVESTIGACIÓN JURÍDICA.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México D.F., Oxford, 2004, pp. 27 – 29.

En el capítulo anterior se establecieron las generalidades respecto del


conocimiento como tal, el conocimiento científico y las características que
distinguen a éste de otros. Asimismo, se asumió una posición en lo que concierne
a la relación cognoscitiva y se ubicó la investigación jurídica como una forma de
investigación científica. También se planteó una noción de método en general y
del método científico en particular.

El presente capítulo tiene como propósito introducir a la investigación


jurídica, así como examinar sus características y métodos específicos.

Para algunos juristas, oír ciencia jurídica produce un sentimiento de


desasosiego, cuando no de asombro o incertidumbre, y es que la ciencia jurídica
comparte con el resto de las ciencias sociales un menor nivel de certidumbre,
comparado en el elevado nivel logrado en las ciencias naturales.

Además, suele atribuírsele como exclusivo de estudio las normas jurídicas,


desprovistas de cualquier influencia externa, lo que también aleja a la ciencia
jurídica de las ciencias sociales, que tratan de encontrar de una u otra manera,
regularidades y constantes en la vida social de los seres humanos. De tal forma, la
ciencia jurídica queda doblemente relegada tanto por las ciencias naturales como
por las sociales, y se le deja en calidad de la hermana fea de las matemáticas, en
virtud de que, igual que ésta, trabaja con entes ideales, pero sus construcciones
no son exactas, sus métodos no se utilizan en otras disciplinas (a diferencia de las
matemáticas, es impensable suponer que alguna técnica del derecho se emplee
en la física, por ejemplo) ni tienen consecuencias en la vida social.

47
En esta sección consideraremos las principales características que se le
atribuyen a la ciencia jurídica, su ubicación y los estudios que se realizan en torno
del derecho.

Generalmente, se cataloga al derecho entre las ciencias normativas, a las


que Larroyo define como:

…las disciplinas cuyo objeto de estudio reside en describir y explicar


normas (…) algunos suponen que se trata de disciplinas que no tienen
exclusivamente propósitos teoréticos, sino que abrigan el designio de dar reglas
prácticas para la acción.

Larroyo ubica las ciencias normativas dentro de las ciencias eidéticas (o


formales), y su objetivo se limita a señalar la estructura de las normas que “tienen
un sentido universal” independiente “de las vivencias subjetivas que puedan
provocar en los hombres”.

Las principales ciencias normativas que identifica Larroyo son la ética y el


derecho positivo.

Al respecto, Francisco Paoli Bolio cita la clasificación de las ciencias


elaborada por Piaget, en la que el derecho se ubica en las ciencias jurídicas y
como parte de las ciencias humana (a la par de las ciencias nomotéticas del
hombre, las históricas y las filosóficas):

Las disciplinas jurídicas constituyen un mundo aparte, dominado por los


problemas de normas y no por los hechos o de explicación causal, de modo que
una ley en el sentido jurídico del término es un sistema de obligaciones
atribuciones, y no una relación funcional atinente a la categoría de verdad. Para
Piaget el derecho no constituye una ciencia en el sentido que se atribuye el
término al grupo de las ciencias nomotéticas, sino más bien un sistema lógico.

48
Larroyo y Paoli Bolio coinciden en la naturaleza del derecho como ciencia,
que no analiza hechos de la realidad para explicarla, sino que estudia las normas
legales establecidas en una sociedad:

Los juristas sólo están interesados en el análisis de los fenómenos sociales


como algo que los auxilia en la formación y en la aplicación de las normas legales
que deben regir a las comunidades humanas… están ocupados en formular leyes
y establecer las formas de su aplicación, para conducir ciertos aspectos de la
convivencia.

Resulta obvia la diferencia entre los dos sistemas normativos en los que
Piaget divide las ciencias humanas: la Ley entendida como una regularidad
observable en el hecho social y la ley en el sentido de una norma que rige la
conducta humana en una sociedad.

Pero, ¿el estudio de lo jurídico se reduce a las normas que regulan la


conducta humana sin que finalmente incidan en la realidad?

49
LECTURA NÚMERO 2

LA METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA.

http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/archivos/la_metodologia_de_la_investigacion_juridica/

El paradigma Físico natural constituye en la versión de sus cultores la única


posibilidad de garantía y credibilidad cuando se trata de investigar. Lo que no se
ajusta a este esquema es considerado como infértil y metafísico, el conocimiento
para que sea considerado como tal tiene que ser útil, real, positivo, verificable,
sino no.

Una suerte de imperialismo cultural soterrado aprecio en la mayoría de


Facultades de Derecho de la Región. La ansiedad por la verificación se muestra
en los estudios de pregrado y post grado.

El paradigma Físico natural constituye en la versión de sus cultores la única


posibilidad de garantía y credibilidad cuando se trata de investigar. Lo que no se
ajusta a este esquema es considerado como infértil y metafísico, el conocimiento
para que sea considerado como tal tiene que ser útil, real, positivo, verificable,
sino no.

Explicar y comprender, Dar razones, Fundamentar es mi táctica y


estrategia.

LA ONTOLOGIA COMO CUESTION PREVIA.

Cuanto bien le haría a los positivistas reconocer que la realidad aparece de


diferentes modos:

Modos técnicos: Entidades espacio temporales, y en movimiento:


sustancias físicas, Entidades inmutables y dependientes del pensamiento humano:
sustancias matemáticas, Entidades inmóviles y eternas: sustancias divinas.

50
Modos prácticos: La realidad aparece en las diversas acciones humanas
cuyo fin esta en el mismo proceso de su realización.

Modos productivos: Aparece en las diversas sustancias creadas por el


hombre sobre la base de un conocimiento productivo.

En ese orden de ideas si son distintos los modos de la aparición de la


realidad, serán distintos también los métodos que descubrirán la constitución de
tales manifestaciones. Seria ilícito por ejemplo, exigirle al retorico demostraciones
matemáticas, como le seria exigirle al matemático que en vez de demostrar nos
persuada.

La realidad entonces se presenta en su pluralidad significativa y solo


atendiendo a ella es que podemos entenderla.

Digresiones generadas por Aristóteles y su vigente Metafísica señala el


Estagirita que a los verdaderos pensamientos y a la penetración científica solo
puede llegarse mediante la labor del concepto. Solamente este puede producir la
universalidad del saber, que no es la indeterminabilidad del saber, y la pobreza
corriente del sentido común, sino un conocimiento cultivado y cabal, ni tampoco la
universalidad excepcional de los dotes de la razón corrompidas por la indolencia y
la infatuación del genio sino la verdad que ya ha alcanzado la madurez de su
forma peculiar y susceptible de convertirse en patrimonio de toda la razón
autoconsciente.

ADMISION DEL PLURALISMO ARGUMENTATIVO.

Hay hombres que no admiten mas demostraciones que las matemáticas,


otros no quieren más que ejemplos, los hay que exigen que todo sea
rigurosamente demostrado.

Es preciso por tanto que sepamos ante todo que suerte de demostración
conviene a cada objeto particular, porque sería absurdo confundir y mezclar la

51
indagación de la ciencia y del método. No debe exigirse por lo tanto rigor
matemático en todo, sino tan solo cuando se trata de objetos inmateriales: Y así el
método matemático no es de los físicos porque la materia es probablemente el
fondo de toda la naturaleza, ellos tienen por las mismas razones que examinar
ante todo lo que es la naturaleza.

No debemos buscar del mismo modo rigor en todas las cuestiones sino en
cada una, según la materia que subyazga a ellos y en un grado apropiado a la
particular investigación.

Así, el carpintero y el Geómetra buscan de distinta manera el ángulo recto.


Uno en cuanto es útil para su obra, otro busca que o que propiedades tiene, pues
aspira a contemplar la verdad.

¿CUAL METODOLOGIA LE ASISTE A LA INVESTIGACION JURIDICA?

Cuando se pierde la billetera no solamente hay que buscarla donde hay luz,
sino en la oscuridad. No porque mi lámpara brille como el sol, voy a tener que
apagarla. ¿Quién no clava la flecha en una puerta?

El derecho sirve a la vida. Las leyes tienen espíritu. La lógica fue Metafísica.
El derecho se desprendió de la ética. La justicia es eje transversal del sistema
jurídico. No reconozco al Derecho si este es ilegitimo. La primera utopía de
occidente es la República platónica. Aristóteles goza de buena salud, Circula en
elocuencia el rumor hegeliano.

52
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD II.

1. ¿Cuál metodología le asiste a la investigación jurídica?

2. ¿Cuáles son los métodos específicos del derecho?

3. ¿Qué es el método?

4. ¿Qué es la metodología?

5. ¿Cuál es la diferencia entre el método y la metodología?

53
UNIDAD III. Metodología del Derecho.

Lectura 1.

http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/
SirveObras/04704974370469773089079/032
305.pdf?incr=1

 Tema: Debate sobre la utilidad de la


metodología jurídica: una reconstrucción
crítica de las actuales corrientes
metodológicas en la teoría del derecho

 Autoevaluación de la Unidad III

54
LECTURA NÚMERO 1

DEBATE SOBRE LA UTILIDAD DE LA METODOLOGÍA JURÍDICA:


UNA RECONSTRUCCIÓN CRÍTICA DE LAS ACTUALES
CORRIENTES METODOLÓGICAS EN LA
TEORÍA DEL DERECHO

Minor E. Salas1

...La ciencia sin ley de nuestras leyes...


Lord Tennyson

Resumen

Este trabajo se divide en dos partes: La primera explora algunas de las


concepciones actualmente dominantes en la metodología jurídica, distinguiendo
entre tres vertientes básicas: la primera (catalogada como “muy optimista”)
sostiene que los métodos jurídicos son esenciales para alcanzar una solución
correcta y justa en el derecho; la segunda vertiente (considerada “no tan
optimista”) alberga alguna esperanza de que dichos métodos sean útiles –ya no
para encontrar la respuesta única–, pero sí para argumentar mejor; esto es, más
racionalmente; finalmente, la ter-cera vertiente (denominada “nada optimista”)
advierte que los métodos del derecho rara vez cumplen una tarea sustantiva que
vaya más allá de la mera legitimación ulterior de las decisiones. La segunda parte
del artículo defiende una idea central; a saber, que la metodología del derecho
tiene una tarea básicamente simbólica; o sea, ella sirve para convencer al público
–y también a los juristas– de que el dere-cho puede ser objetivo, racional y justo.
En este sentido, la metodología cumple una función de consuelo (¡y de
propaganda gremial!) con respecto a la realidad ju-rídica. Finalmente, el trabajo
postula el llamado People-Skepticism como una herramienta heurística-
metodológica de análisis en el mundo jurídico y social.

55
Abstract

This article is divided into two parts: the first part explores some of the
dominant principles recognized today in the field of Legal Methodology, and
describes three main approaches: the first approach (regarded as “too optimistic”)
claims that le-gal methods are essential to obtain equitable legal conclusions. The
second approach

1 Universidad de Costa Rica.

(considered “less optimistic”) states that these methods –even though they
do not help one to find the “one right answer”– are useful in forming more coherent
and rational arguments. Finally, the third approach (regarded as “not optimistic at
all”) warns that legal methods rarely have a function beyond the mere legitimation
of previously held decisions. The second part of the essay defends the central
thesis that Legal Methodology has basically a symbolic function. It serves to
persuade people –including jurists– that law is genuinely objective, rational, and
just. In this sense, Legal Methodology acts as a form of consolation (a source of
spiritual comfort!). Finally, this article presents the so-called “people scepticism” as
a heuristic tool to interpret the legal and social world.

Introducción a un tema polémico

La metodología contemporánea del derecho se parece para utilizar una


expresión fuerte, pero gráfica– a un cementerio de ideas muertas. Allí crecen, se
reproducen y mueren a diario, distintas y muy heterogéneas concepciones sobre
lo que es o sobre lo que debería ser la ciencia del derecho. Cada una de las
corrientes, cada uno de los autores, defiende su propio concepto de la
56
interpretación, de la aplicación del derecho, de la argumentación jurídica, de la
racionalidad, de la justicia. Y surgen así las Escuelas, con sus discípulos y
maestros (y no pocas veces con sus lacayos y mentores). No sin razón se ha
dicho2 –con ironía– que la disciplina jurídica es un templo con sacerdotes y Biblias
muy distintas y con credos contradictorios. Es en este templo, donde los
sacerdotes (profesores y narcisistas) hacen de la suya proponiendo sus fórmulas y
técnicas, criterios y recetas para hacer del derecho una disciplina más justa y
racional. Dentro de estas propuestas existe, por supuesto, una gran variedad de
pareceres, encontrándose desde aquellos que postulan incondicionalmente la
racionalidad de los discursos jurídicos, hasta aquellos que reniegan de tal
posibilidad adscribiéndose más bien a las doctrinas del escepticismo y del
desencanto.3

De allí que sea conveniente resumir, de una forma lo más clara y concisa
posible, las principales corrientes que se discuten en este laberinto teórico
denominado: “Metodología Jurídica” (Legal Methodology, Methodenlehre,
Méthodologie du droit). Una breve presentación en este sentido cumple dos
propósitos básicos: uno, pedagógico, cual es la ex-posición de algunas ideas
centrales que batallan en los foros internacionales sobre el tema; el otro, teorético,
construir una plataforma para lo que se quiere decir luego con respecto a lo que se
considera la principal función de la metodología del derecho. Haciendo de la
brevedad una virtud y arriesgándose a incurrir en imprecisiones imperdonables,
podemos decir que las concepciones actuales de la metodología jurídica
internacional se dividen en tres grandes bloques:

1) Una concepción muy optimista (o misionera) de la metodología del derecho, 4


2) Una concepción no tan optimista (o prescriptiva) y, por último,
3) Una concepción nada optimista (o escéptica) de la metodología.

