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Perón resolvió entonces desviar de sus vuelos regulares a Europa a algunos aviones

LA GRAN DÉCADA de la flota aérea estatal (FAMA) y tendió un puente aéreo entre Ciudad de
Guatemala y Buenos Aires para salvar a los refugiados. La prensa norteamericana
redobló sus ataques contra el «dictador sudamericano». Su desafío a los Estados
Unidos no sería olvidado.
Era una época barroca de pagana religiosidad popular. Los dos grandes
héroes cívicos constituían, cosa extraña, un matrimonio. Innumerables procesiones,
manifestaciones o concentraciones populares, homenajes al Presidente, montañas
de flores de agradecidos gremios, campeonatos de fútbol o de sable, de box o de
El Coronel elocuente y la bella actriz eran la «pareja reinante» en un país billar, eran «brindados» a Perón o Evita por los triunfadores. Las placas de bronce
próspero. Si Perón había abandonado el uso del uniforme por vestimentas civiles conmemorativos se acumulaban sobre las escasas paredes para recordar tal o
y aun informales, Eva renunció rápidamente a los vestidos de Christian Dior y las cual ley benéfica. Raúl Alejandro Apold, Secretario de Prensa, se encontraba al
joyas prodigiosas para usar un simple «tailleur» y un breve rodete en la nuca. El frente de una imponente burocracia de papel. Derramaba sobre la República
Presidente era el caudillo de los trabajadores, «El primer trabajador». Y su mujer millones de discursos, reseñas de actos, folletos conmemorativos, fascículos,
pasaba los días y las noches en el edificio del antiguo Concejo Deliberante, ahora volúmenes de propaganda o retratos. Pero ya nadie los veía, leía, conservaba o
Ministerio de Trabajo y Previsión, en la Diagonal Sur, bajo la mirada escéptica de recordaba, tal era su profusión, equivalente a los nombres aduladores de Estaciones
Roca. Día y noche se ocupaba en atender viudas y huérfanos, mujeres de ferrocarriles, capital de provincia, pueblos, calles o provincias enteras: Provincia
abandonadas, madres desesperadas, chicos sin hogar. Todo esto era una sopa Eva Perón, Estación Juan Domingo Perón, calle Eva Perón, Ciudad Evita. La
agria para el paladar de la oligarquía estupefacta. Su vieja hipocresía apenas podía nomenclatura era abrumadora. Perón recibía este diluvio impreso con la más
soportarla; la clase media «culta» imitaba a la aristocracia en el asombro que les perfecta naturalidad y con una sonrisa cautivante. Siempre era locuaz, muchas
producía el gran espectáculo. veces demasiado. Tenía algo de picardía criolla, con una pizca de compadre, y un
Con el fraude y la década infame, el país parecía haber dejado atrás el perpetuo guiño de complicidad en un ojo comprensivo. En sus discursos se permitía
formalismo de Tartufo, de la clase dominante, que escondía sus vicios y crímenes contar algún cuento de Discépolo ante la multitud. Otras veces, en un rapto de
tras los gestos solemnes del formalismo jurídico. El Presidente tenía aires de un furor, como ocurrió después del atentado con bombas homicidas en la Plaza de
«bon enfant», como dijo Ugarte. Su perpetua sonrisa era una especie de símbolo Mayo, el 1 de mayo de 1953, cerró el acto con las palabras de Marx: «Trabajadores
en la Argentina de posguerra. Habíamos salido del gran conflicto como neutrales del mundo, uníos». Agudo y también vulgar, rápido para capturar una buena idea
y en calidad de acreedores. «No se puede caminar por los pasillos del Banco al vuelo y hacerla suya, osado y prudente a la vez, tenía a su lado a una criatura
Central, porque están cubiertos de cajas de oro», se jactaba Perón. Evita, por su impar. Era preciso admitir que se movían ante el vasto público dos actores que
parte, cobró pasión por su trabajo: descubrió la política, las mujeres pobres y la «sobreactuaban» y se disputaban la escena. Era la victoria a dos voces. Parecía
maravilla antiborgeana de que no hay nada más estupendo que el amor colectivo. repetirse aquí la ocurrencia de Jean Cocteau: «Víctor Hugo era un loco que se
Oro en las arcas del Estado, hechizo en la multitud, uso y disfrute del poder ¿qué creía Víctor Hugo».
más podían pedir esa muchacha provinciana y ese maduro oficial sin caer en uno La generación posterior difícilmente puede imaginar el odio que tal pareja
de los defectos del carácter argentino, la fanfarronería? Así es como Eva envió suscitó en la oligarquía tradicional y en la clase media urbana del sector profesional
juguetes a los niños pobres de Nueva York o regaló trigo a España. Pero no todo universitario o «intelectual». Es claro que ese odio social estaba ampliamente
era fanfarronería. Cuando el verdugo Castillo Armas derribó con el dinero de la compensado con el amor que las masas más pobres o desvalidas depositaban en
United Fruits Company al gobierno del Coronel Arbenz en Guatemala, varios Perón y Evita. Esta polarización enseña mucho más que una biblioteca consagrada
centenares de perseguidos se refugiaron en la embajada argentina de la capital. al «populismo» y cuyos estupefacientes ejemplares pueden adquiriese a bajo costo
Las compañías norteamericanas rehusaron venderles pasajes para salir del país. en Europa o en Estados Unidos. Según lo establecía la tradición, las damas de la

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Sociedad de Beneficencia designaban presidenta honoraria a las esposas de los no a la que gasta sus noches en una boite, sino a la que consu-
Presidentes. Por lo general estas esposas pertenecían a la misma clase social, a me su juventud y su vida al lado de un enfermo, no a la que gasta
las mismas entidades mundanas y tenían los mismos gustos que las mencionadas sus días recorriendo tiendas, buscando pretextos para gastar dine-
damas del viejo régimen. ¡Pero una ex actriz! ¡Pero era la mujer de Perón! Eva ro, sino a la que lleva a sus hijos el pan ganado en las fábricas o en
era considerada universalmente como una prostituta, aún en ciertos círculos del las tareas domésticas.
Ejército, hostiles a Perón. Versiones escandalosas de sus humillaciones como
aspirante a actriz o de sus romances con generosos protectores, eran la voz corriente
Era un homenaje del Coronel, ahora General, a las obreras y a las sirvientas.
en la Argentina de 1945 a 1952. No resultó una sorpresa que la Sociedad de
Pero ya no había sirvientas.
Beneficencia, formada por mujeres que hacían todo lo posible para que los pobres
y desvalidos no desaparecieran jamás del país, y que también disponían de tiempo
para alcanzarles un pedazo de pan, rehusaran designar a Eva Perón como su
Presidenta. La excusa fue «la juventud de la señora de Perón». La respuesta de Las mujeres: de la servidumbre al proletariado
Evita fue mordaz: «Si no me aceptan a mí, pueden nombrar a mi madre». Era
previsible el decreto del Poder Ejecutivo del 7 de setiembre de 1946 que resolvía
liquidar la entidad y sus bienes. Toda transacción entre Perón y la oligarquía, entre Había llegado de La Banda, o de San José de la Dormida o de Goya o
Eva y la Sociedad de Beneficencia, resultaba imposible. Reconquista, de Aimogasta o quizá de Pomán. Había cebado mate a los paisanos
Cinco días más tarde Eva se entrevista con Ricardo Guardo, Presidente de pelambrudos alzados contra Buenos Aires en el Arroyo de la China, con las fuerzas
la Cámara de Diputados de la Nación y le solicita la pronta sanción de los derechos artiguistas. Derramó lágrimas e hijos a lo largo de la infortunada patria la infatigable
políticos de la mujer. Sus dos artículos principales decían: soldadera, después de aquella revolución con el sol inca y los oficiales blancos.
Padeció la cautividad con Catriel o Pincén, acompañó como cocinera a los
Artículo 1: Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y
involuntarios soldados del Paraguay, madre con muchos padres, obligada sombra
estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a
en las Campañas del Desierto, protagonista anónima de los entreveros en la guerra
los varones argentinos.
civil (y nunca entraba en las listas), arrastrada a los burdeles de Palermo, traída y
Artículo 2: Las mujeres extranjeras residentes en el país tendrán los mismos llevada por el zig-zag del destino, tejedora en Catamarca, industriosa obrera en
derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o Tucumán, excluida de las sabias estadísticas por sus «uniones irregulares». Era la
imponen las leyes a los varones extranjeros, en caso de que éstos tuvieran tales sustancia misma de la tierra dolorosa. Finalmente, cuando parecía que toda
derechos políticos. turbulencia se había aquietado en esa cosa extraña llamada Argentina, había
Algún tiempo antes, un diputado radical, verboso y bilioso, Ernesto quedado olvidada en las provincias. Pero estas habían sido reducidas a la pobreza
Sanmartino, había calificado a las masas populares del 17 de octubre de 1945 y no podían sostenerla. De ahí había venido vestida de negro riguroso (pues su
como un verdadero «aluvión zoológico». En la Cámara, el 22 de julio, el mismo madre le había entregado el único vestido decente de la familia, el lujo de todas,
diputado presentó un proyecto de ley que establecía que «las esposas de los ya que siempre había algún muerto y no podía faltar el negro). Calzaba alpargatas
funcionarios públicos, políticos y militares, no pueden disfrutar de honores de al llegar a la Capital y en su mano apretaba un monedero de hule. Su cara estaba
ninguna clase de prerrogativas de las que gozan sus maridos, ni pueden asumir la lavada con jabón amarillo y las crenchas peinadas hacia abajo, marcando el pómulo
representación de éstos en los actos públicos». reminiscente. Enseguida se conchababa «con cama adentro». Y el patrón dominaba
Pero eran días huracanados. Evita ignoró todas las críticas. Se había lanzado su vida por completo. Fregaba, cocinaba, lavaba los platos, cosía, lavaba y
a la política con un aire desafiante, orgullosa de ser ella misma y encarnar a los planchaba, colocaba y descolocaba las cortinas, limpiaba los caireles uno por
olvidados, pisoteados y ofendidos. Fue la gran vengadora. Perón no ahorraba uno, mientras el hijo varón de la patrona la miraba golosamente desde abajo. Si
tampoco sus críticas a la antigua clase dominante. Rindió un homenaje a las no le hacían un hijo (que, en ese caso, era enviado enseguida a su pueblo para que
enfermeras, a la mujer argentina lo criara la madre) al llegar el domingo, después del mediodía, la patrona –ese

