Pero por más alejadxs que estemos, la fascinación se esconde en
formas desplazadas. Persiste en aquellxs que les gusta hacerse cargo de la
parrilla y cuidan celosamente el fuego. Persiste en quien mira fijo una vela, en quien sahuma la casa todos los días, en quien sigue tirando fuegos artificiales a pesar de las campañas. Incluso, se me ocurre un ejemplo extremo: tengo un amigo que no hace nada de lo anterior pero le encanta A veces L me dice que tiene ganas de hacer un fuego. No importa ver videos de bombas o explosiones nucleares. Ah, y eso sí, no conozco a para qué. Siente ganas de quemar. No es que sea un piromaniaco. Es algo nadie que desprecie un fogón. controlado.
Por distintos caminos vamos encontrando excusas para revivir eso
Juntar unas hojas, un par de ramitas, un tronco y ver las llamas. que sentimos por primera vez. Aun sin saber nada de las cosas que después tuvimos que aprender supimos que el fuego era hermoso. Hermoso por la Hasta que él no lo dijo por primera vez nunca lo había pensado llama y su coreo de infinitas formas. Hermoso por las chispas subiendo al así. Puso en palabras a un deseo que estaba en mí. 𝘎𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯 cielo, y su ruidito. Hermoso incluyendo el peligro. Por el humo y su 𝘧𝘶𝘦𝘨𝘰. Y ahí me fui acordando de un montón de cosas. Por ejemplo que le aroma. Por el calor y su claridad… Después le descubrimos cien robaba los fósforos a mi abuela para prenderlos sin motivo. propiedades y le dimos mil usos. De todos modos creo que 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨. Cada unx debe tener su propia primera forma de relacionarse con el fuego pero me arriesgo a decir que siempre hay fascinación. Después nos cuidan tanto que nos terminamos alejando de eso. Ojo, no digo que el fuego no sea peligroso. Digo que de a poco se va cayendo el encanto. De pequeniofuego a quien lea esta hoja
parrilla y cuidan celosamente el fuego. Persiste en quien mira fijo una vela, en quien sahuma la casa todos los días, en quien sigue tirando fuegos artificiales a pesar de las campañas. Incluso, se me ocurre un ejemplo extremo: tengo un amigo que no hace nada de lo anterior pero le encanta A veces L me dice que tiene ganas de hacer un fuego. No importa ver videos de bombas o explosiones nucleares. Ah, y eso sí, no conozco a para qué. Siente ganas de quemar. No es que sea un piromaniaco. Es algo nadie que desprecie un fogón. controlado. Por distintos caminos vamos encontrando excusas para revivir eso Juntar unas hojas, un par de ramitas, un tronco y ver las llamas. que sentimos por primera vez. Aun sin saber nada de las cosas que después tuvimos que aprender supimos que el fuego era hermoso. Hermoso por la llama y su coreo de infinitas formas. Hermoso por las chispas subiendo al Hasta que él no lo dijo por primera vez nunca lo había pensado cielo, y su ruidito. Hermoso incluyendo el peligro. Por el humo y su así. Puso en palabras a un deseo que estaba en mí. 𝘎𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯 aroma. Por el calor y su claridad… Después le descubrimos cien 𝘧𝘶𝘦𝘨𝘰. Y ahí me fui acordando de un montón de cosas. Por ejemplo que le propiedades y le dimos mil usos. De todos modos creo que 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ robaba los fósforos a mi abuela para prenderlos sin motivo. 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨.