57
Resulta, por supuesto, evidente que reducir la compleja realidad de la
metodología internacional a estos tres grupos de enfoques es arriesgado y
significa ni más ni menos que sucumbir ante la lapidaria sentencia del poeta
William Blake, según la cual generalizar es ser idiota. Pero, asumiendo el riesgo
de caer en este “idiotismo” reduccionista, me parece que una presentación de este
tipo puede ser útil para efectos didáctico-expositivos y como base para la reflexión
posterior.5 Quede, además, establecido que esta clasificación no aspira a ser
original, pues ella viene, en mayor o menor grado, a reproducir otros esquemas de
trabajo que ya se han utilizado con respecto a la teoría básica del derecho; por
ejemplo, podría pensarse que las corrientes optimistas se identifican con un
normativismo exacerbado y que las concepciones escépticas adoptan el realismo
jurídico como fundamento teorético. Todo ello es correcto. Sin embargo, el énfasis
no debería estar en una u otra clasificación (las cuales resultan, por demás,
contingentes), sino en lo que se dice con respecto a los elementos propios de esa
clasificación y a su utilidad heurística para “ver mejor” la realidad.

Antes de pasar al estudio de los distintos enfoques, es importante aclarar


cuál es el problema fundamental que buscan resolver todas estas corrientes,
independientemente de su credo epistemológico. Es decir: ¿cuál es la principal
tarea de la metodología jurídica (al menos según su discurso oficial)? Para ponerlo
en los términos más simples posibles, digamos que las preguntas capitales que
desea contestar la actual metodología del derecho, en sus distintas vertientes,
son, básica-mente, las siguientes:

– ¿Cómo resuelven los operadores del derecho (jueces, abogados, fis-cales) sus
casos prácticos?

– ¿Existen unos determinados métodos o herramientas conceptuales que le sirvan


al jurista para cumplir tal tarea o acaso es que la aplicación del derecho está
sujeta, finalmente, al azar o a la arbitrariedad de quienes resuelven?
58
– ¿Cuál es el grado de racionalidad o irracionalidad que impera allí para tomar las
decisiones?
– ¿Qué papel juega la ideología política, moral o religiosa en la labor judicial?

-¿Qué papel juega la argumentación jurídica (lógica, tópica, retórica)?

– ¿Está el juez vinculado estrictamente a la ley o actúa más allá de ella?

– ¿Es el derecho, finalmente, una ciencia? De ser así: ¿cuáles son los
presupuestos de ordenación y sistematización?

Como se puede apreciar, estas preguntas atañen a dos órdenes de


problemas distintos: el primero se relaciona con la esfera de la aplicación práctica
del derecho; y el segundo, con la elaboración, sistematización y ordenación de los
criterios lógicos y sistemáticos en la disciplina jurídica. Es decir, que si partimos
del objeto de estudio, cabría distinguir, en realidad, entre una metodología judicial
y una metodología dogmática-académica.6 Me concentraré, básicamente, en
hacer algunas observaciones sobre el primer nivel; es decir, sobre el análisis de
los métodos diseñados para la práctica judicial. En lo sucesivo, voy a dividir el
trabajo en dos partes: una primera de corte esencialmente expositiva; y una
segunda, en la cual haré mi crítica a las corrientes expuestas y, adicionalmente,
presentaré mi lectura sobre lo que estimo ser la principal función de la
metodología del derecho.

1. PRIMERA PARTE: Las principales corrientes ius-metodológicas que


dominan el debate contemporáneo

Seguidamente se van a exponer, de manera muy sucinta, las principales


tesis de las tres concepciones que se mencionaron arriba (i.e., de la concepción
muy optimista, de la menos optimista y de la nada optimista). Cabe advertir que
59
los autores que se citarán sirven primordial-mente como ilustración. No se
pretende hacer una exposición exhaustiva de sus respectivas obras o
concepciones generales. Igualmente, he tratado de rescatar a teóricos poco
discutidos en el ámbito internacional, como es el caso de Pawlowski, Adomeit,
Nieto o Haba.
1.a) La concepción muy optimista (o misionera) de la metodología del derecho

Este primer enfoque fue muy popular durante el siglo XIX y principios del
XX, especialmente con la llamada Jurisprudencia de Conceptos y con la Escuela
de la Exégesis. Él sostiene, en esencia, que el derecho y su aplicación están
sujetos a determinados procesos de decisión racional; es decir, que es viable
dilucidar cuál es la respuesta correcta y justa para los problemas jurídicos bajo
examen. La clave está en una cuestión de empeño conceptual, de elaboración
dogmática y de rigor normativo. Las soluciones jurídicas se generan a partir de
inferencias lógico-sistemáticas; es decir, de deducciones sobre la base de unas
premisas que se dan como aceptadas a priori por el ordenamiento, premisas que
deben ser aplicadas en forma deductiva –mediante un silogismo jurídico–, por
parte del juez, quien deviene, poco más o menos, la boca que pronuncia las
palabras de la ley o en un autómata de la subsunción.

Este paradigma denominado históricamente como tradicional o formalista


postula, finalmente, la omnipotencia normativa de la ley, el predominio de la razón
jurídica ilustrada, el carácter objetivo/imparcial del juez, la existencia de una
solución única, la hipótesis de la plenitud hermética del ordenamiento, entre otras
cosas más.7 Todos estos postulados juegan en el derecho el papel de verdaderos
dogmas sistemáticos que garantizan, según el enfoque en discusión, una
aplicación fundada y unitaria, es decir, racionalmente defendible, del sistema
jurídico en su totalidad. La adopción de este modelo jugó un importante papel en
el movimiento de codificación que tuvo lugar en Europa durante el siglo XIX.

60
La base epistemológica del formalismo metodológico reposa en la
construcción de un sistema jurídico unitario, uniforme y predecible. La labor del
jurista se reduce, por lo tanto, a un “cálculo de conceptos”, en el cual la dogmática,
como disciplina esencialmente técnico-normativa y de exégesis hermenéutica,
juega un papel decisivo. La metodología, por su parte, se reduce a una labor
constructiva cuya función básica es descubrir el significado verdadero (“esencias”
o “naturalezas”) de los términos utilizados por las normas. La apuesta para una
metodología de este tipo resulta, evidentemente, muy grande, pues lo que se
busca es, ni más ni menos, encontrar la solución única y correcta a los casos bajo
examen.

Considero que en la discusión actual sobre el tema es posible encontrar


algunos teóricos que cumplen cabalmente con esta caracterización. En especial,
pienso en Karl Larenz, quien sostuvo la posibilidad (y la necesidad) de una
metodología del derecho orientada normativamente.8 Un conocido discípulo suyo,
Hans Martin Pawlowski, reduce la reflexión metodológica a una dimensión
esencialmente ética, postulando así la existencia de un mínimo axiológico
(“...ethischen Minimum”),9 el cual debe respetarse en todo momento y del cual se
infiere la respuesta “correcta” (justa) para el problema planteado. Así nos dice de
manera ex-presa: “Una metodología jurídica que quiera orientarse a la práctica,
debe poner un peso especial en la cuestión de cómo el jurista puede resolver, de
una manera ‘correcta’ y justa, y en forma vinculante (verbindlich) los conflictos
sociales.”10 Y continúa argumentando: debido a que el derecho versa sobre el
“actuar y el decidir correctos”, y debido a que el objeto de la ciencia jurídica es el
problema de la corrección (Richtigkeit) y de las sentencias justas, entonces la
metodo-logía jurídica debe ocuparse, en especial, de estos problemas.

Para Pawlowski existen, pues, dos categorías centrales en el derecho: la


justicia y la corrección sistemática. De allí su insistencia en que la metodología
(Rechtsmethodenlehre) está llamada a encontrar el “método correcto”,11 o que las
61
leyes deben y pueden ser “correctas”,12 que existe una “interpretación correcta”,13
que existe una “dogmática correc-ta”,14 que la actividad judicial debe orientarse a
la búsqueda de “soluciones correctas”,15 etc. Todos aquellos autores que
discrepan con res-pecto a su tesis fundamental de la Richtigkeit (por ejemplo,
Josef Esser o Maihofer), son considerados peyorativamente por Pawlowski como
“la mala prensa de la dogmática”. 16

Otro autor, ya en una latitud geográfica muy distinta, que defiende algunos
de los postulados metodológicos del paradigma muy optimista, es Ronald Dworkin.
Como es sabido, una de las tesis centrales de este teórico reposa en afirmar que
es posible inferir, desde el ordena-miento jurídico mismo, una respuesta única
(one right answer) para cada problema que se presente en la vida judicial. Esta
respuesta no se infie re solo de las reglas positivas (rule model), sino también de
los princi-pios generales del derecho (general principles of law).17

Por “principio general del derecho” entiende Dworkin un “standard that is to


be observed, not because it will advance or secure an economic, political or social
situation deemed desirable, but because it is a requirement of justice, fairness or
some other dimension of morality”.18 La diferencia entre una regla y un principio
resulta, por consiguiente, una diferencia lógica: mientras que la regla está
redactada en términos de todo-o-nada (el imputado es culpable o inocente,
cometió un hurto o no lo cometió), los principios generales poseen una estruc-tura
general, la cual no se comporta de manera dicotonómica, sino a través de
ponderaciones teleológicas. Los principios deben, por lo tan-to y según la
perspectiva de Dworkin, ser sopesados según “the dimension of weight or
importance”. Sobre la base de la distinción en-tre reglas y principios, Dworkin
pretende emprender un “general attack on positivism”, tal y como este fue definido
por Austin y después por H. L. A. Hart. La cuestión está, por supuesto, en saber si
ese “ataque general al positivismo” resulta o no justificado y si se realiza de
manera informada.
62
1.b) La concepción no tan optimista (o prescriptiva) de la metodología del
derecho

Según mi opinión, la concepción prescriptiva es defendida, al menos


implícitamente, por la mayoría de teóricos del derecho a escala inter-nacional. Se
podría decir que un alto porcentaje de los metodólogos actuales se adhiere, de
manera directa o indirecta, a esta orientación. Este paradigma parte de que la
metodología puede ofrecer una contribución importante a favor de la racionalidad
(o razonabilidad) en la aplicación del derecho. De allí que se suela defender la
hipótesis de una imprescindibilidad (Unentbehrlichkeit) de los “métodos” para el
mundo jurídico.19 Sin dichos “métodos” (cualesquiera que estos sean) la aplicación
del derecho degeneraría en una “lotería” librada al arbitrio de quien finalmente
resuelve.

El atributo fundamental de la concepción prescriptiva de la metodología


jurídica consiste, como puede apreciarse, en ser optimista sobre la posibilidad de
ofrecer reglas o criterios argumentativo-sistemáticos para ayudar a los operadores
jurídicos (y en especial a los jueces) en el ejercicio de su actividad cotidiana. Uno
puede hablar bajo estas circunstancias de un modelo-de-las-reglas (Regel-Modell)
de la metodología.20 Estas reglas tienen como función cardinal orientar la
aplicación de la norma, o mejor aún, el comportamiento justificativo de los jueces,
en dirección a un fallo judicial racional, o al menos, razonable, combatiendo así
decisiones arbitrarias o puramente voluntaristas. Visto desde la perspectiva
histórica, estas reglas han asumido muy distintas formas en las diferentes épocas,
pero la manifestación más patente y conocida de este enfoque se plasma en los
llamados cánones de la interpretación jurídica (métodos gramaticales, históricos,
sistemáticos y teleológicos) desarrollados por Von Savigny hace ya más de cien
años y que, incluso actualmente, mantienen su vigencia.

63
La hipótesis de que la metodología jurídica implica, fundamentalmente, la
búsqueda y la reflexión sistemática de reglas argumentativas de trabajo, explica la
tendencia a conceptualizar este campo como una técnica para la aplicación de
normas y para la solución de casos judiciales. Se suele hablar por ello de una
“Metódica”,21 cuya función consiste, especialmente, en resolver los casos de la
práctica judicial de una forma correcta (al menos desde el punto de vista de las
premisas normativas adoptadas). Entendida en estos términos, la metodología
jurídica se transforma, según la opinión de Müller, en un modelo marco que hace
posible la concreción de las normas.22 También Adomeit, quien interpreta el papel
de la metodología desde un punto de vista analítico, cree que ésta consiste en la
sistematización de determinadas reglas semánticas o lógicas que posibilitan la
aplicación de la norma, esto es, la búsqueda de un fallo judicial justo. Es así como
él propone el llamado modelo de las doce operaciones como un componente
nuclear de su concepción metodológica.23

Finalmente, los trabajos –actualmente gozando de una amplia difusión


internacional de las llamadas teorías de la argumentación24 (Perelman, Toulmin,
Alexy, Atienza) no son otra cosa que un intento por elaborar y reivindicar, con
algunas diferencias de matices, una serie de baremos de control para reducir, o
evitar hasta donde se pueda, posibles fuentes de irracionalidad y arbitrariedad en
la aplicación del derecho.25

Las teorías de la argumentación aspiran a ser una especie de tercera vía


que media entre los enfoques formalistas del derecho y la visión del realismo
jurídico. El énfasis no reposa, por lo tanto, en derecho como mera norma o como
hecho, sino como argumentación. “Parece obvio, nos dice Atienza en su último
libro, que la argumentación es un ingre-diente importante de la experiencia
jurídica, prácticamente en todas sus facetas: tanto si se considera la aplicación
como la interpretación o la producción del Derecho; y tanto si uno se sitúa en la
perspectiva del juez como en la del abogado, el teórico del Derecho, el
64
legislador...”26

De lo anterior se puede concluir que la orientación argumentativa, en sus


distintas variantes (retóricas, tópicas, etc.) no renuncian al optimismo implícito en
la producción de una sistemática argumentativa propia para el campo jurídico,
aunque hay que señalar, por justicia, que ellas tampoco se pliegan a la ingenuidad
epistemológica (y psicológica) que caracterizaba los primeros planteamientos de la
jurisprudencia dogmático-conceptual o de la exégesis puramente hermenéutica.

