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Las narraciones en La muerte y la brújula

Materia: Teoría y análisis literario cátedra C

Alumno: Nahuel Laureano Repetto

DNI: 37675570

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Se realizará un análisis del cuento La muerte y la brújula de Jorge Luis Borges. El

análisis tiene como hipótesis que en el texto hay más de una narración, definida cada una

por quién la cuenta y por quién la recibe.

La narración dominante en el texto es la que hace el narrador para el lector. Ya en el primer

párrafo se presenta el argumento resumido pero encriptado. La condensación de la historia

y la calificación del caso, quizás una ligera advertencia, como "rigurosamente extraño" 1

solo es posible a través de un narrador que conoce la totalidad de los hechos. Este narrador

manipula la historia, le imprime un orden artificioso y tiene cierto orgullo de ese rol. A

veces se hace visible materialmente. Por ejemplo en el segundo párrafo hay una primera

persona del plural: "Nunca sabremos si el Hotel du Nord le agradó"2. No solo aparece el

narrador sino que reconoce al lector como el receptor de la historia. Quizás el mejor

ejemplo, la soldadura más relevante del artificio, sea aquella que pasa casi inadvertida: "Al

sur de la ciudad de mi cuento fluye un ciego riachuelo de aguas barrosas, infamado de

certidumbres y de basuras."3. Podría ser un acto de honestidad: el narrador, al afirmar la

autoría del cuento, se declara a sí mismo y declara la ficción.

Entonces, hay un narrador que elige un orden para contar. Este orden es del género policial:

hay un detective, hay crimen y hay un enigma a resolver. De hecho, se puede comparar el

accionar de Lönnrot con el de Auguste Dupin, el detective creado por Edgar Allan Poe. El

lector puede sentirse cómodo: la estructura policial es una forma conocida. El narrador

jugará con un modo de leer policiales automatizado. La narración, sin embargo, llevará la

forma a un lugar distinto.

2
La segunda narración del relato es la que un personaje (el criminal) hace para otro (el

detective). Scharlach, bajo la forma del engaño, manipula la investigación de Lönnrot

haciéndole creer que detrás de una serie de asesinatos hay una secta que busca el nombre

secreto de Dios.

Entonces, se trata de un cuento dentro de otro, secreto.

"El arte de narrar se funda en la lectura equivocada de los signos" 4 dice Ricardo Piglia en

una lectura sobre los cuentos de Borges. Este modo de narrar está expuesto en el cuento:

Lönnrot lee los signos que Scharlach secretamente disemina por la ciudad bajo su propia

intuición y cae en la trampa. Si el lector acompaña y aprueba el accionar y la inteligencia

fetichista de Lönnrot es porque está acostumbrado a otros detectives como Dupin y

Sherlock Holmes.

Al final, la estructura policial clásica se muestra invertida. El criminal termina ocupando el

lugar del detective. Esto se lee claro cuando el narrador le sede la voz a Scharlach para

desarrollar la ruta del engaño. Momento en el cual Lönnrot da con la resolución del enigma,

donde está comprometida su vida. Y el detective se transforma en la víctima. En la última

oración el fuego de un arma sacude su cuerpo.

Hay otras narraciones funcionando en el relato. Por ejemplo la que hacen los periódicos. Si

se piensa la serie policial clásica bajo el prisma de la teoría de Yuri Tinianov en Sobre la

evolución literaria5, se puede ver que los periódicos son un elemento que tienen función

sinónima: los crímenes se comercializan como noticias y los detectives se apoyan en ellas

para conocer el caso. Cuando hasta entonces los periódicos reclamaban el hallazgo de un

criminal, en La muerte y la brújula el criminal lee el diario para ver cómo actúa el

3
detective. Aquí la función sinónima se quiebra. Por las noticias Scharlach recibe la

información sobre los rumbos de la investigación de Lönnrot. De hecho, el mismo criminal

sale en los periódicos para denunciar la incompetencia del comisario a cargo, Treviranus.

La voz de Treviranus es otro ejemplo de narración: un narrador que lee de forma correcta

pero nadie escucha. Cuando encuentran el cuerpo del rabino él sugiere que lo mataron por

equivocación, ya que hospedado en la habitación vecina estaba el tetrarca de Galilea, dueño

de los zafiros más deseados. La hipótesis a Lönnrot le parece poco interesante. La búsqueda

de una respuesta más literaria da arranque a la investigación policial.

Siguiendo con la propuesta de Tinianov sobre las funciones sinónimas en las series

policiales, el papel de la institución policial es la de solo afirmar la existencia de una Ley

pero no actúan con eficacia. La policía en Los crímenes de la calle Morgue se muestra

mortificada por la resolución eficaz que hace Dupin. Luego, el Prefecto para el caso de La

carta robada le pide su ayuda. A partir de una constante en la incompetencia de la policía,

la función sinónima se automatiza y lo dicho por el comisario en La muerte y la brújula

pasa inadvertido. Al final del relato comprobamos que, como el anunció Treviranus, la

primer muerte fue un error y que la desaparición de Gryphius/Ginzberg/Ginsburg era un

simulacro.

Concluyendo, el narrador en La muerte y la brújula juega con una lectura de los policiales

automatizada. A partir de esa lectura, la narración muestra una inversión en los procesos: el

detective se vuelve víctima, el criminal ocupa el lugar del detective, los diarios están al

servicio del criminal y la policía tenía razón.

4
Bibliografía:
1.Borges, Jorge Luis, Cuentos Completos, Buenos Aires: Debolsillo, 2015,
p. 187.
2.Ibid, p.197.
3.Ibid. p. 194.
4. Piglia, Ricardo, Formas breves, Buenos Aires: Debolsillo, 2014, p.121.
5. Varios Autores, Teoría de la literatura de los formalistas rusos, México,
Siglo XXI, 1970.

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