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POLITICA DE GESTION DEL RIESGO DE DESASTRE EN

LOS PAISES DEL NORTE DEL HEMISFERIO

Ps. OLGA JANETH CUFIÑO VALERO


C.C. 355528294

Ing. Civil. ASTRID DELGADO AMAYA


C.C 51.973.329

MD. DUMAR JAVIER FIGUEREDO SANABRIA


C.C. 80849579

Docente
Cr (RA) CARLOS ALBERTO LEON GUAVITA

MAESTRÍA EN GESTIÓN DEL RIESGO Y DESARROLLO


ESCUELA DE INGENIEROS MILITARES
INGENIERIA MILITAR EN DESATRES
ABRIL 21 DE 2017
INTRODUCCION

La gestión integral del riesgo es el conjunto de elementos, medidas y herramientas


dirigidas a la intervención de la amenaza o la vulnerabilidad, con el fin de disminuir
o mitigar los riesgos existentes (Cardona, 2001, 2005a). Este objetivo puede
lograrse cuando existe un compromiso no solo del Estado y de las
administraciones públicas, de fuerzas no gubernamentales y la sociedad.
 
Llevar a cabo una gestión integral del riesgo implica desarrollar unos componentes
o políticas públicas que vayan encaminadas a cumplir con lo que requiere dicho
proceso; teniendo en cuenta aspectos como: la representación del riesgo
mediante modelos, mapas, índices, etc. que puedan entender tanto la sociedad en
general como los tomadores de decisiones; la ejecución de medidas estructurales
y no estructurales de prevención y mitigación del riesgo; los procesos de
planificación del territorio; los mecanismos de preparación de la población e
instituciones para enfrentar posibles desastres; el manejo del riesgo desde una
visión financiera mediante el sistema de seguros u otros esquemas financieros.

Tales razones, se hacen importantes para conocer el funcionamiento de la


gestión del riesgo en otros países y el rol de las FFAA como apoyo, ante, durante
y después de un evento.
CANADA

POLITICA DE GESTION DE RIESGO EN CANADA

ESTRUCTURA DEL SISTEMA DE GESTIÓN DE EMERGENCIAS EN CANADÁ


Los gobiernos a nivel federal, provincial y territorial desempeñan funciones
complementarias en la gestión de emergencias y cada jurisdicción cuenta con una
legislación al respecto. Debido a que Canadá es un estado federal, la gestión de
emergencias en el país es una responsabilidad compartida que se basa en la
cooperación y la comunicación continua entre todos los niveles del gobierno. En el
marco constitucional canadiense, los gobiernos provinciales y territoriales, junto
con las autoridades locales, se encargan de la primera respuesta en el caso de la
gran mayoría de las emergencias, en especial de los desastres naturales. 

La mayoría de las emergencias y de los desastres naturales en Canadá se


gestionan localmente o en el ámbito provincial/territorial, y no requieren de una
participación federal directa en la fase de respuesta. Sin embargo, si una
emergencia amenaza con extralimitar los recursos de cualquier provincia o
territorio, el gobierno federal puede intervenir a solicitud de ese territorio o
provincia o tomar acciones de forma simultánea dentro de sus áreas de
jurisdicción, tal como aeronáutica, seguridad nuclear o telecomunicaciones.

Public Safety Canada (Seguridad Pública Canadá —PS) se creó en 2003 para
abordar de mejor forma y coordinar con el gobierno federal asuntos relativos a la
gestión de emergencias y de seguridad pública. Además del propio departamento,
en la cartera de Public Safety Canada se incluyen cinco agencias: la Real Policía
Montada Canadiense, el Servicio Canadiense de Inteligencia y Seguridad, el
Servicio Correccional de Canadá, la Junta Nacional de Libertad Condicional y la
Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá. También se incluyen tres entes
independientes para propósitos de revisión y evaluación.  Para obtener más
información sobre este departamento y su cartera actual,
visite: http://www.publicsafety.gc.ca/cnt/bt/index-en.aspx#prtfl

ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE LA GESTIÓN DE EMERGENCIAS


Canadá ha adoptado un enfoque de “todas las amenazas” para la gestión de
emergencias, el cual aborda las amenazas y los desastres naturales, tecnológicos
e inducidos por el ser humano. El sistema para la gestión de emergencias de
Canadá abarca las funciones integrales de prevención/ mitigación, preparación,
respuesta y recuperación.

Se ha elaborado el Plan Federal de Respuestas en Caso de Emergencias


(FERP, por sus siglas en inglés) con el fin de coordinar las respuestas federales
frente a una emergencia cuando sea necesario que el gobierno canadiense dé una
respuesta integral. Este plan ofrece un marco para la coordinación y la
cooperación interdepartamental e identifica la función del/de la Oficial de
Coordinación Federal (que supervisa la coordinación de los esfuerzos de
respuestas en el ámbito federal). Todos los Ministros federales son responsables
de elaborar, mantener y someter a prueba planes de gestión para abordar el
riesgo en sus áreas de competencia. En la mayoría de los casos, las agencias
federales gestionan emergencias con planes específicos con base en sus
autoridades y responsabilidades respectivas.

 El FERP incluye el Sistema Federal para la Gestión de Respuestas en


Caso de Emergencias, el cual es un sistema que se utiliza para facilitar una
respuesta integral del gobierno canadiense frente a las emergencias.
 El Sistema Nacional de Respuestas en Caso de  Emergencias es un
componente del sistema de gestión de respuestas de Canadá que han
desarrollado los gobiernos en el ámbito federal, provincial y territorial para ofrecer
una estrategia coordinada para las respuestas en caso de emergencias.

Tareas y objetivos de la gestión de emergencias: En el ámbito nacional, el


liderazgo y la coordinación de la gestión de emergencias es responsabilidad de
PS. Los objetivos estratégicos de este departamento son proteger a la población,
los bienes, la propiedad y el ambiente contra los efectos dañinos del riesgo, las
emergencias y los desastres. De forma conjunta con otras instituciones federales y
provinciales, PS busca aumentar el grado de seguridad y protección de todos los
canadienses al fortalecer la Resiliencia de las comunidades, incluidos los pueblos
indígenas, y lograr la coordinación de políticas y programas a lo largo de los cuatro
pilares de la gestión de emergencias: prevención/mitigación, preparación,
respuesta y recuperación.

En términos operativos, PS tiene nexos con las autoridades oficiales de


emergencia en el ámbito provincial y local. PS mantiene inventarios de recursos y
expertos en varios campos, coordina las respuestas federales en términos
generales y ofrece fondos de recuperación a las provincias y los territorios
mediante los Planes de Asistencia Financiera en Caso de Desastres
(DFAA).Los DFAA comparten los costos de las respuestas y los gastos de
recuperación de las provincias y los territorios que resultan afectados por
desastres naturales de gran magnitud. PS también trabaja con otros
departamentos federales para desarrollar, coordinar y mantener planes adecuados
para la gestión de emergencias.  Las actividades de preparación y los planes de
emergencia del gobierno federal hacen énfasis en las operaciones relacionadas
con lo siguiente:

 Mitigación del sufrimiento y salvación de vidas;


 Preservación de la paz, el orden y un gobierno adecuado;
 Análisis, alertas y comunicaciones en torno al riesgo;
 Responsabilidades dentro del ámbito federal;
 Desastres de gran magnitud;
 Asistencia a las provincias o territorios que no pueden o que tienen menos
capacidad para responder; y
 Emergencias de interés internacional o transfronterizo.

Entre los elementos principales de las labores de Public Safety Canada para la
gestión de emergencias se incluyen los siguientes:

El Centro de Operaciones del Gobierno (GOC, por sus siglas en inglés)


Establecido en 2004, el GOC se alberga en PS y ofrece un nivel estratégico de
coordinación y orientación en nombre del Gobierno de Canadá como respuesta a
un evento emergente o que esté ocurriendo y que repercute en el interés nacional.
El GOC funciona 24 horas al día, 7 días a la semana y guarda nexos con los
centros de operaciones de emergencias provinciales y territoriales, los centros de
operaciones de los departamentos y las agencias federales, las organizaciones no
gubernamentales nacionales e internacionales y los centros de operaciones y las
agencias de los principales gobiernos aliados. El GOC también respalda el
proceso de toma de decisiones de los funcionarios de mayor rango y coordina la
aplicación de esas decisiones entre las instituciones federales.

