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La película Ágora y el documento describen la biblioteca de Alejandría como un gran almacén de conocimiento antiguo que resguardaba rollos de papiro con obras de ciencia, filosofía y más. La biblioteca sirvió como centro de debate intelectual hasta su destrucción en el 391 d.C. por cristianos fanáticos, una gran pérdida para la humanidad. El documento también discute el desarrollo temprano del libro y el papel clave de ciudades como Pérgamo y Roma en su evolución.
Descripción original:
Breve resumen de la historia de soportes documentales
La película Ágora y el documento describen la biblioteca de Alejandría como un gran almacén de conocimiento antiguo que resguardaba rollos de papiro con obras de ciencia, filosofía y más. La biblioteca sirvió como centro de debate intelectual hasta su destrucción en el 391 d.C. por cristianos fanáticos, una gran pérdida para la humanidad. El documento también discute el desarrollo temprano del libro y el papel clave de ciudades como Pérgamo y Roma en su evolución.
La película Ágora y el documento describen la biblioteca de Alejandría como un gran almacén de conocimiento antiguo que resguardaba rollos de papiro con obras de ciencia, filosofía y más. La biblioteca sirvió como centro de debate intelectual hasta su destrucción en el 391 d.C. por cristianos fanáticos, una gran pérdida para la humanidad. El documento también discute el desarrollo temprano del libro y el papel clave de ciudades como Pérgamo y Roma en su evolución.
Reporte película Ágora y de la obra la Historia de libro
La obra cinematográfica de “Ágora”, nos muestra una perspectiva de cómo pudo
haber estado edificada la grandiosa biblioteca de Alejandría, la cual resguardaba la mayor cantidad de libros de la historia de la humanidad en la antigüedad. Además, de mostrarnos el contexto histórico del siglo IV d. de C., en el cual se hace la representación histórica de la vida de la filósofa Hipatía, como una asidua mujer culta y celosa custodia de los libros del saber invaluables que se encontraban tras los muros de ese recinto que era la biblioteca de Alejandría. Mismo que, a la vez, servía de lugar para consultar, investigar o debatir con otros actores desde diferentes puntos de vista o percepciones, resultado de estos debates nuevas opiniones o comentarios sustentados con más preceptos argumentativos.
Durante el desenvolvimiento de la trama, se observa cómo se encontraban
colocados en los estantes o jarrones los rollos manuscritos muy probablemente de papiro, ya que fue el principal material escriptóreo de la época, “las hojas sueltas que se formaban de papiro se pegaban de izquierda a derecha en largas franjas; la producción del papiro parece desde tiempos muy tempranos haber sido realizada como una fabricación en serie…de las que se cortase el trozo necesario en cada caso” (Dahl, 199: 12-13). Tal organización podría ser el antecedente de la catalogación en nuestras bibliotecas de la actualidad, así como, los rollos manuscritos, los ancestros del libro, en la película no me percate que se mostraran algunas tablillas de arcilla. Que son sin duda, uno de los vestigios más antiguos de lo que hoy conocemos cómo libro.
En el majestuoso edificio que albergaba la biblioteca de Alejandría se realizaban
transcripciones de textos, rollos o libros, lo cual le permitía a este recinto cultural acrecentar sus acervos mediante intercambios o compras de otras bibliotecas como la de Pérgamo, ya que una de las finalidades que podemos suponer dada la gran cantidad de información que en ella se resguardaba, era que se quería tener en ese lugar todo el conocimiento humano descubierto hasta esos tiempos, trabajo que comenzó con las acciones de Ptolomeo, al querer lograr un gran predominio cultural en Alejandría. “La finalidad principal de la biblioteca de Alejandría era la recopilación de la totalidad de la literatura griega en las mejores copias posibles y su clasificación y comentario, objetivo para cuyo logro se tomaron toda clase de trabajos” (Dahl, 1991: 25). Se cree que en ella estaban las grandiosas obras literarias de ciencia, astronomía, filosofía, matemáticas, teología, etc. De ahí, el hecho que convergieran varias culturas y corrientes religiosas, judíos, paganos y cristianos, con el fin buscar sustentar o desvirtuar sus teorías en una gran fuente de conocimiento resguardado. Dicho recinto era un crisol de pensadores pluriculturales.