1.c) La concepción nada optimista (o escéptica) de la metodología del derecho

De acuerdo con los defensores de esta tercera concepción, quienes


constituyen una minoría en el ámbito internacional, la metodología jurídica no
tiene, de modo alguno, un sentido constitutivo o esencial en el proceso de
aplicación de las normas jurídicas. O sea, los métodos de la ciencia del derecho
sirven para poco o nada (exceptuando, claro está, para darle trabajo a los ius-
metodólogos que los cultivan).

La concepción escéptica afirma no partir, en su análisis, de un deseo


normativo de lo que la aplicación del derecho debería ser, sino más bien del
estudio de la práctica judicial y de la observación de los procedimientos realmente
empleados para la búsqueda y creación de las de-cisiones judiciales. La apelación
oficial a determinados métodos y argumentos, por parte de los operadores
jurídicos, tienen, según esta corriente, una función pseudo-científica; a saber, la
legitimación a posteriori de un fallo tomado a priori y de acuerdo con nuestros
deseos y preconcepciones meta- o extrajurídicos. Esta tesitura ha sido cultiva-da,
en especial, en el ámbito de la sociología jurídica, donde por inter-medio de los
estudios de la llamada sociología de los jueces (Richtersoziologie)27 se ha tratado
de determinar los motivos subyacentes que mueven a los jueces a la hora de

65
emitir sus fallos.

Un clásico de la metodología del derecho, que puede ubicarse en la


corriente escéptica, es Josef Esser con su obra: “Preconcepción y elección del
método en la determinación del derecho”, en la cual se puede leer, de una forma
contundente, lo siguiente: “En conclusión, se evidenció que nuestra metodología
académica no significa, para el Juez, ni una ayuda ni un control. La praxis judicial
–y ello es más evidente para las instancias encargadas de investigar los hechos–
no parte de unos ‘métodos’ doctrinarios para la búsqueda del derecho, sino más
bien que esa metodología utiliza esos métodos exclusivamente para justificar, lege
artis, las decisiones adoptadas según la concepción del derecho que consideran
adecuada y objetiva.”28

Otro de los autores, que hay que situar en el enfoque bajo examen, es un
profesor de la Universidad de Constanza: Bernd Rüthers. Este autor parte, en su
visión, de un conocimiento histórico detallado de los cambios radicales y de las
perversiones políticas a los cuales estuvo sometido el ordenamiento jurídico
alemán durante el último siglo. Su enfoque se enraíza en un análisis de la práctica
judicial, tal y como esta se refleja en las sentencias concretas de los tribunales
superiores de justicia alemanes. Sus tesis deben ser leídas como un llamado a
desenmascarar la idea de un derecho y de una Jurisprudencia “racionales”, que se
imponen a través de todos los cambios históricos y de todas las ideologías
políticas imperantes en el momento.

El problema principal de la metodología tradicional, esto es, el problema de


la interpretación de las normas jurídicas, no significa para Rüthers una mera
cuestión de simplemente encontrar (Rechtsfindung) el derecho vigente dentro de
un sistema acabado, armónico y unitario, sino más bien una cuestión de creación
judicial (Rechtssetzung) de las normas aplicables al caso concreto por parte de los
tribunales superiores. “La tesis de que un texto legal puede transmitir para siempre
66
un contenido normativo fijado de una vez por todas, constituye un dogma ilusorio
de la metafísica jurídica.”29 Partiendo de esta premisa, Rüthers llega a la
conclusión de que: “El derecho creado por los jueces permanecerá siendo nuestro
destino.”30

Por su parte, el teórico español Alejandro Nieto, es todavía más vehemente


con respecto a la argumentación jurídica y sus métodos de trabajo, pues al
respecto nos dice: “Ésta es, para mí, la gran –y triste– especificidad de la
argumentación jurídica: su inutilidad radical. Porque nadie ‘escucha razones’: el
vencedor porque no las necesita y el perdedor porque nunca podrá ser
convencido...”31

Por último, el autor más radical, desde mi punto de vista, en el campo de la


metodología jurídica internacional es Enrique P. Haba.32 Sin querer resumir las
tesis metodológicas centrales de este autor, cosa que de por sí resulta imposible
en un trabajo como este, se puede intentar establecer algunas de sus principales
conclusiones de la siguiente manera:

La idea central que atraviesa toda la obra teorética de Haba consiste,


fundamentalmente, en llevar hasta sus últimas consecuencias el carácter
convencional del lenguaje jurídico. El sentido de toda expresión jurídica depende
de ciertos contextos lingüísticos y extralingüísticos, no existiendo, por tanto, un
solo sentido normativamente correcto. El operador lo que hace es, finalmente,
optar activamente por una interpretación en lugar de otra. Este escogimiento se
realiza en el seno de la “gramática” correspondiente a los “juegos del lenguaje”
que se elijan como punto de partida. Una tesitura en el sentido de establecer una
única interpretación posible, siempre, es un espejismo que debe ser
desenmascarado por una teoría crítica-realista.33 Esta tesis básica tiene toda una
serie de implicaciones complejas y profundas en el universo jurídico general,
dentro de las cuales podemos extraer, a título de ejemplo, las siguientes:
67
a) Si las estructuras lingüísticas con que trabajan los juristas son básicamente
convencionales, ello significa que las distintas doctrinas jurídicas (sean estas
sobre la interpretación o cualquier otro tema) son simplemente unas maneras
posibles de entender lo que dicen los tex-tos normativos. No hay, en el derecho,
unas teorías o doctrinas que sean más verdaderas que otras. El operador
(interprete) simplemente prefiere una de ellas a la otra, dependiendo todo de
qué finalidades persiga.34

b) La creencia de que existe una única interpretación posible de los términos


jurídicos responde a la llamada “Superstición del Único Significado
Verdadero”.35 Según esta, lo que el jurista debe hacer es simplemente
esforzarse lo suficiente (valiéndose de análisis hermenéuticos, lógicos,
semánticos, etc.) para encontrar el significado único de un término o de una
proposición normativa. Aunado a esta Superstición, está también la creencia de
que la interpretación, y con ello la aplicación del derecho, es previsible y
certera. A esta creencia se le denomina, por Frank, el “Mito Básico del
Derecho”.

c) La corriente en la cual se conjugan la Superstición del Único Significado


Verdadero y el Mito Básico del Derecho se llama normativismo jurídico.36 El
normativismo es la concepción tradicional del derecho. Para este enfoque, la
ciencia jurídica se reduce simplemente a interpretar las normas como entidades
abstractas que se encuentran a priori pre-establecidas (esencialismo). El
normativismo “cercena”, así, la realidad jurídica, pues prescinde en todo
momento de un análisis de los factores extra-normativos y de las
consecuencias que las normas tienen en la realidad jurídica. De allí que se
pueda hablar de una “racionalidad amputada” del derecho. Al respecto nos dice
el autor comentado: “El normativismo jurídico consiste en una doble reducción
del conocimiento, deformación que resulta esencial-mente amputadora para
aprehender los verdaderos alcances tanto de los discursos técnico-jurídicos
68
como así también de la práctica a que ellos dan lugar en la realidad. a) Los
normativistas reducen la conciencia de tales discursos al mero nivel semántico
de unos juegos lingüísticos profesionales...[y] b. Incluso en cuanto a esa
semántica misma, los normativistas ofrecen una visión simplista y que, más aún
es ficticia en buena medida...”37

d) Al normativismo Haba le opone el “realismo jurídico” como alter-nativa.38 Se


parte aquí de un análisis crítico-realista del lenguaje jurídico y del derecho en
general. Para esta concepción, el lenguaje del derecho es a menudo
indeterminado, la aplicación jurídica incierta y la interpretación relativamente
contingente. El principal instrumento de que se vale el realismo jurídico de
Haba, como teoría básica del derecho, es de una metodología de corte
negativo-heurístico,39 una semiótica desencantadora.40 El propósito de esta
metodología no es ofrecerle al jurista unas recetas –prefabricadas y certeras–
para aplicar la norma (cosa que resulta, en todo caso, imposible hacer), sino
más bien auxiliar al jurista para que se equivoque lo menos posible y piense lo
menos falaciosamente que pueda.

SEGUNDA PARTE: Crítica a las concepciones expuestas y planteamiento


del autor

Esta segunda parte del artículo se va a dividir en dos secciones principales.


La primera sección consiste en la crítica que haré a los enfoques arriba expuestos;
y, la segunda, es mi propio planteamiento sobre lo que considero la principal tarea
que cumple la metodología del derecho en el universo jurídico. Empecemos con
las consideraciones críticas.

69
1. Crítica a las concepciones expuestas

1.a ) Crítica a la concepción muy optimista

La concepción muy optimista de la metodología jurídica perdió, con el


desarrollo de las ciencias sociales, de la filosofía analítica y de la epistemología en
el siglo XX, gran parte de su atractivo original. De allí, que es difícil encontrar en la
actualidad a un teórico del derecho que defienda, al menos de manera expresa,
los antiguos postulados hermenéuticos y sistemáticos. Esto no significa, claro
está, que de una manera implícita (y hasta inconsciente) los presupuestos de
dicho paradigma no sigan teniendo vigencia, tal y como se refleja en los auto res
comentados o en la forma en que usualmente trabaja la dogmática jurídica. 41 Aquí
no se reconoce, al igual que no se reconocía antaño, el carácter convencional del
lenguaje, ni tampoco la diferencia entre cuestiones de hecho y cuestiones de
palabra, la distinción entre el es y el debe o la diferencia abismal entre lo que las
personas (juristas) dicen que hacen y lo que realmente hacen, etcétera.

La concepción misionera de la metodología (como también se le puede


llamar) es, en realidad, un enfoque escapista, pues al apartar la vista de las
contradicciones inherentes a todo sistema jurídico, oculta también la necesidad de
elección y con ello la responsabilidad inevitable del operador jurídico. Uno puede
hablar aquí, mediante una figura metafórica, de la función dogmático-curativa de la
metodología, en el sentido de que lo que allí se ofrecen son remedios legales
para, supuestamente, subsanar las patologías (arbitrariedades) de un
ordenamiento jurídico potencialmente pervertido. Se trata, ésta, de una
metodología de leyes y no de hombres (personas).42 Es decir, se superpone la
literalidad de la norma a la voluntad del operador, la sintaxis de la ley al arbitrio del
juez, la gramática a la historia singular del caso bajo examen.

70
Así, por ejemplo, en contra de las tesis de Pawlowski es posible esgrimir
dos contra-argumentos muy elementales (pero, al parecer olvidados por el propio
autor): en un primer plano básico es imperativo referir a la vaguedad semántica y a
la polisemia del criterio de la Richtigkeit (corrección) al que alude este autor como
pilar esencial de la metodología del derecho. Para poder clasificar un postulado
norma-tivo como correcto o incorrecto, justo o injusto, se necesita un marco
teórico-axiológico desde el cual sea posible extraer legítimamente esa conclusión.

El escogimiento de este marco referencial y su aplicación específica es un


asunto de compromisos políticos o sociales, y no tiene nada que ver con criterios
inmanentes de justicia o de corrección sistemática. La tesis prescriptivista de
Pawlowski debe, además de lo dicho, responder a la pregunta capital de cuáles
son los (meta-)criterios que pueden ser empleados, realmente, para decidir sobre
la corrección de un método, de una ley o de una determinada interpretación. Es
decir, Pawlowski omite señalar que siempre existe, para la solución de cualquier
caso, una pluralidad de alternativas disímiles y que frente a ello el operador tiene
que optar. La posibilidad de un criterio de corrección exige, como premisa implícita
o entimema, la posibilidad de una única respuesta (one right answer, en términos
de Dworkin), lo cual resulta altamente cuestionable.

Con respecto a las tesis generales de Dworkin han sido varios los autores
que muestran su escepticismo o incluso asombro por la trivialidad de sus
planteamientos. Así, por ejemplo, Klaus Röhl ha dicho: “Uno no puede dejar de
sorprenderse, una y otra vez, de cómo un autor alcanza la fama aunque ignore
soberanamente, o precisamente por eso, la inmensa discusión europea...”43 Por su
parte, Haba ha calificado la obra de Dworkin como un mero “bluff”, al indicar: “... se
trata principalmente de hacer ver cuatro cosas. a) Dworkin no agrega
prácticamente nada al corpus mismo de conocimientos que han ido conformando
la Teoría del Derecho, antes bien se queda muy por debajo de estos; en particular,
ignora casi todos los planteamientos fundamentales presentados en numerosos
71
estudios (incluso los de autores muy citados internacionalmente) con respecto a
las cuestiones epistemológicas esenciales implicadas en las cuestiones básicas
del método jurídico. b) Sus ideas están fundamentalmente centradas en torno a
una reiteración más del habitual Basic Legal Myth, “one right answer”; para ello
recurre a un típico ensueño racionalista (“constructive model”), montado sobre el
espejismo corriente de que las respuestas jurídicas se obtendrían de un sistema
perfectamente unitario proporcionado por el derecho nacional (“the principle of
unity in law”). c) Su argumentación propugna un realismo ingenuo (especialmente
bajo modos del naturalismo lingüístico), combinado con la fe en un “cielo”
normativista, como forma de conocer “en serio” el derecho. d) No se ve cómo la
celebridad internacional de que goza Dworkin pudiera ser consecuencia del
contenido mismo de sus escritos; semejante éxito obedece esencialmente, al me
nos fuera del mundo académico anglosajón, al efecto-Vicente (sumisión a la
moda)”. 44

Creo que con estas palabras es suficiente para despedir la concepción


misionera de la metodología jurídica.