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gran ojo que la miraba sin cesar– le decía: «Andate a dar una vuelta y volvé antes sino que los sociólogos hubieran podido decir, sin incurrir en error, que el número
de las ocho para hacer la cena». Tomaba el tranvía y llegaba a Plaza Italia, frente de mujeres rubias había aumentado en la Capital. Cuantas más chinitas llegaban,
a los leones y bajo el sol. Allí apretaba la mano áspera de un conscripto de los más rubias aparecían. ¿Qué científico entendería al peronismo sin las mujeres de
cuarteles, sentada en un banco. Ambos soñaban con la provincia, las cabras, el negro que llegaron a ser rubias? Eva les tocó el corazón y ellas fueron su fuerza,
cielo, los amigos y la música lejana. Pero llegó la guerra y con ella el desarrollo de energía poderosa que había atravesado muchas generaciones en silencio y ahora
la industria. Las fábricas se erigían por todas partes. Nuevas industrias reclamaban hablaba a gritos.
mano de obra, en particular de mujeres. Ella oyó hablar vagamente del tema. La quisieron hacer Vicepresidente en 1951. Pero ya estaba muy enferma.
Finalmente, una compañera de plaza la invitó a entrar a su fábrica. Así, la sirvienta Desfalleciente, renunció a la candidatura en un gran acto del 22 de agosto: era el
se transformó en obrera. Cambió servidumbre personal por la explotación «Cabildo Abierto del Justicialismo». Había malestar en el Ejército por el proyecto
impersonal del capitalista. Esto se dice fácil, pero era menester vivirlo. ¡Y los de elevar a Evita al segundo lugar en la fórmula. El 31 de agosto Eva renunció
marxistas! ¡Qué decepción! Pues resultaba que pasar de la servidumbre y formalmente por radio a la candidatura. Su salud declinó rápidamente. Murió el
humillación personal a la «explotación capitalista», constituía para ella un salto a la 26 de julio de 1952. La adulonería en su torno, que había llegado a constituirse en
libertad. Era una doble emancipación. La primera, era sacarse de encima a la un opresivo flagelo nacional, inventó la fórmula: «Entró en la inmortalidad». Y esta
patroncita –oligarca, mujer de médico, esposa de un bancario o empleado público, vez tenían razón. Eva Duarte ya no habría de morir en tanto el segundo sexo
cónyuge de un comerciante, si la sirvienta era lo más barato que había en la tuviese memoria de su dolor y claridad de su destino.
Argentina–. Y, en segundo lugar, ganar más dinero con menos tiempo de trabajo. La República se oscureció bajo un luto sofocante: el dolor genuino de las
De este modo, ella vendía 8 horas a la fábrica. Después era completamente libre grandes masas se combinó con el servilismo de los eternos turiferarios. José Espejo,
para apoderarse de aquella hermosa ciudad hostil. Secretario de la CGT, propuso, cuando el pobre cadáver embalsamado ya pedía
La primera quincena envió un giro a su madre. La segunda, adquirió un par reposo, velarla por turno en todas las capitales de la provincia. Esto fue un toque
de zapatos con tacos y su cuerpo cambió. A la siguiente, compró en las cadenas de atención para el realismo de Perón, que hasta ese momento se había dejado
de tiendas Etam un delicado vestido arrancado de un modelo de Vogue, con tela mecer por la marea de luctuosos halagos. Ordenó concluir la aparatosidad fúnebre.
de imitación francesa, fabricada por la nueva burguesía judía de Villa Lynch, que Eva tuvo paz por fin.
dejaba de ser importadora para transformarse en productora. Una maravillosa, Una poeta, que no era precisamente adicta a Eva, sucumbió al cabo de los
indescriptible transformación se operaba en la ex sirvienta. Con dos o tres quincenas años al influjo de su muerte y su mito y escribió versos que la historia quiere
más se compró una cartera, artilugios de maquillaje, alguna biyutería. Entonces recoger aquí, en su ambigüedad, su ternura, amor y rechazo juntos:
asestó un toque final a la transformación milagrosa. En todos los barrios habían
aparecido «salones de bellezas». Nuevas «cosmetólogas» brotadas de la nada la
atendieron durante unas horas, le dieron consejos y la lanzaron a la calle transformada EVA
en platinada. Aquella muchacha aindiada era hermosa, tenía rulos, tacos altos
(había cambiado de estatura) y nadie hubiera imaginado jamás que al pasear por Calle
Santa Fe, Callao o Corrientes, la ex sirvienta era menos bella que las chicas de la
clase media o la oligarquía. Al mismo tiempo, entraba en crisis la oferta del servicio Florida, túnel de flores podridas.
doméstico. Aparecía el Estatuto del Servicio Doméstico, con derecho a siesta.
Y el pobrerío se quedó sin madre
¡Cuántos izquierdistas aprendieron a odiar al peronismo en la mesa familiar de
boca de su madre, antes de buscar en venerables textos las razones para rechazarlo llorando entre faroles sin crespones.
en nombre de la Ciencia!
Llorando en cueros, para siempre, solos.
Cuando ellas, las mujeres excluidas del Interior llegaron a Buenos Aires, no
sólo desempeñarían un papel político y social decisivo en la historia argentina, Sombríos machos de corbata negra

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sufrían rencorosos por decreto Y el amor y el dolor que eran de veras
y el órgano de Radio del Estado gimiendo en el cordón de la vereda.
hizo durar a Dios un mes o dos. Lágrimas enjugadas con harapos,
Madrecita de los desamparados.
Buenos Aires de niebla y de silencio.
El Barrio Norte tras las celosías Silencio, que hasta el tango se murió.
encargaba a París rayos de sol. Orden de arriba y lágrimas de abajo.
La cola interminable para verla En plena juventud. No somos nada.
y los que maldecían por si acaso No somos nada más que un gran castigo.
no vayan estos cabecitas negras Se pintó la república de negro
a bienaventurar a una cualquiera. mientras te maquillaban y enlodaban.
En los altares populares, santa.
Hiena de hielo para los gorilas
Flores podridas para Cleopatra.
pero eso sí, solísima en la muerte.
Y los grasitas con el corazón rajado,
Y el pueblo que lloraba para siempre
rajado en serio. Huérfanos, silencio.
sin prever tu atroz peregrinaje.
Calles de invierno donde nadie pregona
Con mis ojos la vi, no me vendieron
El Líder, Democracia, La Razón.
esta leyenda, ni me la robaron.
Y Antonio Tormo calla «amemonós».

Días de julio del 52


Un vendaval de luto obligatorio. ¿Que importa dónde estaba yo?
Escarapelas con coágulos negros.
El siglo nunca vio muerte más muerte.
Pobrecitos rubíes, esmeraldas II
visones ofrendados por el pueblo,
No descanses en paz, alza los razos
sandalias de oro, sedas virreinales
no para el día del renunciamiento
vacías, arrumbadas en la noche.
sino para juntarte a las mujeres
Y el odio entre paréntesis, rumiando
con tu bandera redentora
venganza en sótanos y con picana.
lavada en pólvora, resucitando.

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No sé quién fuiste, pero te jugaste. para no naufragar en espejitos
Torciste el Riachuelo a Plaza de Mayo, ni bañarnos para los ejecutivos.
metiste a las mujeres en la historia Cuando hagamos escándalo y justicia
de prepo, arrebatando los micrófonos el tiempo habrá pasado en limpio
repartiendo venganzas y limosnas. tu prepotencia y tu martirio, hermana.
Bruta como un diamante en un chiquero
¿Quién va a tirarte la última piedra? Tener agallas, como vos tuviste,
fanática, leal, desenfrenada

Quizás un día nos juntemos en el candor de la beneficencia

para invocar tu insólito coraje. pero la única que se dio el lujo

Todas, las contreras, las idólatras de coronarse por los sumergidos.

las madres incesantes, las rameras Agallas para defender a muerte.

las que te amaron, las que te maldijeron, Agallas para hacer de nuevo el mundo.

las que obedientes tiran hijos Tener agallas para gritar basta

a la basura de la guerra, todas aunque nos amordacen con cañones.

las que ahora en el mundo fraternizan


sublevándose contra la aniquilación. María Elena Walsh.

Cuando los buitres te dejen tranquila


El nacionalismo económico
y huyas de las estampas y el ultraje del régimen peronista
empezaremos a saber quién fuiste,
La expiración de la ley Mitre planteaba ya el destino de los ferrocarriles
Con látigo y sumisa, pasiva y compasiva,
argentinos. Desde 1930 no pagaban intereses; sus altos costos de mantenimiento,
única reina que tuvimos, loca el desarrollo del transporte automotor, la expansión de las redes camineras, habían
que arrebató el poder a los soldados. trasformado a la explotación ferroviaria en una inversión antieconómica. Pero no
había anulado, en modo alguno, su importancia decisiva para una política de
soberanía y de remodelación del país. La decadencia del sistema ferroviario
Cuando juntas las reas y las monjas coincide por otra parte con el estancamiento de la producción agrícola argentina,
y las violadas en los teleteatros directo resultado de la saturación de los mercados europeos. Ferrocarriles,
inmigración y producción agrícola se detienen en 1930, año cardinal de nuestra
y las que callan pero no consienten
historia contemporánea. Pero los ferrocarriles de capital británico, en manos
arrebatemos la liberación imperialistas, constituían una palanca decisiva de la vida económica argentina: a

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través de su política tarifaria regulaban la prosperidad o la agonía de cualquier extranjeras. Gozaba, según hemos visto, de un «status» de Estado rentista. Pero
región de la república. Magno cliente de la industria metalúrgica británica, el sistema la guerra arruinó ese esplendor victoriano y devoró implacablemente gran parte
ferroviario en nuestro país era una rica fuente de divisas para el Imperio. Todo el de sus inversiones exteriores. Se calculaba en 1945 que Gran Bretaña estaría
secreto estaba ahí. obligada a elevar el nivel de sus exportaciones en un 50 % en la postguerra para
Los accionistas británicos no se quejaban de una inversión que no daba sostenerse en su antiguo nivel. Poco antes de morir, Lord Keynes predicaba el
ganancias derivadas de su actividad en el transporte. Se veían muy bien retribuidos bilateralismo, la depreciación del circulante y el control de cambios para el
con la producción de grandes fábricas de Inglaterra, de las que eran también desdentado león británico. Gran Bretaña había llegado a contraer una deuda externa
propietarios, y que abastecían a los ferrocarriles argentinos de todos los accesorios de 1.652 millones de libras esterlinas al terminar la guerra. Un experto
necesarios. Tal era la estipulación de la Ley Mitre. Desde las locomotoras hasta norteamericano opinaba que:
los más insignificantes artículos sanitarios debían ser adquiridos en Gran Bretaña.
Si la estrategia de las tarifas ahogaba una industria cualquiera del interior, la los balances bloqueados han crecido en tales proporciones y
obligatoriedad de comprar todo en Inglaterra remataba nuestro carácter pastoril. las fuentes de recursos de Gran Bretaña se han reducido tanto que
La política económica del peronismo ha sido juzgada desde tres ángulos: será imposible hacer frente a los requerimientos originales que
por los partidos del sistema oligárquico, como «totalitaria»; por los peronistas, solicitan la cancelación para 5 años después de la guerra... Nuestros
como providencial; por la izquierda cosmopolita de todos los matices (y un sector exportadores, por medio de la existencia de tales créditos de esterlinas
del nacionalismo) como prueba de que Perón reflejaba los intereses británicos. bloqueadas podrán encontrar efectivamente cerrados mercados
Apologistas y críticos dejan de lado, generalmente, las formidables dificultades de prometedores154.
un país semicolonial para adoptar un camino independiente. En el peronismo se
manifestaban varias clases sociales y el representante de todas ellas era un jefe
En tales circunstancias, podía inferirse que los fondos bloqueados en el Banco
militar que imprimió a todo el proceso revolucionario su propio carácter, sus
de Inglaterra, fruto de las exportaciones argentinas no pagadas durante la guerra
debilidades tanto como sus aciertos. Lo que queda fuera de toda discusión fue el
carácter nacional de toda esta política. Entre los temas favoritos de la malignidad y que ascendían a 140 millones de libras, podrían servir como moneda de pago
antiperonista, se cuenta la nacionalización de los ferrocarriles. Un verdadero clamor para los ferrocarriles de propiedad británica en nuestro país. La nacionalización
se elevó desde las tribunas antinacionales del país contra la nacionalización. El estaba al alcance de la mano y, por lo demás, expiraba pronto la Ley Mitre. Sin
argumento no podía ser más «patriótico». Perón habría pagado generosa y embargo, conducidas por Miguel Miranda, personificación de los sectores de la
despreocupadamente a los ingleses mucho más de lo que valía ese «hierro viejo». burguesía industrial que influían en ese momento sobre Perón, las negociaciones
Desde el punto de vista político, bastará indicar que tales críticas procedían sobre con la misión inglesa llevaron a firmar el acuerdo Miranda Eady, por el cual se
todo de La Vanguardia, órgano de la Casa del Pueblo, y de Argentina Libre, formaba una empresa mixta angloargentina. El acuerdo constituía un golpe maestro
órgano de la Embajada inglesa152. Más tarde el escritor nacionalista Julio Irazusta del Imperio Británico. Era un negocio ruinoso para la Argentina, en el momento
resumirá en un libro la indigente teoría de la anglofilia de Perón153. más excepcional que le podía brindar la historia. Despreocupadamente Perón
habló de la «recuperación nacional» y Miranda, como otro Luis Colombo, elogió
el aporte inglés al progreso argentino. Sin embargo, cuatro meses más tarde, la
sociedad mixta se desvanecía sin dejar rastros y ocupaba su lugar la nacionalización
El Imperio Británico al terminar la guerra lisa y llana de los ferrocarriles. ¿Qué había pasado?
La clásica relación triangular entre Estados Unidos, la Argentina y Gran
La situación de Gran Bretaña al terminar la guerra imperialista era muy grave. Bretaña había vuelto a entrar en crisis, esta vez en beneficio de los intereses
Antes del conflicto, los ingleses hacían frente a su balanza comercial desfavorable nacionales. Pues el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snyder, objetó
con los «ingresos invisibles» del exterior o los dividendos de sus inversiones el convenio anglo-argentino, que infringía el acuerdo anterior anglo-yanqui, por el