En el filme se representa la destrucción de este incomparable repositorio del
saber, bajo unos argumentos irracionales sin cuantificar las pérdidas que significaban las quemas de esos libros y el esfuerzo visionario de algunos gobernantes, que, en vez de destruir y aniquilar los pueblos conquistados, recogían y estudiaban sus culturas y conocimientos como tesoros de una civilización. Y por otro lado el fanatismo desmedido sin sustento racional llevada a cabo la aniquilación de todos esos esfuerzos. “La biblioteca de Alejandría fue destruida probablemente en el año 391 d. de C., cuando los cristianos bajo la guía del arzobispo Teófilo de Antioquía, destruyeron el templo de Serapis” (Dahl, 1991: 29). Estas acciones fueron respaldadas por el emperador romano quien también profesaba la fe cristiana.
Se piensa que un rival de la gran biblioteca de Alejandría era la biblioteca de
Pérgamo, y la cual no pudo alcanzar el esplendor de Alejandría, no obstante, a esta ciudad se le puede atribuir un referente importante, el pergamino otro material escriptóreo que ayudó en la formación del libro. “En la historia del libro, sin embargo, ha dejado una huella importante, si es cierta la atribución que suele hacérsele del auge del pergamino” (Dahl, 1991: 30). Este material comenzó a generalizarse sustituyendo en gran parte a los antiguos rollos, comenzando la formación de cuadernos y pergaminos durante el auge del Imperio de Roma. En película se puede apreciar con en la misma biblioteca de Alejandría había una marcada desigualdad social, comenzando por el acceso a la misma el cual era restringido a ciertos niveles económicos, y posturas políticas, tal vez los detonantes de su misma destrucción. Pero al establecer el imperio Romano su hegemonía en el mundo antiguo comienza un nuevo resplandor cultural y acceso a la lectura con la instauración de bibliotecas privadas, o particulares hasta las públicas, lo cual se les puede atribuir a los romanos en especial a Asinio Polión, fundador del primer recinto bibliográfico público en la Roma. Se pueden destacar de entre estos espacios culturales la biblioteca Palatina y la Octaviana, sin duda referentes de la importancia del resguardo de la cultura para su difusión. Además, podemos apreciar que después de la caída del imperio romano, la escritura latina se consolida, en la llamada escritura de libros; con la escritura Uncial. La que utiliza para la escritura de libros hasta el siglo VIII según se sabe.
Retomando el filme vemos que Hipatía por defender su postura de la cientificidad
sobre la fe, es considerada como una atea, que en ese entonces merecía la pena capital. Situación considerada en el libro sagrado del cristianismo las escrituras de Dios. El cual tenía un carácter de irrefutable para cualquier cristiano de la época.
Por otro lado, aunque no se menciona en el drama fílmico, no podemos dejar en
el olvido a China, con sus grandes aportaciones literarias y en el arte de la escritura desde el tercer milenio a. de C., sus antecedentes del libro son tal vez, las tablillas de madera, pero su mayor aportación en la confección de este instrumento de difusión cultural que hasta hoy día nos brinda la majestuosidad del saber, es la invención del papel, descubrimiento que fue atesorado por centurias por este pueblo.
En mi opinión el filme y la lectura, brindan un panorama de contrastes por un
lado destaca la tenacidad por el conocimiento, el descubrimiento y las respuestas a muchas interrogantes que se nos presentan en nuestro día a día. Y la otra cara en la intolerancia basada en el fanatismo ciego e incuestionable que muchos líderes de cualquier índole toman como brazo fuerte de ideología para tener subyugados a los pueblos y con ellos cometer a veces atrocidades que después se tienen que lamentar. “resulta sumamente fácil caer en la tentación de extraer conclusiones generalizadoras de un hecho individual, que posteriores descubrimientos pudieran contradecir” (Dahl, 1991: 11)