LA PLATAFORMA DE CANADÁ PARA LA REDUCCIÓN DEL RIESGO DE


DESASTRES (RRD)

La Plataforma de Canadá para la Reducción del Riesgo de Desastres se creó


en 2009 con el propósito de facilitar un debate nacional en torno a la RRD,
fortalecer el desarrollo de capacidades y aumentar la participación multisectorial a
todo nivel. Además, se han establecido diversos grupos de trabajo bajo la
Plataforma de Canadá, tales como el Grupo de Trabajo sobre Comunidades
Resilientes, El Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas Resilientes, El Grupo
de Trabajo sobre Alianzas con el Sector Privado y el Grupo de Trabajo sobre el
Sector de Voluntarios, a fin de abordar las actividades que se establezcan como
prioritarias.

El Programa Nacional para la Mitigación de Desastres: Canadá reconoce la


función esencial de la mitigación de desastres en la gestión de emergencias y en
la RRD. En 2015, PS lanzó un nuevo Programa Nacional para la Mitigación de
Desastres (NDMP, por sus siglas en inglés), el cual está aportando $200 millones
en un plazo de cinco años para centrarse principalmente en tareas de mitigación
de inundaciones, a fin de proteger mejor a los canadienses, sus hogares y
comunidades. El NDMP es un programa de costos compartidos con las provincias
y territorios, y representa un cambio hacia un enfoque sostenible y de
prevención/mitigación con base en el riesgo para la RRD en Canadá. 

Función de Canadá en el Marco de Sendai: Canadá ha sido un país signatario


de los acuerdos mundiales no vinculantes sobre la RRD desde sus inicios en
1995. El Marco de Sendai 2015-2030 se enmarca principalmente en la reducción
del riesgo en el ámbito local y nacional, pero también incluye un componente
mundial de colaboración, aprendizaje y apoyo técnico y financiero para los países
en desarrollo con respecto a sus acciones dirigidas a reducir el riesgo. La
aplicación local y nacional se sitúan dentro del ámbito de PS, mientras que la
aplicación mundial está dentro del alcance de Global Affairs Canada (Asuntos
Mundiales Canadá), y las acciones regionales son una responsabilidad
compartida. 

FUERZAS DE APOYO PARA CASOS DE DESASTRE


Las Fuerzas Armadas y la Asistencia Humanitaria Las FFAA se han convertido en
actores activos en la respuesta internacional a crisis y los gobiernos movilizan
cada vez más a estas instituciones rápidamente disponibles.

En casi todas las grandes emergencias se requiere algún grado de coordinación


civil-militar y el no establecer relaciones efectivas y apropiadas puede tener
consecuencias adversas.

La coordinación Civil-militar, desde una perspectiva de asistencia humanitaria,


debiera estar orientada a promover y proteger los principios humanitarios.

Las FFAA se han convertido en actores activos en la respuesta internacional a


crisis y los gobiernos movilizan cada vez más a estas instituciones rápidamente
disponibles.

En casi todas las grandes emergencias se requiere algún grado de coordinación


civil-militar y el no establecer relaciones efectivas y apropiadas puede tener
consecuencias adversas.

Asistencia humanitaria de las FFAA Asistencia humanitaria de las FFAA

Asistencia directa: distribución de ayuda y prestación de servicios.


Asistencia indirecta: transporte de suministros y de personal de socorro.
Infraestructura de soporte: incluye reparación de vías, manejo del espacio aéreo,
provisión de líneas vitales que facilita la asistencia, no necesariamente visibles ni
en directo beneficio de los afectados
ESTADOS UNIDOS

POLITICA DE GESTION DEL RIESGO EN ESTADOS UNIDOS

La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias o FEMA es la agencia del


Gobierno de los Estados Unidos que da respuesta a huracanes, terremotos,
inundaciones y otros desastres naturales.

El decreto ejecutivo de 1979 del Presidente Carter fusionó muchas de las


responsabilidades separadas relacionadas con los desastres en una nueva
Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA). Entre otras agencias,
FEMA absorbió las actividades de la Administración Federal de Seguros, la
Administración Nacional de Prevención y Control de Incendios, el Programa de
Preparación de la Comunidad del Servicio Meteorológico Nacional, la Agencia
Federal de Preparación de la Administración de Servicios Generales y la
Administración Federal de Asistencia en Desastres del HUD. Las
responsabilidades de defensa civil de la Agencia de Preparación de Defensa Civil
del Departamento de la Defensa también fueron transferidas a la nueva agencia.
John Macy fue designado primer director de FEMA. Macy hizo énfasis en las
semejanzas entre la preparación para riesgos naturales y las actividades de
defensa civil. FEMA empezó a elaborar un Sistema Integrado de Manejo de
Emergencias con un enfoque en todos los riesgos, que incluía "sistemas de
dirección, control y advertencia que son comunes en la gama completa de
emergencias, desde eventos aislados hasta la máxima emergencia: la guerra".

En 2001, el Presidente George W. Bush nombró a Joe M. Allbaugh como director


de FEMA. En pocos meses, los atentados del 11 de septiembre de 2001 obligaron
a la agencia a centrarse en los problemas de preparación y seguridad nacional, y
pusieron a prueba a la agencia de maneras sin precedentes. La agencia coordinó
sus actividades con la recién formada Oficina de Seguridad Nacional, y la Oficina
de Preparación Nacional de FEMA recibió la responsabilidad de contribuir a
garantizar que los primeros funcionarios de la nación encargados de responder
fueran capacitados y equipados para enfrentarse a armas de destrucción masiva.

En enero de 2003, el Presidente Bush creó el Departamento de Seguridad


Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) nombrando a Tom Ridge como su primer
Secretario. La creación de DHS es la transformación más significativa del gobierno
federal desde 1947, cuando Harry Truman unió las ramas de las fuerzas armadas
bajo el Departamento de Defensa para coordinar mejor la defensa de la nación
contra las amenazas militares.

Hoy en día, FEMA continúa su misión de guiar a los Estados Unidos para
prepararse, prevenir, responder y recuperarse de desastres con la visión de "Una
Nación Preparada" como parte del Departamento de Seguridad Nacional.

El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (en inglés: United


States Department of Homeland Security), abreviado como DHS y comúnmente
llamado Seguridad Nacional (Homeland Security), es un ministerio del Gobierno
de los Estados Unidos con la responsabilidad de proteger el territorio
estadounidense de ataques terroristas y responder a desastres naturales. El
departamento se creó a partir de 24 agencias federales ya existentes en respuesta
a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

FUERZAS DE APOYO PARA CASOS DE DESASTRE

El Departamento de Defensa se encarga de acciones militares, el Departamento


de Seguridad Nacional trabaja en la esfera civil para proteger los Estados Unidos
dentro y fuera de sus fronteras. Su objetivo es prepararse, prevenir y responder a
emergencias nacionales, en especial el terrorismo

Las agencias que conforman el DHS (Departamento de Seguridad Nacional de los


Estados Unidos) son:

Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos


 Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos
 Agencia Federal para el Manejo de Emergencias
 Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos
 Administración de Seguridad en el Transporte
 Guardia Costera de Estados Unidos
 DHS National Protection and Programs Directorate
 Servicio Secreto de los Estados Unidos

La Guardia Costera de los Estados Unidos (en inglés: United States Coast Guard)
forma la rama más pequeña de las cinco que forman las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos. Está orientada a la protección de los puertos, las fronteras
marítimas, aguas interiores y el mar territorial.
En este sentido, la Guardia Costera es responsable de evitar la inmigración ilegal
y el tráfico de armas. También debe garantizar la seguridad de la navegación y de
las actividades náuticas (pesca, turismo, explotación petrolera), participar en
acciones de búsqueda y rescate. Asimismo debe velar por los recursos naturales
marítimos (combate contra la pesca ilegal, la contaminación marina, etc.).
Mantiene servicios científicos de apoyo (investigación y divulgación hidrográfica,
polar y climatológica).