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cual se garantizaba la inconvertibilidad de la libra esterlina. Afectados los Estados La misma hoja, un mes después de comprarse los ferrocarriles ingleses,
Unidos por el tratado Miranda-Eady, que limitaba las compras argentinas a Estados entonaba un melancólico Requiem, a los amigos de ultramar
Unidos, amenazaron con dejar sin efecto la ayuda norteamericana a Inglaterra.
De este modo, los ingleses, cuya influencia en la Argentina de 1946 no parecía haber Casi todas las actividades inglesas en industrias y finanzas se
disminuido, cedieron ante las exigencias norteamericanas. No tenían más remedio retiran de la Argentina. Lo principal ya está vendido. Otros negocios
que desprenderse de sus ferrocarriles155. muy variados van a liquidarse, hasta la venta del frigorífico Anglo
Peleando con uñas y dientes, los ingleses lograron que en lugar de utilizarse está en trámite; se irá todo lo que se pueda transportar... Por eso
las libras bloqueadas para rescatar los ferrocarriles, se emplearan dichas libras los británicos, hábiles observadores, se retiran llenos de tristeza.
para pagar las futuras importaciones argentinas; para vender sus ferrocarriles,
Inglaterra adelantaba 110 millones de libras esterlinas de sus compras de carne
de 1948, más 40 millones de libras que desafectaba de la masa bloqueada. Sir Montague Eddy ha dicho a sus íntimos:
Pero fue un extraño triunfo. Como dirá secamente el Embajador británico Sir
David Kelly: Me voy de esta tierra en la que tanto he trabajado y tanto
quiero. Con nosotros se va una página de historia. Algún día
La situación económica al final de la guerra cambió tan fun- habremos de volver, pero no he de ser yo, no tendré tiempo. La
damentalmente en detrimento de Gran Bretaña y para los argenti- reacción argentina será lenta, larga y penosa; su enfermedad es
nos la tentación de comprar inmediatamente los ferrocarriles fue honda y grave157.
irresistible. Un año después de mi partida, mediante una operación
de trueque, esa gran realización de la habilidad y del capital ingle-
ses que representan los ferrocarriles argentinos fue cambiada por En fin, 25 años más tarde (ni un solo día antes) un investigador del mundo
abastecimientos de carne por un período de 18 meses. Tal fue el universitario de la generación siguiente, publicaba un estudio en el que llegaba a la
resultado final de la falta de imaginación y de la obstinada negati- conclusión que la nacionalización entonces, aparece como una medida de
va de hacer frente a la situación cambiante156. defensa de la industria nacional surgida durante la guerra sobre la base de la
sustitución de importaciones, en gran medida británicas, dentro de la estrategia
de industrialización158.
Este juicio británico tiene su valor. Decíamos que la vieja oposición anglófila, Así concluía el largo debate, según la tradición argentina, que fija a la
seguida por la bulliciosa tropilla de izquierdistas cosmopolitas o nacionalistas ciencia social un plazo de un cuarto o medio siglo, para admitir como cierto
oligárquicos, cobró un aflautado tono antiimperialista. Acusó al gobierno de «pro aquello que los iletrados del común evaluaban certeramente el mismo día del
inglés» y de haber pagado en exceso por «hierro viejo». Pero la desesperante acontecimiento.
situación del Imperio Británico al terminar la guerra no dejaba lugar a dudas. El
Ministro de Comercio, Sir Stafford Cripps, no guardaba en esos días la famosa
sangre fría británica cuando declaraba que «la Argentina, con sus reglamentos
ignorantes y su incapacidad de criterio, complica la situación del mundo, pues Ferrocarriles y soberanía
impide la salida de mercaderías».
El estilo colonial de pensamiento había calado tan profundamente en la
El periódico pro-británico Argentina Libre sostenía en 1947: Argentina, que dábase por supuesto la imposibilidad para el país de hacer una
política beneficiosa en cualquier convenio con Inglaterra. El poder imperial había
Debe cesar el IAPI y debe restablecerse la libertad de comer- engendrado, aun en muchos patriotas, un sentimiento de subestimación nacional
cio. que parcialmente aun subsiste. Si la improvisación de Perón y Miranda en la

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materia podían justificar serias reservas en la primera fase de la negociación, todo Tal era la profunda deformación económica del país impuesta por la tarifa
el curso posterior de la política económica peronista demostraría irrefutablemente ferroviaria. Con ella, el Imperio británico, a costa del pasajero o transportista
su carácter genuinamente argentino. La corriente en esta dirección era tan poderosa argentino, proveía la alimentación del ciudadano de las Islas, y ahogaba
que aun las vacilaciones, los errores o transacciones defectuosas deben ser simultáneamente las industrias argentinas del interior.
englobadas en el sentido progresivo de la política general emprendida en 1945. La nacionalización de los teléfonos mereció en su momento, como en nuestros
En cuanto a los detalles, los abandonamos a los microscopistas y roedores de la días, la crítica «antiimperialista» de los agentes nativos del imperialismo, lo que
historia, para que se alimenten. Como observaría Scalabrini Ortiz, la Argentina revelaba, indirectamente, el carácter nacional de esa y otras medidas semejantes.
«había comprado soberanía». Américo Ghioldi, el niño mimado del socialismo filo inglés, calificó a Perón de
La Argentina no sólo adquiría los ferrocarriles con la nacionalización. En la «agente inglés» o «norteamericano». El stalinismo y sus variantes de izquierda y
compra se incluían varios puertos, entre ellos dos en Bahía Blanca, las empresas derecha, así como algunos nacionalistas de tipo aristocrático, se sumaron a esta
eléctricas de dicha ciudad y las aguas corrientes, las empresas de Tranvías, las apreciación.
Empresas de Transportes Automotores de Cuyo y Mar del Plata, Empresas La Vanguardia del 10 de setiembre de 1946 titulaba esa edición:
Empacadoras de frutas de Río Negro, la Empresa de Petróleo Ferrocarrilero con
campos petrolíferos y Destilería en Comodoro Rivadavia, los Expresos Villalonga
La nacionalización de los teléfonos es un espléndido negocio
y Furlong, campos, chacras experimentales, varios hoteles, terrenos de un enorme
para la U.T..
valor. Solamente en Capital Federal y el Gran Buenos Aires se traspasaron al
Estado nacional 3 millones de metros cuadrados en terrenos y edificios. A lo
dicho cabría añadir lo siguiente: al nacionalizarse los ferrocarriles, un empleado El órgano del Partido Comunista, Orientación, del 8 de mayo de 1946,
encargado de preparar los inventarios en las oficinas del Ferrocarril Pacífico, publicaba, a la manera de ciertos cipayos de izquierda, un fragmento de Lenin
encontró en una caja de hierro de dichas oficinas un paquete con todas las acciones para encubrir su actitud antinacional, donde el jefe revolucionario se refiere a la
de la Editorial Haynes, propietaria de revistas, radios, etc., y el diario El Mundo. interrelación entre los Bancos y el capital financiero en los países imperialistas,
Era la «yapa». Así se gobernaba la opinión pública antes de 1945159. señalando que
Los posteriores críticos del déficit ferroviario incurrirían luego en el error de
juzgar a los ferrocarriles con la óptica comercial inglesa, es decir, de acuerdo a su el monopolio de Estado en la sociedad capitalista, no es más
rentabilidad. Desde el punto de vista de un país atrasado, el ferrocarril debía que un medio de acrecentamiento y consolidación de los millona-
promover con su tarifa, verdadera aduana interna, una política de desenvolvimiento rios que se hallan a las puertas de la quiebra.
de aquellas provincias e industrias interiores estranguladas desde la era mitrista.
En tiempo de los ingleses, la tarifa ferroviaria burlaba a su modo la protección
aduanera. El título del fragmento era: «Sobre la Nacionalización de los bancos». Lenin
se refería a los países imperialistas. Los stalinistas utilizaban la autoridad de Lenin
Tomando un vagón ‘standard’ de 25 toneladas de capacidad y para atacar la nacionalización del Banco Central en un país semicolonial.
suponiendo un viaje de ida y vuelta sobre una distancia se 11.000 De este modo los comunistas obtenían un doble premio: se desacreditaban
kilómetros, las diferentes mercaderías transportadas, pueden ser ante los ojos del pueblo y dejaban a Lenin como si fuera un devoto alumno de
clasificadas en mercaderías protegidas destinadas a la exportación: Codovilla.
hacienda $ 366, maíz, $ 1177, trigo $ 1268, lino $ 1564; y otras Antes de asumir el gobierno el general Perón, Farrell nacionalizaba el Banco
mercancías, petróleo $ 1137, azúcar $ 2009, vino $ 1263, conservas Central y ponía a disposición del país el manejo del crédito y el control de todos
$ 2263, talabartería $ 3994, tejidos $ 4304 y artículos de almacén los depósitos161. La creación del IAPI, o sea, el control estatal del Comercio
$ 33209160. Exterior, fue la siguiente medida profundamente revolucionaria, atacada con saña