1.b) Crítica a la concepción no tan optimista

En cuanto a la concepción prescriptiva o no tan optimista se refiere, el


primer aspecto que se le debe criticar es su carácter tendencialmente
reduccionista. La metodología del derecho resulta aquí limitada, básicamente, a su
dimensión técnico-racional (metateórica); es decir, al llamado contexto de validez
de los asertos jurídicos. Por lo tanto, el modelo propuesto hace de la gigantesca
complejidad político-social de la aplicación del derecho un procedimiento
particularmente simplificador, para cuyo tratamiento racional basta emplear
algunas técnicas (lógicas, retóricas o tópicas) adecuadamente formuladas y
sistematizadas.

72
En segundo lugar, hay que decir que los criterios que son propuestos por
los metodólogos que siguen el modelo de las reglas, permanecen, la mayoría de
las veces, inoperantes en la práctica judicial.45 Es decir, se trata, básicamente, de
modelos constructivistas (véase nada más y nada menos que las “tablas”
argumentativas de Alexy). En este sentido, son esos teóricos los que tienen la
carga de la prueba; es decir, son precisamente ellos los que deben demostrar que
sus contribuciones a la racionalidad jurídica no constituyen un puro juego
académico (i.e., una “forma de vida”), sino que tienen efectos en la vida real del
derecho.

Finalmente, y en cuanto a las teorías de la argumentación atañe, hay que


señalar lo siguiente: Es atinado poner el énfasis en el papel argumentativo de la
labor jurídica. También es correcto enfatizar el hecho de que en esa labor
argumentativa el pensamiento tópico, dialéctico o incluso retórico, juegan un papel
importante. En esto, autores como Perelman, Toulmin, Alexy o Atienza tienen su
razón. Sin embargo, la debilidad principal es que la teoría de la argumentación, al
con-centrarse en el plano metateórico, asume que los interlocutores jurídicos (es
decir, el “auditorio”) se comportará, en su praxis vital y profesional, según los
parámetros allí recogidos. Con otras palabras: para que los distintos elementos
(racionales o razonabilistas) de una teoría de la argumentación sean útiles se
requieren, al menos, tres condiciones mínimas: primera, que los interlocutores
(i.e., los operadores del derecho a quienes se dirige la teoría) conozcan, con algún
grado de de-talle, los elementos metodológicos propuestos por la teoría; segunda,
poseer una cierta sensibilidad cognitiva para dejarse convencer (ya no solo
persuadir) por los argumentos; y, tercera, implementar en la práctica de su
ejercicio profesional y vital esos argumentos.

En lo personal, tengo mis dudas de si en el mundo jurídico (específicamente


en la praxis burocrática del universo judicial) se cumplen esas tres condiciones;
aunque hay que reconocer que puede darse aisladamente alguna de ellas. Por
73
ejemplo, puede ser que un juez conozca con mucho detalle intelectual las
formalizaciones de Alexy, pero entonces cabría cuestionarse si estas
formalizaciones se utilizan en su labor profesional y, sobre todo, cómo es que se
utilizan (¿como legitimación de lo que se dice, como “adorno” de erudición o como
elemento real-mente decisivo?). En la última parte de este artículo trataré de
mostrar cómo, asumiendo que las tres condiciones estén dadas (es decir, que se
conozcan los argumentos, que se esté convencido de su bondad epistemológica y
que se esté dispuesto a emplearlos), no resulta posible, en muchos casos, una
actuación de conformidad con lo prescrito, pues suele suceder que lo que se
busca no es el “mejor” argumento –en el sentido técnico de su fuerza discursivo-
racional– sino aquel argumento que posea una mayor carga psicológica en quien
lo emplea y un mayor poder de persuasión (especialmente afectiva) sobre las
partes involucradas o sobre ciertos sectores sociales.

En definitiva: las fórmulas, cánones, técnicas o argumentos de la


concepción prescriptivista solo surten efecto si uno, a priori, cree en ellas y está
dispuesto a aplicarlas en algún grado. Tal y como muy atinadamente indicó Heck
ya hace varios lustros refiriéndose a otro tema: “El aprovechamiento trascendental
de las fórmulas [de la interpretación jurídica] es un medio mágico que sólo ayuda a
aquél que tiene fe en el encantamiento.”46 También Karl Dieter Opp expresó,
acertadamente, desde hace más de una treintena de años, esta misma idea: “Una
hipó-tesis, que debería ciertamente ser comprobada, es aquella según la cual la
metodología [jurídica] permite la justificación de sentencias puramente antojadizas.
Dicho con otras palabras: con ayuda de la metodología pueden ser precisados, en
forma arbitraria, cualesquiera conceptos jurídicos, de tal manera que también sea
posible realizar inferencias arbitrarias”. 47

74
1.c) Crítica a la concepción nada optimista

Finalmente, la principal objeción que se suele esgrimir contra las corrientes


escépticas o realistas del derecho (y que no necesariamente es compartida por el
autor de este artículo) es que ellas no separan nítidamente entre lo que es el
contexto de descubrimiento de los postula-dos jurídicos y su contexto de validez.
Según esta distinción, es secundario el hecho de que un juez, por ejemplo, adopte
una decisión basado en un prejuicio suyo. Es decir, que el trasfondo político,
religioso o ideo-lógico en general (el cual, en todo caso, es inevitable) no es lo
decisivo a la hora de dictar una sentencia. Lo realmente importante no es por qué
el juez resuelve de esa determinada manera, sino más bien cuáles argumentos
ofrece para respaldar su decisión. Con otras palabras, en la actividad jurídica no
se pretenden dar explicaciones (sean estas psicológicas, sociológicas,
antropológicas, morales, etc.) de nuestras conductas, sino ofrecer justificaciones.
Lo importante en estas justificaciones es que se ofrezcan los argumentos o
razones por los que se considera que una determinada hipótesis es más plausible
(o mejor) que otra.

Recientemente, la denominada teoría de la argumentación jurídica ha


enfatizado mucho esta distinción entre explicar y justificar. Así, por ejemplo,
Atienza ha dicho: “Es posible que, de hecho, las decisiones se tomen, al menos en
parte, como [los realistas] sostienen, es decir, que el proceso mental del juez vaya
de la conclusión a las premisas e incluso que la decisión sea, sobre todo, fruto de
prejuicios; pero ello no anula la necesidad de justificar la decisión, ni convierte
tampoco esta tarea en algo imposible.”48 En el próximo apartado esgrimiré lo que
considero la debilidad fundamental del realismo como metodología de la praxis
judicial.

75
En definitiva: Me parece que las corrientes metodológicas expuestas (en
especial las prescriptivas) pasan por alto, en mayor o menor grado, datos
empíricos fundamentales de la experiencia humana: desconocen, por ejemplo, lo
difícil que es dirigir la conducta particular a partir de raseros generales y
abstractos; violentan la psicología conductual al presuponer un individuo (el juez)
con comportamientos mecánicos y previsibles; desconocen la dinámica del
lenguaje al asumir que los conceptos jurídicos indeterminados pueden dar
contenido concreto a la acción y, en fin, ignoran la complejidad psicológica,
lingüística, política, ética e ideológica que significa redactar una sentencia. En
cuanto al realismo, tampoco me hago muchas ilusiones. A pesar de que
concuerdo, en su mayoría, con las observaciones que éste efectúa, no estoy de
acuerdo con las consecuencias que de allí extraen. Opino que el realismo en los
enfoques críticos de la metodología se queda corto en el análisis del discurso
jurídico, tal y como seguidamente demostraré.

2. Planteamiento del autor: El carácter mítico-simbólico de la metodología


del derecho

En lo personal estimo que la debilidad fundamental del realismo jurídico


reposa, al menos en cuanto a su eventual aplicación práctica, en su no-pertinencia
sociológica y psicológica. Esta es mi hipótesis de trabajo. Ahora bien, ¿qué quiero
decir exactamente con esto? Para explicar mejor esta idea me serviré de un
ejemplo metafórico. El realista en el mundo jurídico se asemeja, en una gran
medida, al actor de teatro de una tragicomedia. Imagínese usted, lector, qué
sucedería si, repentina y súbitamente, el actor principal en la trágica obra Romeo y
Julieta se detuviera, en esa escena fatal y aciaga donde Romeo está muriendo, a
confesarle al público que no tiene porqué sentirse triste o llorar, pues su muerte no
es una muerte real y su nombre verdadero no es Romeo sino Enrique P. Müller.

76
¿Qué sucedería?

¡Nuestro querido personaje pasaría a la historia teatral por lo irrisorio y


estrafalario de su conducta! Es evidente que lo que dice Enrique P. Müller es
definitivamente verdad: él no es el “Romeo” original de la tragedia de Shakespeare
y su muerte, por más dramática que parezca (¡si el actor es bueno!), tampoco es
real. Una declaración en ese sentido resulta, por tanto, verdadera, pero vacía –
trivial epistemológica-mente– desde el punto de vista de las expectativas del
auditorio y de la lógica histriónica; es decir, de los respectivos “juegos del
lenguaje” (Wittgenstein) que allí operan. Su contenido cognitivo es secundario,
pues le dice al público lo que éste ya sabe, pero que no quiere escuchar. La
declaración del actor violenta, pues, de una manera torpe, la “gramática” implícita
del lenguaje que se requiere para ser actor. Un actor que esté obsesionado con
decir, en cada capítulo de su actuación, “la verdad” sobre su papel no es, en
definitiva, un buen actor. Él es, a lo sumo, un mentecato (o un excéntrico) quien no
ha comprendido la “forma de vida” propia del juego teatral. Esto es, idénticamente,
lo que le sucede al realista en el plano jurídico. Él le dice a su público (la
comunidad jurídica) lo que este no puede aceptar sin socavar, simultánea-mente,
las bases de su propia organización histórico-cultural. Esta situación ya fue vista,
con toda claridad, por Arnold:

Los ataques mediante argumentos lógicos, si existe la necesidad


emocional para la existencia de una cierta institución, son del todo estériles.
Ellos no cambian en lo absoluto la institución, sino que únicamente confunden
las bases jurídicas o teológicas hasta que el ataque sea reflejado y pierda
totalmente su fuerza. El cambio social es, generalmente, el resultado de
modificaciones indirectas, de un cambio en el significado de los símbolos, sin
que nadie se dé cuenta de que dichas modificaciones o cambios están teniendo
lugar. De allí que éste se vea más bien obstaculizado que propiciado por los
ataques argumentativos directos y frontales... 49
77
Lo que el realista no comprende cabalmente, es que toda crítica del
derecho (en especial de la actividad judicial) está, por lo dicho, potencialmente
condenada al fracaso, en especial si ésta ataca las bases simbólicas mismas de la
estructura jurídica.50 Esta condena no se deriva, repetimos, de la debilidad
epistemológica de sus argumentos ni de la invalidez de sus razones. Todo lo
contrario: sus postulados son generalmente correctos, la coherencia lógica de sus
afirmaciones muchas veces impecable, la fundamentación indiscutible, pero la
pertinencia de sus fundamentos cuestionable. No sin razón suele suceder que las
gran-des obras del realismo jurídico de antaño (las de Frank, Holmes, Arnold o
Llewellyn), no hayan sido nunca respondidas de una forma convincente. La
política que aquí opera es la del silencio y la indiferencia, mientras que los debates
y discusiones continúan, en el “infierno” de los conceptos, como si tales obras no
existiesen o como si sus autores nunca hubiesen profesado palabra alguna sobre
el fenómeno jurídico:

El silencio es cortés y rentable la genuflexión.51

En fin: las razones para el fracaso de los argumentos realistas, para su


falta de pertinencia sociológica y psicológica, reposan, desde mi punto de vista, en
otro sitio, a saber: en la necesidad social inquebrantable y constante de la ilusión y
del auto-engaño en la cultura jurídica. Y el derecho es, indudablemente, una
fuente inagotable de ilusiones. La ver-dad fundamental de toda organización
social, jurídicamente organizada, fue expresada por Sebastian Brant hace más de
quinientos años en una forma insuperable: “El mundo quiere ser engañado”.