Los Guardacostas dependen del Departamento de Seguridad Nacional en tiempos


de paz, aunque en tiempos de guerra pueden ser transferidos al Departamento de
Defensa por orden del Presidente. Fundada por Alexander Hamilton como el
Servicio de Guardacostas el 4 de agosto de 1790, siendo la institución marítima
más antigua de Estados Unidos.

Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos (en inglés, United States Armed
Forces) están formadas por:
 Armada
 Cuerpo de Marines
 Guardia Costera
 Fuerza Aérea
 Ejército

Todas las fuerzas forman parte de los servicios uniformados de los Estados
Unidos y están bajo control civil del Presidente de los Estados Unidos, que ejerce
de Comandante en Jefe.

Todos los servicios exceptuando a los Guardacostas, que están bajo la


supervisión del Departamento de Seguridad Nacional, dependen del
Departamento de Defensa, que es dirigido por el Secretario de Defensa que
también debe ser un civil.
La guardia costera está dirigida por el Departamento de Seguridad Nacional en
tiempo de paz, pero el mando puede ser transferido al Departamento de Defensa
en tiempos de guerra, específicamente, bajo supervisión del Departamento de la
Armada, y actuando, en caso de necesidad, como fuerza auxiliar de la Armada.

La Guardia Costera de los Estados Unidos mantiene así ambas funciones como
fuerza militar y de mantenimiento del orden. El artículo 14 del Código de los
Estados Unidos, en su sección 1, establece «La Guardia Costera, tal y como fue
establecida el 28 de enero de 1915, debe ser un servicio militar y una rama de las
fuerzas armadas de los Estados Unidos en todo momento.» Unidades de la
Guardia Costera, o barcos del servicio anterior a ésta, han servido en operaciones
de combate desde 1790, incluyendo la ocupación de Irak.

El Secretario de Defensa forma parte del Gabinete del Presidente de los Estados
Unidos quien es el Comandante en Jefe. Pero, el Presidente nunca puede declarar
la guerra, ese poder es del Congreso.

La Guardia Nacional tiene un estatus especial, porque en tiempos de paz y en


circunstancias normales es una Milicia Estatal; es decir, cada Estado tiene su
propia Guardia Nacional y el Gobernador es el Comandante en Jefe de la Guardia
Nacional de su Estado respectivo.

Además, la Guardia Nacional está bajo el control de un Departamento del


Gabinete del Gobernador y no del Departamento de Defensa; aunque este último
tiene facultades de supervisión.

Sin embargo, en casos de emergencia grave o en tiempos de guerra, el


Presidente puede decretar la movilización de toda o una parte de la Guardia
Nacional que pasa entonces a formar parte del Ejército o de la Fuerza Aérea de
manera temporal; y hasta que la movilización no termina y las unidades no
regresan al control del Estado respectivo, las mismas están bajo el mando del
Presidente como Comandante en Jefe y del Departamento de Defensa.

El Ejército de los Estados Unidos2 (en inglés United States Army, abreviado U. S.
Army) es la mayor de las ramas de las Fuerzas armadas de los Estados Unidos.
Su principal responsabilidad son las operaciones militares terrestres.

Misión: El ejército de los Estados Unidos actúa como la rama militar terrestre, con
el propósito de:

 Preservar la paz, la seguridad y la defensa de los Estados Unidos, sus


posesiones y sus áreas ocupadas.
 Apoyar las políticas nacionales
 Realización de objetivos nacionales
 Superar cualquier nación responsable de actos agresivos que ponen en
peligro la paz y seguridad de los Estados Unidos

RAMAS DEL EJÉRCITO

Ramas básicas
Arma de Infantería
Cuerpo de Ayudante General
Cuerpo de Ingenieros
Cuerpo de Finanzas
Cuerpo de Quatremaestre
Cuerpo de Artillería Terrestre
Arma de Caballería Blindada
Cuerpo de Ordenanzas
Cuerpo de Señales
Cuerpo Químico
Cuerpo de Policía Militar
Cuerpo de Transporte
Cuerpo de Inteligencia Militar
Arma de Comunicaciones
Arma de Artillería Anti-Aérea
Arma de Aviación del Ejército
Arma de Fuerzas Especiales
Arma de Servicios Civiles
Arma de Operaciones Psicológicas
Arma Logística
Cuerpo de Adquisiciones

Ramas especiales
Departamento Médico del Ejército
Cuerpo Veterinario
Cuerpo Médico
Cuerpo Servicio Médico
Cuerpo Médico Especialista del Ejército
Cuerpo Dental
Cuerpo de Capellanes
Cuerpo General de Jueces y Abogados

Otras ramas
Programa de Bandas Militares del Ejército
Programa de Artes del Ejército
Centro del Historia Militar

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE, por sus
siglas en inglés), es un colaborador federal del FEMA.
.

MEXICO

POLITICA DE GESTION DEL RIESGO EN MEXICO

La manifestación de ciertos fenómenos naturales puede llegar a ocasionar


desastres en zonas consideradas como de alto riesgo. Las características
naturales y socioeconómicas de estas zonas son muy variables y complejas, ya
que para que ocurra un desastre de origen natural se deben conjuntar ciertas
condiciones, como servicios públicos, materiales de las viviendas, infraestructura
urbana, grado de marginación, condiciones económicas, densidad de población,
etc. De esta forma, la manifestación de un desastre de origen natural varía de
acuerdo con las características del espacio geográfico y las condiciones
socioeconómicas en el momento de la ocurrencia del fenómeno.

Es relativamente fácil definir un desastre de origen natural si partimos de los


efectos que puede provocar en la sociedad y su dinámica. Sin embargo, la propia
definición engloba una complejidad que a veces es motivo de discusiones entre
los círculos académicos y gubernamentales. Un desastre es comúnmente definido
como un evento que ocasiona un gran impacto en la sociedad.
De esta forma, para los fines del presente trabajo, se considera la definición de
desastre en el marco de la Ley General de Protección Civil mexicana, la cual
define:
El estado en que la población de una o más entidades federativas sufre severos
daños por el impacto de una calamidad devastadora, sea de origen natural o
antropogénico, enfrentando la pérdida de sus miembros, infraestructura o entorno,
de tal manera que la estructura social se desajusta y se impide el cumplimiento de
las actividades esenciales de la sociedad, afectando el funcionamiento de los
sistemas de subsistencia.

La propia legislación mexicana en la materia caracteriza al desastre como


“productor” de situaciones de emergencia que pone en riesgo la vida humana y la
actividad normal de las personas. El estado de desastre de una sociedad implica
el desajuste de toda o de gran parte de la estructura organizacional que constituye
a una comunidad en particular en un tiempo determinado.

Por otro lado, existen tres formas de examinar los desastres y sus efectos. Una
corriente de análisis considera los aspectos físicos sobre las causas e impacto de
los fenómenos naturales que pueden llegar a ocasionar los desastres.

Una segunda corriente aborda el problema en cuanto a salvar vidas humanas e


implementar medidas de mitigación para evitar sus efectos, poniendo especial
énfasis en la organización social y participación comunitaria.