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proporcional por intereses no precisamente nacionales vinculados al capital un episodio que le relató un comerciante de Ramos Generales, ilustrativo de la
extranjero. ignorancia del chacarero y la malicia de sus explotadores. Al terminar una jornada,
el dueño del almacén observó que le faltaba una montura en un caballete. Ningún
empleado recordó qué cliente podía haberla llevado sin pagarla. Entonces el
comerciante encontró la solución. Como habían visitado su negocio ese día 30
El mecanismo expoliador de los monopolios cerealistas chacareros, incluyó en las liquidaciones de cada uno de sus clientes el valor de la
montura. Cuando se recolectó la cosecha, adquirida en su totalidad por el
Si algún organismo oficial fue condenado por la oposición en nombre de la comerciante a los productores, todos pagaron sin chistar las 30 monturas.
«moralidad» o la «ética», fue sin duda el célebre IAPI (Instituto Argentino para la De este modo, el chacarero, de las primeras generaciones, por lo común de
Promoción del Intercambio). La literatura periodística de la época está cargada origen italiano o español, estaba en manos del acopiador, que era a la vez banquero
de las venenosas críticas que todos los sectores le dirigían. Dicha crítica difamatoria y proveedor, con lo que obtenía alrededor el 30 % del monto de las operaciones
debía medir la importancia de los intereses afectados. Estos eran, simplemente, y que era eslabón intermediario de los grandes exportadores internacionales. En
los monopolios cerealistas, algunos de ellos de eterna fama: Bunge y Born, De resumen, 50.000 chacareros y colonos eran explotados por 3.000 acopiadores
Ridder, Louis Dreyfus. En la década del 60 todavía estaba en pie el Palacio de la que a su vez dependían de 4 grandes firmas exportadoras163.
familia De Ridder, en la Avenida Alvear, de inocultable belleza, construido al cabo De 1936 a 1939, las cuatro firmas monopólicas, sobre un total de 44,5
de décadas de esquilar a la Argentina, verbo ovino que viene de perilla al tema. millones de toneladas de granos exportados, habían comercializado 36,8 millones,
Pero los monopolios cerealistas no estaban solos. Eran las dinastías de un o sea, el 82,5 %. Pero aunque la estadística indica que otras 36 firmas exportaron
vasto reino integrado por explotadores menores de diversa importancia y que en el restante 17,5 %, cabe observar que muchas de éstas, para escapar a las críticas
su conjunto integraban el sistema de comercialización y financiación de las cosechas. de la opinión pública, eran en realidad simples testaferros de los cuatro grandes
La estructura comenzaba con el acopiador de pueblo rural, seguía con los exportadores. De ahí que pueda afirmarse sin riesgo de error, que el 90 % de
propietarios de almacenes de ramos generales, comisionistas, especuladores y todo lo exportado por el país en ese período corría a cargo de Bunge y Born,
llegaba a los exportadores de granos, el nivel más alto en el mecanismo del despojo Louis Dreyfus y Cía., La Plata Cereal y Luis De Ridder Ltda. Con esas diferencias
al productor. hacían sus palacios los De Ridder.
Era frecuente que el acopiador fuera al mismo tiempo dueño del almacén de La conducta observada durante la «década infame» por la Junta Reguladora
ramos generales. El colono entregaba a aquél su producción. El dueño del almacén de Granos, fue fijar los precios de los granos por debajo de los costos de
ya le había adelantado algún dinero para «ir tirando», más semilla y arreglo de producción, y sólo al nivel necesario para que los arrendatarios pudieran pagar
útiles de labranza, combustible, etc. La relación era tan patriarcal que el propio los arrendamientos a los terratenientes. Después de 1943 esa misma Junta cambió
almacenero hacía todas las cuentas y liquidaciones. A veces le cobraba al chacarero de política. Ahora, mediante el decreto Nº 10.107/44, declaró de utilidad pública
intereses por tenerle en depósito su propio trigo. El fraude en las «pesadas» y y sujetó a expropiación el uso de los elevadores de granos y demás dependencias
liquidaciones era legendario. Se le pagaba parte en «especie» y se llevaban las de los puertos, y caducas todas las concesiones, en dichas instalaciones, otorgadas
libretas contabilizadas por los propios comerciantes. Cuenta Manuel Ortiz Pereira en el pasado a los monopolios a precios ínfimos. Fue el primer paso contra los
que a los chacareros en un pueblo del sur de la Provincia de Buenos Aires un monopolios, pero no fue el único. Al terminar la guerra, había gran escasez de
almacenero italiano les anotaba en su libreta, entre otros muchos artículos productos agrarios en el mundo. Y como resultado de la catástrofe bélica del
comprados, la venta de tantos pesos en concepto de «Persicola». Uno de ellos imperialismo, una gran inflación mundial elevó los precios de los artículos
preguntó a Ortiz Pereira, al cabo de años de pagar la Persicola, qué producto manufacturados. Como a raíz de la guerra los beligerantes habían organizado
podía ser ése. El interrogado hizo su averiguación y ante su asombro el comerciante comités estatales de adquisiciones de granos, la Argentina se vio obligada, para
dijo: «–Ma, eso va per si cola. Si non cola, no va»162. En la Academia Nacional de defender su producción agraria ante los grandes Estados compradores, a constituir
Agronomía y Veterinaria, Don Julio César Urien citó en una conferencia de 1945 por su parte otro organismo estatal, esta vez argentino, y defender los precios de

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sus productos primarios. Los restantes países trigueros adoptaron el mismo criterio: marina mercante al exterior de manera que a ellos les quede sola-
Australia mediante el «Australian Wheat Boar»; Canadá con el «Canadian Wheat mente el derecho de comer el cereal.
Boar» y los Estados Unidos con la «Commodity Credit Corporation». El IAPI
fue la respuesta argentina a la referida estatización de los instrumentos de
comercialización. El IAPI procedió a adquirir las cosechas directamente de los productores o
cooperativas; los acopiadores quedaron relegados a la condición de «simples
Con este sistema, el Estado Nacional protegió los precios de los productores;
depositarios por cuenta del IAPI», dice Cafiero. En un plazo promedio de 12
se reservó las ganancias anteriormente absorbidas por los monopolios y las utilizó
días, el productor cobraba el 100 % del importe de su cosecha en una sucursal
para financiar otras obras de interés público; finalmente, cuando los precios bajaron
bancaria de su zona. Además el IAPI estableció la tipificación, que mejoraba el
en Europa, el IAPI trabajó a pérdida, para defender el ingreso del productor
promedio de ingresos del agricultor y despojaba a los monopolios del papel de
argentino.
juez y parte en el proceso.
Las diversas medidas adoptadas por el Ministro de Comercio Exterior, Dr.
Los resultados de esta resuelta política nacionalista y popular en materia
Antonio Cafiero, en 1952, restringiendo los abusos monopolistas, desencadenaron
agraria no fueron inesperados. La prensa de Rosario informaba en 1954 de la
la ira de los círculos afectados. Los supuestos economistas clásicos o neoclásicos,
desaparición, cierre o liquidación de numerosos mayoristas de Ramos Generales,
pero sobre todo subclásicos, con sus partidos políticos, y la prensa del viejo
cerealistas y comisionistas, ahora marginados de la intermediación. Por su parte,
privilegio, acusaron al IAPI de todo género de anomalías. «La libertad de comercio»
la proporción en que los famosos monopolios cerealistas participan en el comercio
era la primera víctima a defender y la «libre comercialización de las cosechas» la
interno argentino en 1939 bajaba del 82,5 % de esa época al 39,4 % en 1954. A
inolvidable consigna de la época, que exhibía cínicamente la defensa de los
su vez, en la comercialización interna, las cooperativas llegaban al 50 % en el
monopolios imperialistas por parte de las clases medias urbanas y de sus
tráfico comercial. Dichas entidades, que reflejaban la política benéfica del Estado
representantes parlamentarios.
a su respecto, experimentaron una gran mejora. En 1949 el número de entidades
Pero la lucha por construir una política comercial independiente suponía no llegaba a 258, en 1954, a 696. Los asociados pasaban en el primer año citado de
sólo quebrar las prerrogativas de Bunge y Born y similares mediante una nueva 85.000 a 223.754 en 1954.
legislación, sino construir una red de agentes en Europa y otras regiones del mundo En estas cifras no sólo había números. La furia oligárquica y el llanto de los
para vender allí. Ya no se trataba de vender como antes en condiciones FOB poetas cortesanos haría hablar a los cañones de Lonardi.
(franco a bordo), en nuestros propios puertos, sino en vender CIF (costo, seguro
La creación de la Flota Aérea del Estado y el desenvolvimiento gigantesco
y flete) o sea, directamente al consumidor final, en su propia casa. Era la única
de la Flota Mercante nacional independizó en gran parte el país del secular
manera de conquistar la plena independencia comercial, suprimiendo la
transporte marítimo inglés, que proporcionaba a Gran Bretaña parte de sus
intermediación extranjera, que se llevaba la crema del negocio.
«ingresos invisibles». Lo mismo puede decirse de la nacionalización de los seguros
También suponía incorporar a la nueva política de comercialización a las y reaseguros, que vulneraba directamente la finanza británica y reservaba para el
cooperativas argentinas, en la perspectiva de que ellas se hicieran cargo con el país una de sus suculentas fuentes de ingresos. La construcción de diques y usinas,
tiempo de todo el proceso de producir, transportar y vender la producción nacional la construcción del combinado siderúrgico de San Nicolás, el gasoducto de
en el exterior. Comodoro Rivadavia, la expropiación del doloso grupo Bemberg, y la creación
Con el raro poder de síntesis que lo distinguía, Perón señaló el papel que le de un sistema estatal defensivo en los más variados órdenes, marca con su sello
asignaba al extranjero en relación con nuestros cereales: esa época.
Entre 1947 y 1952 la Argentina duplica el tonelaje de su marina mercante,
Deseamos que en el orden internacional a ellos les quede so- había aumentado su volumen cuatro veces entre 1939 y 1952. Al subir Perón al
lamente el derecho de consumir y que todo lo demás lo tengan poder, el país contaba con una flota mercante de 430.000 toneladas. En 1952
nuestros agricultores, es decir, producir y transportar en nuestra llegaba a 1.158.006 toneladas.

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En 1952 la flota mercante argentina no sólo era grande, sino Su inclinación profesional por las soluciones tecnocráticas y el desdén
que era también una de las más modernas del mundo... Con barcos militar por los «políticos», le resultó fatal cuando, al escasear las divisas, lo
nuevos y rápidos, la Argentina casi pudo realizar su propósito de único que podía sacar al país del atolladero era justamente la política y los
transportar el 50% de su comercio exterior en naves nacionales. políticos, siempre y cuando fueran revolucionarios. Toda su ideología era una
Asimismo, se acercó a su meta de hacerse independiente de empre- síntesis inorgánica de las propensiones totalitarias de su generación, combinada
sas navieras extranjeras... Antes de la segunda guerra mundial, la con el «populismo» u «obrerismo» inyectado por los grandes acontecimientos
Argentina dependía por completo de barcos refrigerados extranje- de 1945. Los elementos positivos del «democratismo» pequeño burgués no
ros y de compañías navieras también extranjeras. Estas compañías podían encontrar un lugar en este proceso dirigido por un militar de un país
determinaban en parte la cantidad de artículos que había de pro- semi colonial, pero capitalista, jaqueado por el imperialismo, aunque con un
ducir el país, ya que la producción tenía que ajustarse al tonelaje poderoso proletariado165. La obsesiva búsqueda de «lealtad» tendía a impedir
que aquellos accedían a transportar... Su marina mercante contri- la formulación de un programa y el desenvolvimiento ideológico del gran
buyó al desarrollo de los demás países latinoamericanos y les ayu-
movimiento nacional. Fueron estas limitaciones las que en último análisis lo
perdieron.
dó a conseguir su libertad económica164.