Es a partir de esta premisa (la del engaño) que se erigen los distintos
“universos simbólicos” (Berger/Luckman) y las construcciones ideológicas de las
comunidades humanas, las cuales demandan, es más, exigen, que el discurso de
esos universos aparente ser racional, ideal, justo. Cada comunidad social requiere
su dosis diaria de ficción, que es absolutamente incompatible con una
78
Jurisprudencia realista. El derecho está, por ende, al servicio de esta ficción o
mentira colectiva que no puede ser atacada eficazmente mediante la “verdad”.
Pocos autores han plasmado esta situación en una forma tan clara como el ya
citado Thurman Arnold:

Si los Tribunales –o al menos las personas que trabajan en ellos– no


creyeran categóricamente que la Justicia es impartida de acuerdo con los
dictados inexorables de una Ciencia Lógica Impersonal, entonces nuestra
maquinaria para la administración del derecho no existiría tal y como hoy la
conocemos. De igual forma que los individuos cultivan sueños e ilusiones, así
también lo hacen sus instituciones judiciales.52

Ahora bien, todo lo dicho hasta este punto no implica que en un plano
puramente intelectual, en un meta-nivel (contexto de validez) no sea posible lograr
unos grados relativamente altos de racionalidad en el análisis del discurso jurídico.
Es más, se puede conceder incluso que en el plano práctico (el de la vida judicial)
sea alcanzable una cierta cuota de realismo metodológico. Negar esta posibilidad
es incurrir en un absolutismo de corte maniqueo (todo o nada), según el cual las
cosas funcionan o no funcionan, las personas actúan realistamente o
fantasiosamente, los jueces son honestos o mentirosos, etc. La realidad nunca es
así. Allí se entremezclan, de manera muy caótica, diferentes planos de la realidad
y la ficción. Sin embargo, el punto medular que aquí he tratado de exponer es que
el realismo, como doctrina oficial de una metodología del derecho, no es posible
en un grado alto. Y ello por la simple razón de que, en no pocas ocasiones, las
personas quieren engañarse a sí mismas, pero también engañar a los otros. ¡La
mentira es psicológicamente gratificante y socialmente productiva! “Los seres
huma-nos son tan ingenuos y están siempre tan dispuestos a obedecer las
necesidades de su tiempo, que alguien que tenga la suficiente voluntad para
engañar, encontrará siempre a aquellos que desean ser engañados” nos decía
Maquiavello de manera certera.
79
Así, pues, concluyamos, que la metodología jurídica realista tiene como
propósito fundamental “cazar los mitos” (al decir de Norberto Elias) en el mundo
jurídico. Pero, entonces, hemos de reconocer que el principal de esos mitos,
contra el cual se debe luchar, consiste en creer que con dicha cacería se logrará
cambiar radicalmente el status epistemológico de la ciencia jurídica o de su
práctica vital. No hay metodología humanamente posible que transforme al
derecho (más concretamente la práctica del derecho) en una actividad
científicamente rigurosa. No hay Jurisprudencia que logre que todos los
hombres (¡esa raza de espermatozoides verbosos, al decir de Emil Ciorán!)
abandonen las mentiras paternales y las ilusiones que le dan sentido a su
existencia.53 El derecho permanecerá siendo, quiérase o no, el pájaro loco de
las ciencias (Rodell). Ello puesto que la carencia de rigor, es decir, el uso de la
retórica y de la superstición tienen allí (¡y en la civilización en general!) un papel
fundamental.54 Ellos hacen posible la convivencia social. De allí que no quepa
más, nos guste o no, que concluir con Charles Macklin y afirmar que: “El
derecho es una especie de ciencia de la charlatanería,”55 y lo seguirá siendo...

Es muy probable que estas conclusiones resulten, para un lector


desapasionado, bastante extremas y pesimistas. Sin embargo, creo poder brindar
la clave por la cual he llegado a estos resultados. Se trata de lo siguiente: si
observamos con detenimiento las corrientes metodológicas que se han expuesto
en la primera parte de este trabajo se notará que ellas proponen, con mayor o
menor detalle y optimismo, ciertas ideas o lineamientos para posibilitar un ejercicio
racional, o al menos razonable, del derecho. En el planteamiento de esas ideas,
las corrientes discutidas parten de una crítica (a veces radical) de algún aspecto
de la realidad jurídica que se considera viciado o insuficiente. Así tenemos, por
ejemplo, que algunos realistas desconfían enormemente de poder extraer
conclusiones particulares a partir de criterios normativos generales. En virtud del
carácter indeterminado del lenguaje jurídico (sobre el cual se construyen las
80
normas), resulta imposible que el contenido de una decisión esté fijado por el
contenido de la norma. Con otras palabras, las resoluciones judiciales (y jurídicas
en general) no se basan en lo que dice la ley, sino en otros factores (políticos,
ideológicos, religiosos) que afectan la “cabeza del juez”. A esta forma de realismo
se le ha llamado, en la tradición metodológica, escepticismo ante las reglas
(Rule-Skepticism)56.

Por otro lado, están aquellos que no desconfían de las normas, pues según
ellos es posible, con algún esfuerzo, precisar el contenido de esas normas y a
partir de allí argumentar por una u otra solución. Es cierto que el lenguaje
normativo es indeterminado (vago, polisémico, ambiguo), pero ese es un problema
que no tiene porque conducir a un nihilismo metodológico. Ahora bien, estos
teóricos que son optimistas frente al universo normativo, no necesariamente son
optimistas frente a otros aspectos de la realidad jurídica. Ello puesto que también
existe lo que se ha denominado escepticismo ante los hechos (Fact-Skepticism)57.

Ellos dicen que por mucho que pueda precisarse el contenido de las
normas, sea mediante argumentos semánticos, lógicos o puramente dogmáticos,
lo cierto del caso es que los hechos son, en alto grado, in-determinados o
inciertos. Sobre ellos no puede existir certeza, pues siempre son reconstruidos
sobre bases precarias y contingentes (testimonios, recuerdos, narraciones, etc.).

Nótese, y esto es fundamental en mi argumento, que las distintas corrientes


metodológicas (no importa si se trata de las “muy optimistas” o las “menos
optimistas”); es decir, no importa si se trata de la exégesis hermenéutica, de la
retórica, de la lógica jurídica, del formalismo o de las más modernas teorías de la
argumentación, tratan, por todos los medios a su alcance, de combatir a los Rule
Skeptics y a los Fact Skeptics. Si quisiéramos plantear una hipótesis de trabajo un
tanto extrema, podría decirse que toda la historia de la metodología jurídica se
reduce a una lucha constante y firme contra estas dos formas básicas de
81
escepticismo jurídico. La totalidad del arsenal metodológico y del instrumental
conceptual (desde los antiguos cánones de la interpretación de Savigny, pasando
por los topoi de Vieweg, por la lógica fundacional de Klug, por el tribunal de la
razón de Toulmin hasta las más modernas construcciones de Alexy, MacCormick,
Aarnio y Atienza, no son otra cosa que una forma de enfrentar los problema que
plantean el escepticismo ante las reglas y ante los hechos.

Yo de mi parte, puedo conceder que todos estos autores (con sus rigurosas
teorías) han hecho mucho para combatir al Rule-Skepticism y al Fact Skepticism.
Es más, me atrevería a decir que, si uno pudiera tomar en cuenta todos los
componentes que ha propuesto la metodología jurídica en el último siglo, tendría
buenos elementos para decir que ambas formas de escepticismo han sido
derrotadas. Sin embargo –y aquí viene lo fundamental de mi posición– el problema
central no radica en las normas ni en los hechos, sino en las personas. De nada
sirve ser escéptico frente a las normas o frente a los hechos, sino se tiene en
cuenta el elemento fundacional: a los seres humanos que trabajan sobre esas
normas y esos hechos. ¡Es frente a ellos que hay que ser escéptico! Por eso,
resulta conveniente acuñar una nueva forma de escepticismo que se llame
precisamente: People-Skepticism. Según este, toda construcción teorética
(independientemente de cuán rigurosa, lógica o verdadera sea) se encuentra
supeditada a las conductas humanas que le dan origen. La materia prima, la
sustancia, el elemento sine qua non de las construcciones científico-racionales es
la persona que está detrás de ellas. Son esas personas (con sus virtudes, pero
también con sus prejuicios, achaques y manías) las que determinan, en última
instancia, la implementación y la eficacia operativas de los logros teoréticos
alcanza-dos en cualquier etapa evolutiva del desarrollo científico-tecnológico.

82
El People-Skepticism atraviesa todas las formas y estadios de la
organización jurídica: desde el plano científico-doctrinal hasta el legislativo, el
judicial y el ejecutivo. En todos estos estadios habrá que considerar el factor
humano (i.e. a los científicos, a los diputados, a los jueces y a los funcionarios
públicos) como la variable realmente decisiva. Las normas podrán ser precisas,
los hechos confutables, mas sino hay una disposición anímica-personal para su
cumplimiento y aprehensión, entonces los logros alcanzados serán siempre
precarios e inseguros. De aquí se puede extraer una máxima metodológica de
acción: Mirar siempre a las prácticas sociales en sus intrincadas manifestaciones.
Tomar en cuenta lo que se dice, pero sobre todo lo que se hace. Observar las
ceremonias oficiales, pero también estar atento a lo que sucede en los
entretelones, en los pasillos escondidos, en las camarillas que se reúnen después
del trabajo para discutir cómo resolver un caso difícil. El People-Skepticism
presupone, entonces, aquello que Peter Berger de-nominaba la perspectiva
irrespetuosa de la sociedad.58 Una actitud de sana desconfianza, un estar
dispuesto a mirar por las cerraduras de las puertas en los tribunales de justicia, a
mirar por detrás –y si es del caso, por encima– del hombro de aquellas personas a
quienes compete la creación y la aplicación del ordenamiento jurídico.

En resumen: Los cultores de la metodología jurídica podrán continuar


realizando todas las precisiones conceptuales y los desarrollos epistemológicos
que quieran, pero siempre subsistirá el agente social encargado de su
implementación práctica. Y como la historia demuestra incluso con ejemplos
brutales que en la aventura humana entran toda clase de consideraciones en
juego (mitos y leyendas), entonces lo más conveniente será ser prudente y no dar
rienda suelta a la imaginación.

83
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD III.

1. ¿Cuáles son las concepciones actuales de metodología jurídica


internacional?

2. ¿Cuál es la principal tema de la metodología jurídica?

3. ¿Para Pawlowski cuáles son las categorías centrales en el derecho?

4. ¿Qué implica la hipótesis en la metodología?

5. ¿Qué significa la concepción optimista (o escéptica de la metodología


del derecho?

84
UNIDAD IV. Metodología de la Investigación Jurídica.

Lectura 1.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López,


Durán Rosalío, Técnicas de Investigación
Jurídica, 2ª ed., México, Oxford, 2004, pp. 27
– 29

 Tema: Investigación jurídica

Izquierdo Moreno, Ciriaco, Metodología del


Estudio, México, Trillas, 2002, pp. 148 – 149

 Tema: Investigación y método científico

4. http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesi
s_web/mppensum.html#UNIDAD II

 Tema: Los
tipos de investigación

Autoevaluación de la Unidad IV

85
LECTURA NÚMERO 1

INVESTIGACIÓN JURÍDICA.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 27 – 29.

En el capítulo anterior se establecieron las generalidades respecto del


conocimiento como tal, el conocimiento científico y las características que
distinguen a éste de otros. Asimismo, se asumió una posición en lo que concierne
a la relación cognoscitiva y se ubicó la investigación jurídica como una forma de
investigación científica. También se planteó una noción de método en general y
del método científico en particular.

El presente capítulo tiene como propósito introducir a la investigación


jurídica, así como examinar sus características y métodos específicos.

Para algunos juristas, oír ciencia jurídica produce un sentimiento de


desasosiego, cuando no de asombro o incertidumbre, y es que la ciencia jurídica
comparte con el resto de las ciencias sociales un menor nivel de certidumbre,
comparado en el elevado nivel logrado en las ciencias naturales.

Además, suele atribuírsele como exclusivo de estudio las normas jurídicas,


desprovistas de cualquier influencia externa, lo que también aleja a la ciencia
jurídica de las ciencias sociales, que tratan de encontrar de una u otra manera,
regularidades y constantes en la vida social de los seres humanos. De tal forma, la
ciencia jurídica queda doblemente relegada tanto por las ciencias naturales como
por las sociales, y se le deja en calidad de la hermana fea de las matemáticas, en
virtud de que, igual que ésta, trabaja con entes ideales, pero sus construcciones
no son exactas, sus métodos no se utilizan en otras disciplinas (a diferencia de las

86
matemáticas, es impensable suponer que alguna técnica del derecho se emplee
en la física, por ejemplo) ni tienen consecuencias en la vida social.

En esta sección consideraremos las principales características que se le


atribuyen a la ciencia jurídica, su ubicación y los estudios que se realizan en torno
del derecho.

Generalmente, se cataloga al derecho entre las ciencias normativas, a las


que Larroyo define como:

…las disciplinas cuyo objeto de estudio reside en describir y explicar


normas (…) algunos suponen que se trata de disciplinas que no tienen
exclusivamente propósitos teoréticos, sino que abrigan el designio de dar reglas
prácticas para la acción.

Larroyo ubica las ciencias normativas dentro de las ciencias eidéticas (o


formales), y su objetivo se limita a señalar la estructura de las normas que “tienen
un sentido universal” independiente “de las vivencias subjetivas que puedan
provocar en los hombres”.

Las principales ciencias normativas que identifica Larroyo son la ética y el


derecho positivo.

Al respecto, Francisco Paoli Bolio cita la clasificación de las ciencias


elaborada por Piaget, en la que el derecho se ubica en las ciencias jurídicas y
como parte de las ciencias humana (a la par de las ciencias nomotéticas del
hombre, las históricas y las filosóficas):

Las disciplinas jurídicas constituyen un mundo aparte, dominado por los


problemas de normas y no por los hechos o de explicación causal, de modo que
una ley en el sentido jurídico del término es un sistema de obligaciones
atribuciones, y no una relación funcional atinente a la categoría de verdad. Para

87
Piaget el derecho no constituye una ciencia en el sentido que se atribuye el
término al grupo de las ciencias nomotéticas, sino más bien un sistema lógico.

Larroyo y Paoli Bolio coinciden en la naturaleza del derecho como ciencia,


que no analiza hechos de la realidad para explicarla, sino que estudia las normas
legales establecidas en una sociedad:

Los juristas sólo están interesados en el análisis de los fenómenos sociales


como algo que los auxilia en la formación y en la aplicación de las normas legales
que deben regir a las comunidades humanas… están ocupados en formular leyes
y establecer las formas de su aplicación, para conducir ciertos aspectos de la
convivencia.

Resulta obvia la diferencia entre los dos sistemas normativos en los que
Piaget divide las ciencias humanas: la Ley entendida como una regularidad
observable en el hecho social y la ley en el sentido de una norma que rige la
conducta humana en una sociedad.

Pero, ¿el estudio de lo jurídico se reduce a las normas que regulan la


conducta humana sin que finalmente incidan en la realidad?