Un tercer enfoque en este tipo de estudios es el que concibe a la manifestación de


desastres de origen natural como producto de la conjunción de ciertas condiciones
socioeconómicas de una comunidad, tales como el déficit de infraestructura
urbana, grados de marginación, ingresos bajos, densidad poblacional,
marginación, etc., las cuales aumentan la vulnerabilidad de la sociedad para
enfrentar los desastres.
La respuesta ante un desastre puede ser analizada desde una gran variedad de
puntos de vista, pero el común denominador es examinar los procesos sociales,
económicos, ambientales y culturales que se dieron una vez que se presentaron
los daños. En este trabajo se analiza cómo un instrumento fiscal, el Fondo
Nacional de Desastres Naturales (FONDEN), se ha aplicado como respuesta del
gobierno federal para solucionar los problemas que enfrenta la población afectada
por un desastre de origen natural y para que una comunidad o región pueda volver
a la normalidad en el menor tiempo posible.

México es escenario de un gran número de fenómenos naturales, entre los que


destacan los de tipo meteorológico y geológico. La intensidad con la que ocurren
estos fenómenos puede ocasionar desastres cuyos efectos representan un peligro
para la vida humana, la actividad productiva de las regiones y se convierten en
una prueba para la organización social y los instrumentos gubernamentales en
materia de protección contra desastres de origen natural.

Por otra parte, el contacto de varias placas tectónicas, entre las que destacan la
placa de Norteamérica, del Pacífico y la de Cocos, hace que México pertenezca a
una de las zonas más sísmicas del mundo. Esto provoca que se registren sismos
de magnitud variable, siendo uno de los más importantes del siglo pasado el que
ocurrió en 1985 en el centro del país, el cual alcanzó una magnitud de 8.1° en la
escala de Richter.

La magnitud de los desastres de origen natural es un elemento que la diferencia


de otro tipo de desastre. Los daños ocasionados por los naturales superan con
mucho a los de tipo tecnológico o de origen antrópico, los cuales son más
puntuales y sus límites son relativamente mejor reconocidos en campo.

Entre los desastres de origen natural que más fallecimientos han producido en
México se tienen los sismos. Se caracterizan por su “repentina manifestación”, y
han generado 38% de los decesos. Representan una fuerte amenaza,
especialmente en aquellas zonas donde existe una fuerte concentración
demográfica y productiva y las construcciones no están diseñadas para soportar
este tipo de movimientos.

Los efectos de los sismos son amplios, ya que su manifestación provoca que se
desencadenen otro tipo de consecuencias, sobre todo en aquellos ambientes
creados por el hombre al producirse incendios, colapso de obras de
infraestructura, fugas de materiales peligrosos, etc.

Por otro lado, el número de afectados de forma directa por los desastres de origen
natural en México asciende a 4.1 millones de personas. Entre este tipo de
desastres destacan los de origen hidrometeorológico, los cuales han provocado
86% del total de afectados. Esto se debe en gran medida a que la manifestación
de fenómenos naturales como inundaciones, huracanes y tormentas se extiende
sobre una amplia zona y llegan a causar severos daños principalmente en
viviendas, infraestructura civil y zonas agrícolas.

La experiencia reciente en materia de protección a las personas y sus propiedades


debido a los efectos de los desastres de origen natural en México se desprende de
los daños que provocó el sismo de 1985 a la Ciudad de México y a gran parte del
centro del país. Ante los problemas que se presentaron ese año, sobre todo en el
aspecto organizacional, se creó el Sistema Nacional de Protección Civil
(SINAPROC) en 1986, el cual sigue vigente. El SINAPROC es el conjunto
orgánico y articulado de estructuras, métodos y procedimientos que establecen las
dependencias del sector público y autoridades estatales y municipales para
efectuar acciones destinadas a la protección de la población contra peligros y
riesgos que se presentan en la eventualidad de un desastre.

El objetivo del SINAPROC es “proteger a la persona y a la sociedad ante la


eventualidad de un desastre, provocado por agentes naturales o humanos, a
través de acciones que reduzcan o eliminen la pérdida de vidas, la afectación de la
planta productiva, la destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza,
así como la interrupción de las funciones esenciales de la sociedad”
De esta forma, el SINAPROC está integrado por el presidente de la República, un
Gabinete de Protección Civil (Secretaría de Gobernación, Defensa Nacional, etc.),
la Dirección General de Protección Civil y las unidades de protección civil en los
estados y municipios. Con la creación del SINAPROC, se tiene un organismo
dependiente en primera instancia de la Secretaría de Gobernación (Segob), la que
se encargará de la prevención o reducción de los efectos negativos provocados
por los desastres. El SINAPROC es, finalmente, la instancia organizacional para la
atención de los desastres en México.

Por otro lado, una vez que se manifiestan los desastres de origen natural, es
necesario poner en marcha todo el aparato organizacional del SINAPROC para
mitigar sus efectos. Así, la participación del gobierno local es la primera instancia
para atender y solucionar problemas de abasto en las zonas afectadas. Sin
embargo, cuando la magnitud del desastre supera la capacidad de respuesta y de
recursos de los gobiernos locales, se requiere la participación del gobierno federal
para la atención de la población damnificada.

Hasta 1996 la respuesta tradicional del gobierno federal, estatal y municipal en


México consistía en la reorientación del gasto presupuestado para reparar los
daños sufridos durante los desastres. Lo anterior provocaba que los programas
normales de las dependencias y entidades a las que correspondía la atención
inmediata del desastre sufrieran alteraciones o no se cumplieran cabalmente.

A partir de 1996 se constituyó el Fondo Nacional de Desastres Naturales


(FONDEN), con el propósito de atender de manera eficaz y oportuna los daños
ocasionados a la población damnificada y a la infraestructura física pública no
susceptible de aseguramiento. Tiene el objetivo de atender los efectos de los
desastres naturales imprevisibles, cuya magnitud supere la capacidad de
respuesta de las dependencias y entidades federales, así como de las autoridades
Además, existe una instancia de carácter preventivo, el Centro Nacional de
Prevención de Desastres (CENAPRED), que funciona desde 1990 y es el órgano
técnico del SINAPROC que promueve acciones de difusión, concertación de
convenios de colaboración con las entidades federativas, a efecto de que estas
últimas lleven a cabo programas o medidas en esta materia de las entidades
federativas.

El FONDEN es, por lo tanto, un complemento de las acciones que deben llevarse
a cabo para la prevención de desastres naturales. Sus funciones son las
siguientes:
1. Apoyar a través del Fondo Revolvente a la población que pudiera verse
afectada ante la inminencia o alta probabilidad de ocurrencia de un desastre
natural.
2. Apoyar ante la ocurrencia de un desastre natural a toda la población
afectada dentro de las zonas siniestradas en sus necesidades inmediatas de
protección a la vida, la salud, alimentación, vestido y albergue.
3. Atender, dentro de una determinada zona geográfica, la reparación de
daños a la infraestructura pública y bienes públicos.
4. Combatir, y restituir en la medida de lo posible, los siniestros en bosques o
áreas naturales protegidas.
5. Apoyar a las familias de bajos ingresos en la mitigación de los daños a su
patrimonio productivo y su vivienda.
6. Ayudar a la consolidación, reestructuración o, en su caso, reconstrucción de
los bienes inmuebles considerados como monumentos arqueológicos, artísticos e
históricos por ley o por declaratoria.
7. Auxiliar de manera transitoria a dependencias y entidades federales para la
reparación de infraestructura asegurada, en tanto reciban los pagos
correspondientes de los seguros.
8. Adquirir equipo y bienes muebles especializados que permitan responder
con mayor eficacia y prontitud en la eventualidad de un desastre.
Para lograr lo anterior, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aportará
recursos adicionales a las dependencias y entidades federales, con objeto de que
la atención a un desastre de origen natural no afecte en lo posible los programas y
proyectos normales en curso. De esta forma, los recursos del FONDEN pueden
distribuirse en dos rubros, el denominado Fondo Revolvente y los que son
propiamente los gastos de reconstrucción.