Cada unx debe tener su propia primera forma de relacionarse con
el fuego pero me arriesgo a decir que siempre hay fascinación. Después nos cuidan tanto que nos terminamos alejando de eso. Ojo, no digo que el fuego no sea peligroso. Digo que de a poco se va cayendo el encanto. De pequeniofuego a quien lea esta hoja
Pero por más alejadxs que estemos, la fascinación se esconde en
formas desplazadas. Persiste en aquellxs que les gusta hacerse cargo de la parrilla y cuidan celosamente el fuego. Persiste en quien mira fijo una vela, en quien sahuma la casa todos los días, en quien sigue tirando fuegos artificiales a pesar de las campañas. Incluso, se me ocurre un ejemplo extremo: tengo un amigo que no hace nada de lo anterior pero le encanta A veces L me dice que tiene ganas de hacer un fuego. No importa ver videos de bombas o explosiones nucleares. Ah, y eso sí, no conozco a para qué. Siente ganas de quemar. No es que sea un piromaniaco. Es algo nadie que desprecie un fogón. controlado. Por distintos caminos vamos encontrando excusas para revivir eso Juntar unas hojas, un par de ramitas, un tronco y ver las llamas. que sentimos por primera vez. Aun sin saber nada de las cosas que después tuvimos que aprender supimos que el fuego era hermoso. Hermoso por la llama y su coreo de infinitas formas. Hermoso por las chispas subiendo al Hasta que él no lo dijo por primera vez nunca lo había pensado cielo, y su ruidito. Hermoso incluyendo el peligro. Por el humo y su así. Puso en palabras a un deseo que estaba en mí. 𝘎𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯 aroma. Por el calor y su claridad… Después le descubrimos cien 𝘧𝘶𝘦𝘨𝘰. Y ahí me fui acordando de un montón de cosas. Por ejemplo que le propiedades y le dimos mil usos. De todos modos creo que 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ robaba los fósforos a mi abuela para prenderlos sin motivo. 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨.
Cada unx debe tener su propia primera forma de relacionarse con
el fuego pero me arriesgo a decir que siempre hay fascinación. Después nos cuidan tanto que nos terminamos alejando de eso. Ojo, no digo que el fuego no sea peligroso. Digo que de a poco se va cayendo el encanto. De pequeniofuego a quien lea esta hoja
Pero por más alejadxs que estemos, la fascinación se esconde en
formas desplazadas. Persiste en aquellxs que les gusta hacerse cargo de la parrilla y cuidan celosamente el fuego. Persiste en quien mira fijo una vela, en quien sahuma la casa todos los días, en quien sigue tirando fuegos artificiales a pesar de las campañas. Incluso, se me ocurre un ejemplo extremo: tengo un amigo que no hace nada de lo anterior pero le encanta A veces L me dice que tiene ganas de hacer un fuego. No importa ver videos de bombas o explosiones nucleares. Ah, y eso sí, no conozco a para qué. Siente ganas de quemar. No es que sea un piromaniaco. Es algo nadie que desprecie un fogón. controlado. Por distintos caminos vamos encontrando excusas para revivir eso Juntar unas hojas, un par de ramitas, un tronco y ver las llamas. que sentimos por primera vez. Aun sin saber nada de las cosas que después tuvimos que aprender supimos que el fuego era hermoso. Hermoso por la llama y su coreo de infinitas formas. Hermoso por las chispas subiendo al Hasta que él no lo dijo por primera vez nunca lo había pensado cielo, y su ruidito. Hermoso incluyendo el peligro. Por el humo y su así. Puso en palabras a un deseo que estaba en mí. 𝘎𝘢𝘯𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯 aroma. Por el calor y su claridad… Después le descubrimos cien 𝘧𝘶𝘦𝘨𝘰. Y ahí me fui acordando de un montón de cosas. Por ejemplo que le propiedades y le dimos mil usos. De todos modos creo que 𝐬𝐮 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚́ robaba los fósforos a mi abuela para prenderlos sin motivo. 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨.
Cada unx debe tener su propia primera forma de relacionarse con
el fuego pero me arriesgo a decir que siempre hay fascinación. Después nos cuidan tanto que nos terminamos alejando de eso. Ojo, no digo que el fuego no sea peligroso. Digo que de a poco se va cayendo el encanto. De pequeniofuego a quien lea esta hoja