INVESTIGACIÓN Y MÉTODO CIENTÍFICO.

Izquierdo Moreno, Ciriaco, Metodología del Estudio, México, Trillas, 2002, pp. 148 – 149.

Si el estudio y la actividad creadora nos conducen a la investigación, y si


esta última nos conduce al conocimiento de la realidad mediante la aplicación de
procedimientos o de los métodos científicos, entonces es importante definir el
concepto que abarca a ambos:

88
1. El método científico como procedimiento que incluye el conocimiento y el
razonamiento.

2. La investigación como proceso formal y sistemático que aplica el método


científico.

Como lo hechos dicho, la investigación es una actividad sistemática que se


propone desarrollar un cuerpo de conocimientos organizados o de teorías válidas
que puedan ser aplicables a un campo del saber. La investigación se vale del
método científico para darle mayor objetividad, confiabilidad y validez al
procedimiento de identificación, observación, confiabilidad y validez al
procedimiento de identificación, observación y análisis de un problema.

La ciencia tiene un carácter explicativo-comprensivo: explica –y así ayuda a


comprender- problemas, es decir, hechos que al parecer son inexplicables y
problemáticos. Ya sabemos en qué consiste una explicación; de lo que ahora se
trata es de exponer el modo de proceder de la ciencia para llegar a descubrir la
explicación adecuada. Es decir, vamos a exponer el método (palabra de origen
griego que significa “camino”) de la ciencia como el procedimiento a seguir para
hallar la explicación de los fenómenos.

¿Hay un solo método científico?

El método hipotético-deductivo –con las variantes necesarias- es el método


que emplean casi todas las ciencias, incluso las llamadas “ciencias humanas”.

Sin embargo, existen otros métodos; así, por ejemplo, la lógica y la


matemática emplean el método deductivo.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de las teorías científicas, en la


medida en que pueden ser matematizadas, adoptan también la forma axiomática.

El método científico es el procedimiento mediante el cual se lleva a cabo la


investigación, y consiste en una manera de percibir o conocer la realidad, de tratar

89
de explicarla racionalmente y de comprobar su validez mediante la observación y
el análisis objetivo de los hechos.

Podemos apreciar que la relación existente entre investigación y método


científico radica en que ambos contribuyen a caracterizar la investigación
científica.

La investigación científica consiste, entonces, en la aplicación rigurosa y


planificada del método científico con miras a resolver los problemas del
conocimiento teórico y práctico.

EL siguiente esquema te ayudará a comprender mejor la relación entre


investigación y método científico.

Investigación Método Científico


 Proceso que implica la  Proceso internacional, lógico,
aplicación rigurosa, planificada sistemático y objetivo.
y completa del método  Pasos del método científico:
científico. - Observación.
 Etapas de la investigación: - Definición del problema.
- Selección del problema. - Formulación de hipótesis.
- Planificación de la - Prueba de hipótesis.
investigación. - Análisis e interpretación de los
- Ejecución. resultados.
- Procesamiento de datos. - Evaluación de los resultados.
- Evaluación de los resultados.
- Comunicación de los
resultados.

90
CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN.

La investigación es un proceso formal y sistemático, cuyo objetivo es


generar respuestas a determinadas interrogantes a través de la aplicación de los
conocimientos científicos.

1. Es un proceso sistemático, creativo, crítico y verificable.

2. Versa sobre un problema claramente definido.

3. Sigue un método o procedimiento basado en los principios lógicos.

4. Formula conclusiones claras y válidamente deducibles de los datos


obtenidos.

5. Coloca el acento en el descubrimiento de los principios generales y


procura hacer generalizaciones e inferencias sobre la totalidad.

6. Se consigna para su difusión en un informe, documento o estudio, donde


se indica la metodología utilizada, las referencias bibliográficas y los resultados
obtenidos (esto último con la mayor objetividad).

Tipos de investigación.

Las investigaciones se dividen en dos grandes tipos.

 Las experimentales.
 Las no experimentales.

Salvo las investigaciones de carácter descriptivo, tanto las primeras como las
segundas, tienen como objetivo, en términos generales, conocer el
comportamiento de la variable dependiente, llamada también de efecto, o de
salida, según la disciplina donde se adscribe la investigación sobre la variables

91
dependiente, causa o de salida. Sin embargo, se apuntan algunas diferencias con
consecuencias prácticas.

Las experimentales se caracterizan por dos aspectos:

1. La variable independiente o de entrada, puede ser manipulada por el


investigador.
2. La muestra estadística representativa que se utiliza es seleccionada al
azar.

Las segundas, las no experimentales:

 La variable independiente no puede ser manipulada.


 La población con la que se trabaja, puede o no ser seleccionada al azar.

Para ambos casos las investigaciones pueden ser:

 Seccionales.
 Longitudinales.

Las primeras se llevan a cabo durante un período de tiempo que no requiere


seguimiento, por ejemplo, hacer una investigación sobre la intención de voto por
un candidato en base a una muestra aleatoria. Las segundas, las longitudinales,
implican una vigilancia sobre la conducta de la variable dependiente a lo largo del
tiempo. Por ejemplo, cuando se investigan los efectos de un medicamento,
normalmente se le hace un seguimiento durante años a grupos experimentales
que están recibiendo dosis del mismo.

92
LOS TIPOS DE INVESTIGACIÓN.

http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/mppensum.html#UNIDAD II

Introducción.
TIPOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.

Existen varios tipos de investigación científica dependiendo del método y de los


fines que se persiguen. Así tenemos investigaciones:

DESCRIPTIVAS.

Como su nombre lo indica, persiguen ofrecer las características fisonómicas del


objeto de estudio, su morfología.

El término alude a la idea de delinear, figurar una cosa, representándola de tal


forma que aporte una idea cabal de la cosa.

De este tipo, son típicas las descripciones geográficas de un territorio. No se


excluye en este tipo de investigaciones, hacer inferencias que intenten explicar el
porque de algunos aspectos observados, pero la investigación no se dedica a
buscar esas pruebas.

Este tipo de investigación es válida para una tesis, cuando se estén aportando un
nuevos e interesantes conocimientos a igual que cualquier otro tipo.
Con las nuevas tecnologías, este tipo de tesis, como las geográficas, aunque
parecen de las menos complicadas, deben utilizarlas, por ejemplo, si es en
exteriores deberá hacerse aerofotografías e incluso emplear satélites.
Sin embargo, hay otro tipo de descripciones, de mundos más pequeños, como es
el caso de, espacios subterráneos y en la biología los órganos, las bacterias, virus
y en física lás molécula y los átomos sobre los cuales aplica perfectamente este
tipo de investigación. La morfología, es la parte de la biología descriptiva que
estudia la estructura externa de los órganos u organismos.
En lingüística corresponde al estudio de las parte de la oración en su aspecto
formal, su función gramatical y sus relación con el significado.

93
En psicología corresponde al estudio de correlaciones entre las caracterísitcas
corporales del individuo y unos determinados rasgos psíquicos.

EXPLORATORIAS.

Consisten en la búsqueda de objetos o datos que se suponen relacionados a


algún hecho.

Explorar significa, registrar, inquirir o averiguar con diligencia acerca de una cosa.
La exploración no es a tientas, siempre hay aspectos que orientan esa actividad.
La arqueología, paleontología, espeleología, astronomía, son algunas de las
ciencias que más hacen este tipo de investigación.

Las exploraciones tienen la caracterítica de proveer datos, que deben ser


clasificados, ordenados, analizados e interpretados.

La exploraciones en el campo de la medicina producen diagnóticos, que son


síntesis del estado de un organismo.

Apenas se producen hallazgos aparecen siempre las necesarias inferencias, así


es la naturaleza humana, no se siente cómoda y tal vez segura sino se imagina
"un porque" de las cosas que se exploran.

EXPERIMENTALES CONTROLADAS.
En este tipo de investigación, el investigador dispone de la posibilidad de examinar
el comportamiento de una variable cada vez que éste produce cambios
voluntarios en otra, que supuestamente se encuentra asociada a la primera.
Normalmente se manipula la variable independiente (la causa probable) y se
registran los cambios observados en la variable dependiente (los efectos). Este
tipo de investigación se puede catalogar como típicamente inductivas. Nos
permiten hacer correlaciones. Gráficos que relacionan las dos variables. Los
famosos experimento de Pavlov, que condujo a la creación del concepto en

94
medicina de "reflejos condicionados", es un ejemplo manido de este tipo de
investigación.

Estas investigaciones se hacen cuando se dispone de algunas hipótesis y se


desea corobar el valor de verdad de las mismas.

Un experimento es posible, cuando las condiciones de verificación de las hipótesis


se encuentra previamente especificadas.

Las investigaciones experimentales controladas, se utilizan, no solamente para


probar hipótesis, sino también para producir descubrimientos.

En este caso el expeimentador, no parte de una hipótesis, sino de algunas


suposiciones más o menos imprecisas, aunque si fundadas en algo lógico.

En este tipo de investigaciones, experimentales, debe estar presente lo que se


llama el experimento crucial (experimentum crucis), que es aquel que sirve para
decidir entre dos hipótesis contrarias. El experimento crucial nos permite averiguar
cual de las dos hipótesis es la verdadera.

Digamos que tenemos las hipótesis H1, que predice que "con tiempo igual de
lectura, se obtiene, igual información"; y otra, H2. que afirma que "en tiempo igual
de lectura, se obtiene diferente nivel de información".

El experimento crucial sería en este caso, uno que suministrara a un grupo de


personas y durante un mismo tiempo, una igual cantidad de información, y luego,
se compararan los resultados. De estos experimento se confirmará solamente una
hipótesis.
Estos experimento suelen utilizar métodos estadísticos para efectuar los análisis
de los datos recabados. Estas investigaciones deben controlar muy bien los

95
efectos pertubadores de variables intervinientes que pueden producir sesgos o
errores en los resultados.

La programación de un experimento debe incluir:

 Una descripción detallada de su finalidad y de la técnica aplicada, que a su


vez, se puede desglosar de la siguiente manera:
o Objetivo del experimento.
o Técnicas experimentales empleadas.
o Material experimental empleado
o Magnitud del experimento, que es el factor que determina la
sensibilidad del experimento. En otras palabras, el rango de
incertidumbre dentro del cual se presentan los resultados.
o Método empleado, asegurando que el proceso de medición no
produce efectos sobre la variable dependiente o de salida.
o Variables relacionadas, que tendrán la propiedad de ser medidas.
o Análisis de los resultados, empleando método estadísticos. Aquí hay
que hacer la advertencia que se requiere una comprensión muy
exacta del significado de la hipótesis de partida que ha dado lugar a
los experimentos. Recordemos que un buen análisis estadísitico no
mejora la calidad de los datos obtenidos, los cuales son
independientes de los métodos de análisis.
o Interpretación que serían las conclusiones transcendentales que se
pueden extraer de los resultados obtenidos.

CAUSALES.
Como su nombre lo indica, buscan encontrar las causas que expliquen el
comportamiento de un fenómeno. Se pueden diferenciar de las anteriores, por el
hecho del poco o ningún control sobre la variable independiente, y probablemente
sobre la dependiente. Es decir, que el investigador no puede manipular las causas

96
para producir efectos, simplemente se limita a buscar datos que le confirmen o le
refuten sus hipótesis.

Por ejemplo, "las causas de la deserción escolar. Aquí el investigador no controla


ninguna de las dos variables. Se limita a asociar datos con ambas variables y
analizar para ver si existe correlación entre ambas, pero no puede hacer
experimentos del tipo crucial que le permita diferenciar el valor de verdad de dos
hipótesis rivales.

Existen otros sub tipos de investigaciones, según el objeto de estudio, el lugar y


su finalidad. Por ejemplo una investigación sobre “Las causas de la repitencia
crónica en un instituto de educación superior del estado”, es una investigación de
campo aplicada, porque se efectúa en el terreno donde se produce el hecho, y
luego, sus resultados no son de carácter teórico, sino que se busca una
aplicación de los nuevos conocimientos adquiridos con la investigación de
acuerdo a los objetivos que se platearon al inicio de ésta.

97
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD IV.

1. ¿Qué es la investigación jurídica?

2. ¿Cuál es la diferencia entre la investigación y el método?

3. ¿Cuáles son las características de la investigación?

4. ¿Cuáles son los tipos de investigación?

5. ¿Clasifique las investigaciones científicas?

98
UNIDAD V. Las Técnicas de Investigación Jurídica.

Lectura 1.

Arellano García, Carlos, Métodos y Técnicas


de la Investigación Jurídica, 2ª ed., México,
Porrúa, 2001, pp. 75-80

 Tema: Técnicas

Hernández Estévez, Sandra Luz y López,


Durán Rosalío, Técnicas de Investigación
Jurídica, 2ª ed., México, Oxford, 2004, pp. 40

 Temas: - Investigación jurídica documental


- Investigación jurídica empírica

 Autoevaluación de la Unidad V

99
LECTURA NÚMERO 1

TÉCNICAS.

Arellano García, Carlos, Métodos y Técnicas de la Investigación Jurídica, 2ª ed., México, Porrúa,
2001, pp. 75 – 80.

Concepto de Técnica.

Antes de explorar diversas opiniones doctrinales que nos orienten acerca


de la importancia y significado de la técnica, estimamos convenientes analizar la
etimología y el significado gramatical del vocablo técnica.

Etimológicamente la palabra técnica procede remotamente del griego:


techniké, que es femenino del sustantivo technikós. Esta última expresión deriva
del vocablo thechné, que significa: arte o industria. En el idioma latín, la expresión
que nos ocupa deriva del término technícus.