La experiencia de los siete años de funcionamiento del FONDEN ha permitido


definir las prioridades de atención a la población afectada por un desastre de
origen natural y determinar el destino de los recursos, los cuales estarán
destinados para:
1. Atenuar los posibles efectos a la población mediante acciones de protección
a la vida, suministro de alimentos, agua y albergue temporal.
2. Complementar los recursos de las dependencias y entidades federales que
integren el Sistema Nacional de Protección Civil.
3. Reparar o restituir total o parcialmente los daños causados en la
infraestructura pública y cuyo uso o aprovechamiento no haya sido concesionado
a particulares.
4. Mitigar los daños a los activos productivos y a las viviendas de la población
de bajos ingresos, generando fuentes transitorias de ingreso.
5. Consolidar, reestructurar o, en su caso, reconstruir los monumentos
arqueológicos, artísticos e históricos considerados como tales por la ley o
declaratoria.
6. Adquirir equipo y material especializado que eleve la capacidad de
respuesta ante situaciones de desastre.

De esta forma se tratan de establecer los criterios a considerar al momento de la


atención de la población afectada por un desastre de origen natural. Si bien es
cierto que, ante la ocurrencia de un desastre, una gran parte de la población de
una región puede ser afectada de una manera u otra, el apoyo del gobierno
federal podrá llegar a toda la población solamente a través del Fondo Revolvente,
esto es, para la atención de las necesidades básicas.

Los apoyos de reconstrucción sólo se destinarán para la población más vulnerable


y para la infraestructura pública no asegurable. Para el año 2000, el Fondo
Revolvente fue de 20 millones de pesos (poco más de 2 millones de dólares), el
cual podrá renovarse cada año de acuerdo con la experiencia del año anterior y
los pronósticos esperados. Los principales rubros a cubrir por el Fondo Revolvente
son los siguientes:
• Despensas alimenticias y cocinas populares
• Agua potable (agua embotellada y para aseo personal)
• Utensilios para la preparación de alimentos
• Artículos de abrigo y protección
• Mantas y colchonetas
• Fletes, maniobras y combustible
• Herramientas
• Servicios sanitarios
• Medicamentos y material para curación para primeros auxilios

Para acceder a los recursos del Fondo Revolvente es necesario que se firme una
declaratoria de emergencia por parte de la Coordinación General de Protección
Civil (CGPC), dependiente de la Segob. Posteriormente y una vez superada la
etapa de emergencia, tanto los gobiernos estatales como los titulares de alguna
dependencia federal, previa evaluación de daños, podrán solicitar recursos del
FONDEN para la etapa de reconstrucción.

La solicitud deberá recibirse en un plazo no mayor de siete días hábiles contados


a partir de la ocurrencia del desastre y debe haber sido publicada la declaratoria
de desastre en el Diario Oficial de la Federación por parte de la Sego
Uno de los objetivos del FONDEN es la atención de los damnificados de un
desastre. Los porcentajes de participación federal a partir del FONDEN consideran
los ámbitos de competencia tanto de la federación como de los gobiernos
estatales y municipales. La atención a los damnificados es el aspecto más
significativo de la política de protección civil en México; puede ser un indicador
natural para evaluar las políticas del gobierno en la materia.

Por otra parte, los montos de apoyo para la atención de la infraestructura pública
dañada por un desastre de origen natural varían en función de la competencia de
la administración de la infraestructura afectada. Sin embargo, cabe aclarar que los
porcentajes de participación que destinó el FONDEN entre los años 1999 y 2000
fueron modificados, pues disminuyeron en 10% en lo relativo a los apoyos a la
infraestructura pública de competencia estatal. Esto se debe quizás a la política de
descentralización de recursos por parte de la federación a los estados
implementada en los últimos años.
El contexto en el cual aparece el FONDEN está enmarcado en dos aspectos
importantes. Por un lado, la década de 1990-1999 fue decretada por la
Organización de las Naciones Unidas como la Década Internacional para la
Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), cuyo objetivo fue “reducir, por
medio de la acción internacional concertada, especialmente en los países en vías
de desarrollo, la pérdida de vidas, los daños materiales y trastornos sociales y
económicos causados por los desastres naturales” (Molin, 1994:361).

El interés de la comunidad internacional por la reducción de los efectos de los


desastres naturales quizás obligó a que México desarrollara un instrumento
gubernamental para la atención de la población afectada por este tipo de
desastres.

Por otro lado, la aparición del FONDEN obedeció a que el manejo de los recursos
financieros a partir de 1996 se hiciera de manera más responsable, ya que México
venía recuperándose de la crisis económica de 1995, año de inicio de la
administración del presidente Ernesto Zedillo. Así, el fondo nació como una forma
de hacer más eficiente la administración de los recursos financieros federales y
lograr con ello, en la medida de las posibilidades, el cumplimiento de los
programas de desarrollo regional en el país.

FUERZAS DE APOYO PARA CASOS DE DESASTRE


(F.A.C.D)

En asuntos militares, México se ha caracterizado históricamente por ser un


promotor diplomático del derecho internacional, de la libre determinación de los
pueblos y de no pretender demandas territoriales o de recursos naturales. Lo
anterior hace que la postura de sus relaciones internacionales sea
tradicionalmente defensiva de la integridad y soberanía nacionales contra las
amenazas o desafíos externos.

La política de seguridad y defensa de México ha sido nacionalista y de respuesta


defensiva; durante la guerra fría, México desarrolló sus principios de política
exterior de no intervención, sostuvo que el derecho internacional debía ser
superior en jerarquía sobre las soluciones militares y dio vigencia a la doctrina
Carranza de respeto a la soberanía de los Estados. México dio prioridad al
derecho internacional como principal instrumento de acción internacional, sobre
todo en foros como la ONU.

Por razones históricas y doctrinarias, México no tiene política exterior militar. Las
fuerzas armadas se subordinan a la doctrina de la Secretaría de Relaciones
Exteriores (SRE), por lo que la política exterior se impone a los mandos
castrenses, siendo la razón por la cual se posee una doctrina de defensa
defensiva. La razón se debe a que México se ha mantenido pacifista, no
expansionista, no tiene enemigos externos (entendidos como Estados) y mantiene
una relación diplomática cordial con sus vecinos: Estados Unidos, Guatemala y
Belice; por tanto, su poder internacional no se establece en el uso de la fuerza.

El planteamiento de la doctrina de guerra mexicana se enfoca en la defensa


nacional contra un enemigo exterior, idea basada tradicionalmente por el respeto y
fomento de los principios de no intervención y el arreglo pacífico de los conflictos
internacionales planteados por la vía diplomática (política exterior), por esta razón
el Ejército Mexicano no es un ejército agresor, sino un ejército de reacción a una
agresión inicial que garantiza la integridad de la Nación empleando recursos,
tácticas y estrategias necesarios para la defensa ya que la misma Constitución
sólo permite a las Fuerzas Armadas el hacer la guerra para la defensa exterior de
la nación, es decir, que se excluye absolutamente toda acción ofensiva e inicial
con lo cual las Fuerzas Armadas descartan de inicio la posibilidad teórica y
práctica de pensar en una guerra de agresión.

Cada Fuerza Armada está organizada conforme a sus respectivas leyes orgánicas
para la delimitación de funciones y atribuciones que deben cumplir en los niveles
táctico, estratégico o logístico. Ésta es la primera característica de las Fuerzas
Armadas: que no tienen un mando en común que las centralice. Según el Código
de Justicia Militar de este país, el Ejército es: “La fuerza pública de diversas
milicias, armas y cuerpos que sirven a la nación para la guerra de defensa de su
independencia, integridad y decoro y para asegurar el orden constitucional y la paz
interior.” (Código de Justicia Militar, art. 434); derivada de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicana establece sus cinco misiones generales (Ley Orgánica del Ejército y
Fuerza Aérea Mexicana, art. 1):
 Defender la integridad, la independencia y la soberanía de la Nación.
 Garantizar la seguridad interior.
 Auxiliar a la población en casos de desastre.
 Realizar acciones cívicas y obras sociales, que tiendan al progreso del país.
 En casos de desastres, prestar ayuda, para el mantenimiento del orden, el
auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas.