Perón prefirió no tocar a los frigoríficos de capital imperialista ni a la CADE. En


Perón como peronista: su partido
cuanto a los primeros, una política revolucionaria no podía llevarse adelante sin tocar a
sus proveedores, es decir, a la ganadería privilegiada de los invernadores, el riñón
mismo de la oligarquía argentina. La nacionalización de la tierra de la oligarquía ganadera Perón había llegado al gobierno en 1946 con el apoyo de tres fuerzas: el
y su transformación en estancias ganaderas del Estado (a la manera exitosa practicada Partido Laborista, los Independientes y la Unión Cívica Radical (Junta
por el Dr. Francia en el Paraguay) no pasó nunca por su cabeza. Renovadora).
Al disiparse el humo del siniestro, se advirtió que la oligarquía detentaba, Para comprender en su complejidad y riqueza el movimiento social al que
más fuerte que nunca, las palancas de su colosal poder agrario. La coexistencia Perón dio su nombre, bastará señalar que ingresaron a las filas del Partido Laborista
exasperada de la Argentina terrateniente y de la Nueva Argentina industrial durante numerosos dirigentes gremiales de larga actuación en el Partido Socialista, del
diez años, puso a prueba duramente el programa nacionalista del peronismo. El Partido Comunista y de otras expresiones de la izquierda tradicional que no
dilema se resolvió como en el caso de Yrigoyen. admitieron el deshonor de integrarse a la Unión Democrática junto al Embajador
La prosperidad tocó su fin con el comienzo de la restauración económica Braden:
europea y la baja de los precios mundiales de alimentos derivados del Plan
Marshall con el «dumping» triguero norteamericano. Los buenos y Así fue como las circunstancias determinaron que hombres que
despreocupados años quedaban atrás. Se advirtió entonces que la industria abandonaron las filas del socialismo, –escribe un protagonista de
liviana había dispuesto, como cabía esperar de ella, de gran parte de las divisas tales sucesos– y que se plegaron decididamente en favor de las
necesarias para la industria pesada. Con enérgica decisión Perón hizo frente a ideas revolucionarias y de recuperación nacional del coronel Perón,
los acontecimientos y no hay duda que afrontó los dos puntos débiles del desempeñaron importantes funciones (ministros del P.E.,
sistema: el petróleo y la siderurgia. Sólo le faltó el elemento capital, que era el gobernadores de provincias, senadores nacionales, diputados
que más despreciaba y que finalmente lo perdió: la ideología política capaz de nacionales, legisladores provinciales, intendentes, concejales, etc.)
modelar todo el proceso en las nuevas condiciones de lucha y de ganar el Fue tal la adhesión que en Tucumán se dio el caso de que la casi
apoyo de una parte de la pequeña burguesía, a la que había horrorizado con totalidad de los miembros de la Federación Provincial Socialista se
sus métodos y sus violencias. pasó a las filas peronistas vía Partido Laborista166.

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Las disensiones no tardaron en manifestarse. Aunque sin duda la crisis del para gran parte del radicalismo, de «diferencias internas» dentro de un régimen
Partido Laborista, entre otras cosas, obedecía a las intrigas de agentes imperialistas agrario exportador en el que todos debían participar. Los radicales exigían una
vinculados al sindicalismo norteamericano, otro factor fue la aspiración de algunos participación «democrática» como los demócratas progresistas, y los
sectores obreros de mantener su independencia frente al triunfador coronel de la conservadores no querían oír hablar de tal vocablo. Pero todos ellos se habían,
Casa Rosada. Los antagonismos llegan al extremo de que en un acto público de algún modo, insertado en el gran sistema imperial.
celebrado en una plaza de la ciudad de San Martín, Cipriano Reyes afirmó El nacionalismo revolucionario de Yrigoyen había quedado tan atrás que
categóricamente «que el movimiento ha superado al Jefe Coronel Perón». A su sólo podía encontrárselo leyendo algún libro de historia. Sus discípulos se habían
vez, las desinteligencias de Gay con la Unión Cívica Radical (Junta Renovadora) amansado en 1945. Cada día había más estancieros, abogados y comerciantes
en la lucha por una Senaduría Nacional volvía muy tensa la situación interna de la radicales, y menos peones rurales. Los peones ya estaban en otro lado. Al bloquear
política peronista. Tanto el Presidente como el Vicepresidente del Partido Laborista, un vuelco hacia la posición nacional del radicalismo clásico, el imperialismo impidió
del cual Perón era el afiliado con carnet número 1, se habían vuelto contra el que los forjistas y los radicales de la tendencia de Quijano y Antille, arrastraran
Presidente de la República y Jefe del Movimiento167. Perón no tuvo más remedio consigo a las grandes masas. Este hecho determinó que el aporte radical de las
que imponer sus decisiones en el seno del Frente Nacional, impidiendo la corrientes de la clase media al movimiento peronista no fuera decisivo; no pudo
consolidación de la estructura partidaria del Laborismo y de la Unión Cívica Radical constituir por sí una fuerza capaz de contrabalancear la influencia personal de
(Junta Renovadora). Estos partidos recién nacidos no pudieron resistir la presión Perón y de exigir el pleno funcionamiento de la democracia revolucionaria.
del Presidente. En el primer año de su gobierno Perón disuelve a los partidos que En la medida en que la clase obrera no contaba con su propio partido y el
lo apoyaron y crea el fantasmal Partido Unico de la Revolución. La segunda fase Partido Laborista no era sino un agrupamiento circunstancial carente de vértebras,
será su eliminación bajo el nombre del partido Peronista. La resistencia de un los trabajadores apoyaron directamente a Perón; este era el resultado de la
núcleo de diputados laboristas a los «úkases» de la Presidencia, encabezados por deserción de los socialistas y comunistas en 1945.
el dirigente de los frigoríficos Cipriano Reyes, concluirá en una medida típica del Estos dos hechos nacen de nuestra inmadurez histórica como país: ni la
absolutismo presidencial: bajo el pretexto de una conspiración, el diputado Reyes burguesía nacional ni el proletariado habían podido darse sus partidos
irá a dar con sus huesos a la cárcel, donde permanecerá largos años. Así fue representativos. Sólo existían como tales los partidos de la oligarquía, de la
como el gobierno asumió cada vez más un carácter abiertamente autoritario. En burguesía comercial, de algunos sectores pequeños burgueses influidos por el
cuanto al radicalismo de la Junta Renovadora, tampoco logró viabilidad para sistema oligárquico o alguna agencia de la política soviética.
constituirse en el principal sostén político del nuevo gobierno peronista. Conquistado el poder por un Frente Nacional donde intervenían radicales
La debilidad de la corriente radical yrigoyenista incorporada al movimiento yrigoyenistas, sectores de burguesía industrial, sindicalistas obreros, antiguos
nacional de Perón, no era sino el resultado del triunfo obtenido por el imperialismo socialistas y grupos conservadores, parecía imponerse un gabinete de «coalición».
en las filas de la Unión Cívica Radical tradicional. Los radicales permanecieron, Un Vicepresidente de pasado yrigoyenista como el Dr. Hortensio J. Quijano y
en su mayor parte, durante los acontecimientos de 1945 en adelante, en los cuadros dos ministros de origen socialista como el Dr. Juan A. Bramuglia y Angel Borlenghi,
de ese radicalismo oligárquico cuya fisonomía había sido simbolizada por Alvear. así lo dejaba suponer. La dictadura militar primero y la acción de las masas populares
Era la clase media que se resistía a ingresar en el campo nacional. Esta resistencia luego, habían liberado a los sectores nacionales aprisionados en los viejos partidos.
no era «ideológica». En realidad, vastos sectores de las clases medias agrarias y Parecía que un Frente Nacional en el gobierno, presidido por un Jefe militar,
urbanas habían prosperado en la interioridad del sistema exportador formado debía articular un régimen nacional democrático y atraerse nuevos sectores de la
desde 1880. Aunque había sufrido duras pruebas con la crisis mundial y aun clase media en apoyo de su programa. Sin embargo, las cosas discurrieron de
cuando muchos de los miembros del radicalismo habían estado derivando hacia la otro modo. La violencia de las luchas precedentes y la profundidad con que el
actividad industrial protegida, en su mayor parte el radicalismo jamás perdió su imperialismo había corrompido a los partidos, impidieron que los yrigoyenistas
visión «agrarista» de la política nacional. De ahí sus conexiones objetivas con el arrastraran consigo, lo mismo que los escasos socialistas, a las viejas estructuras
sistema oligárquico, al cual se oponía con un difuso nacionalismo. Pero se trataba, partidarias.

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Poco tiempo le bastó a Perón para comprobar este hecho. exterior y cuenta con recursos mundiales, con todo un aparato de difusión y con
Resultó un hecho corriente que el Presidente, con los dirigentes del partido, palancas básicas en el propio país revolucionario. De estas ventajas del
se reunieran a puertas cerradas en vísperas de elecciones para componer la lista bonapartismo para combatir al gran enemigo, nacen sus debilidades. Al no contar
de candidatos a diputados nacionales o senadores de la Nación. Las elecciones con partidos nacionales poderosos que lo apoyaran en la realización de un programa
internas brillaban por su ausencia. Era una estructura política vertical, «monolítica» antiimperialista y que al mismo tiempo lo controlaran en el marco de una democracia
y en consecuencia, rígida. revolucionaria, la persona de Perón se «independizó», por así decir, de las fuerzas
Si hemos aludido a las razones históricas que explican esta transformación, que le dieron origen.
también se evidencian en el proceso los rasgos psicológicos de su protagonista, Al no contar con la presencia activa y el control recíproco de grandes partidos
que juegan un importante papel en su encumbramiento y en su caída. Surge argentinos que coparticiparan del poder, la influencia de Perón creció
espontáneamente la analogía entre los métodos políticos de Perón e Yrigoyen. El despro-porcionadamente, convirtiéndose en el regulador único de toda situación.
militar que ingresa a la política a los 50 años de edad encabezando desde arriba Si avanzáramos un paso más en el análisis, podríamos decir que los rasgos
un gran movimiento nacional, difería del estanciero que desde su adolescencia, dictatoriales y centralizadores de Perón no sólo obedecían a una necesidad impuesta
paso a paso y desde «el llano», había construido su partido, hombre por hombre, por los formidables enemigos internacionales cuyos intereses lesionó y, por supuesto,
sin poder alguno y a lo largo de casi cuarenta años de lucha. El autoritarismo a sus imperiosos rasgos personales, sino que encontraban otra causa concurrente
profesional de Perón y su desprecio por los políticos no impedirá que se convierta en la negativa del radicalismo y de los partidos de izquierda a integrarse
él mismo en un político avezado. Pero la superioridad de las artes de Yrigoyen en democráticamente con Perón en un gran Frente Nacional Revolucionario.
relación a los métodos de Perón se pondrá de manifiesto no sólo desde el poder,
sino desde abajo, después de su caída.
La «persuasión» de la que hablará luego tantas veces Perón, no pertenecía, El origen histórico de la democracia
sin embargo, al arsenal de sus virtudes. Era, en cambio, una de las habilidades
supremas de Yrigoyen. Desde el punto de vista histórico, bastará indicar que el En un país semicolonial, ninguna revolución puede sostenerse sin ejercer
caudillo radical construyó un partido tan sólido que a cincuenta años de su muerte ciertas formas de dictadura. Históricamente el régimen llamado a realizar tareas
y aun vaciado de su contenido original, continúa en pie, en el gobierno y en la democráticas –industrialización, liquidación del yugo imperialista, unidad nacional,
oposición. Toda la política de Perón, en cambio, en relación con su movimiento, revolución agraria– asume las formas de una Revolución Nacional.
consistió en impedir su organización. Las normas «democráticas» eran ignoradas. ¿Qué significa esto? Nada más simple: el viejo Estado, órgano de los intereses
El partido peronista, cuando cae en 1955, estaba intervenido en todas sus oligárquicos, es sustituido por otro, instrumento de la voluntad de la mayoría de la
autoridades locales desde hacía una década. Nación. Para resistir las grandes fuerzas internacionales que se coaligan contra él,
El bonapartismo (expresión derivada del papel desempeñado por Napoleón el gobierno nacional debe apelar a medidas de represión y de control nacidas
I y su sobrino Luis Napoleón en la historia de Francia) es el poder personal que se precisamente de su debilidad relativa frente al imperialismo: adquisición voluntaria
ejerce «por encima» de las clases en pugna; hace el papel de árbitro entre ellas. o forzosa de los grandes diarios y radios reaccionarios, control de las actividades
Pero en un país semicolonial como la Argentina, la lucha fundamental no se plantea contrarrevolucionarias, destrucción del aparato sindical pro-imperialista, vigilancia
solamente entre las clases sociales del país sino que asume un doble carácter: el de los agentes del espionaje extranjero, apropiación de los resortes bancarios y
imperialismo extranjero interviene decisivamente en la política interior y tiene a su financieros, expropiaciones, etc. Todo esto ya lo han hecho en su tiempo y a su
servicio a partidos políticos nativos y a clases interesadas en la colonización nacional. modo las grandes potencias imperialistas que se autotitulan «democráticas»; si no
De esta manera, el bonapartismo (Perón) se elevó por encima de la sociedad y lo hubieran hecho, no serían hoy grandes potencias. Cromwell exigió la sangre de
gobernó con ayuda de la policía, el Ejército y la burocracia. un rey para instaurar la democracia británica. Pero los admiradores nativos de
Una centralización semejante del poder era inevitable en cierto modo, dada Inglaterra se han olvidado de la «Gran Revolución» inglesa; al elogiar únicamente
la tremenda fuerza del imperialismo, cuyo comando concentrado reside en el sus frutos pretenden que fue obra de la cortesía sajona.