En su significación gramatical, el sustantivo técnico, según el diccionario de


la Real Academia Española, significa: “conjunto de procedimientos y recursos de
que se sirve una ciencia o un arte. En una segunda acepción alude a la pericia o
habilidad para usar de esos procedimientos y recursos. Por tanto,
gramáticamente, la técnica presenta dos aspectos:

- Obviamente se requieren los procedimientos y recursos de los que se


servirá, según nuestra temática, la ciencia del Derecho.

- Subjetivamente se requiere a la persona idónea que haya adquirido o que


adquiera la pericia o habilidad necesarias para usar esos procedimientos y
recursos.

Según le Enciclopedia Salvat, el sustantivo técnica es el : “Conjunto de


procedimientos para el aprovechamiento industrial o científico de los elementos de

100
la Naturaleza (energía, materias primas) y sus derivados”. También es la pericia o
habilidad para usar dichos procedimientos.

Desde luego que, en la investigación jurídica, el aprovechamiento no será


industrial sino será científico y más que aprovechar los elementos de la
naturaleza, genéricamente considerados, se aprovecharán los elementos propios
de la naturaleza racional que es propia de los seres humanos.

La doctora Guillermina Baena nos proporciona un concepto accesible de técnicas:


“Técnicas son los pasos que ayudan al método a conseguir su propósito. Para
fines de este trabajo la subdividimos en: técnicas de investigación documental, o
sea, los instrumentos para el estudio de los documentos, y técnicas de
investigación de campo, es decir los instrumentos para observar e interrogar”.

Estamos de acuerdo en que la técnica está vinculada al método y también


en que coadyuva a la consecución de los objetivos del método. Únicamente
agregaríamos que el método es la directriz y la técnica permite la verificación de
los lineamientos que impone el método como guía.

En cuanto a las diversas clases de técnicas, nos reservamos hacer


referencia a diversas técnicas, en el tercer apartado del presente capítulo.

En opinión del Licenciado en Psicología y en Filosofía y Letras, Luís


González y González, en cuatro incisos define la técnica, como un proceso o
procedimiento complejo, que implica una serie de pasos y de medidas que el
investigador debe seguir hasta demostrar algo. Tal proceso debe ser metódico
porque la ciencia supone no solo una verdad aislada, sino un sistema de verdades
vinculadas entre sí. La finalidad de la técnica es conocer la naturaleza y sus leyes.
Las leyes ya existen aunque el hombre las ignora y cuando las descubre, el fruto
de sus investigaciones se denomina inventos o descubrimientos. La técnica al
servicio de la ciencia y la investigación tienden a ordenar la existencia humana y a
obtener el propio provecho.

101
Los elementos del concepto del maestro González y González, respecto de
técnica están acordes con la característica de la técnica en el sentido de que es un
proceso o procedimientos que entraña pasos y medidas que el investigador toma.
Por eso también convenimos en que es un proceso complejo. Igualmente
aceptamos que es un procesos metódico pues, el investigador no actúa
desordenadamente sino que se apega a la orientación que le da el método.

Estima Susana González Reyna que no es tarea fácil distinguir entre


métodos y técnicas, ya que ambos se relacionan entre sí y se complementan. No
obstante, precisa que los métodos son los procedimientos que se siguen para
llevar a cabo un estudio sistemático de los fenómenos. En cambio, las técnicas
son los recursos de los cuales dispone el investigador para recabar información.
Discrepamos un tanto del referido criterio pues, las técnicas también son los
procedimientos. La diferencia entre métodos y técnicas está en que los métodos
son orientadores, mientras que las técnicas son las realizaciones que se
conforman a esas brújulas orientadoras.

El investigador chileno Hermann Max, desde el título de su obra establece


diferente alcance de la metodología y la técnica. Muy acertadamente establece
que: “La técnica de la investigación es el necesario complemento de la
metodología, y lo es en doble sentido: tanto para la realización de la investigación
misma como también para la otra parte, no menos importante de este trabajo que
es la presentación de su resultado”. En efecto, establecer un método sin llegar a la
realización de los fines que el método se propone sería una investigación vacua.
La técnica permite llegar al destino deseado que es la utilidad de la investigación
pues, complementa al método y permite la obtención de resultados.

Más adelante Hermann Max anota magistralmente que el trabajo del


investigador depende del dominio que tenga de la técnica investigatoria. Estamos
de acuerdo en esta consideración con la única salvedad de que no es suficiente
con el dominio de la técnica pues, una gran porción de resultados estará en el

102
buen seguimiento del método, así como en el conocimiento científico, más la
participación innegable del talento del investigador. De estas consideraciones
derivamos que las metas científicas, los métodos científicos y las técnicas sólo
llevarán a feliz término cuando el investigador tenga los conocimientos y el talento
necesarios para realizar una deseable labor creadora.

También aceptamos que no todos los estudiantes de alguna disciplina,


como la Economía o el Derecho, lleva la intención de hacerse investigadores pero,
de mucho le servirá la disciplina que adquiera con el dominio de la técnica de la
investigación. Efectivamente, ya veremos que la investigación jurídica no se limita
solamente a preparar a alguien como docente en un curso universitario o a darle
los elementos necesarios para ser un investigador sino que, como lo veremos en
las diversas clases de técnicas, le permitirá realizar sus trabajos profesionales en
forma adecuada y no como fruto de la improvisación.

El maestro universitario e investigador del Instituto de Investigaciones


Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leoncio Lara Sáenz,
establece atinadamente que el conocimiento racional o crítico puede ser empírico-
técnico en cuanto al que de la experiencia se deslindan reglas de aplicación
genérica. Coincidimos en aceptar que los conocimientos científicos pueden llegar
a lo empírico y que la experiencia proporciona reglas de aplicación genérica. En
otros términos, es sumamente importante llevar la ciencia al mundo de la
experiencia, mediante la aplicación correspondiente que obedecerá a la técnica
que es la que da las reglas de aplicación necesarias.

Pertenece el Maestro Leoncio Lara al grupo de estudiosos que diferencian


el método de la técnica. Para él la técnica es: “…el conjunto de usos, reglas o
procedimientos de los que se sirve una ciencia o un arte para conformar su objeto.
Asimismo, la técnica implica la pericia o habilidad para usar, aplicar o ejecutar
dichos modos, reglas o procedimientos”. En este concepto encontramos los

103
elementos constitutivos de la técnica, mismos a los que nos hemos referido desde
el punto de vista de la significación gramatical de la técnica.

El investigador jurídico Leoncio Lara define, en particular, la técnica jurídica


y manifiesta que es: “…el conjunto de reglas lógicas y epistemológicas, en virtud
de las cuales, sobre un principio rector se identifican” y deslindan los principios de
Derecho o conceptos básicos que configurarán las categorías jurídicas, las
instituciones de Derecho y, en general los negocios jurídicos. No nos afiliamos a
este concepto más cercano a dicha pues, preferimos proponer más adelante un
concepto más cercano a la significación gramatical de técnica y a la definición de
Derecho Objetivo.

La maestra en Ciencias de la Educación María de los Ángeles Mendieta


Alatorre, dedica todo un capítulo a la técnica de la investigación. A través del
contenido de este capítulo tomamos noticia de que existen diferentes técnicas,
como se deriva de los incisos referentes a: bibliografía y su aplicación; las citas
bibliográficas; la redacción, las citas en otros idiomas, las transcripciones. En
efecto, la técnica en la investigación es plural pues su empleo se requiere en
diferentes fases del gran itinerario que ha de seguirse para obtener los frutos de
una investigación. Cada una de las fases de la investigación requerirá del
seguimiento de detalles prácticos que llevarán a la buena meta. Sin el apego a
cada una de las técnicas, respecto de cada una de las fases de la investigación, el
resultado tendrá que ser necesariamente frustrante.

La misma autora, en su obra denominada Métodos de Investigación y


Manual Académico, ocupa su Capítulo Tercero en el desarrollo de la Técnica de la
Investigación. En dicho capítulo, de manera más detallada señala magnificas
reflexiones que muestran los procedimientos y recursos de que pueden valerse los
investigadores en las diversas fases de la investigación como son: las fuentes de
información, el libro y sus partes, bibliotecas, hemerotecas y archivos, las fichas, el
documento y sus partes y sugerencias didácticas. Coincidimos en la perspectiva

104
que plantea, las técnicas investigatorias se desenvuelven en diversas etapas de la
investigación y si se emplean adecuadamente llevan a los resultados apetecibles.

El autor español Restituto Sierra Bravo precisa los aspectos fundamentales


que presentan las técnicas generales del trabajo de investigación científica y
señala:

- Son formas de actuación práctica y se concretan en reglas que especifican


y orientan la acción investigadora. Aceptamos que son formas de actuación
práctica pero, estamos en discrepancia con la opinión de que orientan la acción
investigadora pues esta misión es propia de los métodos y no de las técnicas.

- Son técnicas generales, no peculiares de una ciencia determinada sino


comunes a todas ellas. Aceptamos que las técnicas son generales pues,
permanece su generalidad en toda investigación y respecto a todo investigador
pero, juzgamos que hay detalles diferenciales en las técnicas cuando se pasa de
una rama de la ciencia a otra rama de la ciencia, máxime si la investigación se
desarrolla en las ciencias, por una parte, o en las humanidades por otra parte;

- Las técnicas son referidas al trabajo de investigación que se ha


emprendido y no a la investigación científica en toda su amplitud. Consideramos
que el investigador está preocupado, en los aspectos prácticos con el trabajo de
investigación que ha emprendido y aplica las técnicas que le son útiles para ese
trabajo y no es motivo de su atención particular todas las técnicas que puede
haber en la investigación científica.

Ha sido muy ilustrativo el cúmulo de pensamientos que nos han aportado


los autores consultados y los hemos tomado en cuenta para estar en aptitud de
emitir un doble concepto: El de técnicas de investigación y el de técnicas de
investigación jurídica.

- Entendemos por técnicas de investigación el conjunto de procedimientos,


recursos, pericias, instrumentos, herramientas, requisitos o reglas prácticas,

105
orientadas por la metodología que pueden llevarnos al descubrimiento de la
verdad científica deseada en el ámbito propuesta y dentro de los márgenes
propios del talento del investigador que actúa;

- Para saber lo que son las técnicas de investigación jurídica, recogemos la


definición anterior de técnicas de investigación en general y sólo las
circunscribimos a la obtención de la verdad científica jurídica que nos hemos
señalado como meta a alcanzar.

INVESTIGACIÓN JURÍDICA DOCUMENTAL.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 40.

Por lo común, cuando se habla de investigación jurídica el término se limita


a la documental, que de preferencia se aplica al área dogmática y utiliza los
métodos exegético, sistemático y sociológico. En esta área la acumulación de
datos provenientes de fuentes documentales es toral. La presente obra está
encaminada a proporcionar datos sobre la investigación documental.

INVESTIGACIÓN JURÍDICA EMPÍRICA.

Hernández Estévez, Sandra Luz y López, Durán Rosalío, Técnicas de Investigación Jurídica, 2ª
ed., México, Oxford, 2004, pp. 40 – 41.

Jorge Witker plantea las siguientes etapas de la investigación empírica:

1. Formulación del problema de investigación.

2. Orientación teórica del estudio.

3. Diseño de la investigación

4. Construcción de los instrumentos de medición.

5. Recolección de la información.

106
6. Procesamiento de los datos.

7. Análisis e interpretación de la información.

8. Conclusiones y sugerencias.

Witker hace una consideración especial, en el aspecto técnico


metodológico, respecto de la investigación jurídica empírica: ésta requiere el
concurso de especialistas en diversas áreas, por ejemplo, sociológicos,
psicológicos sociales, antropólogos y politópologos, lo que significa incluir al jurista
en un trabajo y en un equipo multidisciplinario.

Quizá la diferencia más importante, en el aspecto técnico, entre las


investigaciones empíricas y las dogmáticas reside en la recolección de la
información; en las dogmáticas es documental y en las empíricas suelen utilizarse
otras técnicas, a las que nos referiremos brevemente, en el entendido de que no
son motivo de esta obra.

107
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD V.

1. ¿Qué es la técnica?

2. ¿Qué es la técnica jurídica?

3. ¿Cuál es la diferencia entre método y técnica?

4. ¿Qué es la técnica de investigación documental?

5. ¿Qué es la técnica de investigación de campo?

108
UNIDAD VI. Principales Instrumentos de la Investigación
Jurídica.

Lectura 1.

Witker, Jorge, La Investigación Jurídica,


México D.F., Serie Jurídica, 1999, pp. 42 –
43

 Tema: el fichado de la información jurídica

http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesi
s_web/mppensum.html#UNIDAD II

Lectura 2.

 Tema: - Factores que delimitan una


investigación
- Revisión de literatura
- Conocimiento humano
- Verdad fáctica y científica

Autoevaluación de la unidad VI

109
LECTURA NÚMERO 1

EL FICHADO DE LA INFORMACIÓN JURÍDICA.

Witker, Jorge, La Investigación Jurídica, México, Serie Jurídica, 1999, pp. 42 – 43.

Los párrafos precedentes situaron al estudiante de derecho frente al


universo que almacenan las diversas fuentes del conocimiento jurídico. Es decir, la
información legislativa, la biblioteca y hemeroteca jurídicas y el Semanario Judicial
de la Federación.

Establecía esa relación entre el estudiante que elabora su tesis de grado y


los centros y lugares donde se concentra y almacenan la información jurídica,
pasaremos a describir el procedimiento y técnica que debemos utilizar para
extraer, procesar y retener aquella parcela de conocimientos jurídicos que nos
servirán para probar o descartar las hipótesis que hemos formulado en la fase
metodológica de la elaboración de la tesis de grado en derecho.