Al mismo tiempo, subdividen sus operaciones en tres misiones que se derivan de


sus atribuciones constitucionales, los más conocidos son los Planes de Defensa
Nacional, denominados: DN-I, DN-II y DN-III.

El Plan DN-I, es la defensa contra un agresor externo, y contempla teóricamente


todo el despliegue organizacional para efectuarla; es responsabilidad del Alto
Mando y materializa gran parte de la política militar del Estado Mexicano que
descansa en el supuesto uso combinado de fuerzas regulares e irregulares para
repeler la agresión de un enemigo externo. En el primer momento, las
Fuerzas Armadas se ocupan de responder la agresión para pasar después a la
defensiva y desempeñar funciones de organización y armamento de las fuerzas
populares además de hacer uso de la solidaridad de los países aliados o amigos
para con-tribuir a la rápida salida de los agresores.

El Plan DN-II son las misiones de seguridad interna (adversario interno), se


encuentra subdividida en subcomisiones operativas de las cuales resaltan las
guerras contra el narcotráfico y la insurgencia y el apoyo a las instituciones civiles
de seguridad pública para contrarrestar la agresión de cualquier movimiento
político armado o no armado que atente contra la Constitución, leyes e
instituciones del Estado. Del Plan DN-II se puede interpretar la legitimidad para
combatir a toda organización político-militar que potencial o concretamente
constituyan una amenaza con tendencia a la ruptura del orden social o ruptura de
la unidad nacional que contempla la prevención y la inteligencia, marco en el que
se inserta la acción cívica.
Siguiendo con la lógica que nos expone el investigador Raúl Benítez: “todos
aquellos ejércitos del mundo que desarrollan misiones DN2, orientados al interior
de sus países, son ejércitos del Tercer Mundo” (Benítez, 1999:58) que ordena a
los ejércitos participar en misiones internas debido a la falta de eficiencia de
sistemas políticos y judiciales que puedan ser capaces de neutralizar la aparición,
con cuerpos policíacos, del crimen organizado o del orden común. O bien, debido
a sistemas políticos que no pueden procesar las protestas políticas de la población
por vías pacíficas; es decir, sistemas políticos estrechos que no tienen
mecanismos para procesar la protesta política, siendo la organización estructural
del Estado incapaz de contener las actividades ilegales.

El Plan DN-III-E hace operativas dos de las cinco misiones generales del Ejército y
Fuerza Aérea Mexicana basada en la protección de la población civil ante casos
de desastres naturales, contemplada como tal desde 1966 y gracias al cual la
mayoría de la población civil tiene una buena imagen del Ejército Mexicano (Boils,
1975:45). Los desastres naturales son considerados como asunto de Seguridad
Nacional porque pueden llegar a producir graves daños a la población, el
desarrollo y el medio ambiente del país e incluso se pueden generar conflictos
internos o externos, ya que de no contar con una respuesta inmediata, los
desastres naturales no sólo pueden producir efectos locales sociales y
económicos sino también pueden generar la inestabilidad del sistema político,
basado en el desarrollo nacional y la interrelación estatal. (SEDENA, 2004:9)

El marco legal para la aplicación del Plan DN-III-E se sustenta en la misma


Constitución (Art. 89, facción VI), en el Plan Nacional de Desarrollo, en la Ley
Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana (misiones III y V) y la Ley General
de Protección Civil (Art. 38); basado en este sustento jurídico, el Plan DN-III-E es
una operación de la SEDENA dentro de un apoyo interinstitucional concertado por
el gobierno federal de carácter extraordinario en apoyo a los órdenes de gobierno
afectados para atenuar y restaurar los efectos del desastre.
Su origen data al desbordamiento del Río Pánuco en mayo de 1966, entonces no
existía un organismo específico de auxilio inmediato a la población afectada de los
estados de Veracruz y Tamaulipas, por lo que el Gobierno Federal giró la
instrucción a la SEDENA para que diseñara y aplicara un plan de asistencia, así
nació en “Plan de Auxilio a la Población Civil, denominado Plan DN-III-E: Plan
Defensa Nacional III Anexo “E” del Plan Director de Defensa Nacional entonces
vigente; ha sido objeto de 6 actualizaciones hasta el año 2006 manteniendo hasta
el día de hoy su nombre Plan DN-III-E debido a la identificación que con este título
tiene la población y las autoridades civiles de la acción militar en este tipo de
emergencias.

La SEDENA colabora en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil


(SINAPROC) en donde el Gobierno Federal en corresponsabilidad con los
Gobiernos locales da prioridad a la aplicación de los programas de tal sistema, del
Plan DN-III-E y el Plan Marina con base a la celeridad de reacción que han
demostrado a través de la vinculación (SEDENA-SINAPROC) de acciones de
auxilio y medios de protección de las personas, sus bienes y su entorno.

Entre sus propósitos, el mismo texto del Plan enumera:

 Establecer lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea


Mexicana, para el auxilio de la población en casos de desastre.
 Integrar la doctrina militar que sustenta el adiestramiento y la educación para el
cumplimiento de las misiones generales del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana
en materia de auxilio a la población en casos de desastre.
 Optimizar el empleo de los recursos de la Secretaría de la Defensa Nacional,
para coadyuvar con el Sistema Nacional de Protección Civil en la atención
oportuna, eficaz y eficiente de todo tipo de desastres.
 Vincular las acciones de auxilio a la población en casos de desastre que realiza
la Secretaría de la Defensa Nacional, al Sistema Nacional de Protección Civil,
con fundamento en los ordenamientos legales vigentes, a efecto de concertar
esfuerzos y medios para garantizar la protección de las personas, sus bienes y
entorno.
 
Y sus objetivos son:
 
 Coadyuvar en la protección de la integridad física de las personas, sus
bienes y entorno. 
 Mantener la confianza de la población en la capacidad de respuesta del
Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.

Para la SEDENA, el Plan es un instrumento operativo militar que establece los


lineamientos generales a los Organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana
para realizar las actividades de apoyo a la sociedad civil afectada por
cualquier tipo de fenómeno perturbador que origine un desastre, contando para su
aplicación de tres fases, cada una de las cuales contempla diversos
procedimientos de actuación que rigen la participación del personal del Ejército y
Fuerza Aérea Mexicanos fungiendo como corresponsable o coordinador técnico
en las funciones básicas para atender la emergencia.

El Plan DN-III-E considera las siguientes emergencias:

 incendios forestales (temporada de enero a mayo, en apoyo a la Comisión


Nacional Forestal, alrededor de 200 al año); incendios urbanos e industriales.
 Fenómenos geológicos (erupción de volcanes y sismos).
 Fenómenos de origen químico-tecnológicos (fugas de químicos y
explosiones).
 Sistemas tropicales y fenómenos hidrometeorológicos (Huracanes,
inundaciones, lluvias intensas, ciclones, etc.).
 Sistemas invernales (bajas temperaturas, heladas y nevadas, alrededor de
600 al año).
 Accidentes de tránsito, aéreos y ferroviarios (el personal militar no tiene
participación directa a no ser que rebase a las autoridades civiles
correspondientes).