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Las contradicciones que desgarran a nuestros «demócratas» en esta esfera invertidas, mediante una aplicación mecánica de su sentido original, estas
no tienen término y no perderemos tiempo en rebatirlos. Políticos «socialistas» medidas obtenían un efecto contrario al buscado. Burócratas insignificantes
como Américo Ghioldi no ocultan su gozo por la contemplación de las instituciones del tipo de Mendé o Apold, «peronizaban» sectores de la Administración
parlamentarias de Gran Bretaña. Simulan ignorar que la democracia británica no Pública mediante la inscripción obligatoria al Partido Peronista, nutriendo sus
regía en Kenya o en la India. Es precisamente el terror inglés en sus colonias y su padrones de afiliados nominales que en realidad se convertían no sólo en
despiadada explotación los que garantizaron a los ciudadanos de Londres el goce enemigos mortales de ese partido, sino de todo el movimiento nacional
de una democracia ateniense. Un país semicolonial que no explota a pueblo alguno, revolucionario. Este cretinismo político no era sino aparente.
no puede disfrutar de una democracia perfecta; un «régimen abierto» desarticula No había municipio o provincia electoralmente ganada por los radicales que
a la semicolonia ante el imperialismo. en algún momento no se viera intervenida por el gobernador peronista o el Poder
El Estado es, desde su origen, una fuente de corrupción, y la figura jurídica Ejecutivo Nacional. La prensa política de la oposición por deleznable que fuera, –
de la dictadura que una clase social ejerce sobre otra. En nuestro tiempo, y en tal el caso de El Intransigente de Salta–, era clausurada o perseguida judicialmente
escala mundial, ha sido definido como el «comité administrativo de la clase por «desacato». El lógico resultado era que Michel Torino, bodeguero y empresario
burguesa». En la Argentina era prisionero del control oligárquico-imperialista. Las periodístico, radical de derecha, fue laureado por la SIP como «héroe de la libertad
jornadas de Octubre expropiaron el poder político a la oligarquía e imprimieron al de prensa» y exhibido al mundo como prueba de la dictadura de Perón. El
Estado una orientación nacional. Pero la estructura agrícola, comercial y financiera otorgamiento del «certificado de buena conducta» para ingresar a un empleo era
de la vieja Argentina, que Perón no destruyó, y la crisis mortal de los partidos un instrumento de coacción política. Artistas de radio o de cine eran «borrados»
populares, fueron los factores decisivos de la transformación de la democracia de las listas de trabajo por sospecha, o real oposición política al gobierno.
revolucionaria en dictadura burocrática. Borges era trasladado de su modesto empleo de una Biblioteca municipal de
No nos estamos refiriendo a las medidas adoptadas por el peronismo contra barrio, al cargo de inspector de aves y huevos de la Comuna. Esta medida había
sus adversarios del campo imperialista. Por más duras que fueran, estaban nacido del cerebro de lombriz de algún funcionario municipal. Seguramente soñaba
legitimadas históricamente; antes bien, queremos indicar que el fracaso del con merecer una mirada aprobatoria de algún jerarca. Pero no sólo dañó a Perón, sino
peronismo en la materia consistió en no implantar la democracia en el propio que constituyó una curiosa crítica literaria a un gran artista. Poco importaban las opiniones
campo de la revolución. La rigidez del régimen condicionó su indiferencia ante la políticas de Borges; más importante era el hecho de que su obra pertenecía a la
hipótesis de esclarecer los grandes problemas nacionales en un gran debate. Sólo historia intelectual del país. No podía ser condenada por un Supremo Tribunal
así, y no de otro modo, habría podido desarmar políticamente a la oposición, Burocrático. No estará fuera de lugar aquí mencionar el pomposo secuestro por una
esclarecer su propia condición como movimiento y conquistarse el apoyo de grandes Comisión Parlamentaria de las dos Cámaras de la Nación, que presidía el ilustre
sectores juveniles de la República. aunque iletrado diputado José Emiliano Visca (de origen conservador) de un libro
titulado «América Latina: Un País», escrito por quien narra esta historia. Lo peculiar
del secuestro, (1949) que alcanzó en su tiempo universal resonancia, era que su autor
sostenía «desde la izquierda» al régimen peronista, en una posición por supuesto crítica
El doble carácter de la burocracia e independiente según ha sido nuestra costumbre, a decir verdad, rara. Si era posible
en la revolución popular confiscar un libro que explicaba y justificaba históricamente el triunfo de Perón, es fácil
comprender que había una especie de silencio en medio de la bulla de la época.
El más opaco período de la hegemonía burocrática en la revolución Estaban ocurriendo acontecimientos, el país vivía en la nueva legislación, se levantaban
peronista se extiende desde 1949 a 1953, en que la revolución parece fábricas y ardía la esperanza de la multitud. Pero era imposible pensar en público,
detenerse y los corifeos conservadores del régimen al estilo de Visca actúan salvo Perón en persona.
libremente. Numerosas medidas administrativas procedentes de la cúspide En realidad, la burocracia funcionaba: a) para controlar el conjunto del aparato
del poder son neutralizadas por la maquinaria burocrática. Tergiversadas o estatal y servir bien o mal (más bien mal) los fines revolucionarios; b) para someter

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a esclavitud al propio Perón, paralizar el ímpetu del movimiento y ofrecer una Ahogó sin piedad todas las formas independientes de pensamiento político dentro
plataforma de apoyo a la reacción contrarrevolucionaria. Parte de la Administración de su movimiento, lo que resultó a la postre más funesto que ahogar la voz de la
Pública era sordamente antiperonista, lo mismo que el magisterio, la justicia y la oposición, que nada podía decir ya al país. El destino de FORJA y de Arturo
Universidad. Las auténticas medidas revolucionarias de Perón eran obstinadamente Jauretche, el pensador más notable de su época, condenado a la inacción, es bien
saboteadas por el Partido Peronista y por la prensa adicta. Una resistencia ilustrativo168.
subterránea, a veces visible, se oponía al desarrollo y amplitud de la revolución. El «culto al Jefe» y a Eva Perón encerraba, es importante señalarlo, un doble
Los sectores burgueses (comerciales, industriales o financieros) que se acercaban al carácter. Por un lado brotaba de la necesidad de centralización impuesta por las
peronismo, no veían sino una oportunidad para enriquecerse rápidamente, mientras condiciones del mundo moderno, donde los grandes monopolios ejercen una
murmuraban contra él en los hoteles de lujo. hegemonía completa en el mundo capitalista.
Esa especie de «nacionalismo pasivo» de la burocracia estatal, civil o militar, A los países atrasados que luchan por su liberación no les queda otro camino
se fue transformando en el curso del proceso en un abierto factor que compensar su debilidad material frente al gigantesco enemigo, reproduciendo
contrarrevolucionario. La inflación era conjurada por la clase obrera y la pequeña a su modo idénticas leyes de guerra. La centralización del poder deriva generalmente
burguesía de las empresas privadas con sistemáticos aumentos de salarios. En la en el poder personal. El «líder» y la «Jefa espiritual de la Nación» reflejaban esa
Administración Pública, por el contrario, los sueldos permanecían rezagados y en necesidad histórica. Eva Perón, además, significaba la irrupción de la mujer en
pocos años el antiguo funcionario del Estado, privilegiado de la semicolonia nuestras luchas políticas. Su nombre quedará históricamente asociado a los derechos
próspera, veía deteriorarse su «status», mientras advertía estupefacto que la clase políticos del sexo postergado y humillado, de las mujeres y trabajadoras más
obrera mejoraba el suyo. La clásica sirvienta tucumana o santiagueña de la familia oscuras del país. Depurada su figura de la idealización y de la diatriba, Eva Perón
pequeño burguesa de las ciudades era absorbida por las fábricas o beneficiada era el estandarte de las capas profundas y soterradas del pueblo que comenzaba
por un Estatuto que helaba de horror por sus exigencias a las amas de casa. Los a marchar por primera vez. Las fórmulas esgrimidas eran elementales. Pero eran
pequeños rentistas de origen obrero o pequeño burgués se arruinaban por la ley las requeridas por una primera etapa de politización de sectores muy atrasados.
de alquileres, que implicaba una virtual confiscación, pero que a costa de un número Mientras los asnos letrados juzgaban desdeñosamente las joyas o pieles de Eva
comparativamente pequeño de propietarios de bienes raíces, mantuvo a bajo Perón o su literatura oratoria, con aire de conocedores, mientras otros del mismo
nivel ese costo de la vida; como la congelación de arrendamientos en el campo, jaez se sumergían en la psicología de la multitud o en las frustraciones personales
fue una de las medidas más importantes del período. El «resentimiento» de que de Evita, se olvidaba que los grandes movimientos populares de los países
hablaron algunos escritores después de la caída del régimen, atribuyéndolo a los coloniales poseen analogías evidentes con la Argentina. En la India, Gandhi
obreros peronistas, en realidad era el estado espiritual más generalizado en la movilizaba multitudes por medio de imágenes religiosas, de su cabra y su rueca.
clase media contra los obreros. La burocracia, por lo demás, dominaba con sus Son los pueblos de carne y hueso relegados por la historia. Multitud que los
inspectores las actividades del comercio, la industria y la producción y aplicaba literatos ignoraban, los harapientos nacían a la lucha iluminados por símbolos simples
mecánicamente las directivas del jefe, desatando nuevas oleadas de exasperación. y poderosos.
Los voceros de la izquierda cosmopolita eran incapaces de discernir en las
Personalismo y necesidad histórica masas peronistas a las continuadoras modernas de la guerra civil, de las montoneras
clásicas y del gauchaje alzado. Pero no existía otro método de filiar la herencia de
Al elevarse hacia el poder absoluto, envuelto en la prosperidad de la nuestros trabajadores que situándolos en la historia e indagando en su pasado el
postguerra, Perón demostró sus más grandes virtudes como caudillo y sus más secreto de sus luchas actuales.
rígidos aspectos como político. Pretendió aplicar a todo el país la pedagogía Perón mismo perdió de vista el hecho de que el inmenso poder que las
militar de los «reglamentos» y «adoctrinamientos» bajo la máscara de los planes, masas delegaban en su persona no era sino una tenencia provisoria de soberanía
«escuelas superiores» y «clases magistrales», en lugar de promover una clarificación popular. Creyó candorosamente que la sustitución de un partido verdadero, unido
abierta de los problemas fundamentales de un país en lucha por independizarse. por mil hilos a las masas, por una oficina burocrática a sus órdenes, permitiría una