Es decir, ubicada la fuente documental (libro, revista, ley, decreto, fallo


jurisprudencial) en un catálogo de una Biblioteca Jurídica, corresponde ahora
“sacarla”, extraerla y conservarla para los fines que toda tesis se propone.
Lógicamente, esta tarea se hace al calor de una lectura profunda, seria y
sostenida a la cual nos referimos en páginas anteriores en esta monografía.

La relación o diálogo del estudiante con la fuente de información jurídica


debe necesariamente vaciarse en fichas. La ficha es una tarjeta de cartulina de
forma rectangular y de tamaño variable, que lleva el registro completo de todos los
datos principales y secundarios del libro, revista, ley o fallo jurisprudencial y que
sirve para extraer y conservar ideas o conceptos útiles y relevantes para un
trabajo científico.

Cuatro razones concurren a motivar el porqué de la ficha y la necesidad de


su empleo. Ellas son:

110
1. Razón psicológica. Se fundamenta en la memoria. La memoria como
actividad mental compleja tiene diversos grados de capacidad para recordar con
exactitud, fidelidad y prontitud. Pero su poder nunca llega a ser tan vasto y
específico, en los seres humanos normales, como para cumplir cabalmente con
las cuatro funciones que le asigna la psicología.

A saber:

a) Función de fijación (ideas, imágenes, fecha, definiciones, noticas,


conceptos, hechos, etcétera).

b) Función de conservación.

c) Función de reproducción.

d) Función de localización.

Se acierta al decir, que la tarea del estudio depende de estas


peculiaridades de la memoria. Porque no basta esforzarse en adquirir
conocimiento si no los conservamos después de haberlos fijado en nuestra mente,
y si no somos capaces de reproducirlos, localizándolos en el tiempo y en el
espacio.

El aprovechamiento del conjunto de estas funciones se hace posible con el


empleo de la ficha.

2. Razón cultural. Procede de la naturaleza del trabajo intelectual.

Esta clase de trabajo le exige al estudioso y al investigador la mayor


confiabilidad en su plan de búsqueda del material científico para formular una
hipótesis, defender o rechazar una tesis, discutir un dato, criticar una conclusión,
sustentar una comparación, motivar una sugerencia, actualizar un planteamiento,
y otras tantas situaciones culturales, antiguas y nuevas, que proceden de la
dialéctica de la historia y de la vida.

111
Sin el auxilio de la ficha no se logra esta confiabilidad, porque es por medio
de ella que se cumple con la exacta localización de las fuentes.

3. Razón técnica. Atiende a la sistematización del acopio del material


bibliográfico, que se concreta en tres operaciones:

a) Organización del fichaje general de los libros seleccionados para realizar


determinado trabajo.

b) Ordenación del fichaje del material extraído de aquellos libros para


desarrollar los argumentos que integran la unidad temática del trabajo.

c) Utilización de los dos fichajes para documentar la personalización del


contenido asimilado de las fuentes estudiadas o simplemente consultadas en
algunos de sus puntos.

El criterio técnico diferencial que se sigue en los diversos tipos de fichas,


satisface esta razón.

4. Razón pedagógica. Se refiere al hábito de trabajar con fichas. Si se


adquiere en el aprendizaje universitario, se transforma en hábito permanente
durante toda la labor de la vida profesional.

Las fichas se clasifican en aquellas que sirven para identificar la fuente


jurídica documental y otras que contienen los razonamientos y contenidos de los
libros, revistas, leyes, decretos o fallos jurisprudenciales que sirven de base al
desarrollo o cuerpo de la tesis.

Las fichas pueden ser: bibliográficas, hemerográficas, archivológicas,


audiográficas, videográficas e iconográficas.

Las segundas se denominan Fichas de trabajo, y a su vez pueden ser:


textuales, de resumen, de comentario, de síntesis y de análisis.

112
LECTURA NÚMERO 2

FACTORES QUE DELIMITAN UNA INVESTIGACIÓN:


http://www.unimar.edu.ve/gonzalezalexis/tesis_web/mppensum.html#UNIDAD II

El alcance de una investigación está determinado por muchos factores, entre los
cuales se incluyen:

 El área de conocimientos de interés del investigador.


 Los recursos, humanos, tecnológicos y económicos disponibles.
 El banco de conocimientos existentes para el momento.

Ejemplo de redacción de planteamiento y formulación


de un problema.

Es común afirmar que las personas que demuestran aptitudes


para un aprendizaje (aunque sólo sea para un tipo de
aprendizaje) en corto tiempo se les llame inteligentes, lo cual
nos conduce a que la aptitud, aunque sea en un contexto
reducido, se puede considerar equivalente a inteligencia. En
consecuencia, cuando medimos aptitud, estamos midiendo
inteligencia y viceversa. Lo anterior nos conduce a formularnos
una pregunta: ¿Cuando decimos que una persona tiene aptitudes
para tal o cual aprendizaje, estamos diciendo igualmente que esa
persona es inteligente?...
----------------------------------------------

Tomado de la tesis. Teoría del tiempo en el aprendizaje semántico. (Efectos


modificatorios de la variable exposición a la información semántica, sobre la
variable percepción significativa, en estudiantes con aptitudes desiguales), por
Alexis González M.

113
Revisión de la literatura.

El investigador, para armar sus explicaciones, prefiere escoger los términos


tomados de alguna teoría existente, con ellos "teje" su red de explicaciones, la
mayor de las veces en términos de causas y efectos asociados.

Como ya se dijo, para lo anterior debe dedicarse a revisar selectivamente la


literatura existente. Son las fuentes de información que nos proporcionan una
ubicación de nuestro problema de investigación con relación a lo que al respecto
se ha avanzado en términos de conocimiento, con cuales criterios, lagunas
existentes y cualquier otro asunto de importancia para que no repitamos errores, o
copiemos investigaciones ya hechas.

El conocimiento humano.

Caracterización.

El conocimiento humano es todo el saber que a través de la historia el


hombre ha logrado atrapar en su conciencia y plasmarlo en una acción (entablillar
una mano, construir un rascacielos, idear la Teoría de las especies) y comunicarlo
de diferentes maneras en la sociedad.

Dentro de este amplio concepto, se distingue por sus características que le


son propias, un sub tipo al que conocemos como conocimiento científico, diferente
al conocimiento humano en general, el cual fué primero obviamente. Se le llama
conocimiento vulgar, o conocimiento común y se caracteriza, sobre todo, por ser
formado por una combinación de curiosidad instintiva del hombre y la urgencia de
satisfacción de sus necesidades.

114
Discusiones sobre la validez del conocimiento humano.

Se sigue discutiendo mucho, cuán cierto y posible es lograr conocimientos.


Esta discusión surge cuando se relaciona el conocimiento con el concepto de
verdad fáctica, ya que toda impresión que el hombre puede tener del mundo, no
necesariamente se corresponde objetivamente con el referente empírico que le
dio motivo para sus ideas. Incluso, los mismos referentes se encuentran muchas
veces en discusión en cuanto a sus características, propiedades y límites. En los
últimos años, "todos los días" se han estado descubriendo nuevas partículas
elementales que componen la estructura del átomo, pero también, se suscitan
discusiónes al respecto dilucidando sus propiedades y, de acuerdo a ellas,
ubicarlas en el terreno de la materia o de la energía pura.

Discusiones de este tipo han dado origen a corrientes filosóficas que, de


acuerdo a la posición que mantienen al respecto, se les han llamado; dogmáticas,
escépticas, pragmáticas, subjetivistas, realistas, etc. Es conveniente decir que
muchas de estas discusiones se han quedado en el campo de la filosofía y la
ciencia moderna avanza hacia sus objetivos con cierta displicencia por estas
discusiones. Sin embargo, el tema es complejo y sería una superficialidad
inaceptable tratar de dilucidarlo en tan cortas líneas.

El conocimiento y la evolución social de la humanidad.

La humanidad evoluciona espiritual y materialmente, cuando su banco de


conocimientos se expande a través de las contribuciones de los nuevos
pensamientos confiables que le sirven para algún propósito éticamente
responsable. Sin embargo, es necesario reconocerlo, no es necesario que exista
115
tal propósito de aplicación inmediata y también en lo relativo a lo éticamente
responsable. A la humanidad le sobran pruebas en contrario en cuanto a este
ideal de principios morales, pero existe actualmente una fuerte presión para que
las investigaciones científicas no se salgan de su cauce ético y se cuide de
producir efectos negativos que después no está en capacidad de controlar.

Aplicación de los conocimientos.

Muchos conocimientos de amplísimas aplicaciones actuales, surgieron de lo


que solemos llamar investigación básica. Por ejemplo, el vasto campo de
aplicaciones que hoy le reconocemos al láser (astronomía, medicina,
electrodomésticos, etc.) tiene sus orígenes en especulaciones teóricas de Albert
Einstein por los años 40 del siglo XX, acerca de la "incidencia de un fotón en una
molécula y la modificación del nivel energético de ésta". Aunque lo anterior parecía
extremadamente alejado de toda aplicación práctica, Charles Hard Townes
(1953) encontró la manera de aplicar esta teoría, y construyó el primer dispositivo
de micro ondas llamado entonces como máser (maser: microwave amplification
by stimulated emission of radiation). Más tarde, Theodore Harold Maiman en
1960, se preguntó si se podría hacer lo mismo con cualquier longitud de ondas
incluida la luz visible, y creó un dispositivo al que llamó láser (laser: ligh
amplification by estimulated emission of radiation), lo demás es historia que todos
conocemos y vivimos en nuestras casas a través de los CDs y los hornos de micro
ondas. En síntesis, tanto los conocimientos teóricos obtenidos de investigaciones
científicas como los conocimientos prácticos obtenidos de igual forma son
altamente estimables dentro del campo de la ciencia.

116
Momentos en el conocimiento humano.

El ser humano, para quién concedemos la licencia de decir que es el único


que aprende a tal nivel que puede construir grandes teorías, se basa para ello, en
su gran cerebro capaz de realizar una infinita gama de acciones tanto mentales
como físicas, combinando ambas y obteniendo impresionantes resultados. Estas
capacidades se resumen en cuatro momentos claramente distinguible del proceso
cognitivo.

 La primera corresponde a la percepción basada en la observación objetiva


de la realidad que proporciona datos, característica y propiedades del
objeto.
 La segunda, la intuición, basada en una gama de facultades inferenciales
mentales y experiencias acumuladas, nos proporciona recursos alternativos
para decidir cursos de acciones que son posteriormente evaluados y
decididos. Se transforman en metodología.
 La tercera, igualmente reflexiva, corresponde al análisis, etapa en la cual el
sujeto descompone el todo en sus parte para posteriormente reconstruirlo
con un nuevo nivel de comprensión, utilizando para ello, herramientas de
conocimientos previamente adquiridos. Se prueban hipótesis. Normalmente
se recurre a la estadística.
 La cuarte es de síntesis, momento en el cual se resume la "esencia" del
fenómeno. Se concluye. Se comunican los resultados ya depurados. (El
informe).
 La quinta ejecución. Este momento tiene características que le son propia,
toda vez que su función consiste en transformar las consecuencias teóricas
en artilugios capaces de realizar funciones utilitarias. Ejemplo, las teorías

117
sobre la electricidad, han dado origen a un sin fin de productos, entre otros,
el teléfono.

Cuando se ponen en acción de manera ordenada y sistemática estos


complejos proceso cognitivos, a través de un plan de investigación que respeta los
cánones de la ciencia y del método científico, entonces, normalmente, se obtienen
nuevos, confiables y útiles conocimientos.

La verdad científica o fáctica.

Realmente el principal problema que reviste el tema del conocimiento es el


de asegurarnos una correcta representación o correspondencia de la realidad con
los juicios que de ella nos formamos. Obviamente esto no es sencillo, porque el
mundo exterior es independiente de las necesidades de conocimiento que el
hombre pueda tener. El mundo objetivo, se manifiesta en el tiempo a través de sus
propiedades manifiestas tales como peso, volumen, color, movimiento, etc. Que a
su vez encierran otras propiedades latentes, estructura, elementos, ralciones entre
sus partes, y el hombre le corresponde codificar esas señales en signos
inteligibles para la conciencia, tales como conceptos que conserven esa
correspondencia que se prueba en el momento de su decodificación. El problema
del mundo (si es que lo tiene), es el de existir, el del hombre el de conocerlo. Sin
embargo, después de un largo batallar, que pudiéramos estimarlo en unos 500
años, la ciencia ha ido ganando respetabilidad y confianza ganada a partir de la
comprobada capacidad de aciertos, tanto en sus descripciones, como en sus
análisis y predicciones. Estos aciertos son para la ciencia sus verdades fácticas,
materiales, es decir, una correcta concordancia entre las ideas, el discurso que las
propala y las pruebas que se requieren para aceptar sus conclusiones. Todas la
"verdades" de la ciencia constituyen el capital cognitivo de la humanidad.

118
La perfección absoluta no son palabras del lenguaje de la ciencia, sin embargo,
ella es siempre necesariamente perfectible en la misma medida que la materia a la
que dedica sus acciones es infinita. Por eso, la ciencia avanza con las épocas y
no concluye sus conocimientos de manera definitiva nunca. en consecuencia,
aceptamos que el conocimiento en el que confiamos, es también limitado pero
progresivo en término de dejar siempre abierto el camino de la perfectibilidad.
Por las razones anteriormente expuestas, podemos afirmar, que siempre se
dispondrá de un espacio abierto para realizar una investigación y divulgarla.

119
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD VI.

1. ¿Qué es el fichado de la información jurídica?

2. ¿Cuál es la diferencia entre la verdad fáctica y la científica?

3. ¿Cuáles son los factores que limitan a una investigación?

4. ¿Cómo se construye el conocimiento?

5. ¿Cuáles son las principales corrientes teóricas para la construcción


del conocimiento?

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