En consecuencia, de este Plan se desprenden directivas de operación ante este


tipo de fenómenos como son: 

 La Directiva para la actuación del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana durante


la temporada de incendios forestales, en apoyo a las autoridades civiles
correspondientes, que en este caso es la Comisión Nacional Forestal
(CONAFOR).
 El Plan de Operaciones “Laguna Verde” o Plan de Emergencia Radiológica
Externo (PERE) es el resultado de la coordinación entre autoridades civiles y
militares basado en las consecuencias radiológicas de probables accidentes en la
Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde de la CFE, ubicada en Punta Limón,
Municipio de Alto Lucero, Veracruz. 
 El Plan de Operaciones “Popocatépetl” (el personal militar mantiene
actividades de supervisión en las áreas de riesgo, ubicadas alrededor del volcán y
que comprende los estados de Puebla, Morelos, México y Distrito Federal) y
“Volcán de Colima” (Jalisco y Colima, con puestos de control en Comala y la
Yerbabuena). En el primer caso, la Fuerza de Tarea Popocatépetl realiza acciones
preventivas y de auxilio, organizada a su vez en nueve secciones: de observación,
análisis y alerta; sección de búsqueda, rescate y atención médica; sección de
evaluación de daños y reconstrucción; sección de seguridad, orden, control y
circulación de tránsito; sección de albergues, sección de evacuación, sección de
apoyo logístico, sección de control militar de vuelo y sección de reporte
meteorológico; y establece tres puestos de control: San Pedro Nexapa, Paso de
Cortés y Xalitzintla. 
 El Plan de Operaciones “Sismo Valle de México” o “Valle Anáhuac”, como
muestra de un total de 19 manuales que sustenta la doctrina militar en materia de
protección civil.
Dentro de su marco conceptual derivado de la Ley General de Protección Civil, el
Plan DN-III-E considera que un desastre es: “El estado en que la población[…]
sufre severos daños […] de tal manera que la estructura social se desajusta y se
impide el cumplimiento de las actividades esenciales de la sociedad”
caracterizándose entre otras situaciones, por la desorganización de los servicios
públicos, daños y destrucción de propiedades públicas y privadas y la propagación
de enfermedades; presentándose una emergencia como: “[…] un riesgo excesivo
para la seguridad e integridad de la población en general; se declara por el
ejecutivo federal cuando se afecta una entidad federativa y/o se rebasa su
capacidad de respuesta, requiriendo el apoyo federal” (SEDENA, 2004:4,5 y Ley
General de Protección Civil) constituyéndose como una afectación con impacto
social, por un período largo y que rebasa la capacidad de respuesta de las
autoridades locales.

La mayor parte de la coordinación recae en el SINAPROC y los consejos estatales


y municipales de protección civil, para evitar tanto las duplicidades como las
lagunas de apoyo; es decir, para la aplicación del Plan DN-III-E, la SEDENA se
vincula a disposición de las autoridades civiles: los mandos militares en todos sus
niveles establecen la iniciativa de coordinación con las autoridades civiles para
evitar el obstáculo que representa hacer una petición directa al más alto nivel y
que puede magnificar una emergencia que bien puede ser controlada y atendida
localmente. Con este propósito, existen 4 niveles de coordinación:

1) A nivel federal, Alto Mando de la SEDENA-Secretaría de Gobernación


(Coordinación General de Protección Civil)
2) A nivel estatal, Comandancias de Región o Zona Militar -Gobiernos de los
estados y autoridades estatales de protección civil.
3) A nivel municipal, Comandancias de Corporación-Presidencias Municipales
y autoridades de protección civil municipal.
4) A niveles menores que el municipio, Bases de Operaciones desplegadas en
zonas de difícil acceso-Autoridades ejidales o similares.
 
Cuando se rebasa la capacidad del mando territorial afectado, la administración
del desastre es asumida por el escalón inmediato superior; si se trata de un
fenómeno de magnitud aún superior que los rebase, existe la posibilidad de
emplear la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre (F.A.C.D.), que es un
organismo circunstancial de refuerzo total o parcial activada por el Alto Mando,
pero que actúa bajo las órdenes directas de los mandos de la Región o Zona
Militar afectada para incrementar la capacidad de respuesta.

El adiestramiento para el Plan DN-III-E se basa en 19 manuales de ejecución


aplicables según la función de cada arma (Infantería, Caballería, Artillería,
Blindada, Ingenieros) o servicio (Ingenieros, Cartográfico, Transmisiones,
Materiales de Guerra, Transportes, Administración, Intendencia, Sanidad, Justicia,
Veterinaria y Remonta, Meteorológico, Control de Vuelo, Material Aéreo)
dependiendo de su función dentro del Plan.

Su operación se lleva a cabo en tres fases: 

1) Fase de Prevención: En la etapa preliminar, los mandos territoriales


establecen comunicación y coordinación permanente con las instancias del
SINAPROC correspondientes (estatales y/o municipales) y participan en el
sistema de monitoreo, detección, alerta y pronóstico de fenómenos naturales a los
cuales sea vulnerable su jurisdicción mediante la actualización de los atlas y
mapas militares de riesgos, estimaciones y planes de auxilio a la población por
fenómenos destructivos para la detección, monitoreo, pronóstico y alertamiento,
también se establecen los planes de operación del Plan DN-III-E, se identifican
rutas de evacuación y ubicación de albergues, se mantiene un adiestramiento en
el nivel de dirección o ejecución que le corresponda a cada militar para la
administración integral de una zona de desastre y se organizan las fuerzas de
reacción enfatizando aquellos fenómenos recurrentes o probables de su
jurisdicción, se lleva a cabo el despliegue de agrupamientos para casos de
desastre, así como la organización permanente de las fuerzas de reacción y se
realizan actividades preventivas inmediatas ante la inminencia de posibles
afectaciones mediante la evacuación de las comunidades en riesgo, el
establecimiento de albergues y el despliegue de Agrupamientos de Ingenieros
para Casos de Desastre (AICD).

2) Fase de Auxilio: Para la administración del desastre, los mandos


territoriales afectados organizan un Centro Coordinador de Operaciones del Plan
DN-III-E, emplean sus fuerzas de reacción y tropas disponibles, procediendo la
emisión de información inicial sobre la emergencia, junto a las autoridades civiles
se realiza la evaluación inicial de daños a fin de delimitar la zona de desastre y se
divide en áreas de operaciones; así también se inicia la evacuación, búsqueda y
rescate de la población a lugares seguros, se establecen albergues para el apoyo
integral: seguridad, albergues, cocinas comunitarias para las personas que
deciden no ir a los albergues, centros de acopio, puestos de distribución, bases
para puentes aéreos, terrestres y fluviales; trabajo de ingenieros, campañas
profilácticas, levantamiento de padrones de damnificados y se realizan patrullajes
en los lugares evacuados para la seguridad de los bienes de la población
afectada.
 
Durante la aplicación de este Plan, los militares portan un brazalete amarillo con
la leyenda “PLAN DN-III-E” y los logotipos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
Cuando se rebasa la capacidad del mando territorial afectado, la administración
del desastre es asumida por el escalón inmediato superior; si se trata de un
fenómeno de magnitud aún superior que los rebase, existe la posibilidad de
emplear la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre (F.A.C.D.), que es un
organismo circunstancial de refuerzo total o parcial activada por el Alto Mando,
pero que actúa bajo las órdenes directas de los mandos de la Región o Zona
Militar Afectada para incrementar la capacidad de respuesta. Dicha Fuerza
de Apoyo se encuentra en permanente situación de alerta donde cada organismo
tiene una misión específica (SEDENA, 2008:137):

I. En el Componente Aéreo, la Fuerza Aérea Mexicana establece los puentes


aéreos necesarios para el transporte de medios humanos, materiales, equipo,
abastecimiento y reconocimiento aéreo de las zonas afectadas.

II. En el Agrupamiento de Ingenieros, refuerza a los mandos territoriales con


maquinaria pesada y equipos para los ingenieros militares de la jurisdicción que se
encargan de la rehabilitación de caminos.

III. Por su parte, en el Agrupamiento de Servicios cada Dirección General


mantiene un equipo en situación de emergencia: Sanidad da asistencia médico-
hospitalaria y campañas de prevención de epidemias, Intendencia proporcionar
acciones de alimento caliente, Comunicación Social emite los comunicados de
prensa, el Cuerpo de Policía Militar ayuda a la policía local para los patrullajes de
las zonas afectadas y en la búsqueda y rescate de personas a través de binomios
canófilos (militar con un ejemplar canino) y Transportes Militares evacúa a los
damnificados a los albergues.
 
3. Fase de Recuperación: esta etapa es gradual de acuerdo a cómo se va
estabilizando la emergencia. Las tropas desplegadas se reincorporan progresiva-
mente. A solicitud de las autoridades locales para el inicio de estas actividades, se
proporciona apoyo humano y material para la recuperación de acuerdo a la
disponibilidad de recursos. Principalmente, se orienta hacia la remoción de
escombros y reconstrucción y mejoramiento de los servicios básicos en el entorno
de la población afectada.