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relación sin intermediarios entre las masas y el caudillo. Puesto que todos los afamados memoristas, fue el mismo Perón. Las medidas que adoptó hacia la
políticos y jefes del peronismo no debían ser sino lugartenientes y todo lugarteniente Universidad fueron al principio positivas, pero insuficientes por sí mismas para
era un traidor en potencia, el diálogo entre las masas y el jefe podía ser directo. conquistar la adhesión del estudiantado. La supresión de aranceles, la
Este diálogo fue interpretado por Perón, en la cumbre distante del poder, como eliminación de los exámenes de ingreso, campamentos de vacaciones, etc.,
un monólogo. Cuando realmente se requirió luchar y lanzar a la batalla a miles de eran dispuestas al mismo tiempo que se anulaban todas las conquistas de la
oradores políticos, armados de una ideología consistente, para derrotar a la Reforma de 1918 en relación con la representación estudiantil en los Consejos.
oposición que alzaba la cabeza en todas partes, Perón se encontró indefenso y La autonomía universitaria era destruida, lo que no constituye una regresión si
más solo que nunca. se la considera aisladamente, puesto que un país en un proceso revolucionario
Había cosechado, en el momento más trágico de su carrera, los resultados no podría ofrecer una autonomía a las Universidades dominadas por la
de su siembra. Su error fundamental no consistió en enmudecer a la oposición reacción.
antiperonista, en la que había no pocos sectores nacionales, sino ahogar a su En este caso, la «reacción» era la misma política universitaria del
propio movimiento, en el que pululaban no pocos contrarrevolucionarios. De este peronismo, que introducía en las cátedras a los elementos más cavernícolas
modo, impuso al peronismo la dictadura burocrática de Teisaire y su propia infalibilidad. del período juniano, mezclados con profesores liberales sin partido, demo
A la oposición la calificó genéricamente de «antinacional». Los cambios que introdujo oligarcas de todos los colores junto a otros profesores que representaban la
en este dispositivo fueron tardíos y se produjeron cuando ya todo estaba perdido. línea nacional y democrática de la revolución popular. A la imperiosa voluntad
La «ideología» del peronismo, consistía, en esencia, en las tres banderas que gubernamental de establecer su influencia en las aulas, el estudiantado
aludían a las reivindicaciones clásicas de los países semicoloniales. Pero había que universitario respondió con la clásica retórica de la «democracia» y la
profundizar el significado concreto e histórico de las tres banderas. Se imponía asumir «dictadura», que en ese momento, sin embargo adquirían virtualidad ante el
la herencia intelectual y política de las generaciones argentinas precedentes que habían espectáculo de la policía allanando las casas de estudio y deteniendo
vivido y luchado por los mismos fines. Era necesario vencer al imperialismo y a sus masivamente a los alumnos. A la FUA cipaya, el gobierno peronista intentó
partidos miembros en la esfera específica de su influencia tradicional, en la Universidad oponer una CGU fascista. Con tales métodos, que se derivaban de toda la
y en el pensamiento nacional desfigurado. actitud de Perón hacia los «ideólogos», los nacionalistas aristocráticos en la
Perón encargó esta tarea a Apold y a un oscuro adulador llamado Raúl Mendé, Universidad asumieron su representación.
que «elaboraron» una doctrina, la doctrina «justicialista». En un discurso pronunciado Como despreciaba a los «ideólogos», fue vencido por ellos en dos formas:
en Mendoza en un Congreso de Filosofía, Perón rondaba por las nubes aristotélicas. los ideólogos reaccionarios lo representaron en la Universidad y los «ideólogos»
En la prosa de Mendé, el justicialismo retrocedía hacia el lenguaje inarticulado. En cipayos lo enfrentaron allí mismo. El hijo universitario del pequeño burgués afectado
definitiva, Perón resultó víctima de sus propios recelos. Nada menos que la «ideología» por la política económica de Perón, encontraba en la Universidad los argumentos
demo-oligárquica lo venció en toda la línea en las Universidades, bastión de los hijos necesarios para llevar el odio de sus padres a las calles. De este modo, el carácter
de la clase media. históricamente progresivo del peronismo, su esencial nacionalismo popular, era
vencido en los centros más importantes de la cultura argentina. A la sombra de
este equívoco, la Reforma Universitaria de 1918 era combatida por el peronismo,
que cumplía en muchos aspectos algunos de sus postulados; y aparentaban
La política universitaria del peronismo defenderla sus verdaderos adversarios, los partidos liberales enemigos de Yrigoyen,
segundones de la oligarquía antirreformista.
La Universidad fue el cuartel general de las fuerzas contrarrevolucionarias El imperialismo advirtió agudamente que Perón había encontrado una trampa
y la «base de masa» y agitación de la oligarquía, como lo había sido en 1930 en la Universidad. Supo utilizar esta contradicción en su provecho, empleando las
y en 1945. Pero quien lanzó a los estudiantes a los brazos del envejecido formas ideológicas de la «democracia burguesa» tradicional y del socialismo puro,
bando oligárquico, con su escéptico profesorado de reblandecidos aunque pero imbuyéndolas de un contenido antinacional.

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Sindicatos y partidos aprobada por Yrigoyen en 1922, había sido derogada en 1925 por el demócrata
Alvear, con el pretexto de falta de fondos. El decreto ley Nº 33.302 creaba el
La descripción de las principales medidas legales producidas por el Coronel Instituto de Remuneraciones. Aunque no llegó a funcionar, se aplicaron otras
Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión explican sobriamente el formidable disposiciones de dicho decreto ley, entre otras, las vacaciones pagas, el aguinaldo,
apoyo alcanzado. pagos hasta seis meses por enfermedad, indemnización por despido o fallecimiento,
etc. La creación de los Tribunales de Trabajo (decreto ley Nº 32.347) enfrentará
Es imposible disociar la actitud del movimiento obrero posterior, de la vigencia en el primer momento a la enmohecida Suprema Corte. Pero traía al mundo jurídico
de tales leyes que afectaban la existencia cotidiana y la «calidad de vida» de una transformación radical para llevar a la práctica sin dilaciones las leyes obreras.
millones de almas. Basta mencionar el decreto ley Nº 23.852, de Asociaciones En diez meses, en 1944, la Secretaría de Trabajo había incorporado a los beneficios
Profesionales, que prohibía la intervención del Estado en los sindicatos, reconocía jubilatorios a más de 2.000.000 de personas.
la personería gremial para discutir a los sindicatos mayoritarios e impedía la
Se comprende sin esfuerzo por qué la CGT del peronismo llegó a organizar
multiplicación de pequeños sindicatos ficticios de tipo patronal utilizables contra el
grandes masas de trabajadores en sus sindicatos.
gremio. Del mismo modo, el decreto ley 28.164, creaba el estatuto del Peón de
De ahí que la acusación lanzada por sus enemigos, relativa a la dependencia
Campo, asunto jamás legislado en la historia argentina, porque si la oligarquía
sindical hacia Perón, parece ridícula. El destino de los sindicatos en la época del
conservadora a veces apoyaba alguna ley que imponía mejoras a los obreros
imperialismo y en un país atrasado no puede ser otro que caer bajo la influencia
industriales a costa de la burguesía nacional, los socialistas no planteaban
del régimen político vigente, en tanto dicho régimen garantice a los trabajadores el
reivindicaciones de ese carácter que perjudicaran a la clase agraria dominante.
«mínimo» de derechos compatibles con su vida económica y con el funcionamiento
Arturo Jauretche sugirió a Perón su sanción inspirado en una explicación escuchada
de los sindicatos. Esta propensión de los sindicatos a contraer compromisos con
de boca del Dr. Luis Güemes, descendiente del prócer, sobre el «estatuto gaucho»
el régimen gobernante, no se origina exclusivamente en una particular degeneración
que había elaborado Martín Güemes para proteger a sus paisanos y que le costó
moral de sus jefes, como suponen algunos virtuosos izquierdistas, sino que brota
el odio inmortal de la oligarquía salteña.
de su naturaleza reformista específica. Los sindicatos nacen de la necesidad de
Pero a otro intelectual y pensador, distinto a Jauretche, le cayó mal la iniciativa. los trabajadores de contar con entidades que luchen y negocien para obtener un
Era Ezequiel Martínez Estrada, profeta confuso, salvo como propietario de campo. mejoramiento del régimen de salarios; es natural que tales entidades no se
Pues Martínez Estrada era dueño de 758 hectáreas en la provincia de Buenos propongan luchar por la supresión del salario, a lo que los propios trabajadores
Aires (campos de los mejores del país) y no era poco. El Estatuto le cayó mal por se opondrían.
que les volvía caros sus peones para cuidar la hacienda, así como la ley que En tal sentido podría decirse que los obreros, al pretender mejorar sus
congelaba el precio de los arrendamientos le impedía mejorar su renta y echar al retribuciones, consolidan el sistema capitalista. En realidad, aquellos que siembran
camino a sus colonos. Martínez Estrada, entre los intelectuales argentinos, al menos ilusiones sobre el papel revolucionario de los sindicatos incurren en un error tan
tenía razones visibles para vociferar contra el peronismo. Así podía ser grave como los que suponen que los sindicatos han dejado de ser útiles a los
revolucionario en Cuba y bendecir la reforma agraria cubana sin perjuicio de trabajadores. La fuente de tales errores se encuentra en el hecho de que el sindicato
condenar las leyes agrarias de la Argentina, que lo afectaban. Como además ha sido creado para desempeñar una función y el partido político revolucionario,
elaboró la teoría de que el mestizo constituía la maldición original de América para otra muy diferente.
Latina, resultó sorprendente la leyenda de inconformista que le urdieron numerosos Como organizaciones que agrupan a grandes sectores de trabajadores sin
izquierdistas. Parece que tampoco los cubanos lo advirtieron. Casos análogos de distinción de ideologías, los sindicatos deben vivir siempre bajo las condiciones
impostura política y moral, como la de este escritor, eran numerosos en la época. del Estado, cualquiera sea su naturaleza, nacionalista u oligárquica, que no puede
Nadie parecía fijarse en tales minucias. admitir de ellos una peligrosa independencia. Carentes, por su heterogeneidad y
A las leyes mencionadas, cabe agregar la 31.665 de jubilaciones, que protegía sus fines esencialmente económicos, de una ideología revolucionaria, los sindicatos
con el sistema jubilatorio a todos los trabajadores argentinos. Una ley similar están sometidos a cualquiera de las grandes fuerzas que se disputan el poder de la