En el caso de Operaciones de Ayuda Humanitaria, se trata de las acciones del


Gobierno Federal a través de las Fuerzas Armadas en apoyo a los países
expuestos a desastres naturales o provocados por el hombre, con tareas
enfocadas a aumentar la capacidad de respuesta del país afectado en
coordinación y cooperación con sus autoridades, por lo que la Ayuda Humanitaria
de México es sólo de carácter bilateral “sin que se requiera que un Tratado
internacional la regule, apoyando al país afectado bajo un esquema de
coordinación y cooperación con sus autoridades” (sedena.gob.mx, 2008: “Ayuda
Humanitaria”).

Existen tres orígenes de ayuda que proporciona este país: puede ser por gesto de
solidaridad del presidente de la República al ofrecerla; por solicitud directa del
presidente del país afectado al presidente de México o petición gestionada entre
cancillerías.

Bien podemos interpretar a la Ayuda Humanitaria como una proyección del Plan
DN-III-E hacia el exterior, ya que se aplican los mismos procedimientos bajo otra
denominación ya que el Plan es exclusivo para el territorio nacional. En la
ejecución de la Ayuda Humanitaria, el personal militar porta un brazalete amarillo
con la leyenda “AYUDA HUMANITARIA, MÉXICO, EJÉRCITO Y FUERZA
AÉREA” y la Bandera Mexicana. Entre las naciones a las cuales se han enviado
desde material, víveres, medicamentos, especialistas en evaluación de daños,
rescatistas, entre otras especialidades, se encuentran:

 Ecuador, sismo, 1996. * Costa Rica y Nicaragua, Huracán “César”, 1996.


 Cuba Huracán “Lili”, 1996. * Bolivia, sismos de mayo y junio de 1998.
 República Dominicana, Huracán “George”, 1998. * Colombia, sismo, 1999.
 Venezuela, deslaves, 1999. * Guatemala, incendios forestales, 2000.
 El Salvador, sismos, 2001. * Honduras, Huracán “Michelle” 2001.
 Haití, “grave situación social”, inundaciones,
 Huracán “Jeanne”, 2004.
 República Dominicana, fuertes lluvias,2004.
 El Salvador, Huracán “Stan”, 2004. * Estados Unidos, Huracán “Katrina”, 2005
 Nicaragua, Huracán “Félix”, 2007. * Ecuador, lluvias intensas, 2008.
CUADRO COMPARATIVO
PAIS LEYES DE ACTORES EN LA OBJETIVOS DE LA FUNCION DE LA ROL DE LA FFAA
GESTION DEL GESTION DEL GESTION DEL RIESGO GESTION DEL
RIESGO RIESGO RIESGO
CANADA Resolución de Public Safety Proteger a la población, Canadá ha adoptado Programas de Asistencia
Asamblea General Canada los bienes, la propiedad y un enfoque de “todas Humanitaria Programas
(junio ’99) Comité (Seguridad Pública el ambiente contra los las amenazas” para la de Asistencia
Interamericano de Canadá —PS) efectos dañinos del gestión de Humanitaria Fuerzas
Reducción de riesgo, las emergencias y emergencias, el cual Aliadas Humanitarias
Desastres FERP, Plan los desastres. aborda las amenazas Fuerzas Aliadas
Federal de y los desastres Humanitarias
Respuestas en Aumentar el grado de naturales, tecnológicos
Caso de seguridad y protección de e inducidos por el ser Programa de
Emergencias todos los canadienses al humano. Preparativos para
fortalecer la Resiliencia Situaciones de
Sistema Nacional de las comunidades, El sistema para la Emergencia y Socorro en
De Respuestas En incluidos los pueblos gestión de Casos de Desastre
Caso De indígenas, y lograr la emergencias de
Emergencias coordinación de políticas Canadá abarca las
y programas a lo largo de funciones integrales de
CESH, los cuatro pilares de la prevención/ mitigación,
Conferencia gestión de emergencias: preparación, respuesta
Especial sobre prevención/mitigación, y recuperación
Seguridad preparación, respuesta y
Hemisférica del recuperación.
año 2003

OEA Organización
de Estados
Americanos

CESH, Comisión
Especial sobre
Seguridad
Hemisférica
ESTADOS Decreto ejecutivo FEMA, Agencia Prepararse, prevenir y Dar respuesta a El Departamento de
UNIDOS de 1979 del Presiden Federal para la responder a emergencias huracanes, terremotos, Defensa se encarga de
te Carter Manejo de Gestión de nacionales, en especial el inundaciones y otros acciones militares, el
Emergencia (FEMA). Emergencias. terrorismo desastres naturales. Departamento de
Seguridad Nacional
DHS, Seguridad trabaja en la esfera civil
Nacional para proteger los Estados
(Homeland Unidos dentro y fuera de
Security) sus fronteras.

DFAA Planes de
Asistencia
Financiera en
Caso de
Desastres.

 GOC, Centro de
Operaciones del
Gobierno 

RRD, Plataforma
de Canadá para la
Reducción del
Riesgo de
Desastres

NDMP, Programa
Nacional para la
Mitigación de
Desastres

CESH,
Conferencia
Especial sobre
Seguridad
Hemisférica del
año 2003

OEA Organización
de Estados
Americanos

CESH, Comisión
Especial sobre
Seguridad
Hemisférica
MEXICO Ley general de FONDEN, Fondo Proteger a la persona y a Poner en marcha todo El Plan es un instrumento
protección Civil Nacional De la sociedad ante la el aparato operativo militar que
Meincana 2012 Desastres eventualidad de un organizacional del establece los
Naturales. desastre, provocado por SINAPROC para lineamientos generales a
Declaración de agentes naturales o mitigar sus efectos. los Organismos del
Monterrey del año SINAPROL, humanos, a través de Ejército y Fuerza Aérea
2003, amenazas Sistema Nacional acciones que reduzcan o Mexicana para realizar
internas como el De Protección Civil eliminen la pérdida de las actividades de apoyo
narcotráfico, CENAPRED, vidas, la afectación de la a la sociedad civil
terrorismo, crimen Centro Nacional planta productiva, la afectada por
organizado y de prevención de destrucción de bienes cualquier tipo de
aquellas varias de las desastres materiales y el daño a la fenómeno perturbador
nuevas amenazas naturaleza, así como la que origine un desastre,
OEA Organización interrupción de las contando para su
“Declaración de de Estados funciones esenciales de aplicación de tres fases,
Bridgetown: Enfoque Americanos la sociedad. cada una de las cuales
multidimensional de contempla diversos
la Seguridad CESH, Comisión México de acuerdo a su procedimientos de
Hemisférica Especial sobre Estrategia de Seguridad actuación que rigen la
Seguridad Nacional, junto con el participación del personal
Hemisférica resguardo de su territorio del Ejército y Fuerza
nacional propende al Aérea Mexicanos
desarrollo integral de su fungiendo como
población corresponsable o
coordinador técnico en
las funciones básicas
para atender la
emergencia.
REFERENCIAS
 
 BENÍTEZ Manaut, Raúl. (1999). “Las fuerzas armadas: redefiniciones de fin
de siglo”: Jorge Luis Sierra Guzmán (Coord.)
 BOILS, Guillermo. (1975). Los militares y la política en México (1915 -1974).
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transición democrática. Revisión y actualidad: antesala a la reformulación
de su papel institucional
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de noviembre de El Ejército y la Constitución Mexicana 1998 en el Palacio
Legislativo de San Lázaro, México, Plaza y Valdés. “Las Fuerzas armadas
mexicanas a fin de siglo”.
 SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL. Código de Justicia Militar, en:
http://www.sedena.gob.mx
 Tesis de Licenciatura, México, Universidad Nacional Autónoma de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

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