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sociedad moderna: imperialismo, nacionalismo, burguesías coloniales o poder ción obrera dentro de él. El pequeño burgués superficial, atiborrado de libros mal
obrero campesino. Sindicatos «independientes» no han existido nunca. leídos, sólo veía lo secundario. Después acusaría de «primitivismo» al proletariado.
Era natural que la CGT de la época peronista estuviera íntimamente asociada Jamás en la historia se ha desenvuelto ningún movimiento que desde sus comienzos
a un gobierno que era, a su modo, un gobierno de frente único antiimperialista en sea totalmente claro en sus formulaciones; sólo la experiencia propia, las lecciones de
cuyo seno coexistían intereses de clases diferentes pero cuya política en favor de las derrotas, el fracaso de sus jefes, permiten a las masas en estadios sucesivos, reali-
los asalariados no tenía precedentes en la historia del país. Que los dirigentes de la zar un balance íntimo de su orientación y seleccionar las ideas y los caudillos que la
CGT, su falta de iniciativa propia, su dependencia de las demostraciones políticas lucha requiere. La pretensión de exigir a las masas, que inician su vida política con el
del régimen, sus ofrendas, etc., constituían un mal, nadie podría dudarlo. Pero el peronismo, una completa coherencia teórica, sólo puede caber en la imaginación de
principal perjudicado será Perón, a quien el perfume del incienso cotidiano le estos intelectuales sin sustancia en que ha sido tan pródiga la ciudad puerto.
impidió advertir que una democratización efectiva de la central obrera hubiera Bajo las divisas del peronismo, enormes masas de hombres y mujeres que
defendido mejor las conquistas revolucionarias que el sistema de obediencia de sólo diez años atrás vivían en el atraso rural hicieron su ingreso triunfal a la política
los dirigentes. argentina. La dirección que abrazaron era enteramente correcta; la historia no
Lo que debió ser un régimen popular revolucionario con la más amplia había facilitado otra opción.
participación de las masas populares en el control y aplicación de las medidas Cuando el peronismo aparece en la vida argentina, toda la inteligencia se
convenientes para remodelar el país, se fue transformando en un sistema burocrático había modelado en la tradición oligárquica. Los escritores stalinistas o stalinizantes,
en cuyo seno su propio jefe fue con frecuencia prisionero. Así pudo observarse la si rendían tributo a la Rusia soviética y a sus subproductos culturales, coexistían
patética impotencia de Perón para elevar al nivel de una justificación teórica el en la SADE con los literatos de la revista «Sur» y los sacerdotes que servían el
origen y destino de su poderoso movimiento; revolución privada de ideología, no culto a las formas más exquisitas, evasivas o bizantinas de la esterilidad europea.
podía sino agonizar, a menos que desde su cumbre se afrontase la tarea de Aquellos escritores que no habían pactado con la sociedad oligárquica, se con-
democratizarse a sí misma. vertían en «emigrados interiores», lejos de los focos de la fama, o en expatriados.
En apariencia resultaba suficiente la ola de prosperidad que envolvió al país La palabra «nacional», en literatura o en política, había llegado a ser la palabra
durante los diez años del régimen peronista. La CGT bastaba para reajustar los más sospechosa.
salarios periódicamente y mantener el nivel de vida, los sindicatos de industria El intelectual pequeño burgués de la semicolonia, si deseaba sobrevivir como
eran para los obreros la escuela de lucha; los discursos de Perón y las eventuales escritor, no podía transgredir una regla de conducta: el peronismo era detestable.
movilizaciones, su alimento político. Pero los socios del bloque oligárquico, cuya Sábato dijo al autor en aquella época, que el peronismo, con su vulgaridad y sus
base social estaba intacta, eran demasiado poderosos y expertos en el uso del excesos, era incompatible con el universo platónico del intelectual. Lo que era sin
poder como para no advertir las fisuras en el imponente edificio del régimen duda cierto, es que un escritor argentino no tenía otra posibilidad de desenvolver-
justicialista. se en la red de las editoriales, los diarios «serios», la crítica respetada, las traduc-
ciones a idiomas extranjeros o las becas, si no aceptaba los prerrequisitos básicos
del liberalismo oligárquico.
De lo dicho debe inferirse que si el peronismo fue incapaz de dotar de una
Los intelectuales y el peronismo ideología a la revolución que rugía bajo sus pies, por otra parte el divorcio entre
las masas populares y la «intelectualidad» fue irremediable. Los intelectuales des-
La clase intelectual observa con desprecio a las masas «primitivas». Pero entonarían en la sociedad moderna un papel más subordinado aún que el proleta-
una misma clase tiene ideas diferentes en épocas distintas; las suplantará a medida riado. Si el obrero vende su fuerza de trabajo, pero no su conciencia, la «fuerza
que las necesite. El proletariado no veía la urgencia de ser «independiente» del de trabajo» que el intelectual dispone para enajenar, es su sistema de ideas. De
peronismo, por más que le desagradasen algunas figuras, algunos favoritismos y ellas debe vivir. Pero todo el sistema de ideas dominantes en la Argentina desde
negociados. Defendía lo esencial del régimen, su progresividad global y la condi- hacía medio siglo era justamente el forjado por la oligarquía proimperialista.

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Cuando llegó el momento decisivo, el intelectual se encontró prisio- Ya radicado en París, afirmó:
nero de ideas que en modo alguno correspondían a las necesidades na-
cionales. Esclavo de un «democratismo» carente de médula, apoyó a las Prefiero ser nada en una ciudad que lo es todo a ser todo en una
fuerzas más reaccionarias contra los nietos de Martín Fierro que irrumpían ciudad que no es nada.
en la escena argentina. Le resultaba intolerable aceptar las palabras de
Pavese:
Silvina Bullrich escribió:
los que sabían escribir no tenían nada que decir y los que
tenían algo que decir, no sabían escribir. París es mí hogar, Buenos Aires mi oficina.

La razón de este desencuentro fatal ha sido varias veces explicada a lo largo Borges afirmaba que su familia «había nacido del lado bueno del Arroyo del
de nuestro relato. No será inútil insistir en este hecho: la subordinación argentina al Medio», y aludía a la «horrible historia de América». Gloria Alcorta escribía en
imperialismo engendró una ideología y una estética, una filosofía y una tradición francés, Juan Rodolfo Wilckok se mudó a Italia y mudó también de lengua. Hasta
cívica que correspondía perfectamente al tipo de estructura semicolonial de la el Vicepresidente de la Nación, Dr. Julio A. Roca, publicaba en La Nación pul-
Argentina. cras traducciones de Byron. El Intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y
La sobreestimación de lo europeo y la formación de una mentalidad traduc- Mitre, lo hacía con poemas de Shelley. Victoria Ocampo, que hablaba inglés con
tora, la aparición de «medievalistas» como José Luis Romero en un país que vivió acento francés, servía té de Ceylán sin fatiga a todas las notabilidades del mundo
entre lanzas emplumadas hasta el siglo XX, la proliferación de la literatura fantás- que condescendían a gozar de su hospitalidad y registraba hasta la minucia, en sus
tica del género de Borges, y de una literatura preciosa para seudo eruditos, la numerosos «Testimonios», las sensaciones que le producían los grandes nombres
existencia de un socialismo amarillo cosmopolita o de un comunismo eslavófilo, la universales. Todo esto era de una banalidad cómica y hasta resulta divertido con-
signar el espanto que la irrupción de la chusma produjo en ese incontaminado
doctrina reinante del librecambio erigida como religión de Estado y la idolatría
académica de las mieses, la adopción del mito intocable de la Constitución del 53, universo. En su testamento legó sus casas a la UNESCO.
la ignorancia o el menosprecio de todo lo criollo y su connotación tácita con la ¿Debería entenderse que toda la inteligencia argentina se nucleaba alrede-
idea del atraso y de lo bárbaro, la glorificación de un liberalismo sin sustancia y el dor del bloque oligárquico? En modo alguno. Los nombres más notables de la
desconocimiento del problema imperialista, tales eran los rasgos distintivos de cultura y las letras nacionales sostuvieron a Perón o de algún modo le prestaron su
una tradición cultural que había convertido a la «inteligencia» oficial en una esclava simpatía, de cerca o de lejos. Basta mencionar a Manuel Ugarte, Leopoldo
de la «maquinaria de prestigio». Marechal, Manuel Gálvez, Elías Castelnuovo, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo
Desde 1880, la integración de la Argentina como provincia agraria de Euro- Jauretche, José María Rosa, Arturo Cancela, Ernesto Palacio, Luis Cané, Nico-
pa y consumidora de sus más sutiles productos, había estratificado un mandarinato lás Olivari, Horacio Rega Molina, José Gabriel, Carlos Astrada, Lucio Moreno
intelectual que impuso su sello, su atmósfera, su obsesivo culto de las formas a la Quintana, César Tiempo, entre las figuras de la generación anterior. Los bardos
cultura semi colonial. Eran las versiones modernas y anticriollas del Sarmiento populares más célebres, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, Cátulo Cas-
degollador y del primer Alberdi. Ya referimos la conducta de Martínez Estrada, tillo, Alberto Vacarezza y Claudio Martínez Paiva eran todos peronistas. Ya Homero
como propietario rural y como escritor, frente al mestizo y al peón. Julio Cortázar, Manzi, cantor de los más bellos tangos argentinos, había confiado hacía muchos
antes de adoptar la ciudadanía francesa, había dicho: años a su amigo Jauretche: «Tenía un dilema: antes de ser un hombre de letras
elegí hacer letras para los hombres».
Abandoné Buenos Aires porque los bombos peronistas me im- Pero aunque Ugarte, el valeroso y silenciado precursor de la izquierda na-
pedían escuchar los cuartetos de Bela Bartok cional, había sido durante algunos años Embajador del gobierno argentino en

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Méjico y Nicaragua, y otros escritores o intelectuales habían desempeñado fun- gobierno, cuando los curas, los confesores, los capellanes y los seminaristas se
ciones en reparticiones públicas, la enseñanza o la diplomacia, como José María sumergieron en la conspiración, un sector minoritario del Ejército comenzó a tomar
Castiñeira de Dios o Pedro Juan Vignale, lo esencial en la política cultural del distancia del régimen. El bloque nacional tendía a desintegrarse.
peronismo consistió en la ausencia de una voluntad crítica dirigida a examinar la
cultura aristocrática y la historia liberal oligárquica. En segundo lugar, el peronismo
no logró organizar las instituciones culturales, publicaciones y editoriales de modo
tal que los intelectuales, reagrupados alrededor de la empresa crítica y el gran
debate nacional que debía promoverla, encontraran de modo natural un lugar
decoroso y retribuido en la nueva República en revolución.
En el plano cultural, a semejanza del plano político, todo tendía en el peronismo
a cristalizarse y a burocratizarse. Peor aún, nadie se atrevía a hablar espontánea-
mente sin invocar el nombre mágico de Perón y todo debía discurrir alrededor de
esa magia. Perón venía a resultar el punto de partida y de llegada de todo. Nadie
se atrevía a pensar por su cuenta y a hablar en voz alta sobre algún tema esencial
que pudiese rozar la epidermis del poder. Por lo demás, este poder estaba escru-
pulosamente apuntalado por círculos áulicos que, por misteriosos canales, deja-
ban caer sobre el incauto rayos jupiterianos. El resultado era una opacidad inte-
lectual incompatible con las grandes obras y transformaciones legislativas, labora-
les, económicas o científicas en curso.
Podría añadirse que los notables avances que impulsó el peronismo, y la
pobreza de su época en la creación cultural mostraban un contraste patético. La
sociedad estaba en movimiento, pero el movimiento en el poder se había petrifi-
cado en el culto al Jefe. No resultará así extraño que Raúl Scalabrini Ortiz y
Arturo Jauretche no escribiesen una línea en diez años. Aún en sus mejores mo-
mentos, Perón se encuentra en soledad. Se veía un régimen gélido, sin articulacio-
nes, sin disidencias vitales. No era posible apoyarlo sin arrodillarse y sin guardar
silencio. En tales condiciones, la vieja y estéril oligarquía jugaba su papel de ma-
ravilla. Tenía múltiples armas para emplear contra el peronismo y las empleaba
todas. Ningún intelectual (reconocido por la prensa comercial) estaba en condi-
ciones de manifestar su simpatía por el peronismo sin correr el peligro de un
ruinoso descrédito. Todo se remitía al patrón europeo del prestigio, cuyos
procónsules en la Argentina eran las Academias, las Universidades, los grandes
diarios y los suplementos literarios, las revistas, las editoriales y la opinión pública
liberal oligárquica que abastecía de argumentos a los partidos. Las izquierdas
posteriores, de todos los matices, aún los más «extremos» de pico, se amamanta-
ron en esa época.
Pese a todo, el gobierno peronista parecía resistir a todos sus adversarios.
Pero cuando la Iglesia y una parte de la comunidad católica se enfrentaron al

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